Malditas Agujas

Tema en 'Relatos' iniciado por Ashlotte, 28 Abril 2012.

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    Ashlotte

    Ashlotte Usuario común

    Tauro
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    Escritora
    Título:
    Malditas Agujas
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1586
    Hola a todos. ^^
    Bueno, este escrito es para la actividad: ¡Asustémonos juntos!

    Espero que les guste:

    _ _ _ _ _ _ _ _

    Malditas Agujas

    Siempre era el mismo cuento, ya había perdido la cuenta de cuántas veces me salía con lo mismo. ¿Es que no podía cambiar ni una simple y pequeña palabra? Pues al parecer no… ¿Por qué tenía que hacerlo? Siempre lo he odiado; lo odié, lo odio y lo seguiré odiando. Es que simplemente no le hallo sentido, ¿por qué tenía que sacarme la sangre? Ni que por no sacarme los exámenes me fuera a dar algo… Y no es el temor de sacármela, no, no es eso. Es temor a las agujas, a las malditas agujas que siempre están presentes para extraer la sangre. ¿Por qué ese temor? Pues se los diré.

    Hace años, cuando aún era una pequeña niña le tenía odio, fobia, rechazo, o como le quieran llamar, a sacarme la sangre. Siempre me han dado temor las agujas, ¿por qué? Pues por que cuando te inyectan te duele, y a mí, particularmente, ese dolor no es nada agradable, ni tampoco algo que se pueda decir: “Eso no duele, eso se pasa por alto” No, no, no. Qué va. ¿Es que creen que por que a ustedes no les duela a los demás tampoco? Eso es algo incierto. Tengo 20 años ahora, y desde ese pequeño, pero gran accidente, que marcó mi vida, no me he sacado la sangre. Para que conozcan más de por qué éste temor, les contaré.

    Verán, como dije anteriormente, cuando era una niña, tuve un accidente con esas despreciables agujas. Siempre se me ha hecho difícil encontrarme las venas; parecieran que al enterarse de que me tengo que sacar la sangre se esconden y no aparecen… y eso ha sido complicado. Una vez, recuerdo que tenía que hacerme unos exámenes y me fui a sacar la sangre con mi madre. Pero al parecer la chica que me iba a tomar la muestra de sangre era nueva, pues me inyectó en el brazo derecho, en el lugar incorrecto. Y para mí, ese dolor era insoportable; pero no quería llorar, no esa vez. De nuevo trató con el otro brazo, y terminó igual que con el brazo derecho. Otra vez ese dolor punzante… ese sí que me había dolido. Luego volvió a inyectarme de nuevo en el brazo derecho y, ¿qué creen? ¡Igual que antes! Y nuevamente, con el brazo izquierdo; el mismo cuento… Hasta que por último, me amarró el brazo con la cuerdita con la que trancan la circulación –obviamente me la había puesto en los casos anteriores- y me la dejó allí como por 5 minutos. Yo podía jurar que ya no tenía ese brazo, ¡simplemente no lo sentía! Detestaba a esa chica, no la conocía, pero la detestaba. Inevitablemente las lágrimas comenzaron a derramarse; aparte de quedarme con la cuerdita amarrada bien fuerte a mi brazo durante un rato, ya había tenido que soportar las otras puyadas anteriores… eso sí que era lo peor… Bueno, al final, me pudo sacar la sangre, y mis venas no me ayudaban, pues salía de poquito a poquito...

