Harry Potter Miradas que vuelan

Miradas que vuelan


Neville Longbottom estaba muy nervioso y al salir del comedor, casi se mataba tropezando con sus propios pies.


—¡Mira por dónde vas, penoso! —Gritó Draco Malfoy poniéndolo en ridículo.
Neville, con la cara roja de vergüenza le lanzó una mirada de odio, aunque después se giró para ver si ella lo miraba. Había tenido suerte, en aquel momento, Luna Lovegood estaba leyendo la revista “El Quisquilloso” del revés, con una mirada brillante y curiosa que sus originales gafas tapaban. Un suspiro y una sensación de tranquilidad invadieron a Neville. No quería que ella lo viera haciendo el ridículo, aunque Draco se merecía un buen moratón.


Se dirigió a la clase de Transformaciones con aire preocupado, esa era la clase en la que iba peor, y hoy debía salir todo a la perfección. Debía impresionarla.
Entraron en clase puntualmente. Harry y Ron, se sentaron a su lado, detrás de Draco Malfoy.


—¿Chicos, y Hermione?
—La sangre-sucia se ha quedado llena de barro gracias a una broma que compré a Zonko’s. —respondió Malfoy sonriendo y con una mirada perversa.
—¡Serás capu…
—¡Bien chicos, calma! —los interrumpió Mc Gonagall— Para empezar la clase de hoy, alguien va a responder una pregunta: ¿Quién sabe dónde se encuentra un Bezzoar?
—Perdone, pero ¿un Bezzoar no se usa en Herbología y Pociones? —chinchó Draco con voz prepontente
—En efecto señor Malfoy, pero esa clase es especial.


Neville sabía la respuesta, pero la profesora que tenía era Minerva y no la profesora de su clase favorita. ¿Alzar o no alzar la mano? Definitivamente no la alzaría, si se equivocaba restaría puntos a Gryffindor. Si Hermione estuviera allí… pero lo vio: una penetrante y curiosa miraba azul lo miraba directamente a los ojos. No podía echarse atrás. Temeroso, alzó la mano. Mc Gonagall se dio cuenta de que era la primera vez que lo hacía en su clase y pensó que solo por eso, pondría diez puntos a Gryffindor.


—Hemmm… pues se encuentra dentro del estómago…
—¡Jajajajaja! Pero si se encuentra en lagunas…—Malfoy cortó a Neville, pero algo cortó a Draco.
—Excúseme profesora, cierto hurón me llenó la ropa de barro. Por otro lado, la respuesta de Neville es correcta: se puede hallar en lagunas estancadas, pero también puede hallarse en el estómago ce una cabra. Por tanto, los dos tienen razón ¿no?
—Me parece que tiene razón, Granger. ¡Quince puntos para Gryffindor y cinco para Slytherin!
—¿Y eso por qué? ¡Eso es favoritismo! —se quejó Malfoy.
—Porqué la pregunta valía diez puntos y como los dos habéis acertado, son cinco y cinco y los diez de diferencia son porqué es la primera vez en esta asignatura que Longbottom alza la mano.


Draco, dirigió una mirada de odio a Hermione, y Hermione una de suficiencia a Draco, pero esas no eran las únicas miradas: Neville y Luna intercambiaban una sonriente mirada.