Explícito Mi Único Deseo (ShakaXMu) Yaoi

Tema en 'Fanfics de Anime y Manga' iniciado por AMMU TEIKOKU YUDAINA, 26 Abril 2025.

Cargando...
  1. Threadmarks: Capitulo 41 (Los Puntos Se Unen)
     
    AMMU TEIKOKU YUDAINA

    AMMU TEIKOKU YUDAINA Usuario común

    Aries
    Miembro desde:
    13 Junio 2024
    Mensajes:
    266
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Mi Único Deseo (ShakaXMu) Yaoi
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Tragedia
    Total de capítulos:
    51
     
    Palabras:
    3065
    Observa con el ceño fruncido justamente a ese punto que aun parece desprender un brillo, que no logra saber que es con exactitud.

    -¡¡¡¿QUÉ ES ESTO?!!!- Aprieta sus puños, más aun sostiene con una mano al pelilila inconsciente.

    Este incrédulo ante lo que sea ese objetó que lleva por debajo de la ropa el menor, apenas si distingue la forma, pero cada que intenta acercarse, con el deseo de quitar lo que estorba, ese intenso calor aparece, quemando su mano y cegándolo por momentos.

    Podrá estar en sus manos, pero al parecer no puede si quiera tocarlo como desea.

    Sin embargó eso no lo detendrá, para llevárselo lejos.

    -Esto no me va a impedir tenerte- Sujetándolo por la cintura con mayor fuerza, observándolo como aun estando inconsciente, sigue siendo tan apetitoso para su propio bien.

    Saga se ha llevado a Mu, sin dejar rastro alguno para seguir.

    Tendría que ocurrir un milagro, para reconocer el camino que ha tomado o tal vez… Solo intentar recordar el destino anterior.

    Sin importarle dejar a los demás sujetos detrás, ya lo encontrarían después para pagarles o no, ya tiene lo que desea, y eso es lo único que le interesa.

    El mismo Alfa trastornado, yendo sobre un caballo azabache, junto al adormilado corderito, que no tiene idea alguna que su infierno volverá a tragarlo.

    Si se diera cuenta, estaría luchando, mas ahora no puede hacerlo.

    ---Zona de reunión de los gremios (Para el ataque contra los Shadow’s)---

    Estando bastante cerca de aquel pozo de donde los Shadow’s surgen, estando los tres representantes de los gremios, juntos a sus mejores hombres, están preparados para el ataque, harán el último intento que les queda.

    La esperanza final, si con ello destruyen lo que los ha asediado desde siglos antiguos, a todos los gremios.

    Los Atenencias en su campamento, intentando llevar la convivencia en paz.

    Aunque es más fácil para el primer líder lidiar con los otros principales de los gremios, en algún punto, tuvieron la oportunidad de conversar y llevarse como buenos conocidos.

    En los últimos momentos ha sentido una gran desesperación, como si quisiera salir huyendo de ese lugar, no por miedo, si no… Como una horrible sensación que desgarra su corazón. Sus pensamientos van hacia su Omega, pero… No quiere creer que algo malo ha pasado.

    Solo debe confiar que todo está bien, su deber se cumplirá, solo porque su único deseo es volver, para formar una familia con su amado Shura, eso lo motiva a continuar.

    Por su parte el segundo líder ha sentido solo el deseo de volver con su Omega, bastante inquieto, sobre todo en esta ocasión, algo le oprime el corazón, sintiendo la desesperación, como si algo muy malo que estuviera pasando a su Mu, pero… No logra identificar de forma correcta de que se trata con certeza, por la sensación de resentimiento que ahí en el ambiente.

    Es normal este sentir por los Shadow’s tan cercas, pero debe estar tranquilo y pensar bien las cosas.

    La realización de la última oportunidad se hará en tres días, primero al estar reunidos, formaran grupos, los cuales irán primero los cazadores para destrozar a esos Shadow’s, luego aquellos que formen una pequeña barrera para contenerlos, y al final los actuales primeros líderes, para terminar lo que los fundadores de cada gremio hicieron siglos atrás.

    Todo iniciaría mañana, están listos, ninguno quiere o desea perder más tiempo.

    En su mayoría, desean volver con sus familias, a las vidas tranquilas y si ahora todo sería más armonioso, siendo lo que se busca, el precio lo vale.

    Sin embargó existe alguien que no está del todo conforme aun, no porque no desee ayudar, al contrario es su forma de saldar las deudas que tiene en la vida.

    Pero… Es que la razón, por si incomodidad… Deriva de tener que advertir y pedir una sincera disculpa.

    Puede que no fuera el actor intelectual en la situación, que no estuviera de acuerdo, pero no hizo nada para detenerlo.

    No habrá asesinado a nadie directamente, solo herirlos, sin embargo también peco.

    -¿Estás seguro de esto?- Un tono de voz serio, bastante imponente, de un hombre de cabellos celestes y ojos de un tono azul verdoso.

    -Tengo que hacerlo…- Un suspiro de un hombre Alfa, cabellos cobalto, y una mirada bastante triste, pero con decisión.

    -No te van a perdonar, si es lo que buscas- Le habla bastante sincero, al contrario.

    -No creo que lo merezca, pero servirá para estar bien conmigo mismo- Lanza un suspiro, mira de reojo hacia el campamento de los Atenienses.

    -Posiblemente deseen que pagues tus crímenes- Los brazos cruzados del líder directo del gremio de Poseidón.

    -Lo sé, de eso estoy seguro… Tal vez… Lo haga, pero…-

    Baja la mirada, masajeando sus cienes, pues aunque su alma se sienta oprimida por los males del pasado, no puede ser capaz de dejar a su familia ya formada, quiere que su vida se quede como tal.

    Pero si tiene una oportunidad de explicar lo ocurrido, y a la vez hacer algo para que detengan a su hermano, lo hará.

    -No tienes permitido dejar solo a Sorrento- Sentencio el peli celeste, bastante serio.

    -Nunca dejaría a mi Omega, mucho menos a nuestra pequeña, por eso… Intentare sobrevivir, después…- Sonríe de manera melancólica –Hablare con ellos, sé que mis palabras pueden ser contra producentes, darles un final a esta terrible historia que Saga les hizo vivir, pero… También me gustaría advertir que tiene un objetivo nuevo-

    -La obsesión que tiene tu hermano con ese Omega- Niega con su cabeza, con los brazos detrás de la espalda, lanzando un suspiro cansado –Es un sujeto que se ha perdido en su propia locura-

    -No era así antes, pero… Un amor no correspondido… Lo cegó- Mira a Aioros, el cual se dirige a hablar con el líder del gremio de Hades –Todo fue por enamorarse del papá de ese hombre-

    -Si mal no recuerdo, era solo un niño… Fue en la época que mi padre dirigía el gremio, presto un poco de ayuda, pero jamás encontraron al responsable- Entrando a la tienda que les corresponde para mantener esta conversación más discreta.

    -Aunque nuestra familia cayó en desgracia, por algún familiar que logro maldecir a todos los que llevemos está sucia sangre- Siguiendo a su líder en cuestión, mirando su propia mano, para llevarla justamente a su pecho donde una cicatriz se encuentra –Logro hacerse de suficiente dinero para pagar a muchos, y salirse con la suya-

    -Lo que tiene a su nombre, todo fue gracias a los malos tratos que logro hacer, despojando de personas del dinero de toda su vida- Sentándose en una silla, para servirse una copa de vino y beberla, ya que necesita estar tranquilo para lo que los lideres principales harán.

    -Al principio… Lo hicimos, para tener una mejor posición, pero… Lo llevo demasiado lejos, asesino a tantos, casi acaba con el fauno que supuestamente amaba… La cría no tenía culpa alguna- niega con la cabeza, cerrando sus ojos, decepcionado por el comportamiento de su gemelo mayor.

    -Los salvaste, aunque eso solo te trajo problemas con Saga- Le intenta dar algo de apoyo moral, aunque no es propio en él.

    -¿Qué podía hacer?- Levanta sus hombros desganado –Una cosa… Es robar, ganar dinero de forma deshonesta, secuestrar, pero asesinar a alguien… Ya es algo que yo no quería cruzar- Suspira sintiéndose el peor del mundo –Pero lo hice, sé que más de uno de los que herí murieron, no puedo pedir redención, pero… Lo intento-

    -La obtuviste por parte de nuestro gremio- Le sentencio el peli celeste.

    -Gracias líder Julián Solo- Asiente, pero su sonrisa no parece proyectarse.

    -Llegaste hasta nuestras costas, fuiste recibido por quien era tu destinado y mi mano derecha- Posa su codo sobre la mesa para apoyar su mentón –Creí que solo eras un ladronzuelo, pero al final resultaste más peligroso, pero una buena adición a mis tropas- Sonríe de lado, algo burlesco.

    -Gracias-

    -No fue un cumplido- Habla serio, después de todo, esto podría ocasionar un conflicto con el gremio en cuestión afectado –Pero, eres uno de mis soldados, aunque tengas deudas que pagar, debo de mantenerte de mi lado, y no permitiré que dejes sola a tu familia-

    -Nunca podre saldarla por completó, pero al menos si impido que Saga realice más crímenes… Pueda ayudar a salvar su alma- Aunque no tuviera ya una relación con su gemelo mayor, aun le preocupa, contando el hecho de que podría perder a su familia, si los Atenienses desean hacerlo pagar.

    -Al enterarme de lo que hiciste, te hice pagar, la cicatriz en tu pecho lo demuestra-

    -Entiendo…-

    -Solo te sugiero que esperes a que terminemos con los Shadow’s, después podrás hablar de lo que quieras con ellos, su reacción no será buena y puede que ni les interese salvar a un fauno cualquiera- Le sentencia con solo la mirada.

    -De todos los gremios, los Atenienses son los que defienden más los derechos de los faunos y siendo Omegas, con mayor razón, que cualquiera- Suspira con los ojos cerrados.

    -Te diré que el odio que lograras despertar en ellos, los cegara sin falta y les dará igual- Mira hacia unos papeles que tiene sobre la mesa para verificar, su trabajo fuera del gremio no termina –Ahora que sepan quién es el culpable, lo buscaran y puede que no le den un juicio-

    -No quiero eso para Saga- Baja la mirada, apretando sus puños, frunciendo el ceño.

    -Pero es lo que se merece, Kanon… No te puedes hacer responsable por todo lo que tu hermano ha hecho, solo de lo que has hecho mal-

    -Lo intentare señor- Su corazón se siente herido, después de todo Saga sigue siendo su hermano mayor, bueno o malo, recuerda los momentos de la infancia, que tuvieron que vivir en las calles, el hecho de que el peli azul lo protegiera, no lo olvida.

    Antes de enamorarse de Regulus, Saga aún tenía la cabeza en su lugar y ahora… La ha perdido como su alma.

    -Sera mejor que comiences a dar mis instrucciones, todos partiremos mañana hacia ese maldito agujero- Volviendo a dar un sorbo de aquel vino rojizo –Te quiero en primera fila, destroza a cada Shadow’s, no tengas piedad alguna, ¿Entiendes?-

    -Si señor- Asiente con la cabeza firme, pero ligeramente abajo en dirección del líder de su gremio que lo ha acogido.

    -Estarás en el punto con el segundo líder del gremio Ateniense- Pensativo –Si mal no recuerdo… El perdió a sus padres esa noche-

    Suspira bastante culpable por ese hecho -¿Qué edad tiene? ¿Quince años?-

    -Dieciséis, era bastante pequeño en ese entonces-

    -Dañamos a muchos…-

    -Ya no te puedes lamentar, lo hecho, hecho estar, mejor concéntrate en no fallar en estos tres días- Lo mira con el ceño fruncido y voz ronca –No se te permite fallar ¿Lo entiendes?-

    -Si- Asiente decaído, pero comprende que tiene su propio deber.

    -Ahora retírate y comienza a organizarlos-

    Dada la indicación a su segunda al mando, pues después de que Sorrento enlazara su vida con este peli cobalto, demostró ser un gran guerrero y estratega, obtuvo su puesto.

    En el gremio de Poseidón, aquellos que son Omegas tienen oportunidades muy altas, eso no se les impide, pero si terminan preñados, se les degrada de rango y se les prohíbe regresar, solo en caso de que el Alfa muera o abandone a su familia, se les permite volver a su lugar.

    Es necesario repoblar el gremio en cierta forma de personas que lleven sangre de los fundadores, no solo de extranjeros.

    Por esta razón ahora Kanon debe hacer el doble de trabajo, tanto como mano derecha, como guerrero en cuestión, sus habilidades se pueden demostrar en batalla, salvo intenta ser ingenioso y estratega en todo momento.

    Mas ahora está pensando con el corazón, no solo con la cabeza, decir la verdad, aligerar su propia carga, tal vez lo ayude a superar los horrores del pasado, pero esto significa que su hermano también pagara lo que ha hecho.

    No es lo que quiere, pero lo deben detener, es un gran peligro para la sociedad, creía que el tiempo le ayudaría, sin embargó solo ocasiono lo contrario.

    En esta última batalla en donde todos los gremios se han juntado para cumplir solo una meta, en donde los antiguos fundadores lo iniciaron, y por fin se verá culminada.

    Esto significará que ahora cada gremio podría entablar una amistad más estrecha o volverse más independiente y hermética.

    Eso solo dependerá del pensar de cada líder.

    ---Ciudadela (Camino al gremio Ateniense)---

    -Mi hermoso cubito… ¿Seguro que te sientes bien?- Su caminar es algo apresurado, pero sigue atento a su amado destinado.

    -Si, por décima segunda vez, que si- Habla algo exasperado, pues es quien intenta ir de prisa, pero los efectos de su celo lo hacen más lento y el paso de un Alfa es sumamente rápido, sin embargó no va a desistir de ir a proteger a ese pequeño Fauno que quiere tanto.

    -Pero… Mi Camus… Te atacaron esta noche, deberías…- Se preocupa, aunque no lograran herirlo por completó, si debieron causarle un tremendo impacto.

    -¡¡¡QUE ESTOY BIEN!!!- Frunce el ceño, dejando escapar algunas lágrimas, mas no desiste –Si algo malo le ocurriera a Mu, no me lo podría perdonar… Milo…- Se detiene repentinamente, llamando al Alfa, sus puños están temblando, aunque tomo un baño para calmarse, aun siente desagradable su cuerpo –Si… Es… Estoy contigo… Sé que estaré a salvo- Es una confesión de sus sentimientos, pueden que no sea en el mejor momento, pero lo necesita decir.

    -Camus…- Se detiene en seco, sonriendo de lado, para acercarse con cuidado al peliaguamarino, intentándole acariciar su mejilla, pero teme que le haga revivir alguna horrible sensación, así que se detiene a escasos centímetros –Conmigo estarás a salvo, te juro mi cubito que todo estará bien, daría mi vida si fuera necesario para cuidar de ti- Limpiando una de esas lagrimas que caen por ese delicado rostro –Incluso si no me amas, permaneceré a tu lado, para toda mi vida, te lo juro-

    -¿Milo?- Le parece demasiado bueno para ser cierto, que alguien lo ame a ese grado, que de verdad esté dispuesto para protegerlo, es algo que nunca creyó vivir y ahora… Tiene un Alfa que de verdad quiere entregarle su corazón y vida solo a él.

    Esto solo causa que su fría berrera de desquebraje más, casi como si un fuego tierno que apenas se a alimentando toma fuerza, para volverse una pequeña llamarada en su ser.

    Algo que logra asustarlo, pero a la vez hacerlo sentir bien, una sensación jamás experimentando, que lo asusta, sin embargo no puede, ni quiere alejarse de Milo, ya nunca más lo hará.

    No le puede prometer superar sus propios pensamientos, tal vez en ocasiones actué de una forma cortante y fría, pero… Lo único que le puede jurar es que… Solo Milo, ese Alfa que le ha demostrado su amor, será el único digno de recibir su compañía.

    Ahora piensa de manera diferente, no por completo, pero si en su mayoría, tal vez el hecho de vivir su vida con alguien, su famoso destinado no se escucha tan mal, tampoco el hecho de formar una familia con ese fauno escorpión, ya no parece tan mala idea ahora.

    Sin pensarlo más, se abraza del fauno con todas sus fuerzas, dejando caer algunas lágrimas en el hombro, pues se siente seguro, sabe que está a salvo, nada malo le volverá a ocurrir, así que desea de igual forma proteger a alguien más.

    Sorprendido corresponde ese dulce abrazo, jamás se lo esperó, aunque no percibir el dulce aroma de ese Omega, logra tener un calor por ese tacto, es normal por sentirse tan cerca con su destinado.

    -Milo, gracias por salvarme… De verdad… Si yo… Si debiera… Yo… Te escogería a ti, para… Permanecer juntos…- Apenas si logra articular palabras sobre este tema, es difícil para el peliaguamarino, mas hace su mayor esfuerzo, demostrar su amor es difícil, cuando lo creyó malo.

    -Camus- Lo llamo, con una enorme sonrisa, estrechándolo más contra su cuerpo, para acariciar esos cabellos tan sedosos y suaves –No te esfuerces… Por favor…-

    -Es que… Quiero decírtelo… Temo, que algo más ocurra y por mis tonterías, no logre hacerlo- No le da la cara, esta avergonzado, por esas palabras dichas y sus mejillas rojas lo comprueba.

    -No son tonterías y nada malo ocurrirá…- Le da un tierno beso en la frente, aunque su deseo sea besar esos labios, no lo obligara a nada.

    -Solo vamos de una vez al gremio- Ya fue demasiado hablar de sentimientos y situaciones incomodas, con suavidad se aparta del fauno, para seguir su camino.

    Puede que sea una transición demasiado rápida, pero… No puede seguir tan cerca de Milo, sin comprender que es todas esas sensaciones desbordantes que lo invaden, no puede lidiar con todo a la vez, es mejor ir de a poco.

    Pero para el peli cerúleo, estas dulces palabras significan mucho más que cualquier cosa, así que al percatarse que su cubito se aparta de él, no lo dejara solo de nuevo.

    Aunque tuvo que caminar un poco apresurado, toma esa delicada mano, con cuidado, para de esa forma ambos vayan al próximo destino.

    Milo tiene el deber de proteger a todos del gremio, y ahora a su destinado, no se han formado oficialmente y falta mucho para ese proceso, pero… Están en un buen camino.

    Orgulloso junto a un Omega tan hermoso, es su divino derecho, no dejara que nadie lo vuelva a tocar o lastimar ni siquiera un insulto será permitido, sin ganarse un golpe del Alfa.

    Ese es el instinto de protección que Milo llevara hasta el último momento con tal de defender a su destinado.

    Sin embargo, su caminar apresurado al gremio, se vio de repente interrumpido, cuando… El peliculero observa una escena que lo deja congelado en su lugar…

    Lo que provoca de igual forma esa vista, es que Camus se lleve las manos a su propia boca, con sus ojos violetas bien abiertos, ni siquiera es capaz de pronuncia palabra alguna.

    -Shu… ¡¡¡SHURA!!!- El grito del Alfa es lo único que se puede escuchar en ese instante a los cuatro vientos.
     
  2. Threadmarks: Capitulo 42 (Posibilidad De Perdida)
     
    AMMU TEIKOKU YUDAINA

    AMMU TEIKOKU YUDAINA Usuario común

    Aries
    Miembro desde:
    13 Junio 2024
    Mensajes:
    266
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Mi Único Deseo (ShakaXMu) Yaoi
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Tragedia
    Total de capítulos:
    51
     
    Palabras:
    2904
    No pudo pensarlo más de dos segundos, uno de sus más cercanos amigos se encuentra en malas condiciones, y sabe que es cuestión de tiempo, para salvar su vida o no.

    -¡¡¡¿QUÉ FUE LO QUE OCURRIÓ?!!!- Podría estar sumamente impresionado por el horrible espectáculo delante de sus ojos, pero no suelta la mano de Camus, si el peliverde se encuentra mal herido, significa que el culpable debe estar cerca.

    La sangre aún está fresca, escurriendo de su hombro izquierdo muy cerca del corazón, la respiración parece no notarse, temiéndose lo peor.

    El rostro del cabrío lleva algunos golpes, pero sus nudillos están rojos, moretones y marcas de que estuvo sosteniendo una pelea.

    Incluso algunas marcas en el cuello, pero esas no sangran, no conllevan un peligro latente.

    -Esto…- Las palabras del peliaguamarino se sienten perderse, no podía expresar todo con certeza, el miedo lo sigue invadiendo de golpe, todo por lo ocurrido la noche anterior, esta temeroso, pero sabe quién fue, no tiene dudas.

    -¡¡¡SHURA!!! ¡¡¡DESPIERTA!!!- Milo no sabe qué hacer, su rostro preocupado, su mano libre temblorosa, intentando tocar al Omega herido, pero temiendo ocasionar algo peor, está molesto, nadie toca a sus amigos y se sale con la suya.

    -Esto... Debe ser obra de Saga…- Obviamente asustado, su respiración se agita, todo parecía juntársele en un solo momento, el terror de anoche, las memorias horribles que vienen a su mente, su condición por el celo, el miedo… Y esto… No podría ser nada bueno.

    -¡¡¡ESE MALDITO, LOCO BASTADO!!!- No va a ser para nada educado, por la causa de ese sujeto, su amado cubito sufrió algo terrible que pudo evitar, ahora Shura está en un estado crítico, que puede no llegar a salvarse, pensaba a mil por hora, podría ser bromista, algo distraído, pero cuando se necesita es capaz de hacer todo lo posible para proteger a los que quiere.

    Más en ese momento, una voz algo débil se escucha, apenas si llega a los oídos de ambos, obviamente sacándolos de sus pensamientos, asustándoles y darles algo de esperanzas.

    -Mu… Ese… Se… Lo… Ay…- No alcanza a hablar como es debido, el dolor aumenta, pero el miedo de que ese inocente corderito esté en manos de ese loco, lo impulsa a continuar.

    -Shura ¿De quién hablas?- Intenta ayudarlo, apoyando la cabeza del fauno derecha para que alcance a respirar –Tranquiló…-

    -Saga… Nos atacó con unos imbéciles… Mu… Argggg…- Debe ser por la pelea que debió sostener contra esos sujetos, y la herida abierta que le incrementa el dolor en su cuerpo, pero… No desiste.

    -¿Dónde… Esta Mu?- Los ojos violetas del Omega de pie, se abrieron de par en par, contrayéndose la pupila por solo imaginar lo que debió pasar, esto se volvía peor cada vez.

    -Le dije… Que corriera…- Baja la mirada cansado, siente que las fuerzas se le acaban, es un sentimiento que hace mucho deseaba sentir, el dulce abrazo de la muerte, pero ahora no… En este momento no quería que eso sucediera, lucharía un poco más si es necesario –Milo… Búscalo…-

    Aprieta sus dientes con fuerza, mirando al peli cerúleo con los ojos cristalizados, demostrando una genuina culpa en su ser, después de todo… Mu estaba con él y si algo malo le ocurre a ese pequeño, en su mente seria completamente su causa, no podía… No podría permitir que suceda eso.

    -Lo hare, pero… Tu…- Sabia que no existiría otra opción… Deseaba con todas sus fuerzas ir a buscar al pequeño Mu, después de todo, aquellos que lo han conocido reconocen que es un fauno que necesita ser protegido.

    Y Milo, no es la excepción, también mataría a cualquiera que lo hiriera, no lo hará solo por amenazas del rubio, sino porque lo aprecia mucho, sin embargo dejar a su Camus y al mal herido de Shura, tampoco es opción.

    -¡¡¡YO NO IMPORTO!!!- Encara al fauno Escorpión, aprieta sus puños, sin importarle que se lastime peor -¡¡¡VE Y BUSCA A MU!!! ¡¡¡ESE IDIOTA DEBE…!!!- Cierra sus ojos dejando escapar lágrimas de impotencia, de solo imaginar lo que le esté ocurriéndole, no podría perdonárselo jamás.

    -¡¡¡MILO!!! ¡¡¡TU LLÉVATE A SHURA, YO…!!!- Aun con los nervios de punta, temblando de solo pensar que le esté pasando a Mu, sin darle importancia lo que le ocurriera, toma valor de donde sea que pueda, sería capaz de sacrificarse para proteger al pequeño, por esa promesa a un moribundo -¡¡¡IRÉ POR MU!!!- Intentando zafarse del agarre del Fauno, es el único que sabe con certeza donde se encuentra esa mansión, podría ir, pero eso no significa que triunfe.

    Pero de inmediato Milo lo sostiene con fuerza, para mirarlo con desesperación y cierto enojo, no porque lo este de verdad, si no de solo pesar en perderlo, que alguien lo hiriera, su mente y corazón no lo podría resistir.

    -¡¡¡NO IRAS A NINGÚN LADO!!!- Tomándolo por ambos brazos, infringiendo algo de fuerza, no debió medir la preocupación, el temor, el odio, todo se le acumula con el suceso de ahora -¡¡¡NO DEJARE QUE TE ENFRENTES A ESE IDIOTA TU SOLO!!!- Los ojos azulados van contra los violetas con toda la decisión del mundo.

    -¡¡¡¿ENTONCES QUE PRETENDES QUE HAGA?!!!- Camus, demuestra que está realmente angustiado por Mu, que lo intentara proteger, salvar, no lo pueden dejar en las manos de ese miserable de Saga, solo lo dañara -¡¡¡NO LO DEJARE SOLO!!!-

    -Camus…- Sabe que el peliaguamarino es muy terco, es solo una de las razones por lo que lo ama, pero en esta ocasión es la vida de su destinado en juego.

    Sonara demasiado egoísta y cruel de su parte, pero no puede permitirse perder al Omega que ama, aunque eso signifique perder más tiempo en encontrar al pelilila.

    -¡¡¡MILO!!! ¡¡¡POR FAVOR… YO IRÉ POR MU, TÚ DEBES SALVAR A SHURA!!!- Preocupado por el corderito y el cabrío, se da cuenta que en cierta forma de los tres Omegas que han tenido pasados difíciles, él se encuentra en una mejor situación que los otros dos.

    -¡¡¡QUE TU VAYAS SOLO, ES SIMPLEMENTE IMPENSABLE!!!- Sujeta con fuerza el brazo del Omega que ama, desesperado porque se guie solo por sus sentimientos –¡¡¡CAMUS NO QUIERO PERDERTE!!!-

    -¡¡¡MIENTRAS MÁS TIEMPO PASE, MU ESTARÁ EN MAYOR PELIGRO!!! ¡¡¡SI VOY AHORA…!!!-

    -Sin ofender… Pero, no creo que puedas tu solo…- El cabrío herido, hace evidente lo obvio.

    -Tú tampoco hiciste mucho- Mas el peliaguamarino no se dejará ofender por alguien que permitió el secuestro del menor.

    -Lo sé- Aprieta sus puños con la poca fuerza que el queda –Por eso te pido a ti Milo que vayas, eres el único capaz de hacerle cara ahora que…- El dolor va aumentando, la piel de este se vuelve cada vez más pálida, cerrando sus ojos lentamente por el cansancio –No están…-

    -¡¡¡OYE!!!- El fauno escorpión, llamando desesperado al peliverde que cada segundo que pasa parecer perder la conciencia.

    -Si seguimos aquí…- Camus se da cuenta perfectamente que la situación solo empeorar para todos si siguen parados allí, sin llevar al mal herido al gremio, pero el Alfa obviamente no lo dejara ir solo, además que si se intenta escapar, la velocidad de Milo es superior –Esta bien… Vamos al gremio y en cuanto Shura este a salvo, vamos por Mu- Se acerca apresurado el cabrío para intentar hacer un vendaje con su propia ropa para detener algo la hemorragia.

    Sin duda, algo que debieron hacer desde el inicio, pero el peliverde no les dejaba por la noticia y el fuerte impacto recibido por ella.

    Con esto Milo se da cuenta perfectamente que su Omega lo está escuchando, aunque sea de mala gana.

    Ahora lo principal es mantener al Omega herido a salvo, que se recupere, el llevar a Camus también allí es lo que quiere desde un inicio, estará en completa seguridad, nada malo le ocurrirá.

    Sin más, y con sumo cuidado carga a Shura, para llevarlo lo más rápido posible al gremio Ateniense, sin duda allí Afrodita podría tratar sus heridas lo antes posible, se necesita saber si estará bien, si será capaz de sobrevivir.

    Tantas cosas que han pasado en menos de veinticuatro horas, y sabe perfectamente que los lideres no llegaran hasta casi una semana después.

    La situación se va empeorando en cada instante.

    Sus pensamientos giran en torno a lo que debe hacer, para mantener a todos a salvo.

    Proteger a Camus es una de sus prioridades.

    Además en estos momentos de regreso, el Omega le ayuda un poco, no puede sujetar con toda sus fuerzas a Shura, llevándolo en su espalda es la única opción factible, mientras el peliaguamarino hace de apoyo para que no caiga.

    Bien podría poner al peliverde en otra posición, pero se las ingenió para necesitar la ayuda de su amado y así evitar que se fuera a salvar a Mu, en completa soledad.

    Debe tener todo previsto.

    Por primera vez, el camino se hizo descomunalmente largo, hasta que estaban delante de la gran puerta de madera, que protege la totalidad de los recintos internos.

    Los guardias se desconcertaron al ver a uno de los suyos gravemente herido, cuando hace unas horas atrás había salido perfectamente bien.

    No exista más tiempo que perder.

    Apenas se abrieron las puertas, la dirección que toma Milo es hacia el invernadero, en donde sabe perfectamente que Afrodita estaría y teniendo cerca la ala médica.

    Por más que trataran, las gruesas gotas de sangre caen al suelo, dejando un rastro bastante visible.

    Llamando la atención de varios miembros del gremio ya despiertos haciendo sus actividades cotidianas.

    ¿Quién era capaz de herir a Shura?

    Aquel Omega que había salido por completo de los estándares, a luchar y enfrentarse a lo que sea, sin duda alguien muy fuerte.

    No había tiempo de explicaciones, la desesperación de llegar al destino incrementa con cada pérdida de fuerza del peliverde, las esperanzas se están perdiendo.

    Un destino demasiado cruel, para alguien que había sufrido toda su vida, creía que tendría una vida feliz al final de la última batalla contra los Shadow’s, pero… Se la están arrebatando de a poco, la muerte podría ser el único camino por su estado.

    Obviamente para este punto, tanto Dohko como el pequeño Aioria, están deambulando por el gremio, preguntándose uno por su pequeña cría que no alcanzaba a detectar donde se encuentra, causándole una preocupación que solo aumenta con el pasar de los minutos.

    Igualmente el pequeño leoncito, se siente casi igual, con respecto a la falta de Shura, sabía que iría a la ciudadela temprano, pero… Sentía que ya se había tardado mucho, además que le dijo que deseaba acompañarlo, pero se negó rotundamente, porque no le gusta cuidar niños hiperactivos al comprar.

    -¿Dónde estará Mu?- Es la pregunta que el Tigre se hace, intentando buscar su olor, sin mucho éxito –Tanto ese Alfa y yo le dijimos que no se aleje del gremio… Mas en su estado…- Preocupado pues es como un instinto que le indica que algo no va bien.

    Lo había notado al despertar abruptamente en la maña, solo de golpe… Como si le hubieran clavado algo en su corazón, se sentía enjaulado sin saber razones de su cría, estaba a nada de armar un alboroto si no encontraba a Mu.

    Gracias… Posiblemente por la voluntad de su amado borreguito, fue que encontró al pequeño que ambos engrandaron, perderla ahora es simplemente imposible.

    -Señor Dohko, lo más seguro es que este con Shura- Hace un ligero puchero, sintiéndose de nuevo desplazado por el pelilila.

    No ha sido nada fácil para Aioria todo este cambio, un hermano humano, estar en el gremio solo hasta que vuelva este, que al final se descubra que el Alfa que te crio desde que tienes uso de razón, tiene un hijo biológico, obviamente te desplazará… Y cuando por fin… Cree tener a un Fauno del que se puede aferrar, tenerle confianza, de nuevo siente que Mu se lo quita.

    Se podrían llamar celos, lo que siente en su pequeño corazón la cría de león.

    Es completamente valido, su mundo ha cambiado drásticamente, nada podría seguir igual ahora y eso es lo que más le atormenta.

    Pero al parecer de nuevo podría algo cambiar y no de una manera buena, mucho más desfavorable para el pequeño, y todos.

    Al haber vivido de manera salvaje, su olfato esta obviamente bien desarrollado, y al tener más cerca al peliverde, puede reconocer su olor casi de inmediato.

    Su nariz comienza a moverse, pues capta un aroma muy peculiar, provocando que su rostro se contraiga al darse cuenta de quién se trata.

    -Es…- Apenas si puede decir estas palabras, con cierto miedo, los ojos se abren como platos, negando rápidamente con la cabeza –La sangre de Shura…-

    -¿Aioria?- Por estar pensando y haciendo caso a sus temores internos, combinada con la desesperación, no capto de inmediato ese olor que la sangre produce.

    Si es verdad lo que el pequeño Leoncito ha dicho, que Mu estaba con Shura, que ambos salieron y ahora sienten el olor a la sangre del peliverde y sin la compañía del pelilila, solo podría ser una muy mala señal.

    Nada se debía pensar, ni analizar, debían ir de inmediato, uno preocupado por lo que le está ocurriendo al cabrío, mientras Dohko ya en un estado de desesperación abrumadora, por ver a su pequeño, no podía perderlo de nuevo, no lo podía permitirlo.

    Si algo malo ocurrió, en esta ocasión si matara a quien sea… No fallara…

    ---Invernadero---

    -Creo que esta lista esta nueva medicina- Sonríe triunfante, al despertar tan temprano, ha aprovechado el tiempo, quería hacer sentir orgulloso a su maestro al volver, que ha completado varias recetas y perfeccionado para mantener muy bien abastecido el gremio.

    Estira sus extremidades un poco, se siente algo cansado, con hambre pues no había querido ir aun a almorzar, hasta que logrará terminar.

    -Bien, hoy almorzare una ensalada, y…- No pudo a completar su plan para el almuerzo, cuando sintió que pasos apresurados se acercan al invernadero, y por cómo se escuchan, no indican nada bueno.

    Pero su sorpresa creció, cuando ve entrar a Milo, y alcanza a ver los cabellos verdes oscuros de Shura en su hombro, obviamente cargado a la espalda del Alfa y la sangre manchando el suelo.

    Son sus amigos, algo malo debió ocurrir, las explicaciones quedaron atrás, el tiempo se congelo en ese instante.

    ¿Qué se podría hacer ahora?

    ---En algún lugar bajo tierra---

    Un lugar tan oscuro como la misma noche, apenas si iluminado por algunas pequeñas lámparas de aceite.

    No hay ventanas, parece todo ser hecho con piedra, solo una puerta es la que puede conducir hacia el exterior de esa prisión.

    Es como debe ser llamada, pues... Su único propositivo es mantener en cautiverio a un Omega inconsciente, que yace en el frio suelo, atado por las muñecas.

    Su rostro expresa miedo, angustia, desesperación, incluso en sus sueños parece estar teniendo una pesadilla, que al despertar no será aliviada.

    Las lágrimas caen por sus mejillas, está asustado… Aun no se ha enterado de donde esta.

    Es un lugar muy similar, de donde paso gran parte de su vida.

    Lo han capturado, por un enfermo deseo de un Alfa loco, que no puede dejar que sea feliz, arrebatándole todo lo que ha amado en su corta vida.

    ¿Qué tan mala suerte debe poseer el pequeño corderito para estar en este lugar?

    Una asquerosa mano, se intenta acercar a su dormido rostro, para intentar tocar esa tersa piel, mas apenas está a escasos centímetros, una luz dorada se hace presente, para cegar y detener a quien quiera tocarlo.

    -¡¡¡MALDITA SEA!!!- Su enfado se incrementa, cerrando su puño, y alejándose un poco del inocente corderito -¡¡¡¿QUIÉN LE DIO ESTO?!!!- Sus ojos Viridian fijos en el rosario que se denota entre las ropas del pelilila.

