Manicomio

Manicomio

Resumen: Sakura Haruno; una de las internas, comienza a presenciar sucesos extraños dentro del manicomio. Pero todo se dificulta; cuando comienzan a haber suicidios dentro del mismo. Sakura es testigo de todos, haciendo creer que ella es la asesina.

Genero:Suspenso/Drama/Angustia/Romance. Universo alterno.

MANICOMIO​

PRÓLOGO

Pintaba. La pared frente a ella estaba tatuada de miles de mariposas.”Vuelan”, pensó. Las alas rosadas de éstas se movían al compás del viento. Pintó un poco más, le gustaba ver cómo sus obras cobraban vida. Movió la cabeza de lado a lado lentamente, algo que venia haciendo desde hace tiempo. Sus ojos verdes observaban con fascinación el volar de las mariposas.

-“Sakura, ya es tarde vuelve a tu dormitorio. Pronto se apagaran las luces no debes estar aquí”.- Se escuchó la voz de uno de los encargados. Una mujer de no más de veinticinco años.

-“Ya lo sé Ino, pero estoy esperando a la Luna”.-Dijo en un susurro.

-“¿La luna?”.-Preguntó curiosa, se acercó a la pelirosa y observó la pared.-“Pero aquí sólo hay un sol, si no pintas a la luna. ¿Cómo quieres que aparezca?”.-Inquirió con una sonrisa burlona.

-“El sol quema a las mariposas, las mata. El sol es malo”.-Decía con los ojos tristes.-“Pero vas a ver que la luna va a llegar y va a matar al sol.”.-Respondió viendo a Ino con sus ojos enloquecidos.

La rubia mostró una sonrisa nerviosa y salió de la sala rápidamente. “Ya no debo hablar con los enfermos, de verdad están locos”, pensó.

Sakura observó un momento más la pintura, y como dijo; La luna apareció, cubriendo al sol hasta asfixiarlo. Y de nuevo las mariposas volaron. Después de sonreír ante lo visto, salió del cuarto. Caminó entre los pasillos de aquel hospital. Las luces estaban apagadas, caminaba con cuidado para no caerse.

Alzó la mirada un momento, y le pareció ver una silueta resplandeciente caminar con el pasillo.”Te estás volviendo loca, Sakura”, se dijo con sarcasmo. Pero cuanto más avanzaba más siluetas veía caminar.

-“Sakura…Sakura…ayúdala, ayúdala”.- Decían a coro, acercándose hasta ella.

-“¡No se me acerquen, No aléjense!- Gritaba cerrando los ojos y corriendo por los pasillos. –“Ya cállense, ya cállense”.- Se repetía mentalmente, aún escuchando aquellas voces.

Llego al cuarto de baño, se adentró en el rápidamente. Abrió el grifo del agua, y se lavó la cara. Su respiración era entrecortada.

-“¿Por qué no me ayudaste?, ¿por qué me dejaste morir?”.- Decía una voz infantil, pero llena de resentimiento.

Sakura se cubrió los oídos con ambas manos. Ya no quería oír, ya no. Aquellos ruegos la mataban. Se miró al espejo y detrás de ella. Había una niña de no más de diez años, con cortaduras en todo su cuerpo, y un cuchillo enterrado en el estómago. Sakura vio horrorizada aquella imagen, su cuerpo estaba paralizado, intento moverse pero sus pies no respondían.

-“¿Por qué dejaste que matara Mamá? Tú prometiste que no iba a pasarme nada.”.- Decía la niña, aun en el mismo lugar, con los ojos enloquecidos.-“Te voy a matar Mamá, así estaremos juntas, y nadie nos va a separar”.- Se sacó el cuchillo ensangrentado de su estómago y con pasos delicados se acercaba a ella.-“Duele mucho Mamá, pero todo vale la pena”.- Dijo con voz dulce mientras se acercaba a ella.

-“¡No, yo no soy tu Mamá!”.-Gritaba y lloraba sin poder moverse.-“¡Déjame, Déjame!”.-Suplicaba.

