Long-fic Monster racer mezclado con Pokemon, ¿qué sale? Pues... Esta historia.

Como llegar a la cima. La historia de una novata.​

El comienzo de la historia.
En una casa a la orilla del mar, una niña dormía profundamente en su cuarto. Ayer se quedo despierta muy tarde ansiosa por ese día, como varios niños del mundo. ¿Que tenían en común todos ellos? Que recientemente habían cumplido 13 años, la edad en la cual todos ellos podían decidir su futuro.



-Hija, levantate.- Decía una mujer rubia, muy bella y de ojos color esmeralda a su hija mientras entraba a su cuarto. La intentó levantar 3 veces, pero al ver que aún no se despertaba tuvo que recurrir a su último recurso.
-No mamá, quería seguir durmiendo. Y aparte, me dejaste empapada. ¿Qué hora es?- Se quejó su hija al estar completamente mojada. El último recurso de su madre era tirarle un jarrón lleno de agua, aunque en algunas ocasiones, cuando estaba de buen humor, abría la ventana de par en par y hacía que le diera la luz del Sol en la cara.
-Pues mejor, así te apuras en ducharte y son las seis de la mañana.- Decía su madre mientras le preparaba la ropa que debía ponerse para hoy.
-Mamá, me despertaste muy temprano, ¿qué ocurre?- Preguntó al ver que le entregaba un bolso con la apariencia de ser pequeño, pero ella sabía que dentro de él se podría meter hasta una casa.
-Hija, ¿eres tan olvidadiza que no sabes que hoy empieza tu viaje? Aquí tienes todo lo que podrías necesitar. Desde ropa de invierno hasta de verano.- Le dijo mientras se iba de su cuarto, pero metió la cabeza una última vez.- Se me olvido, despierta a tu hermano después de ducharte.
-Esta bien.- Le respondió mientras entraba al cuarto de baño y se miraba en el espejo de cuerpo entero que había detrás de la puerta.

Su madre siempre decía que parecía un ángel, con su pelo rubio hasta donde termina la espalda. Al cambio su hermano pequeño siempre decía que tenía el cuerpo de un demonio, porque aún con solo 13 años, estaba desarrollada como una de las más hermosas modelos del mundo. Ella veía eso como un defecto y usaba la ropa más ancha y grande para que no se notasen. Pero lo que más le gustaba de su aspecto eran sus ojos de color zafiro con unos toques grises, miel y verdes (N.A:esos ojos existen, pero no sé como se llaman las personas que los tienen), los cuales heredo de su padre que falleció en un accidente de coche hace 7 años. Pero decidida a dejar en pensar en eso, se empezó a duchar y a arreglarse para el día que le esperaba.

Después de salir de la ducha y vestirse con una camiseta azul, unos vaqueros anchos, unas deportivas y amarrarse el pelo en una cola de caballo (http://www.ultimastendenciasmoda.com/wp-content/uploads/2010/11/coleta.jpg), fue al cuarto de su hermano para despertarle, pero no se dio prisa ya que se encontraba al cruzar el pasillo.

Su casa era de bastante grande. Tenía dos pisos: en el primero estaba la cocina, el salón, un baño, la habitación de su madre y la habitación de invitados y en el segundo su habitación, la de su hermano y ambas habitaciones tenían cuarto de baño propio. Aparte de los dos pisos poseía un jardín lleno de flores, un huerto, un lago y varios terrenos donde habitaban varias criaturas que había criado su padre con gran trabajo, pero desde que no se encuentra, los cuida toda la familia, pero lo que más le gustaba de su casa era que estaba a la orilla del mar.