    Sabe que ese artefacto le impedirá hacer lo que desea, intento quitárselo, pero apenas si se acerca, o alguno de sus lacayos, este simplemente arde como fuego vivo para quemarlos.

    Su enfado no se ira tan fácilmente, tanto tiempo busco a Mu, no se dará por vencido por algo así, encontrará la forma de retenerlo a la fuerza.

    Para poder marcarlo, hacerlo de su propiedad, tiene tantos planes para hacerlo sufrir, y los desea cumplir.

    Una sorpresa se llevara por el secreto que encierra el inocente Omega.

    -No te preocupes Mu…- Le habla con suavidad, como si pudiera escucharlo –Pronto serás mío y jamás te apartaran de mi lado-

    En su retorcida mente, cree que ese Omega de verdad desea ser suyo, cuando es todo lo contrario, solo ha deseado escapar desde que ha tenido uso de razón.

    Lo había logrado, pero de nuevo lo han vuelto a capturar, pero ahora existe una pequeña diferencia…

    Muchos lo estarán buscando, Mu tiene a donde volver, y con una pequeña cría para darle el valor necesario, contando el fuerte amor que tiene de su Alfa, existen posibilidades de que un milagro ocurra… Por ahora… Tiene algo que lo protegerá, que nadie se lo puede arrebatar, al menos… Que él mismo se lo quite.

    Si eso llegara a pasar… Nada podrá detener a Saga.
     
  3. Threadmarks: Capitulo 43 (El Recuento De Daños)
     
    AMMU TEIKOKU YUDAINA

    AMMU TEIKOKU YUDAINA Usuario común

    Aries
    Miembro desde:
    13 Junio 2024
    Mensajes:
    266
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Mi Único Deseo (ShakaXMu) Yaoi
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Tragedia
    Total de capítulos:
    51
     
    Palabras:
    3831
    Las horas transcurrieron, lo que significa, el efecto de aquella sustancia está desapareciendo en el pequeño corderito.

    Poco a poco, sus ojos comienzan a abrirse de manera pesada, parpadeando para intentar acostumbrarse a la oscuridad.

    Su cuerpo lo siente mucho más pesado de lo normal, a lo que debió dejar como efecto secundario aquello que uso Saga para dejarlo inmovilizado.

    -¿Don…De…?- Sus palabras salen como un pequeño susurro adolorido, se comienza a dar cuenta que sus manos están atrapadas, atadas detrás de su espalda.

    Su cabeza duele, aumenta el miedo y preocupación, sus recuerdos de encontrarse con Saga, este lugar es tan similar a donde creció…

    Intenta levantar el tronco de su cuerpo, pero se le dificulta.

    -¿Qué… Me…?- Intenta darse cuenta de la situación, pero no tuvo suficiente tiempo para analizarlo.

    -Me alegra que despertaras- Esa voz, esa maldita voz que resuena en ese calabozo tan oscuro, que le trae malditos recuerdos de su vida atrapado junto a su papá.

    Su terror aumenta de golpe, sus pupilas se contraen, comienza a temblar, la presencia de ese sujeto lo hace sentir atrapado de nuevo.

    Pero… Ahora no lo puede permitir… Permitirse decaer al miedo y dolor, cuando ahora dentro de su cuerpo, existe un pequeño ser, que depende por completó de él.

    Sacando un poco de valor, se enfrentara a ese peli azul, aunque tenga las de perder, no puede dejar de lado que si logro escapar una vez, lo volverá hacer…

    Tal vez sus pensamientos están siendo muy ambivalentes, yendo del terror, a la valentía en poco tiempo, con el optimismo de que no todo debe ser igual, como en el pasado.

    Pero no lo puede evitar, aprendió tanto en el gremio, conoció mucho más de lo que alguna vez pensó tener.

    El seguir luchando viene del fauno que le dio vida, proteger a quienes amas, pero… Un tipo de amor diferente conoció con Shaka, aquel que te impulsa a seguir, en donde sabes que a pesar de todo, tienes a alguien que intentara estar a tu lado, sin importar lo que venga y confía en que su Alfa vendrá por él.

    Por lo cual… No puede darse por vencido, caer en la desesperación, si no… Ser fuerte e impedir que ese maldito Alfa haga con él lo que desee.

    -¡¡¡DÉJAME IR!!!- Frunce el ceño, mirándolo desafiante ante esos ojos Viridian, puede lucir indefenso, pero su rostro demuestra que es capaz de luchar.

    -No, tú no te volverás apartar de mi lado- Una respuesta demasiado confiada, pero así se siente, tenerlo a su merced, pero no por completó.

    Su sonrisa retorcida, por tener a Mu de nuevo en sus territorios, lo regreso al infierno ya conocido, pero con una pequeña diferencia.

    No se puede acercar a él, sin que ese objetó brille y queme.

    -¡¡¡CLARO QUE LO HARE!!! ¡¡¡SUÉLTAME!!!- Aprieta sus dientes, el temblor en su cuerpo se puede notar, con algunas lágrimas de desesperación, puede ser fuerte, pero los malditos recuerdos lo invaden, mas es importante no dejarse consumir por ellos.

    -Deja de pelear Mu- Acercándose al pelilila, para inclinarse a una distancia algo alejada –Ahora… Solo quítate…- Frunce el ceño, está demasiado desesperado, y molesto como para intentar ser “Amable” con el pequeño fauno -¡¡¡ESE MALDITO ROSARIO!!!- El grito resonó en aquel calabozo, provocando un terrible eco.

    Esto ocasionó que el Omega se estremeciera, pero no apartara su mirada del otro, vigilaría sus pasos a como diera lugar.

    Mas al escuchar que se refiere al lazo sagrado por parte de la familia Devica, a la que pertenece su Alfa, la que simboliza un matrimonio entre dos seres.

    Recordó las palabras de Shaka, que ese objetó lo protegería de cualquier cosa.

    Aun no sabía cómo, pero… Sin duda algo debió pasar, mientras estuvo inconsciente.

    -Jamás me lo quitare- Enfrentaría al sujeto a como diera lugar, si su única forma era desafiándolo con la sola mirada, lo hará.

    -Si no lo haces… No podre protegerte- Creyendo que esas palabras harán algo al respecto, para cambiar la opinión del pelilila.

    -¡¡¡NO ME IMPORTA!!! ¡¡¡SÉ QUE CON ESTO… ESTARÉ A SALVO…!!!- Confía plenamente en ese bello símbolo, sabe que no le ha hecho nada aun, su cuerpo se siente igual, aunque la situación es sin duda grave.

    -¡¡¡YA ME CANSE!!! ¡¡¡MU, ME PERTENECERÁS A MÍ, NO IMPORTA CUÁNTO TRATES!!! ¡¡¡ERES SOLO MÍO!!!- En un arrebato de enojo, Saga se va contra el menor, para intentar poseerlo de una vez por todas.

    Aquellos ojos inocentes, ven con sumo horror que ese Alfa se acerca a él, mas denota una luz dorada, que comienza a brotar justamente del rosario.

    -¿Qué es…?- Su pregunta, que tendrá respuestas por solo los hechos.

    Al ver que aquel peli azul, aunque intento tocarlo, el rosario se lo impidió, cegándolo momentáneamente, sin siquiera ponerle un dedo encima.

    -¡¡¡AAAAAAAAH!!! ¡¡¡MALDITA SEA!!!- El grito de dolor se escucha de la asquerosa boca del peli azul, maldiciendo su situación, que ese corderito está siendo protegido por una fuerza superior, que no logra comprender y probablemente jamás lo hará.

    Esto brinda un halo de esperanza, en donde Mu tiene oportunidades de sobrevivir, salir de esa pesadilla.

    Aunque por el momento no encuentra una posibilidad, que no sea la puerta, pero… Es inteligente encontrará la forma, antes de que Saga los lastime.

    -¡¡¡¡QUIEN TE DIO ESA MALDITA COSA?!!!- La furia solo crece en su ser, exigiendo saber la verdad -¡¡¡TE LO QUITARAS AHORA MISMO!!!-

    -¡¡¡JAMÁS!!!- Su rostro infantil, demuestra una gran convicción, entiende poco de lo que ocurre, pero comprende solo una cosa, el amor… Es ese el mayor poder que existe a su favor para protegerse, para que ambos estén a salvo de ese loco Alfa.

    -¡¡¡LO HARÁS QUIERAS O NO!!!- Los ojos inyectados en odio puro, sus puños apretándose a cada instante.

    No se puede comprender del todo, como logro tocarlo desde que lo dejo inconsciente, hasta que se dirigieron a ese punto a caballo.

    Fue estando en el lugar, cuando ese rosario comenzó a manifestar mayor poder, como si solo el ambiente lo considerara un peligro para su portador.

    -¡¡¡NO IMPORTA LO QUE HAGAS, NO ME QUITARE EL ROSARIO!!! ¡¡¡NUNCA EN MI VIDA!!!- Muestra sus dientes, esos colmillos que tiene, apenas son un poco más grandes que los de un humano normal, pero desea demostrarse amenazante, después de todo su condición de hibrido le revela que no es tan indefenso como se imaginan.

    Si estuviera desatado, tal vez estaría poniendo en práctica lo que ha aprendido, sus cuernos serian una gran defensa y ofensiva, pero ahora solo depende de su valor y el rosario.

    Odia tanto esa nueva confianza que el corderito ha obtenido, lo desafía, peor de lo que había hecho antes, asimilando la apariencia con su progenitor, la mirada de desprecio que Shion siempre le dedico, pero que lograba vencer cuando le recordaba el trato.

    Ese por el cual el peliverde, dejaba que lo usaran a su antojo, todo para que su pequeño estuviera a salvo, y su sacrificio fue suficiente para protegerlo, sin embargo ahora… La situación es crítica.

    -¿Cuantos más deben morir para protegerte?- Jugaría las cartas más sucias y malditas que se le ocurrieran.

    Esa pregunta, esos recuerdos lo comienza a golpear, las veces que su papá volvía tan herido, el dolor de verlo, no haber podido salir de ese lugar ambos con vida.

    Sus lágrimas se comienzan a desbordarse, su mandíbula apretada, el labio tembloroso, pero su postura decidida no se desvanecerá así como así.

    Tiene que seguir con la fuerza que heredo y aprendió.

    -¡¡¡TU FUISTE QUIEN ASESINO A MI PAPÁ!!! ¡¡¡POR ESA RAZÓN… TIENES QUE PAGAR TODO LO QUE HAS HECHO!!!- Seguirá siendo fuerte, lo intentará por todos los que ama, por proteger a quien necesita su cuidado, lo mejor obviamente es que ese loco Alfa no sepa de su condición, si no… Lo usara en su contra -¡¡¡NUNCA TE PERTENECERÉ!!! ¡¡¡MI PAPÁ LUCHO POR PROTEGERME TODA SU VIDA, Y POR ESO NO DEJARE QUE HAGAS CONMIGO LO QUE TE PLAZCA!!!-

    La sonrisa más retorcida que Saga pudo dedicar al pelilila, disfruta el dolor ajeno, más producirlo. Quiere volver a destruirlo mentalmente, como lo había estado haciendo, mas nunca pudo hacerlo del todo.

    Mu es un Omega fuerte, se da cuenta que es más valiente de lo que había pensado, pero existen métodos para hacer decaer a una persona, lo conoce perfectamente.

    Encontrará un punto débil y convencerlo de hacer lo que le desee… Todos tienen algo preciado que no dejaran que salga herido nunca.

    -No solo ese asqueroso Fauno lucho por ti- Ofender la memoria de Shion es algo que hace para aumentar el enojó en el corderito –Otro Fauno, dio su vida para defenderte, lástima que no sirvió de nada- Sonríe, acercándose apenas para no ser herido por esa dorada luz –Ya que tarde que temprano, estarás llevando a la única cría que darás a luz en tu vida, y será gracias a mi-

    Eso es lo que ese bastardo busca, hacer suyo a Mu, para preñarlo y en un futuro chantajearlo igual como lo hacía con el fauno progenitor del pelilila, pero en esta ocasión, lo más probable seria que vendiera al fruto de esa asquerosa unión, no tenía ni una pisca de amor por nadie.

    Sin duda Saga, ha perdido la bondad que alguna vez reino en su corazón.

    -Shura…- Su mente reprodujo el disparo que escucho a la distancia, poco antes de ser atrapado por ese sujeto, niega con la cabeza, dejando escapar sus lágrimas de nueva cuenta -¡¡¡NO!!! ¡¡¡¿POR QUÉ LO HICISTE?!!!-

    -¡¡¡ESTO ES TODO LO QUE TU PROVOCAS!!!- Enfurece por el desprecio del menor, pero goza con las lágrimas que derrama el otro -¡¡¡DEBISTE QUEDARTE CONMIGO SIEMPRE, PERO NO, DECIDISTE IRTE Y QUE ESE IDIOTA RUBIO TE LLEVARA!!!-

    -¡¡¡ERES UN MALDITO LOCO!!! ¡¡¡TE ODIO!!! ¡¡¡DESEARÍA QUE MURIERAS!!! ¡¡¡ERES EL ÚNICO QUE DEBE MORIR, ERES UN MISERABLE!!!- Las palabras del pelilila, están llenas de verdad, todo su corazón lastimado, se debate en esto, uno de sus mayores deseo, es que Saga muera, que pague sus crímenes.

    -Puedo ser lo que tú quieras, pero al final, me pertenecerás solo a mí- Aun sigue repitiendo esa maldita frase, una que cree que pueda hacer realidad –Solo será cuestión de tiempo… Mu, de aquí no podrás escapar, será mejor que te des por vencido- Sonríe de nueva cuenta, como si las cosas pudieran ser así de simples ahora, en su mente es como cree que resultara –Sera mejor que comiences a deshacerte de lo único que te aparta de mi-

    -¡¡¡JAMÁS LO LOGRARAS!!! ¡¡¡SAGA, PAGARAS POR TODO LO QUE HAS HECHO!!! ¡¡¡NUNCA TE PERTENECERÉ!!!- Tiene la fuerza para desafiarlo aún, con las marcas de la tristeza cayendo por sus mejillas, imposibilitado para mover sus manos, aunque sus piernas están libres, su cuerpo aún tiene efectos de esa sustancia, solo es cuestión de tiempo para que pueda estabilizarse.

    -¡¡¡ESO LO VEREMOS!!!- Está cansándose de la manera de actuar de Mu, ya no es el inocente corderito miedoso que recuerda, tiene una gran fuerza que no sabe de dónde adquirió.

    Dándole la espalda al pelilila, quería saciar su deseo con el corderito, pero ahora sería imposible, tanto tiempo esperando por tenerlo, para que al final algo se lo impida, simplemente era inconcebible.

    Por ahora, pensaría fríamente, necesitaba hacerlo para obligarlo a quitarse ese maldito rosario, daría tiempo para que Mu lo entendiera, que esta es su única vida, que debe entender que ya no volverá hacer libre, mientras él este respirando, el pelilila nunca se deshará de ese peli azul.

    -¡¡¡SUÉLTAME!!! ¡¡¡DÉJAME IR!!! ¡¡¡JAMÁS ME QUITARE EL ROSARIO!!! ¡¡¡NUNCA LO HARE!!!- Aun estando en el suelo, atado por las muñecas, quiere luchar, como puede, si no es con puños, lo hará con sus palabras.

    Aunque físicamente, estará en problemas… Su pequeña cría, estará sufriendo igual…

    Saga, camina sin hacer mayor caso al fauno en el suelo, para cerrar con brusquedad la puerta, y alejarse con paso firme y pesado.

    -Esto no puede ser… ¿Por qué?- Ahora estando en completa soledad, deja escapar sus lágrimas, demostrando todo el dolor posible –Shaka… Debí hacerles caso… Si no hubiera salido… No estaría aquí, Shura… Por favor… Que no te pase nada- Baja su cabeza, intentando acurrucarse en el frio suelo –Lo siento… Mi bebe… Fui un idiota descuidado y estamos en esto…- Tiembla con el miedo.

    No quiere que la historia de vuelva a repetir, el fruto de su amor con el Alfa rubio, que le ayudo a superar tantas cosas, no puede vivir lo mismo que él.

    Cueste lo que cueste, debe escapar, evitar ese cruel destino.

    Si no…

    -¿De que sirvió el sacrificio de mi papá, si termino igual?- Su pregunta surge del corazón, obviamente puede recordar todo, y de solo pensar que eso llegue a quien está en su interior, le causa un completó terror, que invade su cuerpo de a poco.

    -Debo escapar… Debo volver… Shaka… Me tiene que ver en el gremio a su regreso, debe saber que tendremos un hijo…- Aquellas gotas de agua salada, se desprenden de las esmeraldas –No te preocupes… Estaremos de vuelta con tu padre…- Es como si intentara calmar a la cría que crece en su interior, aunque aún es muy pequeña, apenas un mes, pero eso no le importa, tan solo saber que lleva un bebe, lo llena de mayor fuerza e ilusión de salvarlo.

    No sabe aún como, pero de alguna manera… Encontrará la forma de escapar, está decidido de salvar a su cría, nunca permitirá que ese maldito de Saga le ponga una mano encima.

    Salvo, que aún pueden existir muchas maneras de que esta situación empeore.

    ---Gremio Ateniense---

    -¡¡¡NO PUEDO CREER QUE HICIERAN ESTO!!!- El peliaguamarino, intenta salir del ala médica, pero se lo impide un peli celeste que ya no sabe cómo detenerlo.

    -Entiéndelo… Nosotros no podemos…- Aun sosteniendo al otro por los hombros, intentando convencerlo de lo que ocurre en el gremio.

    -¡¡¡¿CLARO QUE PODEMOS?!!! ¡¡¡NO ME QUEDARE SENTADO, ESPERANDO QUE MILO VAYA SOLO!!!- Puede que sus intenciones sean buenas, y sea su preocupación por dos que quiere mucho, pero lamentablemente, aun con su fuerza que ha adquirido, sin importar ser Omega, su periodo de celo, lo disminuye mucho.

    -No hay nada que puedas hacer, ya se fueron- Le confiesa lo inevitable, aunque también sienta lo mismo, no quiere dejar solo a Mu, le preocupa que este de nuevo con ese desquiciado que lo hirió tanto.

    -¡¡¡POR ESO EL IDIOTA DE MILO ME DIO ESE TÉ…!!!- No se había explicado por qué se quedó dormido repentinamente, mientras esperaba noticias del peliverde -¡¡¡¿CÓMO SE ATREVE?!!! ¡¡¡NO LOGRARAN LLEGAR SIN MÍ!!!-

    -Necesitabas calmarte, en tu condición, solo serás una carga para ellos- Odia que el evento de cada tres meses, los vuelva más vulnerable, pero es la maldita verdad, aun con inhibidores, la fuerza disminuye, y si lo llegaran a capturar, no tendría esas pastillas a la mano.

    -¡¡¡NO ME QUEDARE AQUÍ, ESPERANDO A QUE LO RESCATEN!!!- Intenta por todos los medios, irse, sin importar que se lo impida mil veces Afrodita.

    -¿Quién dijo que esperaríamos hasta que lo rescaten ellos?- Lo mira serio, algo bastante atípico en el peli celeste.

    -¡¡¡NO ME DEJAS IRME!!! ¡¡¡ESO ME DA LA RESPUESTA!!!- Colérico el peliaguamarino, aun intentado alejarse del Fauno, para salir de allí.

    -Tengo que clamarte primero, para explicarte lo que haremos- Intenta guardar la calma con Camus, se da cuenta de que aun teniendo esa apariencia fría y calmada, por dentro lleva un corazón tan cálido y bondadoso, con una fuerza que podría ser mayor si no estuviera en celo.

    -¡¡¡¿QUÉ DEBES EXPLICARME?!!!- Ya harto por las palabras e impedimento por parte del fauno.

    Habiendo captado la atención del peliaguamarino, intentara calmarlo un poco, en ningún momento a alzado la voz, pues podría ser contraproducente, ambos podrían comenzar una disputa.

    Lo unció que agradece es que en donde Shura descansa y se está recuperando, Aioria se mantiene a su lado, para que evite una locura por sus impulsos.

    -Primero que nada, Milo te dio ese té, para que durmieras, y si estuvo muy mal, pero… Si lo hubieras visto irse, no te detendrías e irías con él- Le sostiene las muñecas con algo de fuerza –No fue para hacerte mal, solo quería protegerte, ¿Lo comprendes?- En esta ocasión le toma de las manos, para intentar hacerlo razonar un poco.

    -¡¡¡¿CÓMO VOY A COMPRENDER ALGO, QUE ME HACE SENTIR QUE NO CONFÍA EN MIS CAPACIDADES?!!!- Camus no dejará de lado, que siente la desconfianza de su peli cerúleo, solo por ser un Omega.

    -No es que no confié, si no, que Milo estaría perdido si algo malo te ocurriera, y por eso entiende lo que llegaran a sentir tanto Aioros como Shaka, si no traían de vuelta a Shura, y si no fueran por el pequeño Mu- La mirada celeste, fija en los violetas enfurecidos.

    -¡¡¡PERO NO ENCONTRARAN LA MANSIÓN BLIZANCI, TIENEN QUE PASAR EL BOSQUE DEL ETERNO OTOÑO Y…!!!-

    -Mu nos contó más sobre aquel lugar, además que el segundo líder relato a mayor detalle el bosque- Suspira dedicando una ligera sonrisa al peliaguamarino –Sabemos que es complicado llegar hasta ese punto, se toma casi toda una noche para hacerlo, pero… Lo encontrarán, no importa lo que ocurra, Mu estará a salvo- Tal vez esas palabras son más para sí mismo, que para Camus.

    Ambos están preocupados por el bienestar del Fauno, las cosas no pueden ir tan mal y sucede esto, además que conoce el estado del menor, está esperando un bebe, esto complica por mil la situación.

    -¡¡¡ES QUE USTEDES NO CONOCEN A SAGA!!!- Arrebata sus manos de las de Afrodita, para seguir enfurecido, y unas lágrimas escapan de esas orbes violetas -¡¡¡ÉL ES CAPAZ DE HERIR Y LASTIMAR A QUIEN SEA!!! ¡¡¡SI DESCUBRE QUE MU HA SIDO MARCADO…!!! Posiblemente la vida de él… Morirá… No pueden permitir eso- Niega con su cabeza, bastante perdido.

    -¡¡¡ESCÚCHAME CAMUS!!! ¡¡¡NADA DE ESO OCURRIRÁ!!!- El fauno con branquias, siente el temor igual como lo demuestra el contrario, no puede pensar en que algo así le suceda a Mu, pero no existe otra forma de ayudar ahora –En cuanto el padre de Mu se dio cuenta, salió a buscarlo, no espero ninguna explicación más, es un fauno carnívoro que vivió más tiempo en la naturaleza, sabrá encontrar su rastro-

    En efecto, en cuanto Dohko se enteró de que su pequeño hijo, ha sido de vuelta capturado por el mismo sujeto que torturo y asesino a su amado Shion, no lo pensó más.

    Iría a buscar a su hijo, a quien no pudo proteger durante sus primeros años de vida, pero ahora lo hará, es lo único que le queda de su destinado.

    Luchara para tenerlo de vuelta, cuidarlo, buscando el rastro, jamás podría olvidar ese olor que es tan familiar, de alguna forma sabrá identificarlo de entre todos.

    Por ende, Milo sabía que ese fauno Tigre lograra encontrar ese aroma, podrían salvarlo con mayor rapidez y eficacia, no pueden perder tiempo.

    Hizo lo que debía hacer para mantener a su destinado a salvo.

    Ni siquiera cumplió el protocolo para una misión, así como se estípula en el gremio, pidiéndole de forma apresurada a Afrodita que informara a los ancianos y vigilara a Camus.

    Apenas si hubo tiempo de reaccionar, no fueron más de dos horas, cuando ambos Alfas salieron y obviamente, algunos otros soldados que habían quedado en el gremio y aprecian al menor.

    Todos con una cosa en mente, traerlo de vuelta a cualquier costo.

    -¡¡¡¿CREES QUE ESO SERÁ SUFICIENTE?!!!- Camina de nueva cuenta hacia la salida -¡¡¡LOS ESTARÁ ESPERANDO, NECESITAN SABER CÓMO MOVERSE DENTRO DE ESA MANSIÓN, LES TENDRÁN UNA EMBOSCADA, PODRÍAN MORIR ANTES DE SI QUIERA PONER UN PIE EN ESE MALDITO LUGAR!!!- Esta gravemente preocupado, todo va en su contra ahora, y se siente tan inútil quedándose en el gremio a salvo.

    -Ellos saben cuidarse solos, tienes que confiar- Sujetándolo de una mano, para que no dé un paso a fuera, reconoce que es bastante terco, pero él puede ser más –Además, como dije no nos quedaremos sin hacer nada, en estos momentos… Yuzuriha intenta localizar al segundo líder-

    -¡¡¡¿CÓMO?!!!- Se gira, con la cólera enmarcada y las lágrimas de igual forma -¡¡¡SE SUPONE QUE ESTÁ EN UNA ÚLTIMA BATALLA CONTRA ESOS MONSTRUOS, ESTÁ A DÍAS DE DISTANCIA!!! ¡¡¡¿CÓMO LOGRARÁ ENCONTRARLO?!!!- Necesita una explicación ahora mismo, no comprende cómo se podría ubicar.

    -Ella es una Fauno Beta, que es capaz de volar, haciendo eso, podrá encontrarlo con mayor facilidad- Serio ante el otro terco –Lo que para nosotros es un viaje de casi una semana, para ella podría ser de un solo día o dos-

    -¡¡¡¿Y SERÁ SUFICIENTE?!!!- Sigue recriminándole el hecho que no lo deje ir, intentando zafarse.

    -Por ahora… Solo intenta calmar tu celo, te preparare un medicamento que tiene mayor efecto y…- Suspira algo cansado –Esperemos que Aioria pueda calmar a Shura al despertar, ya que… Iremos a buscarlo también, en cuanto caiga la noche-

    -¡¡¡¿POR QUÉ ESPERAR HASTA ENTONCES?!!!- No se ha calmado en ningún momento, algo raro en su ser, pero es entendible por el hecho de cómo se siente con respectó del secuestro del pelilila.

    -Sera el momento más tranquilo, para ir también- Asiente calmo, tampoco es de quienes se queda sin hacer nada, no puede permitir que algo malo le ocurra al pequeño Mu, es capaz de luchar por quienes quiere con todo su corazón.

    -¿De verdad… Lo quieres hacer?- Su confusión crece, cuando primero le impedía irse y ahora… Le dicta un plan, apenas elaborado para ir a ayudar y avisar al Alfa del pelilila.

    -Quiero mucho a Mu, no lo puedo dejar a su suerte y más con la pequeña cría que lleva en su interior, necesita cuidados especiales, si ese loco lo lastima, no me tentare el corazón de acabarlo con el veneno de las rosas pirañas que crecen en los lagos tóxicos- Su ceño fruncido, hace notar más aterrador al hermoso fauno.

    Algo pareciera que se rompió en la cabeza de Camus, pues sus ojos violetas se contraen, abriendo su boca, listo para soltar cualquier palabra, no estaba preparado para saber lo que se dijo sin previo aviso.

    -¡¡¡¿QUÉ MU ESTA QUÉ?!!!- Era el único que no sabía de la condición del pelilila, apenas el día anterior se había descubierto y justamente por esa razón el corderito quería decirle a Camus, mas no llego hacerlo.
     
  4. Threadmarks: Capitulo 44 (Libertad De Entre Las Sombras)
     
    AMMU TEIKOKU YUDAINA

    AMMU TEIKOKU YUDAINA Usuario común

    Aries
    Miembro desde:
    13 Junio 2024
    Mensajes:
    266
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Mi Único Deseo (ShakaXMu) Yaoi
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Tragedia
    Total de capítulos:
    51
     
    Palabras:
    3153
    ---Zona de batalla contra los Shadow’s---

    Paso un día desde aquella conversación entre Kanon y su líder de gremio Julián.

    Todos los gremios puestos como se habían organizado de ante mano.

    Se supone que primero se atacaría a los que estarían en la redondo, para irlos enjaulando en un solo punto, y así los líderes tener campo libe, para continuar con el plan principal de los fundadores.

    Pero en esta ocasión parece que su plan no saldrá como lo habían tenido pensado.

    Mas eso no quiere decir que fuera para mal.

    Al contrario… Al tener el campo libre en la primera sección, les extraño tanto, cuando esos seres siempre estaban a un gran perímetro del centro principal de donde surgían de aquel alquitrán oscuro como la noche.

    Más no parece ser así.

    Por lo cual comenzaron avanzar de a poco, tomándoles un día en sí, pero ganando mayor tiempo en esta circunstancia.

    Sin embargo al caer la noche, se dieron cuenta que están caminando hacia un punto en donde tendrían dificultades bastante pesadas.

    Con el velo nocturno, los Shadow’s tienen mayor fortaleza y ventaja, al poder ver entre la oscuridad, encontrando a quienes están para combatirlos como objetos, tanto de disfruté como comida.

    Obviamente se necesita mantenerse calmados, si no demuestran sentimientos de rencor, resentimiento o desesperación, aquellos seres de brea no se volverán más fuertes de lo que ya son.

    No se va a retroceder, al contrario, están a muy poca distancia de ese punto, en donde tienen la única oportunidad de sellarlos.

    Si algo sale mal, podría ser el acabose de la esperanza para los gremios.

    Fallar no es una opción.

    Y así es… Como cada guerrero y líder, empezaron a lidiar con esos seres.

    No siempre los planes salen como desean, debían mantener a los líderes a salvo, evitar que se cansen de más, pero aquí eso no importa.

    Se debe luchar, para lograr obtener la victoria.

    Todos los que combaten aquí, tienen un motivo para que esto termine de una buena vez.

    Que se deshagan los votos que les impide estar al lado de sus Omegas, lograr estar con ellos y formar una familia que siempre desearon.

    Otros que las próximas generaciones no tengan que soportar el mal del que habían estado acostumbrados tantos siglos.

    Y al final… Tener oportunidades de territorio, para expandirse y que su gente pueda vivir tranquila en ciertos lugares que fueron tomados por estos seres.

    Sea cual sea la motivación, es válida, mientras sea ara el beneficio de muchos más.

    -Cuidado- Por detrás sale esa voz, lanzando aquellos anillos en direcciona un Shadow’s que se dirigía volando hacia el primer líder del gremio Ateniense.

    Capturado dicho ser de espesa negrura y achicándose esas armas, para contraerlo y hacerlo pedazos, regresando de esta forma hacia las manos de su dueño.

    -Gracias- Agradece adecuadamente, pues sin duda eso conlleva un descuido que pudo costar caro, y más por su posición.

    Aioros apuntando una de su fechas, hacia aquellos seres, que asemejan a un enorme armadillo con un esqueleto de fuera y ojos rojos como la sangre que se ha derramado en el suelo.

    -Nos estaban esperando- Dijo por lo bajo, fijando sus ojos a los siguientes monstruos que va contra ambos.

    -Se supone que tienen algo de inteligencia… Podría ser que lo hicieran- Recargando el arco para de nuevo lanzar un tornado de flechas, y acabar con una gran parte de estos.

    -Debió tomarles de raro, la concentración de los tres gremios en un punto cercano, debieron proteger su lugar de nacimiento- El ceño fruncido del rubio, provoca que apriete aquellas armas manchadas del líquido vital de los Shadow’s.

    -Si ese es el caso…- Pensativo el castaño, analizando la situación, para intentar formar algún nuevo plan e informarlo de inmediato –Estamos tal vez demasiado cerca, pero significa que aquellos más poderosos estarán esperando que nos topemos-

    -Estaremos cubriendo sus espaldas, tienes que sellarlos- Las palabras frías del segundo líder, refleja la preocupación que lleva por dentro, pero no desea exteriorizarla, solo quiere que esto acabe, para proteger a una sola persona.

    -Shaka…- Llama al rubio de una forma algo severa –Sabes que no debes tener sentimientos de desesperación en estas circunstancias, solo los alimentaras con ella- Su regaño se deja ver, evidenciando al joven.

    Los ojos azules se cierran, bufando para ignorarlo –Lo mismo puedo decir de ti-

    -Pensemos que están a salvo- Declara aquella frase, pero es más como un auto convencimiento.

    Ambos habían estado desde el día anterior, sintiendo como si algo desgarrara sus corazones, inundándoles de una grave preocupación y ansiedad.

    En su ser, entendían que algo está pasando con sus destinados.

    Deseando dejar todo de lado, nada importa más que mantener a quienes aman a salvo, pero… Si eso hacían, solo traería problemas con los demás gremios.

    Todos dejaron a quienes aman, para dar una sola oportunidad de triunfo, la única esperanza de acabar con un mal.

    Para así, dedicarse a erradicar a otros de a poco.

    Siendo el deber de los tres, no podían dejar todo por presentimientos o sensaciones extrañas en sus corazones.

    Debían solo confiar en que las cosas en caza estarían bien.

    Aunque no lo creían de todo, es lo único que les queda.

    Y si llegan a tener oportunidades de que este sello se cumpla, y les traiga la felicidad que siempre desearon.

    Cada líder con su mano derecha a un lado, para seguir luchando, protegiendo sus deberes.

    Radamanthys demostrando que es extremadamente imprudente en sus decisiones, mientras Aiacos consigue ganar tiempo, para de un solo golpe dejar sin vida a todos los Shadow’s posibles.

    Julián Solo y Kanon, a la par, defendiéndose para abrirse paso y de igual forma avanzar con mayor rapidez.

    Cada paso, es una batalla por la cual enfrentarse.

    Todos aquellos que van, tienen diferentes propósitos.

    Lucha, protección, alivio…

    Nadie sobra en esta batalla, y aquellos que debieron caer… Se les recodara siempre.

    Heridas en todos ellos.

    Los médicos que se encargan de la salud de cada miembro, están sin duda trabajando a todo lo que da, siendo protegidos por algunos otros miembros, que se quedan en un punto estratégico.

    Todo se está moviendo de manera improvisada, pero de la mejor forma, para que las bajas sean lo menos posible.

    Las horas pasan, la noche parece que sigue envolviendo en suma oscuridad a todos.

    Sin embargo, estos combates, parecen ir disminuyendo, y más se incrementa un cierto olor… Uno que sin duda no augura nada bueno.

    El aroma de la muerte, la podredumbre, el sonido de bestias esperando por ellos.

    Y detrás de estos… Algo muy oscuro, pareciera que da vida a esos seres.

    Lo encontraron… El punto en donde los Shadow’s nacen… Aquel lugar donde hace siglos, los fundadores de cada gremio, perdieron la vida, dejando incompleto lo que iniciaron.

    “Se necesita el sacrificio del más poderoso y el siguiente en la línea, debe recitar las antiguas palabras para sellarlos”

    Esas son las palabras que se repiten en la mente de cada líder y quienes lo acompañan.

    Solo significa una cosa… Tal vez en esta época, el sacrificio no sea necesario pues se vivió hace tiempo, pero… Aún existe una dificultad más.

    Grandes bestias de la sombras… Perdidas sin conciencia, ni sentimientos, guiados por el odio, el rencor, desesperación y angustia humana.

    Aquellos que se alimentan de todo lo negativo del mundo y… Este mundo donde les ha tocado vivir, ha acumulado tantos niveles de sentimientos oscuros, que ahora pueden ser casi indestructibles.

    Mirándolos de frente, los ojos rojos como el mismo infierno reflejan los rostros de los recién llegados.

    Los cuerpos de estos Shadow’s, son realmente enormes, la piel negra como esa brea, los huesos blancos saliéndose de varias partes, dejando caer de esos enormes hocicos saliva y bufando… Dándose cuenta que estos seres están hambrientos.

    Y quienes han llegado son para esos seres un apetitoso alimento.

    Extendiendo sus alas, demostrándose más poderosos, cubrirían el punto conectado al infierno, para salvaguardar a mas como ellos.

    Reconocen que trataran de acabarlos, por eso… Se defenderán… Así como sucedió hace siglos.

    -¿Estas son los de mayor tamaño?- Sonriendo burlescamente, preparándose para ir a atacarlos.

