Lyria's story

Perdonen la demora, se que tarde mucho en actualizar el ff pero esque estube ocupada y nada de lo que escribia me gustaba asi que lamento la tardanza
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Capitulo 1 parte 3

Se me queda mirando sin decir nada, parece no saber de que le hablo y yo resignada le explico lo que me ha dicho su tía durante la cena.
—¿A ver si he entendido bien me estas diciendo que mi tía te ha dicho, sin mi consentimiento que mañana me harás de guía?
—Vaya eres mas listo de lo que aparentas…— me mira de reojo y le dedico una sonrisa maliciosa, me encanta sacar dequicio a la gente, en especial si son egocéntricos que pasan de todo.
—Pues para empezar quiero ver la biblioteca, las tiendas que valgan la pena de este pueblo y algún sitio que te resulte interesante.
—Así que iremos a la biblioteca, al G.L.P y al cementerio—el se extraña de es ultimo lugar— es hermoso si no le tienes miedo—afirmo.
—Aun no has respondido a mi pregunta
—Cuala?
—¿Qué libro es? — se lo paso, lo contempla un momento, lo ojea y me mira con una mirada seria— no deberías tener esto.
—¿Por qué es solo un libro de fantasía?
—¿Quizá porque es de la biblioteca privada de tu madre? —le miro y lo deja sobre la cama— es hora de irse— se dirige hacia la puerta pero lo agarro del brazo antes de que se vaya.
—Ni se te ocurra decirle a nadie sobre el libro.
Se va sin decir nada, su tía lo esta esperando en el porche, se van de inmediato.
—¡Recuerda a las 10! — grita Mike antes de entrar en el coche.

Estoy cerca de la casa de las montañas, siento el viento en mi cara, alguien me abraza mientras subimos hacia el cielo, hacemos piruetas y bajamos en picado, volamos a unos pocos centímetros del suelo, hay césped, de un verde tan intenso que parece mágico, pronto sobrevolamos el agua y caigo, esa persona me ha soltado, me estoy hundiendo y no puedo moverme, al llegar al fondo algo me coje de los brazos y los pies e impide que mi cuerpo salga a la superficie.

