Misión #101 [Sakura&Sasuke]

Tema en 'Fanfics Abandonados de Naruto' iniciado por Kai Uchiha, 19 Noviembre 2013.

  1.  
    Kai Uchiha

    Kai Uchiha Iniciado

    Escorpión
    Miembro desde:
    19 Noviembre 2013
    Mensajes:
    6
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Misión #101 [Sakura&Sasuke]
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    6
     
    Palabras:
    1342
    Aloha, everybodySoy Kai, en realidad no, sólo es un seudónimo que usaré pero... ¡Eso no importa por ahora!
    Soy nueva por aquí.
    He estado escribiendo un poco y bueno, no sabía donde publicar mi fanfic. ¡Qué alivio encontrar esta página! Incluso, resulta entretenido leerles.
    No les aburro más, comenzaré con un el primer capítulo ya que se me pasó escribir un prólogo.
    Es todo. Espero les guste. xoxo.

    -------------------------------------------------

    Capítulo #O1

    Los viernes siempre eran días pesados en el hospital de Konoha todos los ninjas trataban de regresar de sus misiones para descansar un poco el fin de semana si era posible, por lo tanto el equipo médico se veía atestado de lesionados y enfermos.
    Sakura dejó su bata blanca sobre el escritorio y pensó en lo mucho que anhelaba estar en casa descansado un poco. Había dedicado todo el día a estar encerrada en el perímetro de su área de trabajo desde las 03:00 de la mañana cuando había sido llamada de emergencia para sacar un veneno del cuerpo de Shikamaru... Amaba su trabajo pero a veces era desagradable no poder descansar.
    Muchos pasos apresurados en el pasillo le hicieron caer en cuenta que algo pasaba fuera y justo cuando acaba de deslizar la puerta Tsunade apareció.
    -Naruto se ha escapado de nuevo. Ya he enviado a alguien por él pero han tardado- gritó enojada con su ceño fruncido -Ve y tráelo, y con ese termina tu trabajo por hoy. Hinata te ayudará.
    La miró suspirando.
    -Entendido.
    Dicho eso se dirigió hacia la salida donde se encontró con la tímida novia de Naruto.
    Hinata era totalmente opuesta al chico con quien mantenía una relación, eso era realmente cómico. Sakura sonrió pensado “Definitivamente, los opuestos se atraen”.
    -Tu novio si que es terco, se ha escapado de nuevo- Sonreí -Será más fácil encontrarlo contigo aquí, yo me encargaré de revisar su estado.
    Ambas caminaban en la oscuridad sin sigilo alguno, pues, sabían que al rubio se le hacía muy difícil pasar desapercibido o estar más de cinco minutos sin armar un alboroto. Naruto ya era todo un hombre pero seguía comportandose como un niño escapando de Sakura cada vez que le internaban en el hospital.
    -¡Oe, Sasuke! Sueltame, idiota.
    Gritó al final de la calle.
    Las chicas rieron al escuchar como el Uzumaki se quejaba; segundos más tarde vislumbraron más claramente las siluetas.
    Hinata se sonrojó y sus ojos se tornaron con una especie de brillo mientras Sakura sonrió al escuchar el nombre de su chico dándole a entender que ya había regresado de su misión.
    -Quédate tranquilo y no me hagas trabajar de más- Se quejó el chico de ojos totalmente negros -Ya te he dejado comer en Ichiraku, ahora regresemos.
    Comenzó a andar tirando de una soga tal cual lo haría de un burro o un caballo, pero sólo se trataba de Naruto.
    -No es justo.
    Trataba de zafarse del agarre de su amigo.
    -¿Qué?
    -Sakura siempre te consiente y no deja que pases más que unas pocas horas en el hospital- Hizo una pausa mirando el cielo despejado -Es muy injusto.
    Le miró fulminandolo
    -Simplemente no hago haciendo estupideces como tú.
    Rió ruidoso haciendo que la silenciosa calle recibiera el sonido y produjera un eco.
    -No hago estupideces, viejo.
    -Por supuesto que sí.
    Sakura apareció tras ellos asustando a los dos chicos con quien había formado equipó alguna vez, a quienes consideraba los más cercanos a ella. Su mejor amigo y su novio.
    Dejó un beso un poco largo en los labios de Sasuke mientras Hinata le reprochaba al rubio por haberse escapado por tercera vez en el día.
    -Oh, vamos. Dejen los besos para cuando lleguen a su casa a hacer mini-Sasukes o mini-sakuras.
    Rió mientras seguían caminando.
    -Cállate, cabeza hueca- Haló con cierta fuerza la soga haciendo que casi cayera -Tu ves a tu novia todos los días, yo no.
    Murmuró más para sí mismo que para su amigo.
    Sasuke odiaba el trabajo de Sakura pues muy pocas veces era enviada a misiones con él, a diferencia de las demás parejas ninja a quienes normalmente se le asignaba ir juntos. Ella en aquí en Konoha en el hospital mientras él andaba peligrando su vida en misiones de alto rango.
    Suspiró captando así la atención de muchos.
    -¿Un suspiro enamorado Sasuke-kun?
    Bromeó la kunoichi quien mantenía el mismo color rosa en sus mejillas cada vez que se encontraba cerca de Naruto.
    Sasuke sólo se limitó a sonreír estrechando la mano de la pelirosa justamente cuando llegaban y eran recibidos por los gritos de la rubia Tsunade.
    -¿Qué te crees, Naruto?- Lo hizo entrar aún con la soga inmovilizando sus brazos -Te quedarás dos días más aquí reposando por castigo.
    -¿Quéeeeee? No, no, no.
    -Gracias par de tórtolos- Miró a las parejas frente a ella e intercambió una mirada cómplice y de estar satisfecha con Shizune -¿Me ayudas a controlar a Naruto, Hinata? Creo qué él estará encanto.
    Las tres mujeres comenzaron a caminar al interior del hospital con Naruto tras haberse despedido de los otros dos.
    Estando solos, ella suspiró y vio al chico con amor. Aliviada de tenerlo sano y salvo en casa quiso comérselo a besos ahí mismo y como si él estuviera leyendo sus pensamientos así pasó, este era el íntimo beso que estuvieron esperando más o menos por un par de semanas.
    Se separaron mientras ocultaban en las sombras unas sonrisas y grababan cada uno el momento para el recuerdo.
    -Jamás te había extrañado tanto.
    Susurró el de cabellos oscuros y piel pálida mientras se ponían en camino a la casa que compartían.
    -No creo que más que yo a ti.
    Una sonrisa se formó en el rostro de la pelirosa al sentir como él jugaba con sus dedos, a ella eso le encantaba.
    ~*~
    Había escuchado del regreso de su hermano a la aldea, después de tanto tiempo en una misión casi suicida el moreno aún seguía con vida.
    Nacer siendo Uchiha significaba tener que llenar expectativas de otros, tener que ser grande y con un destino ya marcado... Portar el apellido con orgullo y de manera impecable.
    Itachi por ser el mayor de los hijos de uno de los jefes del clan llevaba todo ese cargo aunque para él era irrelevante, hacía lo que debía como lo quería y no le importaba ser criticado por otros. Después de todo, era su vida.
    Sasuke sonrió pensando como su hermano limpiaba su nombre y el de su aldea con tanta facilidad, amaba Konoha y su gente. Digno ejemplo de la voluntad de fuego.
    Tras haber encajado todos los kunais el los blancos con ambos ojos cerrados sintió como alguien le miraba desde las sombras de los árboles, una presencia que conocía bastante bien y que podía considerar como su padre y amigo.
    -Kakashi sensei.
    Susurró apenas audible para él mismo.
    -Sasuke... Qué alegría que estés en Konoha.
    Su voz se tornaba igual que siempre, un tanto relajada y con una pizca de alegría.
    Con cabellos puntiagudos y blanquecinos tan característicos de él sonreía bajo su máscara apareciendo ante su alumno.
    Desencajó par de kunais haciendo un par de acrobacias con ellos.
    -Definitivamente no hay lugar como el hogar.
    Una media sonrisa se ponía en su rostro mientras de reojo vislumbraba el edificio del hospital.
    -¿Vas a ver a Sakura?- Rió mientras Sasuke le dirigía una mirada de pocos amigos. Desde que la pelirosa era su novia todos bromeaban con eso -Digo, yo también iba hacia allá.
    Volvió a reír sacando uno de sus pequeños libros con los cuales se divertía casi a diario.
    -De hecho, voy a ver a mi hermano. Ha regresado- Miró la entrada del edificio como su novia entraba con la hokage -Y bueno, aprovecharé de verla.
    Confesó sin darse cuenta haciendo que Kakashi dejara salir un par de carcajadas.
    -Me resulta gracioso lo mucho que te cambió Sakura.
    El ninja de cabellos oscuros no dijo nada sólo se limitó a pensar en lo enamorado que estaba, Kakashi lo sabía, él mismo lo sabía.
     
