* Media noche * (Jacob-Reneesme) (Edward-Bella)

Re: * Media noche * (Jacob-Reneesme) (Edward-Bella)

Hola de nuevo amigas !!!

Aqui me tienen de nuevo, subiendo la continuacion como se los prometi, es la segunda parte, pero todavia falta la tercera, para finalizar este intercambio de sentiemientos que los dos por primera vez estan teniendo.

Deseo les guste y espero sus opiniones.

En esta semana estare subiendo la 3 parte... No tardare en subierla.

Las quiero y gracias por sus lindos comnetarios, me da mucha alegria que les este agradando algo que hago con mucho cariño para todas ustedes.

Kiss y aqui seguimos ;)

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Segunda parte...​

En ese momento comprendí que había pasado una década sin tener un sentido porque vivir. Solo existía, una existencia vacía, vana. No tenía ningún motivo. No tenia nada, solo existir.
Y ese beso me estaba no solamente ofreciendo una infinita felicidad, llena de vida, de alma. Sino que me estaba prometiendo, sellando con ese bellísimo juramento que todo iba a salir bien, que a su lado solo iba a recibir dicha. Que iba a ser llena de las cosas mas sublimes que puede haber en un mundo, que ahora para mí era el más hermoso de todos.
El beso se prolongó aun más, así Jacob lo exigía en el beso más maravilloso, mágico y sublime que había recibido en mí existencia. Mi lobo lo prolongaba, si, pero yo lo necesitaba. Era una gran necesitada tenerlo ahí, compartiendo con ese bello beso no solo su cuerpo, sus manos que me acariciaban tímidamente la espalda, sino también su alma.
Estaba dándome sin reparo lo más bello que tiene el ser humano: El alma. Pero ese lindo espíritu era pura, genuino, único, que sin más me estaba reclamando el mío. Y sin poder hacer más… Yo como mi alma, le pertenecían.
Sus labios siguieron la majestuosa danza de compartir algo más sagrado, algo más puro, y no pude evitar estremecerme cada vez que su cálida y suave boca acariciaba más la mía. Esa suavidad me agrumaba. No podía pensar. No quería hacerlo. No quería que nada, absolutamente nada se interpusiera en lo mas bello que había sentido y algo en lo mas profundo de mi corazón, no se porque, pero me aseguraba firmemente que no había, no existía algo tan perfecto como ese momento. Y por eso, no quería que mi mente pudiera distraerse en situaciones inverosímiles, no valía la pena.
Su dulce lengua con timidez abrió más paso a mi boca, pero aun más en mi corazón.
Nunca me había pasado.
Había sido antes besada. Por mi maravilloso Stefan, pero sus labios fríos, expertos, que siempre me habían agradado, no me habían hecho sentir ni la mitad del placer y felicidad que no dejaba de aumentar.
Sin saber como comportarme, temiendo romper ese bello hechizo que mágicamente creo Jake, lentamente levante mis manos y las acomode con posesión alrededor de su cuello.
Sintiéndome temblorosa lo atraje mas hacia a mi y sin saber si fue esa conducta posesiva un error, me sorprendí con mucha tristeza cuando mi lobo terminó lo mas sublime que podía existir.
Incomoda por haber hecho las cosas de más, baje mis brazos del muy alto lobo y baje la mirada. No me atreví ver en sus ojos desilusión.
No podía.
Porque él pudo sentir en ese beso que no era la joven que tantos años había esperado, a lo mejor me decía que tanta espera había sido un error.
¡No podría soportarlo!
No, porque era gracias a ese beso, a su presencia, por su mirada que entendí que gracias a él, en ese instante empezaba a vivir.
¾ Por favor no digas nada – Le suplique. No quería que me matara cuando empezaba a vivir, a sentir – Solo vete y trataré de olvidar esto. No es necesario que te justifiques – Insistí con mi mirada tensa en el suelo, sin poder darme la vuelta y entrar a casa.
¾ ¿Quieres que me vaya? – Me pareció que estaba mas tenso que yo.
¾ Lo entendería.
¾ ¿Entender qué, Ness? – Dio un par de pasos pesados para atrás – El que aquí no entiende nada soy yo – Oí como cruzaba con brusquedad sus brazos sobre su pecho – ¿Acostumbras así besar a las personas y luego mandarlos al demonio?
Como cubeta de agua fría en pleno desierto, levante la mirada, perpleja por lo que acababa de oír.
¾ ¡No, yo nunca…!
¾ ¿Me vas a decir que nunca antes habías besado?
Pude ver en sus hermosos ojos negros una escondida alegría, que apenas pronuncie estas palabras se desvaneció por completo:
¾ No es eso…
¾ ¿Cómo? Antes… tú… ¿Quién? – Preguntó con una peligrosa actitud acercándose de nuevo a mí. Me tomó de la mano -- ¿Es eso? Por eso me pides que me vaya. ¿No cumplí con las expectativas que buscas? – Me soltó la mano con una tristeza que me torturó el alma – Lo entiendo – Dijo al yo no decir nada – Tu eres una mujer perfecta, que merece un hombre así como tú – Y sin comprender nada, sentí un fuerte abrazo. Su cuerpo estaba firme, dura, pegado al mío tembloroso y sintiéndome insignificante, frágil por primera vez – Pero aunque no sea ese hombre que mereces, no dejare que te vayas de mi lado. Perdón, pero no soy buena persona. No dejare que un idiota se lleve mi vida, sin antes haber luchado. Te lo ruego – Me suplicó tomando mi rostro entre sus grandes, varoniles manos – Déjame luchar por tu amor, seré mas de lo que mereces. Solo necesito que me lo permitas.
Mi corazón dio un revuelo y mi respiración se acelero una velocidad apabullante. Así me sentía. Apabullada. No comprendía lo que estaba pasando. ¿Había escuchado bien? ¿Jacob Black me estaba pidiendo…? No podía ser posible esa idea utópica. Oír a Jake suplicar una oportunidad. No pude más y como él antes había hecho, di unos pasos para atrás, ahora mas que nunca necesitaba respirar. Todavía seguía hipnotizada por mi gran beso. Tenia que pensar con razonamiento, porque al parecer ese bellísimo beso, me dejó peor de lo que esperaba.
¾ Jake, me estas diciendo que tú quieres que te de la oportunidad…
¾ Si, por favor. No seas cruel y permíteme luchar por mi razón de vivir.
No tuve que preguntar mas, veía, sentía la verdad en su mirada angustiada que estaba sufriendo tanto como yo y estaba segura que era de lo mismo. Sin evitar comportarme como idiota, empecé a reír.
La cara de dolor de mi lobo dio paso a una muy diferente, molesta.
¾ ¿Cómo te puede dar risa el terror que ciento en perderte de nuevo?
¾ No, perdón, no entiendes – Seguí riéndome.
¾ El problema es que entiendo muy bien – Aseguro serio – Y no me importa quien esa ese idiota, no voy a permitir que…
¾ No, déjame hablar – Pedí con una tierna sonrisa – Jake, no, no entiendes – Le tomé de las manos. Me estremecí, tanta calidez, tanta suavidad no creía un día acostumbrarme – Te pedí que te fueras porque pensé que te había desilusionado con el beso. Que te diste cuenta que no era la joven que habías esperado, que me habías idealizado todos estos años y que ahora al conocerme, al besarme te diste cuenta que no era nada a lo que soñabas.
¾ ¿¡Pero porque creíste esa tontería!? – Por fin había sonreído y lo sentí todavía mas feliz que yo, si eso era posible y yo que pensaba que no lo era.
¾ Porque terminaste el beso – Me sonroje al extremo al confesarlo.
Al parecer Jake no pudo evitar contener esa risa escandalosa que de repente se me hizo tan familiar y perfecta.
¾ Lo hice en contra de mis deseos – Lo aseguró al tomarme de la cintura – Porque no quiero asustarte. Mi instinto animal suele salir en el peor de los momentos y contigo solo quiero ser perfecto, ganarme tu amor.
¾ Jake… -- Callé, quería estar segura que lo que iba a decir era verdad, no lo decía por motivo de la emoción. Pero entre mas pensaba me di cuenta que lo que sentía no era nada pasajero, al contrario, iba a ser un viaje, infinito de verdadero amor – No tienes que ganar nada…
¾ ¿En verdad lo amas tanto? – Su voz fue cortada, llena de agonía.
¾ ¡Jacob! Déjame hablar – Grité perdiendo ya la paciencia – No nos hagamos mas ideas equivocadas. Yo… y escucha bien, yo no soy un premio que hay que ganar…
¾ Para mi si, lo eres todo para mi – Esta vez esta interrupción no me desagrado para nada, al contrario, me hizo sentir segura, única.
¾ Y si eso es verdad… Pues ya ganaste – Lo abrace con fuerza, me daba pena confesárselo viéndolo a los ojos. Recargue mi cara en su firme pecho desnudo – Porque te quiero, me di cuenta ahorita, que te necesito y no quiero estar lejos de ti. Nunca.
¾ ¿Cómo? – Me tomó entre sus brazos – No juegues así conmigo. Como puedes decir eso cuando hace años que no nos vemos. No me conoces. Como puedes querer a alguien que nunca has tratado como un prospecto de pareja. Sin conocer a la persona que te entregara su vida, todo, con tal de hacerte feliz, tanto como lo es él.
¾ ¿Y todavía lo dudas? – Me reí – Jake, eres una persona que seria imposible no amar. Eres tierno, sincero y… -- Me puse aun más roja que hace rato – y muy guapo. No habría mujer que no se atreviera a entregar todo por un hombre así. Porque acabo de describir al hombre perfecto.
¾ No sabes lo que dices. No quiero que tomes tantas expectativas por mí. Porque temo herirte, frustrarte al darte cuenta que no soy la persona que quieres tener a tu lado.
¾ Mi lindo Jake, yo solo quiero que seas tú. No el hombre perfecto. Solo tú.
¾ ¿Con sus errores? – Preguntó divertido, pícaro.
¾ Después de todo somos una parte humanos, ¿no? – Bromé – Y además, tenemos que conocernos. No hay ninguna prisa, el tiempo dirá…
¾ ¡Es que tú no entiendes, Nessy! – Se encogió de hombros – No es un sentir humano, es una necesidad lo que me pasa. Es algo que no podemos controlar, solo de repente, ¡Bum! No hay algo más indispensable e importante que tu bienestar, tu felicidad.
¾ A eso me refiero – Quería que quedara las cosas de una vez claras – No quiero que tus ganas de estar a mi lado sea porque tu naturaleza lobuna te lo pide. Sino que sea por algo mas profundo, infinito: Por amor. Me quiero sentir una joven quería por el hombre que escogió. No ser la reina que tiene a su súbdito incondicional.
Jacob con una bellísima sonrisa de satisfacción se voltio atrás, donde estaba estacionado mi flamante carro blanco.
¾ Vámonos de aquí – Siendo una agradable sorpresa, me cargó y como lo había hecho varios minutos antes mi tío Jasper, me acomodó en el asiento del Audi – Me permitiría, bella dama, acompañarla a estrenar su magnifico regalo.
¾ Por supuesto – No pude evitar sonreír con coquetería por tan linda galantería. Me puse el cinturón y él cerró la puerta con suavidad – No podía ser de otra manera.
De dio la vuelta por delante y maravillada escudriñe a mi guapísimo lobo, que yo lucharía para que siempre fuera así: MI LOBO.
¾ ¿Entonces yo soy el escogido? – Tomó de mi mano y la besó – No podía ser de otra manera.
Utilizó mis mismas palabras. Pero vi en sus ojos que así él quería que fuera, que no era una declaración arrogante, al contrario, fue una manera de conversarse así mismo que todo iba salir bien. Y yo tratando de hacer lo mismo, porque a su lado no encontraba un futuro de camino firme, no era su culpa. Sino yo era el problema, pues junto a él mis pensamientos, mis dudas, mis afirmaciones no podían ser claras, porque mi lobo provocaba tantas cosas en mí que no podía pensar algo bien.
Pero que importaba, con él a mi lado que mas podía haber. Todo debía ser tan maravilloso como Jacob.
Tomó el control eléctrico de la guantera y la abría la puerta metálica del garaje. Que buenos y mágicos cambios hacia la vida. Hace solo menos de una hora la puerta eléctrica se había abierto para estrenar mi regalo y fue cuando vi a mi Jake y ahora, él estaba a mi lado, jurándome con su beso, su abrazo, su mirada, mucha felicidad.
Era verdad que nunca me dijo que me ama, pero eso iba a cambiar y muy pronto. Porque dentro de mí todo había cambiado.

 

Re: * Media noche * (Jacob-Reneesme) (Edward-Bella)

No esta muy pequeña la letra ??? Como ustedes prefieran. :p

Segunda parte...​

En ese momento comprendí que había pasado una década sin tener un sentido porque vivir. Solo existía, una existencia vacía, vana. No tenía ningún motivo. No tenia nada, solo existir.
Y ese beso me estaba no solamente ofreciendo una infinita felicidad, llena de vida, de alma. Sino que me estaba prometiendo, sellando con ese bellísimo juramento que todo iba a salir bien, que a su lado solo iba a recibir dicha. Que iba a ser llena de las cosas mas sublimes que puede haber en un mundo, que ahora para mí era el más hermoso de todos.
El beso se prolongó aun más, así Jacob lo exigía en el beso más maravilloso, mágico y sublime que había recibido en mí existencia. Mi lobo lo prolongaba, si, pero yo lo necesitaba. Era una gran necesitada tenerlo ahí, compartiendo con ese bello beso no solo su cuerpo, sus manos que me acariciaban tímidamente la espalda, sino también su alma.
Estaba dándome sin reparo lo más bello que tiene el ser humano: El alma. Pero ese lindo espíritu era pura, genuino, único, que sin más me estaba reclamando el mío. Y sin poder hacer más… Yo como mi alma, le pertenecían.
Sus labios siguieron la majestuosa danza de compartir algo más sagrado, algo más puro, y no pude evitar estremecerme cada vez que su cálida y suave boca acariciaba más la mía. Esa suavidad me agrumaba. No podía pensar. No quería hacerlo. No quería que nada, absolutamente nada se interpusiera en lo mas bello que había sentido y algo en lo mas profundo de mi corazón, no se porque, pero me aseguraba firmemente que no había, no existía algo tan perfecto como ese momento. Y por eso, no quería que mi mente pudiera distraerse en situaciones inverosímiles, no valía la pena.
Su dulce lengua con timidez abrió más paso a mi boca, pero aun más en mi corazón.
Nunca me había pasado.
Había sido antes besada. Por mi maravilloso Stefan, pero sus labios fríos, expertos, que siempre me habían agradado, no me habían hecho sentir ni la mitad del placer y felicidad que no dejaba de aumentar.
Sin saber como comportarme, temiendo romper ese bello hechizo que mágicamente creo Jake, lentamente levante mis manos y las acomode con posesión alrededor de su cuello.
Sintiéndome temblorosa lo atraje mas hacia a mi y sin saber si fue esa conducta posesiva un error, me sorprendí con mucha tristeza cuando mi lobo terminó lo mas sublime que podía existir.
Incomoda por haber hecho las cosas de más, baje mis brazos del muy alto lobo y baje la mirada. No me atreví ver en sus ojos desilusión.
No podía.
Porque él pudo sentir en ese beso que no era la joven que tantos años había esperado, a lo mejor me decía que tanta espera había sido un error.
¡No podría soportarlo!
No, porque era gracias a ese beso, a su presencia, por su mirada que entendí que gracias a él, en ese instante empezaba a vivir.
¾ Por favor no digas nada – Le suplique. No quería que me matara cuando empezaba a vivir, a sentir – Solo vete y trataré de olvidar esto. No es necesario que te justifiques – Insistí con mi mirada tensa en el suelo, sin poder darme la vuelta y entrar a casa.
¾ ¿Quieres que me vaya? – Me pareció que estaba mas tenso que yo.
¾ Lo entendería.
¾ ¿Entender qué, Ness? – Dio un par de pasos pesados para atrás – El que aquí no entiende nada soy yo – Oí como cruzaba con brusquedad sus brazos sobre su pecho – ¿Acostumbras así besar a las personas y luego mandarlos al demonio?
Como cubeta de agua fría en pleno desierto, levante la mirada, perpleja por lo que acababa de oír.
¾ ¡No, yo nunca…!
¾ ¿Me vas a decir que nunca antes habías besado?
Pude ver en sus hermosos ojos negros una escondida alegría, que apenas pronuncie estas palabras se desvaneció por completo:
¾ No es eso…
¾ ¿Cómo? Antes… tú… ¿Quién? – Preguntó con una peligrosa actitud acercándose de nuevo a mí. Me tomó de la mano -- ¿Es eso? Por eso me pides que me vaya. ¿No cumplí con las expectativas que buscas? – Me soltó la mano con una tristeza que me torturó el alma – Lo entiendo – Dijo al yo no decir nada – Tu eres una mujer perfecta, que merece un hombre así como tú – Y sin comprender nada, sentí un fuerte abrazo. Su cuerpo estaba firme, dura, pegado al mío tembloroso y sintiéndome insignificante, frágil por primera vez – Pero aunque no sea ese hombre que mereces, no dejare que te vayas de mi lado. Perdón, pero no soy buena persona. No dejare que un idiota se lleve mi vida, sin antes haber luchado. Te lo ruego – Me suplicó tomando mi rostro entre sus grandes, varoniles manos – Déjame luchar por tu amor, seré mas de lo que mereces. Solo necesito que me lo permitas.
Mi corazón dio un revuelo y mi respiración se acelero una velocidad apabullante. Así me sentía. Apabullada. No comprendía lo que estaba pasando. ¿Había escuchado bien? ¿Jacob Black me estaba pidiendo…? No podía ser posible esa idea utópica. Oír a Jake suplicar una oportunidad. No pude más y como él antes había hecho, di unos pasos para atrás, ahora mas que nunca necesitaba respirar. Todavía seguía hipnotizada por mi gran beso. Tenia que pensar con razonamiento, porque al parecer ese bellísimo beso, me dejó peor de lo que esperaba.
¾ Jake, me estas diciendo que tú quieres que te de la oportunidad…
¾ Si, por favor. No seas cruel y permíteme luchar por mi razón de vivir.
No tuve que preguntar mas, veía, sentía la verdad en su mirada angustiada que estaba sufriendo tanto como yo y estaba segura que era de lo mismo. Sin evitar comportarme como idiota, empecé a reír.
La cara de dolor de mi lobo dio paso a una muy diferente, molesta.
¾ ¿Cómo te puede dar risa el terror que ciento en perderte de nuevo?
¾ No, perdón, no entiendes – Seguí riéndome.
¾ El problema es que entiendo muy bien – Aseguro serio – Y no me importa quien esa ese idiota, no voy a permitir que…
¾ No, déjame hablar – Pedí con una tierna sonrisa – Jake, no, no entiendes – Le tomé de las manos. Me estremecí, tanta calidez, tanta suavidad no creía un día acostumbrarme – Te pedí que te fueras porque pensé que te había desilusionado con el beso. Que te diste cuenta que no era la joven que habías esperado, que me habías idealizado todos estos años y que ahora al conocerme, al besarme te diste cuenta que no era nada a lo que soñabas.
¾ ¿¡Pero porque creíste esa tontería!? – Por fin había sonreído y lo sentí todavía mas feliz que yo, si eso era posible y yo que pensaba que no lo era.
¾ Porque terminaste el beso – Me sonroje al extremo al confesarlo.
Al parecer Jake no pudo evitar contener esa risa escandalosa que de repente se me hizo tan familiar y perfecta.
¾ Lo hice en contra de mis deseos – Lo aseguró al tomarme de la cintura – Porque no quiero asustarte. Mi instinto animal suele salir en el peor de los momentos y contigo solo quiero ser perfecto, ganarme tu amor.
¾ Jake… -- Callé, quería estar segura que lo que iba a decir era verdad, no lo decía por motivo de la emoción. Pero entre mas pensaba me di cuenta que lo que sentía no era nada pasajero, al contrario, iba a ser un viaje, infinito de verdadero amor – No tienes que ganar nada…
¾ ¿En verdad lo amas tanto? – Su voz fue cortada, llena de agonía.
¾ ¡Jacob! Déjame hablar – Grité perdiendo ya la paciencia – No nos hagamos mas ideas equivocadas. Yo… y escucha bien, yo no soy un premio que hay que ganar…
¾ Para mi si, lo eres todo para mi – Esta vez esta interrupción no me desagrado para nada, al contrario, me hizo sentir segura, única.
¾ Y si eso es verdad… Pues ya ganaste – Lo abrace con fuerza, me daba pena confesárselo viéndolo a los ojos. Recargue mi cara en su firme pecho desnudo – Porque te quiero, me di cuenta ahorita, que te necesito y no quiero estar lejos de ti. Nunca.
¾ ¿Cómo? – Me tomó entre sus brazos – No juegues así conmigo. Como puedes decir eso cuando hace años que no nos vemos. No me conoces. Como puedes querer a alguien que nunca has tratado como un prospecto de pareja. Sin conocer a la persona que te entregara su vida, todo, con tal de hacerte feliz, tanto como lo es él.
¾ ¿Y todavía lo dudas? – Me reí – Jake, eres una persona que seria imposible no amar. Eres tierno, sincero y… -- Me puse aun más roja que hace rato – y muy guapo. No habría mujer que no se atreviera a entregar todo por un hombre así. Porque acabo de describir al hombre perfecto.
¾ No sabes lo que dices. No quiero que tomes tantas expectativas por mí. Porque temo herirte, frustrarte al darte cuenta que no soy la persona que quieres tener a tu lado.
¾ Mi lindo Jake, yo solo quiero que seas tú. No el hombre perfecto. Solo tú.
¾ ¿Con sus errores? – Preguntó divertido, pícaro.
¾ Después de todo somos una parte humanos, ¿no? – Bromé – Y además, tenemos que conocernos. No hay ninguna prisa, el tiempo dirá…
¾ ¡Es que tú no entiendes, Nessy! – Se encogió de hombros – No es un sentir humano, es una necesidad lo que me pasa. Es algo que no podemos controlar, solo de repente, ¡Bum! No hay algo más indispensable e importante que tu bienestar, tu felicidad.
¾ A eso me refiero – Quería que quedara las cosas de una vez claras – No quiero que tus ganas de estar a mi lado sea porque tu naturaleza lobuna te lo pide. Sino que sea por algo mas profundo, infinito: Por amor. Me quiero sentir una joven quería por el hombre que escogió. No ser la reina que tiene a su súbdito incondicional.
Jacob con una bellísima sonrisa de satisfacción se voltio atrás, donde estaba estacionado mi flamante carro blanco.
¾ Vámonos de aquí – Siendo una agradable sorpresa, me cargó y como lo había hecho varios minutos antes mi tío Jasper, me acomodó en el asiento del Audi – Me permitiría, bella dama, acompañarla a estrenar su magnifico regalo.
¾ Por supuesto – No pude evitar sonreír con coquetería por tan linda galantería. Me puse el cinturón y él cerró la puerta con suavidad – No podía ser de otra manera.
De dio la vuelta por delante y maravillada escudriñe a mi guapísimo lobo, que yo lucharía para que siempre fuera así: MI LOBO.
¾ ¿Entonces yo soy el escogido? – Tomó de mi mano y la besó – No podía ser de otra manera.
Utilizó mis mismas palabras. Pero vi en sus ojos que así él quería que fuera, que no era una declaración arrogante, al contrario, fue una manera de conversarse así mismo que todo iba salir bien. Y yo tratando de hacer lo mismo, porque a su lado no encontraba un futuro de camino firme, no era su culpa. Sino yo era el problema, pues junto a él mis pensamientos, mis dudas, mis afirmaciones no podían ser claras, porque mi lobo provocaba tantas cosas en mí que no podía pensar algo bien.
Pero que importaba, con él a mi lado que mas podía haber. Todo debía ser tan maravilloso como Jacob.
Tomó el control eléctrico de la guantera y la abría la puerta metálica del garaje. Que buenos y mágicos cambios hacia la vida. Hace solo menos de una hora la puerta eléctrica se había abierto para estrenar mi regalo y fue cuando vi a mi Jake y ahora, él estaba a mi lado, jurándome con su beso, su abrazo, su mirada, mucha felicidad.
Era verdad que nunca me dijo que me ama, pero eso iba a cambiar y muy pronto. Porque dentro de mí todo había cambiado.