-Hermano, arriba- Dijo mientras entraba al cuarto de su hermano pequeño, aunque no tan pequeño ya que solo se llevaban 3 años.- ¿Me escuchas, Tomás? Despierta o si no utilizaré el último método de mamá, a la ducha.
-Vale, vale. No hacía falta amenazar con el último método.- Dijo su hermano mientras se levantaba de la cama y se iba al baño. Su hermano es idéntico a ella: Pelo rubio, muy fornido y con los ojos casi idénticos ya que sus ojos eran zafiros con un toque miel y gris, solo le faltaba el toque verde.- Ya estoy.
-Siempre me sorprendes Tomás, tú solo tardas un instante.- Le dijo a su hermano sorprendida por su velocidad al ducharse y vestirse.
-Perdona, tu eres la que me sorprende. Tú te duchas y vistes en 5 minutos mientras que una chica normal se tarda 30 minutos o 1 hora.- Dijo su hermano mientras salía de su cuarto y se dirigía corriendo a las escaleras.
-Me estas diciendo anormal... ¡Ven aquí ahora mismo, Tomás!- Empezó la persecución del día.

La persecución del día se basaba en que su hermano salía corriendo escaleras abajo hasta la cocina donde se solía encontrar su madre y ella tenía que atraparlo antes de que llegará para poder matarlo.

-Chicos, parad ya de jugar y empezad a desayunar.- Les ordenó su madre mientras ponía el desayuno en la mesa y se sentaba.
-Esta bien.- Dijeron ambos a la vez mientras intentaban coger el aire que habían perdido en la carrera.
Ya sentados toda la familia en la mesa y empezando a desayunar se formó un silencio incómodo roto por su madre cuando hizo una pregunta.
-¿A qué te quieres dedicar, hija?- Le preguntó su madre llena de curiosidad por saber el futuro de su hija.
-La verdad, aún no lo he elegido. Tomás, ¿qué trabajos puedo elegir? Tú eres el que más ha investigado sobre eso.- Le preguntó a su hermano.
-Pues puedes ser varias cosas: Corredora de carreras con monsters, entrenadora, ranger o coordinadora pokemon, criador de monsters y pokemon, o investigador y explorador de los misterios que guardan estas criaturas.- Enumeró Tomás.
-Vaya... Yo ya descartó el de coordinadora por ahora, no me puedo poner delante de una cámara sin desmayarme, investigador, ranger y explorador me gusto mucho, pero me gustaría conocer más a los monster y a los pokemon. ¿Cuál crees que debería elegir Tomás?- Le preguntó a su hermano dudosa por su elección.
-Pues... Yo te diría que deberías ser una corredora, este es el año para enfrentarse a las 7 estrellas del mundo.- Le recomendó su hermano
-¿Este es el año?¿Los 7 estrellas?- Preguntó confusa por la información que recién acababa de recibir.
-Hermana, ¿tú en que mundo vives? Cada año se cambia la profesión para poder elegir con cual nos quedaremos. Y los 7 estrella son los mejores en cada categoría, a lo que me refiero es que todos son buenos criadores, investigadores, entrenadores, corredores...En pocas palabras los mejores del mundo.- Acabó de explicar Tomás exasperado por lo poco que se informaba su hermana.
-Vale, ya entendí lo de los 7 estrella, pero no lo de que este es el año.- Dijo cortando lo que le decía su hermano.
-Cada año al cambiar las profesiones algunos las eligen para vencer a los 7 estrella, ya que cada año ellos también las cambian, menos 3 años ya que aunque sean buenos en lo que hacen, deben descansar. Este año las cambiaron a corredores, por eso, si te quieres enfrentar a los 7 estrella deberías elegir ser corredor.- Le explicó su hermano como si hablase con un niño de 3 años.
-Vale, vale. Ya entendí. Y creo que elegiré ser corredora.- Dijo emocionada al saber que podría llegar a enfrentarse a los mejores corredores que había en el mundo.
-No te hagas ilusiones hermanita, para enfretarte a los 7 estrella tendrás que entrenar día y noche junto con tu monster.- Dijo mientras se levantaba de la mesa y se iba al jardín.- ¿No vienes? Pero para poder entrenar a tu monster día y noche primero debes de elegirlo, mamá ya nos espera en el jardín con ellos para que elijas uno.
-Voy, espera.- Dijo mientras cogía lo último que tenía en el desayuno, se lo metía a la boca y corría al jardín.
-Bueno, ya estas aquí, te habías tardado. Ahora tienes que elegir entre los 3 monster que tengo aquí.- Dijo mientras le indicaba a uno que parecía un tigre de color gris, otro que parecía un ave de color naranja y rojo y un lagarto de color verde. Pero se quedo mirando al tigre gris a detalle y se sorprendió de que sus ojos fueran iguales.
-Elijo a ese.- Dijo mientras indicaba al tigre.
-Tienes el mismo gusto que tu padre, el también eligió un Cutigre para las carreras.- Dijo su madre mientras le entregaba a su monster.
-¿Le puedo poner nombre?- Preguntó a su madre para saber si eso se podía hacer.
-No me preguntes a mí, es tuyo, aunque muy pocos monster tienen nombre propio.- Le respondió su madre mientras entraba a la casa a cogerle el bolso y las cosas que debía llevar.
-¿Qué nombre le vas a poner? Te aviso, es hembra.- Le dijo su hermano pensando que era tan tonta como para no saber eso.
-Ya lo sabía.- Dijo molesta dirigiéndose a su hermano para después dirigirse al monster con un tono alegre.- ¿Qué te parece Saphire?
Al parecer al monster le había gustado su nombre ya que empezó a saltar a su alrededor.
-Vale, vale... Te llamarás Saphire a partir de ahora.- Le dijo feliz al saber que le gustaba su nombre.