    Última edición por un moderador: 22 Noviembre 2013
  2.  
    Rein

    Rein Once

    Acuario
    Miembro desde:
    11 Noviembre 2012
    Mensajes:
    1,840
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Veamos... Linda la trama... Supongo que esto va después de toda la guerra que ocurre en el manga y/o anime, da igual. Aunque no sé qué esperarme para el segundo capítulo. Lo dejaste inconcluso. O al menos así yo lo sentí.
    Sólo unas observaciones.
    - Muy bien tu vocabulario que empleaste... Me agradó.
    - Recuerda que existen las palabras sobreesdrújulas: (comportándose, fulminándolo, entre otras)
    - Estaría perfecto si separaras los párrafos. Verlos todos ahí amontonados... Cansa al lector.
    - Lo mejor que puedes hacer es usar el guión largo: (—) para indicar un diálogo.
    - En esta parte... Las descripciones de cada diálogo, deben de ir sobre el mismo renglón que el diálogo... De esta manera...
    Por lo demás... Todo está bien (: Uno que otro error... Pero casi ni se notan.
    Ese Naruto, siempre tan tremendo y Hinata, ni se diga, con su sonrojo al ver al tremendo de su novio. Me gustó.
    Ojalá y me pudieras avisar para el próximo capítulo. Gracias.
    Saludos~
     
  3.  
    Kai Uchiha

    Kai Uchiha Iniciado

    Escorpión
    Miembro desde:
    19 Noviembre 2013
    Mensajes:
    6
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Misión #101 [Sakura&Sasuke]
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    6
     
    Palabras:
    1514
    ¡Hola!
    Espero estén muy bien.
    Aclarando un poco el panorama, les cuento lo siguiente: Lo que escribo no es antes o después de la guerra, sólo he tomado los personajes de Naruto y he seguido con la misma idea de ninjas, la aldea y todo eso con el fin de crear algo que ustedes puedan leer.
    Mmm... Sólo obtuve una respuesta, fueron buenas críticas, lo agradezco. Intentaré aplicar esos consejos de MrKushina, muy amable de su parte.
    No les aburro más.
    Besos y abrazos.


    ----------------------------

    Capítulo #O2

    Vio una vez más el reloj que colgaba en la pared, luego miró los pocos rayos de luz que atravesaban las persianas. Parecía como si los minutos estuvieran pasando más lento de lo normal, el tiempo le torturaba al igual que el encierro en aquella blanquecina y aburrida habitación de hospital. «Cálmate, Itachi», pensó.

    Se puso de pie como podía sintiendo punzadas de dolor en todo su cuerpo, como si pequeños trozos de vidrio estuvieran incrustados en su piel; pero no le importó, caminó así mismo hasta la puerta de madera que le llevaba al cuarto de baño pues necesitaba estirar las piernas y además orinar.

    Tomó su amigo con sus dedos y mientras descargaba en el inodoro, pensaba en las constantes bromas que hacían entre ellos en los baños públicos. Y recordó con más precisión la voz de Sasuke «Lo tienes como una nuez». Todo un idiota, Sasuke.

    Rió despojandose de esos pensamientos, acomodó la parte inferior de su ropa tras haber terminado con sus necesidades fisiológicas, se aseó y miró al espejo para encontrar un rostro de zombie en vez de el usual sexi muchacho. «Genial, vas a espantar a la chica del clan Yamanaka». Maldijo al no recordar el nombre de la rubia que tanto alteraba su tranquilidad.

    Salió del baño, con el rostro entumecido por el dolor. Pensando que debía estarse viendo realmente feo y en cualquier momento ella vendría a suministrarle las medicinas que le había encargado la pelirosa.

    alguien tocaba la puerta en modo de aviso para luego entrar, haciendo que acabara con el monólogo que tenía en su interior. La mirada del moreno se horrorizó al ver a su hermano.

    —¿Qué?— Dijo irritado ante la reacción de su hermano mayor —Con esa cara tuya quien debería asustarse soy yo— La voz de Sasuke era tan baja que el otro Uchiha ya había deducido que estaba sin permiso ahí.

    —¿Qué haces aquí, hermanito?— Se sentó en la cama.

    —¿Acaso no puedo venir a saludar al idiota que tengo como hermano?— Se burló de él.

    —Cuando salga de aquí y vayamos a entrenar ya veremos quien es el idiota— Le retó levantando una de sus cejas —¿Cómo has estado? Veo que muy bien— Sonrió invitándolo a sentarse en el asiento más cercano a la cama que tanto odiaba.

    —Sí, yo muy bien. ¿Qué hay de ti?— Rió al ver como tenía bastantes partes de su cuerpo vendadas —Al menos dime que has logrado cumplir la misión

    —La cumplí— Admitió.

    Tocaron la puerta y ambos hermanos se miraron cómplices. Sasuke estaba rompiendo las reglas, y debía huir.

    —Bien, va siendo hora de que me vaya. Te visitaré cuando sea la hora adecuada— Suspiró sonriendo —Además, debo contarte un par de cosas, hace bastante que no nos vemos y hay que ponernos al día— Rió, caminó hasta la ventanilla e intentó salir por ella pero quedó atascado.

    —¿Qué importa si te descubren?— El mayor rió al ver a Sasuke atorado con medio cuerpo fuera del edificio del hospital.

    —Si importa— Pensó en Sakura, Tsunade o incluso Ino atendiéndolo luego de haber sido golpeado por alguna de ellas.

    Justo cuando lograba desaparecer, entraba una chica sonriente a la habitación.

    —Uchiha Itachi— Sonrió amable —¿Así es que te llamas no?— Los ojos verdes de Sakura le miraban esperando una respuesta mientras él sólo se limitaba a detallar a la chica y buscar una respuesta coherente al por qué se sabía su nombre.

    —Sí, exactamente— Dijo mirando la bandeja de comida que traía —Has sido muy amable desde que llegué aquí y ni siquiera sé tu nombre.

    —Haruno Sakura— Se presentó dejando la bandeja en un lugar accesible para él.

    —Mmm, esto se ve delicioso— Comentó dándose cuenta que su estómago rugía —Muchas gracias, Sakura— Nada que ver con tu actitud de todos los días, Itachi; pensó hablando para sí mismo. Su personalidad se basaba en un serio y reservado muchacho, en eso consistía ser un Uchiha también. Pero extrañamente con la ninja médico que tenía frente a él sentía la obligación de ser amable, era como si la conociera de algún otro lado pero él no tenía ni la más mínima idea.

    —Vendré luego a suministrar tus medicinas, o en tal caso vendrá mi compañera de cabellos rubios— Salió de la habitación y dejándolo solo otra vez.

    ~*~

    Los pasos delicados de Tsunade se escuchaban a espaldas de la pelirosa quien aguardaba en su escritorio para escribir el reporte de su nuevo paciente, uno de los Uchiha.

    —Entonces... ¿Ya has conocido al hermano de Sasuke?— Una sonrisa se plasmó en el rostro de la rubia, si quería a alguien como si fuera su hija... Tendría dos chiquillas, Shizune por su puesto y quien tenía en frente en este momento, Sakura.

    —Ah...— Dejó escapar de sus labios un monosílabo —Así es— Se sonrojó un poco para luego recobrar la compostura.

    —Otro Uchiha guapo— Ino aparecía al lado de Tsunade.

    —¡Mis ninjas médico están enamorando a dos de mis mejores jounin!— Rió estruendosamente y suspiró —Será mejor que siga trabajando, ya tendré tiempo para estas conversaciones— Salió del lugar dejando a sus aprendices juntas.

    —Es tan apuesto como Sasuke— Suspiró dejando que sus párpados se cerrarán un poco.

    —¡Ino!— Se quejó la pelirosa, normalmente ambas peleaban por el muchacho aunque claramente Sakura tenía la ventaja pues era su novia.

    —Ya, ya— Dijo poniendo ambas manos en sus caderas —Ya sé que Sasuke es tuyo, me quedaré con Itachi— Rió y su risa fue opacada por la de alguien, ese chico de mirada fría que además no reía muy seguido —¿Sasu...ke?— Ino palideció con la idea de que el mismísimo Sasuke le había escuchado declarar lo enamorada que estaba de su hermano.

    El apuesto jounin permanecía de pie en el umbral, con una sonrisa divertida y amable que dejaba ver pocas veces.

    —El mismo y en persona— Se burló amigablemente y guiñó un ojo a la rubia.

    —Oh por Dios...— Llevó ambas manos a su rostro —Que vergüenza.

    —Tranquila, haré como si no escuché nada— Volvió a reír y vio como la ahora sonrosada ninja desaparecía del lugar aún con ambas manos en su rostro. Miró a su novia sin expresión alguna —Hola, guapa— Estaba consciente de como podía hacer cambiar las sensaciones en las mujeres, y admitía que a veces se aprovechaba del asunto. Justo en ese momento le dirigía a la mujer que tenía en frente una mirada seductora y sabía perfectamente que le estaba incomodando un poco por lo que decidió suavizarla y darle un toque de dulzura.

    Ella sólo apartó la mirada clavándola en las líneas que escribía en el historial médico de Itachi —¿Qué haces aquí, Sasuke?— Dejó de escribir y se puso de pie para estar a la altura de esos ojos que tanto le ponían nerviosa aún.

    —Necesito de los servicios médicos de mi novia— Se encogió de hombros.

    —¿De verdad?— El ceño de la pelirosa se frunció y dio un vistazo al cuerpo de él buscando una lesión —Sé honesto— Sus brazos se cruzaron debajo de su pecho y levantó una de sus cejas esperando una respuesta.

    —Créeme— Quitó la parte superior de su uniforme táctico y dejó ver un par de heridas causadas por la madera de la ventana que no lo dejó escapar cómodamente —Tsunade-sama me envió hasta aquí, afortunadamente— Sonrió triunfante.

    —¿Como lo has conseguido? Esto pudo haberlo tratado incluso ella misma en menos de cinco minutos— Rió un poco pues eran lesiones muy leves.

