Historia larga Los Viajeros VIII: Más allá

Tema en 'Novelas Terminadas' iniciado por Manuvalk, 9 Octubre 2022.

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  1. Threadmarks: Ashant: un mundo atormentado
     
    Manuvalk

    Manuvalk el ahora es efímero

    Sagitario
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    Escritor
    Título:
    Los Viajeros VIII: Más allá
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    20
     
    Palabras:
    4307
    Bienvenidos al que será el capítulo previo al parón navideño en cuanto a publicaciones se refiere. Tras éste, solo quedarán nueve capítulos por publicarse hasta acabar la octava parte (de veinte capítulos definitivos, en total). Las cosas, a partir de ahora, van a ir subiendo en cuanto a intensidad, a excepción de algunos momentos o capítulos específicos para aquellos personajes ajenos a la expedición de la Nolartis. Antes de dejaros con la lectura, me gustaría agradecer a mi gran amigo Reydelaperdicion por estar ahí. Esta vez no leeremos en simultáneo debido a las complicadas y familiares fechas que se vienen, pero espero y deseo que lo retomemos en algún momento de Enero, cuanto más pronto mejor XD.

    Ah, dos cosas más: la primera, que la publicación para esta historia regresará en algún momento entre la primera y segunda semana de Enero, sin una fecha específica. No os alarméis, porque en esa franja de dos semanas retomaré la publicación, simplemente no sé qué día lo haré. Y segundo: FELICES FIESTAS a todos, ¡tanto navideñas como de año nuevo!
    C':







    Ashant: un mundo atormentado




    — Bienvenido de vuelta, campeón.

    Norman sujetaba una taza de café delante del recién y último despertado, Brad Sanders. El que fuera uno de los nuevos reclutas de la expedición comenzó a jadear fuertemente durante su despertar, siendo la primera vez que sufría los efectos de la criogenia.

    — Tranquilo hermano, se te pasará pronto.

    Brad asintió lentamente con una media sonrisa y una expresión facial que denotaba cierto sufrimiento. Con el resto de la tripulación despertada y desayunando, solo faltaban él y Norman, quién se ofreció a ayudar a su nuevo compañero en los primeros pasos tras estar cuatro meses aproximados durmiendo.

    — Te lo agradezco — Sanders cogió la taza de café y tomó un gran sorbo.

    — Te vendrá bien para activarte — Williams le ayudó a caminar hasta el comedor, no muy lejos de allí — ¿Cómo te sientes?

    — Bastante raro, la verdad. Nunca había experimentado algo así.

    — Bueno, para los demás es la segunda vez, así que tampoco ha sido fácil.

    — Según tengo entendido, los thunianos ya sabían lo que era la criogenia, ¿no?

    — Sí, eso dicen. Creo que porque la usaron en el arca que los salvó de morir en su planeta moribundo.

    Ayudado por Norman, el nuevo miembro de la expedición se sentó en una de las mesas mientras el primero se dirigía a por la comida preparada para éste último. Brad comenzó a saborear su ración de pasta nutritiva neoniana, la cuál aportaba la cantidad de energía necesaria para recuperarse tras el letargo.

    — Había olvidado que odiaba la pasta nutritiva neoniana — Sanders hacía muecas mientras tragaba — No sabe a una mierda.

    — Lo sé, compañero — Williams soltó un par de carcajadas tras dicho comentario — Pero he oído que en casa estaban preparando pasta nutritiva con distintos sabores, para hacerla más... degustativa.

    — Vaya, nos podría haber venido bien algo así.

    — Y que lo digas.

    Reunión de toda la tripulación en quince minutos. Todos los exploradores y personal científico que se preparen para salir después.

    El aviso de Oda pilló de imprevisto al joven dúo, que ahora debían estar ciertamente preparados en ese breve espacio de tiempo. Brad aceleró al comer para terminarse la pasta nutritiva rápidamente mientras Norman se limitó a esperarle por si necesitaba ayuda para incorporarse.

    — Ve a prepararte, yo ya me siento mejor — Le indicó Brad a su compañero, mientras acababa de comer.

    — ¿Seguro? No me importa esperarte.

    — No hay problema, te lo aseguro.

    — Okay, en ese caso, date prisa — Norman se marchaba a trote del comedor — ¡No tenemos mucho tiempo!

    El joven Sanders se apresuró a terminarse su comida para rápidamente dirigirse a su camarote y prepararse, ya que la reunión sería el paso previo a salir de la Nolartis.

    Exceptuando a todos los exploradores de la misión por obviedad, los científicos Landom y Pallow también debían prepararse para una salida a la superficie de Ashant, con la intención de recopilar más información sobre el planeta.

    Los quince minutos pasaron y eventualmente fueron llegando todos los tripulantes de la nave a la sala de reuniones, lugar de encuentro principal.

    El renovado comandante Crane ya estaba vestido con su traje de exploración, al igual que sus soldados y los dos científicos de la expedición. El resto, permanecería a bordo de la Nolartis a menos que fuesen necesarias sus habilidades.

    Un holograma de la esfera planetaria se manifestó en el centro de la mesa y de la sala, mostrándose a la tripulación.

    Oda marcó el punto al que debían dirigirse tras un escaneo global con el radar, en busca de tecnología Anixis activa o inactiva. El punto indicado se hallaba, no obstante, en mitad de un océano, lo que dificultaba seriamente el acceso y su correspondiente investigación.

    — El sensor ha detectado hasta tres núcleos tormentosos alrededor de la superficie de Ashant — El comandante comenzó explicando más detalles — Mi idea era dejar la Nolartis en órbita y aterrizar en el planeta con las lanzaderas, pero eso no será posible.

    — ¿Y eso por qué? — Preguntó Cia, extrañada — ¿Su atmósfera es complicada?

    La atmósfera de Ashant no es el problema, sino las fuertes rachas de viento que se suceden constantemente en el mundo — Oda dio más pistas de lo que el sensor de la nave había recopilado en su llegada a la órbita — Si a eso le sumas descargas eléctricas, el aterrizaje se complica.

    — ¿Pero Ashant no era un mundo habitable? — Eniar no lo comprendía — Al menos, eso decían los datos.

    — También lo era Verilia... — Musitó Sun, lanzando un quejido al aire.

