de Inuyasha - Más que simple compañía [Sesshômaru&Rin]

Lol y me dije que no publicaría nada hasta terminar los long-fics que están abiertos. Pero ya casi terminarán, y no sé, esta idea ya la tengo completa y avanzada así que no será mucho. Pondré continuación cada semana (?

Espero les agrade. Esto es nuevo para mí, es el primer Long-fic que escribo de estos dos.

Dedicado para sessxrin, Dorian Gray, Beiya y Angels. Y para todas aquellas que también gusten de esta pareja.



Título: Más que simple compañía.
Serie: InuYasha
Pareja: Sesshômaru&Rin
Summary: Siempre permanece con él, pero ¿qué hay detrás de todas las apariencias? ¿Qué sentimientos abordan ambos corazones?
Advertencias: No esperen una relación de pareja entre ellos como tal, cómo varios se habrán dado cuenta tras ver algo de lo que escribo de la misma, la relación de amor entre ellos va distinto, y no de un modo mayor, por así decirlo. Al menos en un comienzo.
Disclaimer: Inuyasha no es mío, pero disfruto escribiendo de él, todo lo hago sin fines de lucro, sólo satisfacción.

Introducción:

¿Curiosidad? No era algo fácil de afirmar, pero era la verdad. Eso la había motivado a acercarse y armarse de valor, a pesar del primer intento de él por asustarla. ¿Por qué no había tenido miedo?

Sin la necesidad de palabras había hecho notar el interés por él. Intentos inútiles no fueron, sin saberlo había sido la primera persona a la que él le había preguntado e interesado por su estado. Y sonrió. Incomprensible acción para él.

Y la verdad es que sí era algo difícil de comprender, ¿cómo entender la felicidad cuando no se es feliz? Sin prestar más atención, sólo la duda permaneció dentro de su ser.

Y ahora seguía caminando a su lado. Siempre lo hacía, y él podía darse cuenta que deseaba seguir con él.

Un paso más… no era gran cosa para ella. Pero mil pasos sí, y por eso, reposaba sobre el lomo del gran animal que estaba en su compañía.

La noche estaba tan silenciosa, incluso podía parecer extraño, pero la pequeña ya estaba plácidamente dormida y no era capaz de percatarse de todos los detalles que el yôkai sí.

Pero él sabía que no había ningún peligro.

En el crujir de alguna rama que pisó Jaken, la pequeña abrió los ojos, sin moverse de su posición, sólo observó a la persona que iba varios pasos delante de ella. Paso a paso, parecía que no se agotaba.

Sonrió, estaba contenta que el sueño que estaba tornándose en pesadilla no fuera verdad, y siguiera a su lado.

¿Por qué ella estaría feliz por estar al lado de alguien que no habla mucho? Una mirada fría es lo que siempre permanece en su rostro, con una seriedad inquebrantable, mirando siempre para todos lados, y apenas cruzando unas palabras con ella. ¿Cuál era el motivo de aquella felicidad?
Las pocas personas que la habían visto, no lo lograban comprender, incluso sin conocer a Sesshômaru, sentían una aversión hacia él de primera instancia. Rin no era una niña normal para muchas personas.

Y a ella, poco le importaba eso, ni lo sentía, ni le tomaba un interés grande. Ella estaba feliz.

¿Qué veía en Sesshômaru?

Volvió a cerrar los ojos lentamente, aún sentía algo de sueño, aunque permanecía mirando también los pasos de Jaken, que iba casi junto a ella caminando con su bastón siempre en mano.

Volvió a sonreír… era lo más lindo de ella. Una sonrisa que aparecía con un mínimo pensamiento de felicidad.

—Rin, ya duérmete—resonó la voz del yôkai en medio de la noche. No había volteado, sólo había pronunciado aquellas palabras, sabiendo que ella había despertado.

Se acomodó una vez más sobre Ah-hun, cerrando completamente sus ojos para desvanecerse en la profundidad de su ser. No deseaba volver a soñar, sólo descansar.

 

Capítulo 1: Inocente confesión.

Un lindo amanecer se hizo presente a muy temprana hora del día. Ella despertó al sentir el calor del sol sobre su rostro. Bajándose de Ah-hun
notó la ausencia de Jaken y que se encontraba sola… Sesshômaru permanecía viendo al horizonte. ¿Dónde estaría el señor Jaken?

Observando la concentración de él, ella se limitó a sólo verle. Constantemente se cuestionaba en qué estaría pensando él. Tanto tiempo en silencio a veces le resultaba abrumador… sin embargo, se sentía feliz de permanecer a su lado, aunque no era nada malo tener aquél deseo tan humano de poder entablar una charla con él.

Sentándose a una distancia considerable de él, permaneció observando el mismo entorno que él. Ella suponía que más que admirar el paisaje, pensaba en todas las cosas de su vida… cosa muy importante, y cómo Jaken decía: Ella no podía comprender.

Frunció el rostro. Ella ya había crecido un poco más.

Entrando en la etapa en la que ya podía dejársele de llamar una niña y ahora una señorita, Rin no había cambiado mucho de su carácter. Con catorce años de edad sentía que podía comprender más cosas. Sentía que podía comprender un poco a Sesshômaru…

… Y eso, la hacía sentir realmente dichosa.

El viento movía todo el cabello de él, quien seguía pensando en cómo seguir adelante para perfeccionar a Bakusaiga. El olor del viento había cambiado.

Ladeando la cabeza, observó a Rin que permanecía sentada. Sabía que estaba ahí, pero no que ya estaba despierta. Había permanecido mucho tiempo ausente de su realidad.

—Ya sabes que si tienes hambre, puedes ir. Sólo no muy lejos—habló el yôkai con su impasible voz. Rin se levantó con cuidado, pero no se adentró en el bosque, sino que sólo se acercó un poco más a él.

—Lo sé señor Sesshômaru, pero no tengo hambre aún—pronunció con dulzura ella. Su voz, a pesar de no ser tan aguda cómo cuando más niña, no dejaba de estar llena de alegría.

Sin mayor acción él se terminó de voltear, mirándola con seriedad. Jaken tardaría un tiempo más en regresar, y de alguna manera eso, provocó que su mirada fuera más agradable. Rin pudo notar el cambio, y sonrió.

— ¿Por qué sonríes? —preguntó Sesshômaru sin mucho interés aparente. El tiempo con ella había logrado muchos cambios en su corazón, pero aún faltaba algo más para poder comprender esas acciones tan instantáneas y aparentemente sin sentido.

—Yo…—no pudo evitar sentir algo de vergüenza al tratar de decir la verdadera razón. No quería parecer demasiado infantil. Recordó los momentos cuando Jaken decía que no debía importunar a Sesshômaru con comentarios y pláticas tontas.

—Si no quieres decirlo no lo hagas—musitó tajante. Rin recordó el momento en que él le había hecho la una pregunta similar… cuando lo conoció. En aquél entonces, privada del habla a causa de su trauma, no había contestado. ¿Por qué no hacerlo ahora que podía?

Ignorando la irritante vocecilla de Jaken, dio un paso más adelante.

—Si quiero—contestó firme—me da gusto saber, que puedo ver algo. Usted tiene tan bellos sentimientos, y los noto con sólo mirarle a los ojos.

La sorpresa no pudo evitar posesionarse un momento sobre el rostro de Sesshômaru, quién no había esperado que Rin dijera esas palabras.

Trató de hacer que su rostro se tornara una vez más apacible, pero no era del todo posible, pues cada palabra emitida por ella, le había dejado con una fuerte duda, y mucho qué pensar.

No contestó nada, sin embargo su mirada no evadió los ojos llenos de vida de Rin.

Un pequeño rubor había aparecido en las mejillas de ella… no se daba cuenta de la importancia de sus palabras, al menos no en el sentido, en que el yôkai estaba pensando.

Sesshômaru se acercó a ella, y la miró directamente en sus ojos. Buscaba alguna respuesta, sin embargo, la felicidad tan siempre igual en ella, no dejaba distinguir el motivo.

Ella tragó un poco de saliva… ahora estaba un poco más alta, y podía verle más de cerca.

