Memorias [CCS]

Tema en 'CLAMP' iniciado por Aiora, 10 Mayo 2009.

Estado del tema:
No se permiten más respuestas.
  1.  
    Aiora

    Aiora Entusiasta

    Virgo
    Miembro desde:
    20 Agosto 2007
    Mensajes:
    64
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Memorias [CCS]
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    2151
    Memorias [CCS]

    Este es un one-shot que presenté para los olímpicos clamp de este año, que quedo bastante mejor de lo que me esperaba siendo el primero que escribía de estas autoras.
    Normalmente no soy de poner nombres por lo que puede que algunos no sepan de quienes trata, para ellos diré que los protagonistas son Touya y Yukito.




    MEMORIAS


    Hace tanto que nos conocemos que en ocasiones he llegado a pensar que incluso antes de nacer ya te conocía. Siempre fuiste quien más y mejor me sabía entender, nunca hizo falta que yo te dijera nada, mucho menos que hiciera, para que tú supieras que era lo que necesitaba en cada momento.

    Me has apoyado en cada paso, has estado a mi lado en cada decisión que he tomado a lo largo de esta vida sin quejarte, sin reproches, a pesar de que muchas de las decisiones que he tomado te han tenido a ti cómo protagonista.

    Tú eres de esas personas que prefieren estar calladas, esperando a que todo a su alrededor se calmara y se encauzara antes de que hicieras nada, muchas veces eso me molesto, te reproche un sin fin de veces esa actitud, pero nunca hiciste nada al respecto. Con esto no te estoy reprochando nada, no es esa mi intención, solo quiero que veas las cosas tal y cómo las vi yo en su momento.

    Muchos años han pasado desde entonces, peo aún recuerdo nuestra última charla. Nos dijimos tantas cosas... de acuerdo, fui yo el que dijo muchas cosas, tú te limitaste a escuchar y a bajar la cabeza cuando no te gustaba lo que te decía, haciendo que yo me enervara aún más y me fuera imposible controlarme. Sé que te herí mucho en aquella ocasión, y también que jamás te pedí perdón por eso, pero si te soy sincero... no me atreví. El miedo a que no aceptaras mis disculpas pudo más que mis deseos, cosas de la que me he arrepentido siempre.

    Aún hoy, al recordar ese momento, me pregunto cómo es que fui tan cobarde, si desde un principio te hubiera dicho lo que realmente me molestaba, lo que me estaba carcomiendo por dentro, nunca hubiéramos llegado hasta donde estamos ahora. Sé que habríamos hablado tranquilamente y tú me hubieras dicho lo que yo tanto quería escuchar, pero mi orgullo me gano... cómo en tantas otras veces.

    Ahora, con el paso de los años, veo el gran mal que nos hice. Me doy cuenta de por todo lo que nos obligue a pasar, las cosas y sentimientos que tuvimos que guardar, haciendo que poco a poco nos consumieran.

    Por Sakura he sabido de ti estos últimos años, culpándome de las desgracias por las que pasabas, por los malos momentos que te obligue a vivir. Cada lagrima que derramaste junto a ella los sentía cómo cuchillos que se me iban clavando lentamente en el corazón. Cada grito, que no fuiste capaz de soltar frente a mí, y si junto a ella, eran voces que jamás escapaban de mi mente logrando que poco a poco perdiera toda razón.

    Aquello logró que jamás fuera capaz de acercarme nadie, sé que has sabido hasta de la ultima persona con la que me iba a la cama, y que aquello también te hacía sufrir a ti, pero si esto te consuela, jamás deje que nadie se acercara a mí, al menos no cómo lo hiciste tú. Ninguna otra persona fue jamás necesaria para mí, ni deje que se hiciera un hueco en mi corazón... cómo lo iba a hacer si no tengo. Murió junto a nosotros aquel día.

    Solo años después empezó a crearse otro en mí, cuando él apreció en mi vida. Es tan egoísta decirlo, pero admito que me acerque a él por qué me recordaba a ti. Cada gesto que tenía, la manera en la que hacia las cosas era tan parecida a cómo tú acostumbrabas a hacerlo que me fue imposible no hacerme cargo de él.

    Poco a poco logro que fuera sacando todo esto que llevaba guardado, consiguió que volviera a ver la belleza de este mundo, pero sobretodo, lo que más le tengo que agradecer es el hecho de que me instara a buscar ese valor que tenía dormido y que me acercara a ti. Que te buscara he intentara hablar contigo. Eso es por lo que hoy, volvemos a hablar.

    Sé que jamás recuperaremos todo aquello que perdimos, pero al menos nos dio la oportunidad de crear otra gran cantidad de momentos y sentimientos nuevos. Logramos decirnos todo lo que teníamos guardado, y logro que yo... que no me castigara tanto. Lastima que ya fuera tarde.

    Me corroe el remordimiento, el saber que te lo tenía que haber dicho antes, pero otra vez me faltó el valor. Sé que si te lo hubiera contado tú me habrías apoyado, pero también es cierto que hubieras sufrido más, pues habrías querido estar junto a mí, que me hubieras acompañado en cada paso de este difícil momento, y hubieras terminado sufriendo más. Cosa que me prometí no volvería a pasar, ya que muchas otras no pude, al menos esa promesa quería mantenerla.

    El tiempo se acaba, y es hora de que pague por todo lo que hice, y antes de irme quiero que sepas algo que escribí hace unos meses cuando supe todo. No sé si será algo que quieras leer, pero te pido que lo hagas, no, te ruego que lo hagas. En esas líneas hay cosas que creo te ayudaran a perdonarme y a no culparte cómo sé que lo harás. Solo perdóname por lo cursi que se ve.

    Cuando nacemos, nuestros padres desean un sin fin de cosas para nosotros. Sueñan, con millones de maravillas que viviremos a lo largo de nuestras vidas. Esperan, ser lo bastante fuertes cómo para protegernos de todo el mal que nos rodeara a lo largo de nuestra vida, ya que lamentablemente saben que no siempre lo lograran.


    Al crecer, nos creemos lo suficientemente buenos cómo para no seguir dependiendo de nuestros padres. Somos demasiado buenos para cometer alguna falta o ser dañados por otras personas. Siempre sabemos, dentro de nuestra ignoraría, que es lo que necesitamos o que es lo que nos conviene cómo para seguir haciendo caso de sus consejos.


    Cuando maduramos y conseguimos una pareja, aquella persona que nos entiende y nos ayuda a recorrer el camino que es la vida, nos sentimos eufóricos, dejamos esa soledad que nos envuelve desde el momento en el que pisamos este mundo.
    Sabemos que hagamos lo que hagamos, digamos lo que digamos siempre podremos contar con alguien que nos apoye y ayude, que nos dé ánimos cuando el resto nos desprecia y se nos juzga sin compasión.


    Somos felices.


    Pero cómo todo en la vida, nada es para siempre. En los momentos en los que por distintos motivos nos separamos, seguimos deseando que esa persona, la persona que una vez amamos o seguimos amando, sea feliz. Que encuentre aquello que nosotros no pudimos darle. Cruzarnos por la calle, verlo a lo lejos y saber con una sola mirada que es feliz, que por fin encontró aquello que le faltaba y lo hace completo.


    En esos momentos deja de importarnos nuestro dolor y soledad, vemos más allá de ellos y distinguimos un pedazo de paraíso, prohibido para nosotros pero paraíso a fin de cuentas. Es entonces, cuando nos levantamos del agujero y seguimos adelante convencidos de que en algún lugar, encontraremos nuestro propio paraíso.

    Pero que hacer cuando esa persona tan importante para nosotros abandona la vida. ¿Cómo nos recuperamos de algo así? ¿Cómo seguir con nuestras vidas cuando algo tan importante desaparece para siempre?


