Mi querido ¿regalo?

¡Hola!

Antes que nada, lo siento mucho Fenix T.T me tarde mucho en subir esto, en verdad perdón, pero es que mi inspiración se fue y no se me ocurría nada de nada para escribir…

Pero bueno, esto es lo que me salió a duras penas, aquí mi fic para “Regalos Desastrosos”

Me disculpo de ante mano si este escrito no tiene lógica, es algo raro, incoherente, etc…

Bueno, no tengo mucho que decir así que a empezar.

¡Acción!

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Mi querido ¿regalo?
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Era lunes por la mañana, o más bien debería decir ¿lunes por la tarde? Puesto que me había despertado a las doce del mediodía ya se consideraría tarde ¿no? Ok, pasando a lo importante…

Luego de haberme ido a tomar un baño por la calurosa tarde en la que desperté, me di cuenta que no había nadie en casa… ni siquiera mi pequeño tonto hermanito…— Quizás fueron a comprar cosas… ¿Pero los cinco? ¿Y sin mí? —decía con lagrimitas en mis ojos al haber sido ignorada para ir….

Camine un poco por los alrededores de toda mi amplia casa, se había cortado la luz y no podía ver televisión o estar en la computadora, por lo cual pasearme por mi casa fue lo único que se me ocurrió…

—Me dio hambre… —dije llevándome una mano al estómago y baje del árbol que estaba ya a medio subir para irme a la cocina, fue entonces cuando me di cuenta de una nota en papel rojo que estaba pegada a la pared…. Espera, ¿Qué hace una nota pegada a mi pared? La arranque de la pared no muy fuerte ya que solo estaba pegado con cinta, y empecé a leerla…

Hija, intentamos por todos los medios despertarte para salir, pero fue completamente imposible, incluso tus hermanos te dieron golpes con una almohada, pero ni eso hizo efecto para despertarte…

Si es que ya estas despiertas, por favor cuida la casa y amontona el pasto cortado de todo el patio, por cierto, hay arroz con leche si quieres comer

Nos vemos, hasta más tarde.​

Una risita nerviosa salió a flote con la mencionarían del principio… sé que soy de sueño pesado pero ¿cómo no sentí los golpes de la almohada? Un ruido me trajo a la realidad y ese fue el sonido de mi estómago— Bueno, arroz con leche no estaría mal —dije encogiéndome de hombros y entre adentro…

Ahora que lo pienso, el 60% de mi casa se consta de un patio amplio llenos de árboles… Dios, me voy a cansar en amontonar todo ese pasto cortando— ¡¿Por qué se les ocurrió cortar ayer?! —dije en alto consciente que al estar sola nadie me escucha….

—Miau~

—¡Wah! ¿Hum?… ¿Kuro? ¡No me asustes! —grite al gato grisáceo que al parecer estaba junto a la silla donde me encontraba… ¿Pero en que momento ese gato llego aquí?

—Miau~

—¿Qué?

—Miau, miau~

—Espérate, acabo de comer y te doy de comer ¿vale?

—¡Miau~! ¡Miau~! ¡Miau~!

—¡Ya, ahorita te doy! —dije algo enojada y exaltada por la constancia de mi gato en querer comer… Pero mi madre me había dicho que no debía de darle de comer en la cocina, si no afuera, por eso quería acabar primero de comer y luego darle…

El gato me miro y me siguió al ver que había ganado su berrinche… Pero si él tiene su hora de comer a las una de la tarde y aun no es esa hora… ¿o sí?

Saco mi celular y miro el reloj 01:05 PM — Oh~ ya veo por qué insistía tanto… —dije para mí misma y le fui a dar su cereal junto al árbol de papaya— Quédate ahí —le dije para luego irme a mi habitación, me había dado sueño de la nada…

—¿Tenía algo más que hacer? No, creo que no —bostecé un poco al momento que sentía mis parpados más y más pesados….

…​

¿Qué es ese ruido?

¿Por qué mi cuarto esta oscuro?

¿Por siento algo suavecito en mi estómago?

