Me atrapaste (RyoSaku)

Re: Me atrapaste (RyoSaku)

Primero que nada les debo una gran disculpa por la demora, tengo razones talvez un poco "usadas" por asi decirlo pero es verdad, primero lo que escribia no me gustaba, falta de tiempo y tercero pero no menos importante mi monitor murió y tuve que esperar que me compraran otro.

Ahora con respecto al fanfic para que se hagan una idea con las fechas las clases van a ser del estilo americano (setiembre-junio) y en este caso ellos estan comenzando las clases la segunda semana de setiembre, en algunos casos pueda ser que ponga fechas y si las pongo van a ser del 2008 para que termine en el 2009, ok?

Otra cosita era si ustedes saben si el cupleaños de Sakuno, eso era todo y disculpenme de nuevo.

Capitulo 5​

Llegada, encuentros y ¿desmayos?​

Para la entrenadora Ryusaki este fin de semana estaba resultando un poco movido, primero que nada Ryoma llega para hospedarse en su casa porque a Nanjiro se le ocurrió la “gran idea” de que su hijo necesita estar con sus amigos, eso no lo discute, pero también porque tiene que conseguir novia, y ahí estaba su preocupación, Sakuno su nieta, según Nanjiro era la candidata perfecta para serlo, pero ella no quería que su nieta sufra por eso cuando hablo por teléfono con ella no le dijo nada sobre Ryoma y a este sobre su nieta, aunque sabe que el callar ha sido una tontería porque al final se van a ver y lo que tenga que ocurrir ocurrirá.

Por estos motivos la entrenadora no pasó una muy bonita noche pensando cual era la mejor manera de decirle a su nieta que Ryoma estaba en casa, y pero aun decirle del plan de Nanjiro porque si quería que ella conquistara a su hijo, ella debía de saber como mínimo algo sobre el plan.

—Sakuno, Sakuno ¿como te digo lo del plan? —Se decía la entrenadora mientras preparaba el desayuno— ¿como te digo de Ryoma?

Mientras tanto Ryoma estaba que echaba chispas mientras se dirigía a tomar desayuno ya que al parecer la entrenadora había puesto el despertador súper temprano ¡y es que para él 8:30 am un domingo era un crimen!

—Buenos días —dijo Ryoma al ver a la entrenadora preparar el desayuno, pero esta no le hacía el más mínimo caso, así que pensó que no lo había escuchado y volvió a saludar— Buenos días.

—¡Ah! Ryoma buenos días —dijo la entrenadora al percatarse de él porque realmente ni lo había escuchado y luego se dirigió al comedor para servir el desayuno.

Ryoma la siguió y cuando se sentó en la mesa se percató que solo había comida para ella sola, así que la llamó, le alzó un poco la voz y nada no reaccionaba no regresaba a la tierra, así que lo único que le quedó por hacer fue servirse él mismo el desayuno cosa que por lo general no hacia.

Luego del desayuno decidió ver un poco de televisión en su recamara para distraerse un poco, pero como no encontró nada interesante que ver, decidió que iba a entrenar un poco pero como no tenia ganas de salir lo iba a hacer en el patio trasero de la casa, así que agarró sus cosas y bajó pero al hacerlo se dio cuenta que la entrenadora no estaba ya que solo encontró una nota en la mesa del comedor.

Ryoma:

Vuelvo en un momento solo fui a comprar las cosas para el almuerzo.

Sumire

—Se acordó de mi por lo visto —se dijo Ryoma ya que en la mañana ni se acordaba de él.

Después de leer la nota Ryoma siguió con su plan de entrenar y estaba tan concentrado que no se dio cuenta que la entrenadora ya había regresado de hacer las compras, hasta que esta lo llamó para comer.

—Ryoma dentro de un rato vamos a comer —gritó la entrenadora desde el interior de la casa.

Este apenas la escuchó dejó de entrenar y entró a la casa pero como se encontraba todo sudado decidió darse una ducha. Ya eran cerca de las 3 pm cuando bajo a almorzar y se sentó en la mesa esta vez si había puesto los platos y vasos para los dos peor al momento en que la entrenadora salió de la cocina parecía de nuevo ausente ya que al servir la sopa estuvo apunto de servirle en el vaso si no la detiene a tiempo y la entrenadora al darse cuenta lo único que hizo fue disculparse y decirle que eso no iba a ocurrir nuevamente.

Luego del almuerzo Ryoma decidió tomar una siesta, mientras tanto la entrenadora se preparaba para ir a la estación para recoger a su nieta, pero primero fue a la habitación de nuestro querido príncipe.

Toc, toc —la entrenadora tocó la puerta pero no le respondía nadie, así que optó por entrar pero al hacerlo se dio cuenta que Ryoma estaba dormido así que le dejó una notita (post it) en la televisión porsiacaso se levantara antes de que ella regrese, así que sin más que hacer decidió que era hora de irse porque ya iba a ser las 4:30 pm y su nieta llegaba a las 5:00 pm.

