Shingeki no Kyojin Memorias del pasado

Tema en 'Fanfics de Anime y Manga' iniciado por Danny Ketchum, 16 Junio 2020.

  1.  
    Danny Ketchum

    Danny Ketchum Iniciado

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    2 Mayo 2020
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    Escritor
    Título:
    Memorias del pasado
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    2215
    Bueeeeenas, espero que este escrito sea del agrado de todo aquel que lo lea. Personalmente me tomó mucho tiempo planificar bien la historia, por que si, un trabajo de Shingeki no Kyojin se merece estar bien planeado desde un inicio.
    Para no alargar mucho el inicio o aburrirlos los dejaré leer y volvemos con su amigo autor al final.



    —¿Dónde estoy? este mundo parece devastado —desconcertado por la situación, la persona que despertaba de un aparente sueño observaba un paisaje totalmente extraño, partes donde el verde abundaba y otras donde sólo se apreciaba un color gris.

    —Veo que despertaste, es hora de empezar a trabajar —Se escuchaba en la cercanía, lo que provocó la sorpresa del recién levantado.

    —¿Quién es usted? —Buscando una posición defensiva, alcanzó a ver una persona hirviendo agua.

    —Digamos que soy tu niñera, ¿no te agrada la idea...? Eren —volteó hacia el chico con una sonrisa que espantaría a cualquiera.

    —¿Cómo sabes mi nombre? —el miedo aumentaba levemente a cada segundo de intriga.

    —Haces muchas preguntas, creo que nos llevaremos bien muchacho —cambiando su tono por algo más relajado.

    —Espere, usted es...



    °

    °

    °

    °

    °


    Corrían tiempos tranquilos para la humanidad dentro de los muros, año 845 y las personas parecían felices con su situación, claramente unos más que otros pero existía un caso excepcional, Eren Jaeger era un niño preocupado por el futuro, se sentía encerrado sin importar el espacio que tuvieran esas murallas, para el eran justamente eso, unas murallas que limitaban su libertad; su deseo constante de salir a explorar fue el motivo de muchas discusiones con su madre, mientras su padre y hermana adoptiva se mantenían al margen, cosa que molestaba a la señora Jaeger.

    Un día como cualquier otro el niño dejo salir más palabras de las que debería frente a su familia, como consecuencia de su enojo salió corriendo bruscamente siendo perseguido por su hermana.


    —Detente Eren —sin importarle las dificultades de correr con zapatillas tan delgadas, la niña; que mostraba tener rasgos muy finos en su rostro, haciendo notar que no compartía vínculos de sangre con el pequeño Eren, corría sin parar para alcanzarlo.

    —No me sigas Mikasa, quiero estar solo un momento —sin intenciones de detenerse o escuchar a su hermana, siguió corriendo hasta toparse con un parque en el que le gustaba divertirse.

    —No me pienso ir Eren así que más te vale hablar conmigo —se podía apreciar la preocupación que tenía por el chico con el simple hecho de ver su determinación.

    —¿Qué es lo que quieres escuchar? no tengo nada que decirte, déjame solo por favor o me iré a otro lado.

    —Entiendo que estés enojado, pero no puedes salir así de repente, si no quieres volver a casa entonces nos podemos sentar aquí —dirigiéndose a la sombra de un árbol.

    —¿Por qué nunca quieres dejarme solo? ¿acaso te preocupa lo que hago o sólo quieres molestar? vete de una vez —dejaba salir un leve enfado mientras se sentaba en una banca, dándole la espalda al árbol.

    —Quiero cuidarte tonto, sé que no piensas las cosas antes de hacerlas —la cara de la niña se mantenía seria, sin cambios de humor.

    —Gracias, pero puedo cuidarme yo mismo —respondiendo a la acusación de manera seca y cortante.

    —También sé que puedes hacerlo, pero me preocupo por ti —se tocaba la bufanda roja que llevaba en el cuello mientras hablaba con el malhumorado niño.

    —No deberías preocuparte tanto, siento que desde el incidente no haces otra cosa más que estar a mi lado, deberías vivir tu vida Mikasa, apenas somos unos niños de 10 años —parecía que ya se le había pasado el enojo, hablando con más tranquilidad y comprensión.

    —No tengo nada más que hacer, me siento bien con esta situación —aparentemente su rostro seguía igual, pero en el fondo sentía un pequeño dolor que le comía parte de su felicidad.

    —Suenas como alguien mayor Mikasa, debería llamarte "la pequeña adulta" —soltaba pequeñas carcajadas.

    —Dime así y te golpeo —manteniendo la misma cara de seriedad aparentemente tan característica de ella.

    —Sabes, yo tengo un sueño y eso me hace feliz, pero nunca me has dicho que te hace feliz —el niño se levantaba de la banca con la intención de sentarse debajo del árbol.

    —¿Un sueño? no tengo nada como eso, pero estaré a tu lado en todo lo que hagas —pensaba en las palabras que le decía, tratando de buscar una respuesta.

    —Algún día iré más allá de los muros, para eso pienso entrar a la legión de reconocimiento —con determinación en sus ojos, el niño miraba el cielo estrellado en busca de un brillante futuro.

    —Entonces yo también entraré, no te dejaré hacer algo tan peligroso solo —volteándolo a ver, notó la mirada perdida y un brillo en los ojos esmeraldas de aquel chico.

    —Hazlo si quieres, por muy hábil que seas me esforzaré para ser el mejor —al chocar la mirada con la chica de pelo casi oscuro al igual que sus ojos, le mostró una gran sonrisa.

    —Se que lo harás —en un principio ruborizada, le devolvió la sonrisa.

    —El cielo se ve muy bonito a esta hora, parece que hay lluvia de estrellas o algo así —desviando su mirada nuevamente hacia el cielo.

    —No es muy común, es la primera vez que lo miro —al igual que Eren, desvía la mirada al cielo.

    —Mi madre dice que sólo ha visto esto una vez.

    —Hablando de ella, debe estar preocupada, tenemos que volver —retomando la actitud seria, toma al chico del brazo para levantarlo.

    —Supongo que sí, puede que me haya pasado hace rato ¿debería disculparme? —mencionaba con la cabeza agachada mientras se sacudía la tierra.

    —Deberías hacerlo —sin pensarlo dos veces.


    Y así, ambos niños partieron de regreso a su hogar, con un Eren más tranquilo, pero sin abandonar su gran sueño de sentirse libre.

    Aquella tarde, a punto de anochecer, se percibía un ambiente tenso; diría que en cualquier momento podría aparecer un gigante de 60 metros que destruya la muralla que los protege, atentando contra la vida y paz de todos aquellos que se encuentran dentro; al mismo tiempo que desataría una serie de sucesos catastróficos, pero eso no sucedió. Quizás en un mundo paralelo podrían encontrarse en esa situación.

    Pasó un año y la situación no cambiaba, o eso parecía hasta que el gobierno lanzó una oferta de trabajo para "ayudar" a la población de bajos recursos. Se dio la oportunidad de ganar una buena cantidad de dinero a cambio de ir a recolectar recursos fuera de las murallas, teniendo en cuenta que se podría salir de la mala situación en la que varios se encontraban, consideraron que cortar madera y buscar alimento no era difícil así que muchos tomaron el trabajo, sabiendo el peligro que existe en el exterior, titanes de hasta 15 metros que buscan alimentarse de humanos, se arriesgaron arrastrados por el desespero de no encontrar otra alternativa. La aceptación del proyecto no dejó a todos contentos, en especial a los soldados de la legión de reconocimiento.


    —Sabes tanto como yo que es un plan suicida ¿no piensas hacer nada Erwin? —decía un soldado de baja estatura y cabello corto.

    —No nos queda otra opción, si no aceptamos esta tarea, la legión será desmantelada ¿quieres eso? —esta vez hablaba una persona alta y de cuerpo levemente robusto, por su posición pareciera ser alguien importante.

    —No quiero que muera gente inocente —sin dar rodeos, el soldado tenía claro sus ideales.

    —Yo tampoco lo quiero, pero es la única forma de seguir investigando así que cumple tu tarea y acompaña a los civiles para que no haya bajas —dando órdenes firmes.

    —Tsh —regañar entre dientes era lo único que le quedaba por hacer.


    Mientras unos trataban de no pensar mucho en eso, las discusiones se hicieron presentes en muchos hogares, entre ellos se encontraba el inquieto Eren, pero esta vez no discutía con su madre, más bien apoyaba a su mejor amigo para que convenciera a su abuelo sobre no ir al exterior.


    —Ya te dije que será lo mejor para nosotros Armin —tristemente mencionaba esas palabras un señor mayor, con la mayoría de su cabello tintado por la edad.

    —No lo hagas abuelo, buscaremos otra forma de salir adelante ¿por qué te arriesgas tanto? —mostrando la preocupación por su abuelo, el niño rubio y de baja estatura trataba de convencerlo para que no se vaya.

    —Nosotros podemos ayudarlos, le puedo decir a mi padre que le busque un trabajo como ayudante, cierto Mikasa —esta vez hablaba el de cabello marrón oscuro, buscando que le secunden con su propuesta.

    —Emmm, no sabría que decir —perdida en sus pensamientos, solamente dijo lo primero que pensó.

    —¿Qué te pasa Mikasa? no nos ayudas —pronunciaba enojado el pequeño Eren.

    —Entiendo que se preocupen chicos, pero la decisión ya está tomada y salimos en una hora —tratando de calmar los nervios.

    —Abuelo... —el niño rubio tenía el rostro decaído.

    —Dime Armin —en un movimiento se puso a la altura de su nieto, tratando de alzar su mirada.

    —Prométeme que volverás —conservando el tono triste, no dejaba de pensar los peligros que le esperan.

    —Te lo prometo Armin, te lo prometo —mostrándole una gran sonrisa— también quiero descubrir lo que tu padre buscaba, quisiera saber por qué le interesaba tanto el exterior; pensaba para sus adentros, pero no se atrevió a decírselo.