    Tras haber debatido un buen rato si contarle la verdad o no, decidió hablar —Mmm... Usé mis técnicas oculares para persuadirla y conseguí esto— Le mostró una orden para que ella lo atendiera, estaba firmada por la hokage —No te niego que me duele un poco pero... La verdad es que sólo quiero pasar tiempo contigo— Se acercó a ella.

    Ella lo miró enternecida para luego acercarse al lesionado torso —Bien. No te muevas que puedo lastimarte— Comenzó a atender las pequeñas heridas.

    —Sakura...— La llamó y justo cuando sus miradas estaban puestas en el otro, en una fracción de segundo, los ojos del ninja cambiaban del negro al rojo del famoso Sharingan haciendo entrar a la chica de cabellos rosa en otra dimensión, donde era sumergida en los recuerdos de Sasuke.

    El sharingan, conocido por algunos como el ojo maldito, para un Uchiha además del orgullo de poseerlo significaba una manera más de ver y mostrar el mundo.
     
    Última edición: 4 Diciembre 2013
  4.  
    Kai Uchiha

    Kai Uchiha Iniciado

    Escorpión
    Miembro desde:
    19 Noviembre 2013
    Mensajes:
    6
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Misión #101 [Sakura&Sasuke]
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    6
     
    Palabras:
    2868
    Capítulo O3

    ***

    ~ Recuerdo O1
    -Por Sasuke Uchiha.

    Clap, clap, clap; sólo podía escuchar mis pasos en medio del sepulcral silencio.

    Al final del pasillo, justo en medio de las tenues luces de los bombillos encima de mi cabeza, justo por ahí caminaba mirando la nada. Daba un paso tras otro sin importancia alguna detallando la sensación del piso de madera al que nunca habría visto sucio, siempre reluciente ante los ojos de cualquiera.

    Me detuve. ¿Qué era eso que crecía violentamente en mi pecho? Temeroso, hecho un mano de nervios observe la puerta que se alzaba firme frente a mí e intenté llevar mis nudillos hasta la plana superficie de la misma para tocarla pero fracasé, no pude siquiera acercar la mano.

    Tras un segundo intento, tras un tercero lo logré; la madera chocando con la piel de mis nudillos de tornaba fría, tanto como yo lo estaba en mi interior. Frío, helado, como una gran bola de nieve.

    Pasaro un par de segundos y la puerta fue abierta por una kunoichi de cabellos oscuros como el azabache y piel pálida, le había visto numerosas veces pero jamás había notado esa mirada tan atenta y amable.

    —Uchiha Sasuke— saludó la imponente mujer con cabellos rubios y ojos avellanados a la que apenas le había prestado atención.

    Lady Tsunade aguardaba silenciosamente tras el viejo escritorio, ese mismo que había sido víctima de tantas órdenes, gritos, nervios, quizás lágrimas, logros y alegrías.

    Saludé asintiendo levemente con un movimiento.

    —Aquí estoy, como se me ordeno— Me limité a decir.

    Mis manos permanecían dentro de mis bolsillos, miré tras la quinta hokage la visión periférica que tenía de toda la aldea ahora sumergida en una oscuridad. Realmente hermosa. Fue entonces cuando mi mirada se posó sobre un montón de árboles de cerezo, que ahora no eran más que oscuridad pura pero de día eran perfectamente vistos por su color habitual. Tanto rosado junto había llamado de inmediato mi atención, despertando dentro de mí recuerdos de la pelirosa que probablemente estaría aun durmiendo y a la que no veía desde hace más de veinticuatro horas. Suspiré despojándome de mis recuerdos, sabía muy bien porque estaba aquí, sabía lo que se avecinaba y no debía dejar que Sakura perturbara mi deber.

    —Ya has de saber porque estás aquí— Hablaba de manera pausada con la mirada puesta en mi rostro —Y por la hora, ya debes suponer que tanta confidencialidad tiene este asunto.

    El reloj que colgaba en una de las paredes, cerca de un montón de libros, marcaba las 03:32 am. Esta hora no era para otra cosa que no fuera una misión de rango S para algún jounin de alto nivel, una misión altamente confidencial.

    —Lo entiendo perfectamente.

    —Deberás encargarte de traer algo— Pausó con una sonrisa un tanto malvada —Mejor dicho, a alguien.

    Mis ojos negros se dilataron un poco, ambas mujeres lo notaron y mantuvieron esa mirada dura sobre mí. Imaginaba tener que traer a un señor feudal, quizás a alguna esposa de alguno de ellos o un familiar. Uno de los kages. Alguien sumamente importante.

    —Entendido— Susurré viendo el pergamino que Shizune me entregaba.

    —No debes regresar sin haber cumplido tu misión, Sasuke— Aclaró —No puedes pedir refuerzos, esta misión sólo la puedes cumplir tú.

    —Está bien. No hacen falta— Me apresuré a decir.

    Me parecía suficiente estar arriesgando ya mi vida o tener que cuidarme, no necesitaba arriesgar y cuidar a alguien más. Quizás estaba siendo duro conmigo.

    Tras un par de minutos de silencio sepulcral, el sonido de un suspiro resignado provocaba un eco.

    —Sal de la aldea y lee el pergamino cuando estés solo— Se puso de pie —Vete ahora mismo y regresa con vida, Sasuke.

    Di media vuelta sobre mis talones y me encaminé hacia la misma puerta que me había desafiado tanto antes de entrar, esta vez, sólo quería salir, huir, esfumarme de una buena vez antes de que mis sentimientos comenzaran a hacer interferencia con lo que no debían.

    ¿Estaba bien desaparecer de la aldea sin decirle siquiera adiós a mi novia?

    Salí y caminé de nuevo, otra vez sólo con la creciente sensación en mi pecho aún, melancólico desaparecí en las sombras.

    ***

    Sakura permanecía inmóvil delante de Sasuke.

    El pecho de la chica subía y bajaba con respiraciones acompasadas, la cercanía del cuerpo de Sasuke emitía un calor y ella lo sentía perfectamente.

    —Muéstrame más— Exigió observando el lugar donde estaba, él había recreado para ella una dimensión donde les rodeaban árboles de cerezo.

    Ninguno fue capaz de hacer un movimiento.

    —Lo haré— Susurró en su oído —Voy a complacerte pero no ahora.

    Regresaron a la monótona sala de paredes claras donde Sakura pasaba horas trabajando, todo estaba tal cual como antes y parecían haber pasado sólo unos quince minutos. La manecilla del reloj que marcaba cada segundo que pasaba emitía un sonido que llenaba la falta de ruido, el viento que chocaba con el cristal de la ventana parecía fuerte para hacer que el vidrio se moviera un poco.

    —¿Cuándo...? ¿Cuándo lo harás?— Le azotó con preguntas —Siempre quise saber los detalles sobre esos días, todas las veces que te lo pedí dijiste que no querías recordarlo ¿Por qué ahora me lo muestras?— Su tono de voz fue disminuyendo a medida que ella se sumergía en sus propios conflictos internos.

    La delicada mano de Sakura se acercó a la herida de Sasuke con un algodón repleto de alguna sustancia desinfectante, él se apartó impidiéndole que le tocara.

    —No lo sé— Mintió, claro que lo sabía pero no era momento de exponer sus argumentos —Debo irme ya, tal vez puedas atender mis lesiones más tarde en casa, después de todo son leves— Le sonrió.

    —Trataré de llegar temprano— Lo miró ponerse la parte superior de su uniforme.

    —Nos veremos luego, guapa. Iré a ver a Itachi— Se acercó a darle un beso, el cual no había sido correspondido del todo pues la chica seguía con un monólogo en su mente. Él tomó el rostro de la pelirosa con ambas manos dejando otro beso, haciendo que esos ojos verdes se sobresaltaran —Te amo.

    La brisa provocada por el movimiento de Sasuke al irse despertó por completo a la kunoichi.

    —Yo también te amo— Susurró.

    ~*~

    Sin previo aviso entró a la habitación donde podía escuchar unas voces bastante conocidas. Ahí estaban Tsunade-sama y la fastidiosísima admiradora número uno de su hermano y de él mismo, Karin.

    —¡Sasuke!— Los cabellos rojos chocaron contra el rostro de Sasuke, quién se inmutó a no moverse hasta que ella lo hubiera soltado —Tanto tiempo sin verte— Comentó

    —Qué casualidad encontrarlos aquí— Sonrió —Tsunade-sama— Le saludó.

    —Que rápido te ha atendido tu novia— Levantó ambas cejas dirigiendo miradas a los otros tres en la sala.

    Karin simplemente dirigió una mirada de desprecio a la nada, mientras que Itachi simplemente mantenía una expresión de sorpresa en su moreno rostro.

    —¿Sasuke tiene novia?— Sus cejas estaban arqueadas y su boca formando una perfecta letra “o”, luego simplemente estalló en risas —¡No me lo creo!

    —Pues creélo— Con un rostro de pocos amigos le lanzó una mirada a Itachi —Es una chiquilla de feo cabello rosa.

    —Karin— Dijeron la hokage y el Uchiha sintiéndose ofendidos.

    La chica del clan Uzumaki se cruzó de brazos.

    —¿Y entonces...? ¿Ya tienes hijos? ¿Un sobrino en camino? No, espera... ¿La conozco?— Se sintió culpable por haber desaparecido tanto tiempo, tanto así que su hermano se había convertido en un completo extraño.

    El menor de los hermanos rió —No, no tengo hijos— Contestó —Deberías conocerla. Estuvo conmigo en el equipo siete y además, creo que te está atendiendo aquí.

