Mi medicina. (ItaIno)

Tema en 'Fanfics Abandonados de Naruto' iniciado por Tsubaki, 22 Noviembre 2009.

Estado del tema:
No se permiten más respuestas.
  1.  
    Tsubaki

    Tsubaki Usuario común

    Libra
    Miembro desde:
    17 Septiembre 2009
    Mensajes:
    470
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Mi medicina. (ItaIno)
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    2876
    Mi medicina. (ItaIno)

    ******************************************************************
    ¡Hola toda mi gente! ¿Cómo vamos? Si, si, si… bla bla bla xD Pueh, la loca de MOI que viene con un fic súper raro. Este es un desafio de Escarlata. *¡Happy!* Realmente no me gusta mucho la pareja, no lo tomen por crítica *Ò_Ó* solo digo que es algo… RAROO xD y pués, sin más! Esto es para tí Escarlata-chan! Disfrútalo!
    ******************************************************************



    Mi medicina

    Por Helen Santana.

    Capítulo 1: La confesión.


    La hermosa ciudad de Konoha… Hogar de miles de ricos y millones de pobres. Una bella localidad ubicada Japón. Con pobladores de alta burguesía, y otros no tan adinerados. Pero algo es seguro; con pobladores pobres o pobladores ricos, seguía siendo una hermosa ciudad. Su descripción es bastante simple; era una población llena de edificios, claro, pero tenía zonas naturales; parques y ese tipo de lugares. Toda calle de ese lugar estaba asfaltada… Era muy parecida a Nueva York, ya que todo mundo iba de un lado a otro para llegar a su destino.


    Era una hermosa mañana, el viento era sutil en el rostro de cualquiera; soplaba con la menor fuerza que se pudiera pensar, aún así era un airecito tibio y acogedor. Se sentía relajante poder sentir esa sábana natural que arropaba el cuerpo de todos de manera sutil y delicada. Pero a mala suerte de todos, hoy es lunes y eso significa… Escuela y trabajo. Por eso se debían apurar todos para que no tuvieran problemas con sus superiores.


    En un residencial no muy lejos de aquella ciudad… En un terreno muy lujoso donde se encontraba una mansión, algo pasaba por la mente de una joven. ¿Qué sería? Realmente no podía ser acerca de problemas económicos; su familia lo tenía todo: Una enorme mansión, decenas de coches, terrenos alrededor de toda la ciudad… Y ella era la niñita mimada. ¿Qué más podía pedir? Nada material, se podría suponer. Si, ella era de una familia bastante adinerada y reconocida en todo el país; al igual que la familia de un presidente en un país.


    En esa mañana, aquella joven ya mencionada se preparaba para ir a plantar su cabeza en sus libros. Era su último año como estudiante; ya estaba en la preparatoria. Ya le faltaba poco para estar en la universidad y tenía que tener buenas notas si pensaba seguir con el prestigio y el honor de su familia. La familia Yamanaka.


    En su habitación, se encontraba ella misma vistiéndose para partir rápidamente. Se abotonaba la camisa con tanta prisa, que hasta dejó que se viera un poco su sostén. Bastante prisa tenía aquella chica… Al mirarse al espejo, notó esa pequeña falla en su blusa, por lo que comenzó a arreglarla mientras maldecía por lo bajo.


    —Rayos… Voy a llegar… Tarde… —murmuraba con frustración y entrecortado, mientras arreglaba su camisa con incomodidad. Su cabello aún estaba desorganizado y sus zapatos estaban mal acomodados en sus pies.


    Comenzó a hacer sonidos incómodos ya que le era algo difícil acomodar esos pequeños y blancos botones cocidos en esa tela blanca suave y delicada de algodón. Maldecía su mala experiencia con las blusas de escuela, maldecía esos nervios que la tenían así… Luego de acomodarlos totalmente, se volvió a mirar en el espejo con satisfacción; al ver que estaba arreglada su camisa, sonrió y suspiró con cansancio.