    Ashant es un mundo tormentoso. Puede albergar vida según los cálculos, pero no como la que conocemos — Explicaba la IA de la nave — Tiene una superficie rocosa y vegetal, al igual que superficie líquida en forma de agua. Pero en la superficie terrestre, las tormentas lo destruyen todo. De existir vida, será acuática y en las profundidades.

    — Eso explica porque las imágenes muestran una superficie poco verdosa y más marrón — Caelum entró en escena — Esas tormentas deben arrasar con bosques enteros.

    — Desconocemos si antes era así, pero de haber tenido unas mejores condiciones en el pasado, este planeta podría haber sufrido algo similar a lo que le pasaba a Verilia. Simplemente cambió — Halisha quiso ahondar en la explicación — Por eso bajaremos ahí Caelum y yo, para extraer muestras y descubrir cómo era Ashant.

    — Así es, por eso un grupo de exploradores irá con los científicos, bajo el mando de Yak. Su grupo tendrá la misión de asistir y proteger a los científicos — Lill indicó cuál sería la misión de cada uno — Otro grupo liderado por Ashley se quedará en la orilla, mientras mi grupo volará en lanzadera hasta la ubicación de ese punto Anixis en mitad del mar.

    — ¿No era peligroso en lanzadera? — Preguntó Iris, generando dudas.

    — No si se vuela bajo — Respondió Norman, ofreciéndose — Yo llevaré a tu grupo si quieres, comandante Crane.

    — Genial. El resto quedaos en la nave y monitorizad el curso de las tormentas, porque según su rumbo, tendremos más o menos tiempo para encontrar información de relevancia — Terminó añadiendo Lill, quién miraba a todos — ¿Alguna pregunta más?

    — Comandante, ¿y si lo que buscamos se encuentra en el fondo del mar? — Fue la pregunta lógica de Lynx — ¿Qué haremos en ese caso?

    — No será problema, las lanzaderas con las que contamos pueden reconvertirse en submarinos gracias a los avances en la tecnología Anixis — El principal ingeniero de la nave, West, reveló el detalle — Pensé que ya lo sabíais.

    — ¿Cómo iba a saberlo? — El joven Herswood quedó gratamente impresionado — ¡La Alianza sabe lo que se hace, joder!

    — Pongámonos en marcha — Ordenó por primera vez el subcomandante Fallon, atento a los demás durante la conversación — Tyra, prepárate y apóyate en Oda si es necesario, pero no quiero problemas durante el descenso.

    — Entendido, subcomandante.

    — Vamos, todos a sus puestos — Indicó Lill, que se sentía cómodo con su nuevo subcomandante, aunque a su vez era raro que no fuese su amigo Lio.

    Y así, cada tripulante se fue a su posición en la nave.

    Los exploradores bajaron a la planta baja en el ascensor tras proveerse de armas y equipo para después prepararse en los vehículos, al igual que los dos científicos. El resto, ingenieros y personal de la nave se quedaron en el puente de mando para ayudar a que la Nolartis no sufriese las potentes rachas de viento de Ashant, que partirían una lanzadera en dos.

    Tras algunas turbulencias y sonidos de truenos próximos a la posición de la expedición, la Nolartis no tuvo muchas complicaciones para descender a la superficie de Ashant, gracias en parte a la destreza de su piloto como a la asistencia de la IA de la nave. Sin poder aterrizar cerca del punto indicado, Tyra tuvo que encontrar una zona libre de árboles, una llanura extensa y plana que estaba desierta.

    Nada habitaba aquello más que una tierra amarillenta y los restos de árboles que fueron partidos por el peligroso viento.

    Con el descenso y el aterrizaje siendo un éxito, los elegidos para salir se prepararon. El grupo con los científicos, liderado por Quetaryan, saldría de la nave con el vehículo terrestre debido a que no iban a desplazarse muy lejos. Una lanzadera sería para el grupo liderado por el comandante Crane, que debería sobrevolar parte de un extenso mar hasta encontrarse con lo que fuese que indicaba el radar respecto a la tecnología Anixis. Y la lanzadera restante la llevaría el grupo de Ash.

    Así, el grupo liderado por Yak contaría con los dos científicos Halisha y Caelum, y los dos nuevos exploradores como eran Dhejam y Brad. El grupo formado por Lill tendría a Fallon, Norman, Cia, Eron y Uriow consigo, quedando el grupo de Ashley —que esperaría al grupo del comandante en la orilla del mar alienigena en caso de problemas— con Lio, Iris, Eniar y Sun.

    Aquellos que permanecerían en el interior de la nave eran Tyra, Maya, West y Lynx, no siendo necesarios por el momento.

    [...]

    Grupo científico: Yak, Halisha, Caelum, Dhejam y Brad


    El propio Quetaryan era el encargado de conducir hasta una zona próxima al lugar de aterrizaje de la Nolartis, donde un pequeño bosque había sobrevivido a las duras tormentas de Ashant. Parecía un oásis en mitad del desierto, dado que todo a su alrededor estaba vacío de vida y el horizonte era igual de desolador.

    El líder del grupo aparcó el todoterreno a los pies de una alargada arboleda, donde sus árboles mostraban una altura de más de cinco metros, siendo realmente majestuoso.

    — Parece el típico bosque de un cuento de hadas — El joven Sanders lo pensó nada más salir del vehículo y ver la magnitud del bosque.

    — ¿Qué son hadas? — Preguntó un extrañado Dhejam, que lógicamente desconocía el término.

    — Son seres de fantasía, producto de la imaginación humana — Respondió Brad, intentando dar una explicación acertada — No importa, no existen.

    — Bueno, vale.

    — No quiero dejar el vehículo sin vigilancia y nos vendrá bien tener a alguien aquí en caso de que el resto estemos en problemas dentro de ese bosque — El neoniano comenzó a ejercer como líder del grupo — Brad, te quedas.

    — ¿En serio? — El humano se mostró desanimado con la orden — Me gustaría ver de cerca el bosque.

    — No te preocupes, Yak, me quedaré yo — El thuniano quiso hacerle el favor al joven Sanders.

    — Está bien, puedes permanecer dentro del vehículo si prefieres, por seguridad.

    — Descuida, ese robot de la nave nos dijo que de haber vida, es acuática, no terrestre — Dhejam demostró no tener ningún temor a nada — Aquí la brisa es suave, me quedaré fuera del todoterreno. Además, voy armado.