El camino de la casa a la estación se le hizo más largo de lo que esperaba pero llego a tiempo; por eso no tuvo que esperar mucho ya que en ese momento la vio bajar del autobús.

—¡Sakuno! —gritó la entrenadora.

En ese momento Sakuno se encontraba junto a Hikari, Yahiko y Yuri (cada uno ya había recogido sus maletas), y cuando escuchó el llamado de su abuela decidió despedirse de sus amigos recordándoles que deban llamarle de vez en cuando, después de eso se acercó a su abuela para poder saludarla.

—¡Abuela! —Gritó Sakuno mientras corría hacia ella y la abrazaba— te he extrañado tanto.

—Yo también —respondió la entrenadora mientras también la abrazaba— pero dime ¿cómo te fue? ¿Hiciste muchos amigos? —preguntaba la entrenadora mientras se dirigían hacia el auto para irse a la casa.

—Me fue muy bien, amigos lo que se dice amigos pues pocos pero me llevaba bien con todos —dijo Sakuno mostrando una gran sonrisa— en realidad el campamento fue estupendo.

—Eso suena muy bien —dijo la entrenadora mientras iba deteniendo el auto frente a la casa— se nota que te has divertido mucho.

—Pues si —dijo la ojicarmin mientras entraban a la casa— y dime abuela ¿hay alguna novedad?

—¿Novedad? Pues ninguna en realidad —dijo la entrenadora demostrando un poco de nervios mientras dejaba las maletas de Sakuno en su alcoba— solo que tenemos una visita nada más.

—¿una visita? —dijo la ojicarmin con la curiosidad reflejada en su rostro.

—Si, luego te la presento —dijo la entrenadora con un poco de nerviosismo, pero luego cambio el tema radicalmente— ¿te dije que ahora voy a ser la entrenadora del equipo de tenis de la preparatoria?

—¿En serio? No me lo habías dicho ¡estoy tan feliz! —Dijo Sakuno con una gran sonrisa— eso significa que vamos a pasar más tiempo juntas.

—Sakuno, cuando estaba en la secundaria no pasábamos mucho tiempo juntas —dijo la entrenadora como si fuera algo que no es de su agrado.

—Bueno eso lo se… pero si te hubieras quedado en la secundaria hubiera sido mucho menos así que por eso estoy feliz —dijo Sakuno— bueno abuela me voy a dar una ducha y luego bajo a cenar ¿de acuerdo?

—Esta bien, tomate todo el tiempo que quieras yo preparo la cena —dijo Sumire sensei mientras se dirigía a la cocina.

Mientras Sakuno se dirigía a su habitación para bañarse nuestro querido príncipe se estaba despertando de su pequeña siesta.

—Ahhh —bostezó el ojidorado mientras se levantaba de la cama. Se percató de la notita de la entrenadora, la leyó y la dejó donde la encontró; luego se escuchó un rugido por parte de su estómago y se dijo— creo que voy por algo de comer.

Dicho esto nuestro querido príncipe se dirigía a la cocina para buscar algo de comer pero en el pasadizo se encuentra con alguien que le resultaba familiar.

—¿Quién eres? —preguntó Ryoma.

—Ryo… ¿Ryoma?… —empezó a tartamudear Sakuno al verlo— ¿eres tú?

Ryoma no dijo nada ya que la pregunta la encontró fuera de lugar y solo se limito a mirarla como diciendo “acaso no me estas viendo”.

En cambio Sakuno se empezó a acercar a Ryoma y cuando estuvo delante de él alzó su brazo para tocarlo porque ella pensaba que estaba soñando, que él no podía estar ahí y cuando rozó su mejilla todo se volvió negro para ella, pero gracias a los rápidos reflejos de nuestro querido príncipe, ella no llegó a dar con el piso.

—¿Qué…? ¡Rayos! —Dijo Ryoma al momento en que Sakuno se desmayó y solo se le ocurrió “llamar” a la entrenadora— ¡Sumire sensei!

La entrenadora ante el grito de Ryoma subió lo más rápido que pudo y al ver a Ryoma con su nieta se sorprendió bastante y más la situación en la que se encontraban.

—Ryoma ¿Qué sucedió? —preguntó la entrenadora mientras se dirigía a la habitación de su nieta y arreglaba las cosas para que Ryoma la dejara descansar, pero ante la pregunta él solo se encogió de hombros.

Después de dejar a Sakuno junto a su abuela Ryoma decidió seguir con su cometido de ir a la cocina por algo de comer pero en su cabeza también estaba el extraño comportamiento de la chica del pasillo como él la llama, ya que no sabe quien es; luego se fue a su dormitorio y se quedó profundamente dormido.

Mientras Ryoma dormía la entrenadora estaba preocupada por la reacción que su nieta tuvo al ver a Ryoma, pues no es normal que una persona se desmaye al ver a otra. Luego de un rato Sakuno despertó pero de dijo a su abuela que estaba bien que seguro había sido por cansancio, pero no mencionó ni una palabra sobre Ryoma, y como vio a su nieta mejor no decidió preguntar si se acordaba de Ryoma, solo se fue a dormir.

Al día siguiente la entrenadora fue al cuarto de su nieta y la encontró dormida así que como ya era hora que se preparara para ir a la escuela decidió levantarla.

—Sakuno, Sakuno despierta —dijo la entrenadora mientras la movía un poco.

—mmm, mmm ¿abuela? —Dijo la pelirrojisa— ¿Qué hora es?

—Pues es hora que te levantes, así que vete a bañar —dijo la entrenadora.

—Esta bien, me doy una ducha rápida y bajo a desayunar —contestó Sakuno.

Al salir de la habitación de Sakuno la entrenadora se dirigió a la habitación de Ryoma, toco la puerta pero nadie le abrió, así que sin más ni más entró a la habitación y lo encontró dormido, se acerco a él y empezó a moverlo pero nada de nada el muchacho no despertaba.

—Ryoma —decía la entrenadora— ¡Ryoma! —gritó la entrenadora, y solo al gritó Ryoma por fin dio señales de despertar.

—Uhmm —dijo Ryoma mientras se sentaba en la cama.

—Ya Ryoma sal de la cama, que debes ir a la escuela —dijo Sumire.

—Aja —fue lo único que dijo Ryoma a modo de respuesta.

Sin más que decir Sumire fue a preparar el desayuno, solo esperaba que esta vez cuando Sakuno viera a Ryoma no le pase lo de la noche anterior, cuando termino de servir el desayuno, vio a su nieta bajar muy alegre, ella ya estaba con su uniforme puesto (que era del modelo de marinero tipo Sakura Card Captor pero sin boina el modelo de verano y la falda de color negro) y llevaba el cabello amarrado en una cola alta.

—Sakuno hija siéntate a desayunar —dijo la entrenadora.

—En realidad, estoy tan nerviosa por el inicio de clases que no me apetece nada —dijo la pelirrojisa, pero luego se arrepintió de lo que acababa de decir ya que su abuela la miraba de mala manera— pero me puedo tomar el jugo y llevarme una tostadas para el camino, no creo que nos demoremos mucho en ir.

—Bueno en realidad, vas a tenerte que ir sola a la escuela porque tengo cosas que hacer y no quiero que te demores en el primer día de clases ¿de acuerdo? —informó la entrenadora.

—Esta bien abuela —respondió Sakuno mientras terminaba su desayuno y se levantaba de la mesa— hasta luego.

—Hasta luego que te vaya bien —se despidió la entrenadora dándole un beso en la frente a su nieta.

Luego de que se fuera su nieta Ryoma bajo con toda la tranquilidad del mundo, a pesar de que ya era hora de irse.

—Ryoma, por lo visto tu no cambias —dijo la entrenadora mientras lo observaba acercarse a la mesa para tomar desayuno.

Ryoma solo la quedó mirando con una ceja alzada porque no le encontraba lógica a lo que había dicho la entrenadora.

—Debería decirte que te apuraras para ir a la escuela porque ya se te hace tarde, pero hoy te vas a ir conmigo —informó la entrenadora mientras Ryoma seguía comiendo— porque aun queda algunos documentos por llenar en la escuela.

Ryoma solo se encogió de hombros luego de escuchar a su entrenadora, cuando termino el desayuno, se dirigió a la escuela junto con la entrenadora, primero pasaron por la dirección para confirmar algunos datos y luego mandaron a Ryoma hacia la enfermería.

—Toc, toc

—Pase —respondió la enfermera.

Ryoma entro a la enfermería y le entrego un papel a la enfermera donde indicaban su nombre y las razones por las que iba. Luego de los análisis la enfermera le entrego un papel con el cual le permitían ingresar a clases fuera de la hora.

Mientras Ryoma se dirigía a su salón la entrenadora estaba pensando que no debía demorar más en hablar con su nieta sobre Ryoma así que decidió mandarla a llamar.

—Toc, toc

—Pase —dijo el profesor

—Disculpe que lo interrumpa profesor —dijo una joven, era la asistente de la entrenadora— pero la entrenadora Ryusaki necesita la presencia de la alumna Ryusaki en su oficina.

—Está bien —respondió el profesor— dígale que dentro de un momento ella irá.

—De acuerdo y disculpe otra vez —dijo la joven asistente y se retiró.

Luego de unos minutos en los que el profesor terminó la explicación previamente interrumpida, este le indico a Sakuno que ya podía ir donde su abuela, y cuando Sakuno abre la puerta ve a la persona que se encuentra delante de ella, se empieza a sentir mareada y luego ve todo negro, pero por suerte Ryoma logró sostenerla antes que caiga al piso, y el profesor le indica que la lleve a enfermería.

Sumiré sensei al enterarse que su nieta estaba en la enfermería fue lo más rápido que pudo y al ver a Ryoma ahí se imagino la razón por la cual su nieta estaba ahí.

—¿Qué voy a hacer contigo? —se preguntó la entrenadora mientras acariciaba la cabellera de su nieta.

0o0o0o0o0o0o0o0​