One-shot de Inuyasha - Mi niña

Tema en 'Inuyasha, Ranma y Rinne' iniciado por Cami Chan, 16 Abril 2011.

  1.  
    Cami Chan

    Cami Chan Usuario común

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    Mi niña
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    Para todas las edades
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    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1455
    Mi niña [Drabble]

    Mi cuerpo adolorido no me dejaba moverme con facilidad, pero, acostada en aquella camilla, logré estirar mis brazos para recibir aquel bello regalo que el cielo me había enviado.

    Pude sentir su calor, tan concentrado en aquel pequeño cuerpo, mientas dormía plácidamente, ajena a todo lo que esta vida depara para cada ser humano y el gran peso significativo que tenía su existencia para mí.

    Fijé mis ojos, rojos debido al cansancio, en toda ella. Era hermosa, no podía creer que tan bello regalo me hubiese sido otorgado a mí. ¿Qué pude haber hecho tan bien para merecerlo? No tenía idea, pero siempre estaría agradecida.

    Cuando ese pensamiento surcó mi mente, una pequeña luz apareció en su pecho. Por unos minutos quedé cegada por el hecho tan maravilloso, en ningún momento se me pasó por la mente que una luz tan pura pudiese ser algo malo, sabía que no lo era.

    En ese momento, a aquella bella niña que aún no tenía nombre, la nombré Kagome. Supe que estaría destinada a algo grande, que ella tenía una misión y sería mi destino ayudarla siempre.

    Mi hija… Mi hermosa Kagome…

    Los años pasaron y mi bebé se convertía en una hermosa niña, la más bella a mis ojos. Con su pequeño hermano, Souta, recién nacido en mis brazos, la observo jugar con sus amigos. Me sorprendía algo de Kagome, tenía un gran poder de intuición, si es que se podía decir que era eso. Cuando jugaba con sus amigos al juego "kagome", siempre la mandaban al centro, pero lo más increíble era que ella siempre acertaba quién se encontraba a sus espaldas… A veces, me daba miedo, ya que otros niños le hacían comentarios groseros o la molestaban, pero al final del día ella seguía con una hermosa sonrisa en la cara.

    Y así creció, mi pequeña niña era toda una adolescente, y muy bella, por cierto. Tenía un bello grupo de amigas y nunca andaba metida en líos. Se había convertido en más que mi hija… era también mi amiga. Ella podía contarme todo, y yo también. Podía contar siempre con ella para las decisiones de familia. En especial desde que murió su padre y el gran amor de mi vida. ahora sólo me quedaban mi padre y mis hijos.

    Viví siempre por y para ellos, ¿quién sino lo haría? ¿Quién los apoyaría? Cuando Souta se raspaba las rodillas o cuando Kagome tenía algún problema, ahí estaba yo.

    ¿Cómo fue que perdí, entonces, a mi Kagome tan pronto? Así mismo como el cielo me la había otorgado, me la quitó…

    Aquel día en que mi querida hija desapareció cuando bajó a buscar a nuestro gato, Bouyo, al templo donde se encontraba el pozo sellado. Reapareció luego, diciendo que había llegado a la época de las querrás civiles del antiguo Japón, donde habitaban varios demonios que intentaban conseguir a la Shikon no Tama, que se encontraba en su interior ya que ella era la reencarnación de la antigua sacerdotisa que custodiaba aquella joya. Mi padre nos explicó que aquella perla podía conceder cualquier deseo que le fuese pedido y que por esta razón era buscada por muchos en aquella época… Por supuesto que mi padre siempre hablaba de aquellos mitos y nunca les había tomado tanta importancia.

    No fue hasta que un muchacho con orejas de perro y unos ropajes antiguos cruzó la puerta de mi casa para llevarse a mi hija con él que le creí completamente. ¿Era eso aquello que el destino le estaba guardando? ¿Mi luz, mi vida, mi hija… debía luchar contra demonios y exponer su vida por una joya? Bien, ella parecía bastante segura de lo que quería, por lo que yo no era quién para negarle su destino y voluntad.

    Con el tiempo aprendí a aprovechar cada segundo en que mi hija volviera del otro lado del pozo, con el miedo de que algún día no regresara a causa de que algún monstruo la matara. Pero Inuyasha, aquel hanyou que cruzó aquel día mi puerta, siempre me aseguraba que la protegería a como de lugar.

    Fue fácil notar como aquel hombre se robaba el corazón de mi niña. Entonces, mis miedos fueron provocados por otras causas… ¿Y si se quedaba con él y no volvía nunca sin tan sólo despedirse? Me aterraba que fuera apartada así de mi lado, pero los hijos debían crecer algún día…

    Después de un año más o menos de que mi hija llevaba aquella vida, un día el pozo desapareció con un gran estruendo. El pánico se apoderó de mí al no saber dónde se hallaba mi Kagome. Mi padre, Souta y yo gritábamos como locos, con la esperanza de encontrar alguna respuesta de mi hija. Nos aliviamos al escuchar una respuesta, pero sin embargo, no venía de mi niña. Era Inuyasha, que una vez más me afirmaba que traería a Kagome de vuelta sana y salva.

    Lo cumplió. Después de tres días de incontrolable angustia, el pozo reapareció trayendo consigo a Kagome e Inuyasha. Mi querida Kagome saltó a mis brazos llorando. En ese momento, sólo podía agradecer a Kami por traérmela de vuelta y en mi felicidad no noté que en ese mismo instante… la vida de mi Kagome se iba a quedar vacía.

    El pozo se llevó a Inuyasha. Kagome gritaba desesperada, pero él no podía hacer nada. Después de eso, no pudo volver a la época antigua. Me di cuenta de cómo cambio la miraba de mi niña. Casi nunca estaba feliz y sus ojos no mostraban aquel brillo de felicidad que siempre tenían…

    Así pasaron tres años. Me sentía la peor madre del mundo por no poder ayudar a mi hija. Souta crecía con una hermana prácticamente ausente, que no mostraba alegría casi nunca. Claro que me daba cuenta de que trataba de fingir que todo estaba bien, pero nunca le pregunté al respecto. Yo sabía lo que se sentía que faltara el amor de tu vida.

    Llegó el día de su graduación. Mi felicidad era mucha, ya que la pobre había tenido que esforzarse muchísimo para ponerse al día con sus estudios. Aún no se decidía por una carrera en específico e incluso insinuó varias veces el querer seguir con una labor de sacerdotisa en el templo. Me daba cuenta que ella ya no sentía esta época como la suya, sino que más bien se sentía como un pez fuera del agua.

    Ese mismo día, pude ver a mi hija sonreír de una manera en que lo no había hecho en mucho tiempo. Me encontraba dentro de la casa, cuando vi por la ventana que ella entraba al templo donde se encontraba el pozo. Salí de la casa y me acerqué a ella para darle mi apoyo. La encontré inclinada sobre el borde del pozo, viendo asombrada algo dentro de él. Al situarme a su lado, pude ver lo que ella veía: el cielo del Sengoku. El pozo se había abierto, le había dado la oportunidad de ir.

    Me miró, cómo suplicando mi comprensión. Mi Kagome… ¿es que aún no sabía que lo que yo más quería era su felicidad? Le regalé la mejor sonrisa que pude, recibiendo otra en respuesta por su parte. Le di el último abrazo, aspiré por última vez su aroma… pero además sentí paz. Paz por que había cumplido con mi cometido: guiar a mi hija a cumplir su destino. Y ahí estaba ahora, en la parte más dolorosa, viendola saltar al pozo… para nunca regresar.

    Nunca más volví a ver a mi Kagome. Me consolaba saber que estaba feliz al lado del hombre que amaba y que formaría su propia familia donde debía. Aquellos días en que la extrañaba demasiado… miraba el cielo, sabiendo que quinientos años en el pasado ella estaría viendo este mismo cielo.

    "Siempre te amaré y espero que seas feliz… mi niña"
     
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  2.  
    Alexa Hime

    Alexa Hime Usuario popular

    Escorpión
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    TT_TT que conmovedor sin mentir que en este momento se me estan saliendo lagrimas ningun fic que e leido me habia provocado esto o no me acuerdo dios que triste realmente muy original es decir nunca habia escuchado la opinion de la mama de kagome pues la señora siempre parecia feliz y si ese momento fue muy conmovedor lo adore te felicito cami bonita estuvo super y gracias por avisarme arigatto bueno nos posteamos sayonara
     
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  3.  
    nefer ana

    nefer ana Iniciado

    Aries
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    Tengo que decirte que tu historia me trajo recuerdos de mi Mamá, la cual perdí el año pasado. Me encantooo!! y casi dejo caer unas lagrimas lo cual no me permito por que preocuparía a mi familía.Disculpa me colgue ;).
    Espero seamos amigas.
    Att: Nefer :)
     
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  4.  
    Aomecita

    Aomecita Usuario popular

    Piscis
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    Hola hermanita por casualidad me encontre este Drabble tuyo y decidí leerlo
    el título me pareció tierno jamás imagine que la máma de Kagome se sintiera
    así de triste por la partida de su hija ya que siempre la veía tan feliz sonriendo
    pero como toda máma sabe que su felicidad es aquel encantador Hanyou de ojos dorados
    y se que eso es un consuelo para ella me gusto cuídate sayo...
     
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  5.  
    *Kurayami*

    *Kurayami* Usuario común

    Leo
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    Es verdaderamente conmovedor, sentía un nudo en mi garganta mientras lo leía, pero no podía hacer nada, mas que seguir leyendo, esa sed de saber que más sucedía. Jamás me puse del lado de su madre, los sentimientos de ella, de verdad me gustó tu hermosa forma de narrarlo... pero este no es un drabble, según tengo entendido debe tener como 500 palabras, y creo que este sería un One-shot.
    A pesar de eso me gustó bastante n...n
     
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  6.  
    kagomeG

    kagomeG Usuario común

    Piscis
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    T.T BUUUAAAAAHHHH..!!! D':
    No sé, sentí feo.
    Si me había puesto a pensar en la posición de la mamá de Kag una que otra vez.. pero no así.
    Fue grandiosamente conmovedor y triste... y más el final... ¿Nunca la volvió a ver? :/ yo preferí quedarme con la idea de que si podía... pero pensar en esa opción de que no volviera... me pone mal :/
    Como madre... creo que sería muy feo ver a tu hija mayor a los escasos 18 años irse a 500 años atrás con alguien, que sabes que la ama y proteje, pero... no volver a saber de ella... no sé, se me hace muy feo U.U

    Me gustó mucho, se va a mis favoritos :)
    Gracias
     
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