    —¡Ah, si es cierto!— Recordó y entendió porque se le hacía tan familiar aquella chica de la mañana —¿Sakura es su nombre, no?

    Sasuke asintió.

    —Creo que estos dos deben ponerse al día— Tsunade rió —Vámonos, Karin— Le ordenó con mirada dura.

    Tras escuchar la puerta chocar con el marco, en señal de que ya estaba cerrada, ambos permanecieron en silencio por unos minutos.

    —Y entonces... ¿Qué tal es en la cama?— Bromeó mientras reía, el mayor solía ser bastante serio pero cuando estaba con su familia cambiaba drásticamente su humor, se sentía en confianza.

    Un puño de Sasuke se estrelló con el único lugar visiblemente sano de su hermano, en el rostro —Cállate, idiota— Dijo cruzando sus brazos sobre su pecho.

    —¡Ouch! Cuidado, ese es el único lugar sano— Se quejó —Tú siempre tan agresivo.

    ~*~

    La noche había caído sobre Konoha, faltaban un par de horas para que el día acabara y era entonces cuando Haruno Sakura entraba al edificio donde se encontraba el departamento. Suspiró cansada y a la vez aliviada porque tendría el siguiente día libre.

    Además, rogaba por que Sasuke hubiera hecho cena para los dos, aunque no lo parecía el guapo chico de cabellos oscuros se le daba bien todo ese asunto de la cocina.

    Ya frente al hogar que compartía con el jounin, entró dejando los zapatos en el genkan. Caminó por los pasillos de madera y tatami hasta encontrar la presencia de Sasuke en la cocina; él vestía unos simples pantalones de pijama y encima un delantal de cocinero, llevaba la parte superior de su cuerpo sin nada por lo que sólo era cubierta por el blanco delantal. Los cabellos húmedos despeinados le daban ese toque sexi que a cualquier mujer le agradaría ver.

    —Hasta que por fin llegas— Se dio media vuelta para encontrarse con un rostro cansado —Preparé tu comida favorita— Una media sonrisa apareció en ambos rostros.

    —¿De verdad?— Se sorprendió encantada por las atenciones.

    —De verdad— Sirvió los platos, puso la mesa haciendo sentir a Sakura inútil por no ayudarle. Dejó su delantal a un lado y tomó asiento frente a ella —¿También debes ir a trabajar mañana? Nuestros días libres deberían coincidir— Se quejó con pesar.

    Tras haber agradecido por la comida, comenzaron a devorarla. Sakura estaba tan hambrienta que apenas contestaba a las preguntas de Sasuke, él reía al verla comer sin decir una palabra.

    —Mañana lo tengo libre— Murmuró terminando con el último bocado.

    La luz se hacía tenue sobre ellos, alumbrando la elegante y típica casa japonesa. La kunoichi se esforzaba por mantenerla limpia y bien decorada, a Sasuke le gustaba y eso la hacía sentir bien.

    —Mañana voy a entrenar con Kakashi-sensei y Naruto— Anunció —Si quieres puedes venir y así recordamos viejos tiempos— Sonrió.

    —Tal vez vaya un rato— Sonrió también pensando en lo melancólica y nostálgica que se pondría.

    Sin más nada que decir, él se levantó a lavar los trastos dejando que Sakura fuera a tomar una ducha. Para ganar tiempo estuvo viendo tv y cuando ya se tornaba tedioso estar solo decidió irse a la habitación donde encontró a la pelirosa con un cuerpo casi desnudo e iluminado por una lámpara que se encontraba encima de una de las mesas.

    —Wow— Exclamó mientras ambas cejas se arqueaban —Lo siento.

    Sakura como acto reflejo había cubierto sus pechos con sus brazos, y se dio cuenta que apenas llevaba la parte inferior de su ropa interior —Oh, por Dios— Susurró un poco incómoda luego razonó que lo que ocurría era algo estúpido —Oh, vamos, Sasuke. Tu y yo ya...— Rió sonrojándose.

    —Me encanta cuando te sonrojas— Rió acercándose a ella —Por cierto, tu y yo deberíamos...— Comentó dejando un beso en sus labios y descendió con un par más por su cuello hasta que ella lo detuvo.

    —Detente— Susurró —Voy a vestirme y me mostrarás más de tus recuerdos— De espaldas a él se colocó un brassier o sostenedor y una camisilla ligera, después iba a buscar entre sus ropas algo para la parte inferior y él la detuvo.

    —Está bien, te mostraré más pero con una condición— La miró haciendo una pausa —No te pongas más ropa, después de todo estaríamos a mano— Señaló su torso desnudo mientras caminaba al baño donde tardó unos minutos mientras cepillaba sus dientes.

    —Bueno— A regañadientes acepto clara de la desventaja que ella tenía, le vio aparecer de nuevo y acercarse a la cama.

    —Ven aquí— Obedeció a las órdenes de Sasuke quien se encontraba sentado, se colocó a su lado —Sakura...— Pronunció su nombre una vez más invitándola a estar rodeados de árboles y flores de cerezo.

    ***

    Recuerdo O2
    -Por Sasuke Uchiha.

    Estaba recostado sobre el césped de un pequeño valle, era de noche, por lo que lo único que veía en el cielo eran la luna y las estrellas. Lucía tal cual un Adonis o un Hércules, no es cierto, lucía tan normal como siempre; lo único que cambiaba en mí era la lucha interna que tenía dentro de mí.

    A lo lejos se veían las luces de Konoha, la hermosa aldea de la hoja.

    Entre mis manos estaba el pergamino que me habían entregado aquellas dos mujeres, lentamente y sin verlo fui acomodándolo hasta qué podía ser leído sin problema alguno.

    Miré por última vez el vago retrato de la aldea, sabía que cuando leyera lo que aguardaba indefensamente en mis manos no habría vuelta atrás.
    —Maldición, cumpliré está misión lo más rápido posible y regresaré a mi hogar.

    Bajé la cabeza bruscamente y me encontré con un montón de letras las cuales decidí leer en voz baja pero que habían quedado grabadas en mi memoria desde entonces.

    «Uchiha Sasuke...

    Tras una ardua búsqueda entre los mejores jounin de la aldea, se le ha seleccionado para cumplir la siguiente misión: Traer de vuelta a la aldea y con vida a un ninja que pertenecía a Konoha, un ninja de élite, con altas capacidades de taijutsu, ninjutsu y genjutsu.

    Cabe resaltar que tras haber leído todas estas líneas tiene el deber de cumplir la misión asignada, no podrá negarse»
    Comencé a temblar sin haber terminado de leer la siguiente frase y...

    ***

    —¿Por qué te detuviste?— Le reprochó con un grito.

    La mirada de Sasuke iba hacia su abdomen, una de las pequeñas heridas que tenía estaba sangrando —Necesito de tu ayuda— Susurró.

    —Oh, Dios— Sus manos instintivamente comenzaron a aplicar chakra para detener la hemorragia, era su ninjutsu médico, cuando ya había disminuido buscó un algodón y lo limpió.

    —Será mejor que vayamos a dormir— Propuso mientras ella colocaba algunas gasas para proteger las heridas.

    —Pero Sasuke...

    Él bajó la mirada sin querer y observó a una despreocupada Sakura en ropa interior —A menos que...

    La pelirosa se dio cuenta de como la miraba su novio y enseguida negó —Mañana es día de entrenar, vamos a dormir— Ordenó —Además me mostrarás la continuación de todo esto.

    Ambos rieron y él daba media vuelta en la cama para apagar la luz.

    —¿Por qué callaste de repente?

    —Estaba disfrutando de tu compañía en silencio— Dijo sin pensarlo mientras recorría la espalda musculosa de Sasuke con su dedo índice —Oye.

    —¿Qué sucede?— Regresó a su posición viendo el rostro de Sakura iluminado por algunas luces provenientes del exterior.

    —Te amo— Le susurró dejándose vencer por el cansancio y el sueño.

    Una sonrisa en la oscuridad se plasmó sobre el rostro de él —Yo te amo mucho más, guapa— Susurró también.
     
    Última edición: 4 Diciembre 2013
  5.  
    Kai Uchiha

    Kai Uchiha Iniciado

    Escorpión
    Miembro desde:
    19 Noviembre 2013
    Mensajes:
    6
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Misión #101 [Sakura&Sasuke]
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    6
     
    Palabras:
    2754
    Capítulo #O4

    Unos fuertes rayos de sol entraban por la ventana, aún adormilado el rubio frotó sus ojos viendo el despertador.

    —¿Qué?— Se dejó caer de nuevo en la cama totalmente desordenada con ambos ojos cerrados —Aún falta media hora— Se quejó por haberse levantado antes que el reloj despertador sonara.

    —¡Naruto!— La femenina voz tan alborotada como la de él mismo resonó en sus oídos —¿Qué horas crees que son, eh?

    Sin necesidad de abrir sus ojos se imaginó a su madre con el abundante y largo cabello rojizo hecho un sin fin de torturadoras lianas con las cuales atarlo para evitar que siguiera ingiriendo tanto ramen, al abrirlos se dio cuenta que no era más que su mejor amiga de cabellos rosa.

    Suspiró al recordar a su difunta madre —Sakura-chan, apenas son 07:34 de la mañana— Volvió a dormirse y traspasar unos segundos le habló

    —Espera. ¿Cómo has entrado?

    —Has dejado una ventana abierta— Sonrió —Te preparé el desayuno, idiota. Ahora levántate— Con un poco de su fuerza quitó las sábanas haciendo que el rubio se quejara.

