Crepúsculo Madre [Emmett/Esme] (No pairing)

Madre [Emmett/Esme] (No pairing)

Bueno, lo escribí para retos al azar (Cortesía de Pami mosha, más información en el taller literario xD)

No sé si quedó bien, y me da miedito no haber respetado el carácter de los personajes… espero críticas duras para mejorar aquello en lo que metí la pata.

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Madre.​

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Tus ojos se llenaron de pánico al ver llegar a Emmett. Venía distraído y con un olor muy peculiar… humano.

—Emmett —musitaste con preocupación. Tus orbes color topacio centellaron de preocupación y pánico, no quedaba mucho de donde escoger para poder explicar su extraño y tentador olor; ese olor que te quemaba la garganta y hacía que las respuestas fueran aún más claras.

En respuesta, sólo obtuviste el silencio y la extraña tensión que salía de tu hijo. Te morías por saber la causa de su desolación y de su mirada culpable. A pesar de tener un aspecto amedrentador hasta para un vampiro, él era tu bebé.

—Esme —musitó. Sus facciones se crisparon en una mueca de culpabilidad—, no quería… te juro que no quería.

Verlo de ese modo, tan débil y vulnerable te partía el alma ¿A qué se refería con “hacerlo”?

—No te comprendo —respondiste, y tu suave mano delineó el contorno de sus pómulos. No podías evitar preocuparte, aunque no estaban unidos por lazos consanguíneos, era tu hijo.

—Edward intentó detenerme, pero ellos olían tan bien —tus sospechas no fueron erradas, tu bebé cometió un error—, realmente lo siento. No quería decepcionarte.

¿Decepcionarte?

Sin responder lo envolviste con tus cálidos brazos y depositaste un eso en su mejilla. Emmett era tu hijo más pequeño, tu bebé. Podía ser rudo y competitivo, pero eso no evitaba que se te encogiera el corazón al verlo sufrir.

Después de todo… ¿Acaso esa no es la meta de una madre? Entender, comprender y perdonar a sus hijos cuando cometen errores. Darles cariño cuando sufren y ayudarlos a desahogarse. Edward podía ser tu primer hijo, Rosalie tu pequeña; pero Emmett era tú bebé, aquél que llenaba de luz tu existencia con su actitud juguetona, el menor… el que te recordaba a ese niño que no pudo dar su primer suspiro, a tu pequeño bebé que deseabas acunar entre tus brazos.

Carlisle te afirmó que Dios existía, cosa que dudaste cuando perdiste a tu hijo ¿Qué razón queda para no creer en él, si te devolvió a tu pequeño?


Un pequeño al que adorarías de por vida, como una madre verdadera.

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Críticas, se los ruego ToT