Me despierto agitada, con la ropa y el cabello mojados y las sabanas llenas de barro. Me asusto y salto de la cama, me quedo en pie, mirándolas. Mi vista se va haciendo borrosa hasta ser completamente de color negro, siento dolor en la cabeza, unas voces lo siguen y luego todo se torna un mar de calma.
Despierto de nuevo, pero esta vez estoy en el suelo, mi cama y mis ropas están como antes mojadas y sucias.
‘’¿Que ha pasado?’’Me toco instintivamente la cabeza, ‘’parece que me ha salido un chichón.’’Me incorporo y coloco la silla de mi escritorio delante de la ventana y me quedo mirando el amanecer, deben ser sobre las siete de la mañana ya que el sol sale a esa hora. Una luz anaranjada recubre las montañas que se divisan desde mi ventana, las nubes están teñidas de rojo y una luz azafranada recorre el cielo; es un paisaje tan hermoso, lastima que tenga el móvil sin batería, seria un buen fondo de pantalla, mejor que el que tengo ahora.
‘’¡Es verdad el móvil!’’ voy a mi mesita de noche y cojo un cargador y después el móvil y lo pongo a cargar ’’suerte que me he acordado o nuna me mata, ayer ya me fui sin el y la que me armó’’
El tiempo me ha pasado el tiempo muy rápido y ya son las ocho de la mañana y sigo embelesada mirando el cielo, a pesar de que ha retornado a su azul de siempre sigue siendo interesante ver como se mueven las nubes, se entrelazan entre ellas o se separan. Mi casa y el pueblo están comenzando a despertarse se oyen coches a lo lejos y algún que otro grito proveniente de las casas, pronto oigo ruido abajo, en la cocina y decido cambiar mis sabanas antes que alguien las vea y me pregunte algo que no sepa contestar. Después de echarlas a la lavadora me comienzo a arreglar. Voy al baño y me miro al espejo, me recojo el pelo en una coleta y el flequillo me lo sujeto con orquillas, seguidamente me lavo las manos y la cara a conciencia. Comienzo a ponerme las lentes de contacto, no tardo mucho y decido comenzar a peinarme.
Me suelto la coleta, el cabello ya me llega hasta la cintura, me ha vuelto a crecer, me peino, me aplico un poco de espuma y me plancho el flequillo. Después voy a mi armario y saco unos pantalones cortos oscuros, con unas cintas con chapas y una hebilla, una camisa del mismo color y una corbatita a rallas negras y rojas con alguna que otra cadenita. Y finalmente unas botas vintage negras de The The. Termino de vestirme a las nueve así que aun me queda una hora.
‘’Parece que hoy hará sol, mejor busco las gafas, haber donde las he dejado...’’ busco en todos los cajones debajo de la cama y del escritorio pero no las encuentro, vuelvo a buscar donde ya había buscado y tampoco las encuentro por ultimo se me ocurre mirar en las estanterías y allí las es encuentro. Cojo una mochilita igual que la corbata y las pongo dentro, junto con el móvil, las llaves y una pequeña libreta.
‘’¿como pueden estar tan a la vista y no verlas? A veces pienso que soy tonta’’
Bajo corriendo a desayunar, de la cocina procede un dulce olor a menta, eso quiere decir que hoy mama desayunara en la cocina.
—Buenos días—me saluda Amanda.
—Buenos días cariño—dice mi madre.
—Buenos días...
—Que haces despierta tan temprano? —me pregunta nuna.
—¿Temprano?¡Si son casi las nueve y media! —le grita mi madre. Yo mientras me siento en la mesa que hay en medio de la sala y cojo unas galletas.
—Es que suele levantarse hacia las once-once y media—me tiende un baso de leche y lo cojo.
—Mmm... ya veo...

—¿Lyria le estoy haciendo infusión de menta, quieres un poco?
—No, gracias — acabo de beber y me voy al comedor. A esta hora solo hay programas del corazón y me da pereza ir a por el libro, que esta escondido debajo de mi colchón, así que saco el móvil de bolso y me pongo a escuchar música. La primera en sonar es Rock N'Roll All Night de Kiss. Déspues unas cuantas de un grupo japonés llamado Arashi, y ahora mi canción favorita I was made for loving you, también de Kiss.
El estridente sonido del timbre suena cuando la canción esta por la mitad.

‘’Que raro, aun faltan quince minutos para las diez’’Voy a abrir la puerta y...

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Espero que les aya gustado y díganme su opinión sobre el capítulo si se les hizo pesado o cosas por el estilo si mis diálogos y narración son pesados.

Y por ultimo gracias por leer mi ff y esperar a que actualizara, de verdad lamento la demora

 

Perdonen la demora, pero el ordenador nome va deltodobienasi que lo siento tenia pensarlo suvirlo ayer pero no me iva el internet asi que lo suvo hay espero que os guste

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‘’Que raro, aun faltan quince minutos para las diez’’Voy a abrir la puerta, pero no es el quien esta al oto lado.

—¡Abuela Sue!— me tiro a sus brazos y la abrazo—¡Que haces aquí!— bajo el tono de voz— ¿no le habrá pasado nada al abuelo no?— la miro con una mueca de preocupación en la cara.
—No— me sonríe— no te preocupes cariño, tu abuelo esta bien, esta aparcado el coche ahora mismo.
Amanda sale al recibidor a ver quien ha llegado.
—Sra. Tenshi es un verdadero placer verla, pase no se quede ahí afuera— le hace un gesto hacia el comedor.
—Por favor no seas tan formal me siento rara.
Todas nos dirigimos al salón y mi madre trae una infusión de hiervas a la abuela.
—¿Hola Sara, como va todo?— Sue mira a mi madre de reojo.
—Últimamente mejor, hace poco recibí la visita de una vieja amiga y eso me ha animado bastante.
El timbre vuelve a sonar. ‘’¿Debe ser el abuelo! Por fin ya tenia ganas de verlo hace como 4 años que no se pasa por casa’’ Voy corriendo a abrir la puerta pero me decepciono al ver quien es.

—Mike... Ya ni me acordaba de ti, pasa. —lo llevo donde se encuentran los demás.
—¿Molesto? —Pregunta con un hilo de voz el muchacho.
—No —contesta mi madre.
—En un momento vuelvo— voy a mi habitación y cojo la cartera, pero antes reviso que lleve algo de dinero. Mi monedero es sencillo, me lo trajo mi padre de uno de sus viajes a Japón, es un poco mas grande que un carnet y esta forrado con imágenes de una de mis series anime favoritas, Shugo Chara. Al bajar de nuevo lo dejo dentro de mi mochila.
—¿Nos vamos ya? — me pregunta el.
—Si—lo miro a el y luego a mi abuela—¿Cuando llegue el yayo le das un beso de mi parte?— la abrazo— hasta luego.
Salimos a la calle, me lleva hacia una moto; concretamente una Harley negra, de dos plazas, las ruedas no son demasiado gruesas y la moto lleva un montón de cosas y cachivaches muy raros que no tengo ni idea de para que sirven, ya es raro que sepa que conduce esa moto; y me pasa el casco que hay colgado del manillar.
—Vamos— me dice mientras sube a la moto.
—¡Me estas diciendo que quieres que me suba a eso! NO definitivamente no me acerco a mas de cinco metros de esa cosa.
—Esa cosa es una moto y vas a subirte en ella como que yo me llamo Mike— contesta mientras me pone el casco— venga, sube, no tenemos todo el día.
A desgana me subo, estar sentada ahí me trae malos recuerdos.
—Pero agarate— me grita a la vez que me coje de las manos y las pone alrededor de su cintura— ¿no querrás caerte verdad?
''Vaya tío mas mandón, se parece al abuelo Jorge jajaja. Espero que no vaya demasiado rápido la ultima vez que... papa... ¡No Lyria no pienses en eso!'' sacudo la cabeza'' No debo pensar en eso, es agua pasada, tengo que... No, no puedo el accidente fue mi culpa si no fuera por mi...''
Mike arranca el motor de su Harley, acelera de golpe, yo me asusto y grito.
—Por favor no vayas tan rápido—siento como las lagrimas corren por mi rostro—¡Mike, Detente!
—No te preocupes, tu solo no te sueltes y estate tranquila— tras decir esto acelera aun mas la moto.
Empiezo a temblar y mi vista se ha nublado por las lágrimas, no lo aguanto mas tengo demasiado miedo.
—Pa...para la moto...— por fin parece que me ha escuchado, pero no es así, ya hemos entrado en el pueblo y delante nuestro hay un semáforo en rojo.
—¿Oye estas bien? Estas temblando—afirma.
—¡No, no estoy bien llevo diciéndote todo el trayecto que detengas este trasto!—no me hace el mas mínimo caso y en cuanto el semáforo se vuelve verde la velocidad del vehiculo vuelve a ser el de antes.
El conduce hasta el centro del pueblo, la plaza del ayuntamiento y lugar donde se celebra el mercado. Aparca frente al quiosco, un lugar pequeño y donde encuentras de todo.
La plaza no es nada del otro mundo, esta rodeada de porches, donde se encuentran las tiendas, gran parte de estas son cafeterías o bares, ya que en verano el pueblo se llena de turistas. En medio se encuentra una fuente blanca, donde los niños se dedican a jugar y a mojarse entre ellos.
—¡Yo no me vuelvo a subir en eso no loca! Y aun menos si conduces tú, estas majara.
—Menos humos. ¿Acaso te da miedo la velocidad?
—La velocidad no, tu cordura si. Vamos el G.L.P. esta por allí. — Señalo un edificio de color beige, con un arco de madera por entrada y unas puertas de roble lo cubren, están abiertas de par en par y dejar ver un pequeño vestíbulo con tres arcos mas en su interior, uno en cada pared. Uno de ellos da paso a una librería repleta de estanterías, otro es la entrada a un café, con un mostrador de mármol blanco y las mesas de madera, el ultimo conduce a una tienda de ropa dividida en tres plantas, la inferior es para la ropa de hombre, la intermedia para la infantil y la superior para la de mujer.
—Este es el G.L.P. —le explico—es como el mini centro comercial del pueblo. Ah y por cierto toma— le entrego el casco que aun llevo bajo el brazo.
—¿A buenas horas, no crees? Habérmelo dado antes y lo guardo en la moto, pero en fin, que mas da ahora. Tengo que comprarme ropa nueva así que...—me señala la tienda situada a nuestra derecha— me fiare de tu criterio — se encamina hacia el local.
''Madre mía, esto es peor que ir a comprar con Amanda, al menos con ella decidimos las dos donde vamos, y que es eso de <me fiare de tu criterio> ¿acaso yo visto mal? Eso es que no ha visto el armario de la mitad del pueblo, acabaría de flores hasta las narices. Antes pensaba que era un arrogante ahora lo se seguro.''
Lo sigo hasta el interior del lugar, las paredes son de color turquesa y las baldosas del suelo son negras, hay dos escaleras, ambas metálicas, una lleva al piso superior y la otra al inferior.
—Vamos a que esperas, no tenemos todo el día—me coje del brazo y mi arrastra hasta la ultima planta, al llegar me suelta y se va a ver los pantalones, situados en el centro de la habitación, todos son de colores chillones: verde pistacho, rojo sangre, rojo cereza, azul cian , azul cielo, violeta, blanco, amarillo, naranja, negro, etc.
En las paredes hay estantes con jerseys y zapatos, también hay barras con camisas y chaquetas. las paredes son azul marino y el suelo de color blanco.
—¿Oye que te parece este pantalón?— me enseña uno de color verde lima.
—¿Estarás de broma no? Mas feo no puede ser— cojo unos de color negro, anchas y con cadenas colgando y se lo muestro— este es de los pocos que valen la pena.
—¿De verdad? A mi el verde me gusta, y de estos ya tengo unos cuantos.
—¿Te va el estilo metal? Juraría que tu eres mas de pijo.
—No es mi culpa que mi madre me elija la ropa—se encoje de hombros—y tampoco lo es que mi abuela no me deje salir a la calle con todas esas cadenas.
''Lo que me faltaba no solo un arrogante también es un niño de mama.''
—¿Pues si tienes tantos porque vas a comprar ropa y no te pones la que ya tienes?—se esta callado, no me contesta y m esta puniendo de los nervios.
Alguien se me esta acercando por detrás y tira de mi brazo hasta girarme hacia ella.
—Vaya, vaya quien tenemos a aquí, la mismísima novia cadáver—espeta nada mas verme la cara una chica alta, morena y demasiado maquillada acompañada por un muchacho algo mas bajo que ella y bastante cachas.
—¿Quienes son?—Mike me abraza por la espalda y se los queda mirando.
—Que haces—le susurro lo suficientemente bajo para que solo lo oiga el.
—Echándote una mano— me contesta con el mismo tono.
—¿No nos presentas?—me pregunta Mike.
—Claro, estos son la zorra y el culturista, más conocidos como Bez y Marco.
—¿Zorra y culturista, vaya no te cansas de esos motes?
—No, son perfectos para vosotros—tras decir esto cojo a Mike por la muñeca y salimos de ese lugar. Lo sigo arrastrando hasta el lugar donde esta aparcada su Harley.—Guarda el casco, no pensaras llevarlo todo el día a cuestas, ahora iremos a la biblioteca ah y gracias por ayudarme,—estoy algo avergonzada, su arrogancia ha servido de algo por una vez, quizá me sea de ayuda mas adelante—te debo una.
—No me esperaba un gracias de tu parte