    —Vaya, la verdad es que muero de hambre— Salió de la habitación.

    —Primero debes asearte, Naruto— Le recordó con ambos brazos cruzados y expresión sería al verle más cerca de la cocina que del baño.

    —Es cierto— Admitió con ambos ojos aún adormilados, cambió su rumbo tropezando con cualquier cosa que se interpusiera en su camino hasta llegar al baño donde ocupó algunos minutos para asearse.

    La pelirosa aguardó en la pequeña cocina pensado en lo mucho que quería a su idiota y escandaloso mejor amigo, rió al verlo salir con su típica ropa naranja, a pesar de que ya se había convertido en un jounin seguía usando sus ropas de costumbre.

    —Buen provecho— Dijo señalando la silla en frente de ella.

    —Gracias— Se sentó dándose cuenta que sólo había un plato —¿No desayunarás conmigo, Sakura-chan?

    —Uhm, no— Sonrió —Ya he desayunado con Sasuke— Mintió.

    Naruto acercó su silla a la de ella y la miró desafiante —No podrás resistirte a estas bolas de masa— Rió poniendo el plato en medio de ambos —Al menos sólo una, no me dejes comer solo.

    —Sólo una— Aceptó.

    Sakura y Naruto desde muy pequeños habían sido muy unidos, tanto que el chico hasta sé había enamorado de de la pelirosa pero las cosas habían cambiado y ahora no podía quitar unos ojos enamorados hacia la hija del jefe del clan Hyuga.

    —Oye. ¿Y Sasuke?— Recordó el entrenamiento que habían planificado sólo por diversión —¿Te ha dicho lo de...?— Calló al ver como Sakura le veía hablar con la boca llena, la verdad era que él sólo lo hacía para disfrutar un rato los regaños de su mejor amiga.

    —No seas tan asqueroso, Naruto— Dijo golpeándolo —Sí me lo dijo, ha ido a hacer un par de cosas antes de reunirse con nosotros y Kakashi-sensei.

    —Genial. Será como los viejos tiempos— Sonrió nostálgico.

    —Apresúrate, no debemos llegar tarde.

    ~*~

    Mientras estaba oculto entre las ramas y árboles no podía pensar en una estrategia de ataque, pues, sólo tenía en su mente lo hambriento que estaba a pesar de haber desayunado; fue entonces cuando recordó que Sakura no había desayunado.

    Sacudió su cabeza y vio como su amigo había salido sin plan alguno, rió y sabiendo que Naruto atacaba sin estrategia alguna y ese era su problema.

    —Eres tan precipitado, Naruto— Apareció poniéndose de espaldas a él.

    —Llevabas un rato mudo y sin escucharme— Se quejó esquivando un par de ataques a larga distancia. Jadeó un poco cansado pues tenían más de dos horas con su entrenamiento competitivo —Espero ya tengas un plan, Uchiha.

    —De hecho, no— Rió apenas defendiéndose de los ataques de Kakashi —Da igual, tu nunca los sigues.

    Resonaban en sus tímpanos el metal chocando, de un lado a otro iban y venían armas afiliadas que eran rápidamente esquivadas por lo que terminaban clavadas en la húmeda tierra haciendo pequeñas aberturas entre la hierba que por ahí crecía.

    En un abrir y cerrar de ojos, Kakashi y Sakura cambiaron de posiciones dejando los combates más que disparejos.

    —¡Aaah! ¿Quééé?— Gritó alterado el alborotado ninja —Kakashi-sensei... ¿Qué haces? Debías quedarte con Sasuke.

    —Sólo tenemos que mantenernos dentro del perímetro y cubrirnos las espaldas— Le anunció Sasuke a Naruto, después de todo ese era un intento de estrategia.

    —No te distraigas, Sasuke— La pelirosa tenía esos ojos color jade puestos en cada movimiento del Uchiha, ya los conocía muy bien pero él nunca dejaba de sorprenderla con nuevas técnicas.

    —Mmm... Yo no debería decir eso— Lanzó un kunai con dirección al pecho de la chica haciendo desaparecer a un clon. Luego saltó hasta las ramas del árbol más alto y la encontró ahí —¿De verdad quieres atacarme aquí, guapa?— Le susurró guardando el arma que tenía en su mano.

    —¡Que creído eres, cariño!— Dio inicio a una pelea cuerpo a cuerpo —Y si fuera tú me preocuparía por Naruto.

    —Confío en él— Una mirada le bastaba para conocer el próximo movimiento de ella —Aprende a atacarme, Sakura— Le dijo bloqueando fácilmente y sin esfuerzos.

    —¡Cállate, Uchiha Sasuke!— Gritó agregándole las fuerza a sus golpes.

    —Atacarme directamente no servirá si no lo haces con la velocidad necesaria, ya lo sabes.

    —¡Wooohooo!— Gritó y comenzó a reír —Te he vencido, sensei.

    —Las cosas han cambiado bastante— Con sus cabellos blancos movidos por el viento sonrió.

    —¿Qué?— Por instinto y sin pensarlo, volteó y se encontró con Naruto totalmente destrozado y Kakashi fuera del límite; no tuvo tiempo de sorprenderse o reír pues sintió un puño delicado pero con demasiada fuerza que le hizo caer de las ramas y terminar en la tierra.

    —Supongo que tendré que darte una mano— Rió el rubio.

    —No te metas— Sasuke le miró por unos segundos y luego regresó la mirada a la kunoichi quien aparecía frente a él —Esta vez iré en serio.

    Sasuke era veloz y con movimientos de taijutsu fluidos, Sakura apenas tenía tiempo para defenderse por lo que decidió retroceder y ocultarse, sin más no menos Naruto lanzó una shuriken hacia ella y fue entonces cuando se oyó un grito de la chica.

    Los ojos de los otros tres se agrandaron notablemente mientras corrían a acercarse. ¿La había golpeado?

    ~*~

    Abrió los ojos, le costó un poco acostumbrarse a la luz emitida por la lámpara que yacía sobre ella, trato de moverse y como acto seguido gimió por dolor.

    Le bastaron unos segundos para reconocer donde estaba, el hospital de Konoha. Las paredes perfectamente pintadas en colores monótonos, las mismas puertas que abría cada mañana pero al menos tenía una bonita vista desde esa ventana.

    Ya era de noche y todas las casas se iluminaban, intentó recordar que la había traído hasta aquí pero sólo consiguió un fuerte dolor de cabeza.

    Se llenó de ironía al pensar en que había llegado a considerar este lugar como su hogar, y lo era, pero no por estas razones. Además, hoy era su día libre y había acabado viniendo de alguna manera u otra.

    —Así que esto es lo que se siente al estar de este lado del hospital— murmuró para ella misma.

    Miró la pequeña aguja brillando por el reflejo de la luz e introducida en su vena cuidadosamente para darse cuenta que le estaban administrando una solución para hidratarla, entonces así había pasado, se había mareado de seguro. ¡Y habían formado el escándalo por eso!, pensó.

    Escuchó pasos por el pasillo, sintió curiosidad por saber quién era y como si le fueran escuchado la puerta fue abierta dejando ver a Tsunade-sama entrar con el moreno novio de Sakura.

    —Sakura— Dijeron ambos a la vez, intercambiaron un par de miradas y luego las regresaron a ella.

    —Sasuke... Tsunade-sama... Me duele todo— Su voz era ronca y débil.

    —Es normal luego de haberte caído por un precipicio con ramas y rocas afiladas— Le explico Tsunade con una mirada de madre preocupada —Estábamos aterrados de que al despertar no recordaras nada, te has golpeado la cabeza un par de veces— Volvió a explicar.

    —¿Y sigo viva?— Ella misma se sorprendió tras escuchar la historia.

    —Tienes un novio muy habilidoso, al igual que tu amigo y tu sensei— Sonrió aliviada dirigiéndole una mirada a Sasuke.

    Sakura de a poco giró el rostro para ver a su novio —Gracias— Susurró.

    —Debo irme, Sakura. Vendré mañana a verte, Ino y Shizune están a cargo por sí necesitas algo— Caminó hasta la puerta —Que te mejores, hasta mañana— Salió.

    El Uchiha suspiró y se acercó a ella para acariciarle una de sus mejillas —Me has dado un susto muy grande.

    —Lo siento— Lo miró por unos segundos —¿Cómo me caí?

    —Creímos que había sido tratando de esquivar lo que te lanzó Naruto mientras entrenábamos, pero en realidad te mareaste y bueno...— Silenció su voz y luego siguió —Sakura...

    —¿Mmm?

    Sasuke tomó una silla y se sentó a su lado —Hay una posibilidad muy alta de que... Estés... Emb..ara..zada— Le ponía nervioso hablar de bebés y la noticia le había caído tal cual un barril de agua fría.

    Los ojos color verde de la chica se agrandaron mientras se sentaba de a poco en la cama —¿Qu...? ¿Emb...aradazada? ¿Yo?

    —Sí— Miró sus manos inquietas, definitivamente estaba nervioso —Pero sólo es una posibilidad, debemos esperar los resultados— Subió la mirada hasta esos ojos color jade.

    —¿Ya me han extraído la sangre?— Preguntó y se pudo responder ella misma al ver la banda puesto en su brazo derecho.

    —Sí. Eh, Ino dijo que vendría dentro de un rato y Naruto y Kakashi estuvieron mientras dormías— Sakura le miró preocupada —No me mires así— Rió pasando las manos por su rostro —Sólo estoy nervioso.

