— Felicidades — dije riendo al ver como estaba tan eufórica, al final la mansión trajo algunas sonrisas y algunos sustos. Duskull salió de la nada, recordándome al mio pero decidió ignorarnos y seguir su camino
—Gracias —le sonreí en respuesta, tomando en mis manos la pokebola que contenía a mi nuevo pokémon y guardándola. También regresé a Gallade a su pokebola para que descansara un poco.
— ¿Lo usarás en el torneo? — pregunté, aunque posiblemente fuera lo mas probable, un gastly paso por detrás de Effy ¿cuantos de esos habrá en esta mansión?
—Puede ser, aún tenemos que entrenar un poco pero... supongo que sí —suspiré, recordando aquel bendito torneo—. Ya abrieron las inscripciones para el torneo. ¿No te inscribiste aún?
Me distraje al ver al Haunter que había encontrado Effy — ¿Puedo capturarle? — le pregunté, ella le había encontrarlo, así que ella tenía la decisión final
— Gracias y no.. aun no me he inscrito...— Mawile tenía inmunidad contra el tipo veneno de Haunter así que se lanzó hacia él con el ataque de cabezahierro, primeramente le esquivó con facilidad pero mi pequeña Mawile era lista, tomó el impulso que tenía con el primer ataque para regresar con un poco mas de impulso sin dejarle tiempo a reaccionar. Acto seguido el Haunter algo aturdido le atacó, pero por suerte Mawile logró esquivarlo a tiempo para poder atacarle con ese ataque otra vez y dejarle lo suficientemente aturdido como para lanzar una pokebola...uno, dos, tres vueltas y ya era mio — ¿Quieres salir de aquí ya? — le pregunté tomando su pokebola y regresando a Mawile
—Sí, por favor —supliqué. No tenía miedo de los fantasmas, pero el lugar era tétrico y antiguo... parecía que iba a colapsar sobre nuestras cabezas en cualquier momento.
— Pues vamos...— bajé de las escaleras y me dirigí a Ukita para después colocarle en mi espalda, si de por si el peque era algo pesado, inconsciente lo era un poco mas — Después de ti — dije haciendo un ademán invitándola a salir por la puerta
—Vaya, y la gente dice que ya no quedan caballeros —reí, aceptando salir tras la puerta antes que él—. ¿Y ahora? ¿Ciudad Témpera de vuelta?
— Claro que hay caballeros — dije riendo saliendo detrás de ella — Pues creo que no hay otro lugar a donde ir ya que allí es el torneo... Starptor salió de su pokebola sabía que volaríamos de nuevo
Dejé que Dante y Ukita fueran en Staraptor, y yo partí en mi Skarmory... quería regresar pronto a Témpera y chequear que Mitsuki siguiera bien... y que no hubiese tocado nada de mi habitación, por supuesto.
Investigaba las habitaciones cuando sentí un Lengüetazo, me pegó un escalofrío y miré a Wartortle, pero este negó con la cabeza, cuando en las habitaciones había una cama algo destrozada, pero me serviría para dormir un rato, así que me dispuse a dormir
Dormí una siesta y me levanté, ví a Wartortle con una novela acercarse a mí para ver qué era lo que encontró... —¿Qué tienes ahí muchacho? —dije, luego Warto me dió el libro— El Conde de Montecristo... Una buena novela, sin duda, gracías —le sonreí—
Me levanté y me dispuse a guardar mis cosas y salir de la mansión, me quité las vendas ya que me cicatrizaron las heridas, y salí de la mansión bostezandito
Ya salí de la mansión con rumbo al claro, Wartortle se metió al agua pantanosa asqueado y me subí en su caparazón
Entré mirando todos los alrededores del lugar... era una vieja casa, que debió haberse quedado abandonada hace años. —Hmm... no noto nada raro. De seguro ese titular era puro chisme.
— A dentro es donde ocurren las cosas raras... muchos pokemon fantasma si me permites decir — dije abriendo la puerta de la mansión para entrar a esta