Long-fic Miku en el país de las maravillas

Y llegamos al ultimo capitulo, les agradezco todo el apoyo y los concejos para poder mejorar esta historia. Y finalmente les digo "muchas gracias por todo y espero que lo disfruten"

Capitulo 8: La solución, ¿el fin del sueño o el comienzo?


Nuestros queridos aventureros estuvieron flotando durante un instante en una dimensión llena de colores brillantes con un montón de objetos curiosos, había relojes, peluches, teteras, dulces, cartas y un montón de cosas más. Los jóvenes no tuvieron mucho tiempo para observar el lugar ya que en un instante el espacio en el que se encontraban se esfumo y ellos cayeron en un abismo negro. Primero se estrello contra el suelo Len, luego Rin, después Gakupo y al final Gumi. Miku fue salvada de caer al piso por el Caballero que la agarro con sus brazos.


—¿Estas bien?—pregunto Kaito mientras la veía.


—Si, muchas…gracias…joven…Ka…Kaito—la joven tartamudeaba mientras se sonrojaba por la cercanía del joven.

—Eso si que fue doloroso ¿estas bien Gumi?—pregunto Gakupo aun encima de los felinos.

—Si, estoy bien, por suerte aterrice encima de ustedes y no me hice mucho daño—Gumi sonrío mientras estaba sentada arriba de la montaña de jóvenes aplastados.

—¡Ya dejen de hablar par de locos y quítense de encima mío!—La felina Cheshire apenas podía gritar, gracias al peso de los hermanos.

—Estoy… de… acuerdo… con Rin, ¿podrían…levantarse por favor? Es que me esta…costando…respi…rar—el joven rubio estaba apunto de desmayarse por la falta de oxigeno en sus pulmones.

Al notar el sufrimiento del minino el grupo se levanto rápidamente Rin empezó a gritar y golpear los pulmones de Len tratando de revivirlo. Después de unos minutos de eso, el pobre Cheshire se pudo recuperar con un extraño dolor en su pecho. Al terminar ese episodio, los habitantes del País de las Maravillas y su querida compañera se fijaron en su entorno. Estaban en la entrada de lo que parecía ser un pueblo, pero era bastante fantasmagórico, las casas eran antiguas y estaban muy desgastadas, las calles estaban hechas de tierra y el cielo era un enorme abismo negro, aunque lo más curioso era que todas las cosas que estaban alrededor del grupo eran de un extraño color blanco pálido igual a la luna.

—¿Este es el interior del Caldero Negro Joven Kaito?, yo me esperaba algo más terrorífico—Miku miraba todo lo que estaba alrededor suyo con mucha curiosidad y con algo de desilusión.

—Si, este es el temible Caldero Negro, yo también me sorprendí la primera vez que lo vi, aunque ahora que ya estoy acostumbrado puedo entender la razón del paisaje. Este lugar es en donde habitan las personas que han fallecido, cuando piensas en eso crees que es un lugar lleno de demonios y de seres espeluznantes pero la verdad es que esto no es un infierno, al contrario, es como una parte más del País de las Maravillas, es como un lugar cualquiera que es habitado por personas comunes y corrientes, aquí hay espíritus buenos y malos, es como el mundo de los vivos salvo que aquí no hay peligro, las personas pueden vivir tranquilamente por siempre, este es el lugar de su descanso eterno. Cuando los familiares de la gente que habitan aquí que permanecen vivos mueran, podrán reencontrarse y no tener que preocuparse de separarse de nuevo, en mi opinión, este es el lugar al que toda ser vivo anhela llegar.

—Que sentimientos más profundos tiene joven Kaito—lo miraba con admiración por los profundos pensamientos que tenia, ella podía sentir que él amaba ese lugar con todo su corazón.

—¿De enserio Alicia? Yo solo estaba diciendo mi opinión, tu también debes pensar de una manera parecida respecto a algo que te agrada, yo pienso que todos tenemos pensamientos muy detallistas sobre todas las cosas que nos gustan—Sonrió mientras la miraba.

—¡Oye caballero débil, deja de estar hablando y dinos el camino que hay que tomar para llegar a ese tal anciano inteligente que nos dijiste!—Rin estaba gritando mientras Len trataba de que se calmara un poco.

El Caballero Negro y Alicia se acercaron a ellos, y Kaito comenzó a guiarlos por el camino que debían tomar, a medida que avanzaban, se daban cuenta de lo querido que era el joven peliazul en aquel lugar, los espíritus de algunos ancianos lo saludaban amablemente cuando lo veían pasar, las mujeres y los hombres jóvenes le pedían uno que otro favor y los niños le pedían que jugara con ellos. Todos los que vivían en ese pueblo mostraban un gran respeto hacia su guardián. Miku se sentía muy a gusto en ese lugar, de cierta forma le recordaba a su pueblo, desde que habían llegado a ese lugar le llegaban un montón de imágenes sobre el lugar en donde ella vivía antes de llegar a ese mundo. Imágenes en donde se mostraba a sus amigos contándole bromas o invitándola a jugar a algún lugar, imágenes del bosque que se encontraba cerca de su pueblo, en donde habitaban un montón de animales con los cuales ella se llevaba muy bien y siempre entendía lo que le querían decir, y una imagen algo confusa de su casa, en donde estaban su padre, su madre y ella, estaban cenando y su padre estaba contando algunos chistes y anécdotas sobre cuando era joven, su madre se reía y a la vez lo retaba por estar contando algunas cosas de forma diferente a lo que ocurrió realmente, y ella los veía con una sonrisa en su cara diciéndoles que eran los mejores padres del mundo.

—Alicia ¿te sientes bien? Te veo algo triste, acaso estas recordando algo de tu pasado, si algo te molesta por favor dime. —Len la observaba algo preocupado.

La joven estaba apunto de contestar cuando Kaito anuncio que ya habían llegado. Al frente del grupo se encontraba una pequeña casa destartalada sin pintar, con las maderas sueltas y con el techo apunto de caerse, los jóvenes no podían creer que la persona sabia que les había dicho el caballero viviera en un lugar tan...descuidado.

El joven guardián del inframundo les dijo que no era necesario llamar y que podían entrar tranquilamente, así lo hicieron y vieron que todo lo que contenía la casa era stands llenos de libros y un sillón junto a una mesa en la que se hallaba un libro bastante gordo con una tapa escrita con letras doradas. Parecía que no había nadie en la casa y ya estaban a punto de irse y preguntar a los espíritus si habían visto irse al habitante de la casa cuando derrepente oyeron una especie de voz profunda y clara que se le hizo familiar a Miku, en sus mentes.

—Veo que finalmente has podido llegar a mi pequeña, y todo gracias a la ayuda de mi querido compañero Kaito, realmente hiciste un buen trabajo mi viejo amigo—todos observaron al Caballero Negro, el cual veía a Alicia con algo de culpabilidad.

—No fue nada Kashi, sabes que puedes contar conmigo en lo que seas, pero no tienes que decir esas cosas, yo obtuve la bella recompensa de haber conocido a la joven Alicia—Kaito la miraba con una sonrisa amable y considerada.

—¿Conocerla?¿a que te refieres Kaito?¿acaso tu y ese sujeto planearon todo esto?¿acaso causaron apropósito que Alicia viniera aquí y nos conociera a todos?¡contesta!—Len estaba enojado, se sentía frustrado por no poder comprender la situación en la que se encontraba.
—Es verdad, exigimos una explicación, ¿qué esta sucediendo aquí joven? Explícalo rápido, ya casi es la hora del té y no quiero retrasarme, apuesto de que mi querida hermana piensa lo mismo—Gakupo miro a Gumi que asintió dándole la razón, ella quería comer sus dulces.

