Mil rosas ni un dolor solo tú. (Sasuke)

De veras perdón la re tardanza, pero bueno aquí esta, espero y que les guste.

Capitulo 13: Acabemos con todos los Uchiha. (relatado por Lisa)​

Era la noche oscura, aproveche que mi información y búsqueda estaban completas. Esperaba bajo la luz de la luna la llegada de mi compañera, odiaba esperar y hacer esperar, las frías brisas me despeinaban el cabello. Cerré los ojos y suspire cansada.

En cuanto abrí los ojos, vi a esa sombra femenina de mi compañera. Se acerco con pasos, pequeños y silenciosos, parecía determinada a lo que haría.

Cuando estuvimos frente a frente, con un asentimiento, nos largamos de esa ciudad. Ya habían pasado tres horas desde que partimos, a medio camino debimos parar, nos venían siguiendo y nos habíamos quedado sin recursos.

—Lisa, ¿Quién es? O ¿Quiénes son? —Pregunto de repente mi compañera, castaña.

—No lo sé, supongo que de la aldea del sonido. —respondí de forma seca.

Cerró los ojos, yo solo admire la luna y sentí fuerzas para pronunciar que salieran a la vista, mi compañera Yuu solo estaba enfadada odiaba retrasarse, tanto como yo lo odiaba.

Aparecieron de atrás de unos árboles, unas dos personas, un hombre y una mujer para ser mas específicos, el hombre era alto, pelo largo hasta la cintura y se le veía la barba, estaba vestido de negro y a su cintura un cinturón grueso violeta oscuro. La mujer a diferencia, era algo más baja que él, pelirroja y de tez blanca, su vestimenta era negra y con un cinturón, al igual que él, violeta.

Suspiraron al mismo tiempo molesto, nos miramos y asentimos, ambas juntas corrimos contra ellos y luchamos al menos una media hora.

Al finalizar la pela, estábamos agotadas, pero ellos estaban en el suelo, ni nos molestamos en ocultar los cadáveres, nos fuimos de ese lugar, y al llegar la medianoche estábamos por la guarida, entramos sin hacer ruido. Nos dirigimos completamente a la sala de juntas.

Al abrir un portón enorme, se veía a todos nuestros compañeros sentados, hablando sobre algo, supongo que la reunión había empezado y estábamos llegando tarde. Al entrar el jefe nos miro a ambas, nos hizo la seña de que nos sentáramos, e inmediatamente pase el sobre.

Me senté alado de mi pelirrojo y Yuu le pego un zape a Deidara, luego se sentó y lo abrazo, fue extraño y confuso, pero así era mi amiga, así que ni me moleste en preguntar porque había sido el golpe hacía su novio.

—Yuu saco la última información que nos faltaba. —Hable por fin, entre los murmullos, tanto de la parejita de mi amiga y su novio, como lo de los demás integrantes entre ellos.

—Déjenme ver. —Saca los papeles y se coloca a investigarlos y leerlos.

Por minutos el salón, donde se encontraba la reunión, quedo en silencio, todos observaban al jefe, ¿Sería buena la información que le trajimos? Espero que así sea, quiero acabar con esto.

—Esta completo todo, muy buen trabajo. —Dijo el líder de la organización.

—Entonces, ¿Cuál será la última misión? —Pregunto la castaña, aun abrazada a su rubio.

—La última misión, será para Itachi Uchiha y Lisa Uchiha. —Hablo fríamente.

—Injusto. —Se paro golpeando la mesa la castaña.

Yo estaba en silencio, de lo más calmada, cosa que había aprendido de mi novio. Que estaba al igual a mí serió y sereno, aun que su brazo rodeaba mi cintura.

—Es injusto, yo también quiero ver como acaban y si puedo aportar mejor, yo quiero acabar con ese Uchiha. —dijo todo rápido la castaña.

—Está bien, Yuu y Deidara los acompañaran. ¿Alguna objeción? —Todos nos miramos en silencio, negamos y comenzaríamos listos para la misión. —Mañana, a las seis comenzara nuestro operativo.

Después de eso, todos se fueron, esa noche dormimos en la guarida, tanto yo como la castaña, ambas con nuestros respectivos hombres. El dormir se me hizo difícil, las ganas de ver a mi clan extinto me mataban, pero por después de una hora, logre llegar a los brazos de Morfeo.

