Maldición de luna nueva [Sessho&Kago]

Tema en 'Fanfics Abandonados de Inuyasha Ranma y Rinne' iniciado por sora_tsuki, 10 Marzo 2011.

  1.  
    inariamy

    inariamy Usuario común

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    Hola, me han borrado mi anterior comentario, mmm bueno antes que nada gracias por avisarme, haaa pero por que lo dejas ahi, esta tan bueno, jajaja Sesshomaru ya comienza a sentir cositas por Kagome, haaa muero por ver como se desarrollara este amor, haaaa aunque tambien quiero ver que podran hacer para controlar esa maldicion, pero en fin, mmmm pues trata de poner un poco mas de comas, vi que en una parte se te olvido, no es la gran cosa, pero lo digo para que no me borren el comentario, haaa tambien cuando escribas el guion del personaje comienza con mayuscula, en fin, me ha facina este capitulo te doy un 1o ^^ nos vemos en el siguiente.

    ina-chan ^^
     
  2.  
    sora_tsuki

    sora_tsuki Entusiasta

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    Hola a todos y gracias por los comentarios, hoy les tengo un capitulo que particularmente me costo escribir pero que también cuando empece no pude detenerme jeje, este es el preámbulo a uno de los recuerdos más ocultos de Sesho de verdad las sorprenderá de aquí a dos capítulos más, si es que no se me alargan mucho los capítulos, también veremos más acercamiento en nuestra parejita jeje
    bueno sin más que decir ¡disfruten el capitulo!
     
  3.  
    sora_tsuki

    sora_tsuki Entusiasta

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    Maldición de luna nueva [Sessho&Kago]
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    Fase: luna creciente

    Capitulo 13: La isla de los onis

    — ¿Acaso piensas quedarte ahí?—dijo frente a ella, fríamente para luego darse la vuelta y empezar a caminar en dirección al oeste.

    Debía de ser sincera, aunque sea consigo misma, esperaba que le tendiera la mano para ayudarla como cuando llego de su época pero…bueno, que esperaba era Sesshômaru después de todo.

    —Por supuesto que no, volverme más fuerte es lo que deseo— respondió poniéndose de pie.

    Sesshômaru volteo a verla y un sonrisa maligna se enmarco en su rostro, kagome contuvo el miedo dentro de ella, ¿qué era lo que pensaba Sesshômaru para sonreír de esa manera tan malvada?

    —Ya veo—dijo— entonces comenzaremos ahora.

    Sesshômaru comenzó a avanzar entre los arboles de salto en salto, en unos instantes ya estaba lejos de su vista.

    — ¡Espere Sesshômaru sama!—grito Kagome corriendo detrás de él.

    El atardecer llego rápidamente y Kagome había llegado a su límite humano.

    —Ya no…puedo…más—dijo cayendo de rodillas en el suelo muy agotada.

    Delante de ella apareció Sesshômaru con una sonrisa burlona.

    —eso es todo, que patético.
    —Soy humana, me canso— le replicó
    —no lo eres, tienes que aprender a usar tus habilidades, esas que no usabas por que el odioso de Inuyasha te ha mal acostumbrado.

    Kagome solo lo miraba molesta, en parte tenía razón, jamás tuvo que correr mucho ya que si había una urgencia Inuyasha la llevaba en su espalda y listo, si no estaba él era Kirara o Shippo.

    — ten en cuenta que yo no tendré ninguna consideración contigo, así que levántate.

    La expresión fría de su rostro le envió el aviso que necesitaba y sacando fuerzas, de quien sabe dónde, se puso de pie y siguió a Sesshômaru.

    Fueron tres largos días donde no paro de correr y saltar entre los árboles, día y noche, solo comía una vez al día y ese era su único descanso, al cabo del tercer día ya podía seguirle el ritmo a Sesshômaru entre los árboles, claro detrás de él ya que cuando estaba a punto de alcanzarlo él siempre aumentaba su velocidad.

    Fue en la noche del tercer día que llegaron al castillo y Kagome se maravilló de la inmensidad y elegancia de los aposentos de Sesshômaru.

    —Mañana entrenaremos a primera hora.

    Fue lo único que escucho de Sesshômaru antes de que desapareciera dentro del castillo.

    —Es hermoso— dijo observando la entrada del castillo rodeada de jardines.

    Se quedo unos instantes allí observando las flores, tocándolas delicadamente, pétalo por pétalo.

    — ¡Señorita kagome!—grito Rin saltando a sus brazos.
    —Rin.
    —Bienvenida—le sonrió con gran sinceridad.

    Su alma se sintió reconfortada con la sonrisa de la pequeña Rin, una sincera y llena de comprensión, sin quererlo las lágrimas brotaron de sus ojos.

    —muchas gracias Rin.
    —señorita kagome, Rin estará siempre aquí para usted.

    Ambas se abrazaron y sintieron como si hubieran encontrado comprensión entre ellas, cuando se separaron Rin tomó la mano de kagome jalándola dentro del castillo.

    —venga, Rin le enseñara su habitación.

    Cuando llego a la estancia se sorprendió de la elegancia del castillo, definitivamente era digno de un lord, pero por alguna extraña razón le parecía tan familiar. Subieron por las escaleras llegando a un corredor con habitaciones.

    —esta será su habitación, señorita Kagome.
    —gracias Rin.
    —si quiere ver a Rin, la habitación está al frente, la habitación de Sesshômaru sama esta al final del pasillo es la más grande y bonita...bueno hasta mañana señorita Kagome.
    —buenas noches Rin.

    Kagome cerró la puerta de su habitación, definitivamente todo era lujo, ¿por qué Sesshômaru dejaría esto para cazar a Naraku? Aunque, según tenía entendido, antes de que quisiera matar a Naraku tampoco habitaba el castillo, ¿que pudo haberlo alejado de aquí?

    — Bueno algún día se lo preguntaré—dijo acostándose en la cama—definitivamente esto es muy cómodo, pero primero un baño.

    Luego de disfrutar de un ducha reparadora busco algo de ropa en los armarios, encontró bellos kimonos y trajes de sacerdotisa.

    —Definitivamente usare este mañana— dijo sosteniendo una traje de sacerdotisa de color violeta con el símbolo de la luna en las mangas.

    Dejo el traje en el armario y se dispuso a descansar.

    — Esto será mi vida después de matar a Naraku—las lagrimas caían por sus mejillas—Acaso, ¿podré ser feliz aquí?

    Sus manos apretaban fuertemente la almohada, pensaba en su futuro, en su madre, su hermano, el abuelo, sus amigas, también el pasado, Sango, Miroku, Shippo en especial… alguien que no podía sacar de su mente…

    —Inuyasha.

    Y con ese último pensamiento cayo dormida.

    Se sentía tan cansada que ya no podía mantenerse en pie así que se sentó en las raíces del árbol más cercano para poder descansar, dirigió su rostro hacia el cielo y el tono rojizo del día le indicaba que la noche se aproximaba, había transcurrido un día más desde que llego al castillo del oeste.

    —Señorita Kagome, tenga—dijo Rin entregándole un recipiente con agua.
    —Muchas gracias Rin— respondió Kagome.

    La pequeña Rin solo sonreía a su lado.

    —Es todo por hoy— dijo Sesshômaru sin ni una sola gota de sudor.
    — ¿Cómo le está yendo a la señorita kagome Sesshômaru sama?
    —Desastroso.
    — ¡Hey no me va tan mal! — se defendió kagome— ya puedo correr a su velocidad.
    —De verdad eres insoportable, pero ya que crees estar lista…

    A kagome no le agrado nada como iba a terminar la frase.

    — Prepárate para esta noche.
    — ¿Qué quiere decir con eso?

    El no le respondió, tan solo entro al castillo directo a su dormitorio, tal vez había sido una decisión precipitada pero ella no debía de confiarse de nada, tenía que aprender que nunca será lo suficientemente fuerte, y para Sesshômaru, era una lección que ella tenía que aprender por las buenas o por las malas.

    Kagome se encontraba en los jardines del castillo esperando a Sesshômaru, estaba muy oscuro era noche de luna nueva, ella odiaba esas noches, eran tan oscuras que sentía que en cualquier momento podía perder el control. En las penumbras vio la silueta de Sesshômaru acercándose.

    — Buenas noches Sesshômaru sama— dijo kagome haciendo una reverencia.
    —Sígueme iremos a un lugar para que entrenes tu maldición.
    —Yo no me siento lista para…
    — Has entrenado por seis días y mañana debes volver a tu época, para luego seguir tu camino con Inuyasha hasta que Naraku muera.
    — Y luego seré solamente de usted.

    Era un gesto amable por parte de Sesshômaru permitirle permanecer con sus amigos hasta que Naraku sea derrotado, según él solo buscaba un beneficio y le serviría mejor de informante que de guardaespaldas.

    Para él nada era amabilidad, todo tenía un motivo, todo era estrategia pero, sea como sea, debía de agradecerle por darle tiempo.

    — Hasta que allá oportunidad no tendrás un entrenamiento conmigo.
    —Entiendo, disculpe mi atrevimiento Sesshômaru sama.

    Sesshômaru no respondió solo empezó a correr en dirección al sur, kagome lo seguía, la noche era demasiado oscura y casi no se podía ver nada le era muy difícil seguir a Sesshômaru por detrás, de pronto llegaron a una isla que era iluminada por postes de fuego, Sesshômaru descendió en el centro y kagome hizo lo mismo.

    —Ven — le ordeno sacando un vendaje de su traje.
    — ¿Para qué es eso Sesshômaru sama?

    Él se coloco detrás de ella y coloco el vendaje en sus ojos, le dio un par de vueltas y luego lo amarro.

    —Entrenaras tus sentidos.
    — ¿Luchare contra usted?
    —No— dijo Sesshômaru alejándose de ella mientras kagome extendía los brazos con la intensión de no dejarlo ir.

    Ella le temía a las noches de luna nueva, pero más que a eso era a la oscuridad y la incertidumbre.

    — ¡Espere Sesshômaru sama!— dijo cuando sintió que se alejaba de ella.
    —Me iré de aquí y volveré antes del amanecer.
    — ¡Que!— dijo kagome asustada percibiendo varias presencias malignas—Espere hay…
    —Onis, ellos habitan en esta isla— dijo fríamente— Tienes que sobrevivir.
    — Pero Sesshômaru sama— tratando de quitarse la venda, Sesshômaru se acerco rápidamente a ella.
    — Ni se te ocurra sacerdotisa— dijo sosteniendo sus manos —Hazlo y yo mismo acabare con tu vida.

    Sus amenazas la hacían temblar pero no era lo que más le preocupaba, y Sesshômaru sabia cual era su preocupación, era muy peligroso lo que hacía pero ella debía de aprender a controlar su instinto, y esa era la única manera.

    Hacerla pelear en la oscuridad por su vida.

    —Tengo…miedo Sesshômaru sama— escapo de sus labios, y ahora era ella quien sostenía el único brazo de su lord.

    No le respondió y solo se alejo de ella dejándola sola en la isla.

    — ¡Sesshômaru sama!— gritó pero su presencia se alejaba cada vez más.

    Trato de concentrarse en su entorno, los onis se acercaban cada vez más a ella y la energía maligna que despedía toda la isla la estaba asfixiando, saco la espada de su cinto y comenzó con la batalla.

    En la copa de un árbol, Sesshômaru observaba a lo lejos la isla, tratando de percibir lo que ocurría. La batalla se prolongaba y los onis a se acercaban a ella cada vez más, Sesshômaru pensó que era la maldición lo que los llamaba a ella, las presencias malignas se juntaban a su alrededor.

    Cerró los ojos para poder percibir mejor la situación, la energía de kagome se debilitaba cada vez más y los onis aumentaban en número, de pronto el número de onis empezó a disminuir.

    —Al parecer la sacerdotisa está mejorando.

    Por un tiempo las esencias no cambiaban, y la misma cantidad de onis se podían percibir cerca de ella, como si el tiempo se hubiera detenido.

    Y el entendimiento llego a Sesshômaru.

    La maldición se había liberado.

    Espero que les aya gustado...
    Bueno es todo por hoy, ¡nos vemos!
     
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  4.  
    very very

    very very Iniciado

    Leo
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    hola!! me ha gustado mucho el capitulo, me da un poco de pena kagome, pobrecilla pero bueno es por su bien
    asique...
    la maldicion, espero que vaya toco bien y que los onis no le hagan nada y seguro que sesshomaru se queda sorprendido y todo.
    Pues nada que me ha gustado y espero que pronto pongas la conti.
    bss
     
  5.  
    Blood Dupre

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    Gracias por avisarme, me ha encantado el capítulo, como siempre Sesshomaru es igual de frío con la pobre de Kagome, que cada vez le tiene más miedo a la maldición, en fin aún conservas unos cuantos errores de acentos en tiempos pasados, además noté que algunos nombres los colocabas correctamente (mayúscula) y otros no, espero el próximo capítulo. Adiós.
     
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  6.  
    inariamy

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    Hola mmm no se por que me parecio mas corto este capitulo, pero en fin eso no le quita lo interesante, jajaja hay amo a Sesshomaru-sama jejejej me gusta como suena, en fin, me dejaste intrigada con el final, haaa y yo no queria que se valla de su lado, queria que se quede con el, haaa muero por saber que pasara ahora, mmmm esa rin com la amo, es tan linda jejeje, muchas gracias por avisarme, me quitas un peso de ensima, por que no soy muy buena recordando en que dicuciones estoy jejee, muchas gracias por tenerme en cuenta, y de nuevo me encanta tu historia desde la primera vez que la lei, sigues escribiendo asi, nos vemos.

    ina-chan ^^
     
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  7.  
    andi-chan

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    Géminis
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    olaaaaaaaaa gracias por avisarme me encanto la conti pero es que sesshomaru es demasiado cruel dejar sola a kagome en esa isla y encima con los ojos vendados es de locos pero estaba segura de que la maldicion se habia liberado con el miedo que tenia kagome ayy me encanto de nuevo gracias por avisarme pon la conti pronto y avisame

    bye,bessos
     
  8.  
    Miss Adidas

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    Piscis
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    Gracias por avisarme!! y perdón por la tardanza.
    Que malo es sesshomaru, mira que dejarla ahí sola y con los ojos vendados y de noche y rodeada de onis y espero que no le hagan nada. Y la verdad es que a mi también me da un poco de pena, pero como es por su bien aunque creo que su entrenamiento es algo duro pero es eficaz jeje.
    Espero conti ^^

    Merii-chan
     
  9.  
    sora_tsuki

    sora_tsuki Entusiasta

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    hola a todos y perdón por el retraso, como ya había publicado en mi perfil hace algunas horas, aqui esta el capitulo correspondiente.
    Perdon por el retraso de nuevo, comenzaron mis clases en la universidad y otra vez estoy atareada pero continuare no se precoupen jeje, bueno aqui les dejo el capitulo espero que sea de su agrado y gracias por sus comentarios.
    nos vemos.
     
  10.  
    sora_tsuki

    sora_tsuki Entusiasta

    Cáncer
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    Maldición de luna nueva [Sessho&Kago]
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    Fase: luna creciente

    Capitulo 14: Después de tu sangre, tu amabilidad.

    Corrió a todo lo que le daba su velocidad para llegar a la isla, al acercarse vio los cadáver mutilados en el suelo y a kagome de espalda en medio de todos ellos rodeada de sangre y fuego, su espada yacía en el suelo.

    Los había asesinado con sus manos. A todos.

    No había ni una sola presencia más en el lugar solo las suyas. Se acerco a ella sigilosamente sintiendo la esencia maligna salir de su interior.

    — ¡Sacerdotisa!— la llamó autoritariamente— ¡Responde!

    La volteo bruscamente y lo que vio no le agrado.

    La venda se había caído y se podía ver claramente uno de sus ojos, era algo que él ya había visto.

    Rojo brillante sin expresión alguna.

    Pero eso no era lo más impactante en ella.

    Al observar detenidamente los cadáveres Sesshômaru se percató de cuan grave era la situación.

    —Tú… has bebido la sangre de los onis.

    Una sonrisa apareció en el rostro de la sacerdotisa, una llena de maldad y satisfacción. Hábilmente se quito lo que quedaba de la venda arrojándola al suelo.

    —Esto es muy incomodo, ¿no crees Sesshômaru?— dijo altaneramente

    Su tono de voz era distinto al igual que su forma de hablar, era claro que esa ya no era kagome.

    — ¿Quién eres?
    —Valla eres rápido
    —Habla
    — No pretendo usar el mismo nombre que ella, es repulsivo, solo diré que soy su maldición, luego me ingeniaré un nombre o tal vez usted tenga una para mi “Sesshômaru sama”— dijo en un tono burlón imitando la voz de Kagome.
    —No juegues con tu vida
    — ¿Vida? Yo no tengo una vida debo de depender del cuerpo de esta estúpida humana, por lo menos antes me divertía usando un cuerpo de Naraku.
    — ¿Naraku?
    —Así es, él me dio un cuerpo, era pobre y de poca fuerza nada comparado con el de Kagome, donde puedo liberar todo mi poder, solo tengo que apagar el brillo de su alma y la sangre de estos oni me servirá, su energía maligna la hundirá.

    Sesshômaru se hartó de escucharla y tomo su espada, colmillo sagrado.

    — ¿Pelearas conmigo? Es lo que he estado esperando.

    Se lanzó al ataque rápidamente, sus habilidades eran mejores que las que había visto mientras entrenaba a kagome y cada vez que pasaba más el tiempo su velocidad aumentaba, hasta que un ataque lo atravesó en el pecho.

    —Sesshômaru pensé que serias más fuerte— dijo sacando su mano del pecho de Sesshômaru.

    La sangre del youkai caía al suelo, nunca había sido herido de esa manera pero eso no era suficiente para debilitarlo.

    La sangre del lord estaba en sus garras, y no pudo resistir la tentación de probarla como en aquella ocasión, lamio sus garras y sus ojos se iluminaron en rojo nuevamente pero esta vez más destellante.

    — ¡Fantástico!—gritó extasiada por el sabor— ¡quiero más, quiero todo! —dijo lanzándose sobre Sesshômaru, este trataba de esquivar los ataques pero la velocidad de Kagome aumentó debido a su sangre pero de pronto su velocidad disminuyo drásticamente y su cuerpo empezó a palpitar, el alma de kagome quería salir a la superficie.
    — No…es…posible—murmuró cayendo al suelo

    Sesshômaru se percato de la reacción al beber su sangre, al parecer le otorgaba un poder impresionante, por lo que podía sentir, pero a la vez la paralizaba.