    —¿No te gustaría ser papá?— La mirada de ella permanecía sobre él detallando sus nerviosos tics, lo estaba presionando por lo que hizo silencio —Si quieres ir a tomar aire, ve. Estaré bien.

    —Perdóname. ¿Sí?— Se levantó y cuando estaba a punto de salir abrieron la puerta dejando ver a una rubia con ojos llenos de emoción —Que bueno que llegas— Le dijo mientras desaparecía.

    Tras entrar y cerrar la puerta, la miró —¿Qué le pasa a tu galán, amiga?— Preguntó Ino.

    —Está nervioso— Dijo mirando la puerta por donde se había ido.

    —Los hombres son tan raros— Negó con su cabeza —Shikamaru estuvo toda la mañana sentado en la sala de espera asimilando la noticia, Temari también esta embaraza— Sonrió finalmente.

    —¿De verdad?

    —¡Sí!— Rió —Luego no paró de gritar y reír, estaba tan emocionado. Se veía tan lindo sonriendo— Comentó nostálgica, el actual cabeza del clan Nara era como el hermano que nunca había tenido.

    —Temari tiene tanta suerte— Susurró sonriendo —Sasuke sólo ha estado pensativo y nervioso, sé que pasa algo más.

    —Antes de cualquier conclusión sabes que debes esperar los resultados.

    —Sí— Concordó —Por cierto, estas no son horas de visita. ¿Puede estar Sasuke aquí?

    —Estamos rompiendo las reglas por una de nuestras doctoras— Rió —Debo irme ya, no puedo dejar a Shizune con todo el trabajo— Abrazo a su amiga —Estaré pendiente de ti.

    —Gracias, Ino— Sonrió —Si ves a Sasuke, dile que venga por favor.

    —Está bien— La rubia salió.

    Sasuke permanecía en una sala de espera, sus codos apoyados en sus rodillas daban soporte a sus manos donde escondía su rostro. Levantó la mirada al sentir que alguien se sentaba a su lado —¿Qué pasa?

    —¿Cuál es el problema con el posible embarazo de Sakura, idiota? Ella quiere estar feliz por eso pero tu cara de estúpido no se lo permite. ¿Acaso pensabas dejarla o algo así? No sabes cuánto tiempo ha soñado ella con un hijo tuyo— Escupió todo el regaño al novio de su amiga en voz baja sin que nadie más lo escuchara.

    —¿Cuántas veces has tenido que consolarla al discutir conmigo por el tema de los bebés, Ino?— le recordó.

    Así era. Aunque parecía que entre ellos no habrían problemas, normalmente discutían por el tema de embarazo, bebé, boda, familia y siempre terminaba la misma escena de siempre, Sakura llorando y siendo consolada por la chica de ojos azules.

    —¿Y qué harás si la prueba sala positiva?— Alzó una de sus cejas —¿Le dirás que no puedes hacerte cargo del pequeñito que esté creciendo ahí porque te irás a una misión y no sabes cuándo regresas?

    —No lo sé— Dijo en voz baja —Por eso estoy así, porque de verdad no lo sé— Suspiró.

    —Si no puedes hacerte cargo de tus actos, deberías cuidarte más al tener relaciones sexuales— No había medido sus palabras, las dijo sin pensarlas.

    —Ino, déjame por favor— La miró enojado.

    —Lo siento— Llevó ambas manos a su rostro avergonzada —Quizás ya es hora de que hables con Tsunade-sama aunque no lo quieras, sé que ella entenderá— Se levantó para seguir con su trabajo —Por cierto, ella quiere que vayas— Se levantó y tomó de nuevo su camino al trabajo.

    «Embarazo. Nueve meses. Bebé. Niña o niño. Familia.»

    Sasuke pensaba una y otra vez, estaba enloqueciendo y ni siquiera sabía si de verdad iba a ser padre. Pasó a recoger los resultados como le habían dicho, una mujer de ojos curiosamente rojos naranja busca el sobre en el área de “Pruebas de embarazo”, sólo había uno y era el que buscaba.

    La morena mano iba en cámara lenta a buscarlo y justo antes de entregarlo se cayó al suelo. Tras una larga espera para que pudiera alcanzarlo debajo de unas mesas, regresó y extendió su brazo.

    —Gracias— Dijo para luego encaminarse con el suave papel blanco convertido en un sobré hacia la habitación de Sakura. Llegó y entró, la mano comenzaba a temblarle y parecía más nervioso de lo normal.

    Ella lo entendió todo perfectamente al ver el sobre —¿Ya lo viste?— Aguardaba de pie frente a la ventana.

    —No, no podría hacerlo solo— Miró una bandeja vacía —Has podido comer algo— Comenzaba a sonreír hasta que ella negó moviendo su cabeza.

    —Terminé yendo al escusado— Explicó y cambió rápidamente el tema —Me hice una de estas pruebas caseras— Anunció.

    Sasuke se heló y el sobre volvió a caerse al piso —¿Qué dijeron esas cosas?— Recogió el aún blanco sobre.

    —Nada, no lo afirmaron ni lo negaron— Caminó hasta la puerta del baño, entró y se escuchó como fueron tiradas a la basura. Salió y se encontró con él —Ven aquí.

    Él obedeció y le pasó lo que tanto desean ver. Ella sacó el papel de color marfil, lo mantenía al revés, ambos estaban nerviosos, le iba a dar vuelta pero él lo impidió con sus manos

    —Espera— Sasuke estaba ahí detrás de ella, mantenía la mandíbula en el espacio entre el cuello y el hombro izquierdo, la estaba rodeando con sus fuertes brazos pero mantenía un agarre delicado y suave.

    —¿Qué ocurre?— Le dio otra mirada a la aldea a través de la ventana.

    —Quiero que sepas que sin importar lo que diga este papel, voy a comenzar a estabilizar la relación. Y...— Sonrió —Y que te amo— Rió besando su hombro, prosiguió con el cuello y paró.

    —Te amo también— Soltó el papel con su mano izquierda, la llevó hasta el cabello del Uchiha.

    —Vamos a ver— Separó sus manos del papel porque tenía un ligero temblor nervioso, ella rió y cuando menos lo esperaba el viento le arrebató el papel de la mano derecha a Sakura.

    La prueba de embarazo volaba por el aire hasta posarse lentamente en el suelo mientras ambos estaban atónitos.

    —¡Lo siento, lo siento!— Gritó exaltada llevando una de sus manos hasta su frente.

    —¡Mie*rda! Qué papel tan polémico, quiere permanecer en el suelo— Saltó y fue a recogerlo, lo guardó en su bolsillo y regresó saltando por un par de techos.

    Buscó el papel en el bolsillo de su novio y suspiró —Voy a verlo así no estés preparado— Anunció y lo volteó.

    —¿Dónde dice que...?— Buscaba entre las palabras escritas en el papel ya arrugado,

    —Vaya...

    Los ojos color jade se agrandaron y Sasuke suspiró con otro ataque nervioso.

    —Entonces así se siente, así comienza nuestra dulce espera— Sonrió incrédulo hablando más para él mismo que para la kunoichi.

    —Voy a ser mamá— Dijo mientras sus ojos se llenaban de lágrimas —Y tú serás papá, Sasuke— Seguía llorando mientras miraba a su nervioso novio tranquilizarse de a poco.

    Sasuke se acercó, la abrazó y ella sin importarle en lo más mínimo fue llenando la camisa que él llevaba de las primeras lágrimas de una futura mamá.
     
    Última edición: 13 Diciembre 2013
  6.  
    Kai Uchiha

    Kai Uchiha Iniciado

    Escorpión
    Miembro desde:
    19 Noviembre 2013
    Mensajes:
    6
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Misión #101 [Sakura&Sasuke]
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    6
     
    Palabras:
    3162
    Capítulo #O5

    Miraba la nada, un punto vacío pero existente en el espacio. Sumergida en pensamientos, Sasuke le hablaba pero ella no escuchaba, sólo tenía tiempo para pensar.

    Sasuke, ella y ahora un bebé.

    ¡Tenía un bebé dentro de ella! Sí, un bebé. ¿Será una niña o será un niño? Tendría pequeñas y suaves manos, una piel tan delicada. Se preguntaba si al nacer tendría el cabello de su padre o el inusual color rosa de ella, quizás tendrá unos ojos negros o sería un Uchiha con hermosos ojos color verde.

    —¿Me estás escuchando?— preguntó mirándola con cautela.

    —¿Mmm?— respondió saliendo de su pequeño monólogo interior haciendo enojar a Sasuke.

    Suspiró cansado y molesto —Cuando quieras escucharm...— Hizo silencio. No era la primera vez que les pasaba eso, la pelirosa le miraba arrepentida —¿Qué es lo que pasa?

    —Nada— Sonrió.

    —¿Nada?— Levantó una de sus cejas —Odio que me ignores y últimamente lo haces seguido.

    —Te diré la verdad— Miró hacia abajo donde se encontraba él recostado sobre sus piernas —Sonará muy loco, quizás obsesivo, pero no puedo dejar de pensar en que seré mamá de tu hijo.

    Sasuke rió —Yo también estoy muy emocionado, quiero que nazca ya— miró el vientre de Sakura que aún no era tan abultado —Sé que estás ahí, eh. Si me escuchas debes hacer que tu mami se antojé de unas comidas súper picantes de esas que ella odia.

    —Sasuke— Lo llamó riendo un poco pensando en que quizás sí serían una familia normal —Debemos visitar a mis padres, no saben nada del embarazo.

    —Tu madre y tu padre van a matarme.

