Mi querido diario

Re: Mi querido diario

ola a todos, espero q esten muuuuy bn. Bueno aca les dejo este capi... o por lo menos la primera parte. X es que como q me salio demasiado largo el capitulo original y mejor lo pongo por partes... solo no me maten, en la prox si habra romance y un poco de comedia y bueno...

creo q si sera un sasusaku o quizas un sasosaku aun no me decido... jajaja no ya me decidi pero no les voy a decir... X)P y se preguntaran q tiene q ver sasori??? bueno esperen y veran..

Capi n 06: Las apuestas y los sentimientos confusos​

(Primera parte)​

Diario Sasuke

Este ha sido un día totalmente loco. Nunca pensé que me pasaría algo por el estilo… Primero le tengo que hacer de rescatista con Sakura como un millón de veces seguidas. Y no sé cómo terminé colocándole el vestido a una Sakura inconsciente, y luego darle respiración de boca a boca para que no se muera o le pase algo.

Pero a mí si me pasó algo… EL MOMENTO MÁS INCÓMODO DE TODA MI VIDA, y un molesto y estúpido calorcillo que se apoderó de mi rostro.

En verdad, en verdad… no me imaginé que iba a pasar algo así. Juro por lo más sagrado que no fue mi intención de que ESO pasara. Y… pues… digamos que Sakura ha crecido bastante y… maldición… Itachi tiene razón soy un pervertido.

No, eso no es cierto, no soy tal cosa. Pero aún la cara me quemaba como si se estuviera incendiando, así que decidía darme una ducha… Y cuando estaba en la número 18 (!!) escuché muchos ruidos provenientes de mi habitación, como de cosas que se estuvieran rompiendo; pero era tal el ruido que pensé que nos estaban atacando con misiles y bombas. Salí lo más rápido posible y lo único que vi fue a Sakura con pintura blanca encima, rompiendo todo y gritando osas como que odiaba al mundo y que ese era el peor día de su vida.

Cuando notó mi presencia, hasta la blanca pintura que tenía encima se tornó de un tono rojo sangre. Y luego lo único que ella dijo fue que se equivocó de cuarto y que iba a pagar cualquier daño causado y se fue, pero lo dijo tan rápido que apenas le entendí algo. Su reacción me sacó de onda, no supe que pensar. Fue entonces que sentí el viento proveniente de la ventana abierta y entendía el por qué de su reacción.

Sólo intenté desviar la pena que me invadió en ese momento. Un momento ¿desde cuando yo, Sasuke Uchiha, me siento apenado? Desde que Sakura me vio así sin duda. Bueno, supongo que ya estamos a mano.

Sábado 14 de Enero

Bueno, después de un sábado más calmado que el día de ayer, y de no haber visto a Sakura en todo el día – ya que según mis fuentes ayer comió un hot dog en mal estado y le cayó pésimo – fui a comer un bocadillo a eso de las 10 de la noche.


Como estaba prácticamente solo en mi casa, por que mis padres y mi querido hermano se fueron a la boda de Pein y Konan, y como yo estoy castigado pues “lamentablemente” me tengo que perder la misa… y la ceremonia… y que todas las mujeres de la fiesta se me abalancen.

En fin, bajé a la cocina sin prender las luces porque simplemente me aburrió prenderlas. En eso escucho un vocecita femenina en la oscuridad que al parecer estaba tanteando el lugar con la esperanza de no tropezarse con algo. Me mantuve en silencio con la esperanza de darle un buen susto, algo mínimo con lo que me hizo pasar ayer.

-Mesa… microondas… - comenzó a decir mientras avanzaba a tientas

-¿Qué es esto está duro… y suavecito y…? –

-¿Podrías dejar de manosearme, pervertida? – La tomé de las muñecas evitando que siguiera con su acoso. Claro que no me esperaba un grito que casi me dejó sordo. Si, quería asustarla… ¡PERO NO COMO PARA PERDER EL OÍDO! Prendí la luz y ella se dio cuenta de todo. Como que se sonrojó por el tremendo grito que dio.

