Yamanashi Minami

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El medio día caía en Minami.


Comercio
[Ginko]

Hinata observó molesta a Akari, quien ni se inmutó en la fuerza del odio en el rostro de la mujer —No me sorprende que las Minami sigan jugando con los venenos — acusó Hinata mientras Gon sujetaba a Ginko.

—Rei siempre ha tenido mala orientación; también tardó en llegar a Kamakura a órdenes de nuestro padre, al parecer teminó ingresando por mar en lugar de por el bosque. Espero pueda regresar a tiempo antes de que nos vayamos de Minami

Akari levantó la pipa de Ginko mientras la inspeccionaba —Debería romperla ahora; pero no eres hijo mío, no puedo obligarte a dejar tus vicios —mencionó entregándole la pipa y con esto un frasco de medicina —Es hangontan; conocida como la medicina que cura el alma— sonrió nostálgica —Curará los síntomas de la ricina

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Slam

 

Ginko Harutomo

—No soy tu hijo, pero ya suenas como mi padre Hinata— le dijo sonriendo a su compañera mientras agarraba el frasco y lo inspeccionaba de cerca —Vaya... ¿y sabes prepararla?— mencionó bebiendo la medicina sin dudar antes de que pasara más tiempo.

Lo cierto era que, más que a su padre, Hinata le recordaba a su madre que había sido una fuerte guerrera. El recuerdo de la difunta generó cierta melancolía en Ginko que lo invadió por unos momentos, haciéndolo rememorar su pasado. Un año después de la muerte de su madre había comenzado a fumar, era una manera de evadir la pérdida, pero aún no estaba listo para dejarlo así que tomó la pipa y la guardó entre sus ropas para luego.

 

Comercio
[Ginko]

Hinata observó a Gon confundida mientras veía a Ginko confundirla a ella con Akari, no se parecían en nada; pero al parecer los efectos de sus alucinógenos y del veneno si había surtido un efecto en su amigo. Se acercó a él y lo tomó de los hombros para sacudirlo con fuerza —Yo soy Hinata, no ella —mencionó sin dejar se sacudirlo —Por supuesto que yo no sé prepararlo

Gon detuvo a Hinata —Lo vas a hacer vomitar del mareo, y todo caerá en ti

Hinata lo soltó para después mirar hacia Akari —Supongo que te debemos las gracias por curarlo; pero también nos debes disculpas por haberlo envenenado en primera instancia.

Sakura, la chica dueña del negocio intervino —Fui yo, yo me disculpo. La señora Minami no tuvo nada que ver con mi decisión.

Hinata se cruzó de brazos —Y si Ginko quiere drogarse puede hacerlo; los Asakura siempre se lo permitiremos.

Akari la observó, también era una niña ante sus ojos; la recordaba como tal, la recordaba como a sus hijas a las cuales extrañaba constantemente —En verdad lo siento Hinata

—Creo que todo fue un malentendido —atajó Gon para evitar que el conflicto continuara —Hemos estado muy tensos, después de escuchar la noticia del joven Jiin sobre el matrimonio de Takeda Minamoto con Shinrin Harima

Akari enfocó su atención hacia Gon —¿Nuevamente planean unir a la casa Minamoto con los Harima? —observó a Hinata —¿Y los Asakura están de acuerdo?

Hinata desvió la mirada —Mi tío busca la paz a como de lugar; yo no estoy de acuerdo, jamás lo estaré. Takeda parece ser un joven con corazón puro; algo que se perderá si sigue los pasos de Kato Harima.

Akari apretó los puños al escuchar ese último nombre —Por eso mi esposo jamás podrá descansar, los malditos Harima... —mantenía su compostura pero sus palabras se tornaron más hostiles.

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Slam

 

Ginko Harutomo

—¡Ahh perdón Hinataa es que creo que veo doblee, me vas a hacer descomponeer!— gritó mientras Hinata lo sacudía. Pero gracias al sacudón se agitaron como en un cóctel la droga, el veneno y el antídoto, este último llegó más pronto a hacer efecto y enseguida se comenzó a sentir recuperado del veneno.