    —Malditos botones… Pero ya los arreglé, desgraciados… —masculló frustrantemente maldiciendo aquellos pequeños e insignificantes objetitos cocidos en la tela de aquella camisa.


    Luego de ajustar y acomodar la parte superior de su vestuario, la chica se dedicó a soltar sus cabellos rubios; que estaban atados en una cola, con una fina goma negra. Una vez desatados, la jovencita tomó un peine y comenzó a desenredar las hebras de su pelo. Aquella herramienta iba de arriba hacia abajo mientras era manipulada por las manos sutiles de aquella rubia.


    Después de haber desenredado sus cabellos, la joven prosiguió a tomar otra nueva goma para atar su cabello y así, que su peinado fuera una cola muy alta. Sonrió al espejo y se tiró a sí misma un besito disimulado; como si dijera “¡Que bonita soy!”. Luego de esto, se sentó en su cama, la cual tenía una colcha aterciopelada de color morado oscuro. Al momento de sentarse, se escucharon unos ladridos tiernos y poco peligrosos; de una pequeña jaula salió una pequeña “bola de pelos” que estaba alegremente moviendo su fina colita. La rubia solo sonrió y le acarició la cabeza.


    Se levantó de la cama y volvió a verse en el espejo arreglando su cabello otra vez y colocando una pinza roja y pequeña para así, adornar sus hebras rubias. La perrita peluda volvió a ladrarle con su tierno sonido. Ella volvió la mirada para mirarle con cara de “es tan tierna”; pero aún así, se volteó de nuevo a arreglar su pelo. Por lo que aquel lindo animalito volvió a llamar la atención de la rubia, la cual se enfureció ante esta.


    —Ahora no Peachy… Estoy ocupada. —dijo la rubia ignorando todas las súplicas de la pequeña criatura. Al parecer, Peachy quería jugar; pero la chica estaba tan ocupada que no tenía tiempo. Terminó de asegurarse de todo y se dispuso a salir con su mochila en manos. —No te preocupes; cuando vuelva jugaré contigo. —exclamó a la perrita blanca y peluda; para así, salir de la puerta a que la escoltaran al colegio.


    Bajó las finas escaleras de mármol, que tenían barandales para evitar que cualquiera que bajara por ahí se cayera. Pero no solo por seguridad… También tenía barandales ya que se veía muy elegante. Era una escalera de doble sentido; es decir, que se podía bajar por la izquierda o por la derecha. La rubia decidió bajar por la derecha y así salir de aquella mansión; para encontrarse con una limosina negra y larga (Pero no exageradamente) en la cual se subió y partió al centro educativo.


    __________________________________________________________________


    Una vez en el colegio… La joven cortésmente le agradeció al chofer y se dedicó a entrar en el territorio de escuela, al que ella prefería llamar “Cárcel”. Se encaminó hacia el patio, ya que aún no habían tocado el timbre; ¿Qué estaba haciendo? Parecía que estaba buscando a alguien… Estaba muy apurada, sus pies solo llegaban a estar en el suelo por décimas de segundos. Se dirigió al ya dicho sitio sin poder encontrar lo que quería; pero en un momento… Visualizó algo en lo que exactamente estaba interesada.


    Era un moreno alto, de ojos negros y profundos, absorbentes como un agujero negro, pero tranquilos como el cielo en la noche. De tez blanca y muy atractivo. ¿Era eso lo que ella quería? ¿Verlo? Parecía que sí. La joven se apoyó de la pared y suspiró con nerviosismo, se decidió a salir de las sombras para dedicarle un “¡Hola!” a ese chico. Pero en ese instante, algo hizo que ella cayera de sorpresa.


    —¡Hola Ino-chan! —se escuchó el grito de un chico detrás de la espalda de la chica, por lo que ella cayó directo al piso de rodillas. La joven lo miró con mirada asesina, él se asustó un poco. Era un chico rubio de ojos iguales al mar, hermosos… De cabellos dorados. Pero sus ojos habían cambiado de expresión ante la mirada de aquella rubia de nombre “Ino”.