Abrí mis ojos un poco más, aunque en verdad hubiera sido mejor seguir durmiendo, ya que me daba vueltas la cabeza… Con mis manos palpe mi estómago y sentí un par de… ¿orejas?— ¿Hum? —Moví un poco mi cabeza para ver qué era lo que tenía mi estómago— ¡Wah! ¡Kuro! —Grite al verlo abrir sus ojos y atacarme— Suelta, ¡que sueles te digo! —Como pude y con unos arañazos de su parte, logre librarme del animal que me amenazaba con desfigurarme la cara…

—¿Pero por qué estabas aquí? —le pregunte al gato como si pudiera darme una respuesta “Genial, ahora hablo con gatos…” me dije y me baje de la cama parar irme a lavarme el rostro…

Al salir afuera de mi cuarto, me di cuenta que ya estaba oscureciendo… Oh Dios, ¿tanto me dormí?

—Loca, ¿Qué haces?

—¿Eh? ¿Gege? —digo mirando la cara de mi hermano mayor por tres años… El otro me mira con una ceja arqueada, que pasa, ni que tuviera monos en la cara… solo arañazos…

—Primero ¿Qué le ocurrió a tu rostro? Segundo ¿Por qué no hiciste lo que te pidió mamá? Tercero ¿Cómo demonios duermes tantos sin despertarte aunque usemos un amplificador para hacer ruido? Cuarto ¿Podrías dejar de referirme a mí como ese “hermano” en chino? —Mi gege suspiro con pesadez mientras ponía una mano en mi cabeza— De acuerdo, chaparra —una sonrisa de burla apareció en su rostro, lo cual me disgusto…

—Grrr… Primero; Kuro me arañó de la nada, segundo; se me había olvidado… tercero; eso es algo que hasta yo desconozco, cuarto; yo me referiré a ti como se me pegue la gana y quinto; no soy chaparra, solo una cabeza menos que tú. —respondí algo enojada mientras le daba golpes en el brazo y estomago…

—Si eres violenta, morirás sola.

Lo golpee más cuando dijo eso.

—Y que con eso, si soy así debería ser gracia a ti y a Mano… —le dije dejándole de pegar y cruzando mis brazos. Claro que era la culpa de Gege y Mano, ah eso, Mano, puesto que me da flojera decirle por su nombre o “hermano” le quite la “her” y lo deje en Mano; así yo me refiero a mi hermano mayor por cuatro años…

—Touché —me dijo mientras meneaba la cabeza en afirmación para luego irse a la biblioteca/cuarto de Mano, para entrar en la compu.

Ahora que me doy cuenta, no estaban mis padres por el lugar, quizás aún no regresan… o tal vez volvieron a salir…

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Pasaron las horas y después de una buena noche de sueño llego el día martes, hoy es 24 de diciembre, lo que significa que más tarde será noche buena… Misteriosamente no he visto a mis padres desde ayer y ahora tampoco están en casa, pero si dejaron una nota diciendo que iban a comprar una que otra cosa que faltaba.

—¡Nito, ven! —llame a mi pequeño hermano menor, en verdad lo que acabo de decir es un apodo que le puse, por alguna razón me puedo referir a ellos por apodos pero raras veces por su nombre…

—¿Qué pasa? —la voz infantil de mi hermano menor por cuatro años me hizo girar mi vista a la puerta.

—Toma, come —dije mientras le daba un plato de arroz con filete para que almorzara…

Después de eso me dispuse a acomodar mi casa, tenía que estar todo limpio y ordenado cuando volvieran mis padres… Me hubiera sido de ayuda que mis hermanos cooperaran pero, pedirles eso es como hablar con un poste de luz…

Me dedique creo que tres horas en acabar de acomodar todo, ya eran como las cuatro y recién pude ver a mis padres llegar con varias cosas y una curiosa caja cilíndrica como de 40 cm.

—¡Gege, Mano, ayuden a papá y mamá! —les ordenen a mis hermano mayores, que por obra y gracia me hicieron caso y fueron.

Yo continúe con mi oficio de arreglar todo y de paso regar las platas, aun hacía calor, bueno, en mi país es temporada de verano por lo cual no hace frío en estas fechas…

…​

Ay que cansancio...

