Mil rosas ni un dolor solo tú. (Sasuke)

Conti, sorry por tardarme, por cierto es algo más corto que los demás no tenía tiempo.

Capitulo seis: la desgracia.​

Ella se separo bruscamente negando con sus ojos llorosos, el no entendía si lo que pedía no era tan lastimero, además podría volver a nacer el clan de ambos. Ella se fue corriendo dejando lágrimas caer por sus mejillas, se quedo impresionado nuestro azabache mientras pensaba lo ocurrido.

Ella llego hasta un árbol de los que había lejos de la casa, pero fue alcanzada por unos brazos que la rodearon.

Ella creyendo ser su hermano se separo, pero al notar unos cabellos pelirrojos y unos ojos fríos, no era más ni menos que su novio, ella lo abrazo fuerte y el correspondió esta vez extrañado.

Nuestro azabache miraba todo a unos metros de distancia, al ver tal escena no tuvo opción que volver se a la casa, una vez adentro se tiro con pesadez en el sofá.

Unas cuantas lágrimas pedían a gritos por salir pero él no las dejo ni descender, al cabo que todo esto había sido su culpa de haber besado a su hermana sin pensar en otras relaciones, prefirió acostarse a dormir un rato.

En el mismo sitio donde se encontraba quedo dormido. Después de unas horas se vio entrar a ambos jóvenes antes vistos abrazados, entrando de la mano caminando, ella al ver a su hermano en aquel estado solo lo tapo y subió con gaara al cuarto de ella.

La noche para el uchiha fue helada, así igual que estaba tapado para él fue helada, se escuchaba el rechinar de los pasos, las ventanas abriéndose y cerrando se, la luz que prendía y apagaba. Las puertas abriendo se y cerrando se, por culpa de los dos ocupantes.

El uchiha solo se quedo ahí esperando que la horrible noche no le dejase marca alguna en su corazón frío y desierto.

Al otro día se podía ver a él azabache levantando se del sillón, sentando se en el, colocando se sus zapatos, se acerca y dirige con total frialdad a la puerta donde toma su mochila y sale sin esperar a su hermana como acostumbra a hacer.

Luego de salir le tomo menos de cinco minutos llegar caminando a la secundaría donde entro caminando sin mirar a nadie, solo concentrado en cómo recuperar el amor de su hermana.

¿Creyeron que se rendiría? Nuestro azabache se comprometió esa noche a sentir en los abrazos que el pelirrojo recibía por su hermana.

Sin dar se cuenta había puesto a toda la escuela dada vuelta al notarlo solo sin su hermana, todos estaban preguntando sé porque el uchiha no se encontraba con su hermana en ese momento.

—Sasuke-baka, —Grito corriendo un rubio hacía el.

Él lo miro fija mente y luego siguió caminando, a darle que no quería hablar con nadie estaba muy ocupado pensando en cómo volver a tener a su hermana.

—Oye sasuke te estoy hablando. —Volvió a gritar el rubio hiperactivo que había sido sacado del transe en tan solo un día.

— ¿Qué quieres, Naruto? —Pregunto fría y cortantemente el uchiha.

Eso le dio un escalofríos a el rubio pero noto que algo no andaba bien con este chico ya que no lo había llamado Dobe a un cuando él lo había llamado Baka.

—Sasuke, ¿Dónde está tu hermana? —pregunto esta vez más en bajo y sereno.

Solo se dejo ver que sasuke se detuvo en seco y negó diciendo que no sabía, apurando el paso, el rubio saco a conclusión que el problema era su hermana.

Después de sonar el timbre todos en clase el azabache observaba con odio por la ventana al pelirrojo haciendo gimnasia.

—Mi plan es matarte… —Hablo en un murmuro para él chico con su actitud fría y la brisa del infierno rosando sus cabellos.

 

Perdón, me tardo porque no me inspiración, además la anterior la escribí volando porque llegaba tarde a la universidad.

Capitulo 7: El destino nos une, ¿¡OTRA UCHIHA!?​

El azabache pensaba su grandioso y macabro plan en la azotea del instituto a la hora del recreo, lentamente bajaba por las escaleras sin dejar de analizar su grandioso plan.