    —¡Naruto! ¡Me asustaste, baka! ¡¿No vez que estoy ocupada?! —exclamó con gran enojo mientras ahorcaba al pobre y bien parecido joven hasta dejarlo morado. Pero al darse cuenta de esa distracción, la chica soltó el cuello del pobre chico y volvió a atender a sus asuntos.


    —¿Qué es lo que pasa, Ino-chan? —preguntó el chico con cara ingenua. Por su parte, la chica hizo un gesto con el dedo para que él hiciera silencio, y así lo hizo. Naruto se dedicó a mirar lo que ella miraba desde aquella esquina. Si, era aquel joven de cabellos azabaches y ojos negros. —¿Estás mirando al teme? —preguntó el rubio a la rubia, cuyas mejillas se colorearon carmesí.


    —Si. —afirmó ella con mucha simpleza. Su mirada clavaba directamente en el chico. Al parecer tenía bastante importancia depositada en esos pensamientos hacia él. Su mirada era decidida y audaz, por lo que Naruto entendió de lo que se trataba.


    —¿Le vas a decir que tú gustas de él? ¡Ino-chan, por favor! ¡Recuerda que Sasuke-teme está de novio con Sakura-chan! —gritó el chico de ojos azules con algo de enojo. Realmente, ese enojo no era por nada más si no preocupación. Si, preocupación por lo que le pasara a Ino, ya que ese chico de ojos azabaches era bastante frío y podía herirla sin que le importara.


    —¡Cállate Naruto! —exclamó con fastidio, pero ella no entendía que era por su bien. —No pierdo nada con decirle… —murmuró con algo de inseguridad y tristeza. Se quitó de aquella esquina y se encaminó hacia el joven de pelo negro y de nombre “Sasuke Uchiha”. Eso fue algo que molestó y preocupó a Naruto. ¿Qué le diría el joven a su amiga?


    —Espero que Sasuke-teme no sea muy duro con Ino-chan… —murmuró mientras se iba de ese lugar tomando su mochila del suelo. No quería ver lo que pasaría, el cómo Sasuke trataría a la rubia, que estaba tan decidida a ganarse el premio mayor.


    Caminó con nervios, sus piernas se sentían raras y temblorosas; tenía un nudo en la garganta y su estómago daba vueltas. El joven Uchiha vio como aquella muchacha se acercaba a paso lento, por su parte, él no le prestó la menor importancia. En un momento, de la puerta que estaba enfrente a Sasuke, salió una chica hermosa y divina. Era una chica de pelo rosa, corto pero de aspecto lacio; de ojos color jade, brillantes y que reflejaban amor y confianza; llevaba puesto el mismo uniforme que la chica rubia. La pelirrosa se colocó al lado del Uchiha y le dedicó un beso en mejilla y luego en los labios.


    Pero a la chica de ojos celestes, más bien, Ino; no le mortificó aquella acción. Estaba demasiado confiada como para empezar a llorar a mitad del camino; además, no se dejaría vencer por aquella chica que poseía ojos de inigualable belleza. Empuñó sus manos y prosiguió a pararse firme enfrente a aquella pareja, mirando alternativamente a ambos; hasta que se decidió a hablarle al joven de pelo negro.


    —Hola Sasuke-kun… ¿Puedo hablar contigo un segundo? —preguntó cortésmente la joven rubia, a lo que la chica que estaba presente en la escena también, se molestó o mejor dicho extrañó un poco al oír eso; entonces interrumpió.


    —Lo que quieras decirle a mi novio lo tengo que escuchar yo también. —exclamó la chica de ojos color jade aferrándose al brazo del joven Uchiha. Este sólo guardó silencio.


    —¡No es tu asunto, frentona! —exclamó Ino poniendo cara de enfado. Una de sus rivales y vieja amiga, Sakura Haruno; ella era a veces buena con la rubia, pero otras veces se peleaban mucho. Claro que no había culpable… Sasuke miró a su novia con cara de desaprobación, por lo que ella bajó la guardia.


