Marielise.

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Death kiss, 8 Enero 2011.

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    Death kiss

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    Marielise se sentía cansada de todo lo que por su alrededor pasaba, estaba harta de su madre recriminándole todo el día aunque sabia que ese era el trabajo de toda madre, pero la suya lo hacia simplemente por no darle la razón así la tuviera, por celos de su anterior esposo y porque su forma de ser ha sido siempre orientada a mandar sobre los sentimientos y las acciones de todo el que pueda, más aún de su hija mayor que le ha dado tantas alegrías y, a pesar de las tristezas, grandes victorias.

    Pero la chica sentía que tras el abandono de su padre, la decepción que le causaba y el darse cuenta que no puedes confiar en nadie y mucho menos esperar nada de ellos, que una de las tres personas que consideraba amigas también la había defraudado, que su madre a parte de incomprensiva, también le acuchilló el alma diciéndole que veía que no iba a servir para nada y que su futuro estaba sometido a la perdición pues la rebeldía ahora era parte de su vida por el sentido abandono de su padre y sus amistades que, según la madre corroían a su hija al abismo, siendo que la sacaban del abismo en que ella misma se había enterrado, el abismo de la soledad pues hasta matarse había intentado la chica siendo muy niña aún para pensar y llevar a cabo ese tipo de cosas tan alarmantes.

    Ella siempre pensaba –“El mundo es una bola de mentiras, para sostener una deberás inventar mil mas cayendo en un circulo vicioso... al final, chocas con la verdad y te decepcionas de todo y de todos... descubres que no hay que confiar y mucho menos esperar nada de nadie, estas solo y debes seguir, luchando por sobrevivir”-. Me alegraba saber que a pesar de todo lo que le pasaba, ella seguía pensando en el "sobrevivir", pensaba en eso a cuestas de lo que sea, de manera que si se sentía sola, traicionada, herida, malhumorada, molesta, inquieta, absurda, sin importancia o con ella, nunca se dejaría caer sin pensar en levantarse, nunca miraría el vaso medio vació si no medio lleno, nunca dejaría de pensar que la única meta es sobrevivir y llevar la vida con calma pues nuestra felicidad también depende de los demás aunque no debas confiar ni esperar nada bueno de ellos, sino lo contrario… y fue cuando Marielise entendió a profundidad eso que siempre le decía su padre "haz bien y no esperes nada a cambio", ella seria buena persona aunque los demás fuesen basura, ella se comportaría adecuadamente en cualquier situación y más aun cuando intentaran lastimarla, ella seguiría de pie aunque los demás la decepcionaran, todo eso para vivir en armonía consigo misma y feliz pues si no esperas nada de los demás, las cosas buenas que te ofrezcan te parecerán hermosas y bondadosas, en cambio las cosas malas, pasaran desapercibidas a tu corazón y no te harán daño, pues te acostumbraste, adoptaste tu alma a la realidad terrenal y, sabes que lo que pasa y no te mata, te hará aprender, ganar experiencias y tomar mayor fuerza para la próxima lucha que te toque enfrentar, lucha que, sin duda alguna ganarás.

    ---
    Disculpen los errores, es el primer escrito que hago hablando en tercera persona a manera de narración, ya no es un simple pensamiento... u.U por favor, háganme saber los errores y en que podría mejorar, se los agradecería muchisimo...
     
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    BLack NiGTH

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    Estoy deacuerdo con Marielise. ¿Y sabes? No sé por qué pero las cosas que ella piensa me recuerdan mucho a tí... ;)
    Como no soy muy buena e horrortografía, no te diré ada sobre faltas. Si esto es una nobela espero el cáp. 2; y si no lo es pues espero otro de tus maravillosos escritos.

    Salu2 cordiales: BLaCK NiGTH
     
  3.  
    Death kiss

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    Fue algo que me paso alrededor de 20 minutos antes de que escribiera la historia... yo misma me asombré porque destrozada, llorando a cantaros, seguía con esperanzas, creo que desde muy pequeña había ido madurando en muchos aspectos pero al mas importante, el interior lo deje sin protección prácticamente; por ahora estoy intentando rellenarlo de importancia y salir adelante a pesar de que piense que el mundo se me cae. ¿Sabes? creo que Marielise si va a tener continuación, muchas gracias por leerme. ;)
     
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    Death kiss

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    Marielise.

    2do capitulo.