Para no hacerles el cuento largo, les diré que lo único que hice a hasta ahora fue puro arreglo y tener curiosidad por esa caja cilíndrica… Ahora me encuentro cambiando de ropa después de un buen baño de agua fría, ya son las diez de la noche y en verdad que algo me está diciendo que la mañana de navidad será una locura…

—Hija, pon las copas y los servicios en la mesa —escuche decir a mi madre y yo me dispuse a salir de mi habitación y hacer lo que me pidió.

No era gran cosa hacer algo así, si yo me encargue de iluminar mi casa con foquitos, acomodar todo de adentro para afuera ¿Qué daño me haría poner los servicios? Obviamente nada.

Me dirigí a la cocina y ahí vi que ya estaban las copas de vidrio esperándome, las toma en una charola y las lleve a la mesa del comedor, me dispuse a colocarlas todas en donde cada uno se sentaría… Nosotros somos seis personas en total; Mi mamá, mi papá, Gege, Mano, Nito y yo, por lo cual solo puse seis copas ya que dudo que mis tíos vengas hasta mañana…

Un sonido me hizo mirar al árbol que estaba detrás de mí… estoy completamente segura que una de las cajas de movió— Ya estoy alucinando…. —me dije a mi misma y me dispuse a ir a ayudar a mi madre con el pavo…

…​

3…

2…

1…

—¡Feliz Navidad! —dijimos todos al unísono mientras brindábamos al sonar las doce de la noche, todos estábamos en la mesa, Ay no recuerdo cuando fue que todos estuvimos juntos por última vez…

—Feliz Navidad, Brit —me dijo Mano mientras me daba un abrazo al cual yo respondí con un ‘Feliz Navidad’ y correspondiendo al abrazo.

Seguido de él vino mi padre y mi madre, que entre ambos me abrazaron dejándome sin aire… Después las felicitaciones de mi pequeño hermano, ahora solo faltaba uno…

—Feliz Navidad Derlis —me atreví a decirle por su nombre mientras le extendía mi mano, yo ya me sé de sobra que este no me dará un abrazo.

—Feliz Navidad, chaparra —me dijo mientras me daba un apretón de mano, pero de la nada mi hermano mayor apareció haciendo que nos diéramos un abrazo grupal.

—Oh vamos, ni que fueran extraños, son hermanos —nos dijo a ambos mientras nos abrazaba con un brazo a cada uno.

La noche después de eso paso muy tranquila, una cena normal en familia, los sonidos de los fuegos artificiales aun resonaban en el cielo, pero nosotros nos manteníamos contando cosas y riendo en familia…

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—Brit~ Despierta~ —escuche decir a alguien… No recuerdo haberme dormido, pero al parecer si lo hice…

Al abrir mis ojos me topé con una caja frente a mí— ¿Eh? ¿Qué es? —pregunte adormilada mientras me levantaba…

—Es tu regalo, uno del que debes cuidar para tener una linda mascota, espero te guste —me dijo mi mamá junto con mi papá mientras me entregaba la caja cilíndrica que en verdad pesaba mucho…

—Esperen… ¿mascota? ¿Qué clase de masco_ —mi pregunta se quedó incompleta ya que al parecer mis padres se habían ido… Ahora me daba curiosidad saber que había dentro de la caja…

Después de debatir un poco me decidí que primero me iba a dar un baño antes de ver que había en la caja… la deje en el suelo y me fui a mi baño…

“¿Qué puede ser? ¿Otro gato? ¿Otro perrito? ¿Un loro? No, un loro no puede estar en una caja si no hay aire… Esperen, ahora que lo pienso, en una caja no hay aire y no hizo ruido… ¿Entonces qué será?” eran los pensamientos que me empezaron a surgir mientras me entraba en el baño…

No paso mucho para que en pleno baño que me estaba dando escuche un sonido de algo quebrarse y unos ‘tac, tac, tac’ Eso se me hizo raro así que decidí saber que pasaba, tomando una toalla me envolví mi cuerpo y con otra mi cabello…

—¿Quién está ahí? —dije mientras asomaba mi cabeza por la puerta del baño para ver mi habitación, no quería encontrarme con algunos de mis hermanos estando en toalla o mucho menos con algún visitante que tuvo la osadía de entrar en mi habitación sin mi permiso.

