Love Hurts (El Amor Duele) [Inu&Kag]

Re: Love Hurts (El Amor Duele) [Inu&Kag]

Love Hurts (El Amor Duele) [Inu&Kag [Lemon
Capitulo: 4
Genero: Romance/Tragedia
Summary: Tratando de evitar un sentimiento que se niega a irse, el anhelo por estar cerca del otro y el tan incontrolable deseo mutuo por probar esos labios...
Autora: Erilenne.

Capitulo 4. Deseando Besarte

Estaba recostado sobre su cama, los brazos extendidos, los primeros botones de la camisa desabrochados… mirando hacia el techo, ciertamente no había nada interesante que ver en él, pero su mente estaba ocupada en otra cosa…. Lo sucedido en la cena…

-¿Verdad que no me equivoco al decir que mi esposa es una gran cocinera?- Lo preguntó Sesshomaru, con una sonrisa leve, conservando en una de sus manos el tenedor y en la otra un cuchillo.

-No, no te equivocas pero hay algo en lo que si… Ella no es tu esposa- Respondió, al parecer algo molesto, frunciendo el ceño, dando un fuerte énfasis al pronunciar la palabra no.

-Como si ya lo fuera- Respondió el hermano, llevando bocado a la boca para después soltar el tenedor y posar su mano por encima de la de Kagome.

Inuyasha respiró profundamente, intentando calmarse… quizás…. No le gustaba para nada la escena que miraban con recelo sus dorados ojos.

-Kagome ¿Me pasas la sal?- Se lo preguntó mientras dirigía la mirada hacia la chica, pensando que era estupida la pregunta que hizo; Kagome levantó la mano, alejándose asi de la de Sesshomaru, que era el objetivo inconsciente de Inuyasha.

-Claro- Le respondió ella, entregando en su mano el pequeño salero, sintiendo un escalofrió recorrer su cuerpo, al contacto de su piel.

-Gracias- Le dedicó una sonrisa y buscó perderse en sus castaños ojos, sentía el salero sobre su mano pero aún así no soltaba la de ella, su piel era tan suave….

-¿Me… Me sueltas?- Lo preguntó y pidió, notando como ya era innecesario el estrecho de manos y aún mas, su corazón se aceleraba a una velocidad impresionante.

-Lo siento- Respondió apresurado, desviando la mirada ¿Qué era lo que estaba haciendo?, se preguntó a si mismo para después levantarse de la mesa, como solía hacerlo al darse cuenta de que tal vez no actuaba de la manera correcta, pero es que estar al lado de esa mujer, le despertaba ciertas emociones….

Kagome miró a Sesshomaru con algo de temor en su rostro, pero a él pareció no molestarle ¿Qué tenía de malo que su hermano tomara la mano de su novia? ¿Ingenuidad? ¿Exceso de confianza? Tal vez….

-¿Quieren tomar algo? Un vino ligero… Si gustan- Ofreció Sesshomaru, indicándole con la mirada a Inuyasha que tomara lugar nuevamente en la mesa.

-Whiski…- Lo pidió Inuyasha, sentándose nuevamente, tratando de no observar a Kagome, quien estaba sentada enfrente de él.

-¿Tan fuerte?- Le pregunta Sesshomaru para mirar como su hermano asiente con la cabeza, da un suspiro rápido de resignación y se da la vuelta para ir a donde los vinos.

-¿Por qué decidiste tomar eso?- Le pregunta Kagome al ojidorado, obligándolo a enfocar su mirada en ella, haciéndola pasar saliva con dificultad.

-Tal vez no me he sentido bien…. Esta noche- Le responde, con la voz muy profunda, estirando su mano hasta llegar a la de Kagome, tomándola y tal vez apretándola solo un poco, sonrió.

-Ahh entiendo- Lo dice con la voz algo nerviosa, deslizando su propia mano por la mesa hacia atrás, todo esto para alejarla de Inuyasha.

-Aquí tienen- Les da Sesshomaru con la voz amable, una copa a cada uno, aún sin perder aquel porte de frialdad e imponedor que solía tener siempre.

-Salud- Lo dice Inuyasha moviendo un poco la copa para así indicarlo, mirando fijamente a Kagome, como si brindara por ella.
Kagome solo siente como sus mejillas se van sonrojando y eso para ella era algo penoso, se estaba comportando como una chica de instituto, estaban en la mesa, cenando, con su futuro esposo y aun así la atracción con su propio hermano estaba presente….

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-Es la novia de mi hermano…. Lo sé…- Musitó, mientras su mente regresaba a la realidad, aún observando hacia el techo- Pero hay algo, algo en ella, algo que cada vez se hace más incontrolable, me gusta y no se que hacer- Terminó, con aire de desesperación, girándose y metiéndose bajo las sabanas que despedían el perfume masculino de él, apagando la luz de la lámpara de un costado y cerrando los ojos, no sin antes poder evitar crear una imagen en su mente de él y ella besándose.

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Kagome había decidido ir a desayunar con su amiga, era domingo pero aún así Sesshomaru no estaba en casa, pero Inuyasha si que lo estaba y eso la ponía muy nerviosa, la sola idea de verse a solas con él le provocada un fuerte escalofrió.

