Luz versus oscuridad.

XI​

Laurana no podía creerse lo que estaba presenciando; ya había sido una gran sorpresa encontrarse con un ejemplar de warg, una especie considerada extinta desde hacía mucho tiempo, y descubrir que Alexia era una hechicera, pero encontrarse con Rayleigh después de tantos años y ver los extraños poderes que poseía era demasiado.
En los diez minutos que habían pasado desde el comienzo del combate, Alexia y Scar habían llevado su cuerpo y sus mentes al límite ante la gran superioridad de Cat y Rayleigh, que no habían recibido ni un solo arañazo.
__ Son muy débiles, ¿verdad?__ le preguntó la marioneta al doctor tras hacer fracasar el último ataque del warg lanzándole varias esferas explosivas.
__ Así es, compañero.__ corroboró Rayleigh.__ Alexia, no me estás dando muchas razones para que te cuente lo que sé; estoy muy decepcionado.
La aludida arrojó un nuevo rayo hacia arriba, sorprendiendo a los demás por la extraña falta de puntería.
__ Debes de estar muy cansada si no eres capaz de apuntar correctamente.__ se burló Cat.
Pero Rayleigh ya había descubierto el plan de la hechicera y agarró a su compañero de la ropa para escapar de la gran lluvia de rocas que cayó del techo mientras la joven les arrojaba varias flechas de cristal que formó a partir de los fragmentos más pequeños.
__ Buen intento.__ reconoció el doctor.__ No obstante,…
Las flechas de cristal estallaron al chocar contra las dos grandes alas de energía que habían surgido de la nada y habían rodeado al hombre.
Scar, por su parte, corrió con una expresión feroz en el rostro hacia Cat para hacerle pedazos pero la marioneta accionó los muelles incorporados a sus pies y le esquivó dando un gran salto. Aún en el aire, abrió la boca y un pequeño pero potente cañón disparó contra el warg, que logró apartarse lo suficiente como para escapar del radio de acción del explosivo.
__ ¿Qué es esa energía que te rodea?__ le preguntó Alexia a Rayleigh mientras comprobaba la gran capacidad defensiva de esas alas que le rodeaban al ver como todos sus ataques eran bloqueados.
__ Teniendo en cuenta que estás luchando ferozmente a pesar de que ya deberías estar inconsciente, te daré algunas respuestas.__ replicó su adversario.__ Pero primero hay una adivinanza: oro parece, plata no es; ¿qué es?
__ ¡¿A qué demonios viene eso?!__ gritó la joven, cuyo furor había alcanzado su punto crítico, mientras le arrojaba otro relámpago con toda la energía que pudo reunir.
__ ¡Respuesta incorrecta!__ exclamó Rayleigh carcajeándose y usando su extraño poder para reflejar el ataque contra su propietaria.
Sin embargo, Scar se interpuso y recibió la descarga reflejada, potenciada por el poder de su adversario, en lugar de Alexia.
__ ¿Por qué lo has hecho?__ le preguntó la chica, arrodillándose junto a él.
“Tengo que empezar a saldar mi deuda.” respondió el warg con debilidad. “Además, somos amigos y los amigos se ayudan entre ellos.”
El lobo perdió la consciencia mientras Alexia, cuya determinación fue avivada de nuevo por las palabras de su compañero, se encaraba de nuevo con Rayleigh.
__ Primera pregunta: ¿qué es la energía mágica?__ le preguntó éste como si nada hubiese ocurrido.
__ ¡Es el combustible que permite usar la magia para manipular la materia y la energía de la naturaleza!__ replicó la joven.__ ¡Exactamente así!
Recurriendo a la poca energía mágica que le quedaba para rodear a sus dos adversarios con un anillo de fuego, que empezó a girar a gran velocidad hasta formar un tornado ígneo.
__ ¡Respuesta correcta!__ exclamó el alegre doctor, disipando la prisión de fuego con su misteriosa fuerza y le lanzaba un rayo de energía etérea.__ Segunda pregunta: ¿de dónde procede esa energía?
__ ¡De la propia naturaleza!__ respondió Alexia, que arrojó una gran llamarada para interceptar el ataque de Rayleigh.
__ ¡Otra respuesta correcta!__ exclamó éste mientras luchaban para superar los ataques de sus respectivos rivales.__ Tercera pregunta: ¿cuál es el origen de la energía que estoy empleando?
Aquella pregunta pilló de sorpresa a la hechicera, que no comprendía cómo podía Rayleigh esperar que le contestara si ni siquiera conocía la naturaleza de su poder.
__ La naturaleza.__ respondió con la duda impresa en su voz.
__ ¿De verdad crees que este poder tiene el mismo origen que la energía mágica?__ le preguntó Rayleigh con una sonrisa misteriosa.__ ¡Respuesta incorrecta!
En ese momento, la fuerza de su ataque aumentó hasta barrer por completo las llamas de la hechicera, que fue empujada junto con Scar varios metros atrás.
__ Tienes que pensar un poco más, Alexia.__ le advirtió el doctor golpeándose las sienes con los dedos índices.__ Sin embargo, te contaré un pequeño secreto. El poder que estoy utilizando no proviene de la energía natural de lo que nos rodea, sino que nace en nuestro interior, en el fondo de nuestros corazones y de nuestras almas.
Alexia se incorporó mientras escuchaba con atención las palabras de Rayleigh con gran interés, pues nunca había escuchado nada de ningún poder que surgiese de dentro de una persona.
__ Según mis investigaciones, en la antigüedad, ese poder era llamado Zen’i y se decía que sólo las personas destinadas a poseer una férrea voluntad y a traer grandes cambios a este mundo podían ejercerlo.__ continuó contándole el hombre.__ Zen’i es el poder del alma, de la voluntad, el poder de una persona para superar los obstáculos y lograr alcanzar sus más profundos deseos; se decía que era el poder más grande del mundo, capaz de conducirlo tanto a su salvación y a su destrucción.
__ ¿Me estás diciendo que has logrado predecir todos nuestros movimientos, resistir todos nuestros ataques sin sufrir ningún daño y provocarnos tantos daños sólo con el poder de tu voluntad?__ le preguntó una perpleja Alexia.
__ Así es en pocas palabras.__ respondió Rayleigh, de cuyo cuerpo comenzó a emanar una gran cantidad de aquella energía etérea.__ Y sé que tú también posees la fuerza de voluntad necesaria para ejercer el Zen’i que duerme en tu interior; lo que ocurre es que todavía no sabes como emplearlo a tu entera voluntad.
Pero Alexia no podía creerse las últimas palabras; habiendo visto las grandes habilidades que esa fuerza llamada Zen’i le otorgaba a Rayleigh, estaba completamente segura de que ella no podía tener ese poder; no era tan poderosa como para compararse con el doctor, quien ni siquiera era hechicero y la estaba venciendo con facilidad; a su lado, ella no era nada. Y la mejor prueba de que eso era cierto era el inmenso búho real que la energía de Rayleigh había formado.
__ ¡Esta es una de las manifestaciones del Zen’i, el Zenryoku!__ le gritó el hombre mientras el ave extendía las alas y las batía con fuerza destructiva.__ ¡Más te vale despertar de nuevo tu Zen’i o tu amigo y tú seréis arrasados por mi bestia!
El gigantesco búho ululó y se abalanzó sobre Alexia, que seguía de pie ante Scar para protegerle.
La misma fuerza que la chica había sentido cuando se estaba ahogando en el laberinto comenzó a palpitar de nuevo, como si se negase a la idea de aceptar la muerte.
__ ¡No pienso morir hasta que no logre mi deseo!__ gritó desatando esa fuerza con furor.
El Zenryoku-búho, como lo había denominado Rayleigh, se encontró de pronto con el Zenryoku de Alexia, que había tomado la forma de un león de gran tamaño. Cuando las dos bestias chocaron, se produjo una fuerte explosión de luz cegadora.
“Esta es una batalla de voluntades.” pensó Rayleigh mientras emitía más energía para mantener su Zenryoku. “Es la batalla decisiva.”

Al llegar a su castillo tras la destrucción de Yucat, Yami se dirigió a sus aposentos personales y se dispuso a relajarse con el baño que sus criados le habían preparado. Sin embargo, en cuanto entró en el baño, supo que había alguien más allí.
__ Muéstrate.__ ordenó con un gruñido mientras cubría la parte inferior de su cuerpo con una toalla.
El agua de la bañera dio un salto y comenzó a contraerse hasta adoptar la forma corpórea de Mizu, la única mujer que había logrado convertirse en uno de los Caballeros Reales que servían a Diana; del mismo modo que Yami era el Elemental de la oscuridad, Mizu era la Elemental del agua, capaz de manipular con facilidad el agua en cualquiera de sus tres estados físicos.
__ Mizu, ¿por qué has entrado en mis aposentos privados sin avisar?__ le preguntó en plan bromista.__ ¿No me dirás que querías verme desnudo?
__ No me interesa verte las vergüenzas.__ replicó la mujer con seriedad y expresión fría.
__ ¿Qué es lo que te molesta?__ le preguntó Yami mientras le ofrecía una copa de vino, que Mizu rechazó con un gesto de cabeza.__ Estoy convencido de que has venido a echarme una bronca.
__ Sé que te has ocupado del asunto de la revuelta de Yucat.__ le explicó su compañera de trabajo.__ Creo que no hace falta decirte lo que opino sobre la violencia con la que resuelves ese tipo de situaciones; te has excedido demasiado y has destruido todo un pueblo y matado a personas que trabajaban para nosotros.
__ Sólo me he dedicado a cumplir la tarea que la reina me encomendó.__ replicó Yami fríamente tras tomarse de un trago el contenido de la copa.__ A cambio de poner mis poderes como Elemental a su servicio, Diana me concedió utilizar los métodos de aniquilación que desease y desatar toda la fuerza destructiva que quisiese.
__ ¿Y era necesario matar a mujeres y niños inocentes?
El señor del castillo resopló, irritado por esa actitud sensiblera, y se enfrentó a Mizu, acercándose tanto a ella que sus rostros se encontraban a escasos centímetros el uno del otro; trataba de intimidarla a pesar de que sabía que Mizu no se dejaba impresionar por el aspecto físico de los demás, y eso que él era más corpulento que ella.
__ Sus muertes servirán de ejemplo para que los demás pueblos comprendan lo que les ocurre a aquellos que desafían a Diana.__ replicó susurrando mientras acercaba sus labios a los de su compañera.
__ No me provoques, Yami.__ gruñó la Elemental, cuyo cuerpo empezó a convertirse en vapor de agua.__ Sabes muy bien quién ganaría si lucháramos.
Yami se apartó maldiciendo por lo bajo; no le gustaba reconocerlo pero lo cierto era que no tendría ninguna posibilidad contra Mizu, cuyos poderes eran considerados de los más fuertes de los pertenecientes a los Caballeros Reales.
__ No me gustan tus métodos de acción pero estoy obligada por mi juramento a trabajar a tu lado; sin embargo, si me das un solo motivo, te desafiaré a un combate a muerte.__ declaró su compañera mientras su cuerpo, convertido en niebla, se deslizaba y escapaba a través de la ventana.
El Elemental de oscuridad arrojó su copa contra la pared, pensando por enésima vez que ni deberían haber permitido que una mujer entrara en el gremio de los Caballeros Reales debido a su debilidad; de hecho, sólo se sometía a la voluntad de Diana, una mujer, por su permiso para actuar como le diera la gana.
“Mujeres.” pensó mientras se sumergía en la bañera, pues los encuentros con Mizu siempre le dejaban extrañamente tensos.

