Boku no Hero Academia Mi heroina [Todoroki x Momo]

Lunes por la mañana. Todos los alumnos del salón 1-A empezaban su dia pero había algo diferente en el aire. Todoroki, conocido por no mostrar sus emociones, estaba sumamente molesto hoy. Era fácil para sus compañeros notar como apretaba sus manos y fruncía el ceño tanto que asustaba. Era algo completamente diferente al Shoto normal de todos los dias. Apenas empezó el receso, el joven salió por la puerta sin hablar con nadie y desapareció de la vista de todos casi dejando la puerta en llamas.

-Wow, Shoto esta llenó de ira hoy- comentó Denki con la misma preocupación que todos sus compañeros-¿Qué creen que le pasé?-

-Tal vez está enojado porque una chica lo rechazó- mencionó Mineta ganándose un mirada molesta de todos quienes lo rodeaban.

-Tal vez discutió con su padre- remarcó Deku conociendo la situación familiar del joven.

-Tks, ¿No lo saben?- para sorpresa del grupo, fue Bakugo quien tenía la información-El sábado presentó una forma para sacar a su madre de la clínica- Él pudo deducirlo gracias a un dato que se le escapó al joven peliblanco y rojo cuando asistían a sus cursos de apoyó- Parece que no fueron buenos resultado- al decir eso, todos sintieron un mal sabor bajar por sus gargantas. Ni siquiera Bakugo podría bromear con algo como eso.

-Pobre Todoroki , kero- dijo Asui bajando la mirada- Debió lastimarlo mucho para que estar tan molesto- nadie sabía que decir. Aun siendo amigos, Deku y Iida sabían que Todoroki no era bueno hablando de sus emociones y presionarlo solo haría peor. Tal vez era mejor darle un tiempo para calmarse y luego hablarían con él.

-Ya se- dijo Mina retomando una actitud positiva- Después de clases, podemos ir todos a comer Soba en ese lugar que tanto le gusta a Shoto-kun- en seguida todos empezaron a animarse y soltar ideas que pudieran ayuda a su amigo pero, aunque sea por solo un segundo, Bakugo notó que alguien había dejado el salón después que él terminó de hablar.

-En la azotea-

Todoroki se encontraba solo, sujetando el alambre de protección del lugar y mirando al cielo. No era la primera vez que rechazaban su solicitud pero esta fue diferente a las demás. Su madre estaba progresando tan bien, estaba casi seguro que finalmente podría volver a casa con ellos. Parte de él soñaba con volver a casa y abrazarla, contarle sobre su día, que conozca a sus amigos y verla reír. Extrañaba tanto solo colocarse sobre su hombro y sentir su calor, sin los horarios de visita o ese olor a hospital o el recuerdo maldito de su piel quemándose mientras su madre gritaba de miedo.

Golpeó con su puño el alambre y apretó con fuerza los dientes con solo pensarlo “¿Dónde están mis recuerdos?” pensaba con rabia. Todos aquellos recuerdos gratos se quemaron con la simple imagen de su padre en ellos. Era frustrante, casi no podía recordar que extrañaba en su vida, no recordaba que lo hacía feliz.

-Todoroki-kun- por detrás, una silueta apareció. Él conocía ese voz, era Momo Yaoyorozu – Lamento molestarte pero…bueno…- para la joven no había manera de continuar sin tocar algún hilo sensible pero tenía que intentarlo- Estaba… “Estamos” preocupados por ti-

-Momo-san- respondió el joven de manera tájate- Agradezco tus emociones pero quiero estar solo- Todoroki ni siquiera volteó a verla. No quería que vea su rostro, no deseaba transmitirle esta sensación de odio también a sus compañeros- …Necesito estar solo... –

-¡No es verdad!- Momo Yaoyorozu era una persona inteligente y centrada pero, algo la atrapó en ese momento. Una emoción violenta, fuera de su control. Sus brazos rodearon a Shoto tan rápido que no hubo nada que ambos pudieran hacer. Deseaba llorar pero eso empeoraría las cosas, deseaba verlo a los ojos pero tampoco podría. Ella hundió su rostro sobre la espalda del joven y lo sostenía con toda la fuerza que tenía; como si él fuera romperse si lo soltaba- Yo sé que sufres, Todoroki-kun…lo sé, lo siento, cuando te veo cerrándote y aguantando el daño solo- confesó recordando la actitud solitaria del joven- Sé que no puedo ayudar, sé que no puedo arreglar tu dolor pero…quiero que sepas…que sepas… que…¡Estoy aquí!- gritó con su voz quebrada pero llena de coraje, aun luchando por no soltar ningún lagrima. Actuando como una heroína a fin de cuentas- Que si tienes ganas de llorar o gritar o maldecir…¡Estoy aquí!...junto a ti-

“No llores más Shoto…estoy aquí…”- eran las mismas de aquella mujer que lo sostenía en sus brazos y lo llenaba de aquel cariño que no recordaba su mente pero si su corazón- “Mamá está aquí, todo estará bien”

Eso fue, ese recuerdo olvidado volvía a él. Era el mismo sentimiento, alguien abrazándolo, alguien queriéndolo, era ese sentimiento tan cálido que creía olvido y tan fuerte estaba buscando recuperar. Deseaba tanto volver a sentir cariño que se olvidó de buscarlo fuera de sus recuerdos y terminó lastimándose a él mismo…y casi lastima a sus amigos.

- Momo-san- con algo de fuerza, el joven se liberó del abrazó de su compañera para voltear y verla a los ojos. Ella no sabía que decir, pensaba que estaba molestó con ella por romper su privacidad o por tocarlo pero, con lentitud, él tomó su mano y la sujetó con ambas de las suyas: protegiéndola como si fuera un tesoro- Gracias- dijo finalmente- Gracias por ser mi heroína-

El corazón de la joven saltó con fuerza al escuchar eso, era la primera vez que alguien la llamaba “héroe” y era su apreciado Todoroki. Verlo desaparecer ese semblante molesto y sentir la alegría en sus palabras, fue suficiente como para que sus lágrimas por fin salieran. No hablaron más, solo sonrieron. Sus cuerpos se llamaron el uno al otro y, aun atrapados en sus emociones, no notaron lo cerca que estaban uno del otro.

-…Aahhh…- rompiendo el sueño, Uraraka estaba en la puerta de la azotea mirándolos con el rostro sumamente rojo- Lo siento, no quería interrumpir- respondió sacudiendo sus manos como si intentara inventar un lenguaje de señas nuevo-Es solo que el profesor me envió a buscarlos porque ya terminó el receso , hace como 10 minutos, pero siguán- dijo volteando rápidamente y empezando a caminar como un robot- Yo no vi nada, no señor, nada de nada-

Los jóvenes se quedaron pasmados por un minuto más. Tarde, Todoroki notó que aun sostenía la mano de Yaoyorozu entre las suyas y le soltó suavemente. No había más que decir ahora, ambos intercambiaron una sonrisa y empezaron a caminar. Antes de cruzar la puerta, solo para agradecer una vez más, Shoto dio unas palmadas a espalda de su heroína una vez más. Era la primera vez que sentía el afecto del joven de esta forma y no podía negar que estaba empezando a gustarle…

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-EXTRA-

“No llores más Shoto…”- eran las mismas de aquella mujer que lo sostenía en sus brazos y lo llenaba de aquel cariño que no recordaba su mente pero si su corazón- Todo está bien ¿Por qué preguntas? Porque …¡Yo estoy aquí!- en un segundo, la madre de Shoto se convirtió en un tipo musculoso con una sonrisa ganadora mientras aun lo sostenía en sus musculosos brazos.

-AAAAAAHHHHH- gritó el joven de cabello rojo y blanco levantándose asustado en su cama- ¿Qué rayos fue eso?-

-¡¡DEJA DORMIR!! BASTARDO MITAD-MITAD- se escuchó también en la noche.