Muchas chicas lo miraban pasar y suspiraban pero este no volteaba. Solo seguía en su trance hipnótico de pensar en su hermana, en eso escucha delante del que unos libros caen. Lo que hace que levante la mirada, que llevaba tiempo teniendo en el suelo.

—Perdón. —Dijo una voz sensible, tímida y algo distraída mientras tomaba sus libros intentando juntar las hojas tiradas.

—Toma. —Dijo el uchiha mientras se agachaba y tomaba una hoja para entregársela, pero antes de ello leyó un poco de pasada.

El nombre escrito en el borde decía: Lisa Uchiha. Eso lo dejo sorprendido no esperaba eso en alguien más, se hizo un silencio eterno en el que ella lo miro extrañado y confundido.

Entrego la hoja y se la quedo mirando, ella estaba vestida con el uniforme de la escuela que era una pollera y una camisa, pero llevaba su pelo atado en dos trenzas largas a los costados de sus orejas y unos anteojos que no dejaban ver sus ojos.

—Me llamo Sasuke Uchiha, ¿Cómo te llamas? —inquirió en esa pregunta ya que lo estaba matando la intriga, ¿una nueva uchiha?

Ella tímidamente guardo sus libros y sentada en el suelo, lo miro a los ojos quedando impresionada por las palabras.

—Lisa, Lisa Uchiha. —Tartamudeo ella. Apresurándose a contestar. —Soy una estudiante de intercambio.

Sasuke no hizo nada, era obvio ella estaba vestida como una estudiante de intercambio se notaba solo los “Tontos” en ese instituto llevaban todo el uniforme.

El sonrío con arrogancia y se volteo comenzando a caminar, ella se paro algo confundida pero se fue para otro lado, en ese momento el uchiha había olvidado su plan; solo quería ir a contar le a su hermana lo de la nueva estudiante.

Paso por los largos pasillos, llegando a un rincón del instituto donde solo se venían muy pocas veces, el se asomo un poco para verificar que ella estuviese ahí pero lo que vio no le gusto.

Está viendo a su hermana besándose desenfrenadamente con el pelirrojo, actual novio, eso lo puso triste y a la vez molesto, intento ser fuerte e interrumpió la escena.

—Aiko, —Hablo con su misma frialdad a un que moría por dentro. — Encontré a la uchiha que buscábamos.

Esa entrada hizo que ambos se separaran, ella se acomodara la ropa apenada y gaara dirigiese una mirada de odio hacía el chico, que fue correspondida por el mismo.

Hubo silencio, donde solo se oyó al viento pasear entre los tres, aun que más entre Gaara y Sasuke quienes no evitaban el frío en cada uno.

Aiko solo se disponía a observar ¿Por qué tanta rivalidad? Era lo único que se preguntaba, pero en ese momento un sonido los quito de su trance el sonido de la campana de clases hizo que los tres se vayan del lugar sin dirigir palabra alguna.

Después de clases, sasuke se dispuso a planear su plan, se sentó encerrado en su cuarto con sus carpetas y comenzó a estudiar las debilidades de su ahora enemigo.

En ese momento se abrió la puerta, dejando ver como su hermana entraba con un vestido corto hasta un poco más arriba que las rodillas, el cerro todas sus carpetas y la miro, no pudo evitar que un leve sonrojo marcara sus mejillas ya que su hermana se veía hermosa e inocente.

—Sasuke, vamos a comer… no quiero que se te enfríe. —Hablo ella.

—pero, ¿ese idiota esta aquí? —pregunto y ella negó.

—No entiendo… ¿Por qué tanto odio a Gaara? —pregunto ella, mientras vio como su hermano se paraba y se acercaba.

—No es a él, es que te amo y el no poder estar contigo mi dulce princesa de la luna, no sé si podre dejar de odiar lo a él. —hablo de forma fría pero a la vez sincera.

