Mi hermanita de 14 años

No me lo creo aún. Creo que jamás lo voy a creer. Es que es increíble. ¿Como creer algo así? Estoy parado aquí, viendo a Sakura sentada junto a ese mocoso; luciendo una sonrisa que ilumina su rostro entero, mientras abre un regalo que le ha dado por su cumpleaños número catorce.

No puedo ser el único; todos los hermanos mayores pasan por esto ¿no? Yuki tiene razón; no tengo porque sentirme ridículo por el amor que le tengo a mi pequeña hermana. Mi manera de expresarlo es cosa mía, y los demás no tienen que entenderlo. Yo sé que ella sabe y entiende a lo que me refiero cuando la llamo 'monstruo'. Verdaderamente, significa todo para mí al igual que para mi padre.

Puedo estar un poco más tranquilo: la familia viene haciéndose más grande cada vez. Ya que mi madre tenía a su prima, la señora Sonomi, quien la quería mucho y ahora también le tiene mucho cariño a Sakura. Y así, la señora Sonomi tiene a su hija Tomoyo, la mejor amiga, casi hermana de Sakura. También está nuestro bisabuelo, que también quería mucho a mi madre, y se encariñó inmediatamente con Sakura cuando la conoció. Así también consideramos a Yuki parte de nuestra familia, siendo alguien de suma importancia para Sakura y para mi. Y por último estamos mi padre y yo.

Puedo estar tranquilo porque la manera de ser de Sakura, su pureza, la amabilidad que refleja, la felicidad que transmite, va a seguir atrayendo personas buenas a su vida: personas que cuidarán de ella y la guiarán en su camino. Por el momento la miro; la miro aún como una niña. Yuki se para junto a mí y fija la mirada de la misma manera en ella; con un cariño irrompible. Mientras las personas sigan viéndola de esa manera, puedo estar tranquilo. Sin embargo, también es válido que crea que no existe nadie mejor que yo para protegerla.

Es la verdad. Soy su hermano mayor. Llevamos la misma sangre, los mismos genes. Siempre la he visto como MI "pequeño monstruo".

Pero bueno... me queda ese consuelo: siempre voy a ser su hermano.

Pero si ahora no puedo soportar el ver cómo un mocoso cualquiera, que ella decidió la cuidaría y permanecería a su lado por el momento, viene a recogerla a la casa para llevársela tomando su mano, pintándole una enorme sonrisa en el rostro... Si no puedo soportar eso, ¿como daré la cara cuando se case? Sea ese tipo el que la haga feliz para toda la vida o sea otro, no va a prohibirme vigilar que trate a mi hermana como se merece. Y el día de su boda... ¿seré capaz de reprimir mi pensamiento de que probablemente ningún bastardo es lo suficientemente bueno para verla vestida de blanco?

Sea como sea... tendré que dejar que Sakura comience su propia familia con la persona que ama; y espero encuentre a la persona correcta. Pero espero que ella jamás olvide que yo siempre seré su hermano mayor y ella siempre será mi hermanita pequeña. Yo siempre voy a estar ahí para ella; para cuidarla, para protegerla, para apoyarla en sus momentos de felicidad y de dolor: siempre estaré a su lado.

Hoy, en su cumpleaños catorce, le he regalado un gran abrazo y le he recordado lo mucho que la quiero. Ella ríe porque le he dicho que tal vez debería decírselo más seguido; pero es que en verdad entiende que se lo demuestro día a día. Y nunca voy a dejar de hacerlo; aunque cuando crezca deje de verla a diario. Siempre estaré cerca de ella y ella cerca de mi: el vínculo de hermanos como el que nosotros tenemos, es uno de los que en serio no se puede romper con nada.

Feliz cumpleaños... monstruo.