-Y dime Kagome ¿Qué tal te va con el hermano de Sesshomaru?- Consultó Sango a la vez en que daba un sorbo a la taza de café que había pedido.

-¿Qué?- Preguntó exaltada, golpeando un poco su pecho mientras tosía, un poco más y se ahogaba con el jugo de naranja.

-Hey amiga tranquila- Le pidió Sango al notar como a su amiga pareciera haberle afectado la pregunta.

-Pues todo va bien…- Respondió sintiéndose algo aliviada, ella había salido de su casa porque Inuyasha estaba ahí y ahora venía su mejor amiga a recordárselo.

-¿Es guapo?- Consulta Sango recargando ambos codos en la mesa y colocando ambas manos en los costados de su rostro, como recargándolo en ellas, para luego notar como Kagome parece nuevamente ahogarse con la comida al escuchar la pregunta.

-Bueno… este… si… supongo- Respondió mostrándole a su amiga el leve sonrojo que se formaba en sus mejillas.

-¿Ah si?- Preguntó y sonrió picaramente al notar el gesto.

-Sí… pero solo un poco, mas bien muy poco casi nada- Intentó disimular, fijando su vista hacia fuera del lugar.

-Si claro- Mencionó sarcásticamente, conocía a su amiga y por lo tanto sabía que seguramente ese hombre sería guapísimo, al menos desde el punto de vista de Kagome.

-Sabes, tiene una actitud muy extraña conmigo- Le comentó bajando la mirada, no se había puesto a pensarlo pero él realmente se portaba algo raro con ella o tal vez era siempre así con las personas.

-Tal vez le gustes- Quiso bromear Sango mientras hacía círculos con la cuchara dentro de la taza de su café, notando como Kagome enseguida la enfrentaba con molestia con la sola mirada.

-Mejor me voy- Lo dice con la voz molesta, obvio, su amiga no tenía ni idea de la revolución de sentimientos que había dentro de ella.

-No te enojes era solo una broma- Le pide Sango al ver como ella se incorpora de la mesa y toma su bolso.

-Como se te ocurre decir eso, él es su hermano, contando que estoy próxima a casarme- Le regaña y reclama mientras de su bolsa saca algo de dinero, probablemente para pagar la cuenta.

-Ya esta bien, no digo nada mas, me voy contigo- Le dice siguiéndola hacia la salida del restaurante.

-Como quieras- Es la única respuesta que le da.

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-En realidad es muy hermosa la casa ¿Cómo es que no me habías invitado?- Lo pregunta Miroku, observando con asombro el lugar, hacía algunas horas ya que estaba ahí y aún no dejaba de admirarla.

-Pues… aproveche ahora que mi hermano y Kagome no están en casa- Responde con las manos tras la nuca, muy relajado en uno de los sillones de la sala mientras mira como Miroku curiosea por la casa.

-¿Kagome? Así se llama la amiga de mi novia Sango- Lo dice Miroku algo confundido dirigiéndose al sillón para sentarse.

-Probablemente sea la misma- Menciona Inuyasha con una sonrisa, aventándole un cojin en la cabeza a su amigo.

-Puede ser…- Lo murmura Miroku algo serio, repitiendo el mismo acto que Inuyasha ejecuto en él.

Ambos amigos sonríen al pensar que es muy posible que no sea así.

-Miroku quería decirte algo, acerca de ella y su...- Comienza a decir Inuyasha pero no puede terminar ya que es interrumpido por el sonido que emite la puerta al ser abierta.

-Hola buenos días- Saluda Kagome, en un tono muy amable al ver aquel hombre de coleta pequeña en su casa.

-¿Miroku que haces aquí?- Lo cuestionó Sango notando como su novio se encontraba en la casa de su mejor amiga.

-Sanguito lo mismo digo- Dijo Miroku, abriendo los ojos en señal de asombro.

-¿Se conocen?- Lo preguntan al unísono Inuyasha y Kagome, volteándose a ver al notar eso, sonrojándose un poco.

-Inuyasha es mi mejor amigo- Lo mencionó Miroku, todavía un poco sorprendido por el repentino encuentro.

-Kagome igual- Lo aseguró, hacía unos momentos ellas hablaban sobre Inuyasha y resultaba que su novio era su mejor amigo, vaya casualidad.

-Entonces sí era la misma- Comenta Inuyasha dirigiendo la mirada a Miroku, quien asiente, y ellos que pensaban que era imposible.

-¿Eh?- Lo pregunta Sango tratando de saber el por que de la expresión.

-Bueno, un gusto, con permiso- Lo dice Kagome con algo de lejanía, como si no quisiera estar presente ahí, comenzando a subir las escaleras seguidamente por su amiga Sango, que tan solo hizo un gesto amable hacia los chicos.

-Miroku lo notaste…- Lo dice Inuyasha al observar como ambas han subido completamente, tratando de darle a entender algo.

-Si es increíble- Respondió, siguiendo con la mirada el camino que ellas habían subido, entendiendo lo que Inuyasha le quiso decir.