Ella se sonrojo inmediatamente, para luego desviar su mirada hacía el suelo donde sasuke abrió paso y salió del cuarto, dejándola pensar.

En ese momento el golpe de la puerta de afuera sonó tres veces, sasuke se acerco abrió la puerta y se sorprendió completamente al ver quien estaba, no era más ni nada menos que Lisa Uchiha la anterior chica que había conocido.

Pero esta vez se veía realmente hermosa, tenía el cabello suelto un vestido hasta antes de las rodillas, bastante pegado al cuerpo y algo suelto, tenía un moño que adornaba su hermoso cabello azulado y esos ojos negros como la oscuridad se podían ver claros sin esos anteojos.

 

Capitulo 8: ¿Cómo que…? Pero somos hermanos.​

La chica lo miro algo confundida, al sentir la mirada del chico tan impertinente, Sasuke no dejaba de verlo sorprendido de el cambio de la chica desde esa mañana hasta ahora.

— ¿Puedo pasar?

Con un asentimiento de cabeza este la dejo entrar, mientras se corría para que esta entrase, su hermana la miro a la chica y la saludo, pero nuestro “querido azabache” no entendía el cambio ni él como se conocían ambas mujeres.

—Sasuke, Tú no sabes, pero soy la hermana menor de Madara Uchiha, bueno al menos lo era.

Detallo lo último con una sonrisa falsa, ella, mientras bajaba levemente su cabeza para intentar no recordar la desaparición de su hermano como la de su clan.

El chico la miraba inexplicablemente entendía como se sentía ella, el solo Asintió con su cabeza mientras pensaba todavía como se conocían.

—Me pregunto una sola cosa. —Hablo en su típico tono frío y seco.

Las chicas le dirigieron la mirada al muchacho, quien tomo un respiro largo y las invito a sentarse para no quedar mal.

—Si Itachi mato a nuestro clan, ¿Nuestro deber es revivirlo o matar a Itachi? —Hablo con duda pero a la vez frío.

Las chicas hicieron silencio pensando. Es verdad ninguno se había preguntado eso. Ahora qué eran más ¿Podrían revivir el clan?

—Aiko, Es verdad nunca nos preguntamos eso, ¿Tendríamos que tener muchos hijos? pero, además el clan es siempre tiene que ser uchiha con él que te llegue a embarazar.

Sasuke, solo hizo silencio y mostro seriedad y frialdad, aun que por dentro estaba totalmente feliz, se tendría que acostar con su hermana, sabiendo lo tanto que la amaba.

Aiko negó rotundamente, lo que el dejo incomprensiblemente callado a los otros dos, al notar eso, se dirigió a lisa y luego a sasuke.

—Sasuke, es mi hermano y único uchiha vivo, Que no sea Itachi.

Los dos hicieron silencio, pero Lisa se apresuro a responder.

—Entonces Sasuke se tendría que acostar con las dos y dejarnos embarazadas a las dos.

Eso lo dejo estupefacto, casi se cae, pero se sentó mirándolas a ambas, su plan no estaba funcionando a la perfección, acaso… ¿De vería acostarse con Lisa también?

—Eso es verdad, —Hace una pausa Aiko para mirar a Sasuke quien no cambiaba su expresión de frío.

—Me vale, Entonces ¿Cuándo empezaríamos? —Hablo el azabache dejando algo inquieta a su hermana por haber aceptado tal ridiculez.

—Cuando sean vacaciones, Tendremos que tener un mes de embarazo, cosa que los peores meses los pasemos en vacaciones. Esto ocurrirá dentro de tres años.

Él azabache asintió lo que no se percato es que le faltaba muy poco para que los años transcurrieran. Solo tenía entendido que en pocos años debería acostarse con su hermana.
Aiko temía por su novio, y por deber compartir a su hermano con su amiga, tenía miedo de que Gaara tomase esto al estilo malo, o que sus hijos tuviesen que casarse entre ellos.

Una y mil dudas recorrían la mente del azabache solo una se respondía. ¿Tendré que dejar embarazada a mi hermana? La respuesta era que si ya que debían revivir al clan uchiha, la historia y los líos acababan de comenzar.

 

Perdón por la demora no encontraba la debida inspiración para seguir esto. Gracias a mis lectoras Nanami Aiko y Patriiciia Por seguir leyendo.

Capitulo 9: Recuerdos. (Relatado por Aiko)​

Después de esa noche, de tanta molestia en la que acepte que en pocos años me hicieras tuya hermano, jamás creí tener el horrible placer de decirte que te odio. No más ni menos te odio sasuke uchiha, porque ahora en tu culpa, no puedo dejar de pensar en el mal que le hare a Gaara.​

Ya sé que me ah dejado, al enterarse de esto, pero no puedo evitar dejar de sentirme mal por él. No olvidare ese momento en el que sentí su mano.​

Flash Back:​

Una mujer sentada en la silla de alfrente del escritorio a Gaara. Él sentado en la silla mirándola con completo silencio, un codo en la mesa y su barbilla recostado en ese.​

— ¿Por qué aceptasteis eso? —Se escucho su voz fría por todo la sala.​

— No pude evitar no aceptar, no pude elegir, además es para la reconstrucción de mi clan, Gaara entiende. Solo es acostarme quedar embarazada y listo.​

— Para mi es más que un simple listo, Que quedes embarazada de otra persona, no es nada que yo pueda aceptar con un y listo. —Sus palabras eran fuertes pero a la vez eran tristes, aun que resonaban en toda la habitación.​

— Gaara… —Pronuncio esta con los ojos aguados y a punto de detallar en lagrimas.​

Después de ello, él se paro y se le acerco abrazándola por atrás y susurrándole un tímido.

— Nunca te olvidare…—​

Eso la hizo soltar varias lágrimas, sin poder retener ninguna, todas cayendo en el brazo de Gaara quien la abrazaba de forma cálida.

Fin de Flash Back.​

Es cierto, ahora me encuentro contra la ventana, mirando como la lluvia cae por ella deslizándose y perdiéndose en el marco de esta, pero no puedo evitarlo Gaara a un te sigo amando.

Escucho unos pasos que se acercan hasta la puerta y que la golpean con los nudillos, de alguna forma suave fue el ruido que decidí no darle importancia, luego de unos segundos de no tener respuesta se volvió a escuchar el sonido de los nudillos.

Tome aire y lo solté, quedando igual de en silencio sin dejar de observar la ventana, donde yo podía cerrar los ojos y volver a un recuerdo de hace años haber perdido, me sentía tan bien con solo ver la lluvia caer.

En ese momento unos brazos me quitaron de mi trance hipnótico por la lluvia. Cerré los ojos intentando que ese abrazo me diera más cariño, ya que me sentía triste.

Presione fuerte mis ojos y comencé a sentir las palabras del chico en mi oído no las llegue a entender nada, solo sentía el cansancio de la anterior noche a la cual por pensar en mi pelirrojo no pude dormir.

Volví mi vista a la ventana y un recuerdo vino a mi mente.

Flash Back:​

Niños corriendo en una plaza, divirtiéndose y riendo, unas niñas saltando en las sogas, unos niños jugando con una pelota, otros hamacándose, otros jugando con la arena, mientras que todos los padres los vigilaban desde unos bancos.​

— ¡Vamos Sasuke, Vamos a jugar! — Tironeaba de un brazo a mi hermano que siempre se quedaba sentado mirando como los demás jugaban.​

— No, no es tan divertido jugar. —Hablo él, con una voz serena y a la vez tranquila sin moverse de su banco.​

— ¡Sasuke, Ve con Aiko y acompáñala! No te amargues sentado. —Hablo una voz dulce y tierna a la vez, siendo asentida por el chico, ya que a su madre no se le negaba nada por al menos parte de él.​

— ¡Hai! —Se bajo de la banca y corrió con Aiko hacía un lago, donde había un árbol gigante.​

El lugar era bello, la vista era hermosa, las nubes flotando alrededor te daba una impresión de paz y armonía ambos se recostaron en el pasto a observar las nubes tranquilamente.​