—¿Hum? Pero si no hay nadie… —dije saliendo y mirando mi habitación… no había personas adentro, ni siquiera mi gato o mi perro… Pero fue entonces cuando me di cuenta que mi puerta estaba semi abierta, mi caja de regalos con la tapa quitada y ladeada, una especia de líquido salía de esa caja que se extendía hasta mi puerta y una especie de cascara estaba ahí…

Me acerque y mire que dentro de la caja hacia un huevo enorme y roto, al parecer lo que estuviera dentro ya se había salido— Espera… lo que estuviera adentro ya se salió… —me dije y rápidamente mire el rastro de líquido que iba para afuera.

Me puse una bata encima y salí afuera… el rastro se extendía hasta la cocina… Camine y empecé a escuchar sonidos de gruñidos y uno que otro ruido que no logre identificar...— ¿Hola, hay alguien? —indague y rápidamente sentí algo mordisquear mi pies...

—Kuro, no deberías de_ —mis ojos se abrieron al ver que lo que me mordía no era mi gato si no un… ¿lagarto con alas?— No, los lagartos no se paran ni tienen alas... —murmure e instintivamente lo alce, era grande, como unos 30 cm. de altura, tenia la piel suave y a la vez áspera, tenia un color curioso, era una mezcla entre violeta, rojo y ceniza...

Mi cerebro se desconecto por unos segundos y luego una mordida en mi mano me hizo reaccionar... ¡Era un dragón! "¿Pero por qué un dragón nacería de ese huevo? Una mejor pregunta seria ¡¿De dónde compraron el huevo mis padres?! No, mejor aun ¡¿como es que en esta Era todavía existan estos huevos?!" me decía mentalmente mientras miraba a la cosita que había alzado…

—¿Brit? —La voz de mi hermano mayor hizo que diera un respingo y ocultara a la criatura bajo mi bata— ¿Qué haces así en la cocina? —me preguntó y yo no tenía nada en mi cabeza para responderle con coherencia, así que solo pase por su lado de forma que salí de la cocina y me fui a mi cuarto sin ver la expresión de mi hermano…

Deje al animalito/dragón en el piso y cerré mi puerta, como aún estaba en toalla me decidí acabar mi baño y pensar con cabeza fría este asunto…

…​

—Bien, ya estoy mejor —me dije al momento de salir del baño con una nueva ropa… Aunque ahora venía arreglar el problema…

Mire por todas partes de mi habitación en busca de ese pequeña criatura con dientes filosos…— ¿Hum? Juraría que lo deje adentro sobre mi cama —dije mientras miraba debajo de esta por si las dudas, pero no había nada, me dispuse a ver en otros lugares pero nada…

Entonces una brisa hizo contacto contra mi cabello húmedo haciéndome dar un poco de frío en mi cabeza… — Alto… no será que… —me dije a mi misma mientras volteaba mi rostro para mirar sobre mi hombro… Y justo como lo había pensado… ¡La ventana estaba abierta!

—Rayos, me olvide de eso —me dije y me apresure a ver por ella… mi ventana daba a mi jardín y al ver tras ella vi a mis padres charlar tranquilamente pero ni rastro de ese dragón, si es que es uno… “Por favor Brit, es más que obvio que lo es”

Mire con más atención el jardín y me di cuenta que aquella cosa sobresalía de unos de los arbustos que estaban cerca de donde mis padres se encontraban desayunando… — Oh no, esto es malo… ¿Y si gritan al verlo? Por favor, quien no lo haría. ¿Si luego se lo llevan a un científico loco? Espera, ellos me lo regalaron de todas formas… —Decía mientras salía de por la ventana y miraba para abajo, esto iba a doler— Ahora es cuando me pregunto… ¿Por qué no ocupe la puerta como alguien normal? ¿Y por qué estoy hablando solita? —me dije al momento de saltar y caer entre los arbustos…

Por Dios, esto sí que dolió… “¿Qué esperabas? ¿Unas almohadas esponjosas para aligera tu caída? Si, como no. Como si aparecieran de la naba” pensé para mí misma mientras me levantaba y sacudía mi cabeza para salir de mi aturdimiento…

—¿Hija? ¿Por qué saltaste de tu habitación? —La pregunta de mi madre hizo que me irguiera y la mirara… Claro, era obvio que se dieran cuenta que yo estaba aquí, digo ¿Quién no escucharía el sonido de alguien caer de una gran altura? Es una suerte que ya sea resistente a los golpes y caídas… Ahora debiera de agradecer mis experiencias pasadas para esto ¿no?

—Eh, eh… Estaba intentando meter al gato que estaba por caer y yo resulte la que cayo, jejeje —fue lo primero que dije, algo estúpido pero bueno, sigue siendo una excusa…

—Pero hija… el gato estaba con nosotros todo el tiempo —dijo mi madre mientras me indicaba que debajo de la mesa se encontraba Kuro…

Por un momento me golpee mentalmente por no darme cuenta de eso y luego por el rabillo del ojo me fije que aquella criatura a la que buscaba se había pasado a otra casa “Ah no, esto es más que malo” me dije a mi misma.

—Brit, ¿Qué estabas en verdad haciendo para saltar por la ventana?

—Hum… Papá, yo, ham… ¡Me tengo que ir! —dije mientras salía corriendo del lugar para ir a la casa de la vecina…

No tarde mucho en ingresar a escondidas en el lugar por una de las cercas… Ellos no estaban en casa, salvo su hija mayor que de seguro está dormida “Ingresar a una casa a hurtadillas… Genial, ahora me estoy volviendo delincuente” me dije a mi misma para variar….— Oye, oye ven. Mira, tengo algo de comida, ven —le decía al dragón que estaba masticando un palo pensando que era otra cosa…

Él al parecer me entendió que vino hacia mí, estaba tan feliz al ver eso ya que significaba que me podía ir lo más rápido de aquí… Pero ni bien llego me mordió la nariz a lo que yo tuve que ahogar mi grito y pararme, para ahora salir corriendo con el dragón entre mis mano intentando apartarlo de mi rostro.

…​

—Bien, ahora Din ¿Qué debería de hacer contigo? —le dije al dragón mientras lo miraba como intentaba quitarse la correa que le había puesto, no me iba a arriesgar a que volvería a salir y asustara a la gente, ya fue difícil inventarle algo a mis padres y a la mi vecina que me encontró trepando su pared para volver a mi jardín…

“Y yo que pensé que tendría una tranquila navidad” me dije mentalmente mientras dejaba escapar un suspiro y escuche como Din hacia un ruidito… Dirigí mí mirada otra vez a él/ella; ya que en verdad no sé qué es y por eso la llamo Din; aunque no sé si se consideraría un nombre, pero bueno.

—¿Darte comida? Creo que es lo mejor, además, es la hora del almuerzo así que te puedo traer algo —le dije mientras picaba con mi dedo índice su frente… Creo que el golpe de esta mañana me hizo efecto, eme aquí hablando con una criatura prehistorica, pero según internet seguía viviendo hasta la edad media y lograban crecer como doce metros de altura y unos cinco/siete metros de largo…

Negué con mi cabeza y baje a Din de la mesa para dejarla en el piso aun amarrada y baje para la comida… No tarde mucho en divisar a mis hermanos en el comedor y ya estaban empezando a comer sin siquiera esperarme, que crueles…

—Oye Leche, ¿Qué te regalaron? —me preguntó Gege al momento que me senté en la mesa, solo estamos los cuatros hermanos ya que mis padres fueron a casa de una de mis tías…

Momento… ¿Leche? ¿Por qué leche?

—¿Por qué me llamaste leche? Que, acaso me vez en un envase de cristal o que —le dije mientras llevaba una cucharada de comida a mi boca.

—Porque eres blanca... ¿Por qué demonios eres blanca y yo no? —eso me sonó a molestia y envidia… Pero ni que fuera tan blanca, es solo que él se va a broncear mucho por estar sale, que sale; en cambio yo, de apenas y salgo…

—No soy tan leche… Y me regalaron un huevo… —dije lo último con voz baja pero lo suficiente como para que mis tres hermanos dejaran su comida y me miraran.

—¿Un huevo?

—¿Un qué?