Era la mañana, exactamente cinco y cuarenta, abrí mis ojos y vi que mi pelirrojo no estaba en la cama, mire a mi izquierda y vi el desayuno, mi novio salió del baño acercándose a mí.

—Al fin despiertas cariño, desayuna y espero que salgas bien en la misión así yo puedo quedarme estas vacaciones a solas contigo. —Me dijo y me beso en los labios, no dude en contestar.

Pero el beso fue corto, desayune lo que él había preparado, que era una taza de café con leche, tostadas con membrillo, un vaso de jugo de naranja y unas medialunas para acompañar. Todo lo comí, mientras él me peinaba.

Al terminar el desayuno, vi como mi compañera, el rubio artista de la organización y el moreno Uchiha, me esperaban en la puerta. Partimos rápidamente sin dar grandes rodeos, al salir ninguno causaba palabra, teníamos apenas media hora de viaje si corríamos entre los árboles y de rama en rama, lo que fue exacto a lo que hicimos.

Después de un incesante escándalo, seis y media estábamos en la puerta enorme de Konoha, sonreímos los cuatro y nos dispusimos a tener bien en claro, porque hoy, acabaríamos con Sasuke.

 

Me puse re feliz cuando vi todos los comentarios, sonreí mirando y leyendo cada uno, estaba muy feliz de tener lectoras tanto nuevas, como las anteriores. Gracias chicas ahora me dan fuerzas para seguir escribiendo.

Capitulo 14: En marcha. (Tercera persona)​

El azabache junto a su hermana, estaban desayunando en silencio en la sala, pensando en la misión que les tocaría hacer en un par de años, sus miradas estaban pérdidas en sus tazas de té, que ambos hermanos poseían entre sus manos.​

Al cabo de un tiempo, ella giro su mirada a la de su hermano, lo miro de forma cálida, pero un escalofrío y exactamente al instante las tazas de ambos se les hizo una grieta en la taza, significado mala suerte o que algo malo les pasaría.​

Ambos quedaron sorprendidos unos instantes, se miraron aun con sus orbes negros, como la noche, abiertos, ella negó intentando calmarse. El azabache solo desvío su mirada para que no notara que estaba algo confundido de la grieta, dejo la taza y se paro.​

—No es nada, solo un mal agüero. —Pronunció el hermano mayor, a ella mientras se paraba, descalzado y se disponía a tomar un baño.​

—Sasuke, estuve pensando ¿Estás seguro de embarazarme a mí y a ella? —Preguntó con su mirada en el suelo, porque un sonrojo invadía sus mejillas.​

El uchiha del medio, volteó a verla, se le quedo mirando unos instantes, lentamente se acerco y le levanto el rostro por el mentón. El pequeño sonrojo de ella, se incremento al estar frente a frente con el rostro de su hermano, tan cerca del de ella.​

—A ti, sí. —Afirmó con voz decidida a lo que haría. —Como te dije Aiko, yo te amo.​

—Pero, ¿y a ella? —Preguntó algo temerosa de la respuesta de su hermano.​

—No, de ella no quiero, pero si tengo que pasar por el cuerpo de ella, para poder llegar al tuyo. —Hablaba con firmeza y voz rígida. —Lo hare.

​

Cuando la charla entre hermanos acabo, él depositó un beso en los labios de su hermana, que ella correspondió sin temor. Al separarse, él volvió a tomar su camino al baño.​

Por su lado ella seguía presintiendo que algo malo ocurriría. Al pasar al menos una hora, ella estaba lavando las tazas, donde escucho maullar un gato en pedido de ayuda, se sorprendió al ver que se oía del patio de ellos, salió rápido y lo busco con su mirada.​

Lo había escuchado, eran maullidos exactos de un gato, busco el gato todo lo que pudo, se acerco a unos árboles donde al mirar por detrás vio como a lo lejos se veía la forma de un gato chiquito llorando, se acerco lo más que pudo.​

—Hay ven chiquito, ¿Estás bien? —Le preguntaba al gato, agarrándolo entre sus manos y acariciándole la cabeza. El gato marco una sonrisa.​