    —Bien abuelo, te esperaré con el Sr. Jaeger —asumiendo que ya no había marcha atrás, el pequeño Armin se dirigió a la casa de sus amigos.


    Las horas pasaron. Algunos grupos regresaron completos, otros volvían con bajas y estaban los grupos en los que no volvió ningún integrante.

    Se dio el anuncio de los grupos totalmente desaparecidos y...

    No mencionaron el grupo de mi abuelo, pensaba el chico rubio. Se dirigió con el jefe de la legión para preguntarle sobre él.

    —Oiga señor, ¿sabe dónde se encuentra mi abuelo? se apellida Arlert —miraba con entusiasmo al hombre que se encontraba sobre un caballo.

    —Mmmm veamos, por el orden de los grupos debe estar en los primeros, deja averiguo donde está —buscando con los ojos a una persona.


    Encontrando rápidamente la persona que buscaba, le habló para preguntarle sobre el Sr. Arlert.

    —Oye Levi, infórmame sobre la situación de alguien, sólo sé que se apellida Arlert.

    —No estoy seguro, pero ¿quién lo busca? ¿su esposa?

    —Sus nietos —el hombre rubio apuntaba con cautela hacia Armin.

    —Ya veo, entonces debe ser alguien ma... —los ojos de soldado se abrieron como lunas al recordar el nombre de esa persona— Erwin... está muerto.

    —Maldición —la seriedad del hombre no lo dejaron sobresaltarse, pero sabía que estaba en una mala situación— yo se lo diré.

    —No esperaba otra cosa, tu aceptaste estos riesgos en un principio —como si de un robot se tratase, su expresión no cambió en lo absoluto.


    La noticia fue dada al pequeño Armin, devastado, sus únicos deseos eran ocultarse del mundo. En cuanto sus amigos se enteraron, la tristeza y culpa inundó los pensamientos de aquel trío.

    Los días pasaron, Armin se había quedado en casa de los Jaeger; un día como cualquier otro, los niños se encontraban sentados en aquel parque que tanto le gustaba a Eren. Rodeado de juegos y árboles, la diversión era lo último que aparecía en sus corazones; en un acto de liderazgo, Eren se puso de pie y habló con determinación.


    —No podemos seguir así, tenemos que hacer algo para cambiar el mundo —se alcanzaba a ver un leve brillo en los ojos del niño.

    —¿Qué quieres hacer Eren? —sin ánimos de alzar la voz, el rubio cuestionaba a su amigo.

    —Voy a unirme a legión de reconocimiento, ya estoy decidido —situaba su puño derecho a la altura de su corazón.

    —¿Qué solucionas con eso? te arriesgas al igual que mi abuelo —la idea no emocionaba al joven Arlert.

    —Me vengaré de esos titanes, no dejaré ninguno con vida —el enojo era visible en su rostro.

    —Yo te acompañaré —esta vez hablaba la única mujer entre ellos.

    —No me digas que piensas seguirlo en su locura.

    —Es muy peligroso, por eso no lo dejaré hacerlo solo —mostrando su actitud protectora.

    —Supongo que eso hacen los amigos, pensaré si es buena idea, pero no prometo nada —mirando al cielo, Armin se mostraba indeciso con la situación.

    —Vamos Armin, será divertido —sin perder la determinación, Eren estaba entusiasmado por entrar al ejército.


    Esa noche el cielo mostraba otra rara lluvia de estrellas, pero no le fue mucha atención por el grupo que ahora partía rumbo a su hogar.


    Y bueno ¿qué les pareció? soy consciente de que el inicio es muy similar al anime pero quería dejar bien planteadas las bases de este mundo alterno, arriesgándome a aburrir un poco, pero confíen en mi cuando les digo que veo mucho futuro en este trabajo.
    Por mucho que me esfuerce sé que los errores son habituales en escritores nuevos como yo así que no se tienten el corazón al señalar errores, ya sea de ortografía o en la narración por favor.
    Temo que sea alguien hablando consigo mismo por la poca actividad que hay pero me esforzaré por seguir escribiendo y actualizando la historia estos días. Sin más que decir los dejo por momentos, hasta que la inspiración llegue a los dedos.
     
    Última edición: 1 Julio 2020
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  2.  
    InunoTaisho

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    A mí me gusta SnK, he leído el manga y seguido el anime así que estoy en espera de cómo terminará el caos.

    Como bien dices puede parecer un calco de lo presentado originalmente en el manga/anime y hasta cierto punto es bastante lento porque, aunque mencionas los titanes, no ha habido acción como tal a lo visto en el anime/manga en el primer y alucinante episodio. Pero bueno, planteas un mundo alterno postapocalíptico (¿¡más!?) así que tengo esperanzas en la mejora de la narrativa porque el inicio fue en realidad bastante más incierto que la pesadilla que pudo haber tenido Eren en realidad (la conexión del pasado con el futuro y viceversa a través de los caminos de Ymir es algo alucinante en la trama original de Isayama)

    Por lo demás creo que son detallitos de principiante que se pueden ir corrigiendo, así que no veo la gravedad en la presentación del escrito como tal.

    Un saludo y sigue escribiendo sin desanimarte
     
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