Mi destino eres tú (NaLu)

Ohayo minna :D O.o ¡no lo puedo creer! Ya estamos en el capítulo 7 :)
Espero que les guste.

7-La pócima que causa tristeza

Cuando Lucy llegó al gremio, encontró a Natsu y a Lissana charlando animadamente, eso no le molestó, pero en un momento, Lissana se levantó y le dio un abrazo a Natsu…

Pov Lucy

“Espera, ¿termina con su novio y al día siguiente ya está detrás del mío? No lo creo, Natsu debió de haberle dicho algo que la hizo feliz pero… ¿qué?

Fin Pov

Lucy decidió volver a casa para ver si Natsu iba a buscarla, pero no fue, tampoco al día siguiente… ¿Dónde estaba?

Se dirigía al gremio para ver si estaba allí, fue por el parque para cortar camino, allí vio a Natsu y a Lissana sentados en el pasto conversando…

Eso hizo que se molestara, y cuando estaba volviendo a su casa se topó con Sting.

–Lucy-san, ¿están de vuelta tan pronto?

–No, no fuimos a la misión…

– ¿Por qué?

–Surgió un inconveniente, pero no importa; te diré cómo puedes volver con Lissana…

–Está bien.

Lucy fue con el chico de Sabertooth hasta un bar, y allí pasaron toda la noche conversando.

Al día siguiente, Lucy estaba hablando con Mira en el gremio.

–Mira-san, me duele mucho la cabeza…

–Y eso, ¿por qué?

–No lo sé, tal vez porque me dormí muy tarde…

–Si tú lo dices…– La respuesta parecía no convencerla– Iré a buscar una poción que podría ayudarte…

–Gracias…

Mientras Mira iba a la bodega para buscar la pócima, Lucy vio a Natsu en una esquina conversando con… Lissana.

Ella no se percató de que Mira había vuelto.

– ¿Lucy?

– ¿Si?

–Aquí está la poción que te dije. Pruébala, te sentirás mejor.

–Está bien.

La Strauss mayor vertió el contenido del frasco en un vaso y se lo ofreció a Lucy, ella lo bebió; tenía un sabor dulzón, como a fresas…

Luego de beberlo todo, volteó a ver a Natsu, pero en ese momento, Sting pasó frente a ella… Entonces, Lucy se lanzó encima de Sting abrazándolo…

Todos se sorprendieron ante esta reacción de Lucy, y lo estuvieron aún más cuando vieron que ella estaba a punto de besarlo… Hasta que Natsu la agarra por la cintura, separándola de él y atándola a uno de los postes del gremio (esto último lo hizo porque la chica se resistía), bajo la mirada de Lissana…

–Lucy-san… ¿Qué te ocurre?

–Sting… ¡Te quiero!

– ¡Pero yo no! Lucy-san… ¡Tú más que nadie sabe que a la única persona que amo es a Lissana!

Lissana se sorprendió.

–¿Mira, qué está pasando aquí?– Interrogó Natsu a la peliblanca.

–Es que Lucy me dijo que le dolía la cabeza– respondió Mirajane– entonces fui al depósito a buscar una pócima que le calme el dolor, pero al parecer me equivoqué y traje una poción de amor…

– ¡Maldición! ¿Y qué debemos hacer para anular el efecto?

–La persona debe recibir un beso de su compañero/a del alma… Es decir, Natsu, debes darle un beso a Lucy…

–Claro, no hay problema…

Cuando Natsu fue hacia el poste, se percató de que Lucy ya no estaba allí, ¿a dónde habría ido?

–Lucy se fue a casa… O eso es lo que me dijo– Susurró tímidamente Happy.

–Iré a buscarla– Fue lo que dijo Natsu, marchándose.

–Está bien…– La Strauss mayor parecía preocupada.

Y el pelirrosa partió rumbo a la casa de Lucy.

– ¡Oh no!– Exclamó Mira.

– ¿Qué ocurre?– Preguntó Sting.

–Olvidé decirle algo importante a Natsu…

– ¿Qué cosa, Mira-nee?– Quiso saber Lissana.

–Cuando una persona está bajo el efecto de la poción, si tiene una relación amorosa con otra persona, le miente ofensivamente, y rara vez alguna relación se mantiene en pie después de que pasa el efecto…

– ¡No puede ser!– Exclamó la Strauss menor.

–Entonces Natsu-san y Lucy-san…– dijo Sting, bajando la cabeza.

–Sí… ¡Y todo es por mi culpa!– Gritó Mirajane.

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– ¿Sting? ¿Eres tú?

–Afortunadamente no– Dijo Natsu, entrando por la ventana.

– ¿Eh? ¿Solo eres tú? Vete, no es a ti a quien quiero ver, sino a Sting.

– ¿Ah, sí? Bueno, pues déjame recordarte que yo soy tu novio, no él.

– ¡No me hagas reír! Sólo estuve contigo para que Aquarius dejara de molestarme, y para que Sting me viera… ¡Nada más! Dime quién se fijaría en alguien como tú, ¿eh?

– ¿Así que eso es lo que piensas?

–Exactamente, la verdad, no sé ni por qué formé equipo contigo en primer lugar… ¡Eres un idiota impulsivo!

–Entonces prefieres a Sting antes que a mí…

–Eso es obvio.

–Lo que quiere decir que lo nuestro se acabó…

–Tenlo por seguro.

–Entonces, déjame hacer algo antes de irme.

– ¿Qué cosa?

Natsu se acercó a Lucy y la besó dulcemente, luego salió por la ventana, aparentemente destrozado por dentro…

Cuando Lucy reaccionó, se sentó en el suelo y comenzó a llorar amargamente.

– ¿Por qué habré sido tan estúpida? ¡Ahora perdí a la única persona que amé toda mi vida!

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TTwTT Papá Natsu... mamá Lucy... ¿why?

No me dan ni ganas de comer pastel :(
Pero escribí eso porque necesitaba ponerle algo de suspenso... No se preocupen, nada malo pasará... ¿o si?
Nos leemos en el próximo capi (si es que la señorita inspiración se digna en ayudarme e.e)
Hasta pronto ;)

 

Ohayo minna! *se pone de rodillas implorando piedad* Discúlpenme por no haber actualizado :(
Aquí está el... ¿octavo capítulo? Wow, ¡que rápido pasa el tiempo :)
Espero que les guste.

8-Oye, ¿Quién eres?

Era un día precioso en la ciudad de Magnolia, el sol estaba radiante en el cielo y las aves deleitaban a todos con su hermoso trinar.

Ese día cierto gremio estaba muy callado, en un silencio casi espectral; Gray estaba vestido (no estaba de ánimos para sacarse la ropa), Cana no estaba bebiendo y Mirajane no estaba con su sonrisa habitual.

–Mira-nee, ya no estés mal por eso, no me gusta verte así…– Trató de consolarla Lissana.

–Es que Natsu y Lucy terminaron por mi culpa, dejaron de venir hace una semana, ponte en mi lugar hermana.

–Sé cómo te sientes, pero poniéndote así no lo vas a remediar.

–Lissana tiene razón, Mira– Interrumpió Sting– Además, si ellos son compañeros del alma, el destino de cualquier forma volverá a unirlos– Finalizó el rubio, lanzándole una mirada tierna a la Strauss menor.

– ¿Espera, ustedes…?– Preguntó extrañada Mirajane.

–Sí,- Contestó Lissana– volvimos a estar juntos, gracias a Natsu y a Lucy.

La Strauss mayor esbozó una pequeña sonrisa.

–Bueno, entonces no tengo de qué preocuparme.


Entretanto, Lucy salió de su apartamento, había tomado una decisión.

“Tengo que encontrar a Natsu, pedirle perdón o lo que sea, explicarle que lo que dije fue por el efecto de la pócima; no puedo perderlo… En realidad, no quiero.”

Buscó por todas partes; en el parque, en el bosque donde solían pescar, en los restaurantes… Pero no lo encontró por ningún lado.

Estaba tan concentrada buscando que no se percató de que alguien la estuvo siguiendo todo el día.

La maga estelar llegó exhausta a su casa, estaba decepcionada de no haber encontrado a Natsu, y decidió tomar un baño para sacarse las tensiones.

El agua de la bañera la relajó por completo, incluso permaneció un poco más allí para seguir disfrutando de aquella deliciosa sensación. Al salir, se puso su pijama rosa, se cepilló los dientes y se fue directo a la cama.

Sería más o menos medianoche, cuando la ventana del departamento de Lucy se abrió sin hacer el más mínimo ruido. El individuo que había estado siguiendo a Lucy todo el día, ahora estaba en su habitación.

Allí todo estaba oscuro, sólo unos rayos rebeldes de un poste de luz cercano se filtraban tenuemente por la ventana ahora abierta. Esos débiles ases luminosos fueron suficientes para iluminar parte de la figura que estaba de pie junto a la cama de la rubia, que dormía tranquilamente sin percatarse de nada.

Lo que había captado la luz era el perfil derecho de la persona, dejando ver la marca de cierto gremio, era de color rojo, y estaba ubicado bajo su hombro.

El mago de fuego se puso de cuclillas frente a la cama de la rubia aún dormida y le susurró:

–Lucy, vengo como todos las noches, a desearte dulces sueños; y quiero que sepas que yo nunca terminé contigo… Algún día volveremos a estar juntos…

Luego le dio un beso casto en los labios. Notó como sonreía.

–Natsu…

–Que duermas bien, mi chica de cabellos dorados.

Se fue tan silenciosamente como había entrado.


Lucy se despertó sobresaltada.

– ¿Fue un sueño solamente, o en verdad Natsu estuvo aquí?

Observó a su alrededor, todo estaba en su lugar, y no había ni rastro del mago.

–Entonces sólo fue un sueño…

Decepcionada, volvió a acostarse; y no despertó hasta la mañana siguiente.

Al día siguiente, resolvió ir al gremio, al llegar, encontró a Levy.

A la pequeña peliazul ya se le estaba empezando a notar el vientre abultado, y Lucy dudaba de que ella pudiese ocultarlo más tiempo al Maestro.

– ¿Y qué harás, Levy? – Preguntó la rubia– No creo que lo calles hasta que tu bebé nazca.

–No te preocupes, Lu-chan, ya hablé con el Maestro, me dijo que no haga misiones por un tiempo, para que no los lastime– Respondió la maga de escritura sólida.

– ¿Cuándo hablaste con él? y, espera… ¿los?

La pequeña maga rió.

– Así es, Gajeel y yo tendremos mellizos – Dijo riendo– Y sobre lo otro… Fue hace tres días, debiste haber estado, fue muy gracioso.

#Flashback

Tres días atrás…

– Maestro, ¿puedo hablar un momento con usted? – Preguntó tímidamente Levy.

– Claro, ¿Qué es lo que necesitas?

–Tengo que decirle algo muy importante – Dijo, y prosiguió– estoy embarazada.

El pequeño hombre se quedó de piedra, se frotó los ojos para ver si no estaba soñando, pero no; y al ver la sonrisa nerviosa de Levy, se convenció aún más.

– Oye, enana, vamos a hacer un trabajo… – Dijo Gajeel, que acababa de llegar, a la peliazul, pero se vio interrumpido porque…

– ¿¡Y quién rayos es el padre!? – Dijo el Maestro, creciendo hasta ser un gigante de cuatro metros de altura.

El dragon slayer de hierro palideció, comenzó a sudar frío, y estaba tan nervioso que no podía ni siquiera moverse de su lugar.

–Es… Gajeel – Respondió Levy, aún con su sonrisa nerviosa.

Makarov posicionó su mirada en el nombrado, y le dijo:

– Tú, niño engendro come hierro… ¿¡Acaso eres tú quien embarazó a mi pequeña Levy!? ¿¡Eh!?

– S-s-s-sí – Respondió Gajeel, temblando de pies a cabeza.

– En casos como éstos… Sólo puedo hacer una cosa – Prosiguió el anciano, tomando una gran bocanada de aire, como para mandar a volar al pobre Gajeel hasta el otro lado de Magnolia– Debes cuidar a Levy, muchacho, ¿me oíste?

– A-a-aye– Respondió casi gritando el mago.

– Está bien – Dijo volviendo a su tamaño normal, y se dirigió a Levy– Deberías dejar de hacer misiones por un tiempo, pequeña.

Gajeel se fue de espaldas, nunca había tenido tanto miedo en su vida. Incluso Gray tuvo que lanzarle hielo para que volviera en sí y no fuera pisoteado por alguien.

–También pensaba eso, Maestro– Contestó la peliazul– Incluso visité a Poluchka-san hace unos días, y me dijo que tendría mellizos.

Gajeel se volvió a desmayar. ¿Dos bebés? Sería un infierno para el pobre.

– Creo que esto merece un festejo– Dijo alegremente el anciano.

#Fin flashback

Lucy se echó a reír, se imaginaba la expresión de Gajeel al pasar por todo eso.

– Oye, Lu-chan– Dijo Levy, cambiando de tema– Me enteré lo que pasó entre Natsu y tú… ¿Estás bien con eso?

– Bueno… pues…– La rubia se vio interrumpida por una discusión entre Mira y Laxus.

– ¡Laxus, ya detente!¡Pareces un niño! – Gritó la peliblanca.

– ¡Cállate, te dije que no te metieras! – Respondió a su vez el rubio.

Le lanzó uno de sus poderosos rayos, la Strauss, por instinto, se cubrió el rostro esperando el impacto, que nunca llegó; al bajar sus brazos, descubrió a Lucy tirada en el suelo frente a ella.

– ¡Lucy! ¿¡Por qué hiciste eso!?

– No podía… dejar que… lastimaran… a mi amiga…

– Estás loca, ¿lo sabías?

La rubia esbozó una tenue sonrisa. Luego, perdió el conocimiento.

– ¡Rápido, hay que llevarla a la clínica! – Ordenó Erza, que acababa de llegar.

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– Lucy, ¿estás despierta?

– ¿Eh? – Dijo Lucy, mirando a su alrededor– ¿En dónde estoy?

– Estás en la clínica del gremio, debes quedarte aquí durante tres días, tus heridas deben sanar completamente antes de que te vayas– Respondió la peliblanca, con unas lágrimas asomándose en sus ojos.

– ¿Quién eres tú? – Preguntó confundida.

– ¿Acaso no lo sabes? – Expresó preocupada Mirajane.

– Nunca te había visto hasta ahora.

– Pues yo soy Mira, una de tus amigas.

En ese momento entró en la habitación Poluchka, la vieja médica conocía la causa del mal de la chica.

– Ella padece de amnesia– Dijo discretamente al entrar.

– ¡Oh, no! – Masculló la Strauss mayor.

– Pero tiene solución.

– ¿Cuál es, Poluchka-san?

– Su memoria volverá progresivamente, tal vez toda de una vez, ustedes pueden ayudarla a recordar si quieren, pero no la agobien; ¿está bien?

– Está bien, Poluchka-san, haremos todo lo posible para devolverle su memoria.

– Eso espero.

Luego hubo un incómodo silencio.

– Pobre niña– Dijo al fin la curandera– Todo por los berrinches de un muchacho gruñón…

Luego, se marchó del lugar, dejando a las dos chicas solas en la habitación.

La peliblanca rompió el silencio.

– Y dime, Lucy, ¿realmente no recuerdas nada?

– Bueno, sólo recuerdo mi nombre, algunas cosas de mi infancia y que estoy en un gremio de algo, pero después… Nada– Respondió la maga estelar.

– Descuida, te ayudaremos a recuperar tus recuerdos.

– Gracias, señorita.

– Dime Mira, ¿sí?

– Está bien, Mira-san– Respondió la rubia con una pequeña sonrisa.

– Bien, iré a traer algo para que comas, volveré en un momento– Dijo Mirajane, mientras salía de la habitación.

Al salir, se topó con alguien en el pasillo.

– ¡Natsu!, ¿Vienes a visitar a Lucy? – Preguntó sorprendida.

– Sí, Levy me dijo que hubo un altercado con Laxus…

– Ella sólo quiso defenderme– Afirmó la chica, bajando la cabeza.

– No te preocupes– Dijo el mago de fuego, consolándola– Yo la conozco, una cosa tan simple como esa no la detendrá.

– Tienes razón, ella ya no es una novata como antes– Respondió Mira, un poco más tranquila, y añadió– Por cierto, hay algo que debes saber, Natsu.

– ¿Qué cosa?– Preguntó intrigado el chico.

– Por efecto del impacto del rayo de Laxus, Lucy está padeciendo de amnesia– Le explicó– Por favor, trata de hacerla recordar algunas cosas; pero no esperes ninguna muestra de cariño, pues ella nos considera a todos unos desconocidos, ¿comprendes?

– Entiendo, haré lo que pueda– Dijo Natsu, pensativo.

Luego, cada uno retomó su rumbo.

Al entrar en la habitación, Natsu percibió un olor a vainilla que lo volvió loco al instante, conocía muy bien ese aroma, lo sintió por primera vez en Hargeon…

Lucy estaba allí, eso era seguro.

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Aye Sir! Aquí Nashi Dragneel :3
Perdón de nuevo por no actualizar *Ofrece su pastel para que no la maten*
No actualicé por varis razones:
1- La señorita inspiración me abandonó a mitad de capítulo.
2- Tuve media tonelada de tareas escolares y
3- Mi internet se colgaba.
Espero que no vuelva a ocurrir, porque sé que me matarán... Pero si me matan no hay conti jeje (Buscando lado bueno xD)
Nos leemos! :D

 

Aye! Aquí Nashi Dragneel :)
Se que ya no quieren esperar, así que...*Redoble de tambores* ¡El capítulo 9!

9-Reencuentro

– Hola– Saludó amigablemente– ¿Cómo te sientes?

Aquellas palabras resonaron en la cabeza de la rubia, esa voz la conocía de alguna parte, pero le era imposible recordar de dónde.

“Dijiste que querías unirte a nuestro gremio, ¿verdad?”, “¡Ven conmigo!”

“Pero qué mal… parece que la heredera no acertó del todo, nosotros siempre te apoyaremos, porque aquí es dónde tú perteneces”

Esas frases retumbaban en su cabeza, sí, definitivamente era aquella voz.

–Mejor– Respondió la rubia, volviendo a la realidad- ¿Quién eres?

–Soy un amigo de la infancia, ¿es que acaso no me recuerdas, Lu-chan?

Lu-chan.

– ¡No puede ser! – exclamó Lucy– Na… ¿Na-kun? ¿Eres tú?

–Sí, soy yo– respondió el pelirrosa con una sonrisa.

–Han pasado 7 años…

–Así es, pero al final, vinimos a encontrarnos en el mismo gremio…

–A propósito… ¿De qué es este gremio?

–Es un gremio de magos, tu madre estuvo en uno, ¿lo recuerdas?

– Sí, es cierto– Recordó la chica.

–Vaya, vaya, señorita Lu-chan– dijo el mago– Parece que de algún modo nos volveríamos a encontrar en algún lugar; ¿no crees?

–Creo que sí– dijo Lucy, riendo.

De repente, su sonrisa desapareció. Un recuerdo fugaz pasó por su mente.

“Juro por todas las estrellas del cielo que te encontraré, ¡es una promesa!”

–Lo hice… la cumplí – Dijo casi imperceptiblemente la maga, pero Natsu pudo oírlo gracias a su agudo oído de dragón.

– ¿Cumpliste qué? – Preguntó curioso el mago.

Ella no pudo responder ya que en ese momento entró Mirajane en la habitación.

–Bueno– dijo Natsu, levantándose– creo que ya debo irme, espero que te recuperes, Lucy, adiós.

Le dolía tener que separarse de ella de nuevo, pero lo que más le dolía era que ella no recordaba nada de lo que pasaron juntos…


“¡Y todo por culpa del idiota de Laxus, ahora bajaré y se lo echaré en cara!” – decía para sus adentros, mientras salía de la clínica.

–Y dime, Mira-san… – Preguntó Lucy a la Strauss, luego de que el pelirrosa se fuera– ¿Cómo se llama ese chico que acaba de salir?

–Ah, pues ese es Natsu– Dijo la peliblanca– Es uno de nuestros amigos, está soltero en estos momentos– Agregó con una sonrisa cómplice.

–Pero yo no te pregunté si estaba soltero o no– Dijo extrañada la rubia.

– Bueno, sólo quería que lo supieras– Respondió Mirajane con una sonrisa cerrada.

-Oye, cuéntame sobre el gremio y todo eso. – Pidió la rubia.

Mira se pasó toda la tarde relatándole todo cuanto sabía sobre Fairy Tail, e incluso pensaba quedarse para cuidarla por la noche; pero en ese momento llegó Natsu.

Ella salió de la habitación para poder hablar con él.

–Yo me quedaré a cuidarla– Le dijo al mago.

–No, necesitas descansar– Dijo el pelirrosa– No te preocupes, yo me quedaré con ella.

–Está bien– respondió con una sonrisa pícara– Pero no hagas nada indebido, ¿eh?

El chico se sonrojó, Mira sólo se echó a reír.

–Descuida, sólo bromeaba– le dijo la peliblanca– Trata de ayudarla a recuperar la memoria, háblale de las misiones que hicieron juntos.

–Está bien, haré lo que pueda.

Luego se despidieron.

Cuando ella lo vio entrar a la habitación, su corazón empezó a latir más rápido de lo normal, de niña siempre había visto siempre como un amigo al mago, pero ella ya no era una niña, y él tampoco…

“Vaya, estos 7 años le han sentado muy bien”, pensó la maga, pero enseguida apartó ese pensamiento de su cabeza, tal vez él no la veía de esa forma.

–Hola– saludó amablemente el mago al entrar.

–Hola, Natsu ¿verdad? – Saludó la chica– ¿Qué haces aquí?

–Ya que te quedarás aquí durante tres días, yo me ofrecí para cuidarte durante las noches– Respondió tranquilamente, mirando directamente esos ojos color chocolate que tanto lo enloquecían. Tuvo que aguantarse las ganas de abrazarla y de besarla, aunque sea por última vez.

–Entiendo…

Él ya no pudo soportarlo, Natsu se sentó en la cama, se inclinó hacia ella y la abrazó con mucho cariño, Lucy se sorprendió ante esta acción, pero enseguida correspondió aquel abrazo tan cálido, y se aferró a él; como si fuera la última vez que lo haría.

“Te protegeré, no importa lo que pase”

“Esto aún no ha terminado” “No te rindas, pase lo que pase”

Otra vez escuchaba esa voz en su cabeza. No, no eran voces, ahora estaba segura.

Eran recuerdos.

Recuerdos que ella tenía, que estaban volviendo; pero sólo cuando él estaba cerca… ¿Por qué?

Se separaron, sus rostros estaban a centímetros.

–Natsu, tengo miedo– dijo tímidamente la rubia– Tengo miedo de que, al salir de aquí; nada sea lo mismo que antes, quisiera recordarlo todo, pero no puedo– Esto último lo dijo con voz quebrada, mientras una lágrima comenzaba a deslizarse por su mejilla.

–No te preocupes– le dijo él, secándole la lágrima y acariciando suavemente su mejilla, como si fuera a romperse– yo estoy aquí, te ayudaré y te protegeré siempre.

– ¿Lo prometes?

–Sí– dijo uniendo sus frentes– lo prometo.

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Y ese fue el capi :)
Perdonen que esté muy cortito, pero la señorita inspiración no me está ayudando mucho que digamos u.u
Desde ahora no tendré día exacto para actualizar, lo haré durante la semana, porque tengo muy poco tiempo libre entre los trabajos escolares y la danza...
Sí señores y señoritas... ¡Nashi Dragneel estudia danza!
Ok, nos leemos en el próximo capi :3 Coman pastel y sean felices ;)

 

Ohayo! Aquí Nashi Dragneel con el décimo capítulo! Aye! n.n

10- Escape

La rubia se alejó, cohibida.

—Natsu—— le dijo la maga celestial— aún no sé bien quién eres tú… ahora…

—Bien— le dijo alejándose un poco de ella— Te contaré…

Y empezó a narrarle todas las aventuras que tuvieron desde que se conocieron, omitiendo el hecho de que eran pareja.

Evitó contarle eso, porque se puso en el lugar de ella, sería muy doloroso despertar un día sin recordar nada; y que te vengan a decir que tienes pareja, pero tú no puedas recordar absolutamente ningún momento que hayan tenido juntos.

No, definitivamente esperaría más tiempo antes de decirle.

Se fijada en cada una de las reacciones de la chica; el cómo abría sus grandes orbes chocolates al sorprenderse por algo, cuando inclinaba su cabeza al no entender lo que le decía— aunque realmente él no era muy bueno explicando —, y su peculiar risa cuando le contaba sobre su mareo extremo en los medios de transporte.

–En fin– dijo a punto de dormirse– todo siempre es muy… divertido.

Cuando terminó de hablar se durmió. Él estaba sentado en una silla más baja que la cama, y sobre esta última recostaba su cabeza, dándole la oportunidad a Lucy de acariciarle su hermoso cabello rosa.

Ella recorrió el lugar con la mirada, el lugar era muy espacioso, había ocho camas, de las cuales sólo la suya estaba ocupada, cada cama tenía una mesita ubicada cerca de la cabecera de las mismas, también había una silla o taburete para cada cama.

“Para los visitantes” pensó Lucy.

Las camas estaban separadas por cortinas de color celeste pálido, el piso era de madera de pino y las paredes eran de roca. A su derecha estaba la puerta, que daba a un pasillo; una bolsa que parecía contener ropa, y Natsu, que dormía tranquilamente.

A su izquierda estaba la mesita correspondiente a su cama, encima había un florero con unos hermosos claveles amarillos y rojos dentro, de ese lado también estaba un ventanal que dejaba ver el exterior de la ciudad, y el cielo despejado, adornado con las hermosas estrellas.

Necesitaba despejar su mente, salir a recorrer la ciudad, alejarse de Natsu por un momento, el problema era… ¿cómo lo haría?

Se fijó de nuevo en la extraña bolsa junto a la puerta, seguramente tendría su ropa o alguna que otra cosa suya, porque, si mal no recordaba, Mira le había dicho que tendría que quedarse tres días allí. Miró su atuendo actual. Definitivamente, debía cambiarse de ropa si quería salir a pasear.

Con cuidado corrió las sábanas de la cama y bajó de ella; y el contacto de sus pies calientes con el frío piso le produjo un ligero escalofrío. Lentamente y con cuidado de no despertar al mago caminó hasta la bolsa y la abrió, pero cuando lo hizo, Natsu despertó y se giró para ver qué era lo que estaba ocurriendo.

— ¿Qué estás haciendo? — Preguntó el mago de fuego.

La chica dirigió su vista al mago y luego a la bolsa, observó su contenido. Efectivamente, allí había ropa femenina, calzados, una toalla y algún que otro cosmético.

—Es que quería tomar un baño, y no quería despertarte — Se excusó rápidamente la rubia.

—Está bien, el baño está hacia la derecha, es la segunda puerta de la izquierda… creo. —Dijo el mago mirando hacia arriba y haciendo gestos extraños con la mano, tratando de recordar.

Lucy tomó una blusa celeste, unos vaqueros, un chaleco, unas zapatillas de planta baja y la toalla de la bolsa, y se dispuso a salir al pasillo.

—Gracias, vuelvo enseguida — Dijo la rubia al chico antes de adentrarse por el pasillo.

Ella miraba por todos lados, buscando una manera de salir; una ventana, una puerta, algo. Encontró el baño, entró y se cambió de ropa, se arregló un poco el cabello y volvió a salir.

De nuevo en el pasillo, buscaba algún tipo de salida, hasta que vio una puerta con un cartel que tenía inscrito “salida de emergencia”.

Miró hacia todas las direcciones para cerciorarse de que nadie la estuviera siguiendo. Luego, acercó su temblorosa mano al pomo de la puerta y lo giró.

Estaba abierta.

Lentamente abrió la puerta lo suficiente como para salir, sintiendo la suave y fría brisa de la noche, luego cerró la puerta tratando de no hacer el más mínimo ruido.

Y partió.


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Minna... Nashi siente mucho no haber actualizado antes, pero Nashi tenía muchas tareas escolares :(

Nashi quiere que no la maten... Hasta les regalará pastel si quieren...

Nos leeremos en el próximo capi...

Bye!