Tragué saliva, esto sería peligroso... —¡Pokeball, ve!—Lancé la capsula bicolor, pero esta falló al instante, esto no sería sencillo.
Subí por una escaleras mientras Typhlosion me seguía ¿que podría encontrar? un Duosion apareció el posible pokemon menos aterrador de aqui
Intenté de nuevo con la misma pokeball, esta volvió a fallar. El fantasma al darse cuenta que intentaba capturarlo se puso en posición de batalla. Y se fue acercando a mi, poco a poco... —¡Aléjate!—le lancé la pokeball, más cerca... esta vez logré capturarlo.
Logré capturarlo, sin embargo sus amigos se dieron cuenta de mi temor y se acercaron todos, dispuesto a asustarme, eran 3, 4, más de 5, quizás 10, muchos fantasmas se acorralaron. —¡Dante, ayuda!—fue lo último que pude gritar antes de colapsar por el miedo. (Ya debo irme :c me llevas en tu espalda...)
Ingresé al lugar por mi cuenta, tras haber regresado a Blastoise a su pokebola... sin embargo, al rato liberé a Cubone para que me hiciera compañía, porque honestamente, este lugar sí que era tétrico. Aún así, avancé con decisión, adentrándome en la terrorífica mansión abandonada.
Un grito, mala señal.. corrí desde el segundo piso saltandome varios escalones para poder llegar ocn ukita, Typhlosion encendió las llamas espantando a todos los fantasmas de allí, iluminando gran parte de la mansión — Vaya... — murmuré cargando a Ukita para dejarlo en un sillón grande,allí estaría bien con typhlosion
Oí un grito de ayuda, ¿acaso se trataba de... Corrí junto con Cubone hasta llegar al centro de la mansión, donde Ukita había colapsado, Dante y Typhlosion espantaban a un gran número de pokémon fantasma... —¿Dante? ¿Qué sucedió? —pregunté, acercándome a Ukita y arrodillándome junto a él.
— Ukita no es una buena combinación con los pokemon fantasmas... en especial cuando estos se alimentan del miedo — expliqué quitándome mi chaqueta y colocándosela — Pero por suerte no llegó a más...
—Ya veo... —murmuré, notando como él le colocaba su chaqueta al otro chico—. ¿Y qué los trae aquí entonces? Ya que no le gustan los fantasmas no puedo creer que haya venido aquí por voluntad propia...
—¿Y qué quieres tú, Dante? —pregunté, poniéndome de pie y acercándome hacia él junto a mi leal Cubone—. ¿Qué buscas tú aquí?
— ¿Haunter?, ¿Yamask? — dije recordando los pokémon que se encontraban aquí — ¿Y que pokemon te interesa aquí? — le pregunté bastante curioso dirigiéndome nuevamente al segundo piso, no le había terminado de investigar
—No se que pokémon viven aquí, para ser honesta descubrí este lugar de pura casualidad —repliqué, siguiéndolo al segundo piso—. Aunque la verdad... mi pokémon fantasma favorito es Misdreavus... ¿crees que se encuentre uno de esos pokémon por aquí?
— ¿Cruzaste un pantano sin saber que había? — le pregunté, eso me resultaba bastante curioso, normalmente yo acostumbraba hacer eso, pero nunca había oído que una persona hiciera eso — Effy... — le llamé mirando al pokemon que ella quería — Creo que tengo algo para ti aqui arriba
—Pues no... la verdad estaba aburrida de Ciudad Témpera —le confesé—. Ya me inscribí en el torneo, ahora sólo resta esperar hasta que comience...
— Vale, vale.. pero quiero que vengas rápido si es que quieres a ese Misdreavus — dije siguiendo al pokemon de cerca, pero manteniendo distancia para que no huyera
Me apresuré hacia donde él se encontraba y... sí, era increíble, justo allí se encontraba un Misdreavus... —¿Está bien si yo lo atrapo? —pregunté, dudosa—. Tú la encontraste después de todo...
— Consideralo un regalo, además para eso estan los amigos ¿no? — dije dando un paso hacia atrás para ella pudiera tener espacio para la mini batalla que tendría con el pokemon para que pudiera capturarlo, pero nuevamente un Spiritomb llegó, Staraptor salio de su pokebola y al tener como uno de sus tipos "normal" logró golpear al pokemon para que le pudiera capturar de una vez, realmente era molesto tener a ese pokemon tan cerca tuyo
—Si insistes... —dije con una sonrisa, sacando una pokebola de mi cinturón—. ¡Gallade! El pokémon tipo psíquico se apareció ante mí, y se puso de inmediato en posición de batalla. Arrancamos con un Psico-corte, pero Misdreavus ágilmente lo esquivó y contraatacó con ataques del tipo fantasma... se desarrolló una intensa batalla a continuación, donde el psíquico se enfrentó al fantasma... Entonces Cubone, harto de la pelea, le lanzó un Huesomerang a Misdreavus cuando ésta estaba entretenida enfrentando a Gallade que sirvió para desconcentrarla. Ahí, Gallade aprovechó su oportunidad y atacó con un poderoso Psico-corte que hizo que Misdreavus se debilitara bastante... lo suficiente como para que lanzara una pokebola. Al tercer intento, la pequeña fantasma era mía. —¡Lo logré! —exclamé, eufórica.