    —Mi sangre es veneno para ti.

    Sus ojos brillaban en rojo pero este se empezaba a opacar, aun así ella extendía sus brazos dispuesta a robar la sangre del lord.

    —Así que ¿aún quieres mi sangre? —dijo Sesshômaru altaneramente sujetándola de un brazo alzándola del suelo.
    — No… no la quiero— jadeaba tratando de contener su sed.

    Sus instintos le clamaban por su sangre llena del poder de los inuyoukais pero sabía que despertaría el alma de Kagome si bebía de él.
    Sesshômaru la dejo caer fuertemente al suelo, logrando que el brazo de la joven se rompiera en la caída, con sus garras se hizo un corte en el cuello y la sangre broto de él, y ella no pudo contenerse más. Con gran velocidad se lanzo sobre el youkai arrinconándolo contra un árbol quedando sentado en las raíces del árbol mientras Kagome respiraba agitadamente sobre él.

    — ¿Qué estas esperando?, bebe tu veneno.

    Su sed no pudo más y se acercó al cuello del youkai, lamió con desesperación la herida del cuello del youkai saboreando la sangre de él, sus brazos que se apoyaban con dolor en el torso del youkai se posicionaron en su cuello y bebió sin detenerse.

    Sesshômaru no se percato del tiempo que había pasado, su visión se hacía borrosa y sus fuerzas se debilitaban cada vez más, perdía sangre no solo porque Kagome la bebía con desesperación sino también por la profunda herida de su pecho.

    Súbitamente los labios de Kagome se detuvieron.

    —Sesshômaru… sama— escucho la voz débil de una Kagome exhausta de luchar consigo misma, el peso de la joven cayó en el pecho del lord, apoyando su cabeza en su cuello— ¿Qué fue lo que le hice?
    —Esto no es nada para mi sacerdotisa—dijo visiblemente cansado.

    Kagome quiso levantarse para observar a Sesshômaru, podía sentir el calor de la sangre de su lord esparcida en el suelo, intento apoyar su manos en el pecho del lord pero el fuerte dolor de su brazo derecho se lo impedía, pero su curiosidad podía más, al observar a Sesshômaru se dio cuenta de la gran herida en su torso, inmediatamente observo sus manos comprobando su teoría.

    Ella había herido a su lord profundamente, y él perdía sangre cada vez más rápido, se mordió los labios en señal de su amargura y se percato del sabor metálico en ellos, y comprendió porque Sesshômaru no podía curar su herida.

    Había bebido de su sangre, demasiada sangre como para impedir el proceso de regeneración de los inuyoukais.
    Se sintió miserable, se sintió una bestia sin control.

    Sesshômaru vio el cuerpo de la joven temblar y el olor a sal fluyendo de su ojos mientras observaba sus manos y luego lo miraba a él, ella quiso voltear a ver que más desastres había provocado pero Sesshômaru se lo impidió, apoyo su única mano en la espalda de kagome atrayéndola a él.

    —Será mejor que no veas— le susurró

    Kagome se sorprendió de las palabras del lord confirmando lo peor.

    —Lo siento mucho Sesshômaru sama…perdón— dijo kagome aferrando sus manos en la ropa del lord.
    —Volveremos al castillo, necesitas descansar
    —Sesshômaru sama pero está muy débil— dijo Kagome aún sobre él
    —Esperaremos al amanecer.
    —Como usted diga.

    Kagome quiso levantarse para dejar a Sesshômaru descansar, sin su peso sobre él.

    —Sesshômaru sama yo…—dijo levantándose.
    —Será mejor que te quedes quieta— le respondió reafirmando su agarre, pero esta vez en la cintura de la joven.

    Kagome se acomodó en el pecho de Sesshômaru, y cerró los ojos tratando de descansar un poco pero el dolor de su brazo derecho era intenso.

    Al percatarse de su dolor Sesshômaru tomo el brazo de la joven con delicadeza, examinándolo.

    —Esta dislocado
    — Duele— El tacto de Sesshômaru a pesar de ser delicado causaba mucho dolor kagome.
    —Tendrás que aguantar, lo voy a regresar a su posición— Sesshômaru tomo firmemente el brazo de la joven y con un hábil movimiento lo regreso a su posición natural.

    Kagome al sentir el inmenso dolor solo sujeto fuertemente las ropas de Sesshômaru en un intento de no gritar. Ahora en su posición natural el dolor comenzaba a disminuir.

    —Gra…cias Sesshômaru sama.

    El youkai no respondió, pronto Kagome quedo dormida más aliviada de su dolor, Sesshômaru se encontraba débil pero se reusaba a caer dormido, prefirió observar el rostro sereno de Kagome mientras dormía, era algo que no había visto en mucho tiempo.

    Poco a poco la debilidad y el sueño vencieron al lord y este cayo dormido.

    — ¡Sesshômaru sama! ¡Sesshômaru sama!

    La voz chillona que se acercaba en el horizonte despertó al lord de su sueño, el amanecer había llegado a la isla y el paisaje había cambiado completamente.

    — ¡Sesshômaru sama! ¡Sesshômaru sama!

    Los gritos de su subordinado despertaron a Kagome.

    — ¿Sesshômaru sama como se encuentra?— pregunto la joven sin moverse de su posición, evitando mirar hacia atrás.
    —Puedes mirar— le respondió.

    Kagome poco a poco se reincorporó quedando sentada al lado del lord, con miedo volteo a ver el lugar donde ella había asesinado a todos los onis y se sorprendió al ver que no había ningún rastro de ello, los cadáveres habían desaparecido, al igual que el fuego y la sangre, en su lugar había una hermosa vegetación, era un hermoso campo de flores.

    — ¿Cómo es posible?—se cuestionó la joven
    —esta isla permanece de esta manera todo el tiempo excepto en las noches de luna nueva, esas son las noches en que esta isla se trasforma en un campo de batalla para todo tipo de criaturas malignas, especialmente los onis, tu padre venia aquí para liberar su maldición.
    —entiendo, pero…no deja de ser una terrible masacre ¿verdad?, eso no cambiará no importa que criaturas sean.
    —pero es mejor aquí, donde esos seres buscan eliminarse unos a otros todas las noches de luna nueva que un pueblo inocente— le respondió Sesshômaru.
    —supongo que tiene razón.

    — ¡Sesshômaru sama! ¡Sesshômaru sama!

    De nuevo la voz fastidiosa de Jaken.

    Tan ciego era ese sirviente suyo para no darse cuenta de donde se encontraba.

    Furioso tomo una la piedra cercana a él y la lanzo directo a la cabeza de Jaken, este cayó de Ah-Un directo al suelo frente al lord.

    Kagome emitió una pequeña risa ante el comportamiento infantil de Sesshômaru.

    — ¡Jaken levántate!

    Se puso de pie torpemente y se acercó a su lord.

    — ¿Sesshômaru sama se encuentra bien?
    — ¿Porqué demoraste tanto?
    —Es que esa pequeña molestosa quería venir e hizo todo lo posible para que la trajera pero…

    La bota de Sesshômaru se poso duramente en la cabeza de Jaken haciendo que este callara.

    Kagome solo observo la escena divertida.

    —Ya vámonos— dijo caminando hacia kagome.

    Se agacho y la cargó con ayuda de su estola.

    —Sesshômaru sama estoy bien yo puedo caminar—dijo kagome sonrojada.

    Jaken no podía creer lo que veía.

    —Eres muy molesta sacerdotisa.

    Posiciono a Kagome delicadamente en el lomo de Ah-Un, el dragón se elevaba por los aires con kagome en él.

    —Espere por favor Sesshômaru sama, está mal herido sería mejor si usted viaja conmigo… es decir en Ah-Un.

    Sesshômaru, desplegando su estola dio un salto para estar a la altura de kagome.

    —no me subestimes sacerdotisa, o es que acaso —dijo sonriendo altaneramente, se acerco al rostro de la joven y le susurró en el oído— ¿dormiste tan cómodamente que quieres repetirlo?

    El rostro de Kagome se encendió en rojo.

    — ¡yo no me refería a eso Sesshômaru sama! —dijo sonrojada y enojada.

    Sesshômaru emprendió vuelo en dirección al castillo del oeste sin voltear a verla, ya se imaginaba su rostro con eso era suficiente para él.

    —No me deje aquí Sesshômaru sama— gritó Jaken sosteniéndose de la estola de su lord antes de que se escapara de su alcance.

    Iba muy pensativo todo el camino de regreso, le preocupaba el hecho de que kagome no pudiera controlar su maldición, ella todavía sonreía como siempre pero ¿cuánto tiempo más lo haría hasta que fuera consumida por el dolor y la culpa?, con más razón ahora que se marcharía al lado del causante de todas sus tristezas.

    La ira se apodero de él, pero no podía hacer nada en contra de los deseos de Kagome de permanecer al lado de sus amigos hasta que Naraku fuese eliminado.

    Las puertas del castillo se abrieron para ellos, Rin los esperaba en la entrada muy feliz de verlos de nuevo.

    — ¡Sesshômaru sama bienvenido!—dijo alegremente

    Ah-Un descendió delante de Sesshômaru, y él ayudo a la sacerdotisa a bajar del lomo del dragón, otra vez la tomo con ayuda de su estola y la transporto dentro del castillo.