 

* Media noche * (Jacob-Reneesme) (Edward-Bella)

Wooooow ! Amigas, de verdad que me emociona muchisimo leer sus comentarios. Me alegran la noche darme cuenta que disfrutan de lo que hago con mucho cariño para ustedes....

A todas y a cada una le mando un beso y mil gracias por seguir aqui casa semana. Las que escriben saben lo lindo y valioso que es eso...

Las quiero amigas !!! Y seguimos en este...

P.D: Le puse en letra 2 y si es muy pequeña, si prefiere alguien que suba otra vez el capitulo en otro tamaño de letra o tipo de letra, aviseme y con gusto lo subo.

Kiss
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

Confesiones peligrosas

Era el pueblo que vio nacer a mi madre, a mi lobo, a mí, pero aun así no lo sentía familiar. No sabia porque. Recordaba todo. Mi prodigiosa memoria me lo permitía. Cada gesto de una persona, cada movimiento de ramas de los arboles, lo podía recordar con una frescura que hasta olor tenia. Pero aun así que todo seguía similar a la última vez que lo vi, no me sentía en casa.
Yo creo que es normal.
Hace muchos años que no venia y solo viví unos meses en Forks. Esperaba con el alma que así fuera, que solo se trataba de cuestión de tiempo, de acostumbrarme para sentirme cómoda, que ese era mi sitio.
Porque yo quería que así fuera.
No pensaba irme del pueblo que me ha sido tanto para mi familia. No me iba a ir, no sin mi lobo. Y por la gran sonrisa que tenia al explicarme como todo un guía turística, me di cuenta que Jacob era muy feliz ahí y si él lo era, yo “tenia” que hacerlo.
Es muy confortable tener la suave mano de Jake sobre la mía, que estaba muy cómoda sobre el volante beige de piel. Todo era confortable: Hablar, observar los varios cambios que ha tenido Forks, disfrutar de la gente que iba caminando por las calles. Todo era maravilloso, y estoy segura que es gracias a que él estaba a mi lado.
Llevábamos diecisiete minutos, para ser exacta, en el carro, haciendo una vista rápida en las tiendas comerciales que desde ahora, iba hacer las que frecuentaría.
El clima como era característico de aquí, estaba nublado, perfecto para mi familia pueda salir sin ningún problema. Esa fue una gran ventaja que tenia, cuando me convenía era lo mas humana posible.
¾¿Sigue sin afectarte el sol?
¾Eso mismo estaba pensando – Reí y voltee a verlo con una agradable sonrisa – Espero que por lo menos contigo tenga algo de privacidad mental. Porque como podrás imaginar, con mi familia no la tengo, por culpa de mi padre.
¾Muchas cosas no puedo soportar de él – Refunfuño – Pero debo de reconocer que siempre fue muy discreto. ¿Acaso ha cambiado? – Preguntó divertido, noté algo de perversión en su tono.
¾No, sigue siendo igual – Sentí la necesidad de defenderlo con firmeza.
¾Pero a Bella nada le oculta… típico de ese par – Comentó asqueado.
¾No le oculta nada, pero los sentimientos, los pensamientos de los demás, él los respeta… por lo mismo, no tiene porque decirle. Trata de no prestarles mucha atención.
¾Es lo mínimo que debe hacer.
Frené, el semáforo estaba en rojo. Unas cuantas personas pasaron enfrente de mi impecable carro nuevo. Mi intensión era que no le prestaran mucha atención a mi presencia, por mí ni tampoco a mi carro. Por eso había dejado mi amado Porshe. Pero no funcionó. Todas las personas que cruzaban la calle, los que estaban cargando gasolina y también los que adornaban las calles, no perdían la oportunidad de voltear a ver el Audi. Se que no me veían porque tenia los vidrio polarizados, pero si era incomodo no pasar desapercibida como esperaba. Si seguía pensando en esto me volvería loca, porque de nada serviría pensarlo, al contrario, sentiría que me prestaban mas atención los demás de lo que realmente era.
¾Hablas de mis padres con mucha confianza, se que se conocen desde muchos años, pero… — Pisé el acelerador con delicadeza (porque era de los carros que apenas pisabas y corría de verdad) al ponerse en semáforo en siga – pero nunca he sabido porque se conocen. Tienen interesen muy deferentes porque lo poco que se de su convivencia.
¾Es imposible no tener toda la confianza del mundo, cuando nos conocemos desde hace años. Sobre todo a Bella.
¾¿Mi mamá? Yo pensé que conociste primero a mi padre – No se porque al saber eso sentí una gran incomodidad. No me gustó enterarme de eso. Mas seria de lo que quería oírme le pregunte: — ¿Fueron muy amigos? – Ese “muy” estaba muy pronunciado.
¾Si – Contestó cortante.
¾Mucho.
¾Supongo.
¾¿Te molesta que quiera saber?
¾No, porque tendría que molestarme.
¾¿Por qué te pusiste tan serio?
¾Date vuelta en la próxima calle a la izquierda.
Hice como me lo pidió. Pero no iba a dejar el tema sin tener una buena respuesta, si lo que me dijo se le puede llamar respuesta.
¾¿Por qué te pusiste tan serio? – Insistí.
¾Creo que se va a morir de la felicidad.
¾¿Qué? ¿Quién? – Me desconcertó sus palabras -- ¿De que hablas, Jacob?
¾De Charlie, de quien mas – Levanta su larga mano morena – Esta bien aquí, estaciónate…
¾¿¡Y llegar de sorpresa!? – No pude evitar preocuparme.
¾Si, eso es lo mejor, veremos cuanto puede aguantar ese viejo corazón – Se carcajeo ruidosamente.
Sabiendo que era una gran sorpresa llegar sin avisar a mi abuelo, estacione el carro fuera de la casa. Era la misma casa que recordaba de niña, pero era muy diferente en esencia. Se sentía un agradable toque familiar, femenino. Sonreí, era la primera vez que iba a ver a mi abuelo como lo que era desde hace ocho años: Todo un hombre casado, padre de familia.
Jacob salió del carro y me abrió la puerta, le acepte distraída la mano que me ofrecía. No podía sonreírle, estaba muy angustiada de lo que le pasaría a mi abuelo Charlie. Es que no seria fácil. No iba a ver a una niña de diez años y medio. Con una estatura promedio de 1.40 m. Sino una joven que podía pasar como su hija, porque me veía de la edad de mi madre.
¾¿Crees que esta bien? Es mejor prepararlo de una manera…
¾¿Qué pregunta es esa? Si no vas a darle una noticia mortal. Solo es su nieta que visita a su abuelo. Es de lo mas normal – Dice quitado de la pena. Era obvio que no se daba cuenta de la gravedad del asunto.
¾Jake, me sorprende que no estés consiente que es lo que esta por pasar – Conteste un tanto molesta. No era famosa en la familia precisamente por ser paciente – Charlie Swan no va a ver lo que espera…
¾¿Y que según él espera? – Cerró la puerta de carro y por inercia, por su acercamiento demasiado íntimo, me recargue en el regalo blanco. Jacob puso sus musculosos brazos en cada lado mío, a la altura de mi cabeza y en postura casual. Como si fuera de lo mas acostumbrado que me tratara como su… novia -- ¿No será diferente? Todo esa “preocupación” que tienes es porque no sabes lo que pensara Charlie de ti. Con eso que te preocupa lo que los demás piensen de ti.
¾No… — Me sonroje en extremo. Con mi lobo era muy sencillo no tener la mente lista para dar una buena contestación y como no la tenía en ese momento, por culpa de mi aceleración de corazón que más se alocaba por tener a Jake tan cerca de mí, sin camisa. Eso era demasiado maravillosa. Me sonrojé todavía más, porque se suponía que no debía tener ese tipo de pensamientos por nadie y mucho menos por mi lobo: Mi padre me iba a matar, tendría que ocultarlos bien mis pensamientos, porque de verdad eran vergonzosos. ¡HASTA PARA MI! Por eso no tuve mejor respuesta que ser sincera – No, nunca me ha importado lo que piensen de mi.
¾Porque siempre has sido una maravilla – Se acerco aun más. Mi garganta sintió hormigueo al sentir su aliento dulce en mis labios.
Eso era verdad, pero iba a sonar muy egocéntrica si aceptaba aquello. Levante mi rostro para decir con seguridad, aunque mi respiración desgraciadamente se agito también, haciendo que mi voz fuera débilmente temblorosa:
¾Solo me importa lo que “tú” pienses de mí. Solo a ti “necesito” agradar.
¾¿Necesitas?
¾Si.
¾¿Pero porque?
¾¿Eres así de preguntón siempre? – Quise bromear para cambiar de tema.
¾Solo cuando me interesa saber la respuesta.
Era demasiado testarudo, igual que yo. Esto de conocernos seria interesante.
¾¿Entonces porque?
¾Ya te lo dije en el garaje, quiero ser algo para ti…
¾Pero porque ser así, de conformista…
¾¿De que hablas? – En verdad que hablar con Jake podía ser muy enredoso.
¾Porque quieres ser “algo” para mi, cuando ya lo eres “todo”.
Mi respiración agitada se cortó en el acto por esas bellas palabras. Olvide por un momento respirar.
¡Maldición!
¿Qué responder?
Si era sincera me iba a ver muy necesitada, muy urgida en tener su amor, sus intenciones. Y era verdad, pero tenía que ser fría, ni siquiera eran tres horas que estábamos juntos y mis pensamientos, como mis sentimientos ya estaban en otro panorama muy rosa. Las cosas no podían ser tan fáciles, era mejor irme con cuidado. Eso siempre me recomendaba mi padre. Creo que era momento de poner eso en práctica.
Dejando pasar la emoción de felicidad que me dieron sus palabras, me agache para salir de la linda prisión en la que me tenía mi lobo entre sus brazos. Salí de esa bella protección y me paré detrás de él.
¾Como te dije, quiero tener de ti algo más que una imprimación. Algo más que una necesidad lobuna.
¾¿Hablas de amor? – Dio la vuelta y me presumió su sonrisa torcida. ¡Como me encantaba!
¾Supongo – Me encogí de hombros y mire hacia la casa – Creo que si están.
¾Si – Resopló y metió sus manos a sus bolsillos de sus pantalones cortos – Espérame aquí, ahora vengo.
No me dio tiempo de preguntarle a donde iba, se echó a correr para atrás de la casa, los arboles del bosque me taparon la visibilidad y entonces frustrada tuve que obedecer y esperar. No tuve que estar mucho tiempo solo. Oí como la puerta de la casa se abría.
Una señora morena con una sonrisa hospitalaria salió y bajó las escaleras del porche, y sin más se acercó a mi.
¾Buenas tardes, eres amiga de Jake, ¿verdad? Me asomé por la ventana y de casualidad lo vi. ¿En donde esta?
¾Buenas tardes, Sue. Veo que no me reconoce. Y si, soy amiga de Jake, bueno eso espero, porque apenas después de varios años nos volvemos a ver – Le regresé esa sonrisa cálida que me regalaba maternalmente.
Vi en la mirada de la señora un poco de confusión por mi manera tan inapropiada de dirigirme a ella. Se que si supiera quien soy, le fascinaría enormemente ser así de confiada, porque después de todo éramos familia. Era la primera vez que veía a esa amable mujer como lo que ahora era: Mi abuela. Debo reconocer que es un poco extraño verla de esa manera, aunque sea una de las personas que me conoce “bien” de toda la vida: que soy humana y vampira. Aun así era difícil ver con mis propios ojos a una mujer salir de la casa de mi abuelo.
¾Perdón, ¿Nos conocemos?
¾Disculpe, creo que dirigirme así a usted fue algo inapropiado.
¾No tanto inapropiado, sino extraño, porque me agradó que dijeras mi nombre con tanta familiaridad. Te conozco, ¿verdad? – Entrecerró sus dulces ojos obscuros, para observarme mucho mejor. Me agradó el cuidado pelo largo obscuro que traía suelto – Si eres vieja amiga de Jake, estoy segura que si.
¾Claro que lo dije con tanta familiaridad, después de todo eres mi abuela – Frunció el rostro muy confundida – O si prefieres que te diga Sue, por mi no hay problema. Decirte abuela fue un infantil intento de pedir una profunda disculpa por no estar en un día tan importante para mi abuelo y tú…
¾¡Dios santo! ¿Nessy? – Su sorpresa fue demasiada, pero le ganó mas su alegría, no se si de verme o del cambio que había hecho últimamente a mi físico -- ¡Oh, por Dios! ¡Claro que eres tú! – Dijo después de escudillarme más profundamente que un joyero al estudiar un valioso diamante. Y sin mas, pero me hizo muy feliz, me abrazó, con mucha dulzura. Yo con gran emoción hice lo mismo.
¾Si, soy yo – Le confesé cuando me dio un beso en la mejilla y me soltó – Perdón, ¿No hay problema que te abracé?
¾¿Problema? – Eso si que me llegó como cubeta de agua fría -- ¿Por qué lo seria? Somos familia y quiero tratarte como debe ser. Si eso no te molesta, por supuesto – Me encogí de hombros. Porque no lo pensé antes, no porque yo estuviera contenta de tener otra abuela, quiere decir que la antigua familia Clearwater iba a compartir esa linda emoción de tener a los Cullen en sus vidas. No tenia que olvidar una enemistad de siglos. Porque lo que sabia de de la Push y los Cullen habían hecho sinceramente las paces, pero las reglas, el limite territorial seguía existiendo, no todo estaba olvidado. Y no los culpaba, era una enemistad que se llevaba en la sangre, en el alma. Literalmente – Perdón de verdad – Dije sinceramente apenada – No debe ser muy cómodo para ustedes abrazar a un… a alguien como yo.
¾No, Nessy, no es eso – Contradijo a su vez – Me disculpo por ti. Por… — Se acercó a mi y me susurró – por la sangre.
Reí divertida. Que bueno que solo se trataba de eso. Quise tranquilizarla, decirle que no tenía nada que temer en mí, que seguía como cuando era un bebé, mi sed estaba muy bien controlada. Sobre todo con las personas que tenían en sus venas descendencia de los licántropos. No era nada apetitosa, ni la de mi Jake lo era.
Eso era muy bueno.
No tuve la privacidad necesaria para decirle que era la misma Nessy que conoció, porque el principal motivo del que yo estuviera ahí salió de la casa. Al instante me tensé.
¿Dónde estaba Jacob?
Por su bien, no le convenía dejarme morir sola en esto. No tanto por mí, sino por mi abuelo.
¾¿Por qué tardas tanto en entrar, Sue? ¿Pasa algo? – Llegó Charlie hasta donde estábamos nosotras, en la banqueta enfrente de su casa.
¾Esto si será interesante – Era interés y preocupación lo que vi en los ojos de mi abuela cuando me dijo y oyó su esposo.
¾¿Tú te encargas? – Se suponía que era una pregunta, pero sonó lo que era, una suplica.
Pareció que Sue vio a un muerto, porque palideció:
¾No, es todo tuyo.
¾Buenas tardes – Saludó muy serio Charlie, no podía ser mas incomodo en su detallado estudio a mi persona -- ¿Se le ofrece algo? – Como si fuera un peligro a su mujer, puso su mano izquierda sobre sus hombros, en señal de protección. Fue extraño. Porque la gente conmigo se comportaba completamente diferente, con absoluta confianza. Mi familia lo consideraba un don, un encanto por ser de ambas especies. Era mucho más compleja.
¾Yo creo que será mejor que entremos, Charlie – Por fin llegó Jacob, venia con una camisa gris sin mangas. Aun así se veía irresistible. No, no podía pensar esas cosas y menos en ese momento cuando seria la responsable de causarle un infarto al responsable de la seguridad del pueblo – Tengo mucha hambre.
¾Si, claro, pasen – Sue se dio unos pasos para atrás para dejarnos el camino de cemento a la casa – Hace rato Seth llegó. Me comentó que fue una mañana muy pesada.
¾No tanta, pero ya sabes como le gusta llorar – Puso mi lobo los ojos en blanco.
Pasando por delante de mis abuelos, Jake y yo nos dirigimos a la casa. Creó que mi tensión era muy visible, porque mi lobo me tomó de la mano y con su pulgar me dio unos agradables y tranquilizadores masajes en mi palma. Volteé agradeciendo que estuviera ahí y si cumplió su cometido, porque al verlo y regalarme ese lindo guiño de ojo derecho, sentí un gran peso liberado de mi cuerpo.
¾Perdón por tardar.
¾¿A dónde fuiste? – Apenas abrí la boca para hablarle. Subimos juntos las escaleras.
¾A Charlie le molesta verme sin camisa, es muy quisquilloso – Se encogió de hombros, algo frustrado – Con eso que sabe porque mi ropa es tan ligera… No le gusta recordar el motivo. Sigue queriendo creer que no hay más mundo del que se aferra solo conocer.
¾Jake – Lo callé – No es una manera de ayudarme. Es lo peor que me puedes decir en este momento.
¾Lo lamento, pero es bueno que sepas que hay cosas que nunca van a cambiar. Por eso tengo guardado algo de ropa en un tronco hueco detrás de la casa. Puede ser útil la naturaleza.
Entramos a la casa y dimos vuelta a la derecha, a la sala, era totalmente diferente a la que conocí y estuve en mi primer navidad. Me gustaba mas, era de piel, color arena los sillones. Era raro ver muebles modernos en una casa que no lo era. Pero todo en la casa era diferente, pero para bien. Como Charlie. Se veía un hombre querido, cuidado, con su pelo negro, sin ninguna cana, era obvio que no era natural, se notaba que unos tintes y cuidados femeninos hacia ver a Charlie Swan muy bien. Estaba idéntico como la última vez que lo vi, hace diez años. Bigote, cabello negro, solo que por supuesto, con unas visibles arrugas que anunciaban su edad superada de los cincuenta. Pero podía ser sin problema un señor conquistador, se veía interesante.
¾Oí una nueva voz – Escuché que alguien habló a mi espalda. Voltee y al verlo sonreí, feliz -- ¿Por qué tardaron tanto en llegar? – Dijo el joven, casi un niño, al entrar como nosotros cuatro a la sala. Le hablaba a Jake – Los esperaba desde antes.
¾¿Acaso lo sabias? ¿Por qué no me previniste? – Preguntó seria Sue a su hijo – Podía haber preparado por lo menos un poco el terreno.
¾¡Ay, mamá! – Se burló el joven – Cualquier cosa que pase en la manada todos nos enteramos, eso lo sabes.
¾No deberías hablar de esas cosas con una visita – Charlie se le vio molesto por escuchar a su hijastro hablar con tanta naturalidad con una extraña.
¾No te preocupes – Le dije a Charlie – Que gusto me da verte, Seth. Sigues igual – Lo abrace – No has cambiado.
¾Como tu Jake – Ríe – Ya sabes, por culpa de alguien estamos congelados por un tiempo. Tiene sus ventajas.
¾Seth, que demonios crees que haces al decir eso – El señor Swan se le salieron los ojos de orbitas.
¾¡Oh, por Dios! ¿No le han dicho quien eres? – Seth parecía que se la pasando mejor que Jacob, si eso era posible – No te preocupes, Nessy, Charlie es fuerte. Le dará gustó… a su manera.
Eso no era nada bueno.
¾Por favor siéntense. ¿Quieren algo? – Sue quiso ser la buena anfitriona.
¾No, muchas gracias – Atajó su esposo -- ¿De que se trata esto?
¾Nada tan raro. Lo normal que puedes encontrarte – Le aseguró Jacob – No te preocupes, no es una mujer lobo.
¾¿Qué? – exclamó mi abuelo -- ¡Jacob, cállate!
¾Si, hazlo por favor – Pedí con una mueca. No sabía como empezar. Para que hacer esto más cardiaco. Respire profundo – Comandante Swan, perdón por tanto enredo, lo que pasa es que no se como decirle que yo…
¾¿Bella? – Se acercó a mi -- ¿Eres tú? ¿Volviste a cambiar?
¾No, no, pero si se acercó… soy… — Abrí la boca y solté: – Soy Reneesme. Nessy Cullen Swan, tú nieta.
Charlie se dejó caer al sillón. Todos que seguíamos parados lo vimos, esperando una reacción irracional. Sue estaba con la mano en el teléfono. Preparada para el 911.
No vi nada raro en mi abuelo, solo que no respiraba y estaba extremadamente pálido, pero parecía que viviría para contarlo.
Me adelante y me senté junto a él. Charlie no me quitaba la vista encima. No sabia de que era: Incredulidad, profunda sorpresa, miedo, confusión… Vi todo, pero nada de “Bienvenida, Nessy”
¾Eres – Tragó saliva y creo que parte de su lengua – ¿Eres mi Nessy? – Me tomó de la mano y la puso en su regazo y con su otra mano me acaricio el rostro -- ¡Dios mío! Pero si eres tú. Los ojos de mi Bella, su piel…
¾Tu pelo, abuelo. Si soy yo.
¾Pero estas enorme…
¾Créeme, Charlie, no quieras entender porque – Cruzando sus brazos Jacob le recomendó – Es mejor así.
¾Es mejor – Repitió Charlie sin dejar de verme y por fin pasó lo que tanto añoraba, me sonrió – Estas hermosísima. Cuando eras bebé no lo creí posible, que superaras esa belleza. Espero que eso sea porque tienes algo de mí.
¾Eso ni lo dudes – Lo abrace – Perdón por no haber estado en tu boda…
¾Era por esto, ¿cierto?
¾No querían mis padres que en un día tan importante tuvieras que asimilar un impacto como este.
¾No tienes idea como desee que estuvieras ahí. Aunque esperaría a mi niña.
¾Pero sigo siendo tu niña – Eso yo quería que así fuera. Lo solté – Solo que más grande de lo que esperabas.
¾Eso es verdad, tu siempre serás mi pequeña – Resopló algo aturdido – Es raro esto para mi. Aunque ya en cualquier momento espero lo mas extraño que pueda existir, es raro que mientras tu creces y te desarrollas como una bellísima joven, Jacob, Seth, Sam… todos ellos siguen estando igual – Agitó su cabeza de un lado a otro – Pero ya, es algo que no me importa. Lo importante es que estés aquí por fin. De donde nunca tenías que irte. No entiendo porque después de tantos años por fin te veo. No tienes idea lo que los extrañé. Pero como veo que pasó en todo este tiempo supongo que debo agradecer que tus padres si hayan ido a la boda – Frunció el seño – Debo reconocer que el invento de que estabas enferma e internada en un hospital en Europa si me convenció de tu ausencia, pero ese hubiera sido el mejor regalo: Que toda mi familia estuviera.
¾Me dijo mamá que hasta el abuelo Phil y la abuela Renee vinieron.
¾O si. Todos menos tú.
¾Era lo mejor. Para ti, para la abuela Renee. Ella no sabe de mi verdadera existencia.
¾Si, me dijo tu madre que Renee te conoce como supuestamente la edad que tienes, diez años, que le manda fotos por mail de ti a esa supuesta edad – De repente se vio molesto – Eso mismo hicieron conmigo.
¾Lo siento.
¾No, está bien. No quiero saber nada y agradezco que aun así tu estas aquí y me dices con tu regreso parte de la verdad. Gracias por tenerme confianza.
¾Gracias por quererme.
¾Eso siempre. Como una vez le dice a tu madre, cuando estaba embarazada de ti: “Te quiero cerca, cerca de verdad”. Eso mismo te digo.
¾Te quiero – Lo abrace.
¾Yo mucho mas, a ti, a mi Bella.
¾¿Y a papá?
¾Aunque no entiendo ese amor, porque es un amor que nunca había visto, tuve que aceptarlo. Porque es más que visto que tu padre ama a mi hija y lo más importante para mí: Mi pequeña también lo ama, tanto como él a ella, y es muy inmensamente feliz.
¾Y te hicieron abuelo – Le guiñé el ojo.
¾Que mayor regalo puede ser eso. Ver a las personas que mas amó felices – Se puso de pie y tomó de la cintura a su esposa, que en todo ese tiempo de reencuentro estaba feliz, sollozando suavemente, emocionada – Todos somos muy felices. Y así será siempre.
¾¡Oh, si! Así será para todos desde ahora – Jacob acortó la distancia y me tomó de la mano para levantarme del sillón – Ahora si todos estamos con las personas que necesitamos, que añoramos por tantos años.
¾¿¡Como!? – Mi abuelo en el acto se puso en medio de nosotros, aventando ligeramente a Jake -- ¿Qué estupidez es esa? ¿De que se trata esto?
¾Charlie… — Respiró profundamente mi lobo, pareció que lo hizo para tomar seguridad – Yo deseo estar siempre con Nessy, protegerla, hacerla feliz…
¾Obvio hablas como una profesional niñera – Mi abuelo pareció que se relajaba un poco.
¾No, Charlie. Lo digo con las palabras mas sinceras cuando un hombre quiere compartir su vida, su todo con una mujer.
Esa confesión definidamente iba ahora si matar al comandante Swan.
¾¡Lárgate de aquí, Jacob Black! – Charlie siendo otro sin mas, lo corre.