Rayleigh observó con tristeza su destrozado sombrero aunque se animó recordando que tenía muchos otros sombreros idénticos de repuesto; durante el choque de las dos bestias, el Zenryoku-león de Alexia había abierto una brecha en sus defensas y había calcinado su sombrero; si la energía hubiese descendido unos centímetros, él sería el fulminado.
“Tal y como lo pensé, esta chica es especial.” se dijo mientras posaba la mirada en la joven, que se había desmayado debido al extremo agotamiento de la batalla. “Su voluntad es increíblemente inquebrantable, tal vez para poder soportar el gran destino que descansa sobre sus hombros.”
Le ordenó a Cat que llevase a la hechicera y al warg a su habitación para que descansasen y recibiesen tratamiento. Mientras la marioneta se llevaba los cuerpos inconscientes de los dos amigos, el doctor se volvió hacia Laurana, que se puso rígida al ver que su ex-novio le pedía con gestos que le acompañase.

 

XII​

Susan se encontraba esforzándose en girar la oxidada manivela del pozo para sacar el cubo lleno de agua cuando una incómoda sensación de frío recorrió su cuerpo a pesar del brillante sol que iluminaba Artrun. Una atmósfera tétrica y oscura se extendió por todo el pueblo, encabritando a los animales y deteniendo las tareas cotidianas de todos los habitantes.
__ Cariño, ¿qué ocurre?__ le preguntó Susan a su esposo mientras la gente se reunía en la plaza.
__ Una visita indeseable.__ respondió Tristán con el ceño fruncido.
En el centro de la plaza, acompañado por varios soldados y tres espectros, se encontraba Raiden, Elemental de la electricidad y otro de los Caballeros Reales de Diana.
__ ¡Préstenme atención, amables gentes!__ dijo alzando la voz para que todos le oyeran.__ ¡Hace 16 años, una recién nacida desapareció del castillo nuestra majestad, la reina Diana! ¡Sabemos que fue secuestrada por una anciana hechicera, que empleó su magia para alejarla de allí y ocultarla de la mirada de la reina! ¡Desde entonces hemos estado buscándola por todos los rincones de este mundo sin ningún éxito!
“Están hablando de Alexia.” comprendió Elena mientras era abrazada con fuerza por Daniel. “¿Será cierto que proviene del castillo de la reina?”
Tristán carraspeó y se adelantó hasta encontrarse delante de Raiden, que alzó una mano para detener la reacción de los soldados.
__ Supongo que ha venido a nuestro pueblo buscando a esa joven desaparecida.__ dijo el jefe del pueblo.__ Si es así, me temo que tengo que informarle de que ha perdido el tiempo.
__ ¿Está seguro de eso?__ le preguntó el Caballero Real clavando sus ojos de color azul eléctrico en el hombre.
Tristán asintió y mantuvo el contacto visual con Raiden, tratando de no hacer nada que pudiese delatar su mentira.
En ese momento, un niño tomó una manzana de una tienda de productos agrícolas al aire libre y se la arrojó al Caballero Real; una exclamación general recorrió la plaza cuando se produjo un estallido de luz azul y la fruta cayó calcinada al suelo.
Uno de los soldados, que había pertenecido a la división de Yami hasta hacía un mes, desenvainó su espada y comenzó a caminar hacia el asustado niño, que se encogió y se abrazó a su padre. Sin embargo, Raiden extendió un brazo indicándole que se detuviera.
__ Yo no soy como Yami.__ declaró el Elemental con dureza.__ No permito que ninguno de mis soldados derramen sangre innecesariamente.
Avergonzado, el hombre guardó su arma y volvió a su posición en la primera fila del grupo de soldados reunidos.
__ Esperad aquí.__ les ordenó su señor, cuyos ojos miraban fijamente la montaña en la que vivía Abigor.__ Percibo una energía mágica muy fuerte proveniente de ese lugar; iré a investigar.
Los aldeanos y soldados se alejaron de él al sentir la inmensa energía que le rodeaba y que hacía crepitar el aire mientras el cielo se oscurecía y se veía iluminado por rayos y relámpagos.
Convirtiendo cada célula de su cuerpo en energía eléctrica, Raiden desapareció de la plaza con un cegador destello y un sonido ensordecedor y se incorporó a la inmensa tormenta eléctrica que se dirigía hacia la montaña.
“Ten mucho cuidado, Abigor.” pensó Susan entrelazando los dedos como si estuviera rezando.

El ermitaño interrumpió su meditación al sentir una fuerte energía mágica acercándose a su hogar y abrió los ojos a tiempo de ver caer un gran rayo frente a él.
__ ¿A qué se debe esta inesperada visita, Raiden?__ le preguntó al Caballero Real cuando éste surgió de la humareda.
__ ¿Me conoces?
__ Personalmente, no.__ respondió Abigor.__ Sin embargo, he escuchado que eres el Caballero Real más veloz de todos los que sirven a Diana y que puedes destruir todo un ejército en segundos; tienes una gran reputación como letal guerrero y poderoso hechicero elemental.
Raiden resopló y replicó:
__ No me gusta que la gente hable de mis capacidades como si fuesen tan grandes; prefiero la modestia.
__ Lo sé.__ dijo Abigor.__ Tengo entendido que eres extrañamente compasivo en relación con los demás Caballeros Reales.
__ Dejemos esta conversación. Estoy buscando a una joven llamada Alexia, que desapareció del castillo de la reina hace 16 años y fue enviada a algún lugar desconocido mediante la magia.__ le comunicó el Elemental eléctrico.__ ¿Sabes algo de ella?
Su interlocutor sonrió y respondió:
__ Por supuesto que lo sé; yo soy el maestro de esa chica. Pero no pienso revelarte su paradero sin luchar.
La sorpresa hizo mella en la rígida expresión de Raiden, que suspiró mientras la carne y los huesos de sus manos se convertían en electricidad.
__ ¿Estás seguro de que quieres llegar a este extremo?__ le preguntó al ermitaño, que ya se había mentalizado para una dura batalla.
__ Lo estoy.
Abigor le arrojó cinco bolas de fuego simultáneamente pero en la posición que había ocupado Raiden unos instantes antes ya no había nada y el ataque chocó contra los árboles, iniciando un gran incendio.
__ Realmente eres muy rápido.__ comentó el hechicero mientras se giraba para ver al Elemental de pie a varios metros del punto de impacto de su ataque.__ Ni siquiera he podido ver tus movimientos.
__ Nadie puede seguir la velocidad del rayo.__ replicó Raiden.__ Ríndete, por favor.
Ignorando la petición de su rival, Abigor apoyó las manos en la tierra e hizo surgir varias trepadoras, que se enroscaron alrededor de las piernas de su objetivo, impidiendo que pudiera moverse. Sin embargo, la gran energía eléctrica que emitía el cuerpo del Caballero Real provocó la muerte instantánea de las plantas.
Sin dejarse impresionar por las habilidades del Elemental, Abigor creó varios arpones de cristal y se los arrojó.
__ Es inútil.__ dijo Raiden apareciendo a su espalda, muy lejos del peligroso ataque.
El ermitaño materializó una espada de metal y se volvió rápidamente para atravesarle. No obstante, su adversario logró atrapar la hoja del arma con las manos, hiriéndole con las pequeñas descargas eléctricas que el metal transmitía.
__ Tienes suerte de que esté usando mis descargas con el menor voltaje que soy capaz de emitir.__ declaró el Caballero Real.__ Si estuviese utilizando todo el potencial de mi energía, ahora mismo estarías inconsciente o muerto.
Tosiendo sangre debido a la descarga, Abigor soltó el arma y se alejó para crear una gran multitud de varas de metal y clavarlas en el suelo entre su enemigo y él.
__ Es inútil.__ repitió Raiden mientras le arrojaba una gran onda de electricidad.
Sin embargo, el ataque eléctrico se desvió de su trayectoria original y golpeó las varas de metal, que Abigor había creado para que funcionasen como pararrayos.
“Muy inteligente.” pensó el Elemental al ver la estrategia de su rival para protegerse de la descarga. “No tengo más remedio que incrementar el voltaje.”
Se concentró y pronto sus brazos se convirtieron completamente en electricidad, arrojando múltiples y delgados rayos a su alrededor mientras la tormenta eléctrica se veía potenciada.
__ Te felicito por haber desviado mi anterior descarga.__ le dijo a Abigor alzando las manos al cielo, que era atravesado constantemente por grandes destellos de luz.__ Sin embargo, no podrás desviar toda la energía de mi próximo ataque.
Un rayo surgió de las oscuras nubes que cubrían el cielo y cayó hasta las manos de Raiden, que la sujetó como si de una lanza se tratara.
“Esto es malo.” pensó Abigor concentrando su energía mágica, la cual no podía compararse con la de su rival. “Tengo que preparar una defensa.”
Entonó un hechizo e hizo que grandes bloques de tierra se alzasen formando un muro para protegerse de la descarga eléctrica.
__ ¡Este rayo atravesará tus defensas!__ exclamó Raiden mientras bajaba el brazo con el que sostenía el rayo a gran velocidad.

__ ¿Creéis que Abigor estará bien?__ les preguntó William a sus padres al ver caer los rayos sobre el hogar del ermitaño.
__ No lo sé, hijo.__ respondió Tristán con rostro sombrío.__ Conozco a Abigor desde hace muchos años y sé que es muy bueno en el arte de la magia. Sin embargo, se está enfrentando a un Caballero Real, un hechicero elegido por la propia reina Diana; un combate entre esos dos no tiene un final claro.
En ese momento, un rayo más poderoso que los anteriores cayó sobre la montaña provocando una gran cúpula de fuego y electricidad que arrasó todo a su paso.

Raiden se acercó lentamente a Abigor, que se encontraba inconsciente en el suelo debido al considerable daño que había recibido. Sin embargo, había evitado que el ataque resultase mortal emitiendo grandes cantidades de energía mágica para poder absorber una parte de la electricidad a pesar del riesgo que implicaba para su vida.
__ Has sido un digno adversario.__ susurró Raiden mientras tomaba el cuerpo del hechicero y lo cargaba sobre sus hombros.__ Tendré que llevarte ante la reina para que te interrogue y averigüe todo lo que pueda de esa chica; una verdadera lástima.

Alexia se encontraba de nuevo en el lecho de aquella extraña cueva, atrapada una vez más bajo el cálido peso del cuerpo del desconocido, que deshizo lentamente los lazos de los hilos que mantenían atada la transparente bata de la joven, desnudándola con delicadeza.
La joven tragó saliva y trató de decirle al hombre que se detuviera pero no logró que saliera ningún sonido de su boca; una extraña y agradable corriente eléctrica recorría su cuerpo, que parecía arder como si estuviera afectado por la fiebre.
Cuando la hubo desnudado por completo, el enmascarado apretó su cuerpo contra el de Alexia, que no pudo resistir la tentación de deslizar las manos sobre los desarrollados músculos de su “amante”, que parecían palpitar bajo su piel.
Guiada por las manos del hombre, la chica fue recorriendo el pecho y el abdomen hacia el taparrabos de piel de ciervo mientras una gran ansiedad la hacía temblar ante lo que encontraría…

Antes de que la situación se volviese más candente, Alexia se despertó en la habitación a la que Cat la había traslado tras perder el conocimiento como consecuencia del sobreesfuerzo.
“¿Por qué tendré estos sueños tan raros?” se preguntó sintiéndose como una auténtica pervertida.
Trató de levantarse de la cama pero se vio obligada a sentarse de nuevo debido al cansancio extremo que sentía.
__ No es buena idea que hagas esfuerzos todavía.__ le recomendó Cat, que acababa de entrar con una bandeja repleta de comida.__ Tu energía mágica y tu Zen’i no se han recuperado por completo; y eso que llevas durmiendo dos días enteros.
Sin embargo, Alexia no le prestaba atención, la cual estaba centrada en la apetitosa comida, haciendo gruñir a su desatendido estómago. Dándose cuenta de eso, Cat se echó a reír y le pasó la bandeja.
__ Tu amigo también estaba hambriento.__ comentó mientras observaba comer a la chica.__ Se ha ventilado sesenta chuletas de cerdo y treinta filetes de lomo; es un tragaldabas.
“No es mi culpa.” replicó Scar mientras entraba en la estancia con aire ofendido. “Mi cuerpo es muy grande y necesita muchos nutrientes; tú no lo entiendes porque no eres más que un muñeco.”
El rostro de la marioneta mostró lo mejor que pudo la tristeza la embargó al escuchar aquella cruda verdad.
__ Es cierto que este cuerpo no necesita que se lo alimente.__ susurró cabizbajo.__ Sin embargo, se echa de menos sentir el olor y el sabor de la comida.
Alexia le lanzó una mirada fulminante al warg, que desvió la mirada sintiéndose culpable.
__ ¿Cómo es posible que estés vivo si eres una marioneta, Cat?__ le preguntó a su anfitrión para cambiar de tema.
__ ¡Eso es gracias al doctor Rayleigh!__ exclamó Cat con un gran y repentino ánimo.__ Pero debéis saber que yo soy, o más bien fui, realmente humano.
La hechicera y el warg dieron un respingo al escuchar esas palabras.
__ Hace muchos años, mis padres murieron y me vi obligado a vivir con mis tíos.__ continuó explicando Cat.__ Fue la peor época de mi vida, pues mis tíos me encomendaban todas las tareas de la casa y me trataban como un esclavo mientras mis primos se divertían a mi costa maltratándome delante de mis amigos.
>> Un día, una de sus bromas fue demasiado lejos y yo acabé cayendo al río, quedando gran parte de mis huesos destrozados debido a los golpes que me di contra las rocas. Acabé medio muerta en una orilla alejada de mi pueblo, donde me encontró un hombre al que nunca había visto: Rayleigh. Le escuché decir cosas como que no permitiría que otro niño muriese en sus manos y me trajo a su castillo, donde estaba trabajando para resucitar una antigua disciplina que combinaba magia y ciencia. <<
__ Te refieres a la alquimia, ¿verdad?__ le preguntó Alexia, que ya había oído hablar de ese antiguo arte ya extinto tras considerarse una patraña.
Cat asintió y continuó la explicación:
__ Los alquimistas, que se hacían llamar a sí mismos Sanadores, eran hechiceros que detestaban ver el sufrimiento del ser humano a causa de las enfermedades y de su naturaleza mortal; por eso, trataron de crear una sustancia muy especial, el elixir de la vida o la panacea universal, que tendría el poder de convertir la pobreza en riqueza, la enfermedad en salud, la vejez en juventud,…y la muerte en vida.
>> Rayleigh, que había abandonado la medicina tras perder a un niño en una operación, viajó por todo el mundo para recopilar toda la información posible para crear por sí mismo el elixir y no tener que ver a nadie más morir sin remedio. Descubrió que su poder, el llamado Zen’i, estaba relacionado con esa sustancia legendaria y realizó varios experimentos para crear un prototipo; un prototipo que experimentó en mí. <<
“¿Y no fue bien?” le preguntó Scar, que nunca había escuchado historias semejantes durante su infancia.
__ No resultó de la forma que el doctor esperaba pero no fue un fracaso total.__ respondió Cat.__ El elixir que empleó era una primera fase y no logró reconstruir mi cuerpo. Sin embargo, logró que mi alma permaneciese en este mundo atándose a este cuerpo inerte. Tras lo ocurrido, el doctor me prometió que haría todo lo que estuviese en sus manos para conseguir el elixir definitivo y darme la vida humana que no pude tener.
Alexia sintió de inmediato como toda su ira contra Rayleigh se desvanecía, pues estaba claro que un hombre malvado no haría algo así por un niño.
“¿Y a qué vino la batalla del otro día?” gruñó un furioso Scar.
__ La pregunta que deberíais haceros es si luchábamos contra vosotros u os enseñábamos.__ replicó Cat con una sonrisa enigmática.__ O tal vez las dos cosas.
>> Cuando acabes de comer, Alexia, os hemos preparado dos bañeras; apestáis como animales, por favor. Lobo, ¿no te da vergüenza pegarle tu olor a una chica tan bonita? <<
Y la provocativa marioneta salió de la habitación esquivando al indignado warg.

 

XIII​

Los guardias de la prisión del castillo de Yami se encontraban arrodillados en la plaza, temblando bajo la furiosa mirada de su señor y esperando el castigo que éste les tenía preparado.
__ ¿Cómo es posible que dos docenas de soldados no hayan sido capaces de impedir la fuga del prisionero?__ les preguntó el Caballero Real desde su asiento especial, donde se sentaba cada vez que organizaba un torneo de lucha para entretenerse siempre que no tuviese que cumplir ninguna misión.
__ Lo sentimos, señor.__ dijo el jefe de los guardias mientras inclinaba la cabeza.__ Pero el fugitivo, ese tal Ryu, posee poderes misteriosos y no pudimos hacer nada para evitar que escapara.
El miedo hizo su aparición en los cuerpos de todos los soldados al ver que la piel del Elemental pasaba de ser bronceada a ser completamente negra al tiempo que la luz del sol perdía intensidad, indicios de que iba a desatar su poder de la oscuridad.
Sin embargo, Yami optó por calmarse y respiró hondo, haciendo que su cuerpo volviese a la normalidad.
__ No os castigaré.__ declaró con tranquilidad, como si nada hubiese pasado.__ Pero debéis pasar una prueba y derrotar a mis cinco guerreros como redención por vuestro fallo.
Tras esas palabras, una puerta situada bajo el palco del señor del castillo se abrió y cinco personas salieron de las sombras para enfrentarse a los guardias.
__ ¿Quiénes son?__ se preguntaron los hombres.
__ Son los cinco mejores guerreros y asesinos del Caballero Real Yami.__ les explicó su jefe.__ Ellos solos pudieron conquistar todo un castillo sin ayuda de nadie; lo hicieron con sus propias fuerzas.
Todos se asombraron, pues las cinco personas que acababan de aparecer no parecían especialmente peligrosas.
__ ¡Aunque sean los mejores guerreros, sólo son cinco contra todos nosotros!__ exclamaron varios hombres, que se arrojaron sobre sus rivales.
Un hombre de largos cabellos negros y rostro ceniciento que cubría su boca y su nariz con una mascarilla se adelantó a sus cuatro compañeros y se arañó la palma de la mano izquierda con sus afiladas uñas para dejar fluir la sangre.
“Parece que Cuervo será el que dé el primer golpe.” pensó Yami con una sonrisa.
Cuervo utilizó su extraño poder y la sangre que salía de su herida se convirtió en un látigo de color carmesí; con un rápido movimiento, mató a tres hombres de los siete que se habían abalanzado sobre ellos.
__ ¡Los rumores eran ciertos!__ exclamó el jefe de los guardias.__ ¡Cuervo, al que llaman “el Vampiro”, es capaz de utilizar la sangre como arma! ¡Alejaos de él!
__ Demasiado tarde.__ susurró Cuervo fríamente tras su máscara.
Con una velocidad sobrehumana, el guerrero atacó a los otros cuatro soldados y les degolló con sus garras ante el horror de sus compañeros.
__ ¿Quién es el siguiente?__ les preguntó a los reticentes adversarios.
En ese momento, una niña que pertenecía a los cinco guerreros de Yami se adelantó y le reprochó:
__ Deja que los demás también participemos egoísta.
El cuervo retrocedió refunfuñando mientras la niña caminaba hacia los soldados sosteniendo su muñeca entre los brazos.
__ Tiene que ser una broma.__ susurraron los guardias, asombrados al ver que el segundo guerrero era una pequeña vestida como una princesa.
Loco, que así se llamaba la niña, se detuvo y exclamó:
__ ¡Conversión animal!
Hubo un gran destello de luz y cinco soldados cayeron retorciéndose al suelo, transformándose en diferentes como liebres, ratones y palomas.
“Esa chica es una experta en maldiciones.” reconoció Yami a pesar de lo poco que le gustaba que una chica, especialmente alguien tan joven, tuviese esos poderes.
Los restantes guerreros, Suigon, Doku y Mathim, se repartieron para que cada uno tuviera el mismo número de rivales para abatir. El primero pronto se vio amenazado por cuatro espadas desenvainadas, que se rompieron con facilidad al chocar con su piel, asombrando a los cuatro soldados.
__ Yo soy capaz de manipular la densidad de mi cuerpo hasta darle la consistencia del acero.__ les explicó Suigon mientras aumentaba la densidad de sus puños hasta el máximo y mataba a los cuatro hombres con fuertes golpes que rompieron sus cuellos.
Doku, por su parte, se deshizo al instante de sus adversarios arrojándoles una gran ráfaga de niebla ácida tan potente que fundió la carne y los huesos en pocos minutos.
Mientras tanto, los cuatro guardias que quedaban atacaban sin cesar a Mathim, que no hacía ningún esfuerzo por defenderse y se dejaba atravesar por las armas. Sin embargo, sus heridas se serraban al instante sin dejar ni siquiera una pequeña cicatriz.
Los guardias no tuvieron tiempo de asombrarse antes de que el guerrero, cuya velocidad no tenía nada que envidiar a la de Cuervo, les asesinara apuñalándolos en el pecho.
El Elemental de la oscuridad se sirvió una copa de vino mientras una cruel sonrisa cruzaba su rostro. Sabía desde el principio que esos estúpidos no podrían contra sus mejores guerreros; y aunque hubiesen ganado, él mismo les habría arrebatado la vida por haber permitido que aquella criatura espiritual tan extraña escapase de la prisión.

__ Así que los rumores eran ciertos.__ susurró Laurana mientras examinaba las extrañas piedras preciosas de color rojo que Rayleigh depositó ante ella.__ Todos estos años has estado practicando alquimia.
__ Intentándolo.__ matizó el doctor sentándose a la mesa.__ He intentado una y otra vez obtener el elixir de la vida para lograr que Cat tuviese la vida que no pudo tener. Sé que voy por buen camino pero todavía estoy en las primeras fases de la investigación y no he logrado los resultados que esperaba.
Laurana permaneció en silencio, pensando al mismo tiempo que hacía girar el rubí entre sus dedos. La gente le había dicho durante todos esos años que Rayleigh era un loco y que seguramente estaba creando algo monstruoso, pero lo que tenía ante ella demostraba que los demás estaban equivocados: Rayleigh seguí siendo el gran hombre del que se enamoró, capaz de hacer lo imposible por ayudar a los demás.
__ ¿Tienes alguna pregunta más?__ le preguntó el doctor, que sabía que su antigua compañera se guardaba algo.
Laurana sacudió la cabeza a pesar de que la pregunta más importante que deseaba hacerle la torturaba sin piedad. ¿Por qué no la había llevado con él?
En ese momento, Cat apareció en la sala acompañado por Alexia y Scar, que ya tenían mucho mejor aspecto tras los dos días de descanso, la comida y el baño.
__ ¡Y aquí tenemos a nuestra joven investigadora!__ exclamó Rayleigh con alegría mientras sus invitados se sentaban en los dos asientos vacíos y la marioneta se acomodaba en su hombro.__ ¡¿Habéis dormido bien?!
__ Más o menos.__ replicó Alexia, que todavía se sentía acalorada por aquel extraño sueño y trataba de evitar que su anfitrión se diese cuenta.
__ Sabemos que Scar ha dormido a pierna suelta.__ comentó Cat con una sonrisa burlona.__ Sus ronquidos estremecían los cimientos del castillo.
“¡Como te pille, te enterraré en el jardín!” gruñó el warg mostrándole los amenazadores colmillos.
La marioneta tomó algo del plato del doctor y se acercó a Scar para mostrarle un pequeño hueso de pollo.
__ No te enfades.__ le dijo al lobo con la misma sonrisa.__ Toma este hueso como prueba de nuestra amistad,…chucho.
“¡Te voy a convertir en serrín!” aulló Scar antes de abalanzarse sobre Cat, que abandonó la estancia a gran velocidad para escapar.
__ Siempre he dicho que ese chico tiene madera de comediante.__ bromeó Rayleigh aunque pronto dejó de reírse al ver la seriedad del rostro de Alexia.__ Veo que quieres ir al grano, chica impulsiva.
__ Así es.__ replicó la joven con dureza.__ ¿Qué eran esos seres que aparecieron…el león y el búho?
__ Zenryoku.__ respondió Rayleigh como si hablara de algo cotidiano.__ Una de las tres manifestaciones del Zen’i; es lo que se llama la manifestación del instinto.
__ ¿Manifestación del instinto? ¿Qué es eso?
__ Del mismo modo que el cuerpo reacciona instintivamente mediante reflejos cuando entra en contacto con algo dañino, el alma dotada del Zen’i posee sus propios mecanismos de defensa ante las amenazas; el instinto de supervivencia provoca la aparición del Zenryoku, una violenta explosión de energía que adopta la forma de un animal en función del carácter de la persona.
Alexia le escuchaba atentamente mientras recordaba el gigantesco león que había surgido de su cuerpo y de la violencia que había sentido emergiendo de lo más profundo de su ser.
__ ¿Y las otras dos manifestaciones?__ le preguntó al doctor, ansiando saber más.
Rayleigh sonrió y respondió:
__ El Shiryoku es la manifestación de la visión; este poder del Zen’i es una especie de sexto sentido capaz de ver y escuchar las almas de los seres vivos; en otras palabras, permite conocerlo todo sobre los demás, incluso sus intenciones antes de que las lleven a cabo. Sé que ya has visto a otra persona con esa capacidad aparte de mí y de ti misma.
El papel que Ivana ejerció en la lucha contra los bandidos de Rendall y su extraña habilidad para conocer los movimientos de sus adversarios de antemano ya tenían su explicación.
__ ¿Y lo de Sylver? ¿Eso también era una manifestación del Zen’i?
__ Exactamente.__ respondió el doctor mientras se acercaba a una pared y se preparaba para pulsar un botón.__ Esa manifestación se conoce como Banryoku, un potenciador de las funciones motoras, fuerza física, velocidad y percepción sensorial; incluso la persona más débil físicamente es capaz de destruir un edificio con un simple puñetazo si tiene ese poder en sus manos.
Teniendo ya las respuestas para el misterioso poder que parecía poseer, Alexia comenzó a darle vueltas a la incógnita de las identidades de sus padres.
__ No te diré quiénes son.__ declaró el doctor antes de darle la oportunidad de preguntárselo..
__ ¡¿Por qué no?!__ le preguntó una indignada hechicera, incorporándose y apretando los puños, ya acostumbrada a la capacidad de Rayleigh de conocer sus pensamientos.
__ ¿Qué sentido tendría haber comenzado este viaje y haber pasado por tantas dificultades para que alguien te dé la respuesta? Todos tus esfuerzos habrían resultado no servir de nada. Debes descubrir por ti misma los misterios de tu pasado para poder desarrollarte como persona y tener un futuro en este mundo.
__ ¿Y no sería más fácil que me lo dijeras sin tanto numerito?__ le preguntó Alexia, repentinamente deprimida.
Rayleigh estableció contacto visual con la joven, que tuvo la sensación de estar mirando a los sabios ojos de un verdadero búho.
__ Cuanto más fuerte sopla el viento, más fuerte crece el árbol.__ dijo el hombre con aquellos gestos teatrales tan típicos de su persona.
De pronto, se escuchó una aguda campana y Rayleigh pulsó el botón mientras susurraba:
__ Tengo una nueva visita.
__ ¿De qué hablas?__ le preguntó Laurana, que había permanecido al margen de toda la conversación entre Alexia y su antiguo novio.
__ Una chica ha venido porque necesita desesperadamente mi ayuda.__ respondió Rayleigh.__ ¡Cat, ¿lo has oído?!
La marioneta apareció al instante, forcejeando con Scar para recuperar el brazo que éste le había arrancado de un mordisco.
__ ¡Lo he oído, doctor!__ exclamó Cat.__ ¡Suelta, bicho!
El warg separó las mandíbulas sin previo aviso y la marioneta cayó al suelo de espaldas al ver su brazo repentinamente liberado. Cuando todo el jaleo hubo pasado, el grupo pudo escuchar unos sonidos provenientes del pasillo que daba a la entrada.
“Parecen…jadeos.” pensó Alexia al escuchar la irregular y pesada respiración acercándose a la sala.
“Huelo a sangre fresca.” informó Scar. “Y huelo también a…”
Se interrumpió cuando una joven de cabellos grises y ojos azules que parecían reflejar la luz apareció tambaleándose, incapaz de sostenerse sin ayuda de las paredes; su ropa estaba desgarrada y dejaba ver su maltrecho cuerpo, lleno de mordiscos y desgarros que rezumaban pus amarillento junto con la sangre.
Al observarla fijamente, Alexia pudo percibir que la esencia de la joven no era la de un ser humano; era cercana a la esencia que percibía en Scar, que también se había dado cuenta de que algo extraño pasaba.
“Alexia, ella...es como yo.” susurró el warg con los ojos abiertos de par en par. “Es un warg.”
La hechicera volvió a mirar fijamente a la recién llegada, que prácticamente se arrastraba para llegar hasta Rayleigh, y pudo ver la gran sombra con forma de lobo que su cuerpo proyectaba.
__ Doctor…__ susurró la joven mientras se agarraba a la capa del hombre y le miraba con ojos vidriosos.__ Le suplico…su ayuda; mi manada,…todo nuestro hogar,…se están muriendo.
Rayleigh logró sujetarla a tiempo para evitar que se golpease la cabeza contra el suelo al perder el conocimiento.

 

XIV​

Cuando recuperó el conocimiento, Abigor se encontró encerrado en un carromato tirado por caballos y rodeado por los soldados de Raiden, que cabalgaba a la cabeza de la comitiva. Trató de incorporarse pero pronto descubrió que no era capaz de mover sus extremidades.
__ No lo intentes.__ le recomendó el Caballero Real al darse cuenta.__ He interrumpido todos los impulsos nerviosos destinados al control de tus brazos y tus piernas; no podrás moverte hasta que yo mismo decida eliminar los bloqueos.
__ No creas que voy a decirle a la reina lo que sé acerca de Alexia.__ gruñó el prisionero.
__ Si aprecias en algo tu vida, deberías hacerlo.__ replicó Raiden con frialdad.
__ ¿Es por eso por lo que sirves a una mujer tan deplorable como Diana? ¿Por qué le tienes un gran apego a tu vida?
El Elemental le dirigió una mirada furiosa que pronto se convirtió en una mirada pesarosa.
__ No es el apego a mi vida lo que me impulsa a servir a la reina.__ susurró volviendo a concentrarse en el camino.
Las siguientes horas de viaje se sucedieron en silencio y sin sucesos inesperados hasta que la comitiva se vio obligada a detenerse al toparse con un frondoso bosque.
__ No lo entiendo.__ susurró uno de los soldados.__ Este es el mismo camino por el que hemos venido pero antes no había ningún bosque. ¿Cómo pueden haber crecido tantos árboles tan rápidamente?
De pronto, un gigantesco ciervo surgió del bosque y se abalanzó sobre ellos, amenazándoles con su poderosa cornamenta.
__ ¡Apartaros!__ les ordenó Raiden a sus hombres mientras alzaba una mano completamente convertida en electricidad.
Hubo un fuerte rugido y un rayo concentrado en forma de lanza salió disparada y chocó contra la cabeza del animal levantando una gran polvareda. Sin embargo, el ataque no tuvo ningún efecto sobre la inmensa criatura, que obligó al Caballero Real a retroceder para esquivar un golpe directo de su cornamenta.
“¿De qué está hecho su cuerpo?” se preguntó antes de darse cuenta de que había una poderosa presencia a su espalda.
Logró convertir todo su cuerpo en electricidad a tiempo de evitar el ataque de un ciervo más pequeño cuyo cuerpo estaba hecho de la misma extraña energía que el grande, el cual había desaparecido.
__ ¿Quién eres tú?__ le preguntó al invocador de ese poder, un hombre de complexión atlética que cubría su rostro bajo una calavera de ciervo.__ ¡Espectros, capturadle!
Los tres espectros que acompañaban a la guardia de Raiden se deslizaron hacia el desconocido, que les miró con frialdad y sin inmutarse con su presencia. Con una habilidad antinatural, proyectó tres ciervos de energía y los arrojó contra las horribles criaturas devoradoras de vida.
__ ¡No es posible!__ exclamó un asombrado Raiden al ver como los espectros, seres inmortales, se volatilizaban literalmente cuando entraron en contacto con aquella energía de naturaleza desconocida para él.
El enmascarado chasqueó los dedos y la tierra se resquebrajó para dejar que miles de enredaderas surgiesen e inmovilizasen a los soldados del Caballero Real con una velocidad asombrosa.
__ ¡Tú eres un Elemental!__ exclamó Raiden mientras emitía una gran cantidad de energía mágica y oscurecía los cielos con su poder.
Apuntó al enmascarado y dos poderosos rayos descendieron de las negras nubes en su dirección. No obstante, ambas descargas eléctricas fueron desviadas por los puñetazos que su objetivo, que había rodeado sus manos con la misma energía que había destruido a los espectros.
Mientras tanto, varias enredaderas se acercaron al carromato y doblaron las barras con asombrosa fuerza, liberando además al hechicero de la corriente eléctrica que le mantenía paralizado. Abigor aprovechó la situación para escapar y desaparecer entre los árboles.
__ ¡No lo permitiré!__ exclamó Raiden a punto de seguirle con su velocidad imposible de seguir.
Pero antes de que pudiera alcanzarle, las miles de semillas que el enmascarado había esparcido por el lugar antes del encuentro se abrieron y una gran multitud de zarzas espinosas formó un impenetrable muro que bloqueó al Elemental del rayo.
El enmascarado le lanzó una última mirada desafiante antes de convertirse en un imponente ciervo de pelaje parduzco y moverse a través de los zarzales, que se apartaban para dejarle paso.
“¿Quién es ese hombre?” se preguntó Raiden mientras el animal desaparecía de su vista.

El doctor Rayleigh salió de la habitación donde había estado tratando a la desconocida warg.
“¿Cómo se encuentra?” le preguntó Scar, que se mostraba extrañamente ansioso.
__ He logrado que su estado se estabilice y ahora duerme profundamente.__ respondió el hombre mientras sacaba un pañuelo de su bolsillo y lo usaba para secarse el sudor.__ Sin embargo, he de decir que ha tenido mucha suerte de llegar hasta aquí con vida.
__ ¿Por qué?__ le preguntó Alexia.
__ Las heridas que presentaba, las cuales deben de haber sido provocadas por alguna lucha contra otros wargs, estaban infectadas. Además, su cuerpo ha sufrido los síntomas de la inanición y la deshidratación severas.
Rayleigh se interrumpió repentinamente pero Laurana, que le conocía muy bien, supo de inmediato que estaba guardándose otra información.
__ Le ocurre algo más, ¿me equivoco?__ le preguntó.
Su antiguo compañero suspiró y respondió:
__ Los análisis de sangre demuestran que su organismo ha estado expuesto a algún elemento tóxico; las toxinas que he encontrado son…idénticas a las que causaron la muerte de aquel niño al que no pude salvar.
Las palabras del doctor pillaron por sorpresa a los demás, que no se esperaban una respuesta semejante.
__ Debido a que el cuerpo de los wargs es más resistente que el de un humano, las toxinas no han logrado acabar con su vida a pesar de verse favorecidas por las infecciones y la falta de nutrientes.__ continuó informando Rayleigh, que se asomó por la ventana y observó el horizonte.__ Lo que me preocupa son sus palabras acerca de que su manada y sus tierras están muriendo; es posible que están siendo afectados por algún escape de sustancias nocivas.
__ ¿Irás a investigarlo?__ le preguntó Alexia.
__ Desde luego que iré.__ replicó el hombre apretando los puños.__ Tal vez así descubra qué fue lo que acabó con el futuro de ese pobre niño.
__ Entonces te acompañaremos.__ declaró la decidida joven.__ Ahora sé que poseo el Zen’i pero también sé que no lo puedo usar a voluntad; necesito tu ayuda para dominarlo.
__ Por supuesto que te ayudaré.__ dijo Rayleigh mientras su acostumbrada y alegre sonrisa volvía a su rostro.
En ese momento, la hembra de warg, habiendo recuperado su verdadero aspecto de una loba de pelaje grisáceo y ojos castaños; a pesar de que trataba de mostrarse fuerte, los temblores de su cuerpo dejaban a la vista que no estaba recuperada del todo.
__ ¿Por qué no nos cuentas la razón de tu visita para que podamos ayudarte, señorita…?__ le preguntó el doctor quitándose el sombrero a modo de saludo.
“Lara.” respondió la loba con un jadeo.

Los clientes de la taberna del pueblo de Sile dirigieron su atención a la puerta cuando un gran grupo de soldados entró con violencia.
__ ¿A qué se debe esa entrada tan poco caballerosa?__ les preguntó el dueño de la taberna, airado por la interrupción del ambiente ameno de su negocio.
__ Estamos buscando a un peligroso criminal que se ha fugado de las prisiones del castillo del Caballero Real Yami.__ anunció el jefe del grupo.__ Según los informes de nuestros espías, el fugitivo se ha refugiado en este pueblo.
__ Nosotros no sabemos nada de ningún fugitivo.__ replicó el tabernero con dureza.__ Todos los clientes que pueden ver son personas honradas.
__ El fugitivo responde al nombre de Ryu y presenta como características físicas destacables dos orejas y una cola de zorro.__ informó el líder de los soldados, ignorando intencionadamente la réplica del dueño de la taberna.
La camarera, una joven huérfana que había sido adoptada por el tabernero, le lanzó una mirada furtiva al último cliente al que le había servido, que seguía concentrado en el dibujo que estaba realizando.
__ ¡Le repito que nosotros no sabemos nada de ningún tipo semejante!__ gruñó el tabernero.
El líder suspiró y desenvainó su espada, siendo imitado al instante por sus hombres.
__ Tendremos que obligaros a contarnos la verdad a la fuerza.__ declaró fríamente.
__ No será necesario llegar a esos extremos.__ declaró el pintor.__ Dejadme darle un último retoque a mi obra y me entregaré pacíficamente.
Ante la mirada asombrada de los clientes, el fugitivo, que presentaba los rasgos mencionados por el soldado, se acercó a la camarera y tomó uno de los alfileres clavados en su ropa.
__ Con su permiso, bella joven.__ susurró Ryu mientras se pinchaba un dedo con el alfiler y dejaba que las gotas de sangre cayesen sobre el dibujo.__ Cuide un momento de mi dibujo, por favor.
La joven tomó la hoja y se sorprendió al ver que el fugitivo había dibujado a los mismos soldados que habían ido a arrestarle; los había dibujado siendo consumidos por el fuego, que parecía moverse como si fuera real.
__ Podemos irnos.__ declaró Ryu reuniéndose con los soldados, que resoplaron y se dieron la vuelta para escoltarlo de vuelta al castillo del Elemental de la oscuridad.
Sin embargo, en cuanto salieron a la luz del sol, todos estallaron en llamas y cayeron al suelo agitándose en un vano intento por librarse de las llamas; pronto no quedó más de ellos que simples montones de cenizas humeantes.
__ No se puede atrapar a un zorro, estúpidos.__ susurró Ryu con satisfacción.__ Y menos cuando se trata de mí, el zorro espiritual.
Lanzó un agudo silbido y dio un gran salto para montar al hermoso pegaso que apareció volando por encima de los maravillados aldeanos.
__ ¡Adelante, Arión!__ exclamó el espíritu con gran ánimo mientras golpeaba los costados de su montura para que comenzara a moverse.

La camarera encontró en la mesa que Ryu había ocupado otro dibujo que mostraba un hermoso colgante de oro; al igual que el dibujo de los soldados en llamas, esa obra también estaba manchada con la sangre del pintor.
De pronto, hubo un gran destello de luz y el colgante del dibujo apareció como un colgante real alrededor del cuello de la perpleja muchacha.

Montado sobre el pegaso, Ryu disfrutó de los paisajes, cambiantes debido a la gran velocidad del caballo alado. Sin embargo, pronto notó que Arión empezaba a jadear y a reducir el ritmo del movimiento de sus patas y de sus alas.
__ ¿Qué te ocurre, compañero?__ le preguntó acariciándole el cuello.__ No puede ser que ya estés cansado.
Entonces notó el olor de miles de sustancias tóxicas desplazándose libremente por el aire, viéndose obligado a colocarse una mascarilla para no verse afectado y atar un bozal especial al hocico de Arión para evitar que éste respirase más partículas venenosas.
“¿De dónde sale tanto veneno?” se preguntó Ryu, cuyos agudos ojos de zorro le permitían ver la inmensidad de la zona afectada por el veneno. “No puede ser que haya una sustancia tóxica que tenga semejante radio de acción.”

 

XV​

“Mi manada y yo vivimos en los bosques que crecen en los alrededores del lago Crystalmir.” les explicó Lara a los compañeros tras haber satisfecho su hambre con el venado que Scar había cazado para ella. “Durante años hemos vivido pacíficamente en lo alto de las montañas al margen de los humanos, que se conforman con emplear las zonas llanas como campos de cultivo gracias al agua que desciende del lago. Sin embargo, el Caballero Real Yami, interesado en la gran riqueza mineral de nuestras tierras, envió a uno de sus soldados, un Elemental del veneno llamado Doku, para explotarlas, contaminando el lago en el proceso y extendiendo diversas enfermedades por toda la zona.”
__ Eso explica que tu organismo presentase síntomas de intoxicación.__ dijo Rayleigh con seriedad.
“Los vertidos procedentes de las minas y los vapores expulsados al aire han afectado a las presas de las que nos alimentamos normalmente y nosotros también nos hemos visto afectados en consecuencia.” continuó explicando la warg. “Los más afectados son las crías, los ancianos y las hembras que están a punto de tener una camada. Y tengo entendido que las poblaciones humanas que habitan al pie de la montaña están sufriendo de la misma forma.”
__ ¿Y no habéis pensado en abandonar ese lugar?__ le preguntó Alexia.__ Si tanto sufrís por culpa de la actividad minera que dirige ese Doku, tal vez deberíais buscar un nuevo hogar para que vuestras camadas se desarrollen sin problemas.
“Eso es lo que le dije a mi padre, el líder de la manada.” respondió Lara con pesar. “Sin embargo, es muy cabezota y orgulloso y no desea darle a Doku la satisfacción de hacerle ver el gran impacto que su presencia tiene en nuestras vidas. Además, piensa que podemos derrotarle si todos juntos le atacamos.”
__ Y tú no lo crees así.__ dedujo el doctor mientras encendía una pipa para fumar.__ Supongo que esas marcas de garras y colmillos se deben a un cambio de impresiones con tu padre.
“No es muy buena idea rechazar las órdenes del macho alfa.” le explicó Scar a Alexia al ver el horror que expresaba su rostro.
“Vine aquí porque un extraño hombre me visitó y me dijo que le pidiera ayuda a Rayleigh.” dijo Lara, estirándose para desentumecer sus músculos.
__ ¿Un hombre?__ le preguntó Rayleigh.__ ¿Sabes quién era?
“No me dijo su nombre y tampoco pude verle la cara, pues llevaba una calavera de ciervo a modo de máscara.”
Alexia se estremeció ante la mención de ese hombre al descubrir que no era solamente un personaje de los sueños que la acosaban noche tras noche, sino que también existía en la realidad.
__ ¡Pues te aconsejó bien!__ exclamó el doctor de forma tan repentina que todos se sobresaltaron.__ ¡Yo puedo ayudarte a ti y a tu manada!
“¡¿De verdad?!” le preguntó Lara con una sonrisa lobuna.
__ ¡Por supuesto!__ replicó Cat mientras se balanceaba sobre el hombro de su amigo.__ ¡Él es el doctor Rayleigh, el hombre que todo lo sabe y todo lo puede!
“Pues no sabe quién es el enmascarado del que ha hablado Lara.” le pinchó Scar.
__ Yo que tú me estaría calladito, bola de pelo.__ replicó la marioneta sonriendo burlonamente.
“¡Baja al suelo si tienes lo que hay que tener!”
__ Cat, ve a preparar a los caballos.__ le pidió Rayleigh a su compañero antes de que estallara otra tonta discusión.
Mientras tanto, en el inmenso vacío del espacio, un gran astro irregular se desplazaba acompañado de millones de fragmentos más pequeños. Todos los cuerpos celestes que se encontraban en su trayectoria eran reducidos a trozos de roca que quedaban atrapados en la gravedad del gigantesco asteroide, incorporándose a la cola de miles de kilómetros de extensión; ni quiera las estrellas soportaban la gran fuerza del astro y su energía pasaba a formar del vagabundo astro, que se dirigía lenta pero inexorablemente hacia la tierra.
Pronto habrían pasado mil años desde la última vez que estuvo a punto de destruir el mundo con su mortal avance; sólo aquella poderosa muchacha logró desviar su trayectoria…como ya lo habían hecho las demás tras un intervalo de mil años.

Utilizando las tormentas eléctricas para desplazarse rápidamente, Raiden llegó a la isla coralina de Paramorph, donde se encontraba el castillo de su hermana, a la que quería pedirle ayuda para luchar contra el enmascarado.
__ Me temo que la dama Mizu no se encuentra en estos momentos aquí, señor Raiden.__ le informó uno de los guardias que servían a la Elemental del agua al verle llegar.
__ ¡¿Qué no está?!__ exclamó el Caballero Real, pues su hermana nunca abandonaba la fortaleza sin decírselo.__ ¡¿Y dónde está?!
__ No lo sabemos, señor.__ respondió el guardia.__ Esta mañana, sin previo aviso, nos dijo que estaría fuera por tiempo indefinido; nos pidió que le transmitiésemos sus disculpas y que le dijéramos que no tiene de qué preocuparse.
Raiden se mordió el labio inferior, nervioso. Desde que eran niños, Mizu siempre le había contado cualquier cosa, incluidas cosas que sólo debería haberle contado a otra mujer; tras la muerte de sus padres, había tenido que convertirse en padre y madre de su hermana pequeña para cuidarla y protegerla de cualquier mal, estableciendo entre ellos una relación más profunda de lo normal.
“Me pregunto si estarás en problemas, hermana.” pensó completamente preocupado. “Este comportamiento no es propio de ti.”

El chasquido de los látigos y los gritos de dolor de los mineros cuya carne era arrancada de los huesos eran los principales sonidos ambientales de la gran cantera que Doku estaba explotando. De vez en cuando, se escuchaban el estallido de los explosivos y el estruendo de las duras e inútiles rocas al caer para abrir paso a los valiosos minerales.
“Esto es horrible.” pensó Ryu, que observaba el espantoso proceso de extracción y la montaña de cadáveres que se iba acumulando con cada vida que se apagaba. “Me gustaría poder hacer algo por ellos pero hay demasiados guardias como para vencerlos a todos yo sólo.”
Se alejó ocultándose tras los escombros para evitar ser visto y regresó a la orilla del lago donde había dejado a Arión, que se revolvía nervioso por una sensación de furia desorbitada proveniente de la contaminada agua.
“El espíritu del lago está furioso.” comprendió el zorro espiritual, cuyos finos oídos podían escuchar los rugidos del agua embravecida. “Si ese tal Doku continúa envenenando este lugar, el lago podría desatar toda su furia y destruir todo lo que le rodea.”
En ese momento pudo oír lo que parecían ser los furiosos resoplidos de una joven y el sonido de un chapoteo. Desplazándose con un sigilo nada natural para un humano pero sí para un espíritu como él, se acercó al lugar de procedencia de los sonidos y descubrió a una chica de piel pálida y ojos tan oscuros como el agua de las profundidades del mar; se encontraba arrodillada y acariciaba el sucio pelaje de pequeña nutria moribunda por la contaminación procedente de las minas.
__ No puedo perdonar a Yami por permitir a sus hombres hacer esto.__ susurró la muchacha con lágrimas en los ojos.__ Como me llamo Mizu, le haré pagar por todo este daño aunque me convierta en enemiga declarada de los demás Caballeros Reales y de la misma reina.
“De modo que ella también es un Caballero Real.” pensó el escondido zorro espiritual mientras observaba como el agua reaccionaba ante la furia de la joven. “Además, es también un Elemental; las cosas se están complicando demasiado.”

Una gran serie de acontecimientos iba a tener lugar en torno el lago Crystalmir, cuyo espíritu clamaba venganza por las afrentas que Doku, vasallo del Caballero Real Yami, estaba cometiendo en su contra; Ryu y Mizu se encontraban sumidos en sus conflictos personales, debatiéndose entre actuar y enfrentarse al Elemental del veneno; un viento de fuerza y dirección desconocidas hasta la fecha en aquella zona del continente se aproximaba anunciando la llegada de un inmenso poder; Alexia y los demás ya habían puesto rumbo hacia el territorio de la manada de Lara para buscar una solución al problema. Incluso Abigor y el enmascarado, que se presentó al primero bajo el nombre de Aska, se dirigían hacia allí.
__ No lo entiendo.__ gruñó Abigor mientras guardaba el pequeño saco lleno de semillas que Aska le había entregado.__ Si la sangre que corre por las venas de Alexia es la misma que corre por las tuyas, ¿por qué…?
__ No tengo permitido revelarle que soy su padre.__ le interrumpió Aska, cuya voz era muy suave y dulce a pesar de su aspecto fornido.__ Tampoco puedo mostrarme en mi forma humana ante ella; sólo puedo conformarme con cuidarla desde las sombras y acercarme a ella bajo la forma de un ciervo. Así lo decidieron los hechiceros de mi clan.
__ ¡Pues que reglas más estúpidas!__ exclamó el maestro de la joven con furia.
Aska suspiró levantándose para desaparecer mientras el eco de su voz resonaba entre los árboles.
__ Planta esas semillas en la base de la presa que retiene el agua del lago Crystalmir; sospecho que las gentes del lugar van a necesitarlas.

 

XVI​

Tras largas horas de viaje montando a caballo, el grupo llegó a las lindes de los bosques que crecían en las laderas de las montañas donde se había formado el lago Crystalmir.
“Estos bosques son demasiado frondosos para que los caballos puedan moverse con libertad así que lo mejor es que los dejéis atados aquí.” les recomendó Lara, que conocía muy bien la salvaje vegetación que crecía en aquellas tierras que eran su hogar.
__ ¿Cómo podéis soportarlo?__ les preguntó Laurana a los demás mientras Rayleigh la ayudaba a bajar de su montura.__ Creo que me he dejado la piel en la silla de montar.
__ Es normal, amiga.__ comentó el doctor con una divertida sonrisa en el rostro.__ Es la primera vez que montas a caballo; nosotros estamos más acostumbrados.
Alexia hizo caso omiso de la conversación y se acercó al bosque, preocupada e inquieta por el pesado manto de silencio que había caído sobre aquella zona cuando el aire debería estar lleno con los sonidos de los animales; la calma que reinaba en esos momentos no era para nada pacífica.
__ Noto…noto como si el bosque estuviese intentando gritar pero se viera incapaz de hacerlo a causa del dolor que le atormenta.__ susurró mientras sentía su corazón romperse por la tristeza.
__ ¿Tú también lo sientes?__ le preguntó Cat.__ Yo creo que puedo incluso escuchar los aullidos de dolor e ira de los árboles.
Como apoyando las palabras de la marioneta, se levantó una brisa estremecedora que se deslizó a través de las ramas de aquellos antiguos habitantes del bosque y arrastrando lo que parecía ser un gemido.
“No perdamos el tiempo.” dijo Lara, que comenzó a internarse en la montaña. “Pase lo que pase, no os separéis de mí.”
De modo que los compañeros siguieron a la loba montaña arriba, percibiendo inmediatamente la razón de aquella extraña ausencia de vida: un nauseabundo olor que irritó sus ojos y les hizo toser sin control. Y la toxicidad de esos vapores creció a medida que profundizaban en la inmensidad del bosque hasta el punto en que Laurana estuvo cerca de perder el conocimiento.
__ Tal vez debería llevarte de vuelta.__ comentó Rayleigh, preocupado por la repentina palidez de su amiga.
__ No hace falta.__ replicó la mujer médico respirando rápidamente para no inspirar demasiada cantidad de veneno.__ Puedo…resistirlo.
Rayleigh la miró escépticamente y siguió caminando a una distancia prudencial, preparado para lanzarse a agarrarla en caso de que se desmayara.

Todavía observando a la joven que se encontraba arrodillada ante el lago, Ryu se sobresaltó al ver a Arión acercarse ella y animarla dándole suaves golpecitos con el hocico.
__ ¿De dónde sales tú?__ le preguntó Mizu al pegaso mientras sonreía y le acariciaba la larga crin.__ Eres hermoso.
El corcel relinchó y golpeó el suelo con los cascos delanteros.
__ Le encanta que digan cosas buenas de él.__ le explicó Ryu a la joven saliendo de su escondite tras los árboles y acercándose al tiempo que agitaba la cabeza a modo de disculpa.__ Supongo que en eso nos parecemos.
Molesta por descubrir que había sido observada, la Elemental del agua le fulminó con la mirada; no obstante, su furia desapareció y fue sustituida por la sorpresa al ver los rasgos vulpinos y la larga cola de aquel joven.
__ ¿Quién o qué eres tú?__ le preguntó, imposibilitada para sentir otra cosa que no fuese curiosidad.
__ Mi nombre es Ryu y soy el zorro espiritual.__ respondió el joven zorro haciendo una reverencia.
__ Eso es imposible; los espíritus no poseen cuerpo físico.
__ Pero los espíritus somos capaces de adoptar una forma física si lo deseamos.__ le explicó Ryu como si fuese lo más obvio.__ Los mortales no os imagináis lo aburrido que puede resultar nuestra existencia como guardianes de la naturaleza. Bajo esta forma puedo interactuar con los demás seres como si fuese igual que ellos.
Antes de que Mizu pudiera hacerle otra pregunta, un fuerte temblor sacudió toda la zona y se escuchó el sonido de la roca resquebrajándose y del agua liberada con una gran presión.
“La presa.” comprendieron al mismo tiempo los dos jóvenes mientras corrían hacia el origen del sonido.
Al llegar a un saliente de la montaña, vieron una grieta moderadamente grande en uno de los extremos del gigantesco muro de contención; varios chorros de agua a presión escapaban a través de las brechas, debilitando la resistencia del material de las zonas cercanas con su gran velocidad.
__ ¡Todo esto es culpa de ese cretino sirviente de Yami, Doku!__ exclamó Mizu haciendo crujir sus nudillos.__ ¡Si sigue enfadando de este modo al espíritu del lago, toda la presa se derrumbará y…!
Posó la mirada en las extensas tierras de cultivo y en los pueblos establecidos en la planicie que se extendía a los pies de la montaña y se estremeció al imaginarse la destrucción que se desataría si la presa estallase repentinamente y liberase semejante cantidad de agua acumulada; y por el aspecto de las grietas que acababan de aparecer, y que seguían extendiéndose lenta pero inexorablemente, no tardaría en ocurrir.
__ ¿Vas a tratar de detener la extracción?__ le preguntó Ryu cuando la chica se dio la vuelta.
__ ¡Si no hago algo, todas esas personas morirán ante la furia desatada del lago!
__ Entonces voy contigo.
Mizu le lanzó una suspicaz mirada y le preguntó:
__ ¿Por qué quieres ayudarme?
__ No me malinterpretes.__ dijo el zorro con frialdad.__ No lo hago por ayudar a esas personas cuyas vidas me son indiferentes, sino porque ese tal Yami y sus hombres me capturaron y me privaron durante varios meses de mi libertad.
La Elemental se sorprendió al escuchar esas palabras, pues capturar a un espíritu, un ser que trascendía todo lo físico, era un sacrilegio contra la naturaleza; un acto tan malvado como el de perturbar la paz del espíritu del lago contaminando sus aguas.

Lara le lanzó a Scar un gruñido de advertencia cuando éste hizo ademán de abalanzarse sobre su padre, un anciano lobo de pelaje grisáceo, al verle golpeándola con furor.
“Has desobedecido mis órdenes.” la acusó Licos. “Te dije que no quería que la manada se involucrara con los humanos, que sólo desean que desaparezcamos por creerse los dueños de este mundo.”
“Lo hice para salvarnos, padre.” se defendió Lara con desesperación. “Además, estas personas no son como las demás; pueden ayudarnos.”
Licos aulló furioso y le sacudió un zarpazo en el rostro a su hija, que cayó al suelo gimiendo de dolor.
__ Esto es horrible.__ susurró Laurana tratando de que sólo sus compañeros la escuchasen.
Siguiendo el consejo de Lara, todos los miembros del grupo se encontraban arrodillados para mostrarle sus respetos al macho alfa de la manada. El único que no estaba muy conforme con la petición era Scar, que temblaba con violencia y soltaba bajos gruñidos mostrándole los dientes a Licos; parecía que sentía una rivalidad natural hacia el líder.
Mientras el padre defendía con fiereza el orgullo de los wargs y la hija replicaba que ese orgullo sólo les traería infortunios, Alexia sintió un horrible dolor en el pecho y escuchó los gritos de rabia de lo que parecía ser una mujer, clavándose en su alma como si se tratasen de cuchillas invisibles y sumergiéndola en un tormento inimaginable.
“¿Estás bien?” le preguntó Scar.
Pero Alexia apenas logró escuchar la voz de su amigo; todo a su alrededor parpadeaba y le mostraba imágenes inconexas de diversos pueblos arrasados por una gran inundación, de toda aquella montaña derrumbándose y formando grandes coladas de barro, de miles de víctimas atrapadas entre los escombros,…
Con en último flash, la hechicera no lo soportó más y se derrumbó inconsciente ante la sorpresa de los demás.

Se encontró observando a una anciana de aspecto amable peinando los largos cabellos de una joven muy parecida a ella. La muchacha, la misma princesa a la que había visto en un sueño anterior, movía las piernas sin cesar y jugaba con los bucles rojizos que caían sobre su frente con evidente nerviosismo.
__ No tiene nada de lo que preocuparse, alteza.__ dijo la anciana para calmarla.__ Lo que usted siente es miedo porque nunca ha estado con un hombre en una situación tan…tan íntima. Una vez haya llegado el momento, se reirá de esos tontos temores que te invaden en estos momento.
__ Es que no lo entiendo, Ameth.__ declaró la princesa con pesar.__ No conozco a ese hombre de nada, nunca he visto su rostro ni he hablado con él. Y, no obstante, cuando alcance la mayoría de edad, tendré que ser poseída por él para concebir un hijo sólo porque lo dice una profecía de esos videntes de los bosques. Lo único que me consuela es que ese chico debe de estar tan nervioso como yo.
__ ¿Y no le animaría pensar en la criatura que crecerá en su interior?__ le preguntó Ameth con una sonrisa para animar a la princesa.__ ¿Qué le gustaría que fuera? ¿Qué nombre le pondría?
La aludida sonrió y tomó una pulsera de oro, la misma pulsera de oro que la espectadora, invisible para las los mujeres, llevaba alrededor de su muñeca.
__ Alexia.__ respondió con un gran cariño hacia la persona que todavía no existía para ella, observando el nombre grabado en el precioso metal.__ Una hermosa niña llamada Alexia.

 

XVII​

Mientras la tensión que predominaba en el ambiente de las cimas de aquellas montañas se acrecentaba junto con la ira del espíritu del lago Crystalmir, Abigor cumplió la tarea que Aska le había encomendado; usando sus poderes para excavar agujeros, plantó las semillas que el Elemental de los bosques le había entregado en toda la longitud de la base de la presa.
__ Me pregunto qué se propondrá hacer pidiéndome algo así.__ se preguntó el hechicero cuando hubo concluido.
En ese momento, escuchó el grito del espíritu del lago y se estremeció; nunca antes había sentido tanta ira ni tanta voluntad de destrucción en un ente espiritual.
“Espero que esas semillas realmente puedan hacer algo por las gentes de este lugar.” pensó al imaginarse todo el daño que provocaría una inundación en aquella llanura.
De pronto, se levantó un viento inusitadamente fuerte que se dirigió hacia la cordillera donde se encontraba el lago, justo en la dirección contraria a la que seguía normalmente en esa época del año.
Abigor no estaba seguro debido a que la brillante luz del sol le cegó momentáneamente pero creía haber visto una figura humana planeando sobre aquella anómala corriente de aire.

El poder para destruir o salvar el mundo...la voluntad de Ánima...las lágrimas del sacrificio...
Sumergida en la oscuridad de su mente, Alexia escuchaba una y otra vez aquellas palabras que se arremolinaban sin ningún sentido. Lo más extraño era que tenía dos sensaciones diferentes respecto a ellas: no comprendía su significado pero de algún modo sabía que eran importantes y que se referían…a ella misma.
La joven abrió los ojos al sentir un cálido aliento sobre su rostro y se sorprendió al encontrarse cara a cara con el ciervo que la había salvado varios días atrás.
__ Cuanto tiempo sin verte, chico.__ susurró sonriente acariciándole el suave pelaje del cuello.
El animal sacudió la cabeza y salió del cubil donde se encontraban mientras los recuerdos del último sueño volvían a la mente de Alexia, quien nunca se había sentido tan confusa.
A esas alturas ya tenía claro que sus sueños no eran sueños normales y corrientes, sino visiones posiblemente enviadas por algún espíritu para comunicarse con ella. Sin embargo, siempre había pensado que le estaban mostrando acontecimientos futuros; nunca se habría imaginado que le estaban mostrando su pasado, el momento de su concepción.
“Y yo ocupaba el lugar de mi madre en el sueño.” comprendió llevándose una mano a la boca.
El cuerpo adulto que había ocupado durante las visiones, la versión adulta de aquella chica que tanto se le había parecido en su juventud, era el de su verdadera madre, la mujer a la que tanto ansiaba conocer. Y el hombre que cubría su rostro con esa calavera sólo podía tratarse de…
__ ¡No es posible!__ exclamó al recordar lo que había estado a punto de presenciar.
Su rostro fue perdiendo color a medida que las sensaciones de aquellas caricias volvían a ella; las caricias de su padre. Pronto empezó a sentir náuseas y se vio obligada tumbarse de nuevo para no vomitar.
Todos los niños reaccionaban mal la primera vez que escuchaban la verdad acerca del proceso que se llevaba a cabo para tener hijos; a nadie le gustaba imaginarse a sus padres manteniendo relaciones. Sin embargo, Alexia había tenido tan mala suerte que los espíritus le habían mostrado ese momento en primera persona a través del cuerpo de su madre.
“Menos mal que no llegó a quitarse el taparrabos.” pensó la joven, repentinamente horrorizada, mientras las ganas de vomitar se intensificaban.
“¿Te encuentras bien?” le preguntó Scar, que había entrado en la guarida sin que Alexia se percatara de ello.
__ Pues no lo sé, Scar.__ replicó la chica con debilidad.__ Casi ni me encuentro.
El warg se sentó a su lado y le preguntó:
“¿Otro de esos sueños ardientes?”
__ ¡¿Có-cómo…lo has sabido?!
“Soy un animal y tengo instinto; puedo oler tus alborotadas hormonas mientras duermes.” replicó Scar, orgulloso de sí mismo. “¿Por qué no me hablas de esos sueños? Al fin y al cabo, somos amigos.”
Alexia suspiró y se decidió a contárselo; tal vez se sintiera mejor compartiendo esa horrible carga.
“¡¿Qué…qué estuviste a punto de hacerlo con…?! ¡¿Por qué me lo has contado, mujer?! exclamó el asqueado lobo ganándose una furiosa mirada de su amiga. “¡Golpearé la cabeza contra el suelo hasta que olvide lo que me has contado!”
__ Se supone que soy yo la que se ha llevado el trauma.__ gruñó Alexia.__ Es curioso que haya visto a mi padre y haya estado dentro del cuerpo de mi madre y que siga sin saber nada de ellos.
“Es en momentos como éste cuando me alegro de no poder hablar con los espíritus.” siguió murmurando Scar. “Son tan macabros cuando se lo proponen.”
El adjetivo con el que el warg se refirió a los espíritus le recordó a Alexia el abrumador peso de la ira del espíritu del lago y su intención de destruir todo lo que le rodeaba.
__ ¡¿Dónde están los demás?!__ le preguntó a su compañero, que se sobresaltó al verla levantarse tan bruscamente.
__ Siguen en el claro donde te desmayaste. ¡¿Seguro que estás bien para correr así?!
Alexia, acompañada y guiada por su preocupado amigo, salió corriendo del cubil y se dirigió al claro, donde Rayleigh trataba de hacer entrar en razón a Licos al ver que los argumentos de Lara no iban a tener ninguna influencia sobre él.
__ ¡Dejad de discutir!__ gritó mientras se interponía entre los dos interlocutores.__ ¡Tenéis que abandonar la montaña y escapar lo más lejos que os sea posible!
“¿Tienes idea de lo que nos estás pidiendo?” le preguntó Licos mostrándole sus afilados colmillos.
__ ¡Sé que los wargs sois muy orgullosos y no renunciáis a lo que os pertenece pero es necesario que esta vez cedáis y os marchéis!__ exclamó Alexia con urgencia al sentir en el tuétano de los huesos la furia que se acumulaba en el lago.__ ¡El espíritu del lago Crystalmir piensa destruir esta montaña y toda la llanura que le rodea sin importarle matar a todos sus habitantes!
Un murmullo general se extendió entre los wargs, que se miraban los unos a los otros mientras el miedo se apoderaba de ellos.
__ ¿Estás segura de lo que dices?__ le preguntó Rayleigh a la chica.
Una gran y cercana explosión sacudió el terreno impidiendo que Alexia pudiese darle al doctor la respuesta a su pregunta.
__ ¿Habrá reventado la presa?__ se preguntó Cat.
“Eso no ha sido la presa.” afirmó Lara. “Proviene de la zona donde están realizando las actividades de extracción. “
__ Vayamos a echar un vistazo.__ les propuso Alexia a sus compañeros, que asintieron y echaron a correr inmediatamente hacia el lugar del que se alzaba una gran columna de humo.
Antes de acompañar a sus amigos, Scar cruzó una triste mirada con Lara, con quien había hecho buenas migas durante el viaje hacia la montaña; le habría gustado pasar más tiempo entre los de su especie pero todavía tenía una deuda que saldar.

Mientras tanto, los soldados encargados de vigilar los avances en la extracción huían de los inmensos dragones de agua que Mizu había creado a partir del vapor de agua del aire y de la gran bandada de águilas gigantes que Ryu había dibujado e invocado; los ataques de ambos estaban centrados únicamente en los vasallos de Doku y evitaban a los trabajadores, que aprovecharon la oportunidad para escapar.
__ ¡Caballero Real Mizu, eres una traidora!__ exclamó Doku, furioso.__ ¡Estas instalaciones fueron construidas por el Caballero Yami por decreto de la reina Diana! ¡Destruirlas supone un atentado contra nuestra majestad!
__ ¡Nunca me gustó servir a esa mujer!__ replicó Mizu, que lanzó a sus dragones contre el Elemental del veneno.
Doku hinchó el pecho y escupió una gran cantidad de líquido incoloro que estalló al entrar en contacto con el agua, produciendo violentas salpicaduras que cayeron sobre los soldados que no se habían alejado lo suficiente y consumieron sus cuerpos en cuestión de segundos.
__ En ese caso, me ganaré su puesto como Caballero Real asesinándola y presentando su cabeza a la reina.__ declaró mientras una nube de vapor púrpura comenzaba a emanar de su cuerpo.
Se trataba de otra sustancia ácida en estado gaseoso y sus efectos pudieron verse al instante, pues los materiales que encontraba a su paso empezaron a fundirse velozmente; incluso las águilas invocadas por Ryu desaparecieron cuando la niebla venenosa entró en contacto con ellas.
“Que poder más terrorífico.” pensó el asombrado zorro. “Si él es tan poderoso, Yami debe de ser aún más impresionante siendo su señor.”
Mizu, sin embargo, no se dejó impresionar y arrojó una gran corriente de agua contra la nube, cuyos componentes tóxicos se diluyeron en el líquido. No obstante, sabía que no podría aguantar mucho tiempo así; tarde o temprano, la proporción de veneno sería mayor a la de agua y Doku tomaría ventaja en la confrontación.

Estando a punto de llegar a la zona donde se había producido la explosión, los compañeros se detuvieron al encontrarse con un muro de vapores de aspecto peligroso.
__ Veneno.__ afirmó Laurana arrugando la nariz al percibir el putrefacto olor de aquellos gases.__ ¿Qué vamos a hacer?
__ Tranquila, amiga mía; yo me ocupo de despejar el camino.__ dijo Rayleigh, que se adelantó y extendió las manos a modo de alas.
Su cuerpo pronto se rodeó con el zenryoku, que imitó el movimiento de los brazos del doctor batiendo sus alas y provocando un fuerte vendaval para dispersar el veneno y allanar el camino.
Finalmente, guiándose por los ruidos de una batalla que tenía lugar frente a ellos, el grupo llegó a la cantera, donde un hombre que, evidentemente, era Doku luchaba contra dos jóvenes en una desigual pelea.
Dejándose llevar por un impulso, Alexia se acercó corriendo al Elemental del veneno y le arrojó una parte de su Zen’i, que adoptó la forma de una zarpa de león. El ataque pilló desprevenido a Doku, que fue arrojado contra una pared de roca dejando una marca idéntica a la huella de un león gigantesco.
__ ¿Os encontráis bien?__ les preguntó a Mizu y a Ryu mientras los demás se acercaban corriendo.
__ S-sí.__ respondieron los dos a la vez, sorprendidos de que aquella desconocida les hubiese salvado.
Conteniendo los deseos de gritar de dolor, Doku se incorporó y les lanzó a los recién llegados una mirada llena de intenciones asesinas.
__ ¡No sé quiénes sois ni de dónde habéis salido pero sí sé que este lugar se convertirá en vuestra tumba!__ gritó al tiempo que una gran cantidad de ácido líquido surgía de su cuerpo y adoptaba la forma de una serpiente gigante para arrojársela y acabar con ellos.
Fue en ese momento cuando sopló el viento.