    Sin embargo es sujetado con fuerza para impedírselo –Debemos actuar con cautela, solo tenemos una oportunidad-

    Molestándose por ser impedido por el líder del gremio de Poseidón -¡¡¡¿QUIÉN TE CREES QUE ERES?!!!-

    -Un líder, que también desea tener paz y no lo perderla por un imprudente como tú- Le responde sin rodeos, demostrándose bastante sereno, como se debía estar.

    -Tsk… Te desprecio de solo verte- Contesta aquel, quien guía el gremio de Hades, no es de los que piensan antes de actuar, pero odia que tenga razón.

    -Hazlo después de terminar con esto, y créeme, deseo tanto dejar de ver tu rostro- Frunce el ceño, para darse cuenta que la batalla a iniciado, y deberán seguir hasta las últimas consecuencias en esto.

    Con la llegada pronta del amanecer, tienen la mejor ocasión, salvo… Que hasta este punto, parece consumido por la eterna noche, lugares del mundo controlados por la maldad.

    Una lucha, encarnizada… Llorar por quienes pierden la vida, no es el momento aun.

    -Lo mejor sería… Que iniciaran cuanto antes- Las palabras del peli cobalto llegan hasta su líder, defendiéndolo con un tridente en todo momento.

    -Sería lo más prudente, pero…- Sin previo aviso, uno de esos seres de la oscuridad, se acerca para devorarlo sin piedad, un descuido por no prestar atención a su flanco derecho.

    Pero las flechas de Aioros, dan directamente en el blanco, provocando que este ser cambie su objetivó y quede parcialmente ciego.

    -¿Estás bien?- Se acerca para verificar el bienestar de su compañero de combate.

    -Gracias- Agradece como es costumbre, de manera educada.

    -Esto se está poniendo más difícil a cada instante- Evidencia lo obvio.

    -Lo mejor será que lo intentemos de una vez- Dándole mayor valor a la propuesta de Kanon, sin duda es la única oportunidad.

    No importa la fortaleza, los poderes heredados, lo que han aprendido, estos son mucho más poderosos de lo que se creía.

    La ventaja se debe llevar a cabo de una sola vez, al menos si desean lograrlo.

    -Nosotros los cubriremos- Aquel rubio habla de forma seria, poniéndose a la par de quien cuida de cerca al otro líder.

    Sin duda una alianza que no pensaba que tendría, siente el peso de sus pecados, estando tan cerca de quienes su hermano arruino, pero el momento de hablar no es ahora.

    Debían acercarse para llegar a los miembros del gremio de Hades, quienes combate con mayor furia, sin duda la satisfacción de estar acabando con los Shadow’s se puede denominar como resentimiento, sin embargo funciona bastante bien.

    -Radamanthys- Su llamado preocupado, por quien fue alguna vez un amigo.

    -¡¡¡¿Qué demonios quieres?!!!- La manera de contestar del líder de cabellos cortos y rubios.

    -Es hora- Su forma calmada volvió, su oportunidad ha llegado.

    -Ja, ¿Piensas dejar a los más débiles combatiendo contra estas cosas?- Su sonrisa socarrona, da a entender que sin duda es alguien capaz de acabar con estos seres de manera rápida,

    -No digas eso, mientras nosotros recitamos estas palabras, ellos nos cubrirán- Sonríe queriendo transmitir confianza.

    -Bien… Si tú crees que es el momento- Alza su mirada contra esos monstruos –Pero obviamente no tendremos mucho tiempo-

    -Esa es la razón, por la que todos estamos aquí- Aioros viendo el lado bueno de las cosas.

    Aquellos pergaminos dictaban la única verdad que quedaba del ayer, la ventaja que necesitaban, el final que se requería.

    Se había hablado con anterioridad, las palabras claves están en su mente, debieron memorizarla los tres principales líderes, mientras sus segundos al mando, les cubren las espaldas.

    Estarán indefensos, mientras concluyen el ritual de los fundadores.

    ¿Quién diría que siglos después se podría hacer esto?

    Se había perdido en el tiempo todo el conocimiento, pero… En este mundo, en este lugar y momento, se ha logrado volver las cosas en una sola línea.

    Para terminar con la misión que se les encomendó a los antepasados.

    Logrando alejar a los Shadow’s de mayor tamaño y poder acercarse al pozo de la misma oscuridad.

    Serian entretenidos por aquellos otros soldados.

    Mientras cada líder en posición, solo sabían que debían tratar de formar un triunfo, rodeando aquel lugar de podredumbre, para evitar que resurjan nuevas criaturas de oscuridad.

    Mientras a sus espaldas siendo custodiados, nadie interferirá con este último rito.

    Como se dijo y planeo…

    Sus palabras se comenzaron a escuchar, con un tono alto y potente.

    En sus mentes solo está el ¿Porque están haciendo esto?

    Las heridas que llevan todos no son nada comparadas con la paz y tranquilidad que tendrán por el resto de sus vidas y la de quienes aman, si llegan a triunfar.

    Repetirán una y otra vez los antiguos textos, jamás pensarían que volverían a reunirse los tres gremios de esta forma.

    Ahora las diferencias se han ido, las creencias de cada quien se desvanecen con solo la oportunidad de vivir sin esos monstruos queriendo devorar a los suyos.

    De cada uno de los líderes, comienza a surgir una luz de diferentes tonalidades…

    Aioros proyecta una de un tono dorado blanquecino, pareciera que una figura femenina se viera de entre esa luz, para intensificar el poder de las palabras.

    Radamanthys, la luz morada igual que el anterior, una figura antigua está en su presencia, siendo masculina, incrementa las plegarias de su representante.

    Y por último Julián, siendo rodeado por un resplandor azulado, de igual forma otra figura del pasado, masculina… Cada oración es mayor a cada instante.

    Las luces de diferentes tonos se vuelven una, para intensificarse y parecer rodear lo que es el infierno en la tierra.

    Se puede sentir una energía perversa, quiere combatir contra estos tres grandes, pero… Al parecer es imposible en este punto hacer algo al respecto para bien o mal, no se puede detener lo que ha comenzado.

    Los Shadow’s intenta hacer lo que sea para devorar a los humanos que están profanando su hogar, pero son detenidos por aquellos que tiene el cargo de segundos al mando, no permitirán que nada ocurra, al contrario resistirán, tienen aun deseos de vida y motivos para continuar.

    En un instante, las plegarias se escucharon resonar, como si no solo las voces de los primeros lideres fueran oídas.

    Si no, de más…

    “El tiempo transcurre, la paciencia se debilita, la maldad surge sin fin.

    Pero deseo volver el movimiento de la tierra, pedir un deseo y es...

    Desterrar a quienes se alimentan de los nuestros.”

    Un destello fue lo que surgió como ultima evidencia…

    Aquellas sombras de maldad, con rastros de resentimiento humano, quienes devoraban a estos, parecen detenerse en el tiempo…

    Un solo suspiro del viento y se vuelven nada, como el polvo de donde surgieron, las manchas negras comienzan a desaparecer de la faz de esta tierra.

    El yacimiento de oscuridad comienza a cerrarse de a poco, siendo compactado por las tres luces vueltas una, hasta que en solo un abrir y cerrar de ojos ha desparecido de este mundo.

    La oscuridad del lugar, poco a poco se va alejando, el sol comienza a brillar en este punto alejado de dos de los tres gremios, la maldad intoxicante, el olor fétido se dispersa.

    Se ha conseguido, lo que sus fundadores iniciaron alguna vez, hoy… Ello lo han concluido.

    Lamentarán las perdidas, de aquellos que no pudieron ver este nuevo amanecer en donde su mundo ha cambiado para bien.

    Se les rendirán honores, ellos lograron ayudar de igual forma que todos.

    Los gritos de alegría y victoria se escuchan alrededor.

    En este punto todas las tropas de cada gremio se volvieron en una sola, felices de que sus vidas por este tema se han tranquilizado.

    Sin los Shadow’s, era mucho más fácil expandir su gremio a sus propias tierras tomadas, explorar sin tanto miedo a ellos y cumplir sus mayores deseos.

    Aquellos tres que lograron recitar esas plegarias, se sienten realmente aturdidos, cansados, apenas si les quedo fuerza vital para mantenerse de pie, pero están a salvo, no morirían si es lo que angustia.

    Sin embargo, aunque esta misión fue la principal que unió a todos allí, existe aún una situación que responder.

    Durante la mañana se hizo recuento de daños, aquellos heridos para ser atendidos, un breve descanso, comer y aunque muchos desearan celebrar.

    Tanto Shaka como el recién recuperado Aioros, desean solo volver al gremio, han cumplido con su parte del trato, ahora irán con lo que desean, aquellos votos sean anulados, los Omegas libres de cualquier daño colateral y una vida feliz.

    El primer líder del gremio Hades, sin importarle estar cansado y que necesita recuperarse, decide beber su característico whisky, está demasiado entusiasmado, porque su crio no tendrá que preocuparse por estas circunstancias al crecer y ser su sucesor.

    Y por su parte el peli azul claro, mientras se mantiene tranquilo, analiza la mejor forma de expandir su gremio a donde antes no podía ser tomado por aquellos seres.

    Las cosas mejoraron para todos, si unidos lograron lo que separados jamás lo hubieran hecho.

    Más esto no significa que serían amigos de ahora en más, tal vez solo un trato amistoso, solo eso.

    Pero eso puede cambiar por las palabras y revelaciones de solo una persona.

    -¿Estás seguro?-

    -Si no lo hago ahora… Siento que Saga está haciendo algo realmente perverso, deben saberlo…-

    -¿Crees que al volver encontrarán su gremio completamente destruido?-

    -Puede ser…- Cabizbajo, dejando escapara un suspiro, apretando sus puños –Ya no es una persona cuerda… Las cosas que piensa y desean, son un delirio… Desearía que no fuera así…-

    -Kanon, como te dije... Ellos querrán que pagues-

    -Y si es necesario… Lo hare, pero no permitiré que me maten… Tengo una familia que me necesita- Asiente decaído –Pero debo expiar mis pecados, con esta revelación, si logro cambiar la situación aunque sea un poco, estará bien-

    Poco fue el tiempo que transcurrió, en donde aquellos pertenecientes al gremio Ateniense, sentían que debían volver, incluso habían pensado en dejar a Manigoldo a cargo junto con Albafica, para que volvieran con los soldados restantes en cuando estos estuvieran recuperados del todo.

    Pero… Alguien interrumpirá esta decisión…

    -¿Estás seguro que puedes cabalgar Aioros?-

    -Claro que sí, igual como estas preocupado por Mu, yo por Shura, solo quiero ver su rostro y abrazarlo lo antes posible- Esa sonrisa, que apenas se puede creer que estaba hace unas horas en medio de una batalla encarnizada.

    -Entonces pongámonos en marcha- Serio por fuera, pero su corazón solo late desesperado por ver al corderito que le pertenece, a su destinado amado.

    Apenas estaban por montar los cuadrúpedos, cuando…

    -Lideres Ateniense- Llamando con una voz potente, manteniendo la mirada seria, pero los nervios se denotan -¿Puedo hablar con ustedes?-
     
  5. Threadmarks: Capitulo 45 (Entérate De Lo Oculto)
     
    AMMU TEIKOKU YUDAINA

    AMMU TEIKOKU YUDAINA Usuario común

    Aries
    Miembro desde:
    13 Junio 2024
    Mensajes:
    266
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Mi Único Deseo (ShakaXMu) Yaoi
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Tragedia
    Total de capítulos:
    51
     
    Palabras:
    3161
    Obviamente tanto Shaka como Aioros están decididos y más ansiosos en irse de un buena vez.

    Ver a sus destinados es lo único que les importa en este punto, además que se necesitará saber el recuento de los Shadow’s eliminados, las nuevas áreas que podrán explorar, para volverse mucho más seguras y prosperas.

    Pero… La petición de la mano derecha del líder del gremio de Poseidón, se puede notar urgente, algo preocupante a su parecer.

    Más… Por el hecho de la batalla, la incertidumbre de que no se pudiera completar el rito final, por la falta de algún líder, no presto atención a este hombre, pero…

    Mirándolo detenidamente, frunciendo el ceño, sintiendo que la sangre hierve por el odio de esa apariencia, no podía creer que fuera cierto, sin embargo para Shaka, se parece tanto a ese loco que casi lastimaba a su destino aquella noche, es inconcebible… Necesita ahora, una respuesta rápida.

    -¡¡¡¿CUÁL ES TU NOMBRE?!!!- Si lo escucho previamente, pero… Necesita confirmarlo, no debían existir dudas.

    Está haciendo uso de todo su autocontrol, para no irse a los golpes, ser sensato, y saber para que este peli azul los ha llamado.

    Se sorprende un poco, mas por el tono que está usando el rubio, pero… Lo comprende completamente, su propio hermano le conto de aquella vez que la presa se le fue viva, las piezas están allí y es mejor hablar ahora, el callar no servirá de nada.

    -Mi nombre… Es Kanon Blizanci…- Suspira, conteniendo su expresión, demostrando la seriedad en sus palabras –Soy muy parecido a mi hermano gemelo… Saga Blizanci-

    Ese nombre, ambos lo conocían bien… Por las palabras de terror que Mu les relato en confianza, quien les atormento por tantos años.

    Ese apellido, que reconocían de alguna forma, por escritos antiguos e historias que demuestran que el mal al final termina pagando.

    Debía ser una broma… Una muy pésima, que en este lugar, se encuentre el hermano gemelo del maldito alfa obsesionado con el corderito destinado del rubio.

    Incluso lo creía completamente una locura, falsedad, mentira.

    -¡¡¡¿SU HERMANO GEMELO?!!!- No lo pensó más, dejaría relucir la impresión que esto le causa, aprieta sus puños.

    Podía sentir que aquella energía vital que sintió al rescatar a Mu, es muy similar al hombre delante, pero… Ligeramente diferente, que no podría comprobarla como igual…

    Si hace caso a sus pensamientos, a la lógica… Entiende que son dos personas completamente diferentes, pero sus sentimientos solo le dictan que debe acabar con él.

    Es allí, cuando de nuevo ese presentimiento horroroso regresa a su corazón.

    Su destinado está en peligro le queda más que claro ahora, sin embargo es un sentir que no le da explicación, aunque seamos sinceros en el departamento del amor, las cosas nunca tienen una idea lógica coherente.

    -¿Qué significa esto?- Se dirige de inmediato a Julián, pues esto parecía no sorprenderle a dicho líder.

    -Sera mejor que escuchen atentamente a Kanon, tiene algo que decirles- Su tono tan tranquilo y neutra, aun siendo un alfa, sabe guardar la compostura.

    Mientras pareciera que el segundo líder, necesita un momento para clamarse, se puede notar que está siendo un enorme esfuerzo por no hacer una tontería.

    Aioros comprendió esto de inmediato, cualquier cosa o persona referente a quien le deseo hacer daño a Mu, lo puede llegar a sacar de sus casillas.

    -¿Qué cosa quieres decirnos?- Alguien debía ser la voz de la razón, además de tranquilizar el ambiente, ya que por la voz potente del segundo líder ateniense, llamo la atención de los demás ahí presentes.

    Podía ver como ambos jóvenes hombres delante, lo observan uno con deseos de acabarlo, solo por llevar la misma sangre de Saga… Si tan solo Shaka supiera que su corderito está en las garras de quien más podría hacerle daño.

    No se sabría si se podría controlar, detenerse a pensar, mantener su temple…

    Pero esa era, solo una parte de la situación.

    La reacción del castaño de cinta roja, podría ser diferente… Después de todo… La causa de la locura de Saga, recae… En que el papá de Aioros y Aioria desprecio el afecto de ese Alfa loco.

    -No tengo por qué escuchar nada, de lo que él quiera decirnos- Su ceño fruncido, dándose media vuelta, para dirigirse a su caballo e irse, no perdería más tiempo.

    -Espera- Haciendo uso de igual forma de un tono potente como cualquier alfa, el peli cobalto llama al rubio, está decidido en hablar, tiene que ser escuchado por las buenas, aunque es solo para calmar su conciencia.

    -¿Qué me podrías decir que me importe?- Sus palabras suenan realmente frías, indiferente a cualquier circunstancia, Mu es su única prioridad.

    -Esto… Tiene que ver… Con los padres de ambos, quien ataco al gremio hace casi catorce años y… Ese Fauno que salvaste…- Hace una pausa, pues necesitara un poco más de valor, aunque en su rostro no se refleje –Está en peligro…- No termino de hablar, Shaka lo tomo por el cuello de la prenda que lleva, para encararlo.

    -¡¡¡¿QUÉ ESTÁS DICIENDO?!!! ¡¡¡¿QUÉ ES LO QUE ESTÁ HACIENDO SAGA?!!!- Los zafiros se abren de par en par, pareciendo llamas azules por la ira contenida.

    Ambos temas importantes, con un solo culpable o culpables…

    Hablar de sus padres y de su amado destinado, esto tendría que ser una locura… Nunca se terminó de descifrar quien había sido el culpable…

    -¡¡¡¿QUÉ SIGNIFICA QUE TIENE QUE VER CON NUESTROS PADRES?!!!- El desconcierto en el rostro de Aioros, se puede notar a distancia, la confusión es su semblante, para este punto el siempre sonrisas y amabilidad, se ha esfumado, para dejar solo al alfa que desea una explicación -¡¡¡DIME!!!-

    No existían dudas en los demás.

    Algo estaba yendo muy mal para los líderes Atenienses…

    Ninguno es de gritar más de la cuenta, alterarse de esa manera no es su forma de actuar…

    Las miradas de todos se posan en ese pequeño grupo de cuatro personas.

    Incluso el líder del gremio Hades, se interesó en saber que ocurre.

    -Por favor… Cálmense…- Debía intentar que lo escuchen de verdad, no solo querer acabarlo, aunque… Sabe que eso podría ocurrir.

    -¡¡¡SOLO HABLA!!! ¡¡¡¿QUÉ PRETENDER HACER SAGA CON MU?!!!- En algún punto de su vida, le hubiera interesado más el saber sobre quien asesino a sus padres y casi destruye el gremio, pero… Su destinado está en peligro, se escuchara cruel… Mas él está vivo, sus progenitores ya no, y es mucho más importante mantener seguro a quien aún está aquí.

    Aunque exista la culpa y deseo de redención, no se dejara intimidar por ambos Alfas, sujetando las manos que aprisionan su ropa, para de algún modo liberarse, aunque el agarre que Shaka ha hecho presencia, será difícil de quitarse.

    No contara la triste historia de su vida, ser huérfanos… No tener de otra que robar, extorsionar, timar, cualquier cosa que se hiciera para sobrevivir, pues dañaron a muchos, pero… Están vivos.

    Jamás hubieran querido que atravesaran la línea de un crimen menor, a uno donde le arrebataran la libertad y vida a otros.

    -Todo paso, cuando Saga conoció a un joven Omega de nombre Regulus…- Sin mucho éxito aun intenta quitarse de encima al segundo líder, mas sus ojos se fijan en el castaño –Mi hermano se enamoró de él… Pero el corazón de este, ya le partencia a una Alfa-

    -Mi… Papá…- Niega con su cabeza, obviamente no conocía esa verdad, las pupilas se contraen, conocería la circunstancia que detono este caos.

    -Se lo dejo en claro a Saga… Que jamás lo amaría, pensó que eso no escalaria, ese rechazo no se volvería un odio que con el pasar de los años se alimentó- Baja la mirada, dejando escapar un suspiro –Ni yo me di cuenta, en qué momento se perdió mi hermano y no existió vuelta atrás… Cuando… Se enteró que tu papá se unió a tu madre, la locura lo terminó absorbiendo y decidió ese ataque…-

    -Él… Tu…- Aioros, respira agitado, su boca abierta, la mente parece revivir aquellos recuerdos, esa noche… Que no estaban claro, pero ahora… Los notaba más lúcidos.

    El odio contenido en su corazón se desato de golpe, apretando sus puños, clavando las uñas en sus prepas palmas, la sangre hierve…

    -¿Cómo pudieron…?- La voz del primer líder se escucha apenas, las lágrimas brotan de sus furiosos ojos.

    Sin pensarlo mucho, se va directamente contra Kanon, para conectar un golpe en su rostro.

    Si no fuera por los buenos reflejos del rubio, se habría llevado parte del impacto.

    Cargado de todo su malestar, el dolor que mantuvo desde una inocente edad, la pérdida de su hermanito y papá, ver a su madre sin vida, quedar por completo solo.

    -¡¡¡¿CÓMO SE ATREVIERON HACER ESO?!!! ¡¡¡ACABARON CON LA VIDA DE MUCHOS!!!-

    -Se lo que hicimos… Quise detenerlo… Cuando, empezó a asesinar a todos… Creí que solo robaríamos sus riquezas, una venganza de esa índole, pero…- No intento detenerlo, siente que merece el golpe y tal vez muchos más –No podía… Dejar que lo hirieran y yo…- Cierra sus ojos, negando con la cabeza, puede ver el odio en ambas miradas –Lo apoye…-

    -¡¡¡LO DICES COMO SI FUERA CUALQUIER COSA!!!- Y había tenido suficiente, quería matarlo, molerlo a golpes, el de cinta roja esta fuera de sí.

    -¡¡¡MUY BIEN AIOROS, CÁLMATE YA!!!- Radamanthys detiene al castaño, pues esto escalaria hasta un punto donde se volviera una contienda entre el gremio Ateniense y el de Poseidón, seria de lo peor.

    -¡¡¡SUÉLTAME!!!- La furia del castaño no desaparecerá, tiene delante de sus ojos uno de los causantes de la muerte de sus padres y perdida de su hermano por un tiempo, lo hará pagar.

    -Kanon, termina de hablar…- Por su parte el líder del gremio, del que ahora pertenece al peli cobalto, se mantiene tranquilo, sabe a lo que se atenían al declarar esta verdad, pero… Tampoco la muerte podrá traer paz.

    -Mis padres…- Ahora Shaka susurra esas palabras, todo se conecta al final, en la misma noche que Aioros perdió su familia, él también lo hizo.

    -No pude detenerlo antes de acabar con tus padres… Solo pude evitar que no matara a Regulus y a ese inocente bebe, pero... No supe que fue de ellos después- Ya no existe vuelta atrás, ha revelado la verdad, detrás de esas muertes, todo el caos solo por un amor no correspondido.

    A Saga nunca le importó nadie más que sus propios intereses… Sin embargo…

    ¿Qué hubiera pasado, si Regulus le hubiera correspondido?

    ¿Su corazón se hubiera purificado?

    O…

    ¿Habría terminado igual?

    Dudas que se pueden establecer en algún punto de esta historia.

    El escandalo solo atrae más las miradas de los soldados de los tres gremios, se han terminado enterando de la realidad en el que el gremio Ateniense sufrió grandes bajas.

    Ninguno podría culpar la reacción de Aioros, sin embargo lo que más le causa impacto… Es que el rubio esta tan calmado ahora… No puede significar nada bueno…

    -¿Shaka…?- La mano de Manigoldo se posiciona en el hombro del rubio.

    -Ellos acabaron con mis padres… Ahora… Quieren lastimar a Mu…- Aprieta su mandíbula, su ceño fruncido, de ambas manos sus aros se hacen presentes, para sin importar nada, arrojarlas contra Kanon, aprisionándolo.

    Su deseo más grande en estos momentos es que sus aros se hagan más estrechos en el cuello, acabar con quienes destruyó parte de su felicidad, sería algo que tanto sus padres, como Mu desaprobarían, pero… Su furia lo está cegando.

    Es listo, el peli cobalto, interpuso sus manos antes de que esas armas de tono dorado quedaran por completo en su cuello, aunque no se sabe cuánto tiempo resistiría así.

    -Segundo líder, te recomiendo que no hagas esto… Aún debe decir mucho más- Por primera vez Julián está interviniendo en esta “conversación”.

    -¡¡¡¿TU LO SABIAS?!!!- El castaño, interrogando al primer líder, que se suponía era un conocido y persona que si bien, no son amigos, compartieron momentos juntos en la juventud como primeros líderes.

    -Di solo una segunda oportunidad de redención a Kanon- El tono neutro se mantiene, tan estoico en todo momento, pero reconoce que de esto solo se ganara el desprecio de estos dos jóvenes.

    -¡¡¡¿SEGUNDA OPORTUNIDAD A UN ASESINO?!!!-

    -Al menos él quiere hacer las cosas bien, le dije que lo pensara detenidamente en decirles, pero ya que conocen la verdad- Observa con cuidado al rubio, pues ahora que ese fauno del que tanto sigue interesado el mayor de su segundo al mando, debe ser de gran interés para él –Aun debe informarles algo más, que recomiendo quitarle esos aros, si no… Bueno… Depende que tan importante sea ese fauno Omega para ti-

    -¡¡¡¿QUE?!!!- Malas palabras, usadas en el peor momento, seriamente el segundo líder, está pensando en atacar a quien manda en el gremio conectado al mar, nadie dañara a su destinado jamás…

    Pero aunque su vida podría estar en peligro, revelara la última verdad, como una advertencia… Aun estado atado y detenido, es mejor hablar…

    -Saga… La última vez que hable con él… Estaba por las cercanías del gremio Ateniense, arrastrado por los rumores de un fauno cordero de cabellos lilas… Su mente ya no está bien… Hablo muy decidido en recuperarlo… Como si fuera su propiedad- Niega con la cabeza, aun deteniendo las armas del rubio –Se de lo que es capaz y puede que aproveché el hecho de que el gremio este desprotegido… Así que… Muy probablemente, este haciendo de todo para capturar al fauno que salvaste- La voz del peli cobalto es sincera, ha revelado lo que ha estado guardando por años, ahora lo hace, solo espera que sea a tiempo.

    Ahora todo caía en su lugar, el sentirse así de desesperado… Algo pasaba con Mu, si Saga se atrevió a tocarle un solo cabello, lo mataría con sus propias manos.

    ¿Que importaba sus creencias?

    Solo le interesa que Mu este a salvo, es su Omega, su desinado, quien más ama en este mundo.

    No permitirá que Saga lo vuelva a herir.

    -Mu…- El nombre del pequeño corderito sale de aquellos labios tensos, la mirada azul clavada al frente, de solo pensar múltiples posibilidades.

    No se quedara allí, solo quiere regresar con rapidez al gremio, para proteger a Mu, solo eso desea…

    Aunque debería haberlo pensado mejor… Podría sacarle mayor información a Kanon, en donde podría tener a su destinado, si es que no llegara a tiempo.

    La mente del segundo líder es un total caos… Cualquier cosa que involucré al pelilila, es de suma importancia y más si le quieren hacer daño… No lo permitirá, cueste lo que cueste.

    Sin embargo, aunque sus piernas reaccionen para ir directo a su caballo, ahora si cabalgar, no le interesa más palabras que las que salga de aquella dulce voz, que anhela pensar que está en el gremio a salvo y que solo está exagerando, pero su corazón le dice que no.

    Es impulsivo cuando quien ama está en peligro, que todos olviden la imagen de segundo líder cauteloso y tranquilo, es de su destinado de quien están hablando, de una posible amenaza.

    ---En algún lugar bajo tierra---

    La piel del inocente corderito se nota pálida, más de lo normal, sus labios secos… Los ojos verdes, parecieran no tener brillo alguno.

    El sudor cae por su frente, respirando rápidamente por la boca, sintiendo que no podía calmar su malestar aun después de vaciar por segunda vez su estómago.

    Los síntoma de un embarazo, los mareos y vómitos matinales…

    Son mucho más frecuentes, además debilitan con mayor rapidez, si apenas se alimenta.

    -Debes estar enfermo…- Aquel De cabellos azules, mira con cierto desdén al menor, analizando lo que ocurre en su cuerpo.

    No es normal tanto vomitar y recuperarse con el paso del día, para que al siguiente sea lo mismo.

    Aunque han pasado dos días… Con este se cumplirán tres… Ya es demasiado a su pensar.

    -¿Qué es lo que te ocurre?- Sabe que no puede acercarse por el rosario, que cada vez que lo ves… Le parece muy familiar, pero no recuerda con total certeza.

    No responderá, Mu callara en todo momento, su silencio desespera a Saga, pero no le hará daño, el símbolo de su amor con Shaka lo protege, más le da mucho miedo de que todo esto afecto a su bebe…

    Se aguanta las ganas de llorar, de suplicar que su Alfa venga por él… Solo lo piensa.

    Ese peli azul se ha mantenido a su lado casi todo el tiempo, atormentándolo para hacerlo caer, pero este pelilila mantiene su fuerza, por tantas razones que ahora posee para no dejarse vencer.

    -¡¡¡RESPÓNDEME!!!- No tiene ahora la “Paciencia” que según ha querido mantener ante el Omega que reclama como suyo.

    De nuevo el silencio se apodera de aquella celda, el cordero solo lo observa con el ceño fruncido, demostrándole un desafío que jamás creyó que este pequeño poseería.

    -Tus síntomas…- Entrecierra sus ojos, mirándolo detenidamente…

    La expresión que Mu ahora posee… Es tan similar a la de su papá…

    Ya había visto esto antes, justamente con el fauno que dio a luz a Mu.

    No tardo mucho para sumar todo esto…

    Y ojala lo hubiera hecho cuando no tuviera a Mu tan débil.

    -Acaso…- Las pupilas contrayéndose, la mandíbula apretándose, los dientes rechinan por la fricción, los puños cerrándose, la ira se vuelve presenté, pareciera que la misma historia se repite al conseguir un fauno tan raro -¡¡¡¿TU ESTAS PREÑADO?!!!-

    Sin darle importancia al artefacto que protege al pelilila, va directamente al cabello de este, para moverlo a un lado y poder evidenciar la marca que deseaba tanto haber sido él quien la pusiera en esa cálida piel.

    -¡¡¡NO!!! ¡¡¡SUÉLTAME!!!- Las reacciones del pelilila van inmediatamente al sentir el toque.

    El rosario se activó desde el momento que el peli azul entro a la zona segura, pero por la misma furia, el calor que aumenta hasta quemarlo por tocar cualquier parte del ser de Mu, no le importaba en lo más mínimo.

    Solo verse como un idiota nuevamente.

    -Tu… Tu… ¡¡¡ARRRG…!!!- Suelta de manera bruta a Mu, empujándolo al suelo.

    Sus manos quemadas, por solo unos segundos de atreverse a tocar al más joven, no sería algo que se pudiera aliviar de forma rápida.

    Aun con las manos atrapadas, trato de llevarlas cerca de su vientre, para que sus brazos reciban el impacto y no su pequeña cría dentro.

    Mas los ojos de terror se pueden reflejar, ahora que Saga lo sabe… El peligro aumenta…

    Este loco…

    ¿De qué sería capaz al ver que ese pequeño Fauno que reclama como suyo ya está marcado y con una futura cría creciendo en su vientre?
     
  6. Threadmarks: Capitulo 46 (Lo Ultimo Que Se Vera)
     
    AMMU TEIKOKU YUDAINA

    AMMU TEIKOKU YUDAINA Usuario común

    Aries
    Miembro desde:
    13 Junio 2024
    Mensajes:
    266
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Mi Único Deseo (ShakaXMu) Yaoi
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Tragedia
    Total de capítulos:
    51
     
    Palabras:
    3927
    -¡¡¡¿CÓMO FUISTE CAPAZ DE DEJAR QUE ALGUIEN TE TOMARA?!!! ¡¡¡ERES IGUAL DE ZORRA QUE TU PAPÁ?!!!- Las manos del peli azul tiemblan del odio, deseando que de verdad ese rosario se aleje del cuello del pelilila, para recordarle que solo es de su propiedad.

    -¡¡¡CÁLLATE!!!-Aun atrapado de las manos, encara el sujeto que ha hecho su vida miserable y aun pretende seguir igual -¡¡¡NUNCA VUELVAS A REPETIR ESO DE MI PAPÁ!!! ¡¡¡TODO LO QUE HIZO, FUE PORQUE TÚ LO OBLIGASTE!!!-

    -¡¡¡¿POR QUÉ LO OBLIGABA?!!!- Sonríe de una manera casi desquiciada, sus ojos inyectados en furia extrema -¡¡¡LO HIZO PORQUE QUISO!!! ¡¡Y TÚ ERES IGUAL QUE ÉL!!! ¡¡¡SOLO UNA PEQUEÑA PUTA ZORRA, QUE SE DEJA PENETRAR POR CUALQUIERA!!! ¡¡¡¿POR QUÉ DE MÍ NO?!!!-

    -¡¡¡MI PAPÁ HIZO TODO PARA PROTEGERME, PARA QUE TÚ NUNCA ME TOCARAS!!!- Sus lágrimas reflejan la molestia, su dolor tan grande por las ofensas y recuerdos, pero no se va dejar intimidar, ya no más puede seguir así -¡¡¡TÚ NO TE PUEDES COMPARAR CON SHAKA!!! ¡¡¡ÉL ES BUENO, ES MÍ DESTINADO, ALGO QUE TÚ NUNCA SERÁS!!! ¡¡¡PREFIERO MORIR ANTES DE QUE TÚ ME TOQUES O LES HAGAS DAÑO A LOS QUE AMO!!!-

    -¡¡¡¿SHAKA?!!!- El ceño fruncido, la sangre le hierve, cada vez se da cuenta del valor que Mu ha tenido, y lo desprecia por completó.

    Claro que no podría tener esa valentía, si no fuera por el rosario, pero eso no es del todo verdad, tiene mucho más que proteger, podría perderlo todo… No dejará que eso pase… Pero tampoco permitirá que Saga lo toque, o hiera al bebe con tanto amor hicieron su Alfa y él.

    Simplemente debía encontrar por sus propios medios el salir de allí, si, confía en que irán por él, posiblemente tardarían algún tiempo… Días, que poco a poco se van acabando para su bienestar.

    Cuando el rubio se entere, lo más posible es que haga una masacre para encontrarlo…

    No desea que manche con sangre sus manos.

    Por eso debía ser fuerte, si existió la forma de escapar de la mansión, lo podría hacer ahora.

    Solo que… No sabe con certeza donde esta…

    Más que debe ser algún punto de debajo de la tierra, como alguna cueva…

    -¡¡¡¿POR QUÉ HACES TODO ESTO?!!!- Intentar razonar con el villano peli azul, aunque pudiera ser completamente inútil -¡¡¡SABES QUE YO NO TE VOY A PERTENECER JAMÁS!!! ¡¡¡NUNCA ME QUITARE EL ROSARIO!!! ¡¡¡NO PERMITIRÉ QUE DAÑES A MI BEBE!!! ¡¡¡MUCHO MENOS QUE TE ATREVAS A TOCAR A MI FAMILIA AHORA!!! ¡¡¡MI DESTINADO, SÉ QUE VENDRÁ A SALVARME!!!-

    -¡¡¡CUANDO ESE IDIOTA VENGA, LO ACABARE CON MIS PROPIAS MANOS!!!- Alza sus manos como si de garras se tratasen.

    -¡¡¡NO LO PERMITIRÉ!!! ¡¡¡SAGA SUÉLTAME, NUNCA LOGARAS HACERME NADA!!!- Su ceño fruncido, demuestra el odio, pero… Al va vez el miedo de que aquello pueda ocurrir, debe ganar tiempo.

    Su sonrisa se presenta, de forma retorcida y malvada, asqueando a cualquiera –Claro que sí, lograre hacerte mío, por las buenas o malas-

    Sabiendo que no tiene más remedio que hacer que el fauno sea él mismo quién se quite el rosario, y con la certeza que por su propia mano no lo haría, tendría que usar lo mismo que uso con su papá.

    -Has vomitado mucho, de seguro querrás después agua y comida…- Esa mueca de satisfacción, que logra confundir a cualquiera.

    El corderito, lo observa con cierta duda, sin comprender por completó que es lo que desea ahora.

    -Sera perfecto- Sonríe, y alza su vista hacia uno de los sujetos de la puerta -¡¡¡TU VEN AQUÍ!!!-

    De inmediato llama a uno de sus secuaces, acto seguido este hombre entra al lugar, mirando con cierta malicia al pelilila, como si deseara jugar un rato con él.

