Melodías Imposibles De Borrar...

Tema en 'Fanfics Abandonados de Inuyasha Ranma y Rinne' iniciado por DaRk_DrEAm, 17 Noviembre 2005.

?

¿Qué les parece el fic?

  1. Excelente

    27 voto(s)
    79.4%
  2. Muy buena

    4 voto(s)
    11.8%
  3. Buena

    1 voto(s)
    2.9%
  4. Mejor dedicate a otra cosa...

    0 voto(s)
    0.0%
  5. No sirves para la escritura...

    2 voto(s)
    5.9%
  1.  
    DaRk_DrEAm

    DaRk_DrEAm Guest

    Título:
    Melodías Imposibles De Borrar...
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    152
     
    Palabras:
    19236
    Re: Melodías Imposibles De Borrar...

    Muchos siglos despues... pero ya estoy aquí, sorry por la tardanza pero pues no tenía mucho tiempo.. se que la conti será esta vez muy, muy muy corta pero bueno es lo que esta vez puedo publicarles. Cuídense mucho gente bonita y gracias por los comentarios y no se preocupen que aquí todo anda estable por el momento.


    Capítulo 7: Cielo e infierno.


    Felicidad y tristeza sentimientos polares, diferentes entre sí y a la vez tan parecidos. Uno no puede vivir sin el otro ambos necesitan de un ser en quién gobernar. Todos en algún momento de nuestra vida nos preguntamos por qué existe la tristeza, esa sensación de vacío y soledad, esa esencia intangible y que no deja de carcomer nuestra alma poco a poco, instalándose en nuestro corazón de manera permanentemente, cobijándonos con esa frialdad que la caracteriza, no es posible buscar ayuda en la tristeza debido a que ni ella misma puede con sus propias penas y aún así continua existiendo junto a su hermana la felicidad que siempre procura estar cerca de ella para consolarla a pesar de que la tristeza jamás le permite estar cerca porque ni así puede encontrar su propio consuelo. La felicidad la deseamos todos, con nuestros más profundos y desesperados deseos quisiéramos retenerla para siempre a lo largo de nuestra vida, pero ella es la única que puede decidir cuánto tiempo permanecer en el corazón humano. Este ser analiza, manipula y tortura con su presencia a sus víctimas para después alejarse sin dejar rastro, despareciendo en la nada para jamás volver.
    La felicidad era el sentimiento que me invadía en estos momentos no sedeaba saber cuánto tiempo permanecería a mi lado, de lo que estaba segura es que no permitiría que esos momentos felices se desperdiciaran, como en esta ocasión, dónde una persona a la cual le profesaba un profundo cariño me sostenía entre sus brazos mientras yo lloraba sin cesar, no se trataban de lágrimas amargas más bien eran un reflejo del inmenso júbilo que albergaba mi cuerpo.
    -¿Por qué no me lo habías dicho? ¿Por qué lo callaste tanto tiempo?
    Cuestionaba a Inuyasha aún confundida por lo ocurrido, por momentos pensaba que todo esto era un sueño pero no, el calor de su cuerpo me demostraba que me encontraba dentro de la realidad.
    -Es una historia larga que después te contaré pero ahora quisiera saber si me perdonas.
    -¡Por supuesto! Me has hecho la mujer más feliz, me has regresado la mitad de mi vida, soy yo la que te pide perdón por ser tonta y pensar que ya me habías olvidado.
    -Jamás lo haría, todos los días no dejé de pensar en esta fecha pero eso no importa… muchas felicidades y deseo que este se uno de los muchos cumpleaños que me gustaría compartir contigo.
    -Inuyasha…
    No podía dejar de mirar su rostro, sus ojos cristalinos denotaban alegría, un centellar que quizás también existía en mi mirada. Era la primera vez en mi vida que una felicidad así me invadía, podía sentir mi acelerado corazón, agitado y muy sobresaltado al punto de colapsar, pero no me dejaría vencer, debía impedir que esta gran emoción terminara con este momento mágico. Inuyasha levantó con suavidad mi rostro y me besó tiernamente. Deseaba tanto ese momento, todas estas horas estuve esperando sus labios con ansiedad, un deseo que había permanecido muy oculto en mi corazón ya que fue opacado por el orgullo y el egoísmo. El contacto con aquellos labios, su sabor, la paciencia con que exploraba mi boca, todo eso me envolvía en un mundo mágico e impenetrable en donde sólo él y yo existíamos.
    Aquel bello momento terminó y ambos nos estrechamos fuertemente, sin ninguna intención de separarnos. Había tanto de que hablar, verdades que explicar, pero por ahora lo único necesitaba era tenerlo junto a mi para olvidar lo estúpida que fui.
    -Kagome… ¿Qué es lo que siente en estos momentos?
    Preguntó Inuyasha con suma tranquilidad.
    -Dicha, algo que posiblemente nunca antes había experimentado.
    Respondía mientras me acurrucaba más en su pecho.
    -Yo igual Kagome, no tienes idea el infierno que sufrí el día de hoy por tratarte de esta manera, pero deseba darte una gran sorpresa, algo que nunca olvidaras.
    -Y vaya que lo has logrado, jamás esperé algo así, simplemente no estaba preparada y por un momento pensé que me volvería loca.
    -Lo se, creo que me excedí un poco.
    -No importa pero tendrás que complacerme con algo más para que pueda perdonar tu indiferencia.
    -No importa, haré lo que sea…
    -Acompáñanos esta noche a nuestra casa, quiero que juntos compartamos este día.
    -¿Eso es todo? Yo pensé que se trataría de algo más difícil…
    -Por el momento me conformo con eso puesto que no te salvarás de tu castigo.
    -Lo que digas Kagome…
    Volvimos a besarnos y segundos después tomé su mano para caminar hacia mi casa pero él se detuvo.
    -Espera… ¿Miroku y su abuelo pueden acompañarnos?
    -¡Por supuesto!
    -Bien, entonces entra a mi casa, hace un poco de fresco no quiero que te enfermes.
    -No Inuyasha tengo que volver y avisar de su llegada.
    -Como gustes en unos minutos estaremos ahí.
    -Gracias…
    No es que tuviera miedo de entrar a su casa, al contrario sentía curiosidad por conocerla pero recordé que mi casa en estos momentos se encontraba en un absoluto basurero por la búsqueda del remitente de esos regalos. Regresé corriendo a mi casa y Kikyou fue la primera en recibirme.
    -¿Y bien?
    -Inuyasha y los Ishida vienen para acá tenemos que recoger este tiradero…
    -No te preocupes por eso, ya había pensado en esa posibilidad, mamá está dando órdenes para que todos tengamos una cena fenomenal.
    -¡Gracias hermana!
    -No hay por qué Kagome, con tal de seguir viendo ese rostro lleno de alegría soy capaz de todo.
    -¿Sabes lo mucho que te quiero Kikyou?
    -Si lo sé tontita y no te pongas cursi sabes que eso me desagrada además no hay que perder el tiempo en tienes que ayudar en algo.
    Ambas entramos a la casa, el vestíbulo ya estaba limpio sólo quedaban sobre la mesa los dos estuches de violín y la tarjeta. Miré con melancolía mi violín, mi gran tesoro, lo abrí y al sentirlo otra vez en mis manos una electricidad invadió mi cuerpo lo saqué de su estuche el cual ya no era el mismo de antes, éste era totalmente nuevo quizás el anterior quedó destrozado e inservible a causa del agua y el lodo pero ya no quise imaginarme más el posible estado deplorable en que se pudo haber encontrado mi hermoso violín.
    Permanecí embelezada con su belleza, admiraba esa cobertura de madera y ese brillo, siempre me había gustado y más ahora que la madera se encontraba perfectamente pulida, daba la impresión de ser nuevo, tomé el arco y me coloqué en posición para volverlo a tocar, deseaba tanto este momento, con tanta desesperación porque volvía a sentirme viva y justo cuando me encontraba a punto de dar la primera nota una mano cálida me sostuvo el arco.
    -No te recomiendo que lo intentes, su sonido podría desilusionarte…
    Era Inuyasha que repentinamente apareció de la nada.
    -¿Pero cómo llegaste tan pronto?
    Pregunté sorprendida por su repentina presencia.
    -Pensé que había demorado demasiado.
    Contestó él con una sonrisa sin dejar de sostenerme la mano.
    -No escuché cuando llegaron.
    -Me di cuenta Kagome, volviste a encerrarte en tu mundo, igual que lo hiciste en el teatro.
    -Así que te percataste Inuyasha.
    -No despegué mi mirada por un segundo.
    Sonreímos de nuevo sin dejar de mirarnos.
    -Perdonen la interrupción de este momento tan romántico pero mamá quiere hablar con Inuyasha.
    Intervino Kikyou y entonces tanto Inuyasha y yo caímos en la cuenta de que todos absolutamente todos los presentes nos miraban con curiosidad. A los dos se nos subió el color al rostro.
    -¡Vaya sorpresa que nos diste Inuyasha! ¡Eres demasiado creativo!
    Exclamaba emocionada mi madre.
    -No… es nada… señora.
    Contestaba Inuyasha con nerviosismo.
    -Eres un chico demasiado modesto no deberías de menospreciarte.
    -¡Mamá no lo molestes!
    Reclamé incómoda.
    -Lo siento es que estoy tan emocionada… bueno porqué mejor no pasamos al comedor a cenar.
    En realidad yo no deseba cenar, más bien lo que ansiaba era tocar mi violín y perderme por completo con sus notas para recordar los momentos felices antes de su desaparición, me hacía tanta falta que ya no quería desprenderme de él.
    -Vamos Kagome ya tendrás oportunidad para poder tocar el violín.
    Decía Inuyasha mientras me quitaba el instrumento de las manos y lo colocaba dentro de su estuche otra vez, me inquietaba esa insistencia suya tratando de evitar que yo tocara ese violín.
    -¿Qué quieres decir con que me desilusionaría del sonido?
    -La caja se estropeó, a pesar de que el abuelo hizo todo lo posible perdió por completo la resonancia y jamás se volverá a escuchar como antes por tal razón te suplico que no intentes tocarlo, no quiero verte triste de nuevo.
    -Ya suponía que eso ocurriría pero no puedo evitar sentirme un poco triste, pero por lo menos lo tengo de nuevo a mi lado y eso es más que suficiente ahora tengo a un compañero nuevo al cual también debo de amar.
    -Así es… de nada valdría tener un violín tan antiguo e histórico si su dueño no lo aprecia.
    Culminó Inuyasha mientras nos dirigíamos hacia el comedor para disponer de nuestra cena. Mi madre se sentó al centro de la misma mientras que sus dos hijas nos sentábamos en ambos lados. Por supuesto que Inuyasha permaneció a mi lado seguido del abuelo mientras que Sango y Miroku se colocaban a lado de mi hermana. En realidad no podía asimilar lo ocurrido, necesitaba platicar con Inuyasha a solas y que me explicara todo con lujo de detalle puesto que esta curiosidad me quemaba las entrañas, mis sentimientos eran muy confusos. En momentos me llenaba de alegría absoluta pero en otros muy esporádicos… la molestia me invadía al sentirme engañada y usada en el juego de Inuyasha del cual ni siquiera estaba enterada. Constantemente mi madre lo bombardeaba con preguntas sobre los violines y el accidente, pero Inuyasha era una persona de pocas palabras cuando se encontraba en público y contestaba muy poco o quizás al igual que yo deseaba un momento de soledad para ambos y poder explicar la verdadera historia.
    La cena fue satisfactoria, no puedo negarlo pero asombrosamente Inuyasha había comido muy poco comparado con lo que devoraba cuando yo le preparaba los desayunos, se encontraba un tanto taciturno, nervioso y cuando tomé una de sus manos para mostrarle mi apoyo noté que sudaba.
    -¿Te sientes bien?
    Pregunté preocupada en un susurro para que nadie escuchara.
    -No mucho necesito hablar contigo a solas o me volveré loco.
    Respondió con cierta desesperación.
    -Yo también lo deseo pero no me gustaría llamar la atención…
    -De todos modos se darán cuenta, es lo que todos esperan que diga la verdad.
    -Bien entonces acompáñame al jardín…
    Ambos agradecimos nuestra cena y nos alejamos de la concurrencia, atravesamos el vestíbulo y salimos de la casa. Inuyasha sólo me seguía mientras que yo me acercaba a mi lugar preferido para conversar, en el cobijo de aquel gran árbol en el que días antes fue testigo de mi confesión con Sango y Kouga cuando por fin me animé a decirles la triste verdad sobre mi vida, nos recostamos en el césped viendo las estrellas, sitiando la frescura de aquella suave brisa que nos invadía.
    -Aquí nadie molestará Inuyasha ahora… ¿Podrías explicarme qué fue lo que pasó en realidad? ¿Y por qué motivo Kouga mintió diciendo que él nos había ayudado?
    -Yo obligue a ese tipo a que te mintiera…
    -¿Pero cómo? Kouga no se dejaría amedrentar con una simple amenaza.
