Monte Panorama

Dylan Rogues

Y entré, junto a Patamon, a aquel monte extraño. Miré a ambos lados, observando el lugar. Sería una caminata dura, y por algún motivo el digimon no estaba precisamente charlatán... pero en fin, qué remedio que avanzar.

Eso sí, no podía dejar de pensar en ningún momento en la ausencia de música. ¡Joder! Es que si tuviese música motivadora, tipo The Final Countdown o Eye of the Tiger, me sentiría como un titán subiendo aquella montaña, y el camino se haría ridículamente sencillo. Pero no, la banda sonora de los auriculares que tenía en el oído era el silencio.

Asco de silencio.

 

Dylan Rogues

Cuando oí cómo alguien exclamaba algo a lo lejos, miré hacia atrás con rapidez, y pude ver dos figuras que debían ser claramente Lilith y el engendro. Y lo supe con tanta certeza porque nadie más salvo Palmon podía tener esa forma tan... tan... particular.

Por algún motivo, me encontré a mí mismo aligerando el paso. En cierto modo, no quería volver a cruzarme con Lilith, tal vez por miedo a que me recriminase haberla dejado atrás, o, tal vez, simplemente por pereza, no quería escuchar dichas palabras de reproche. Aunque igual no me decía nada, ¡quién sabe! De todas formas... no era como si fuese a comprobarlo, desde luego. Si estaba en mi mano, me alejaría lo suficiente como para que no pudiese alcanzarme.

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Contenido oculto

No es nada personal, Gabi. Son mis personajes antisociales :(

 

—¿Crees que estarán Dylan y Patamon por aquí? Espero que no se hayan preocupado mucho por nosotras, hemos desaparecido tan de repente…

—De seguro andan más adelante… lo más probable es que se hayan adelantado un poco, pero ya los alcanzaremos —respondió Palmon con optimismo—. De seguro no-

En ese instante, Palmon notó que Lilith se detenía. La chica señaló hacia más adelante… donde pudieron ver a Dylan y Patamon. ¡Así que allí estaban! Lilith se llevó un dedo hacia los labios para indicar que hiciera silencio y Palmon se llevó ambas manos a la boca como intentando silenciarse… ¿así que la chica quería darle una pequeña sorpresa a los otros dos? ¡Que divertido! Palmon le hizo un pulgar arriba como para indicarle silenciosamente a la niña que estaba de acuerdo con su idea.

 

Patamon, aún posado sobre la cabeza de Dylan, bostezó. El silencio era terriblemente aburrido; Dylan se había mantenido callado desde que habían dejado atrás el bosque, y Patamon no tenía idea de lo que pasaba por su cabeza. ¿Estaría enfadado? ¿Estaría tranquilo? ¿Seguía pensando en ese tonto aparato que tanto le gustaba? No tenía forma de saberlo, y encima seguían callados, lo que hacía este viaje aún más tedioso.

No iba a mentir, extrañaba a Lilith y Palmon; por lo menos con ellas el viaje era algo más animado. Y estaba a punto de preguntarle al muchacho si no sería mejor esperarlas cuando de repente…

—¡DYLAN! ¡PATAMON! ¡BU!

Era claro que no era la impresión más terrorífica del mundo; la alegre sonrisa de Lilith, desde luego, no era nada atemorizante. Pero aún así…

—¡AHHH! —exclamó Patamon, que se pegó tal susto que se tambaleó y se cayó de la cabeza de Dylan, donde había estado reposando.

 

Dylan Rogues

Un escalofrío me recorrió la espina dorsal, desde abajo hasta arriba, cuando oí la voz y me saltó encima aquella chica. Me giré lentamente y la miré con la cara de sorpresa peor fingida de la historia de la interpretación.

—¡L-Lilith! Qué sorpresa, no te había visto.

Acaricié mi nuca. Aquello había salido aún peor. Si existiese, habría ganado el premio de los Oscar al "peor actor de reparto".

 

Dylan Rogues.

¿Por qué Lilith sonreía tanto siempre...? Era extraño para mí. No estaba acostumbrado a que la gente a mi alrededor (la poca que me hacía caso en mi día a día) sonriese mucho, al menos no cuando se dirigían hacia mí. Pero en fin, parecía ser que me habían pillado, ella y el engendro, así que... eh, qué remedio.

—Bueno, sigamos andando, entonces —dije, con la mirada enfocada en el suelo.

Los pasos se me hacían más pesados, y en mi mente resonaba, por algún motivo, Wolf in sheep's colthing, de Set it off. ¿Acaso aquella chica sería un lobo con piel de cordero...? Bah, no le pegaba. Más bien, ella era el cordero y su digimon era el lobo. Un lobo que tendría la rabia, seguramente, cuanto menos.

—Uhm —terminé diciendo, huyendo del contacto visual—, ¿y cómo sabes que hay una playa más allá?

 

Dylan Rogues

—Oh —la verdad, ni recordaba haber hablado antes de una playa. Puede ser que incluso lo hablásemos y no le prestase atención; no sería nada raro—. No me suele gustar la playa.

"Demasiada gente". Pero eso lo dije solo para mis adentros.

Aunque, pensándolo bien, allí no habría mucha gente, porque en este lugar no había apenas humanos, así que, ¡hey! Quizá hasta estaba bien. Sí, me apetecía ir.

... ¿por qué tenía una sensación de déjà vu?