    Los ojos de Rin se iluminaron de repente y una sonrisa se formo en su pequeño rostro.

    —Jaken sama al amo le agrada la señorita kagome— le dijo al oído del youkai sapo que se encontraba en el suelo luego de caer bruscamente de la estola del lord.
    —Que tonterías dices niña— se levantó del golpe y caminó hacia el castillo persiguiendo a Sesshômaru, Rin lo siguió.
    — ¿Entonces porque lleva a la señorita Kagome cargada a su habitación?— la habló bajo.
    — pues…hay yo que se niña pero al amo no le agradan los humanos, peor aún la mujer de Inuyasha— le respondió en el mismo tono pero para los oídos sensibles de Sesshômaru es como si lo estuvieran gritando y Jaken no vio llegar la bota de Sesshômaru directa en su cara, otra vez.
    — ¡Silencio Jaken tu voz me irrita!
    —Se lo dije— le susurró Rin.
    — ¡Rin!— le llamó Sesshômaru
    — ¿Si Sesshômaru sama?—respondió la niña
    —Sígueme
    —Como usted ordene Sesshômaru sama.

    Llegaron a la habitación asignada a Kagome, Rin abrió la puerta y Sesshômaru dejo a Kagome en la cama con algo de delicadeza.

    —Rin hazte cargo.
    —Si Sesshômaru sama.

    Sesshômaru se marcho en dirección a su habitación, mientras caminaba quitó la estola que cubría su herida para ver su estado, al parecer se estaba recuperando pero el proceso era lento, un herida como esa en solo una noche ya estaría bien pero debido a la pérdida de sangre estaba a la mitad del proceso.

    Ingreso a su habitación, y se quito lo que quedaba de su armadura, necesitaba descansar.

    — ¿Señorita Kagome que fue lo que le pasó?— dijo Rin limpiando las heridas del cuerpo de la joven.

    Kagome solo se limito a agachar su cabeza y Rin entendió lo que había pasado.

    —No se preocupe señorita Kagome, el señor Sesshômaru es muy fuerte, una herida como esa no le hará daño.
    — ¿Te percataste?
    — Ajap, Rin pudo verla cuando el amo la ayudo a bajar de Ah-Un, él la cubría con su estola pero Rin se dio cuenta.
    —Fue mi culpa yo lo ataque, debe estar enojado conmigo— le respondió tristemente.
    —no lo creo, aunque el amo no expresa sus sentimientos abiertamente, cuando ve sus ojos puede darse cuenta de lo que en verdad siente, Rin aprendió a hacerlo con el tiempo, por eso cuando la bajo de Ah-Un, Rin pudo ver solo una cosa.
    — ¿Qué viste Rin? — preguntó ansiosa
    —Preocupación por usted.
    — ¿Por…mi? —dijo Kagome sin poder creerlo del todo.
    —Y usted también lo está ¿no es así? —Dijo sonriendo inocentemente—Usted también lo quiere ¿verdad?

    A Kagome le tomó un poco de tiempo responder la pregunta de Rin. Era cierto que en la semana que había permanecido en el castillo notó que Sesshômaru no era precisamente un ser malvado, era cierto que era estricto y serio pero siempre era atento con ella y Rin, más aun con Rin, siempre la cuidaba, era como un padre y estaba segura que Rin también lo veía así, entonces…

    ¿Qué significaba Sesshômaru para ella?

    Una sonrisa escapo de sus labios.

    Se había dado cuenta que aunque su maldición queria su sangre y su poder, ella, Kagome, solo queria una cosa.

    —Así es Rin, yo también lo quiero.

    Quiero la amabilidad que solo ese frió youkai puede darme.

    Luego de que Rin se marchara la tarde transcurrió sin preocupaciones en su mente, aunque había algo que pasaba por su cabeza, ¿Qué excusa le daría su madre a Inuyasha cuando valla a buscarla? Se supone que hoy Inuyasha vendría a buscarla, bueno a su época.

    Algo llamó la atención de Sonomi mientras limpiaba el templo, sentía la presencia de Inuyasha acercándose al pozo.

    — ¡Souta ahora! —gritó Sonomi.

    Souta salió de la casa de a toda velocidad con algunas pertenencias de Kagome en dirección al hospital más lejano, después de todo su resistencia y velocidad habían aumentado con el tiempo y el arduo entrenamiento dirigido por su madre.

    Sonomi siguió limpiando el templo esperando a que Inuyasha hiciera su aparición frente a ella y no tuvo que esperar mucho.

    —Inuyasha que bueno verte— le sonrió Sonomi.
    —Hola señora— dijo mientras olfateaba los alrededores.

    Sonomi se percato de las acciones de Inuyasha y sonrió internamente al ver que fijaba su vista en las afueras del templo.

    — ¿Dónde está Kagome? — preguntó el hanyou.
    —ella tuvo que ir al hospital, hoy tuvo una pequeña recaída, no es nada de qué preocuparse estoy segura que en un par de días volverá de nuevo a su viaje— mintió hábilmente Sonomi.
    — Ya veo— respondió— está algo lejos ¿no es así?
    — Así es, no te preocupes yo le avisare que estuviste aquí— dijo Sonomi en forma de despedida.
    —Gracias— le dijo y se marchó en dirección al pozo.

    Una vez que cruzó por el Sonomi respiro aliviada.

    — ¿Kagome que estarás haciendo que no vuelves pronto? seguro que Sesshômaru te ha retenido más tiempo de lo previsto—dijo sonriendo
    fijando su vista en el cielo —bueno después de todo no puede vivir sin su "pequeña prometida"— rió Sonomi entrando a su casa.

    --------------------------
    Bueno queridos lectores eso es todo por hoy espero que les aya gustado, creo que me salio algo largo...es para que aguanten hasta el proximo jeje.
    Nos vemos, los quiero.
    Sora Tsuki
     
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  11.  
    KimNaNa

    KimNaNa Iniciado

    Virgo
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    Hola Sora:
    Déjame decirte que tu historia me ha enganchado por completo, es realmente buena, me gustaría un poco que separaras el cambio de escena porque como el texto es corrido no me doy cuenta que a cambiado de situación hasta que leo dos o tres renglones. De resto me encanta, tu narración es muy fluida y es fácil divagar en ella. Pobre sess casi se desangra por culpa de kagome! pobre y también ella, kag, esa maldición le esta haciendo mucho daño no solo física sino también sicologicamente, debe ser duro para ella ver a tanta gente sufrir por su culpa. Me dejo intrigada esa ultima parte que dijo sonomi: pequeña prometida? o.o, es decir que kagome esta comprometida con sess desde niña?. Esto se pone cada vez mas interesante. Porfa avisame cuando lo continúes ^^
     
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  12.  
    Kahoko

    Kahoko Iniciado

    Virgo
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    kyaaaaaaaaaaaaa!!, como me puedes dejar asi...
    que es eso de que kagome es la prometida de Sesshomaru-sama...>u<
    envidio a Kago-chi, aunque estoy en la misma posicion que Rin-chi, siento lo mismo que ella...
    muy buen capitulo y la trama estuvo buenisima, no puedo corregirte los verbos o esas cosas...
    pero si espero, por favor que me avises de la proxima conti, porfavor..T_T
    y espero la conti pronto..sino me muero...te admiro y tienes una fans de esta historia..
     
  13.  
    Blood Dupre

    Blood Dupre Usuario VIP

    Tauro
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    Gracias por avisarme Sora_tsuki, la trama se puso emocionante en esté capítulo es más me gusto la parte donde se quedan juntos en aquel campo, lo único que voy a remarcar es que algunos nombre los colocaste en minúsculas, cambiaste algunas letras y te faltan acentos, recuerda que solo/sólo se acentúa cuando equivale a solamente, en fin espero el próximo. Adiós.
     
  14.  
    xkagomex

    xkagomex Entusiasta

    Piscis
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    Hola! gracias por avisarme.
    Te quedó genial el capítulo, cada vez más interesante...me gustó la parte en la que Sesshomaru sujetó Kagome para que no viera su herida, y cuando la montó en Ah-Un
    *.* joo que envidiaaaa... y además... que es eso de "Su pequeña prometida" ¿de verdad? . Tengo mucha curiosidad, intriga...me volveré locaaaa jaja. Bueno espero que la continues pronto. Saludos!
     
  15.  
    very very

    very very Iniciado

    Leo
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    hola!! gracias por avisar y perdon por tardar tanto.
    me encanta la continuacion ya se nota que las cosas cambiaran jaja
    me encanta que Sesshomaru se preocupe por Kagome, pobre le ha echo daño y se diente super mal,pero bueno Sesshomaru es muy fuerte.
    Me gusta mucho Rin que le dice a Kagome una forma de ver los sentimientos de Sesshomaru.
    bueno pues me despido y espero con muchas ganas la continuacion.
    bss
     
  16.  
    inariamy

    inariamy Usuario común

    Sagitario
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    Hola, disculpa por la tardanza, jejeje tengo muchas cosas que hacer en la uni, pero en fin, garcias por avisarme, pues bien amiga, me ha encantado la continuacion y mas la escena de esos dos tortolos, haaaa yo me pondria igual que Kagome, neviosa, jajaja y como que la "pequeña prometida" haaaa espero que lo pongas en la siguiente continuacion, cada vez me atrapa mas tu historia, haa esperemos que los mejor este por comenzar jejeje, espero con ancias la proxima, nos vemos.

    ina-chan
     
  17.  
    andi-chan

    andi-chan Entusiasta

    Géminis
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    gracias por avisarme me encanto la conti y perdono me por haber posteado tan tarde me encanto cuando sesshomaru abrazo a kagome y le ayudo a subir en ah un pon la conti pronto y avisame

    bye,bessos
     
  18.  
    sesshxkag

    sesshxkag Iniciado

    Acuario
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    me gusto mucho este cap aunque la verdad me facina ver a sessh preocupado por kag!!! espero cconti pronto!!!
     