    Después de todo… Este hombre es uno de los que alguna vez jugo con el cuerpo de Shion, obviamente desearía hacer lo mismo con la cría, pero en estos momentos su jefe es el que tiene el derecho según ellos, de estrenarlo.

    -Desata sus manos- Habla serio, mas su vista fija en el menor, planeando algo que podría darle una solución, y aunque fallara… Tendría una gran oportunidad de tomarlo.

    -Pero…- El hombre de inmediato quiere reusarse, pues sabe que tan solo estar cerca del corderito, traería dolor a su cuerpo, por el efecto del rosario.

    Saga le dio de inmediato un fuerte golpe en la cara al sujeto, casi tumbándolo al suelo -¡¡¡HAS LO QUE TE ORDENE MALDITO ESTÚPIDO!!!- No está para nada de humor en la negativa, y ya que no ha podido tomar al fauno, su frustración aumenta.

    -Si…- Furioso baja la mirada, limpiando la sangre de su nariz.

    Para de inmediato mirar al pelilila, deseando tanto herirlo por este golpe.

    De seguro pensaba que al soltarle las manos, podría apretarlas por un momento, para dañarle las muñecas, pero… Apenas si se mantuvo unos segundo desamarrando las cuerdas y de solo estar pensando en lastimarlo, repentinamente el rosario comenzó con su brillo cegador, para hacer que la zona de la piel que toca, comience a arder y quemar sus manos.

    Obviamente las del sujeto que quita las cuerdas, no las de Mu, el joven ni siquiera puede darse cuenta de lo que el rosario provoca al contacto con algún extraño que desea hacer el mal.

    -¡¡¡HAAAAA!!!- Otro con las manos quemada, efecto de lo que ese rosario representa.

    Viéndose con las manos liberadas, puede notar las marcas rojas que las cuerdas dejaron, duelen obviamente… Pero esto le dará una posibilidad de escapé… Aunque no sabe porque Saga lo haría.

    Si atado lo tenía más bajo su control, ahora… No existía impedimento que el corderito tuviera para liberarse.

    -Se lo que piensas, y será mejor que ni lo intentes- Sonríe de forma socarrona, denota triunfo aun con la negativa que el pelilila ha dicho de no quitarse su rosario.

    -Solo déjame ir… Nada malo ocurrirá… Nadie del gremio… Vendrá y…- Inseguro, presintiendo que esto es solo una trampa, para que baje la guardia, no estaba seguro de nada… Algo en su interior le decía que tuviera extremo cuidado.

    -Que vengan, los recibiremos muy bien- Sonriente, tratando de acercarse el pequeño, pero manteniendo la distancia, adoraba ver los ojos verdes cristalizados, pero odia ese ceño fruncido –Sobre todo ese rubio, recibirá una gran bienvenida al buscar a su ”Destinado”, lástima que no lo volverlas a ver… Solo su cadáver-

    -Saga… No te atrevas a tocarlo, deja a Shaka fuera de esto y entiende de una vez, hagas lo que hagas… ¡¡¡YO JAMÁS TE VOY PERTENECER!!!- Ahora si poniéndose de pie, tambaleándose un poco, por sus síntomas y el estómago vacío.

    -Ya lo veras, si sigues en el mismo plan, cuando pase los días y no tengas comida, ni agua… Sientas que tu cuerpo muere de hambre y creo… Que es allí cuando él bebe que llevas dentro morirá o tal vez antes- Sonriente, pensando que ahora ya ha triunfado por sobre la voluntad del corderito.

    -¿Qué?- Sus oídos escuchan esas palabras, pero su mente las está procesando, el plan es tan simple como eso…

    No darle nada de alimento, ni bebida, hacerlo casi morir de hambre… Pero… ¿Qué conseguiría con esto?

    -La única forma en que yo te daría de comer algo, seria si aceptas quitarte ese malito rosario y te entregues a mí por tu propia voluntad- Camina hacia la salida, obviamente el sujeto que desató al pelilila, ya volvió a su posición, ahora con heridas a carne viva en sus manos.

    -¡¡¡JAMÁS HARÍA UNA COSA ASÍ!!! ¡¡¡AUN YO…!!!- Es interrumpido abruptamente por la carcajada del peli azul, como una burla para él obviamente.

    -Conozco a los de tu clase, los faunos y más tú especie… No pueden volver a tener una cría por segunda vez, solo una y la cuidan y protegen con su vida- Se siente el más poderoso ahora, tenía la forma de chantajearlo, la misma que utilizo con Shion, pensaba que podría hacerla con el hijo ahora –Sé que no dejaras morir a ese engendró en tu vientre… Veremos cuanto soportaras sin comer, antes de que pidas alimento para que no muera, ya sé que ustedes prefieren morir antes de darse cuenta de la realidad-

    Mu miran al hombre de cabellos azules, su semblante denota angustia, enfado, preocupación, lo que ha dicho es terrible…

    ¿Cómo puede descargar su ira en un ser que ni siquiera ha nacido, que es completamente inocente de cualquier mal?

    -Piénsalo bien… Has estado aquí poco más de dos días, hoy serán tres… Pero has estado vomitando mucho… ¿Cuánto aguantaras sin comida?- Sonríe, para acto seguido cerrar la puerta detrás, soltando más carcajadas el desquiciado, por pensar que ya tiene al fauno en sus manos.

    Dentro de aquella horrible jaula de cemento, fría… Desolada, sin nada de luz, más que aquella, que se puede colar por la rendija de la puerta.

    Baja su triste mirada, Mu se sienta con cuidado en algún lugar que este algo limpio, para abrazarse a sí mismo y dejar escapar algo de llanto, su desesperación ha aumentado.

    Ahora peor que nunca… Sentía que podría mantenerse con vida, ayudándose de alguna forma de las posibilidades que lograra ver, siempre ha sido de pensar rápido, ahora con las motivaciones del rubio y el fruto de su amor.

    Sin embargo es ahora por su bebe que está temiéndote tanto… No quería pensarlo, ni darle la razón al maldito loco de Saga, pero es cierto, sin comida, ni bebida… Y con el malestar de cada mañana… Solo será cuestión de días, para que llegue a perder su preciado tesoro.

    ¿De qué podría ser capaz para mantener a su bebe a salvo?

    La única manera hasta ahora… Es retirase el rosario, pero si lo hace…

    Saga ya no dudara en herirlo de peores formas…

    Imaginar su cuerpo debajo del de ese hombre, le causa un asco inmenso que llegue desde su estómago, para subir, pero soporta para no devolver lo poco que debe tener en su vacío estómago.

    Las lágrimas recorren sus tibias mejillas, intenta ser silencioso, para que no se sientan triunfantes ante él…

    Abrazándose a sí mismo con un poco de fuerza, pensando en silencio que hacer ahora.

    -No podre soportar mucho sin comida, pero… No puedo dejar que Saga haga lo que desee conmigo… Si me toma… Sé que dañara a mi pequeño…- Sus manos por instinto van hacia su vientre plano, acariciándolo con suma ternura, queriendo que al menos dar confort a un pequeño ser que apenas se está formando.

    Cierra sus ojos, los recuerdos de su vida encerrado por quince años, vienen como una avalancha, el sufrimiento de ambos faunos, soportando ese infierno…

    Las veces que miraba a su papá volver con aquellas heridas, verlo tan mal… Y aun así sonreírle, para que no llorara, no soporta ver a su pequeño triste.

    Mu, puede recordar todo, es algo que jamás ha desaparecido de su mente, pero creía que podía solo pensar en lo bueno, en los pequeños momentos alegres que se volvieron fugaces... Pero ahora…

    De solo pensar que la historia se repita… Que su pequeño nazca y crezca en un ambiente así… No lo podía permitir…

    Su hijo merece vivir en libertad…

    No culpa a Shion por lo que le pudo dar… No tenía a donde volver, no existía nadie que fuera por ellos, bueno… Al menos que los recordara, ambos estuvieron solos en este mundo por todos estos años.

    Su papá lo protegió como pudo, y se lo agradece tanto, que jamás podrán existir las lagrima para demostrárselo, ni las palabras…

    Sin embargo… Mu, no puede aceptar esta vida de nuevo…

    -Perdóname bebe… Pero… Si mueres por mi culpa, prefiero irme contigo… Yo… Sé que herirá mi cuerpo al grado de acabarte… Yo no quiero vivir si te pierdo… Y no sé de qué sea capaz ahora…- Tiembla, sujeta sus prendas de vestir con mayor fuerza, llorando, limpiando con su antebrazo los fluidos que salen por su nariz –Shaka… Tratare de huir… Pero… No veo ninguna salida ahora…-

    La desesperación de tu peor momento, te puede hacer pensar y decir cosas que después no serias capaz de realizar en un futuro, pero… Se siente atrapado, débil…

    Imaginar que de nuevo la historia de se repita ahora con su hijo, es simplemente inconcebible para él.

    En el mejor de los casos… Saga mantendría al bebe con vida, al igual que lo hizo con Mu, pero… Ahora, puede que tenga otra idea.

    -Sería capaz de… Si naces aquí… Te vendería o haría…- Niega con su cabeza, aterrado por su propia mente -¡¡¡NO!!! ¡¡¡NO PUEDO PERMITIRLO!!! ¡¡¡DEBO SER FUERTE!!!-

    Del otro lado de la puerta escuchando que el prisionero está gritando, le parece muy irritante.

    -¡¡¡CÁLLATE MALDITO FAUNO!!!- El sujeto que tiene las manos quemadas, parece mantenerle un gran odio al pequeño dentro.

    -Ja, ja, ja, guarda tus gritos para cuando no tengas de otra ja, ja, ja, - El otro hombre quien hace guardia en la puerta, se jacta de esa posibilidad.

    Haciendo referencia a las posibles violaciones que sufrirá el pelilila, dándolas casi por un hecho que será cuestión de tiempo solamente.

    Ambos sujetos se unen en burlas y comentarios obscenos para el Omega.

    Palabras que Mu intenta ignorar de inmediato.

    Juro que solo Shaka tocaría su cuerpo, sería el único de por vida… Y planea cumplirlo… No puede dejar que hagan lo que sea con él, y más al llevar a un inocente en su interior…

    Cubre su boa, cerrando sus ojos, temblando de impotencia, todo esto se veía tan desolado…

    Sus únicas esperanzas es que lo encuentren, pero… no puede mantenerse solo con eso…

    Sin embargo… Poder salir por su propia cuenta, es más difícil… No puede abrir la puerta, no existe nada dentro que le ayude a proporcionar más fuerza que sus propios puños.

    -Mis cuernos… Podría…- Una idea surca su mente, causándole un tremendo impacto, pero es la única posibilidad, que se le ocurre –Si debo manchar mis manos…- Nervioso de solo pensarlo, pero toma esa decisión… Es la única que podría surtirle efecto –Por protegerte mi pequeño… Kiki…- Sonríe de haberlo imaginado, no sabe por qué ese nombre surgió de sus labios, pero… Le pareció adorable desde que lo había escuchado –Soy capaz de hacer cualquier cosa… Para que tú vivas y sonrías de verdad-

    ---En alguna parte de aquel calabozo subterráneo---

    El peli azul, se encuentra rompiendo todo en la habitación que se encuentra, frustrado por darse cuenta de la verdad.

    Alguien se le adelanto en tomar a Mu, haciéndolo suyo, marcándolo, y engrandando una cría en el Omega.

    -Miserables…- Furico porque de nuevo alguien del gremio Ateniense le arrebata algo que según él le pertenece -¡¡¡DEBÍ MATARLOS A TODOS!!! ¡¡¡NO DEJAR A NADIE CON VIDA!!!- Odiándose por haber cometido ese error, costándole años después con su actual presa.

    ¡¡¡MU DEBÍA SER MÍO!!! ¡¡¡SOLO MÍO!!!- Pareciera que le saliera espuma por la boca, si enfado va más allá de lo que acontece con el corderito.

    Esto se remonta a cuando alguna vez su corazón sintió amor de verdad, pensaba en cambiar, pero Regulus no le correspondió, y prefirió a otra Alfa.

    Engendrando a malditos mocos…

    -¡¡¡SI NO HUBIERA SIDO POR EL IMBÉCIL DE KANON!!! ¡¡¡YO HABRÍA ACABADO CON TODOS EN ESE LUGAR!!!- Sujeta su cabeza, levantando el cabello que cae sobre su cara -¡¡¡ESE MALDITO ROSARIO!!! ¡¡¡SABIA QUE LO HABÍA VISTO ANTES!!!- Los ojos Viridianas, inyectados en odio por completó.

    Su mente por fin hizo un clic en el recuerdo de aquella noche.

    Sabiendo que había visto esa cosa que protege a Mu, en el cuello de otra persona.

    Ahora lo entendía, de donde…

    Aquella carnicería que provoco, aparte de arrebatarle la vida a la Alfa que le robo su amado y a más personas…

    Recuerda a un hombre de cabellos rubios, atados en una coleta larga, llevando el rosario en sus manos, rogándole a un pelirrojo que lo usara, que lo protegería, que estaría a salvo con eso.

    No dudo en ese momento, para atacarlos a traición, y hacer derramar su sangre.

    En ese entonces no le prestó atención al objetó, dejándolo en el suelo manchado por el líquido rojo que desprendían aquello cuerpos.

    Aun podía escuchar su dolor, pero más la preocupación que pronto se apagó del uno por el otro, pero de también alguien más, que ni siquiera presto atención.

    -¡¡¡ERA LOS PADRES DE ESE IDIOTA!!!- Abre sus ojos como platos, sonriendo con una expresión de loco en sus labios -¡¡¡DEBÍ HABER BUSCADO A TODOS!!! ¡¡¡SI LO HUBIERA MATADO ESE IDIOTA NUNCA HABRÍA INTERFERIDO EN MI VIDA!!!-

    Sus crímenes son tantos, no se arrepiente de nada, solo no haber terminado el trabajo por completo.

    Pero esto no se puede reconocer como una desventaja, ha aguardado tanto tiempo para poder al fin tener a Mu a su alcance… Que no lo va a perder ahora.

    Sin importar que en su vientre lleve al hijo de otro Alfa…

    Correrá el mismo destino que su papá, pero él bebe… Tendrá uno diferente, esta vez no será “Gentil” y “Bondadoso”, como se cree en esta ocasión, si no mucho peor… Todo para castigar al omega que logro desafiarlo.

    -Si resiste el no comer… Cuando ese estúpido destinado tuyo… Venga por ti, claro que te quitaras el rosario, para protegerlo- Sonriente su mueca, desfigurada su cara por la malicia en su ser.

    Desea tanto que la historia se repita, a como murieron los padres del rubio, tiene una gran forma de hacerlo realidad.

    ---Cerca de la mansión Blizanci---

    No importo el recorrido, incluso les tomo más tiempo de lo previsto, había muchos caminos para llegar al bosque del otoño eterno, tomaron uno demasiado largo… Y aun así… Para lograr llegar a la mansión de ese loco, no parecían lograr salir de manera rápida de aquel lugar.

    Que Buena razón tenía Camus de decirles que ese bosque es como un laberinto, varios caminos por atravesar.

    Pero al fin… Han llegado.

    Sin embargo… La desesperación de uno no se puede negar.

    Durante todo el camino, intentaba localizar el aroma de su hijo, pero no tuvo éxito en una parte lo perdió por completó y ha estado intentando encontrarlo nuevamente.

    En esta ocasión este fauno Alfa, parecía más un animal salvaje, con el ceño de furia extrema, sus garras retráctiles dejando marca en los árboles, para que no se perdiera el rastro.

    No podía creer que había vuelto a permitir que alguien preciado se lo arrebaten, esta vez… No dejaría que le hagan más daño.

    Mu ya sufrió demasiado y este no pudo salvarlo, en esta ocasión sea quien sea ese hombre, que sin duda le debe mucho.

    Salvara a su pequeño, pero lo hará pagar, Saga le arrebato la vida a Shion, a su destinado…

    Como había deseado encontrarlo de frente, para arrancarle la garganta de un solo tajo, la sangre hirviendo de venganza.

    No le importaría las consecuencias, el hecho de que un fauno asesine a un humano está muy tachado por la ley, pero… Eso le da igual a un padre que quiere recuperar al fruto de su amor con su destinado y vengar la muerte de este último.

    Pero todo sus deseos parecían ser frustrados, por el hecho de que en el momento llegado a la mansión, y tuvieron que entrar a la fuerza, no existían guardias, ningún candado, defensa, nada…

    Era como si… Todos en ese lugar hubieran escapado, dejando todo el lugar solo, abandonado…

    -¿Qué haremos ahora?- Milo se pregunta desesperado caminando de un lado a otro, preocupado por lo que llegue a pasarle a su joven amigo.

    Pero a quién se dirigen sus palabras no le hace el más mínimo caso…

    Varias veces ambos Alfas estuvieron a punto de matarse, o más bien Dohko en su desesperación quería acabar con el peli cerúleo, por detenerlo en sus arranques de angustia.

    Pero esa no era la manera de estar actuando en una crisis así, desesperarse no solucionaría nada, debían pensarlo con calma.

    Principalmente encontrar donde tiene cautivo a Mu, al tener a Saga de frente… Milo tiene que sacar al Omega a salvo, y Dohko… Solo le prometieron que no intervendrían, ni el pelilila vería la carnicería que un Alfa puede causarle a alguien que le arrebato a su destinado y quiere arruinarle la vida a su pequeño.

    Sus ojos verdes, reflejan el odio que está creciendo a cada segundo, sus pupilas afilándose como las de una especie… Todo un felino grande, sus dientes amenazantes en todo momento…

    ¿Cómo está guardando la compostura?

    Recorrieron la mansión entera, tantos sentimientos crecieron en su interior, porque podía aun sentir el aroma de ambos corderos que ama… Impreso en la prisión en que se mantuvieron por más de quince años…

    Sus deseos de destruir a Saga, poco le importa si tenga que morir para ello, con saber que Mu está a salvo, es suficiente… Y si se reúne con quien ama, está bien.

    Pero primero ese maldito loco, debe pagar sus crímenes de alguna forma.

    Y de eso se encargara Dohko, si es que Shaka no le gana.

    Su nariz comienza a moverse, inhalando con mayor fuerza el aire, como si pudiera percibir un aroma conocido.

    Cierra sus ojos para agudizar su sentido, pero el semblante de enfado no se relaja en lo más mínimo.

    -Ese aroma...- No lo pensó más… Creyendo que se trata del de su hijo, dejo atrás a todos los del gremio, no le importa que lo sigan, o si debe enfrentar a todos el solo, lo hará.

    Su corazón ruega porque Mu este a salvo, y también esa pequeña cría que sabe que está en el vientre de su pequeño hijo, no permitirá que les hagan más daño.

    Esa era su trabajo, cuidar a quienes ama, brindarles total protección, no lo logró antes, ahora... Dara su vida para que nada malo le suceda.

    -¡¡¡DOHKO!!! ¡¡¡ESPERA NO VAYAS SOLO!!!- El llamado del peli cerúleo, no alcanza al castaño, que ya se encuentra corriendo, desesperado por encontrar de donde viene ese aroma tan similar al de su primogénito.

    No le interesa alejarse de la mansión, saben que no está allí, los aromas son viejos, es imposible que este allí, pero este… Aunque débil, tenía una combinación de tierra… Pero aun podía sentirlo.

    -Mu… Te voy a salvar, te encontraré mi pequeño…- Sus palabras dirigidas a alguien que no está con él, pero no por ello son insignificantes -¡¡¡NO DEJARE QUE ESE IMBÉCIL TE DAÑE!!! ¡¡¡TE LO PROMETÍ A TI Y A SHION!!!-

    No tuvo que correr mucho, si bien se encuentra algo alejado ese punto de la mansión, con su velocidad y agilidad se hizo muy corto el camino.

    Pero… En ese lugar tan árido, no hay nada… Ningún lugar donde ocultarse…

    Solo tierra… Seca… Por la estación en la que se encuentran.

    Su corazón late desbocado, algo que indica que está muy cerca, más el aroma lo reconoce, que no pertenece a su hijo, si no uno muy similar… Pero que esta combinado con la tierra y otro símbolo…

    -¿Dónde estás?- Busca con la mirada desesperado… Lo único que se puede apreciar, es una pequeña cruz de madera… Un símbolo, de que alguien se encuentra descansando en su última morada.
     
  7. Threadmarks: Capitulo 47 (Alfa Enterado)
     
    AMMU TEIKOKU YUDAINA

    AMMU TEIKOKU YUDAINA Usuario común

    Aries
    Miembro desde:
    13 Junio 2024
    Mensajes:
    266
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Mi Único Deseo (ShakaXMu) Yaoi
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Tragedia
    Total de capítulos:
    51
     
    Palabras:
    3917
    No paso mucho cuando Milo se acercó con toda la rapidez posible.

    No debían alejarse tanto, o bueno no perderse de vista, sabe que este fauno es más salvaje de lo que cree, además que es de Mu de quien habanos, está desesperado por encontrarlo.

    -Dohko… ¿Qué es lo estás haciendo? ¿Encontraste algo?- Acercándose con sumo cuidado, ya ha tenido más golpes de lo planeado, pero comprende al castaño tigre.

    -Un ligero aroma… No es como el de Mu, pero…-Su mente y corazón confuso por lo que su nariz deja apreciar.

    -Dentro de la mansión no hay nada, tal vez si buscamos a los alrededores encontraremos algo que nos brinde alguna pista más concisa- Mira aquel punto con esa cruz, imaginándose tal vez de que podría tratarse, pero no sabe si sería prudente hacerle el comentario. –Vamos, debemos revisar el perímetro…-

    -Pensaba que esta vez… Podría protegerlo… Estaba cerca de él… En su vida…- La furia dentro de su corazón se incrementa con cada segundo, sabe la verdad de lo que fue y sería capaz ese bastardo, por eso su miedo y angustia -¿Cómo podría llamarme su padre, si no fui capaz de defenderlo…?- Los tormentos por no cuidar a ese pequeña cría, que tiene poco de conocer.

    Shion se lo advirtió en ese lapso, en donde su conciencia estuvo en un punto difícil de explicar, pero que parecía acercarse a su Omega.

    Le informó que estaba cerca, que trataría de lastimar a Mu, que lo protegiera y no lo ha hecho.

    Culpa es su sentir, malestar en su corazón, impotencia en sus acciones, pareciera que se podría repetir todo de nuevo y no lo podría permitir.

    -No es culpa tuya, ese loco, es el único que ha hecho mal… Tampoco es sano que Mu viva con miedo, que se le tenga que restringir las salidas, solo porque ese maniático no entiende que un fauno no es propiedad de nadie- Su molestia va igual, debía proteger al corderito, mas no pudo.

    Se entiende que fue una imprudencia por su parte, Mu concia las reglas y no las obedeció, sin embargo… Es verdad, nadie debería vivir con miedo.

    Tener uno que protegerse, defenderse, temer, que algo malo ocurra, cuando nuestro único pecado fue… Estar a fuera de nuestro hogar, solos o acompañados… Nadie debería herirnos.

    -Dohko, ahora no es tiempo de lamentarse, han pasado días, cada segundo cuenta… Mu es mucho más fuerte de lo que todos creen, no se dejara herir tan fácilmente- Mira para todos lados, sintiendo unas extrañas vibraciones debajo de sus pies, esa es la manera en que los faunos escorpiones pueden detectar el peligro.

    Esto alertándolo, confundiéndolo si lo que sentía, seria alguien que se acerca, por cualquier flanco.

    No se tardó mucho, cuando el castaño igualmente comenzó a olfatear el aire, un aroma se presenta repentinamente, de dos que ya conocen.

    Y no se tardó mucho en verlos venir directamente hacia ellos.

    Obviamente Milo, no se encuentra feliz en este momento… Por una razón le pidió que se quedara en el gremio y quien se supone debía apoyarlo, venia acompañando a su destinado.

    -¡¡¡¿QUÉ HACEN AQUÍ?!!!- Su reacción obviamente no es grata.

    -Te dije que no me quedaría de brazos cruzados, sin hacer nada- El enfrentamiento entre ese Omega y su Alfa que lo ama se hizo presente de inmediato.

    -No te molestes tanto Milo, nosotros también queremos ayudar a encontrar a Mu y Camus de todos es quien conoce mejor el lugar- Sonríe algo apenado, pues reconoce que el peli cerúleo estaría enfadado.

    -No encontramos nada en ese lugar- La respuesta tan desesperada del tigre se presenta, ya no existe mayor forma de hacer algo al respecto en su pensar, pero debía mantener la confianza en su ser.

    -En ese caso… Aún existe otro lugar donde buscar- Respondiendo tranquilo el peliaguamarino, no necesitaría hacer mucho para encontrar ese punto y recordar la entrada por donde podrían ocultar a una presa.

    -¡¡¡¿CUÁL OTRO LUGAR?!!!- Si esto le da esperanzas, su hijo podría aun tener oportunidad, necesitaba solo un minuto para saber que este a salvo con eso podría estar tranquilo, para matar a Saga.

    -Existe unos pasajes subterráneos, pasan por debajo de la mansión Blizanci, pero no se conecta con ella, para no levantar sospechas, un punto para poder entrar a ese lugar, se encuentra a unos kilómetros de aquí, pero son pasillos muy largos… Y oscuros, si no se tiene cuidado es como un laberinto allá abajo- Sentencia el Omega, suspirando y bajando la mirada.

    -¿Dónde podemos encontrarlos?- No va a quedarse mucho tiempo analizando la situación, si algo así existe y es donde podrían tener a su pequeño, no perderá tiempo alguno.

    -He visitado muy pocas veces ese lugar, pero lo se… Aunque sea, la entrada… Mas adentro, deben tener cuidado no será fácil…- Sus advertencias deben ser escuchadas, conoce mejor que nadie, lo que podrían encontrarse.

    -Camus… ¿Te quedaras aquí esperándonos?- Toma sus manos, frunciendo el ceño, pero de un tono de tristeza que de enojo, preocupado porque algo malo pase o dañe a quien ama.

    -Sabes que no lo hare, todos estamos aquí por solo un objetivo, regresar a Mu con vida, sano y salvo, por él y ese pequeño que…- Calla un instante, los demás soldado del gremio están cerca, si alguno escucha… Las consecuencias aún están latente.

    Suspira derrotado, no lo hará cambiar de opinión en lo más mínimo, pero si lo protegerá pase lo que pase, dedicándole un breve abrazo, pues el tiempo apremia –En ese caso, quédate a mi lado, y no te alejes por favor-

    -Milo…- Se sentía avergonzado, pero a la vez feliz, sus manos tiemblan en corresponder, más lo hace de forma breve.

    Si aún existe una oportunidad para que ambos puedan permanecer juntos en este mundo después de esta situación, claro que Camus aceptara vivir con Milo… Salvo que no lo dirá, aun no le puede revelar sus deseos.

    -No nos debemos preocupar, traje varias cosas que podrán ayudar- Afrodita sonriente confiado, ante sus habilidades, como médico y portando algunos objetos que le ayudaran a detener a quienes sea con algunos venenos y paralizantes.

    No será nada amable con quien lastimé a sus amigos.

    De eso podemos estar seguros.

    Soltándose del abrazo del peli cerúleo, para dirigirse a los demás.

    Dando las indicaciones necesarias, advirtiendo que sin luz, abajo estará por completo lleno de la oscuridad subterránea, y preparados para cualquier movimiento que llegue a presentarse.

    No paso mucho tiempo, apenas unos minutos para prepararse y partir al próximo punto.

    Más uno de ellos, aun con deseos de encontrar a quien es el único recuerdo y ser más preciado que tiene… Su corazón, no quería alejarse por completo de aquella cruz, que mientras más lo pensaba, le era conocido el aroma y entendió de quien se trata.

    Por eso su dolor solo se intensifica al igual que su odio.

    -¿Te diste cuenta?- El único que sabe la verdad, después de todo, fue él quien le intento dar un último descansó.

    -Shion…- El nombre de quién ama es repetido en sus labios, su puño apretándose, con lágrimas desbordándose de sus ojos, pero el ceño fruncido.

    -Es lo único que pude hacer por él… Lamento no haber podido hacer más… Pero, Shion siempre pensó en Mu antes que en él- Las palabra claramente no reconfortarán a un corazón tan herido como el del tigre, sin embargo no puede intentar mucho.

    Baja la mirada, sintiéndose de lo peor, mas su dolor debe dirigirse en fuerza, para devolver a quien representa el amor de esos dos faunos que no tuvieron un final feliz.

    -Te prometo… Que acabare con quién les hizo mal a ambos, Mu estará a salvo, ambos volveremos aquí para verte y… Lo veras, que es feliz, con un estúpido humano… Shion…- Las palabras sobran, el sufrimiento se vuelve coraje, valor y fuerza, solo con un deseo en mente, el único de traer al corderito de vuelta.

    -Lo vamos a lograr- Levanta la vista hacia el cielo, en la dirección que cree que el gremio se encuentra –Espero que todo esté bien-

    Con ese pequeño momento entre Dohko y la tumba de su primer y único amor, es como todos se reúnen, para adentrarse más lejos de aquella mansión, y así encontrar su objetivó.

    ---Gremio Ateniense---

    -Aioria, déjame en paz- La molestia del cabrío esta en todo momento, ya que cierto cachorro no lo ha dejado ni a sol, ni a sobra en todo este tiempo.

    -¡¡¡NO!!! ¡¡¡SI LO HAGO, VAS A IRTE Y TE PUEDE PASARTE ALGO MALO!!!- El pequeño niño, se interpone entre la puerta de aquella habitación y el peliverde.

    -¡¡¡TU NO ME PUEDES PROHIBIR NADA!!!- Suspira molesto, aun siente dolor en su cuerpo por los golpes y la herida que no ha sanado, pero le da igual… Está desesperado por ayudar, rescatar al pequeño amigo que tiene.

    -¡¡¡SI LO PUEDO HACER!!! ¡¡¡MI HERMANO DIJO QUE TE CUIDARA, AL IGUAL QUE AFRODITA ME LO PIDIÓ, ASÍ QUE NO IRAS A NINGÚN LADO!!!- Frunciendo el ceño, aun con la diferencia de tamaños, es feroz el leoncito.

    No sería capaz de hacerle daño al hermano menor de quien ama, pero si lo está exasperando a gran medida.

    -¡¡¡AAH!!! ¡¡¡ERES IGUAL QUE AIOROS!!!- Aun estando de pie, sin hacer ningún movimiento, aprieta sus dientes y cierra sus ojos algo adolorido, llevando de inmediato su mano hacia donde aquel roce de bala le toco.

    -¡¡¡¿LO VES?!!!- Preocupado, por el fauno mayor, pensando si debería acercarse o solo es una trampa.

    -¡¡¡NO TIENES QUE ESTAR RECORDÁNDOME QUE ESTOY HERIDO…!!!- Su dolor aumenta, pues cada que ve que su herida está mejorando, aunque solo sea un poco, intenta hacer esfuerzo y la abre de nueva cuenta, por su desesperación, la sangré vuelve a brotar, machando las vendas.

    -¡¡¡PUES PARECE QUE SÍ!!!- Frunce el ceño, y se acerca a Shura, para revisar la herida.

    Conoce como curarlas, vivió junto con Dohko toda su vida y desde luego estuvo atento cuando Afrodita le dijo como debía cambiar las vendas del cabrío, porque conoce que es algo testarudo y a la vez… Reacciona a sentirse triste y molesto.

    Sabiendo que así, con un cuerpo lastimado y bastante frágil, por su condición de Omega, no podría hacer mucho, solo volverse un estorbo, sintiéndose aún peor de lo que ya está.

    -Se fueron hace tres días… No ha habido noticitas, y tanto Aioros como Shaka… No están enterados de esto, ¿Qué se podrá hacer al respecto?- Posa su mano en su frente, cansado, de no haber hecho nada –Debí… Haber cuidado mejor a Mu, pero… No fui capaz… Ahora él está solo y quien sabe que le estará haciendo ese loco- Sus lágrimas caen, con la furia que siente, impotencia por no ser capaz de hacer algo al respecto.

    -No es tu culpa, ni responsabilidad…- Agregando el menor, con su carita triste, y un ligero puchero se presenta –Hiciste lo que pudiste…-

    -¡¡¡DEBÍ HACER MAS!!! ¡¡¡POR ESO DEBO IRME, AHORA!!!- No abandonaría su deseo de ir con el pequeño que le ha traído un poco de felicidad a su vida, pero a la vez… Entiende que no sería de utilidad, además que… Ver el rostro del fauno león, le estremece de igual forma.

    -¡¡¡NO!!! ¡¡¡MU YA TIENE QUIEN LO PROTEJA Y DEFIENDA!!! ¡¡¡EL SEÑOR DOH…KO, FUE A BUSCARLO, TODOS LO HAN HECHO!!! ¡¡¡SI TÚ VAS, ME QUEDARE SOLO Y NO QUIERO POR FAVOR!!! ¡¡¡NO LO HAGAS SHURA!!!- Sus lágrimas corren por sus mejillas, el ceño fruncido, con los puños cerrados, temblando por su dolor tan grande en su ser.

    Por fin habla y deja en claro su sentir, que había estado guardando y ocultando, porque sentía que no se vería fuerte, como siempre debía mantenerse, no dejar ver que le duele en verdad, creía que así los adultos faunos y Alfas se comportan.

    -¿Aioria?- Fijo en ese pequeño fauno, que se aferra a él, sujetando sus prendas, temblando por lo que ha confesado, no comprendía del todo lo que le ocurre, pero tiene una idea.

    -¡¡¡SÉ QUE ESTOY MAL!!! ¡¡¡PERO… MU ME QUITO A AL ÚNICO FAUNO QUE SE HABÍA PREOCUPADO POR MI… Y… CREÍ QUE EN ESE CASO, TÚ TE QUEDARÍAS CONMIGO, AL IGUAL QUE MI HERMANO…!!!- Baja su mirada, tembloroso, porque en su pensar de un adolecente, esto podría significar que Shura lo despreciara, por ser egoísta.

    -Aioros no está, y se… Que aun dudaba si era lo correcto tener a un hermano humano, por eso… Contigo me era más fácil relacionarme… Eres un fauno, como yo… Yo… Tengo miedo… No te vayas, no quiero quedarme solo…- Ya no soportaron sus piernas por el miedo a ser rechazado ahora, por ser un mal cachorro, pero… Por fin logra sacar su dolor.

    Arrodillado, con la mirada al suelo, llorando como un pequeño cachorro, como lo que es…

    -Aioria, la diferencia… Es que tú estás a salvo…- Sus palabras suenen duras, como una reprimenda.

    El menor se da cuenta, creyendo que de ahora en más, el peliverde no rechazara, no querrá estar a su lado, y no, no es que lo comenzara a querer de una forma amorosa, al contrario, al saber que es la pareja de su hermano, lo ve, como otro hermano… Alguien que lo pudiera cuidar y querer, con la seguridad de que no se alejaría.

    Más nunca se esperó lo siguiente.

    Un cálido abrazo, solo sujetándolo con un brazo, pues el otro comienza a doler del hombro y le es difícil moverlo ahora.

    -Mu, está en un gran peligro… Es una persona muy mala quien lo tiene, por eso la preocupación que todos sentimos está presente, debes comprender que es inevitable que me sienta así, quiero mucho al pequeño…- Ahora en un tono más bajo, relajando su semblante, entendiendo al menor, perfectamente.

    -Lo sé, por eso… Me siento así… Y no me gusta- Seguro entre esos brazos, de los cuales confía de que nada pasaría, tomo confianza más rápido en Shura que de Aioros, pero el primer líder ya sabía que su hermano lo quiere.

    -Ahora es demasiado tarde, sé que ya no los puedo alcanzar… Así que me quedare…- Sentencia decido, sabiendo que, si bien Mu lleno por un tiempo ese vacío en su corazón, no podía ser un reemplazo, ninguno de los dos era de quienes habían perdido.

    Fue bastante agradable compartir su dolor en el momento exacto, pero ahora… Ambos miran a un camino diferente.

    Mu, tiene a Shaka, Dohko y ese pequeño bebe como su familia.

    Y Shura… también tiene a quienes debe amar y permanecer a su lado… Aioros y Aioria, y si todo salió bien en la última misión del gremio, posiblemente un futuro bebe llegue a sus vidas.

    -¿De verdad?- Abre sus ojitos con lágrimas, y el ceño fruncido se presenta.

    -Sí, le prometí a Aioros, que te cuidaría, en mi estado sería un estorbo allá, pero… No puedo evitar sentirme preocupado- Acariciar esos cabellos claros, con una débil sonrisa.

    -¿Solo… Lo haces porque mi hermano te lo pidió?- Quiere sentir también cariño fraternal de parte del cabrío, no solo una obligación por otros.

    -No, claro que no…- Susurra, calmado ante esas palabras –También te quiero pequeño, pero no soy muy buen exteriorizándolo-

    -De eso es muy evidente- Una sonrisa se plasma, con las pequeñas gotas de sal en sus mejillas y pastillas.

    -Aioria, ahora que encontraste a tu familia… Aioros y yo jamás permitiremos que estés de nuevo solo, ¿Lo comprendes?- Le pregunta con cuidado, sabe cómo hablar con los niños, aprendió durante un tiempo, para ganarse su confianza.

    -Si… Creo que lo entiendo, pero… Me da miedo…- Sus delicados ojos verdes, dudosos sobre si creer o no por completó.

    -No temas, por ahora estaré a tu lado- Le confirma, que esta vez… Desistirá en ir a buscar a ese pequeño corderito, no niega que su sentimiento de culpa no se desvanece, pero entiende ahora por completo el cabrío, que existe otro pequeño que lo necesita y depende de él.

    Hizo mucho para ayudar a Mu, pero el rescatarlo, lamentablemente ahora no está en sus manos.

    ---Camino desconocido---

    Había cabalgado por mucho tiempo, o eso parecía, ha recorrido tanto, pero ni siquiera está a un cuarto del camino, su desesperación ha comenzado a hacerle estragos.

    Solo imaginar que algo le pasara a Mu, que no lo encuentre.

    Lo hace querer asesinar a ese maldito sujeto…

    Ya destruyo la infancia de Mu, pero no permitirá que le haga lo mismo a su vida entera.

    Las riendas sujetas con todas sus fuerzas, ordenándole al equino que vaya con mayor rapidez.

    Pero es mucho para el pobre animal, también necesita un descansó, sin embargo el rubio parece no darse cuenta, su desesperación solo lo hace pensar en llegar lo antes posible al gremio.

    Ver a su Omega recibirlo, que todo este a salvo, que nada le pasara, eso es lo único que está pidiendo.

    Sin embargo, sabe que eso no es así, algo dentro de su ser, le indica que está en peligro quien ama, y teme que eso fuera realidad, solo quiere equivocarse en sus instintos… Ese presentimiento no puede ser real.

    Pero las horas que pasan, son peor cada vez.

    Le tomaría días volver al gremio, y eso no puede estar a discusión.

    En estos momentos, tal vez tener unas alas como algunos faunos, seria de utilidad, el recorrido mucho más rápido.

    Mas en cuanto alguien lo diviso desde las alturas, tuvo que detenerse enfrenté para que le hiciera caso, por la forma en que van tan rápido, posiblemente no la verían.

    -¡¡¡SEGUNDO LÍDER!!!- El llamado de una joven mujer que obviamente venia directamente a informarle lo sucedido.

    Apenas si pudo detener al caballo, poco ante de que golpeara a la joven, por ponerse enfrenté.

    -¡¡¡YUZURIHA!!! ¡¡¡¿QUÉ ESTÁS HACIENDO AQUÍ?!!!- No es su manera de actuar, usualmente mantiene la calma y no grita así a la ligera, pero… En estos momentos es de su destinado de quien hablamos.

    -Tengo algo que informarle- El semblante de la fauno no luce nada favorable, no por haber estado sobre exigiéndose tanto, si no por la noticia tan mala que debería dar.

    -¿Qué debes informarme?- Rápido quiera la respuesta, cada minuto que pasa solo le trae malos presentimientos y de repente, hizo entendimiento que ella le podría decir si algo malo ha ocurrido, pero si era obvio -¡¡¡YUZURIHA!!! ¡¡¡¿MU ESTÁ EN EL GREMIO?!!!-

    No sabía que decir, la toma por sorpresa con esa pregunta, pues justamente le debía informar algo que tiene que ver con el pequeño fauno que proclama.

    Baja la mirada cerrando sus ojos, dejando salir un suspiro.

    Sin duda una muy mala señal, para el rubio.

    Sabiendo que Shaka no se contendría más y la pasaría de largo, con esto, rápidamente exclamó la información, dejando que los oídos del rubio se inunden con la peor noticia que pudieran darle.

    Rápida explicando, el tiempo trascurrido, la situación no es favorable y puede ponerse peor.

    Contándole igualmente que un grupo de miembros del gremio han ido en la búsqueda, pero… No ha habido noticias desde entonces.

    -Eso… ¿Es todo lo que has venido a decirme?- Su voz tornándose muy áspera y pesada, como la de un Alfa apunto de atacar, advirtiendo que no se encuentra bien en lo absoluto.

    -Sí, pero debes calmarte, si haces algo con tu estado actual, ni sabes dónde están- Su tono algo temeroso, el Alfa ha hecho uso de su tono demandante que provoca en aquellos de jerarquías menores se sientan intimidados.

    -No me importa a donde ir… ¡¡¡ENCONTRARÉ A MU!!! ¡¡¡Y MATARE CON MIS PROPIAS MANOS A ESE MALDITO SAGA!!!- Su desesperación continúa, combinada con su odio y enojo, nadie debería tocar a su preciado destinado, y quien lo haga va a pagarlo, con su vida.

    La joven de coleta alta y larga, retrocede, su temor incrementa, este no era el mismo segundo líder que conocía, si no alguien complemente cegado por la gran cólera que se presenta en su ser.

    Sin embargo tenía una sospecha más que informarle y podría darle una pista.

    No escuchara más, se iría de inmediato, pero ella hablo con mayor rapidez.

    -No sé si sea suficiente, pero de camino aquí, vi unos sujetos sospechosos, aún están a unos kilómetros de distancia, sin embargo, parecían hablar de un fauno similar a Mu- Si titubea, más se mantiene calmada, si logra ayudar en lo que sea, es suficiente, pero es aterrador el semblante del rubio.

    -¡¡¡¿QUÉ DECÍAN?!!!- Sin duda, su tono ahora no se compondrá en lo más mínimo, todo exigiéndolo con fiereza y desesperación, sus manos se volverán las armas para quitarle la vida a ese peli azul.

    ---Celdas subterráneas---

    Las horas pasaron, ahora la falta de alimento y agua están haciendo estragos en el pequeño cuerpo del corderito, no siente sus fuerzas, apenas si se mantiene sentado contra la pared.

    Es horrible, tener vacío el estómago, la sed matándolo, y llevando una pequeña vida dentro… El dolor de pensar que por su debilidad no es capaz de proteger a quien depende de él.

    Sin embargo, aún no puede perder las esperanzas, no debe darse por vencido, resistirá hasta donde pueda… Pero de una cosa esta seguro, Saga no tocara jamás a su bebe.

    Sus ojos verdes cristalizados, no hablaba, para poder soportar la sed, se mantiene en calma, para no cansarse más.

    Su pequeña tranquilidad, se ve interrumpida de forma abrupta, cuando la puerta es abierta y quien ingresa es aquel lunático que no lo dejara en paz…

    Una sonrisa burlesca, sosteniendo algo entre sus manos, mirando al pequeño fauno con su deseo lujurioso.

    -¿Aun eres capaz de mantenerte consiente?- Pregunta como si no estuviera viendo, que esas condiciones está dañando al Omega.

    Mu no responde, ignorando al sujetó, no va a molestarse en si quiera verlo.

    -No soy tan desalmado como crees- Mostrando lo que lleva en ese plato, dejándolo en el suelo, algo lejos del pelilila –Un poco de agua será suficiente, tampoco quiero que mueras tan rápido, debes pensar bien mi propuesta, o al menos tener vida para cuando asesine a ese idiota que te dio esa cosa-

    Esas palabras, hacen que a Mu le hierva la sangre, amenazando al amor de su vida, amenazando también la vida del futuro bebe que tendrá… Ya no lo puede soportar.

    Desea atacarlo, acabarlo de una sola vez, si tenía suficientes fuerzas y puntería, podría clavar uno de sus cuernos en el pecho, rasgarlo para acabarlo de una sola vez…

    Ya lo estuvo pensando lo suficiente, es mejor cortar esto de raíz, y con la protección del rosario lo intentara.

    Sus manos acabaran manchadas y las leyes a las que alguna vez estuvieron sujetos… Lo podrían alcanzar, tanto puede ocurrir, pero si no lo intenta jamás lo sabrá.

    Estando a punto de atacar, esperando a que ese sujeto deje de sonreír, o se distraiga para que no pueda protegerse en lo más mínimo.

    Mas unos segundos bastaron para detenerlo, al escuchar algo que esos hombres traían de noticias.

    -Jefe- Llamando al peli azul desde afuera.

    -¡¡¡¿QUÉ?!!!- Respondiendo de manera desagradable como es su costumbre.

    -Tenemos intrusos-
     
  8. Threadmarks: Capitulo 48 (Oportunidad De Omega)
     
    AMMU TEIKOKU YUDAINA

    AMMU TEIKOKU YUDAINA Usuario común

    Aries
    Miembro desde:
    13 Junio 2024
    Mensajes:
    266
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Mi Único Deseo (ShakaXMu) Yaoi
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Tragedia
    Total de capítulos:
    51
     
    Palabras:
    3428
    Las palabras de ese sujeto resonando en aquella prisión, provocando que el corazón del pelilila, se detenga por la impresión.

    Que existan intrusos significa que su Alfa debe estar buscándolo… Y no venga solo, su padre igual…

    Pero, la ilusión que pudiera sentir, el alivio o alegría, no existe en su rostro, ni pensamiento… Sobre todo al ver la sonrisa de desquició que presenta el de cabellos azules.

    Tenía un plan, una maldita idea, que sabe será peligroso, sus seres queridos y amados, podrían perder la vida, por él.

    No podía permitirlo, pero… Las fuerzas parecen no responderle.

    El ceño fruncido de Mu, el miedo, el temblor en su cuerpo, mirando atento a Saga, cualquier cosa que diga o haga, solo son malas señales a su parecer.

    -Excelente- Sonríe, imaginando tantas maneras de acabar con aquellos que se creen capaces de lograr hacer algo, para arrebatarle lo que le pertenece –Preparen una bonita bienvenida a nuestros invitados-

    Esto sí que es una mala señal, luce confiado, pareciendo que nada le aterrara, si no disfruta el de solo imaginar cómo los dañara.

    -Como ordene- Aquel que le dio la noticia, también parece sonriente, y de hecho los que están afuera, lanzan unas cuantas carcajadas de triunfo y gusto.

    Planean algo horrible, de eso no tienen duda alguna.

    Acto seguido ese hombre que dio la noticia sale, con un paso firme y riendo de la misma forma que los de afuera.

    Mu sabe que esto no significa nada bueno.

    -Mi lindo Omega… No te preocupes, ellos no te van apartar de mi lado- Sonando lo más suave posible, con aquella sonrisa retorcida, que nada bueno puede significar.

    -No… Te atrevas…- Enfrentando al sujetó con la mirada, su cuerpo está muy débil, pero intenta hacerle frente.

    -Claro que si- Como deseaba acercarse al corderito, tocarlo y hacer un sinfín de fantasías con él, pero… No podía por aquel rosario, sin embargo aún podía aterrarlo psicológicamente –Sobre todo, quien te dio esa cosa…- Su ceño fruncido volvió, dirigiéndose de forma despectiva a ese valioso objetó –Voy a matarlo con mis manos, y no tendrás jamás con quien volver-

    -¡¡¡NO!!! ¡¡¡SAGA, NO TE ATREVAS A LASTIMARLO!!!- No puede permitir, ni concebir la idea que Shaka salga herido.

    -Lo hare, y serás libre de su marca y atadura, me pertenecerás por siempre… Y tranquilo esa cría la podrás conservar…- Su rostro demuestra que esas palabras son falsedades, aunque intenten sonar sinceras, jamás dejara que Mu sea feliz con nadie más.

    -Maldito…- Sus manos en puño, los ojos reteniendo las lágrimas, deseando tener la fuerza necesaria, para herirlo, pero… Nada funciona ahora, su propia voluntad parece desvanecerse, por la poca energía que le queda.

    -Seré lo que tú quieras, pero no podrás negar que al final aceptaras hacer lo que yo quiera contigo, si no… El único recuerdo que tendrás de ese idiota, se perderá- Lazan una carcajada –¿Eso no sería una gran lastima? Ja, ja, ja, ja-

    Su risa resuena en esa celda, en medio de la oscuridad posible, atormentado de nueva cuenta a Mu.

    El miedo de perder a su Alfa se incrementa, y no es porque no confié en las habilidades de Shaka, si no… Que sabe los trucos sucios que puede llegar a usar Saga.

    Podría usar cualquier chantaje, lo que sea, para que Shaka baje la guardia, herirlo de muerte… No, simplemente no puede dejar que algo así ocurra.

    Sin contar que a su mente, viene la idea de que no solo su amado rubio venga por él, si no… También la posibilidad y con cierta certeza que su padre este aquí…

    Buscando salvarlo y el pago de deuda que tiene, vengarse de Saga, por todo los años de sufrimiento que vivieron Shion y Mu.

    Sabe que debe hacer algo, para evitar una masacre a los suyos…

    Sus esmeraldas derraman las lágrimas contenidas, sintiendo que siempre será un estorbo para los demás, en donde todos se deben sacrificar por él.

    Ya no quiere que eso pase, también puede luchar, enfrentarlos…

    Cierra sus ojos para dejar correr las últimas lágrimas, y de esta forma, como puede ponerse de pie, tambaleándose un poco por la falta de aliento y agua…

    Debía calmar el mareo que siente por hacer este esfuerzo, dirige sus pasos hacia ese tazón con agua que Saga le llevo.

    No luce para anda limpia… Incluso duda si sea seguro tomarla, pero… Debía por lo menos mojar algo sus labios, refrescar su boca, para ganar un poco de energía…

    El cuerpo de cualquiera, puede resistir unos días sin aliento, pero sin agua moriría a las pocas horas.

    Si quería una sola oportunidad de hacer algo, debía beberla…

    Y empezar a su modo un plan para salvaguardar a quienes ama.

    ---En el laberinto subterráneo---

    Se prepararon como pudieron…

    Llevando algún de luz, por el fuego de algunas antorchas, y es bueno haberlo sabido, aquí está en penumbras totales.

    Sin embargo para buena fortuna, los faunos tienen habilidades extrasensoriales, algunos con su olfato, otros con el oído, vista o sensaciones por la tierra.

    Todo esto es favorable, sin importar sean Alfas, Betas y Omegas, logran hacer la diferencia, siendo una las creencias en el gremio Ateniense.

    Su único deseo en mente, es encontrar la pista del aroma de su pequeño, en un lugar así, el aire solo va de un lugar a otro, trayendo el aroma de quienes estén.

    Se concentra y de hecho yendo en la cabeza para dirigirse, de entre todos es el que mayor experiencia en el exterior tiene y de algunos años más, por ende, es mejor opción.

    Aunque Milo va muy de cerca, sosteniendo la mano del Omega que ama, no importa que, protegerá a Camus a como diera lugar.

    -Este lugar, sí que luce tenebroso- Afrodita, con un rostro angustiado, y mirando por todos lados, disgustado por el entorno, tratando de calmarse.

    -Eres un fauno pez, obviamente estar bajo tierra, no es lo ideal para ti ¿Cierto?-

    -Pues lo ideal es estar en el gremio, rodeado de mis hermosas flores, pero… Lo que sea por salvar al pequeño Mu- Esta decidido, todo lo antes pensando de su actitud, vanidad, narcisismos se puede ver reprimido y hasta nulo, por donde está ahora.

    No le importa ensuciarse o hacer cualquier cosa, por traer a un buen amigo a salvo.

    Es el resultado que Mu logro en muchos corazones en el gremio.

    Se los gano por su sola presencia, actitud y amabilidad.

    El fauno tigre va concentrado y sumergido en su pensar, solo encontrar el aroma, ese preciado que le traerá el camino hacia su hijo.

    De un momento para el otro, parecía tener una idea de dónde estaría, y obviamente no esperaría a nadie, ni diría nada, solo reaccionaria a irse directamente donde ha captado ese olor que parecía ser solo un ligero rastro, pero le sirve por completo.

    El peli cerúleo reaccionando de inmediato, ante la ida repentina del mayor.

    Fijando los ojos bastante molesto ahora.

    -No otra vez- Murmura aquello, si se separan en medio de esta a oscuridad no sería la mejor opción.

    Pero sabe que no pude hacer nada con la desesperación de un padre y culpa por no haber protegido antes a quienes ama, ahora no volverá a cometer el mismo error a lo que lo obligaron.

    Pensaba en seguir las andadas del otro Alfa, pero… Sintió por las vibraciones del lugar, que un grupo de personas se acercan, esto denota que ya los estaban esperando.

    Bueno… Es algo que igualmente esperaban.

    -Cuidado… Vienen de este lado- Se pará de costado, en medio de uno de los tres camino que se pueden tomar en esa división.

    Dohko habiéndose ido por el de la izquierda, y ellos quedándose, dirigiendo su vista al camino del de en medio.

    -Bien, veremos si este veneno experimental es tan bueno como creo…- Pensativo el peli celeste –Que bueno que no traje los de humo, si no todos estaríamos en peligro-

    Sí que eso no hubiera sido una gran idea, estando bajo tierra sin muchas posibilidades de escape rápido.

    -Mantente cerca de mi Camus- Milo está al frente ahora, dispuesto a combatir con quiénes sea, pero desde luego cuidando al Omega que ama con todo su corazón.

    -Está bien… Pero no voy a quedarme sin darles algún golpe a esos imbéciles- El peliaguamarino, armado con una lanza que logro obtener entre los demás que han venido a ayudar y… Afrodita preparó con algunos toques de paralizante y veneno combinados, de una vez que mate si es necesario.

    Todos listos, y en efecto no tardo mucho, cuando un grupo de esos aliado de Saga, se hacen presentes.

    Faunos, humanos, Alfas en su completa totalidad, armados con armas tanto blancas como de fuego… Listos para acabar con esos intrusos y posiblemente aprovecharse de los Omegas presentes.

    Desde luego Milo reconoció a uno de ellos, el otro sujetó que también había entrado a la florería, para atacar a Camus.

    Si bien no le hizo daño, como a ese pelirrojo, tenía aun las ganas de hacerle pagar por los daños…

    Nadie lastima a su Omega y se sale con la suya.

    -Espero que estén preparados, para que este lugar sea sus tumbas- Ese mismo sonríe confiado, frunciendo el ceño, para intentar intimidar a los presentes.

    -Veremos de quien será la tumba, que tanto mencionas- El fauno escorpión, atento al ataque, procurando el bienestar primordial del peliaguamarino, aunque este sí que está listo para darles su merecido a cualquiera.

    Y así se lleva acabo.

    Todos en una batalla campal, en las profundidades de la tierra, creyendo tener la ventaja por usar armas de fuego, pero… Si confías demasiado en estas, te olvidas de las habilidades físicas que sirven mucho más para esquivar y devolver los golpes.

    Milo, enfurecido… Solo de recordar que alguien pudiera lastimar a Camus, le hace hervir la sangre, su aguijón en la punta de su cola, está preparado para inyectar el veneno suficiente para acabar con cualquiera.

    No perdonará la vida de nadie.

    Camus por su parte, es un Omega humano, habilidades sensoriales nulas por default, o de menor intensidad sin entrenamiento.

    Su agilidad es buena, además que gracias a todo en lo que cree, su celo ha acabado y puede concentrarse mejor.

    Con aquella lanza dada, se defiende a cómo puede, no pensaba atravesar a nadie con ella, pero… Sabía que no existiría otra forma.

    Aquellos que venía con intenciones de herirlo u otra cosa, tuvo que lastimarlos de verdad y con el simple roce de aquella sustancia que la punta goza, es suficiente para impedirles seguir.

    Pudo notar que el veneno es demasiado potente, apenas si entrando en el torrente sanguino de estos, se comienzan a quejar de un ardor muy potente, que les recorre y de buenas a primeras caen al suelo.

    Si tiene señales de vida o no, pues… Era cuestión de verificar, cosa que no harían.

    Afrodita por su parte, haciendo uso de sus habilidades, la agilidad es algo que mantiene desde luego, y a diferencia de muchos de los allí presentes, su tolerancia al veneno es algo que aprendió a tener por parte de su maestro.

    Allí demostró que no es solo una cara bonita y un cerebro para comprobar sustancias tóxicas con las plantas e identificación de estas, si no que su combate cuerpo a cuerpo, no dejaba nada que desear.

    Derribando a varios.

    Las armas de fuego son disparadas, claro que algunas conectan con algunos de los del gremio.

    Algunos cayeron de igual de este lado, otros heridos, pero… No se darían por vencido aquellos que siguen con vida.

    Pero aquellos que están con Saga, no se salvan de morir uno a uno, de formas rápidas y dolorosas.

    ---En la celda---

    Habiendo recuperado un poco de sus fuerzas, tenía una idea mínima de que hacer…

    Se había sentido un poco mejor después de beber aquella agua, aguantándose las náuseas que le provocó, pero… No existía más oportunidad que esta.

    Solo debe intentarlo, tiene una ligera ventaja de su lado y la deberá aprovechar sin duda.

    Cierra sus ojos, respirando un poco, para relajarse y pensar tranquilamente, lo que haría… Lo puede condenar, pero no existe otra manera.

    Es tomar la oportunidad o dejarla ir.

    -Por favor… Denme algo de comer… Se los pido…- Con la voz más lastimera posible, dejando escapar algunas lágrimas, como si sufriera algún dolor.

    Los guardias en su puerta, al principio no toman enserio sus palabras, al contrario se ríen por sus suplicas ridículas a su parecer.

    -Hare lo que sea… De verdad… Solo un poco de comida pido…- Debía sonar muy mal, suficiente para crear esa ilusión.

    -Ja, sigue rogando, eso debió ser bueno para el jefe- Uno balbucea esas palabras con sorna.

    -Saga me hará peor daño, pero… Si ustedes… Podrán hacer lo que quieran conmigo, de verdad… Los dejare hacerlo, pero… Solo a cambio de algo de comer… Por favor… No quiero perder a mi hijo…- Su voz entrecortada, debía también lucir triste dentro de la celda, por si se fijaban, lo vieran desesperado.

    Uno de ellos no le creía del todo, pero otro que deseaba un poco de venganza por la quemada de mano, sí que quería hacerle un peor daño.

    Esas suplicas las recordaba sin duda del papá de este fauno.

    Solo uno de los allí presentes logro escucharlas y siendo música para sus oídos, lo logran excitar ahora los de ese Omega.

    -No sería mala idea divertirnos con él, si el jefe no se entera, esa bien- Sonríe triunfante, creyendo que esta era su realidad de disfrutar un nuevo cuerpo.

    -Eres un idiota, si se da cuenta que estas divirtiéndose con su juguete, te castrara y matara a la vez- Sonríe socarronamente, por imaginar ese espectáculo.

    -¿Cuándo tendré una oportunidad aquí?- Menciona esto, como si fuera una gran oferta, aprovecharse de la miseria de los demás, para beneficio propio.

    -Tsk, has lo que quieras- Cierra los ojos y niega con la cabeza –Pero si el jefe viene y te encuentra, no hare, ni diera nada para ayudarte-

    -No esperaba nada de ti- Sonríe triunfante, abriendo la puerta, incluso llevando su arma adentro, para someter al pelilila con mayor fuerza si es necesario.

    Disfrutaría de dañarlo, como una forma de hacer pagar la quemadura que el rosario le provoco.

    Al entrar y cerrar esa puerta por dentro, sonríe… Ver al pelilila con la cabeza baja, sentado de rodillas en el suelo, temblando por el miedo que esto pudiera provocarle.

    Sí que lucía derrotado ante este sujeto.

    El cual relamió sus labios, sonriente por verlo sumiso ante su presencia.

    -Vaya, ¿Qué paso con tu actitud agresiva, pequeña zorra?- Insultos así serian el pan de cada día, en el caso de que ellos ganen, disfrutaría dañarlo primero.

    No responde… Solo solloza, sin dejar ver su rostro, la bendita fortuna de tener su cabello largo.

    -Ja, ¿Ahora te arrepientes de haber pedido esto?- Se acerca, dejando el arma a un lado, desabrochando la camisa que lleva y de igual forma sus pantalones –Tranquilo, no seré tan cruel contigo, te haré disfrutar un poco de la vida que llevaras de ahora en adelanté- Sonríe tan confiado, ver la derrotada en ese cuerpo indefenso, como lo cree, intentaría alcanzarlo, creyendo que el rosario no sería impedimento, si este acepta.

    Pero su sonrisa se vio rápidamente borrada de sus labios, al momento de sentir como algo lo atraviesa de una sola estocada en el estómago, yendo profundo.

    Soltaría un grito de dolor, pero su boca es llenada de forma rápida por el tazón de agua, evitando levantar sospechas.

    La cabeza de Mu, estando tan cerca de ese sujeto, sus cabellos machándose de esa pútrida sangre, haciendo su mejor esfuerzo para acabarlo de una sola vez, no podía permitir que evidencia este acto, si el otro se daba cuenta antes de tiempo… Su plan se ira abajo.

    Su mirada verde, se fija en lo que ha hecho…

    Sus cuernos cubiertos por sangre y carne… No había creído ser capaz de hacer tanto daño… Un verdadero caos, que en un momento lo aterrorizó.

    Sentía de nuevo su estómago revuelto, pero… Debía calmarse, ya no existe marcha atrás.

    En este momento, Mu podría sentir en su interior que está haciendo una cierta justicia a su papá.

    Aunque esto, podría ser una combinación de justicia, venganza y método para salir de ese encierro, no lo soportaría más, necesita estar a salvo y de igual forma su bebe lo estaría.

    Después podría lamentarse por haber manchado sus manos de sangre, pero no existe otro modo ahora.

    El temor, la incertidumbre, el miedo, el hambre, la debilidad que cada segundo siente en su cuerpo.

    No puede limpiarse con nada, su ropa ahora igual esta con gotas de sangre corriendo desde su cabeza.

    El sujeto aun parecía moverse, con vida se mantiene, pero incapacitado de hablar, por el plato en la boca, que lo adentro lo más que pudo.

    La mirada algo fría del corderito, se fija en él, sin decirle nada…

    Rapdiamente, busca entre sus ropas… Dándose cuenta que el rosario daba algunos destellos con el contacto de ese sujeto, y notando que le provoca más daño por las quemaduras que le da al momento de acercarse.

    No lo siente, al contrario siente satisfacción por herirlo con cada toque.

    Pero solo necesita una sola cosa, las llaves, para abrirse paso.

    Las encontró, tomándolas entre sus manos, y poniéndose de pie rápidamente para alejarse.

    Las manos del hombre de seguro quieren alcanzarlo para también acabar con él, o quitarle lo que le estorba para respirar.

    Pero la sangre que deja caer, es a borbotones, no se recuperaría de esto y la vida se le está yendo.

    -Mi papá así murió… Y no quería hacer que tu muerte fuera similar, porque…- Aprieta su puño, donde lleva aquellas llaves, frunciendo el ceño, mostrando sus pequeños colmillos –No sé cómo, pero… Saga acabara igual-

    Su tierno y noble corazón, parece hundirse en la sed de venganza, la fortuna de liberarse por sus propios medios a como diera lugar…

    El tiempo corre para sus pocas fuerzas, sin embargo seguirá con la siguiente fase.

    Notando aquella lanza de pie, la sostiene entre sus manos, algo dudoso, pero sabía cómo usarla.

    Fue entrenado por Yuzuriha y reconocía varias armas por su labor de herrero.

    Sabía que debía seguir haciendo lo mismo que le hizo a este sujeto, pero no hay de otra, solo quiere salir de esto, volver a los brazos de su Alfa, estar de nuevo a lado de su padre, y sus amigos y desde luego que el pequeño bebe que lleva en su vientre, su Kiki… Nazca, crezca y viva en un mundo en donde la luz y la bondad reinen más que la maldad.

    Abriendo la puerta con cuidado.

    -Vaya, sí que eres rápido…- Su risa del otro que se encuentra afuera –Ni siquiera lo hiciste gemir de dolor, ¿Qué acaso la tienes tan…- No pudo completar la oración, algo en punta atraviesa por su espalda, para de forma torpe y lenta salir hacia el nivel de su pecho, justo en el lado izquierdo.

    -¿Qué?- Temblorosa su voz, no se puede girar del todo rápido, cuando esa lanza es sacada con cierta fuerza de su cuerpo.

    El dolor de forma rápida, y la muerte instantánea, directamente al corazón, no existiría forma alguna de alivio.

    Mira con asco lo que ha hecho… Sus manos tiemblan al reaccionar del todo.

    Apartando con fuerza la lanza, de donde la sangre escurre hasta sus manos, cierra sus ojos, negando rápidamente con la cabeza.

    -Debo salir de aquí primero- Es lo que se repite para sí mismo.

    Dispuesto a ponerse en marcha para salir de ese encierro, no sabía por dónde fuera la salida, pero… Recorrería todo si fuera necesario, salvo que de repente siente como su gasto de energías le cobra factura, provocándole un mareo, que lo hace ver doble las cosas y en movimiento, aunque estén estáticas.

    Esto no es buena señal, su cuerpo necesita también alimento, pero no hay nada que pudiera comer rápido.

    Sosteniéndose de la pared detrás de él, intenta recuperar el aliento, para seguir en marcha.

    Debe ser cuidadoso, está cubierto de sangre, el aroma será demasiada evidencia, para los Alfas del lugar, pero ocultaría su aroma Omega desde luego.

    -Por favor… Solo quiero ir con Shaka…- Murmura estas palabras, mirando al frente para calmar su postura, las lágrimas corren por sus mejillas, por su sentir.

    Más necesita ser fuerte, para lo siguiente que se avecina.
     
  9. Threadmarks: Capitulo 49 (Varios Caminos)
     
    AMMU TEIKOKU YUDAINA

    AMMU TEIKOKU YUDAINA Usuario común

    Aries
    Miembro desde:
    13 Junio 2024
    Mensajes:
    266
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Mi Único Deseo (ShakaXMu) Yaoi
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Tragedia
    Total de capítulos:
    51
     
    Palabras:
    5112
    ---En algún punto del laberinto---

    -Los imbéciles esos no fueron rivales para nosotros- Seria la joven mujer rubia de coleta alta.

    Shaka no presta atención alguna a ese comentario, su mente solo trae los pensamientos y desesperación por encontrar a su corderito, es lo único que le interesa a estas alturas.

    No es un Alfa Fauno, la habilidad para encontrar a su destinado por medio del olor es menos funcional para él, pero… Tiene otro método.

    Mu y su Alfa están conectados tanto por el amor, como por la marca que le dejo y el rosario, existen formas para encontrarlo.

    Solo necesita concentrarse, intentar averiguar por donde pudiera ir, sintiendo el mismo presentimiento, de aquella noche donde se conocieron.

    Ese camino que escogió, era el más largo para el gremio, pero quiso ir por allí esa noche, algo le dictó que era la mejor opción y ahora sabe que debe hacer caso a aquello que le dice su corazón.

    Están conectados desde antes de conocerse, ese es el destinó de ambos, estar juntos sin importar el que o como.

    -Mu…- Sus ojos azules intentando acostumbrarse a la poca visibilidad, lograron hacerse de una antorchar que le quitaron a los sujetos de afuera, pero no es suficiente para guiarse.

    -Según lo que dijeron esos sujetos, el pequeño debe estar en una de las celdas, salvo que están en medio de todo este lugar…- Camina con cuidado, intentando agudizar sus sentidos como buen Fauno, aunque es difícil, está más acostumbrada en actuar en lugares abiertos, aquí… Se siente enjaulada.

    Habiendo varios caminos que se presentan ante sus ojos, debía pensar seriamente, cualquier error que cometan en no tomarse el tiempo de analizarlo, podría costarles que se enteren de su presencia y hacerle daño a Mu, eso es algo que deben evitar a toda costa.

    -No es muy grande, pero… Nos pueden estar esperando…- La voz seria de la mujer se hace resonar por el caminar de ambos.

    -No importa si nos esperan, la prioridad es recuperar a Mu…- Aprieta sus puños manchados de sangre.

    En este punto le dio igual valorar sus creencias y costumbres, es de su Omega de quién estamos hablando, hará y llegara a las últimas consecuencias por mantenerlo a salvo, enfrentarse a lo que sea…

    .-Eso lo sé perfectamente, pero… No debemos actuar imprudentemente…- La joven dice algo bastante acertado, la situación es en un territorio enemigo, en donde tienen la desventaja de poca visibilidad, sin una corriente de viento, es difícil para ella lograr captar algún aroma o sonido preciso, no es buena para sentir vibraciones bajo sus pies como lo es Milo en este tema.

    -Yuzuriha, me adelantaré… No puedo soportar más estar caminando a paso lento, Mu me necesita y quiero que este a salvo…- Como se está conteniendo en no salir corriendo, pero ya no lo puede aguantar más, necesita solo ver el rostro del pelilila, abrazarlo y sacarlo de este lugar lo antes posible y de paso matar al imbécil peli azul que se atrevió a tocarlo.

    -Es una imprudencia de tu parte, estas aun herido por la batalla contra los Shadow’s, se puede ver en tu cara y ropas…- No la deja terminar, cuando le entrega una antorcha, con un semblante bastante serio, sujetando otra que se encontró en la pared para ir iluminando cierto sectores.

    -Alúmbrate con esto, pero no pienso perder más tiempo- No desistirá en irse por su cuenta, pase lo que pase debe ir por su amado Omega, ese que le robo el corazón, le hizo sentir sentimientos y emociones nuevas, donde su deseo despertó tan grande, quien lo hizo pensar que una venganza no es todo en la vida, pero que a la vez, solo quiere verlo a salvo y de verdad destruir a ese sujeto que por su causa le arrebataron sus padres y ahora a Mu.

    Eso no lo permitiría, sin contar que no se ha enterado que Saga fue quien acabo con sus padres de manera directa.

    Si se entera, si lo supiera, no existiría más motivo de retenerse, ya de por si… Por Mu es capaz de comerte cualquier pecado, ahora… Con mayor razón.

    -Escúchame segundo líder, si estas herido y cansado, de nada servirá que vayas, te acabaran matando si no tomas tus precauciones-

    -No pienso morir hasta que Mu este a salvo- Con esas palabras tan sinceras, con un tono firme y frio, deja atrás a la fauno con alas, para adentrarse en un pasillo más oscuro, que de a poco la luz se fue perdiendo, por el rápido andar.

    Ella bien pudiera ir detrás de él, apoyarlo en esta travesía, que de hecho lo hizo, salvo que en pocos metros existió otra división repentina de varios caminos, es allí que ya no supo por dónde ir.

    Yuzuriha es capaz de defenderse sola, y si se separan podrían cubrir más caminos.

    Las posibilidades son altas y así encontrarse con sus aliados del gremio, ya que se supone que de seguro andan por aquí.

    ---Por el camino de Dohko---

    Este corre desesperado, el recorrido se sentía mucho más largo de lo que realmente es, pero guiado por el olor de su hijo que cada momento se intensifica, lo hace ir por el camino correcto.

    Sintiendo que cada vez está más cerca de encontrarlo.

    Pensando en que debía hacerlo, recuperarlo… Verlo de nuevo y estrecharlo entre sus brazos, para hacer que olvide cualquier cosa que pasara.

    Sintiendo la culpa de no haber sido precavido, de no haber previsto algo así… Ese sujeto maniático estaba allá afuera, debió estar más alerta y no confiarse del todo, pero no podía seguir culpándose por cosas del pasado.

    Pues de allí viene su malestar actual, el haber sido herido antes, de no haber protegido a su Omega…

    De no haber cuidado de su único hijo, engendrado en una noche de amor absoluto…

    No podría perderlo, ya no más…

    Dohko está dispuesto a asesinar a Saga con sus manos, sus garras piden a gritos sangre… Aunque son solo nueve en sus manos, por la que le dio a su amado cordero.

    -Estarás bien… Sé que lo estarás…- Aun con su rabia, el corazón le hace sentir tanto dolor, pues su lagrimas caen, la desesperación de llegar tarde, que lo hubiera matado antes de si quiera tener la oportunidad de encontrarlo.

    No podría perdonarse que Mu ya no existiera en este mundo…

    Su Shion se lo advirtió en ese instante, y debió tomar las cosas más seriamente, tal vez lo hubiera podido evitar, pero no… De nuevo parecía enojado consigo mismo.

    -Saga… Si le has hecho daño a mi hijo… Tu muerte será una completa tortura… ¡¡¡TE MATARE MALDITO DESGRACIADO!!!- Como todo Alfa su odio aumenta cada vez más, el tono de voz es demasiado imponente para cualquier Omega y Beta a la redonda, incluso para otros Alfas jóvenes, es demasió potente.

    Durante su camino se cruza de otros sujetos que intenta evitar que pase, pero… El Cataño fauno no perderá tiempo con ellos.

    Allí demuestra que un tigre que ha sido de verdad molestado, no perdonará la vida de nadie.

    Apenas si se atraviesan, este les encaja las garras, desgarrando sus pieles al instante, cortando la carne de tajo.

    No importa cuanta sangre tendrá en sus manos ahora, eso no le interesa, si debe pagar luego esto lo hará, pero primero su único hijo estará a salvo y con ello su futuro nieto igual.

    Dejando un rastro de sangre que bien los demás integrantes del gremio podrían usar como guía.

    El olor se intensifica, presintiendo que el corderito está cada vez más cerca.

    Su alegría parece mostrarse, con un cierto alivio, pero no podría confirmarlo hasta verlo.

    Un par de metros adelante, y comienza a ver las celdas.

    -Allí debe estar- Su mandíbula se tensa, los puños igual… Que su hijo este de nuevo encerrado es algo que no permitirá, si debe derribar cada puerta lo hará.

    Pero su nariz es quien manda en esto, lo guía hasta donde cree ser el lugar adecuado.

    Sus ojos verdes, afilados como los de todo un felino, al ver algo que lo impresiona.

    Un guardia, en el suelo, en un charco de sangre que parece estar comenzó a coagularse, solo lo mira de reojo, no le importa nada, al contrario se alegra de que esto pase…

    Mas el aroma de Mu está presente, justamente en esa celda abierta…

    Pasando de largo el cadáver que se encuentra afuera, adentrándose en la prisión y viendo a un segundo guardia en el suelo, igual que el anterior.

    No comprende esto, el aroma de Mu impregnado, pero no está por ninguno lugar…

    Primero se desespera, creyendo que algo peor ha pasado…

    -¿Acaso ese maldito hombre… Se lo llevo y mato a sus propios guardias? Esta loco… Podría hacerlo- La desesperación crece, creyendo que esto se volvió una trampa para mantenerlos ocupados y así evitar que lo logren encontrar rápido.

    Pero algo llama la atención del fauno que se encuentra dentro, en el cuerpo del guarda muerto, lo que provoco su deceso, aparte del plato que se encuentra en su boca, que le provocó también que no pudiera pasar el aire de forma apropiada.

    Sin embargo, en el cuerpo de este, un agujero en su abdomen, reconocía ese ataque, una sola vez Shion lo hizo contra una de esas personas que quería llevarlo de nuevo al encierro…

    Pero más lo hizo creer que esto fue obra de su pequeño, al ver algunos cabellos lilas que habían quedado en la profunda herida.

    Sonrió bastante orgulloso, pero su preocupación no la deja de lado, aún está en peligro con el maniático de Saga suelto.

    -Bien pensando Mu…- Asiente –Eres igual de fuerte que tu papá…- Un suspiro sale, reteniendo algunas lágrimas y otras escapando –Lo vamos a encontrar Shion, te lo prometo-

    Sin hacer otra cosa que burlarse en silencio de esos cadáveres, que su muerte fue bien merecida, dirige sus pasos del otro lado del camino, nota las manchas de sangre seca en el suelo… No siendo la de Mu, si no la de estos sujetos…

    Tal vez por eso no pudo notar el olor de su hijo, la sangre de estos manditos la cubre por completó.

    Debe seguir ese rastro, aunque por cómo va la sangre seca y la coagulación, ha pasado un tiempo…

    Solo espera que el pequeño pelilila este bien… Solo necesita saber que está a salvo… No importaría que Saga lo hubiera tocado, seguirá protegiéndolo como lo que es, su pequeño… Y espera que le rubio igual no cambie si algo así pasara.

    Lo único que importa es que este a salvo, que este con vida…

    La muerte de Saga seria la peor de todas, de eso se encargara el castaño de hacer.

    Sus pasos prosiguen a seguir ese rastro de sangre, orgulloso de que su pequeño corderito lograra escapara por sus propios medios.

    Mu no nació para vivir encerrado y hará todo lo posible para demostrarlo.

    ---De regreso a donde esta Shaka---

    No interesa cuan oscuro este el camino, apenas si alumbrarse con esa antorcha, su corazón está desesperado, su mente solo va a pensamientos de recuperar a Mu, es lo único que lo impulsa a seguir.

    Es un Alfa muy fuerte, claro… Y teniendo la motivación de que su destinado este atrapado en un lugar de esta índole con un sujeto bastante loco, lo hace perder la cordura.

    Su templanza se ha ido, solo quiere ver esos ojos verdes brillantes, que estén bien, que nada malo le ocurriera… Y si algo hubiera pasado, no le impediría seguir amándolo, pero no descansaría hasta acabar con el peli azul con sus propias manos.

    Mu es lo más importante en su vida, incluso se siente un imbécil por haber ido a esa estúpida batalla de sello contra los Shadow’s, si no hubiera ido, su corderito estaría salvo.

    Debió mantenerlo más protegido, mas guardias a su disposición, todo para que nadie pusiera una mano encima a su amado.

    Pero existe un halo de esperanza, de que nada más allá de un susto y amenazas queden.

    Mu lo más seguro es que no se quitara el rosario, ese objeto pasado de generación en generación por los Alfas de la familia hacia los Omegas que aman, todo para defenderlos y protegerlos cuando no estuviera cerca.

    -Mu, resiste por favor…- La respiración agitada, los pasos que se apresuran, el odio incrementando, apretando la antorcha con sus fuerzas, y con la mano libre empuñando sus aros, preparados para atacar.

    Tiene la voluntad de seguir adelante, de no darse por vencido hasta que lo tenga de nuevo a su lado, entre sus brazos siendo protegido por él.

    Shaka hará hasta lo imposible para que eso pase, incluso si debe dar su vida para que la de Mu sea salvada.

    -¡¡¡TE MATARE!!! ¡¡¡TE ACABARE!!! ¡¡¡SI TE HAS ATREVIDO A TOCAR A MU, YO MISMO TE ASESINARE CON MIS PROPIAS MANOS!!! ¡¡¡NO ME IMPORTA TENER QUE PAGAR UN JUICIO DESPUÉS!!! ¡¡¡POR MU, MI DESTINADO, SOY CAPAZ DE CUALQUIER COSA!!!- Esas palabras las recita con determinación, con el ceño fruncido, sintiendo que esa energía vital que posee, se incrementa con cada paso, con cada deseo de su corazón en destruir a quien se ha dedicado a romper todo lo bueno de este mundo.

    Todo lo que ha hecho por la venganza de un Omega que nunca lo amo, arrastro a tantos a un infierno que no merecían…

    Pero al momento de que los inocentes logran por fin tener una esperanza, la felicidad…

    Este maldito hombre ataca, para regresar a tratar de destruir sus vidas… Podría ser que lo logre hacer…

    El segundo líder, sigue el caminar, solo guiándose de esos presentimientos, esas corazonadas que le indican en cierta forma el camino correcto.

    Llegando a un punto en donde conecta con varios caminos distintitos, apenas si deslumbrándose por el fuego que lleva el rubio.

    Esto siendo confuso, por primera vez, siente que donde debe seguir es incierto.

    La mandíbula se tensa, intentando calmarse, para acto seguido cerrar sus ojos, intentar concentrarse, solo debe pensar en Mu, en el rosario que está en su posesión, eso le ayudara a seguir.

    Pero… Su concentración dura muy poco, ya que alcanzo a reaccionar y esquivar aquello que estaba destinado a conectar con su cuerpo para herirlo.

    Retrocede unos pasos, para preparar sus aros, aunque fuera solo con una mano, dará batalla.

    Su reacción de odio se presenta, ante la figura que logra ver…

    Ahora el lugar parece un poco más iluminado, ya que quien se ha presentado, encendió ese pequeño espacio circular, con una canaleta de aceite en donde una sola chispa logra hacer que el fuego arda y deje ver más alrededor.

    Maldita vista que tiene Shaka, la que quería ver, solo para destruirla, para acabar con ese maldito hombre… Que aún no ha sabido que directamente fue el causante de la muerte de sus padres…

    Creyendo que solo de manera indirecta, pero eso es una razón más para acabarlo, tiene a su destinado atrapado, le causo tanto daño en los primeros quince años de vida, que jamás lo perdonaría.

    -Te recuerdo perfectamente- La voz socarrona y malintencionada del peli azul se hace presente, mirando despectivamente al rubio que le hace frente -¡¡¡ME ARREBATASTE A ESE OMEGA!!!- Su furia se incrementa de buenas a primeras.

    -¡¡¡¿DÓNDE LO TIENES?!!!- Arroja la antorcha, no le importa ahora, no quiere nada que la estorbe para este combate en donde jura que Saga no sobrevivirá.

    -Está a salvo, donde pertenece… ¡¡¡A MI LADO!!!- Saga prefiriendo usar armas de fuego por el momento, son de largo alcance, no tan pesadas y mucho más efectivas que un arma blanca.

    -¡¡¡CIERRA ESA MALDITA BOCA!!! ¡¡¡NUNCA PERMITIRÉ QUE LE HAGAS MÁS DAÑO A MU DE TODO LO QUE LE HAS HECHO!!!- Arroja rápidamente sus aros, para atrapar a este maldito idiota y obligarlo a hablar.

    Pero, el peli azul fue capa de esquivar en esta ocasión.

    En otro momento, con toda su energía vital, el segundo líder podría manejarlas mejor, pero su estado de ánimo no le ayuda, encontrándose desesperado, además que no tiene más que horas haber combatido con los Shadow’s, su cuerpo necesita descansar, igual sus armas están algo desgastadas.

    Esto sería un problema, contra alguien que ha pasado el tiempo solo aprovechándose de su poder, de todo lo que tiene, sin preocuparse más por nada y con las armas necesarias para herir a cualquiera.

    -¿Tú me harás pagar?- La sonrisa burlesca se hace presente, jactándose de la posición en la que se encuentra el rubio, creyéndose superior.

    -Dañaste a Mu, a su familia, al gremio, a Aioros su familia, y la mía…- No le importa que tenga que hacer, parece que es el momento decisivo en donde todo se resume a un último enfrentamiento.

    Pelear por salvar y vengar a los que amas y aprecias, el mismo se prometió que no morirá, no hasta que Mu este a salvo y entre sus brazos que sepa, que nada malo le ha ocurrido.

    Las motivaciones y deseos del rubio son estas.

    En cambio las del peli azul, son solo de tener lo que desea a la fuerza, obligar a un inocente a hacer sus caprichosos, sin importar el dolor y daño que ha causa y seguir haciendo mal a todos.

    No pasa más tiempo, el rubio ataca, no necesita por completo sus aros como arma, bien puede luchar cuerpo a cuerpo, mas necesitaría primero deshacerse de esa arma, que es un problema.

    Sin embargo, Shaka lo intentara de cualquier forma, aún tiene fuerzas suficientes para esquivar, atacar, solo esperemos…

    Que las logre tener en todo momento, no puede seguir bajando la guardia por la preocupación inevitable de pensar en su destinado.

    ---Grupo Ateniense---

    -Estos idiotas sí que son de lo peor- Un peli celeste lo dice algo fastidiado y arrojando a uno de esos Alfas lejos de su persona.

    -¡¡¡MILO!!! ¡¡¡¿ESTAS BIEN?!!!- Camus angustiado por que ese último ataque que sufrió su peli cerúleo le logro alcanzar a herir el estómago, no puede ser capaz de retener sus lágrimas angustiado.

    -Tranquilo, estaré bien…- Sonríe con un dolor punzante, algo grave, pero que no sería un impedimento para seguir adelante.

    -Pero…- Aunque este el otro en pie, le angustia perderlo…

    Paso todo tan rápido, todos haciendo su mejor esfuerzo, algunos perdiendo la vida, otros acabando con los enemigos, y dando paso a seguir adelante…

    La maldad no podrá triunfar si existen personas y faunos dispuestos a hacer el bien y traer a alguien importante de vuelta.

    -Lo siento si te asuste…- Su mano es llevada directamente a la herida poco profunda, pero si sangrante –Fue mi descuido, me agote un poco por usar mi veneno muchas veces… Solo debo descansar un poco…- Esto demuestra que incluso un Alfa, con todo sus beneficios que tiene por su condición al estar en la punta de la jerarquía, pero si se sobre fuerzan más de la cuenta, claro que se agotan, como cualquiera, salvo que su resistencia aun los mantiene en pie.

    -Fue porque me estuviste protegiendo…- Frunce el ceño, dejando escapar algunas lágrimas, el ver a ese Alfa que de alguna manera le roba el corazón cada día, estando herido, hace que la preocupación solo crezca -¡¡¡TE DIJE QUE YO TAMBIÉN PUEDO PELEAR!!! ¡¡¡TE LO HE DEMOSTRADO!!! ¡¡¡IDIOTA!!!-

    -Oye, no puedes culparme, por querer protegerte- Su mano libre, aunque también manchada de sangre, acariciar la suave mejilla del peliaguamarino, para brindarle el confort que necesita –Te dije que deseo que seamos más que amigos, quiero ser tu Alfa destinado y sé que lo seré-

    -No estando herido, puedes dejar de ser así…- El coqueteo que el escorpión hace, sin duda fuera de lugar por el ambiente, pero aprovecha ya que Camus está a su pendiente, aunque no está sentado en el suelo, ni nada por el estilo… Solo un momento para un respiró.

    -Camus… Vamos a avanzar…- De nuevo ahora el líder de este grupo, se empieza a sentir mejor, sus energías volviendo, aunque aún está algo debilitado por la herida sangrante que no lo deja tranquilo.

    -¡¡¡¿CÓMO PIENSAS HACER ESO?!!! ¡¡¡ESTAS HERIDO!!! ¡¡¡NO TE HAGAS EL FUERTE CONMIGO!!!- Puede negarlo tanto como quiera, pero pensar que pudiera perder al peli cerúleo, aunque la posibilidad sea mínima, lo estremeció demasió.

    El amor ha llegado a su corazón y de allí no lo podrá sacar nunca.

    -No es la gran cosa- Dando algunos pasos, para demostrar su punto.

    Y si bien es cierto, ahora lo está bien, pero… ¿Cuánto más soportará, sin que comienza a sentir los estragos de una pelea?

    Debería cerrar la herida primero, y eso tomara algunos momentos más de reposo.

    No piensa perderlo… No quiere, pero tampoco permitirá que el pequeño pelilila sufra…

    Tal vez no sea la mejor idea, pero al menos desea demostrar un poco su sentir, si al menos algo llegara a pasar, quería que Milo lo supiera…

    Camus decidió una cosa, que los demás presentes, no habían prestado atención a su “Discusión” de no noviazgo que están mantenido por que se habían herido el peli cerúleo.

    Pero si en este momento…

    Más rápido como pudo, solo debía ser espontaneó, demostrando que tiene esta capacidad…

    -Bien… Vamos… Y no pienso alejarme de ti, salvaremos a Mu y regresaremos a salvo todos…- Aprieta sus puños y de igual forma cierra sus ojos, pero se gira para plantar un fugaz beso en los labios del contrario, para acto seguido separarse y con las mejillas rojas y ceño fruncido decirle –Así que se más prudente… Por favor…-

    No pues esto si logra desarmar por completó el peli cerúleo, que intenta conservar la calma en este momento, pero… No puede aguantar más con ese beso tan perfecto a su parecer.

    Quería abrazarlo, darle sus muestra de afecto, pero… Algo o más bien alguien se lo impidió.

    -Sé que estoy haciendo un mal tercio y… Camus, buena maniobra que hiciste para que este despistado sea más prudente, pero… Puedo ayudar a que tu herida cierre y no sería conveniente que se den estas muestras de afecto ahora…- No es que quisiera interrumpirlos apropósito, si no que el tiempo apremia.

    Y pues Afrodita se preparó bien.

    Además tiene razón, no es el momento para que estos dos ahora si se demuestren algo más de afecto, de parte del peliaguamarino.

    Han logrado acabar a los malditos lacayos del peli azul, dejándolos quietos y envenenados que la muerte les alcanzará muy rápido y a otros que ya lo hizo.

    Dejando el camino abierto, y siguiendo el rastro que Dohko dejo, bueno solo el primer camino hasta ahora…

    Lo demás deben irlo descubriendo.

    Pero… Es verdad, están cerca de Mu y de ayudarlo, de eso no hay duda.

    ---En alguna parte con un a muy agotado Mu---

    Los pasos cada vez más débiles, su cuerpo se ha agotado de forma rápida… Sosteniéndose con ayuda de las paredes, puede que la sangre que lleva sobre su cuerpo no sea la suya, pero lo hace ver bastante preocupante su apariencia.

    La respiración agitada, sintiendo cada instante deseos de quedarse un momento sentados, descansar solo un instante, pero sabe que si lo hace, perderá tiempo… Saga o alguno de los otros malditos Alfas, lo podrían encontrar… Aunque no podrían hacerle daño, pero… Se ha puesto a pensar, que si bien no lo pueden tocar, usar alguna de sus armas de largo alcance, podría lastimarlo.

    No es tiempo aun para llorar, debe ser lo más fuerte posible, todo por salir de ese lugar… Correr lo está guardando para cuando sea extremadamente necesario...

    La poca agua que bebió, le está ayudando a mantenerse aun de pie, pero la falta de alimento le hace estragos cada momento.

    Mas debe intentar contenerse, y pensar en que si su esfuerzo sirve de algo ahora, será para volver a estar al lado de su Alfa y decirle la más hermosa notica de todas, por eso debe continuar, el pequeño que depende de exclusivamente de él… Merece vivir.

    Es curioso, claro que entendía perfectamente antes porque su papá hizo todo lo necesario para que estuviera bien, pero ahora lo sorprende aún más… Al estar dispuesto a hacer cualquier cosa para salvar a su futuro hijo.

    Incluso si no hubiera tenido el rosario, ni de otra… Posiblemente habría intentado engañar a Saga, para hacerle lo mismo que a esos guardias.

    Nunca se creyó capaz de acabar con la vida de un ser vivo, pero… En estos momentos te das cuenta que haces todo por proteger a quienes amas.

    Shion lo hizo en su momento, costándole la vida, con tal de que Mu tuviera una oportunidad para ser libre, ahora el pelilila está haciendo lo mismo, soportando el cansancio en su cuerpo, con tal de que Kiki jamás tenga que vivir un infierno como ese.

    Todos hacen sus esfuerzos hasta el límite, para proteger a quienes aman.

    Por lo cual Mu no se puede dar por vencido, los Omegas no siempre deben esperar a que su Alfa los rescate, si no luchar por salir de cualquier tormento y claro, si durante el camino reciben ayuda, es bien aceptarla.

    -Solo un poco más… Un paso a la vez…- Su corazón aun late acelerado, está haciendo un esfuerzo por continuar.

    Ha sentido el hambre desde hace horas, y más con la actividad física, aumenta.

    O quiere pensar en nada de eso, así que a su parecer es mejor seguir, pero concentrándose en alguien más.

    -Mi pequeño… Sé que debes tener mucha hambre, pero… Te prometo en cuanto salgamos aquí… Todo estará bien y… Cuando nazcas y crezcas, probaras dulces deliciosos, frutas muy ricas y… Jugaras, podrás ver el cielo azul, sentir el viento, la lluvia, ver las estrellas... Y no estarás solo, tu padre y yo estaremos contigo- Hablarle al pequeño ser, que apenas se está formando en su interior, le da algo de calma, solo imaginar que el fruto de su dulce amor, sea feliz, le da la fuerza necesaria.

    -Shaka, es tu padre… Mi Alfa, el que me ayudo tanto… Es tan bueno, lo amo tanto… Me salvo, me llevo a un lugar muy bonito con personas y faunos tan buenas… Allí veras que, aunque exista maldad en el mundo, también… Existe la bondad- Esas palabras que dedica a su pequeño, son como un recordatorio mental de cada cosa que ha vivido desde que su papá lo salvo.

    -También… Sabes yo creí que ya no tenía a nadie conmigo… Mi papá había muerto… Creí que mi padre había muerto, pero… No, tienes un abuelo y es alguien sumamente valiente, amo mucho a mi papá…- Sonríe… No sigue una línea fija de sus palabras, solo intenta hablar a cómo puede, intentando enmarcar todo lo que ha podido disfrutar.

    Y que con ello, nada, ni nadie… Mucho menos el mismo Saga se arrebatara…

    Ese loco, le arranco años de su vida, donde pudo disfrutarlas, donde habría podido ser feliz a lado de su papá, pero… Los primeros quince años de su vida, no serán recuperados, ni la vida del fauno que le dio a luz y amo de forma incondicional… Pero jamás lo tendrá, jamás alcanzara a herir a los que ama de nuevo.

    Mu está decidido en ello, sin importar que, será fuerte y luchara con más fuerzas esta vez.

    Lo ha jurado… Y lo cumplirá.

    En ese instante al sentir como sus lágrimas caen de sus mejillas, su corazón se estremece, comenzada acelerarse a un ritmo que podría asustar, pero al contrario le da calma.

    Aunque los sonidos metálicos se hacen presentes, además de algunas palabras.

    Sin duda una pelea debe estar dándose…

    No necesita siquiera ver de quién se trata para reconocer a uno de los contrincantes para su fortuna y alivio,

    Pero de igual forma, no necesita ver al otro tampoco, para su mala suerte.

    -¿Shaka…?- El terror de imaginar que este enfrentándose a ese maldito de Saga.

    Solo hace que su cuerpo reaccione a correr, a querer ir a ayudar en lo que pueda.

    No dejara que nadie más muera por él, no puede permitir que lastimen a los que quieren, no puede dejar que algo así pase.

    Ya no quiere ver a los demás sufrir por su culpa…

    Ambos siguen queriendo acabar con la vida del otro, no importa las consecuencias después.

    Shaka, podrá estar herido, pero le da igual, lo que sea necesario para rescatar a su destinado, a Mu… El corderito que no puede permitir que lo vuelvan a dañar.

    Saga estando igual de herido, pero su locura parece darle fuerzas, no sintiendo siquiera ganas de detenerse.

    Claro que jugando sucio desde el primer momento, pero no creía que este rubio le daría tanta pelea…

    Pero a su parecer es el momento de terminar esto.

    En un movimiento, logro volvió a tomar su arma.

    Con los aros del segundo líder, solo uno siendo usado de manera correcta, el otro ha dejado de funcionar por completo, además que Shaka ha estado gastando mucha de su energía vital por la lucha anterior, y con esta… Aun así dará todo de sí.

    Mas el peli azul, le sonríe confiado, el arma apuntando directamente a la cabeza del contrario, creyendo que esto podría ser suficiente.

    Claro que Shaka formularia un plan sumamente rápido, pero… Su único en mente es terminar esta batalla ya.

    -Jamás devolveré algo que es mío- Las malditas palabras del peli azul, haciendo referencia que el corderito es solo un objetó y de su propiedad.

    -Mu nunca te pertenecerá- Sus ojos azules brillan con la intensidad de su cólera ante el hombre de enfrenté.

    -Por haberlo marcado te crees su dueño también- La ira de solo recordar que el pelilila tiene esa marca de solo un Alfa.

    -Y no por eso, le arrebataría la libertad de escoger lo que desea- Podrá ser un Alfa en toda la atención de la palabra, pero siempre ha sabido que Mu tiene deseos de no estar en un solo lugar, que le daría todo lo que desea.

    -Entonces, no eres un verdadero alfa…- Sonríe triunfante, pues esta vez piensa que no fallara –Pero no importa, ese Omega será todo mío-

    A nada de apretar el gatillo, pero antes de eso, siente como a un costado suyo es atravesado por algo bastante filoso.

    El disparo suena, las gotas de sangre caen al suelo, y un ligero jadeo se escucha, al igual que un par de ojos azules impresionados por lo que logra apreciar.
     
  10. Threadmarks: Capitulo 50 (El Ultimo Suspiro)
     
    AMMU TEIKOKU YUDAINA

    AMMU TEIKOKU YUDAINA Usuario común

    Aries
    Miembro desde:
    13 Junio 2024
    Mensajes:
    266
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Mi Único Deseo (ShakaXMu) Yaoi
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Tragedia
    Total de capítulos:
    51
     
    Palabras:
    5263
    Al mirar los cabellos lilas, teñidos de sangre, el corazón se le detiene, creyendo que por su falta de reacción, está herido.

    Pero al ver que ese cuerpo se tambalea, observando como su vista se presenta en cámara lenta.

    Ver a quien está buscando delante de sus ojos, con un semblante que desde luego deslumbra el infierno que ha estado pasando.

    No permitirá que caiga al suelo, alza los brazos para lograr sostenerlo, temiendo que la sangre que acompaña a su Omega, pertenezca a él.

    -¡¡¡MU!!!- Su grito desesperado, al sentir el peso en sus brazos, sosteniéndolo con toda la fuerza posible, apretando la mandíbula, plantando sus zafiros en el pelilila.

    Desde luego los gritos de dolor de parte del peli azul no se hacen esperar.

    Es un corte de tajo, por el costado izquierdo al nivel del estómago, la hemorragia ha comenzado a salir a borbotones, además de las quemaduras que se presenta por el breve roce que Mu hizo en él y el rosario reacciono a defender a su portador.

    El disparó que dejó escapar, no conecto con su objetivo, incrustándose en la pared que daba a la espalda de Shaka.

    Incluso el dolor aumenta y es tan grande, que logra derrumbarlo de la molestia que presenta…

    Jamás lo creyó… Que Mu fuera capaz de hacerlo, no lo creía tan valiente de esa forma… Y ahora ve que ya no lo puede mantener bajo su dominio, no lo podrá controlar con el miedo y terror.

    Saga debe admitir que ese pequeño corderito que atormento por tantos años, ya no es el mismo que ve ahora… Valiente, capaz de enfrentarse a lo que sea por los que quiere.

    Una expresión que odia de solo mirarlo.

    Pero lo que piensa, lo que sienta Saga, no es importante ahora, ni siquiera es un motivo de prestar atención ahora, algo que puede ser un terrible error en poco tiempo.

    -Mu, por favor…- Temiendo lo peor, el rubio desesperado por encontrar donde se encuentra la herida que atormenta a su amado fauno.

    No le importa en lo más mínimo manchar sus ropas de sangre, sostienen a Mu con todo el cuidado del mundo, pero el hecho de que el pelilila no reaccioné es muy aterrador.

    Pero el tormento dura solo unos instantes más, ya que…

    Esos ojos verdes, se abren pesadamente, admirando el rostro de su Alfa, dedicando una sonrisa, sintiéndose de nuevo a salvo.

    El corazón del Omega late desbocado, sus manos algo temblorosas desean alcanzar a su rubio amado, sin embargo ahora si está realmente débil, que no se pudo mantener en pie.

    -Shaka… ¿Estas… Bien?- Pregunta su mayor preocupación, también está herido, lo puede ver cansado, su miedo de perderlo, pudo más que su malestar general.

    -¡¡¡¿A QUIÉN LE IMPORTA ESO?!!! Mu…- Acaricia la mejilla derecha del Omega, sonriente, sintiendo la calma en su corazón, porque este desierto –Lo único que importa es que tu estés a salvo-

    -Lo estoy ahora ahora…- Suspira, para cerrar sus ojos y acercarse un poco, para poder dar un beso al Alfa, uno que necesita, sus lágrimas caen de alivio, quien ama está a salvo, y es lo único que lo calma, además que estando ambos juntos, el fruto de ese dulce amor que se tienen, también lo estará –Lo estamos…-

    Fue un beso corto, apenas rozando sus labios, no es el momento ni el lugar de demostrarse su amor, no están para nada seguros, con un loco sufriendo de un profundo corte.

    Con cuidado lo sostiene, para admirar más de cerca a su corderito, pero extrañándose mucho al momento que esté le dedica esas dulces palabras.

    -¿Lo estamos?- Le cuestiona con rapidez, por su preocupación, angustia, dolor y miedo de que Mu estuviera siendo herido de formas horribles, ni se acuerda que han hecho su tarea, para que llegara a existir una nueva vida.

    No porque no fuera importante, si no que en estos momentos no prestas atención a nada que no sea la persona que estuviste buscando todo este tiempo, solo deseando que su vida este bien y seguro, para volver de regreso a donde pertenecen.

    -Shaka…- La sonrisa del Omega se presenta, aun tiembla por la falta de alimento, sus fuerzas disminuyen con cada minuto, pero aun es capaz de hacer un último esfuerzo si es necesario, esperando que no suceda así –Estoy embarazado, Espero… Un hijo, un pequeño… De los dos…- Su voz es más calmada y pausada, le cuesta hacerlo, pero ya no puede aguantar más por decir esta información.

    Su corazón, temía nunca poder decírselo de nuevo…

    En la soledad de ese encierro que pocos días, se prometió que se lo diría a su rubio amor en cuanto lo volviera a ver…

    Cumpliéndolo en ese instante…

    La notica es demasiado rápida, ni siquiera tiempo para reaccionar de inmediato, pero… No deja de ser una sorpresa valiosa, importante, algo que desde luego ambos deseaban.

    Era lo que habían hablado en esa noche… Las consecuencias que pudiera tener al hacerlo.

    Al sucumbir al celo de un Omega, Un Alfa puede llegar a entran en celo igual, y las posibilidades de preñar al corderito desde luego aumentaron.

    Terminó dentro, era lo más posible un pequeño ser de ambos…

    Un resultado de amor tan hermoso y valioso.

    -Mu… ¿De verdad?- Su boca abierta ligeramente, fijando sus zafiros en las esmeraldas, de donde unas lágrimas comienzan a brotar, demostrando la emoción del interior.

    -Si… Shaka…- Apenas si pudo responder estas palabras.

    Cuando los brazos de su Alfa lo aprisionan en un fuerte abrazo, en donde la cabeza del pelilila se posiciona en el pecho del rubio, para sentirlo seguro, reconfortarlo, demostrarle que nada malo ocurrirá ahora.

    No puede soportar más, es una emoción muy grande, usualmente no se deja llevar por ellas, pero… Son demasiadas cosas vividas en poco tiempo, lo que más deseaba es tener de nuevo a Mu entre sus brazos, para protegerlo e impedir que algo malo le vuelva a ocurrir y ahora le da esta noticia, que ambos serán padres en un futuro cercano.

    Jamás volverá a permitir que algo mal le pase a su Omega, a su amado Mu y mucho menos a la pequeña criatura que crece dentro de este.

    Sostiene con su mano la nuca del fauno, sin importar la sangre seca que este lleva en su cuerpo, al verificar que no tiene herida alguna, es una buena noticia.

    Después de preguntar que paso, ahora esta calmado… Lo tiene a su lado, es lo único que importa.

    -Juro que nada malo te volverá a pasar… Estarás bien… Los protegeré a ambos… Perdóname, por no cuidarte… Yo…- Su rostro se oculta en la cabeza de Mu, evitando que este lo pueda ver, dejando que sus lágrimas caigan de golpe, pero mantiene su voz calmada…

    Lo más que pueda, después de una noticia que se necesitaba decir.

    -Shaka… No es tu culpa… Fue mía, por no hacer caso…- Puede sentir el corazón de su rubio latir con fuerza, ese sonido, esa sensación de calidez, el aroma que jamás será confundido por nada, que solo pertenece a quien ama…

    Todo esto lo hace sentir bien, seguro por fin… Que nada malo podría ocurrir.

    Por esa razón, ambos, de esta pareja de destinados están derramando lágrimas de emoción y tranquilidad, también el miedo de nunca volverse a ver, dejando expresar todo.

    Son demasiadas emociones encontradas, pero al fin podrían estar en paz…

    O eso se podría esperar…

    Cometieron un terrible error, bajar la guardia…

    En un lugar donde un enemigo aún se mantiene vivo, desde luego no están para nada seguros.

    Y más con la emoción de que el Alfa se acaba de enterar que su Omega está llevando a un pequeño de ambos.

    El fruto de su amor que tanto amaran y protegerán con sus vidas.

    Ver esa escena, una que jamás lograra tener, nadie existe para él…

    Por lo cual ha robado la felicidad de otros, solo para hacerlos sufrir, para arruinar todas las vidas posibles,

    Ya que si él no pudo ser amado por el Omega que alguna vez amo y deseo…

    Entonces se encargaría de cada Fauno Omega que conociera, le destruiría todo lo que representan, pero antes los humillaría, y haría todo el daño que pueda, hasta que la muerte los alcance.

    Decisión que tomo, ya que su muerte es inminente, después de todo… Esa herida fue profunda, los golpes y cortes que recibió de parte del Alfa rubio también le harán estragos, además… Las quemaduras son dolorosas.

    Sabe y entiende que no va a salir con vida, esto es verdad…

    Ya no le importara nada…

    Pero… Mu tampoco disfrutará de una vida feliz.

    Su arma cayó lejos de él… Pero aún tiene un as bajo la manga, algo que puede ocasionar un daño mortal, si llega a atravesar la parte del cuerpo correcta.

    Decidiendo en ese instante quien sería su víctima.

    Su fuerza Alfa está llegando al límite, pero… No se dará por vencido, el odio, la sed de venganza es lo que lo impulsa, aunque sea todo para mal… Lo hará… Acabará a todos quienes deseen ser felices.

    Se levanta con pesadez de donde su cuerpo cayó…

    Mira con odio a ambos destinados, deseando ya acabarlos de una buena vez.

    Pero el sufrimiento eterno puede ser mejor venganza que cualquier golpe decisivo.

    Aun con la sangre escurriendo, aprovechando la distracción de la pequeña burbuja de felicidad que ambos presentan, se va contra ambos.

    Con una daga en mano, lista para ser clavada en la espalda del Alfa, donde sea para provocarle una herida, pero… Su plan no sería del todo matarlo.

    El sonido de los pasos apenas fue perceptible por ambos, principalmente por el corderito, el cual su reacción es inmediata.

    Sus fuerzas, ¿De dónde las saca?

    Es el misterio más grande, tal vez sea su condición de llevar dos sangres de diferentes faunos, un Corderito es más delicado de su cuerpo, pero un tigre tiende a tener mayor resistencia… Dos habilidades que ha sabido utilizar a su favor… Pero sigue siendo Omega, embarazado y sin alimento que le dé más energías.

    Las cosas se van a complicar en pocos momentos.

    Apartando a su Alfa para evitar que este reciba daño, confiando en el poder del rosario…

    Nadie en su sano juicio sería capaz de soportar el calor extremo y el vislumbre que llega a manifestar dicho objeto, pero…

    Sabemos que Saga ya no está en sus cinco sentidos… Ha perdido por completo el juicio, y su plan solo requiere lo siguiente.

    A Mu.

    Se detuvo por la luz cegadora del rosario, intentando cubrirse los ojos.

    Pero ver al pelilila tan cerca, no le importa para nada tener que soportar el dolor que presentara si lo llega a tocar, después de todo…

    El peli azul parece que se ha resignado en que podrá morir…

    Más pronto de lo que cree.

    En cuestión de segundos esto ocurrió.

    Shaka, apenas si reacciona de igual forma que Mu, al sentir como una mano sujeta sus ropas.

    No era una gentil, sino una tosca, que lo sostiene con fuerza que lo llega a lastimar.

    Sujetándolo con ayuda del brazo izquierdo, sosteniéndolo del cuello, contra el cuerpo del maldito loco de Saga, con esa daga directamente contra el cuello del Omega.

    Todo pasó sumamente rápido…

    El dolor que presenta en su brazo y pecho es completamente ignorado, puede llegar a sentir su carne quemarse, pero no le interesa…

    Su locura parece estar escalando a un nivel de psicosis de donde sin importar el dolor sentido, no le interesa, solo cumplir un único deseo.

    Obviamente intentar violar a Mu, sería una estupidez, Shaka lo mataría si siquiera lo hiciera y no pudiera cuásar el daño que desea.

    Su mente retorcida, solo calcula a medias, lo que quiere.

    Pero si tiene a Mu de rehén, prefiere hacer lo que está planeando de una sola vez…

    Sonríe, hacia el rubio, que lo observa con los ojos azules bien abiertos, el ceño fruncido, las manos en puño, la rabia del odio intenso se presenta en el joven.

    Es completamente impensable que por no haber reaccionado con mayor rapidez, en vez de abrazarlo y tratar de saber que está bien, de impresionarse por la noticia, perdido tiempo en donde pudo haber sacado a su amado Mu.

    -¡¡¡SUÉLTALO SAGA!!!- Aunque sus aros están inservibles ahora, aún le queda algo bajo la manga, solo se usa en emergencias…

    No pensaría que debería usarlo, pero… Es de Mu de quien habla, en este peligro y ahora con la noticia que le ha dado…

    Es impensable que su familia, la única que le queda y que defenderá contra todo…

    Si algo les sucede…

    Un pequeño cuchillo, empuñado en su mano derecha, sujetándolo con todas sus fuerzas.

    Con esto amenaza al peli azul, si no deja a su amado Mu, lo destrozara por completo aquí y ahora.

    -No, no hare tal cosa- Sonríe, con las pupilas dilatadas, dejando una expresión aterradora en su rostro.

    El brillo que proyecta el rosario, parece no alcanzarlo, pues no mira hacia el de cabellos lilas, si no al frente, desafiando a Shaka.

    -¡¡¡¿CREEN QUE LOS DEJARE GANAR?!!! ¡¡¡¿QUÉ NO HARE SUFRIR A ESTE VULGAR FAUNO?!!!- Aprieta con mayor fuerza el cuello de este con su antebrazo.

    La reacción de Mu, es sujetar el brazo, intentando apartarse, moviendo su cabeza desesperado, para que sus cuernos le hieran, pero en este punto sus energías se han agotado, apenas capaz de mantenerse de pie, temblando, y dejando escapar lagrimas pues la presión le dificulta respirar.

    -Suel… Ta… Me…- Es como el hilo de voz del pelilila sale, mirando con desesperación a su Alfa.

    -¡¡¡NO LO HARE!!!- Le responde, apretando más el cuello del menor, alzándolo con esto mismo del piso, para que la sensación de ahorco sea mayor.

    -¡¡¡YA DÉJALO!!!- Shaka está dispuesto a ir directamente contra Saga, no lo va a pensar dos veces, pero… Antes de siquiera seguir sus pasos, con firmeza y odio.

    El peli azul rápidamente lo observa, para frenarlo de una vez por todas.

    -¡¡¡DETENTE DE UNA VEZ!!! ¡¡¡SI SIGUES CAMINANDO, ESTA DAGA…!!!- Sonríe, acercándola con su mano libre hacia el plano vientre del Omega –¡¡¡TERMINARA ENTERRADA EN ESTE LUGAR!!!-

    No, no podía ser… Por solo no ser rápidos, cometieron un terrible error, cantar victoria antes de estar por completo seguros.

    Ahora se enfrentan a un peor escenario.

    Pareciera que todo lo que han hecho hasta ahora, lo que aquellos que los quieren y aman, no sirviera de nada…

    Saga vuelve a tener las de ganar.

    -No… Por favor…- Sentir el metal frio de ese arma blanca contra su vientre, es tan aterradora sensación, sus lágrimas caen con desesperación… Había hecho tanto para que esa pequeña criatura en su interior tuviera una oportunidad de vivir feliz y ahora… No parece existir nada que los salve.

    Es imposible…

    El rosario aunque intensifique el brillo, que no afecta a Mu y mucho menos a Shaka, no parece tener efectos, el calor igualmente se debe estar i aumentando, llenando el lugar de un olor bastante nauseabundo de carne quemada.

    Es completamente posible que una persona que ha perdido por completo la cabeza, sucumbiendo a sus instintos más primitivos, pero al grado de no mantener su seguridad, es un acabose.

    No le interesa vivir, sino solo seguir arruinando las vidas de todos.

    Comprendió en el momento que supo de intrusos, que Mu es alguien importante en la vida de muchos, si al final de cuentas les arrebata ese corderito, aunque no pudiera hacerlo suyo como deseo y mantenerlo bajo sus garras.

    Le queda solo una cosa por hacer, acabar con la vida de este, así condenara a todos… A un sufrimiento que jamás acabaran.

    Más, se deberá dar prisa… El calor también lo terminará matando, al atravesar la piel…

    La sangre sigue saliendo de aquella embestida que Mu le dio, lo odia… Odia todo lo que tiene que ver con Faunos, por eso les quería hacer la vida imposible a como diera lugar.

    Salvo que este pequeño corderito, resultó ser más fuerte de lo que esperaba.

    Ahora, terminara con esto de una vez por todas.

    -Ja, ja, ja, ja, ja, ja- Es la risa que lanza a carcajadas, de una forma estridente, acercando más la daga al cuerpo del menor, para atravesar la ropa y con esta una pequeña parte de la piel, suficiente para hacerlo sangrar, pero no ser algo de gravedad.

    -¡¡¡NO!!!- Es al suplica de Mu, su forcejeo continua… La falta de aire también es una gran desesperación, no podía dar se aun por vencidos, pero sus movimientos carecen de energía y fuerza.

    -¡¡¡BASTA!!!- Shaka, esta entre irse contra ese maldito loco, con el riesgo de que de verdad provoque la muerte de ambos seres amados por él, o quedarse a ver lo que ese imbécil logre hacerla a Mu.

    La segunda no es ni siquiera opción de pensar.

    -¡¡¡TIENES RAZÓN!!! ¡¡¡YA BASTA DE ESTO!!!- Retira la daga de aquella zona en donde una pequeña herida se ve, para colocarla sumamente cerca del cuello donde había estado al inicio -¡¡¡MU, PEQUEÑA ZORRA, COMO TU PAPÁ, TE DARÉ FIN A TU MISERABLE VIDA!!!-

    -¡¡¡DÉJAME!!! ¡¡¡TE LO SUPLICO!!! ¡¡¡MI HIJO NO MERECE MORIR… POR FAVOR!!!- Su grito se hace resonar por todo el lugar.

    Obviamente escapando del recinto circular, para llegar a los oídos de alguien más…

    Un ser que está sumamente cerca y con el olor a carne quemada, le da una pista, de que la situación está mal.

    La voz es de su hijo, el aroma que invade sus fosas nasales no corresponde a la de su pequeño o del rubio, por esa razón no sabe quién sea, pero lo que sí, es que…

    Ese hijo que tuvo con su amado Omega, está en peligro y debe rescatarlo.

    -¡¡¡SI NO ERES MÍO, NO SERÁ DE NADIE MÁS!!!- Es lo que exclama Saga, con un rostro de desquiciado, dispuesto a seguir su último plan.

    No lo piensa más, entiende que Saga acabara con su esposo… Por las leyes de su familia, ese rosario da a entender ese título, que nadie le podrá arrebatar.

    La daga cerca del cuello de Mu, un solo golpe sería capaz de arrebatarle la vida en el acto.

    Empuñara ese cuchillo con todas sus fuerzas, no puede permitir que Mu muera, no lo puede hacer, su destinado no puede irse de esta forma, de ninguna.

    Sus pasos corren directamente contra Saga, alzando el cuchillo para enterrarlo directamente en una zona que acabe con el peli azul de una vez por todas.

    Ocurrió todo tan rápido…

    Unos pasos apresurados también se hicieron presentes, solo alcanzando a ver una cabellera azul de espaldas, un charco de sangre y las suplicas de Mu, sus sentidos son muy sensibles saben que vienen de ese sujeto.

    El cual coindice con los rasgos que Mu le menciono de ese tal Saga.

    No lo dudo más, igual como Shaka ya no tuvo más dudas.

    Yendo contra ese idiota.

    Las garras de Dohko se clavan en la espalda de ese idiota, rasgando la piel por completo, cortes profundos que la muerte es inminente.

    Pero no solo la sangre de ese lado se presenta.

    El rubio igual, el arma que lleva directamente contar el cuello del peor enemigo que hubiera conocido en la vida, quien arruino el gremio, arrebató la vida de los padres de Aioros, y que… Aún seguía sin saber que fue el culpable de la muerte de los suyos.

    Puede que nunca se entere ahora…

    La sangre del cuello sale a borbotones, igualmente de la boca de este peli azul, más la fuerza la mantiene en su brazo para no dejar a Mu liberarse, solo por una razón…

    La sonrisa de esos labios, se hace presente, como burlándose del rubio, el cual lo mira con una cara de profundo odio.

    Su mano que dejo libre van dirimente para sostener a su preciado Mu, pero… Algo debe andar mal, sumamente terrible.

    Al escuchar esas malditas palabras.

    -Ira conmigo…-

    No le importo dejar el cuchillo enterrado en el cuello del peli azul, ni si quiera le importaba la presencia del castaño, sus manos directamente a rescatar a Mu.

    Sostenerlo entre sus brazos, verificar que este bien de nuevo.

    Lamentablemente, ambos no fueron rápidos, tal vez porque aun que corta la distancia, no alcanzaron a detener esto.

    En un costado del Fauno, esa daga que Saga sostenía se encuentra clavada…

    ¿En qué momento bajo la mano?

    El cuello de Mu, era una zona que no tendría la certeza de conectar, pues el movimiento era brusco.

    Pero la parte de las costillas, estaba más bajo control, además si era profundo, atravesaría el pulmón, sería una muerte lenta y dolorosa, con la desesperación de estar ahogándose.

    Solo quería el sufrimiento de todos, como último triunfo en su miserable vida.

    El grito de dolor en el pequeño corderito no se pudo hacer presente, solo un leve quejido, la sensación de estarse sofocando, fue en ese momento demasiado.

    Solo que sí, el dolor se presenta y la cálida sangre que sale de su interior, las lágrimas igual…

    -¡¡¡MU!!! ¡¡¡NO!!!- Sus manos tiemblan al ver que quien más ama, esta con esa clase de herida, sosteniéndolo con fuerza, sus piernas flaquean, sintiéndose impotente.

    ¿Cómo permitió que esto le ocurriera a Mu?

    La culpa por no ser precavido, por no prestar atención.

    Todo esto lo siente como su culpa.

    Se confió, la emoción de que esa noche, su amor se volvió sangre y carne, que todo pareciera estar bien.

    A veces cuando más feliz te encuentras y por bajar la guardia todo puede acabar en solo unos segundos.

    Sostiene a Mu entre sus brazos, alzando la cabeza de este, recostándolo en sus piernas, no podía permitir que algo le ocurriera, pero moverlo, sería el peor error de todos.

    -Por favor… No… Por…- El miedo, su peor terror parece que se está volviendo realidad…

    Las esmeraldas llevan lágrimas, mirándolo de frente, con una mueca de dolor, y las delicadas manos de su Omega, siendo llevadas hacia su propio vientre.

    -Sha... Ka…- Lo llama con cuidado, parece que la voz se extingue.

    -Todo estará bien… Lo juro, ¡¡¡LO PROMETO!!! ¡¡¡NO TE ESFUERCES POR FAVOR!!!- Su voz no se controla, su desesperación es enorme, el grito es lo que puede permitirse ahora.

    Como el hierve de la sangre, desea ir contra ese maldito loco, acabar de matarlo si es que aún no le llega, pero es más importante que Mu se estabilice, aunque… En este momento no hay nada que lo pueda ayudar.

    El castaño, aprecia esa escena, su hijo, el único recuerdo de su amado Shion, el fruto de ese fugaz amor.

    Todo viene a su mente, pensar que solo había conocido el sufrimiento, por no haberlos sabido proteger…

    No podía ser… Mu no podía… No…

    La sangre de su cuerpo hierve, la furia se incrementa…

    Ese instinto destructivo, su origen de Alfa se hace presente, el deseo de seguir rasgando el cuerpo de quien le ha arrebatado la vida a su amado Omega y ahora… Que hiriera de esta forma a su pequeño, no… No lo perdonaría.

    Sus garras retractiles se presentan, y aunque la poca vida que queda en el cuerpo de ese maldito de Saga, no se ha escapado del todo, Dohko ara que su muerte sea la más dolorosa posible.

    Desgarrara la piel del rostro, los ojos, todo el dolor que tuvieron que pasar ambos faunos herbívoros lo pagara ahora, en sus últimos momentos.

    Posiblemente murió al momento de empezar.

    Pero el odio no lo permitir ver nada, su vista parece solo estar teñida de rojo sangre, mientras sus lágrimas caen.

    Todo esto es un desastre.

    Aunque sus fuerzas disminuyan con cada segundo, su respiración le cuesta más, una sonrisa se deja ver en su rostro.

    -Si… Existe una posibilidad… De que… Nazca nuestro bebe… Po... Por… Fa… vor…- Las lágrimas salen de esos ojos verdes, que mantienen un brillo triste, admirando a su amado Alfa.

    -¡¡¡MU ESTARÁS BIEN!!! ¡¡¡NO LO DIGAS!!!- No quiere escuchar esas palabras, en donde se queda en claro, que la muerte se acerca.

    -Es… Necesa… Rio…- Sus manos temblorosas, todo el esfuerzo que hizo, al fin le cobra factura, logro hacer mucho… Pero al parecer no sirvió de nada –No quiero… De… Jar… Te solo…- El llanto es eminente, como la sangre que sale de aquella herida.

    Sacar aquella daga sería contraproducente, la hemorragia sería mayor.

    Pero… ¿De qué serviría hacerlo no?

    La debilidad del cuerpo de este Omega al fin se presenta, ya sin mayor fuerza…

    Sus motivaciones…

    Shaka está a salvo, su padre igual, el mayor dolor es que… No pudo ser fuerte, para seguir en pie hasta que su pequeño naciera, pero… Aún le falta mucho tiempo.

    -No, no lo harás…- Intenta suplicar, como si con estas palabras pudieran ser eficaces para evitar que algo tan terrible se lleve a su Omega.

    -Quiero… Que Kiki nazca…- Sonríe, asintiendo débilmente –Así, lo he llamado… Solo… Un mes… Faltan… Muchos más… Pero… Quisiera que se quedara… Contigo…-

    -¡¡¡MU!!! ¡¡¡BASTA DE DECIR ALGO ASÍ!!! ¡¡¡NO PERMITIRÉ QUE MUERAS!!!- Abraza al pelilila con todas sus fuerzas, las lágrimas de esos zafiros caen, empapando sus ropas, poco importa eso.

    Si pudiera hacer algo, si la vida le diera la oportunidad de cambiar las cosas.

    Mu debería vivir, y él morir…

    Pero… A veces lo que deseas no se puede cumplir… Por más que te esfuerces…

    -No llores…- Pidiendo algo imposible –No te culpes…- Sus manos no tiene fuerzas ya para levantarlas y acariciar el rostro del rubio, pero su boca presenta una sonrisa tristemente –Nada de esto… Es tu culpa… Ni la de mi padre…-

    Aun en sus aparentes últimos momentos… Solo piensa en que aquellos que ama, que no se sientan mal o culpables de este acontecimiento…

    No soportaría verlos sufrir.

    -¡¡¡MI DEBER ES PROTEGERTE!!! ¡¡¡FALLE EN ESO!!! ¡¡¡YO DEBERÍA MORIR, NO PERMITIRÉ QUE TU…!!!- Aprieta la mandíbula con fuerza, es imposible terminar esa frase sin que su corazón se desquebrajé.

    -No fallaste… Shaka, mi amado Shaka, tu… Me diste una enorme felicidad… Que jamás…- Una ligera tos se presenta, pero esta deja en evidencia los estragos de la peor herida en su cuerpo, un hilo de sangre escapa de la comisura derecha del fauno.

    -¡¡¡NO TE ESFUERCES!!! ¡¡¡POR FAVOR!!! ¡¡¡PARA!!!- Esto es muy malo, evidencia que su cuerpo por dentro está agotándose y fallando… No quedaría mucho tiempo…

    -Si…- Intentando recuperarse un poco, solo para continuar –No lo digo ahora… Jamás… Me lo… Perdonare…-

    El tigre había dejado al sujeto irreconocible, sus nudillos, garras, están manchada de sangre, de esa pútrida del maldito que al fin ya no molestará, pero… Arrebato a un inocente la oportunidad de vivir, a alguien que no debía morir, que no debía pasarle nada.

    Sus labios tiemblan, ver a su hijo en ese estado, la sangre escurriendo de manera ligera, pero que está formando un pequeño charco debajo.

    Se deja caer a un lado, viendo lo inútil que fue de nuevo…

    Los ojos iguales a los suyos parecen apagarse, sus manos manchadas de sangre quieren tocarlo, llevarlo para que alguien lo salve, pero…

    Al parecer… Solo un milagro podría hacerlo y en este mundo, eso puede escasear a veces.

    -Gracias a ti… Pude ser feliz…- El dolor comienza a invadir su cuerpo, mas ya no se queja… Nunca lo hizo, sentía que… Esto ya no era necesario –En menos de… Un año… Lograste… Que quince de… Sufrimiento… Se fueran…- Rompe el corazón de cualquiera estas palabras tan hermosas y dolorosas.

    El rubio deja que su corazón se exprese, derrame esas lágrimas que no se detendrán, escuchar que su Mu le agradece algo que hizo, porque así lo quería.

    -Me amas y… Es lo único que me devolvió la felicidad… Que creí…- Otra tos que dificulta el habla cada vez más –Jamás… Tener…- Calla un instante, para intentar recuperar el habla -Mi papá… Hizo tanto por mí, le agradezco… Que me salvara… En una oportunidad… Que no merecía…

    -Hijo… Debemos…- Sus manos temblorosas, con las lágrimas de impotencia están en su ser, no saber cómo ayudar, las plantas que pudieran hacerlo… Están sumamente lejos de esta zona, aun con toda su rapidez, no sería capaz…

    -Padre… Por favor… Ya no se culpe de nada…- Mirando a su progenitor con sus lágrimas escurriendo, queriendo reconfortarlo, de que olvidé ya el sufrimiento –Solo le suplico que… Sonría… Papá siempre me dijo que… Tu sonrisa… Lo hacía feliz… Hágalo por él- Puede que en este punto, su mente este divagando tanto, pero...

    ¿Quién no lo haría?

    Es demasiado, esto es tan cruel para ambos Alfas… Sienten que su corazón se desgarra, de diferentes maneras, su dolor aumenta, porque ese pequeño Omega en brazos del rubio, significaba todo para ambos.

    -Lamento… No decirles tanto… A los demás, pero… A todos… Lo quiero mucho…- Recodando a aquellos amigos que hizo en el gremio, aquellos que en algún momento lo ayudaron.

    Respira con mayor dificultad cada segundo, sus manos siguen en el mismo lugar, el vientre que recibió una pequeña herida, lamentándose por que no pudo darle la vida a ese pequeño.

    -Lo siento… Yo… Quería que… Kiki naciera… Pero…-

    -¡¡¡VAS A LOGRARLO!!! ¡¡¡LO SÉ!!!-

    -¡¡¡SI, MU… POR FAVOR… SE FUERTE, SOLO UN ÚLTIMO ESFUERZO!!! ¡¡¡POR FAVOR!!! ¡¡¡HIJO!!!-

    -Padre… Te quiero mucho…- Esas palabras con esa sonrisa… Es al parecer una triste despedida…

    -Mi pequeño…- El labio inferior tiembla, derramando lágrimas de esas esmeraldas, es uno dolor sumamente grande, perder a tu hijo –Yo también te quiero mucho…- Acercándose, solo para contemplar a quien debió ser protegido por él, pero no se puedo, por deseos egoístas de terceros.

    En ese momento el corazón del tigre, sabe y entiende que perderá el único motivo que tenía para seguir adelante, para vivir…

    Y compartirá este dolor con el rubio que le desagrada, pero que se soportaban solo por el pequeño pelilila.

    Sus ojos posándose en el castaño, para después ligeramente levantarlos y ver a quién ama, con todo el dolor del mundo, deseando que esto no ocurra.

    -Shaka… Te amo… Te amo tanto… ¿Po… Drías… De… Jar… Que… Vea tu sonrisa?- Una petición que desea con todo su corazón.

    No lo piensa más, ni le importa para nada, que la sangre escapara de esa dulce boca, un beso… Le quiere dedicar uno más…

    Pidiendo a su Diosa que no se lo arrebate, que no lo aleje de él.

    Un beso que tiene un sabor agridulce…

    Y no por la sangre…

    ¿Es uno de despedida?

    El escenario nos dice que si…

    -No puedo… Dejarte ir…- Es lo que la voz del rubio Alfa deja escapar, pero… Cumple esa petición única.

    -No me iré, te juro… Que estaré a tu lado… Siem… Pre…- El beso lo sintió tan agradable, precioso… Un hermoso recuerdo que se llevara…

    Con la mejor vista de todas….

    Habiendo hablado y dicho a las dos personas que más ama, sus peticiones.

    -Te amo… Mi amado Shaka…- Los ojos se cierran, la debilidad de la voz se escapa…Las manos se mantiene en su lugar, pero… Un último aliento se presenta…

    Como una triste despedida.
     
  11. Threadmarks: Capitulo 51 (Su Único Deseo)
     
    AMMU TEIKOKU YUDAINA

    AMMU TEIKOKU YUDAINA Usuario común

    Aries
    Miembro desde:
    13 Junio 2024
    Mensajes:
    266
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Mi Único Deseo (ShakaXMu) Yaoi
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Tragedia
    Total de capítulos:
    51
     
    Palabras:
    8307
    -El tiempo transcurre, es muy diferente a la última vez…-

    -Algo frio, pero no es tan sofocante, a como en aquella época en que vivía-

    -Las cosas han sido tan diferentes después de ese día…-

    -Aquellos amigos que hice, comenzaron realmente a vivir sus deseos-

    -Los que me habían contado, todo lo que esperaban de su vida, lo logran de a poco-

    -Es difícil creer que en algún tiempo, todo fuera tan cruel en nuestras vidas, pensando que jamás lograríamos liberarnos de estas ataduras-

    -Y aquí están, demostrando que eso no siempre es verdad-

    -La vida puede ser extremadamente cruel, horrible en ocasiones y dura, pero no por eso… Quiere decir que será así siempre, que un halo de esperanza pueda llegar de la manera más inesperada y hacerte tan feliz-

    -Qué crees que es un sueño-

    -Puede que en eso se convirtieran tantas vidas ahora, y espero que nunca se les destruya su derecho de ser felices-

    -Si me pongo a pensar, a recordar con atención… Podría decir que de a poco, mis amigos ahora ya nada los atormentará, nunca más-

    -Shura, las sonrisas que ahora dedica son tan sinceras, sobre todo porque actualmente, está unido de por vida con su destinado, el primer líder Aioros-

    -El trato que los ancianos hicieron, con la condición de que los lideres derrocaran a los Shadow’s, sellándolos, algo que cumplieron los pertenecientes al gremio Ateniense, con la ayuda de los otros gremios-

    -Mi buen amigo, ese fauno que me cuido cuando recién llegue al gremio, ahora… Está esperando por fin una pequeña cría, tuvo dificultades por su pasado, pero al final consiguió que esa maravillosa noticia ocurriera, aún le falta unos pocos meses para dar a luz-

    -Incluso en donde estoy, me dan ganas de llorar de emoción-

    -Sé que el primer líder lo cuida mucho, lo protege y el pequeño hermano de este, Aioria… También ayuda mucho a Shura, incluso haciendo los deberes del gremio, se ha logrado acostumbrar a la vida de un fauno “Civilizado”, aunque aún disfruta a veces sacar de quicio a los demás, solo que no lo hace tan seguido para no molestar a su ahora cuñado-

    -Su unión, fue una a base de las tradiciones del gremio, con un listón blanco uniendo sus vidas, en una ceremonia ante los ancianos, que debieron tragarse su descontento inicial-

    -Nada demasiado llamativo, fue una petición que Shura le pidió a su Alfa, desde luego fue cumplida-

    -No olvidare ese momento, la sonrisa de ambos, por fin… Serian felices, se lo merecían-

    -Espero que puedan ser felices, al momento que cumplieron sus deseos de estar juntos, sin el miedo de ser heridos por las antiguas leyes de castidad, eso se rompió… Y ahora… En unos meses serán padres-

    -Sé que sin importar que llegue a ser él bebe, fauno o humano, niño o niña, Alfa, Beta u Omega… Lo amaran tanto, pues en el gremio ya lo esperan con suma emoción todos los que allí habitan-

    -Incluso puedo decir, que alguien más espera también ser muy pronto padre, salvo que su amado Omega, no está precisamente listo para ser papá aun-

    -Camus, Milo… Ustedes dos, no saben cuánto les agradezco todo lo que hicieron también por nosotros…-

    -Mis lágrimas vuelven a escapar al solo recordar esos momentos, el infierno que vivimos mi papá y yo, Camus fue el único que nos tendió una mano amiga… Gracias a él, creo que pudimos sobrevivir, y ayudo mucho para que mi celo se retrasara lo más posible… Además… Fue también el único humano hasta esa fecha, que podría decir… No era malo-

    -Le agradezco haberle dado una sepultura digna a mi papá, y espero que jamás vuelva a estar en un peligro como en el que estuvo parte de su vida-

    -Ahora, debe dejarse querer y consentir un poco más, además… Que jamás volverá a estar solo, Milo estará con él a como dé lugar, se lo ha demostrado antes y seguirá así por siempre-

    -Soporto ese momento crítico de un Omega, sin hacerle ningún daño o marca, acabando con cualquiera que lo hiriera-

    -Son felices, aunque Camus aún debe acostumbrarse al gremio, le es difícil, y más al ser el Omega de Milo, aunque aún no se unen de forma permanente, puede que no sea muy lejano ese día que eso ocurra-

    -No apresuraran las cosas, no lo necesitan, son felices así, puede que en el futuro, den la hermosa sorpresa de estar esperando un bebe-

    -Me pregunto, si el pequeño o pequeña, herede las características de un fauno o sea por completó un humano, sé que será tan querido y amado, Camus es muy amoroso, aunque lo trate de negar-

    -Pero por el momento le es difícil llevar a cabo las responsabilidades que se presentan como nuevas, sobre todo por ser el Omega de un Líder… Shura lidio con ellas una temporada, ahora por su embarazo no puede hacerlas, pero Camus debe aprender, para cuando sea oficialmente el esposo de Milo, o como ahora es su titilo, el segundo líder del gremio Ateniense-

    -Eso me hace recordar, Yuzuriha y Marin siguen en el gremio, ellas se criaron prácticamente en ese lugar y es lo que conocen como hogar, son felices, y aunque ambas sean betas, sé que pronto encontraran a alguien especial, sus sonrisas en esos días especiales, jamás las podre olvidar-

    -Además, creo que el pequeño Aioria tiene un cierto enamoramiento con Marin, aunque ella es un poco más grande que él, se le hace adorable… No sé, no pondré mis manos al fuego, pero… Seria curioso que algo así ocurriera-

    -El señor Manigoldo, al parecer decidió dejar su posición en el gremio, decidiendo retirarse, aunque se ha quedado cerca en la ciudadela, como si fuera aun una extensión de los Atenienses de manera no oficial, en donde mantiene a su manera la seguridad del lugar-

    -En donde protege y resguarda la seguridad y derechos de los humanos y faunos del lugar, no desea que se repita algo como en esa noche que casi lastiman a Camus e hirieron a Helena-

    -Creo que él la ve como una hija ahora, siempre estando al pendiente de su bienestar, al fin de cuentas, estaba destinada a ser la esposa de Death, el único hijo del señor Manigoldo, pero… El destino fue cruel con ellos-

    -Al menos ella nunca más estará sola, pues junto al señor Manigoldo, van algunas veces al gremio y se volvió una gran amiga de Afrodita-

    -Incluso quedándose a aprender algunas cosas sobre las plantas, primero de la mano de Afrodita y ahora parece que podrá ser tomada como una alumna de manera oficial por parte de Albafica-

    -Debo admitir que Albafica, me enseño tantas cosas de las plantas, sus venenos y precauciones, también antídotos muy potentes. Además… No sé si sea solo yo él que logro notarlo en algún momento, pero… ¿Sera que el señor Manigoldo y el Señor Albafica, han comenzado a ser más cercanos?-

    -La verdad, no puedo confirmar nada, pero sería lindo que ambos pudieran tenerse compañía mutua, ya que sus destinados, no pudieron permanecer a su lado, ojala que san felices como sea-

    -El único que parece no estar interesado en formar una unión o encontrar a su destinado es Afrodita, de hecho siempre ha mantenido la idea de que la soltería es la mejor opción para él, creo que no ve a nadie digno de él, y bueno… Creo que está bien…-

    -Es feliz, experimentando con las plantas, se volvió un gran maestro para Helena al principio, y sé que ahora que el gremio es más abierto a nuevos integrantes y no existen tantas reglas para aquellos que suben a líderes… Estiran muchos interesados en aprender los conocimientos de mi amigo-

    -Desde luego es uno de los mejores, pues… Si no fuera por sus estudios y experimentos, si no fuera por ese antídoto que llevo en aquella vez… Si no hubiera llegado a tiempo, yo…-

    -Yo no estaría aquí, ni mi pequeño Kiki lo estaría…-

    -Como le agradezco haberme salvado, todos lo hicieron posible… Y ahora… No saben lo feliz que soy…-

    -Junto a mi familia, mi pequeña pero hermosa familia que amo con todo mi corazón-

    -Jamás creí que mis deseos se cumplieran-

    -El primero que me mantenía con vida en ese tiempo de encierro, fue el único que no logre cumplir en esa época, pero… Los demás, si… Y todo fue gracias a que… Mi papá sacrificara su vida por darme esa oportunidad de salvarme, y desde allí, todo fue cuestión de seguir adelante, ser salvado por mi Alfa, mi amado Shaka-

    -Gracias a él, conocí a todos los que quiero ahora, los que me ayudaron y creo que pude ayudar de alguna forma, y más… Poder encontrar a mi padre, que a veces no puedo creerlo, que lograra tener esta felicidad… Simplemente, es como si no pudiera creerlo y…-

    -Mu, hemos llegado- La voz serena de Shaka me saca de mis pensamientos, provocando que levanté la mirada, con una sonrisa y nuestro pequeño en brazos.

    -Es muy hermoso- Mi alegría se hace presente, siento como mi corazón late acelerado, incluso como las lágrimas se escapan de mis ojos, estoy tan feliz.

    -Estas por fin en tu hogar, mi amado Shion- Las palabra que mi padre dedica a una pequeña urna en sus manos, de un color blanco con el nombre de mi papá en ella grabada.

    Habían decidido ir a ese lugar, en donde Shion nació y se crio hasta la edad de ocho años, en que sucedió la tragedia, que le arrebato tantos sueños…

    Pero, le dio una oportunidad de amar, y dar a luz a su mayor motivación de su vida…

    Es triste, y demasiado cruel, que no pudiera volver a este lugar con vida, pero… De seguro está feliz que su amado Alfa, su pequeño Mu, que ahora ya tiene en brazos al bebe que procreo con ayuda de un Alfa Humano.

    Una familia bastante hermosa, que… Están aquí, pues ese era el mayor deseo de Shion, volver a su hogar aunque fuera una vez más.

    Tardaron varios días, podría decirse casi dos semanas de viaje, pero al fin… Lo habían conseguido.

    Tal vez habrían tardado más, si hubieran ido a pie, pero… No fue así.

    En dos caballos, el que siempre ha acompañado a Shaka por gran parte de su vida y otro de una tonalidad café, que fue usado por Dohko, para no cansarse, aunque si fuera por el fauno, de seguro habría querido caminar hasta allá, pero no debía andar preocupando a todos más de la cuenta.

    Sobre todo, porque es mejor un lento viaje, disfrutar de lo que no pudo con su Omega, lo que debieron ver y explorar.

    Durante ese camino, pudo ver más las similitudes de Mu con Shion, esa sonrisa, la curiosidad, la forma tan amorosa y cuidadosa de ser.

    Desde luego al ser ambos faunos carneros, los cuernos, las marcas en su frente, son comparaciones que lo hacen darse cuenta que al final esta con su única familia.

    Ahora había un pequeño ser, Dohko era abuelo, y no podía negar, como le hubiera gustado llegar a cargar y cuidar de Mu cuando era de ese tamaño, mas ahora puede hacerlo con su pequeño nieto.

    Un corderito, de cabellos rojizos, algo que heredo de parte de Shaka por el padre de este, Shijima tenía ese mismo tono.

    Los ojos del pequeño bebe siendo de una tonalidad azulada, a la de su padre, con las marcas en la frente de su papá, junto con los diminutos cuernos que algún día serán igual de grandes que los de Mu, solo que a no tuvo la posibilidad de heredar más de esas características de Fauno.

    Pues siempre se mencionó que era curioso que tuvieran dos características de más de sus padres, Dohko fue un caso especial y heredo eso a su hijo, que obviamente mantiene las marcas de tigre en su cuerpo y los colmillos más pronunciados que los de un herbívoro común.

    Es una combinación perfecta de ambos,

    Por fin todos eran libres, la maldad de ese hombre ya no los podrá alcanzar.

    Habían logrado superar ese horrible tormento, la desesperación que vivieron en el momento que creían que perderían a ambos.

    Cuando sintieron que todo lo perderían, no podían permitirlo…

    En ese terrible momento, en que el mundo parecía un infierno.

    Justo cuando Mu ya no pudo seguir consciente, los demás integrantes del gremio llegaron, la forma rápida de actuar de Afrodita con ese antídoto a base de plantas, pudo darles tiempo valioso para detener aquella hemorragia interna y sanar de forma momentánea el cuerpo, sin importar ser fauno o humano.

    Gracias a eso, lograron salvar al pelilila y desde luego a su pequeña cría.

    Era lo único que importaba.

    La sensación de alivio en todos los corazones cuando, por fin pudo despertar.

    Ni Shaka, ni Dohko se apartaron del lado del pelilila, ni un solo segundo.

    En el memento de reaccionar, el rubio por fin sintió que su vida volvía, abrazando a Mu con gran desesperación, dejando escapar algunas lágrimas de alivio, besándolo sin importar nada, había sufrido un gran dolor por casi perderlo, a su Omega y al pequeño que igual que su papá es muy fuerte.

    No existió peligro después para él bebe de ambos.

    Ambos especialistas en la materia del gremio, mencionaron que fue como un milagro que esa pequeña cría no muriera, algo o alguien debió estar protegiéndolo, para que nada le pasara.

    Después de ello, las cosas solo fueron mejor…

    Aunque el susto se mantuvo una temporada en ellos.

    _______________________________________________________________________________

    Bajan de los caballos con sumo cuidado, el rubio se mantiene como todo un Alfa sobreprotector a su familia, que ya no se ha vuelto a apartar para nada, juro que no volvería a alejarse de ellos, ni un instante.

    Fue demasiado horrible la experiencia de que estuvieran en esa pesadilla.

    -¿Cómo te sientes Mu? ¿Necesitas algo?- Preocupado en todo momento, pero su semblante serio se mantiene, abrazando con sumo cuidado a los dos faunos que ama con todo su corazón.

    -Estamos bien Shaka- Esa sonrisa que no pudieron destruir –Kiki está bastante tranquilo en este momento- Una pequeña risita escapa –Creo que no va a dormir mucho en la noche-

    La mirada color esmeralda se fija al frente, ver ese lugar, el cual su papá tanto le hablo, su infancia acortada aquí, donde faunos de diferentes especies convivían felices y tranquilos.

    Si bien, quedan solo ruinas, casas abandonadas y destruidas, que la naturaleza comenzó a reclamar como suyas.

    Sonríe, con su pequeño dormido en brazos, le causa una mezcla de tristeza y alegría ver esto.

    Había pensado en llegar a este lugar junto a su papá, los dos juntos poder vivir aquí, pero… No se pudo en esta vida.

    Las lágrimas salen de sus ojitos inocentes, pero está tranquilo.

    No era el único con esa mezcla de emociones, pues a su lado se encentra su padre, llevando la urna donde los restos de Shion descansan, un lugar digno, lejos de esa maldita mansión.

    _______________________________________________________________________________

    Después de que Mu despertará, que estuvieran ambos a salvo.

    La influencia del gremio se encargó de aquellos que lacayos de Saga que aun sobrevivieron, pagaran, no importará cuanto tomaría, pero sufrirían en su castigo.

    Incluso se pensó seriamente y deseaban que Kanon pagara igual, pero… El gremio de Poseidón, manejado por Julián, no permitió que los Atenienses tuvieran esa justicia.

    Algo que logro poner la situación de ambos gremios bastante tensa, posiblemente esto no tendría arreglo en el futuro.

    Al menos aún se conserva una relación estable con el gremio de Hades, no existe ninguna dificultad entre los actuales líderes, y se espera que igualmente la descendencia llegue a ser unida.

    El tiempo transcurrió lento, con la venida del frio, y el embaraza ya avanzado, desde luego Shaka se negó mil veces que Mu si quiera se acercara a ese lugar, pero… Le dijo que era importante algo que deseaba hacer.

    En donde Dohko y Mu, no podían seguir permitiendo que Shion seguirá tan cerca del infierno, aqua ahora ya no pasara nada.

    Fue así, que… El rubio demostró que haría lo que fuera por su destinado.

    Desde luego los acompaño a ambos, pues cuidaría con su propia vida a su familia.

    Yendo a la tumba de Shion…

    Las lágrimas, los lamentos, incluso disculpas por parte de ambos faunos no se dejaron esperar…

    Como hubieran deseado que el peliverde estuviera con ellos, compartiendo la felicidad de ahora estar juntos.

    -Papá… Te agradezco tanto, te amo por… Todo lo que hiciste por mí… Yo… No sé cómo te podría agradecer…- La tristes palabras del pelilila, golpean su pecho, para salir por su boca, como las lágrimas cristalinas de las esmeraldas preciosas –Sabes… Pronto seré papá también… Sé que tú debiste protegerlo… Lo se…- Sonríe, pero su corazón roto se deja ver.

    Shaka sosteniendo al pelilila en todo momento, era un momento en que solo debía estar allí, protegiéndolo y dejando que salga su dolor, pero vigilando que no afectara su condición.

    Pero aquello que desquebrajó el corazón de todos, fueron las palabras del tigre.

    -Shion… Mi hermoso Shion, yo… No sabes cómo lo siento… Debí ser más fuerte… Si no me hubiera desmayado en esa noche, tu no… Hubieras sufrido tanto… Te juro mi amor… Que ahora no me alejare de ti, nunca… Y que nuestro hijo estará a salvo ahora… Como nuestro nieto…-

    Las lágrimas no cesarían ese día…

    Pero era necesario terminar de desahogarse, darle un cierre a este terrible recuerdo.

    Sin más se llegó el momento de exhumar los restos del peliverde.

    Para una cremación digna, y aun que… Fuera algo que no deseaban en verdad, pues lo que realmente querían es que estuviera en vida con ellos.

    Mantener sus cenizas en una urna era lo único que se podía hacer.

    Y fue allí, que tanto padre e hijo, decidieron que sería buena idea, algún día ir al pueblo natal de Shion, Jamir.

    Shaka dispuesto a complacer a su Omega, organizando por completó el viaje, las rutas seguras, pues para la época que hicieran esa incursión, su hijo ya había nacido y era necesario extremar las precauciones necesarias.

    Además… Que él se había prometido a sí mismo y a Mu, que cuando volvieran del enfrentamiento contra los Shadow’s, diría que ahora Mu es suyo, su Omega, su destinado, renunciaría a su cargo de segundo líder.

    Y es algo que hizo en cuando todo estuviera bien con su destinado, al momento de despertar y el peligro fuera nulo.

    Claro que los ancianos quisieron evitar ese hecho, pero… El rubio tomo su decisión.

    Ya sabía dónde ir con Mu, para seguir juntos.

    A esa pequeña casa, herencia de su papá Omega, era suya después de todo, no es tan grande, pero si suficiente para formar una hermosa familia, y haría lo que sea para mantenerlos seguros.

    Por difícil que se creyera, incluso haciendo que el padre de Mu se tragara sus palabras, creyendo que un humano no fuera capaz de amar de esa manera a un Fauno.

    Shaka cumple el hecho de trabajar para que nada le falte a su familia.

    ¿Quién diría que es hábil en el campo?

    Aunque a veces el gremio lo solicitaba para hacer investigaciones breves, y de paso tratar de convencerlo de volver, pero Shaka solo cumple ese trabajo como cortesía con Aioros que se lo pide.

    Son cosas que este Alfa logra sorprende a cualquiera.

    Pero no le importa hacer lo que sea, con tal de ya no se encuentre atado al Gremio.

    Además que deseaba tener algo que ofrecer a Mu, un lugar que fuera solo de ambos, y que nadie pudiera decirles o hacerles algo, que siempre seria su hogar para siempre.

    _______________________________________________________________________________

    La maleza domina el lugar, las ruinas de hogares destruidos, que parecen aun conservar las marcas del fuego.

    En medio del bosque es donde se encuentra Jamir…

    El pequeño lago que tantas veces conto el peliverde, aun parece estar intacto, conectado a un rio, sigue cristalino, pues el agua corre, no se estanca…

    Es doloroso y nostálgico, aunque nunca hubieran estado allí.

    Pero los cuatro estarán allí solo unos días, y querían que el lugar al menos estuviera en mejores condiciones.

    Desde luego al desempacar, no permitieron que Mu hiciera algo, demasiado sobre protectores ambos Alfas, que a veces desespere al fauno, pero… No podía hacer más… Es como lo cuidan.

    -Primero limpiaremos esta zona-

    -Me parece bien, puedo hacerlo con mis garras-

    -Yo usare este cuchillo-

    -¿Enserio no necesitan que les ayude en algo?- Los mira a ambos, con una cara curiosa.

    -Estaremos bien hijo, tu humano es fuerte, lo debo admitir- Sonríe el castaño, mientras comienza a limpiar la hierba que ha crecido.

    Pretende que este lugar sea a como las palabras de su Omega, le serviría para no pensar y atormentarse tanto, pues… Este fue el deseo de volver que jamás le pudo cumplir.

    -Mu- El llamado el rubio, dedicándole un suave beso en los rosados labios –No te preocupes por nada, haremos esto rápido y comenzaremos a reconstruir un poco esta estructura, para descansar bajo techo hoy-

    No puede evitar sonrojarse a esas muestras dulces de afecto, son hermosas y solo dedicadas para él, es afortunado, siempre se lo dice a sí mismo, aunque Shaka considera que él es el afortunado, pues Mu y Kiki son su mayor motivación para hacer todo posible.

    Sin importar el trabajo duro que deba hacer ahora, lo hace con gusto para ver feliz a su pelilila, ese destinado que merece todo lo bueno en la vida.

    -Es mucho, si les ayudo, sé que terminaremos pronto- No perderá la oportunidad de apoyarlos en esta labor.

    -Mi amor, debes cuidar de Kiki, y no quiero que te expongas al sol tanto, ya suficiente fue con el montar por muchos días, debes descansar- Su preocupación solo va a que su destinado este tranquilo y no se sobre exija, él hará lo que sea para que nada lo agote.

    Una forma de actuar muy amorosa a su estilo, este rubio Alfa protegerá a quienes ama con su vida entera.

    Un suspiro de reasignación se deja escapar de los labios del corderito, pero el ceño fruncido no se deja de lado.

    -Bien, pero en ese caso buscare algo de madera para hacer fuego y cocinar algo, estarán cansados-

    -Pero…- Nunca dejara de ser sorprendido por la manera testadura de ser del pelilila.

    -Estaremos bien, es como tener a Kiki seguro a mi lado, cargándolo en mi espala, con la ayuda de las telas, como me enseño Shura- Esa sonría inocente y su habilidad maternal es algo que nunca se puede cuestionar, ha sabido hacerlo todo bien, es un instinto nato en todo Omega, de tener a su hijo cerca y poder hacer sus actividades cotidianas.

    El fauno tigre, puede ver la escena, de esos dos jóvenes padres y esposos, que recuerdos maravillosos pudiera haber hecho con su destinado.

    -Eres igual a Shion- Son las palabras que dedica Dohko a su único hijo, con una sonrisa melancólica.

    -Gracias padre…- Ahora pueden hablar del tema con mayor facilidad, duele… Pero es menos, más ahora que está con ellos, de alguna manera…

    Sin más, cada uno se pone en su labor, mientras los Alfas limpian el lugar de la hierba alta, arreglando la única casita de madera que parecía aun estar en mejores condiciones que el resto, a pasar de los años, se ha mantenido bien.

    Mu, recogiendo pedazos de madera, para preparar alguna rica comida, para su esposo y padre.

    Habían llevado ingredientes del último pueblo que pasaron, lo suficiente para estos días al estar allí sin preocuparse por nada.

    Aunque Shaka no está para nada tranquilo, no puede negarle a Mu que haga algo que desee, solo si no lo pone en peligro.

    Y seamos honestos con lo precavido y cuidadoso que es, nuestro carnero no dejara que nada malo le ocurra a su corderito, ni a él.

    _______________________________________________________________________________

    El día que dio a luz, fue el momento más feliz y algo aterrador, para ambos futuros padres.

    Mu, con los dolores del parto, después de todo los Omegas tienen esa posibilidad de que sus hijos nazcan de esa forma natural.

    Para antes de esto días, sabía que debía tenerlo en completa vigilancia, el gremio volvió a ser una opción, y más al momento que Afrodita se ofreció a ser quien recibiera ese bebe que ya se ilusionaba con malcriarlo.

    Se debía extremar todo el cuidado posible, por lo que había ocurrido, además de la edad, que es un factor que puede influir en el parto.

    Shaka no se apartó de su destinado ni un instante, temía aun con su semblante serio perderlos.

    Se había quedado demasiado con ese gran temor desde aquella vez, que no podía alejarse de quienes ama, y menos ahora.

    Fue el apoyo emocional para Mu, los dolores en ese instante fueron sumamente fuertes, pero se mantiene consiente y queriendo escuchar esos pequeños grititos de su pequeño.

    Haría todo el esfuerzo posible, para que Kiki naciera y tenerlo en sus brazos.

    Justo cuando el cansancio parecía invadirlo, solo un último esfuerzo más se necesitó, pujar para que ese bebe llegue al mundo.

    Y así sucedió…

    El llanto del bebe se hizo presente, inundando el lugar, formando una sonrisa en los rostros de ambos padres.

    Afrodita, entrego al pequeño, que lucía realmente sano, bastante llorón a su parecer, gordito y bonito.

    Sí que Mu se alimentó correctamente durante su embarazo.

    Las gotas de sal, no siendo de dolor ya, ni angustia, si no de alegría y amor.

    Al sostener al pequeño entre sus brazos, entre esas cálidas mantas, verlo tan pequeño, frágil.

    -Hola…- La voz del pelilila se escapa como un leve suspiro, besando con todo su cariño maternal la cabecita de su pequeña cría.

    -Es… Muy hermoso…- No puede negar el rubio que es una emoción única, conocer el fruto de su amor, al fin es posible ver y sostener.

    Poco le importo que su mano doliera, porque fue lloque Mu sujeto con suma fuerza, cada cosa que tuviera que soportar para compartir ese dolor, es aceptable.

    Lo que sea, porque sus razones de ser, estén a salvo.

    -Es nuestro…- Su labio inferior tiembla, sonriente, para ver a su Alfa, mantiene su fuerza principalmente en sus brazos, no dejaría caer a su bebe.

    -Gracias Mu, tu… Eres quien me ha dado esta felicidad… No sabes cuánto te amo… Y te agradezco- Sin pensarlo más, dedica un beso en esos pálidos labios de nueva cuenta, para trasmitirle su sentir, su gratitud por haberlo aceptado como su Alfa, y llevar en su interior a su cría, a su hijo.

    Entre lágrimas es como es la bienvenida de ese pequeñito ser, que nada lento y perezoso comenzó a buscar su alimento, poniendo algo sorprendido al pelilila, pero sabía qué hacer, mero instinto y enseñanzas de otros Omegas.

    Desde luego, Afrodita había hecho su trabajo y dejo a solas a la hermosa familia de tres.

    Ese día siempre será el más maravillo de todos, cuando su criatura nació y jamás permitirán que nada le suceda.

    _______________________________________________________________________________

    El primer día que pasaron en el antiguo hogar de Shion, es bastante tranquilo.

    Conectado a la naturaleza, la serenidad de la noche, el cálido fuego que los acompaña.

    Los alimentos preparados por el pelilila, son el mejor banquete del mundo.

    El sueño alcanzo a Mu primero y de igual forma a su corderito algo tarde, ambos descansando, con la tranquilidad de que nada malo ocurrirá a su alrededor.

    Son protegidos por dos Alfas…

    Uno fauno carnívoro y otro humano, que sin duda no sería bueno meterse con ellos en ningún momento.

    Y de hecho esta noche, da la oportunidad de que puedan hablar de un tema delicado.

    -Sí que eres bueno- Sentencia el castaño, con los ojos cerrados, suspirando, admirando el fuego, con una mirada triste.

    -¿Disculpa?- Pregunta el rubio, pues… Aunque los dos tienen una tregua, Dohko nunca ha sido por completó partidario de la relación de Mu con él.

    -Has demostrado ser suficiente para cuidar de mi pequeño y mi nieto- Su tono suena lastimero, para alzar la vista, hacia el punto donde Mu descansa, junto a Kiki y la urna cerca –Me hubiera gustado tener esa hermosa oportunidad que tú tienes, no la desperdicies nunca-

    -Jamás permitiría que Mu y Kiki les pase algo, hare lo que sea por mantenerlos a salvo- Su respuesta seria, firme y decidida, con la mirada hacia el castaño.

    -Eso lo es ahora, y creo que por ello… Estará bien lo que hare- Serie de forma triste, alzando la mirada, sus ojos verdes transmiten sentimientos confusos.

    -¿Qué plenas?- No parece confundido en esto, de hecho el rubio logra entenderlo en cierta forma.

    -Tu no podrías permitir estar lejos de Mu ¿Cierto?- Una rejunta que desde luego conoce la respuesta.

    -Por supuesto que no podría si quiera vivir sin él- Habla sereno en sus palabras, demostrando sus sentimientos de esta forma, sin rechistar, no fallara ante lo que ha dicho.

    -Entonces, debes entender lo que pienso hacer- Al fin mira al joven Alfa delante, aun serio en su expresión, pero más relajado ahora.

    -Creo entenderlo- Asiente, enfrentando los ojos verdes –Pero, eso le dolerá demasiado a Mu-

    -Estará bien, mi pequeño no me necesita, nunca lo hizo…- La tristeza de seguir culpándose por no que no evito.

    -Claro que te debió necesitar, pero ni siquiera podías recodar tu pasado, y aun si estuviste buscando a tu destinado, y al final lo encontraste-

    -Cierto, pero te tiene a ti, y eres lo suficientemente fuerte, para proteger a ambos- Cierra sus ojos, dejando que su cabello cubra parte de su rostro, pues no quiere dejarse ver llorar.

    Desde luego le dolerá tener que alejarse de su hijo y nieto, pero… En esta ocasión no pude dejar solo a Shion y no le va arrebatar su mayor deseo.

    -Siempre protegeré a Mu y a Kiki- Suspira, negando con la cabeza, al parecer su cabeza y corazón no logran dejar atrás ese instante en que casi lo pierde, aun le ha causado pesadillas, donde siente tan real ese evento.

    -Tienes lo que cualquier Alfa de verdad enamorado desearía, no dejes que el pasado te moleste, a ti ni a Mu, sean felices con su hijo, ustedes sí que pueden serlo- Por extraño que parezca, por primera vez en todo este tiempo, alfan Dohko parece de verdad aceptar a Shaka como destinado de Mu, tenía sus dudas, pero… Este tiempo transcurrido, le demostró que ese rubio, arrogante, a veces insensible con los demás, ha dejado todo solo para que su Omega sea feliz y vivía tranquilo.

    Es una muestra tan grande de amor, y lo único que necesitan para ser felices, pues han logrado tanto en poco tiempo y su vida seguirá más allá de esto.

    Serán felices y lo sabe.

    La noche transcurrió y con ellos esos días que se quedarían.

    Lograron transformarlo en un hermoso Jamir, no era la gran cosa, limpio… Reparando esa pequeña casita, que pudo algún día ser el hogar de alguien que conoció a Shion o… La misma casa donde él habito.

    No… No se sabría con certeza aunque intentaran recordar esas preciadas historias que el peliverde les logro narrar a sus dos seres más amados.

    Parecía que el lugar volviera a tener vida.

    Mu recorriendo el lugar, pensando en esas anécdotas de su papá, aunque Kiki no recodara nada al crecer, se las dedica a su pequeño, como una forma de conocer más sobre su herencia.

    Se dice que recordar es vivir, es un sentimiento de nostalgia, alegría y tristeza… Son tantas emociones que a veces no se identifican, puede llegar hasta el enojo o impotencia, pero… Son todas validas en diferentes corazones.

    Un momento nadar en ese lago, disfrutar una estancia que pronto acabara y no se sabría cuando habría oportunidad de volver.

    Por eso era importante todo sentir, ver y grabarlo en sus mentes y corazones.

    Es un lugar que fue añorado por tanto tiempo y al fin, el perteneciente a este, regresa y no solo.

    -Creo que Kiki si tiene mucha hambre- Shaka acercándose por detrás a su amado pelilila, para rodearlo con sus brazos y admirar a su linda familia, con una pequeña sonrisa en sus labios.

    -Sí, es nuestro pequeño glotoncito- Sus mejillas teñidas de carmesí, sostenido con fuerza al bebe, mientras recarga su espalda por completo en el pecho de su esposo, habiendo hecho el rosario de su cuello un poco para un lado, así Kiki comería perfectamente sin que nada estorbara, aunque… La manía que había tomado él bebe era sujetar ese artefacto como para sentirse sumamente seguro.

    -Eso es muy bueno- Mirar a esa diminuta criatura, con las mejillitas regordetas, sus manitas sujetando lo que ahora pertenece a Mu, se le hace lo más maravilloso de este mundo, así era porque es hijo de ambos.

    -Shaka- La voz del Omega baja, incluso sonando algo triste, aunque intentara ocultarlo.

    -¿Pasa algo malo?- Reconoce su tono sin importar nada, entiende cuando algo va mal.

    -¿Crees que mi papá… Este feliz de volver…?- Las esmeraldas comienzan a llenarse de lágrimas, pero sonríe, e intenta retenerlas para que ninguna gota caiga sobre el corderito en sus brazos.

    -Creo que si lo debe estar- Abraza con cuidado a su destinado, para reconfortarlo, lo entiende perfectamente, ambos perdieron a seres queridos por culpa de una persona obsesiva y loca –Esta en su hogar ¿No?-

    -Si… Lo está… Siempre había deseado volver… Sabes… Quería mostrarme todo el lugar…- Su voz se quiebra, sus brazos tiemblan por recordar, pero se quiere mantener firme para que su bebe siga comiendo, pero es doloroso aun, es poco el tiempo transcurrido.

    Como un auto reflejó, al sentir el temblor en ese cuerpo que a simple vista parece frágil, pero sí que le demostró que no lo es, lleva sus brazos hacia los del Omega, para sujetar con mayor cuidado al pequeño corderito, así no debería preocuparse por nada.

    No había necesidad de hablar, lo sabe perfectamente… Solo debía dejar que Mu hable, que diga lo que desee, y estar allí para escucharlo todo hasta la última palabra que quiera expresar.

    -Me decía… Que el día que lográramos escapar… Vendríamos aquí y… Me cuidaría en libertad, sentiría el sol tan cálido en mi cara, nadaría en el lago, probaría los cultivos de la fértil tierra, construiríamos… Nuestro hogar y… Nadie nos dañaría… Jamás… Me decía cuanto deseaba hacerlo realidad…- No puede soportar más, deja que el llanto lo invada, solo ladea su cabeza para que a su cría no le caiga ni una sola gota salada.

    Le rompe el alma ver llorar así a su destinado, pero… No debe interrumpirlo.

    -No pude ayudarlo… No pude salvarlo… Pero… Creo que traerlo hasta aquí, era lo que deseaba...- Sonríe con dolor aun en su expresión, sintiendo como su pequeño ha quedado satisfecho, y querer acurrucarse en su pecho, buscando el calor que solo Mu le proporciona.

    Aunque ahora el pequeño corderito, está en la seguridad de tener a sus padres con él, ese sentimiento que solo ellos le pueden dar de que todo estará bien, jamás nada, ni nadie lo tocara.

    Suspira… No quisiera llorar, ni sentirse un poco mal, pero es inevitable aun a este tiempo, sin embargo, comprende que está haciendo lo correcto, y que al fin… Cumple lo que su padre deseo para él.

    Admira el rostro de su bebe, acariciándolo con cuidado, el cual descansa en los brazos de ambos quién lo aman incondicionalmente.

    -Sabes… Cuando… Creí que moriría…-

    El tema es aun difícil, pero debe empezar a superarlo de a poco, al final Saga no logro llevárselo.

    -¿Si?-

    -Dijeron que dure unos días dormido… Pero, para mí fueron solo unos minutos, en donde… Mi papá, me dijo que yo no podía irme aun con él… Lo sé, porque lo vi, me sonreía, lo abrace…- Su instinto le dicta en estrechar a su hijo contra su pecho, sentirlo, y acercarse de igual forma al Alfa que ama –Me pidió que siguiera siendo feliz y muy fuerte, que mi bebe, me necesitaría siempre, que no podía darme por vencido aun… Me dio un beso en la frente y aunque no quería separarme de él, sabía que aún no podríamos estar juntos…- No era secreto para el rubio esta historia, su amado fauno se la relato en cuanto pudo despertar y supo que Kiki aún seguía con vida en su interior.

    Dohko también la conocía, fue un momento emotivo, en donde se podía notar que, aun ya no estando en este mundo, su corazón siempre estará al lado de los dos faunos que más amo en vida.

    Shion, seguía protegiéndolos a ambos, y para el pelilila, fue quien de alguna forma cuido de que a la pequeña criatura formándose en su interior, no tuviera ninguno daño, y se mantuviera con vida.

    Cosas extrañas en este mundo, que a veces no se tiene explicación.

    Puede ser un deseo interno, querer creer que las situaciones son así.

    O que una Diosa los protegió, cual sea la verdad… No importa ahora, si no que están aquí y ahora nada los alejara.

    Ese amor nunca tendrá final, ni siquiera cuando ambos destinados estén en su vejez y mueran, su amor transcenderá esta vida y la siguiente para volverse a encontrar en cualquier mundo o dimensión.

    -Sé que por eso… Seré fuerte, por nuestro amor, nuestro pequeño corderito, nuestro futuro… No dejaremos que nada malo… Pase y… Shaka…- Sonríe, aun con los ojos cristalizados, girándose para depositar un beso en los labios contrarios, algo profundo, pero no demasiado para llegar a sentir ese cosquilleó y calor que podría invadirlos.

    Desde luego el Alfa corresponde a ese acto inocente de amor, jamás se cansaría de esos labios, pues son suyos, nunca abandonará a ese Omega, pues es su alma y vida entera.

    Daria su vida con tal de que Mu y Kiki siguieran sonriendo por siempre… Es lo que ese amor entre ambos se transmiten.

    Al separarse un pequeño hilo de saliva los une, las mejillas sonrojadas, el corazón de ambos acelerado, jamás podrían cansarse de esta emoción y sentimiento al darse solo un beso.

    Es suficiente para hacerles sentir la gran felicidad que merecían desde un inicio, que por fin la tienen.

    -Te amo- Quien toma la iniciativa, los zafiros fijos en quien adora y ama, para tomar esas mejillas y depositar pequeños besos que limpien esas lágrimas que escapan de los robes verdes preciosos.

    -Te amo tanto mi Shaka- Le agrada decir eso, una palabra de pertenencia, que indique que ese rubio Alfa es suyo y de nadie más, que solo a él le va a pertenecer eternamente.

    -Te amo mi amado Mu- Por instinto lo abraza de forma protectora al ver que las lágrimas han desparecido –Jamás te dejare solo, te protegeré a ti y a Kiki, nada les ocurrirá, te daré toda la felicidad que mereces mi amor-

    -Siempre sabes que decir y en qué momento…- Kiki se acurruca en el pecho de su papi, y Mu en el pecho de su Alfa, posiblemente esa noche duermen así, abrazados con su pequeño en medio, aunque primero deben hacer que eructe, para que concilie el sueño su pedacito de corazón de ambos.

    Mientras ellos tres están descansando juntos como lo que son, una preciosa familia.

    Dohko deja escapar su tristeza, decidió permanecer a fuera, sentir la brisa, y añorar los momentos que estuvo al lado de Shion.

    Fueron breves, desde que lo conocí en esa jaula, en esa noche de lluvia, hasta cuando lo ayudo a escapar, convivieron juntos se contaron tantas cosas, se entregaron mutuamente, prometiéndose tantas cosas y al final nada de eso pudo lograr.

    Es doloroso, herirá el corazón del tigre por siempre, pero al menos esta decidido… No se volverá a alejar de su Omega nunca más.

    Aunque solo sea un simbolizamos, las cenizas están en esa urna, quien está allí su amado destinado, el que sufrió, y dio a luz a un pequeño en el dolor, pero aun así, sobrevivió hasta salvarlo.

    -Shion, mi hermoso borreguito… Te juro que de tu lado jamás me volveré a apartar, nuestro hijo es feliz, prometió que lo será siempre… Contigo a mi lado… Estaré en paz- Las lágrimas corren por ese rostro, abrazando ese recipiente.

    Mientras unos son felices, otro aun llora, pero su dolor puede ser menos cada vez, pues la maldad quedo por completó atrás.

    El día de retirarse del lugar llego.

    Ahora Jamir parece un poco más habitable, limpio, la casita que se reconstruyo, Mu se encargó de arreglarla lo más hermosa posible, al ser un simbolismo de una tumba.

    Allí quedaría la urna de su papá, en el lugar de donde jamás debió ser arrebatado.

    De seguro, si nunca lo hubieran llevado lejos de su pueblo, de este pequeño lugar reclamado por la naturaleza, hubiera visto la forma de que los destinados se encontrarán o puede que no.

    Son incógnitas que jamás tendrán respuesta, y es mejor así…

    Las últimas plegarias se dictaron, era como una despedida, pero con la certeza que en un tiempo se volverían a ver.

    Entendían que, aunque desearían conservar las cenizas, era el deseo del peliverde volver a estas tierras, se lo van a cumplir, aunque duela separarse… Bueno… No todos lo harán.

    -Papá, te juro que volveremos muy pronto… Espero que estés muy feliz… Jamir es muy hermoso, por fin lo pude conocer- Carga al corderito que abraza al peluche de borreguito verde –A Kiki le gustó mucho, y sabes… Es verdad, compartir este lugar con quienes amas, es maravilloso- Mu habla ante la urna, es su despedida privada, con lágrimas, pero con el corazón en paz.

    Es muy necesario hacer esto, además que, es el único de los amados faunos de Shion que lo hará.

    Incluso Shaka, como forma de respeto y agradecimiento, le aclaro al papá de Mu, que lo va a proteger en todo momento y que está en deuda por salvarlos si es que lo hizo.

    Ya se había empacado todo, los cabellos habían descansado perfectamente bien, todo listo para partir.

    Pero... Alguien aún no había guardado sus pertenencia, incluso parecía que se hubiera traído todo lo que poseía, que en si no era mucho.

    Sin embargo Mu lo había notado y eso no le pareció nada bien en este momento.

    Mientras Shaka carga a su pequeño, algo inquieto ahora, jugando con el peluche que el rubio le regalo a Mu en su primera víspera de año nuevo.

    El fauno herbívoro confronta al carnívoro.

    -Padre… ¿Por qué no ha empacado?- Sus ojitos aun cristalizados, por la despedida que tuvo con su papá, esperando una respuesta algo preocupado.

    -Mu- Llama sereno, con una sonrisa, para acercarse al pelilila –Yo deseo quedarme aquí-

    Las esmeraldas se contraen, una noticia que no esperaba, incluso sintió que el aliento le hacía falta.

    -Pero… Padre… ¿Por qué no…?- Fue interrumpido por un abrazo del castaño, uno que reconocía el sentido protector en él, remontándolo a varios momentos de su vida, siendo callado por los sentimientos que lo embargan.

    -A Shion, le prometí que viviríamos aquí, que ambos seriamos felices… Le dije que cumpliría su deseo, de regresar a su hogar…- No soportará sin dejar escapar esas lágrimas de tristeza y felicidad.

    Si, se va a separar de su hijo, pero… Se quedara a lado de su amado Omega, el destinado con el cual solo pudo permanecer un escaso tiempo, pero ese amor no se ha ido, y jamás se va a desvanecer.

    -Gracias a ti y a tu Alfa lo hemos logrado… Mu, eres tan similar a Shion, tan fuerte, valiente y sorprendente… Hijo no eres un Omega común… Y entiendo ahora, que…- Se separa un poco del pelilila, sin dejar de sostener sus brazos –Ese humano que profesa amarte, lo hará... Te cuidara muy bien… También a mi nieto, así que…- Sonríe al menor, para darle un pequeño beso en la frente, símbolo de protección.

    -¿Padre?- El sentimiento de despedida de sus padres, porque es ese el evento, dejara a sus progenitores en este lugar, pues debe regresa a su vida, aquí no es su lugar.

    -Tú no me necesitas Mu, tienes a Shaka… Kiki los necesitara a ambos y sé que usted podrán ser tan felices, la familia que son es hermosa, deben vivir plenamente…- Es un concejo sinceró hacia su única cría.

    -¡¡¡TÚ TAMBIÉN ERES PARTE DE MI FAMILIA!!!- Su voz quiere llegar hacer entrar en razón al castaño.

    -Lo sé, pero… No puedo dejar solo a mi Shion, no lo hare…- Limpia con su pulgar aquella lagrima que sale de esos ojos iguales a los suyos, que orgullo siente, ver al fauno resultado de esa primera entrega –Jamás volveré a dejarlo solo, ¿Lo entiendes?- No es tan bueno con las palabras en estas condiciones, pero lo intenta.

    -Si…- Su mirada baja, el labio temblando por el dolor de separarse de su padre, pero… Comprende que es algo que desea hacer su progenitor.

    Ahora es el pelilila, quien lo abraza con toda sus fuerzas, aferrándose a ese tigre, pues será un tiempo largo en que no lo vera.

    Corresponde el abrazo de su hijo, para acariciar esos sedosos cabellos, y dirige su vista al rubio, el cual carga al pequeño corderito que es tan ajeno a esto ahora.

    -Cuídalos muy bien humano- Es lo único que le pide al rubio, ya no una orden, sino una petición.

    Shaka asiente, las palabras no son necesarias, cumplirá eso al pie de la letra, nada malo les ocurrirá.

    La despedida duro mucho más ahora, pero debían irse, teniendo el tiempo adecuado para llegar a un pueblo cercano antes de que anochezca.

    -Prometemos volver para nuestros cumpleaños- Sonríe forzado, con lágrimas impresas como mares en las cascadas rosada de sus mejillas.

    -Tú, Shion y Kiki, cumplen en fechas tan cercanas… Estaremos esperándolos para el próximo año…-

    Es demasiado repentino esto, pero no pueden hacer nada, es la decisión de ese fauno, es solo cuestión de esperar un poco, y volver… Para cumplir esa promesa.

    Para ese momento será el primer año de Kiki, y muchos más pasaran a lo largo de la vida.

    -Cuídate mucho Dohko- Es su manera de decir adiós al castaño.

    -Igual tú… Yerno…- Sonríe de lado, asintiendo, entre Alfas no son muy emotivos, pero si comparten el amor por su familia muy grande.

    Mas la sonrisa del castaño se intensifica al ver al bebe, el cual le sonríe y pide ir a sus brazos.

    -Ven mi pequeño, despídete de tu abuelo- En cierta forma pide permiso al rubio, para cargar al corderito.

    Desde luego lo cede.

    No negara Dohko, que el ser abuelo es una maravilla, cargando al bebe, dándole unas vuelvas abrazándolo junto a su pecho, de forma protectora… Es una experiencia que no pudo experimentar con su propio hijo, pero ahora sí con Kiki.

    Esa risita la compañera hasta el próximo año, para volver a escucharla.

    Las lágrimas escapan de padre e hijo, y Shaka, un suspiro igual de melancolía, debía extrañar a sus propios padres.

    El difícil instante llegó.

    Entregar al bebe a su papá, para a este darle un último abrazo, con la despedida que mantiene la promesa de verse.

    Nadie tendría que morir esta vez, todos se volverán a reunir al próximo año y contarían lo que pasado en sus vidas.

    -Te amo mi pequeño Mu- Las palabras que se quedaran grabadas en el otro corazón por un tiempo.

    -Te amo padre…- Un último abrazo, con cuidado para que Kiki no sea aplastado.

    Él bebe no entiende, solo sonríe, es feliz…

    En esta ocasión, el regreso solo será de tres, ya no de cinco…

    En los caballos, Shaka confía la seguridad de su amada familia al cuadrúpedo que siempre le fue fiel y sabe que cuidara bien de ellos, mientras él va en el otro.

    Una despedida que se volverá en un “Hola” Dentro de un año, que se pasara volando.

    Mientras ve como los dos más jóvenes, su pequeño Mu, el corderito Kiki y el rubio humano, se van perdiendo en la distancia…

    Ha tomado la urna entre sus manos, como si de esta forma Shion igual se despidiera de los tres…

    Tomándola con cuidado contra su pecho.

    Su corazón late, está en paz, por fin…

    -Estamos en casa Shion… Tu único deseo que tenías, por fin se ha cumplido…- Las palabras cargadas de emoción se hacen presentes, acompañadas con lágrimas, la sonrisa que ahora lo caracteriza de nuevo.

    Tantas travesías debieron pasar.

    El dolor soportado, las torturas, todo el infierno que de algún modo pasaron cada uno de ellos.

    Al fin llego a su desenlace, con el amor, la alegría, la protección y la familia que ahora son.

    Todos están donde pertenecen, pasara el tiempo se reencontraran en la próxima primavera…

    La tristeza, el agobio e impotencia de no lograr lo que planeaste, que se te arrebate, pero lo soportas por quien amas.

    Al final se acaba…

    Para llenar tu corazón de una inmensa alegría.

    Cumples tu único deseo que tenías en tu corazón y al fin… Puedes decir que estas en donde perteneces, en tu hogar… Con los que amas…

    Por fin en casa, donde el mal jamás te encontrará de nuevo.

    Fin.

    -----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
    Buenos días, tardes, noches, ¿Qué hora es? ¿Quién me ha robado el reloj? ¿Cómo están mis terrones de azúcar?

    Espero que se encuentren bien.

    Y que disfrutaran este fanfic.

    Los quiero mucho y me dejan sus hermosos comentarios.

    Ammu se va.
     
Cargando...
Cargando...

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso