Ryder Parker Good! El primer paso de la poción fue todo un éxito, así que ahora tendría que pasar al siguiente. Tomé el siguiente grupo de objetos que tenía en la mesa; los había ordenado en cuánto a orden de uso... —Ahora tengo que machacar los... ¡Oh, por Dios! —boté las cosas en la mesa al darme cuenta que eran ojos de pez globo. Tuve, incluso, que cubrirme ma boca para controlar las ganas de vomitar. Y estoy casi seguro que Frans soltó una risita fascinada al verme en dicha siguación, como si le parecería genial la idea de tener ojos de seres vivos en la mano. —Whatever... Hay que machacar esto y luego revolverlo por 15 minutos en sentido horario —dije, leyendo la receta. Así que, mientras apreté los labios, machaqué los ojos de pez globo lo que más que pude, y luego los agregué a la mezcla y empecé a revolver en sentido horario.
Melinda Frenerich La reacción dentro del caldero fue la esperada, o al menos eso podía deducir si comparaba el comportamiento de mi sustancia con el de Stone, a quien no le fue tan bien en su primer intento. Aunque no habíamos hablado mucho, me parecía una chica afable, por lo que deseé que le fuera mejor en la siguiente oportunidad. Al mismo tiempo, me pregunté si Snape descontaría puntos a la casa Slytherin si Anderson fallaba; pregunta que, bien pensada, tenía una respuesta bien conocida por todos, y que no era demasiado importante en estos momentos. Andrew se mostró contento por los buenos resultados que nuestro grupo estaba obteniendo. —Ojalá siga así y nos permitan marcharnos apenas terminemos la poción —dije bajando la voz, que si en su tono normal ya era baja, los demás tuvieron que hacer un esfuerzo superior para entender lo que decía. Al menos Snape no nos escucharía— ¿Qué prepararon en la primera clase? ¿Les dejan llevarse lo que hacen? —pregunté entonces, mientras machacaba los ojos de pez globo. Me había picado la curiosidad. A lo mejor… A lo mejor nos permitían quedarnos con las pociones; después de todo, las producíamos nosotros. Las suelas de mis zapatos apenas rozaban el polvo del suelo. Comencé a revolver mi caldero en el sentido y tiempo que el libro dictaba.
Victoria Stone Vaya, no había tenido buenos resultados la primera vez. Snape me lo recordó quitándole 5 puntos a mi casa y haciendo desaparecer el jugo, permitiéndome al menos empezar de nuevo. —Bueno, Vic.. concéntrate. Volví a coger las dos ortigas secas nombradas y las machaqué, siguiendo al pie de la letra lo que el libro decía. En cuanto dejé caer el polvo dentro del caldero, procuré mezclar la composición con más lentitud y cuidado. >>Venga, poción... no quiero perder más puntos... —pedí, en voz baja, mientras removía con cuidado, centrada en el líquido. Contenido oculto Estoy sola en la casa y encima hago que me quiten puntos ahre XDDDD
Danielle Abbadie. Sonreí levemente al ver que tras cinco minutos de revolver mi poción no había explotado o algo por el estilo, me sentí aliviada, pero los nervios volvieron al leer el siguiente paso. Al oír lo que Andrew dijo le dedique una sonrisa pequeña, al parecer yo era la única incomoda al trabajar con estos ingredientes, todos parecían bastantes tranquilos, solté un suspiro y proseguí a colocar los ojos en el mortero, a la par que prestaba atención a las preguntas de Melinda. —En la primera clase no nos quedamos con las pociones realizadas —comente sin mirarla ya que mi atención estaba en el mortero —, hicimos antídotos, para un veneno cuyo nombre no conocimos, fue interesante —agregue un tanto emocionada, debía admitir que me había resultado gratificante logar una poción adormecedora usando solo lo que recordaba haber leído fuera de clase. Cuando ya tenía el polvo deseado proseguí a dejarlo en el caldero, cuando todo estuvo allí comencé a revolver mi caldero en el sentido de las agujas del reloj.
La severa mirada de Snape se detuvo nuevamente delante de Victoria, cuyo caldero ahora despedía un olor para nada agradable. Sin dedicarle mucha explicación, Snape simplemente blandió su varita otra vez e hizo desaparecer a aquella pócima. —Vaya, otros 5 puntos que pierde Gryffindor, que pena... —dijo Snape; su tono de voz daba a entender que pena era lo último que le producía esa situación—. Empiece de nuevo, Srta. Stone.
Andrew Aldridge Cuando estaba a punto de responderle a Melinda, un olor desagradable invadió mis fosas nasales y volvió mi cara en una expresión de asco. Instintivamente me tapé la nariz con la manga de mi capa y volteé a mabos lados tratando de identificar el origen del aquel "aroma". —Vaya, otros 5 puntos que pierde Gryffindor, que pena... —escuché al profesor y pude ver que ese olor provenía del caldero de Victoria. Una vez Snape desapareció el caldero de la Gryffindor, el olor se fue con él. Mentalmente le deseé suerte a la rubia y proseguí con mi propia tarea. Leí el siguiente paso y sonreí, ya que era el más sencillo de todos: Sin machacar nada, debía agregar el bazo de murciélago y revolver un par de veces. —Okay... veamos cómo queda ésto... Poco a poco la poción se tornó de un color verdoso esmeralda, tal como indicaba el libro que lo haría si se preparaba correctamente. Me embargó una emoción tan grande que no pude evitar dejar escapar una exclamación de victoria: —¡LO LOGRÉ! —grité poniéndome de pie y estirando los brazos. Contenido oculto: Instrucciones Instrucciones: 1. Machacar 2 ortigas secas en el mortero y echar el polvo en el caldero. 2. Calentar el caldero y revolverlo por cinco minutos (dado de 20 caras). 3. Machacar 3 ojos de pez globo en el mortero hasta que se vuelvan polvo 4. Revolver por unos 15 minutos en el sentido de las agujas del reloj (dado de 40 caras). 5. Echar un bazo de murciélago (sin machacar) al caldero. 6. Revolver 4 veces en el sentido contrario a las agujas del reloj (dado de 60 caras). 7. Si salió todo bien, la poción se volverá de un color verde esmeralda, como la que mostró Snape inicialmente.
Danielle Abbadie. Mientras revolvía un olor desagradable llego hasta donde estaba, cubrí mi nariz y boca con una mano mientras con la otra seguía revolviendo, cuando el profesor Snape se encargo de la pócima fallida volví a centrar mi atención en mi propio caldero, no sin antes mirara a la pobre Victoria, moví mis labios mandando buenos deseos, espero su casa no siga perdiendo puntos. El grito de Andrew me hizo alzar la vista para poder ver su caldero, ahora era de color verde. —Felicidades, Andrew —dije con una pequeña sonrisa, esperaba yo también tener los mismos resultados y que nada fuera un desastre. Ya pasados los quince minutos deje de revolver y volví mi vista al libro, bueno, era un paso simple, pero debía tomar el baso de murciélago con la mano, me pregunte si podría usar magia para hacerlo, pero al recordar las palabras del profesor sobre no necesitar las varitas me tragué el deseo de usar un encantamiento. Usando toda mi fuerza de voluntad tome el baso de murciélago y con cuidado lo coloque dentro del caldero, luego volví a revolver, solo que esta vez fueron solo cuatro veces al lado opuesto del cual avanza un reloj, eso me hizo preguntar, ¿de verdad era muy relevante a que lado movías la mezcla?, me dio miedo siquiera pensar en averiguarlo por mi misma.
Victoria Stone Me llevé las manos hacia la nariz, tapándomela por instinto ante el mal olor. Algo me decía que aquella no era la manera... Snape me lo confirmó, una vez más perdí 5 puntos para mi casa y la poción desapareció, permitiéndome tener las manos libres una vez más. Hice una mueca de disgusto, vaya, aquello era más complicado de lo que parecía en un principio. Todos lo estaban consiguiendo, así que les felicité con una sonrisa. Sabía que yo también sería capaz de conseguirlo, era cuestión de práctica. Lo único que me preocupaba era seguir perdiendo puntos de Gryffindor, pues sabía que iba a ser complicado recuperarlos aun si conseguía hacer la poción. Sea como fuere, no me desanimé y volví a repetir el proceso, machacando dos ortigas secas y mezclando el caldero con lentitud, deseosa de poder avanzar. Contenido oculto Al final, va a pasar, lo sé yo, los saben los dados, lo sabe snape so
Melinda Frenerich Abbadie me dijo que los alumnos no se podían llevar las pociones realizadas. Visto desde cierto punto de vista resultaba comprensible, pues un mal uso de ellas podría comprometer la seguridad del castillo y de los propios alumnos. Nuevamente volví a sentirme ridícula tras pensar en que no haría daño a nadie ser un poco más alta, aunque fuese durante pocos minutos. Miré a la chica y asentí silenciosa, con mi semblante de siempre, para luego volver a concentrarme en el libro. Un desagradable olor llegó a nosotros mientras leía la parte del bazo de murciélago. Al alzar la mirada vi que a Stone seguía yéndole mal. Menos puntos para la casa Gryffindor. La “disciplina” de Snape, si así se podía llamar a su comportamiento repulsivo, era demasiado severa para mi gusto. Mi padre era como él, frío como el hielo, pero sabía que si estuviera en éste aula enseñándonos, se portaría de igual manera con todos los alumnos; pero incluso con los Slytherin, por lo que podría decirse que sería un hombre más “justo”. Igual seguía siendo difícil pensar en él. No me gustaba. De pronto, la voz de Andrew me apartó de su imagen sombría. El chico había logrado terminar la pócima. Luego le siguió Abbadie. —Felicidades, chicos —les dije con calma. Eché un bazo de murciélago y comencé a remover el contenido del caldero. Instantáneamente, la poción adquirió un tono esmeralda.
