Luces, cámara, sasusaku!

CAPITULO 12: Uchiha o Haruno

—Lo sé—respondió Itachi—Por eso creo que tú eres nuestra hermana—esas ultimas palabras dejaron a la ojijade y al zorro con la boca abierta. Todos fijaron sus ojos en Sakura a la cual, los suyos se le llenaron de lágrimas.

—¡Tú lo sabias y no dijiste nada!—gritó la pelirrosa apuntando a Sasuke—¡Me usaste! Sabias quien era yo y aun así me sedujiste, me atrajiste a ti como una mosca a la luz y me usaste sabiendo que era tu hermana… ¡¿Cómo puedes hacer algo así?!—Ella paró para respirar, sin notar que el moreno no tomó muy bien esa acusación.

—¿Cómo se te ocurre?—dijo él cerrando con fuerza los puños—¡¿Qué clase de basura crees que soy?! Ninguna persona seria tan mierda como para hacer algo así, y si la hay pues YO, por lo menos ¡No soy así!—la Haruno vio en los ojos negros del azabache un odio enorme que terminó por hacerla llorar aun más e irse corriendo de esa casa. Sasuke solo miraba como su amor se alejaba con amargas lágrimas en esos ojos jades que a él le gustaban tanto.

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—¡Te odio! ¡No quiero verte nunca más en mi vida!—dijo cerrando fuerte la puerta de su habitación.

—Pero… ¡Sakura!—Hitomi se quedó mirando hacia la pared, subió las escaleras y pegó su cara a la puerta—Saku, quiero hablar contigo, déjame entrar por favor—dijo ella con ese tono que usan las madres cuando algo esta mal, ese tono tranquilo y relajante. Hitomi era la madre de Sakura; una mujer alta, de cabellos rojos fuego, ojos jade y muy parecida a su hijita. La pelirrosa abrió la puerta de su alcoba y enseguida se tendió en su cama tapándose los ojos—Sakurita, quiero que hablemos sobre tu padre—dijo la ojijade mayor sentándose en la cama de su princesita.

—¿El controlador o el que era casado?—preguntó ella mirando con enojo a su madre.

—Ambos. Empecemos por “el controlador” ¿si?—la pelirrosa asintió con la cabeza—Él y yo estábamos casados hacia dos años y ya se había obsesionado con su trabajo, por eso una noche en la que peleamos yo me fui de la casa con solamente mi cartera y un poco de dinero. Llegué a un bar y tomaba un poco de alcohol entre lágrimas, hasta que se me acabó la plata y un desconocido me ofreció una copa más, pagada de su bolsillo, fue ahí cuando entró en escena “el casado”. Era tan divertido y yo estaba tan borracha, que no me di cuenta de que me estaba dejando llevar por ese hombre. Fuimos hasta un hotel y pasamos una noche allí, cuando desperté me di cuenta de lo que había echo y salí corriendo desesperada de ese lugar. Creí que no iba a volver a verlo pero un mes y medio después la doctora Tsunade, tu maestra, me dijo que estaba embarazada, allí fue donde entró mi duda de si eras del “controlador” o del “casado”, que hasta ese momento yo no sabia que estaba casado. Una semana antes de que supiera que tú existías me enteré de que “el casado” era dueño de una importante empresa de policías, así que encontrarlo fue fácil. Fui hasta su casa y allí descubrí que tenia una familia, y era muy obvio que no la había echo hacia apenas unas semanas, si no que era una familia que tenia hace años. Enfurecí por no habérmelo dicho y también le conté sobre ti, a lo que él me respondió besándome, como si le gustara la noticia de que su amante tendría un hijo que destruiría su familia; en ese momento entró uno de sus hijos y nos vio, entonces yo simplemente me levanté y me fui. Una semana después vino su mujer a mi casa y tu padre, “el controlador” se enteró de todo, le conté a ambos lo que pasó y por suerte me perdonaron, pero al que no perdonaron nunca fue al Uchiha ese. Un mes antes de que nacieras, me enteré de que ambos murieron y…esa es la historia—Un silencio incomodo recorrió la habitación.

—¿Nunca hiciste un análisis que comprobara si soy Uchiha o Haruno?—preguntó Sakura levantándose de la cama.

—Nunca tuve el valor de saber quien eras realmente—respondió Hitomi. Saku se dedicó unos momentos para mirar a su madre y luego la abrazó con fuerza.

—Gracias—le dijo al oído—Lamento haberme enojado contigo, ahora se que no fue tu culpa, pero deberías habérmelo contado antes de que se armara este lío ¿no crees?—esto ultimo lo dijo apartándose de su madre y mirándola seriamente. La pelirroja solo sonrió acariciando la cara de su hija.

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Después de contarles la historia, los Uchiha hicieron un gran silencio, que rompió el mayor de ellos—Tu madre dijo que nunca había echo un análisis de ADN ¿verdad?—preguntó Itachi como si fuera un detective.

—Si, ella dijo que tenia miedo de saber la verdad—respondió Saku mirando fijamente al suelo.

—Entonces hagámoslo nosotros—dijo “el detective” en tono de ¡IDEA GENIAL! (aquí faltaría la musiquita XD) —No cuesta nada, un análisis de sangre y sabremos si eres nuestra hermana o no. La sangre que defina el análisis la daremos uno de nosotros ya que somos Uchiha como nuestro padre, la otra que sea la de tu supuesto padre y pues…tú nos darás la tuya y ¡listo!—El moreno dijo todo con tanta seguridad que terminó por convencer a Sasuke y Sakura.

Los días pasaban y el resultado del análisis brillaba por su ausencia, el sasusaku había desaparecido y llevaban semanas de no verse, obviamente ambos extrañaban al otro y temían a los errores de sus padres que podrían llevar a esta hermosa pareja a su fin. Sakura solo veía a su “Romeo” cuando hacia un concierto y lo pasaban por la TV y Sasuke solo veía a su “Julieta” en cada capitulo de su novela. Por fin llegó el día, Itachi llamó a la pelirrosa por teléfono y ella y el azabache volvieron a verse, pero en ese momento eso no era lo más importante ya que el Uchiha mayor tenía en sus manos la respuesta a esa pregunta… ¿Uchiha o Haruno?

—Y el análisis dio…—dijo Itachi abriendo el sobre…

CONTINUARA…

Bueeeno, hasta aquí llega el cap numero 12; espero que les guste y solo quisiera saber ¿Cuál es su parte favorita? Eso es todo. Sayoo!!

 

CAPITULO 13: Hermanos o amantes?

—Y el análisis dio…—dijo Itachi abriendo el sobre…—…Positivo…eres una Uchiha—Ninguno de los tres se animó a decir nada, el ambiente estaba bastante tenso. El Uchiha menor rompió ese ambiente levantándose del sillón donde estaba sentado y con frialdad y sin decir una sola palabra, cerró de un fuerte golpe la puerta de su habitación; Itachi, por su parte, también se levantó del sillón y se dirigió a la cocina a preparar lo que sea para calmar los malos vientos, aunque nada podría hacerlo, todo había acabado, todo estaba dicho en palabras de Hitomi, de Itachi e incluso escrito en un papel con la firma autorizada de la doctora Tsunade, Sakura era una Uchiha, no había nada más que hacer. El pensar en eso la hacia entristecer, su más grande amor era su hermano ¿Porqué? ¿Porqué tenia que pasar eso? ¿Porqué cuándo todo estaba tan bien calló esa enorme piedra? ¿Qué harían ellos ahora? ¿Olvidarían en unos segundos el gran amor que se tuvieron? ¿Será cierta la frase “Donde hubo fuego, cenizas quedan”? ¿Sería así con ellos dos? Todas estas preguntas y más recorrían cada rincón de la mente de la pelirrosa, recostada en el sillón que rápidamente abandonaron sus hermanos… “sus hermanos” llamarlos así le causaba algo en su pecho, ese algo era un dolor terrible y ese dolor no era como un simple golpe, sino una enorme apuñalada.

La “antigua Haruno” se levantó del sillón y se dirigió sin decir una palabra a la habitación de Sasuke. Abrió la puerta con cuidado y vio a su hermano acostado en una cama mirando hacia la puerta por donde entró ella, la ojijade solo cerró esa puerta con cuidado y se tendió junto al azabache; ambos se acostaron boca arriba, mirando el techo y con sus brazos estirados a los costados. Estuvieron como una hora en esa posición sin decir absolutamente nada hasta que a Sasu se le ocurrió que seria mejor callar ese silencio incomodo.

—Es raro que haya dado positivo ¿no?—Sakura solo volteó su cabeza para mirar al Uchiha que aun tenia su vista clavada en el techo. Itachi entró a la habitación a avisarles a sus hermanos que se iba y que llegaría tarde a su casa.

—¿Porqué dices que es raro?—preguntó ella luego de que el Uchiha mayor se fuera, Sasuke respondió volteándose y así quedaron los dos cara a cara. La tentación de los labios rosados de su hermanita era enorme, poco a poco él se le fue acercando, hasta que su distancia se acortó demasiado…—¡No!—gritó Saku levantándose y rompiendo el hermoso y romántico ambiente que se había creado entre ellos dos—Perdón pero, tú y yo…no podemos—un lagrima agria rodó por su mejilla y el azabache no pudo soportar eso, así que obedeció a sus impulsos y la besó tiernamente. Sakura lo correspondió y ambos se perdieron en ese beso apasionado.

