Mil rosas ni un dolor solo tú. (Sasuke)

Hace años que no escribo un Fanfic, pero ya que estamos comienzo uno y de la persona que más se aun que no me caiga bien. "Sasuke Uchiha".
Este Fanfic está dedicado a mi mejor amiga "Aiko Uchiha" o "Nanami Aiko" como ahora te llames solo que esto es para vos.

Mil rosas ni un dolor solo tú.​

Era una noche helada, como una de las que nunca se ve pero están, en las que prefieres quedarte encerrado en tu cuarto, con calefacción o al menos el abrazo de tu mamá, esta persona no tenía ni una ni otra.
Era un chico alto con la vista perdida en la luna, corriendo con lágrimas resbalando sus ojos, ¿¡Porque Itachi!? . Gritaba con fuerza corriendo sin detenerse, huyendo de su propio destino al que no quería mirar, volteo y recobro la valentía que apaciguo la caída que fue el sentir el viento helado correr por sus heridas recién causadas.

—Eres lento. —Pronuncio un chico alto parecido al que huía. —Dime que me odias.

El niño negó llorando, tirado en el suelo intentando pararse en vanamente, tenía apenas seis años y su sufrimiento era enorme, se paro como pudo y miro aquellos ojos rojos que contenían el sharingan.

—Estúpido. —Dijo él para acercarse y gritar le. —Mate a todo el clan ¿y tú no me odias?

El niño negó nuevamente sin poder dejar de llorar escucharlo gritar era tener más miedo de ese destino pero no iba a poder hacer nada.

—Aléjate itachi-one-sama. —Hablo una niña de largos cabellos oscuros como la noche, del mismo color que el azabache unos ojos oscuros y unas lagrimas derramadas.

Itachi sonrío arrogante y despareció, dejando a los niños una de cinco y otro de seis completamente en la nada, ambos lograron calmarse en esas lluvias intensas que caían a dar, caminaron hasta la casa y entraron a ella. Ninguno se acerco a el cuarto donde sus padres fueron asesinados.

La noche transcurrió tranquila, ambos hermanos durmieron juntos en la misma cama por el miedo y terror que habían sentido esa noche. Todo fue en aquella noche.

Pero eso pasó hace años, Hoy 4 Marzo de 2011, vemos a un niño sentado fríamente mirando el pizarrón con sus manos entrelazadas. Ese Azabache a crecido y se encontraba con su mirada distante a los demás, acepto a la chica que tenía a su izquierda quien era su hermana y única amiga para él.

—Sasuke, estas bien? —pregunto ella intentando hablar con él.

El chico la miro y con un simple "Mph" respondió que bien se encontraba luego saco su cuaderno comenzando a anotar todo, lo que el profesor escribía, pero su mirada estaba perdida triste solitaria nada le caía.

Un incontrolable niño se sentaba detrás de él, era rubio, ojos azules como el mar y tez blanca no tan blanca como la harina pero si de un buen color como el que tenía; en sus mejillas tenía tres marcas en cada una que lo hacían pertenecer al zorro.

—Naruto cállate desconcentras a Sasuke. —Hablo una peli rosa con esfuerzos de que el azabache voltease y le sonriera. Pero nada paso el azabache que tanto amaba siguió copiando normalmente.

Ella una niña de trece años, vestida con un conjunto rosa que combinaba con su rosado cabello, que ahora se encontraba largo hasta un poco más que los hombros, de unos hermosos ojos jades como el color de las gemas. Era envidiada por muchas chicas pero ni por eso lograba llamar ni la mínima atención del chico que amaba.
Al final de ese día, el azabache amado por todas las chicas, se fue caminando con su hermana, pero esta vez fueron a un lugar frío y obscuro " el cementerio ".

—Sasuke tengo algo de miedo por estar… —Hizo un silencio al ver a su hermano parado en seco al frente de ella. — ¿Qué sucede?

El chico la miraba y solo eso hacía, su mirada era penetrante pero de alguna forma reconfortante para ella no entendía el por qué paro.

— ¿Estás bien? —pregunto él, mientras se quitaba su abrigo y la cubría para abrazar la. —perdón por traerte aquí quería venir a ver a Mamá y a mi padre.