    -En realidad fue una promesa tonta que hicimos, yo no quería que ustedes supieran la verdad, recuerda que en aquellos días nuestra relación era demasiado caótica y realmente lo que deseaba era apartarme de ustedes dos, me encontraba confundido, así que le prometí a Kouga que jamás me acercaría a ti a cambio de que él mintiera. Él sabía perfectamente que yo era un obstáculo para poderte cortejar y la idea en primera instancia no me pareció desagradable después de todo lo único que yo necesitaba es que no supieran la verdad para no verme más comprometido. Pero después cuando nos encontramos en el hospital… las cosas cambiaron totalmente, en un principio llegué a pensar que era Kikyou quien me gustaba… cada vez que la veía una opresión en mi pecho se manifestaba… pero, aquel día cuando te encontré en el hospital mi opinión cambió totalmente, te vi tan sola, vulnerable, desprotegida que sentí remordimiento por ser tan duro contigo sin haberte conocido primero. Desde ese entonces fui incapaz de olvidarte, no tienes idea de lo mucho que me atormenté al negarme que sentía algo especial por ti Kagome.
    -Así que mi hermana también te gustaba…
    -De cierto modo quizás, porque me agrada que sea una mujer fuerte, decidida y sobre todo que no refleja ningún temor hacia sus oponentes, por eso me confundí llegué a pensar que era única pero cuando llegaste tú todo se trasformó y le diste un vuelco a mi vida que jamás hubiera esperado, no quiero que por esto desconfíes de mi a quien quiero es a ti nunca más he vuelto a pensar en tu hermana ni me acerqué a ti con ese propósito, todo esto te lo menciono porque tienes el derecho a saberlo y sé que nunca me perdonarías que te ocultara algo así.
    -Lo sé, no tienes que aclararme nada, además Kikyou y tú no hubieran hecho una buena pareja.
    -Tienes razón lo más probables es que termináramos golpeándonos a los cinco minutos.
    -Pero también ¿Cómo es que Kouga aceptó algo así? No lo entiendo.
    -Porque el ingenuo creía que con eso te conquistaría, con su dote de héroe pero no, bueno también tengo que reconocerlo él ayudó mucho esa vez que las lastimaron, cuando me dirigía hacia mi casa vi como unos sujetos golpeaban a Kikyou me enfurecí y la ayudé, después la tomé en mis brazos y lo único que susurró fue tu nombre y al instante escuché tu grito de auxilio, otro hombre intentaba ahogarte en aquel río, le propiné un fuerte puñetazo provocando que cayera al rió y que se lo llevara la corriente después de eso tu despareciste, te habías hundido, entré a buscarte y mientras intentaba ponerte a salvo no pude evitar que apuñalearan a Kikyou, tú sólo gritaste y te desmayaste, te cargué en mis brazos y te coloqué en el suelo, luego corrí para auxiliar a Kikyou desgarré mi camisa para hacer presión en su herida y que no se siguiera desangrando y en eso apareció Kouga de la nada reclamándome por haberlas lastimado. Discutimos bastante tiempo hasta que él se dignó a llamar una ambulancia y poco después ustedes ya se encontraban camino al hospital, tu hermana se encontraba muy mal pensé que moriría, me preocupaba mucho y no sabía por qué, a ti sinceramente no te presté mucha atención porque pensé que sólo había sido un desmayo de la impresión.
    -Era lógico que pensaras eso, aún no sabías sobre mi enfermedad.
    -Yo pensé que estarías bien en cualquier momento pero cuando le pregunté a médico sobre tu estado sólo me explicó que habías caído en shock y que no se explicaba por qué tu presión arterial disminuía cada vez más, me asustó cuando me confesó que podrías sufrir un paro cardiaco.
    -Creo que sin querer te dimos muchos problemas Inuyasha pero afortunadamente todo salió bien y doy gracias que ustedes dos se encontraran ahí. De otro modo mi hermana podría estar muerta y yo seguiría encerrada en aquellas cuatro paredes.
    -Perdóname por mentirte Kagome pero es que no quería admitir lo que sentía por ti.
    -Ya no importa, ahora estamos juntos y eso nada ni nadie podrá cambiarlo al menos en este momento.
    -Llevamos apenas una semana de noviazgo y tenga la sensación de que son años, me acoplé muy rápido a ti, es extraño ¿No lo piensas Kagome?
    -Tan extraño como el que nos agrademos, a decir verdad nuestros caracteres son demasiado dispersos, parecemos el agua y el aceite, es un tanto ilógico pero no arrepiento de nada, cuando llegué a Tokio nunca pensé que tantas cosas ocurrieran.
    -Tengo el presentimiento Kagome de que de ahora en adelante nuestras vidas sufrirán un gran cambio.
    -¿Por qué lo dices, acaso piensas que podría ser algo negativo?
    -No lo sé, no tengo ni la más remota idea de si será bueno o malo pero de algo estoy seguro, de que tú y yo compartiremos mucho tiempo juntos.
    Permanecimos callados mientras mirábamos las estrellas, yo me cuestionaba si de verdad permaneceríamos juntos hasta la eternidad, buscaba una respuesta mientras me dedicaba a observar las figuras de los astros luminosos, me dejaba envolver con la frescura el aire, cerré mis ojos y entonces sentí una suave presión en los labios la cual correspondí, tan cálida ya agradable… esta arte impredecible de Inuyasha era lo que más me agradaba.
    -Es hora de regresar ¿No crees?
    Decía Inuyasha con una gran sonrisa.
    -Aún no, hay algo más que quiero saber…
    -Dime.
    -¿De dónde sacaste el dinero para todos esos regalos? ¡Es una fortuna Inuyasha!
    No habló, permaneció callado y serio mientras que se sentaba con los brazos estirados hacia atrás miró una vez mas el cielo pensé que no me respondería nunca.
    -De ningún lado Kagome, mis padres no me lo dieron, los regalos los compré con mi herencia.
    -¿Herencia?
    -Si por parte de mis abuelos paternos y maternos.
    -No entiendo…
    -Cuando mis abuelos maternos fallecieron me dejaron a mí todos sus bienes, casas, inversiones en la bolsa y en el banco y otros negocios, negocios que para serte sincero no entiendo nada y ni me interesan… en fin, fue demasiado dinero lo que mis abuelos me heredaron pero todo lo hicieron con el propósito de que mi padre jamás recibiera un solo centavo de su fortuna, nunca lo aceptaron por su forma ambiciosa de ser así no lo consideraban digno de su hija, para ellos sólo era un oportunista que ambicionaba sólo su dinero, pero como no pudieron disolver ese matrimonio su mejor venganza fue dejármelo todo a mi y no es que yo les gradara mucho, la verdad casi no los recuerdo, yo sólo fui su objeto de negocios, mi madre misma me ha contado que nunca fueron a visitarla a nuestra antigua casa y que tampoco deseaban fraternizar conmigo, sólo cuando ella iba a visitarlos me llevaba consigo pero en como no les agradan los niños lo que hacían era contratar a una niñera para que me mantuviera sólo en los jardines fuera de la casa y su presencia, no se por qué mis abuelos se sentían tan ofendidos con mi padre si ellos eran más ambiciosos y materialistas.
    -¿Y quién maneja todo ese dinero?
    -Mi madre, ella estudió Economía así que es la que se encarga de manejar todo mi dinero, esa fue la condición de mis abuelos en su testamento, la única persona que puede administrar esa herencia hasta que yo tenga la edad suficiente es ella, cuando obtenga la mayoría edad toda la responsabilidad caerá sobre mi y si alguna vez se me ocurriera obsequiárselo a mis padres entonces perderé todo y se donará a una beneficencia pública, en lo personal hubiera preferido que desde un principio donaran ese dinero a tantas personas que lo necesitan. Pero como te repito no eran muy bondadosos así que prefirieron dejárselo a su despreciable nieto que a unos huérfanos.
    -Eso es horrible Inuyasha, no creo que tus padres sean tan malas personas.
    -Yo que sé Kagome son cosas de adultos pero desde ese día mi padre me guarda mucho resentimiento porque confiaba en que ese dinero pasara a sus manos por medio de mi madre y así iniciar un gran negocio.
    -¿Y tu qué piensas? Te agrada poseer tanto dinero.
    -En realidad no, pero por alguna extraña razón no he podido deshacerme de él, suena muy egoísta y se que hay mucha gente que lo necesita pero… hay algo que me lo impide… quizás heredé la parte inhumana de mi familia.
    -¿Y tus padres saben sobre el gasto que hiciste?
    -Mi madre está enterada, ella fue la que me ayudó a realizar las trasferencias y el que yo pueda utilizar una tarjeta de crédito a mi edad.
    -Pero si esa es la herencia que tus abuelos maternos te dejaron qué ocurrió con la otra parte.
    -Bueno ese es un asunto aparte mis abuelos paternos nos dejaron todo a mi hermano mayor y a mí, también es una gran fortuna de la cual mi padre tampoco obtuvo nada.
    -¿Tienes un hermano?
    -Si pero Kagome por favor no me sigas preguntando más sobre ese tema, no me agrada en absoluto algún día pienso contártelo pero no ahora, hay muchas cosas que desconoces de mi en realidad cuando empieces a conocerme verás que no soy lo que piensas.
    -No te preocupes ya no insistiré esperaré a que tú mismo te animes algún día a contármelo y la verdad es que no te tengo miedo.
    -Gracias Kagome, bien creo que ya es hora de entrar a la casa, además me gustaría escucharte tocar tu nuevo violín.
    -Lo haré con una condición.
    -¿Cuál?
    -Que tú toques el piano junto conmigo.
    -Por favor no me pidas eso, no me agrada tocar en público.
    -Inuyasha prometiste que cumplirías mis caprichos… ¿Lo recuerdas?
    -Eso es jugar sucio Kagome no es justo…
    -Andando y ya deja de llorar.
    Me entusiasmaba tanto tocar a lado de Inuyasha y sobre todo estrenar mi violín que casi llegamos corriendo a la casa. Cuando entramos la cena ya había terminado y todos se encontraban sentados en la sala.
    -¿Dónde andaban? Pensamos que nunca regresarían…
    Comentó mi mamá.
    -En el jardín necesitaba hablar de algunas cosas.
    -Entiendo…
    -Señorita hay algo que quisiera pedirle…
    Comentó repentinamente el anciano refiriéndose a mí.
    -Dígame.
    -Podría honrarnos con alguna melodía por parte de ese violín.
    -¡Claro que sí! Eso pensaba hacer en cuanto entré ¿Verdad Inuyasha?
    Él sólo asintió la cabeza de manera seria sabía perfectamente que la idea no le agradaba en absoluto pero no importaba después de todo el joven debía de pagar su justo castigo por haberme ignorado hoy.
    Saqué a Hammer de su estuche por unos segundos tuve miedo de tomarlo entre mis manos al pensar que lo rompería o lo descompondría pero inmediatamente esa sensación desapareció…
    Todos esperaban ansiosos que comenzara y nadie se había percatado de que Inuyasha ya se encontraba sentado frente al piano dispuesto a tocar. Sostuve con firmeza aquel arco inclinándolo un poco para dar paso a la primera nota. Instintivamente comencé a interpretar la melodía que escuché el primer día que llegué a Tokio, si… la melodía de Inuyasha. Lo miré y el no se mostraba extrañado, al contrario al parecer sólo esperaba a que llegara el compás perfecto para poder realizar su entrada, un inicio que no demoró demasiado porque inmediatamente aquel piano comenzó a resonar provocando una gran sorpresa entre los presentes.
    Las notas bailaban a nuestro propio ritmo tanto Inuyasha como yo nos acoplábamos perfectamente como si ambos hubiéramos ensayado aquella pieza durante meses, yo misma me asombraba de lo ocurrido pero aún así no podía detenerme Hammer me incitaba a no hacerlo, me retenía en sus cuerdas con una fuerza sobrenatural, podía sentir que la sangre me hervía y que una repentina euforia se apoderaba de mi cuerpo. Aquella era una sensación única que jamás había experimentado y ahora me daba cuenta de que el violín que mantenía entre mis manos no era un simple compañero era un amante que ansiaba devorarme por completo para no dejar rastro de mi existencia. De la misma manera ocurría con Inuyasha que parecía un demonio cerca de aquel piano y al igual que yo se había perdido por completo en su melodía, mantenía sus ojos cerrados y aún así sus manos jamás cometían ningún error, era la primera vez que lo miraba tocar y en realidad era algo maravilloso porque él era capaz de trasmitir sus emociones bajo aquel instrumento y lo que ahora me indicaba es que Inuyasha se encontraba contento. Ambos nos habíamos envuelto en un mundo de notas y compases en el cual nosotros éramos los absolutos soberanos y donde nadie existía, un mundo raro, especial para dos almas que buscaban un lugar al cual pertenecer. Los dos terminamos al mismo tiempo y los instrumentos dejaron de sonar dando paso al silencio. Tanto Inuyasha como yo repentinamente caímos en la realidad y nos percatamos de que en aquella sala había más personas que nos miraban asombrados y con las bocas abiertas. No sabíamos que hacer en el momento porque simplemente nos habíamos vuelto locos olvidando por completo a nuestras respectivas familias hasta que por fin el abuelo rompió por completo aquel hielo con un aplauso…