    —Sea lo que sea… puedes decírmelo aquí mismo, Ino. —murmuró el moreno con cara despreocupada. No le importaba mucho lo que le dijera la joven, pero el no sabía lo que sus labios soltarían.


    Ino se mordió el labio inferior y frunció el ceño con un leve sonrojo en sus mejillas. ¿Cómo lo expresaría? Aquel sentimiento que tenía hacia que ella temblara y su corazón fuera tan rápido como un motor… No le era fácil, ya que ella no era de esas que expresan los sentimientos de esa manera tan seria. Pero tenía que parecer y ser seria para que Sasuke entendiera que diría la verdad. Y así empezó…


    —S-Sasuke-kun… —musitó la joven con mucho nerviosismo, Uchiha por su parte, le brindó una mirada de desconfianza. ¿Qué diría aquella muchacha? Eso estaba por verse. —T-Tú me… ¡Gustas mucho! —gritó ella como si lo que dijera no fuera la gran cosa. El joven de pelo azabache abrió sus ojos hasta más no poder, no podía ser… Pero sí era. Que sorpresa se había ganado el chico; pero más fue la sorpresa que se llevó su novia.


    Después de dar aquella noticia, muchos alumnos se reunieron haciendo un círculo alrededor del trío: Ino, Sakura y Sasuke. Todos empezaron a reír eufóricamente como si aquella afirmación fuera un chiste, y quizás lo era… ¿Ino Yamanaka? ¿Declararse de esa manera? No señor, esa no era Ino Yamanaka entonces. Pero algo en el moreno Uchiha hizo que en una pieza de su corazón, creciera algo de confianza. Por alguna razón, él estaba seguro de que eso era verdad. Pero ¿Por qué? ¿Por qué era obvio para todo mundo que eso era mentira, y él era el único que pensaba que era verdad?


    Ante las burlas agobiantes, las carcajadas molestas e irritantes y todos los sonidos extraños que hacían los alumnos… La rubia comenzó a llorar. ¿Por qué nadie le creía? Eso no era motivo de burla. ¿Qué se siente cuando le profesas tu amor a alguien y todos creen que es pura broma? Es duro saber que todos te toman como chiste algo que sientes desde el fondo de tu corazón.


    La chica rompió en llanto. Sus lágrimas y sollozos se empezaron a oír ante la burla de Sakura y los demás alumnos. Excepto Sasuke… Quien aún seguía pensativo, meditando… ¡¿Por qué?! ¿Por qué la tomaban de broma? La joven no aguantó más y salió corriendo de ese lugar con el corazón en pedazos; ya con el poco llanto que llevaba tenía los ojos rojos. Se fue de ese lugar dejando a los burlones compañeros aún burlándose de ella…


    La joven Yamanaka se fue escapándose por el portón del frente para así llegar al parque y dedicarse a llorar a solas. Le dolía… Ese pequeño esfuerzo que hizo en dedicarle esas pocas palabras al moreno… Todo tomado como un juego. Es verdad que ella era de las que hacían bromas, pero no quería que la tomaran mal esa vez. Lloró amargamente y se hundió en sus piernas. Estaba sentada en un banco con la cabeza apoyada en sus piernas… Hundida… Perdida… Azotada por ese inmenso dolor descomunal.


    En ese momento, iban pasando cerca de ese parque y cerca de la rubia tres personas. Eran tres chicos. ¿Quiénes serían?

    Continuará…

    ******************************************************************
    ¡Uy! Pero que mala soy! *perverso* apuesto los deje en intriga no? :D Bueno, en mi opinión, el cap no quedó mal; a decir verdad, esta es una de las únicas veces que narro tanto xD pobre Ino u.ú nunca la tomaban en serio… Y Sasuke meditando en vez de consolarla ¬¬ malvado tío xD y pues… es todo! La conti la semana que viene! Sayo! :)
    ******************************************************************
     
  2.  
    Kárupin

    Kárupin Usuario popular

    Tauro
    Miembro desde:
    5 Septiembre 2009
    Mensajes:
    720
    Pluma de
    Escritor
    Re: Mi medicina. (ItaIno)

    Hola...