—Esta bien, yo les explicare todo—la voz del tal Kashi empezó a explicar—Hubo una vez una pequeña niña solitaria que no tenia a nadie a su lado, su familia la había abandonado y nadie la quería porque decían que estaba maldita, esa niña decidió crear un mundo en donde la quisieran, un mundo de fantasía en donde todo seria posible, un mundo en donde podría vivir felizmente sin ningún problema, así es como nació el País de las Maravillas, un lugar que existía en la mente de los niños y jóvenes que querían soñar y ser capaces de hacer cosas que en el mundo normal no harían, pero todas las cosas buenas tienen su precio, y este lugar no era la excepción. Todo aquel que se aventurara en este lugar poco a poco olvidaría quien era, sus recuerdos serian borrados y no seria capaz de volver al mundo real nunca más. Cuando la reina Meiko tomo el poder, ella decidió que eso siguiera siendo así, pero que si cualquier ser recordara su verdadera identidad y sus recuerdos volvieran, ese ser podría volver a su propio mundo. Esta joven a la que llaman Alicia estaba muy aburrida en su hogar, por eso le ofrecí traerla aquí, esa es la razón por la que ella se encuentra entre nosotros.

—Entonces….¿si Alicia recupera sus recuerdos….podrá volver a su mundo?—pregunto la Cheshire harta de que hicieran la explicación tan larga y que no vayan directo al grano.

—Exacto, si la pequeña joven a la que llaman Alicia recupera sus recuerdos o al menos su nombre, con gusto yo la enviare de regreso a su mundo.—Todos se alegraron al escuchar eso.

—Pero…¿Cómo vamos a hacer que vuelva a saber su nombre si ni siquiera sabemos con que letra empieza?—Len, sin intención alguna, les hecho un balde de agua fría a todos, y el agua se llevo su felicidad.

—Yo los ayudare con unas pistas que tiene que ver con su nombre y su apellido—el joven Kaito les quiso dar una mano, ya que se sentía algo culpable por la llegada de Alicia a ese mundo—Tu apellido es primero, y después es sonido y tu nombre es futuro, más que esas pistas no les puedo dar, son fáciles, solo tienen que pensar un poco.

El grupo se mantuvo en silencio durante un buen rato, no entendían las pistas que le había dado el caballero. Estuvieron dando vuelta las palabras haber si tenían algún significado oculto, pero no hallaron nada. Ya se estaban empezando a desesperar cuando derrepente a la joven Miku le vino un recuerdo a la cabeza y supo la respuesta.

—Mi apellido significaba primero, “hatsu” y terminaba con sonido, “ne”. Hatsune, ese es mi apellido. Mis padres querían que tuviera un gran futuro, tenían muchas esperanzas en mí y siempre creían que seria una persona muy importante, por eso mi nombre es…Miku, que significa futuro. Yo soy… Hatsune Miku—su vida pasó através de sus ojos, sus amigos, sus padres, su pueblo, sus mascotas. Recordó el día en que era su cumple años y sus amigos no estaban por ninguna parte, ella decidió sentarse bajo un árbol para mirar las flores, entonces deseo que hubiera algo interesante que hacer, así conoció a Kashi y así termino en ese lugar de locos, lleno de aventuras y de amigos, así llego al “País de las Maravillas”.Y tal como llego se estaba yendo, la casa estaba siendo cubierta poco a poco por un manto negro, las voces de los compañeros que la habían acompañado durante todo ese tiempo se escuchaban lejanas, la que más se oía era la de Kashi.

—Bien hecho pequeña, como prometí te llevare de regreso a tu mundo, tal vez para ti sea bueno, o tal vez malo, todo depende de cómo te sentiste al pasar tu tiempo aquí, aprovecha estos últimos instantes para despedirte de todos.—Miku oyó las voces de todos sus amigos.

—Extranjera…quiero decir Alicia…quiero decir Miku, realmente no me agradabas mucho pero ahora puedo decir que te convertiste en una hermana mayor para mi, no soy buena con las despedidas…solo te puedo decir que si vuelves alguna vez prometo que juntas le haremos una broma a mi hermano—la sonrisa gatuna de Rin demostraba que estaba feliz, pero las pequeñas lagrimas en sus ojos demostraban todo lo contrario.

—Alicia…digo Miku, quiero decirte que…pienso lo mismo que mi hermana, ¡no lo de que eres molesta! Me agradaste desde la primera vez que te vi…pienso en ti como una hermana mayor agradable y bondadosa que haría cualquier cosa con tal de ver una sonrisa en el rostro de las personas, espero que algún día nos volvamos a ver. —Len estaba llorando mientras le secaba las lágrimas a su otra mitad.

—Mi querido ángel…yo…no se como aliviare la enorme pena que hay en mi alma, seguramente las horas del té ya no serán lo mismo, estoy seguro que Luka pensara lo mismo, yo le diré adiós de tu parte. Espero que algún día vuelvas volando a mis brazos, mi hermoso ángel—a Gakupo se le saltaban las lágrimas y hacia gestos exagerados con cada palabra que decía.

—Miku, cuando nos volvamos a ver me encargare de que Kaito nos prepare un montón de sus tortas para que comamos hasta quedarnos totalmente satisfechas y después le pediremos a mi hermano que nos prepare un delicioso té. Espero que ese día llegue pronto—Gumi sonreía muy confiada de que eso sucedería. Mientras su hermano seguía llorando y ella lo estaba consolando ofreciéndole dulces.

—Miku…lo siento por decir que no sabía lo que te pasaba, Kashi dijo que tenías que descubrirlo por ti misma, desde un principio me opuse. Si algún día te vuelvo a ver, te are un enorme festín y te protegeré por toda la eternidad—el joven Kaito causo el ultimo sonrojo de Miku en aquel lugar.

Después de que todos se despidieran de ella, todo se volvió negro y Miku empezó a sentirse muy triste por tener que separarse de sus amigos. La voz de Kashi se volvió a escuchar por todo el inmenso vacío.

—No te sientas tristes pequeña, ya veras que los volverás a ver más rápido de lo que esperas—eso fue lo ultimo que escucho Miku antes de irse de ese lugar maravilloso en el que había vivido un montón de aventuras.


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—Miku…¡Miku!¡Miku despierta!—dos voces familiares sonaron al unísono, empujándola suavemente.


—Chicos, no la muevan…recuerden que debemos tratar bien a mi ángel, hoy es un día muy especial para ella—otra voz familiar se escucho.

—Mi hermano tiene razón, dejen a Miku en paz, aunque yo ya quiero comerme la torta…—una jovencita que ella conocía se oía algo triste.


—¡Ya me hartaron!¡quiero beber un poco y no podré hacerlo hasta que esta niña se despierte! así que…¡tú!¡¿no se supone que ella es tu novia?!¡Despiértala ahora mismo!—una voz más madura que las otra se dejo oír.

—Deberíamos...preo...preocuparnos más por ella...que por co...cosas como esas...—tartamudeo un joven medio replicando y medio avergonzado. Las demás voces le contestaron con un unísono y sarcástico “si…claro, solo ignóranos”.

En ese momento Miku comenzó a abrir lentamente sus ojos, cuando finalmente los abrió completamente pudo observar a sus amigos del mundo real, quienes eran las copias exactas de sus compañeros de viaje del País de las Maravillas. Aunque, por supuesto, los gemelos Rin y Len no tenían orejas ni colas de felinos, Gumi debes en cuando se disfrazaba de conejo, pero eso era porque era su animal preferido, Gakupo era el hermano mayor de Gumi, y siempre decía que algún día seria un actor de musicales con una gran fama, y le decía a Miku ángel porque para una obra escolar la vio vestida de uno. Luka era la más pacifica, o la más neutra en algunas peleas, ya que nunca le daba apoyo a nadie y no hacia ni el más leve movimiento para detenerlos, pero aún así era muy agradable, Meiko era como una hermana mayor para todos, sus bromas cuando estaba ebria los hacia reír a todos y cuando estaba tranquila siempre se preocupaba por ello y hacia lo posible por ayudarlos. Y Kaito…era muy especial para Miku, era su mejor amigo, siempre la ayudaba en momentos tristes y alegres, era el primero que la saludaba en todos sus cumple años, menos en el de ese año…


—Chicos…¿Qué están haciendo aquí?, los he estado a buscando durante toda la tarde pero no los encontré, creí que se habían olvidado de mi cumple años y se habían ido sin avisarme.—La joven Miku se fue incorporando poco a poco, mientras una mirada triste se podía observar en su rostro.

—¿Realmente nos crees capaces de eso Miku? somos tus amigos, nunca haríamos algo como eso, en especial el tonto de Kaito que esta más sonrojado que un tomate. —A los gemelos les encantaba fastidiar al joven peliazul, al igual que todos los del grupo excepto Miku, se aprovechaban de la nobleza del joven.

—Bueno, no los creí capaces de eso, es solo que me sentía muy sola y no tenia a nadie a mi lado.

—Perdónanos mi querido ángel, fuimos demasiados crueles, pero realmente yo no quise lastimarte, fue ese desalmado de Kaito quien propuso esta idea—Gakupo empezó a abrazar, más bien a asfixiar a la joven.

—Ya déjala hermano, si la matas el día de su cumple años será mucho peor.—Gumi logro despegar a su hermano del cuerpo de Miku.

—Vaya, se ve que se están divirtiendo—Luka observaba desde lejos, mientras tomaba tranquilamente su té. A su lado se encontraba Meiko, que ya estaba bebiendo a grandes cantidades su bebida favorita.
—Miku…—comenzó Kaito causando que la nombrada lo mirara, todos estaban distraídos intentando que Meiko parara de tomar tanto. —… esto no salio como lo planeaba, pensaba hacerte una fiesta sorpresa entre todos, pero al encontrarte dormida… todo se descontrolo un poco, lo siento.—Parecía estar muy avergonzado, pero la apena que sentía se convirtió en asombro cuando comenzó a escuchar risas contenidas de su amiga, segundos después la confusión fue mayor y estaba mezclada de asombro al ver como Miku estaba carcajeándose en el piso y con lagrimas en los ojos. Todos los demás se acercaron a ver que estaba sucediendo.

—Lo…siento…Kai…Kaito, lo…que pasa es que…me dio…gracia que…ustedes se habían…olvidado de mi…y en realidad…estaban haciéndome todo esto, realmente perdón.—La joven ojiazul era interrumpida frecuente mientras hablaba por sus carcajadas.

Muy pronto, todos se contagiaron de su risa y empezaron a sonreír y carcajearse con todas sus fuerzas. Después de pasara ese buen momento, todo y todos quedaron en silencio, el cual, el par de gemelos se encargaron de romperlo,


—Tenemos una duda, cuando estabas dormida…—comenzó Rin.

—…hablabas bastante, y decías cosas sin sentido…—siguió Len.


—…¿Qué es lo que soñaste?—Terminaron al unísono.

Todas las miradas estaban concentradas en Miku, ellos también tenían curiosidad por saber que había soñado la joven. Ella acepto contárselos y todos se acomodaron para escuchar, Rin y Len se colocaron uno al lado del otro, Luka puso un mantel en el suelo cerca de ellos, con una taza de té y algunos sándwiches, Meiko se sentó con Luka, y empezó a beber otra vez, Gakupo y Gumi también se sentaron en el mantel, para poder beber té y comer golosinas mientras escuchaban la historia, y Kaito se coloco al lado de Miku, aunque ambos estaban sonrojados y avergonzados.

—Bueno, verán…yo soñé que estaba muy aburrida y quería hacer algo divertido, entonces todo comenzó a teñirse de negro y…—así comenzó Miku a contarles a sus amigos el estupendo sueño que tuvo, lleno de aventuras, y emoción, en donde había sido trasportada a un lugar en el cual encontró amigos estupendos, un lugar en donde todo era maravilloso y en donde todo podía suceder, y el cual existía en la mente de todo aquel que quisiera olvidarse un rato de todo y soñar tranquilamente. Un lugar llamado el “País de las Maravillas” ¿acaso tú lo conoces?.

¿FIN?​