    -Que maravillosa interpretación! ¡Ambos son magníficos!
    Gritaba emocionado el abuelo que inmediatamente fue seguido por más elogios por parte de los demás. A mi se me subieron los colores al rostro mientras que Inuyasha se mostraba más nervioso todavía como si buscara un agujero por donde enterrar la cabeza.
    -¿Por qué nunca me habías dicho que tocabas el piano Inuyasha?
    Reclamaba Miroku que al parecer todavía no asimilaba que su mejor amigo fuera tan excelente músico a su corta edad.
    -No es nada importante Miroku, de verdad que no lo es.
    -¿Qué no es importante? ¡Por favor! Si casi me arrebatas el corazón, por un momento llegué a pensar que romperías alguna cuerda.
    -No exageres.
    Era obvio que Inuyasha se sintiera incómodo por los comentarios ya que a él no le agradaba mostrarse en público y mucho menos con algo tan personal, pero al menos yo me sentía muy satisfecha por haberlo acompañado, quizás me comportaba de una manera egoísta al pensar sólo en mis deseos, pero no podía evitarlo deseba tanto este momento que en verdad no quería que terminara.
    -Vamos muchachos toquen algo más…
    Comentó mi mamá e Inuyasha me miró espantado…
    -Mamá ya es muy tarde y mañana tenemos que asistir a clases, otro día será.
    Interrumpí antes de que mi querida madre cometiera alguna tontería y claramente pude observar como Inuyasha suspiraba con tranquilidad. Minutos después ambos nos despedíamos con un beso en la mejilla, que más hubiera deseado besarlo en la boca pero no me atrevía hacerlo al encontrarse mi familia cerca.
    -Fueron demasiadas sorpresas hoy, este día realmente fue muy extraño…
    Comentaba Kikyou con semblante fatigado.
    -Tienes razón, nunca pensé que él fuera alguien tan detallista, por un momento comenzaba a pensar que nunca recibiría alguna rosa de su parte por su manera tan fría, pero me doy cuenta que aún no lo conozco y que me falta mucho para saber quién es Inuyasha en realidad.
    -No te preocupes eso será con el tiempo además es obvio que hacen una muy buena pareja incluso hasta en la música se acoplan muy bien es increíble lo que hicieron hoy con esa melodía, ustedes nunca la ensayaron mas sin en cambio parecía que llevaban toda una vida interpretándola.
    -No sé qué fue lo que pasó hermana pero simplemente nos conectamos en un mundo diferente, yo tan solo dejaba que mis dedos se deslizaran en las cuerdas y nada más me importaba, después de mucho tiempo volví a sentirme viva, aquella oscuridad que me aquejaba parece estar desapareciendo cuando él se encuentra junto a mí.
    -Pase lo que pase Kagome prométeme que esa sonrisa y esa felicidad que inunda tu rostro no desaparecerá por favor prométemelo, si tu estas feliz yo también lo seré…
    -Te lo prometo Kikyou pero creo que ya es hora de dormir.
    -Buenas noches Kagome…
    Ambas nos dirigimos a nuestras respectivas habitaciones a descansar en realidad hubiera deseado permanecer más tiempo despierta pero el cansancio me vencía y mi cuerpo imploraba a gritos posarse cuanto antes en la cómoda cama. No tardé mucho tiempo en conciliar el sueño mientras soñaba con danzas y música. Las melodías de Inuyasha en envolvía en mundo mágico donde yo era la reina absoluta, aquellas notas sólo eran mis amables súbditos que con su sonido se complacían en honrar a su soberana.
    Los siguientes días no era cómo yo me lo esperaba. Inuyasha y yo simplemente no podíamos estar alejados uno del otro. En veces lo acompañaba en su trabajo con los Ishida o en otras nos dedicábamos a platicar en aquel parque sobre cualquier tema mientras yo me dedicaba a dibujar. Lo que más me asombraba es que nunca lo veía realizando los deberes escolares, nunca hablaba sobre sus compañeros de clase o los maestros, mucho menos de temas que tuvieran que ver con los estudios. La única vez que le pregunté del por qué descuidaba tanto el Colegio me comentó que lo hacía para molestar a los adultos y que además la educación es lo que menos le interesaba en estos momentos, si ahora continuaba manteniéndose en el colegio era para estar más cerca de mi.
    Por supuesto que el castigo que compartían él y Kikyou seguía en pie y todas las tardes ambos se dedicaban a dicha tarea mientras que yo continuaba ensayando para la futura presentación decembrina. Ahora que tenía mi nuevo violín procuraba no separarme de él mucho menos divulgaba su procedencia y para muchos no era mas que otro violín más del cual se podía disponer en cualquier establecimiento. Todo esto lo hice con la finalidad de que nadie se enterar de su verdadero origen y evitar que la noticia se divulgara por todo el país e intentaran comprármelo, robármelo o lo peor de todo destruirlo.
    Sinceramente los ensayos no eran nada fáciles en vista de que mi desagradable compañero se incomodaba con mi presencia, en un principio llegué a pensar que su rechazo se debía a que el joven era demasiado ególatra y prácticamente se creía la reencarnación de Beethoven, por consiguiente siempre recibía insultos y ofensas por parte de él. Este problema no quise comentárselo a nadie más ya que lo tomé como algo sin importancia y además no quería ocasionar un problema mayor con los profesores encargados del evento y el Colegio, así que me mantuve en silencio esperando paciente mi oportunidad para poder aplacar a ese sujeto.
    -¡No, no, no! ¡Higurashi lo estás haciendo todo mal!
    Gritaba neurótico aquel sujeto.
    -¡No lo estoy haciendo mal!
    Respondí molesta después de media hora de ensayo. Al parecer el joven hoy venía más enfadado que de costumbre.
    -¡Es que no estás siguiendo el compás! ¡No estás dentro del ritmo!
    -¡Por supuesto que voy al compás y sigo la partitura correctamente!
    -Lo intentaremos una vez más Higurashi y esta vez pon mucha atención…
    Rechiné mis dientes, conteniendo mi furia. Volví a tomar el arco y ambos comenzamos a tocar pero no trascurrieron más de tres compases cuando repentinamente se escuchó el tecleo brutal o más bien bestial de aquel pobre piano.
    -¡Maldita sea Higurashi! ¿Te cuesta mucho seguir el compás?
    -¡Lo estoy siguiendo, estoy leyendo perfectamente la partitura!
    -¡Es que todo lo haces mal!
    -Tú eres el que está mal yo sigo todo al pie de nota…
    -¡Es que es mi compás el que debes seguir! ¿Te cuenta mucho comprender eso? entiende niña estúpida es mí compás no el tuyo el que se debe seguir, recuerda que tú sólo eres una tonta que no comprende el verdadero significado de la música aquí el maestro soy yo…
    -¡OYE IMBÉCIL A ELLA NO LE VAS HABLAR DE ESA FORMA!
    Gritó repentinamente una voz colérica y antes de que pudiera reaccionar Inuyasha ya avanzaba a gran velocidad hacia Takeya, de un solo tiró lo levantó del banquillo y lo sostuvo fuertemente del cuello de su gakurán.
    -No… no… me hagas nada Kurosaki… no me pegues…
    Decía Takeya con absoluto temor ante la mirada fiera de Inuyasha.
    -¡Óyeme muy bien pedazo de animal vuelves a gritar o insultar a Kagome de esa manera y te juro que terminarás muy pronto dos metros bajo tierra!
    Vociferó amenazante Inuyasha emanando furia por todo el cuerpo y por vez primera vi aquellos ojos dorados que ahora parecían tornarse rojos como lava ardiente.
    -Es que la culpa la tiene ella Kurosaki… es una pésima intérprete yo no puedo hacer nada…
    -Aquí el inútil eres tú, tu eres pésimo cuando tocas ese piano me das tanto asco que no se quien diablos te dijo que eres el mejor…
    -¿Y tú que sabes de música? Ni siquiera has asistido a una clase de música en todo el curso así que un ignorante como tú no puede venir a darme a criticar mi talento.
    -¡INUYASHA ES MUCHO MEJOR QUE TÚ!
    Grité colérica, no podía permitir que un bueno para nada menospreciara el grandioso talento que poseía Inuyasha.
    -Kagome no sigas… no tiene caso que gastes tus palabras en esta basura, laguémonos ahora mismo de este lugar, aquí apesta a rata…
    Y en seguida soltó a Takeya provocando que cayera en su propio trasero no sin antes haberse golpeado con el mismo banquillo del cual no pudo sostenerse. Inuyasha me tomó de la mano y con suma destreza recogió mis cosas, ni siquiera me dio tiempo de guardar el violín en su estuche.
    -Inuyasha… espera me estás lastimando.
    Protesté cuando bajábamos las escaleras, me fulminó con aquella mirada rojiza y me soltó, no dijo nada más y yo sólo me limité a seguirlo. Cuando ya nos encontrábamos fuera de la escuela Kikyou nos esperaba con una sonrisa, sonrisa que inmediatamente desapareció al ver la cara de Inuyasha.
    -¿Ahora que ocurrió?
    Preguntó sorprendida.
    -Tuve que gritarle a un inútil que quiso pasarse de listo con Kagome.
    Respondió él de mala gana.
    -¿Quién fue Kagome? ¿Qué te hicieron?
    Preguntó alterada mi hermana mientras me tomaba de los hombros, supuse que por la forma tan sutil de Inuyasha de explicar los sucesos Kikyou había pensado lo peor, así que traté de tranquilizarla antes de que también ella estallara en cólera.
    -No es nada, es solo que la persona con quien estoy ensayando no me soporta y comenzó a gritarme cosas horribles, en ese momento llegó Inuyasha y lo puso en su lugar…
    -¿Pero por qué te estaba molestando?
    Insistió mi hermana con cierta desesperación.
    -Porque es un tonto, la verdad no se porque me odia, siempre me ha molestado desde le principio.
    -¿Y porqué no me lo habías dicho?
    Preguntaron al unísono Inuyasha y Kikyou.
    -Por que era algo sin importancia, no quería que esto se volviera un problema mayor suficiente tienen con sus problemas para en cima tener que cargar con lo mío, además ese hombre ni siquiera vale la pena.
    -Es que no entiendo cómo puedes tolerar que alguien te trate así Kagome.
    Decía Inuyasha sin ocultar su enojo e interrumpiendo a Kikyou .
    -Ya dije que lo siento no se volverá a repetir.
    Comente con cierta desesperación.
    -Por supuesto que no volverá a ocurrir de ahora en adelante estaré presente en todos tus ensayos ¿Entendido?
    Ordenó Inuyasha en un tono autoritario que me molestó por completo.
    -¡No tienes que exagerar Inuyasha ya te prometí que no permitiré que ese tonto me falte al respeto!
    -Es que no se trata de eso Kagome, prometer es muy fácil para cualquier persona, ese sujeto no va a entender con tus advertencias.
    -¿Qué tratas de decir?
    -Que por tu carácter es obvio que Takeya no tomará en cuenta tus palabras y seguirá faltándote al respeto, por eso tengo que estar presente para ponerlo en su lugar.
    -Yo no necesito que nadie me defienda y es mi problema si alguien me insulta o no… Inuyasha ¡Tú no eres quién para mandar en mi vida mucho menos eres MI PADRE para andarme cuidando!
    Acto seguido di media vuelta y salí del Colegio corriendo sin un rumbo fijo. La verdad no podía pensar en otra cosa más que en alejarme de aquel lugar, necesitaba un sitio donde poder desahogarme y descargar mi furia. Inuyasha se había excedido al considerarme una persona de carácter enclenque a la cual todo mundo podía manipular a su antojo. Estaba tan molesta que había tomado la decisión de terminar nuestra relación cuanto antes, no tenía caso seguir a lado de una persona que me consideraba débil.
    Perdí por completo la noción del tiempo y sobre todo la ubicación del lugar en donde me encontraba, ya había oscurecido y desde hace varios minutos había yo dejado de llorar por la estupidez de Inuyasha, en realidad no me importaba si me encontraba sola porque no quería hablar con nadie mucho menos escuchar la voz de Inuyasha. Yo sólo podía mirar la pared que se encontraba frente a mí, apenas comprendía que me encontraba en un pequeño callejón semioscuro. La única luz que llegaba un poco a su interior provenía de un anuncio espectacular que se encontraba justo en el edificio de enfrente. No tenía ánimos de levantarme pero tenía que hacerlo porque ya era tarde y seguramente tanto mi hermana como mi madre me estarían buscando.
    Extrañamente en estos momentos no tenía miedo porque aún transitaba bastante gente por la acera así que sólo podía tomar un taxi que me llevara a casa. Me levanté y limpie mi uniforme del polvo pero ya era demasiado tarde se encontraba muy sucio. Salí del callejón y caminé junto a los demás transmutes con la mente en blanco y con el único fin de que este día terminara. Aunque una vez más el destino me jugaba sucio y sentí una mano cálida que me tomaba del brazo.