—¡Esa sí es mi inconfundible compañera!— expresó su contento cuando Hinata mencionó que podía drogarse si quería.

Mientras se le iba pasando escuchó la plática de Akari con los suyos. Ginko se preguntaba si un matrimonio que contribuía en alguna medida a generar el cese de algún conflicto no era mejor que una guerra, aunque fuera arreglado y atentara contra la libertad de las partes y sabiendo incluso lo que el apellido Harima significaba. Mientras se debatía internamente, Akari mencionó lo de su esposo. —Ah sí, chicos, su esposo ahora es un alma en pena que mora en el negocio de esta psicótica, lo he visto con mi propio ojo... a ti se te va a llenar el lugar de almas en pena como sigas envenenando a la gente— refirió esto último a Sakura.

—Pero más allá de eso, he venido hasta aquí porque estoy buscando a mi tío, ¿me pueden dar una mano con eso mientras esperamos a Rei?— se dirigió a sus compañeros.

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lol vaya confusión, creo que estaba más puesto que mi personaje cuando escribí eso jajaja xP
No sé por qué interpreté que era Hinata la que me daba la medicina, leí re mal jaja

 

Comercio
[Ginko]

Sakura observó a Ginko ante su comentario, y en lugar de preocuparse se comenzó a reír —Lo siento; pensé que saldrías corriendo si te decía que esperaras; siempre lo hacen al ver al señor Minami —dijo al final con mayor solemnidad mirando a Akari, quien al parecer seguía pensando en lo que le habían dicho.

—Tu tío si, nos avisaron de ello; debemos alcanzarlos seguramente en estos momentos están en Fukui reuniendo a todas las tropas para la defensa de Shizuoka —Mencionó Hinata con completa confianza; para después mirar hacia Akari —Así es, Shizuoka está próxima a ser invadida por los Taira

—Ahora veo que su primera parada en Minami no ha sido una casualidad; veo que el señor Harutomo aun piensa como todo un médico de guerra— mencionó Akari, para después mirar a Ginko — ¿Pero por qué las Minami deben apoyar a aquellos que buscan alianza con los Harima? No planeo ayudar a ningún Harima, pues son los responsables de la muerte de los hombre en mi clan.

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Slam esta es una oportunidad para ganar aliados para la guerra :3

 

Ginko Harutomo

—Por la paz— respondió a Akari con todo su hippismo —A nosotros tampoco nos complace esta unión. Desde luego, somos Asakura y sabemos como te sientes, pero es la opción que ha surgido para preservar la paz. Estoy seguro de que paz es lo que el alma de tu difunto esposo necesita, no venganza— intentó convencerla, pero con franqueza, realmente creía en sus palabras.

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Creo que la diplomacia no es para usar en estos casos de convencer a alguien, pero si se llega a poder la uso

 

Comercio
[Ginko]

Gon se llevó las manos al rostro ante el primer comentario de Ginko; para después separarlas lentamente; pues el diálogo mejoraba; pero Akari era difícil de decifrar.

—La paz se obtendría sin que los Harima intervengan; se creen superiores a cualquiera de los clanes de las flores, creen que son ellos los que moldean nuestras acciones; no dejaré que ninguna Minami pelee junto a dictadores como ellos.

—Pero señora Minami— mencionó Gon con una reverencia —También debe recordar que fue un Harima quien ayudó a los clanes a escapar.

Con ese comentario Hinata volvió a cruzarse de brazos.