La chica asintió sonrojada, no podía creer el gesto de su hermano, pero lentamente correspondió ese abrazo, después de haber rezado en la tumba de sus padres ambos hermanos se encontraban en su casa, como de costumbre ambos estaban durmiendo juntos en la cama.

—Sasuke. —Llamo su hermana para que el la mirase que automáticamente sucedió.

— ¿Qué ocurre? —pregunto mirando la sin cambiar su gesto de frío y seco.

—Me preguntaba… visteis que hoy te hablaron las chicas diciendo te que te amaban y ¿vos las ignorasteis? —Hizo una pausa y el chico asintió, confiada de sus palabras pregunto. — Si no te gustan ellas, ¿Quién te gusta? —pregunto no con maldad pero si con curiosidad.

El chico quedo en silencio absoluto, ¿¡Gustar!? Nunca había sentido que alguna chica le atrajese, así que hizo un silencio pensando y de atraer la única que le llegaba a hacerlo era…
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si les pareció corto me avisan, Acepto criticas y hasta baldes de agua no ese no soy neko nya!

 

Gracias a todos por los hermosos comentarios que me dan fuerzas para seguir escribiendo y bueno lo seguiré, si quieren alguna idea o piensan que es corto avisen me porque yo quiero saberlo y me alegra tener lectores. Sin más preámbulos: CAPITULO DOS.

Capitulo 2: ¿Que significa… Esto?​

Esa noche Sasuke durmió confundido, al otro día, se levanto temprano, con su misma cara de confundido, abrió la ventana dejando que el frío viento de la mañana los despertase por completo. Los azabaches cabellos se movían al movimiento que el viento proponía el solo susurro.

—A un no te odio… hermano. —Pronunció el chico mientras acaricio su cabello con una mano para acomodar lo en eso una mano lo detuvo volteo un tanto brusco y quedo callado al verla a su hermana despierta.

—Yo tampoco lo odio… —Susurro ella. Mientras que soltó la mano de el abrazando lo. —Me hace falta… —susurro y sus ojos se llenaron de lágrimas.

El chico en silencio acaricio su cabello delicada mente, pensando a un en lo que esa noche ella le había preguntado.

Ambos desayunaron, se vistieron y tomaron sus mochilas comenzando a caminar hacia la secundaría sus palabras no se cruzaban por qué él era muy orgulloso para hablar de sus sentimientos.

Ella se fue a hablar con sus amigas mientras el miraba el cielo recordando aquella noche que todo su clan fue desmantelado. Ese fue uno de los peores días de su vida que a un no podía soportar. Su hermana y el intentaban salir adelante pero nada.

Una chica que antes descripta le toca el hombro el se volteo a reconocerla era esa pelirrosa que para él era fastidiosa la miro fríamente.

— ¿Qué molestas? —Pregunta fríamente.

La chica sintió su mundo caer al fin le había dirigido la palabra a un que fuesen frías fueron palabras y para ella fueron dirigidas.

—Sakura, ¿Estás bien? —Más por ella se preocupo la chica estaba sonrojada en shock, el se extraño y se fue alejando se lenta mente de ella con la excusa de entrar a clases.

Al lograr separarse estaba pensando en el extraño suceso. Que era verdaderamente gustar de alguien, acaso era poner se así como ella? Entonces eso le pasaba solo con una persona y esa era…

— ¡¡¡Sasuke-baka!!! —Grito un rubio y este volteo con desprecio.

—Dime Teme. —Hablo secamente.

—Hay una chica nueva que dice ser Uchiha. —Hablo el chico con determinación lo que causo un gran impacto.

¿¡Acaso otra Uchiha habría sobrevivido a este terrible accidente!? O tal vez todo esto era una simple broma de su amigo hiperactivo. El uchiha bufeo sin darle importancia comenzó a caminar con las manos en los bolsillos pose de orgullo.

Un brazo abrazo el suyo, dando le “Cariño”. Inmediatamente reacciono y miro con desprecio a quien lo abrazaba. No era más y menos que su hermana Aiko quien por extrañas razones estaba llorando, el después de ese terrible accidente no la había visto llorar.

—Aiko, ¿Por qué estas llorando? —pregunto fríamente, aun que estaba preocupado por ella y por lo que le estuviese pasando.

Ella solo lloraba en su hombro acaso alguien se atrevió a hacer la sentir mal a ella, a su adorada hermana, lo que el significaba la vida entera, estaba sufrimiento lo único que pudo hacer fue abrazar la y darle su amor que como hermano podía dar.

Otra vez… esa sensación le provino, la brisa despeino a ambos azabaches pero esa sensación no se iba era algo que no había sentido antes era… ¡¿Amor?! Si lo era y lo estaba sintiendo por su adorada hermana. Cuando la campana sonó para dar por finalizado el día el estaba curioso por saber que le había ocurrido a él.

— ¿Sasuke-kun! —Llamo su hermana a su lado caminando como era de costumbre. — ¿Tú crees que soy menos femenina?

El chico se extraño de las palabras de su hermana y negó levemente, pero al verla en ese estado de no solo curiosa si no de tristeza se estaba confiando de que ese fue el problema.

— ¿Por qué la pregunta? —insinuó el chico. Viendo como los ojos obscuros de su hermana lo miraron penetrantemente como el miraba a veces.

El silencio fue eterno no hubo respuesta solo siguieron el camino y a un una pregunta le rodaba por la cabeza. ¡¿Acaso esa chica será Sakura?! El chico se negaba ochenta y miles de veces con un “No, no puede ser debe ser otra, pero entonces ¿Quién?”.

Cuando en un momento de entrar en la casa se llevaron una gran sorpresa, arriba de la mesa había una nota que decía “Itachi”.

 

Con cada comentario me dan más ganas de seguir escribiendo, así que sigan comentando que seguiré escribiendo, pero les aviso no es una conti esperada y medio fea jejeje.

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Capitulo tres: el mensaje, la ironía y el temor.​

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El se acerco lenta mente a ella, tomo la carta y la abrió bruscamente, dejando un tajo en una parte de ella pero no le dio importancia. Detrás de él estaba su hermana curiosa mirando todo lo que él veía.

—Es de Itachi. —Asegura, mientras que tomaba la carta entre sus manos y comenzaba su lectura en voz alta.

“Hermano, se que vives aquí. ¿Te enterasteis de ese uchiha, cierto? Penza solo esto: necesitas el odio para volverte tan fuerte…”

Hizo una pausa retiñéndose a leer pero un empujón por parte de su hermana para que continuara, lo obligo a seguir así que tomo coraje, en una gran tomada de aire.

“Si acaso crees que por haber sobrevivido con Aiko, hasta este momento te vuelve muy fuerte y crees que podrás olvidar como asesine delante de ti a el clan. Me parece que estas en lo incorrecto ódiame, para que el viento te guié a donde estoy…”

Su hermana tanto como él no esperaban ello así que se dispusieron a continuar la hasta finalizarla pero un gran ruido, llamo su atención, se holló un gran estruendo en el cuarto perteneciente a ambos.

— ¿Qué fue eso? —Pregunto aterrada, guindando se al brazo de su hermano quien, solo bajo la carta y la tiro al suelo caminando hasta el cuarto, tembló un poco el valor que sintió al estar con su hermana le dio para entrar.
Abrió la puerta, dejando ver todo normal, ningún movimiento en el cuarto desde esa mañana que ambos se fueron, ella entro a revisar pero fue seguida por su hermano quien la detuvo por la mano negando le que pase.

—Sasuke, ¿Por qué no? —Pregunto en susurro ella, sintiendo como el ambiente tenso se ponía en el lugar, su hermano no era de ponerse así con ella era de protegerla y no negar le nada.

El no le dio respuesta solo la miro con esos ojos fríos, comenzando acercar se al armario, cuando estuvo frente a frente, el ruido volvió a oírse, abrió el armario y de el cayo un rubio atado.

— ¿teme? —Pregunto confundido el muchacho de azabaches cabellos.
El chico estaba atado y solo daba movimientos bruscos. Solo algo quedaba en ello estaba dentro del Sharingan, una especie de sharingan que lo estaba torturando, inmediatamente, lo desato.

—Aiko, fija te si tenemos algodón para poner le a naruto aquí. —Hace una pausa para mostrarle la herida quien ella se sorprende y corre al baño.

