Mi Cisne Guardián

Ese sufrimiento que me perturba, el dolor, la injusticia, la traición… necesito liberarme de todo eso, la confianza de alguien que realmente comprenda que detrás de mi frialdad se esconde un corazón pequeño y frágil.





Satánica me dicen, eres un demonio sin corazón que solo busca la indiferencia de los demás pero, ¿a quién le gusta estar solo? A nadie, una cosa es querer tiempo para pensar y otra es querer estar solo por la eternidad.



Ingenua ante las palabras ajenas, no, no es ingenuidad es indiferencia ante las palabras de los inútiles que no me comprenden, es odio ante los que me han herido.


Idiota por no apreciar lo que poseo, no es idiotez, solo que no me importa lo material y me preocupo por quienes aprecio, defiendo a mis amigos y doy todo por ellos.


Rencorosa por odiar a tantas personas, ¿en realidad es posible que una niña de mi edad posea tal nivel de rencor hacia el mundo? No odio a cualquiera, odio a quién me odia, odio a quien me lastimo y rompió mi pequeño corazón de cristal.


Rara por no ser un adolescente fresa e inmadura, porque mis gustos y forma de ser revelan que he vivido siempre en un mundo de adultos, madure antes de tiempo y muchos se confunden con mi pensamiento con el de una joven de dieciocho o veinte años, ¿Qué creen de mí? Solo soy una niña que ha sufrido por culpa de la gente hipócrita.


Y ahora que he decidido encerrarme en mi burbuja, llega ese ser, esa ave, ese majestuoso cisne. Observo con temor, no sé si confiar o no, la traición es amarga y no quiero volver a sentir su sabor.



—Confía en mí, yo cuidaré de ti ahora— Me dice con voz tranquila desde el exterior. Mis lágrimas caen sin cesar, esperando hacer lo correcto por primera vez.



—Tu… no debes derramar esas hermosas lágrimas, porque yo quiero ayudarte a detener tu sufrimiento. Te protegeré de quien quiera acercarse a hacerte cualquier injusticia—seguía diciendo, cada palabra daba en mi corazón, me hacía ir liberando cadenas, logrando así que mi burbuja se rompiera de a poco.




—Y si me permites, arreglare tu corazón de toda herida causada en un pasado… para que vuelvas a tener ese corazón de oro.



“Confío, pero igual temo, no que se hacer” me decía yo mentalmente cada segundo, tratando de procesar todo eso, para lograr eliminar mi dolor de una vez por todas —Si tú logras reparar este pobre corazón, te lo daría para siempre…—respondí con toda sinceridad.



—Lo repararé pero será para ti…



—Entonces, ¿cuidaras de mí?—pregunté aun derramando lágrimas.



—Toda la vida si es preciso…



Desde ese momento, esas palabras salidas desde la mente del majestuoso cisne me han acompañado, me han dado seguridad y han aliviado mi dolor.
Ahora sé que es un Cisne Guardián.

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Pues es pequeño, pero es algo.

*w* For you Cyg.