-Go-gomen, Sasuke-kun – me dijo y continuó - ¿podrías soltar mi mano, por favor?

 

Re: Mi querido diario

ola a todos, espero q esten muuuuy bn. Bueno aca les dejo este capi... o por lo menos la primera parte. X es que como q me salio demasiado largo el capitulo original y mejor lo pongo por partes... solo no me maten, en la prox si habra romance y un poco de comedia y bueno...

creo q si sera un sasusaku o quizas un sasosaku aun no me decido... jajaja no ya me decidi pero no les voy a decir... X)P y se preguntaran q tiene q ver sasori??? bueno esperen y veran..

Capi n 06: Las apuestas y los sentimientos confusos​

(Primera parte)​

Diario Sasuke

Este ha sido un día totalmente loco. Nunca pensé que me pasaría algo por el estilo… Primero le tengo que hacer de rescatista con Sakura como un millón de veces seguidas. Y no sé cómo terminé colocándole el vestido a una Sakura inconsciente, y luego darle respiración de boca a boca para que no se muera o le pase algo.

Pero a mí si me pasó algo… EL MOMENTO MÁS INCÓMODO DE TODA MI VIDA, y un molesto y estúpido calorcillo que se apoderó de mi rostro.

En verdad, en verdad… no me imaginé que iba a pasar algo así. Juro por lo más sagrado que no fue mi intención de que ESO pasara. Y… pues… digamos que Sakura ha crecido bastante y… maldición… Itachi tiene razón soy un pervertido.

No, eso no es cierto, no soy tal cosa. Pero aún la cara me quemaba como si se estuviera incendiando, así que decidía darme una ducha… Y cuando estaba en la número 18 (!!) escuché muchos ruidos provenientes de mi habitación, como de cosas que se estuvieran rompiendo; pero era tal el ruido que pensé que nos estaban atacando con misiles y bombas. Salí lo más rápido posible y lo único que vi fue a Sakura con pintura blanca encima, rompiendo todo y gritando osas como que odiaba al mundo y que ese era el peor día de su vida.

Cuando notó mi presencia, hasta la blanca pintura que tenía encima se tornó de un tono rojo sangre. Y luego lo único que ella dijo fue que se equivocó de cuarto y que iba a pagar cualquier daño causado y se fue, pero lo dijo tan rápido que apenas le entendí algo. Su reacción me sacó de onda, no supe que pensar. Fue entonces que sentí el viento proveniente de la ventana abierta y entendía el por qué de su reacción.

Sólo intenté desviar la pena que me invadió en ese momento. Un momento ¿desde cuando yo, Sasuke Uchiha, me siento apenado? Desde que Sakura me vio así sin duda. Bueno, supongo que ya estamos a mano.

Sábado 14 de Enero

Bueno, después de un sábado más calmado que el día de ayer, y de no haber visto a Sakura en todo el día – ya que según mis fuentes ayer comió un hot dog en mal estado y le cayó pésimo – fui a comer un bocadillo a eso de las 10 de la noche.


Como estaba prácticamente solo en mi casa, por que mis padres y mi querido hermano se fueron a la boda de Pein y Konan, y como yo estoy castigado pues “lamentablemente” me tengo que perder la misa… y la ceremonia… y que todas las mujeres de la fiesta se me abalancen.

En fin, bajé a la cocina sin prender las luces porque simplemente me aburrió prenderlas. En eso escucho un vocecita femenina en la oscuridad que al parecer estaba tanteando el lugar con la esperanza de no tropezarse con algo. Me mantuve en silencio con la esperanza de darle un buen susto, algo mínimo con lo que me hizo pasar ayer.