-Hija, ven aquí un momento.- La llamó su madre desde el otro lado de la casa, por donde estaba la orilla del mar.
-Voy. Vamos, Saphire.- Le dijo al ver que no la seguía, pero cuando dijo eso la empezó a seguir. Y al haber cruzado los campos donde su familia criaba a los monster y a los pokemon, aunque solo su madre era criadora, llego a la orilla de la playa.
-Mamá, ¿qué...?- Pero lo que vio la dejo tan sorprendida no pudo continuar la frase.
Aparcado en la playa se encontraba una avioneta de color blanca con rojo, en la parte de abajo había unas ruedas para el aterrizaje, pero se podían modificar para que apareciesen unas rampas con las cuales se podía aterrizar en el agua.
-Es para ti, yo lo usaba para viajar por el mundo a tu edad. Ahora es tuyo.- Dijo su madre sorprendiéndola por este gran regalo.- Vamos, entra. No muerde
Ella le entrego las llaves del avión para que entrase. Ella esperaba un hueco pequeño por el cual no cabría ni un mosquito, pero se sorprendió al ver que dentro de la avioneta podrían caber hasta 5 personas y había un hueco al final donde los monster podían descansar.
-Es hermoso mamá. Gracias.- Dijo mientras salía de la avioneta y abrazaba a su madre.
-No hay de que, hija y ya deberías haber salido desde hace una hora, date prisa.- Dijo mientras le daba una tarjeta con el símbolo de un avión.
-Mamá, ¿qué es esto?- Le preguntaba a su madre al no saber lo que era esa tarjeta.
-Es una tarjeta aterrizaje, esto te dará permiso para aterrizar donde necesites. Tu equipaje ya esta en la avioneta. Cuidate mucho, llamanos.- Dijo mientras la asfixiaba con un gran abrazo.
-Yo también te echaré de menos, intentaré venir a visitaros.- Dijo mientras se soltaba del abrazo de su madre y de dirigía a su hermano.
-¿Tú no te despides de mí?- Dijo mientras se acercaba a él con los brazos extendidos.
-Claro que sí, anormal.- Dijo mientras se daban un abrazo.- Como se te acerque un chico demás, te mato a ti y a ese chico.
-Ya entendí, tonto. Adiós.-Dijo mientras cogía a Saphire en brazos y se subían a la avioneta.- ¿Vamos Saphire?
Esa pregunta recibió a unos gruñidos de una Saphire contenta y emocionada. Y conduciendo la avioneta hacía su nuevo destino, Isla Star, se despedía de su hogar y empezaba su nuevo viaje.
Continuará...

Siento mucho si esto no es lo que esperaban, díganme si les gusta para continuar. También díganme si hay alguna falta ortográfica. No soy muy buena redactando.