—Jiin— mencionó Akari —Ese hombre heredó el corazón de su madre; podrá ser hijo de Kato; pero actúa como un Tachibana, aprecia la vida; no sólo la propia sino la de cada ser vivo; digno heredero de un clan hermano a los Minami —miró a Gon — Pero no se te olvide, joven Asakura; que ese Harima nos ayudó a escapar de una tiranía con su padre. Una buena acción no opaca todo el maltrato anterior

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Slam aun puedes tratar de convencerla

 

Ginko Harutomo

—Lo comprendo, si no quiere colaborar está en todo su derecho y no insistiré más. Nosotros ya hemos expuesto nuestros argumentos— le respondió amablemente sonriendo con su ojito cerrado. Lo cierto era que respetaba bastante la libertad de los demás y no le agradaba imponer su voluntad a otros.

—Creo que será mejor marcharnos, tengo que pasar por unos lugares de esta ciudad a buscar algo, ¿me quieren acompañar?— se dirigió a sus compañeros con la intención de visitar la herbolaria y la clínica a ver si encontraba opio.

 

Comercio
[Ginko]

Gon tampoco podía pensar en algún argumento que lograra convencer a Akari, el desprecio de las Minami hacia Kato no permitirían escuchar razones. Dejó caer sus hombros en derrota, para después mirar a Ginko, quien planeaba salir de allí a buscar algo.

—Te seguimos —mencionó Hinata, no sin antes voltear a ver a Akari —Si ven a Rei; por favor díganle que nos espere.

Sakura afirmó.

Salieron de aquel sitio para dirigirse a la herbolaria.

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Herbolaria
[Gon; Ginko; Hinata]

Entraron a aquel sitio, en su interior había una mujer que parecía estar leyendo algo, cuando los notó en la entrada, levantó la vista —Bienvenidos, ¿Buscan fabricar venenos o medicina?

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Slam

 

Ginko Harutomo

Se despidió de Akari y Sakura aún extrañado por toda la situación —¿Ustedes habían visto un fantasma alguna vez?— les preguntó a sus amigos de camino a la herbolaria —Algo me dice que tendré suerte y pronto los estaré viendo de nuevo— dijo frotándose las manos mientras ingresaba a la tienda —Buenas noches— saludó con una sonrisa cortés a la mujer —Vengo del negocio de Sakura que muy... amablemente me indicó que aquí podría encontrar algo para llenar mi pipa, opio de ser posible y si no algo que sepas que coloque— comentó sincero pero amable.

 

Herbolaria
[Gon; Ginko; Hinata]

La mujer sonrió ampliamente —Válgame... —mencionó apenada —...Sakura debería cerrar la boca de vez en cuando— se rascó la nuca en nerviosismo —Tengo lo que buscas —mencionó para después caminar por su local hasta dar con una cajonera, allí se dirigió al cajón más lejano, sacando lo que Ginko necesitaba —Son diez monedas, te durará un buen tramo.

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Slam

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Takeda afirmó, era necesario descansar; en Tsu había pagado muy caro el no atender su sueño. Matsuda avanzó sin problema alguno, estaba sumamente agotado, lo vivido en Fujimi; para después observar la muerte de Mao seguido del enfrentamiento a muerte de Kato, era demasiado; y se notaba en sus ojos cansados.

Shinrin miró a Yuzuki, sus ojos estaban perdidos; había estado caminando con los puños cerrados por largo tiempo, sus manos estaban rojas y bastante temblorosas, estaba aguantando demasiadas emociones — Mi padre sabía lo que hacía, no hay nada que lamentar, debemos seguir adelante.


Avaznzaron hacia el shukusha; donde una mujer los observó al entrar, estaba algo confundida, por un momento creyó que era Akari quien entraba; pero no era así, talló sus ojos; pues odiaba aquellos horarios nocturnos, pero la ciudad estaba de paso a la capital; por lo que los clientes en la noche no eran algo inusual. Se acercó a ellos —Bienve...—fue entonces que logró reconocer a Yuzuki —Por los Dioses ¿Yuzuki? —preguntó la mujer —Soy Akemi.

Akemi era una pequeña de la edad de las hermanas de Yuzuki; era gran amiga de ellas, siempre estaban juntas, a diferencia de Yuzuki que terminaba siempre uniéndose más a los Harima que a las Minami. Akemi había crecido, y tenía una cicatriz en su cuello, una que no tenía la última vez que la viste.

—Debo informarle a Akari-dono— mencionó con una gran sonrisa, para después mirar al resto; no reconocía a Takeda ni a Matsuda; pero su rostro mostró enojo al ver a Shinrin junto a ellos —¿Por qué has traído a alguien de su estirpe a nuestra ciudad?

Shinrin no reaccionó; fue Takeda quien se colocó frente a ella en defensa.

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Hitori

 

Akemi no tuvo mas que apartar la vista de Shinrin con dos personas ocultando su rostro; escuchó las palabras de Yuzuki, y su expresión se suavizó al escuchar que tenía frente a ella a su Señor; miró a Takeda. No dijo nada mas, no podía; era como si su boca hubiese sido sellada por algún tipo de hechizo. Hizo una reverencia y caminó hacia atrás sin deshacerla. De ese modo salió del shukusha para después correr en búsqueda de Akari.

El shukusha era muy silencioso; si había clientes, seguramente ya estarían dormidos. Si había empleados, seguramente estarían descansando; por lo que el silencio fue absoluto en esos momentos. Shinrin no dijo nada, se mantuvo alerta, dándose cuenta que estaba en territorio donde ella y los suyos eran considerados una amenaza. Takeda no se separó de Shinrin, ella necesitaba fuerza en esos momentos, con la incertidumbre de cual fue el destino de su padre. Matsuda estaba a un lado de Yuzuki, esperando órdenes.



Las puertas de shukusha se deslizaron con fuerza.

En el exterior estaba Akari, madre de Yuzuki; líder del clan Minami.

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Akari miró a Yuzuki, no reparó en nadie mas; corrió hacia ella y la abrazó inmediatamente. La compostura de las Minami no valía nada en ese momento, aquel reencuentro tan anhelado por ambas. Akari acarició el cabello de Yuzuki, mientras las lágrimas fluían naturalmente junto a su sonrisa en su rostro.

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Hitori

 

Shukusha
[Yuzuki; Takeda; Shinrin; Matsuda; Akari; Akemi]

Akari sintió como su hija caía de sus brazos; por un momento trató de sujetarla, porque no la quería volver a soltar jamás, no de nuevo. Pero Yuzuki se deslizó mientras ella se quedó de pie, observándolo desde arriba, acariciando su cabeza mientras sentía su tacto, la escuchó; entendió sus palabras, porque conocía a su niña, siempre lo hizo, y le dolía verla así; pero sonreía, porque no podía estar mas orgullosa que ahora.

Takeda observó a Yuzuki y contuvo sus emociones; aquel reencuentro le llegaba al corazón, era el tipo de llanto que era capaz de soportar, uno lleno de pesar, pero que al final sabía que la esperaba el amor absoluto de una madre que se preocupaba por los suyos. Un llanto liberador. Yuzuki lo merecía, había sido fuerte por mucho tiempo.

Akari se hincó, sostuvo el rostro de Yuzuki mientras le limpiaba con los pulgares las lágrimas, para después peinar su cabello hacia atrás con su mano derecha para darle un beso en su frente —Decidiste seguir una misión difícil; podías haber permanecido con tus hermanas, alejada de la guerra; pero no —la miró con sus ojos nublados y una sonrisa rota — Decidiste ser valiente... —sacudió el mechón blanco para después acomodarlo —... cómo lo hubiera sido tu padre.

Akari sabía de las palabras de Akemi quienes eran los que estaban en ese sitio; sabía que debía hablar con Takeda; sabía perfectamente que quería decir a Shinrin; pero ese era su momento con Yuzuki, y nadie en este mundo podía quitárselo; así que la abrazó nuevamente —Estás en casa; descansa, que yo te protegeré.