    Es entonces cuando somos nosotros mismos los que ilusamente deseamos seguir teniendo a nuestros padres al lado, que nos sigan protegiendo cómo cuando éramos pequeños, que nos sigan diciendo las maravillas que esperan para nosotros y sobretodo, que nos sigan manteniendo lejos del dolor. Pues en el fondo jamás dejamos de ser unos niños desamparados entre un mar de tiburones.

    Miedo, dolor, angustia, traición... son tantas las cosas que nos embargan en esos momentos, que egoístamente desearíamos no tener sentimientos, ya que es por ellos por los que sufrimos.


    Esto y más son cosas que se nos pasan a nosotros, los adultos, por la cabeza. Pero que es lo que ocurre si siendo niño esa perdida es la de uno de los pilares de nuestra vida.¿ Cómo lo superan o aceptan ellos este hecho?


    ¿Cómo entender, que esa persona que tiene que soñar con lo que harás, ilusionarse con los logros que desempeñaras y protegerte de todo dolor, es la que te deja y más sufrimiento te genera?

    Sé que ahora mismo lo has de estar pasando mal, me odiaras por el dolor que os estoy causando, pero piensa en lo último que te he dicho. Sé capaz de dejar tu dolor y frustración a un lado y hazte cargo de él. Tienes que ser capaz de hacerle sentir que aunque yo falte, seguirá teniendo todas las cosas que alguien de su edad tiene.


    Puede sonarte arrogante, pero sé que eres capaz de hacerlo, de lo contrario jamás hubiera dejado que esto terminara de esta manera. Si no te creyese capaz de hacer lo que te estoy pidiendo hubiera movido cielo y tierra para tener otro final. Jamás se me hubiera ocurrido cruzar vuestros caminos.

    Apóyate en él, no le hagas sentirse un usurpador en estos momentos. Si sabes ver las cosas en su totalidad veras que, aparte de ser un gran apoyo para ti también lo serás tú para él. Al igual que a ti te ama y busca lo mejor, también así haz con él.

    Piensa que tu dolor no es solo tuyo, también lo es de las personas que te rodean, la única diferencia es que al dolor de ellos has de sumarle el tuyo, pues ellos además sufren por no ser capaz de evitar que pases por algo así. Se frustran de ver cómo te vas hundiendo tu solo sin que ellos puedan o les dejes ayudarte.


    Piensa bien las cosas y no te dejes llevar, pero sobretodo, siéntete libre de todo lo que te este culpando, te lo digo por ultima vez, tu no tuviste nada que ver en esto, fue mi decisión y cómo tal es mi deber asumir todas y cada una de las consecuencias que esta haya tenido.



    Sé feliz, no solo por ti o por mí, sé feliz por todos aquellos que te rodean y que te ayudaran a serlo.


    Me siento estúpido escribiendo algo así, pero realmente necesitaba hacerlo. Espero que puedas al menos, ser capaz de hacer la mitad de lo que antes he dicho. Quédate con él, cuídalo y ámalo cómo yo no supe hacerlo, enséñale todo lo que me enseñaste a mí.


    Es hora de que termine esto, ya llegan por mí. Recuerda que siempre fuiste lo más importante para mí y que este donde este, siempre podrás contar conmigo.
     
  2.  
    fabrianny

    fabrianny Entusiasta

    Cáncer
    Miembro desde:
    23 Diciembre 2008
    Mensajes:
    196
    Pluma de
    Escritora
    Re: Memorias [CCS]

    Casi casi lloró!
    Te ha quedado algo dramático me encanta miérda que hiso touya? Porque se separaron?
    Porqué nunca le dijo?
    Por qué se muere?
    Bueno la verdad no me importa te quedó muy bien espero leerte pronto y bienvenida a clamp.
     
Estado del tema:
No se permiten más respuestas.

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso