Título: Mess of things. Summary: Querías esa corona y ser más fuerte; el no lograrlo debía ser culpa de ella. Pareja: Ninguna, quien lo quiera ver Faberry (Quinn&Rachel)... bueno, aunque no lo concebí así. Advertencias: Posibles errores, sin betear. Género: Angst. Exceso de Quinn, probablemente. Cantidad de palabras: 342. . mess of things. Puede mentir y pretender que el fracaso es culpa de Rachel, y no propia. Puede, lo hace, porque la chica está allí, tratando de ofrecer el consuelo estúpido que nunca pedirá y recordarle una vez más la corona invisible en su cabeza. Ciertamente, Berry ni siquiera se presentó y ni siquiera fue candidata a reina del baile, pero eso no evita el no repartir bien las culpas, odiarla, odiarse y llorar como el reflejo de infancia perdido en perfección. Cuando se ve en los ojos chocolate, Quinn desaparece y queda Lucy. Lucy, la niña infeliz, sin amigos, ni amor propio, ni el coraje para caminar en los pasillos de su escuela con orgullo, o sostener que algún día sería mejor que todos los que la insultaban. Cuando mira a la capitana del coro observa cuán poco ha tenido que cambiar para ser la estrella en las mentes de New Directions. Se siente tan estúpida, tan perdedora y muerde insanamente su labio inferior. ¿Por qué el desenlace continúa repitiéndose, terminando ella sollozando sola en un espacio pequeño y el posible futuro desprecio de sus amigos acechando en los muros? Lo sabrán y la odiarán. No importa lo mucho que intenta, el amago de eterno de dejar el error atrás, siempre sigue caminando en el trecho de la mala, la sicótica, la que lo tuvo todo y nada. Nada, absolutamente nada florece, porque su mano arde y el rostro herido de Rachel Berry vuelve siempre como arañas cazando moscas distraídas en la noche cerrada. Se está perdiendo a sí misma, sollozando hasta herirse, y esta vez no existirán manos que sostengan las suyas en consuelo. No su madre, no Finn, no Mercedes, no la odiosa y talentosa Rachel Berry. —Tú me hiciste esto... —repite, a balbuceos. Ella (cada día más fuerte, confiada y lo que no será nunca Quinn Fabray) hizo todo esto, Lucy. Quizá decirlo ayude a creer que tu mundo no se derrumbará mañana, de nuevo. Al final, la solista es mejor que ella es lo que realmente importa. .