Maid Café

El tipo bajito se puso colorado y trató de emitir sonido... pero le resultó imposible. Se quedó mirando hacia el suelo mientras su amigo pagaba. Éste último le agradeció en un susurro a Shiori por complacer a su extraño amigo, diciéndole que no tenía que hacerlo pero le agradecía mucho que lo hubiese hecho, e incluso incluyó una buena propina extra para ella... ey, ¡no estaba nada mal!

Miyuki la felicitó por un buen trabajo mientras esos dos se retiraban, diciéndole que había manejado la situación con la gracia de una profesional. Tras ello, se retiró a atender otra de sus mesas.

Al rato, Shiori se vio recibiendo a dos chicas que parecían ser de una secundaria distinta a la suya. Estaban cuchicheando entre ellas, pero lo suficientemente fuerte como para que Shiori las escuchara sin ningún problema, y no parecía importarles.

—Te digo, no sé que le ven a este lugar —suspiraba una de ellas—. Es un lugar para otakus y pervertidos... ugh, no puedo creer que tuviese que venir aquí en persona.

—Pero Mika-chan, tú eres la que quiso venir —señalaba la otra.

—¡E-eso fue sólo porque vieron a Yuu-kun venir aquí! —replicó la otra con fiereza—. Pero él no es un otaku ni un pervertido... necesitaba entender qué hacía aquí... ¡s-sólo fue por eso, nada más!

—Y sin embargo, te quedaste sin palabras en cuanto nuestra maid apareció —dijo su amiga; sonaba aburrida, como si estuviese acostumbrada ya a la actitud de la otra—. Tan sólo admite que querías venir y ya.

>> De hecho, sí vimos a un Yuu-kun.

>> Nos alegra haberla recibido hoy, señorita.

>> ¿Me pueden pagar de una vez?

 

—E-eh... bueno... —la chica se ruborizó y apartó la vista de Shiori, como simulando estar enfadada—. N-no hay de que... no es como si me haya gustado el lugar ni nada de eso...

—Es tan agotador ser amiga de una tsundere —suspiró la otra chica, sacando su billetera—. Gracias por todo, hasta luego.

—¡E-ey, espera! ¡¿A quién llamas tsundere, baka?!

Las dos chicas se retiraron del lugar, mientras una la gritaba a la otra, tras pagar su cuenta. La chica seria incluso le había dejado una propina extra... ey, ¡no lo hacía nada mal!

El tiempo pasó y Shiori recibió algunos clientes más, pero no tuvo demasiados problemas. Para cuando terminó su jornada laboral, la jefa regresó y la guió a los vestuarios, donde le entregó su paga del día. Contando tanto esto como la propina... ¡había hecho un buen trabajo el día de hoy!

Contenido oculto

¡Jornada completa!
Recibes:
+2000 Yen
+2 Magia
+300 Yen de propina

Mientras Shiori terminaba de juntar sus cosas, ya cambiada y lista para dejar el lugar, notó que no se encontraba sola en el vestuario. Miyuki estaba allí; parecía que también había terminado de trabajar por el día. Parecía algo perdida en sus pensamientos...

Shiori aún tenía algo de tiempo... ¿qué quería hacer? ¿Hablar con Miyuki? ¿O retirarse del lugar por el momento?

 

—Ah, sí, por fortuna así lo fue —dijo Miyuki, sonriendo con amabilidad y gentileza a la otra chica—. No estuvo muy agitado y pudimos completar todo el trabajo con éxito. Creo que ha sido un buen día de trabajo...

Miyuki tenía sus cosas en un bolso. Estaba por comenzar a cambiarse, cuando repentinamente le habló a la chica.

—¿Vas de camino a casa, Kurosawa-san? Podemos volver juntas si gustas...

Miyuki se estaba marchando de camino a casa... ¿qué haría? ¿Pasar tiempo con Miyuki? ¿O buscar a otra persona?