mi destino es... (Inuyasha x kagome)

Tema en 'Fanfics Abandonados de Inuyasha Ranma y Rinne' iniciado por kira_asakura, 17 Marzo 2011.

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    kira_asakura

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    Kagome volvera a reencontrarse con su amado hanyou y sus amigos en la epoca antigua ... ¿que es lo que el destino le tiene guardado?... un fic post manga
    holaaaa a todos he venido a enseñarles mi fanfic nuevo ^^ estoy re contenta por que ayer nacio mi sobrino



    Capitulo 1: extrañarte

    No, esto no estaba pasando, no… no, tomó el borde del pozo devora huesos tan fuerte que sintió como las astillas se clavaban en sus manos, no era posible, Inuyasha se había ido, se había desvanecido en un segundo.

    - Inuyasha…- susurro- ¡Inuyasha!- grito hacia el fondo.

    - Kagome…- dijo souta-

    La señora Higurashi les hizo una señal al abuelo y a su hijo para que se retiraran, kagome aun estaba shockeada y ella sabía que tenía que darle espacio para que la joven se desahogara.

    Al sentir como cerraban la puerta de la bodega, al ver la oscuridad, al ver el interior del pozo, sintió un vacio tan enorme que sus piernas flaquearon y se desplomo aferrándose a la madera, había perdido al único hombre que había conquistado su corazon, sabía que este día llegaría pero nunca se imaginó que sería tan rápido, no sabía cómo reaccionar, este no era el final que había imaginado, pero todo fue efecto de su mente soñadora… aunque Inuyasha la amara, eran de distinto tiempo… estuvo toda la tarde mirando el interior vacio del pozo preguntándose si aquello había sido un sueño, si sus aventuras habían sucedido realmente, si Inuyasha realmente existía, si no se había caído buscando a buyo y había despertado en ese momento.

    Entonces recordó la tibieza de sus labios, las ganas con que la aferró hacia su pecho en aquella oscuridad, como sintió que el traspasaba su alama con la mirada… eso no había sido una mentira.
    Salio de la bodega sin saber cómo reaccionar, mirando el árbol sagrado, corrió hacia él rogando que hubiera una posibilidad de que Inuyasha la escuchara.

    -Inuyasha- tocando la corteza- Inuyasha me escuchas "por favor… aunque sea para despedirme, dejame escuchar una vez mas su voz"- desesperada miro hacia las ramas recordando la vez en que kikyo lo había apartado de su lado, pero nada.

    Tambaleándose se dirigió a su habitación, miró por la ventana en la cual siempre wstaba el hanyou sentado esperándola, pero no había nadie, solo el viento nocturno que se colaba en su habitación.
    Se miró en el espejo observó su estado y entonces comprendió que el fin había llegado que ya no había vuelta atrás Inuyasha no volvería, ella no volvería nunca más al Sengoku y con dolor admitió que su destino no era quedarse con el.

    " no pude decirle que lo amaba… no pude decirle que quería estar con él, no pude… no pude"

    - ¡ no pude!- Grito con todas sus fuerzas destruyendo lo que había en su escritorio, en un acto de rabía.

    -¡por que! - lanzando la silla del escritorio contra la pared quedando en el suelo después de haberse descargado, se acostó en su cama dejando que las lagrimas fluyeran con desesperación, mordiendo la sabana para que su madre no escuchara los sollozos, el aroma de su amado hanyou nunca volvería, sus orbes doradas nunca más la mirarían, nunca mas lo escucharía quejarse…

    Miró la habitación solitaria y silenciosa ¿ no había deseado su vida normal? Acaso ¿ no deseaba que Inuyasha no la molestara cuando estudiaba? Se odiaba por el hecho de solo pensarlo… ahora lo único que quería era escuchar sus "¡fhe!" y sus reclamos por ser tan inútil.

    La señora higurashi estuvo a punto de entrar en la habitación pero lo mejor era dejarla sola, sintió la petición silenciosa de su hija en el corazón.

    Se juntó con sus amigas como todos los sábados a recorrer las calles de la ciudad de Tokio para distraerse un poco, dos años sin su doble vida, dos años sin aventuras ni peligros, dos años sin sus amigos, ni su amado.

    Ya no era la misma y ella lo sabía se había encerrado tanto en sus estudios que ahora era la mejor del instituto, siempre aparecía en el panel como la número uno, se encerraba toda la semana a estudiar para no pensar en el pasado, ni en la época feudal ni nada y cuando no estudiaba leía libros, libros que la llevaban a otro mundo, en donde los protagonistas casi siempre terminaban con un final feliz.

    -Kagome chan… vamos, vamos a probarnos esos vestidos- dijo con animo ayumi quien la guió a aquel escaparate.

    Gracias a aquella muchacha quien sabía toda su historia podía al menos sobre llevar su vida ahora, ella solo la escuchó y no la trato de loca por ningún motivo, cuando les contó a sus amigas que jamás volvería a ver a Inuyasha, Eri y Yuka insistían en la idea de tratar con Houyo, Ayumi salía al rescate cambiando de tema, su amiga sabía aquel dolor que aun no cicatrizaba en su corazón.

    Se probó un vestido celeste, le quedaba bien pero no lo llevaría por qué no tenia para quien usarlo, mas bien no tenía el animo para usarlo, era tan bonito que ella lo opacaría con la expresión de su rostro, enseguida salió de la tienda esperando a sus amigas, quería escapar de allí.

    Al lado había una tienda de antigüedades, entró para curiosear, baúles, lámparas, cuadros, lápices, monedas y entonces algo le llamó la atención, era una pintura antigua , una especie de pergamino en aquel se presentaba una figura muy conocida para ella, tanto que la perturbó.

    - Señorita ¿ocurre algo? – la sorprendió el joven que atendía la tienda

    -no nada- transpirando frio- observando con detalle el pergamino

    -Es un pergamino muy hermoso no, usted es idéntica a aquella sacerdotisa- ella solo asintió y salió.
    Sus amigas la esperaban.

    -Quiero ir a casa – dijo con lagrimas en los ojos-

    -Kagome…¿ que sucede?…- preguntó yuka, preocupada ya que desde que paso el susto del pozo kagome nunca había vuelto a ser la misma, pensaban que con la recuperación de su salud la muchacha sería la de antes, pero ahora era peor-

    -Quiero irme a casa, es solo que no me siento bien… - recordó aquel pergamino, era una sacerdotisa igual a kikyo y a su lado un hombre de cabellos azabaches con la misma túnica de rata de fuego a su lado, ambos mirando a el lago de una forma tranquila en mitad de la noche- " a lo mejor Inuyasha encontró la felicidad en estos dos años… a lo mejor una sacerdotisa pudo apreciarlo como se merecía…"- me duele la cabeza…

    -Chicas yo la acompañare…- dijo Ayumi- vamos kagome…

    Se alejaron de ellas… dirigiéndose a un parque… sentándose a las orillas de una fuente.

    -Ayumi, era tan igual a kikyo… era tan igual a Inuyasha… quizás el… no se que pensar… - tantas ideas se le venían a la cabeza- Yo jamás volveré a ver a Inuyasha eso lo tengo claro, pero… pero siento… albergo una esperanza de volverlo a ver, alguna vez.

    Kagome chan… -se sentó junto a ella- no se que decirte, porque esas experiencias son increíbles… al principio dude mucho pero después de que me contaste, de que tu madre también me lo explicara…. Lo que quiero decir es que si esas experiencias son tan fantásticas para la gente normal a lo mejor puede haber un milagro-

    Su amiga le trato de dar animos, pero había que aceptar la realidad, la perla de Shikon ya no existía.

    -No ayumi… ya no… lo que podía hacer ese milagro lo hice desaparecer yo… - miró su reflejo en el agua- y lo peor es que no paro de revivir mis experiencias. en sueños trato de olvidarme… trato de hacerlo… pero no puedo. Algunas veces despierto en la noche pensando que Inuyasha está a mi lado… que vela mi sueño como cuando tenía quince años - apretó sus puños- sueño que soy … que soy kikyo, sueño el dia en el que ella falleció.- miró la expresión de su cara… lo apagada y seria que estaba y ahora eran mas parecidas- sueño cuando se declararon… y hay veces en las que no puedo dormir pensando en ello- golpeando el agua.

    -Kagome yo pienso que te vendría bien un cambio de look- tomo la mano de su amiga.- se dice que si uno se corta el cabello, los problemas no se vuelven tan pesados.

    Al llegar al instituto con su cabellos cortos se daban vuelta a mirarla, además se puso unos aros pequeñitos en ambas orejas, se sentía más liviana, ¡ayumi tenia razón! Aunque no podía olvidar como sus lagrimas calleron al ver su cabello en el suelo, eso era parte de olvidar, de dejar todo atrás , miraba su reflejo y se sentía una persona distinta era hora de hacer borrón y cuenta nueva.
    &&&&&&&&&&&&&&&

    Pero no pudo, nunca pudo, Inuyasha siempre estaba en sus pensamientos, incluso buscaba a reencarnaciones posibles, pero nunca lo encontró. Asi que se convirtió en un ratón de biblioteca, conservó a sus amigas de siempre, muchos chicos tuvieron el valor de declararse pero ella tenía su corazón entregado y como no, si se lo regaló a Inuyasha en aquel último beso, y nunca supo la respuesta, pero ella sintió como el la atrajo de una forma desesperada, mirándola con pasión, mirándola a ella, solo a ella, no a kikyo , ni a nadie mas a ella a kagome.

    Así que todos en el instituto murmuraban o que se iba de novicia o quizás tenía otros intereses, por que los chicos mas populares se le declaraban y ella siempre respondía con una negativa, y nunca aunque tuviera que morir casta y pura nunca se entregaría a ningún hombre, había conocido el amor junto a Inuyasha, se había calado tanto en su ser que cualquier hombre para ella, nunca llegaría a ser un hombre, quizás un amigo, pero nunca un hombre.

    Lo amaba, desde hace tres años que lo amaba y hoy en el día de su graduación no había recibido el botón de nadie… ni ella lo regaló,¿ como un botón podía significar el corazón?¿quien lo habría inventado?.

    Habia obtenido una beca, una beca para irse al extranjero y eso es lo que haría se iria para poder olvidarse de todo, pero antes tenía que enfrentar el pozo… enfrentar el pasado, la razón por la cual estaba sufriendo desde hace tres años, el no poder saber como estaba, la incertidumbre de saber si lo aceptarían en la aldea, sabía que sango ni miroku ni kaede ni ninguno de sus amigos lo dejaría solo.

    "ahora me preparo a una vida sin ti"- cerro sus ojos- "una vida sin ti, Inuyasha… no la quiero… yo deseo… yo quiero estar contigo"- sintió como el pozo se abría ante ella… como dejaba ver el cielo del Sengoku.
    Kagome- su madre se situó a su lado… no sabía que decir… ¿estaría bien dejar a su familia?
    Mamá yo… mamá- miró a su madre con los ojos llenos de lagrimas -


    Su vida estaba recién hecha, había podido afirmarse un poco, estaba a punto de irse al extranjero a estudiar, pero ella no quería una vida sin Inuyasha.

    -Esta bien kagome- abrazó a su hija- los hijos deben partir… pero prométeme que seras muy feliz.
    Ella le correspondió con un abrazo, tan pero tan lleno de sentimientos que ambas no pudieron reprimir los sollozos.

    Alcanzó a despedirse rápidamente de su abuelo y de su hermano, que ya estaba hecho todo un jovencito.

    Y se lanzó por el pozo… esperando ver a todos sus amigos y a Inuyasha. Al llegar y ver el cielo azul lloro de felicidad dando vueltas buscando la manera de subir… la agilidad para subir aquellas enredaderas no se había ido.

    Penso con tristeza en su madre, en su abuelo y en Souta… pero de todas formas iba a ser lo mismo si ella se iba al extranjero… lagrimas calleron nuevamente.

    " ojala pueda encontrarte Inuyasha"


    Una mano quien se ofrecía a ayudarla… al tomarla, al sentir su calor sabía que su nueva vida comenzaba… era la mano de su querido Hanyou
    Continuará
     
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    AlexMarie Kagamine

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    buen fic debo decir que me intriga saber que pasara
    muy bueno de veras!!! (estilo naruto)
    conti pronto muero de curiosidad
    bueno cuidate y nos veremos pronto
    Atte: AleDark o Alex
     
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    kira_asakura

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    HOOOOLAAA HE VUELTOOOO xDD muchas gracias aledark por tu post !! *---* ojala mas gente lea esta historia ^^

    Capitulo 2: Acompañarte.

    Corrió al pozo, con toda la velocidad que su condición de medio demonio podía darle, nunca había estado tan desesperado por llegar a un lugar como aquella vez, esta vez era distinto, era cierto que iba cada tres días a revisar si el pozo traía de vuelta a la muchacha… pero nada… la desilusión y la soledad lo embargaban siempre, cada tres días desde hace tres años.

    Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando al llegar al pozo, el dulce aroma de la jovencita a quien el esperaba con tanto ahínco llego a su nariz. Temeroso se acercó al pozo, a lo mejor se estaba volviendo loco o quizás algún demonio le estaba haciendo una jugarreta… al ver la silueta de joven subiendo por el pozo, por aquellas enredaderas le dio al determinación para estirar su mano y ayudarla… tenía miedo… de que fuera algún espejismo… pero no era real.
    Era ella… kagome… con toda su fuerza la sacó y se miraron largo rato, ella sonreía de forma nostálgica con los ojos llenos de lagrimas, se notaba cansada… su rostro estaba mas apagado…

    -Kagom…- trató de pronunciar su nombre pero la luz del dia mas el rostro de la bella joven lo dejó sin palabras, era de verdad…

    -Lo siento Inuyasha, ¿ te hice esperar demasiado?- una lagrima callo por su rostro….-

    " ¿te hice esperar demasiado?"… como no tenia idea, cada día para el era mas doloroso, ver como todos iban cumpliendo sus sueños y él solo tenía la motivación de esperarla, el consuelo de que ella estaba a salvo en su época.

    -Tonta- la abrazó de forma posesiva y ella se relajo en sus brazos, y sonrió- que tanto estuviste haciendo- sintió como ella suspiraba y lo abrazaba aun mas, el se concentro en su aroma, en su calor… de verdad, de verdad kagome había vuelto. Quería decirle que la amaba…

    -kagome sama-


    -kagome chan-


    -kagome-


    Deshizo el abrazo para mirar a todos su amigos y correr hasta llegar a ellos...

    Todos- sonrió, por fin estaba en casa, por fin sentía que este era su lugar- he vuelto- .
    &&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&

    Anciana kaede-

    La anciana se dio la vuelta sorprendida, dejo las hierbas medicinales a un lado y corrió a abrazarla, su aprendiz, la muchacha que hace mas de tres años había llegado sin siquiera saber donde estaba, la muchacha quien trajo la perla de Shikon de nuevo, la que a todos les enseño una lección importante, la que se fue sin siquiera decir adiós, ahora estaba frente a ella, la muchacha la estrechó fuertemente, la anciana correspondió su abrazo, pensó que se iría de este mundo sin ver de nuevo a la muchacha, pero el destino quizó otra cosa.

    -Kagome… ¿Cómo?- dijo la anciana atrapando la cara de la muchacha entre las manos-

    -No lo sé…- dijo la joven emocionada- pero estoy aquí… era lo que mas deseaba…

    -Vamos tomemos té… kagome que alegría- todos se sentaron alrededor de la hoguera como hace años.

    Sus ojos dolían de tanto llorar… pero no era como en su época lloraba de felicidad, de alivio de saber que todos estaban bien, la anciana le acercó una taza de te y la actualizaron de todo lo que había ocurrido en esos últimos años, las gemelas graciosas se presentaron ante ellas, enseguida la abrazaron y comenzaron a jugar con su cabello.

    -Niñas no molesten a la tía- dijo sango-lo siento kagome.

    -Aaay que bien… extrañaba la serenidad de kagome, no como Inuyasha quien gritaba como niña cuando las pequeñas se acercaban.- se burlo shippou-

    -¡ que dijiste zorro!- agarrando al niño de la cola-

    -Ay mi colita…

    -quien es la niña ahora….- burlándose del zorro-

    -Hey no se peleen- miroku intervino…. Y recibio una mirada asesina del medio demonio.

    Kagome rió de manera estridente hace años hubiera sentado a Inuyasha de inmediato, pero ahora estaba tan feliz que no diría la palabra, de pronto se encontró con los ojos dorados del hanyou y se sonrojó.

    -No te preocupes está bien… se parecen mucho a ti… pero la personalidad de miroku sama- sango se sonrojó- y el bebé ¿cuanto tiene?…

    -Tres meses- acercándoselo a la sacerdotisa- se llama… Riuji… y ellas son Miaka y Maaya.

    -Kagome ahora que has vuelto… ¿qué te parece si te quedas en mi casa y me ayudas como sacerdotisa?- dijo kaede sin rodeos.

    -Sí – contestó la muchacha enseguida emocionada, quería aprender el oficio de curar a las personas en aquella época- estoy emocionada…- y en ese momento se sintió como la muchacha de quince años… y lo seguía siendo ya no había motivos de tristeza, ahora viviría la vida que quería.

    Ya habían pasado tres días desde que había llegado y Kaede era estricta en cuanto al aprendizaje de la medicina herbal, estaba aprendiendo muchas cosas, las plantas eran maravillosas sanando gente, no se necesitaban tantos químicos… por eso la gente enfermaba tanto en su época, casi todo era artificial, en cambio aquí todo era puro y limpio.

    Su época ¿ como estaría su familia? Hoy no podía dormir pensando en ellos, su madre le había dado la libertad para poder permanecer junto al hanyou… pero desde que había regresado no habían tenido contacto… ella estaba estudiando o ayudando a la anciana kaede, el salía a exterminar demonios con miroku y no regresaban hasta que anochecía, al final del día terminaba exhausta después de tanto estudiar por lo que dormía como un tronco, pero esa noche no pordía hacerlo.

    Se levantó y salió de la cabaña sin hacer ruido, necesitaba pensar en algunas cosas.
    ¿ por que Inuyasha no se le acercaba? Quizás el no estaba preparado para que regresara.¿ El beso, habría sido por compromiso? Se estaba volviendo loca en pensar en aquellas cosas ¿ habría tomado la decisión correcta?... la duda la carcomía por dentro.

    Llegó al árbol sagrado, no había tenido tiempo para ir a ese lugar, sin duda era su lugar favorito, después de todo aquí comenzó toda la historia.

    -"aquí murió kikyo, aquí durmió Inuyasha, aquí lo desperté, aquí me di cuenta de mis sentimientos… gracias al Goshimboku… pude conocerlo"- acarició su corteza, concentrándose en el aroma de aquel árbol.-"protege a mi familia… envíale mi mensajes… por favor"…


    -Kagome…-

    La llamó estaba pensativa desde que llegó, ¿se estaría arrepintiendo?...

    Ella lo miró con miedo, se había sorprendido pues, el joven salió de repente y sin aviso.

    -¿estás bien?- se acercó a ella y ambos se sentaron.

    Ella suspiró.

    -Si… es solo que no podía dormir…- mirando hacia las ramas del Goshimboku- y ¿qué tal tú? ¿No podías dormir?

    El negó con la cabeza, la verdad es que estaba pensando en todos los acontecimientos resientes, desde que kagome llegó, no había podido hablar con ella y eso le estaba matando los nervios, ella parecía triste, quería decirle que no estaba sola… que el estaría con ella siempre… que… que quería… quería.

    -Que nostalgia- de pronto murmuró la sacerdotisa, el la miró extrañado. – es que jamás pensé que iba a regresar… me hubiera gustado estar en la boda de miroku, en el nacimiento de las gemelas…- Inuyasha sonrió-

    -La verdad es que todo lo que nombraste fue un chiste. Cuando nacieron las gemelas, miroku casi queda sin manos y sin oídos… los insultos de Sango fueron de lo mejor…- con aquella risa burlona que lo caracterizaba.

    Lo miró reírse… eso la hizo sentir un escalofrío en la espalda, nunca lo había visto reírse de aquella manera, a lo mejor no se sentía solo…

    -Tu… es decir… como estuvo tu época… como está el enano…- refiriéndose a souta- tu madre y el anciano.

    Entonces la cara de kagome se contrajo de nostalgia.

    -Todos estaban de maravilla, yo me gradué de la escuela el día en el que llegue… - sonrió- pude derrotar los exámenes- mostrándole su puño- Salí la mejor de mi clase-
    su expresión era triste.

    -¿ de veras?- entonces el era una gran molestia, kagome estaba mejor sin el.

    -¿Pero sabes?... "me sentí vacía sin ti"… no nada- se relajó y cerró los ojos, no quería decirle a inuyasha lo mal que estaba sin el… a lo mejor el se obligaría a estar con ella y eso si que no lo quería- y ¿tu? Que hiciste en estos tres años.-

    -El tiempo se detuvo para mi…- la expresión era tan triste, como cuando perdió a kikyo-

    Estaba sorprendida, ¿qué quería decir?...

    -Estaban nuestros amigos, nunca me dejaron solo, pero cada uno continuó su vida, yo me quede estancado, mi vida no avanzaba… desde que el pozo se selló nada volvió a ser lo mismo al menos para mí…

    La tristeza del hanyou fue percibida por la sacerdotisa, su corazón se llenó de congoja y sin saber porque se sentía culpable, ella tampoco quiso quedarse sola, pero había ocurrido y si que había sufrido.

    -Para mí fue lo mismo… - Inuyasha la miró- solo que mi vida avanzaba… muy rápido… yo… yo… - sintió que sus mejillas se humedecieron, ya no aguantaba mas tenía que decírselo, tenía que preguntarle que significó aquel beso entre los dos, tenia que decirle que lo amaba- yo me sentía vacía sin ti.- dijo casi en un susurro pero Inuyasha lo escucho muy claro.- yo no sabía nada de ti…

    -Kagome…- como siempre ella era la valiente… la que siempre dejaba sus sentimientos al descubierto,¿ por qué nunca podía decirle lo que sentía?, ¿ por que Kagome terminaba llorando?- tranquila… -

    Se agachó enfrente de la muchacha… si lo tenía que decir se lo diría de esa forma mirándola directo a los ojos, no quería ver a Kagome llorando… no.

    -Nada fue volvió a ser lo mismo para mí porque… a diferencia que cuando mi madre falleció y quede solo… esta vez tenía amigos a mi lado… pero me faltaba lo más importante- y con toda la seguridad que pudo acumular - eras tú.- la abrazó tal como cuando le quito la perla Shikon y la soltó por el pozo.- tu me diste amigos kagome… sanaste mi corazón.

    Inuyasha- se aferró a él- Inuyasha… yo- se apartó de el- yo

    No la dejo terminar por que sin previo aviso, la beso, asi era el todas sus demostraciones de afecto eran una sorpresa. Se aferro a su cuello, el joven acarició sus labios de una forma tierna, casi inexperta.

    -Te amo… - la muchacha reunió el valor para decírselo.

    El sonrió.

    -Como siempre… nunca puedo decirlo…- la beso de nuevo- hablar no es mi estilo…

    -Lo sé… - se acurrucó en su pecho-
    &&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&

    Uuuy ese Inuyasha que era lo que quería, desde hace días que andaba enigmático, la citó al árbol sagrado y ya llevaba casi toda la tarde esperándolo… en fin se sentó en las raíces del gran árbol para esperarlo una vez más.

    -Comparado con los tres años… esto no es nada- sonrió. – creo que agregaré un Usuwari a nuestra charla… hace años que no lo uso…- rio de forma malévola-

    Desde que le había dicho a Inuyasha lo que sentía, todo era como antes, no se habían vuelto a besar, por que siempre los interrumpían. Los arbustos se movieron, tomo su arco… tensándose, luego el movimiento desapareció… debió haber sido una ardilla o algo así, Se paró para estirar las piernas.

    -Buh- un susurro en su oído-

    Gritó con todas sus fuerzas al sentir como unos brazos la aprisionaban. Una risa burlona conocida para ella resonó.

    -Inuyasha- lo miro enfadada… era el momento preciso para decir la palabrita- Inuyasha…- el la miró llena de miedo.

    -Espera… kagome…- sus instintos le decía que corriera antes de escuchar la palabra…

    -U… su…-

    -Kagome al menos escúchame…-

    -Está bien…- pero cuando le terminara de decir todo se lo gritaría tan fuerte que en la aldea le escucharían-

    -Bien solo que… no soy bueno con las palabras ya sabes…- estaba sumamente nervioso… ojala hubiera traído a myoga con él, pero lo dejo aplastado en alguna parte del camino- bueno yo… yo – trago, luego respiro profundamente – " vamos Inuyasha esto no es tan difícil… " kagome yo quiero que tu…

    -¿Me hagas ramen?- hablo molesta… hace dos días había pasado lo mismo… Inuyasha la citó aquí y tartamudeo y le pidió que le hiciera ramen.- ok vamos.

    Cuando se dio la vuelta para dirigirse a la aldea, el la estrecho nuevamente en sus brazos.

    -hey… que ocurre- pregunto asustada.

    Entonces el le susurro en el oído…

    -Yo quiero que permanezcas a mi lado siempre…- la estrechó mas aun-

    -Siempre lo hare Inuyasha " volví para estar contigo"- entonces le dio unos golpes en la espalda.-

    -No, tu no entiendes… - entonces se apartó, y buscó entre sus ropas y lo encontró, había ido hasta donde Totosai para pedirle que le forjara uno, pero el le entrego
    uno.- esto debió haber sido de mi madre… pero mi padre no se lo alcanzó a entregar… - mostrándoselo.

    -Un anillo…- entonces kagome sintió a sus compañeras, las lagrimas- pero Inuyasha esto debería quedarse contigo.

    -No,kagome yo quiero que te quedes conmigo, que seas mi compañera… - respiro y lo dijo casi en un murmullo- mi esposa.

    A la sacerdotisa se le fue la respiración… que que¿ como dijo que dijo? ¿Su esposa?...

    -Em kagome ¿no quieres?... kagome – agito la mano frente a la mirada perdida de la chica.

    -Usuwari…- murmuro… entonces al sentir que el muchacho calló con toda la fuerza, supo que era real…

    -Hey- se sentó sosteniéndose la cabeza- si no querías no tenias por que mandarme al sue…- la muchacha se tiro a sus brazos- lo.

    -Tonto, claro que quiero… si...- le dijo llorando de felicidad- si quiero ser tu esposa. – sonriéndole ansiosa.

    -Entonces… señorita esto es tuyo…- tomo la delicada mano de kagome entre las suyas… poniéndole el anillo…- Totosai dijo que forjaría unos iguales para nosotros, me dijo que eso eran costumbres humanas… y me lo entregaría el dia de la boda.

    Te amo… Inuyasha- lo abrazó- gracias gracias.

    -No, tu gracias por volver…- devolviéndole el abrazo.- y acompañarme


    Habían muchas cosas que hacer ese dia… pero se dieron el tiempo para pasarlo juntos, ya que a partir de ahora asi era como lo harian.
     
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  4.  
    miko kagome

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    hola!!!!!!!
    que buen fic ^^
    esta muy interesante!!!
    tienes un don, escribir muy bien ^^
    me gusto mucho este capi sobre todo
    cuando Inuyasha le pidio matrimonio a Kagome n///n
    espero me avises de la contiiiiiiiiii
    bye n_n
     
  5.  
    Cami Chan

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    hoooooola! me gusta mucho tu fic!
    De verdad me gusta tu manera de escribir!
    la historia es tan romantica... :p
    bueeeeeno espero conti, me avisas si?
    Saludooooos
     
  6.  
    AlexMarie Kagamine

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    superrr wow ya ni me acordaba de esta historia siendo honesta
    pero muy buena conti jeje ahhh hubiera preferido ver eso en el anime cuando le da el anillo
    que lindo Inu-sama!!!!! te amooo}
    Kagome no le dejes ir nunca porque es un amor
    me alegro que esten juntos de nuevo aunque si dio tristeza que ella tubiera dejar a su familia
    que mala suerte el no poder visitarla mas
    pues bueno de nuevo te felicitooo eres genial no lo dudos tu estilo es superultramegawow
    como una conti de kanketsu-hen en fin nos estamos posteando y come frutas y verduras eso queee ni yo
    me la creo nos estamos posteando y cuidate mucho ya lo sabes no
    Atte: Alex
    Matee nee
     
  7.  
    kira_asakura

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    les paso a dejar un regalito ahora que sali de una prueba xD muchas gracias por sus comentarios Y-Y me alegra que les guste


    Cap 3 : Confiar en Mi


    Miraba a la luz el anillo que le había dado Inuyasha, era entero de acero, pero tenía unos dibujos tan difíciles de hacer, que solo un hábil herrero podría hacerlo y unas cuantas joyas diminutas incrustadas en él, aun no lo creía… a lo mejor se había golpeado la cabeza y esto no era real, quizás despertaría en la enfermería de su escuela. Entonces desvió la mirada a su lado y allí estaba el Hanyou a su lado e iban de la mano… esto no podía ser real.

    -Inuyasha- llamando la atención del chico- pellízcame. – le pidió-

    -Eh?- la miró como estuviera loca- no, no voy a hacerlo de nuevo- para que quería la muchacha que él la pellizcara… quizás el anillo estaba poseído y estaba loca.

    -Vamos, pellízcame- le pidió con ojos suplicantes.

    -Fhe!- sacudió su cabeza en un no-

    -U..su..- amenazó la muchacha-

    Enseguida el muchacho pellizco su mano y le dolió… mucho, tanto que le salió una lágrima pero de esa forma comprobó que esto no era un sueño, estaba comprometida con Inuyasha…e iban de la mano…


    -Que tanto piensas- pregunto el muchacho al ver la cara de ensoñación de kagome, el sonrojo de sus mejillas, sus ojos brillantes mirando hacia el cielo notando como ella le apretaba la mano-

    -"vamos de la mano"-


    -Hey – notando como no le prestaba ni la mínima atención- Kagome…

    -"vamos de la mano"- entonces escuchó su voz- eh?...

    -¿en qué tanto piensas?- le pregunto con una risa burlona, vio como se sonrojaba, se acercaba a él y paraba de caminar.

    El atardecer comenzó a presentarse, haciendo correr una brisa algo helada, al parecer el otoño se acercaba, aquello caló los huesos de Kagome, provocando que tiritara, su ahora prometido la acercó hasta su pecho tratando de darle calor, esto la sorprendió. Entonces lo miró fijamente sus orbes doradas la observaban fijamente, como memorizando su rostro.

    -nada es solo que… – volvió a tiritar- ¿estás seguro? ¿Estás seguro que quieres casarte conmigo?

    Siempre había sentido aquella inseguridad de sí misma, de las situaciones que se le presentaban, siempre se consideraba inferior, ahora Inuyasha quería unir su vida junto a ella, o es que estaba tan feliz que aun no se lo creía o quizás aun había algo presente… no quería sacarlo a flote no, no lo haría. La mirada de él la embargó.

    -Perdón pregunté una idiotez- agachó la mirada y el la sostuvo por el mentón, Inuyasha no hacía esas cosas… o quizás no lo sabía, pero se arrepintió enseguida de haber puedo en duda sus intenciones cuando el muchacha hizo aquel gesto.

    -Je Tonta… claro que quiero casarme contigo, no sabes cuánto te estuve esperando… - se acerco a sus labios y susurró contra estos- cada tres días iba al pozo, para ver si regresabas- y sin besarlos se apartó de ellos, tomando su postura de brazos cruzados con actitud molesta- ahora me puedes devolver el anillo si quieres- caminando…

    lo había dicho de broma.

    El acababa de confesar aquello, aquello que los demás le dijeron pero el nunca le comentó por razones obvias.

    -Claro que no, esta demasiado bonito como para hacerlo- era simple… no como el que soñaban sus amigas… pero eso lo hacía aun más hermoso. Corrió hasta el y le tomo la mano obligándolo a correr hasta la aldea junto con ella.-

    Antes de entrar a la cabaña se dieron cuenta de que todos estaban allí la familia de Miroku y Sango, la anciana Kaede y Shippou, este último debió haberse ido a su viaje de entrenamiento, pero así era todas las noches desde que la jovencita del futuro había llegado, todos se reunian a comer como una gran familia, por eso Inuyasha ya no estaba solo, ahora se emocionaba por aquellas reuniones. Se soltaron de las manos antes de entrar, aquella reacción fue de ambos.

    -Bien- miró a Inuyasha

    Sabrian que los molestarían.

    -No le diremos nada por ahora- dijo Inuyasha –

    Ambos asintieron, como sellando un pacto.

    -Ya llegamos- avisó Kagome-

    -O ya era hora- Kaede comenzó a servir estofado a todos, no preguntaría en donde estaban, pues sabía que esos dos necesitaban tiempo a solas-

    -¿A dónde estaban?- el monje se aproximó a Inuyasha con cara de pícaro- a ya se, a ponerse al día...

    Ambos se sonrojaron.

    -Papi, que es ponerse al dia- con cara de picaras preguntaron las gemelas-

    -Pues verán niñas… Tio Inuyasha y Tia Kagome, no se ven hace mucho entonces… ellos fueron a lo oscurito…

    Kagome se cubrió el rostro con las manos e Inuyasha alzó el puño, antes de que alcanzara su objetivo Sango ya le había pegado un cachetazo a su marido, el bebé estalló en carcajadas y las niñas también.

    -No seas imprudente- notablemente enojada.

    -Le enseñas violencia intrafamiliar a nuestros pequeños- mordiéndose una parte de la tela de su vestimenta.- eres una mujer muy cruel

    -Y tu tus perversiones…- ignorándolo.- eso es peor

    -Pero sango no lo llamaste perversiones cuando concebimos a…

    -¿Quieres otro?- Sango le mostró su mano-

    Kagome estalló en risas, hace tiempo que no veía este tipo de escenas, pensó que ambos se habían vuelto un matrimonio maduro y serio, pero todo seguía igual y eso le alegraba bastante, era como si no se hubiera perdido de nada.

    -Toma Kagome- la anciana le entregó un pocillo lleno de humeante estofado – oh, pero y ¿ese anillo?- tomando su mano pensando en algún ítem maligno- ¿Dónde lo encontraste?

    Inuyasha notó la cara de pánico de la joven muchacha, abrió los ojos para que mintiera.

    -Em- pensándolo bien- mmm me lo encontré cerca del rio si- riendo nerviosamente.

    -"buena escusa"… entonces deja analizarlo- tratando de quitárselo pero la joven no quería.- que pasa Kagome.

    -A lo mejor esta poseída – dijo Miroku acercándose a Kagome….- fuerzas malignas están presentes en Kagome- asustado, siguiéndole el juego a la anciana.-

    La anciana y el monje se abalanzaron hacía la muchacha con intenciones de quitarle el anillo "maldito".

    -¡NO! – gritaron la sacerdotisa y el Hanyou- esperen- dijeron ambos al mismo tiempo.

    -Kagome huyó de la anciana y se sentó al lado de Inuyasha, ambos se miraron y asintieron, todos los miraron expectantes.

    -Pues- el joven tragó – eh… eh…

    -Nosotros- continuó la sacerdotisa- mm eeh

    No esta vez Kagome no iba a ganarle, le tomo una mano, la que tenía el anillo de acero.

    -Vamos a casarnos- el Hanyou lo dijo todo, sin dudas sin titubeos, miró a la sacerdotisa y noto que estaba sonrojada y asentía.

    Pensando que quizás los molestarían o se pondrían llenos de alegría, el semblante de todos oscureció.

    -Pues eso no se puede…- dijo la anciana.

    -Eso está prohibido – hablo el monje en un tono muy serio, un tono que no era de él-

    -¿Qué?- preguntó asustada Kagome- ¿Cómo?

    -Kagome tu eres una sacerdotisa, una mujer pura e Inuyasha es un hanyou, su mitad demoniaca es peligrosa, eso significaría que perderías toda tu pureza y dejarías de ser una sacerdotisa, y eso no está bien visto.

    -Serías un hereje- dijo Miroku.- nosotros no te juzgaríamos pero…

    -Sango los miraba con tristeza, hasta Shippou parecía estar a punto de llorar, esto no era una broma.

    -Pues entonces…- Inuyasha soltó la mano de la joven- Kagome no puedo…- era egoísta, condenarla a lo que pasó su madre, lo sabía y sus ilusiones estaban rotas… estúpido el era un semi demonio fuerte…-

    La joven se paró.

    -No me importa.- habló enojada- no me importa ser una mujer común…- miró a Kaede- no me importa ser un hereje- miró a Miroku…- no me importa cambiar estas ropas- señalando las de sacerdotisa que traía puestas- por las de una aldeana común…

    -Pero…- Inuyasha la quiso interrumpir.- Kagome ellos tienen razón

    -No me interrumpas jovencito…- respiro y entonces hablo fuerte- amo a este hombre, hanyou, bestia como sea su forma y si la gente no lo entiende me vale madres, me voy a casar con él, aunque tenga que irme al fin del mundo para poder hacerlo… o incluso si yo me tengo que transformar en un monstruo.

    Mierda, Kagome ganó de nuevo.

    -Así es… - también se paró- aunque tenga que llevármela lejos, para que no le hagan daño, me quedaré con ella.

    Todos cerraron los ojos suspirando, los niños los miraban, se intercambiaron una mirada temerosa, esperando a que los juzgaran se tomaron de las manos, Miroku se acercó a ellos…

    -uuuy si que les dio fuerte el amor- abrazó a Inuyasha- bienvenido al club. Primor -

    -¡ felicidades!- los gritos se escucharon en la cabaña.

    -¿Que? – se preguntó Kagome mientras Sango se acercaba a abrazarla, estaba atónita

    -Felicidades- La joven madre la estrechó fuertemente- sabía que ustedes estarían juntos. Era una bromita

    -Gracias- suspiró la sacerdotisa, sentía que las lagrimas iban a salir… realmente esto era real.- me asustaron

    -Kagome- la anciana se acercó- nunca perderás tu pureza, siempre y cuando seas la misma persona, felicidades- se abrazaron- seguirás siendo mi ayudante.- la muchacha asintió

    -Uuuy Kagome no se como vas a aguantar a esta bestia, pero felicidades – Shippou saltó a sus brazos- ya sabes… cualquier maña… un usuwari.

    Te invitare a verlo.- sonriéndole al pequeño entre sus brazos

    -Muy bien perrucho tienes que cuidar a Kagome me oíste- sacándole la lengua-

    -No lo dudes- acercándola a su lado, posesivamente- siempre la protegeré…- acordándose de la primera pelea con seshomaru quien diría que se iba a convertir en realidad.

    Esa noche, todos comieron como lo hacían antes, pero esta vez los comentarios no eran de cómo derrotar a Naraku ni como averiguar su escondite, si no los preparativos de boda, la boda mas especial celebrada en aquella aldea

    Se levantó temprano, la anciana Kaede le pidió si podía ir a la pagoda donde se custodiaba antes la perla de Shikon allí habían unas medicinas que le serían de ayuda para aquel parto tan problemático que se acercaba.

    -Hierbas prensadas…- buscando entre los estantes, llenos de polvo- achu!... aquí están- sonriendo por haberlas encontrado rápido se dispuso a bajar todas esas escaleras, pero antes observó bien un lugar… - esta es… la tumba de Kikyo… - se inclinó para hacer una pequeña oración y notó las flores de campanilla que comenzaban a crecer, junto a otras flores del mismo tipo… aquellas que solo florecían con la luz de luna que alguien habría depositado.- oh dios el parto, perdón Kikyo en otro momento vendré.

    Al llegar a la cabaña, todo era un caos, hasta Sango había venido para ayudar, el bebé ya había nacido pero la madre tenía mucha fiebre, y el abuelo de la familia se había caído por estar cuidando a los demás pequeños, Kagome lo curaba en otra cabaña.

    -Hola- saludo Inuyasha entrando en ella- que pasó el ataque de un monstruo- viendo como su novia curaba al anciano-

    -No- sonrió- el ataque de la maternidad… esto le va a arder señor masato pero trate de aguantar.- la muchacha termino de vendar la herida- muy bien no tiene que hacer esfuerzos con esta pierna, pasado mañana vendré a cambiarle el vendaje.

    -Gracias señorita Kikyo..-

    Inuyasha dio un respingo, iba a corregir al anciano, pero más le preocupó la muchacha.

    -Kagome…- le pego en la punta de la nariz en un gesto cariñoso- Kagome…

    -Ah, lo siento… perdone a este viejo- es verdad pero la muchacha era tan igual a la sacerdotisa que hace cincuenta y tres años cuidaba la aldea, por la que muchos hombres perdían el sueño, y la que el Hanyou Inuyasha les había quitado- que ya casi no ve.

    No se preocupe- le sonrió divertida- vendré pasado mañana.

    Salió de la cabaña, agotada se sacó una pañoleta que acostumbraba a usar en curaciones y varios niños la rodearon. Inuyasha se acercó, para preguntarle por aquel episodio

    -Es verdad les prometí que iríamos a buscar hierbas- miró a su novio- ¿nos acompañas?

    Fhe!

    Era la misma imagen de hace cincuenta y tres años, Kagome jugando con los niños, el subido a un árbol cuidándola, era como ver a Kikyo, sacudió la cabeza, aun ¿tenía recuerdos de aquella sacerdotisa?

    -señorita Kikyo…- escuchó a los niños que llamaban a Kagome de aquella forma, estuvo a punto de bajar de aquel árbol para darle unas nalgadas, pero la muchacha les sonreía, sin regañarlos-

    -Niños, me llamo Kagome… acaso ¿ mi nombre no les gusta?- se sentó en la hierba y los niños la rodearon sentándose-

    -A mí si… es como ese juego… aunque es cruel…- dijo una pequeña.- tiró de la manga de la sacerdotisa- no sabíamos que se llamaba Kagome.

    -Sí… los mayores siempre la llaman Kikyo.- dijo confundido otro pequeño- los ancianos, incluso nuestros padres.

    -Dicen que usted volvió de la muerte para cuidar la aldea y vivir junto al hombre que ama…

    -Sintió un vacio en el estomago, la verdad es que básicamente, era aquello… pero ella era una persona distinta… la esencia era casi la misma, la apariencia era casi la misma, pero ella era Kagome.

    -Ah puede ser por el parecido, pues, yo soy la reencarnación de la señorita kikyo- sonrió al ver la cara de asombro de los pequeños-

    -¿ y qué se siente ser una reencarnación?- pregunto otro niño-

    -Pues, nada… aunque algunas veces puedes tener sueños de tu vida pasada…-

    -Genial- exclamaron los demás pequeños, mirándose entre ellos con asombro-

    -¿ sus poderes son de la sacerdotisa Kikyo?- pregunto una niña-

    -No lo se… la verdad es que pensé que si pero hace tres años cuando peleaba por la perla…

    -Usted ¿ fue la sacerdotisa que destruyó la perla?- pregunto uno timido, como si su emoción no entrara en su pecho?-

    -Si pero lo hice junto a mis amigos. La verdad es que no se muy bien que se siente ser una sacerdotisa hay veces en las que se viven momentos de tu vida pasada, pero tu eres una persona distintas… a veces es triste que digan que eres una persona y tu sabes que eres distinta… pero en fin… que tal ¿si jugamos a algo?.

    Inuyasha escuchó todo, sabía que los de la aldea la miraban como si fuera Kikyo, pero ella era distinta él lo sabía, pero es que ella creció y su expresión más madura la hacía parecerse un poco… a ella, pero eso era todo… ¡diablos!.

    -Muy bien el último… ya estás en casa Ryuichi… - dejo al pequeño junto a su madre…Inuyasha los acompañaba por que ya era de noche- nos vemos…-

    -Gracias señorita kikyo…- la joven madre la llamó de esa manera…

    -Mamá… ella no se llama kikyo se llama Kagome…- regañando a su madre- Adios Kagome…

    Ella se despidió con una sonrisa.

    Maldita noche… no podía dormir… bueno faltaban tres días para su boda asi que… aaa después de tres noche no dormiría sola otra vez… que vergüenza. Mejor saldría a caminar…

    La noche estaba estrellada y muy brillante… luna llena, miraba su anillo este gracias a las joyas emitía unos destellos hermosos a la luz de la luna, se casaría con su amado Inuyasha, esto había sido de su madre… alguna vez ¿ el habrá planeado darle este anillo a kikyo? Basta, quería dejar pensamientos de lado… ahora estaba feliz… no la verdad es que a cada momento su mente era confusión… se sentó bajo un árbol para reflexionar… la verdad es que quería llorar.

    -Cuál es mi identidad- susurró- ¿ donde estas Inuyasha?

    El joven dormía junto a la anciana Kaede y a ella para cuidarlas… pero aquella noche no había llegado. A su lado las raíces habían acumulado agua formando un charco, se miró en el.

    -No puede ser…- su imagen era la de Kikyo- yo no soy ella… YO NO SOY KIKYO.- golpeando el agua- todo está en mi mente… quizás la situación en la aldea me ha confundido.

    Algo pasó junto a ella.

    -Shimidamashu- corrió detrás de aquel ser… no podía ser ella misma había visto como el alma de Kikyo subía para descansar en los cielos.

    Al llegar sintió como si el fuego del infierno la quemara dándole un gran dolor… Inuyasha estaba besando la figura de Kikyo… el viento soplo anunciando la lluvia y la cinta con la cual sujetaba su cabello se fue con él, acalló el sollozo para que no la escucharan, lo sabía Inuyasha aun guardaba sentimientos por ella, eran muy fuertes… por que era él quien iba a buscar las flores de campanilla que se abrían con la luz de la luna y se las llevaba a Kikyo.

    "tranquila… no juzgues tan rápido… no cometas mi error"


    Se sereno aguantando las lagrimas… y lo vio claramente… era un demonio, mierda no tenía ni su arco ni su cajarc con flechas. Pero quería hacer pagar a ese demonio por hacer una ilusión tan cruel, quería matarlo.

    -Suéltalo- dijo con furia…

    Entonces el demonio mostró su forma… realmente era una figura femenina, Inuyasha aun estaba en shock.

    -Aaa pero si eres la novia…- dijo aquella demonio de forma burlesca- en mi opinión la antigua sacerdotisa era mucho más hermosa… tu solo eres la copia barata…

    -Cállate… - materializó en sus manos un arco y una flecha, hechos con energía espiritual.- vete antes de que te mate…

    -Que harás copia de Kikyo… - dándose la vuelta- tu poder no alcanza para purificarme…

    Entonces el aire de llenó de sangre.

    -Deja de molestarla…- el Hanyou estaba débil , al parecer le había consumido parte de su energía vital-

    -Oh pero si ¿no te acuerdas de mí? … cuando acompañabas a Kikyo… me mataron… pero reviví gracias al poder de un demonio que tenía el poder de una joya… querido Kikyo era mucho mejor.

    Kagome lanzo la flecha y la demonio fue desintegrada sin piedad, ya no aguantaba la situación…

    -Inuyasha…- el joven estaba debilitado…- tranquilo tu energía volverá…- dijo llena de lagrimas.

    En efecto la energía de Inuyasha regresó en instantes mientras Kagome lo miraba atónita… tenía cosas que preguntarle, pero no se atrevía… siempre era lo mismo… siempre, se sentía como hace tres años cuando descubría a Inuyasha y a Kikyo, mientras ella estaba detrás de los arbustos, consumiéndose de dolor.

    -Tu no la has olvidado del todo…- con voz quebrada la joven se acercó.- necesitas pensar…- entregándole el anillo.

    Era un imbécil como había caído… en ese juego estúpido… como no se dio cuenta de que era un demonio… pues se acercaba la luna nueva y esa era su explicación.

    -Kagome tu no entiendes… yo…- que le iba a decir… nada, que había visto al "alma" de Kikyo que venía a despedirse… que estúpida situación debió haberlo descubierto hace tiempo… y por su culpa Kagome estaba herida

    -La viste con la forma de Kikyo… besaste a la figura de Kikyo… no importa si era un alma, un demonio… o una fantasía, sigues queriendo a Kikyo, tu le llevas esas flores lo se…- no le gustaba llorar frente a el- te lo digo yo no soy Kikyo…- tratando de calmarse- no quiero que te cases conmigo por una ilusión…

    Corrió con todo lo que sus piernas le permitieron… la lluvia la mojo sin compasión y no quería ver a nadie… ¿a quién podía acudir? Sango estaba dormida, no quería molestar a Kaede… así que decidió dormir y llorar en una de las bodegas para que nadie la molestara… tenía que desahogarse…
    Entonces era por eso- sollozó – a la única que ama es a Kikyo… todavía lo hace… ni siquiera puedo confiar en mi misma

    No te precipites Kagome… tu eres la única que puede hacerlo feliz"
    "
    ¿Kikyo?
    Continuara.
     
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  8.  
    Cami Chan

    Cami Chan Usuario común

    Acuario
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    AAAAAAAAAAAH! ME ENCANTÓ!
    tienes tanto talento para escribir... de verdad que tu historia me atrapa más y más a cada capitulo.
    La trama es increíble y la forma en que das a entender los sentimientos de los personajes es increíble :)
    Bueno, no me queda más que decir, sólo que espero el siguiente capitulo!
    Saludoooos!
     
  9.  
    kagomeG

    kagomeG Usuario común

    Piscis
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    Andale!!!! (perdón por apenas llegar... Ya estamos al corriente)
    Me encanta tu redacción... Sentimientos y expresiones son de lo mejor!
    Siento HORRIBLE por Kagome... (aun que estábamos muertas de la risa por lo del anillo y la "bromita", yo los mato)
    Y es algo que nos pega mucho a las mujeres... Inseguridad... Pero creo en que Kagome lo superará... Que vaya con el goshimboku y lo mas probable es que se sienta mejor... Aun que la manera en que le entregó a Inuyasha el anillo fue muy seca... Que feo! Hasta a mi me calló en el hígado... Pobrecito!
    Vamos Kikyo! Ayudala!!!
    Gracias amiga y te esperamos!

    KagomeG
     
  10.  
    Anniheri

    Anniheri Usuario común

    Aries
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    Hola
    Me gusto mucho tu historia, tienes una gran forma de narrar los sentimientos de los personajes.
    Me muero de ganas de saber que es lo que hizo que Inuyasha besara a Kikyo
    La trama es increible, te anima a seguir leyendo...
    Espero seguir leyendo, hasta luego…

    Sakurina
     
  11.  
    kira_asakura

    kira_asakura Entusiasta

    Libra
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    mi destino es... (Inuyasha x kagome)
    Total de capítulos:
    7
     
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    3791
    antes de ponerme a estudiar de nuevo les traigo un nuevo capitulo me alegro que mas gente este leyendo mi historia =D ojala sigan sumandose y muchas gracias niñas por sus comentarios T--T me inspiran a seguir escribiendo.

    Capitulo 4: Ser tu esposa

    -¿Kikyo?-

    ¿Era posible? ¿Sería real?... pero Kikyo estaba descansando en paz, ella misma la había visto cuando ascendió a los cielos para nunca más volver a sufrir.

    -Kikyo… ¿cómo?- preguntó asustada- ¿Por qué estás aquí?...

    -Kagome… siempre tan insegura de ti misma… - se arrodilló frente a su vida futura- ¿acaso no lo vez?

    -¿ qué cosa?- abrazándose a sí misma, muerta de frio por la lluvia-

    -Kagome… tienes todo lo que yo quise alguna vez…- entonces la muchacha sollozó. Estaba dolida, veía como la jovencita trataba de aguantar el llanto.

    -Que ironía…- apartándose unas cuantas lágrimas- tú también tienes lo que yo quiero…

    Y en un acto maternal Kikyo acarició el cabello de la joven, la tristeza de la muchacha era muy fuerte, tanto que podía sentirlo, ella tenía que hacerle ver la realidad, ese sería su regalo de bodas… estaba cooperando con el matrimonio de su rival y su amado, pero ella ya no era de este mundo, ella ya estaba descansando en paz, este sería la muestra de gratitud hacía la joven por haber salvado su alma.

    -Inuyasha te ama… -acariciando la cabeza de la muchacha, como si fuera su hermana pequeña, sabía muy bien que la joven sacerdotisa no sentiría aquella caricia, pero al menos quería demostrarle su apoyo- no debes juzgarlo tan rápidamente, si no mira como termine yo… si hubiera escuchado…

    Kagome podía sentirlo… podía sentir el calor que Kikyo emanaba cuando le acariciaba la cabeza, no quería levantar la mirada… se sentía como una chiquilla malcriada, pero el dolor en el pecho era más fuerte, no quería que Inuyasha se casara con ella por lucir como Kikyo, no quería ser la reemplazante de Kikyo en la aldea, quería ser Kagome… solo Kagome.

    -Sí, pero solo porque te ve a ti en mi…- aun no quiso levantar la mirada- todos lo hacen… todos me dicen Kikyo, no me importaba, créeme que no, pero no quiero que Inuyasha se amarre a mí de por vida… porque yo luzco como tú.

    El espíritu sonrió.

    -Te diré una confesión, este será mi regalo de bodas… asi te pagare por haber salvado mi alma…- la muchacha la miró, era verdad, por primera vez se dio cuenta de la mirada de la joven, lo que le transmitía era frescura, paz, calidez. Kagome era como la luz, aunque estuviera triste igual ese resplandor estaba allí… oculto, pero allí al fin y al cabo.

    -No hace falta Kikyo… yo quería salvarte de verdad- recordó aquel momento cuando fue débil, cuando llegó muy tarde para poder salvarla, lo débil que se sintió- lo siento.

    -Tranquila, solo pido que me escuches- entonces le sonrió con cariño- Cuando Inuyasha venía a verme- el semblante de Kagome se entristeció.- En su mirada, había un brillo especial… pero al estar conmigo eso… se transformaba en angustia y nostalgia, al principio me pareció normal porque él se sentía culpable, pero luego comprendí que ese brillo se lo dabas tu… gracias a ti el pudo liberarse y mostrarse tal como era… yo solo era el factor que ensombrecía su alma.

    -Yo lamento haber sido el factor por el cual ustedes no tuvieran sus momentos- bajó la mirada y trato de tomar una de las manos de Kikyo, entonces la traspaso y sintió mas tristeza aun- en estos tres años… pude sentir tu dolor, soñé muchas veces fragmentos de tu vida y Kikyo…- sollozó- lo siento.

    Kikyo había comprendido, en los últimos instantes de su vida, lamentó haber tratado de matarla, pero fue muy tarde, Kagome no tenía la culpa de nada, pero estaba viviendo sentimientos de mujer cuando tenía aquel cuerpo de barro y huesos, fue una tonta.

    -Yo fui una tonta también, trate de matarte y tu solo querías ayudarme- carcajeo- Kagome, quiero hacerte ver que sin ti Inuyasha no sería como es ahora, lleno de amigos, sonriente… orgulloso de lo que es… un Hanyou, algo de lo que yo nunca fui capaz, yo solo quise cambiarlo, ese fue mi error, nunca pude aceptarlo como un Hanyou, hasta el momento en el cual lloro por mí, tu lo aceptaste del principio.

    -Yo fui criada de distinta forma…

    -Como sea, el amor… puede superar cualquier barrera… el y tu superaron la barrera del tiempo, la de las razas, el corazón de Inuyasha no era algo fácil de conocer, y tu pudiste hacerlo… tú te quedaste a su lado.-

    Kagome no pudo responder… no sabía que decir.

    -Tú tienes que tomar la decisión, pero este será mi regalo y nunca más volveré…- Kagome levanto la mirada… e hizo el gesto de abrazarla… ella también lo intento-

    -Lo lamento… fui una tonta… Kikyo… júrame que estas tranquila…- la mujer asintió.- gracias

    -Yo descansare en paz por la eternidad, al saber que Inuyasha y tu son felices… esta charla es todo lo que te puedo regalar. Hazlo feliz…

    Entonces desapareció, la culpabilidad la llenó por completo… Kikyo tenía razón. Abrió los ojos… entonces ¿todo fue un sueño?... miró la bodega polvorienta, el frio de la madrugada se colaba por las rendijas, el olor a antiguo mezclado con hierbas secándose llenaba sus pulmones y el anillo no estaba en su mano, aquello no había sido un sueño. Kikyo ahora extrañaba su presencia, una sonrisa melancólica cruzó su rostro.

    Ahora, ¿ cómo enfrentaría a Inuyasha? Ni siquiera le había dejado explicarle.

    -Baka- estaba muerta de frio y no se atrevía a salir de la bodega.- creo que… Inuyasha debe estar enojado conmigo… Kikyo ojala tengas razón… pero el nunca me ha dicho te amo, como a ti.- trató de dormir un poco, quizás más repuesta podría ver a Inuyasha, pero se le haría difícil con las ropas mojadas.

    Era un estúpido, un idiota… como no se le ocurrió que había sido un demonio, no pudo correr detrás de ella porque realmente era la figura de Kikyo, Kagome tenía razón había besado a la figura de su ex amor, pero eso no quería decir que la amara, no, solo que el alma le pedía un último beso, nada más, ¡ mas idiota aun! Porque el ya se lo había dado… argh ¿ahora qué haría? primero tenía que ubicarla y hablar con ella, le suplicaría… algo que jamás haría por nadie más.

    Maldición la lluvia no le permitía identificar el olor de Kagome, además se acercaba la luna nueva y sus poderes se estaban aminorando, así que fue directamente donde la anciana Kaede, la muchacha de seguro estaría allí… pero su sorpresa fue que no se encontraba en aquel lugar… ¡Sango y Miroku! Al llegar todos dormían en familia plácidamente, pero Kagome… no.

    Buscó en todas partes conocidas por el, en el Goshimboku… Kami estaba en plena madrugada y ninguna señal de la joven, además la lluvia complicaba aun más las cosas… ah era un… ya no podía pensar en nada mas… en ningún calificativo para él, ojala viniera Kouga y le diera un paliza por estúpido.
    A lo mejor la muchacha necesitaba estar sola, no la presionaría… después de todo el siempre la alejaba cuando ella quería ayudarlo y el solo le respondía con sus malos modos y la trataba mal… pero la joven se quedaba a su lado SIEMPRE.

    Llego a la cabaña de la anciana Kaede… y miró las largas escaleras que estaban a un costado de esta… ¿cómo no se le ocurrió? Subió las escaleras, a un costado vio la tumba de Kikyo… con las flores que el mismo depositaba para ella… necesitaba hacerlo después de todo… la mujer fue una persona muy importante para él.

    -Las bodegas- avanzó y abrió cada una buscando a la muchacha llamándola por su nombre… todas estaban llenas de hierbas… objetos sagrados, pergaminos y brebajes.

    Hasta que abrió la ultima… a la cual entró, allí preparaban medicamentos, los hervían, los guardaban en tinajas, entró y la madera de la bodega crujió, entonces en un rincón, acurrucada estaba Kagome.

    -Tonta- susurró, estaba abrazando sus piernas con la cabeza oculta en sus rodillas, se agachó para quedar a su altura, el no era bueno con las palabras… - Kagome…

    La zarandeó un poco entonces se dio cuenta de que sus ropas estaban mojadas, al igual que las de él.

    -Inuyasha- le llamó, entonces vio como se despertaba, sus ojos estaban hinchados por tanto llorar, sus labios tiritaban seguramente por el frio, se restregó sus ojos mirándolo luego.

    -¡ tonta!- le grito- no sabes lo preocupado que me tenías.- tomándola por los hombros- ¿qué quieres?¿ pescar un resfriado?- le dijo enojado, la verdad estaba preocupado- vámonos… - esperando que la muchacha lo siguiera… pero ella no se movió del lugar- ¿entendiste lo que te dije o no?- pero ella miraba hacia un punto fijo.
    Ahora le gritaba, sus ojos se llenaron de lágrimas, era una tonta, lo sabía, quizás Kikyo tenía razón e Inuyasha si se preocupaba por ella, hasta vino a buscarla… estaba empapado, seguramente muy enojado con ella.

    -la lluvia ha empeorado- estaba comenzando a enojarse- Kagome dije que te levantaras…- no pudo evitar gritarle… es que ¿ no entendía que podía enfermarse?-

    -Kagome…- esta vez pronuncio su nombre con ternura.-

    -Qué te pasa…- se levantó y sintió un pequeño mareo- u…su…- no pudo pronunciar palabra por que se desmayo.

    OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO


    El dolor de cabeza no le permitía abrir bien los ojos.

    -Me parece muy irresponsable de su parte… haberse mojado de aquella manera- reprochó Kaede- mira la pobre tiene mucha fiebre… intentare bajársela para que mañana ya este mejor…

    -Para de cacarear Kaede- dijo Inuyasha evidentemente molesto.- por último se corre la fecha y ya está.

    -No se puede- habló la voz de Miroku- el sacerdote viene de otra aldea… con Sango estuvimos esperando mucho.

    -Es verdad- Kaede se concentraba en preparar mas brebaje para la muchacha.- además todos están trabajando mucho para mañana.

    -"Mi boda" pensó y luego siguió durmiendo lo que necesitaba era un sueño reparador y si que lo fue, soñó que Inuyasha se acercaba en medio de la noche, le daba un beso en la frente, ya no estaba enojado con ella, le acariciaba el rostro, susurraba "tú eres la única que puede llevar esto…te amo" y le ponía de nuevo su anillo en el dedo, realmente había sido un sueño.

    -Boda, boda, boda- entraron las gemelas- despertar a la novia.

    -¡No niñas!- les retaba Sango para que no despiertan de manera brusca a Kagome… para que le permitieran dormir un poquito más, ya que en este día debía estar hecha un manojo de nervios.

    -¡Llegare tarde a la escuela!- se levantó de golpe, asustando a las pequeñas y a la propia Sango, provocando que gritaran.- buenos días-

    -Buenas tardes- Sango le sonrió, viendo la cara de confusión de su amiga- ¿ te sientes bien? – la joven asintió-felicidades… hoy es tu boda, pero no te preocupes la ceremonia no será hasta el atardecer.

    Corrió uno de sus mechones al costado, entonces vio el anillo en su mano.

    -¿Cuánto dormí?- confundida.

    -Lo suficiente como para recuperarte- Sango se acercó a ella- ¿estás nerviosa?-

    -Si- a Sango no le podía ocultar nada- la verdad es que con Inuyasha peleamos, es decir yo peleé con él hasta le devolví el anillo- mirando su mano.

    -Lo sabía- el aura maligna de la joven taiyija inundo el lugar- ¿por Kikyo?- no hizo falta que Kagome contestara, entonces se calmó- amiga, se que tienes dudas… todo es demasiado rápido, aunque pasen años, pero déjame decirte que… Inuyasha te ama a ti… en estos años te extrañó demasiado, todos lo sabíamos, Kikyo es solo el recuerdo de algo bonito y trágico… algo que jamás podrá olvidar, pero el ha decidido compartir su vida contigo y solo contigo.

    -Lo sé, lo sé, pero es que… verlo besar a la figura de Kikyo otra vez me hizo pensar que el lo hacía porque ahora me parezco mas a ella, todos los de la aldea me dicen Kikyo. Anoche ella se me apareció no sé si fue un sueño o no, pero me dejó más tranquila…- se pasó una mano por la frente- me arrepiento tanto Sango.
    Su amiga le abrazó.

    -Tranquila- la miró- bueno come por que una novia no puede estar débil en su boda- luego la miró con cara picara- y en su noche de bodas.

    -¡ Sango!

    -¿Qué? Acaso ¿no sabes cómo llegaron estos tres al mundo?- la miró fijamente- ¿tienes alguna pregunta?

    Realmente la influencia de Miroku se hacía notar… ella negó.

    -Muy bien vamos, vas a ser la novia más linda de esta aldea.

    -Ya veo por qué decidiste casarte al atardecer…- Miroku miraba a su amigo listo para contraer nupcias, ese mismo traje color azul oscuro en la parte superior y gris en la inferior, su cabello color negro suelto por la espalda.- aaaa mi pequeña bestia creció dale un besito a papi- Miroku lo abrazo molestándolo.

    -Ya basta depravado, basta…- comenzó a quejarse-

    -Hablaste con Kagome, ¿sobre el problema que tuvieron?

    -¿Tú qué crees? No me han dejado verla en todo el día, dicen que es mala suerte y las viejas de la aldea no me dejaron acercarme a ella, además las pervertidas querían bañarme… y vestirme - sonrojado recordando como tuvo que huir – se bañarme y vestirme solo.

    -Es tradición… yo pasé por lo mismo que tú. Además lo mejor es cuando ves a tu futura esposa a tu lado- poniendo cara de enamorado- y la noche de bodas uuuu eso es lo mejor de todo.- su cara de pervertido se hizo presente-

    No dijo nada, solo se sonrojó no había pensado en eso, bueno si… cuando Kagome se bañaba en el rio, la observaba la miraba, la deseaba.

    -Tenías que arruinarlo todo depravado- lo golpeo en la cabeza-

    -Shippou se acercaba, vistiendo también para la ocasión.

    -Oigan que tanto hacen, todos están esperándolos- parecía agitado- sesshomaru también esta deambulando por aquí, le trajo a Rin un kimono nuevo.

    -A ese también le llego el amor- sus amigos lo miraron con cara de horror- ¿Qué? El amor no tiene edad mis queridos amigos, ¿cuántos años tienes tu Inuyasha?

    -Em… - no quería contestar el había vivido casi una eternidad- em como doscientos setenta y uno…¡ pero descuéntale los cincuenta que estuve sellado!

    -Y la señorita Kagome te libero…- dijo Miroku, parecía que estuviera en un fondo rosa- que romántico… hoy será una noche muy especial…

    Se acercaron al templo en donde se llevaban este tipo de ceremonias, todos los amigos que habían hecho en su viaje estaban allí, hasta Shiori con su madre, la verdad es que los presentes querían que las personas que los habían ayudado tuvieran ese bonito final, todos habían asistido también a la boda de Sango y Miroku.

    -Muy bien… podemos comenzar- anuncio el sacerdote.

    Kagome apareció vestida con un kimono blanco, un velo cubría su cabeza, los presentes se quedaron callados, lo único que querían era ver a la sacerdotisa caminando para unir su vida con el guardián que la protegía.

    OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
    -que hermosa boda – decía entusiasmada Rin- aaaa algún día me gustaría casarme como la señorita Kagome… " con el señor sesshomaru"


    Cuando bebieron el Sake no pude evitar llorar- decía Sango con su bebé en brazos- ¿ que te pasa Miroku?- al ver a su marido llorar como un niño pequeño

    -Nada solo que estoy muy feliz, ya era hora… todo lo que sufrió ese par- las gemelas tiraron de sus mangas- ¿Qué pasa niñas?

    -Papá se está volviendo afeminado…- dijeron a coro.

    -Los que rodeaban a la familia, comenzaron a reír, la aldea estaba alegre se vivía una gran fiesta, la verdad era que cuando alguien se casaba toda la aldea participaba, aquella ocasión era más especial aun ya que sus guardianes eran quienes unían sus vidas, además era algo insólito, una sacerdotisa se casaba con un semi demonio.

    -Creo que fue muy ostentoso- Kagome estaba un poco avergonzada- gracias por todo Kaede.

    -Felicidades Kagome… todos en la aldea quisieron participar, además ya era hora que la fiesta llegara a estas tierras. Además mira a Inuyasha nadie jamás creyó verlo de esta manera.

    Inuyasha era rodeado por todos aquellos que se consideraban sus amigos, akitoki también vino, con su esposa Kagome.

    Casi no tuvieron contacto en su fiesta, es decir trataban de permanecer juntos, pero venían sus amigos y los separaban para compartir con ellos, se lo tomaban con calma pues todos estaban festejando por ellos, pero en un momento cuando nadie miraba, la tomo de la mano y se la llevó de allí tan rápido que su velo se calló, alcanzo a sujetarlo, ella solo sonrió, era como si la discusión no hubiera ocurrido, la llevó más allá de los límites de la aldea, cerca de un rio, las luciérnagas le alumbraron el camino.

    El novio detuvo la carrera.

    -Kagome- la muchacha lo miró, sonrojándose al instante, a la luz de la luna se veía tan varonil, tan hermoso…- préstame tu velo…- ella se lo presto preguntándose para que lo quería.- date vuelta- le vendó los ojos.- ahora sígueme.

    Confiaba en el por lo que tomó su mano sin dudar, la noche estaba fresca y estrellada, pero el solo contacto de la mano de Inuyasha le hizo sentir calor, caminó hasta que el se detuvo.

    -¿Lista?- la muchacha asintió ansiosa- bien…- entonces le sacó el velo de los ojos.- bienvenida.

    No dijo nada solo abrió los ojos llenos de sorpresa, era una cabaña, era el hogar de ellos dos, era distinta a la de Kaede porque hacía atrás había un pasillo con dos o tres habitaciones mas, sin preguntar corrió a verlas… entro a la primera ansiosa, era la suya… y la del Hanyou, lo supo al instante por que había un futón doble, lo que le extraño fue ver muebles… pasó sus manos por estos.

    -Son, bueno fueron de mi madre- al sentir su profunda voz, dio un respingo.- Totosai me llevó hasta el palacio en donde vivíamos cuando era pequeño y aun estaban allí, algo deteriorados pero los restauré. De alguna forma pensé que siempre regresarías.

    -Se veía hermosa, quería decírselo, pero Ella se acercó hasta a él y lo abrazó.

    -No puedo creerlo, gracias Inuyasha- su mejilla tenía contacto con su pecho, sintiendo los latidos del muchacho, el siempre tuvo fe entonces el si la amaba- quiero pedirte perdón por haber dudado de todo…

    El sonrió y la abrazó muy fuerte

    -Realmente fui una tonta, lo siento… pero es que tengo miedo aun…

    -¿De qué?- susurró en su oído.

    -De ser el recuerdo de Kikyo, de recordarte situaciones dolorosas, yo solo quiero verte feliz…- cerrando los ojos estrechándolo más aun, pensando en que se desvanecería en cualquier momento.

    -Ya lo soy… me has hecho muy feliz con el hecho de aceptarme… para un Hanyou como yo… que una mujer aceptara unir su vida… a la mía era imposible…- no lo dejo terminar por que sintió como la muchacha se separaba de el, poniendo los brazos alrededor de su cuello y acercando sus labios a los de él.

    -No digas eso… no sabes cuánto ansié -acariciando sus labios cada vez que pronunciaba palabra…- el momento de ser tu esposa… desde que me lo propusiste no pensaba en otra cosa… si era real o no ...

    La mano del muchacho, se posicionó en su nuca y la atrajo hacia el, de una forma tan desesperada como si el estuviera confirmando realmente si no era una ilusión, entonces Kagome también apretó el abrazo, Inuyasha mordió el labio inferior de su esposa, como reacción abrió su boca para permitir que la caricia fuera más osada, el llevó sus manos hasta la cintura, reconociéndolas.

    -Inuyasha- tomando aire- yo… no… se...

    -Yo tampoco…- tomando las manos de la muchacha.- no te sientes preparada aun…- el tampoco aun sentía mucha vergüenza de si mismo

    La muchacha negó.

    -Lo que sucede es que… yo si quiero… pero quiero entrégame a ti….- se sonrojo agachando la mirada- como un Hanyou.

    El cerró los ojos como no creyendo lo que oía, esta mujer si que estaba loca, era mejor si lo hacían como humano, así no la lastimaría.

    -No quiero lastimarte.

    -Jamás lo harías… - se dirigió al futon, se desarmó el moño alto que llevaba , se sacó la parte del kimono que cubría la yukata más delicada y se acoto en el futon invitándolo.

    El se recostó a su lado mirando el techo, entonces ella lo abrazó.

    -Entonces mañana… seré tuya.

    El acarició su rostro como respuesta

    Continuara…

    -/////- muahahaha
     
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  12.  
    Kobato

    Kobato Guest

    No se pueden pedir cierta cantidad de comentarios para la continuación.
     
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  13.  
    kira_asakura

    kira_asakura Entusiasta

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    no entiendo... no XDD ahahahah no entendiste mal no estaba pidiendo comentarios xD es una idea que se me atraveso por la mente si no les gusta... que dejen aunque sea un apesta xDD es que es para saber en que fallo... bueno si no se puede mil disculpas
     
  14.  
    Kobato

    Kobato Guest

    Ah, si te refieres a eso siempre puedes ponerlo al final del capítulo. ;)
     
  15.  
    kira_asakura

    kira_asakura Entusiasta

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    gracias por la ayuda ^^ es que soy nueva aqui xDD T--T
     
  16.  
    KagoRinneSama

    KagoRinneSama Usuario popular

    Cáncer
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    Soy nueva en tu fic, pero dejame decirte que me encanta.
    Me ha encantado te felicito. Quiero saber que va ha hacer inuaysha si se acosara con Kagome como hanyou porque el porecito teien tanta verguenza. Sango ademas se a hecho medio pervertida me encnata tu fic, avisame por favor cuando actualices.
     
  17.  
    kira_asakura

    kira_asakura Entusiasta

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    mi destino es... (Inuyasha x kagome)
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    HOLIWIWIWIWIiiii a todos gracias por sus comentarios aqui les dejo un nuevo capitulo!!!!

    advertencia: este capitulo contiene lemon... que sera publicadoo en el blog...


    Cap 5 : pertenecerle…

    Abrió los ojos, debía ser tarde seguramente, se revolvió dentro del futón, estaba tan calientito que no quería sacar ni siquiera un brazo de allí, tanteo a su lado aun estaba tibio pero Inuyasha no se encontraba a su lado, se reincorporo y no vio a nadie en la habitación, se levantó recorriendo la cabaña dándose cuenta de que estaba sola, suspiró y decidió que era hora de cambiarse, tenía que hacer fuego, bañarse, cocinar.

    -Es vida de casada… ¡ banzai!- se animó y reviso todos los cuartos, y en uno se sorprendió era una bañera, como aquellas que estaban en los palacios, su única opción de baño con agua caliente cuando estaban de viaje, salto emocionada por toda la cabaña.- baño caliente yohooo , a buscar leña.-

    Al salir de la cabaña vio a tres siluetas acercándose, que vergüenza y ella aun estaba vestida de novia.

    -Kagome chan…- era sango con sus dos gemelas, cargaba a su bebé en la espalda-

    Dejaron al bebe acostado en el futon, Sango le ayudó a encender fuego mientras ella lo encendía debajo de la bañera para poder darse un baño, al terminar ambas se pusieron a cocinar, sus maridos se habían ido para acabar con un demonio de gran tamaño en unas aldeas que quedaban a medio día de camino de la aldea de la anciana Kaede, Sango le haría compañía.

    -¿Y bien?- Kagome la miró interrogante mientras cortaba verduras para un guiso- ¿qué tal tu noche de bodas?- la muchacha bajo la mirada cortando las verduras a la velocidad de la luz , muerta de vergüenza – hey, no te avergüences.

    Dejo de cortar, la miró y miro a Sango esta eran las conversaciones que tenía con sus amigas en su época

    -La verdad… no pasó nada.- siguió cortando- yo no quise…

    -Kagome…- la miró con ternura… su amiga parecía una pequeña niña asustada y en verdad lo era- ¿te dio miedo?

    -No, jamás podría temerle a Inuyasha- le dijo con una sonrisa.

    -No, me refiero a la situación… - la verdad es que si el hombre no era experto, hacía mucho daño-

    -La verdad es que si quería… - se sonrojo y cubrió sus mejillas con las manos- pero quiero que se haga cuando el sea un Hanyou, asi es como lo conocí… asi es como me enamore de el y me casé con el así.

    -¿Co…como Hanyou la primera vez?- eso si que debía aterrador- Kagome no te mentiré, la primera noche fue incomoda y dolorosa…- las mejillas de Sango se tornaron de color rojo, jamás le había dicho esto a nadie, pero a Kagome la consideraba como casi una hermana- la verdad es que no disfrute nada.

    -Y… y ¿que hizo Miroku?- acercándose mas a Sango efectivamente era como las conversaciones con sus amigas- no se dio cuenta de que te lastimaba.

    -Sí… y la verdad es que sabe bastante del tema… le pregunte a la anciana Kaede y dijo que era normal y me dio unas cuantas hierbas para relajarme… después de la cuarta noche pude sentirme bien… ya entiendes.

    -Oh…- sabía que pasaría eso, era la ley de la vida que a las mujeres le doliera mucho… maldita vida machista- me aclaraste muchas dudas…

    -Por eso era buena idea de que aprovecharan la noche de luna nueva… pero lo importante es que tienes que estar relajada por sobre todo confiar en el… y amarlo mucho… luego ves el producto de ello caminando y jugando por allí.- señalando a sus hijas mientras jugaban afuera.

    -La verdad es que son preciosas tus hijas… y tu bebé es lo más tierno que he visto, es una mezcla perfecta… - sonriendo muy animada- muchas gracias por el matrimonio… y el kimono…

    -Tranquila era lo que todos deseábamos, como ustedes no iban a tener un final feliz… todo por lo que sufriste… todo por lo que sufrió Inuyasha cuando no estabas aquí… hubiera sido muy injusto todo.

    -Gracias sanguito…-

    -¡Mami!... ¡mami! – entraron las dos pequeñas con flores en mano-

    -A ver niñas que traen aquí- abrazando a sus hijas-

    Ahora estaba sola en su cabaña… ya era muy noche, Sango se había ido al atardecer si no perdería el camino a la aldea… según le comentaba este bosque le pertenecía a Inuyasha… por ello le permitieron hacer la cabaña cerca del árbol sagrado, donde todo comenzó.

    Es increíble como tu vida puede girar en torno a un lugar determinado, cuando era pequeña siempre la molestaban por adivinar las cosas o predecirlas… también por ver fantasmas y hablar con ellos… después bloqueó esa parte al entrar a la adolescencia para que no la trataran como un bicho raro, pero siempre se sintió ligada a este árbol, quien diría que aquí encontraría a su futuro marido también.

    -Mouh…- la lluvia comenzó a golpear el techo de la cabaña, no se dormiría esperaría a Inuyasha despierta… prepararía el agua para el baño, cuando Inuyasha llegara, estaba segura que llegaría empapado - listo… - una vez realizadas las tareas…

    Fue a buscar un pergamino que le dio Kaede con las distintas plantas para la medicina herbal, tenía que aprenderse todas las características muy bien, aprender a diferenciar una posesión de una enfermedad.

    -Mierda- entró la figura de Inuyasha empapado… y lleno de rasguños.

    -Inuyasha – Kagome fue a su encuentro- espérame- fue corriendo a la habitación allí encontró unas especies de toallas… se las alcanzó al medio demonio- la bañera esta lista ve antes de que te resfríes…- empujándolo a aquella habitación.

    -Hey calma… - una vez dentro del cuarto de baño- bueno…- se quitó el ahori y su kosode, entonces la puerta se abrió- ¿Kagome?

    -Aquí está tu yukata para dormir- cerrando la puerta rápidamente- el entro al agua y su heridas escocieron.

    Mientras Inuyasha se bañaba… buscó alrededor de la cabaña alguna hierba que pudiera servirle… y ¡ voila! Justo al lado de su casa había unas buenas desinfectantes, preparó una especie de pasta con ellas para aplicárselas al Hanyou, justo como en los viejos tiempos.

    -Kagome…- ella dirigió su mirada a el- que tango haces que es ese…. ¿olor a hierbas?

    -Si, estas herido… ven- señalando un lugar a su lado- ¿estás herido en la espalda?...- haciendo un esfuerzo para recordar si en su ahori habían manchas de sangre.-

    En cuanto Inuyasha asintió le pidió que se bajara la yukata que se había puesto, lo hizo con pudor a pesar de que ella le había curado una infinidad de veces.

    -¿Con que pelearon?... tienes muchos rasguños… - al poner la preparación en una de las lesiones el joven dio un respingo-oh parece que te duelen…

    -Fue una especie de tortuga gigante… el problema fue que tuvimos que alejarla de la aldea para poder matarla…

    -Ya veo…- el silencio no la incomodaba, solo que Inuyasha tenía una mirada algo triste.

    -Siento haberme ido y no decirte nada- la muchacha paró de curarlo…- espero que no te hallas sentido muy sola, Miroku vino y…- entonces lo abrazó por la espalda, tratando de no dañarlo.

    -No tienes por que explicarme nada… estoy feliz de estar contigo…- suspiro descansando en la tibieza de la espalda del Hanyou, ahora se sentía mucho mejor-

    Un sentimiento muy potente lo hizo girarse en el abrazo de la joven y mirarla.

    -¿Te moleste?...- sabia que Inuyasha no era de estos gestos a lo mejor le molesto el abrazo- perdón si…

    No alcanzo a decir mas palabras por que no alcanzó a terminar su frase, Inuyasha la besó sin avisarle, este beso era muy distinto a los demás, tan distinto que le quitó la respiración en un instante, ella trató de corresponderle pero era torpe y no sabía cómo, el bajo la intensidad para tomar aire, dándole espacio a ella para corresponderle y abrazarlo.

    http://blogs.cemzoo.com/kira_asakura/blog/u32619/152698-mi-destino-es-perternecerle.html

    continuara!!!

    ejejjejee muchas gracias nuevamente por sus mensajes
     
  18.  
    Anniheri

    Anniheri Usuario común

    Aries
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    Hola
    lamento no haber pasado antes.
    me pareci sorprendente...que tierno regalo de bodas y lo que ocurrio en su noche de bodas fue tan tierno...despues lo que opino Sango de su primera ves, fuetan impactante.
    ademas del hecho que a Ahoe le diera pena curar a Inuyasha es tan tierno...y lo que paso despues fue sensacional
    quiero seguir leyendo, estoy intrigadisima.
    hasta luego
     
  19.  
    Cami Chan

    Cami Chan Usuario común

    Acuario
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    hooooola amiga!
    Me encantaron estos últimos capitulos :D Fue tan bello todo... Y me pareció muy tierno el regalo de Kikyo :)
    Sin duda Inuyasha y Kagome son mi pareja favorita... son tan tiernos!
    Que bueno que hayan podido superar la pelea que tuvieron, yo creí que les daría muchísimos problemas, pero estaba más que equivocada jaja
    Bueno, sólo me queda decir que espero conti pronto y que sigas así, sin duda este es uno de mis fics favoritos :)
    Saludoooos!
     
  20.  
    kira_asakura

    kira_asakura Entusiasta

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    despues de una nefasta semana les vengo a dejar la continuacion 1313 tiene lemon asi que alli les dejare el link =D gracias por el apoyo!!

    Capitulo 6: no dejarle solo

    No podía dormir, se mantenía sereno en el futon, con Kagome entre sus brazos, acariciándole la espalda desnuda de forma relajada mientras ella dormía tranquilamente, aspirando su aroma, mezclado con el de él, se sentía un poco incomodo, no era que le desagradara, para nada, tener a la muchacha abrazada a él con su marca, era lo que había deseado desde el dia que la vio aparecer por ese pozo nuevamente, era suya y de nadie mas, ni siquiera de Kouga ni de ese estúpido niño de la época del futuro, le pertenecía. Lo que le tenía preocupado es su descontrol al momento de poseerla, sintió como la sangre le empezó a hervir, queriendo sacar todos sus intinstos a flote, queriendo marcarla como suya con urgencia, en vez de hacerle el amor, como ella lo merecía.

    En sus labios aun sentía el sabor metálico de la sangre de la muchacha, la había mordido… sabía que los youkais hacían eso… pero… ¿ el también?... es decir, aquellas eran hembras youkais resistían, ella había sufrido durante toda la unión, mas que el olor a excitación era el olor a sangre… no podía volver a hacerle daño a Kagome, ¿ porque todo lo que tocaba resultaba herido?, ella busco aun mas su contacto, apegándose mas a él, sintió como los senos suaves de la sacerdotisa rozaban su pecho , la abrazó de forma posesiva inclino su cabeza para aspirar mas de su aroma, para neutralizar el de la sangre, y tratar de dormir un poco.

    &&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&
    Iba camino a su cabaña, iba a buscar a Kagome, necesitaba de su ayuda para ir a aniquilar a un monstruo, Miroku no podía ir con él pues las gemelas estaban enfermas, con una gran fiebre y no eran las únicas la mayoría de los niños del pueblo estaban así, al parecer el agua se había contaminado.

    Al entrar la vio preparando té, cuando la dejó en la mañana para ir a la aldea, la joven estaba profundamente dormida, su cara reflejaba una paz que no quiso despertarla, solo se acerco a su rostro dándole un beso, acaricio su cabello termino de vestirse disfrutando de la imagen de su compañera desnuda en el futon, solo cubierta por sus largos cabellos, estaba boca abajo asi que pudo admirarla tranquilamente, el deseo volvía a el, pero se había prometido a si mismo que no la tocaria hasta poder controlar sus instintos, no quería oler su sangre de nuevo, para el era una tortura herirla.

    -Hola Inuyasha- le mostro una gran sonrisa, su cabello estaba mojado y su aroma era mas dulce aun- ¿quieres té?- el asintió atontado- ella se paró al instante a buscar las tazas, hiso un gesto de dolor al dar un paso, pero luego camino como si nada.

    La verdad es que despertó con un gran dolor en su intimidad, era como sango le había dicho no lo paso muy bien en su primera vez, pero al ver el rostro de satisfacción de Inuyasha, al llegar al climax, al ser acariciada por el de forma tierna, había superado con creces todo ese dolor.

    -Ten - acercándole la taza- pensé que estabas con Miroku-

    -Las gemelas están enfermas- tomando un trago de té, mirando el fuego- de hecho he venido a buscarte…

    -¿Cómo en los viejos tiempos?, huy preparare todo- haciendo alusión a su vieja mochila amarilla- a cuanto esta la aldea de aquí.

    -Medio dia.- sonriéndole, ya la imaginaba con su traje de escolar y hechando en su mochila todo lo que estuviera a su lado.- no te preocupes por llevar cosas, si te da hambre recogeré algo para ti.

    Ella le mostro una de sus sonrisas que tanto le gustaban, que tanto le tranquilizaban, esas sonrisas que se acostumbró a ver desde que la conoció, que al principio solo le incomodaban, pero luego se le hicieron adictivas y mas tarde dependía de ellas, si Kagome estaba triste su mundo oscurecía también, por eso siempre trataba de no inmiscuirlas en sus encuentros con Kikyo, pero la joven siempre terminaba en aquel lugar.

    -¡A ya se!- la joven fue a la habitación trayendo consigo un morral- ¡listo! Sango me lo regalo – al ver la cara de confusión de su esposo.

    -Bueno vamos.

    El dia estaba un poco frio y estaba nublado, al parecer llovería de nuevo, iban caminando a paso ligero y apenas hablaban, de verdad se sentía como al principio de su aventura, ahora lo sentía un poco distante, pero el era asi, siempre había sido asi. Se acercó a el con intenciones de tomar su mano pero el las cruzo en su pecho como de costumbre, al parecer el frio también estaba actuando sobre el.

    Kagome no se lo estaba haciendo fácil, el no quería volver a hacerle daño como la noche anterior, si tenia contacto con ella, la tomaría allí mismo, la idea lo mareo al instante, cuando quiso tomar su mano el actuo de inmediato, era lo mejor para ella, maldita su suerte se puso a llover, gracias a dios no estaban tan lejos de la aldea, tenia que cargarla o si no se enfermaría.

    -Ven Kagome- para el era una tortura por que el solo hecho de sentir su aroma, su suerpo reaccionaba queriendo poseerla.

    El monstruo no tardó en aparecer, esta vez era un mono ciclope, que atemorizaba a los aldeanos no permitiéndoles acercarse a los campos de cosecha.

    -Es solo una basura- exclamo aburrido el joven Hanyou- fhe!... – dejando a su esposa en un lugar seguro, en el techado de la cabaña de un aldeano- espera aquí Kagome será rápido.

    -Ten cuidado- le dijo por costumbre-

    El sonrio de medio lado.

    -Ja un hibrido como tu no podrá conmigo- el demonio comenzó a saltar por todas partes despistando a Inuyasha con su rapidez, desviándolo al bosque para el hanyou no era tan fácil seguirlo pues el bosque era muy oscuro, por efecto de la lluvia el olor del demonio se mezclaba fácilmente con el de todos, los gritos de los aldeanos lo hicieron dirigirse hacia la aldea.

    Alli vio a su sacerdotisa lanzando flechas hacia todas partes, era una familia de demonios completa, los ilusos pensaron que era una mujer débil pero no se imaginaron de el gran poder de la joven, que prácticamente los estaba aniquilando, el no se quedaría de brazos cruzados enseguida saco a colmillo de acero, con un viento cortante los eliminó en su totalidad. Una madre grito desesperada, por su bebe que había sido atrapado por uno de los monos, el lo siguió consiguiendo que entregaran al pequeño, era tan delicado que el solo hecho de cargarlo le daba miedo, su madre lo rescato de sus brazos huyendo de allí.

    -Y ni siquiera dijo gracias- un grito de Kagome lo alerto-

    -Suéltame mono asqueroso…- la muchacha estaba apresada en un abrazo desagradable, el demonio saltaba con ella a gran velocidad alejándolo del Hanyou, llegando a un risco saltando al vacio, tal como había pasado con Kouga, Kagome grito a todo lo que sus pulmones daban.

    -humana inmunda… silencio.- la joven lo golpeaba. – acepta tu destino nadie te salvara.

    Iba a gritar nuevamente pero entonces alguien mas se había unido a aquella caída libre, el Hanyou luchaba con ese ser tratando de salvarla, entonces un certero golpe hizo que soltara a la muchacha, agarrándola de un brazo el cual rasguño accidentalmente, la mueca de dolor le hizo querer soltarla pero no podía, la sujeto de mejor manera y aterrizando juntos en tierra firme, obviamente destruyendo al mounstruo después y la lluvia paró enseguida.

    -Kagome lo lamento no quise…- todo lo que tocaba terminaba herido… -

    -Tranquilo Inuyasha no es nada…- dándole un beso en la mejilla- es solo un rasguño.- pero dolia de una manera…-

    Regresaron a la aldea, el jefe se acercó a ellos agradeciendo la ayuda a la sacerdotisa, ofreciéndole un techo para que pasara la noche que estaba a segundos de llegar.
    Gracias pero todo el trabajo lo hizo Inuyasha.- dejando en claro que el había aniquilado a aquel clan de monos, escondiendo su brazo herido.

    El hombre no vio con buenos ojos al medio demonio.

    -Su sirviente, lo aniquiló.- señalando al medio demonio

    A pesar de que estaba acostumbrado, aquellas palabras fueron como veneno que opacaron el corazón del Hanyou, nadie podía verlo como el esposo de Kagome, solo era un medio demonio a su servicio.

    -El no es mi sirviente…- agarrándole la mano delante de todos, con una gran sonrisa y orgullo dijo- el es mi esposo.- sonrojada, entonces dejo de llover.

    Los aldeanos se sorprendieron un poco, no recordaban de alguna sacerdotisa ligando su alma a un ser demoniaco eso era herejía. Inuyasha soltó su mano enseguida pues noto como el semblante de los aldeanos cambio en un instante después de que pronuncio aquellas palabras, tonta, ahora la hecharian.

    -Agradezco su hospitalidad pero tenemos que regresar a nuestra aldea- un poco confundida, la cara de horror de los aldeanos le dijeron que quedarse no era buena idea, no tenia ganas de quedarse en una aldea de pre juiciosos- un consejo de vida… - el jefe centro su atención en ella- aprendan a conocer a cada persona… y no maltraten tanto a los que son diferentes a ustedes quizás así no los atacarían tantos demonios… ellos son atraídos por corazones impuros.

    Y sin hacer caso a los comentarios se dirigió a la salida de la aldea seguida por su marido.

    -Gracias a esas palabras no te juzgaran nada bien- preocupado camino a su lado

    -No me importa… - sonriéndole y tomando una de sus manos… el se soltó enseguida. Cargándola.

    -Vamos … presiento que va a llover de nuevo.

    En esos días odiaba ser mujer… en su época era incomodo, ahora en esta época era peor, Inuyasha dormía alejado de ella, bueno desde que fueron a aquella aldea Inuyasha estaba distante, ahora que estaba en "esos" días, que gracias a dios ya se había terminado, estaba más sensible, no le daban ni ganas de salir de la cabaña pero el deber llamaba, tenia que ayudar a la anciana Kaede.

    Inuyasha se había ido con Miroku a exterminar otro demonio, no lo entendía por que el Hanyou rehuía de su contacto, se sentía tan frustrada ya se iba a cumplir un mes prácticamente desde que se casaron y el medio demonio no la había tocado mas, para coronarlo le llegaba la visita mensual , aparte de que era incomodo, la hacia estar de mal humor y no veía a su compañero, era tan frustrante, a lo mejor no lo había hecho bien… a lo mejor ella no era lo que el joven esperaba.

    Una fuerte brisa la sorprendió y un remolino llegó hasta a ella, lo reconoció al instante era Kouga.

    -¿Kouga?- lo miro estaba nervioso y al parecer asustado- ¿Qué sucede?

    -es Ayame…- lo entendió tenia que ir en su ayuda.

    Era tarde casi anochecía y la joven aun no aparecía, generalmente estaba antes del anochecer en la cabaña, esperándolo pero en esta ocasión no era asi, comenzó a desesperarse y salió a buscarla.

    Siguió su aroma hasta un punto, se sintió impotente justo en ese lugar se mezclaba con el olor del ese lobo odioso, asi que Kagome estaba con él… se había ido con el… enojado se fue de allí furioso, tanto que unas líneas de color morado aparecieron en sus mejillas, destrozando arboles para apaciguar su furia.

    -Bien, Kouga cuida muy bien de Ayame, cuida muy bien a tu bebé y tráelo algún día para que pueda verlo- abrazando a su amigo-

    -Gracias Kagome, sabía que tú eras la única que podía ayudarnos- de un momento a otro ayame comenzó a sentirse mal, empezando a entrar en labor de parto, se apresuró en llegar hasta la aldea donde vivía su ex amada, su esposa no estaba nada de bien, la sacerdotisa pudo traer a su hija al mundo sin problemas.- muchas gracias te estaré eternamente agradecido.

    -Para eso estamos los amigos…- mirándolo a los ojos, sabia que Kouga seria un gran padre para aquel bebé- bien ahora ire a mi cabaña, no alcance a decirle a nadie que haría de partera… seguramente Inuyasha debe estar preocupado, si es que llegó- despidiéndose del joven lobo- un detalle no dejes que Ayame se levante en tres días, su parto fue un poco complicado, cuida de que no se valla a infectar, si eso llega a suceder dile a las chicas de tu clan que la laven con las hierbas que te deje.

    Se había demorado toda la noche en traer a la hija de Kouga al mundo, nunca pensó que traería una bebita sola al mundo, ¡lo había hecho sola! Estaba tan cansada que lo único que quería es apoyar la cabeza en la almohada del futon y dormir hasta altas horas del día. Entró a la cabaña de forma silenciosa, si Inuyasha estaba durmiendo no lo quería despertar. Al cerrar la puerta, el apareció, estaba muy enojado, lo notaba jamás lo había visto asi de molesto con ella.

    -Donde estabas….- ni siquiera fue una pregunta si no la estaba ordenando a responder- hueles a lobo…- oliéndola descaradamente, muy cerca de su rostro, estaba tan cerca que ella pudo notar unas líneas de color morado a los lados de su rostro- donde mierda estabas- pegándola a la pared- ¿me tienes miedo? Bien pues vete con ese lobo y no vuelvas mas… tu olor esta mezclado con el de el- ella contuvo la respiración cuando el la agarro de un brazo tan fuerte que la lastimó-

    -Suéltame…- rogo- yo me fui por que…- trato de explicarle pero él estaba fuera de si.

    -No sabes como te busque… - zarandeándola- y te vas con ese estúpido… ¡ estabas tan necesitada que te fuiste con él!

    Entonces ella le pego, le pego una bofetada, le había dolido mas a ella que a él… la soltó al instante llevando una mano a su rostro, su primera pelea de casados y el dudaba de su amor, jamás le había pegado… quizo pedirle disculpas, pero las palabras no salieran de su boca.

    -Escucha lo que dices Inuyasha- susurrando… apenas respirando- ¿como puedes decir esas cosas?¿ como puedes dudar de mi?¿ Acaso no te demuestro que te amo? – encarándolo- ¡eres tu! Tu el que esta extraño… el que ya no se me acerca… - las lagrimas hicieron su aparición el aun la miraba sin decir palabra alguna- el que no me besa, el que no me toca…creo que no fui suficiente mujer para ti… quizás ki….- no quizo decir aquel nombre, y aunque quisiera desterrarla de sus vidas no podían, pero lo pensó y se sintió aun mas mal… Kikyo a lo mejor le hubiera dado la satisfacción. En vez de la oración completa solo salió un sollozo- ni siquiera me haz dicho un te amo… cuando a ella se lo recordabas siempre…

    Reflexiono sus palabras, ella quizo huir de la cabaña pero el la atrapo contra su pecho, permitiendo que ella sollozara todo lo que quisiera, pero ella lo estaba rechazando y era lo que mas le dolía trataba de safarce de aquel abrazo.

    -No lo hagas por lastima… sueltame- pegándole en el pecho- dejame ir…- pegándole con mas fuerza

    -No, no lo hare de nuevo- sujetándole las muñecas.

    -Tu no me amas…- susurró, pero el la pudo escuchar muy bien.

    -¡ tu no sabes! ¡ crees conocerme pero no sabes nada!- su instinto lo domino de nuevo haciéndole daño a lo que mas quería- no sabes nada...- Susurró-

    Dejó de luchar.

    -No sabes que sin ti me pierdo… que sin ti no soy nadie ni nada… tu eres lo que me entrego todo lo que tengo… - apretándola con mas fuerza- no te compares con Kikyo… por que ella no me aceptó nunca como yo era- abrazandola de forma desesperada- no quiero lastimarte mas… ¡no quiero ver que la gente te mire mal por haberte casado con un Hanyou sucio como yo!

    -Estúpido…- gritándole… enfrentándole - no me importa lo que diga la gente. Eso lo he dejado claro… Yo te amo solo a ti…- acercándose a su pecho-

    -Lo se…- ella era suya, era su hembra y de nadie mas, entonces se dio cuenta de que el sello en el cuello de su sacerdotisa lo conectaba aun mas con ella--

    -Entonces por que dudas…- el no respondió, pero ella sabia su respuesta, desde pequeño que lo habían rechazado por su condición.- ¿ por que tanta desconfianza y miedo?- escondiendo su cara en su cuello.

    -por que te amo- lo había dicho- y tengo miedo a perderte… como he perdido todo lo que he amado, por hacerte daño como la otra vez… todo lo que toco sale herido, mis manos solo sirven para destruir- nunca le había dicho esto a nadie.

    Esas palabras la lastimaron.

    -No – agarrando sus manos entre las suyas- estas manos nunca me han lastimado. Lo único que han hecho es protegerme de los peligros… me han salvado tantas veces- acercando sus labios a las manos de el, depositando besos en sus garras como si fueran lo mas sagrado del mundo- con estas manos haz salvado a muchos.

    -No sabes lo que dices Kagome…. Ese dia te hice daño… olías mas a sangre que a….- calló al instante.

    -Para las mujeres es duro la primera vez…-mirándolo a los ojos- pero sabes lo que me hace mas daño… es verte atormertandote… menospreciándote… sufriendo en silencio… soy tu esposa… - besándolo- ahora somos dos… si uno cae…¿Qué pasara con el otro?.

    Sus palabras quedaron grabadas en su mente como fuego. Lo hicieron sentirse tan seguro de si… ella aun tenía sus manos prisioneras… esta vez fue él quien busco sus labios, entregándole una caricia cautelosa, no quería transformarse y hacerle daño. La muchacha solto sus manos llevándola hasta sus hombros, tratando de colarse por el ahori…

    http://blogs.cemzoo.com/kira_asakura/blog/u32619/152806-mi-destino-es-no-dejarle-solo.html

    Continuara…
     
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