—¿Aney me dejas verlo?

Fue lo que dijeron todos en orden, increíblemente lo dijeron de mayor a menor, primero Mano, luego Gege y por ultimo Nito…

—Un huevo, eso es todo… No pregunte de que, al menos no por ahora… —les respondí al verlos que ya iban a preguntar— ¿Y a ustedes qué?

—Una Tablet…

¡Espera ¿qué?! ¡Mano ya tiene una! ¿Para qué darle otra?

—Una celular…

¡Gege también! ¿Por qué este tiene que tener uno nuevo cada tres años? ¿Y que hay de mí?, ¡yo también quiero uno nuevo!…

—A mí me dieron unas entradas para el cine, ¡Iré con papá a ver Caminando entre dinosaurios en 3D!

Mi cuchara se cayó al plato al escuchar a mi hermanito. “Oh pequeño, si supieras no más que hay uno similar a esos en casa ahora mismo…” Pensé con una pequeña aura negra… Yo no pedí un dragón como regalo de navidad, ese es el deseo de Nito no el mío… ¿Por qué no simplemente me dieron ropa y ya?

—Así que un huevo, eh… Claro, para la adoptada está bien algo así —dijo Gege con una sonrisa de burla, ay como lo odio cuando hace eso…

—No soy adoptada, y qué, un huevo puede llegar a ser interesante —dije mientras me acababa de comer mi comida e iba a la cocina a lavar mi plato y coger un poco de carne cocida en un platito de plástico…

—¿Acabas de comer y vas a volver a comer? Te vas a poner gorda si haces eso~

—Cállate… —le dije a Gege y me fui para mi habitación, esto era para Din no para mi… Aunque estoy empezando a creer que tenerlo no es tan malo, quien sabe, puede que hasta lo eduque para hacerle travesuras a Gege…

Hehe, un aura maligna decae sobre mí mientras ideas se ciernen en mi mente…

Escucho un pequeño ruido de mi habitación y eso hace que me apresure y habrá la puerta… Mis ojos se abren a ver que todo está -casi- completamente destrozado, un bultito que corría se choca contra mi pierna y eso hace que mire abajo…

Din estaba envuelto en mi toalla e intentando quitársela, deje el platito de carne en mi escritorio y lo alce, para ser pequeño era algo pesadito, además de ser recién nacido…— Oh pequeño, te perdono por ser un bebé, pero tendrás que aprender varias cosas a partir de-

—¡¡Brit!! —La voz de una chica a mis espaldas hizo que me callara y volviera a cubrir a Din con la toalla— Oh pero que desastre… Deberías de ser más ordenada primita —me dijo la chica de ojos verdes, sip, ella es mi prima, y como ven ella aparece de improvisto y cuando quiere por mi casa…

—Hola Gata, ¿Cuándo llegaste?

—Hace un rato, tu mamá está abajo con mi mamá comenzando a ver recetas para la cena de hoy y nuestros padres fueron por no sé qué… ¡Ah! ¡Feliz Navi-¿Qué llevas en la toalla? —me sorprender ver cómo cambia de tema tan rápido que apenas y me doy cuenta…

—Nada, nada… —dije mientras metí la “toalla” dentro del baño y disimuladamente el plato de carne también, para luego cerrarlo con llave ante la mirada curiosa de mi prima.

—¿Por qué hay un cascaron de huevo en el suelo?

—Gata, ¿Por qué no mejor bajamos abajo?

—Ok…

…​

Después de unas horas; creo que dos; abajo en una charla con mis tíos y primos, me levante con la intención de irme a mi cuarto, pero antes tenía que preguntarle a mis padres…

—¿Hum? ¿Mamá de donde compraron ese huevo? —dije mientras me asomaba a la cocina donde estaba mi madre sazonando al lechón…

—Pues… en un lugar donde vendían varias cosas curiosas —dijo mi madre con una sonrisa de esas que no me revelara mucho de lo que pida— ¿Ya nació? ¿Cómo es? El vendedor dijo que nacería algo muy lindo y sería una buena ave-mascota —me dijo con una sonrisa y yo solo dar una sonrisa algo forzada…