    A los siguientes días, todo se encontraba prácticamente igual, nada mejoraba pero tampoco empeoraba, no había dormido bien en dos semanas y en los últimos días, no más de 15 minutos. Sufría pesadillas muy tétricas, se levantaba llorando o dándose cuenta que mientras dormía se había hecho daño… aunque eso no era lo que le asustaba, si no el hecho de que aunque fueran producto del sub-consciente se asemejaban tantísimo a la realidad. Tal vez, eso la llevara a ver estos sueños como predicciones y temía; temía que todas esas cosas llegaran a suceder afuera de su cabeza, en el mundo "real", su vida continuaba transcurriendo y los mismos problemas se perpetuaban , ella los vio como una prolongación que podría “aguantar" y superar a cierto momento, por ello se tomaba un respiro, intentando no pensar con negatividad si no con positivismo porque el realismo tampoco le serviría mucho para salir de un estado, digamos muy intenso para un jovencita de recientes 15 años.

    Fue así que hizo un esfuerzo, pero continuaba soñando –si es que se puede denominar “un sueño” a lo que ella veía dentro de si-, seguía teniendo esas pesadillas que tanto le asustaban, estas pesadillas se tornaban reales al menos en un pequeño fragmento de la palabra, pero aun así ella sentía que ardía, no precisamente en el fuego del infierno sino en un fuego distinto, un fuego terrenal y del que era testigo, podía describirlo, sentirlo, palparlo… se sentía a morir aunque su salud estuviera buena, cualquiera que la mirase hubiese dicho que estaba llena de vida hasta verle los ojos y descubrir metafóricamente un hoyo inmenso en el que lo único que vivía era la tristeza, la soledad y algunas esperanzas inmortales que habían sembrado el amor de sus padres, sus hermanos, algunos amigos y una ilusión andante de tez morena y sonrisa cálida que algunas pocas veces había visto a la distancia en su escuela.

    Marielise no era exactamente una aversión, no era un endemoniado ser lleno de tristeza y malcriadez, si no todo lo contrario, ella era alocada, sonriente y fresca a pesar de que era muy tímida y reservada; le encantaba hacer reír a los demás a pesar de que para ello tuviera que hacer el ridículo, pues su esencia precisaba sentirse útil, querida y necesitada, amaba sentir que los demás confiaban en ella aunque sabía que eso representa una gran responsabilidad, se sentía feliz de sobrellevarla y protegerla de los errores que cualquier persona capaz de hablar puede cometer y, por supuesto trataba de estar siempre que la necesitaban, brindar su hombro, su apoyo, su comprensión e incluso algunos consejos; pero a pesar de que hacer eso le hacia sentir de maravilla, seguía teniendo momentos que se dejaba al abandono sumergiéndose en la soledad, se calaba de antipatía y amargura y, se imaginaba cortando su vida con una soga al cuello desde lo alto, ejerciendo presión hasta parar de respirar, de existir, de sentir, soñar e imaginar.

    Ella no era una abominación, no era la perfección, ella era como todos los demás pero a diferencia, tenia algo “especial”.
     
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    Death kiss

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    Marielise.​

    3er capitulo.

    Marielise se dio cuenta de que sus problemas se debían a ella misma, que la solución se encontraba dentro de si, y eso, aunque no lo crean es peor, porque ¿Cómo encontrar una solución a tus problemas si el problema principalmente eres tu y tu forma de pensar? ¿Acaso se puede hacer una transfusión de ideas? ¿De pensamientos o mejor aún de cerebro? Pues no, ella se veía obligada a cambiar su forma de ser porque con esas actitudes perjudicaba a quienes la querían realmente y terminaba alejando a las personas al darse cuenta que la del conflicto en si, era ella.

    Estaba completamente desconsolada, porque lo había conseguido, durante su depresión había logrado maltratar, humillar y traicionar a sus buenos amigos a sabiendas de que si así lo hacia ellos se alejarían de ella en determinado momento y, por lo tanto, no se verían dañados constantemente a causa de una amiga que a pesar de ello, les amaba… en su mar de confusión, ella lo hacia para protegerlos del demonio que aparecía en sí misma cada que la depresión y el temor de ser la causante de un sufrimiento constante se pasearan rozagantes por sus pensamientos. Incluso hasta puedo llegar a comprenderla, más no quiero decir con ello, que actuaba bien, la manera no era la correcta… si alguien te quiere de verdad, también querrá tu bienestar; pasado un tiempo y no viendo mejorías en ti, se interesará un poco mas o se cansará y se irá, dejándote atrás, pero esa seria su decisión, y era lo que Marielise no lograba entender. Ella quería hacer las cosas más fáciles, pero las hacia más difíciles, ella añoraba su bienestar, pero no hacia nada para mejorar, ella sentía que muchos la odiaban pero no veía los pocos que la amaban de verdad, se interesaba por aprender cosas que pocos saben, leía libros y se llenaba de cultura y madurez, pero aún con todo ese conocimiento y ese desarrollo personal que muy pocos tienen, con todo lo especial que era ella en miles de valiosos sentidos, perdía su posición en el mundo y actuaba a veces muy impulsivamente, logrando caer en hoyos altos que empañados por la depresión “no tenían salida”.

    El chico que le gustaba, la había saludado unas cuantas veces, nada más que un saludo casual, ella perdía el interés en el y en la vida también. Sus amigos se estaban cansando de que ella se ensimismara en los estudios y abandonara todo lo demás, su familia, su aspecto y a ellos, los tratara mal… En ella, seguía retumbando la palabra “sobrevivir”, no pensaba en morir, pero tampoco quería vivir así, llegaba un punto que quería arrancarse la cabeza, no para matarse, si no para dejar de pensar, porque sus pensamientos eran como una película de horror en donde ella siempre era la mala o en últimas instancias, la víctima de su propia maldad, lo cual la enojaba y se alejaba aún mas de todo aquello que tuviera un corazón latente y consiguiera hablar.

    El problema no eran ellos, el problema era ella y, ella, no encontraba “solución”.

    Marielise.​
    4to capitulo.

    Seguía sin superarlo, ahora no habían sueños malos, ahora su vida era una de esas pesadillas que su subconsciente había recreado anteriormente. Nada de lo que ella antes había dado por cierto era verdad; su madre ya no le reprochaba nada, ya había perdido las esperanzas de ver a su hija realizada como siempre quiso verla, su padre la había dejado y no volvería, se fue de su lado por que como el mismo dijo: -“Marielise tu me haz tenido a tu lado desde que naciste y desde entonces no he sido feliz, quiero ser feliz hija, adiós, te amo”-, eso le desintegro el alma lenta y dolorosamente cada que recordaba, tampoco dejaban ya que su pequeña hermana la viera… Marielise había llegado a un estado de depresión crónica, era doloroso para su familia verla así pero aun mas para ella sentirlo y aunque trataba no podía cambiarlo por si sola aun teniendo el apoyo de sus familiares; se había cortado las venas varias veces, escribiendo las palabras “dolor” y “adiós” en sus muñecas, no para matarse porque sabia que cortarse las venas era una señal de auxilio en el mar de los lamentos, no tenia las ganas de hacerlo, en realidad no tenia ganas de nada y, si de verdad lo hubiese querido hacer, colgaría una soga fuerte del techo, un nudo bien hecho, un banco, un salto y seria el fin de su sufrimiento y también el de la felicidad, ya no habría vuelta atrás, ni siquiera un previo vistazo al futuro ni al amor que de vez en cuando la hacia voltear en su liceo.​

    Ella sabia que su estado no era el mejor, era peor que padecer de despecho o desamor, era tan fuerte el sentimiento que aunque sabia que debía superarlo, no podía, su padre no volvería… ahora estaba sola, ya hacia dos años que se había mudado a una nueva ciudad con una tía que, al ver la gravedad del asunto y que ya todos habían dado por muerta en vida a Marielise, se encargo de llevarla al psicólogo, a las terapias y a todo lo que fuese necesario para que la antigua Marielise volviera a la vida, porque hemos de estar claros, lo que ella hacia en esos momentos no era vivir, simplemente sobrevivía: se aseaba, comía, dormía y esta era su rutina de todos los días.​
    La chica acepto ir a las citas medicas, esperanzada en los milagros pero no en su contribución a si misma, no quería hacer nada, ya había faltado al liceo varias semanas, era su tia quien le peinaba porque ella ya no quería hacerlo, le seleccionaba la ropa porque a ella no le importaba vestirse con roturas de estar en la casa o si combinaba o no la correa con los zapatos… a Marielise solo le importaba ir al medico para pensar que lo había intentado, que ella no se había dado por vencida a la primera y, después si no lograba mejoría, decir que no había sido su culpa porque había puesto de su empeño y las ganas de ganarle la batalla a la depresión estaban vivas dentro de si, pero que la enfermedad era incontenible y no podía curarse, que la solución era que la llevaran a un manicomio y la encerraran desde ese entonces para no perjudicar las vidas de sus familiares y los pocos amigos que le quedaban porque ella “no quería seguir siendo una carga mas en sus vidas ni que sintieran lastima por la rara chica depresiva de pelo castaño”. En ese aspecto, Marielise nunca fue egoísta, siempre se preocupaba por los otros incluso en su enfermedad, tal vez se preocupaba demasiado por ellos y por eso, ahora que su padre se había ido, empezó a pensar en si misma pero inclinándose en los aspectos negativos de su vida, más que todo en el dolor que la retirada de su padre le causaba a ella y en que había dejado de ser la chica con la que todos querían amistar.​
     
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