—Aiko, ¿Me prometes que cuando seamos grandes estarás conmigo?​

La chica asintió y este negó.​

—Promételo… —Pidió como niño chiquito, ella río levemente y se sentó en el pasto como él.​

—Yo te lo prometo, Sasuke. —Hablo con determinación, demasiada para su corta edad.​

Ambos sonrieron y se quedaron acostados, tomados de la mano mirando el cielo pensando en cómo sería el crecer y estar él uno con él otro.​

Fin de Flash Back.​

Ambos en silencio pensaban exactamente en el mismo recuerdo de porque si tanto se habían querido de niños, ahora se odiaban. O al menos ella a él.

Pero ahora los dos o tres deberían formar una familia, ¿Cómo arreglare eso?, se pregunto ella en su mente sin dejar de pensar en el anterior recuerdo.

______

Fin de capitulo.

 

Esto sorprenderá y dejara supremamente sorprendido a todos los dejo con intriga.​

Capitulo 10: La verdad. (lisa)​

Caminando con la oscuridad a mis lados, seguía dejando que mis lizos cabellos se movieran al compas del viento que oscurecía más la fría noche. Tengo que llegar… es lo que me digo mentalmente, llego a un bosque y comienzo a saltar de rama en rama.

Sigo saltando de rama en rama, hasta acercarme a un lugar, estando lo suficientemente cerca. Me coloco un anillo con una marca “Oscuridad” escrito en Japonés. Seguí saltando hasta llegar a una gran roca que al enseñar mi anillo y hacer unas posiciones de manos se abrieron.

Entre caminando con mi actitud fría y seca, vi como dos personas me miraron, un chico de 19 años rubio alto que tenía unas bocas en sus manos, pero un brazo lo tenía rodeado en una mujer que era más chica unos 17 años.

Me acerque serenamente a ambos quienes sonrieron de forma cerrada y fría a la vez, a la cual comencé a sonreír mientras sacaba una planilla llena de información.

—Dejen de besarse, ya traje la información, Deidara Yuu. —Dije divertida al notar su seriedad pero a la vez risa leve por parte de ella.

— ¿Estás buscando a tu Amor, cierto? —Ambos rieron divertidos y yo solo me sonroje. Asentí a ello pero no respondieron más, señalaron a la sala a lo que asentí.

Comienzo a caminar hacía donde señalaron, Entre serenamente con mis pasos ligeros pero a la vez fríos. Entre fríamente y revise con mi mirada la sala no encontré al pelirrojo, comencé a caminar adentrándome más.

Unos brazos me abrazaron sonriendo, sentí el cálido calor que me transmitía su abrazo.

—Lisa, ¿Me trajisteis la información? —Sonreí y asentí con la misma frialdad para voltearme y abrazarlo del cuello sintiendo esa maldad traspasar mi cuerpo sonreí de forma cerrada pero la brisa nos despeino.

La puerta se abrió y entraron Deidara y Yuu sonriendo a los cuales estaban abrazados comprometidamente.

—Vamos a darle la información al jefe. —En ese momento nos volvimos serios todos, al igual que nuestra frialdad completa había vuelto nos separamos cada cual y miramos el archivo antes de irnos a contactarnos con el jefe.

En un cuarto oscuro, de grandes puertas, una mesa larga donde varios asientos, a los que solo había cuatro libres. Al entrar cada cual tomo su lugar y pase el archivo al jefe, que estaba en el centro del fondo de la mesa completamente oscuro no se lograba ver nada.

Se pudo ver como unas manos firmes tomaron el archivo abriéndolo, comenzando a revisarlo, comenzó a verificar todo mientras todos me miraban asintiendo a mi buen trabajo.

—Bien, Buena investigación de estos uchihas, Itachi. —Llamo lo que el presente lo miro con determinación comprendiendo.

—Sí, jefe. —Dijo este en completa frialdad y con esos mismos ojos que yo, mi hermano lo único que hacía era mirarme desde alado del jefe, tras esa mascara.