Victoria Stone Dejé salir de golpe el aire que parecía estar aguantando, soltando así un suspiro. Por lo que había visto de las pociones de los demás, finalmente había conseguido cumplir el primer paso bien. —Bien... sigamos. Volví a mirar el libro con detenimiento y me dispuse a seguir con la poción, aprovechando el momento de suerte que estaba teniendo. Cogí los tres ojos de pez globo (ugh...) y empecé a machacarlos, intentando no pensar en lo que estaba aplastando en el mortero para así quitarle repugnancia al acto. Cuando vi que era polvo, lo eché en el caldero y me dispuse a remover el líquido de nuevo. Miré con atención el reloj mientras revolvía, pendiente del tiempo para no pasarme ni quedarme corta con el proceso.
Ryder Parker Victoria falló de nuevo, y eso parecía ser música para los oídos de Snape. Yo la miré muy brevemente, y si bien no expresé nada de manera explícita, debo admitir que me sentí un poco mal por la chica. Lo bueno es que no se enterará nunca gracias a la maravillosa voz en off. Sin embargo, unos segundos más tarde la chica se recompuso, y yo asentí levemente como muestra de aprobación y seguí con lo mío. —Bazo de murciélago... ¿pero qué cosas son estas? Buf, hagamos esto rápido. Eché el bazo de murciélago al caldero y revolví cuatro veces en el sentido de las agujas del reloj. Y... damas y caballeros, la poción oficialmente está terminada. Ya agarró el color verde, por lo que debería agrandar la estatura, o sino... bueno, le dará una indigestión tremenda al que se tome esta cosa con estos ingredientes tan bizarros. Ew! —Al parecer Ravenclaw volvió a arrazar, mister... —dije con orgullo, al ver que todos los de mi casa lo lograron. Sabía que este comentario irritaría un poco a Snape, y lo tiene un poco merecido.
Kara Willson Asentí con emoción cuando Andy mencionó que nos estaba yendo tan bien como él pero... yo iba demasiado lenta en comparación porque mientras yo seguía preparando los siguientes ingredientes para la poción él ya parecía haber acabado, ¡que suerte! Y al parecer los demás también estaban en muy pocos pasos para acabarla. Después de felicitar a Andy y a Danielle [quien ya había terminado un par de segundos después de Andy] por su buen trabajo miré mi poción y me arremangué ligeramente las mangas de mi túnica y me puse en marcha. Yo - lo - conseguiría. —Vamos Kara... lo harás bien...no pienses en que son ojos... —murmuré para mi misma entrecerrando los ojos mientras machaba los ojos de pez globo en el mortero y finalmente los echaba en el caldero, tan solo quedaba revolver... Contenido oculto 3. Machacar 3 ojos de pez globo en el mortero hasta que se vuelvan polvo 4. Revolver por unos 15 minutos en el sentido de las agujas del reloj (dado de 40 caras). 5. Echar un bazo de murciélago (sin machacar) al caldero. 6. Revolver 4 veces en el sentido contrario a las agujas del reloj (dado de 60 caras). 7. Si salió todo bien, la poción se volverá de un color verde esmeralda, como la que mostró Snape inicialmente.
Frans Andersson —Hmpf. Hmpf... —leía con atención aquel libro. ¿En serio se podía hacer una poción como esa con ortigas, ojos de pescado y cosas de murciélago? Venga ya. Seguro que había algo mágico de por medio, o chorradas de esas, porque no terminaba de creer que ningún muggle y su ciencia hubiese descubierto las propiedades extraordinarias de elementos tan comunes. Había quedado tan absorto en la lectura del libro que iba ya por la página 138 cuando me di cuenta de que todos habían hecho o estaban en proceso de hacer las pociones. Miré a lo lejos a Ryder, asqueado por el ojo de pez globo, y liberé una risilla. ¡Qué guay, ojos de pez y tripas de murciélago! No iba a negar que me agradaba la idea, a decir verdad. Al menos no consistía aquella clase en decir absurdas palabras mágicas que no parecían funcionar por algún extraño motivo hasta la vigésimo octava vez. De modo que eché las ortigas y seguí las instrucciones, comenzando a remover lentamente. Hmpf. La paciencia no era una de mis virtudes, si es que yo tenía de eso. Contenido oculto Tengo miedo de los dioses dadiles :(
Kyle Gray Como no, el miedo ha podido conmigo. Después de oír la voz tan aterradora de Snape, los chicos comenzaron a levantarse y coger los ingredientes. Yo primero necesitaba un tiempo para asimilar todo. Con el libro delante mío, cada ingrediente me está dando unas nauseas increíbles. Decidido (O todo lo que puedo, ya que por mis temblores denotan falta de confianza para la clase) me deslizo hasta el armario de los ingredientes. Intento no pensar en lo que cojo demasiado, y me lo llevo todo hasta mi mesita. Todos andan concentrados, y ya voy viendo como alguno completa parte de la poción. Recordando la clase de defensa contra las artes oscuras, seguro que me quedo al final con el profesor solo en el aula, y deja a Hufflepuff con minus puntos. Empecemos. Ai señor. Cojo con delicadeza las ortigas, aunque no puedo evitar rozarme con una para que me deje un sarpullido en la mano. Aguantando las lágrimas, mordiéndome el labio inferior, machaco la planta hasta hacerla polvo, y tras calentar el caldero, deslizo el polvo y comienzo a remover según las indicaciones.
Frans Andersson —Sí, ¡genial! —comenté en voz alta, entusiasmado, cuando el primer paso dio resultado, tras remover durante cinco minutos. Mi mano se deslizó hacia el ojo de pez globo, y lo miré con curiosidad. ¿De dónde habrían sacado ese pez? ¿Dónde lo habían pescado? Era fascinante que tuviesen tantos productos tan variopintos, ¿dónde los conservaban? ¿Tenían alguna cámara frigorífica gigante, o algo así? En fin, no quise darle más vueltas, y tras un momento de regocijo ante el tacto viscoso entre mis manos, eché el ojo, cogí otros dos y los eché también, y comencé a machacarlos. El crujido leve que emitían al ser estrujados me hacía sentir bien. Y comencé a remover.
Kyle Gray Los 5 minutos removiendo me los he pasado concentrado en la solución, mirando el caldero como si no existiera nada más. En cuanto pasan, la pócima se queda como tenía que salir, no explotando o yo que se. Con un suspiro, me quito el sudor de la frente. En ese instante escucho a un chico exaltado por sus resultados. Sonrío, al parecer al resto se le está dando bien la clase. Esto me anima más, ya solo me quedan dos pasos a seguir. Y... Mi cara cambia de expresión al observar que ingredientes tocan a continuación. Ojos de pez. ¡Que grima! No quiero ni tocarlos, ni mirarlos demasiado tiempo. Y encima machacarlos. Con un ojo cerrado, y estirando los brazos lo más lejos que puedo, machaco los globos oculares, con alguna que otra arcada mal disimulada. Una vez acabado, rápidamente los deslizo al caldero, y mirando el libro, comienzo a remover.