    -¿Podemos hablar?
    Era Inuyasha, su rostro se mostraba totalmente diferente, aquella molestia había desaparecido por completo y en su ligar se encontraba el remordimiento. No me sorprendí al verlo, sabía perfectamente que me había seguido y desde hace un par de horas lo había visto al otro lado de la calle esperando el momento a que saliera de mi escondite pero mi intención era que él se desesperara y se fuera, pero al parecer esa táctica no funcionaba en un alma tan testaruda.
    No respondí a su pregunta ni siquiera un leve sonido, sólo lo miré molesta e indiferente y me limité a seguirlo cuando me tomó de la mano con suavidad. A pocos metros había una pequeña plaza circular, en medio había una fuente pequeña y alrededor de ella se encontraban unas bancas en donde poderse sentar.
    -Se que estás muy molesta, lo siento soy un tonto.
    Decía Inuyasha cuando nos sentamos, yo evadía su mirada y sólo buscaba una salida para desaparecer de aquel lugar cuanto antes
    -Inuyasha… lo único que quiero es regresar a casa, no tengo ánimos de hablar además mi familia me está esperando y no me he tomado mis medicamentos.
    Respondí con pesimismo sin prestar atención a sus disculpas.
    -Bien, entonces te llevaré.
    -No, quiero estar sola…
    -Kagome no puedo dejarte ir sola.
    -No te estoy pidiendo permiso Inuyasha, dije que iré sola y así será…
    De un tiró me solté de su mano y caminé hacia la avenida principal, afortunadamente un taxi transitaba y lo abordé de inmediato dejando solo al perturbado Inuyasha.
    El camino a casa en realidad no fue tan largo, cuando llegué sólo di instrucciones a la muchacha del servicio para que pagara e inmediatamente me dirigí hacia mi alcoba.
    -Kagome…
    Llamó Kikyou en cuanto me vio cerca de mi habitación, su voz era un susurro como si de esa manera pretendiera no perturbarme más.
    -Ahora no por favor no tengo ánimos de hablar…
    -Lo se muy bien, mejor descansa y por favor no olvides tomarte tus medicamentos.
    -¡Ya lo se no es necesario que me lo recuerdes!
    Y de un portazo dejé sola a mi hermana. Ya estaba cansada de que todo el mundo me cuidara como si fuera una niña pequeña ¿Tan difícil era entender que necesitaba mi propio espacio? Que más daba… la cabeza comenzaba a punzarme con fuerza y opté por olvidarme de todo y de todos para poder dormir aunque sea con tranquilidad.
    Esa noche era la primera en la que deseba no escuchar el piano de Inuyasha, ansiaba desesperadamente que el silencio siguiera rondando a mi rededor para poder de esa manera sumergirme en un mar pacífico y profundo, lo que necesitaba era paz.
    Un despertador sonó, era hora de levantarse e ir al colegio. Con pesar y absoluta desgana me levanté mientras que mis pequeños pasos, lentos y a la vez pesados me aproximaban a mi ducha. Minutos más tarde bajé a desayunar, en realidad probé muy poco y tanto kikyou como mi madre evitaban hacerme plática, gesto que en realidad agradecía demasiado al no poseer yo el más mínimo ánimo para conversar.
    Al poco tiempo nos encontrábamos a la entrada del Colegio, a petición mía rogué a Kikyou que saliéramos más temprano de lo normal para no encontrarme con Inuyasha. Ya habían llegado algunos alumnos al Colegio y en realidad eso carecía de importancia.
    -Kagome huyendo de los problemas no se soluciona nada.
    Insistía Kikyou.
    -Yo no estoy huyendo de nadie, simplemente estoy muy molesta y no deseo ver a Inuyasha en estos momentos.
    Respondí con más enfado y aceleré mi paso para llegar cuanto antes a mi aula.
    -Bueno días Kagome…
    Saludó mi amiga Sango minutos después cuando nos encontrábamos a poco tiempo de iniciar las clases.
    -Buenos días…
    Contesté sin ánimo alguno, con el cuerpo y los brazos recargados en mi mesa y con ese aire soñoliento que me caracterizaba.
    -¿Te sientes mal? ¿Puedo ayudar en algo?
    -Muchas gracias Sango, no te preocupes no me siento enferma es solo que… ayer tuve un problema con Inuyasha…
    -¿Y ahora que ocurrió?
    -Perdóname no quiero hablar de eso, aún sigo molesta y el sólo recordarlo me enfurece más, cuando me tranquilice te platicaré.
    -Como digas Kagome, ya sabes que cuentas conmigo.
    -Gracias…
    Las clases comenzaron y los segundos trascurrían como si fueran horas, poca atención mostraba a las clases, ni siquiera me quedaban ánimos de poder pensar en una solución para mi problema, por momentos pensaba que todo esto era una tontería y que debía hablar con Inuyasha pero al instante, al recordar sus palabras mi ira renacía y nublaba por completo cualquier posibilidad de reconciliación.
    Todo carecía de interés para mí, miraba a mis profesores pero sólo de sus labios podía observar el movimiento de unas palabras inaudibles para mí, el sonido no existía, sólo yo en un profundo abismo, vacío y frío. A lo lejos alcancé a percibir un sonido, demasiado pequeño pero audible. Era la campana que anunciaba el descanso, poco a poco los alumnos se levantaban de sus asientos y salían acompañados de sus amigos, sonriendo y conversando con total libertad.
    -¿Kagome quieres salir o prefieres estar sola?
    -Perdón Sango pero prefiero quedarme…
    -Bien nos vemos luego, le avisare a Kikyou para que no se preocupe.
    Sango salió del aula y yo por otro lado me quedé algunos minutos con la mente en blanco, después tomé una de mis libretas, un lápiz y comencé a dibujar cualquier cosa.
    -Hola Kagome ¿Cómo estás?
    Saludó una voz repentina que me sobresaltó. Era Miroku que observaba atento mi dibujo.
    -Ho…hola Miroku…
    Respondí apenas reponiéndome del susto.
    -Dibujas muy bien, Inuyasha ya me había comentado de tu talento pero nunca lo había visto con mis propios ojos.
    Al escuchar aquel nombre una molestia se manifestó en mi rostro.
    -Me comentó que ayer discutieron…
    -Miroku perdóname pero no quiero hablar de eso…
    Me levanté de mi asiento comencé a guardar mis cosas con el único propósito de salir de ahí.
    -Pero yo si Kagome, desconozco que fue lo que ocurrió porque Inuyasha no quiso hablar conmigo sobre ese asunto.
    -Si él no quiso hablar, comprenderás que este asunto sólo nos incumbe a los dos.
    -De verdad que ambos son muy testarudos, su orgullo es tan grande que si continúan evadiéndose nunca solucionaran nada.
    -Ese sería nuestro problema, además poco le importo a Inuyasha después de las tonterías que dijo.
    -Por lo visto no lo conoces en absoluto, si tú no le importaras ¿Crees que estaría a tu lado? Vamos Kagome no me vengas con eso… ni siquiera viste su semblante ayer por la noche cuando llegó a mi casa, por un momento pensé que le habían arrebatado la mitad de la vida ¿Dices que no eres nadie en su vida? No hables de lo que no conoces… yo estoy a su lado cada vez que trata de complacerte para que seas la mujer más feliz. Desconoces absolutamente la vida de Inuyasha antes de que tú aparecieras.
    Comentó Miroku con seriedad, conservando la calma si mostrar ningún tipo de alteración.
    -Tienes razón Miroku no se nada de él, lo desconozco y por más que he tratado de acercarme no puedo él siempre pone una barrera entre nosotros, si a tu lado puede desahogarse que bueno, por lo visto yo no soy tan indispensable en su vida.
    -Veo que no entenderás nunca lo que te quiero decir, sólo quiero que sepas algo Kagome… en la vida de Inuyasha sólo existen dos personas muy importantes y por las cuales daría todo, una soy yo y la otra por supuesto… eres tu, ambos somos la razón de que Inuyasha por fin encontrara un propósito en la vida, si he venido aquí a platicar contigo en contra de los deseos de mi amigo es porque él significa mucho para mi, es mi hermano y no puedo permitir que tonterías como estas destruyan lo que tanto trabajo le ha costado a Inuyasha descubrir de sí mismo.
    Ciertamente esas palabras provocaron un gran laberinto en mi mente y nunca pensé que Miroku significara tanto para Inuyasha, lo observé detenidamente, su rostro era muy severo algo anormal en su personalidad, nunca había visto un semblante tan serio, incluso lo veía mucho más alto que de costumbre a pesar de sus muletas.
    -Miroku yo… no entiendo si dices que soy tan importante por qué me trata como si fuera tan sólo una bebé que no es capaz ni de caminar sola.
    -Porque Inuyasha es un estúpido al querer sobreproteger a las personas, conmigo lo hace siempre pero es su forma de demostrar su interés hacia el ser querido, es miedo lo que tiene Kagome, miedo de que algo malo nos ocurra a ti y a mí, por eso es que te defiende tanto.
    -¿Inuyasha temeroso? Siempre lo he visto como una persona indestructible.
    -Aunque no lo creas, Inuyasha es quizás más débil que tú y yo juntos, sólo que oculta esa parte con una máscara de frialdad y desinterés.
    -Ya no sé que pesar de él, no entiendo su forma de ser.
    -Es que no es cuestión de entenderlo nuestro único trabajo es estar a su lado y apoyarlo cuando nos necesite.
    -Vaya ¿Y ahora que haré? No puedo llegar y pedir disculpas, además no me siento con el valor de verlo a los ojos, fui muy tonta.
    -¿Qué fue lo que pasó Kagome? A lo mejor puedo ayudar en algo.
    -Ayer mientras ensayaba me encontró discutiendo con mi compañero de evento, él siempre me insulta y me hace sentir la peor de las mujeres cada que puede, yo no he podido erradicar su ofensas y tampoco entiendo ese odio que tiene hacia mi. Inuyasha escuchó todo, se molestó y por poco lo golpea, después salimos del Colegio y me reclamó del por qué nunca le había dicho nada, yo simplemente le dije que no quería provocar más problemas… pero eso lo enfureció y más y prácticamente me dijo que era una tonta y débil que siempre necesitaba que alguien la protegiera y que para eso estaba él, para cuidarme… eso me molestó mucho y salí corriendo sin decir nada, permanecí mucho tiempo escondida en un callejón hasta que todo terminara, Inuyasha me había seguido y esperado todo ese tiempo, pero mi coraje fue mucho mayor así que en cuento lo vi abordé el primer taxi hacia mi casa y me fui sola, lo dejé sin darle si quiera una oportunidad de arreglar el problema.
    -Ya veo… ¿Y quién es ese sujeto que te ofende?
    Preguntó curioso Miroku.
    -Se llama Takeya… Takeya Yakotsu
    Una risa estridente resonó por todo el salón, era tan fuerte que incluso los vidrios de la ventana vibraban. Miroku se carcajeaba como si hubiera escuchado el mejor chiste del mundo, no se detenía. Fue tan largo el momento que su propio cuerpo tuvo que detenerlo porque el estómago comenzaba a molestarle por tan prolongada risa.
    -No le encuentro lo gracioso Miroku…
    Reclamé con enfada.
    -P... Pee… perdón Kagome es que… esto es tan gracioso…
    -No te entiendo explícate…
    -Es que ese sujeto es un compañero de clase y la verdad ahora entiendo por qué te odia tanto.
    -¿Por qué?
    Pregunté ingenua por un momento pensé que Inuyasha también había tenido problemas con ese hombre, quizás cuando llegó al colegio tuvieron alguna disputa pero nunca pensé que la realidad fuera tan diferente.
    -Lo que pasa es que Takeya esta enamorado de Inuyasha desde el primer día que llegó, es por eso que te odia tanto porque tú eres la novia de su amor platónico y eso le molesta en gran manera porque lamentablemente para él mi amigo nunca lo tomó en serio.
    La noticia me cayó como un balde de agua fría, jamás pensé que ese sujeto tuviera ese tipo de preferencias y lo peor de todo es que Inuyasha era su objetivo.
    -Lo ves Kagome… tu novio es capaz de levantar hasta las más bajas paciones.
    -¿Pero en hombres?
    Respondí con cierto asco.
    -¿Por qué no? ¿Preferías que fuera una mujer?
    -No… creo que es mejor dejarlo así, no me agradaría tener que soportar un montón de víboras acechando a Inuyasha.
    -Si, en este caso puedes sentirte tranquila porque Inuyasha jamás pondrá sus ojos en ese pervertido.
    -¿Inuyasha lo sabe?
    -Si, por eso le molesta mucho hablar sobre el asunto.
    -Y por eso es que ayer se molestó más de lo debido, creo que después de todo no fue una exageración de su parte.
    -Ambos tuvieron la culpa por no hablar y tenerse más confianza, pero descuida este problema se puede solucionar muy fácil.
    -No he salido del salón en todo el día y no le visto por ningún lado.
    -Ni lo verás en el Colegio… hoy no vino…
    -¿No asistió a clases?
    -No.
    -Me imagino que ha de estar molesto.
    -Eso no lo sé Kagome ¿Por qué no lo visitas en su casa?
    -¿Crees que esté ahí? La verdad es que nunca he entrado, además no me parece apropiado, el vive solo.
    -No tan solo Kagome su ama de llaves siempre está ahí, si quieres yo te acompaño para que no te sientas incómoda.
    -Gracias…
    El receso había terminado y ahora me encontraba desesperada por ver a Inuyasha y aclarar de una vez todo este problema. Miraba impaciente el segundero de aquel reloj, ahora el tiempo trascurría con mucho mayor lentitud que antes, por unos instantes tuve el gran impulso de abandonar las próximas clases y así fue, en cuanto terminó la primer hora guardé mis útiles.
    -¿Vas algún lado Kagome?
    Preguntó sorprendida Sango.
    -Si, tengo que ver a Inuyasha, por favor avísale a mi hermana que estoy bien, que sólo fui a resolver un problema que tengo con él y también dile a Miroku que me disculpe pero que preferí arreglar esto sola.
    -Está bien Kagome, sólo cuídate.
    Sin esperar ni un minuto más apresuré mi salida y en pocos segundos ya me encontraba corriendo rumbo a la casa de Inuyasha, la verdad es que no estaba acostumbrada al ejercicio y muy a pesar de mi figura delgada podía sentir cómo el aire se me escapaba de los pulmones, al principio no me importaba, pero cuando comencé a sentir una molestia en el costado de mi estómago y a marearme comprendí que llegar corriendo a su casa y en ese estado sólo preocuparían más a Inuyasha. Faltaban pocas cuadras para llegar, así que comencé andar tranquila y sin ninguna prisa. Mi cansancio ya era más que evidente, las piernas me temblaban, había esforzado mi cuerpo al máximo, casi no me quedaban fuerzas para tocar el timbre. Tan sólo vi cómo se abría la puerta y la silueta de una mujer y después oscuridad.
    Me sentía extraña, el aroma de mi ambiente era diferente, no era dulce ni tampoco desagradable, más bien cálido y reconfortante, mi piel podía sentir la suavidad y comodidad de algo que aún desconocía, traté de abrir los ojos, poco a poco mis párpados comenzaban a separarse, una luz me encegueció por un momento y cuando hube recuperado un poco la vista noté un techo blanco y paredes azules, un ventanal del cual provenía aquella luz y varios mubles desconocidos ¿Dónde me encontraba? Trataba de moverme pero el cuerpo me dolía, comenzaba a asustarme y desesperada enderecé mi cuerpo provocando un terrible mareo y un repentino dolor de cabeza.
    -No te asustes tranquila… todo está bien…
    Me decía una voz calmada.
    -¿Inuyasha?
    Pregunté confundida ¿Era esto un sueño?
    -¿Dónde estoy? ¿Por qué estoy aquí?
    -Estás en mi casa, te desmayaste en cuanto Kaede abrió la puerta ¿Cómo te sientes?
    -Muy mareada, con náuseas, me duele la cabeza y el cuerpo, además tengo la boca muy seca.
    Inuyasha vació agua de una jarra de cristal en un vaso pequeño también transparente, me lo ofreció y cuando lo tomé en mis manos casi se derrama, pero gracias a que Inuyasha reaccionó antes que yo ese accidente no ocurrió porque lo tomó antes de que yo lo soltara, hasta un simple vaso parecía plomo entre mis manos.
    -¡Qué ridículo! Ahora ni siquiera puedo con el peso de un vaso.
    Me reclame molesta.
    -No es tu culpa es normal que no tengas muchas fuerzas.
    El mismo Inuyasha ahora me daba de beber y me sentí avergonzada.
    -¿Qué hora es?
    Pregunté al encontrarme perdida en el tiempo. Por lo que veía a través de aquel ventanal aún era temprano pero desconocía la hora exacta.
    -Casi son las tres de la tarde, mejor descansa estás muy pálida.
    -¿Cómo es que llegué aquí? Sólo recuerdo que abrieron la puerta pero nada más…
    -Yo estaba entrenando en el gimnasio cuando escuché que Kaede gritaba desesperada, cuando llegó a mi me comentó muy asustada que te habías desmayado sin pensarlo salí corriendo y cuando te vi en el piso el corazón se me detuvo, pensé que algo grave te había ocurrido, lo único que se me ocurrió fue cargarte y recostarte en un sofá de la casa, no reaccionabas y yo me encontraba en la histeria total, sino fuera por Kaede que fue la que me tranquilizó quien sabe que clase de tontería hubiera cometido. Me dijo que lo mejor era que te recostara en una cama y llamara aun médico y así fue, mientras el doctor llegaba te subí a mi habitación para que estuvieras más cómoda, espero que no te moleste.
    -No te preocupes, muchas gracias y disculpa por haberte preocupado no era mi intención.
    -No es nada, afortunadamente no pasó a mayores, el médico dijo que sólo fue una baja de presión a causa del cansancio y de la fiebre.
    -¿Fiebre?
    -Si cuando llegó el médico ardías en fiebre ¿No te sentiste extraña hoy en la mañana?
    -Un poco, el cuerpo me dolía y me sentía muy cansada pero no le tomé importancia porque me ocurre seguido, quizá fue porque ayer no me cubrí adecuadamente.
    -Es lo mismo que opino el doctor lo que necesitas es descansar, al parecer la fiebre ya disminuyó con el medicamento, tuvieron que ponértelo vía intravenosa para que surtiera más efecto.
    -Ya veo… ¿Y mi hermana? ¿No sabe lo que me ocurrió?
    -Por supuesto en cuanto se fue el médico salí corriendo al Colegio por ella, hubieras visto su cara parecía el mismo demonio incluso es más rápida que yo corriendo porque en cinco minutos ya se encontraba a tu lado.
    -¿Y dónde está?
    -Fue con Kaede a conseguir tu medicina, por causa de tu narcolepsia tienen que tener mucho cuidado en qué van a recetarte pero creo que ya se demoraron un poco, supongo que conseguirla ha sido un poco difícil.
    -¿No sabes si mi mamá está enterada?
    -Si, Kikyou ya habló con ella y la tranquilizó después de todo esto sólo fue por culpa de un resfriado y un desmayo nada que ver con tu enfermedad así que dijo que estaría aquí lo más pronto posible.
    -Gracias Inuyasha…
    -No tienes que agradecerme nada, después de todo yo me siento culpable…
    -Tú no tienes nada que ver en esto.
    -¡Claro que si! Si no te hubiera dicho todas esas tonterías el día de ayer tú no estarías enferma.
    -Ya no importa, yo soy más culpable por dejarme llevar por los impulsos y no pensar antes en las consecuencias, perdóname ayer fui muy dura y exageré la situación, tú lo único que querías era protegerme.
    -Pero esa forma de protegerte no es correcta, me comporté muy sobre protector y eso no es bueno para nadie, tú eres la que debe aprender a defenderse y yo no puedo estar siempre a tu lado para cuidarte, ya no eres una niña, pero desgraciadamente eso ayer no lo comprendí.
    -Vaya… nuestra primer pelea… espero que sea la última no me agradan este tipo de situaciones.
    -Eso no se puede evitar Kagome, además las diferencias entre dos personas siempre van a existir, la cuestión estriba en cómo saber resolver esos problemas.
    -Entonces ¿Asunto arreglado?
    -Por supuesto.
    Nos miramos por algunos segundos y lentamente acercamos nuestros rostros hasta que nuestros labios chocaron y se besaron con timidez. Aquel beso comenzó a prolongarse y tanto él como yo ya nos encontrábamos abrazados siendo ésta una forma de pedirnos perdón por ser tan ingenuos y tontos. Anhelaba tanto el sabor de su boca… y ahora que lo meditaba desde hace pocos días nuestros besos comenzaban a mostrarse más diferentes… como decirlo, quizás más apasionados. Ambos nos exigíamos más, mi cuerpo ahora se estremecía completamente cada vez que sentía su boca… ¿Qué significaba esto? ¿Qué era esta sensación? Una sensación que me impulsaba a pedir más de él, a desearlo más… a no separarme ni un instante de su aroma, de su calor y sobre todo de su sabor.
    Ahora le permitía a Inuyasha que me besara el cuello mientras que un fuego ardiente recorría mis venas arrasando con cada centímetro de mi piel.
    -I… Inuya… sha… no… por favor no lo hagas.
    Inuyasha se apartó de mi muy apenado por el momento y ambos nos mirábamos asombrados por dejarnos llevar por el momento.
    -Perdóname Kagome no sé que me diablos me pasó, discúlpame no quise faltarte al respeto de esa forma…
    -Perdóname tú a mi es sólo que me asusté…
    -No volverá a ocurrir te lo prometo.
    -¿Por qué lo hiciste?
    -Me dejé llevar por mi instinto, comprendo que sea algo desagradable para ti.
    -No fue desagradable, más bien me gustó, pero sentí temor a la vez ¿Tú que sentiste?
    -Emoción y satisfacción.
    -Yo igual.
    Ambos sonreímos ruborizados pero aquel momento fue roto cuando mi hermana entró a la habitación.
    -¡Kagome por fin despiertas estaba tan preocupada!
    Mi hermana se abalanzó sobre mi y me abrazó con fuerza, por un momento sentí que el aire me faltaba.
    -Ki…Kikyou me estás… ahogando…
    Rápidamente mi hermana se apartó de mí para que yo volviera a recobrar el aliento.
    -¿Cómo te sientes? ¿Por qué no me habías dicho que te sentías enferma?
    -Porque pensé que era algo normal, pero ya estoy bien Kikyou no exageres más.
    -Sólo me preocupo, no tiene nada de malo.
    -Creo que lo mejor es irnos ya a casa, la fiebre ya bajó así que puedo salir.
    -No puedes, la fiebre podría volver en cualquier momento.
    -No pasa nada, sólo vamos a cruzar una calle y listo, si me abrigo bien la fiebre no va a volver.
    -Eres imposible Kagome.
    -Igual que tu hermanita.
    Inuyasha ayudó a levantarme de la cama mientras que Kikyou tomaba mis cosas y me abrigaba con una chaqueta enorme que ella misma trajo de la casa. Minutos más tarde ya me encontraba recostada en mi propia cama, ahora me sentía más tranquila y en confianza puesto que la habitación de Inuyasha me había provocado cierto nerviosismo y la situación al menos para mi se había tornado un tanto hostil. No podía olvidarme de aquel momento cuando nos besamos ni mucho menos de esa sensación en mi cuerpo. Me encogí más en mi cama tratando de conciliar el sueño y olvidarme del asunto después de todo Inuyasha tampoco se había sentido muy cómodo.
    Cerré mis ojos y dejé que mi cuerpo se relajara, no tarde mucho en conciliar el sueño esta vez no hubo nada, todo en blanco, así es como me gustaba dormir, sin sueños o pesadillas que me atormentaban continuamente. Sentí que apenas había cerrado los ojos cuando escuché a lo lejos que me llamaban:
    -Kagome hija… despierta… Kagome.
    Lentamente abrí mis párpados estaba oscuro y aunque reconocía la voz de mi madre me costaba un poco de trabajo enfocar su imagen entre la oscuridad de mi habitación, me encontraba muy soñolienta.
    -¿Mamá? ¿Qué pasó?
    Pregunté mientras me sentaba en mi propia cama.
    -No es nada hija ¿Cómo te sientes? ¿La medicina surtió efecto?
    Preguntó ella con ternura.
    -Creo que si, ya casi no me duele el cuerpo aunque tengo mucho sueño.
    -¿Tienes apetito?
    -No mucho, aún tengo un poco de náuseas.
    -Aunque sea come un poco de cereal o fruta no puedes dormir con el estómago vacío.
    Insistió ella con aire de preocupación mientras me acariciaba el pelo
    -Bien, entonces me gustaría comer un poco de melón y manzana.
    Respondí con pereza.
    -Ordenaré que te lo preparen, después de eso toma tus medicamentos, precisamente para eso te desperté pero no puedes tomártelos en ayunas.
    -Si mamá Gracias.
    -Bien hija en unos momentos subiré con tu cena.
    Mamá salió no sin antes dejar la luz encendida, a los poco segundos entró Kikyou.
    -¿Ya estás mejor?
    -Si muchas gracias.
    -Te ves muy pálida.
    Kikyou me tomaba la temperatura corporal con su mano pero a juzgar por su semblante todo estaba en orden.
    -Kagome sé que no es el momento pero… ¿Arreglaste las cosas con tu novio? Te digo esto porque aún noto cierta incertidumbre en tu rostro como si algo te molestara todavía.
    -Inuyasha y yo arreglamos ya ese problema, pero hoy cuando me encontraba en su habitación ocurrió algo que me inquietó…
    -¿Qué es?
    Preguntó ella curiosa.
    -Para reconciliarnos… nos besamos… pero hoy fue de una manera distinta, atrevida por así decirlo, tuve una sensación extraña y me dio miedo.
    -¿Miedo? ¿Y qué sensación era esa?
    -No sé cómo explicarlo, era como una gran electricidad un deseo infinito por no dejar de besarlo.
    -Bueno Kagome eso es normal porque ambos se agradan.
    -Pero tengo miedo que esto se repita, no me gustaría que esto rebasara las fronteras ¿Qué puedo hacer?
    -Entiendo tu inquietud hermana pero creo que esta vez no podré ayudarte en mucho, le preguntas a la persona equivocada, en cuestiones del amor no se nada y eso que tratas de explicarme no lo entiendo del todo, pero algo te puedo decir sólo sigue a tu corazón, disfruta los momentos que compartes con él y no te detengas temor después de todo, los dos se quieren mucho.
    -Lo sé pero es que este deseo me causa cierto pesar.
    -Ay hermanita, relájate es sólo una reacción natural de tu cuerpo cuando te encuentras a lado de la persona querida, además… de ti depende hasta dónde puede llegar Inuyasha si esto no te agrada díselo, él comprenderá.
    Mamá entró a la habitación con una mesita plegable de madera. Kikyou y yo tuvimos que finalizar aquella conversación ya que me provocaba cierta vergüenza hablar de estos temas con mi madre.
    En silencio me dispuse a probar mi fruta y en cuanto terminé tomé mis respectivos medicamentos y me volví a dormir.
    Después de aquel incidente y esa terrible discusión mi relación con Inuyasha se había fortalecido más, ahora él compartía más de su vida conmigo, me agradaba conocer más sobre él y en cada revelación me encontraba con muchas sorpresas sobre su persona, casi diario nos dedicábamos horas enteras a practicar con nuestros respectivos instrumentos. Mi madre alguna vez hizo el comentario de que uno de nuestros vecinos se encontraba muy intrigado por saber de dónde provenían aquellas melodías y quiénes eran esos magníficos músicos (según él) pero mi mamá a petición nuestra nos mantuvo en el anonimato y el vecino tuvo que quedarse con su curiosidad. También mis ensayos con Takeya habían mejorado un poco porque Inuyasha y Kikyou se encontraban junto a nosotros, vigilando cada movimiento de ese engreído, esperando con avidez a que se atreviera a levantarme tan siquiera la voz para poder despedazarlo como era debido. Yo le imploraba a Inuyasha que hiciera lo imposible por quedarse en lugar de Takeya, a mi no me importaba hablar con los profesores. Si era necesario tratar este asunto con el mismo Director lo haría porque yo sabía perfectamente que Inuyasha era muy superior a Takeya y que su interpretación sería perfecta. Pero Inuyasha se negaba una y otra vez y cada vez que tratábamos sobre el asunto, él simplemente me evadía y terminábamos platicando sobre otros asuntos.
    En el Museo de Arte últimamente había mucho trabajo desde que mamá tomó la Dirección. Inuyasha, mi hermana, mis amigos y yo continuamente visitábamos las exposiciones que ella organizaba, a veces dichas exposiciones eran presentadas en otras ciudades y esta vez le tocaba el turno a Sendai, nuestra ciudad natal. Mamá estaba tan emocionada que no cabía en sí de la felicidad, ella deseaba que todo saliera perfecto por tal motivo se ausentaría durante quince días dejando a Kikyou a cargo de mí y del hogar.
    Sucedió un día en donde Kikyou no asistió a clases por un resfriado y por tanto le ordenó a Inuyasha que cuidara bien de mí en su ausencia. Me encontraba en clase de Educación Física cuando por enésima vez la profesora me reprendía por no tomar las clases de una manera apropiada, siempre era la última y la más torpe en todo, ni siquiera era capaz de competir contra una tortuga, así que de castigo tuve que correr tres veces por toda las pista de carreras enfrente de todos. Terminé tan exhausta y sudando que mis piernas apenas y me respondían, Sango y yo llegamos a los vestidores en último lugar porque tuvo que ayudar a sostenerme. Mi amiga me reprenda por no decir la verdad a los profesores sobre mi enfermedad pero yo insistí en que eso se mantuviera en secreto. Nos cambiamos de uniforme de una manera fugaz, dejando a muchas de nuestras compañeras atrás, ya casi nos encontrábamos entrando al edificio principal cuando miré mi muñeca, faltaba mi pulsera… la que Inuyasha precisamente me había obsequiado el día de ayer.
    -¡Ay no puede ser! ¡Soy una tonta!
    Exclamé dolida.
    -¿Qué pasa?
    Preguntó Sango desconcertada.
    -Perdí mi pulsera, me la regalo ayer Inuyasha.
    -No te preocupes Kagome debe de estar cerca, ven te ayudaré a buscarla…
    Recorrimos con nuestra vista todo el trayecto que caminamos, desde la entrada del edificio hasta la zona deportiva.
    -Mira Kagome yo buscaré en la pista de carreras mientras tú buscas en los vestidores.
    -Bien.
    Me dirigí hacia los vestidores, entre y busqué entre mi estante la pulsera pero no estaba, mire el suelo pero tampoco, tuve que ponerme de rodillas para buscar debajo de los muebles y en ese momento se escuchó la puerta y muchas risas de mujeres, no sé por qué razón me oculté detrás de una fila de estantes.
    -Vaya Megumi si que te encontraste un tesoro…
    Comentaba una chica de voz plagosa.
    -Quizás… lástima que su dueña no lo considere así…
    -¿Y que harás?
    Preguntó otra.
    -Voy a quemarla, tirarla sería un verdadero desperdicio, de hecho esta pulsera nunca debió de pertenecerle.
    Reconocía esas tres voces se trataban de una compañeras de mi clase, una era Megumi y por lógica tenía que venir acompañada de sus tres inseparables amigas Saya, Hitomi… y no recordaba el nombre de la otra, nunca me había llevado bien con ellas. Anteriormente Sango me había advertido que ese grupo siempre hablaba mal de mi y a mis espaldas, nunca le presté atención porque no me interesaban, pero permanecí escondida para averiguar de una vez por todas por qué tanto rencor hacia mi.
    -Higurashi es una estúpida mira que perder algo así.
    Decía Saya.
    -¡Para mi ángel! Que cursi… nunca pensé que Kurosaki fuera de esas personas. No entiendo qué le vio a esa mujer.
    Reclamaba Megumi burlándose del mensaje que Inuyasha había grabado debajo de la pulsera.
    -Quizás lo embrujó con algún hechizo, basta con mirarla para darse cuenta que es una bruja, sólo mira su cabello, es horrendo.
    Comentaba otra amiga
    -Y es tan delgada que la rama de un árbol sería más agradable para los hombres.
    Dijo Hitomi.
    -Kurosaki es un tonto habiendo mujeres tan femeninas e interesantes como yo, tuvo que fijarse en esa desdichada.
    El odio de Megumi hacia mi era evidente, todas esas palabras dirigidas hacia mi me enfurecían y ala vez me provocaban tristeza
    -¿No sabes que hace con las cartas que le dejas? ¿Nunca te ha respondido?
    Preguntaba con curiosidad una de ellas ¿A qué cartas se refería?
    -No pero ya me fastidié y estoy pensando seriamente en enfrentarlo y demostrarle lo que es una verdadera mujer, Higurashi no cuenta con el cuerpo, ni la personalidad necesaria para retener a un hombre como a Inuyasha, lo más probable es que esté a su lado por lástima la verdad es que no entiendo cómo puede permanecer junto a ella todo el día, debe ser un sacrificio para él soportarla, supongo que como caballero que es no ha roto esa estúpida relación por consideración a herirla, pero algún día se fastidiará y entonces yo estaré ahí para permanecer a su lado.
    Las intenciones de Megumi eran tan perversas que me daba asco.
    -Higurashi es una tonta, demasiado hombre para ella, ni siquiera sabe deporte, no puede dar dos pasos sin antes caerse, Kurosaki es tan atlético y varonil…
    No pude contener más mi molestia y salí de mi escondite para enfrentarlas. Y ahí estaban ellas, no me había equivocado Megumi y su séquito de arpía, no se asombraron al verme y me devolvieron la misma mirada amenazadora. Miré mi pulsera en las manos de Megumi y enfurecí más.
    -Dame eso…
    Ordené señalando mi pulsera.
    -¿Buscas esto Higurashi? No seas ridícula…
    Decía con burla Megumi.
    -Te dije que me lo des…
    -No te lo daré y supongo que has escuchado todo lo que hablamos sobre ti.
    -Eso es algo que no me interesa Megumi.
    -Mira Higurashi hagamos un trato.., yo te devuelvo tu mugrosa pulsera y a cambio tú te alejas de Kurosaki para siempre, seamos razonables Kagome sólo mírate no eres nada comparada con él.
    -Tú que sabes de nosotros.
    -En realidad no hay que usar mucho la imaginación, así que te advierto si no te apartas de Kurosaki lamentarás la consecuencias.
    -Inuyasha jamás pondría los ojos en ti aunque fueras la última mujer en el mundo.
    -Eso está por verse ¿Y qué dices? ¿Aceptas el trato?
    -Puedes quedarte con la pulsera, tírala, quémala, haz lo que te plazca con ella yo en cambio puedo pedirle a Inuyasha que me regale otras más puesto es conmigo con quien está.
    -¡Higurashi eres una estúpida engreída! ¡Ninguna mujerzuela como tú puede ganarme!
    -Que te quede muy claro Megumi, Inuyasha no es ningún trofeo así que te prohíbo que vuelvas hablar de él como si fuera tu juguete porque no es ningún objeto.
    Y salí a zancadas grandes de aquel terrible lugar, por mis ojos resbalaban lágrimas de furia y tristeza. Cuando me encontré con Sango sólo le pedí que me abrazara, me sentía tan mal y tan poca cosa, esas mujeres tenían razón yo era tan poquita cosa... Inuyasha se merecía a una verdadera mujer.
    -¿Ya te sientes mejor?
    Preguntó Sango algunos minutos después cuando me secaba las lágrimas.
    -Si, gracias Sango…
    -¿Qué pasó?
    -No quiero hablar de eso me duele mucho, es mejor que regresemos a tomar las clases no quiero que por mi culpa te reprendan.
    -Eso no importa Kagome, yo sólo quiero ayudarte.
    -Lo sé, pero ahora no, la verdad es que necesito… bueno a decir verdad no sé lo que quiero, lo mejor es regresar al salón.
    Volví a mi aula, Megumi y compañía llegaron antes que nosotras y me miraban con semblante triunfador e intercambiaban palabras. Yo me sentía tan enclaustrada y sin salida en aquellas cuatro paredes que estuve a punto de gritar llena de rabia. Pero una campana me volvió a la realidad, las clases habían terminado. Sango y yo salimos para reunirnos con Inuyasha y Miroku pero en cuanto lo vi no pude sostenerle la miraba y lo evadía, esto obviamente fue muy notorio y Sango al ver mi reacción intervino.
    -Miroku… ¿Sería mucha molestia si estudiáramos juntos…? es que no entiendo algunas cosas sobre Algebra…
    -Si Sango como digas…
    -Ven vamos a la Biblioteca…
    Ambos se alejaron dejándonos sólo.
    -¿Qué ocurre?
    Preguntó Inuyasha al ver mi semblante.
    -No es nada, quiero irme de aquí cuanto antes.
    Respondí con cierto fastidio evitando verlo a la cara.
    -¿Y a dónde quieres ir?
    Cuestionó él
    -No sé… me gustaría tocar un poco para liberar este estrés.
    -Bueno vayamos a tu casa.
    -No, a tu casa, mi hermana está resfriada y no quiero molestarla con nuestro escándalo.
    -Como gustes.
    En el trayecto no hablé y mantuve mi mirada fija en el piso. Cuando llegamos a casa de Inuyasha asombrosamente no había nadie quien nos recibiera esta vez.
    -¿Y Kaede?
    Tuvo que salir me pidió un par de días, al parecer un primo suyo se encuentra muy grave e Okinawa y fue a visitarlo al hospital.
    -Ya veo, entonces ¿No hay nadie en tu casa?
    -No.
    Respondió mientras se sentaba en aquel sofá que se encontraba en el Salón de Música, yo dejé mis cosas en el suelo con la misma desgana y me senté en el banquillo del piano mientras tecleaba sin sentido con mi dedo índice buscando el momento y la forma para contarle a Inuyasha lo que me había ocurrido.
    -¿Qué ocurrió Kagome? Estás muy rara…
    Se había adelantado, era normal en él, siempre era muy intuitivo.
    -Inuyasha… ¿Por qué no me habías dicho que recibías cartas de una chica del Colegio?
    Pregunté con cierto tono molesto o más bien celoso.
    -Te refieres a eso… bueno no le di importancia, en realidad nunca he abierto esas cartas, las guardo en ese estante para regresarlas algún día a su dueña. ¿Cómo es que te enteraste?
    -Esa mujer me lo dijo, hoy perdí la pulsera que me regalaste, ella la encontró, se burló de mí y me confesó que está enamorada de ti y que haría lo imposible por separarnos porque yo soy muy poca cosa.
    -No le prestes atención a esas tonterías Kagome.
    -¡Es que no son tonterías! ¡Mírame! Soy muy pequeña, demasiado flaca, no tengo un cabello perfecto y ni siquiera una personalidad, no soy capaz de levantar el gusto de un hombre… soy tan poca cosa comparada contigo.
    -Ven Kagome… siéntate.
    Obedecí, me senté a su lado, él me abrazó y yo comencé a llorar.
    -No seas tontita claro que eres bonita, eres hermosa, tú me gustas mucho, además yo estoy a tu lado porque eres especial y diferente no prestes atención a las palabras de esa bruja.
    -Pero es que Inuyasha… tú te mereces algo mejor, una mujer con buen cuerpo, inteligente, simpática…
    -Y por eso es que tú eres mi novia… porque cumples con todo lo que un hombre desearía, eres linda, tierna, inocente, gruñona y terca pero no por eso dejas de ser una mujer inteligente y con un maravilloso talento.
    -¿De verdad?
    -¿Quieres que te demuestre que eres capaz de enloquecer a un hombre?
    -¿Inuyasha, de qué hablas?

