Manos Humedas

Hola... bueno este es mi segundo tema en el foro y pues espero que les agrade. Ahora intenare que se vea algo más profesional.

Prologo.​

Después de la fama ganada por mi publicación de “crimen culinario en un diario local, me han llegado múltiples cartas para que narre otra historia, bueno, como dije estoy bajo un código de confidencialidad con la policía, pero no creo que haya problema si les narro uno de mis casos personales… Este caso fue el seguido a mi primera narración, algo extraño pero que me intrigó por la confusión causada.

I​

Estaba leyendo esas cartas que me llegaban para averiguar cuál era “importante”, mi hermana no se encontraba en casa así que podía hablar con la persona que mejor me entendía: yo. —“Querido detective, me gustaría tener una reunión con usted para compartir”… “Arthur, te admiro, soy gran fanática del misterio, me gustaría salir con”…—

Ya casi tenía todo terminado cuando llamaron a la puerta, el llamado parecía apurado, pero me tarde un tiempo para ordenar todo. Cuando abrí para ver porque tanto escándalo: Estaba esperando un señor, algunos 40 años de edad, eso tal vez era lo más extraño en él, pesaba apenas unos 60 kilos, aunque creo que era por ser tan alto. Lo deje pasar ya que su aspecto y la prisa de su llamado me pareció algo… intrigante. Le ofrecí que se sentara y algo para beber.

—He escuchado que usted es un buen investigador, y que ha resuelto casos muy difíciles así como que cuenta con una gran habilidad de deducción... —Comenzó a decir.

—Antes que continúe, le debo preguntar algo, ¿Cómo consiguió mi dirección diputado Gómez?—

Él rostro de aquella persona se pinto de preocupacion a una gran sorpresa. —¿Pero... Como ha sabido que yo soy el diputado Gómez?—

—Eso es sencillo: Su camisa está totalmente abrochada de las mangas, muy apretadas, eso es muy extraño ya que estamos en verano así que lo hace porque suele usar mucho un traje, a eso le agregamos el hecho que la parte superior de su mano está llena de polvo lo que indica que ha estado en los lugares rurales cercanos pero su palma es limpia eso quiere decir que suele saludar a muchas personas usted entra en el perfil de maestro o político; por la mancha en su mano izquierda cualquiera diria que es usted maestro, pero esa no es tinta de pluma sino de sello; lo primero que se me ocurre cuando mezclan las palabras traje, saludo y sello es un político, no reconocí su rostro pero, revisando el horario de diputados locales el único libre es el señor Pedro Gómez García.—

—Ya veo que es usted muy bueno a pesar de ser muy joven, en cuanto a su dirección, un político tiene muchos contactos en la policía, espero que pueda ayudarme con mi problemilla.—

Junte mis manos, yema con yema, los cinco dedos con ambos índices bajo la nariz (como me suelo poner cuando pienso). —Puede usted continuar. — El nervisismo se hizo presente y empezo a gugetear con sus dedos como si quisiera atraparlos.—Bueno, hace tiempo que recibí este anónimo, — De su bolsillo saco su billetera y de ella saco una hoja de papel, algo manchada de lo que creo era pegamento. Tenía un montón de palabras de periódico que formaba un mensaje: COMUNICADOR: deben dejar dinero del pueblo en paz, si no murieron. No me pareció interesante ese mensaje en el momento. —Creo que es una amenaza de muerte por el dinero de una herencia. —

— ¿Usted lee el comunicador (el diario local en que publique el relato del crimen culinario)?—

—Bueno, sí, lo leo cada mañana, ¿a qué viene al caso?—

—Cada pequeño detalle es importante, usted dice que piensa es una anónimo y por la palabra murieron es de muerte, ¿ha tomado alguna precaución en caso de asaltantes?— Pregunte algo analítico con mis preguntas.

—Sí, he comprado una arma, esas de las que llaman "agula del desierto", pero en caso que la amenaza sea para toda la familia mi esposa, mi hermana y mis dos hijos saben donde esta oculta y como usarla.— Eso era suficiente para mí, había recaudado algo de información que podría ser útil.

—Me ha dado mucha información muy buena, ya sé porque le dicen el comunicador... bueno supongo que los demas miembros de la familia tienen el arma en un lugar de alta disposicion y estan enterados del anonimo, me sería útil entrevistarlos a ellos. ¿Le importaría que vaya mañana a las 10 a su casa?—

El rostro del hombre se ilumino de satisfacción al ver que estaba dispuesto en ayudarlo, saco un papel y pluma con la que anoto su dirección y número telefónico. Antes de salir me hizo una última pregunta: — ¿Le afecta ayudar a un político, un miembro marcado como peor que las ratas?—

A lo que respondí: —La política no me interesa, ayudarlo no me afecta ni me beneficia sino que todo lo contrario. Salió del lugar muy contento, minutos después de haber terminado con mí correspondencia salí para hacer unas indagaciones del político.

Bueno, esta es la primera parte y espero pronto subir la sgunda (tal vez mañana), comenten que les parecio.

 

I​

El primer lugar que visite fue una tienda de armas, algo alejada de la dirección que me dio y en un barrio donde no se ve mucho la política, rápidamente llame la atención del vendedor… un chico de 16 años no debería estar en esos lugares. Me acerque al mostrador y analizando al vendedor pregunte — ¿Ha vendido ultimadamente un arma “águila del desierto”?—

En un momento me pareció que el vendedor no quería cooperar pero después de que viera que tenía buenas intenciones saco una pistola algo extraña: Efectivamente era una águila del desierto pero tenía le cilindro de un revolver. —Seis tiros, la rapidez de un revolver con la letalidad de una pistola; nueva en nuestro mercado, ¿te gustaría probarla?— Solo asentí con la cabeza.

El sujeto me llevo a su pequeño campo, cargo el arma con tres balas y dispare. Nunca había probado esta arma pero es cierto lo que rumorean: si no la sostienes con firmeza podría darte un golpe muy duro en la cabeza.

— ¿Ha venido un grupo a probar esta arma ultimadamente?— Me respondió que dos muchachos habían ido ayer por la tarde y que hace unos días fueron también un par de mujeres acompañadas de un sujeto que tenía pinta de rico.

Ya me disponía a irme pero la duda que capto en muchas personas que me han oído preguntar algo fuera de lo común: — ¿Qué edad tienes?— 16 años respondí, y salí para buscar algo que comer.

Mientras me servían mi pedido me puse a pensar un rato en el caso: Todos los miembros de la familia tienen acceso y entrenamiento para usar el arma… pero ¿Por qué un hombre con tan poca masa corporal compraría un arma que lo empujara medio metro? ¿Qué significa la frase “el dinero del pueblo”? ¿Sera que el diputado es corrupto y roba dinero? Aún quedan muchos cabos sueltos, pero seguro se resuelven mañana.
Persuadí a mi hermana para que no se enterara a donde iba: si sabía que iba a ver el asunto de un anónimo mandado a un político podría hablar y arruinar su reputación.

La casa estaba en el mejor barrio de la ciudad en verdad era gigante, tenía un gran jardín, creo que toda la casa estaba rodeada de jardín y varias fuentes. — ¿En esto se gasta el dinero de los impuestos?— Me preguntaba algo bromista.

Fui recibido por una mujer de mediana edad, estaba bien cuidada pero sus cabellos rubios empezaban a emblanquecerse, eso le daba una apariencia de una abuela muy amable. —Usted es el detective ¿cierto? Mi marido me ha estado hablando de como descubrió que era político solo con verlo una vez. —

— Disculpe mi ignorancia pero ¿usted es?— Pregunte algo confundido.

—Soy Mariana García, esposa de Pedro. Pero no se quede aquí, pase por favor. — La señora me guio por el camino empedrado, solo alcance a distinguir la entrada principal de lugar así que la cochera debería estar del otro lado de la casa.

Me tome los primero minutos de recorrido para analizar a la mujer como suelo hacerlo e muchas personas; no distinguí mucho solo que tenía manos firmes y unos hombros fuertes, pero sus piernas eran débiles; Aun así parecía hacer muchos trabajos domésticos. Estaba hablando de algo pero no suelo prestar atención cuando analizo a las personas, solo pude escuchar algo acerca del anónimo que me llamo mucho la atención.

Me apresure a preguntar: — ¿Usted ha recibido un anónimo?— Su cara se palideció como un fantasma. Y del bolsillo de su chaqueta saco un sobre bien cuidado con una carta dentro, esta parecía venir del mismo diario que el primer anónimo pero su texto era distinto: Sin en verdad valoran su vida, dejar el dinero en paz. nada les pertenece.

—Bien, si mis pensamientos son acertados fue sacado del mismo diario, ¿Cuántas ediciones del comunicador le llegan diariamente?—

—Nos llegan cuatro, una para mi hijo, otra para mi marido y otra para mí. —

Seguía algo confundido respecto a todo el asunto, ¿Por qué la esposa recibió el mismo anónimo? Esa pregunta me extrañaba mucho. —Dinero, dinero, dinero. — Me repetía muchas veces, todo giraba en torno a un dinero, una herencia… una muerte; eso es, una muerte, no era amenaza, ya estaba planificado.

Me dejo en la sala de estar, pero me moví libremente por la casa; un detalle llamo mi atención: en el pasillo del segundo piso, en contra a la puerta abajo, había un arreglo de varias piezas metálicas en forma de lanzas, a simple vista muy afiladas.

— ¡¿Quién eres tú?!— Grito una mujer algo regordeta, muy sudada un equipo de tenis me señalo que había estado entrenando. Me empezó a amenazar con la raqueta. —Sal de aquí o llamo a la policía. —

Casi me ataca de no haber sido por un muchacho de veinte años muy fuerte, que le quito la raqueta con solo un movimiento. —No lo amenaces con la policía… no sabes que él es un detective. ¿Tú debes ser Arthur Christie? Es un placer, Armando García. —

Detrás de él apareció otro chico, su hermano, gemelo. Aunque este era mucho más delgado y débil, yo fácilmente podría golpearlo.

La mujer se disculpó conmigo y se fue a la ducha (o al menos eso dijo), el hermano más fuerte salió a la piscina y su gemelo se fue a otro lugar que no menciono.
Continuaba analizando la casa buscando cosas “importantes pero ocultas”; no encontré gran cosa y después de unos minutos me encontré con mi anfitrión.