Drabble de Naruto - Momento incómodo

Actividad: Otro día, otro ninja
Personaje: Neji Hyuuga, Ten Ten.
Nota de autor: Pire espero que te guste <3

Momento incómodo
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No le quedaba de otra, tenía que ser bueno, tenía que ser paciente… tenía que cortarse el cabello. Lo cierto, es que le gustaba largo, pero tenía a su peluquera personal haciendo todo tipo de experimentos en su cabellera y eso… lo podía.

Normalmente, esperaba sentado, paciente, a veces leyendo algo, meditando, conversando con ella cuando tenía ganas de conversar, porque a veces se concentraba tanto que si él hablaba, ¡le decía que la desconcentraba! Era el colmo, aun así, aguantaba. Tenía que hacerlo.

Cada vez que quedaban solos, se volvía su muñeco de pruebas, pero apenas se quedaba dormida, volvía a verse tan presentable como antes. Pero ese día… ¡ese día no pudo! Apenas vio a Ten Ten frente a él, ya era demasiado tarde.

Neji estaba tan rojo que los tomates sentirían vergüenza de su color a su lado. Se cubrió la cara y sintió jalonear su cabello al bajar la mirada.

—Papi, si no te quedas quieto no podré terminar las trenzas —dijo su hija renegando de que se moviera tanto mientras su madre lo veía conteniéndose la risa.

—Así que por eso tenías broches de mariposa en el cabello la semana pasada—dijo poniéndose de cuclillas a su lado y susurrando en su oído.

El ninja, no podía sentirse más ardiente de la vergüenza que pasaba y como si su esposa hubiese leído en su mirada su pedido de ayuda, intervino:

—Cariño ¿Y si me ayudas a cocinar? Haremos unas ricas galletas.

La niña, que era sumamente prolija, terminó de hacer la última trencita en el cabello de Neji y recién, aceptó ir a la cocina. Lo que Neji no esperó en ese momento es que Tenten sacara su celular para tomarle una foto ¡lleno de trencitas y broches de colores! Apenas vio el flash, palideció ¡no iba a poder permitir que alguien lo viera así! Y sin pensarlo, su esposa tomó en brazos a su hija y entre risas, salieron de la casa.

Neji estaba a punto de seguirlas, tanto que azotó la puerta tras de sí hasta que recordó el estado en que se encontraba y decidió entrar antes de que alguien más lo viera.

—Me las voy a cobrar —resopló entrando de nuevo a su casa. Si una foto era mala, salir así a la aldea, podría significar se parte de las noticias de Konoha.

Ten Ten miró la foto, tomó a su hija de la mano y fueron a dar un paseo. Ahora tenía muy buenos argumentos para negociar con su esposo la próxima vez que no quisiera salir de compras con ella.