-Mesa… microondas… - comenzó a decir mientras avanzaba a tientas

-¿Qué es esto está duro… y suavecito y…? –

-¿Podrías dejar de manosearme, pervertida? – La tomé de las muñecas evitando que siguiera con su acoso. Claro que no me esperaba un grito que casi me dejó sordo. Si, quería asustarla… ¡PERO NO COMO PARA PERDER EL OÍDO! Prendí la luz y ella se dio cuenta de todo. Como que se sonrojó por el tremendo grito que dio.

-Go-gomen, Sasuke-kun – me dijo y continuó - ¿podrías soltar mi mano, por favor?

 

Re: Mi querido diario

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Capi n 06: Las apuestas y los sentimientos confusos​

(Segunda parte)​

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-Go-gomen, Sasuke-kun – me dijo y continuó - ¿podrías soltar mi mano, por favor?- En ese momento exacto, mi mente comenzó a tramar un plan para desquitarme por lo de ayer.

-No.

-¿Po... – tragó saliva- por qué no? – preguntó

-Porque no quiero hacerlo. - Le dije mientras me acercaba cada vez más a ella y la tomaba por la cintura, me acerqué lo suficiente para poder besarla. Cerré mis ojos y besé lo que creí eran sus labios, pero éstos tenían un sabor muy extraño. De hecho sabían a… ¿pollo?

Sin alejarme ni siquiera un centímetro abrí los ojos, para encontrarme con que Sakura estaba sosteniendo una piernita de pollo entre nosotros dos, ¡Y ESO ERA LO QUE YO ESTABA BESANDO!

-¡PUAJ! – y me alejé completamente asqueado, mientras ella soltaba una risita y de paso se soltaba de mi agarre. No podía creer que primero me manoseara el pecho y después me hace besar una pata de pollo. Me las va a pagar eso es seguro.

Me serví un vaso de agua, para quitarme el sabor a pollo rostizado de la boca y en ese momento la vi buscando algo en el refrigerador. Y en ese instante me fijé en la batita que traía puesta y en sus muy bien torneadas y larguísimas piernas, que casi hacen que me atragante con el agua que estaba bebiendo.

¡¡¡Maldito verano!!!

Decidí desviar la mirada hacia el aguacero que se daba en ese momento. Siempre que observo la lluvia me siento algo nostálgico, pero nunca sé porqué. Y creo que hace unas horas encontré la respuesta a eso.

-¿Por qué no encendiste la luz? – Pregunté con la vista completamente fija en la ventana.

-Porque no quería despertar a nadie. - me dijo mientras se comía un pedazo de pastel.

-¿Despertar a quién, si solo estamos los dos aquí?. Mis padres y mi hermano se fueron a la boda de Pein y de Konan. – Dije aún sin mirarla.

-¿Qué no es mañana, sábado? – niña despistada.

-No, es hoy. Y hoy es sábado.

-¿¡Qué!? ¿Cuánto tiempo me dormí?

-Como todo el día. Son las diez y media de la noche del sábado 14 de enero. – Le dije, esta vez mirándola, para que ya no me bombardeara con sus tontas preguntas. Dos segundos después de que me respondió con un “ya veo”, un trueno resonó entre la lluvia y ella chilló asustada lanzando el pastel al aire. Lo peor de eso fue que el pastel ese cayó en mi cabeza.

La miré enfadado mientras ella soltaba una risita disimulada y me alcanzaba algo para limpiarme.

-Miedosa. – Y antes de que pudiera echarle en cara lo miedosa que es, otro trueno cayó, generando un estruendo enorme. Esta vez, Sakura no gritó ni me lanzó algo en la cabeza. Solo corrió hacia mí y se aferró fuertemente a mi pecho, iba a reclamarle pero sencillamente no pude hacerlo al ver su estado. Sakura estaba temblando, con los ojos abiertos de par en par. Ese no era momento ni de burlas ni de reclamos ni de nada por el estilo; por instinto sólo me limité a abrazarla. En ese corto instante mi mente me transportó a otro lugar y a otro tiempo.

Ambos éramos niños, llovía incesantemente, justo como ahora. Estábamos en la calle, había mucha gente alrededor. Gritos. Ruido .Murmullos. Todo era totalmente confuso. Yo estaba tendido en el suelo y un líquido rojo cubría la mayor parte de mi rostro. Sakura estaba arrodillada a mi lado, lloraba incesantemente y me llamaba cada vez más fuerte, me pedía que no me rindiera.

Sólo deseaba calmarla, decirle que todo estaría bien, mas mi boca no emitía sonido alguno. Su bello y desesperado rostro fue iluminado por la luz de un rayo que estaba de paso. Mis labios al fin pudieron pronunciar entrecortada y débilmente su nombre… y todo se volvió oscuridad.

Volví a la realidad y me encontré con la verde mirada de la peli rosa.

-Sakura… - dije con la mayor suavidad del mundo, y ella salió de su trance. Nos quedamos mirando por una fracción de segundo, tal parecía que no habíamos llegado completamente a la realidad. Y cuando lo hicimos, nos separamos inmediatamente, mientras cada uno miraba a cualquier rincón, con tal de no encontrarnos con la mirada del otro.

-Lo ves, eres una miedosa. – Dije aparentando que no había pasado nada.

-¡No lo soy! – me respondió ella bastante enojada – me asustarán los rayos pero por lo menos no les temo a las arañas. – Acató.

-Hmph. – Respondí, ella me dio en donde más me dolía. Pero es que son horrendas y peludas, y no les tengo miedo… solo asco.

-Bien, ¿Qué te parece si apostamos entonces? Hay que ver un maratón de películas de terror y el que grite y/o se asuste más es el que pierde.

-Me parece bien, si yo gano – cosa que en ese momento me pareció demasiado fácil - tú tendrás que cumplir mi castigo por lo que queda de éste.

-Ok, pero si yo gano vas a tener que encargarte de Puppie por el mismo tiempo. Y eso incluye el bañarlo, darle de comer, recoger sus desechos, su manicura y pedicura. – ¿¿Ese perro se hace la manicura y pedicura??

-De acuerdo. – Cerramos el trato con un apretón de manos y subimos a su habitación para empezar con la apuesta.

 

Re: Mi querido diario

Capi n 06: Las apuestas y los sentimientos confusos​

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(Tercera parte)​

-De acuerdo. – Cerramos el trato con un apretón de manos y subimos a su habitación para empezar con la apuesta. Claro que fácil hubiera sido si sólo eso hubiera pasado, pues antes de salir de la cocina ella me detuvo diciéndome algo que definitivamente no me esperaba.

-Eh, ¿Sasuke-kun? – Comenzó timidez e indecisión, como si lo fuera a decir le diera pena.

-Dime. – dije mirándola

-Antes de subir, ¿podrías ponerte algo?- Ante estas palabras me quedé con un QUÉ enorme escrito en el rostro… hasta que me di cuenta de que yo sólo traía puesto sólo un bóxer negro. Mi rostro no demostró ninguna emoción, aunque por dentro parecía que me iba a morir de la vergüenza. Y al ver el rostro de Sakura se me ocurrió algo… digamos divertido. De modo que me acerqué a ella lentamente.

-¿Y si no quiero hacerlo? – Al estar tan cerca ella se sonrojó violentamente, se aclaró la garganta y sólo me dijo que no dijera tonterías y sólo se fue lo más rápido que pudo del lugar. Mientras yo tranquilamente me iba hacia mi habitación a ponerme algo decente. Después de que me puse algo de ropa, cogí algunas películas del género necesitado y me dirigí a su habitación. Al tocar la puerta, ella me abrió y me di cuenta de que ya había alistado todo para comenzar.

Entré, entonces, nos sentamos en la alfombra y ella puso una de las películas que traje. Mientras el DVD cargaba inspeccioné su habitación con la mirada… claro sin que ella lo notase. Noté que las paredes eran todas de un color fucsia con algunos adornos de flores blancas. Típico, fue lo único que se me vino a la mente en ese instante. Pero entonces sentí que algo estaba faltando.

-¿Y tu rata morada? – Pregunté mirando hacia el televisor.

-¡QUÉ NO ES UN RATA! ¡EL HECHO DE QUE MIDA 20 CM NO SIGNIFICA QUE LA ESTÉS SIEMPRE COMPARANDO CON ALGO TAN FEO! -me gritó bastante enojada. Bueno, quizás decir “bastante” es muy poco como para definir eso. Y ya más tranquila me dijo que no sabía donde estaba su “linda ratita” solo que ella no le dijo así.

Nos callamos y comenzamos. Casi unos 10 minutos después otro rayo cayó y Sakura se abrazó fuertemente a un peluche que tenía en brazos. Otra vez, ella tenía miedo. Y ya no podía acallar mi curiosidad.

-Sakura, ¿Por qué te dan miedo las tormentas?- Pregunté tratando de sonar lo más casual que pude. Claro que si hubiera sabido lo que venía me quedaba bien calladito. Su mirada se entristeció y lentamente me respondió.

-Mi madre estaba enferma… Ella… ella tenía cáncer. – A cada palabra su voz se cortaba, además de que evitaba mirarme. No me gustaba verla así y algo me decía que era mejor que ella no continuara, pero aún así lo hizo. - Una noche… nosotras estábamos en el hospital… me subí a su cama mientras ella me leía un cuento… estaba lloviendo y entonces… el sonido de un trueno se hizo presente y… el marcapasos comenzó a ir mucho más despacio de lo normal y… mi mamá no me respondía, se había desmayado… o eso fue lo que yo pensé… entonces… entonces entraron muchos médicos… estaban bastante alterados… todos pedían cosas que yo no entendía y ninguno se había dado cuenta de mi presencia… Hasta que mi padre salió de algún lado, me alzó y me sacó de la habitación… me dijo que todo iba a estar bien… pero luego nada lo estuvo… mi madre… mi madre murió esa noche. – Lo sabía no debí haber preguntado nada, pues hasta este punto ella ya estaba sollozando, con la mirada clavada en el suelo y el cabello largo y desordenado que le cubría el rostro. Luego en la misma posición suspiró pesadamente, al parecer aún no había terminado su historia.

-Meses después… una persona realmente querida para mí tuvo un accidente horroroso. La cruel coincidencia… es que ese día también estaba lloviendo. – En todo el rato yo me quedé en silencio. Ver a Sakura en ese estado me dejó un amargo sabor de boca.

-Lo lamento. – solo lo dije y puse mi mano en su hombro. Ella se limpió las lágrimas que seguramente recorrían su rostro. Y después de tanto volvió su mirada hacia mí.

-No importa. Veamos la película. – me dijo con lo que parecía una sonrisa triste… y eso hicimos. Al cabo de terminar la segunda película ambos habíamos llegado a un empate. Pues, estábamos midiendo el grado en nos asustábamos según el número de gritos y/o acciones que demostraran miedo… como esconderse debajo de la cama o algo parecido, y después de un rato nos pusimos a ver otra película. Claro que yo no contaba las veces en las que ella se estremecía a causa de los rayos, ya que eso hubiera sido algo demasiado bajo.

Por casualidad, mi mirada se enfocó en el extraño animalito de peluche que Sakura abrazaba de tal forma que parecía querer sacarle el relleno y hacer explotar al pobre pingüino de felpa. Y de pronto me ocurrió algo parecido a lo que me había ocurrido en la cocina: mi mente rescató un recuerdo de mi infancia, y como el otro, éste también tenía que ver con Sakura… sólo que este era mucho más confuso… y también mucho más revelador

Hacía una hermosa tarde. Ésta vez yo corría por un parque con el enorme pingüino en la mano y parecía que buscaba a alguien. Hasta que mis ojos se enfocaron en una pequeña niña de cabello rosa que jugaba en el suelo con algunas ramitas. Sonreí. Había escondido el muñeco detrás de mi espalda, para que ella no lo viera, aunque por su tamaño no hacía un muy buen trabajo. Me le acerqué cuidadosamente y la saludé. Ella correspondió al saludo con una enorme sonrisa.

-Feliz cumpleaños, Sakura-chan. – dije al tiempo que le extendía el pingüino. Sus ojos brillaron de la emoción mientras que se levantaba del suelo y se lanzaba abrazarme fuertemente, dándome las gracias silenciosamente. Se separó un tanto de mí y cogió el regalo con sus pequeñas manos, profiriendo un pequeño “arigato”. Su mirada pasó del muñeco hacia mi persona. Se sonrojó y sus ojos brillaban con toda la inocente alegría del mundo.

-Sasuke-kun, yo… yo también tengo algo para ti… pero para dártelo debes cerrar los ojos.- dijo con inocencia y a la vez con algo de picardía y nerviosismo. De inmediato le hice caso, claro que como todo niño curioso intenté abrir mis ojos para saber lo que era.

-¡No espíes!- me dijo y por segunda vez yo obedecí inmediatamente. Hasta que sentí que sus labios rozaban fugazmente los míos. Al abrir los ojos ambos estábamos realmente sonrojados. Nos quedamos mirando por unos cuantos segundos, recuerdo que sus ojos me parecían más que hipnotizantes. Y luego de unas risitas sincronizadas nos fuimos a jugar a algún lado.

Cuando volví a mi realidad, o bueno, volví al tiempo presente… estaba en un completo shock, había demasiadas preguntas revoloteando por mi cabeza. Mientras la culpable de todo eso estaba de lo más tranquila, viendo una tonta película de terror. Me fijé en el animal de felpa y descubrí que sólo había una forma de saber si lo que había recordado era verdad.

-Sakura, ¿De dónde sacaste ese enorme pingüino?- Dije sin más, yo no soy de los que se andan por las ramas, creo que eso ha quedado más que claro. Pero tampoco soy de esos que dicen todo abiertamente; así que en esa pequeña y simple pregunta estaban escondidas muchas dudas que definitivamente no iba a sacar a flote.

Antes de responderme me miró, miró al pingüino, se sonrojó y luego volvió a mirarme. Todo en ese orden, para al fin responderme.

-Etto… me lo regaló alguien muy especial para mi cumpleaños, hace mucho tiempo ya. – Dijo sofocando nuevamente al peluche y causándome una sorpresa inimaginable.

-¿Puedo verlo? –dije como si se tratara de lo más insignificante del mundo. A una simple pregunta, le sucedió la más simple respuesta y me lo dio. En el “recuerdo” el pingüino tenía bordado a mano un corazón rojo en una de sus patas, si éste también lo tenía… quería decir que era el mismo. Y exactamente así era. Parpadeé unas tres veces, deseando que la mente me estuviera jugando una broma… desgraciadamente no era el caso.

Y después de hacerme a la idea, noté algo que se estaba saliendo de unos de los bolsillitos del saco que usaba el peluche. Quise tomarlo entre mis manos… pero en ese momento Sakura también se había dado cuenta, y nerviosamente me pidió que le devolviera su animalito de peluche; como me negué ella intentó quitármelo pero hizo un mal movimiento y cayó encima mío.

Me quedé embelesado viendo esos hermosos ojos que me miraban muy abiertos, rebosantes de sorpresa e incredulidad. Y cuando estaba a punto de levantarse el pequeño perrito apareció de la nada y saltó sobre su cabeza… haciendo “accidentalmente” que nuestros labios se rozaran. Y en eso, mi mente se fue de vacaciones a la China y mi cuerpo tomó el control.

Mis ojos se cerraron, mis labios besaban los de ella y mis manos se posaban en su pequeña cintura. Primero, ella se había quedado inmóvil al igual que una estatua... y luego empezaba a corresponder mi beso.

Todo estaba bien, era como estar caminando sobre las nubes… Pero el usuratonkachi de mi hermano tenía que arruinarlo todo.