Mi decisión... (nejiten)

hola gente de ffl...
jejejejee tambien se lo dedico mis hermanas; luisa-chan, alex-chan, white, Hyuga, ritsu-chan, tashi y lubetsh.
jejejej me falto un amigo, un hermano, que me ayudo a "superar" si se puede llamar asi a frank.
los quiero, gracias

sin mas preambulos aaqui esta:

Mi decisión….​

Todo comenzó ese día…aún lo recuerdo……Aunque desearía olvidarlo….

—Nunca me interesaste, solo te utilice una vez y eso fue suficiente— pronuncié lo más fríamente posible.

Ella me miró con cara de asombro y la sonrisa de su rostro desapareció. Trato de leerme las facciones, buscando la mentira en ellas pero no pudo encontrarla. Las lágrimas asomaron en sus ojos; bajo la mirada al suelo haciendo que su flequillo tapara sus ojos, no quería que la viera llorar pero las lágrimas corrieron por sus mejillas.

— ¿Estás jugando, verdad? — dijo con la voz un poco temblorosa y levantando la cara— Neji, tú me amas. Siempre me lo has dicho…yo…yo te amo, esto no puede ser verdad…dijiste que estaríamos siempre juntos, qu-que— se le quebró la voz pero se repuso— que era la única chica que ibas a amar que…— la interrumpí.

No podía dejar que siguiera hablando, que me hiciera recordar. Tenía que terminar ya; para no hacerla sufrir más. Embocé una sonrisa arrogante.

—Déjame en paz, ya no te necesito— dije fríamente. Ella bajo la mirada de nuevo y comenzó a apretar los puños, estaba ¿furiosa? No lo sabía— ya tuve lo que quise…

No pude continuar porque aquella chica me dio una cachetada. Me miraba con odio; sus ojos estaban inundados de lágrimas y apretaba la mandíbula.
La miré fríamente; sus ojos transmitían un dolor increíble, el mismo que sentía y ocultaba.

— ¿Era todo lo que querías hacer? — Dije sin sentimiento alguno en la voz— bien…me voy.

Di media vuelta. Ya no podía aguantar verla así; tenía unas ganas de regresar, abrazarla y decirle que no era verdad. En un intento de consolarla solo pude pronunciar.

—Lo lamento, Tenten…adiós

Antes de marcharme logré ver de reojo como ella tocaba ligeramente su vientre y cuando no me vio más empezó a llorar amargamente. Fue el momento más doloroso que había visto; el más difícil.
Caminaba hacía la mansión luchando con el impulso de regresar. Llegue al lugar destinado y mire la puerta. Algo no andaba bien, algo me decía que debía huir, correr; estuve a punto de hacerlo pero ese no era yo, así que decidí entrar. Caminé el pasillo que llevaba a la puerta principal. Tome la manija y la gire sin dejar de sentir ese presentimiento…
Y ahí, en la sala se encontraba una hermosa mujer de mi edad por lo que vi. Tenía la piel morena, su altura era menor a la mía, su cabello caía hasta su espalda como una cascada de color rojo y poseía unos ojos exóticos, de un color azul marino. Si, era perfecta y linda pero no era ella…
En la sala igual reconocí al líder de mi clan y a un hombre. Di unos pasos provocando que sus miradas se centraran en mí. La chica mostraba una mueca molesta e irritada.
Pude ver la tristeza e impotencia a través de sus ojos. Me examinó y me miro a los ojos. Yo pose mi mirada en el líder quien se había levantado.

—Ya estamos todos, pasemos a mi oficina— pronunció fríamente. La chica y el señor se levantaron. Comenzaron a caminar— Neji…— señaló Hiashi con voz autoritaria y los seguí.

Hiashi tomo asiento en su silla y espero que lo imitáramos. La chica se sentó a mi lado en un sillón y el señor enfrente de un escritorio del líder.

— ¿Por qué tengo que hacer esto?... yo no quiero nada de esto— susurró levemente la joven para luego mirarme.

—Neji…— llamó el Hyuga, esto no andaba bien—…tienes que casarte con Mizuho…

Me quede estupefacto y abrí los ojos como platos ante la noticia… ¿pero qué? ¿Casarme? La chica llamada Mizuho estudió mi reacción e inmediatamente miro al suelo apretando la mandíbula…
Ella no quería esto…y mucho menos yo, ¿casarme? Pero ¿Por qué? ¿Con alguien que ni conozco? Y que no amaba. Aquella chica que amaba no estaba ahí, debía estar odiándome.
Me percaté que el padre de Hinata me miraba, entonces noté que todavía tenía cara de asombro así que la relajé.