—Señor Aldridge —la voz de ultratumba de Snape salió prácticamente de la nada; ¿en qué momento había aparecido al lado de donde estaba sentado Andrew?—. Le recuerdo que esto es una clase, no un estadio de Quidditch. 10 puntos menos para Ravenclaw. Aquello era tan terriblemente injusto que hasta la sabelotodo de Lydia parecía dispuesta a protestar al respecto. Sin embargo, la chica no dijo nada, sabiendo que podía perjudicar a su casa aún más, y el resto debió pensar lo mismo porque nadie pronunció queja alguna. Snape siguió su caminata y se posicionó al frente de la clase. —Aquellos que habéis terminado la poción decentemente, tomad del armario una botellita vacía y llenadla con un poco de vuestra poción —dijo Snape, sin detenerse a felicitar a nadie por su buen trabajo—. Dejen su muestra de la Solución Agrandadora sobre mi escritorio, la evaluaré luego. Y de tarea, para la próxima clase, espero un pergamino y medio acerca de las diferencias entre la Solución Agrandadora y el conjuro Engorgio. >> Quienes hayan terminado, luego de dejar la poción, pueden retirarse ya de clase. Contenido oculto @Hey Miguel @EliLover @Steve Yops @Bruno EVF Por haber terminado ya la poción, podéis salir ya de la clase si queréis. He aquí vuestras recompensas por su participación en clase: 1) Andrew: 15 XP + Grageas Bertie Bott (x1) + Poción Azul (x1) + Poción Púrpura (x1) 2) Danielle: 15 XP + Grageas Bertie Bott (x1) + Poción Verde (x2) 3) Melinda: 15 XP + Grageas Bertie Bott (x1) + Poción Roja (x2) 4) Ryder: 15 XP + Grageas Bertie Bott (x1)
Luego de su anuncio, Snape reanudó su marcha entre la clase. Pasó por el caldero de Kyle, que lucía bastante bien, y luego por el de Victorioa, donde no logró ver nada para criticar por lo que debio siguir de largo sin ningún comentario. Tampoco vio nada para criticar en la poción de Kara, quien estaba haciendo un gran trabajo hasta ahora, y tampoco dijo nada cuando pasó por los calderos de Lydia y Raven. Finalmente, llegó junto al de Frans, cuya poción ahora se había vuelto de un fuerte color amarillo y tan sólido que al chico cada vez le parecía más difícil revolver el caldero. Snape tuvo que sacar su varita y pronunciar "Evanesco" para que la poción desapareciera. —Lo revolvió demasiado rápido, Sr. Anderson, debe procurar hacerlo con mayor tranquilidad —indicó Snape, dándole la espalda para continuar paseando por ahí—. Inténtelo de nuevo. Y sin mas, el profesor lo dejó en paz; al parecer, a los Slytherin no les pensaba restar puntos… pero no es que fuese realmente una sorpresa. Todos conocían la preferencia de Snape por su propia casa, pues el profesor nunca se había molestado en disimularlo.
Kara Willson Di un pequeño suspiro de alivio cuando la poción pareció seguir de una forma correcta y por lo visto no tenía que agregar más ojos de pez globo pero... para mi mala suerte ahora tenía que agregar un bazo de murciélago, ¿quien hacía esta clase de pociones que las hacían tan poco agradables? Di un par de palmaditas en mis mejillas y ya un poco más decidida tomé rápidamente el bazo de murciélago y lo eché en el caldero para no tenerlo tanto tiempo en mi mano, y rápidamente comencé a revolver al sentido contrario de las agujas del reloj, solo me quedaba ese pequeño paso para acabar la posición, todo saldría bien... ya lo había hecho bien hasta ahora y lo seguiría haciendo. Contenido oculto 5. Echar un bazo de murciélago (sin machacar) al caldero. 6. Revolver 4 veces en el sentido contrario a las agujas del reloj (dado de 60 caras). 7. Si salió todo bien, la poción se volverá de un color verde esmeralda, como la que mostró Snape inicialmente.
Kyle Gray En cuanto se termina el tiempo de remover, dejo la pala quieta en el caldero. Agito el brazo, pues después de tanto rato me duele. A poco no termino y dejo la poción a medias. Con mis estiramientos, tarde me doy cuenta de que Snape se pasea por las mesas, acercándose a la mía. En cuanto lo tengo al lado, me pongo más tieso que una farola y disimulo mirando el libro, viendo que me toca hacer sin hacer caso al profesor. Suelto un suspiro en cuanto pasa de largo, sin hacer ningún comentario despectivo a mi poción. De acuerdo, el último paso... ¡Arg! Que asco, un bazo de murciélago. Esa cosa pringosa es incluso peor que los ojos de pez. En el mínimo tiempo que puedo, agarro esa bola y la deslizo en el caldero. Ahora a remover, solo 4 veces. Venga Kyle, no te pongas nervioso en la recta final.