—Hem sí, ya nació, aunque no creo que sea un animal de mascota —dije mientras me lograba mantener parada, bueno, era ahora obvio que mis padres no sabían exactamente que iba a nacer de ese huevo… y como cosa del destino escuche un ruido de la planta alta de mi casa y un grito que solo le pertenecería a mi primo…

—Oh no…

Y con ese dicho me fui como alma que lleva el diablo a mi habitación solo para encontrar la puerta del baño abierta, Din volando a unos 50 cm. del suelo, mi hermanito con brillo en los ojos y mi primo en el suelo…

—¡Aney! ¡Mira, mira! ¡Un Dragón! —me decía Nito mientras giraba a mi alrededor de felicidad… Oh no, ahora sí que se armaría en grande, este niño no es de los que se mantienen con la boca cerrada.

Pero todo eso se pasó al ver que Din empezó a salir volando por la puerta en dirección a la sala— ¡Wah! ¡Din regresa! —dije y empecé a correr seguida de mi primito menor y mi hermanito que iba más que feliz…

—¡Pero qué es esto!

Esa voz solo podía pertenecerle a Mano, eso significaba que Din ya había llegado a la sala… Eso hizo que de un salto me evitara unos cinco escalones y me cayera al suelo para rápidamente levantarme y brincar sobre mi hermano que estaba con intención de golpear a Din.

—¡Pero qué demonios! ¡Brit, mira por dónde vas! —me grito mientras volvía a intentar dañar a Din, mientras este ya no estaba volando y se encontraba caminando por la sala.

—Oye, ese es mi regalo, no tienes derecho a hacerle algo.

—¿Ese es el huevo? ¿Un lagarto volador? —me dijo mientras bajaba su ‘arma’ (que no era más que unas dos almohadas) Y antes de que pudiera siquiera responder vi que mi tía, tío, mamá, papá, prima, primo, gege, nito, ya estaban en la sala mirando curiosos a Din que estaba mordisqueando un animalito del árbol de navidad…

—¿Qué es eso?

—¿Sera lo que nació del huevo?

—Pero si se ve tan bonito…

Ante el último comentario todos voltearon a ver a mi madre que ya lo tenía acariciando entre sus brazos… ¿En qué momento lo alzo? Pues… eso nadie lo sabe…

…​

Bueno, ya paso unas tres horas desde lo que ocurrió en la sala, creo que este día ha sido muy estresado, algo rápido y lleno de cosas para mí, mi tranquilo día de navidad quedo atrás pero al menos ahora todo esta en paz… Acordamos entre todos no decir nada sobre Din, al ser mío por derecho, se quedara en casa como mi mascotita…

Aunque… ¿Cuándo crezca que haré? ¿Dónde lo llevo? Sera muy grande como para ocultarlo en mi habitación, aunque el patio de mi casa sigue siendo lo suficientemente enorme como para que; aunque mida doce metros de alto y siete de largo; pueda quedarse en casa sin problemas…

—Bueno, mejor me preocupo de eso después —me dije mientras acariciaba la piel del lomo de Din.

—Bien, a cenar —anunciaron mi madre y mi tía desde el comedor…


No puedo decir que esta navidad ha sido tan normal como las otras; para empezar esta mi pequeño regalo sorpresa que resultó ser un dragón, aunque aún desconocemos como es que estuviera en venta, luego está el hecho que hice cosas que no haría: como invadir propiedad ajena, tirarme de un segundo piso… Después es que no me creo que estemos aquí intercambiando regalos con mis tíos y que pronto otros más vendrán de visita…

Pero, vea por donde lo vea, ha sido una buena navidad como todas, con familiares alrededor, compartiendo felicidad y las buenas nuevas entre todos…

Hah, que hermosa navidad, tengo todo lo que quiero ahora; alegría, mi familia, mis mascotas, mis sirvient-digo hermanos y ahora mi propio Dragón…

No fue un mal regalo después de todo…

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Bien… Les dije que sería raro ._.

Fenix no sé si este fic es aceptable pero es lo único que pude lograr con mi escasa inspiración de estos días…

Bueno, no tengo más que decir así que, nos vemos luego.

¡Matta Nee!

¡Y Feliz año nuevo!

¡Ciao!