— ¿Qué?— pronuncié un tanto molesto— ¿co-como que casarme? — mas irritado.

—El hombre aquí presente es el señor feudal del rayo, recuerdas…— siguió hablando y explicando la situación.

Escuche atentamente y asimilaba todo…era un sacrificio para el clan; perfecto, no podía hacer absolutamente nada.
El señor feudal sonreía. No le importaba los sentimientos de su hija ni lo que tenía que hacer para lograr su objetivo, solo quería el pacto.
Luego de explicarme, Hiashi siguió hablando con el señor sobre todos los arreglos. No podía hacer nada o eso pensaba.
De repente tocaron la puerta para luego dejar a la vista a mi tímida prima; Hinata. Miró a todos sorprendida. Me visualizó.

— ¿Qué pasa? — logré leer sus labios.

Me levante y camine hacia ella para luego salir los dos de la habitación.

—Neji-onisan ¿Qué sucede?

Emboce una sonrisa realmente patética.

—Hinata-sama— pronuncié con voz asfixiada. Ella se preocupo y me miró con sufrimiento. Entonces me controle y proseguí— No sé si lo recuerdas, pero cuando estabas chica intentaron secuestrarte por unos de los líderes de la aldea del rayo. Esto para obtener el secreto del byakugan…tu padre lo mató y te salvo. Molestos exigieron el cuerpo de tu padre y…bueno mi padre se entregó…— Hinata bajo la mirada para luego subirla con el propósito de seguir oyendo—supongo que eso ya lo sabías— ella asintió— ahora el señor feudal exige una alianza de matrimonio para entablar relaciones entre las aldeas.

—Eso quiere decir que…— su voz se apagó.

—Si…tengo que casarme.

Abrió la boca ligeramente y me miró. Comenzó a digerir la información.

—Pe-pero Neji, y ¿Tenten? — miré al suelo, eso ya no sería un problema— ¡no! No puedes casarte, tú no quieres eso. Cuando te casas tiene que ser con la persona que amas; no con una desconocida. Tú quieres a Tenten; no puedes permitir eso, debes negarte…

Se quedo mirándome esperando una respuesta coherente.

—Hinata-sama no es mi decisión, si por mi fuera…pero tu padre ya tomó una decisión, es el líder, yo no puedo objetar, tengo que obedecer— fríamente miraba su rostro pero este se puso serio.

— ¿Y sacrificar tu felicidad? ¿Olvidar tus sentimientos hacia Tenten? Neji… ¿te vas a quedar callado?...a guardar silencio— una lágrima se escapo de sus ojos aperlados— no vas a luchar.

La mire sin decir nada. Ella tenía la razón. Yo solo bajaba la cabeza y obedecía cualquier cosa. No luchaba por mis deseos y mucho menos por mi felicidad. Aquella felicidad que se concentraba en aquella chica de ojos achocolatados. Si, la amaba, la misma lo pronunció hace unas horas. La amaba, ella lo sabía, se lo había dicho. Solo podría quererla a ella, a Tenten.

Mentí. Le mentí al decirle que solo la había utilizado. Aquella vez en que fuimos uno, había sido especial, inolvidable…
¿Qué estaba haciendo con mi vida? ¿Quería esto en realidad? ¿Ser infeliz? ¿Seguir órdenes?
Interrumpí mis pensamientos puesto Hinata, con los puños apretados, entró a la oficina de su padre. La seguí un poco nervioso por lo que pretendía hacer. Todos levantaron la vista hacia nosotros.

—Hinata ¿Qué haces aquí? — pronunció su padre molesto.

—Padre he venido a contradecir la decisión que ha tomado respecto a la alianza matrimonial.

El líder del clan la miro molesto.

— ¿Y tu quien eres para darme ordenes? — dijo con una seriedad realmente fría.

—No es una orden— sin tartamudear hablo la Hyuga— es una objeción que tomaste sobre Neji-onisan.

Hinata estaba tratando de defender eso por lo que yo no había luchado; eso demostraba que era un cobarde. Incapaz de enfrentar mis problemas por mí mismo. Estaba sorprendido ¿y la tímida Hinata dónde estaba? Desobedecía a su padre, ella tenía valor, sabía por qué luchar, esforzarse…

— ¡cállate! — enfurecido pronunció el líder— no es asunto tuyo. Yo tomo las decisiones aquí.