—Quisiera decir lo mismo de ti. —Musito el gato, mientras se alejaba de ella, y se acerco a un árbol donde empezó a ronronear, un moreno detrás de la azabache ya se había colocado, deteniéndola por los hombros, dejándola inmovilizada.​

Del árbol al que el gato fue a ronronear, salió un rubio, por detrás y acarició al gato con mucho apreció sonriendo.​

—Gracias Yuu. —Inmediatamente el gato, se transformó en una adolescente castaña, a la que él rubio ayudo a parar.​

—Yuu-chan, —Musitó la azabache con mucha sorpresa. —Tú, nos engañaste.​

—No soy la única. —Habló la castaña, mientras que de atrás del hombre que tenía a Aiko, salía caminando Lisa con una sonrisa.​

—Lisa-san, no, esto no puede estar pasando. —Habló asustada la azabache, al voltear un poco y ver quien la tenía agarrada por los hombros se sorprendió más. —Hermano.​

Los cuatro sonrieron, y se la llevaron sedada hasta una camioneta, donde la dejaron hay tirada, lisa se encargo de atarla para que no se mueva, la castaña, yuu, se encargo de amordazarla para que no grite, tanto Itachi como Deidara solo se encargaron de vigilar que el plan vaya como lo planearon.​

Cuando calló la noche, se pudo ver a un azabache, dentro de la casa, muy preocupado por la desaparición tan repentina de su hermana. Llamo a todas sus amigas, a todas sus compañeras, pero ninguna sabía el paradero exacto de ella. Alguien toco la puerta, fue de forma rápida hacía ella.​

Cuando estuvo frente a frente con la puerta, se pudo notar el dudar de abrirla o no, pues cuando la abrió no había nada ni nadie. Se sorprendió, pero diciéndose mentalmente que había sido una broma de algún bromista cerró la puerta.​

—Cuanto tiempo, hermano. —Habló por detrás del Uchiha, su hermano mayor.​

—Itachi. —Musitó volteándose, y comprobar que era él. Pues sí, lo era, pero a su lado estaba una callada Lisa quien solo sonreía y lo miraba de forma fija y penetrante.​

—Bueno, basta de charlas y acabemos con esto. —Dijo lanzándose desde el segundo piso y cayendo de pie, una castaña con una sonrisa macabra. Cayendo al costado de este azabache.​

Deidara, se acerco callado hasta la izquierda del azabache, dejándolo hacía rodeado, nada impediría que acabaran con el Uchiha en esos momentos. Comenzaron con su plan, el moreno decidió sacar unos kunais, donde la morocha eligió unos sembos*, la castaña saco una katana de doble filo y el rubio, metió sus manos dentro de sus box*, de arcilla.​

Todos esperando que el azabache hiciera algo, pero él solo estaba firme en su lugar, como una roca fijada al mar.​

—Le hicieron algo a Aiko, ¿Cierto? ¿Dónde está? ¿Está bien? —Grito él con fuerza al ver que todos sonrieron.​

—Ella, esta mejor que tú. —Lanzo un sembo la castaña, al mismo tiempo que decías sus palabras, el sembo se le clavo en la pierna derecha, y esta solo sonrío.​

—Solo díganme si está bien. —Susurro un poco adolorido.​

—Está mejor que tú, seguro. —Musitó mientras lanzaba un Kunai, cortándole el brazo, dejándola una gran rajada.​

 

No mal, estoy muy feliz, gracias por leerme y dejar comentario, hay mal estoy feliz, Gracias Yuriko por recomendar mi fic. Gracias Aiko y Patriiciia por siempre leerme, ustedes vienen dejando comentario tras capitulo, me hace feliz que lo sigan. Y Lady Mirra, Lucy Giraldo y Yugao Gracias por leerme chicas, se que son nuevas en mi fic, pero gracias por leerlo. Sin más preámbulos la continuación.

Capitulo 15: ¿Este es el final? No lo creo.​

El azabache estaba inmóvil, solo habían pasado quince minutos, y por más que preguntaba solo le respondían a golpes, ya habían herido el 98% de su cuerpo, ese 2% solo estaba por su hermana, a la cual lo traía desesperado.