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Hitori

 

Ginko Harutomo
Herbolaria

—Pues tenemos un trato— le dijo a la herborista, muy alegre de haber encontrado lo que buscaba. Le dio las diez monedas y guardó el opio en su cofrecito para, acto seguido, girarse hacia sus compañeros —Eso es todo— les dijo sacudiéndose las manos —¿Cuánto más creen que pueda tardarse Rei?— preguntó rascándose la cabeza. Ya se estaba sintiendo un poco culpable de haber elegido el camino correcto.

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Tengo miedo de arruinar el clima con mi post en medio del encuentro madre e hija, lo siento xP

 

Herbolaria
[Gon; Ginko; Hinata]

Hinata afirmó ante Ginko para luego observar a Gon —Además de la espada ¿Qué otra cosa hace bien Rei?

Gon la miró con reproche a lo que Hinata respondió negando, tanto con su cabeza como manos —No me refiero a que no sirva para otra cosa, lo pregunto porque tal vez esté en otro sitio en esta ciudad debido a sus intereses.

—Hay un dojo en la ciudad —mencionó la mujer en la herbolaria —Pero permanece cerrado por las noches.

—Si, gracias —mencionó Hinata alejando a Gon y a Ginko de aquel sitio —No me gusta esta ciudad— mencionó casi como un susurro —Encontremos a Rei y vámonos, debemos encontrarnos con tu tío lo antes posible.

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Slam ¿a dónde te gustaría ir a buscar a Rei?

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Akari la observó —A Shizuoka...— recordó la mención de la guerra de parte de Hinata Asakura unos días atrás, fue en ese momento que clavó su mirada en Shinrin —...Dime que ese general no es Kato Harima. Ningún Harima debería estar junto a los Minamoto

Esto incomodó a Shinrin pues no sabía si su padre estaba vivo o muerto.

—Mi Señora —mencionó Takeda haciendo una reverencia —Mi segundo al mando es Takano, hijo de Kato Harima. Puedo confiar mi vida en sus manos, ha demostrado incontables veces su apoyo hacia mi, sin él a mi lado mi rumbo estaría perdido. Sin él, es probable que ya estuviera muerto.

Akari acarició nuevamente a Yuzuki, para después separarse de ella por cortesía hacia Takeda, a pesar de no querer dejarla —Mi señor— hizo una reverencia —Perdóneme por lo que estoy a punto de hacer —mencionó haciendo que Takeda girara levemente el rostro, esperando la bofetada por sus palabras; pero no fue así, en cambio, recibió un abrazo de Akari.

—Te buscamos incansablemente, sin poder dar contigo —mencionó Akari —Estoy honrada con tu presencia en esta ciudad; pero creo que desconoces la verdad de los Harima, el como Kato nos aprisionó por años; mi esposó con la mayoría de los hombres del clan se levantaron en contra de Kato Harima, cometiendo seppuku frente a él como protesta ante la muerte de tu familia —se separó de él —Antes de eso tomó la vida de los padres de Gon y Hinata Asakura, simplemente porque alegaron que sus métodos de enseñanza eran muy severos para sus hijos. Y antes de eso, asesinó a su esposa a sangre fría. Takeda —mencionó como si hablara con su propio hijo —Eras su sobrino, y jamás hizo nada por encontrarte, ese hombre sólo ve por sí mismo. Es un demonio.

—¡ESO ES UNA MENTIRA!— gritó Shinrin con los puños apretados, no lloraba — Desde que se enteró del rumor de que Takeda seguía con vida, mi padre dedicó su vida a buscarlo; me entrenó a mi, a Kiba y a Sangatsu para aprender a rastrear. Todo con la idea de poder dar con él algún día. Pero ahora sabemos que no podíamos dar con él porque estaba siendo protegido por Obata, un shinobi experto —bajó la mirada —Mi padre habrá cometido muchos crímenes; pero actuó para limpiarlos, y ahora se ha sacrificado por nosotros y yo no sé si sigue con vida... —levantó la mirada —¿Un demonio sacrificaría su vida por alguien?

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Hitori