    CONTINUARÁ...
    Bueno hasta aquí llegará este parte del capítulo, ya casi termino el capítulo entero pero no lo publicaré aquí por motivos de Reglamento, como ya se dieron cuenta hay reglas y se tienen que seguir nos gusten o no por lo tanto ya cuando termine el capítulo entero les avisaré dónde estará publicado Ok.

    Bueno se me cuidan mucho y ya nos estaremos viendo . Bye bye
     
  2.  
    Marioly

    Marioly Usuario común

    Géminis
    Miembro desde:
    17 Febrero 2006
    Mensajes:
    319
    Re: Melodías Imposibles De Borrar...

    o.O?

    entonces que habrá en el próximo capítulo que no se puede publicar aqui! xD
    que perver :D
    emm... pues estuvo muy linda la conti..
    la verdad es que no la encontré tan corta como tu decías, es más , me demoré un tanto en leerla, aunque no tanto como en anteriores ocasiones.

    Pues espero que estes bien, me pregunto que harán, es que yo soy ingenua :o , y pues eso..=)

    Que te vaya bien en los estudios y eso!

    bye!
     
  3.  
    Aome 231

    Aome 231 Iniciado

    Cáncer
    Miembro desde:
    17 Febrero 2006
    Mensajes:
    22
    Re: Melodías Imposibles De Borrar...

    Al fin que bien que por fin publicaste la conti
    y opino lo mismo que Marily eh, que sera lo que
    habra en la terminacion de este cap aunk bueno
    te pido k si es un lemon o algo me lo envies como
    un pm o si lo vas a publicar avises donde porfis
    Y en cuanto a lo de lo largo por mi esta bien siempre
    eh dicho entre mas mejor
     
  4.  
    dylan_shang

    dylan_shang Guest

    Título:
    Melodías Imposibles De Borrar...
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    152
     
    Palabras:
    42
    Re: Melodías Imposibles De Borrar...

    woow te exediste!!!
    si eso es pokito para ti
    para mi no lo es jajajajaja
    bueno te felisito y espero ke lo
    continues pronto para leer lo ke sigue
    de la historia oki



    see ya
     
  5.  
    ritsuko_k

    ritsuko_k Entusiasta

    Leo
    Miembro desde:
    23 Agosto 2005
    Mensajes:
    93
    Pluma de
    Escritora
    Re: Melodías Imposibles De Borrar...

    uuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu.....que bueno q estes bien eso me deja tranquila....oki doki la conti no estara aqui ok......inuyasha es tan tierno y dulce con kagome.....xq siempre deben haber chicas como esa megumi....solo les gusta fastidiar y molestar generalmente no tienen serebro lo digo por experiencia propia......bueno pero siguele pronto ok bye
     
  6.  
    elonwel

    elonwel Guest

    Título:
    Melodías Imposibles De Borrar...
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    152
     
    Palabras:
    139
    Re: Melodías Imposibles De Borrar...

    Ola!!!

    Ves? Contigo el tiempo de espera siempre merece la pena... :p

    En fin, que me gustó mucho el capítulo... la verdad sq ya sabes que me gusta toda la hitoria!!! jajajja

    Me encanta cómo narras cuentas cómo se va desarrollando la relación de estos dos. Creo que es la más natural que haya leído en un fic!!

    En serio, me sigue manteniendo en vilo!!! A ver cómo sigue... mmm supongo que me hago una idea... xD
    Ánimo y continúalo!!!... a tu ritmo, claro!! :p jeje

    Saludos!!
     
  7.  
    ingi

    ingi Guest

    Título:
    Melodías Imposibles De Borrar...
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    152
     
    Palabras:
    93
    Re: Melodías Imposibles De Borrar...

    ola!!!!!!!!!!!! ^^ jeje

    te tengo que decir que ha merecido la espera jeje
    ha sido muy bonito, ya me gustaría poder escribir como lo haces
    espero que pronto pongas la otra parte del capítulo porque tengo ya muchas ganas de leerla jeje
    te felicito por ser tan buena escritora ^^ te lo mereces ^^ jeje

    nos vemos pronto!!!!!!!

    Atte: InGi ^^

    P.D.: dices que la conti ha sido corta, pero la verdad, es de los fics que más largas las hacen, jeje
     
  8.  
    ana paulina

    ana paulina Entusiasta

    Sagitario
    Miembro desde:
    8 Abril 2006
    Mensajes:
    121
    Pluma de
    Escritora
    Re: Melodías Imposibles De Borrar...

    creo que ya todas nos hemos dado cuenta de las intenciones
    de dark_dream ahahaha>< porfis pon ya la conti!!!!!!!!!!!
     
  9.  
    Rei_Ayanami II

    Rei_Ayanami II Usuario común

    Tauro
    Miembro desde:
    26 Abril 2005
    Mensajes:
    403
    Re: Melodías Imposibles De Borrar...

    WAU!!!

    si fue corto o yo leo muy pero muy lento jeje

    me gusto mucho la verdad

    especialmente la parte de la discucion tambien disfrute mucho riendo a carcajadas en la parte de los gustos del profesor de Kag... y ya me imagino la escena del otro cap estan solito huy xD bueno como con las reglas estamos hechas lio hay q buscar un lugar fuera del foro para publicarlo ToT

    Hay la otra regla es q si no lo continuas en un plazo de un mes la discu cerra cerrada porfavor reportate!

    Cuidate!
     
  10.  
    priss_1

    priss_1 Guest

    Título:
    Melodías Imposibles De Borrar...
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    152
     
    Palabras:
    258
    Re: Melodías Imposibles De Borrar...

    Holas.... Brenda...

    Felicidad y tristeza sentimientos polares, diferentes entre sí y a la vez tan parecidos. Uno no puede vivir sin el otro.......

    Así comenzaste este nuevo capitulo.... que mejor introducción a los sentimientos y corazones de los personajes de tu fic....
    Como puede cambiar de la felicidad a la tristeza y el dolor en solo un segundo... será porque la felicidad es tan intangible que cuando llegas a tocarla se te escapa entre las manos porque no sabes que hacer con ella.... quieres aprovecharte de ella para conseguir mas pero solo tienes que disfrutarla lo que dure será algo que depende de tu corazón... pero ese par son capaces de crear una tormenta de una pelea sin importancia... solo espero que lo continúes pronto cuando tengas un minuto entre tantos deberes... cada vez me gusta mas cada vez que escribes se nota que pones todo de ti para lograr un buen relato ... y como ahora existen nuevas reglas y hay que respetarlas _si claro:o_ creo que nos leeremos hasta el próximo capitulo...

    Chauu... besos y te cuidas
    Siempre atenta al fic
    Priss_1....
     
  11.  
    Karure

    Karure Iniciado

    Tauro
    Miembro desde:
    19 Junio 2006
    Mensajes:
    11
    Re: Melodías Imposibles De Borrar...

    ooooooooohhhhhhh diablos tenia ia todo el post i se me borro ;.; argh!!! pero lo vuelvo a skribir....nOn.....

    inuyasha .....hijo de popo eres un maldito pervertido!!!!! igual ke io jajaja...ayy mija si kerias ke saliera nuestro lado pervertido pss lo has konseguido i es ke un hombre i una mujer solos en una kasa donde no hai nadie .....pssss no deja mucho ke pensar jaja....i io ke pensaba ke no iba a pasar nada de nada i no iban a hacer "eso" pero es ke no lei la parte del final i la vdd si vas a skribir una escena de amor pasional kreo ke te va a salir lindo porke hai unos kasos en ke la vdd parece ke stas leyendo porno barato del tianguis jaja....es komprensible la relacion de Inu&Kag porke para ellos son su primer novio/a i no saben komo actuar en una relacion en donde lo primordial es la konfianza i la komunicacion i por eso de su diskucion no saben komo afrontar esos problemas los kuales para ellos a lo mejor son insignificantes pero para la pareja son importantes por lo tento es perdonable las actuaciones de los dos porke son inexpertos(vaya me oi komo todo una psikologa jaja)jajaja me dio risa i a la vez ternura la parte donde inu el pide perdon a kag por besarle el kuello ojala i hubiera mas hombres asi por algunos van a lo ke te truje chencha argh!!!! i si a mi me dijieran ke un homosexual anda tras mi novio no me darian celos...mmmm bueno pokitos solo ke me partiria de la risa....porke seria chistosa ver eso...i esa megumi argh io le hubiera jalado los pelos por zarrapastrosa me kayo tan mal...argh me saldra bilis de la boka..bueno amiga ia se ke me he desparecido un BUEN del internet pero comprendeme ;.; tengo examenes i los mas perros los tengo la semana ke viene i trabajos ke entregar...pero exente 2 examenes wiiiii!!!!! nOn...ahhh tmb spero ke se haya solucionado tu problema kon el profesor ese ...si stan viendo ke uno es bekado i todavia ke le hacen la vida de kuadritos..io lo se porke tmb stoi bekada por la uni....bueno peke te me kuidas MUCHO...lo importante es tu salud i despues lo demas le echas ganas a la skuela...komo te dije anteriormente te kuidas mucho ....me saludas al kunado jeje....te mando un besito muack!!!portate mal!!!!!! digo bien i aunke no te vere seguido si stare al pendiente de hecharme una vuelta por stos rumbos ok.....bye..

    P.D la spera valia la pena....
    P.D 2. korta!!! tarde komo dos horas en leerla jeje XD
    P.D.3 te kuidas mucho muchos besitos i te kiero mucho amigaaaaaa!!!!
     
  12.  
    inu to aome

    inu to aome Guest

    Título:
    Melodías Imposibles De Borrar...
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    152
     
    Palabras:
    266
    Re: Melodías Imposibles De Borrar...

    KIAAAAAAA... bueno.. ke emoción de verdad esta emocionante... y exitante... jajajaja y ke mala esas mujeres... envidiosas no fueran... y así existe tanta gente que no es tolerante y que envidian asta por los poros... y por tales cosas ieren a las demas personas en vez de apreciar el talento que tienen... esas personas tienen un autoestima por los suelos... malamente que hechan el autoestima de los demas a su altura...
    ese Inuyasha ke tiene una mente para el puro monte... jajjaja... a mi se me hace ke Miroku se lo akonsejo... ke se me hacee eee??? o sera k yo tambien tengo una mente ke se me va para el monte ... jajaja bueno no soy la únik... jejeje
    bueno, tambien la primera discución.. estubo padre ke la pusiera ya que todas las parejas tienen sus diferencias... ninguna tiene una exapción jijiji.. bueno emmm k más ... por lo pronto eso es lo ke kería dcir... hay no svemos y si la proxima conti se manda por PM pues hay me la mandas okis??... y si se publica en fanfiction... nos das un aviso jajaja ke es lo k aras... (esto ultimo fue una afirmación)

    sayonara


    PD. me gusto mucho tu post karure...jejeje es verdad ke a muchos hombres no les importa ... y komo tu dices algunos van a lo ke te truje chencha jejeje
     
  13.  
    Arelytha

    Arelytha Guest

    Título:
    Melodías Imposibles De Borrar...
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    152
     
    Palabras:
    240
    Re: Melodías Imposibles De Borrar...

    ´¨) HolA!!!

    ´¨) ¸.-¨)
    ´¨)kE TaL...
    ¸.-´¸.-´¨) ¸.-¨)
    (¸.-´ (¸.-` .-´¯`-.
    ´¨)Conti conti
    ¸.-´¸.-´¨) ¸.-¨) (¸.-´ (¸.-`
    .-´¯`-.
    ´¨)conti conti ¸.-´¸.-´¨) ¸.-¨)
    (¸.-´ (¸.-`
    .-´¯`-.
     
  14.  
    Diana Gpe.

    Diana Gpe. Guest

    Título:
    Melodías Imposibles De Borrar...
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    152
     
    Palabras:
    36
    Re: Melodías Imposibles De Borrar...

    MOI BONITO TU FIC!!
    me gusto muxo!!:D
    spero la qnty!!!
    echale muxas ganas!!!
    xDxDxD
     
  15.  
    Ahome_23

    Ahome_23 Guest

    Título:
    Melodías Imposibles De Borrar...
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    152
     
    Palabras:
    111
    Re: Melodías Imposibles De Borrar...

    Hooolaaa peque!! XD
    veo que estas muy bien y eso me alegra mucho
    Tu conti estuvo espectacular,como siempre claro! :D
    aay dios,la neta es que cada vez que leo tus contis me voy quedando sin palabras,x q siempre te digo lo genial y espectacular que eres como persona y como escritora.
    Me encanta la historia que tiene el fic.
    Espero ver pronto el sig cap,o la continuacion de este...
    ahi me avisas si lo vas a mandar x pm o en tu blog ok?

    Te quelo musho
    cuidate
    Besitos
    Ciaoo
    y suerte en los estudios!! :D
     
  16.  
    clavi-chan!

    clavi-chan! Guest

    Título:
    Melodías Imposibles De Borrar...
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    152
     
    Palabras:
    44
    Re: Melodías Imposibles De Borrar...

    GUAU!!!!! esa conti estuvo increìble quedè muy prendida de la historia (más todavía) siguele animos eres muy buena de verdad!!!!!!!!!!!!
    espero no te demores mucho en dejar o avisar sobre la otra conti please!!!!!!!!
     
  17.  
    maria_pamela

    maria_pamela Entusiasta

    Piscis
    Miembro desde:
    26 Marzo 2006
    Mensajes:
    102
    Pluma de
    Escritora
    Re: Melodías Imposibles De Borrar...

    holaaaaaaaaaaa amia disculpame si no t pude psotear antes.. pero es q n oe tenido modem abu abu T_T weno amia una vez mas, fantasticoooooo me encanto este cap, de evrdad fantastico, aora tengo q esperar la conti q me iamgino q sera demasiado interesante ahh jajajaja, tu sabes amia q eres uan talentosa escritora y puedes sacar tu libro ahh :P weno amia esta conti me encanto, aunq me da colera q esas chicas hablen mal d kagome sobre lo fisico asgg a colera..........weno amia sabes q siempre voy a apoyarte, ps tu ficc es el mejor amia byeee

    Atte:

    Pamela
     
  18.  
    Its

    Its Adicto

    Tauro
    Miembro desde:
    17 Julio 2005
    Mensajes:
    1,576
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Re: Melodías Imposibles De Borrar...

    El comienzo me ha gustado mucho,me recuerda los fics de Cereza,suele hacer una pequeña introduccion de unas lineas que hacen reflexionar.Me gusta leerlo lentamente,para quedarme bien con la idea,lo he leido dos veces ^^

    No me ha parecido corta,llevo bastante rato leyendo y como siempre me ha encantado.Me encanta ver como cada vez se van conociendo mas,se protejen,se sorprenden,seguro que todavia quedan mas sorpresas.Su primera disputa,a sido por una tonteria,pero con lo tercos que son los dos,pensaba que les iba a costar mas solucionarlo,todo gracias a Miroku.Maldita Megumi y sus amigas!Se han quedado con la pulsera ¬¬ encima pretendian quemarla,que envidiosas,si supiera que Inuyasha no abre ni sus cartas,a parte que se queden con la pulsera me ha fastidiado todo lo que le dicen a Kagome porque se lo termina creyendo,aunque luego Inuyasha se lo desmiente...El final ha sido muy tierno,en realidad desde que estan de novios las contis a parte de emocionantes son tiernas,lo has dejado muy interesante,espero que lo continues pronto,no tardes tanto ^^
     
  19.  
    Arelytha

    Arelytha Guest

    Título:
    Melodías Imposibles De Borrar...
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    152
     
    Palabras:
    255
    Re: Melodías Imposibles De Borrar...

    ´¨) HolA!!!

    ´¨) ¸.-¨)
    ´¨)kE TaL...
    ¸.-´¸.-´¨) ¸.-¨)
    (¸.-´ (¸.-` .-´¯`-.
    ´¨)Esta super lindo tu fic
    ¸.-´¸.-´¨) ¸.-¨) (¸.-´ (¸.-`
    .-´¯`-.
    ´¨)Plis dinos en donde lo vas a publicar completo¸.-´¸.-´¨) ¸.-¨)
    (¸.-´ (¸.-`
    .-´¯`-.bye bye**
     
  20.  
    Nadja

    Nadja Guest

    Título:
    Melodías Imposibles De Borrar...
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    152
     
    Palabras:
    39
    Re: Melodías Imposibles De Borrar...

    estubo genial el capi
    espero pones lo que sigue pronto
    (obviamente dices donde va a estar) y yo concuerdo con el resto que te posteo no estaba corto.

    bien sigue asi

    ****nadja****
     

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso