One-shot de Pokémon - Me gustas, eso era lo que quería decirte aquel día.

Hello a aquellos que me conocen, pues bien, últimamente no he traído nada nuevo y es porque he estado ocupado con algunas cosas y más con otra muy impórtate, pero estaba pensado que igual hace mucho que no se ve nada de mi parte aquí en el foro y bueno estuve revisando unas cosas y encontré un fragmento de mi historia principal que bien funciona como historia individual, y la reedite para que se viera mejor.
Espero que les guste.

Me gustas, eso era lo que quería decirte aquel día.​

Aquella reunión de amigos que se había convertido en una fiesta para celebrar los logros de cada quien, dicha celebración fue recibida en el gimnasio de ciudad Celeste, donde los amigos de la chica de cabellos naranjas habían disfrutado de una sabrosa cena y algo ligero para beber, tomando en cuenta de que aún eran jóvenes para tomar licor, aunque eran conscientes de que ya había pasado mucho tiempo desde que salieron de sus casas a recorrer el mundo y persiguiendo sus sueños.


Aquella fiesta estuvo llena de momentos divertidos, contando sus viejas historias y relatando tanto sus victorias como derrotas en la búsqueda de sus sueños y el joven entrenador dueño del Pikachu era quien más tenía que contar debido a su espíritu aventurero, aquello que la dueña de ese lugar admiraba tanto, pero había algo que no la ponía tranquila, aquel chico con quien inicio su viaje se veía algo más maduro y varonil, le era extraño no ver a aquel chico torpe y aventado que conoció pero por alguna razón en el fondo eso la atraía; talvez era momento de ser clara consigo misma y con aquello que aún conservaba de su pasado. Decidió salir a tomar algo de aire fresco.


Una suave brisa pasaba por la azotea moviendo el cabello de la chica que consideraba ese lugar bastante tranquilo, pero aquella tranquilidad se perdió en un instante al voltear y ver que aquel entrenador en el que pensaba hace poco, se encontraba detrás de ella.


— ¿Qué haces aquí?— interrogo .
— Te estaba buscando, Gary trajo el pastel para la fiesta y no quiero perder ningún bocado, vamos.


Su gusto por la comida no había cambiado en nada durante todo ese tiempo, talvez era demasiado pronto para creer que había madurado, aunque eso no importaba, después de todo aquello le recordó los viejos tiempos y sobre todo aquellas viejas emociones que aún conservaba en su corazón.


— Es una noche muy bonita — Ella miro al cielo — Aun recuerdo nuestra aventura por Kanto y Jhoto.
— ¿A qué viene todo eso? — Despertó su curiosidad
— Cuando terminamos nuestro viaje, me preguntaba que sería lo próximo que pasaría, yo continúe dando lo mejor de mí en el gimnasio y tu continuaste recorriendo el mundo para convertirte en un maestro pokémon. Después de que no separamos me preguntaba qué pasaría si yo no estaba contigo, y sobre todo si llegarías a encontrar eso que no pudiste ver en mí.
— ¿Que no puede ver en ti? — se preguntó así mismo, aunque estaba realmente confundido, pero algo había cambiado en el durante todo ese tiempo, por fin podía ver algo en el rostro de su amiga que jamás había visto, sus ojos brillaban como una hermosa estrella y sus mejillas tenían un pequeño color rojizo, se veía realmente bella— Explícame eso
— Nunca te diste cuenta, aunque no te culpo, tampoco fui muy clara para expresarme, talvez parte de tu inmadurez fue lo que me impidió hacerlo, entonces pienso que es culpa de los 2 — rio suavemente — Aunque mejor dejo de darle vueltas al asunto y prefiero ser sincera contigo— tomo un gran suspiro — Ash.
— ¡Misty!— susurro al notar en ella una extraña mirada que reflejaba un gran aprecio hacia el chico.
—Tengo algo que decirte — toco su pecho — Algo que me estado guardando durante mucho tiempo y ahora es momento de que salga, siento que por fin puedo decírtelo y es algo que quise decir el día que nos separamos… ¡Tú me gustas!
— ¡¿Queeee?! — fue algo sorpresivo escuchar esas palabras mientras una brisa movió su cabello — ¡Te gus… ¡
— Eso fue lo que quería decir aquel día, pero no puede porque sabía que sería inútil, con tu inmadurez no podía forzarte a tratar de entender como yo me sentía, después de todo siempre fui una amiga para ti y no veía esperanzas para dar un paso más; pero las cosas son diferentes ahora, has conocido a otras personas y vivido experiencias nuevas, eso es algo que sabía que llegaría y a pesar de eso, me aferre a aquello que sentía por ti, pero ha llegado el momento de soltarlo y dejar en claro mis sentimientos.
— Misty — susurro y la chica lentamente se acercó hacia él, parecía un extraño momento de tensión pues ella lentamente coloco sus manos en las mejillas del chico, acercándose aún más mientras cerraba sus ojos y extendía sus labios; el chico de Kanto, estaba en una situación extraña porque era una sorpresa lo que estaba por llegar.


Y así fue, una suave brisa nocturna se movía por el cálido momento que había entre aquellos chicos; Misty le había dado un beso en la frente al chico, no hubo mucho problema ya que ella era un par de centímetros más alta, aunque en el pasado la chica tenía más altura. Fue un beso corto pero lleno de emociones que aunque para Ash muchas de ellas aún era desconocidas, comprendía lo necesario para entender a su amiga mientras ella lentamente comenzaba a separarse de él.
— Eso es lo que quería decirte — hablo dulcemente — Que dejare esos sentimientos porque sé que no son correspondidos, soy tu amiga y siempre lo seré y eso es todo lo que necesito de ahora en adelante.

El chico no sabía que responder respecto a eso lo único que pudo hacer fue ver como la chica regresaba hacia el interior del lugar, al mirarla era diferente a como la recordaba en el pasado, pero detrás de todo eso, era la misma persona de siempre y su primera compañera de viaje.


— Vamos, o se terminara el pastel — Misty llamo su atención a la distancia y lo hizo volver de sus pensamientos.


La chica que a pesar de verlo con la misma sonrisa de siempre en su rostro por fin había podido ser clara, su amistad era lo que importaba después de todo. Sonrió porque su corazón por fin se sentía en paz.