Mi prima lo miró con miedo y desvió la mirada.
Todo este tiempo estuve equivocado. Siempre recibía órdenes, y no me quejaba. Era como una marioneta que manejaban a su antojo. Impotencia, furia, tristeza; sentía eso al ser un pájaro enjaulado, yo no podía objetar…no, si podía, solo que no quería, era un cobarde…enfurecido por la manera en que el líder le hablo a su hija decidí intervenir.

—no me parece correcto lo que le dijo a Hinata-sama. Ella solo quiso ayudarme…en visto a eso, he decidido no cumplir con su petición— pronuncié fríamente.

Era la primera vez que desobedecía una orden, me sentía realmente aliviado, libre, seguro…
Hiashi abrió la boca para contradecirme pero el señor feudal se adelanto.

— ¿Esa es tu decisión? — sonrió arrogantemente.

Asentí sin titubear, el señor miro a Hiashi y le sonrió.

—Está bien, nos retiramos.

La joven se levantó y me sonrió; al pasar a mi lado pronunció “gracias” con alegría.
En la habitación solo quedamos los Hyuga. El líder tensó la mandíbula.

—Neji, necesito hablar con Hinata, salte.

Mire a mi prima la cual asintió. Salí de ahí.
Nunca supe de que hablaron…pero cuando Hinata salió estaba pálida…

********************

Pasaron algunos días. No supe más del señor feudal y Hiashi no mencionó nada acerca de la boda. De igual manera no supe que le dijo su padre a la Hyuga, pero la notaba triste.
Aquel día entrenaba en la mansión puesto mis entrenamientos en equipo; bueno no me apetecía ir. Acerca de una hora pare y me dirigí a la parte trasera a meditar. Al llegar vi sentada a Hinata; abrazaba sus piernas.

—Hinata…— la llamé.

Rápidamente se incorporo pero no me miró.

—Te-tengo cosas que hacer.

Y paso a mi lado corriendo. De reojo note como las lágrimas escurrían por sus pómulos.
Decidido me dirigí donde Hiashi. Le había dijo algo que deprimió a Hinata, algo grave, muy grave puesto ella no se dejaba vencer por algo insignificante.
Toqué la puerta y oí una voz que me indicara que pasara. Así lo hice y me pare enfrente de su escritorio.

—Hiashi-sama…el comportamiento de Hinata-sama me preocupa… ¿sobre qué hablaron después de mi decisión?

Me miró fríamente para luego suspirar.

—De la consecuencia de tu decisión… antes de tu llegada; cuando me comunicaron la visita del señor Hakuno, me sorprendí. Habló sin rodeos y me informó de que olvidarían toda rivalidad con una alianza…una alianza de matrimonio, con su hija. Te eligió por ser el Hyuga mas dotado en habilidades… calculó todo muy bien puesto aclaró que si tú te negabas…la heredera del clan tendría que casarse con su hijo.

Me quede mirándolo sorprendido… ¿obligar a Hinata a casarse? Pero…me había defendido y ayudado. Por mi culpa estaba condenada…ella no podía casarse, yo debería estar en su lugar pero mi estúpida decisión lo cambio todo. La culpabilidad me invadió, no podía privar a Hinata de su libertad, no se lo merecía.
Tenía que hacer algo…y recordé el día en que todo esto empezó…

—Ellos realmente no quieren eso…

—Lo sé, solo no quieren provocar una guerra de la que saldríamos victoriosos…

Estaba decidido, iba a hacer lo imposible para no involucrar ni perjudicar a nadie. Ahora Hinata estaba con Naruto, y aunque odiaba admitirlo, hacían una gran pareja. Se amaban, solo eso importaba. No los involucraría en este asunto.

—Sé lo que quieren…yo se los daré.

Hiashi me miró asustado, en mis ojos se veía la decisión pero no había rastro alguno de sentimiento.

—Neji ¿Qué vas a hacer? — preocupado me miró.

—Resolver esto— fríamente hable para luego caminar a la puerta.

—Espera…

Y no oí más porque salí de la habitación; directo hacia donde se hospedaba el señor Hakuno.