— ¡Amo! —vino gritando Jaken antes de que el mismo pudiera notarse en el paisaje. Sesshômaru quitó al instante su mirada, y dio un paso atrás de su cercanía con ella. Entonces el pequeño yôkai salió de entre los matorrales—encontré el lugar amo Sesshômaru, está más al este de las montañas, me confirmaron que ahí es donde se encuentra lo que busca.

—En marcha—dijo sin dudar dando él el primer paso.

Rin no se sintió extrañada, sabía que era una actitud ya normal en él, además que en el fondo sólo estaba su corazón saltando de la felicidad que sentía.

Sin más, ella también lo siguió… sólo que el ambiente, era distinto y ella no lo notaba. Sesshômaru estaba teniendo una pequeña batalla en su interior.

continuará...

 

Antes de que me digan algo xD Este será el capítulo más corto que haré, la razón es porque así debió ser, bueno al menos para la planeación del transcurso de la historia. Este long-fic tendrá un rango de entre 15 a 20 capítulos más epílogo. No me apedreen, ya que la otra parte ya está más avanzada y serán más largos ;) Ya verán porqué se los digo.

Ahora visualicen bien, y concéntrence en la actitud de Sesshômaru, para que comprendan lo que pasará más adelante ;)

Dorian Gray:

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No te pures xDDDD Lol, sí, pero pues el enano interfirió por algo y ya °-° verás qué es lo que está buscando Sessho x3. Cómo dije, concéntrate en él, y recuerda que Sesshômaru no es una coraza fría e impenetrable. De a poco, pero va notándose un ligero cambio. Gracias por tu apoyo x3 espero te siga gustando.

Suri

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Bienvenida :) espero te siga gustando, y gracias por tan bellos elogios. Claro, él se dará cuenta de una manera u otra ;) Lol, bueno consuelo consuelo no lo llamaría así, Rin vale más para él de lo que hubieramos podido pensar, y eso lo demuestra más adelante y sus facetas que van cambiando a lo largo de la obra de Rumiko ;) Lol xD Okas, lo pondré para la próxima, me alegra te haya gustado. Besos! x3

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Capítulo 2: Lo que se debe hacer.

Rin seguía caminando de lo más contenta, viendo cómo el cabello de Sesshômaru parecía ser acariciado por el viento; comenzó a tararear una canción suave que le llenaba el alma de alegría… su mamá se la había enseñado, y le tenía tanto cariño a aquella nota, que pensó era tan hermosa como el cabello de Sesshômaru. Cuantas noches no había soñado en si quiera poder tocarlo.

Con una expresión de total disgusto dibujada en su rostro, el semblante de Sesshômaru ya no lucía con su siempre calma… la tensión abundaba en él, y mantenía la vista fija en el camino, más la mente ocupada en otra cosa.

Estaba realmente molesto, no le agradaba pensar en aquellas cosas tan poco necesarias. Las palabras de Rin estaban retumbando en su mente como una sinfonía que no paraba de sonarle y comenzaba a fastidiarle cada vez más.

Lo que más le causaba molestia era como su corazón se había alterado por una cosa tan simple.

— ¿Con qué molestabas al amo Sesshômaru Rin? —rompió el silencio el pequeño yôkai que iba más atrás de él.

Sesshômaru estuvo atento a cualquier palabra que fuera a decir Rin.

—No era nada en sí…—respondió algo temerosa Rin, sabía que el carácter de Jaken a veces le resultaba un tanto irritable—sólo le había dicho algo al señor Sesshômaru.

—Te recuerdo que no debes molestar al amo con impertinencias—habló con cierto tono alto a Rin—él no tiene tiempo para oír cosas. No seas altanera y recuerda tu posición de humana.

—Jaken—dijo Sesshômaru en un tono grave; provocando el espanto del mismo y que diera un salto de la sorpresa—cállate, no me dejas concentrar.

—Sí…si amo—respondió dejando la cabeza agachada y volviendo a guardar un silencio, ahora con algo incómodo en su interior.

Los pasos de Sesshômaru no eran despreocupados y fluidos; justo cuando necesitaba pensar más acerca de lo que ocurría se presentaba ante él, la fuerte complejidad de su ser.

Qué ironía… pensar que alguna vez esa personalidad suya, le sería molesta ante un tema tan poco digno, y que si bien era cierto, le tocaba afrontar.

Continuará...