-“¡Haruno, Haruno. Contrólese!”.- La zarandeaba una mujer de cabello y ojos chocolate.

-“¡Ella me va a matar, ayúdame, ayúdame!”.- Le decía, mientras le aruñaba los brazos.

-“Tráeme un sedante, tengo una enferma, sufre de alucinación”.-Pedía por medio de un radio.

Sakura la seguía aruñando y no dejaba de pedir que la ayudara. La enfermera llegó y le dio la jeringa a una lastimada Tenten. Con algo de dificultad lograron inyectarle el sedante a la pelirosa, quien se durmió al instante.

-“¿Qué pasó?”.-Preguntó curiosa la enfermera, mientras ayudaba a Tenten a llevar a Sakura a su cuarto.

-“No lo sé, sólo me pedía ayuda. Que bueno que pasaba por aquí a hacer mi ronda nocturna”.- Declaró la Doctora.

Una vez en su cuarto dejaron a Sakura sobre su cama, al lado en otra cama. Estaba un chica peliazul, quien había sido ingresada por haber intentado diez veces cortarse las venas.

-“Será mejor irnos, dormirá toda la noche”.- Comentó más tranquila. Ambas, un poco aturdidas por lo sucedido, salieron silenciosas de ahí.

Pero no era verdad, Sakura abrió sus orbes verdes a media noche…


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Hola, después de leer como cinco veces Lluvia Cruel se me ocurrió ésta idea. Sólo que va a ser muy difícil describir todo como lo ve Sakura jaja. Espero que le dé una oportunidad este fic. Prometo que no habrá asesino en este. Es más bien miedo Psicológico. Pero bueno, esta introducción la hice algo floja, sin mucho miedo ni emoción, pero descuiden los siguientes capítulos serán mejores.

 

Re: Manicomio

MANICOMIO​

Capitulo I.- Primer acto: Segundo piso.

.-.

Le dolía el brazo,sentía el liquido recorrer su cuerpo. Era una sensación placentera. Sentir primero un pequeño picazón y después la sensación de volar por el cielo. Su mirada verdosa se dirigió a la de su compañera, quien dormía profundamente, y lagrimas secas se observaban en sus parpados. Rió ante la escena, llorar por alguien que no te merece era patético.

Se levantó con cuidado, aún sentía el brazo entumido. La puerta del cuarto estaba entreabierta…”Tenten olvidó cerrarla”, pensó. Un escalofrío recorrió su columna al pensar en aquella niña. Respiró tratando de controlarse.

Salió de la habitación con silicio, las luces estaba apagadas. Dándole un toque tétrico al abandonado hospital.

Respiró al llegar al pasillo, el olor a medicina inundó sus pulmones. No era el mejor olor pero a veces era como una droga. Sus pasos sonaban como un eco, casi lastimando sus oídos. El pasillo se tornó frio, la bata que usaba era como una fina sabana, el frio la traspasaba con facilidad. Cruzó los brazos sobre su pecho, abrazándose a si misma.


Era muy noche, ella lo sabía. Aquellas escapadas nocturnas las venia haciendo desde que llegó ahí. Suspiró aire frio, podia ver con fascinación el humo salir de su reseca boca, pasó su lengua por la misma, cubriendo de saliva aquella resequedad.

Siguió su camino hasta llegar a una puerta, era blanca. Cómo todo lo que había ahí. Miró con asco ese blanquecino color. Abrió la puerta casi con desesperación, entró en ella y presionó el interruptor; iluminando la habitación en el proceso.

Millones de medicamentos frente a sus ojos. Nada mortal según los psiquiátricos. Cuando la mayoría de ellos están hechos de drogas. El olor a medina llegó de nuevo hacia ella, era un olor que la mantenía viva. Se sentó en una de las esquinas del cuarto. Inhaló con ansiedad aquel maléfico olor. Sus verdes ojos adquirieron un brillo enfermizo.

— ¿Quién eres? — Preguntó con algo de miedo. Un escalofrío recorrió su cuerpo al ver aquellos ojos desorbitados. La miraba con insistencia, era un hombre de edad avanzada. Sentado en una silla mecedora, meciéndose de atrás hacia delante, produjendo un sonido agudo. El rechinar de la madera penetraba sus oídos.

Eso no era lo que le asustaba, si no aquella botella incrustada en su cabeza. Dándole aquel toque escalofriante a la imagen, su cuerpo lleno de llagas y raspaduras. Sus rodillas moradas….pero el seguía meciéndose.


— ¿No te acuerdas?— Le decía con una mirada dulce. — Soy tu abuelo, el que asesinaste cuando tan sólo tenías 10 años. — Dijo con furia— ¡Si, Sakura. Al que tú le metiste una botella de vino en la cabeza!— Gritó enfurecido, pero sin perder aquel toque demente, se calmó y continuó— Pero claro, sólo tenias 10 años fue un accidente, la niña es inocente.—Decía con sarcasmo en su voz.


Sakura abrió la puerta con temblor en sus manos, no quería voltear atrás y ver de nuevo aquella imagen. Se fue corriendo por los pasillos hasta llegar su habitación. Se acostó y se tapó con las sabanas de pies a cabeza. Durmió pocas horas antes de que amaneciera y la pesadilla terminara.

.-.

El día pasó demasiado rápido a su parecer. Naruto la visitó, ella rechazó su visita. Él la envió ahí, ¿Por qué lo recibiría? Entró en la habitación que compartía con la Hyuuga, aquella joven de apenas 18 años no hablaba mucho. En cambio ella, a sus 25 años, era una joven a quien le gustaba mantener conversaciones.

­— Es muy temprano para dormir, ¿No crees Hinata?— Preguntó Sakura mirando el reloj, 10:00 pm. —

— Si un po-co, pe-ro yo ya me acostaré. —Dijo con timidez. El tartamudeo lo había adquirido desde que llegó ahí. Vio como se escondía bajo las sabanas, como si temiera que un monstruo saliera de su cama y la comiera.— Bue-nas Noches. — Susurró dentro de las sabanas. La pelirosa no la escuchó.


Como otras noches, salió de la habitación hasta que su compañera estuviera completamente dormida. Había un lugar que no había explorado aún. El segundo piso.

Donde yacían los hombres, ambos sexos separados por un piso. Ni ellos bajaban, ni ellas subían. Era una regla y todos la respetaban. Pero aquella curiosidad insistente la hacia dudar, dejar a un lado el protocolo y solo ir.


Suspiró. Nada la haría cambiar de opinión. Miró las escaleras que conducían a su destino. ¿Tan rápido había llegado? Ni siquiera podia ver los escalones, parecía que la oscuridad se tragaba cada uno de ellos.

Subió con cuidado los ya blanquecinos escalones. La escalera era larga, demasiado a su parecer. Llegó al segundo piso, era como el suyo, blanco y sin mucha atracción.

—..No, aguanta un poco más— Escuchaba. Continúo hipnotizada. Eran gemidos de suplica.

Abrió con cuidado la puerta donde se escuchaban las suplicas. Sus ojos se abrieron de par en par, aquello era horrible. Colgado del ventilador; se encontraba un muchacho de por lo menos 18 años, Sus ojos estaban abiertos mirando los suyos. Su cuello, apretado entre aquella cuerda que lo había guiado a su muerte. Y la silla…estaba ahí tirada en el suelo. De su boca abierta salían pequeñas gotas de saliva, deseó vomitar al ver aquello. Los ojos que la miraban eran enfermizos. Totalmente blancos y con una minúscula pupila negra.

Gritó, gritó tanto que creyó haberse roto la garganta. Escuchó los pasos apresurados de Tenten llegar ahí, y antes de perder el conocimiento, pudo escuchar salir de su boca el nombre de aquel joven.

— Lee. —



Continuará.

Oh my god. Thanks por los comentarios, haber si es de su agrado este Capitulo. Creo que no voy a hacer violento mi fanfic, ni de miedo. Está prohibido en cemzoo hacerlo de mucha violencia. Asco. Ni modo. Nos vemos hasta el siguiente capi.