**********************

Estaba acordado todo. Esa misma noche ocurriría…
¿Así iba a acabar todo?...sonreí. Había hablado con Hinata y se alegró demasiado al saber que no se casaría pero se detuvo a preguntar como ocurrió. Le mentí, claro está y ella no percibió nada.
Había una cosa que me rondaba por mi cabeza; Tenten. Terminé con ella, ahora era mejor por lo que pasaba, si no lo hubiera hecho ese día, habría sido peor…
Termine con la castaña por temor, de que mi familia no la aceptara, o peor que le hicieran daño y no permitiría eso. Tenía que darle una excusa, el porqué, y opte por lo mejor; hacer que me odiara. Esta decisión fue difícil y dolorosa pero tenía que hacerlo; la amaba demasiado. Ella había atravesado el muro de frialdad que tenía, que había forjado, en la muerte de mi padre.
Nunca imagine querer a alguien de esa manera y prefería que me odiara antes de ponerla en peligro.
Deseaba verla; desde el momento en que le di la espalda. Luchaba con ese impulso pero ahora se hizo insoportable. No quería hacerla sufrir y al verlo eso ocasionaría; recordaría esas palabras frías que le dijo…
Pero tenía que verla, aunque sea por última vez. Decirle que no era verdad lo que dijo y confesarle que siempre la amaría.
Caminé en su busca, por las calles de konoha. No la había visto desde eso día. Miraba en todos lados, entonces lo vi. Mi compañero caminaba con la mirada al suelo. Me extrañe, eso era raro pero deje de pensar en eso. El sabría donde estaría la castaña.

—Lee—lo llamé. Este miró a verme. La tristeza llenaba sus ojos y su rostro— ¿has visto a Tenten?

Me fulminó con la mirada pero luego relajo el rostro y aparto su mirada de mí, fijando su vista al suelo mientras apretaba la mandíbula.

— ¿para que la buscas? ¿Para causarle más daño? Tenten ya está sufriendo y mucho, así que déjala en paz…

—Necesito hablar con ella— insistí— ¿Dónde está? Puedo buscarla con o sin tu ayuda, pero no tengo mucho tiempo así que sería mejor que me dijeras.

No se lo tragaba, pensaba que la iba a dañar. Mire al cielo, el tiempo se estaba acabando, tenía que convencerlo.

—Lee…— nunca había mencionado eso en voz alta a una persona que no fuera la poseedora de los ojos achocolatados— yo la amo.

Subió la mirada y me miró estudiando mi rostro. Se asombro al encontrar algo en ella.

—Neji…el-ella esta e-en el hospital— se le quebró la voz.

Abrí mis ojos de par en par ¿Qué? ¿En el hospital? Lee bajo la vista, le dolía lo ocurrido.
Cuando el de ojos de insecto levanto la mirada, yo ya me había ido…

*****************************************

Agitado abrí la puerta del hospital. Ignore a la mujer que me decía que estaba prohibido pasar.
Camine por los pasillos mirando de habitación en habitación. Me detuve en seco al encontrarla. La miraba desde la puerta. Estaba muy diferente. Tenía la bata del hospital. No había sentido mi presencia puesto miraba al frente; si mirada estaba ida, vacía, no transmitía nada.

—Tenten…—susurré preocupado.

No volteo, no me había oído. Camine y me detuve a su lado. Tome su mejilla con mi mano y con esto reaccionó.
Subió la vista y me miró parpadeando; entonces, todo ocurrió rápido. Su respiración se agito y las lágrimas invadieron sus ojos, me empujo; comenzó a sacudir la cabeza y a gritar. Trate de calmarla, tocarla pero ella seguía arrebatándose. No sabía que le pasaba, no era ella misma y eso me preocupaba.
Las enfermeras acudieron junto con Tsunade, la última me miró asombrada mientras seguía intentando calmar a Tenten.

—Neji…salte, necesito hablarte.

Camine fuera de la habitación mientras la angustia crecía en mi interior. La hokage paro y me miró.

— ¿Qué le pasa a Tenten? —la preocupación se percibía en mi voz.

—su pulso se disparo.

—Tsunade-sama… ¿Por qué esta ella aquí?

—Neji…— me miró sorprendida—Tenten perdió a su bebé— tristemente admitió.

Abrí los ojos como platos… ¿qu-que? ¿Tenten había estado embarazada? Eso no podía ser cierto…un dolor acudió a mi pecho…ahora entendía la reacción de Lee y de la misma Tenten… ¿Por qué tenía que sufrir ella?...entonces una verdad me invadió… ¿el padre quien era?; me dolió admitirlo. Me equivocaba al pensar que ella sufriría por mí toda la vida, ella siguió con su vida, con alguien que si la amaba tanto como ella merecía.
Embocé una triste sonrisa.

— ¿Quién…quien era el padre? — el dolor se reflejaba en mi rostro.

Sorprendida ella estudió mi rostro.

—Neji… ¿no lo sabías? —guardó silencio, su rostro se lleno de un gran dolor— Tú eras el padre Neji…era tu hijo…

En eso momento todo desapareció…el dolor e ira invadieron mi cuerpo…ese hijo era mío…y lo había perdido.
Camine de nuevo a la habitación, si, había logrado que ella me odiara y más con esa noticia…las enfermeras impedían que pasara. La Ama miraba la pared de enfrente apretando las sabanas.

—Neji…—susurró Tsunade.

—Necesito hablar con ella…

—Tsunade-sama déjelo…— oí su voz por primera vez; estaba vacía.

Todos se retiraron dejándonos solos. Me miró con una gran frialdad.

— ¿Qué quieres? — indiferentemente preguntó.

— ¿Cómo estás? — preocupado.

—Como si te importara…—sarcásticamente— dime qué quieres.

— ¿Por qué nunca me lo dijiste? —firmemente pregunté.

—Te lo iba a decir pero terminamos— me sorprendí— y luego de lo que dijiste no valía ni servía de nada…

Recordé que aquel día, en que hice lo que hice, se tocó el estomago…
Maldita sea, era un estúpido. Sonreí…mi miserable vida se iluminó en la llegada de Tenten pero yo mismo me encargue de apagarla…había tomado una decisión correcta, así ya no le haría más daño a la castaña.
Miré a la ventana, el solo se ocultaba. Me acerque a ella y me agache quedando a la altura de sus ojos, mirándolos pero ella desvió la vista y miró las sabanas.

—Lárgate…— pronunció con un hilo de voz.

Le tome la mejilla con la mano; ella me la apartó. Puse mis dos manos en sus mejillas, aprisionando su cara. Ella me miro horrorizada, la miraba tratando de transmitirle el gran amor que le tenía, ella se sorprendió y abrió ligeramente la boca.

Oí un sonido afuera, de reojo vi a Sai que mantenía la vista en un pliego de papel; alzo la vista y nos miro.

Me acerque lentamente al rostro de la castaña. Era la última vez que estaría con ella…me miraba con miedo, temerosa de que le hiciera daño. Roce mis labios con los de ella; suaves y dulces. Lágrimas escurrieron por su rostro. Cerré los ojos, al igual que ella y disfrutamos del momento. Tenten me correspondió, lo que me sorprendió.
El tiempo se detuvo para ambos, disfrutando de nuestros labios, que había estado lejos durante un tiempo. Una tranquilidad me invadió. Nos alejamos por falta de aire. Me miro confundida, sacudió la cabeza y la mirada inexpresiva regresó.

—Neji… ¿Qué pretendes?...eres un idiota, insensible…vienes y piensas que te perdonare, estas muy equivocado.

Sabia toso eso, pero vine a otra cosa, a verla y grabarme su rostro.

— ¡Tu acabaste con todo!...lárgate…lárgate… ¡que te largues!

Gotas cristalinas corrían por sus mejillas, sus ojos que transmitían dolor. Sonreí y mire la ventana…el sol ya no estaba.

—No te preocupes…ya no te molestare más.

—¡¡Lárgate, vete!! —gritó histérica.

Salí de la habitación, no hacia la mansión, sino hacia las puertas de konoha.
Nadie sufriría por mi culpa. Busque al señor Hakuno y luego de hablar con él, acepte a darle lo que realmente quería.
Todo acababa ahí, miré a Konoha una vez más. No regresaría más.
Antes de ir con Tenten le había dado una carta a Hinata, para que se la diera a la castaña porque sabía que pasaría; que me odiaría y no me oiría. Le mentí a mi prima puesto le dije que iba a una misión.
A Hiashi; no había hablado con él. Cuando se diera cuenta de mis intensiones ya sería muy tarde…
¿Cómo mi vida había cambiado tanto? Tal vez me lo merecía.
Mi hijo…si tan solo…si tan solo habría sabido de eso antes…pero no se puede regresar el tiempo…el dolor del pecho que sentí desde que terminé con Tenten comenzó a punzar.
Empecé a recordar en esos momentos significativos de mi vida; con mi familia, esos con mis amigos pero más sobre cierta castaña.

Y así emprendí el viaje…..Hacia mi muerte……………..

***********************************

Al día siguiente Hinata se levantó encontrándose con la carta que le deje a ella; la abrió y comenzó a leer:

Hinata
Te agradezco por lo que hiciste para ayudarme, por eso pude ver por mí y negarme pero no me di cuenta que empeoraba las cosas, involucrándote. Pero todo está arreglado…puedes ser feliz con el idiota de Naruto…yo…yo voy a entregarle al señor lo que ha ansiado por tener…lucha por tus metas.

Neji​

Lagrimas salieron de sus ojos, no, Neji no pudo ir a casarse con esa chica. Corrió en busca de alguien; pero ¿Quién? Entonces entró a una habitación.

—Padre…

La miro y se paró al verle la cara.

—Hinata ¿Qué paso?

Le entregó la carta. El líder la leyó y sorprendido miró a su hija.

—Se fue…a casarse…no podemos permitirlo.

Hiashi pensó en mis últimas palabras y como comenzó esto.
Lleno de rabia apretó la mandíbula, impotente miro a la heredera del clan. Ya no podían hacer nada, era demasiado tarde.

—Hinata…el no fue a casarse— se cayó y miro a su hija— ellos realmente no querían eso…de niña te secuestraron para saber el secreto del byakugan.

La miro dolorosamente; la Hyuga sorprendida lo medito y se tapo la boca.

—No, no— cayó de rodillas en el suelo— ¡Neji!...se entero, si, se entero de lo de Tenten— susurró con sufrimiento.

— ¿Qué? ¿Esa joven, su compañera? No, no vale tanto la pena lo que le pase— fríamente hablo Hiashi.

La ojiperla se levanto y fulminó a su padre con la mirada.

—Neji-onisan estaba con ella, ¡si le importaba!

—Lo hizo para evitar que te casaras— dolorosamente mencionó— y ni creas que te casaras con el zorro.

Hinata abrió la boca.

—No lo hizo por mi…Tenten… ¡Tenten esperaba un hijo de Neji-onisan! ¡Lo perdió por una misión! Es un insensible, como se atreve a decir eso ¡y hare lo que quiera con mi vida! …¿Por qué crees que Neji-onisan hizo lo que hizo? No dejare que veas por mi vida…la culpa…la tiene usted.

Corrió a su habitación dejando a su padre pensado. Era la verdad y su hija se lo había hecho ver, estaba orgulloso de ella. Lágrimas salieron de sus ojos.

—Hermano, perdóname por no cuidar de Neji como te prometí.

Hinata se tiro en su cama y lloró amargamente.

************************************************

Hinata se encaminaba a cumplir con mi petición. Al llegar tocó la puerta y abrió esa chica que me robaba el aliento. Entraron y tomaron asiento una alado de la otra. Mi prima le ofreció la carta pero esta al reconocer mi letra la rechazó.

—Ten-Tenten por favor léela— rogó la Hyuga.

Esta la tomo, la abrió y empezó a leer.

Tenten
Te mentí, aquel día en que te dije esas cosas horribles, todas eran mentiras. Te amo, te amo, siempre lo hare y lo que dijiste era verdad.
Aquel l día en que fuimos uno…fue especial e inolvidable.
Dije eso para que me odiaras y lo logré. Si seguíamos juntos mi familia no te aceptaría y podrían hacerte daño.
Al llegar a la mansión me comunicaron que me casaba pero Hinata hizo que abriera los ojos y me negué ocasionando que esta responsabilidad callera sobre ella. Decidido a no permitir eso hable con el señor feudal que lo había acordado con Hiashi, pero no podía permitir que las cosas se quedaran así entre nosotros, pero déjame decirte, sabía que no me perdonarías, pero tenía que verte una vez más antes de irme.
Voy a entregarle al señor feudal del rayo mi parte del trato…ellos no querían un matrimonio. Querían el secreto del byakugan y eso voy a entregarles.
Recuerda que siempre te amare. Por favor no hagas nada imprudente.
Cuídate

Neji​

La carta cayó al suelo. Miles de lagrimas corrían por las mejillas de la Ama.

—Hi-Hinata ¿Dónde está Neji?

Esta bajo el rostro y negó con la cabeza. El aire se le escapo de los pulmones de la castaña y se tapo la boca con las manos. Se le nubló la vista, estaba muy agitada, entonces estalló en llanto.

—¡¡Neji!! — gritó desgarradoramente.

Mi prima la abrazo y las dos lloraron durante horas. Cuando se calmaron la Hyuga la dejó sola. La castaña cayó en un agujero del que no pensaba salir.

******************************************

Toda esta situación me dolía, cometí un error al hacer esto. Lo que no quería era que Tenten sufriera y eso estaba haciendo. No había salido en días de su casa y no comía. El dolor la estaba consumiendo, ya no le veía sentido a la vida, quería morirse.
La heredera del clan Hyuga toco la puerta y al no encontrar respuesta entro encontrando a la Ama en la cama. La miró con dolor, sabía que sufría, ella igual lo hacía. Tenía que animarla.

—Tenten…no puedes seguir así…tienes que salir adelante…a él no le habría gustado verte así, solo lo estás haciendo sufrir. Debes volver a vivir…

La castaña se sorprendió. Era verdad, no quería hacerme sufrir, tenía que seguir, su vida no podía acabar ahí. Si ella cometía alguna imprudencia yo me sentiría mal. Además se lo había dicho, que no haga anda. Sonrió después de mucho tiempo y miro a la ojiperla.

—Hinata—chan tienes razón, te prometo que saldré adelante, por mi y por el…— le sonrio — ¿a que has venido?

—Etto…por dos cosas…la primera. Mi padre ha decidido aceptarte y quiere hablar contigo.

La ama embozó una gran sonrisa pero vio como el sonrojo se extendió por el rostro de su amiga.

—¿y la segunda?

—Etto…pues…

***********************************************

Ya habían pasado cuatro años de mi muerte. Mi querida Tenten lo había logrado, había salido adelante. Al conocerla mi tío noto lo que había visto en ella. Aquella alegría, bondad y cariño que ella proporcionaba a las persona. Con gusto la acepto.

Ahora la castaña se encontraba en el césped del parque sentada. Llevaba un vestido de tirantes color aguamarina que le llegaba a las rodillas; llevaba el cabello de la manera que siempre me gusto, suelto.
Delante de ella estaba una sabana extendida y encima de ella platos y comida.
Hablaba conmigo; me contaba la tontería que ocasionó Lee al emborracharse en una misión. Fue un desastre pero se cumplió la misión.
Entonces visualizó a una niña de aproximadamente 3 años que tenía el cabello rubio oscuro, la piel la tenia clara y sus ojos característicos de los Hyuga. Vestía un vestido de color morado con unas sandalias blancas. La niña al verla corrió hacia ella con los brazos abiertos y con la sonrisa de su padre.

— ¡Nia! — pronunció difícilmente la pequeña.

La castaña se paro y al llegar la niña la abrazo y cargo.

—Hola Hiromi.

Sus padres llegaron. El señor sostenia a su esposa ligeramente por el brazo puesto esta estaba embarazada y como estaba a punto dar a luz tenia miedo de que se callera. La miraba tiernamente con ese amor.

—Hinata, Naruto.

Después de todo ese idiota se salió con la suya; era lo correcto y me alegraba.

Se sentaron y comenzaron a platicar. Nuestros demás amigos se colaron y acabaron con la comida.

Ese día Sai le dio el mejor regalo a mi Tenten.

—Bueno es un pequeño detalle para alegrarte el día.

Lo tomo y se quedo boca abierta al mirar de qué se trataba. Lagrimas acudieron a sus ojos; Hinata la miro y preocupada miro el dibujo pero luego embozó una sonrisa.
Naruto igual lo vio, se lo quito y comenzó a mostrar a todos, dejándolos maravillados.
Aquel último beso que nos dimos fue plasmado por Sai en un lienzo, se podía apreciar el gran amor que transmitíamos y que éramos uno solo.

Tenten golpeó al rubio y le quito el cuadro. Miró al cielo, estaba maravillada…

—Neji…— susurró alegremente.

Y así fue como……….. Morí una vez……………

fin.

eso fue todo, espero que lo hayan disfrutado, yo lo hice con todo mi cariño.

el corazon no muere cuando deja de latir, el corazon muere cuando los latidos ya no tienen sentido.....

sayonara