El resto del día se mantuvieron en el hospital con Naruto, a un que lo cuidasen, La mente del Uchiha estaba en otro lado se veía que no prestaba atención a ello. ¿¡Acaso su amor sería Ino, la chica de primer año tercera división!? No le sorprendía tanto eso era linda, pero no le gustaba el modo de ser que tenía.

El chico pensaba un resto de su mente de quien era el que no salía de su mente, la brisa que entraba por esa ventana despeinaba sus cabellos azulados dejando lo ver muy pensativo.

—Sasuke… —Llamo al chico sentando se a su lado. — ¿Estás bien?

—Sí, solo que me parece que me gusta alguien. —Susurra.

Eso la dejo en silencio a su hermana, lo que ella desvío su mirada hacía la ventana, sin mostrar sus bellos ojos oscuros inundados de lagrimas azuladas como el mar. Hizo la fuerte y pudo aponer eso era obvio ellos eran hermanos como pensaría en al menos aparecer en su lista.

—Pero no sé quién es. —Hablaba con franqueza su hermano pero a la vez frío y con la mirada fija en un punto ciego sin notar que su hermana sufría en silencio.

La hermana asintió como si lo que dijera lo estuviese oyendo y se paro, para poder dejar ver a una chica arrepentida de algo, su hermano no lo noto ya que sus lagrimas eran ocultas por sus cabellos.

—Que mensaje tan raro. —Hizo su entrada un hombre alto de cabellos blancos un tanto perlados, enmascarada estaba su rostro pero dejaba ver un ojo que leía un mensaje en su anotador.

Sasuke lo mira a su Sensei, para pararse y acercarse a él se sorprende al leer un poco de aquel mensaje que decía que los akatsukis habían atacado la aldea al menos dos de ellos.

—Sensei… los akatsukis… ¿Atacaron? —Pregunto entre cortado el uchiha confundido, acaso su hermano había escapado de la aldea matando al clan ¿para llegar ahí?

El silencio en la sala, para él se hizo único a un que Kakashi hablase el no lo oía, la única que recepción el mensaje fue aiko que se ocultaba detrás de la puerta.

Luego de tal agotador día, y tener tanta suerte de que no habrían clases ambos uchihas estaban sentados en la mesa de su sala ambos mirando se fijamente como queriendo hablar telepáticamente.

—Entonces… ¿Quién te gusta? —pregunto en claro ella, mientras que ocultaba sus simples celos, y su tristeza de su hermano.

—No lo sé. —respondió. —Pero, ¿A ti te gusta alguien?

El chico tenía la mirada fija en por debajo de la mesa, que ocultaba entre sus manos. La chica negó y agrego en sus palabras.
—Sasuke-oni-san… ¿Qué ocultas ahí? —Pregunto notablemente celosa y algo confundida, se enderezo un poco en el asiento e intento ver lo pero todo fue en vano nada vio.

El chico estira su mano, y toma la de ella, mirando la fijamente a los ojos, saca su otra mano dando le una rosa rojo intenso como aquel fuego que arde hasta quemar esas llamas del amor.

—Lo compre hoy para ti… una flor para otra flor… —Hablo él, aun que intento hacerlo parecer lo más hermanal posible mucho no le funciono, en lo que ella…

 

Perdón por tardarme la vida pero… no me venía la inspiración, bueno aquí la tienen.

Capitulo 4: El sueño​

Esa noche prejuiciosa de prejuicios llenos de líos y de largos garabatos en su mente, se encontraba tras todos los problemas la imagen de una no niña una adolescente sonriendo de una forma tan pacifica tan hermosa y cálida… que le daba tranquilidad a su simple mente.

Durmió sintiendo los brazos extendidos de su hermana rodearlo con un cómodo y reconfortante abrazo que lo hacía soñar despierto, lentamente quedo soñando con ella…

Se veía a una chica abrazando le el pecho a este azabache, ambos sentados en un parque hermoso y tranquilo. Se podían ver niños jugando, pájaros cantando y una linda brisa que movía lentamente los cabellos de ambos, susodichos.

Bajo un árbol de cerezos florecidos, se encontraban hablando se podía ver la dulce cálida sonrisa de ella dibujarse por cada palabra, era como un cuento de hadas.

Acaricio su cabello lentamente, haciendo el sentir único y especial tanto como él la sentía a ella en su interior. De un momento a otro, acercaron sus rostros, unieron sus labios en un profundo y tierno acto que ambos hermanos siguieron al mismo compa que la suave brisa.

Él la rodeo con sus brazos, colocando los lentamente sobre su cintura, ella lo abrazo por su cuello, enredando lentamente cada cabello del chico en sus dedos, con sus ojos mutuamente cerrados, se besaban con ternura y pasión reflejada en la necesidad de ambos.

Era todo perfecto, se podía sentir como la respiración de ambos chocaba y se agitaban. Separados mirando se a los ojos el susurro con los ojos abiertos a ella quien los tenía cerrados.

—Te amo, hermana. —Hablo él con esa dulzura que había ocultado de la demás personas ella sonrío y una lágrima bajo por su mejilla siendo parada calculadoramente por la mano de su hermano mayor por un año.

Ambos volvieron a unir sus labios en otro tierno acto de amor, pero esta vez con un toque más de romance y pasión.

Cuando el aire se hizo presente en las necesidades de ambos, interrumpieron ese lazo que los unía dejando ver a ambos con deseos de continuar.

—Yo también te amo. —Susurro ella abriendo sus ojos, mirando se con ternura explicita acariciando se mutuamente el cabello y sintiendo lo mismo.

Ambos volvieron a unir sus labios esta vez de forma descontrolada, cuando sasuke se separo ella estaba sonriendo y abrió sus ojos y con sus ojos aguados susurro.

—Despierta… despierta Sasuke. —Hablo ella, dejando lo incrédulo. —Vamos llegaremos tarde.

El chico sorprendido e incrédulo pestañeo varias veces. Al abrir sus ojos vio a su hermana hamaqueando lo.

—Vamos vago, despierta llegaremos tarde a la secundaria. —Hablo ella hamaqueando lo, al verlo despertar sonrío. —Hasta por fin, vamos cámbiate.

Se paro, indicando le la ropa que no eran más que un jean negro azulado, una camisa blanca y unos zapatos negros.

Suspiro vagamente viendo a su hermana irse, se paro acercando se a la silla donde estaba la ropa, se quito la camisa y los pantalones de forma fría con su mismo carácter, estaba pensativo en su sueño.

¡Qué hermoso sueño! Era lo que le recorría la mente, de un momento a otro el chico en bóxers no noto que su hermana abrió la puerta y se puso roja al verlo, el volteo y al verla se sonrojo.

—Salí no me cambie. —Dijo intentando parecer sereno tapando se, ocultando se con la puerta del armario.

—Gomene… —Chillo ella saliendo rápido, que hasta se olvido de cerrar la puerta, estaba roja, lo único que se le ocurrió fue esconder se en el baño intentando disimular su nerviosismo.

Pasando cinco minutos el chico salió vestido al comedor, buscando a su hermana, toco la puerta del baño pero no hubo respuesta.

— ¿Aiko? —pregunto el por toda la casa pero no hubo respuesta, lo único que se le ocurrió se fue por que llegarían tarde.

Suspiro y tomo su mochila pero se sorprendió al ver la de su hermana alado, de seguro a un estaba en la casa y él sabía dónde, camino con la mochila de su hermana hasta el jardín. Hasta unos árboles a los cuales estaban entre cruzados en la copa de ellos, con unas hermosas flores.

Ahí la vio a su hermana sentada en una banca admirando la piscina donde veía a un pajarito cerca de allí que estaba intentando sacar de la pileta una ramita.

—Aiko, llegamos tarde, vamos. —susurro él, se le acerco y le toco el hombro a ella, quien lenta mente se volteo mirando se mutuamente a los ojos, él recordó su sueño y se ruborizo.

—Si… vamos. —Hablo ella con su serenidad se paro y quedaron enfrentados, parados uno delante del otro quedaron en silencio incomodo.

La suave brisa de la primavera les movía los cabellos, se quedaron completamente callados, el soltó su mochila y la de ella, llevo una mano a la mejilla de ella y la acaricio, lentamente la dirigió a el mentón acercando lo a sus labios… proporcionando le un suave beso en sus labios.

 

Bueno, ya estoy, tengo tres fans? Bueno genial ahora les dejo su continuación.

Capitulo cinco: Nuestro deseo. (Relatado por Aiko)​

Mirando la pileta hace un momento, y ahora cumpliendo mi más imposible capricho, sueño y deseo besar a mi hermano, aquel al que ame en secreto hoy me lo está presentando, siento su mano en mi cabello, si fuera otra persona lo hubiera sacado pero es el, al que siempre ame.

Por mala que suene, me separo para verlo impresionada el solo me mira, me acaricia la mejilla. Por horrible que es me voltee quitando la mano de el de mi rostro, sé que me quiso detener por que siento su mano en mi brazo, pero no voltee.

Salí corriendo del lugar como si no hubiera un mañana, entre a la casa corriendo, se que lo lastime por que el no volteo a verme solo se quedo ahí en el jardín. Yo me escondí en el cuarto con la excusa de que enferme y no quería contagiarlo.

Solo lo escuche entrar en la casa, prácticamente se escuchaba los fuertes pasos que el daba, subió hasta la puerta del cuarto, pero en vez de abrirla y entrar, se sentó tras ella.

Llore si lo hice, con la cabeza escondida en la almohada, el lloro si lo hizo lo escuchaba lamentar se por lo bajo y pedirme perdón en murmuro. Pero ustedes pensaran que soy la mala por no salir.

Pero es que somos hermanos y no sabía cómo tomar esto, así que solo corrí puedo recordar que en ese momento antes de salir corriendo a sasuke le negué lo que habíamos hecho.

Se abrió la puerta, pero seguí inmóvil no quería verlo no por no volver lo a ver jamás, si no porque estaba confundida, si lo amaba lo sabía pero no podía aceptarlo.

Una mano recorrió mi espalda, y acaricio mis cabellos lentamente, pude distinguir que era la de el por qué solo él tiene una marca en su mano.

Me acaricio un rato la espalda, pero luego me tomo del brazo, le dirijo la mirada, el me atrae por el brazo hasta recostar me en su pecho y me abrazo con sus fuertes brazos.

No dude en responder ese abrazo y acomodar mis brazos en su cuello, él se acerco a mi oído y me acaricio el cabello pero llegue a oír unas palabras.

—Cuando me preguntasteis, quien me gustaba… no respondí por qué debía sacar me la duda y lo hice, tú me gustas hermana. —Hablo con esa frialdad.

Hice un silencio, sentí como mis lágrimas bajaban por mis mejillas detenidas por su mano, me separo de él y se me acerco a los labios.

—Detente… esto está mal, hermano. —Hable a un que me doliera lo que decía.

El me empujo enojado en la cama, haciendo me caer, en un extraño y repentino movimiento me acorralo en la cama con sus brazos y grito de forma desesperada.

—No me importa, ¡No me importa que seas mi hermana, carajo! —Grito, era la primera vez que lo oía así, me beso de una forma salvaje, a la que no me pude resistir y correspondí el beso.

Me abrazo y lo abrace, seguimos besando nos un tiempo que fue puro salvajismo por ambas partes, me separe al sentir la falta de aire el estaba mas calmado, pero al mi respiración volver a estar normal me volvió a besar de la misma manera.

Así fue cada minuto todo era tan repentino, nos amábamos siendo hermanos, cuando nos separamos por quintana vez le susurre.

— ¿esto está mal? —pregunte con mi voz quebrada.
El chico asintió y me abrazo de una forma posesiva.

— ¿entonces porque lo hacemos? —Cuestione con mis ojos aguados.

—Por qué prefiero morir en el infierno que perder el único amor de mi vida. —Hablo él con tanta precisión que yo no pude sentir como la sangre subió a mis mejillas y estas enrojecieron.

Él sonrío y me volvió a besar, esta vez fue un beso más dulce y romántico, pero al que respondí temerosa, toda la tarde besando nos amándonos, hasta la noche.

En donde paramos y nos distanciamos, pero antes de que yo me pudiese ir a preparar la comida el me detuvo con su brazo y me susurro al oído.

—Espera… —Me abrazo por la cintura, por la parte de atrás y volvió a hablar. — Quiero que seas mi novia…

Me quede impactada eso no lo esperaba, menos de él siendo mi hermano, todas las palabras se me amontonaron, todas juntas ni una pude dejar escapar.