—Basta de juegos, ¡Acabémoslo! —Grito el Uchiha mayor, mientras sonreía al ver que su hermano tenía miedo.

—Háganme lo que quieran, pero… Quiero que dejen en paz a Aiko, déjenme ver a Aiko. —Insistía, estaba molesto, pero a la vez temía a lo que le hayan hecho.

—Sasuke, ¿Quieres verla a ella? —delante de él, Yuu, clava su katana en el estomago del muchacho, inmediatamente el uchiha escupió la sangre que contenía, estaba demasiado mal herido.

Lo traspasa haciendo demasiado profunda la herida, haciendo que haga que llegue a su límite, el cielo estaba nublado, callo una gota en el rostro de él, luego callo otra, comenzó todo más rápido, así las gotas aumentaron y comenzó a caer la lluvia a cantaros.

Los cuatro asesinos, manchados todos de sangre, por la misma al que asesinaron, orgullosos de su trabajo, se fueron dejándolo tirado. La katana de la victoria la llevaba la misma que había acabado con él.

—Déjenlo agonizar. —Dijo Lisa, mientras se acercaba a la camioneta y tomaba a Aiko, ya despertando, la llevaron hasta el sitió y la tiraron junto a él, ella se despertó al sentir el impacto, aun que aun se encontraba atada.

—Si nos sigues, no podrás despedirte. —Corta las sogas, y se va como si no hubiera hecho nada.

La azabache, hermana menor del muchacho, estaba desesperada, al ver toda esa sangre correr comenzó a llorar, mientras la lluvia los mojaba a ambos, en vanamente se intento parar, y ayudarlo, aun su cuerpo no respondía completo.

—Aiko… —Salió su nombre de los labios de su hermano, que se encontraba pálido, demasiada sangre derramada. Agonizaba por seguir con vida.

—Tranquilo, ya te ayudo, te vas a recuperar tu tranquilo, solo ayudame a pararte te llevare a casa. —Decía desesperada, pero a la vez muy nerviosa y preocupada por su hermano, lo ayudo a parar aun que él cuerpo de él no le respondía, ella pudo guiarlo hasta un árbol, donde las hojas los cubrían.

—Aiko, basta. —Susurró él, como pudo. —Déjame morir aquí. Solo escucha…

Aun lágrimas corrían por los ojos de ella, y la lluvia se escuchaba a cesar, el silencio dejaba oír, los truenos de esa tormenta que se había formado, hace apenas algunos minutos.

—Te amo, sé que no me salvare de esto. Quiero que sigas con vida, intenta llevar tu apellido al máximo y cuando formes una familia, recuerda nuestro apellido y del clan de donde lo perteneces. —Hablaba adolorido y hasta como podía.

Lloraba, sorprendida de las palabras de su hermano, lo abrazo como pudo, estaba destruida, pero no quería perderlo, se sentía tan mal de haber desperdiciado tanto tiempo de su vida, cuando hubiera estado con él.

—Perdón Sasuke, soy una tonta, no, no me dejes hermano. —Lloraba, de un momento a otro, él cuerpo de Sasuke ya no tenía vida. Los llantos se escucharon más fuertes que antes.

Lo abrazó con fuerza al cuerpo sin vida de su hermano, lloraba con fuerza, como azotaba la lluvia contra el suelo, ambos lloraban, tanto aiko como el cielo, tanto se sentía la lluvia, tanto se sentían los llantos, que se parecía aquel día, aquel día que había ocurrido hace varios años.

Varias horas después de aquel accidente, ella estaba sentada en el pasto del jardín, mirando la piscina con tristeza.

Flash Back:

Un par de niños corriendo, todos sonrieron, ella sentada en la orilla, con los pies en el agua, mirando fijamente a su hermano. Estaba sentado alejado de todos, con su mirada perdida en el cielo, con sus ojos perdidos en la vida de aquel cielo tan azul.

Todos corriendo y el sentado solo y alejado, hay veces que les parecía tan normal, que ni se molestaban en fijarse si él estaba ya que sabían que ahí se encontraba, mirando fijamente el cielo, o mirándolos a ellos.

Fin del Flash Back.

—Debí haberte acompañado en esos momentos de soledad, perdóname Sasuke. —Hablaba sin dejar de llorar perdida en sus lágrimas.