—Lisa, ¿Quién es el más débil? —Hablo esta vez Madara, mi hermano a lo que yo lleve un dedo a mi mentón pensativa y con una sonrisa irónica respondí un: “Aiko Uchiha” Todos se sorprendieron.

—Me parece bien, ¿Quién se encargara de que ese Uchiha llegue aquí? —Hablo esta vez Pein quien había permanecido revisando los archivos.

Yo levante la mano haciendo un notal acto de orgullo a lo que todos sonrieron con esa misma frialdad mía a la cual el jefe dio por terminado la junta. Todos nos paramos y salimos yo me despedí de Sasori solos en el cuarto de él.

—Terminas esta misión y te vienes conmigo. —Hablo con esa determinación a lo que asentí.

—Tenemos que terminar con el trabajo que Itachi no pudo, Matar a Sasuke. —Suspire algo fastidiada y este río de forma fría.

Ambos nos besamos en un acto a la vez tierno, para alguien y tome mi camino de volver a la aldea de la hoja, ya a pocos metros sentí que alguien venía detrás de mí.

—Quien sea salga ahora mismo. —Hable fríamente, viendo como una castaña de ojos negros se hacía presente frente a mí, suspire al notar que era Yuu.

—Te ayudare para que termines rápido la misión. —Sonrío ella, a lo que yo solo me dedique a asentir.

—Tú con tal de lastimar a Sasuke, cualquier cosa ¿No? —Ella asintió y ambos nos fuimos en silencio a la aldea para terminar la misión, sabiendo que mi recompensa era mi “Sasori no Danna”.

 

Perdón la tardanza se me hizo más difícil el pensar una continuación.​

Capitulo 11: La nueva compañera.​

Días de clases como cualquier otro, largos e interminables, se podía ver un grupo de chicas admirando a un azabache, otras chismeando sobre él mismo y otro al cual solo era constituido por tres chicas a las cuales una era Aiko.

Todas charlando, mientras se podía ver a un grupo de chicos comentando sobre la nueva compañera que habían escuchado oír de la boca del hiperactivo, que ya se sentía mejor. Hinata, Aiko y Lisa estaban sentadas juntas en la mesa de tres personas.

La puerta de clases se abrió dejando ver como un profesor de cabello para el costado, algo gris en su defecto, la boca tapada al igual que un ojo, una típica pose normal en él.

Se acerco hasta el escritorio y miro la puerta, luego miro a los estudiantes y suspiro al ver que nadie le prestaba atención, más que los uchihas Aiko y Sasuke.

—Como sabrán tenemos una nueva compañera. —Hablo este captando la atención de toda la clase, que centraron sus ojos en él.

Lisa solo dibujo una leve sonrisa, mientras que tomaba sus carpetas y las abría comenzando a repasar para los próximos exámenes.

—Esta se llama Yuu, Es una ninja de la aldea de la lluvia. —Hablaba, mientras que una chica entraba caminando en completo silencio mirando a cada alumno.

—Un gusto conocerlos a todos. —Hablo con determinación centrado su mirada primero en el Uchiha menor y luego desviarla a Lisa quienes solo se miraron cómplices y luego sonrieron.

Todos comenzaron con sus comentarios entre susurros ella solo miro a Kakashi quien este golpeo la mesa con un puño cerrado haciendo que todos espantados lo mirasen.

—Ella no será alumna, ella será una asistente de maestros. —Hablo de nuevo Kakashi.

— ¿Para qué necesitan una asistente los senseis? —Grito el rubio hiperactivo, parándose en su banco.

Todos lo miraron con una gotica a su estilo, al ser tan normal que este se parase a gritar. Kakashi, iba a hablar pero fue interrumpido por ella.

—Es como decir, un niño como tú no necesitaría gritar para llamar la atención. Si gritas te miran, si te miran te prestan atención. Me parece que si un profesor dicta una clase y tu interrumpes no podría parar a callarte. Para eso estoy yo. —Hablo con su voz tan fría y tan seductora, además de determinada.

En el salón hubo silencio, el rubio ojos azules se sentó y todos los demás solo se quedaron mirando sorprendidos a la nueva “sensei”.