  19.  
    sora_tsuki

    sora_tsuki Entusiasta

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    ¡hola a todos! muchas gracias por los comentarios de verdad me ayudan a continuar, bueno hoy les tengo un capitulo largo...me encantó escribirlo aunque ahora debo comenzar con el siguiente capitulo estoy algo preocupada puede que demore algo asi que espero que esto les ayude a aguantar hasta que tenga algo jeje.
    que lo disfruten, espero comentarios, sugerencias y correcciones como siempre son bienvenidas.
    las quiero.
     
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  20.  
    sora_tsuki

    sora_tsuki Entusiasta

    Cáncer
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    Escritora
    Título:
    Maldición de luna nueva [Sessho&Kago]
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    20
     
    Palabras:
    6362
    Fase: luna creciente

    Capitulo 15: jamás será mi pequeña prometida

    La noche se hizo presente más rápido de lo que había pensado.

    Cuando Rin la dejo en su habitación luego de curarle las heridas, lo único que hizo fue recostarse en el marco de la ventana y observar el paisaje.

    El sentimiento de soledad la había invadido, y también el de culpa. Observaba atentamente sus manos, ¿cómo es posible que sus manos, aquellas manos que curaron a tantas personas y corazones, sean capaces de tales atrocidades?

    Sin darse cuenta cerró fuertemente las manos provocándose pequeñas heridas, a pesar de ello…

    —este dolor no es nada comparado con el que le cause a tantas personas.

    Se levanto del alfeizar y se acercó al espejo que se encontraba en una esquina de la habitación, se observo de pies a cabeza, el kimono que traía puesto lucia algo arrugado y caía por sus hombros, ni que decir de su rostro lucia cansado y demacrado, y bueno sus ojos marrones estaban apagados.

    —Eso es bueno— se consoló.

    Se sumergió en su reflejo, el viento entró por la ventana moviendo la flama de la vela, jugando con la iluminación de la habitación.
    Por un momento sus ojos reflejaron en color de llamas y el sonido del espejo rompiéndose se escucho en la habitación, la sangre empezó a caer de sus manos producto del golpe y las piezas del espejo se suspendieron en el aire a su alrededor sin caer al suelo, su energía espiritual los mantenía a flote.

    Las piezas se alinearon frente a ella, especialmente seis de ellas, dos a la altura de sus muñecas, dos a la altura de los hombros, una a la altura del cuello y la ultima en dirección a su rostro.

    Ella permaneció quieta ante todo eso, como si no se percatara de lo que pasa a su alrededor, y sin darse cuenta cada una de las piezas del espejo lastimó su cuerpo en varios cortes.

    La sangre empezó a fluir de cada uno de los cortes, en especial de los que fueron provocados por las seis piezas más grandes, fue en ese momento que sintiendo el dolor Kagome recobró el conocimiento pero a pesar de ello no emitió sonido alguno y solo se conformo a mirar como la sangre escapaba de ella.

    —Después de todo esta sangre no es mía— dijo al percibir la esencia maligna en la sangre que fluía por sus heridas.

    La puerta se abrió intempestivamente dejando al descubierto a la sacerdotisa en el suelo desangrándose.

    —Sangre de oni— murmuró el youkai entrando a la habitación
    —Parece que mi energía espiritual no podía soportar la sangre de oni conviviendo en el mismo cuerpo—dijo desde el suelo observando la figura de Sesshômaru acercándose a ella.
    — ¿Tenias que hacer este desastre para librarte de la sangre de los onis?— la cuestionó levantándola del suelo.
    —Supongo que no pero es inconsciente— dijo aferrándose a él—Sesshômaru sama lléveme a un lago por favor necesito purificarme.

    No dijo nada y solo se limito a llevarla a un templo ubicado en la parte de atrás de los territorios del castillo.

    Al llegar Kagome noto lo parecido que era al templo donde su madre la había purificado, tal vez su madre la recreó en el templo de su casa.

    —Sesshômaru sama este templo…
    —Es el templo de la Luna, Sonomi lo mando a construir para poder purificar a Tamaki.
    —Ya veo, hizo uno en mi época supongo que era para mi
    —Es lo más probable— dijo entrando al templo dejando a Kagome en el agua.

    Por un tiempo la sangre siguió fluyendo de su cuerpo, Sesshômaru detestaba el aroma que provenía de ella, el agua del templo se oscurecía y en el rostro de kagome se podía notar el dolor que le provocaba.

    Cuando la primera gota de su propia sangre fluyo el agua se purificó y el dolor de las heridas paró.

    Pero aun así la sangre no se detenía.

    Kagome se levanto con dificultad siendo auxiliada por Sesshômaru.

    —Te llevare de regreso a tu habitación
    —Muchas gracias Sesshômaru sama

    Una vez en su habitación Kagome se dispuso a cambiarse en el baño, mientras Sesshômaru esperaba recostado en el marco de la ventana.
    El olor lo estaba fastidiando demasiado, era repugnante.

    Nada comparado con el olor que se escapaba de la habitación donde kagome tomaba un baño.

    Rápidamente llamo a una sirvienta para que limpiara el desastre ocasionado por la sacerdotisa, para cuando Kagome salió del baño su habitación estaba completamente limpia.

    — ¡Vaya!, sí que hay un gran servicio aquí.
    —Ya no podía soportar el olor de esa cosa en el suelo.
    —Lo sé es desagradable—dijo abrazándose a sí misma.

    Sesshômaru volteo a verla, vestía una yukata blanca atada en la cintura muy delicadamente, una manga caía por su hombros izquierdo dejando ver su piel y su cabello mojado caía por su rostro junto con pequeñas gotas de agua.

    Tan frágil.

    Tan Encantadora.

    Demasiado tentadora.

    Sus pensamientos se detuvieron al ver que la sacerdotisa se acercaba al marco de la ventana donde él se encontraba recostado, se arrodillo y tomo su única mano que colgaba a un lado de su cuerpo.

    Kagome tomó la mano del youkai delicadamente, mientras Sesshômaru solo la miraba esperando saber que era lo que pensaba la joven.

    —Sesshômaru sama— dijo mientras colocaba la mano de Sesshômaru en su cuello, muy cerca de una de las heridas ocasionadas por el espejo—mi vida le pertenece.
    — ¿a que se debe esto sacerdotisa?, creí que eso había quedado claro—disfrutando del tacto de la joven.
    —Lo sé pero necesitaba decírselo—le sonrió—He comprendido que no podría vivir sin su sangre. No hay nada que me pueda detener excepto usted, así que desde este momento para mí no existe nadie más que Sesshômaru sama en mi vida.

    Necesidad

    Eso era todo lo que la motivaba, definitivamente ella no era su pequeña Kagome no era la pequeña niña que vivía para él, no era su pequeña prometida.

    Después de todo mantener este tipo de relación era lo mejor, solo basada en beneficios mutuos.

    Sesshômaru retiro su mano del cuello de la joven.

    —Aún sangras—le dijo sintiendo el calor de la sangre de Kagome en su mano.
    —Hay seis heridas que no paran, son más profundas que las otras—respondió mostrándole las heridas—En mis muñecas, brazos, una en mi cuello y otra en mi rostro, supongo que sanaran pronto.
    — ¿Qué le dirás?
    — ¿A quién?
    —A Inuyasha cuando pregunte cómo te las hiciste.
    —Le diré que me caí o algo, puede llegar a ser muy ingenuo.
    —Lo sé pero él conoce de heridas, no te creerá
    —Bueno tendrá que creer ya que no hay manera de hacer que desaparezcan—dijo cruzándose de brazos.
    —Bebiste mi sangre ¿no? —Kagome asintió con la cabeza—Lame tus heridas.
    — ¿eh? —dijo Kagome confundida.
    —Tsk—musito el youkai

    Tomo la muñeca de Kagome y con sus garras rompió el vendaje de ellas, acerco su boca y lamió la herida de la muñeca izquierda de Kagome.

    Dulce, embriagante, adictivo.

    Tal y como la recordaba, aunque faltaba algo.

    Era una suerte que él tuviera mucho autocontrol o se hubiera lanzado sobre ella.

    Por su parte Kagome solo trataba de controlar las sensaciones que le causaba tener a Sesshômaru posando su lengua en su piel, estaba aliviada de que fuera solo su muñeca.

    —Ya esta—dijo el youkai dando por terminada su labor.

    Kagome inspecciono su muñeca izquierda, no había marca alguna que indicara que alguna vez hubo un corte profundo, se maravillo de los poderes curativos de esa raza.

    — ¡Valla usted es genial!—exclamo como una niña—veamos si yo puedo.

    Y procedió a lamer su muñeca derecha, luego de unas cuantas veces su muñeca sanó de la misma manera que la otra.

    —Mi sangre guarda los poderes de mi raza, y tu don es asimilarlas, no creas que tu maldición es solo eso “una maldición”

    Kagome razonó sus palabras si ella podía absorber los poderes de cualquier criatura con solo beber su sangre, entonces…

    — ¿Hasta que punto puedo robar poder?, es decir, ¿puedo dejar a alguien sin sus habilidades?
    —Eventualmente, si lo deseas.

    La solución se presento frente a ella como un rayo de luz cubierta de oscuridad.

    —Puedo debilitarlo lo suficiente para acabar con él—dijo dudosa
    — ¿Él?—le preguntó
    — Si bebo la sangre de Naraku.
    — ¡Jamás! —Exclamó el youkai visiblemente enojado—Beber la sangre de un ser no solo te relaciona con su poder sino también con sus emociones, la luz, la oscuridad, sus secretos, todo.
    — ¿Es peligroso?—le pregunto kagome
    —Son como visiones dependiendo de la cantidad de sangre, si no eres cuidadosa puedes perderte en ellos, en estos días entenderás, después de todo bebiste mi sangre… demasiada.
    — ¿Veré sus recuerdos?
    —Probablemente entiendas muchas cosas cuando los veas y los sientas.

    Eso sería invadir la privacidad de Sesshômaru, por una parte tenia curiosidad de saber qué tipo de relación tenia con el lord, después de todo vivían en el mismo lugar, pero a su vez tenía miedo…presentía que habría algo que no quisiera ver o recordar.

    —Sesshômaru sama… yo no quiero...
    —Termina de curarte para que puedas dormir—le interrumpió
    —sí.

    Kagome procedió a lamer las heridas de sus brazos con algo de dificultad, ahora la pregunta rodeaba su mente, ¿Cómo iba a curar la herida de su cuello y su rostro?

    Se le ocurrió lamer sus dedos y luego llevarlo a su cuello, tenía que funcionar ¿no?

    Pero después de intentarlo varias veces se percató de que nada ocurría, suspiro derrotada, colocando las vendas de su cuello.

    —Creo que estas quedaran tal cual—le sonrió al youkai
    —Acércate—le ordenó

    Kagome se puso de pie y se acerco al marco de la ventana, a una distancia prudente del lord.

    —Más sacerdotisa

    Dos pasos más.

    —Más.

    Dos más.

    Sesshômaru se canso de esperar, y la tomo del brazo jalándola hacia él. Kagome cayó con fuerza sobre el pecho del lord, este la tomo de la cintura y la sentó en el marco de la ventana entre sus piernas.

    El palpitar del corazón de Kagome intensificaba su ritmo, uno muy reconfortante para Sesshômaru, que se vio en la necesidad de retirar las vendas del cuello de la sacerdotisa.

    Con su único brazo atrajo el cuello de kagome, mientras ella solo temblaba ante el tacto y la cercanía del lord.

    —Quédate quieta— le dijo antes de empezar a lamer la herida del cuello de Kagome.

    Las nuevas sensaciones y emociones llenaban los sentidos de la joven, que en un intento de reprimir los suspiros que iban a salir de su boca mordió su labio inferior con fuerza, sabiendo que esto no bastaría para calmar el calor de su cuerpo se aferro con fuerza las ropas del lord, si esto continuaba ella no podría soportar más aunque en el fondo deseaba que no se detuviera.

    Sesshômaru estaba satisfecho con las sensaciones que sabía que provocaba en ella, después de todo no le eran ajenas.

    Se separó lentamente de ella para deleitarse con el rostro de la joven completamente sonrojada y con los ojos cerrados con fuerza, mordiendo su labio inferior.

    Al sentir que el calor de Sesshômaru se alejaba de su cuello, no se atrevió a abrir los ojos todavía, estaba demasiado avergonzada para hacerlo, tan solo sintió su mano deslizarse delicadamente de su cuello a su rostro deteniéndose en su mejilla.

    —Falta esta.

    Pronuncio, y de nuevo las nuevas sensaciones la invadieron.

    Apretó fuertemente sus labios.

    — ¡Auch!—dijo kagome por el dolor de la herida que se había causado a sí misma, alejando se rostro del lord.

    Abrió los ojos para poder ver el resultado de su travesura, colocó sus dedos en su labio inferior.

    —No puede ser—menciono había sido profundo ya que la sangre resbalaba por su mentón.

    Molesta trato se limpiar la sangre, aunque lo único que hizo fue ensuciarse las manos, miro de un lado a otro buscando donde limpiar su mano, Sesshômaru se percato de ello, tomo su mano y lamio la sangre en ella ante la mirada atonía de Kagome.

    —Delicioso—susurró el lord.

    Una sonrisa irónica surco los labios de Sesshômaru sin que Kagome se percatara.

    Ella era muy inocente e ingenua, eso lo divertía.

    Posiciono una de sus garras en el mentón de la joven que lo miraba a los ojos buscando respuestas.

    —Tendré que curar esta también—dijo mirándola directamente a los ojos— ¿no es así Kagome?

    Se había perdido en el brillo intenso de sus ojos ámbar, hasta que su pregunta la saco de improviso de su trance.

    Tendré que curar esta también ¿no es así Kagome?

    Había pronunciado su nombre, nunca había escuchado que sonara tan bien y la repuesta salió sin siquiera pensarla.

    —Si Sesshômaru sama.

    El youkai se acerco pasando su lengua por el camino de la sangre que cayó de sus labios, hasta llegar a la fuente, lamio con suavidad el labio inferior de la joven, sintió como temblaba ante su tacto.

    Ya había terminado con su labor pero aun así no se alejo de ella, quería probar sus labios, que mejor momento que este, teniéndola a su merced.

    Pero la imagen de una pequeña niña sonriéndoles, dándoles abrazos infantiles se combino con una de una joven protegiendo a su hermano, abrazándolo y llorando por él.

    Amaba a la niña.

    Odiaba a la joven.

    Y no podía evitarlo.

    La alejo de ella, y se puso de pie.

    —Listo— dijo sin inmutarse—Ahora duérmete que mañana volverás con Inuyasha.

    Fue lo último que dijo y salió del cuarto de Kagome sin mirar hacia atrás, dejando a la joven completamente confundida con el corazón latiendo desbocado. Camino directo hasta su habitación, tenía que pensar en muchas cosas.

    Si bien ella era la Kagome que él conocía no estaba ni cerca de ser la niña por la cual alguna vez llego a admitir que le preocupaba su bienestar delante de su padre, de Midoriko, Sonomi y hasta de Tamaki.

    Recordaba claramente ese día.

    ------------------------------------------​

    Paseaba por el castillo, esperando la hora de ir al árbol de siempre a leer donde seguro Kagome iría a buscarlo luego de su entrenamiento.

    A pesar de ser solo una niña ella estaba consciente de lo que era y del peligro que corría si no era capaz de controlar su maldición, desde que Sonomi y Tamaki le contaron la verdad de su raza ella les pidió que la entraran.

    Desde los 6 años fue entrenada en las artes de una sacerdotisa y también en el dominio de técnicas de batalla y una que otra arma que pudiera maniobrar con su pequeño cuerpo.

    Y siempre luego de su extenuante entrenamiento iba a dormir en sus brazos, después de todo Midoriko, Sonomi y Tamaki eran muy exigentes y eso lo sabía por experiencia propia.

    —Pasa Sesshômaru— le dijo su padre al sentir su presencia fuera del estudio.

    Su padre le ofreció una taza de té mientras él trabajaba.

    — ¿Qué haces padre?—dijo al ver la pila de papeles en el escritorio.
    —Veo los expedientes para el compromiso—respondió sin despegar los ojos de las hojas—hay muchas candidatas…
    —No quiero ver a ninguna...
    —Y candidatos—dijo ignorando el comentario de Sesshômaru
    — ¿Candidatos? —pregunto mientras tomaba un sorbo de té.
    —Bueno no solo tengo que buscarte una prometida apropiada sino también a la pequeña Kagome.

    Sesshômaru trato de no atragantarse con el té, mientras su padre miraba divertido la escena.

    — ¿Kagome qué? —cuestionó limpiándose.

    —Ahora que se extendió el rumor de sus grandes poderes al ser “la hija de Tamaki, la mano derecha del gran Inu no Taisho, y de la sacerdotisa del castillo, la poderosa y hermosa Sonomi, entrenada por la sacerdotisa de la Luna, Midoriko” las propuestas han llovido.

    —No pueden obligarla a comprometerse, no a esa edad.
    —Nosotros no la estamos obligando—dijo refiriéndose a Sonomi a Tamaki y a Midoriko—Ella lo pidió.
    — ¿Qué?— dijo visiblemente sorprendido Sesshômaru
    —Tiene nueve años pero es muy madura, sabe que la única forma de controlar su maldición es encontrando a la persona del pacto, ella propuso la idea de entrevistas de compromiso, dijo que eventualmente encontraría a alguien indicado y poderoso lo suficiente para contenerla, aunque es una lástima ya que ella merece enamorarse como cualquier joven.
    — ¿desde cuando a estado teniendo esas “reuniones”?
    —Desde hace 2 meses, justo hoy tiene una reunión con un joven del reino del este, es el hijo menor del gobernante, muy poderoso tiene casi tu edad, esta es la tercera vez que la visita, es muy insistente y bueno ella es una candidata perfecta después de todo.
    —Ya veo, ¿y a qué hora es la reunión?—dijo conteniendo su ira
    —Deben estar finalizando ahora.

    Sesshômaru salió completamente enojado del estudio de su padre, percibió el aroma de Kagome y se dispuso a ir donde ella se encontraba, apago su esencia y se oculto en la copa de un árbol tan solo a observar como el joven youkai se despedía de ella, con un gesto elegante, tomo su mano y la beso, arrodillándose delante de ella, hizo una reverencia más y se marcho.

    Ahora su mirada estaba en Kagome, ella vestía elegantemente, su cabello estaba sujeto con una coleta con adornos de plata, sus mejillas lucían sonrojadas por la despedida del youkai.

    Eso lo enfureció en sobremanera.

    No quería observar más.

    La tarde transcurría y la hora de reunirse en el árbol a leer llegó, Sesshômaru ya estaba en su posición solo que esta vez no leía un libro precisamente.

    — ¡Sesshômaru sama!—escucho la voz enérgica de Kagome delante de él—Buenas tardes.

    Él no le respondió, solo siguió atento a su lectura.

    — ¿En que esta tan entretenido?—dijo acercándose para ver lo que traía tan distraído a su lord.

    Sus ojos se abrieron de la sorpresa.

    Sukishiro, Kamui
    Hijo menor del gobernante del este

    — ¿Sesshômaru sama porque tiene eso?—le preguntó asustada.
    —Solo veo a este candidato, es bueno ¿no?—le dijo indiferente—después de todo esta es la tercera visita en dos meses.
    — ¿Sesshômaru sama como sabe sobre eso?
    —Vi a mi padre esta mañana con la pila de solicitudes—mientras seguía ojeando las características y habilidades del youkai.
    —ya veo
    —Creo que has elegido bien es un buen partido—dijo cerrando el informe y mirándola directamente.

    A Kagome se le partió el corazón escucharlo hablar de manera tan aparentemente desinteresada sobre su futuro.

    — ¿Usted cree Sesshômaru sama?—dijo tratando de fingir una sonrisa.
    —Será un compromiso muy provechoso para ambos—sentenció finalmente.

    Sus ojos ámbar la miraban con furia contenida y ella podía leerlo sus ojos a la perfección.

    La estaba considerando como un objeto que se ofrece del cual se saca algún provecho.

    Y eso no hizo más que herirla profundamente.

    Pero Kagome no dejaría que la venciera de esa forma.

    —Así es, tanto para mí como para Kamui kun
    — ¿Kamui kun? ¿Ya tiene tanta confianza?
    —Bueno… él es muy amable, no teme decir lo que piensa con claridad y es muy amable conmigo.
    —Él ya sabe para que lo necesitas.

    Le había dado en el clavo.

    —Si se refiere a la maldición, si lo sabe y está dispuesto a estar a mi lado siempre.

    Ese comentario no hizo más que enfurecer a Sesshômaru, que se puso de pie delante de Kagome.

    —Entonces deberían reunirse más seguido— y dicho eso se marcho sin dirigirle la mirada.

    Mientras caminaba lejos de ella pudo percibir el olor a sal proveniente de las lágrimas de la pequeña, se había dejado dominar por su enojo y había lastimado a la única persona que estaba con él a pesar de ser como es.

    Frio y distante
    Como ahora.

    Se alejo de ella, si su pequeña kagome había decidido contraer matrimonio con un youkai él no debía de ser un estorbo después de todo lo importante era que fuera feliz.

    Entro al castillo y se dispuso a caminar directo a su habitación hasta que la voz de su padre lo detuvo de su camino.

    —Sesshômaru, ven aquí ahora—le dijo severamente desde el estudio.

    Supuso lo que su padre le reclamaría, no tenia escape tendría que escucharlo.

    —Padre que se le ofrece—dijo entrando al estudio y cerrando la puerta.
    —Me puedes explicar que sucedió allí—dijo señalando el árbol por su ventana.

    Se le había escapado ese detalle, el estudio tenía una vista perfecta de ese árbol, a veces se preguntaba si su padre había acondicionado ese lugar como su estudio apropósito o el árbol fue puesto ahí apropósito.

    —Nada —le respondió
    — ¿Nada? ¿Le llamas “nada” a hacer llorar a una niña de 9 años por querer comprometerse con alguien que no eres tú?—le dijo directamente.
    — Eso no es cierto, solo me enoje porque no me lo contó, ella siempre me dice todo.
    —pues es lógico que no te lo contra con lo posesivo que eres—le reclamó
    —Tsk, no soy posesivo solo me preocupo—soltó sin pensar mucho.

    Y la sonrisa de su padre le hizo saber que debió de haber pensado un poco más

    —El gran Sesshômaru que no se preocupó por romperle el corazón a muchas de las youkai a las que rechazaste se preocupa por una niña que la pasa de maravilla y es amistosa con cada uno de sus pretendientes, Sesshômaru ¿hasta cuándo vas a negarlo?
    — ¿Negarlo? no se a que te refieres
    —Pues es un hecho… no tienes remedio—dijo Sonomi entrando al estudio con Tamaki y Midoriko
    —Sabía que eras frio pero no creí que fueras tonto—le dijo Tamaki
    —Cierto demasiado—le continúo Midoriko
    — ¿Y esto a que se debe?— se defendió Sesshômaru
    — ¿Por qué no miras por la ventana?—le dijo Inu no Taisho y el volteó a ver el árbol.

    Kagome seguía allí llorando sentada abrazando el libro que él dejo por estar enojado.

    —Dime ¿qué es lo que ves?—le dijo Midoriko

    Sesshômaru no respondió y solo apretó fuertemente sus puños.

    Era un tonto.

    Fue lo que pensó así como todos en el estudio.

    —Kagome a estado preocupada por su maldición, necesita una persona fuerte a su lado que la controle, para ella no importa si lo ama o no o si el sentimiento es mutuo, ella prácticamente ofrece sus poderes a cambio de el sello, debes entender que la maldición es un secreto, ningún youkai sabe sobre esto ya que es una raza supuestamente extinta, eliminada por youkais que le temían, si se llegan a enterar que vive una heredera sería catastrófico—le comentó Tamaki.
    —Atacarían el castillo y buscarían eliminarla junto con Tamaki—le explicó Sonomi
    —Es por eso que ella busca a un youkai poderoso, amable, que comprenda su situación y esté dispuesto a hacer un sacrifico tan grande, básicamente lo que busca no es un compromiso, es casi como lo que hizo Tamaki al buscar a Inu no Taisho—dijo Midoriko
    —Después de todo mi pequeña Kagome está enamorada, y no esta dispuesta a olvidarte Sesshômaru, pero ella prefiere vivir lejos de ti que a hacerte daño.
    —Es solo una niña su amor es pasajero—le respondió Sesshômaru tratando de evitar el tema
    — ¿Le llamas pasajero a una niña que está dispuesta a entregar su felicidad a cambio de la tuya?—le dijo Midoriko
    — ¿Quien le dijo que sería feliz de esa manera?—respondió enojado, esa niña no consultaba nada antes de actuar.

    Los cuatro sonrieron con complicidad.

    —Entonces Sesshômaru, hijo mío, ¿no serias feliz lejos de ella?, mira que he estado seleccionando a una youkai para ti.
    —esas…no me interesan en lo mas mínimo.

    Más sonrisas, esto ya no le estaba gustando a Sesshômaru había algo extraño en la dirección de la conversación.

    — ¿Y que tal esa?—dijo Inu no Taisho apuntando hacia la ventana.
    —Es una gran guerrera, poderosa, terca pero muy dulce y de gran corazón, sin contar que te tiene más devoción que a su propio padre.
    — ¡Hey Taisho!
    —Lo siento amigo es la verdad

    Sesshômaru se quedo observando la ventana, le estaban ofreciendo un compromiso con Kagome.

    Estaba seguro que en esa pila no había ni una sola youkai merecedora de estar siquiera a 3 metros de él a pesar de ser bellas y exuberantes, largas cabelleras de colores exótico, al igual que sus ojos, figuras perfectas, ricas y poderosas.

    Pero eso no era lo que él buscaba.

    La perfección que él buscaba estaba delante de sus ojos en el cuerpo de una pequeña niña de 9 años. Eso le parecía extraño desde que la considero dentro del prospecto, pero tenía las cualidades que él buscaba, después de todo crecería para convertirse en una joven hermosa de eso estaba más que seguro, una joven que sería la envidia de todas esas otras.

    Y eso era lo que temía, cuando se supiera de su compromiso con Kagome, esas youkai vendrían para desafiarla o intentar acabar con ella, ya había sucedido entre ellas, él no había elegido a ninguna pero basta un mero rumor para desatar el caos, después de todo el imperio de su padre era el más poderoso una unión con él era más que ansiada.

    No quería que Kagome pasara por eso.

    Inu no Taisho adivino los pensamientos de su hijo.

    —Si crees que no podrá con tus fans, estas equivocado.
    —No la has visto pelear ¿no es verdad?—le dijo Sonomi con sorna—es mucho más hábil que tu para aprender.
    —Nos hace muy bien la batalla—dijo Tamaki
    —Ese no es el caso—respondió Sesshômaru tratando de evadir el tema. —No pueden obligarla a hacerlo.
    —Eso quiere decir que tú no tienes objeción ¿no es así Sesshômaru?—sentencio Inu no Taisho pero él quería más que solo eso— ¿o es que acaso no te gusta Kagome o la consideras inapropiada, o es que no es la mejor? porque si es así podemos dejar que kagome le pertenezca al joven Kamui que tanto la busca y...
    — ¡eso jamás!, no hay nadie mejor que ella para mi, ella me pertenece —soltó enojado por la declaración de su padre.

    Había caído en el juego, y le costaría caro.

    —así que el gran Sesshômaru se enamoro de una pequeña niña de 9 años—dijo Midoriko

    Podía ser seria pero ella sabía como divertirse.

    —Mi kagome es irresistible yo sabía que esto sucedería tarde o temprano—dijo Sonomi.
    —Es cierto yo también lo sospechaba pero fue Inu no Taisho quien nos gano la apuesta esta vez.
    — ¿Apuesta? —dijo curioso Sesshômaru
    —Veras hijo tu sabes que me gustan las apuestas, les aposte que tu admitirías delante de todos que te interesa Kagome como prometida y ya viste gane gracias a ti.
    — ¡Pero es a lo que todos han estado apuntando!—respondió Sesshômaru molesto
    —La apuesta era que tu dijeras explícitamente “no hay nadie mejor que ella para mi” y declararas que "te pertenece", Taisho dijo que lo dirías, y si te conoce bien—dijo Tamaki riendo.
    —Pero dejando el pequeño juego de lado—dijo Inu no Taisho—ten esto—le dijo entregándole una cajita.
    — ¿Qué es?
    —Son collares gemelos, entrégaselo a Kagome como sello de compromiso, luego en la ceremonia podrás marcarla como tuya.
    — ¿Son necesarios los collares?
    — Es un buen detalle ¿no crees? además será de utilidad en el futuro ya veras, ahora ve no dejaras que sigua llorando allí ¿o sí?

    Se dirigió a la puerta del estudio y antes de cerrarla por completo susurró algo para los presentes.

    —Gracias—dijo y se marchó.

    Ellos solo lo miraron sorprendido, después de todo él era el indicado.

    Rápidamente corrió al jardín, y se detuvo en el árbol, sabía que ellos estarían mirando por la ventana del estudio atentos a sus movimientos.

    —Esto es incomodo— susurró

    Kagome escucho su voz y al instante trato de detener sus lagrimas secándolas con las mangas de su traje.

    —Sesshômaru sama no quería incomodarlo— se paro rápidamente—Lo siento.
    —No te lo decía a ti sino a los curiosos.
    — ¿Eh? —Kagome miro a los costados en un intento de ver a los curiosos pero no encontró nada.
    — ¡Hey!—dijo para llamar su atención
    —Kagome, llámeme por mi nombre.
    —Deja de ver a ese youkai—le ordenó
    —Pero ¿Por qué?, me cae muy bien además es muy poderoso y el podrá conmigo…
    —Por eso—le interrumpió— No necesitas a ese youkai para que sea tu pacto… yo lo seré.
    —pero Sesshômaru sama eso es muy peligroso para usted, se que le sonara cruel pero prefiero causarle daño a cualquiera menos a usted yo prefiero estar lejos para que usted sea feliz.
    — ¿Y quien te dijo que seré feliz si te alejas de mi?—le dijo
    —Sesshômaru sama

    Sesshômaru se acerco a ella y se arrodillo quedando a su altura, tomando la mano de la pequeña Kagome.

    —Tú serás mi prometida y es todo lo que diré, está claro—le dijo mirándola a los ojos.

    Kagome observó sus orbes ámbares atentamente, era algo que ella siempre hacia para saber qué era lo que en realidad pensaba su amo, y lo que vio era algo que siempre quiso ver reflejado en ellos, era ese sentimiento de amor y decisión.

    Se sonrojo al instante.

    —Este… yo…. Sesshômaru sama
    —No me hagas repetirlo.

    No era como los cuentos que su madre le contaba en donde el príncipe venia y le decía lo mucho que la amaba pero bueno era Sesshômaru y eso ya era bastante.

    Pero no podía ser envidiosa, su lord no se podía sacrificar por ella.

    —Hay muchas youkai perfectas para usted Sesshômaru sama y no un ser como yo—refiriéndose a su maldición
    Sesshômaru atrajo a la pequeña y la abrazo tiernamente, acariciando su cabello.
    — Tú eres perfecta para mi, tal y como eres ahora.
    —Sesshômaru sama gracias—le dijo correspondiendo su abrazo.

    Sesshômaru la separó un poco de él y le entrego el collar que su padre le dio.

    —Esto es para ti, con esto sellaremos el compromiso—se lo colocó en el cuello.
    —Es lindo, y… ¿Usted no va a llevar nada?... no es justo así cualquiera me lo va a quitar—dijo la niña posesivamente.
    —Aquí está el mío— le dijo el youkai señalando en su cuello el collar.
    —Mucho mejor— le respondió la niña—así sabrán que me pertenece.

    Sesshômaru acaricio su cabeza una vez más y luego se puso de pie, Kagome lo miraba con un puchero muy gracioso de niña enojada.

    — ¡Sesshômaru sama! ¿No cree que falte algo?
    —La marca se hace en una ceremonia.
    —Eso ya lo sé, me refiero a que…—dijo sonrojada— ¿No me va a besar?

    Sesshômaru se sorprendió de la mente de la niña, ¿cómo era capaz de pedir eso?

    —No. Eres una niña, debes de crecer más.
    —Pero Sesshômaru sama, Kamui kun me conto que cuando su hermano se comprometió el beso a su prometida.

    ¿Qué cosas le había metido ese sujeto en la cabeza inocente de su Kagome?
    — ¿Acaso el planeaba besarte?—dijo molesto
    —Pues de hecho lo hizo pero no…

    Sesshômaru se acerco rápidamente a su rostro y la beso en la mejilla muy cerca de sus labios, después de todo era una niña.

    —Es todo lo que obtendrás por ahora—dijo besando su frente sonrojado—Así que conténtate con eso.

    Kagome solo rio.

    —De verdad es muy posesivo Sesshômaru sama—dijo tomando su mano jalando al árbol de siempre—pero no me dejo terminar…lo hizo cuando se comprometió con Shizuko san hace una semana, yo los presente cuando vino a verme la primera vez y él se enamoro de ella y ella de él, así que se comprometieron, vino a contarme como fue y que la ceremonia de marcación será pronto.

    Había caído en el juego de la pequeña.

    —Lo ve Sesshômaru sama, él no me beso pero usted si, es muy posesivo.
    —Tramposa.
    —Usted tuvo la culpa por no dejarme terminar pero bueno después de todo yo también soy posesiva —le sonrió tiernamente apretando fuertemente su brazo.

    Sesshômaru no pudo evitar sonrojarse.

    —ya duerme, ha sido demasiado por hoy—dijo volteando su rostro.
    —si mi Sesshômaru sama— le sonrió llena de felicidad.

    -----------------------

    En aquellos tiempos él aun demostraba la inocencia contagiada por ella, y los sentimientos que ella le enseño a demostrar siempre a su manera.

    Pero luego de su partida, escondió todo dentro de él para no volver a mostrárselo a nadie más.

    Tomo el collar que guardaba en un cofre de plata junto con el libro que no puede leer, y lo apretó contra su pecho.

    —eso nunca volverá.

    Lo guardo de nuevo en el cofre y se dispuso a dormir, aún estaba agotado por la pérdida de sangre y mañana seria un largo día.

    Él había perdido algo que valoraba más que a su vida, era algo que no podía recuperar ya que ella lo había olvidado y le entrego su lealtad y amor a su medio hermano.

    Lo odiaba por quitarle algo de lo cual cuido por diez años y que él en tan solo tres le arrebató.

    Pero de algo estaba seguro, el jamás volvería a caer en los sentimientos humanos de nuevo no importaba que Kagome allá regresado de lo que creyó la muerte, había descubierto que los sentimientos humanos, a eso que le llaman amor, no era más que una ilusión pasajera algo que te volvía débil y nublaba la razón.

    Que su madre se marchara.
    El ataque al castillo.
    Perder a la pequeña Kagome.
    La muerte de su padre.

    Todo era por esos estúpidos sentimientos, él no caería y no perdería nada de lo poseía y valoraba.

    Y lastimosamente la Kagome actual no estaba dentro de eso.

    Era sólo un peón más en el juego de acabar a Naraku.

    Lo mataría, le daría la perla, ella pediría su deseo y luego la obligaría a desaparecer de su vida rompiendo su pacto de servidumbre.

    Luego podría hacer lo que le diera la gana.

    Volver a su época.

    O arrojarse a los brazos de su hermano.

    Daba igual.

    Su decisión estaba tomada, ella le era prohibida.

    Porque la Kagome que el atesoraba en su corazón había muerto.

    No mancharía la memoria de su prometida con esa que solo quiere su sangre.

    Una mera necesidad de una criatura sin control.

    Y él no caería ante ella.

    Jamás.

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    Bueno espero que les agrade, las cosas se ponen difícil para Sesshômaru no? sus recuerdos le impiden aceptar a Kagome pero eso hara que se esfuerze jejeje ...bueno espero comentarios ¡nos vemos!
    Sora_tsuki
     
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