Mansión Abandonada

Apenas ingresamos, en el hall de entrada, no vimos ningún pokémon ni nada… todo estaba calmado y silencioso… demasiado silencioso.

—Ven, vayamos más hacia adelante, hay una sala de estar… —comenté, recordando aquella amplia sala junto a las escaleras donde Ian, Liza, Hubert, Brendan, Alpha y yo habíamos resuelto poco a poco el enigma de la casa, poniendo las piezas juntas.

 

—Buena idea —comente caminando a la habitacion mensionada por Effy.

Al entrar en la sala comence a buscar por todos lados.

 

Un Yamask solitario flotaba cerca del candelabro que colgaba arriba de la sala de estar. Crobat, temeroso del tipo fantasma, se ocultó detrás mío y cerró los ojos, cubriéndoselos con una sus alas, como si así se hiciera invisible de alguna manera.

—¿Hay algún pokémon fantasma en particular que estás buscando?

 

—Me gustaria mucho un Gastly —respondi continuando mi busqueda —, no me ire de aqui hasta tener un lindo pokémon fantasma, tampoco me molestaria Drifloon o un Misdreavus —solte una pequeña risa continuando mi busqueda, no avandonaria el lugar hasta odtener lo que busco.

 

—Pues Drifloon es una muy buena opción, aunque… parece que una de tus opciones está más cerca de lo que crees —comenté, señalando más adelante.

Un sonriente Gastly acaba de bajar flotando, atravesando el techo sobre nuestras cabezas, y se unió al Yamask que estaba suspendido en el aire, mirándonos con curiosidad.

 

Mire al Gastly emocionada metiendo la mano a mi bolsillo, saqué una pokéball vacía con una pegatina de un corazón negro.
—Gastly —llame suave al pokémon, el cual volteó a verme fijamente —, ¿te gustaría venir conmigo? —pregunte extendiendo la mano con la pokéball, el curioso se acerco un poco examinando la pokeball.
Unos segundos después el se había alejado, fruncí el ceño inflando los cachetes.
—En ese caso —lance la pokeball el cual le dio al Gastly atrapando lo en ella, espere paciente hasta que la pokeball dejara de moverse, sonreí y fui por la pokebola tomándola y guardándola en el bolsillo —. Ya atrape al Gastly que tanto quería —comente caminando a Effy dando saltitos de felicidad.

 

Me sorprendí cuando invitó al Gastly tan gentilmente; últimamente los novatos solían hacer eso, se olvidaban que los pokémon eran salvajes y no siempre estaban a la busca de un entrenador, por lo que no me sorprendí en lo más mínimo cuando el tipo fantasma se alejó inmediatamente de ella. Pero tras una breve batalla que dieorn Bulbasaur y Ponyta, Elisa ya había capturado a su pokémon.

—Bien hecho —la felicité, mirándola a ella y a sus pokémon; daba saltitos como una niña pequeña, se notaba estaba llena de felicidad ante haber capturado aquel pokémon—. ¿Algo más que quieras hacer aquí? ¿Más investigación o búsqueda de pokémon, o ya estás lista para partir a otro lugar?

En eso, pasearon por ahí, como si los hubieran convocado, un Gothorita, un Litwick, un Spiritomb, un par de Gastlys y un Duskull.

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@EliLover

 

—Me gusta la idea de investigar, mientras investigo puedo buscar mas pokémon fantasmas, buscare a Drifloon—respondi mirando tras ella —. Mira Effy, un Gothorita —le dije a la entrenadora apuntando al pokémon tras ella.

 

—Lo veo, lo veo… —murmuré, apuntando al pokémon que desconocía con mi pokedex.

"Gothorita, el pokémon manipulador. La luz de las estrellas origina su poder. De noche, marca su posición haciendo levitar piedras con su poder psíquico. Según muchas leyendas, durante las noches estrelladas controlan a los niños que duermen, tan solo como diversión."

Sin embargo, antes de que pudiera hacer algo, el tipo psíquico usó su poder y levitó escaleras arriba, partiendo hacia el segundo piso hasta perderse de vista. Los dos Gastly y el Duskull lo siguieron, pero el Litwick, Spiritomb y Litwick permanecieron andando por ahí. Crobat se pegó aún más a mí, viendo a los tipo fantasma con temor.

—Tranquilo Crobat, no permitiré que te pase nada —le dije al murciélago, tomándolo en brazos y acariciando para calmarlo. No pareció funcionar, Crobat seguía aterrado, pero lo aferré entre mis brazos de todas formas—. ¡Mira Elisa, ahí hay un Drifloom!

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@EliLover

 

Mire a todos los pokémon rondando por aquí, mire a donde me indicaba Effy y me alegre mucho, estaba de suerte.

— Bien Bulbasaur, atrapemos a ese Drifloon —anuncie, despues de una corta batalla ya tenia al pokemon en una pokebola con una pegatina de un globo morado —. Bien Effy, ya hicimos lo que yo queria, pero ¿que quieres hacer tu?

 

—¿Yo? Pues no mucho… me gustaría encontrar a Kim, habíamos quedado en tener una batalla, pero no se a donde se habrá ido… —comenté mientras saliamos de la mansión.

Una vez nos encontramos fuera, nos reencontramos con Skarmory, el cual fue liberado de su pokebola. Pero antes de subir, miré a la entrenadora del vestido rosado.

—No tengo ningún destino por el momento… pero Skarmory puede llevarnos a cualquier parte de Galeia que quieras. ¿Qué lugar quieres explorar primero, Elisa?

 

—Ese lugar con pokémon electricos que mencionaste antes —comente guardando mi sombrero en mi bolso y regresando a mis pokémon para despues subirme al pokémon de Effy.

 

—¿La Llanura de los Relámpagos? Oh, eh… ¿cómo lo digo? Ese lugar… pues, no existe más —dije, rascándome la nuca,pues no sabía bien como explicarlo—. Ahora es una pradera donde habitan pokémon bastante distintos, creo que ningún tipo eléctrico…

Me puse a pensar, pero no recordaba donde podía encontrar ella algún pokémon tipo eléctrico. Mientras subía a Skarmory, Crobat se posicionó sobre mi cabeza, listo para despegar.

 

—Que mal —me exprece un poco decepcionada, despues recorde algo y dije: —En pueblo pincel vi a muchos entrenadores con evoluciones de Eevee y no estaria mal tener un Eevee, son tan lindos.

 

—Oh, ¿te refieres a estos? —comenté, lanzando tres pokebolas al aire.

Vaporeon, Jolteon y Flareon salieron de sus respectivas pokebolas, alineándose al lado de Skarmory, y los tres pokémon saludaron a la joven a su manera; Flareon con una sonrisa amable, Jolteon la examinó con interés, y Vaporeon apartó la mirada con desinterés.

 

—Si como esos, pero me gustaria un Espeon —aclare sonriendole a los pokémon de Effy —, ¿entonces sabes donde puedo conseguir un Eevee?, si es asi y no te molesta me gustaria ir allí.

 

—Ehm, no existen Eevees salvajes, lo siento… —murmuré, rascándome la nuca, realmente no estaba siendo de mucha ayuda a la chica ahora—. Pero puedes ir a la GTS, supongo, así fue como conocí a Jolteon… pero bueno, creo que es hora de irnos, llevamos mucho tiempo en esta mansión… se me ocurre un lugar que podríamos visitar…

Regresé a los tres pokémon y le indiqué a Elisa que se tomara con fuerza. Hecho esto, partimos hacia nuestro próximo destino.

 

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Los dados me odian D:

Me iba molestando
—¡Vamos! —le pegué a un pedazo de madera calcinado, provocando que cediera parte de la estructura—

 

Divisé un Haunter
—¡Hasta que al fin te pillo! —carraspeé lanzando una ball—
Tras capturarlo salí en Aerodactyl
—Vámonos...