El timbre sonó y todos se levantaron yéndose del salón, dejando para lo último un azabache al cual estaba guardando sus cosas, con su hermana esperándolo a su lado.

Los hermanos, terminaron de guardar en completo silencio y comenzaron a caminar para la salida, pero frenaron al ver delante de ellos a la nueva asistente.

—Hola, ¿Ustedes son los sobrevivientes del clan Uchiha, cierto? —Hablo otra vez con esa determinación.

Sasuke solo se dedico a mirarla, como si intentara fulminarla con su mirada, la otra por su cuenta solo asintió con un asentimiento de cabeza.

—Me encantaría conocerlos, ya que de niña escribí un reporte de ustedes. —Hablo sonriendo con una sonrisa bastante creíble.

—A mi me da igual ello. —Hablo con sequedad.

—A mi me parece bien, —Hablo la uchiha, mientras miraba a su hermano quien solo suspiro. — ¿Vendría hoy?

Yuu se dedico a asentir, solamente eso le faltaba conseguir más información de estos uchihas y su clan desaparecido, además de toda la que pudiera conseguir de ese azabache.

Los tres caminaban sin hablar mucho, por las calles de Konoha, pasaron un puente y en un dos por tres se encontraron a pocos metros de la casa de estos.

—Aquí estamos. —Hablo la Uchiha, haciendo pasar a la “sensei” de la aldea de la lluvia primero a la casa.

Este sería la mejor jugada para los Akatsukis, Quitar toda la información a estos dos niños quien ingenuamente dejaron entrar a una espía a su casa.

 

Perdonen que me allá tomado tanto tiempo para dejar la continuación, pero mi “Amor” me entretuvo muchos días en mi mente y no me dejaba concentrarme, así que bueno, tardo pero lo logre hice la continuación.

Dedicada a: Mis lectores y fans. Para: Nanami Aiko y Patriiciia (en especial ellas dos)​

Capitulo 12: “Te robo los secretos…”​

—Aquí tiene su té. —Hablo con claridad y determinación Aiko, mientras se lo dejaba sobre la mesa a ella, su hermano y al propio lo tomaba mientras se sentaba en el suelo arrodillada como los demás.

—Domo Arigato. —Dijo la asistente, mientras tomaba la taza del té entre sus blancas manos.

—Yuu, ¿No? —Ella asintió mientras el azabache solo se dispuso a mirarla fríamente. — Prosigamos con las preguntas.

—Sí, sí… —Dijo esta mientras tomaba los apuntes y los miraba. — Pues, me gustaría que me digan, cuáles son sus metas para esto.

Ambos se miraron, quedaron callados llevándose un dedo cada uno a su respectivo mentón. En silencio se miraron como si con sus miradas se intentaran decir algo.

Ella tomo aire y lo soltó, dirigió su mirada a Yuu y comenzó hablando con pocas palabras, demasiado bajas que no se lograban oír bien.

—Aiko, ¿Podrías hablar más fuerte, por favor? —Pidió ella. Lo que la azabache se sonrojo fuertemente apenada.

—Sí, por favor… Pues mi meta es… —Hizo un silencio. —Formar una familia…

Se hizo un silencio bastante prolongado, haciendo que el azabache solo bufara por lo bajo.

—Linda meta, ¿Cuál es la tuya Sasuke? —Pregunto ella mientras tomaba nota de todos sus movimientos, de cada palabra y cada mirada que se hacían entre ellos.

—Vengarme de mi hermano. —Hablo de forma fría, seca y de una manera corta.

El silencio incomodo el asunto entre ellos, los tres solo se quedaron callados, solo se escuchaba la brisa del viento empujar las cortinas y el incesante ruido que causaba el bolígrafo de pluma de la asistente.

La azabache se paro, comenzando a juntar todas las tazas, se fue con las tazas a la cocina y las coloco suavemente en la pileta para lavarlas luego. Se acerco de un jarrón quito unos panes que los puso en un plato hondo, al cual al volver a la sala lo dejo sobre la mesa.

—Tomen. —Dijo dejando los panes y haciéndole una seña para que lo agarren.

La mujer iba a tomar uno, pero en eso siente como si en su oído un fuerte chillido a causa de algún extraño aparato oculto. Pero logra fingir que nada ocurrió.

—Etto… ¿Puedo ir al baño? —él azabache le señalo una puerta de madera marrón, junto con un asentimiento de cabeza.

Ella se levanto sin hacer ruido y con pura delicadeza y firmeza camino derecho hasta el baño, haciéndose la asombrada al ver las cosas. Entro al baño y después de cerrar la puerta, se miro al espejo, suspiro cansada de tanto fingir y solo se lavo las manos.

Tomo una toalla en la que llevaba el signo respectivo del clan, luego de secarse las manos, se quedo mirándolo con mucha atención.

—Ya desaparecerás… Maldito clan. —murmuro para sí mientras usaba una sonrisa melancólica.

Luego de haber dicho eso, acomodo la toalla como antes, y salió rápidamente, al salir vio como los dos hermanos hablaban entre sí de cuanto se tardaba ella.

El resto del día fue largo y agotador, solo pudieron charlar y comer lo que les daba la hermana del uchiha, Aiko.

Luego de que Yuu se despidió y salió del territorio para ella “enemigo” recibió una llamada de su organización, a la cual atendió sin rechistar ni dudar.

—Hola. ¿Qué pasa? —Pregunto de forma cortante y seca la castaña.

—Yuu… ¿Así lo atiendes a tu novio? —Río con arrogancia del otro lado de la línea.

—Dale basta, ¿Para qué me llamas, Deidara? —Hablo la castaña perdiendo la paciencia.

—Ya, no te me enojes, hermosa. —Hablo el rubio haciéndola molestar, pero intentándola ablandar. —Dime, ¿Vas bien con la misión?

—Si voy bien, ya tengo lo que me pedisteis. Toda la información… —Dijo ella mientras miro la luna con una mirada perdida.

—Eso era lo que quería oír, ya te espero aquí de nuevo rápido. —La chica dibujo una sonrisa y sin despedirse corto.

~o~

Un azabache no muy convencido de lo que había hecho al revelar tanta información tanta suya como la de su hermana, estaba parado caminando de lado a otro en su habitación, su hermana solo lo seguía con la mirada como si estuviera aburrida.

El chico caminaba, en lo que su cabello se movía lentamente con el viento, cada paso arrugaba su ropa y marcaba más confusión en los ojos del mismo.

Su hermana quien estaba aburrida, no había más que decir que por lo tarde que era cargaba el pijama y su cabello recogido en una coleta, solo miraba a su hermano ir y venir en la habitación, se paro y se acerco deteniéndolo por los hombros.

El al verla así solo suspiro, ambos mirándose a los ojos con esos ojos negros y profundos que miraba él y con los tiernos y a la vez fríos que cargaba ella.

—Quieto. —Formulo una palabra ella, a la cual solo sonó a pedido.

El silencio se hizo extenso, ninguno hablo, solo se oía el leve ruido que hacían las cortinas por la brisa. Él solo resoplaba varias veces, luego de separarse ambos se acostaron en la cama.

—Hermano. —Dijo ella rompiendo el silencio, insistiendo a que siguiera.

—Habla. —hablo el azabache mirando el techo de la habitación.

—Solo te pido una cosa… —Este la miro y no dijo nada, haciéndole una leve seña de que siguiera. Tomo un respiro y prosiguió. —No seas tan duro, cuando me embaraces.

—Eso dalo por hecho, yo solo te quiero cuidar. —Dijo este mientras inconscientemente había sonreído.

Ambos se quedaron mirándose fijamente y cerrando los ojos ella se quedo dormida, del largo día. Tardo un poco más porque era difícil dormir con la cara de ángel que tenía ella a la hora de dormir. Lentamente lo logro y se durmió en lo que comenzó el largo sueño.

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Me tarde pero aquí la tienen la continuación la hice más larga que de costumbre, por que como varios días que no estuve atenta.