-De eso quería hablarte…- Concluyó en un prolongado suspiro, cruzándose de brazos, necesitaba desahogar ese detalle con alguien.

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Estaba dando vueltas en su habitación, no sabía que hacer, hacía apenas unos momentos que Sesshomaru la había llamado pidiéndole algo, darle un recado a Inuyasha, y eso no le agradaba nada, aún tenía el teléfono en la mano, no pudo ni colgarlo de los nervios que sentía, Sango ya se había ido y al parecer Miroku también, estaban solos en la casa, a una distancia de tan solo un metro, cada quien en sus habitaciones…

-Esto… ¿Puedo pasar?- Lo pregunta Kagome, con la voz algo turbada y nerviosa, al fin de cuentas se había decidido a ir.

-Si claro Kagome- Responde, sintiéndose tan extraño en pronunciar su nombre, notó como ella se acercó a pasos cortos hacia él, obligándolo a tragar saliva con dificultad.

-Verás…. Sesshomaru me pidió que te dijera que ya estaba resuelto lo del asunto del trabajo- Logró decirle finalmente, nunca le había costado tanto hablar con alguien.

-¿Enserio? Me parece perfecto- Menciona él, poniéndose de pie, quedando muy cerca de ella.

Kagome notó como los dorados ojos de él se iluminaban, aún más de la cuenta, al parecer la noticia le había caído muy bien.

-Me alegro- Expresó ella con la voz muy dulce y dejando que una sonrisa adorne su rostro.

-Kagome…- La nombró con la voz muy profunda acercándose a ella, haciéndola retroceder un paso, sintiendo como su espalda toca la pared y no habrá manera de retroceder más si él decide avanzar.

-Di… me- Balbuceó ella, nerviosa, observando como sus ojos parecen mirarla con demasiada ternura.

Inuyasha se acercó aún más a ella, colocando ambos brazos en la pared, dejándola sin salida, miró fijamente sus castaños ojos, para después desviarlos a sus labios, sintiendo esas ganas de besarlos, se inclinó un poco, dispuesto a hacerlo…

-No es nada- Respondió, después de unos cuantos segundos, no se había atrevido a hacerlo, era la novia de su hermano ¿Cómo se le ocurría?

Kagome no dijo nada más y salió rápidamente de esa habitación, entrando en la suya propia, recargándose en la puerta al cerrarla, su respiración era algo rápida, pensando que tal vez él haya querido besarla y peor aún, ella estaba dispuesta a corresponder. Negó rápidamente con la cabeza ¿Pero qué cosas pensaba?, se regañó a si misma.

-Inuyasha Taisho ¿Qué estas haciendo?- Se cuestionó a él mismo, dejándose caer en la cama sentado, apoyando ambos codos en las rodillas y recargando su frente en ambos puños, logrando así que la mirada quede oculta.

-Es la novia de mi hermano entiéndelo, no puedo estar haciendo esto- Se recordó y a su vez se llamó la atención- Pero estuve tan a punto de besarla- Sonrió nostálgico.

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La oscuridad de la noche había llegado, haciendo que algunas de las luces de la casa sean encendidas, Kagome permanecía acostada en su cama con el control de la televisión en la mano, cambiando sin fijar canal, era tarde y Sesshomaru aún no llegaba, eso la mortificaba un poco y no es que quisiera verlo, pero estar con Inuyasha a solas en casa, no era algo que la tuviera tranquila, por lo menos la presencia de su futuro esposo le traería calma.
Estaba aburrida, apagó el televisor y aventó el control para así salir de su habitación y bajar a la cocina, tan siquiera prepararía algo de cenar, apoyó una de sus manos en el barandal, pudó escuchar… ¿música?, si eso era y el sonido se hacía mas presente conforme mas bajaba.

-Inu… yasha- Titubeó ella al notar como el hombre se encontraba sentado en uno de los sillones de la sala, en su mano una copa de aquel amarillento vino.

Volteó al escuchar su voz pero no dijo nada, tan solo quedño mirándola, fijándose como los rayos de la luna que se filtraban por la ventana se posaban en su cabello azabache, dándole un ligero tono azulado.

-¿Qué haces?- Lo preguntó ella tan solo para romper el silencio que se estaba haciendo presente.

-Terminé con lo que estaba haciendo y decidí bajar para relajarme un poco- Respondió, viéndola caminar hasta el sillón para sentarse, en frente de él.

-¿Y se puede saber que hacías?- Formuló una nueva pregunta, por una extraña razón le gustaba escuchar sus respuestas, le encantaba su voz.

-Revisando un caso, acerca de la patria potestad de un niño- Le contesta mientras lleva un trago de licor hasta su boca.

-¿Ah si? ¿Y eres el abogado de cuál de los dos?- Continuó con la conversación, mirando con atención sus ojos dorados, ansiosa por recibir la respuesta.

-De la madre, es un caso difícil, recuerdo que me dijiste que también eres licenciada- Le dice sintiéndose incluso mas relajado, por un momento había pensado que ella le diría algo acerca de lo sucedido en la habitación.