    Los padres de Sakura tenían ideales muy estrictos, eran de esos que tenían el plan establecido: novio, boda, hijos. De hecho, habían tenido un gran problema con él novio de su hija por el simple hecho de que vivían juntos antes de haber contraído nupcias. Sasuke había alterado todos los planes.

    Pensó en lo emocionada que estaría su madre —No es para tanto— Sonrió — Oye. Tsunade-sama me dijo que te reunirías con ella está tarde.

    —Si es cierto— Se levantó de las piernas de Sakura quedando sentado en la cama, miró el reloj y vio que aún le quedaba una hora más —Tengo un rato más.

    —Qué bueno porque me debes una historia— cruzó sus brazos.

    —¿Sí?— Fingió no recordar.

    —Sé cuando me mientes— alzó una de sus cejas —¿A quién trajiste de vuelta a Konoha?

    Se miraron serios, ella exigía saberlo y él empujaba las palabras tratando de que pronunciarlas.

    —Me ordenaron traer de vuelta a la única persona que quería matar para ese entonces— Bajó la mirada —A quién más odiaba... Itachi.

    —Oh... No sigas contándome si no quieres hacerlo.

    —No— Suspiró —Tienes todo el derecho a saber porqué desaparecí y te dejé de la nada.

    El sharingan apareció invitándola a ver un par de años atrás.

    ***

    Recuerdo #O4
    Por Sakura Haruno.


    Es un lugar húmedo y lleno de sombras, sumergido en la oscuridad. Huele a moho, huele a humedad. Se escuchan serpientes, ahí están, andando por los suelos.

    Lo veo caminar por un pasillo lleno de antorchas emitiendo las sombras de su silueta, cruza a otro igual, y vuelve a hacerlo y siguen apareciendo antorchas ardiendo vagamente intentando parecer luminosas en las tinieblas.

    Hay puertas por todos lados haciendo contraste al lugar. ¿Dónde estas, Sasuke?

    —Uchiha Sasuke, Orochimaru-sama te está esperando para el entrenamiento de hoy— Kabuto le hablaba tras haber cerrado la puerta de donde venía.

    El nuevo pupilo de aquel hombre de poder insaciable se mantenía ahí sin decir nada. Su rostro era ocultado por una de las tantas sombras que hacían el lugar más que oscuro, un lugar tenebroso.

    Kabuto sabía que ni siquiera le miraría, la presencia de Sasuke era a veces intimidante y mucho más fría que un hielo; por lo que caminó de regreso y volvió a lo que hacía.

    Una media sonrisa llena de malicia se formó en el rostro, siguió caminando hasta llegar a un claro donde vio a esa despreciable persona.

    —Orochimaru— Dijo —¿Qué es lo que quieres?

    —Sasuke-kun— La voz aparecía como un susurro de serpientes —Acábalos a todos.

    Una multitud de hombres mutados aparecía ante ellos totalmente armados mientras Sasuke sacaba una espada de su espalda haciendo que su elemento rayo pasara a través de ella, no había pasado siquiera un minuto cuando ya todo el lugar estaba lleno de sangre.

    Él suspiró parándose tranquilamente sin un rasguño en sus ropas —¿Eso ha si todo?

    —No los has matado— Se acercó —Aún eres muy blando.

    —Sólo tengo deseo de matar a una persona— Respondió serio yéndose del lugar, volviendo a ocultarse en las sombras, como las serpientes.

    Otra vez esos fúnebres pasillos, esta vez las antorchas ardían iluminándolo completamente hasta llegar a la última puerta donde entró silenciosamente.

    Miró encima de la madera de la mesa, e imagino que si estuviese en el lugar al que antes llamaba casa estaría dejando su protector de Konoha sobre la madera. Si, ese protector que yacía en algún lugar lejos de él con una raya en medio del símbolo de la aldea, después de todo era un ninja desertor.

    Quitó sus ropas y quedándose totalmente desnudo tomó una toalla perfectamente doblada y fue hasta el pequeño baño del cual disponía, su piel blanca ahora iluminada por una pequeña luz de velas iba siendo mojada por las gotas que caían y se resbalaban por cada músculo.

    Envuelto en espumas, volvió a dejar que el agua corriera por su piel haciendo que el jabón desapareciera y fue entonces cuando en su cuello vi aquella marca.

    Tras pasar unos minutos, salió envolvió la parte inferior de su cuerpo con la toalla y salió.


    ***

    —¿Qué pasa?— Preguntó ella al notar cómo le veía preocupado, no entendía porque había dejado de mostrarle.

    —Te noté incómoda y creí que ocurría algo— Habló más para él que para ella —¿Todo está bien?— Sonrió.

    —Sí, todo bien. Sólo... ¿Cuál fue la verdadera razón para que fueras con Orochimaru? ¿Estaba en tus planes para traer a tu hermano o... Tú de verdad...?

    Un par de miradas serias fueron Intercambiadas.

    —Fuí con Orochimaru porque necesitaba poder, si quería traer a Itachi o si quería matarlo, ambas cosas necesitaban de eso— Hizo una pausa —Pero la verdad, en el momento que tomé la decisión de ir... Sólo pensaba en vengar el clan.

    —¿Qué te hizo cambiar de opinión?— Se mostraba muy curiosa y debía aprovechar que él quería responder a sus incógnitas.

    —Eso te lo responderé luego— Besó sus labios y se levantó de la cama haciendo que sus ojos volvieran a la normalidad —Debo irme a ver a Tsunade.

    —Tsunade-sama— Lo corrigió —¿Te cuesta tanto dirigirte a las personas con respeto?

    Él sólo rió pues siempre era regañado por eso —Lo siento.

    —Estaré en casa de Ino, cuando termines con tu reunión pasa por ahí— Volvió a besarlo dejándolo ir.

    ~*~

    El viento chocaba con su rostro y le revolvía los cabellos negros con algunos reflejos azules, el crepúsculo pintaba el cielo encima de él de colores hermosos.

    Sentado en la montaña de los rostros hokage admiraba la majestuosidad de la aldea, veía absolutamente como comenzaban a encender las luces en cada casa.

    Suspiró y sintió extrañamente unos pasos tras él, no era la presencia de Tsunade era...

    —¿Qué haces aquí?— Se preguntaron ambos uno al otro al verse.

    —Yo voy a reunirme con alguien aquí— Explicó el mayor de los Uchiha.

    Sasuke se cruzó de brazos —No, yo me reuniré con alguien aquí. Será mejor que te vayas, no quiero que nos interrumpas.

    —Hermano, me reuniré con Tsunade-sama. Estoy seguro que tú podrás ir a otro lado— Llevó su dedo índice y el dedo medio hasta la frente de su hermano menor y lo empujó un poco como cuando ambos eran niños.

    —Deja de mentir. Yo la estoy esperando, ahora vete.

    Suspiraron con pesar y se miraron.

    Itachi le miraba enojado —No estoy para tus jueguitos estúpidos, hermano. Si eres tan amable puedes irte a darle amor y cariño a tu novia.

    —¿Ni siquiera han notado mi presencia?— Preguntó la rubia de ojos color avellana, quien llevaba un cerdo entre sus brazos.

    —Tsunade— Susurró Sasuke.

    —Tsunade-sama— Lo corrigió —¿Hace cuanto está ahí?— Preguntó aún serio el mayor de los hermanos.

    —Lo suficiente como para escuchar una discusión estúpida— Respondió negando con movimientos de su cabeza —Les dije a ambos que vinieran.

    —Sí, ya veo— Comentó Itachi viendo de reojo a su hermano menor.

    —¿Y bien...?— Sasuke dejó de lado los comentarios del moreno —¿Sucede algo?

    Caminó un poco acercándose a ellos y se detuvo justo en medio de los dos —Quiero hablar con ustedes sobre su clan.

    —¿El inexistente clan? ¿El que me ordenaron exterminar?— Preguntó irónico Itachi.

    —Sabe muy bien lo polémico que es hablar sobre esto— Suspiró mirando como el rostro de su hermano mayor se endurecía —Si no es muy importante...— Lo interrumpió.

    —Quiero hablar sobre el clan que comienzan a reconstruir, un clan que comienza desde ustedes.

    Las miradas de los shinobi cambiaron notoriamente mostrándose interesados.

    —¿Sin tener que hablar de Uchiha Madara o incluso de su abuelo? ¿O de nuestros padres Uchiha Fugaku y Mikoto?— Intervino el mayor admirando la vista que tenía de la aldea desde ahí

    —Así es— El viento hacía que sus ropas se movieran violentamente al igual que sus cabellos —Sasuke, en un abrir y cerrar de ojos serás papá. ¿Sabías eso, Itachi? ¿Sabías que estás a escasos meses de ser tío?

    Los ojos del moreno parecían hablar, las emociones se reflejaban ahí —No.

    —Actualmente sólo hay dos Uchiha y los tengo aquí en frente, pero sabemos que viene uno en camino y probablemente el padre de ese bebé decida casarse y hacer que la madre también sea una Uchiha— Pausó —Estoy casi segura de que tú también querrás tener tu familia— Le dijo al Uchiha quien había pertenecido a Akatsuki.

    —¿A qué quiere llegar con todo esto?— Sasuke aunque había aceptado hablar pacíficamente no dejaba de ser serio y a veces cortante.

    —Quiere que comencemos a comportarnos como un clan— Le respondió Itachi a su hermano y a él mismo incluso— Hablaba sin mirar a los otros dos —Estamos creciendo en número; ya no seremos sólo tu y yo, Sasuke

    —Exactamente— Explicó —Necesitarán un líder, tratándose de ustedes y de su caso, estará bien que los dos lo sean. Trabajarán juntos en la toma de decisiones y se mantendrán en constante comunicación. ¿Es tarea fácil para ustedes, no? Después de todo, son hermanos

    Itachi y Sasuke permanecieron en silencio tratando de asimilar toda la información.

    —¿Nos asignará un espacio...?— Preguntó.

    —Queremos un espacio nuevo— Admitió el de tez más blanca —Ni siquiera usted querría o podría vivir donde vio muertos a todos los de su clan.

    Tsunade veía como ambos tenían aún un rencor dentro de ellos, no les culpaba pues sus antecedentes habían sido catastróficos.

    —Y mucho menos sin usted habría sido quien los mató— Concluyó el mayor de los Uchiha, ese mismo a quién le habían ordenado exterminar a su clan.

    —Les asignaré un nuevo lugar, claro que sí. Probablemente cerca de los Yamanaka— Sonrió un poco sin saber porqué —Siempre han llevado a su clan con orgullo dejándolo siempre entre los élite de la aldea, manténgalo así. Confío en ustedes.

    —Gracias— Dijeron ambos a la vez con indicios de sonrisas en sus rostros.

    —Bien, mañana reunión jounin. Allá los veo— Dijo mientras daba media vuelta —Hasta luego, hermanos Uchiha— Desapareció como cualquier ninja lo haría, dejando poco rastro.

    Quedaron los dos chicos mirando la aldea de noche, el tiempo había transcurrido rápido mientas las palabras de Tsunade chocaban en sus tímpanos dejándolos atónitos.

    —¿Por qué no me habías dicho que serás papá?

    —Casi nadie lo sabe— Se encogió de hombros —Pero ya te has enterado— Sonrió.

    Desde qué Sasuke había traído a su hermano a Konoha, le contaba todo cada vez que venía de esas largas misiones de un par de meses de duración. Y esta vez que lo tenía aquí había olvidado decirle que sería tío.

    —¡Soy tu hermano!— Se quejó.

    —Ni siquiera lo saben los padres de Sakura— Explicó dando media vuelta y comenzando a caminar para irse —¿Estás libre? Vamos.

    El moreno se cruzó de brazos —No puedo, voy a hacer un par de cosas.

    —¿Ah, sí?— Se detuvo sin voltear.

    —Sí— Se encogió de hombros —Mañana te veo, hermano. Adiós— Sonrió para sí mismo.

    Ambos tomaron caminos totalmente distintos.

    ~*~

    Tras haber hecho la cena Hatake Kakashi se encontraba recostado en la cama, con ambos ojos cerrados intentaba relajarse después de un largo día; además que no podía dejar de pensar en la reunión de mañana en la que ahora será sería consejero, iba a extrañar esos días en los que era un sensei más.

    Sintió como alguna cosa chocaba con su rostro, explotaba y lo dejaba totalmente lleno de algún líquido. Eran burbujas.

    Sonrió —Kai, para— Sus ojos aún cerrados sentían la presencia del pequeño al igual que las burbujas explotando —Ya basta.

    —¡Levántate papá!— El niño dejó las burbujas a un lado, rió y se sentó al lado del jounin.

    —Estoy cansado— Murmuró bostezando.

    —Prometiste que hoy me ayudarías a entrenar— Se quejó —Vamos, levántate.

    Abrió el ojo que no tenía el sharingan y lo miró —Es muy tarde para eso, hijo.

    —¿Podemos visitar a la tía Sakura, entonces?— Sus ojos eran exactamente iguales a los sé su padre.

    Kai le tenía un gran aprecio a la alumna de su padre, Sakura. Cuando su madre y su padre no estaban en la aldea era ella quien cuidaba del pequeño Kai.

    Sonrió escuchando los pasos de su esposa, finalmente había llegado a casa —Te prometo que mañana iremos a visitar a Sakura.

    —¿Kai? ¿Kakashi?— La amable voz de aquella kunoichi había hecho sonreír a los otros dos.

    —¡Mamá!— El pequeño corrió hasta encontrarla y tenerla en sus pequeños brazos.

    —¿Cómo estás, mi pedacito de cielo?— Besó sus mejillas varias veces sonriendo feliz por ver a su hijo después de un par de largos días de misión.

    —Bien, mami— No quería soltarla, quería quedarse ahí en sus brazos.

    Kakashi aparecía tras ambos aliviado de tenerla de vuelta —¿Qué tal te ha ido, Rin?

    —Muy bien— Sonrió también a su marido —¿Tú cómo has estado?— Buscó con su mano libre el rostro de Kakashi atrayéndolo para dejar un beso en sus labios.

    —Ahora que estás aquí, bien— Suspiró —Ven, Kai. Dejemos a tu madre descansar.

    El niño pasó de los brazos de su madre a los de su padre, rió al sentir la cercanía de ambos a la vez —Papá tiene los brazos más fuertes— Sus ojos se agrandaron encontrándose con los de su progenitor.

    —Voy a darme un baño y después veremos si yo soy más fuerte que tú— Sonrió dándole un beso en los cabellos color plata a su hijo y se fue.

    Kakashi dejó a Kai en el piso para que caminara —¿Por qué no vas a jugar con tus burbujas mientras pongo la mesa?

    —Te ayudaré— Sonrió tomando los cuchillos.

    Los ojos del jounin se agrandaron un poco al ver a su hijo de seis años con tres cuchillos entre sus manos, luego recordó que no tenía porque actuar como un padre normal pues su hijo ya sabía como maniobrar kunais y otras armas. Incluso, pronto sería un genin.

    Suspiró —Está bien, ten cuidado.

    Pasaron unos minutos y ya ambos habían puesto la mesa, sólo esperaban que Rin estuviera lista para comenzar a cenar y así mismo fue, tomaron asiento y comenzaron a cenar.

    —¿Cómo te va en la academia, Kai?

    —Bien, mamá— Llevó un bocado a su boca —Mañana tendré el examen final, ojalá me convierta en genin.

    Ella sonrió —Qué bien. ¿Has entrenado?

    —Sí pero sin papá— le dirigió una mirada a su padre.

    —Estuve ocupado todo el día, hijo. Lo siento— Miró como se había cruzado de brazos —Además, no te hace falta entrenar tanto, eres bastante bueno— Sonrió viendo como Rin los observaba a los dos.

    —Bueno— Quitó los brazos cruzados de su pecho y siguió comiendo hasta terminarlo todo.

    —Vaya. ¿Tienes prisa?— Preguntó Kakashi.

    —Sí. Me iré ya a la cama, no puedo estar cansado para mañana— Sonrió recogiendo su plato.

    Kai, al igual que muchos otros niños que estudiaban en la academia eran víctimas de la ansiedad por el último examen que decidiría si se graduarían de la academia ninja o no.

    —Yo recogeré eso, no te preocupes— Le miró con todo el cariño que podía —Ponte el pijama y cepilla tus dientes— Le ordenó Rin.

    —Sí— Obedeció yéndose hasta su habitación.

    Los pasos del pequeño eran rápidos, se hicieron totalmente inaudibles cuando ya estaba lo suficientemente lejos de sus padres.

    —Cada vez se parece más a ti— Susurró como si Kakashi no estuviera ahí.

    Todos lo decían siempre y disfrutaban ver a Kakashi y Kai juntos, padre e hijo. Como dos gotas de agua, incluso el pequeño tenía los mismos movimientos que su papá cuando tenía su edad; ambos descendientes del colmillo blanco de Konoha.

    —¿Eso crees?— Dijo para luego comer el último bocado.

    —Sí— Afirmó poniéndose de pie y comenzando a recoger los platos —No tiene ni una pizca de mí.

    —Por supuesto que sí, es amable y buena persona como tú— Recogió lo que quedaba en la mesa y lo llevó hasta Rin quien se encargaba de que todo quedara limpio —No es un cretino, odioso y pervertido como su padre— Rió mientras imitaba a Rin hablando.

    —¿Eres un cretino, odioso y pervertido?— Estalló en carcajadas oyendo la frase que ella siempre usaba cuando él la hacía enojar —Deja de imitarme, cretino.

    Kakashi secaba lo que ya estaba limpio y lo guardaba —Ves— Sonrió y la miró —¿Ya hemos terminado?— miró el lavaplatos vacío.

    —Sí— Lo miró, se veía tan guapo sin tener medio rostro cubierto —Vamos a ver si Kai ya duerme

    Caminaron por el pasillo hasta llegar a la puerta color blanco, estaba medio abierta dejando ver como el pequeño dormía plácidamente, ambos entraron para dejar besos en las mejillas de su hijo, salieron y cerraron completamente la puerta.

    La calma se hacía en el ambiente, calma extraña. Ni siquiera un sonido se escuchaba, ni el viento moviendo las hojas, ni búhos, nada. Paz incómoda.

    No hubo palabras entre ellos, Kakashi fue directo a ponerse su típico uniforme mientras Rin iba a llevar a Kai a una habitación que había sido preparada con una barrera.

    El sonido de unos nudillos chocando con la puerta principal se veía absorbido por los gritos de las personas.

    —Abre— Le ordenó a su mujer mientras guardaba el armamento ninja en el pequeño estuche a sus espaldas.

    Un chillido terminó dejando ver a un Naruto ensangrentado con una Sakura débil en sus brazos.

    —Rin-san, Sakura-chan nec...esi..ta— El rubio jadeaba —ayuda.

     
    Última edición: 18 Diciembre 2013

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso