* Media noche * (Jacob-Reneesme) (Edward-Bella)

La clase de biología era la única materia que compartíamos todos mis amigos y yo. Era la materia que nos tocaba una hora diaria después del almuerzo.
Ya todos estábamos en nuestros lugares y el profesor aun no llegaba. Todavía le falta a cuatro minutos para que empezara la clase y además el señor Tudor era su costumbre llegar cinco minutos tarde. Dándonos oportunidad de hacer una sana y tranquila digestión.
Estaba repasando unos apuntes con Isaac, bueno, él estaba repasando porque en mi ya no era necesario. Pero debía justificar calificaciones de excelencia y que mejor que supuestamente matándome como Isaac en los estudios. Seguíamos leyendo y pasándole unos datos importantes a mi amigo que había olvidado por escribir, cuando un olor a flores primaverales, lilas, de eso estaba segura, persivi. El olor se hizo un poco más fuerte, había una joven parada aun lado mío, lo sabía pero lo correcto era que ella me abordara, sino sería raro yo saludar a alguien que pasa por mi lugar, aunque fuera el ultimo.

¾ Perdón que los interrumpa en sus estudios – Ahora sí volteamos Isaac y yo a ver a nuestra visita – Quería hablar contigo en la hora de comer, pero el director de periódico se le ocurrió hacer junta relámpago.
¾ Muy bien, comprendo, Natalia – La saludé con una gran sonrisa.
¾ Sabes quién soy – Se rió contenta, nunca la había tratado, pero me estaba gustando su forma de ser. Era alegre como Adie pero reservada y prudente como Greg. Y con mente analítica como la de Isaac, pero pésima en los deportes. Ese era su talon de Aquiles.
¾ Claro que sí. Llevas cinco meses en esta clase sentándote con uno de mis mejores amigos. ¿Como no saber quién eres? Además, eres muy popular. Ser la fotógrafa del periódico escolar hace que te vean en todas partes.
¾ Y yo que pensé que no sabías de mi existencia.
¾ Me disculpo si te hice sentir eso. Es que soy algo discreta.
¾ Si, lo sé por eso estoy aquí.
No esperaba la visita de una de las encargadas que el periódico funcione, pero no esperaba que otra vez insistieran en hacerme una entrevista. No mas no se daban por vencidos en que no les iba a contestar preguntas como si fuera famosa o peor, como si fuera una científica que ha inventado algo que cambiara el mundo. Al principio querían saber de mi de cómo es la vida en Alaska para los adolescentes. Eso paso las primeras semanas. Luego insistieron que hablara sobre la moda, que por mi forma de ser era de increíble “fashionista”. Fue un cumplido de un joven de otro año que agradecí con una sonrisa y desaparecí del pasillo. Hace tres mes que me intercepto otro jovencito era para saber que opinaba de las jóvenes que comen sanamente y tienen cuerpo muy… “cuidado”. Cuando el investigador me dijo eso se puso sonrojado y con la misma sonrisa educada me retire y le dije que estaba ocupada. La ultima vez que supe de alguien del periódico quería saber que era para mi sacar calificaciones perfectas. Como siempre solo me fui.
¿Ahora que me iban a preguntar?
¿Qué cómo? No creo que quisieran saber eso.
¿Cuántas veces respiro?
¿Si quiero conquistar el mundo?
Me dan mucho crédito, si solo soy una estudiante. Y yo que quiero ser un cero en la izquierda en el mundo. Pero no del corazón de Jake. Sonreí al recordarlo por eso siempre tengo una sonrisa porque solo puedo pensar en él. Bueno en todo, pero para mí eso es lo mejor.
¾ ¿Te puedo ayudar en algo? -- Solo lo dije por educada, desando que el profesor ya llegara.
¾ Quería saber si en la semana tienes tiempo para que te entreviste.
¾ ¿Otra vez? – El que protestó fue Isaac, habló como si fuera mi jefe de seguridad –Mira, Natalia, admiramos el trabajo que han hecho el periódico. Han sacado temas interesantes que hasta yo leo. Pero… — Y puso su mano sobre mi hombro – mi amiga nunca le a gustado este tipo de publicidad.
¾ Lo se – Suspiró un tanto molesta por la intervension – Pero nunca se debe dejar pasar una lucha sin haber antes intentado aun sabiendo que ya se esta derrotado.
Eso fue una cubetada de agua fría.
¡Tanto era asi!
¡Me describia como si fuera alguien inalcanzable!
¾ Lo siento si mi actitud a parecido algo arrogante – Me sentí muy incomoda -- ¿Qué quieres preguntarme?
¾ ¡Nessy! – Isaac no le gustó que me pusiera flexible. Sabia lo que opinaba, que si les daba una vez chance, siempre insistirían y si no, y ¿si al conocerme un poco desaparece su curiosidad?
¡Por favor!
¿A quien quiero engañar?
Se que es imposible desaparecer toda curiosidad, siempre me ha pasado, asi lo viví en mis colegios de Alaska. Entre mas me conocían querían saber todo de mi.
El lado mágico, misterioso de mi ser podía ser tan complicado de manejar si el deseo que querias era vivir una vida normal.
Por eso entendia bien alos famosos. Los paparazzis que siempre te perguiguen y no poder comer en paz por los fans. Esa era mi vida. Pero por el momento solo me acosaban con la mirada.
¾ Puede ser que esta vez sea un tema en el que les pueda ayudar – Le dije a mi amigo con diplomacia, guiñándole el ojo – Muy bien, Natalia – Volteé a verla hacia arriba, pues ella seguía parada y yo parada aunque parada ella era un poco mas alta que yo.
Sus ojos azules palidos brillaron emocionados me vieron con interés.
¾ Es… es de… — Soltó una linda carcajada – Del tema que quieras.
¾ ¿Cómo?
¾ Si, lo se – Hizó una mueca con sus finos labios – Suena patético, pero la verdad es que el director del periódico solo quiere saber tu punto de vista, tu opinión.
¾ ¿Eso nada mas?
¾ Bueno… — No estaba tan comoda ahora – Para ser sincera quería el director, este Daniel, de forma “discreta” – Dibujo en el aire comillas con sus dos dedos de cada mano – Que te gusta hacer, música preferida, libros, ropa, flores.
¾ ¿Flores?
¾ Pesima forma de tratar de conocerla para cortejarla – Isaac estaba rojo, ofendido. Se quitó sus lentes y los estaba limpiando con una seda verde obscuro que saco de su estuche.
¾ Creame, me muero de la vergüenza. Pero para poder llegar a ser un puesto mejor, te piden hacer cada trabajo…
¾ Como este – Le tomé del brazo—Mira, haremos algo mejor. Te responderé todas las preguntas de mis gustos. Y te hablare también de los desordenes alimenticios, drogas, tercera guerra mundial...
¾ ¿En serio?
¾ Si – Afirmé – Pero toda ayuda tiene un precio.
¾ ¿Dinero? – Buscó en su mochila – Solo tengo diez dólares. Pero mañana traigo mi otro monedero y…
¾ No… no… no es dinero. Sino que les exijas al director, ese tan Daniel, que si quieren saber algo de mi solo tú me puedes entrevistar y que sino... no acepto. Porque como somos amigas soy recelosa hablar con los demás.
¾ ¿Amigas?
¾ Si, amigas. Y como lo que yo piense al parecer les interesa mucho pues…
¾ Es que te consideramos muy centrada, madura, un genio y…
¾ Y pues solo podre hablar si mi amiga redacto lo que digo…
¾ ¿Ser escritora? – Me vió como si estuviera loca. Y no la culpaba – Es imposible, solo los de tercer año pueden escribir. Los demás solo podemos dar ideas.
¾ Entonces no te acepto ninguna entrevista – Fingí enojo.
¾ ¿Por qué lo haces?
¾ ¿Qué? -- Me hice la inocente.
¾ El querer ayudarme. ¿Qué ganas tú? Yo mucho porque es el sueño de todos nosotros: Que nos den espacio en una columna. Pero… ¿y tú? Quieres dar una entrevista que por meses nunca has querido dar.
¾ Gano tu amistad, eso es muchisimo.
El profesor de Biologia entró. Con seis minutos de retraso. Pero siempre llegando.
¾ Gracias, muchas muchas gracias – Se agachó Natalia y me dio un beso en la mejilla – Amiga.
Corrió a su lugar. Hasta delante con mi amigo.
¾ ¿Qué tramas, Ness? ¿Te dio por el buen samaritano?
¾ Algo parecido – Embocé una gran sonrisa.
Para Isaac seria una loca. Pero yo sabia mi juego ¿y cual era? Simple, tener una gran amiga.
Mi tia Alice no podía ver mi futuro como el resto de la familia. Pero si podía tener idea de lo que pasaría a mi alrededor si por algún tiempo no interfiero en lugares, ni en las personas. Por eso fui indiferente con Natalia desde el primer dia que entré. Porque desde que la vi a los ojos pude ver un buen corazón. Mi alejamiento de tantos meses fue suficiente para que mi tia supiera que Natalia Simons seria una gran amiga.
¡Mi mejor amiga de Forks!

Por fin las clases terminaban. Por lo menos si del dia.
La escuela me encantanba. Aunque eran temas ya vistos una vez, lo disfrutaba.
Pero siendo un dia tan importante… ¿Cómo no querer que terminara la escuela?
Me dirigí a mi casillero para guardar mis libros. Poniendome de cunclillas para ver mejor mi casillero numero 140.
Le di vueltas al candado. Derecha, izquierda, derecha y ponindo la flecha en los números correctos, se abrió.
Saqué todos mis libros de la mochila, por suerte no había tareas que realizar para mañana. Por hoy todos los mestros nos dejaron descansar.
Al voltear para dentro de mi casillero me sorprendio ver una rosa roja.
La tomé e ihale de su delicioso olor. Era intensio. Nunca había olido una rosa con un perfume tan exótico y esquisito.
La vi bien y no era cualquier rosa. Era muy bien cuidada, tratada. Porque era enorme. Los petalos eran tres veces mas grandes que una rosa normal.
La emoción inmadió todo mi cuerpo. El alma también porque este hermoso regalo era de mi lobo. Que hermoso fue ver una flor de esas dimensiones en mi casillero. Hermosa, esperando que la descubriera.
¿Cómo no amarlo si era tan lindo conmigo?
No le bastaba en darme su amor. Tambien hacia hermosos detalles. Hacindome ver que nuestra relación, nuestro amor le importaban de verdad. Tanto como a mi.
Tratando con cuidado la planta delicada. Guarde mis libros, pero algo dentro me impedia meter bien mis cosas. Me asomé mejor al interir y vi una caja trasparente. Rectangular. La tomé y vi que eran chocolates. De mis favoritos.
¡Hay Jake!
¡Te amo!
Esas palabras volaron por mi pensamiento al ver que debajo de la caja tenia una tarjeta blanca, que decía:
Gracias por todo
Espero te gusten
Atte. Isaac, tu siempre incondicional amigo.
Eran unos chocolates finos. De Belgica. Sin duda le salieron caros por ser extranjeros. Tenia que agradecerle antes que me fuera. Regrese al salón de Biologia y él seguía ahí sentado en su lugar explicando unos temas que compañeros de la clase necesitaban ayuda.
¾ --- Isaac – Lo llamé desde la puerta – Muchas gracias por los chocolates y…
¾ --- Espero te gusten – Levantó su mirada hacia mi y los dos chavos que lo estaban tapando se hicieron a un lado moestrando como siempre mucho interés en mi.
¾ --- No te hubieras molestado.
¾ --- Es una forma de agradecerte el impulsarme en sacar una beca por medio de una investigación, que además me apasionada.
¾ --- Pero con las gracias hubiera sido mas que suficiente – Legué hasta la banca.
¾ --- Puede ser, pero eres mi amiga y quise consentirte.
¾ --- Que bien me conoces. Son mis chocolates favoritos – Los abracé sobre mi pecho demostrando una actitud muy dulce – Y la rosa… — Se la demostré maravillada aun por ella – Es tan hermosa, donde…
¾ --- ¡Que linda! – Issac se acomodó sus lentes -- ¿Quién te la regaló?... ¡Jake, claro! Pues que diga donde la compró, es perfecta. Parece de plástico.
¾ --- ¿No me la regalaste tú?
---Mi amigo se rió.
¾ ----No, Ness. Hago eso y Jake me destripa. Una rosa es intimo.
¾ --- ¿Entonces quien?
¾ --- Solo yo conozco tu contraseña de casillero, porque fue el mio el primer dia.
¾ ---- Si, lo se.
¾ ---- Supongo que tu novio. Le has mencionado a lo mejor un dia…
¾ ---- Si, claro. NO me acordaba.
Mentira. Jake no sabia mi contraseña. Pero no por eso no pudiera abrirlo. Aunque eso no se lo diría a Isaac. Explicar que mi novio tenia un super oído que hasta la caja fuerte mas complicada pudiera abrir no era la mejor manera de enseñarles mas de la forma de ser de mi lobo.
Saliendo del salon me dirigi a mi casillero de nuevo para terminar de guardar y oli de nuevo la rosa.
¡Exacto!
Solo olia a flor. Ninguna escencia humana y mucho menos de lobo. Siendo el aroma de mi Jake es facil encontrarla a kilometros.
¡Pero no!
¡No tenia ningun otro perfume!
Como si nadie la hubiera tocado, era imposible que pasara eso.
¡Como si fue de un fantasma!


Mañana les subiré otro capitulo. Hoy y mañana las quiero consentir.
En el siguiente se tratara de Jake y la sorpresa que le tiene. De Trevor y sus celos. Y por fin !!! se sabra quien es esta muy cerca de Ness aunque aun nadie lo a podido ver y ella ni idea tiene que existe... ¿Y la rosa?

Cada vez se pone mas interesante...

Espero sus comentarios amigas de animos o de incoformidad de todo se puede

kiss

Lindo comienzo de semana

 

Cada vez nos acercamos a lo que mas queremos, saber quien ese misterioso personaje y seguir conociendo los intimos secretos y sentimientos de los demas personajes...

Espero les guste...

Kiss



La duda era inmensa.
No saber quién era el responsable de esa flor que me había acelerado el corazón y había creado un gran suspiro que hizo revivir con más fuerza cada parte de mi cuerpo.
Era incomodo saber sentido tal maravillosa dicha, un placer tan agradable si ser provocado por el hombre que amó.
¿Era normal que alguien por un detalle se hiciera tan profundamente constante y presente en mi mente?
Alguien, que no tenía ni idea quien era, estaba provocando en mi emociones que no eran sensatas por dos cuestiones: No era mi novio y peor y eso como me aterraba, era que un desconocido, en existencia y en aroma.
Pero tenía que dejar tal locura a un lado, no iba a dejar que me estuviera atormentando un ser que no tenía idea de quien se trataba.
Dejando esos pensamientos en un sector de mi cerebro que no le daba tanta importancia a las cosas, seguí guardando mis libros y por fin cerré mi casillero dándole vueltas a mi candado de combinación.
¿Quién lo abra abierto sin dejar olor al tocar el candado?
¿Quién? ¿Quién? ¿Quién?
Si no tuviera una capacidad de procesar todo esto me estaría volviendo loca.
No sería así si la rosa tuviera un olor independiente, un olor que acusara el antiguo dueño de ella. Pero… ¡Un objeto que tuvo ser tocado no tener muestra de eso!
Hacia preocuparme de verdad.
Me estaría metiendo sin querer a un mundo de… ¿Qué? Hadas, duendes… ¿fantasmas?
¡Santo Cielos!
¿Qué estaba pasando y si…?
¾ Ness, que bueno que te encuentro por fin desocupada – La voz de mi amigo fue lo suficiente para darle prioridad a otra cosa que “El fantasma” – Antes que te vayas podrías hablar conmigo.
¾ Supongo – Ya estaba más que acostumbrada a sus propuestas que eran ordenes, pero no me molestaban, por eso nunca le llevaba la contrario como Adie hacía. Esos dos eran tan igual. Me reí, porque era interesante y divertido como siendo tan iguales a veces era obvio que no se soportaban – Todavía no llegan por mí, ¿Qué pasó?
¾ El baile – Se acercó a mí y tomó un como brusco mi mochila de mi hombro – Yo la llevo. Vamos a sentarnos a la banca – Señalo con la cabeza la banca roja que estaba cerca del bebedero más cercano a nosotros.
Como buena niña con su tutor autoritario, hice caso y tomé asiento. Después él hizo lo mismo. Era una característica que por eso deja que Trevor fuera como quisiera, mandón, como acostumbraba ser, pues siempre era un caballero, con su esencia egoísta, pero así como era lo apreciaba mucho.
¾ Muy bien, ¿Qué quieres decirme?
¾ Dijiste que no era seguro que Black viniera al baile.
¾ No es seguro, pero es probable que venga.
¾ Y si no, estaría bien que viniéramos juntos.
¾ Ah – Solté sin evitarlo – Muchas gracias si esto es una invitación.
¾ Para que no vayas sola.
¾ Muchas gracias por preocuparte, pero si Jake no va ya un amigo fue amable en invitarme – Me refería a Greg.
¾ Supongo que vendrías con uno de sus sirvientes para que estés bien vigilada.
¾ ¿De que estas hablando? – Mi perplejidad era muchísimo y temiendo que si estaba entendiendo sus palabras. Si estaba bien en mi percepción esto se iba a poner muy feo.
¾ Del vándalo que tienes como novio, de eso hablo.
La furia recorrió por todo mi cuerpo sin dejarme pensar con claridad. Me puse de pie de un solo impulso.
¾ No te permito que hables mal de mi novio.
¾ Solo digo la verdad – Se paró también, molesto – Ness… — Quiso tener mis manos entre las suyas pero yo me retire con brusquedad -- ¿Por qué a mí me tratas así? – Pasó su mano blanca por su espeso cabello castaño, desesperado – Yo no soy el vago, el que está sin estudiar solo con sus vándalos amigos sin oficio ni beneficio. Un criminal que nada más…
¾ ¡Trevor… cállate! – Mis manos se hicieron puño y un lado de mí que no conocía estaba naciendo, era salvaje, incontenible.
¾ Ness, perdón – Dio un paso para atrás. Y comprendí lo que pasaba al ver el miedo en los ojos de Trevor: Mi parte vampiro era lo único que estaba en mi ser presente. No era humana, era completamente vampiro y Trevor vio una amenaza de mí que no entendía él. Respire varias veces para tranquilizarme y lo logre enseguida. Y mi amigo se sintió seguro como siempre de sí mismo, lo demostró tomando de mi brazo – No debo meterme, pero me preocupas. Tú eres una dama, una joven de una excelente familia, con una posición económica increíble y sobre todo de gran corazón, y no entiendo qué demonios haces con un… un… con alguien así. Ese Black no es bueno para nadie. No hace nada de su vida sino vagar él y sus lacayos. ¿Cómo tu familia permite algo así? De hecho mi madre cree que tus primos no lo saben, que por estar recién casados note prestan mucha atención quiere esta semana ir hablar con ellos, para avisarles con quien pasas tanto tiempo.
¾ Agradezco la preocupación de tu madre y tuya, Trevor – Dije seria, pero de corazón, porque vi en los ojos de mi amigo verdadera preocupación – Pero mis primos saben de él, es aceptado por mis padres.
¾ Pero… pero… ¿Cómo es posible? No te das cuenta que yo soy mejor…
¾ Lo serás cuando tengas un Ferrari – A mi amiga le debía una, de la que me salvo. Porque no tenía nada que decir, Trevor no entendería nada, porque no podía darle argumentos valiosos que supieran por qué mi alma, mi corazón reclamaban a Jake y yo era ya toda suya. Adie se puso en medio de los dos, estaba su mano derecha ocupada cargando dos libros – Deja de ser un niño, Trevor, y acepta cuando se a perdido. Aunque nunca has estado en la competencia. Y un Ferrari saca a quien sea de la jugada – Levantó una de sus cejas, estaba exasperada.
¾ ¿Ferrari?... ¿De qué…?
Adie ignoró a mi amigo y me volteó a ver con una sonrisa aunque sentí que era fingida.
¾ Ness, ya llegó tu novio en su flamante carro. Te está esperando.
¾ ¡Un Ferrari… imposible… si ni siquiera viene por ti vestido decentemente. A veces ni camisa se pone!
¾ Pues no siempre es así – Le arrebató Andrea mi mochila a Trevor – Córrele, Ness. No lo dejes esperar más, esta guapísimo, viene en traje.
¡¿Mi lobo en traje?!
Sin perder más el tiempo tome mi mochila que Adie me ofrecía y salí corriendo al estacionamiento pasando millones de imágenes en mi cerebro de cómo se vería el amor de mi existencia de manera formal.
Llegando a la puerta en lo alto que está la escuela fue fácil encontrarlo y mi corazón hizo un acelere anunciando que está vivo, que si vivía, no era sola existencia al verlo.
No era solo la sensualidad que emanaban de todo su cuerpo, la radiación que producía accionando toda parte de mí, de lo más atractivo que aun imposible para mi imaginación, fue superado. Era más guapo de lo que el mejor poeta podía describir a su musa. Como Don Quijote a su Dulcinea.
Y no era su belleza perfecta varonil y su sensualidad que solo de verlo me hacía sentir mujer, sino el saber, sentir que la mejor creación del ser Supremo me pertenecía me hizo perder toda postura de dama elegante y fue corriendo a esos brazos que estaban invitándome a algo intimo que solo él y yo podíamos estar.

 

En el chat algunas de ustedes me preguntaron por curiosidad cual era el carro de Jake, que les gustaria verlo para tener mayor idea.

Espero les guste.









Kiss


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¡ Gracias !

Seguía todavía con la alteración que estaba sufriendo todos mis sentidos se estaban apaciguando lentamente. Los obligaba que así fuera, porque si fuera por mi corazón desde hace mucho ya hubiera salido de su cavidad y vivir para toda la vida con tanta emoción que tenía.
La mano derecha de mi guapísimo lobo estaba constantemente sobre la mía, no podía ser siempre por los cambios que debía hacer. Aunque este carro tan sofisticado podía hacer los cambios desde la palanca, pero yo creo que Jake luego olvidaba ese pequeño detalle.
No se lo dije. Deje que el disfrutara de su carro. Lo era aunque lo reclamara como mío. La factura del juguete de mi novio estaba a su nombre. Pero era una información que no era necesaria decírsela. Por la actitud que tuvo en la mañana ya era mucho que aceptara ser mi chofer en esta maravilla, la creación perfecta creado por los hombres. Pero era una creación de mortales y mi Jake era imposible no contemplarlo y darse cuenta que una belleza varonil de esta magnitud no hubiera sido hecha por un Ser Todopoderoso. O lo más probable que para algo así hayan qué tenido que participar con sus mejores poderes varios Seres Todopoderosos.
Con Jacob a un lado mi mente podía pensar cada tontería que me encantaba, porque en mis años pasados nunca había pensado ni comportado como una joven de mi edad, todo era madurez y sensatez, pero con él despertaba todos mis instintos, desde el de una niña pequeña que le gustaba sentirse protegida a la mujer que cada día me daba cuenta que florecía para entregarle todo al amor se su existencia.
El camino de la escuela a La Push fue rápido y por eso no fue necesario sacar una plática inteligente porque él lo llenaba con preguntas cordiales como: ¿Cómo te fue en la escuela? ¿Llegaste a tiempo? ¿Tienes idea de todo el tiempo que estoy pensando en ti? ¿Sabes que te amo?
Las primeras preguntas se las conteste sencillamente, diciendo la verdad de cómo me fue en el día, y claro, no podía dejar pasar la oportunidad de decirle lo guapísimo que se veía vestido de esa manera. Las últimas dos preguntas se las conteste con las mismas preguntas. ¿Tienes idea de todo el tiempo que estoy pensando en ti? ¿Sabes que te amo? Y yo misma respondí por él. “No, no lo sabes bien”.
Rápido mi lobo se estiro hacia mí y me rozó mis labios. Su aliento dulce como me volvía loca.
Llegamos a nuestro destino.
Era una parte de la Push que no conocía, bueno, si es que seguía siendo la reserva, porque por la obscuridad que se hacía en pleno día por los enormes arboles no era común.
¾ Si hubiera sabido que vestirme así te encantaría tanto, lo hubiera hecho desde antes – Apagó el motor del Ferrar.
¾ Temo, mi amor, que mi reacción ha sido por verte llegar, no por como vistes. Tú como vistas siempre te verás así de bien – No pude disimular una mueca.
¾ ¿Por qué esa cara? – Me borró dulcemente mi expresión tocando con delicadeza la comisura de mis labios.
¾ Porque me fascinas como estés – Puse mis manos sobre mi pecho – Yo no creo despertar en ti tales emociones.
¾ Mi niña – Mis manos fueron tomadas por las suyas, grandes y protectoras – No más esa muestra de inseguridad, en ti no puede ser, déjaselo para este mortal que vive por ti.
¾ Tienes razón – Suspiré – No me pondré dramática ahora que venimos aquí.
Con una última caricia rozando mis labios con su morena mano, salió del carro y me abrió la puerta.
¾ Supongo que te preguntaras si seguimos en La Push.
¾ ¿Estamos…?
¾ Si, solo que en una zona que el sol nunca alcanza a filtrarse por las ramas tan gruesas – Me informó apuntando hacia arriba con el brazo los árboles en cuestión.
¾ Vaya. No sabía que existía una zona así.
¾ Es lo último de la reserva y son unos cuantos metros a la redonda. Por eso casi nadie se da cuenta de esta penumbra.
¾ ¿Y qué hacemos aquí? ¿Un secuestro?
¾ No me tientes, que la idea como me gusta.
¾ Dime cuando y yo me pongo en una calle solitaria sin que nadie me pueda ayudar.
¾ Prometo que será pronto – Me guiño el ojo y mis rodillas temblaron al imaginarme lo que significaban esas palabras. No deje que mi corazón lo procesara, sino ese mismo instante me iba a esa calle sola y peligrosa para ser robada.
¾ Ven – Con una facilidad de envidia, como si fuera una pluma, mi novio me tomó entre sus brazos – Te tengo que regresar temprano a casa y para que mi idea resultara necesitaba obscuridad.
¾ ¿Por qué?
No contestó. Se limitó en levantas sus cejas negras y apuntar hacia el frente.
Dejé de verlo y volteé, como él así me lo pidió y mi sorpresa fue mayúscula. Jake al ver mi alegre reacción siguió caminando.
Por todo el camino donde íbamos pasando estaba lleno de una alfombra de pétalos blancos. Las velas que dirigían el camino hacia un contraste tan armonioso en ese lugar de penumbra. Era tan bello, era tan…
¾ ¡Como un cuento de hadas! – Aferré mis brazos delgados con mayor insistencia al cuello de mi novio y mi cabeza la aferre a su pecho -- ¡Oh, Jake! Es bellísimo, parece mágico… gracias.
¾ Un pequeño detalle, mi niña – Me estrecho como si tuviera que protegerme y dijo sobre mi oído – Gracias por los seis meses más perfectos y llenos de felicidad de mi vida – Lentamente me bajó de sus brazos y cuando estuve segura en el suelo, dijo en un sublime susurro con nuestros labios casi unidos – Gracias por… — Tomó mis manos y las puso sobre su corazón – por hacer que él se sienta así, con vida.
¾ ¿Nunca antes habías amado?
¾ Jamás de esta manera. Eres el motivo de mi vida.
¡Si había amado!
Eso no lo sabía.
¿Quién habría sido la afortunada de ser su primer amor?
No pude evitar detestar esa idea, de no ser su primer amor, no era como a mí me pasaba.
Jacob era mi primer amor y el último.
¿Quién habría gobernado el puro corazón de mi Jake que debió haberme esperado?
No pude dejar de tener mil pensamientos egoístas y mi enojo iba creciendo al no tener respuesta. Pero el beso que mi novio me dedico en ese instante, todo se borró para mí. Lo importante era el momento, el ahora y el futuro.
Un futuro que era él y yo.

 

No estaba sola​

​

El camino de pétalos de rosa blanca llegaba a una cena deliciosa.​

La mesa redonda estaba adornada de manera tan exquisita que me sorprendía mucho que mi Jake fuera capaz de tal delicadeza.​

Esa romántica cena había sido de mi novio, pero reconoció y no podía hacerlo sin ayuda. Jacob me confesó apenado que no todo el mérito era de él. La mesa la había adornado Emily y que todos los adornos como las velas y las flores tuvo ayuda de la manada.​

Todos ayudaron contentos de ser partícipes de algo hecho con tanto amor. Además, era su alfa. Dispuestos ayudaron sin condiciones. El único que no había cedido tan fácil había sido Paul. Su condición de estar ahí de cursi era que Jake cuidara de sus sobrinos mientras él salía con su esposa. Hermana de mi novio. Mi cuñada y era una dulzura conmigo.​

La cena la había preparado ella, Rachel.​

Cocinaba delicioso.​

Todos cooperaron, pero supe por el aroma que estaba en todas partes de mi novio que él fue el que decidió todo. Todo su aroma estaba involucrado, hasta en la comida. Él me dijo que hasta se puso a cocinar y él dijo lo que se cenaría.​

Todo había sido perfecto.​

El ambiente tranquilizador.​

El aroma que regalaba la naturaleza y el de mi lobo hacia que me sintiera flotando, en un mundo perfecto.​

Platicamos de muchas cosas, todas involucrados los dos.​

Nuestras metas, sueños, y curiosamente todo lo que planeaban de cada quien estaba en otro. Siendo ya uno mismo para nuestro futuro.​

Así transcurrió toda la tarde, platicando, caricias inocentes, dulces, sonrisas radiantes y besos que cerraban promesas y abrían otras. Muchas. Eternas.​

Con esa armonía y paz mi novio me llevo a casa.​

Lástima que no pudiéramos estar más tiempo juntos. Pero fue lo mejor ser responsables y llegar a una hora adecuada para que mis padres no extendieran más el castigo.​

Nos despedimos en la puerta de mi casa y sin alargar más el beso, mi Jake salió corriendo entre los árboles, dejando su regalo fuera de mi casa. Pronto se acostumbraría a él y lo vera como suyo, me dije radiante de felicidad.​

¾ Nessy – Mi madre me saludó con un beso en la frente -- ¿Cómo les fue?​

¾ Ay, mamá – La abrace y no dejaba de brincar como loca – Nunca pensé que la vida fuera tan perfecta.​

¾ ¿Te gustó tu sorpresa? – Bella compartía mi felicidad. Lo vi en sus ojos dorados.​

¾ ¿Lo sabias?​

¾ Jacob pidió permiso que no llegaras después de la escuela. Son casi las ocho.​

¾ ¿De verdad? – Estaba sorprendida – Que rápido pasa el tiempo.​

¾ Te entiendo más de lo que crees – Tomó de mi mano y me dirigió a la sala de piel blanca.​

¾ ¿Te sentiste igual con papá?​

¾ ?Igual? – Se quedó pesando unos segundos – No creo.​

¾ Eso no me gustará saber.​

La risa cantarina de mi madre era contagiosa y me uní a su risa sin entender porque me reía.​

¾ No es eso – Explicó con una voz amorosamente dulce – Lo que pasa que cuando era humana la capacidad de amar es muy pequeña. Eso lo supe cuando me convertí. Me di cuenta la capacidad tan grande que ahora tenía de sentir. Amor, felicidad, placer, enojo, rabia. Todo ahora es más intenso que cuando era humana. Tanto es así que cada vez lo vivido de humana se me hace como una película que pasa por mi mente, sin sentir emociones. Y tú en cambio tienes lo mejor de las dos especies. Eso te hace superior a todos nosotros.​

¾ ¿Crees que cuando amo de esta manera esta racionando mi parte humana o vampira?​

¾ No lo sé, mi princesa – Colocó un mechón rebelde mío atrás de mi oreja – Eso nunca lo vamos a entender. Por no menos no pronto. Tu abuelo como tu padre siguen investigando, pero es difícil investigar de algo nuevo. Pero estoy segura que sin duda el amor que le tienes a Jake es inmenso y fuerte por ser como nosotros, pero lo haces puro e inocente por ser humana.​

¾ Descalificas a los vampiros, madre? – Levante una ceja indignada – De decepcionas.​

¾ Ay, Nessy. Claro que no, siento que estoy en mi lugar, yo debía ser lo que soy. Siento que había nacido para esta existencia que tanta me hace feliz, es tanto que no tengo palabras. Pero somos seres apasionados, impulsivos y los humanos son conscientes. La conciencia les hace actuar de mejor manera, aunque por lo general no siempre. Por eso dice que tu ser humano hace perfecto el amor que tienes por tu novio.​

¾ Gracias por aprobar lo de Jake y yo, mami – La abracé.​

¾ Es el joven que yo le entregaría al ser que más amó – Sus dedos fríos como el hielo rozaron mis mejillas – Te quiero muchísimo, mi bebé, eso nunca lo olvides.​

¾ Yo también te quiero. Mucho tanto que mi ser humano lo perfecciona.​

Bella sacó un quejido de emoción y me besó la frente antes de irse a la cocina. La expresión de su rostro estaba segura que si hubiera podido llorar lo hubiera hecho. ¡Como quería a mi mami!​

Mi padre me intercepto antes de que subiera las escaleras y se veía también contento y dijo que era por verme tan feliz.​

Que ya empezaba a soportar a Jake como mi novio.​

Platicamos de la escuela y por fin me quitó el castigo. Le enseñe mis calificaciones y me felicito.​

Me besó la mejilla mientras me decía que me quería mucho y que esperaba que fuera igual de responsable como era en este tiempo que estuve castigada.​

Y se despidió dándome una nalgada rápida y por la sorpresa me dio risa.​

Mis padres estaban muy contentos. NO tenía idea a que seria.​

¿O acaso yo por sentirme tan inmensamente feliz también sentía que todos lo eran?​

Pues que hermoso era ver todo a mi alrededor perfecto.​

Llegue a mi recamara que tenía una vista espectacular al bosque.​

Me puse mi pijama que era un cómodo pans de diseñador negro con una sudadera sencillamente floja color gris claro.​

Mi ropa la puse en el canasto para que sea lavado. Yo por no llamar la atención no le hice caso a mis tías y si repetía ropa, no como ellas que todos los días estrenaban y la ropa de un día de uso lo regalaban. Por lo menos le daban buen uso al regalarlo a quien lo necesitara, pero yo no podía hacer. Estrenar todos los días a la escuela seria la peor manera de tratar lo mejor posible no ser siempre el centro de atención.​

Con la cara lavanda, los dientes y poniendo mi cabello obscuro en un listos blanco para tenerlo bien amarrado mientras leería.​

Termine un libro de ochocientas cincuenta y dos hojas de la biología molecular.​

Leí otros libros más con temas similares y por fin a las dos de la mañana me empezó dar sueño.​

Ni libros así de pesados fueron suficientes para que la euforia que aún tenía se acabara por el hermoso regalo de mi Jake.​

Leyendo esas páginas sofisticadas de información no era posible pensar en todo lo maravilloso que mi novio me entregaba y esperaba hacer lo mismo. Aunque él en sus besos me aseguró que así era. Que era su todo.​

Apagué mi lámpara de lectura, no la necesitaba para leer, podía leer con la pura luz de la luna que se filtraba por mi amplio ventanal de vidrio, pero me gustaba hacer cosas humanas como ser dependiente de ayuda para hacer lectura.​

Me acurruque feliz en mi camita. Así, sin poder dormir pasaron los minutos, creo que unas horas, todo era placido entre mis colchas de plumas, pero un ligero movimiento que mi radar vampiro no tenía contemplado se acciono en alertó en una milésima de segundo por ese movimiento que era tan imperceptible, inexistente, pero no para mí. El movimiento de ese aire fue atrás de mí y sin más me coloque detrás de ella, siendo una sorpresa para ese fantasma de mi reacción.​

Sin poner las defensas bajas, lo tomé del cuello colocándome atrás de él.​

No me esperaba lo que veía.​

¾ ¿Tú? – Solté perpleja -- ¿Qué haces aquí?​

¾ Como todas las noches... verte – Su voz grave acaricio mis oídos y me provoco en mi interior un placer delicioso.​

¾ ¿Pero…?​

¾ ¿Te gustó la flor que te dejé?​

Su voz hipnotizadora era bellísima.​

Sentir su cuerpo pegado al mío era muy agradable. Su aroma. No existía para mis sentidos pero si para mi alma.​

Lo volteé a ver hacia arriba, a los ojos, sus ojos negros demostraban el significado de la rosa roja: Amor.​

¡Me veía con amor!​

En ese momento lo solté como si me quemara.​

 

Resumen para las nuevas lectoras: :D

La vida de los Cullen ha continuado sin contratiempo y llena de felicidad. Lo que siempre han buscado desde su existencia.
La felicidad es un sentimiento y una necesidad que todos los seres humanos, como animales, SERES VIVOS, lo buscan, tener places, ser felices. Y los vampiros no por ser lo que son “seres” no desean otra cosa con tantas ansias como la perfección en sus vidas. El control total de aquello que tanto desean, aman. Por eso nuestros Cullen son tan queridos y se han ganado nuestro corazón, porque no nada más ansían sangre por que su especie lo exige, sino que han tenido un equilibro tan fascinante que el amor verdadero entra en ellos, como algo primordial, mas que tener cualquier humano como alimento.
Su conformidad en el alimento ha sido clara en lo largo de la historia, unos integrantes de la familia como Jasper costándole mas que a otros, pero al final cumpliendo su objetivo: Ser vegetarianos. Y de esa manera tan admirable han trascurrido sus años de existencia, pero su pasión vampira pedía más: El amor.
Carlisle lo encontró después de varios años de sentirse solo con Esme.
Rosaline teniendo una vida perfecta para ella en su vida humana, lo pudo volver a encontrar en Emmet en un sincera y apacionado amor, y completado su sueño de mujer al nacer Ness.
Alice esperándolo bastante tiempo en una cafetería llega por fin el amor que siempre supo que existía pero debía llegar a su tiempo, Jasper.
Todos ellos con un pasado diferente, pero si algo en común: son vampiros y quieres ser eternamente amados como ellos están dispuestos a entregar.
Todos tenían ese gran compañero, un cómplice, un amante, un amigo, pero solo uno le faltaba sentirse de esa manera y era Edward, el segundo en convertirse del clan.
Mas de cien años estuvo esperando ese verdadero amor, pero no llegaba porque aun no era el tiempo, aun no existía. Hasta que al regresar a Forks, en su escuela, ve por fin a su amor, no fue lo que esperaba de la hija del Sheriff, era mucho mas.
Conocemos nosotras todo lo que vivieron Edward y Bella para estar juntos. Nos conmovió y ganó esta historia porque no era para nosotras OTRA HISTORIA de vampiros, surrealistas, sino una historia de amor, un amor puro, de lealtad y complicidad.
Para nuestra alegría y paz dio frutos este gran amor y de ahí nació un tanto tormentoso Reneesme, tanto fue así que dio muerte a su madre humana, pero dio inicio a una hermosísima vampira que tenía una eternidad para estar con el amor de ahora su existencia.
Diez años pasaron, años que la vida les dio justicia a todos los Cullen, sobre todo los Cullen Swan y eran inmensamente felices, teniendo más de lo que un día su corta sueño e imaginación pudieron desear. Teñían todo: Amor, familia y una eternidad por delante para tener aún más.
Todo era perfecto para los Cullen Swan, pero el regreso a Forks les causara no solo conflictos entre ellos, sino un gran amor renacerá entre dos seres que por naturaleza son enemigos:

JACOB BLACK Y RENEESME CULLEN.​

Pero eso no es suficiente para que dos jovenes sedientos de un amor como el otro puede dar, se separen y busquen una felicidad y paz en otras personas, o seres.
Jake y Ness nos están demostrando que el amor puedo existir y puede ser muy fuerte, irrompible cuando la magia, el amor y la fe tanto como la esperanza se combinan.
Casi treinta años de experiencia en la vida de este Jacob no es eficiente para intimidar y alejar a una joven increíble y bella como Ness.
Un amor así tan fuerte como el de ellos dos se enfrenta a todo: Celos, inseguridad…
Hasta donde va nuestra historia Jake y Ness gozan de un noviazgo que todas nosotras soñamos. Disfrutan de una relación normal muy normal, diversiones, paseos, amor limpio que promete mucho más. Pero lo que vale la pena y dura por siempre lamentablemente siempre debe ser probado, exprimiendo todos los sentimientos y emociones que se pueden tener cuando se ama y se teme perder al ser amado o te sientes defraudado. Así será este amor.
El “fantasma” cambiara mucho el parecer de Ness sobre el amor al estar conviviendo con él. Stefan sintiendo una pasión por la pequeña Cullen no tardara en hacer aparición y fastidiar con su cinismo a Jake. Un poco como él se comportó al insistir en su primer amor.
Ese primer amor será un factor que alterara todo el futuro planeado de Ness, no podrá creer quien será ese primer amor y sufrirá el saber porque nunca siguió ese amor, NO FUE POR JAKE, SINO POR BELLA, que ella no lo amaba, porque si fuera por Jacob estaría con ella.
Y esa falta de verdad será un golpe tan terrible para la joven que sus pasiones vampíricas estarán al cien por ciento y teniendo consuelo de dos personajes tan primordiales en su vida harán que no piense con claridad.
No puede faltar que les recuerde que los Vulturi ante una mujer tan extraordinaria como Bella y un misterio como Ness, y sus grandes caprichos que siempre han sido Edward y Alice para ellos, no pueden faltar ellos que provocaran no solo el sufrimiento y el terror de ser separados, dejar de tener esa felicidad entre los Cullen. Ese antiguo clan probará de nuevo el amor entre Edward y Bella, porque ahora no Edward por el bien del ser amado se ira, sino su esposa, le tocará tomar esa dura decisión. Una decisión que lo cambiara toda la forma de vivir en paz y plenitud.
Guerras nos tendrán en suspenso, antiguos personajes aparecerán para recordarles a los Cullen que no están solos y darán su existencia si es necesario por la justicia. Pero las traiciones existen cuando de poder se trata.
Espero que este resumen general y adelanto les haya gustado y créame, esto se hace cada vez mas interesante por los aspectos que los hace tan diferente a nuestros personajes:

Ness – Jake​

Vampiro -- Lobo​

Joven de edad –- Adulto de edad​

Culta – Salvaje​

Control – Instintos​

Rica – Sin recursos​

Semi vampira – Alfa​

Dones innatos – Dones de supervivencia​

Amada por quien la vea – Despreciado por quien lo vea por su aspecto salvaje (manos las jóvenes)​

Eternidad -- Mortalida​

​

Las quiero y en una semana les subo la continuación.

Kiss


 

Hasta la última molécula de mi ser recobró vida, muy imposible considerando lo que ahora soy. Pero el sentir se intensificó a un grado inexistente aun para mí, e inigualable.
Más de diez años no han sido suficientes para acostumbrarme o entender todo lo que ciento y puedo a llegar a sentir.
Es maravilloso que siga cada noche sintiéndome completamente viva, extasiada del dulce aroma de mi esposo, su contacto tan cálido, perfecto, sus labios sobre los míos jugando la danza más mágica y excitante que los seres pudieron haber descubierto.
Siendo un solo cuerpo, una sola alma, porque si la teníamos, era la mujer más feliz en toda la faz de la tierra.
El cuerpo desnudo de mi esposo sobre el mío, acariciándome con dulce y apasionada insistencia de sentirme más, como si no me conociera tan bien mi cuerpo como yo el suyo, seguía así cada noche, cociéndonos aún más de nosotros mismos y no podía evitar de deleitarme que el fuera mío solo mío.
Nuestra especie por naturaleza éramos egoístas, declarando a nuestro amante para toda la eternidad. Ahora comprendía a Victoria, todo lo que hizo para provocarle un inmenso sufrimiento a Edward al matarme, yo había lo mismo si alguien osara solo pensar en rasguñar a mi esposo. Nadie puede hacerle daño, nunca lo permitiría. Ya era mucho permitir que las mujeres disfrutaran de vista al verlo, siempre que pasaba eso, que era todo momento, solo deseaba estrangular a todas esas mortales por fijarse en algo que era mío. No podía evitarlo, no tenía todavía el control que tenía este Edward sobre las emociones. No podía. Y estaba segura que por lo menos los próximos cien años no podría. Y no me importaba, me gustaba sentir todo al extremo, me hacía sentir que existía.
Los labios de mi esposo de nuevo reclamaron mi atención y la tuvieron toda. Su aliento era tan embriagador, sus manos tan tersas y suaves como excitantes que me fastidiaba tener que terminar esta estrega de amor cada puesta de sol.
¿Porque las noches no duraban años, lustros, que todos los humanos descansaran por años y así permitiéndome gozar plenamente el motivo de mi existencia que sin él no quisiera estar aquí? Ni por todos los seres que tanto amo. Pero el amor entre tu alma y tú no tiene igualdad que se pueda recompensar con otra cosa o persona si un día te encuentras solo.
¾ ¿Qué tanto piensas, mi vida? – Sus labios jugueteaban con mi oreja.
¾ De lo mucho que te amo – Susurré con voz ronca.
¾ No tanto como yo.
¾ No tienes idea de lo tanto que te amo.
¾ Lo sé – Su cuerpo desnudo delgado y firme, tallado por los dioses Griegos se acomodó sobre mí de nuevo, viéndome de frente a los ojos, unos ojos iguales a los míos, dorados y brillantes, pero ese brillo no era por la sangre – Pero tú no estuviste más de un siglo esperándome.
¾ No, pero si te puedo decir que eres el motivo de mi existir.
¾ Es verdad, por mi eres lo que eres – Sus manos acomodaron unos mechones rebeldes que estaban sobre mi frente y las acomodo con linda delicadeza detrás de mí oreja.
¾ Sabes a qué me refiero, sin ti no me interesa la eternidad.
¾ ¿Ni por Ness o Charlie?
¾ Nunca se me ha dicho buena hija y temo ser acusada de mala madre.
Y en ese momento quité mi escudo sobre mi cerebro, para que Edward pueda recordar el motivo que desee con desesperación tener mi hija. Mi esposo se recostó aun lado de mí, recostándose en lo que quedaba de almohadas y me abrazó provocando en mí sentirme amada y protegida. Me acomodé mimosa sobre su hombre y lo estreche con suavidad de la cintura. El brazo que no me cubría mi cuerpo libre de ropa lo colocó detrás de su cabeza. Y atento como siempre de todo lo que pensaba vio porque Nessy estaba con nosotros, porque existía. Y al saberlo otra vez me abrazó otra con mayor emoción, posesión y un poco de ansiedad.
Lo que vio fue claro y era que yo si quiera tener a nuestro bebé era porque quería tener un Edward pequeño en mis brazos, no me importó lo que fuera, sabía que no era un monstro como todos lo acusaban sin misericordia, no era así porque era hijo de él. Por eso quise soportar todo dolor inmenso mientras duró mi embarazo y el parto. Todo valió la pena por tener más del amor de mi vida, la muestra y testigo de nuestro amor.
Era un poco incómodo reconocer que si tenía una hija no era tanto los deseos de ser madre, porque nunca los tuve de joven, aunque sabiendo que estaba embarazada la idea me empezó a llamar la atención, pero si éramos padres de una hermosa joven era por el amor que yo le tuve a Edward, porque era su hijo, porque si fuera de otro, temo que los resultados de desear tenerlo hubieran sido muy diferentes.
¾ Sigo sin comprender porque me amas tanto.
¾ Tal vez porque lo mereces todo – Me reí con tremenda coquetería y me recosté ahora yo sobre mi esposo. Mi pelo largo obscuro terminó como una cortina sobre nuestros rostros, haciendo nuestro amor más íntimo, más mágico.
Me dirigía otra vez recuperar los labios de mi marido y continuar la entrega de amor, cuerpo y alma que tanto esperaba durante el día, era lo mejor de ser una vampira, nunca me cansaba y podía disfrutar lo más que se pudiera de ser amada y amar, pero unos pasos no tan ligeros como los de mi hija resonaron en mis oídos retumbando con alarma mi mente.
Quedé congelada y en menos de un segundo ya estaba fuera de la cama y vestida con la ropa que había usado ese día, unos pantalones de piel negros que parecían guantes sobre mi cuerpo, una blusa a la moda en escote “v” de color café obscuro, de mangas tres cuartos, ropa muy de moda en ese otoño.
¾ ¿Mi amor, que sucede?
No tuve que responderle, al segundo él estaba a mi lado también ya vestido. En un segundo podía verse terriblemente guapo con sus pantalones de pana cafés claros y un suéter de diseñador europeo pegado sobre su cuerpo, resaltando su sensual figura, era de color beige, resaltando más el brillo de sus ojos miel.
¾ ¿No será Jacob? – Vi la intensión de Edward y era tranquilizarme pero tanto él como yo sabíamos que no era así.
¾ No es su aroma – Fue todo lo que dije y salimos de nuestra habitación descalzos para cruzar el pasillo y varias puertas para llegar a la habitación de nuestra hija.
Sin previo aviso mi esposo abrió la puerta haciendo un fuerte ruido al chocar esa manera con la pared de piedra liza.
¾ ¿Qué demonios haces tú aquí? – Edward se abalanzó sobre el intruso pero no pudo tocarlo porque Ness se interpuso en el camino. Rogando en su mirada chocolate que no le hiciera daño y sin esperarlo aunque había oído varios pasos pesados entre el bosque acercándose, fui testigo como mi casa la destruían para abrir camino.
Una de las paredes de la habitación cerca del ventanal de vidrio fue derrumbado y las piedras cayeron pesadamente provocando un ruido y destrucción inesesaria.
¾ ¿Qué diablos les pasa a todos ustedes? – Grité furiosa -- ¿Están locos?

ije Lo dije por todos: Mi hija defendiendo a ese joven que años que no veíamos; Por ese joven que no entendía que demonios así ahí y menos como un intruso misterioso; Edward estaba como loco queriendo asesinarlo; Y Jacob destruyendo mi casa para entrar. En su fase lobuna se le veía en su mirada enojo que aumentaba al comprender por fin quien era el misterioso hombre que acompañaba los sueños de mi hija. Vi la mirada de todos los locos de la habitación. Ness estaba asustada y preocupada, se veía y se sentía.
Mi marido su coraje se iba disipando poco a poco y me angustió lo que veía en los ojos del joven vampiro semihumano, era amor, a mi hija.
¡Dios!