    Sólo deseaba que se terminara, que terminara de sacar esas estúpidas muestras para irme a casa. No quería verla, no quería toparme con su rostro… y lo peor, es que ni si quiera dijo nada al respecto. Deseaba salir corriendo de allí, pero no podía, mi madre no me lo permitía… era como una pesadilla que no terminaba. Como que si no podía despertar de aquella horrenda pesadilla…

    Desde ese incidente, le tengo fobia a las agujas, simplemente pienso que pasará lo mismo que aquella vez. Si, lo sé; tal vez a muchos les parezca gracioso, o incluso tonto, pero para mí no lo es…

    Retomando a lo que les conté anteriormente sobre el cuento que se repetía, mi madre quiere que vaya a hacerme unos exámenes para saber cómo tengo mis valores. Lleva tratando de hacer que vaya a sacarme la sangre desde hace años, pero me he negado rotundamente, así que decide dejarlo así. Pero no sé por qué demonios ahora le dio por sacar el temita de nuevo… De verdad, no deseo ir a sacarme la sangre. Pero supongo que si sigo rechazando el tema, no conseguiré que mi madre deje el asunto de una vez por todas. Aunque, podría hacerle un trato, acepto ir a hacerme los exámenes de sangre si ella no me vuelve a sacar el tema. Es algo justo, yo tengo ese temor y ella quiere que me haga esos exámenes varias veces, y eso es algo que no voy a permitir…

    Bueno, al final de todo, terminé proponiéndole ese trato, a lo que ella, con mucho esfuerzo, aceptó. Y bueno, tuve que ir a hacerme esos exámenes. Estábamos en el hospital esperando a que me llamaran, y yo quería salir corriendo, pero sabía que no podía. Había hecho un trato, y trato que propongo, lo cumplo. Así que debía aguantarlo; para mantenerme calmada, me repetía a mí misma: “Es sólo una pesadilla; pronto despertaré, pronto despertaré…” Esperaba que me llamaran de última, de verdad no quería hacerlo, pero tenía qué…

    La suerte no me acompaña y llamaron mi nombre, al oírlo, maldije internamente. Llegué junto con mi madre al salón donde me sacarían las muestras, mi madre me miraba con preocupación, pues podría jurar que podía ver el temor que reflejaban mis ojos… La enfermera llegó, y me dijo que estirara el brazo; y eso hice. Luego me pusieron la cuerdita, algo ajustada. La sensación de temor se hizo presente de nuevo, el temor de que me dejaran la cuerdita por un rato… no quería, no quería…

    La enfermera me dijo: “Relájate, sólo sentirás un pinchazo. No te dolerá” Si, claro… no dolerá. Bueno, bueno; era momento de ser fuerte… “Cálmate, cálmate… no será como la última vez, no lo será”, me repetía mentalmente, tratando de calmarme al menos un poco. Vi que la enfermera sacó una aguja, y luego sacó alcohol junto con algodón. Agarró el algodón y lo mojó con el alcohol y luego de esto, me lo pasó en el dobles del brazo.

    Luego tomó la aguja, y podía observar cómo se acercaba poco a poco. De verdad quería que terminara, simplemente no soportaba aquello… y mi madre lo sabía muy bien… Cuando la aguja estaba cerca de mi piel, la enfermera me dijo que mirara para otro lado y que respirara hondo. Eso hice, y cerré los ojos; no quería ver cuando la aguja entrara en mi piel. Sentí un pequeño pinchazo… eso me provocó una ligera molestia. Esperaba que esa molestia se convirtiera en aquel dolor tan fuerte que siempre sentía, pero… nunca llegó ese terrible dolor.

    Era extraño… ¿Por qué ahora no sentía más que una simple molestia?, ¿por qué antes sentía un dolor infernal por aquello? Era algo verdaderamente confuso, no entendía el por qué de eso…

    Luego de haber terminado de sacarme las muestras, mi madre y yo nos íbamos camino a la casa. Tomamos un taxi, y empecé a meditar en contarle a mi madre. Decidí comentarle, tal vez ella podría explicarme por qué.

    -Mamá…—la llamé, y ella volteó hacia mí—Por qué… ¿Por qué cuando me sacaron la sangre no me dolió tanto como aquella vez?

    Ella se quedó meditándolo un momento, creo que estaba también algo confundida. Pero luego, decidió responderme.

    —Bueno hija, eso no lo sé. Pero supongo que es por la persona que te saque la sangre y si estás tensa o no. Es decir, algunas personas tienen la mano pesada y si estás muy nerviosa, seguramente te dolerá. Y eso es común en los niños… o eso es lo que pienso.
    —Hm… ya veo—le respondí yo.

    No fue una respuesta científica como esperaba, pero supongo que tenía razón… Luego no volvimos a hablar, el camino a casa fue silencioso. Al llegar a nuestro hogar fui a mi cuarto y me acosté en la cama. Estaba algo confundida, quería descansar, así que cerré mis ojos para tratar de dormir. Pero escuché unos golpeteos a mi puerta, y respondí con un simple “adelante”, era mi madre. Me senté en la cama mirándola, esperando a que ella hablara.

    —Hija…—me llamó.
    —¿Qué sucede, mamá?

    Ella se quedó en silencio por unos minutos, pero luego continuó.

    —Hija… como hoy te sacaste la sangre y no te dolió…— hizo una pausa.

    Oh, no. No, no, no. Yo ya sabía para dónde iba esto, y no. ¿Cómo se le ocurre pensar siquiera en eso? No es justo…

    —Me preguntaba si po-
    —No mamá—la interrumpí—. Sé lo que dirás, y no. No porque no me haya dolido esta vez, me la sacaré después—le dije—. Además… si no mal recuerdo tú y yo hicimos un trato, ¿verdad?
    —Sí, pero es que-
    —Pero es que nada mamá, no lo haré—le aclaré—¡Aún me da miedo!—le confesé en voz alta y con cara de puchero.
    —Ah… está bien…—se rindió. Pero luego de eso, soltó una risita.

    Esas malditas agujas siempre me atormentaban, y de un día para otro no iba a dejar de ser así… Tal vez no me volvería a doler, pero no iba a correr ese riesgo. Después de todo, uno nunca sabe las vueltas que da la vida, ¿verdad?

    _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _

    Como dije anteriormente, espero que les halla gustado. ^^
    Saludos.
     
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  2.  
    Haru

    Haru Entusiasta

    Libra
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    Jajaja, me mataste de risa (perdón, eres mi onee-chaan y te kelo mucho, y lo sabes) Primero gracias por avisarme ^.^ me gustó mucho... No tienes ningún error por lo que noté, narras muy bien, y me mataste de risa jaja...

    Bueno Onee-chaan, Eso es lo que tengo para decir... P.D: me mataste xD

    Bye: Demi. (Me encanta decir eso)
     
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  3.  
    Salem

    Salem Vieja sabrosa

    Cáncer
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    Escritora
    Guau, Ash, excelente escrito. De repente comencé a tocar mis venas, no sé porqué x'D

    Sobre la ortografía vi algunos fallos, como falta de comas y un "porque" separado. Pero nada más x3 La narración es bastante buena, aunque algunas veces me confundí con los tiempos. Cuidado con eso ;D, pero nada más.

    Me gustó mucho, y la trama es interesante, muy interesante. La pequeña fobia a las agujas es algo común, aunque, -por suerte- yo no la sufro.

    Gracias por invitarme.
     
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  4.  
    Rusbell

    Rusbell Magique.

    Tauro
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    Si te digo que yo sufro de esa terrible y espantosa fobia, ¿me creerías?
    Le tengo un pánico patético a las agujas. Hace poco me dejaron hospitalizada, con un suero en el brazo derecho y yo moría con esa cosa en mi piel. ¡Fue un milagro que no llorase! Jajaja.
    De alguna u otra manera me he sentido identificada con tu escrito; mi madre también me insiste con eso, aunque de vez en cuando me toca aceptar ir. u_u

    Con respecto a la ortografía, he notado algunos detallitos por allí, nada grave. Pero, te diré que los guiones no se usan de ésta manera, linda:


    Sino, así:


    ¡Buen escrito! Saludos~
     
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  5.  
    theblackladie

    theblackladie inocente ángel

    Cáncer
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    Pluma de
    Escritora
    te entiendo perfectamente, yo tambien tengo miedo a las agujas, cuando tenía cuatro años me tenian que poner una vacuna y salí corriendo, me la pusierón y dolió mucho, este año me han echo mi primer analisis y me puse a llorar cuando vi la aguja, ademas yo tambien tengo miedo a la sangre y para colmo me empeze a marear, sangre agujas, médicos, yo no se como sobrevivi, bueno despues de sentirme super identificada contigo, tu hisotira me gusto mucho pues esta muy bien escrita, no tienes faltas de ortografia y tus descripciones son muy buenas :)
     
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  6.  
    kaze Dupre

    kaze Dupre Iniciado

    Cáncer
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    35
    Pluma de
    Escritora
    Hola, Violett-chan :3. ¡Linda historia!, me recordó a mi. Supongo que también le tengo vapor a las agujas, desde siempre, desde pequeña, pero trató de no sentirme afligida por eso. Aunque si te soy sincera, esperaba algo más... con un final de terror. ¡Eso!. Igualmente estuvo todo genial, sólo noté unos pocos errores, pero como no soy beta y soy floja xD, esperare a que otra persona te los señale. Espero que me vuelvas a invitar a una de tus geniales historias, adiós amiga<3.
     
  7.  
    Circe

    Circe Usuario popular

    Leo
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    Escritora
    ¡Hola amiga! Bueno, primero que todo, gracias por participar y entregar tan rápido :3

    No es "la sangre" por que no están sacando toda, sino un poco y no suena bien decirlo así, "sangre" no siempre necesita el artículo, es más, casi nunca. También "siquiera" va todo junto y te confundes a veces con los tiempos verbales, en un párrafo hablabas en presente pero al siguiente en pasado, deberías cuidar eso porque pasaba seguido.

    Tienes una buena narración y ortografía, fue una historia interesante y con una buena trama pero aún puedes mejorar.

    Sin más, me retiro. Gracias por participar y suerte!
     
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  8.  
    Shayury

    Shayury Guest

    Hola!
    Gracias por avisarme:D y siento mucho no haberte contestado antes. Me ha encanto, ya que mientras leía parecía como si yo fuese esa persona y me ha encantado esa sensación. No quiero decir que me guste la sensación de impotencia y miedo, si no que me evadido y era como si estuviese presente. En cuanto al tema de sangre me ha dado un poco de grima y también me he visto identificada con la protagonista pero en vez con las agujas si no con la acción de sacar la sangre XD.
    Cuando escribas algo nuevo, avísame. Porfa!!
    Tu amiga
    Adiós!! =)
     
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  9.  
    Tubbiefox

    Tubbiefox Entusiasta

    Virgo
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    29 Mayo 2010
    Mensajes:
    116
    Pluma de
    Escritor
    Y entonces, porque la tipa no se fue a hacer el segundo examen de sangre, no se le detectó que tenía una enfermedad mortal hasta que ya era muy tarde, y murió.

    ... ¿no pasó eso?, ¿en serio? ¿No pasó nada? ¿Ninguna consecuencia, nadita? ¿Ni un castigo por parte de la madre... ni una nalgada por mal portada? Bueh...

    En el inicio tuviste un lag. Como que te trabaste, y nunca avanzabas a la dichosa historia traumante. El argumento no es original y le falta mayor esfuerzo. Vamos, el miedo a las agujas es súper común. La experiencia de la enfermera nueva que nunca le atinó al brazo tampoco fue la más creativa, ni novedosa. Se sintió bastante al final que no hubiera ninguna repercusión, al menos para el que entró a leer la actividad. Si dejamos la actividad a un lado, no queda mal.

    ~

    Bien contada y bien justificada, buen manejo de las emociones de la protagonista, desde principio a fin. Hasta se siente como si tú fueras ella, que es alguien real, porque indudablemente lo que expresó a lo largo de la historia fue real. Ése fue el mayor fuerte de la historia.
     
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