-Sí… pero como al igual te dije no he ejercido mi profesión- Mencionó para después dejar escapar un ligero suspiro, ciertamente siempre había querido desempeñar su profesión pero Sesshomaru le decía que no era necesario.

-Podrías ayudarme- Ofreció Inuyasha, pensando que así podría pasar más tiempo con ella, olvidando por ese momento que no debía seguir con esas ideas.

-¿Enserio?- Lo preguntó ilusionada, nunca había manejado un caso.

-Me encantaría…- Le aseguró finalmente ocasionando que un nuevo silencio se haga presente en ambos dejando que tan solo la música que estaba desde que Kagome bajó, se escuche.

Quisiera arrancarte de mis sueños
Pero no lo puedo conseguir
A pesar de que no soy tu dueño
Me desespero y pienso en ti

-¿Sabes? Esa canción me gusta- Lo comenta Inuyasha dirigiendo su mirada hacia la chica.

-¿Por qué?- Con curiosidad lo pregunta.

-Creo que me queda…- Confiesa, colocando la copa en la mesa y levantándose del sillón, dirigiéndose hasta donde ella esta, quien pareció verlo algo confundida.

La miró por un momento, antes de pronunciar palabra, era hermosa, simplemente hermosa ¿Cómo negarlo?, acarició su mejilla con dos de sus dedos, haciendo que esta cierre ambos ojos tan solo por el instante en que él deslizó sus dedos.

-¿Bailamos?- Le propone, estirando su mano y abriendo la palma de la mano para recibir la de ella.

-Esta bien- Responde, posando su calida mano en la palma de la del ojidorado, avanzando juntos tan solo unos pasos.

Niña ¿Qué tienen tus ojos?
¿Qué tiene tu boca?
Y esos cabellos

Se colocó delante de ella, a una corta distancia, acomodó un mechón de su cabello azabache, tras su oreja, para dejarlo admirar completamente su rostro.
Soltó su mano y posó a ambas en la cintura de ella, que parecía estar tan bien delineada, tragó saliva con dificultad, no estaba seguro si lo que hacía estaba bien.
Ella colocó sus manos en sus hombros, las mejillas levemente sonrojadas, apenas perceptiblemente, poco a poco comenzaron a seguir el ritmo de la música.

-Entonces mañana mismo empezaremos con el caso- Lo dice Inuyasha queriendo retomar el tema de conversación de hace unos momentos.

-Por supuesto- Responde ella con algo de nerviosismo, aún dejando que la música los guié.

Niña ¿Qué tiene tu cuerpo?
¿Qué tienen tus besos?
Quisiera saberlo…

Las manos varoniles de Inuyasha atrajeron la cintura de Kagome aún mas hacia él, dejando que la distancia entre ambos sea totalmente nula, impidiéndole a ella seguir manteniendo sus manos en los hombros del ojidorado, haciendo que en un instante ella las enrolle en su cuello, dejándola respirar aquel masculino aroma, que por un momento creyó perderse en él.

Inuyasha sentía como al no haber distancia en ellos, sus cuerpos se rozaban por los movimientos del baile, quemándole la piel, haciendo que su sangre hierva.
Aspiró aire con profundidad para así embriagarse del maravilloso aroma a jazmín que ella despedía, detalle que ella notó, haciéndola sonrojar intensamente.
De un momento a otro la música terminó, ocasionando que ambos se detengan pero aún juntos, mirándose a los ojos, no podía aguantar más, quería besarla, probar del sabor de sus labios, la punzada que le ordenaba hacerlo cada vez era mas fuerte.

Avanzó hasta sus labios aún sin tocarlos, dejando que Kagome sienta su acelerada respiración encima de ella, provocándole ansiedad, ganas de ser besada por los labios de ese hombre.
No lo dudó ni un momento más, estaba deseando besarla y lo haría, cerró sus ojos y se inclinó un poco más, hasta tocarlos finalmente, notando como ella se estremeció al sentir esto, pero dándole paso, propiciando el beso completamente, por parte de ambos.

Continuara…

Hola!, bueno espero haber aclarado dudas por ahí respecto a la historia, y de paso disculparme por tardar en poner la continuación siendo que ya la tenía escrita, pero pues no había podido entrar en la página cuando intenté, creo estaba en mantenimiento, en fin espero les haya gustado el capítulo y dejen por ahí un comentario.

Erilenne

 

Re: Love Hurts (El Amor Duele) [Inu&Kag]

UN BESOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!

MUEROOOOOOOOOOOOOOOOO!!!

Estuvo genial este capítulo, los dos se traen unas ganas!!!!!!!

Yo creo que el principal atractivo radica en que es una relación prohibida, eso es lo que les inyecta adrenalina a esos dos!!!!!!!!

BEsos y no te demores en colgar el siguiente capítulO!!!!!!!!!!

 

Re: Love Hurts (El Amor Duele) [Inu&Kag]

Hola!!!!

Wowww que buen capitulo!!!
Me encanto!!
Por fin se besaron!!!!
Si se llegara a enterar Sess no quiero ni pensarlo!!!!!
Contianualo pronto por fas!!!
esta genialisimo!!!

 

Re: Love Hurts (El Amor Duele) [Inu&Kag]

Erilenne!

Fantastico el capitulo, en verdad, me encanto, fue estupendo, la escena del baile me encanto, fue muy emocionante y pues finalmente la beso y ella correspondio, muy bonita la cancion de fondo que pusiste, quedaba perfectamente acorde con la situacion.
Espero que pongas el capitulo 5 muy pronto por favor.

Este fic me encanta!!

 

Re: Love Hurts (El Amor Duele) [Inu&Kag]

Pues yo pienso que ha de ser muy dificil para Inuyasha estar enamorado de Kagome, despues de todo Sesshomaru le ha brindado un hogar y no puede pagarle con eso, pero por otra parte como se la arranca del corazon, y lo terrible que ha de ser sentir celos de tu propio hermano siendo que kagome es la futura esposa de él, definitivamente frustrante ahora ya por mas que intentó no besarla al fin de cuentas lo hizo y pues ya nimodo, el día que sessho se llegue a enterar se las van a ver muy negras.
Como siempre me encanto el capitulo espero ansiosa el siguiente
Adios.

 

Re: Love Hurts (El Amor Duele) [Inu&Kag]

Love Hurts (El Amor Duele) [Inu&Kag [Lemon
Capitulo: 5
Genero: Romance/Tragedia
Summary: Intentando alejarse uno del otro para acabar con ese sentimiento, sin embargo un viaje se interpone marcando un cambio en el destino de los tres...
Autora: Erilenne.

Capítulo 5. El Viaje

Una intensa luz atravesó los ventanales que había en la sala logrando así que ambos se separaran de aquel beso que comenzaban a disfrutar cada vez más.
Enfocaron su mirada hacia esa luz y notaron que esta provenía de un auto, recordando así a Sesshomaru.

Kagome posó dos de sus dedos sobre sus labios, aun permanecían húmedos, con el sabor de el ojidorado, inclinó un poco su mirada y sus mejillas se encendieron ¿Qué era lo que había echo?, se preguntó.

Él, no supo que decir, tan solo colocó ambas manos en sus sienes, miró como ella parecía no decir nada, ni siquiera voltear a verlo, se habían besado… que tontería.

La puerta de la entrada principal se fue abriendo poco a poco, dejando entrar por esta la ligera y fría brisa del viento nocturno, que pareció alcanzar los cuerpos de Inuyasha y Kagome, sintiendo un terrible escalofrió recorrer completamente su cuerpo.
Del mismo modo se escuchó el cerrar de la puerta para así dejar a ese hombre dentro de la casa, que, por el gesto de su rostro, se veía visiblemente agotado, en una de sus manos un maletín color café aparentemente saturado de documentos y en la otra un par de juegos de llaves, incluidas en estas, las del auto y la casa.

Miró a su hermano acercarse, con ese semblante frío, la postura firme y el cabello hacia atrás, moviéndose levemente hacia los lados conforme avanzaba hacia ellos, sintió un nudo en la garganta ocasionándole tragar saliva con dificultad.

-¿Pasa algo?- Lo preguntó Sesshomaru, una vez que se encontraba a una distancia considerada de ambos.

-N… no- Se atrevió a responder Inuyasha, con la voz bastante nerviosa, mientras una gota de sudor frío caía por el costado de su frente

-Están tan serios- Se aventuró a decir Sesshomaru y dirigió rápidamente su mirada hacia Kagome, quien la mantenía fija hacia el suelo

-Lo siento- Lo dice Kagome con algo de fragilidad en la voz, avanzando a Sesshomaru y apoyando su rostro en su pecho.

-Kagome…- Murmura Inuyasha sintiendo como un hueco se expande en su estomago ¿ella le diría a Sesshomaru lo que pasó?

-¿Qué es lo que sientes?- Le pregunta amablemente, rodeándola con sus brazos, indicando algo de ternura hacia ella, logrando que Inuyasha frunza el ceño

-¿Qué te pasa?- Se cuestionó Inuyasha en su mente, aun después de lo que paso, se atrevía a sentir celos.

-Es que yo…. Mm no es nada- Respondió, intentó decirle pero no... ¿Cómo podría hacerlo?

-Tengo que hablar con ambos- Hizo mención Sesshomaru, aún con la chica entre sus brazos, que parecía no poder pronunciar palabra.

-Después…- Lo pidió Inuyasha y avanzó a paso rápido hacia la escalera, para así subir por esta, encerrándose en su habitación.

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Sintió enormes ganas de cerrar la puerta fuertemente pero prefirió no hacerlo, ya que con eso daría entender su enfado y frustración, pero no pudo evitar dar un puntapié a la base de la cama, si no hubiera sido por Sesshomaru el seguiría besándola hasta saciarse, pensó.

-Eres un miserable- Se dijo y sonrió con nostalgia, su hermano le había brindado un lugar donde vivir y él ¿con qué le pagaba? Besando a su novia, y no solo era eso… él era su hermano ¿Cómo podía hacer una cosa así? Lo cierto es que la atracción que sentía por Kagome estaba yendo más allá… tenia que hacer algo cuanto antes…

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Estaba aún recostada en su cama, las sabanas cubriendo su cuerpo y marcando tenuemente su figura, los rayos del sol que se entremetían por las cortinas, se posaban en ella, había escuchado a Sesshomaru levantarse muy temprano y sintió el beso en su frente que el le daba diariamente.

En toda la noche no había podido conciliar el sueño, consecutivamente regresaban a su mente esas imágenes en que Inuyasha la besaba, se escondió mas entre las cobijas y negó con la cabeza, tratando de borrar aquello.

-¿Por qué?- Lo preguntó en un prolongado pero incomprensible suspiro, no entendía el por qué del beso, atormentaba su mente preguntándose ¿Qué pensaría él ahora de ella?, no había podido ni mirar a los ojos a Sesshomaru, tampoco a Inuyasha, definitivamente no se sentía con las fuerzas para enfrentar la situación y eso era notable en su rostro, que irradiaba toda la angustia y el nerviosismo.

Se levantó de su cama y se puso las pantuflas que estaban al costado de esta, respiró con profundidad consecutivamente para tranquilizarse un poco, avanzó hacia el baño hasta quedar frente al lavabo, observó el espejo y rápidamente le pareció observar como la imagen de ella e Inuyasha besándose se reflejaba en él, quería vivirlo nuevamente…

-Basta Kagome- Se replicó a si misma, enjuagó su rostro y tomó la pequeña toalla color amarillo de al lado ¿Cómo era posible que siguiera con esos pensamientos? ¿Qué clase de chica era?, se regañó a si misma y salió de su habitación.

Bajó por las escaleras y notó como en uno de los baños salía algo de vapor por debajo de la puerta ¿Inuyasha se estaría bañando?, miró unos instantes mas la puerta, como alejándose de la realidad y concentrando su mente en otra cosa…

-¿Pasa algo?- Se atrevió a preguntar el ojidorado, quien salía del baño, tan solo con una pequeña toalla enredada en la cintura, dejando ver sus bien fornidos músculos, marcados y con el vapor saliendo tras de él, dándole una vista a Kagome demasiado sensual.

-Na…da- Logró contestarle y pasó saliva con dificultad para después darse la vuelta.

La miró avanzar hacia la cocina cabizbaja y entonces entendió lo que sucedía… el beso… cerro los ojos e imagino el momento y a su vez pensó que lo que hacia estaba mal, ella era la novia de su hermano, ella era aun una niña que se le había metido por los ojos una…sonrió al notar que estaba ideando solo excusas para no pensar en ella.

Ella entró en la cocina y comenzó a calentar agua en la tetera ¿Por qué tenía que estarle pasando esto? Tal vez lo mejor seria actuar como si no hubiera ocurrido nada pero y si él ¿le decía algo?, si se lo confesaba a Sesshomaru, un nudo comenzó a formarse en su estomago.

-Oye sobre lo que pasó…- Trató de decirle el ojidorado, parándose en la entrada de la cocina y recargando uno de sus brazos sobre la orilla de la puerta

-No es nada- Interrumpió al notar sus intenciones, giró la cabeza un poco hacia él y sonrió dulcemente

-Entiendo…- Lo murmuró y un penetrante rojizo se apodero de sus mejillas al verla sonreír, incluso le pareció aún más linda, su sonrisa combinada con los rayos de sol que se filtraban por la ventanilla dándole un brillo sumamente especial.

-Kagome sobre lo del caso quería saber si...- Intentó preguntarle mientras se sentaba en una de las sillas de la mesa

-No voy a poder ayudarte, lo siento- Interrumpió por segunda ocasión y se disculpó, sin poder enfrentar su mirada, caminó hacia el refrigerador y notó como él se levantaba de la silla y se ponía enfrente de ella

-¿Es por lo que paso?- Se atrevió a preguntar el ojidorado y la sujetó fuertemente por los brazos, lo suficiente para que ambos cuerpos estén rozando, enfocando su mirada en ella, obligándola a que lo mire con la misma intensidad

-Suéltame- Lo pidió ella, con la voz débil y tragó con dificultad al contemplar nuevamente aquel ámbar mientras los deseos inexplicables por ser besada nuevamente por ese hombre florecen.

Estaba ocurriendo lo mismo que la noche anterior, aquella punzada llena de pasión lo estaba obligando a besarla nuevamente, se acercó a sus labios, a una distancia casi nula, respirando su aroma, con tal profundidad que pareciera que lo quisiera llevar en el siempre, la miró cerrar sus castaños y vivaces ojos, haciéndolo sentir de cierto modo alegre de que ella seguramente le correspondería ¿Pero por qué?

-Discúlpame- Se lo dice para así darse la media vuelta, aun sintiendo ese hormigueo en sus labios que le reclamaban besarla, pero ella no le pertenecía, no era su dueño…

Subió por las escaleras y se encerró en su habitación, al fin logró descubrirlo, se había enamorado de ella y eso era un error, y si las cosas seguían así nada terminaría bien, aunque albergaba una duda en é l¿Por qué ella correspondía?...

-Creo que abandonare el caso- Murmuró, observando con cierta nostalgia los papeles, hacía unos momentos que se había vestido y solo eso fue suficiente para darse cuenta que la única solución a esto era irse de esa casa, regresar a aquel país donde había estudiado…

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Se encontraba sentada sobre uno de los sofás que daban una vista en frente de la puerta de entrada, con un libro entre sus manos, que, a juzgar por su apariencia parecía algo viejo, la espalda relajada en el respaldo y el cabello azabache hacia atrás, tan solo con un mechón rebelde en frente.
Su lectura fue interrumpida al observar como cierto chico se encontraba en la puerta de la casa, observándola pacíficamente, como si quisiera decirle algo o tan solo mirándola por que eso lo hacía sentirse bien.
Sintió como los latidos tranquilos y normales de su corazón pasaron a transformarse en intensos y acelerados, era inevitable no notar el evidente atractivo del ojidorado.

Sonrió levemente al notar el sonrojo femenino en el rostro de Kagome, como si fueran teñidas con en las fino carmín, dándole inocencia como a una niña pequeña y hermosura como a la mas radiante rosa roja.

-Tengo que salir- Le avisó y miró como Kagome se estremeció haciéndola saltar unos centímetros del sillón, mirándolo con un brillo muy peculiar en sus ojos.

-Si… claro- Logró responder, sintiéndose como una jovencita de secundaria, tan solo la voz profunda y seductora del ojidorado había causado ese efecto en ella.

Lo observó abrir la puerta y salir de la casa para así suspirar profunda y aliviadamente al escuchar el sonido que indicaba que la puerta fue cerrada, dejó caer su cabeza hacia atrás, cerrando sus ojos y soltando el libro que traía en ambas manos, dejando que este caiga en la alfombra, emitiendo un ligero pero sonoro sonido al caer, logrando que ella se estremezca nuevamente al pensar que ha vuelto, pero solo era eso… producto, de su imaginación… sonrió al pensarlo, relajándose completamente.

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Estaba acomodando algunos documentos, sentado frente a su escritorio y al parecer con mucha concentración, pero esta se vio disuelta al escuchar el teléfono sonar…

-Dime Koharu- Lo pide el hombre de coleta pequeña, con la voz seria, algo muy raro en él

-Hay un joven que lo busca, llamado Inuyasha- Le responde la chica con un nerviosismo que se venía viendo desde hace algunos meses, guardaba un secreto… se había enamorado de Miroku.

-Hazlo pasar por favor- Le pidió él con amabilidad, girándose junto a la silla hacia atrás para sacar de un cajón algunas otras cosas, escuchando como su secretaria solo le dice- Como usted diga.

-Dice el señor Miroku que puede pasar- Lo anuncia Koharu, observando como el ojidorado le brinda un gesto amable y se dirige hacia el despacho de su amigo.

-Vaya Miroku nunca imagine que tu despacho seria así- Comenta Inuyasha al ver como el lugar aun que no es muy grande tiene cierto toque de elegancia y todo se encuentra sumamente en orden, algo muy raro en Miroku

-¿Qué trataste de decir con eso querido amigo?- Lo consulta Miroku notando el sentido en que su mejor amigo se lo había dicho

-Bueno y ¿que te trae por aquí?- Pregunta Miroku, indicándole con la mano que tome asiento, el conocía bien a Inuyasha, siempre que iba a buscarlo a su despacho era por que quería contarle algo

-Pues…- Duda en decirle mientras toma asiento frente a Miroku

-Dime que es lo que pasa- Se lo pide, entrelazando sus manos y recargando ambos codos en el escritorio para así recargar su mentón y prestar atención a las palabras de Inuyasha.

-Me conoces muy bien Miroku… pues me iré otra vez de Japón- Se lo dijo de la forma mas rápida que pudo pero sin poder impedir que un aire de tristeza se apoderara de sus ojos

-¿Cómo? ¿Es qué piensas regresar? ¿Pero por qué?- Interrogó Miroku con exaltación, levantándose rápidamente de su asiento y enfrentando con la mirada a Inuyasha

-Dime ¿Qué es lo que nunca le harías a un hermano?- Lo pregunta con melancolía, desviando su vista hacia otro lugar

-¿A qué viene esa pregunta?- Cuestionó sin poder comprender a donde deseaba llegar Inuyasha

-Contesta- Exigió el ojidorado pero sereno, con tranquilidad en la voz, sabiendo el de antemano la respuesta

-Pues… traicionarlo- Contestó finalmente Miroku mostrando confusión en su rostro

-Exacto es por eso que me voy- Le confesó para después levantarse de la silla y dirigirse hacia la puerta para salir

-Espera no entiendo nada- Lo pidió Miroku con un poco de desesperación al ver como su amigo esta apunto de marcharse

-Me enamore de Kagome ¿Contento?- Se atreve a revelarle de una vez por todas, con un leve tono de tristeza pero también de frustración, dejando a Miroku totalmente pasmado, aun mas por aquel detalle que comentaron en la casa de
Kagome

-¿!Qué!?- Cuestionó Miroku como queriéndose convencer de lo que escuchaban sus oídos era cierto, avanzó hasta Inuyasha deteniéndolo para saber que era lo que pasaba

-Lo que oyes por eso me iré… deje mi equipaje listo en la casa- Confirma, soltándose del agarre de su mejor amigo, esta vez con el ceño fruncido y la voz tenuemente molesta, el ámbar de sus ojos algo opaco mostrando la furia y desesperación que sentía.

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Kagome Y Sesshomaru observaban en silencio el jardín desde los ventanales de la sala, admirando la oscuridad de la noche que parecía estar mas iluminada por la luz de la luna llena de ese día, el aire entraba fresco y con una suave brisa de relajación, moviendo tan solo muy poco el cabello de ambos, cada uno perdido en sus propios pensamientos.

Inuyasha venia llegando, solo quedaba avisarle a su hermano que se iría nuevamente del país, miró con nostalgia la sala, recordando como en ese lugar había compartido con ella una exquisita pieza de baile sin imaginar que terminaría en un beso… sonrió angustiado.

Se giró un poco para darse cuenta como su hermano y Kagome se encontraban ahí, con la vista fija hacia el jardín, le agrado la forma en que el suave viento jugaba con el cabello azabache de la chica, como ansiaba besarla y sentirla entre sus brazos, el tan solo observarla ahí… tan serena lo hacia sentir extrañas sensaciones que ni él mismo podía explicar.

-Oh Inuyasha- Nombró Sesshomaru al percatarse de su presencia

-Sesshomaru me gustaría hablar contigo- Le pidió y caminó con algo de temor hacia donde su hermano estaba

-Por supuesto, dime- Con una sonrisa un tanto leve se lo pidió

-Yo me retiro- Se aventuró a decir Kagome, sabiendo que Sesshomaru también tenía algo que decirle a Inuyasha, ella por su parte ya lo sabía y era algo que la estaba mortificando bastante, pero después de todo no había podido hacer nada.

Ambos hermanos esperaron a que Kagome se retirara completamente, las dos miradas eran de amor hacia ella, pero solo uno tenía la dicha de tenerla a su lado.

-Sesshomaru me iré del país nuevamente- Le comenta tratando de parecer lo mas natural posible

-¿Qué? No hermano no puedes irte- Más que como una petición se lo sentencia

-¿Por qué?- Cuestionó Inuyasha al notar la expresión que Sesshomaru le había dado a sus palabras

-Yo tengo que hacer un importante viaje de negocios, de eso quería hablarles ayer y no puedo dejar sola a Kagome- Lo asegura Sesshomaru mientras acomoda un mechón de cabello tras su oreja

-¿Qué tratas de decir?- Consulta el ojidorado, como entendiendo lo que su hermano mayor esta a punto de decirle, haciendo que pase saliva con dificultad y que un nudo en su estomago se forme al pensar en la respuesta que el le dará

-Que quiero que te quedes con ella, a su cuidado- Mencionó Sesshomaru utilizando nuevamente ese toque frío en la voz, como si fuera una orden

-No Sesshomaru yo no puedo hacer eso- Se apresuró a decir el ojidorado, él… ella… ¿Solos? Tenía que ser una broma

-Es un favor que te estoy pidiendo, serán solo 15 días- Dijo en un tono visiblemente suplicante mirando como su hermano tenía un semblante incrédulo y de preocupación

-¡15 días!- Repitió en su mente- ¿Qué cosas podrían pasar con ellos en 15 días?- Se cuestionó a si mismo, tratando de no impacientarse y una gota de sudor frío recorrió su frente…

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Hacía tan solo unos instantes que el avión había despegado, Inuyasha y Kagome lo miraban desde una distancia ya algo larga, pero sus cabellos aún ondeaban sin cesar por el viento causado con el despegue, voltearon a verse mutuamente, ambos intentando parecer calmados pero era imposible, el ambiente se había tornado a uno sofocante, sintiéndose tan extraños, con nerviosismo y sin poder pronunciar palabra, ahora se encontraban solos… viviendo en la misma casa y con una sensación que era compartida.

Continuara…

Hola primero que nada disculpen la eterna demora, es solo que he andado ocupada con lo de navidad y me estaba olvidando que aquí también pubico, disculpen.
Espero que les haya gustado, les deseo pasen un bonito fin de año.

Erilenne

 

Re: Love Hurts (El Amor Duele) [Inu&Kag]

jejeje no te preocuoes, tan sólo avísanos, por que la verdad ya se me estaba olvidando la historia.

Perdón si sueno exigente, pero me gusta que sean constantes al subir sus historias, si ponen contiuación una vez cada que se acuerdan, a mí también se me olvida pasarme por el fic.

Me gusta la historia, me alegra ver que Sesshoumaru les dará la oportunidad de estar solos, claro, sin ser él consciente de lo que sienten esos dos.

Será divertido ver qué pasa con ellos cuando no esté Sesshoumaru.

En fin, espero que no tardes con lo que sigue y échale muchas ganas, sobre todo si ya tienes buena parte escrita, pues aprovecha para adelantar y escribir más capítulos por adelantado.

SALUDOS!!!!!