La Uchiha se dejó llevar por las suaves manos de su amante que, sujetándola de la cintura, la atrajo aun más a él y con un suave movimiento la recostó en su cama, colocándose encima de ella. Las manos de Sakura parecían moverse solas y despacio fue sacándole la remera al azabache, para luego dejar que él hiciera lo mismo. De apoco fueron acercando su piel…
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El resto esta censurado…
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Mientras, en la tienda de ramen se encontraban Naruto, Kiba y Akamaru comiendo. La mascota miraba la luna y las estrellas y los dos chicos hablaban de… ¿Hinata?

—Pero con el vestido azul que llevó a tu fiesta se veía más bonita, aunque el púrpura que usó en la gala le sentaba mejor—dijo Naruto pensando en como estaba vestida la peliazul en la fiesta que había hecho Kiba (esa que está en el cap 3) y en una gala que había realizado la familia Hyuga hacía un mes.

—Sácame una duda—dijo el “hombre perro” jugando con su comida—¿Te gusta Hina?—El rubio se ahogo con sus fideos al escuchar esa pregunta. No se la esperaba.

—¡Ho-hola chicos!—justo antes de que el zorro responda apareció la Hyuga como caída del cielo. Entró despacio e invitada por Kiba se sentó en el medio de ambos jóvenes.

—Saben, Akamaru y yo tenemos cosas que hacer. Gracias por la invitación Naru, espero que no te importe que me vaya ahora—dijo el ojinegro dándose media vuelta para irse. Naruto hizo “no” con la cabeza y los perros se fueron dejando a el rubio y a la casi morocha solos.

Pasearon por todos lados, fueron a un parque de diversiones y luego a dar un recorrido por la playa. Al final, ambos se adentraron en un bosque y se fueron a la sima de una montañita para poder ver como el sol iba descendiendo. Esa vista era hermosa, pero más hermoso fue cuando las estrellas empezaron a salir y los “amigos” se acostaron en el pasto a observarlas.

Hinata se sentía en las nubes, para ella Naruto iluminaba todo con esa sonrisa simpática y picara que solo él tiene. En un momento, cuando estaban viendo las estrellas, entrelazaron sus manos y se miraron fijamente. De apoco acortaron su distancia y terminaron ese día mágico con un tierno y dulce beso.

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Ya había terminado, Sasuke sació su deseo y se sentía feliz de tener a Sakura desnuda junto a él. Habían apagado todo el fuego que llevaban dentro y solo les quedaba una cosa ¿Qué harían con ese gran amor que sentían uno por el otro?
Al día siguiente ya todo estaba arreglado, a ninguno de los dos les importaba nada de lo que dijeran los demás, ambos llegaron a la conclusión de que no era su culpa lo que les estaba pasando y que ellos no tenían por que pagar los errores de sus padres, todo esto le aclararon a Itachi cuando regresó esa mañana y a Sasuke se le ocurrió agregar algo…

—Sakura y yo nos vamos a casar—dijo con toda la frialdad del mundo y dejando con la boca abierta a sus hermanos, ya que a Saku jamás se lo propuso. Itachi respiro hondo.

—Bien…hagan lo que quieran, yo no les diré nada—esas palabras pusieron una gran sonrisa en sus hermanos menores que se lo agradecerían toda su vida.

CONTINUARA…

Unas preguntas… ¿Cuál fue su parte favorita? ¿Cómo reaccionaron cuando el análisis dio “positivo? ¿Creen que esté bien lo que hicieron Sasuke y Sakura? ¿Esperaban que Sasuke dijera “Sakura y yo nos vamos a casar”?
Lastima el “censurado” ¿no? Jaja…Bye!!

 

CAPITULO 14: La verdad y un accidente

—Bien…hagan lo que quieran, yo no les diré nada—esas palabras pusieron una gran sonrisa en sus hermanos menores que se lo agradecerían toda su vida.

—Esto no está bien—pensó Sakura mientras sentía los brazos de Sasuke rodeándola, el moreno se dio cuenta de la frialdad de su futura mujer en el abrazo y sabía, aunque no le gustaba, sabía cual era el problema. Él la miró con enojo y ella también sabía por que.

—Sakura…si no quieres esto solo dímelo, yo lo entiendo, también estoy confundido con este asunto de ser hermanos, pero no quiero que hagas algo que…pues…tú no quieres—La pelirrosa lo miró con tristeza, casi llorando. El azabache se levantó de la cama donde, anteriormente, vivieron un momento increíble (y muy necesario para recordar en los próximos caps), cerró la puerta de la habitación y se dirigió a la cocina con Itachi—Me estoy muriendo, creo que se arrepintió—dijo colocando su mano en la cabeza.

—¿Qué esperabas? Pasó 18 años de su vida creyendo que es una persona y es cinco minutos la cambian de familia, además vos no la ayudas mucho, le propusiste casamiento sabiendo que es tu hermana, ¿cómo quieres que reaccione la pobre?

—¡¿No te parece que estoy sufriendo demasiado como para que me digas que su llanto, en parte, es culpa mía?!—gritó Sasuke a su hermano, que soltó los cubiertos de cocina para orientar, o más bien, regañar a su hermanito.

—Así eres ¿verdad? Todo es “yo, yo y yo” en tu vida ¿no? Pues, déjame decirte que no eres el único que esta sufriendo y pedirte dos cosas, la primera, métete un poquito en el lugar de Sakura y fíjate si a ella le parece divertida esta situación, la segunda, devuélveme a mí hermano, por que eso de ser una “superestrella” te afectó el cerebro, antes pensabas en los demás, ahora solo piensas en ti mismo y eso ¡No me agrada! Ni a mí, ni a ella—El Uchiha menor solo lo miró con cara de “tiene razón”, se dio media vuelta y se fue de la casa.

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Sin pedir permiso a su hermano, Sasuke se llevó el hermoso auto negro de Itachi. No iba a ningún lugar especial, solo pensaba mientras escuchaba sus propias canciones en la radio.

—¿Cómo puede ser que la mayoría de la gente que ha escuchado mis canciones se crea que soy un “Dios” sin siquiera conocerme?—pensó el azabache al mirar un cartel gigante con su nombre y a cientos de personas admirándolo— La gente está loca, lo único que hacen es buscar al primer tarado que se aparezca, así sea alguien que hace malabares con dos botellas y lo llenan de plata, joyas, ropa, fama y todo ¿para qué?, solo para que otros tarados compren camisas con su nombre o autógrafo, para llenar las revistas con sus fotos y para destruir a una persona que, tal vez, hacia malabares en la calle para poder alimentar a sus hijos con algo, pero cuando la fama se le sube a la cabeza ni sus hijos lo quieren y él se piensa que es querido, pero no, solo es un tipo más que fue engañado por la fama y así me siento yo, eso es lo más deprimente—luego de su pensamiento sobre sí mismo, apagó la radio que lo aturdía pasando una y otra vez sus canciones y levantó la vista para divisar una silueta femenina y unos cabellos rojos que él ya conocía—¿Karin? ¿Qué te pasa?—dijo el ojinegro deteniendo el auto a los pies de su ex mujer y viendo su cara de tristeza.

—Necesito que vengas conmigo a un lugar—le dijo la pelirroja subiendo al auto y mirando al “idol” con frialdad. Lo dirigió hasta un bar donde los esperaba un chico de hermosos ojos aguamarina y cabellos de fuego.

—¡Gaara! ¿Qué ocurre? ¿Por qué me llamaste?—preguntó el moreno sentándose en una silla frente a la de Gaara.

—Seguro ya lo sabes—dijo el pelirrojo con tono frío.

—¿Saber qué?

—Que Sakura es tu hermana.

—Si, eso fue…espera, ¿tú como lo sabes?

—¡Porque no es real! Nuestra misión, la de Konan, Suigetsu y mía, era cambiar las muestras de sangre, en lugar de la muestra de sangre de Sakura, pusimos la de Madara y como él es un Uchiha, era obvio que saldría “positivo” ¿entiendes lo que te digo?—luego de esa explicación, Sasuke se levantó y sin decir una palabra se dirigió al auto para encenderlo y salir casi volando. No se fijaba mucho en el camino, solo estaba concentrado en decirle la verdad a Sakura y por fin casarse con “la mujer de sus sueños”. Al no fijarse por donde iba, chocó con otro auto que también iba a gran velocidad y lo más curioso fue que ese auto era de Kisame.

[En la casa Uchiha] Suena el telefono—¿Diga?

—¡Itachi! Habla Kisame, no sabes lo que pasó, estoy en el hospital, ¿recuerdas que estaba de viaje y que te dije que hoy volvía? Bueno, estaba yo en mi auto a toda marcha cuando enfrente se me cruza otro auto parecido al tuyo y nos chocamos.

—¿Cómo? Y, ¿estas bien?

—Yo si, pero Sasuke…

—¡¿Qué?! ¡¿Qué le pasó a Sasuke?!—gritó Itachi al darse cuenta de que el que estaba en el auto parecido al suyo era su hermanito.

—¿Sasuke? ¿Qué pasó con él?—dijo la pelirrosa bajando de la habitación donde estuvo llorando un largo rato.

CONTINUARA…

Para su información y antes de que me digan algo, si, me gusta torturarlos ja! Se que está algo corto pero la próxima prometo traer más inspiración y sobre “Un corazón de hierro” prefiero terminar este fic y luego sigo con el otro, además, traigo muchas sorpresas para este así que vamos a estar un rato lago con esta historia xD Bye!!