    Okey... Primero que nada. ¡Te tardaste! Tiene más de tres semanas, casi un mes que te lo puse y nah que nah, yo hice el mio en un día >//<, Jaja... Okey, eso no importa mucho que digamos.

    La narracion: Supongo que fue buena, aunque para serte honesta la sentí un poco plana, no sé por que pero weh...

    Ortografia:
    Una cosita de nada >//<

    Okey... No te puedo decir mucho, por que... No sé como ande tu cabezita últimamente y asdf. >//<

    Hasta luego amiga. Cuidate TQM´

    PD: ¡No te quejes! ¡Tu eras la que quería una pareja rara! ¡Te ofrecí como mil y esa fue la que escogistes! ¡Asi que ahora te aguantas! >//<
     
  3.  
    Tsubaki

    Tsubaki Usuario común

    Libra
    Miembro desde:
    17 Septiembre 2009
    Mensajes:
    470
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Mi medicina. (ItaIno)
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    2664
    Re: Capítulo 2: El encuentro.

    ******************************************************************
    ¡Hola de nuevo! Ya volví xD

    Escarlata: Bueno, bueno… Seh, me tardé :P ¡pero es que…! Nuh U_U supongo que no tengo excusa xD em… ¿A qué te refieres cuando dices que la narración fue plana? ToT No entendí eso así que amaría que me lo explicaras :P De todos modos, espero que te guste la conti :D

    Wow… Pasó aproximadamente una semana desde que no pongo conti U_U perdón si me atrasé TOT es que estuve muy en las clases y asdasd xD estas semanas son de exámenes U_U bueno, sin más la conti!!

    ******************************************************************

    Capítulo 2: El encuentro.


    En uno de los parques más hermosos de la divina ciudad de Konoha, se encontraba una chica sentada en un banco al lado de un árbol de cerezo que tenía sus botones abiertos que caían con la menor presión posible por parte del viento. Aquellos hermosos y abiertos botones descendían sobre las piernas de la chica, empapadas de lágrimas estaba su falda verde; su blusa blanca también estaba húmeda. Sus ojos celestes se habían tornado rojos e hinchados de tanto llorar; pero claro, sus orbes no eran visibles ya que los cubría con sus manos, con su vergüenza y dolor.


    Su alma estaba partida a la mitad y ambas mitades sentían cosas distintas… Una de ellas sentía dolor; dolor porque nadie le creía, ¿Quién dijo que el amor es motivo de gracia? Pero su otra parte sentía rabia… Rabia por no haberle puesto asunto a lo que había aconsejado Naruto, y rabia por no haber recibido una respuesta de Sasuke. Su cabeza sentía frustración y dolor de tanto lloriquear, pero no le importaba eso. Su corazón sentía que en cualquier momento se detendría su pálpito.


    Pero en un momento, iban pasando enfrente al parque tres personas; parecían mayores que la rubia pero ella no hizo caso a la presencia de esos individuos. Siguió llorando y lamentando su falta de fuerza. Cada vez que más se acercaban, más eran visibles eran sus perfiles que anteriormente parecían siluetas. Eran tres chicos; uno pelirrojo de ojos color miel, hermosos y de aspecto calmado; su cabello era corto y algo desorganizado, pero sedoso. Otro que tenía pelo rubio, largo de aspecto lacio con ojos azules, eran ojos atrapantes. Pero había otro… Un moreno alto de hebras negras y largas atadas en una coleta; con ojos negros… Penetrantes y hermosos a la vez.


    A Ino no le importó la presencia cercana de esos seres. En vez de eso, los ignoró totalmente; como si ellos no existieran o no estuvieran. Por su parte, ellos se encontraban un poco lejos, por lo que no podían visualizar a aquella doncella con corazón demolido. Le daba lo mismo; de todos modos, no quería compañía en ese momento. Pues, los tres chicos jóvenes y apuestos iban pasando sin apuro alguno; parecía que volvían de estar haciendo algo como comer pizza o algo así… Pero la verdad era que venían conversando.


    —Te lo digo, Itachi… Temari está enamorada de ti. —dijo aquel chico que se había mencionado, era aquel rubio; el cual observaba al moreno de ojos negros y obviamente de nombre “Itachi” con mucha picardía. El chico de pelo negro no tardó en poner un semblante enojado para responderle.


    —¡Hmp! ¿Y qué me dices de Tenten, Deidara? Ella te gusta mucho, ¿No? —dijo él con ambas manos introducidas en los bolsillos de su pantalón, luciendo una media sonrisa. El rubio se enrojeció y sintió como se le hacía un nudazo en la garganta; no dudo en voltearse a ver a aquel chico de cabellos negros. Estaba en una situación muy incómoda.


    —¡¿Qué?! ¡No! Tenten está de novia con Neji… —masculló con algo de tristeza, pero conservando su color rojizo coloreado en su rostro. Mordió su labio inferior para evitar decir nada malo; aún así, miró a Itachi con algo de odio y molestia. Era toda la incomodidad que le causaba esa pregunta la cual él no quería contestar, volvió su rostro para mirar hacia delante; pero fue cuando el pelirrojo vio algo.


    El chico de ojos color miel visualizó una figura no muy a lo lejos, era la figura de la rubia con corazón desprendido que se encontraba llorando desastrosamente en un banco. Aunque no se podía ver muy bien desde esa distancia, se podían oír sus lamentos y ver el cómo lloraba la pobre chica. El joven pelirrojo no era experto ni interesado en consolar extraños; por lo que llamó la atención de sus amigos para comentarles ese hallazgo.


    —Oigan… Miren eso… —murmuró el chico de cabellos cortos y rojizos señalando un lugar hacia lo lejos; para que así, los otros dos que estaban discutiendo, voltearan y vieran aquella figura femenil que lloraba y se lamentaba. Los tres se miraron confundidos ante aquella chica que parecía llorar sin razón. ¿O era eso lo que ellos pensaban? ¡Pues obvio que debía haber una razón!


    Itachi se quedó pensativo, al igual que sus otros dos amigos; pero él parecía ser el único que pensaba de esa manera tan seria. ¿Por qué lloraba aquella muchacha? ¿Y por qué estaba sentada allí; tan cerca y a la vez tan lejos del moreno? Pero eso no les importaba a los dos amigos del ya dicho, ellos por su parte preferían irse de ese lugar y dejar aquella alma desconsolada… Pero así no lo vio el chico, y tomó una decisión.


    —Sasori, Deidara. Adelántense… Yo me quedaré aquí un rato. —dijo Itachi decidido a quedarse allí, mientras observaba aquella figura delicada y sutil a la vista. El rubio y el pelirrojo se quedaron algo confundidos por lo que había dicho su amigo, pero aún así, obedecieron y se fueron.


    En el momento en que se marcharon, el moreno introdujo sus manos en sus bolsillos y se dedicó a llegar hacia aquella chica que agonizaba y no era de dolor físico. ¿Por qué Itachi se dedicaba tanto a ir y consolar a esa chiquilla? O es que tenía otra idea. Tal vez… Pero algo era seguro, no le importaba que lo vieran consolarla.


    Una vez que empezara a caminar hacia ella, tuvo que ir por un camino hecho de lozas de diferentes formas. La chica se encontraba en lo alto del parque; en una especie de loma en la cual solo relucía aquel árbol de cerezo. El astro mayor se ocultaba detrás de aquella pequeña loma primaveral en la cual se encontraba dicha joven llorona. Cada vez que el moreno más se acercaba, se podía oír mejor los delicados sollozos de la joven.


    Se encontró enfrente a ella y se fijó en la misma… ¡Tenía un uniforme igual al de Sasuke! ¿Era ella amiga del moreno que le había roto el corazón? Y… ¿Por qué lloraba? Eso eran cosas que Itachi estaba dispuesto a averiguar, pero no sabía por donde empezar; él no sabía consolar a las chicas que estuviesen tan destrozadas, así que decidió improvisar.


    —Eres una chica muy linda para estar llorando de esa manera… ¿Qué te pasa? —exclamó el joven mientras yacía sentado al lado de la jovencita. Ella le dedicó una mirada con sus hinchados orbes, una mirada llena de melancolía; pero no contestó. Por su parte, Itachi no tenía apuro ni prisa, así que decidió volver a intentar. —Por favor dime… Tú eres amiga de mi hermano, ¿Verdad? Tienes el mismo uniforme. —dijo el chico sonriente por lo que ella se sintió rara. Se extrañó, no sabía que él sabía eso; pero por otra parte, ¿Cómo lo sabía? O una mejor pregunta, ¿Quién era él y quién era su hermano?


    —D-Disculpa… ¿Quién es tu hermano? —preguntó aún con ambos orbes cerrados, al mismo tiempo que se abrazaba a sí misma. Él la miró con una sonrisa, y rodeó sus hombros con ambos brazos, haciendo que la chica se resaltara.


    —Sasuke Uchiha… ¿Lo conoces? —preguntó él mirando el horizonte. Ella por su parte, volvió a romper en llanto al momento de oír ese nombre, por lo que el moreno se alarmó. ¿Por qué había comenzado a llorar nuevamente? Aquella joven era un puzzle indescifrable, pero de mucho interés para Itachi.


    La miró… Era inconsolable aquella muchacha, más por alguna razón, él no se decidía a dejarla “morir de amor”. Le sonrió nuevamente; como si de una niñita se tratara, tomó de su rostro con delicadeza. Algo que Ino nunca le permitiría a nadie y mucho menos a un extraño… Pero sobretodo si ese extraño era un Uchiha. Ella ya había sufrido por culpa de uno, y no volvería a caer con la misma piedra.


    Así que lo volvió a intentar, pues claramente él no se rendiría… Pero tampoco Ino se rendiría en guardar silencio.


    POV Itachi:


    ¿Por qué llora así? Y más salvajemente cuando le menciono a mi hermano. ¿Será que… Sasuke le hizo algo malo? Tal vez sea eso. Pero entonces, ¿Qué le hizo él para que ella estuviera así? Él es muy frío y a veces cruel, pero algo que sé es que nunca le haría algo tan hostil a una chica.

    O será… ¿Ella es la culpable? Es posible también, ya que a Sasuke le viven persiguiendo un grupo de chicas a cada instante; quizás ella se lo ganó por estar acosándolo. Esto es duro; si me hago una hipótesis errónea esta chica podría salir lastimada.


    Pero entonces, ¿Qué diablos es esto? ¿Por qué llora? Puede ser culpa suya, o de mi estúpido hermanito menor. En fin… Lo único que puedo hacer es averiguarlo por las malas.


    Fin POV Itachi.

    Después de aquel análisis, el joven Uchiha se dedicó a armar un plan. Debía saber que era lo que le fastidiaba a la chica. ¿Por qué tanto interés? ¿Por qué tantas ganas de averiguar aquello? ¿Por qué tantas ganas de consolarla? Eran preguntas que cualquiera se haría pero que él no respondería. Entonces; rápidamente un plan resurgió de su mente y lo expresó con sus labios, diciendo unas pocas palabras.


    —¿Quieres ir a comer un helado? —con una sonrisa mientras buscaba los orbes celestes de la joven, los cuales estaban siendo escondidos por las palmas de la misma chica. Ella lo miró algo confusa, ¿A qué quería llegar él con eso? Pero eso no le importaba. Prefería morir en manos de aquel chico y no seguir sufriendo. Pero lo que ella no sabía era el motivo de aquella invitación.


    Ella tan solo se paró del banco y asintió sin problema alguno; por lo que él se sintió feliz al saber que ella también iría sin mortifico alguno. Al levantarse ambos, Itachi secó sutilmente las lágrimas de la joven; indicándole que no llorara y que ya partían hacia la heladería. Ino se sonrojó muy tiernamente al ver y sentir la manera en la que el joven le servía de pañuelo de lágrimas.


    Caminaron por el parque y se dirigieron a la heladería; el camino era calmado para el joven, pero para la joven aquel trayecto era todo un sacrificio porque ¿Por qué andar con un Uchiha? ¿El hermano del que te rompió el corazón? ¿Era simple masoquismo? ¿O era otra sensación? La chica no tenía idea, por eso preguntó el porqué aquella reacción.


    —Discúlpame… —llamó la chica con voz suave y dulce, pero lo suficientemente alto como para que el joven Uchiha la escuchara. Él volteó y la miró, no hizo ningún gesto; por lo que la joven Yamanaka entendió que con su silencio le daba oportunidad de hablar. —¿Por qué me invitas a comer helado? —preguntó ella mirando el suelo como si este fuera lo más interesante en ese momento; pero ella tenía que aceptar que lo más interesante en ese momento, era aquel Uchiha.


    —Mm… Quizás para alegrarte un poco. Además, quiero saber lo que te hizo mi hermano. —concluyó él mirando hacia delante con ambas manos en sus bolsillos. Ino por su parte se sorprendió por aquella respuesta; ¿Cómo sabía él…? En fin, eso ya no importó.


    Una vez en la heladería, Ino se sentó en una silla de una mesa; mientas que Itachi fue a comprar los helados. En su tiempo a solas, la joven se quedó pensativa acerca de lo que estaba pasando, el porqué… Él estaba siendo tan amable con ella a pesar de que no la conocía. ¿Solo por saber lo que ocurría con Sasuke? No tenía la menor idea.


    Después de estar metida en sus pensamientos durante unos minutos, llegó el joven Uchiha con dos helados en dos copas. Uno de chocolate y otro de vainilla; él le pasó el de vainilla y ella lo tomó sin decir nada más que un solo “Gracias…” para así empezar a comer aquel postre. Pero a los pocos segundos de haber empezado, Itachi comenzó a hablar.


    —Entonces… Dime, ¿Qué fue lo que pasó entre tú y Sasuke? —preguntó el joven de pelo negro de manera suave pero al mismo tiempo, directa. Ino por su parte, se quedó cabizbaja y cerró sus orbes con fuerza; no quería que sus cielos llovieran, pero aquello era casi imposible para la rubia. Aún así, antes de que comenzara a llorar, el Uchiha mayor tomó de su rostro y secó sus lágrimas con dulzura.


    —Lo siento. Es que no me gustaría hablar de eso ahora. —dijo con voz quebrada mientras secaba aquellas pocas gotas restantes con su antebrazo. Él la miró con algo de exigencia, por lo que la chica se asustó un poco; ¿Qué le haría si no respondía? Al fin y al cabo, la joven Yamanaka decidió hablar.


    —Puedes decírmelo, no se lo diré a Sasuke. —habló con voz suave y poco amenazante. Al parecer había bajado la guardia al presenciar el anterior y notable miedo de la joven.


    Ino se quedó pensando un momento; le daba pena decirle su problema a un extraño, pero debía hacerlo si no quería que el chico la asesinara con la mirada. La joven mordió su labio inferior y comenzó a articular con suavidad la historia. Cada palabra de la chica era una canción para aquel chico, quien ya se había interesado a mitad de la historia.

    Continuará…

    ******************************************************************
    ¡FUCK! xD bueno, eso fue todo por hoy :D espero que les haya gustado :P Especialmente a Escarlata ^^ Bye! La conti el Viernes que viene :D
    ******************************************************************
     
    • Me gusta Me gusta x 1
Estado del tema:
No se permiten más respuestas.

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso