* Media noche * (Jacob-Reneesme) (Edward-Bella)

Quien amamos​

El choque de las olas con la arena era una melodía para mi alma.

Esta región era un lugar mágico. No era una fantasía mía o ilusión, de verdad lo era.

¡Qué paraíso!

¿Quién dijo que el paraíso, la gloria, no se puede alcanzar aquí en la tierra?

No es necesario morir para tener el placer, la dicha que siempre se ha prometido desde la creación del mundo.

Que curiosa era esa promesa. Se nos dice muchas cosas de lo que pasa después de la muerte. Yo creo lo que la mayoría de las personas creyentes creen: Que al morir se llega a un mejor lugar. ¿Qué tan maravilloso es ese lugar? Tanto como uno se comporte en esta tierra. El miedo de irse al “infierno”, como algunos lo llaman, hace que las personas tengan más control y conciencia en sus actos. Ese miedo y el deseo hacen que uno trate de ser una mejor persona. Pero algo de todo ese “paraíso” que nos prometen no entiendo. Porque si es como lo describen, la gloria eterna, todos luchan a contratiempo: No quieren morir.

¿Pero porque? Si allá es toda inmensa felicidad.

Era todo tan curiosamente gracioso.

¾ Que linda sonrisa tienes.

Esas meditaciones las dejé a un lado para ver a mi amigo.

Era muy buen compañero de penas este Nahual, muy comprensivo, me escuchaba, me aconsejaba y todo eso como se lo agradecía. Ha sido un joven extraordinario, que no ha hecho nada más que abrirme los ojos y sin darse cuenta me hacía sentir más miserable. No es que me dijera cosas desagradables, al contrario, me decía cada palabra tan dulce y maravillosa, haciéndome ver las bellísimas cosas que tenía en mi vida y por mi insensatez las dejé, solo para enfrascarme en mis sentimientos, dolor y pensamientos.

¾ Sigo sin saber que hacer ahora – Me ofreció un vaso de barro, muy pintoresco con colores vivos. Era una rica limonada – Tengo miedo.
¾ ¿Pero miedo de qué? – Se sentó en la banca de madera a un lado de mi y posó cómodamente su brazo en el respaldo de hierro forjado – Te equivocaste, pero ya lo reconociste y será peor que sabiendo que tuviste un horror, no hagas nada y todo sea por miedo.
¾ ¿Cómo quieres que no lo tenga? – Tomé de toda mi fresca bebida y dejé el vidrio en el pasto. Respiré profundamente y visualicé la bella playa que estaba debajo de mis pies. Estaba sentada sobre un acantilado, dejándome ver más allá del mar. Que maravilloso seria qie así como yo podía sentir el mar cristalino y ver más allá, que mas quisiera que así pudieran mis padres, Jacob, las personas que amo, que enojé y lastimé, pudieran ver dentro de mi – Hice, dije cosas que no se si un día yo me perdonaré. ¿Tú crees que Jacob me perdonará?
¾ Si sabe lo que sientes, tu dolor, tus pensamientos, si te conoce tan bien como yo te conocí estos días, créeme…— Respiró un poco entrecortado, no sé porque. Se me hizo muy raro – créeme… te amara mas – Dejé de sentir su mirada dulce y vio también hacia el mar – Sabrá que vales mucho, que nadie se puede comparar contigo, que eres una mujer que llena al hombre más experto y exigente, y aun así, se queda de por vida debiéndote. Porque con tu sola presencia, esa bella sonrisa, dan ganas de ser un mejor ser. El mejor, porque tú lo mereces… lo mereces todo.
¾ Nahual – Esas palabras me llegaron al corazón y las protegió mi alma. Lo volteé a ver, él seguía viendo el horizonte -- ¿De verdad?... ¿De verdad sera posible que alguien te amé de esa forma, con esa fuerza? ¿Lo crees posible?
¾ No solo lo creo posible, Nessy – Por fin me ve y a los ojos – Es más que eso y ya tienes por lo menos un hombre que siente eso por ti…
¾ Cada día me siento más tonta – Sonreí con pesar – ¿Cómo no lo sentí con esta fuerza y profundidad antes? Ese hombre es Jacob.
Apretó a mandíbula y las manos, dejándolas sobre sus rodillas. Desviando la mirada de mí, me dijo:
¾ Si, ese hombre es él.
¾ Gracias, Nahual – Me lancé a su cuello, abrazándolo con dulzura y agradecimiento – Gracias por ser el amigo que necesito en este momento.
¾ Espero que lo sigas pensando después de lo que te diré – Deshizo rápidamente mi abrazo, parecía incomodo con mi muestra de cariño. Era la primera vez que lo tocaba de esa manera y yo creo que por ser su forma de ser tan seria, neutra, no estaba acostumbrado a agradecimientos así. Por eso con una gran sonrisa me retire un poco más, pues lo entendía. Podía ser un poco más expresiva de lo normal.
¾ Dime.
¾ Tus padres saben desde que nos fuimos de Forks que te venias conmigo y aquí, a mi pequeño refugio.
¾ ¿En serio? – Me dolió el estomago de saber eso.
¾ Espero que no te enojes mucho por hacer lo que hice, pero lo creí más correcto. La manera en la que nos fuimos, te fuiste... No fue lo correcto.
¾ Lo sé, lo sé, yo…
¾ Y si te apoyé fue porque sabía que aquí estarías mejor. Si no era yo quien estaba a tu lado, sería otra persona o sola, y cualquiera de las dos situaciones no me iban a tener tranquilo. Vi tu decisión de querer alejarte de ahí y decirte un “no”, no sería lo mejor.
¾ Gracias, de verdad gracias. ¿Y qué te dijeron mis padres? – Pregunté con miedo.
¾ Quería tu padre mi cabeza, pero por lo que oí de tu madre, pues es más el deseo de tener tu cabeza que a mí me dejaron a un lado.
¾ ¿Un poco de tristeza o algo así, no hay? – Eran mis esperanzas para que me dejaran con vida -- ¿Me extrañan por lo menos?
¾ Por lo último que supe de tu familia… diría que no hay nada de eso.
¾ Perdón por meterte en todo esto.
¾ Para eso somos amigos, estar en las buenas y en las malas – Era serio como siempre, pero amable como de costumbre.
¾ Con mayor razón ya debo de irme…
¾ Si lo que pensabas al no avisarnos es preocuparnos y no veamos las cosas como son, niña, estas muy equivocada – La voz de Edward Cullen resonó en la pequeña terraza de la sencilla cabaña.
¾ No sé qué demonios tienes en la cabeza por actuar así – Bella a un lado parada de su esposo me dijo molesta.

Con un gran escalofrió recorriendo por mi cuerpo, me puse de pie, teniendo como protección la banca de madera.

¾ Papas, yo… de verdad lo lamento. De verdad…
¾ ¿¡Perdón!? – Espetó Bella – Niña, no es que llegaras tarde a la casa, no salieras bien en un examen, eso es para decir “Perdón”. Para esto que hiciste no le veo ninguna palabra de arrepentimiento. ¿Cómo te atreviste hacer algo así?
¾ Madre…
¾ ¡Eres una niña! – Estaba realmente enojada -- ¡No te mandas sola! ¿Con permiso de quien? No tienes justificación este estúpido comportamiento…
¾ Bella, mi amor…
¾ ¡Si, si! – Paró en secó a mi padre – Mira…— Encaró a su esposo, pero se calló y vio por primera vez a mi amigo – Tu muchacho, espero que de verdad hayas cuidado a esta niña – Miró a Edward.
¾ Se comportó como un gran amigo – Mi padre dijo las palabras que me estaban por salir de la boca. No era justo que por mis tonterías, él, que solo hizo todo por mi bien, saliera raspado por mi culpa.

Esas palabras al parecer calmaron un poco a mi progenitora, pero aun así estaba que sacaba fuego de sus hermosos ojos dorados.

¾ Entonces gracias de corazón y por favor déjanos con mi hija a solas – Un tanto displicente mi madre corrió a Nahual.
¾ Claro que si – Apenas diciendo esto, desapareció por la puerta de madera que daba ingresó a la casa y luego se holló la puerta principal pesada cerrarse.
¾ Amor, no creó que sea necesario…
¾ ¡Por favor! Ahora resulta que la que se debe comportar soy yo y esta niña es la víctima – Bella Cullen nos visualizó – Estabas furioso cuando te enteraste.
¾ Si y lo sigo estando. Y lo seguiré un gran tiempo – Sentenció.
¾ De verdad lo lamento…
¾ ¡Te viniste a miles de kilómetros, sin avisar y con un hombre! Solo porque tu padre me asegura que Nahual se comportó, porque también a él lo quisiera en la horca. ¿Cómo se les pudo ocurrir? Eres una niña, hija de familia – Mi madre estaba furiosa, hablaba con voz firme, pero no agritos – De verdad me decepcionas. Te creí más inteligente, más sensata, te das aires de una joven madura y no eres más que una niña desorientada.
¾ ¡Bella! – Con voz fuerte y con poder llama a su esposa Edward – Reneesme lo sabe y esta de verdad arrepentida. Ya recapacitó.
¾ No lo dudo – Dijo Bella viéndome a mi – ¿Pero a precio de qué? De lastimar a un joven tan extraordinario como Jacob, de matarlo de dolor, de celos por estar aquí. ¿Así tratas al hombre que amas? ¿Por qué lo amas, no?
¾ Con mi alma, madre, lo amo. Y eso me hace sentir peor, el haberlo lastimado cuando es lo menos que quiero.
¾ Hacerlo sentir porquería por una sola cosa – La señora Cullen tomó aire – Amor, por favor déjame sola con esta niña, esto nos corresponde nada mas a nosotras dos.
¾ Luego quiero hablar contigo – Mi padre me dio serio. Él casi no había hablado, no me decía cosas molesto, pero la mirada que me lanzó me dio mucho más miedo que mil gritos de mi madre.
¾ Si, padre – Sumisa respondí mientras veía el pasto.
Con el característico porte de mi padre al andar se fue.
Caminé hacia la mujer que me dio la vida.
Viendo irse a mi padre, Bella me dijo sin mirarme, toda su atención estaba en su esposo.
¾ El único “pecado” que mi amigo tiene, es que una vez haber tenido un cariño hacia mí.
¾ Entiéndelo, madre – Supliqué – Saber que mi rival eras tú, la que quería superar y hacer que la sacara por completo de su vida eras tú. Me sentí traicionada, dolida, me dio coraje, una infinita tristeza.
¾ No tuviste que sentir traicionada – Suspiro como si estuviera cansada – No hubo tal traición, solo que no le dimos importancia.
¾ Pero la tiene – Insistí con dolor.
¾ Si, es verdad, nos equivocamos – Reconoció y esa confesión me sorprendió – No somos humanos, pero si seres, seres que actuamos según creemos lo mejor, pero no siempre lo mejor que creemos es así. No es tarde decirte como fueron las cosas. Porque te entiendo, se que por no saber puedes pensar cosas, cosas de mas que solo te lastiman y no te dejan ver las cosas como son.
¾ Pensando las cosas, hablando con Nahual, dejar que el corazón hable y piense por mí, sé que mi Jake me ama, me ama solo a mí. Pero quiero saber, necesito saber cómo fueran las cosas. Para tranquilizar este dolor y confiar de nuevo.
¾ ¿Me creerías?
¾ Madre, se de tu amor, de lo que soy para ti y papá, se que nunca me mentirías y menos en esto, que es lo más importante de mi vida.
¾ Gracias – Me observó fijamente – Jacob y yo nos conocemos desde pequeños, de toda la vida. Hacíamos pastelitos de lodo, jugábamos. Es lo poco que recuerdo. Luego mis padres se divorciaron y perdimos todo contacto. Cuando decidí vivir con Charlie, para dejar a mi madre feliz con Phill, volví a ver a Jake – Explicó – Fue muy poca la convivencia, casi nada. Jake para mí era el hijo del mejor amigo de mi padre, nada más. Entonces pasó algo que me hace entenderte un poco – Todo su cuerpo de diosa se tensó – Tu padre, creyendo que era lo mejor para mi, se fue de Forks.
¾ ¿¡Como…!? – Grite sorprendida.
¾ Todos los Cullen se fueron. Un día estaban y el otro ni muestras de que algún día existieron. No sabía que pasaba, solo que tu padre me dijo que ya no me amaba, que no le hacía yo ningún bien a él.
¾ Madre, ¿es verdad? Mi padre te ama de verdad, no lo creo posible.
¾ Yo si lo creí posible – Sonrió con tristeza -- ¿Quién era yo para estar con un joven tan perfecto como Edward?
¾ Madre, pero…
¾ Era humana y con mas imperfectos que cualquier otro, así que era imposible para mí que él tuviera tan siquiera una curiosidad por mi – Confesó – Aun lo creo así. Pero el amor no tiene razonamiento. Es lo que creo para que tu padre diga amarme y además se que es verdad, porque lo siento.
¾ Y te ama, realmente es así.
¾ Lo sé, pero cuando uno no se la cree tarda en darse cuenta y estoy segura que es lo que te pasa a ti.
¾ Si – Dije – Entre tú y yo, siempre tú eres la opción, madre, eres hermosa, inteligente, buena, tienes experiencia de la vida, yo soy niña.
¾ Déjame de ver como competencia, nunca lo fui – Acarició con amor mi mejilla – Pasaron meses, yo solo existía por inercia, no porque quisiera. Entonces apareció Jacob, dispuesto, alegre, tierno… Sin pensarlo más, me refugie en él.
¾ Lo quisiste.
¾ Si – Dijo sin más – Lo quise. Confundí ese amor con gratitud, por sentirme bien con él. Y mientras yo no sabía bien que sentía por él, él se enamoró de mí. Me quiso, me amó. Pero, mi niña, fui su amor de adolescente, el primer amor. Nada más.
¾ ¿Tú crees que nada más? Lo pregunto por él…
¾ Estoy segura, mi niña. No tendría porque mentir, pregúntale a tu padre. Él conoce bien lo que sintió por mí y siente por ti.
¾ Él con mayor razón me diría la verdad – Pensé en voz alta.
¾ Sin duda lo hará – Suspiró – Temó que por esos temores que tienes no seas la joven que Jake necesita. Él la ha pasado mal, terriblemente y no por esto, desde antes y tú fuiste su luz, su paz y alegría del alma. Nessy, por favor, no hagas que piense que no mereces a un joven tan extraordinario como lo es él.
¾ No sé si lo merezca, pero haré todo para merecerlo – Sonreí – Veras que si, mamá. Lo haré.
¾ Eso espero, es lo mínimo que merece – Esquivé el cuerpo de mi progenitora y vi a mi padre parado junto a la puerta –Vi – Dijo literalmente – Vi el dolor de Jacob – Habló con mirada ausente, como si lo estuviera reviviéndolo de nuevo – Lo único que te puedo decir es que logré aceptarlo, ¿Cómo no hacerlo? ¿Por qué apenas? – Seguía sumergido en sus pensamientos – Aunque leo su mente, estaba receloso de que estuviera contigo. Él fue mi rival de amores y me las hizo pasar, cada vez que podía, muy mal. Pero lo que leí, lo que sentí cuando nos dijo que ya lo sabías, fue lo que me hizo desaparecer esa ridícula barrera de quererlo tener lejos de nosotros – Giró y me vio serio – No encontraras un joven que te ame de esa fuerza y con miles cosas que implican, como Jacob puede ofrecerte. Te pido que le des más que eso, de verdad lo merece. Pero ahora demuestra que tú lo mereces a él.
¾ Haré mucho más que eso – Dije decidida y con el corazón en la mano.
¾ Y, mi niña – Bella Cullen me tomó de la mano – No comentas mis errores.
¾ De que…
¾ Por dolor, por confusión me refugie en una gran joven que se enamoró de mí. Haciendo esto lastimé a mi mejor amigo y al hombre de mi vida.
¾ No entiendo de…
¾ Nahual te quiere y un amigo que siempre está a tu lado, que te ama, es lo peor que puedes hacer. No provoques la circunstancia de escoger entre tu mejor amigo y la persona que amas. Escogerás a tu corazón, pero dejas heridas a tu paso y no es justo para él.
¾ Porque te puedes llegar a confundir, amar dos personas y no saber qué hacer – Edward dijo, tomando la mano de su esposa y colocándola sobre el lugar de su corazón.

 

¿Verdades?​

No es que lo crea, por una loca o adolescente imaginación, no hay nada de eso, estoy segura que soy una persona sensata, madura. Pero analizando lo ocurrido me doy cuenta que tengo una debilidad, mi talón de Aquiles y es: El amor. Pero no un simple amor o el que le tenga a alguien, porque amo a mis padres, abuelos, tíos y no, no me ciega ese amor ni confunde. Quiero a mis amigos como a Stefan y Nahual. A mis amigos de la escuela, haría cualquier cosa por ellos. Pero mi problema, el que provoca que diga o haga estupideces es el eterno amor que siento por Jacob Black.


Yo no era así.


¿Qué me pasaba?


Porque mi Jake podía sacar lo peor de mi, que era el cegarme, el manejarme por lo que sienten en “ese momento” mis sentimientos y no me guio por la razón.


Estar mal con mi lobo me revolucionaba destruyendo todo comportamiento lógico.


Hasta ahora me daba cuenta que ese sentir me hacía no ser yo. Porque de verdad no es que “me dé aires de joven madura” como me censuró mi madre, de verdad lo era. Y me jacto de eso y lo demostraré. Si ahora comprendo que lo que siento por Jacob me hace perder la cabeza, como todo un vicio, droga, tendré que cargar con ello, porque puede que como mi amor crezca más por mi alfa, también mi imperfecto de hacer estupideces también, mas ceguera. Trataré mi problema y haré no solo mejor las cosas, sino… como se deben de hacer.


Por eso estaba ahí parada, esperando que se acercara a mi más.


¾ Ya te vas – No preguntaba.
¾ Supongo que esta es una despedida.
¾ No – Me contradijo de una manera un poco bastante firme, que la veía innecesaria – Yo también me regreso, no tengo nada que hacer aquí.
¾ Yo creo que tienes mucho –Sonreí con ánimo – Es un lugar maravilloso…
¾ Si lo crees entonces, ¿Por qué te vas? – Preguntó con una neutralidad que ya conocía muy bien.
¾ Este no es mi entorno – Confesé.
¾ Eso es para los animales. Eres también humana – Con sus hermosos ojos obscuro me señaló el mar – Nos podemos adaptar a todo.
¾ Si y yo crecí, he vivido, en frio, en lluvias, entre nieve. Eso es lo mío – Mis brazos me abrazaron con nostalgia – Pero no dudes que regresaré de vacaciones aquí. Hay una magia que me llama aquí – Cerré los ojos e inhalé esa deliciosa humedad, ese aire caliente – Esta magia fue testigo del amor de mis padres, como consecuencia estoy aquí – Abrí los ojos y lo vi – Y si tú eres de aquí, no se a que te vas a un mundo que no se parece en nada, que no tiene tu magia.
¾ Me gustó estar allá – Insistió serio.
¾ Si tu así lo crees, serás siempre bienvenido en mi familia – Lo observé con cariño – Otra vez te agradezco todo lo que hiciste por mí, por abrirme los ojos. Gracias, Nahual, eres un gran amigo. Y de todo corazón te agradezco y cuentas conmigo para lo que necesites. Siempre quiero tu amistad, la valoro mucho.
¾ Siempre la tendrás.
¾ Nahual – Suspiré – Como tú mismo te diste cuenta, cuando algo que tiene que ver con mi Jake me perturba, hago cosas que en otras circunstancias no haría. Y como tampoco en el proceso pienso con claridad, espero que no tomes a mal, puede que si de más, pero no a mal, que te diga que solo de mí siempre y solo tendrás amistad. Honesta y genuina.
¾ Eso me queda claro.
¾ Y… tú… tú tal vez…
¾ No, no tiene nada de tal vez – Me interrumpió con delicadeza – Si quieres saber si para mi eres más que amiga, es verdad. Te quiero.
¾ Yo no…— No lo esperaba y menos una confesión tan directa. Yo me había sumergido en mi dolor, pensamientos que no me hizo ver los sentimientos de Nahual por mí. Esas cosas nunca se me pasaban, pero si Jacob era quien tenía en la mente y corazón todo en mi fallaba.
¾ Te quiero, pero no te preocupes – Lo decía con tanta normalidad que era más que obvio que sentía por mi solo un cariño. Porque yo no veía amar a mi Jake y tenerlo lejos y con otra y yo estar como si nada. Eso me tranquilizó, ya se le pasara – Valoro mas lo que tú me ofreces de lo que yo a ti. Tú me ofreces amistad y yo amor… Y acepto con gusto lo primero.
¾ Gracias… Pero veo correcto que terminemos amistad tan cercana.
¾ Yo también, no por mí, porque yo ya sé que puedo esperar de ti. Lo digo por ti, para no incomodarte.
¾ De verdad, gracias, gracias por entenderlo – Mis palabras eran miel de gratitud.
¾ Seguiré en Forks, quiero que sigamos con la investigación. Pero quiero todo de ti y eso es Jacob, él también debe de estar, porque es el todo de ti.
¾ Tu actitud me es sorprendente. ¿En serio será así nuestra convivencia? – ¿No había reclamos, insistencia, que le dé oportunidad ahora?
¾ ¿No te parece?
¾ No, no, al contrario, me parece perfecta. Tener a mi amigo y mi novio conviviendo… es sorprendente.
¾ Gracias – Dijo – Por confiar así en mi.
¾ Pero entiendes que nuestra convivencia será diferente si tus sentimientos hacia a mi pasaran la barrera de amigos.
¾ Como debe de ser.
¾ Gracias por ser así, por no insistir y perturbar mis sentimientos.
¾ ¿Acaso lo haría, Nessy?
¾ Eres mi mejor amigo – Dije cortante.
¾ ¿Yo soy sincero y tú no lo eres?
¾ Lo soy.
¾ Entonces si serás honesta con tus palabras dime… ¿Si Jacob no existieras, quien seria quien llenaría tu corazón? Me conoces a mí que me podrías responder. ¿Sería yo acaso?
¾ Lo lamento, pero no – Las mentiras se valían cuando era lo mejor – Siempre solo querré tu amistad y no la quiero perder – Mi mentira anterior no fue tan grave siendo sincera ahora.

Quería de verdad solo su amistad, pero… ¿Si mi lobo nunca hubiera existiera? Nahual era extraordinario. Pero para que pensar estas cosas si mi alfa siempre estaría conmigo.


¾ Lo valioso es lo que más cuesta y el tiempo pasa.

Sentí como mi corazón se destrozaba y vi borroso. Nahual no podía ser tan cruel, ¿era la manera de decirme que lo de Jake no era por siempre, porque él no era inmortal como yo?