Mi fin.

Mi fin.

Título: Mi fin.
Summary: Siempre fui una chica sobre saliente en "mi mundo" por no temer a nada. Ahora se que estuve equivocada.
Cantidad de palabras: 654.

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Hola, soy Celeste. Mi vida siempre fue “especial”. Me conocían por ser valiente, por no tener temores.
De pequeña nunca he temido a la oscuridad; nunca tuve miedo a fallar en el colegio, con mis amigos y, posteriormente, en mi trabajo. Ahora tengo un empleo en una Universidad, más bien, en su laboratorio.
Un día me encontraba en un avión de viaje a una antigua ciudad, debía investigar un raro fenómeno que hacía desaparecer a todos los turistas que pisaban aquel lugar.
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Hacía 1 semana había cumplido 35 años y viajar a aquel lugar era un bonito obsequio que me daba. Mi trabajo no era mi vida, pero si mi pasatiempo.
Del aeropuerto había ido en taxi unos 60 Km. Hasta ese Templo “turístico y misterioso”.
Grandes rocas con inscripciones talladas en un idioma antiguo imposible de leer… Todo era tan perfecto que hacía parecer nuestros nuevos edificios simples estatuillas de arcilla.
En ese momento me encontraba sola, ya que mi equipo llegaría en dos días. Oficialmente, yo debería de estar en el hotel pero necesitaba entrar y explorar por mis medios antes que las grandes maquinas y escaner alteren mi diversión.
Una enorme puerta fue la que mis ojos vieron. Divisé a unos 30 metros, una gran puerta de piedra que estaba entre abierta. La oscuridad invadía el lugar pero, sin temor, comencé a caminar hasta la “piedra entre abierta”.
Despacio, con cuidado y cautela, observe que había detrás de la puerta. Todo era oscuridad pero un pequeño brillo verde me llamaba, me decía que entre y vaya a ese lugar.
Cuando traspasé y entre hacía la cámara, una indescriptible ráfaga de viento azotó el lugar. La puerta se cerró por completo y la negrura era increíble, la piedra verde iluminó ese lugarcito en donde estaba encerrada.
De repente vi una cucaracha entonces recordé…
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Tenía 5 años cuando me internaron en el hospital. Aquella vez fue la peor experiencia de mi corta vida. Una pequeña cucaracha se metió en mi oreja cuando estaba durmiendo, se quedo allí hasta que creció y midió 5 cm. de largo.
Supieron que algo andaba mal cuando mi oído comenzó a dolerme de una manera increíble, fue inimaginable tal tortura a una niña tan pequeña… Pero así fue.
Después de ese incidente, mis padres, desinfectaron cada lugar en donde yo pasase. Por eso, nunca más vi un insecto en mi vida.
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Momento a momento. Minuto a minuto. Segundo a segundo. Así era como esa asquerosa “cosa” se acercaba a mí.
Jadeaba como nunca lo había hecho, comencé a sollozar… A llorar. Por un momento creí que mi corazón se detendría ya que no me creí lo suficientemente fuerte como para aguantar mucho más tiempo… Encerrada… Allí… Con una cucaracha.
Cerré mis ojos fuertemente para no ver esa cruda realidad. Para mis adentros me decía: Se fuerte. Solos eres una chica de 23 años. Podrás salir de aquí… ¿O no?
Un agujero se abrió al lado mío, -una salida- Pensé, pero no. Estaba a punto de entrar allí cuando un río de insectos, de todos los tamaños y colores, comenzó a descender de aquel lugar.
-Mi muerte.- Eso fue lo único en que podía pensar o decir.
Mi llanto no cesó, comencé a marearme y estuve a punto de desmayarme, pero no. Mi fiero interno comenzó a gritar a los 4 vientos -¡Soy valiente! ¡Yo me quedare aquí!-
Miré mi reloj, con la esperanza de que hubiera pasado un buen rato desde que entre allí, pero totalmente decepcionada observe que solo habían pasado 10 minutos… Parecieron horas.
Comencé a rasguñar las paredes, la puerta y todo con lo que me encontrase en mi camino.
Pero, desesperada y con insectos hasta la cintura, mis gritos no pararon y comencé a sentir un dolor espantoso. Sentía que mi piel se despegaba de mis huesos llevándose, también, mi carne y toda mi sangre.

Sentía que este era mi fin…