    — Sigo sin entender porqué... — El científico y además ingeniero Pallow no comprendía porqué el equipo científico y los demás en general, portaban armas, si estaban en una misión principalmente científica — Las armas solo estorban ahora mismo.

    — Caelum, más vale ser precavidos — Halisha abogaba por la sensatez — Aunque el sensor no detecte formas de vida terrestres, no significa que esté en lo cierto. Asegurarse es no arrepentirse después.

    — El sensor da datos aproximados, pero nunca puedes estar cien por cien seguro de ellos — Yak quiso concienciar al syleriano — Además, te guste o no, llevaremos armas. También lo hacíamos en el OCVD.

    Caelum realizó una mueca de rechazo a la conversación, zanjándola ahí mismo.

    Una vez terminado el intercambio de opiniones, Dhejam observó como sus compañeros se adentraban en el bosque mientras él permanecía al lado del vehículo para vigilar y sobre todo para servir como ayuda en caso de emergencia. Siguiendo en fila india, Quetaryan iba a la cabeza del grupo acompañado de su pareja y científica, a quién tenía detrás a su otro compañero de trabajo, quedando en la retaguardia el joven Sanders para cuidar las espaldas.

    La luz del sol de aquel sistema desconocido pero visitado antaño por los Anixis se filtraba por entre las hojas, con formas extrañas y diferentes nunca antes vistas. El lugar estaba en calma, solo perturbado por una cálida brisa que el grupo podía notar al quitarse los cascos, pues Ashant tenía oxígeno y respirar en el planeta no era problema. Brad estaba maravillado con todo lo que veía a su alrededor, sintiéndose en la Tierra, mientras los neonianos sentían nostalgia de no estar en Neonia y el syleriano anhelaba no haber vivido en la época gloriosa y viva de Syleria.

    — Aquí es un buen sitio — El propio Caelum señaló el lugar donde recoger muestras terrestres y de plantas — La tierra no está seca y la vegetación nos puede dar pistas del pasado de este mundo.

    — Sí, aquí está bien — Indicó Halisha, coincidiendo con su compañero mientras comenzaba a sacar el material necesario de sus mochilas — Empecemos con la muestra terrestre, Caelum.

    — Perfecto.

    — ¿Puedo ayudar en algo? — El humano sentía deseos de ser útil, aunque no fuese su campo.

    — Puedes alejarte de la zona que hemos establecido para no contaminarla con tus huellas — Pallow le contestó de forma borde y recriminadora — Vigila los alrededores, esa es tu función.

    Brad se sintió algo ofendido, pero no quiso iniciar una absurda discusión en plena misión, por lo que se limitó a mirar al frente y vigilar el espacio próximo al lugar en el que estaban.

    Yak se molestó un poco con el comentario del syleriano hacia el humano, aunque al igual que éste último, prefirió no entrometerse.

    Halisha, por su parte, tampoco estaba de acuerdo con los modales de su compañero, pero lo conocía lo suficiente como para saber ignorar esa actitud que éste sacaba a pasear de vez en cuando.

    [...]

    Grupo de apoyo: Ashley, Lio, Iris, Sun y Eniar


    — Suerte en vuestra misión — La líder del grupo, Ash, se despedía de su comandante — Si tenéis problemas, contactad e iremos a por vosotros.

    — Lo mismo te digo, permaneced alerta.

    Una vez Lill se regresó a su lanzadera, Eron se aproximó a su chica para despedirse de ella con un fuerte abrazo y un tierno beso. El resto del grupo del comandante Crane se encontraba en su respectiva lanzadera exceptuando a Cia, que también quiso despedirse de Sun, Lio e Iris.

    Tras el hasta luego que se dieron entre sí los miembros de la expedición, el grupo de Ash vio partir la lanzadera de Lill mientras esta se alejaba en el soleado horizonte, aunque su expresión cambió al ver a su derecha, en la lejana distancia a la que alcanzaba su vista, un cielo gris oscuro y con destellos prominentes que auguraba tormenta.

    — Lynx estará monitorizando esa tormenta con el radar de la Nolartis — Iris se aproximó a su superior al ver la preocupación en su rostro — Volverán con lo que encuentren antes de que la tormenta llegue aquí.

    — Admiro tu optimismo, jovencita — Sun se unió a la conversación de manera inesperada — Pero es el realismo lo que te mantendrá alerta.

    — Yo elijo ser optimista — La joven Hennessey confrontó a la asiática — ¿Quién mierda te crees que eres para decirme como debo ser?

    — ¡Basta, tranquilidad! — Lio se interpuso entre las dos, pese a que fue Iris la que se encaró — Vamos a pasar un rato aquí todos juntos, así que comencemos por llevarnos bien y dejar de joder.

    — Lio tiene razón, relajaros un poco — Eniar intervino pese a sentirse un poco al margen — Yo estaré dentro de la lanzadera, asegurándome de que esté todo en orden.

    — ¿Tú no eras ingeniera? ¿Qué pintas aquí? — Brume sonaba dura, pero lo preguntaba en serio.

    — Soy más soldado que tú — La respuesta de la thuniana sorprendió al resto — Y también soy más ingeniera que tú. Así que deja de actuar como si fueses una roca sin emociones.

    Aquellas palabras calaron en la ex líder de la Resistencia, que se calló inmediatamente y se alejó un poco del grupo, acercándose a la orilla de la playa. Aquel océano alienígena bañaba la tierra con suavidad, mientras las olas subían y bajaban.

    Ash, Iris y Lio permanecieron juntos, conversando acerca de los sucesos ocurridos en el torneo por ser el comandante de la expedición.

    — ¿Qué te pasó ahí, Lio? — Ripley sabía que era difícil recordarlo sin sentirse mal, pero quería saber los motivos del hombre de Ceres — Casi matas a Yak ahí mismo.

    — Lo tengo desde que murió mi hermano, Fabián — Dijo repentinamente el hombre — Tras su asesinato, la ira se apoderó de mí. Luego vino el estar sometido a Jim Baker, Colapso, los humanizados Anixis... estos diez años de paz para la gente, han sido diez años de tortura para mí. Me he dado cuenta de que no he superado ese odio que tengo en mi interior y no sé si algún día lo haré.

    Tanto Ash como Iris se sintieron mal al oír a Lio hablar de esa manera.

    Era evidente que el hombre de Ceres había sufrido en exceso a lo largo de su vida y quizá esa rabia contenida era una consecuencia de la que nunca podría despegarse. Era la cicatriz abierta que nunca le cerraría.

    Ashley se aproximó a él y lo abrazó, para luego apartarse y acariciarle el rostro, mostrándole su cariño.

    — Lio, tú eres probablemente la persona más buena que he conocido — Iris escuchaba detenidamente las palabras de Ash — Sí, hubo una época que antepusiste tus intereses a los de los demás y eso es justo, tienes todo el derecho. Pero siempre has sido de ayudar a los demás por encima de ayudarte a ti mismo. Y creo que necesitas centrarte un poco más en ti, que en los demás.

    — Pienso igual que ella. Has sido y eres como un padre para mí, lo sabes, pero he crecido y ya soy adulta — La joven Hennessey quiso aportar sus pensamientos — No puedes seguir centrándote en mi seguridad y en la de los demás. Todos somos adultos aquí y tomamos nuestras propias decisiones. Toma tú las tuyas.

    Santos miró fijamente a su ahijada y luego a su mejor amiga. Pese a entender lo que ellas querían decirle, su devoción por aquellos a los que quería era más fuerte que su propio ego, por lo que difícilmente podría cambiar esa faceta amable pero complicada de él.

    En su mente, se negaba a no protegerlas por encima de todo lo demás.

    — Entiendo, tenéis razón — El hombre de Ceres mintió a las dos chicas que más quería en ese momento — Debo pensar más en mi mismo.

    [...]

    Grupo de exploración: Lill, Fallon, Cia, Norman, Eron y Uriow


    La lanzadera volaba a ras de mar hacia la dirección indicada por el radar de la Nolartis.

    Un punto en medio de todo un océano al que estaba por llegar el equipo del comandante Crane. Norman pilotaba el vehículo aéreo con Uriow de copiloto, estando sentados en la parte de atrás el comandante, el subcomandante y los dos soldados restantes. Los cuatro ubicados en la parte trasera se miraban entre sí sin decirse nada.

    Fue un rato algo incómodo al no haber ningún tipo de conversación en el grupo, no porque se llevasen mal sino porque estaban muy serios. La concentración en ellos era máxima, al ser quiénes averiguarían la información que los Anixis hubiesen dejado en el planeta. Viendo que el trayecto estaba llegando a su fin, el líder de la expedición optó por romper el hielo.

    — Permaneced alerta en todo momento, no sabemos qué vamos a encontrarnos.

    — Estando en mitad de la nada, supongo que se tratará de una base flotante, quizá una isla — Fallon expuso sus teorías.

    — O un barco abandonado — Dijo Eron, añadiendo más opciones — Sea lo que sea, lo investigaremos.

    — Por supuesto que lo haremos — Añadió Cia, confiada.

    — ¿Todo bien ahí delante? — El comandante se dirigió a piloto y copiloto.

    — Sí, todo en orden — Indicó Norman con el pulgar izquierdo arriba — Estamos a dos minutos.

    — Bien.

    — No... ya estamos aquí — Las palabras de Uriow captaron la atención del resto — Jhaashila... mirad eso.

    Lill se desabrochó su cinturón, al igual que el subcomandante, ambos para acercarse a la parte delantera de la lanzadera y observar aquello que el syleriano señalaba con el dedo. Eron y Cia se miraron entre sí, extrañados e intrigados al respecto pese a no moverse de sus asientos. Norman dio un último acelerón a medida que la lanzadera se aproximaba al lugar.

    Una enorme infraestructura sobresalía de la superficie del mar como una daga sobresale de una herida. Su aspecto era el de una nave, concretamente un arca, pero pese a ello tenía un aspecto imponente y desgastado. Cualquiera se aventuraría a suponer que aquello llevaba cientos de años varado en ese océano de Ashant, siendo lógico el porqué el radar de la Nolartis lo detectó tan fácilmente.

    — ¿Pero qué...? — Lill no daba crédito a lo que veía.

    — Es gigantesco... — El joven Williams desaceleró al encontrarse justo delante del punto mencionado.

    — Es un arca — Dijo Fallon con total seguridad y convencimiento — Y parece que sufrió un aparatoso descenso al planeta.

    — Probablemente hace mucho tiempo — Supuso Uriow, pensativo mientras observaba la estructura.

    Eron y Cia también se incorporaron al oír a sus compañeros hablar tan impresionados. Al ver el grandioso artefacto que sobresalía del mar, quedaron perplejos. Ninguno comprendía como era posible que un arca hubiese terminado ahí, de esa manera, y que hubiese aguantado todo este tiempo sin hundirse completamente.

    — ¿Creéis que la entrada en la atmósfera les pasó factura? — Jenner comenzó a buscar ideas al respecto.

    — Imposible, nosotros casi no hemos tenido problemas con la Nolartis — Eron se mostró reacio — Y son la misma tecnología prácticamente.

    — Fueron atacados, si mal no recuerdo, lo extrajimos del archivo encriptado de Virm — El comandante Crane oteó el horizonte mientras la lanzadera se mantenía inmóvil en el aire — Los Veerham.

    [...]

    Grupo en la Nolartis: Tyra, Maya, West, y Lynx


    Nolartis, ¿me recibís bien? — La radio del puente de mando se activó, llamando la atención de aquellos que se quedaron en la nave — Aquí el comandante Crane, hemos llegado al punto Anixis.

    La piloto Maxwell, enfocada en otras tareas, corrió hacia la radio para contestar rápidamente, mientras Maya, West y Lynx se acercaban para oír la conversación.

    — Comandante, te recibo alto y claro, sin interferencias por el momento — Tyra tomó la palabra — ¿Ocurre algo?

    El punto Anixis es... una gran arca estrellada en mitad del océano — Al oír aquello, los cuatro tripulantes que se quedaron en la nave se miraron preocupados — Nos tomará algo de tiempo investigarla a fondo. ¿Cómo van las tormentas?

    — Comandante, aquí Herswood — Lynx tomó el control de la radio ante la mirada seria de su amiga — Por el momento estaréis bien, ninguno de los tres núcleos tormentosos parece dirigirse a vuestra posición.

    Bueno saberlo, al menos podemos estar tranquilos en ese sentido — Lill respiró aliviado al respecto — Permaneced alerta e informad de cualquier cambio en el curso de esas tormentas, ¿entendido?

    — Así lo haremos, comandante.

    Cambio y corto.

    — ¡¿Por qué mierda me apartas de la radio?! — Maxwell empujó con fuerza a Herswood, haciéndolo caer de culo — ¡¿Quién te crees que eres?!

    — ¡Soy yo el que está monitorizando las tormentas, solo quería decírselo! — Lynx se levantó del suelo, visiblemente molesto — ¡¿Qué mosca te ha picado, Tyra?!

    — ¡Vale, los dos, dejad las tonterías! — El ingeniero Finn intervino para calmar el asunto — ¡Pelear por cosas así no ayudará en nada!

    — ¡¿Y tú que estás haciendo?! ¡¿O la doctora Vega?! — Tyra parecía molesta con todo — ¡No vengas a darme lecciones de moralidad!

    — ¡Soy médico! ¡¿Te parece poco?! — Maya se encaró con la joven, queriendo que esta le mostrara algo de respeto — ¡Si no hago nada, es porque no hay heridos! ¡En mi trabajo es mejor no estar haciendo nada, es buena señal!

    — ¡Podrías aprender a hacer otras cosas!

    — ¡Ya lo hago! ¡Cia, Uriow y Norman me enseñarán a usar armas y...!

    — ¡West!

    Maya y Tyra, que estaban discutiendo, se voltearon al ver que Lynx iba corriendo hacia el ingeniero jefe, al verlo desplomarse y caer al suelo. Los tres se aterraron considerablemente, aunque solo la médico sabía lo que realmente le ocurría a West.

    — Cargad con él y llevadlo a la enfermería — La doctora Vega se adelantó a ellos — Prepararé una camilla y un suero.

    — ¿Tú sabes lo que le ocurre? — Mientras le tomaba de las piernas al ingeniero, Tyra miraba intrigada a Maya.

    — ¡¿Qué más da que lo sepa?! ¡Mejor! — Lynx, que sujetaba a West por debajo de los hombros, quiso centrarse en lo importante — ¡Démonos prisa!

    La doctora Vega se hizo una carrera hasta la enfermería mientras Herswood y Maxwell cargaban con el ingeniero Finn e iban lo más rápido que podían, alejándose del puente de mando, en el cuál un parpadeo en la pantalla del radar mostraba un cambio en el rumbo de los tres núcleos tormentosos que rodeaban la superficie planetaria debido a que las rachas de aire variaron su dirección.

    Todas las tormentas parecían dirigirse al punto Anixis.


    CONTINUARÁ
     
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    Saludos, amigo.

    Paso a comentar el capítulo de esta semana. Es una pena que no hayamos podido leer en simultáneo, pero me consuela más en pensar que todavía tenemos enero y febrero para eso. Estoy seguro que la pasaremos muy bien a partir del año próximo leyendo nuestras historias. De eso ninguna duda :char:

    El capítulo arranca con una escena que nos muestra el despertar de Brad siendo ayudado por Norman. Luego de ver esa clase de intro, creí que ambos formarían equipo en la misión de Ashant, pero no ha sido así, es más ni siquiera se han ido juntos. Supongo que más adelante tendrán algo más de desarrollo en su relación.

    Luego de que se descubra que Ashant es un mundo repleto de tormentas, los grupos eligen distribuirse con sentido y realizar la misión con cuidado, pues toda precaución es poca.

    El primer grupo es el de Yak, Caellum, Halisha, Brad y Dhejam. Por lo que vi, creo que Yak está tomándose con cabeza fría su rol de líder, tratando de olvidar todo lo ocurrido en el torneo y llevar a cabo la misión de la mejor forma posible para ser un buen líder. Espero que de el ejemplo, que después de tanto criticar a Lill, ahora no puede venir a cometer errores. Si lo hace, no se lo perdonaré :ewww: . Por lo que vemos después, Brad parece ser alguien entusiasta con los aspectos de ser explorador, puesto a que compara ese claro del bosque con elementos de fantasía, e incluso quiere meterse a ver qué puede descubrir. El miedo que me da es que Dhejam quedó a cargo del vehículo, y como te dije, tengo esa extraña sensación de que se va a mandar una cagada en cualquier momento. Bueno, si lo va a hacer, que atropelle a Caellum que me cae mal XD. Fuera de bromas, ese syleriano es uno de los personajes que más me cae mal. Y no solo eso, sino que parece esforzarse por ello. El tipo solo quiere centrarse en el trabajo y mandar a la mierda al resto, y entiendo que quiera tomarse la misión con seriedad, pero sus compañeros no son robots, son seres orgánicos con sentimientos y que están capacitados para salvarle la vida en caso de ser necesario. Debería pensar mejor antes de seguir tratándolos como basura, porque así va a terminar.

    El segundo grupo es el de Lio con Iris, Ashley, Eniar y Sun. Vemos que no han pasado ni dos capítulos desde que ha terminado el torneo y Sun ya manda a la mierda el pequeño respeto mío que se ganó. Entiendo que no fue su intención esta vez provocar problemas con Eniar e Iris, pero cuestionar a la gente es algo que ella no se ha ganado todavía. Una bien y cien mal con ella al frente. Aunque no lo voy a exagerar demasiado, porque entiendo que todavía no ha tenido tiempo para ahondar junto con la thuniana y la humana. Luego de eso, Lio le promete falsamente a Ashley y a Iris que se centrará en él, aunque eso es algo que incluso él admite como mentira. Él no se quedará quieto si alguien importante para él corre peligro, y seguro lo demostrará pronto.

    El tercer grupo fue de Lill, Fallon, Cia, Eron, Norman y Uriow. El grupo más tranquilo y menos conflictivo de los cuatro, ya que se ha visto poca o casi nula discusión entre ellos. Es este grupo quien hace el descubrimiento y vemos que un arca gigantesca terminó cayéndose a las aguas del océano tan grande de Ashant. El grupo contacta por radio para que les adviertan y luego de eso se deciden a explorar. Me pregunto que es lo que se encontrarán en el interior de ese barco. Espero no sea un enemigo hostil, que para eso ya tenemos conflictos dentro de la propia expedición xd.

    Y finalmente, el grupo de Tyra, Maya, West y Lynx. Vemos que este grupo estaba en armonía hasta que Lynx, que parece querer el protagonismo siempre para él, toma la radio para avisar que no hay ninguna tormenta a la vista. Esa actitud molesta a su compañera, lo que inicia una discusión que acaba abruptamente tan pronto como West empieza a padecer dolores producto de su enfermedad. Y bueno, todo termina de la forma más caótica posible para ellos. Mientras no hay nadie para monitorear las tormentas (aunque Oda podría avisar tranquilamente) estas cambian de rumbo para dirigirse a la gran estructura Anixis. Temo que todo esto se trate de un mecanismo de defensa planetario. Quiero decir, en Verilia empezaron terremotos tan pronto se adentraron a investigar, mientras que aquí, aunque todavía no se ha dicho que han hecho en el interior del arca, las tormentas cambian su curso y se mueven hasta el punto Anixis.

    Sucedió lo que me temía, a West le está pasando factura tanto su enfermedad como su secreto. Lio, Maya y Oda van a tener que hacerse responsables por guardar el secreto de su enfermedad, puesto a que nada bueno salió de eso, ya que en la nave no hay ni piloto ni un monitor para las tormentas. Estoy seguro de que, cuando el grupo regrese a la nave y este secreto salga a la luz (puesto a que no me imagino que West salga de aquí sin que todo el mundo se entere) posiblemente haya una nueva discusión a bordo de la Nolartis. La cual podría verse ampliamente intensificada por lo que puedan llegar a encontrar sobre los Anixis o los Veerham en el interior de aquella arca.

    En fin, amigo, hasta aquí mi comentario de la semana. Ha sido un buen capítulo, y has prometido que pronto la tensión subirá. Bueno, las bases para eso ya están plantadas. Hay conflictos entre ciertos miembros, hay una estructura abandonada, hay un secreto sobre un tripulante por salir a la luz y también hay tormentas en camino. Estoy seguro de que el año próximo de LV arrancará fuerte, y se vendrá con todo. Como bien sabes, estaré ansioso porque podamos repetir las experiencias de nuestras leídas en simultáneo. Si el próximo capítulo va a ser la bomba como me lo estoy imaginando, estoy seguro de que lo pasaremos super bien.

    Eso será todo por esta semana y por este año. Me despido deseántode felices fiestas de navidad y año nuevo para ti y todos tus seres queridos. Y que el 2023 nos traiga salud, amor y dinero. Un abrazo y cuídate mucho :cynda:
     
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    Manuvalk

    Manuvalk el ahora es efímero

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    Los Viajeros VIII: Más allá
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    Sean bienvenidos/as al capítulo número doce de esta octava parte de Los Viajeros, mi historia de ciencia ficción la cuál llevo escribiendo durante más de cinco años. Tras el parón navideño, es hora de retomar la publicación de los nueve capítulos que quedan de esta parte, que tendrá un total de veinte. No quiero explayarme mucho, así que simplemente diré que a partir de este punto, la tensión irá en aumento en ciertos aspectos, así que sin quererlo hice bien en darle un parón previo a lo que se viene XD. Y antes de dejaros con la lectura, quisiera agradecer como siempre a mi querido hermano de otra madre Reydelaperdicion por estar siempre ahí, pendiente de esta historia y siempre hypeado con lo que pasa, lo que sin duda me motiva muchísimo a seguir. Espero que él y los demás disfrutéis de lo próximo de este universo ficticio. ¡Hasta pronto y feliz año nuevo!







    En el ojo de la tormenta




    — Encended las linternas de los trajes.

    La orden provino del comandante Crane.

    Norman aproximó la lanzadera hasta lo que parecía ser un muelle de atraque abierto, el cuál debía haber sufrido averías por la colisión con la superficie acuática de Ashant. Habiendo aterrizado, el equipo salió del vehículo aéreo y se encontró con la más absoluta penumbra. Solo la luz del día irrumpía en aquella sala a oscuras e iluminaba brevemente algunas zonas.

    Fallon tomó la delantera con confianza y se adentró lo suficiente como para ver el alrededor del grupo. La sala en la que se encontraban parecía lo que era, un muelle de atraque para naves. Había utensilios propios de reparaciones, piezas de naves y objetos otros. Eron se aproximó al thuniano para echar también un vistazo a lo que les rodeaba.

    — Aquí aterrizaban naves más grandes que una simple lanzadera como la nuestra — Tanner así lo creía, viendo el tamaño de algunas piezas y del propio muelle — Veo dos salidas. ¿Lill?

    — Dime — El comandante se aproximó al momento.

    — ¿Por dónde deberíamos ir? ¿Nos separamos?

    — Separarnos no es una opción — El actual subcomandante de la expedición fue tajante — Desconocemos lo que pueda haber aquí dentro, debemos permanecer juntos.

    — Fallon tiene razón, ahora mismo no nos separaremos — Lill compartía la misma opinión que su segundo al mando — Exploremos primero la puerta de la derecha, a ver dónde nos lleva.

    — Este sitio es grande — Uriow hizo acto de presencia — Nos tomará tiempo explorarlo a fondo.

    — Bueno, ya estamos aquí — Cia se mostró indiferente respecto al tiempo que les pudiese tomar la exploración del arca Anixis — Pongámonos en marcha.

    — ¡Voy, un momento! — El joven Williams encontró una caja con extrañas y diferentes herramientas, dejándola en la salida donde estaba la lanzadera — Podría sernos útil.

    Norman tuvo que acelerar el paso para reagruparse con sus compañeros.

    A la cabeza iba el comandante Crane, quién lideraba el equipo seguido de su subcomandante, quedando Uriow, Eron y Cia en el centro para que Norman se quedase en la retaguardia. Un largo pasillo se extendía a los ojos de Lill, alumbrando el camino con su linterna equipada mientras sujetaba firmemente el Striker que portaba consigo, por precaución.

    Los seis estaban en completo silencio, el cuál solo era interrumpido por el ruido de los pasos que daban y el del mar golpeando la estructura desde donde sobresalía. Las pisadas en el suelo de aquella gran nave sonaban mecánicas, siendo muy similares al movimiento de los extintos Rhajik. Muy pronto, los exploradores pudieron divisar que estaban llegando al final del pasillo, pues una gran sala se abría ante ellos.

    La preocupación les invadió a todos cuando observaron todo aquel lugar completamente patas arriba. Había bancos y mesas tirados por el lugar como si hubiese habido alguna disputa; abolladuras en las paredes junto con agujeros de disparos plasma, sangre seca en el suelo y un sinfín de objetos cotidianos esparcidos por la zona. Aquel sitio parecía un gran comedor en el que había ocurrido algún tipo de conflicto.

    — Esto no me gusta nada — Negando con la cabeza, Eron sentía que algo malo había sucedido ahí.

    — Ni a mi — Cia compartió las sensaciones de su compañero al ver dicha escena — Aquí hubo algún enfrentamiento armado.

    — Pasó hace mucho tiempo — Norman pasó la mano sobre una mesa, comprobando que había una gran cantidad de polvo sobre ella — Somos los primeros en entrar desde hace cientos de años, seguro.

    — Hay sangre seca en el suelo — Uriow rascó la superficie del fluido, observándola en sus dedos.

    — Armas en alto, no bajéis la guardia — Lill no estaba nada cómodo en aquella sala — Fallon, sigue al frente.

    — Entendido, comandante.

    El soldado thuniano y subcomandante de la expedición no dudó en seguir hacia delante, cruzando aquella sala repleta de destrozos hasta llegar a una puerta entreabierta, la cuál tuvo que terminar de abrir el propio Fallon usando su fuerza. Un nuevo pasillo se revelaba ante el grupo, aunque esta vez, era menos largo.

    — Deberíamos buscar el puente de mando del arca — Lill supuso que ahí podrían hallar información de relevancia — Explorar todo este lugar será difícil.

    — Estoy de acuerdo, es nuestra mejor baza — Eron apoyó la idea de su líder y amigo, pese a las reticencias que habían tenido hacía no mucho.

    — Norman, ojos en la retaguardia, ¿entendido?

    — Sí, comandante Crane.

    Mientras avanzaban por el pasillo y se encontraban de nuevo en una sala más pequeña, la radio de Lill comenzó a emitir una serie de interferencias que se tradujeron en palabras por parte de Ashley, quién estaba contactando con el comandante para conocer la situación.

    Aquí Ash... ¿com... todo po... ahí?

    — ¿Ashley? Apenas se te oye — Lill hacía el esfuerzo de intentar entender lo que decía, sin éxito.

    ¿Lill? — Ripley parecía tener mejor cobertura — ¿Me escuchas ahora?

    — Ahora sí, Ash. Dime, ¿qué ocurre?

    Nada, tan solo quería saber como os va.

    — Por el momento bien, todo tranquilo — Explicó el comandante mientras reconocían el lugar — Vamos de sala en sala y hasta ahora lo único interesante es que parece haber ocurrido alguna clase de enfrentamiento aquí dentro.

    ¿Hay pruebas evidentes de ello?

    — Así es, Norman está recopilando todo lo que vemos — El joven Williams llevaba incorporada una cámara en el traje para capturar todo lo que el grupo viese — Lo podrás ver tú misma cuando regresemos.

    Genial — Ash provocó un silencio — Lill, hay algo más.

    — ¿Si?

    Sí, la Nolartis no responde, el equipo científico sí lo ha hecho y está de regreso — Ripley informaba a su comandante sobre su situación — Creo que están bien, pero también creo que ocurre algo.

    — Ash, sea lo que sea, dímelo — A Crane no le gustaba nada oír aquello — ¿Qué pasa?

    Creo qu... la tor... se aproxi... — Una serie de interferencias cortaban la comunicación — ...y no resp... ese motiv... aros prisa.

    — ¿Ash? — Lill trató, sin éxito, recuperar la conexión — ¡Maldita sea, Ashley!

    — ¿Ocurre algo con ella, Lill? — Visiblemente preocupado al oír aquello, Eron se aproximó a su líder — Puedo darme la vuelta y regres...

    — ¡No, Eron, no nos separaremos! — El comandante estaba tenso al no saber que ocurría — Ella está bien, es solo... la comunicación se ha perdido.

    Fallon, Uriow, Cia y Norman dejaron su exploración del área y se acercaron a sus compañeros al escuchar un elevado tono de voz y la noticia de que la conversación había sido interrumpida.

    — ¡Verás, Lill, me importa una mierda! — Tanner se encaró con su superior — ¡Pero si mi chica está en peligro, daré media vuelta y volveré por donde he venido!

    — No te vas a ir a ninguna parte, Eron — Crane colocó su mano metálica en el pecho de su compañero, haciéndole una declaración de intenciones — No te dejaré.

    — Quítame la puta mano de encima o te juro por lo que más quieres que te la arranco.

    La situación entre Lill y Eron no podía estar más tensa, al igual que la situación general de la misión había adquirido un tono enrarecido. Algo estaba ocurriendo, aunque no parecía ser inmediato, pero estaba ahí. Viendo que podría comenzar una pelea entre ambos, Fallon intervino separándolos con la seriedad que lo caracterizaba.

    — Los humanos sois demasiado emocionales — El thuniano decidió apuntar una debilidad más en sus aliados — Y ahora no es el momento de serlo.

    — Lo mejor será que sigamos hacia delante, en busca del puente de mando — Cia se mostró centrada, indicando el auténtico objetivo en curso de la misión — No tenemos tiempo para peleas absurdas.

    Eron miró a Lill de arriba a abajo y se apartó seriamente, mientras Fallon guiaba al grupo hacia lo que parecía un nuevo pasillo.

    Seguirlo fue algo rápido ya que su largaria era menor que la de los anteriores pasillos, pero todo parecía indicar que poco a poco se aproximaban al puente de mando del arca Anixis. Con el paso del tiempo, la sensación de que había algo extraño en ese lugar se hacía más evidente, especialmente cuando el joven Williams se percató de algo curioso.

    — Hemos visto sangre, destrozos... pero ningún cadáver — Norman, que ocupaba la última posición en la fila, hizo que todos se voltearan — No tiene sentido.

    — Tienes razón, no lo tiene — Uriow pensaba de igual manera — Sin embargo, el lugar está polvoriento, por lo que parece que hace mucho que nadie entra aquí.

    — Esconder un rastro en el polvo es mucho más fácil de lo que puede parecer — El nuevo subcomandante de la expedición sorprendió al grupo al hablar — El archivo encriptado en Virm, la información en Verilia... este parece el sitio perfecto para una trampa.

    — Eso es cierto, no podemos confiarnos. Recordad que los Anixis fueron perseguidos por algo llamado Veerham — Lill quiso recordar los datos que ya tenían — Quizá esos seres o lo que sean estén aún aquí.

    — Pues con el jaleo que hemos armado me sorprende mucho que no nos hayan atacado ya — La ex comisaria Jenner arqueaba una ceja al oír a su comandante — Es mi opinión, pero creo que estamos solos aquí.

    — ¿Por qué nos iban a atacar al oírnos? No digas tonterías, Cia — Eron confrontó las palabras de la mujer con un tono borde — Podrían estar escuchándonos ahora mismo, obteniendo información... tal y como hemos ido haciendo nosotros.

    De pronto, un extraño sonido alejado captó inmediatamente la atención del equipo, que frenó en seco sus pasos y levantaron sus armas rápidamente.

    Encontrándose en mitad del pasillo, acceder a la siguiente sala podía significar una emboscada ya no tan sorprendente. Fallon, que iba en cabeza, indicó con un gesto a Lill que le siguiera, mientras éste le ordenaba a los demás que vigilaran la retaguardia.

    Sin embargo, antes de poder acceder a la siguiente sala, una especie de temblor hizo que todos perdiesen el equilibrio al mismo tiempo que aquel ruido extraño parecía sonar como el metal resquebrajándose en la profundidad marina.

    Nadie sufrió daños excepto el joven Williams, que se golpeó la cabeza contra la pared y se hizo una pequeña brecha, la cuál comprobó Jenner para asegurarse de que podía continuar.

    — ¡¿Qué diablos ha sido eso?! — El soldado Tanner se veía realmente preocupado.

    — No ha sonado nada bien — Crane se apoyaba en la pared tras el tambaleo — Debemos darnos prisa.

    [...]

    Oda abrió las compuertas de la nave para el equipo científico, que una vez terminada su misión, regresó de nuevo al lugar del aterrizaje de la Nolartis. La IA explicó rápidamente la situación a los recién llegados. Sin embargo, que nadie estuviese en el puente de mando preocupó a Quetaryan, que como uno de los líderes, debía saber que estaba ocurriendo.

    — Nosotros iremos a comenzar con la investigación en el laboratorio — Caelum fue el primero en hablar, apresurándose en iniciar su proyecto de lo que pudo ser Ashant en el pasado.

    — Así es, estaremos allí por si nos necesitáis — Halisha acompañaría a su homólogo.

    — Entendido, entonces Dhejam vendrá conmigo — Yak tenía decidido ir a la enfermería para ver que pasaba, tal y cómo Oda le había dicho — Brad, quédate en el puente de mando por si algún otro grupo se comunica.

    — ¡Voy!

    El joven Sanders se marchó de la vista de su superior mientras éste y el thuniano emprendían el camino hacia la enfermería. No tardaron en llegar a ella, donde vieron al ingeniero Finn postrado en una camilla mientras la doctora Vega le suministraba suero en vena y el resto observaba la escena con preocupación.

    — ¿Qué ha pasado? — El neoniano se aproximó a West, viéndolo en un evidente mal estado.

    — Está enfermo — Lynx ya sabía lo que le pasaba, pues Maya se lo había revelado al resto — Entró en la expedición con un cáncer terminal.

    — ¡¿Y cómo es posible que le dejaran acceder en su estado?! — Quetaryan se echó las manos a la cabeza mientras mostraba su enfado — ¡¿En qué pensaba la Alianza?!

    — Es probable que falsificara su examen médico para entrar en la misión — Pensó Tyra, de brazos cruzados y mirada triste — Quizá quería hacer algo importante por última vez...

    — ¿Se está muriendo? — Dhejam intervino, desconocedor de la gravedad de la enfermedad — Quiero decir, ahora mismo.

    — No, ahora mismo no va a morir — El rostro de Maya revelaba una tristeza profunda — Pero lo hará, eventualmente.

    — ¡Compañeros!

    Los pasos de alguien corriendo por el pasillo hicieron que todos en la enfermería se voltearan hacia la puerta, viendo llegar a un acelerado Brad, que no dejaba de hacer aspamientos con los brazos indicando al resto que le siguieran.

    — ¿Qué ocurre, Sanders? — Yak fue el primero en preguntar.

    — ¡Debéis venir, todos! ¡Al puente de mando! — El humano estaba muy nervioso, lo que inquietó al resto — ¡El radar no deja de parpadear y no soy ningún experto pero creo que pasa algo grave!

    [...]

    Ashley alzó la vista al cielo nublado y de tono grisáceo solo para comprobar que el mal tiempo había llegado a la zona.

    Una gota le cayó en la frente, siendo el comienzo de una lluvia que poco a poco fue haciéndose más y más intensa, recordando en un principio a las lluvias tropicales en la Tierra. Casi olvidadas en Neonia, la soldado Ripley vio llover después de muchos años, algo que la hizo sentir nostálgica respecto a su extinto hogar.

    Pasados dos minutos en los que las precipitaciones caían con más fuerza, se escuchó el primer estruendo en el cielo. Un trueno había hecho acto de presencia sin el previo aviso de ningún rayo, algo que sorprendió y extrañó al grupo. La soldado Ripley tomó las comunicaciones de nuevo tras hacerlo antes y comprobar que, sin estar la tormenta encima, ya había interferencias.

    Efectivamente, al probar de nuevo, contactar demostró ser inviable.

    — ¡Deberíamos regresar dentro de la lanzadera! — El hombre de Ceres gritó para hacerse oír por encima de la fuerte lluvia.

    — ¡Buena idea! — Ash accedió, viendo que Eniar ya estaba dentro desde el principio e Iris iba a hacer lo propio en ese momento — ¡Sun, vamos!

    La asiática se encontraba arrodillada en la orilla del gran mar de Ashant, observando lo que parecían diminutos insectos acuáticos, similares a los espermatozoides. La llamada de su superior la hizo voltearse, aunque no escuchó exactamente que quería decirle.

    — ¡Dime, Ash!

    — ¡Vamos a...!

    Repentinamente, un fuerte estruendo hizo temblar la tierra y a todos los que estaban en esa playa. Acto seguido, los presentes apreciaron la caída de un potente rayo que impactó muy cerca de la megaestructura Anixis que sobresalía del mar, levantando una gran cantidad de agua que precedió a una serie de olas de gran magnitud.

    — ¡Todos dentro, ya! — Ordenó Ripley, viendo que el mar subiría muy rápidamente.

    Eniar e Iris ya se encontraban dentro, por lo que solo quedaban Ash, Lio y Sun.

    El hombre de Ceres estaba más cerca pero decidió no esperarse sino que se lanzó a la ayuda de sus compañeras. Tomó a Ashley de una mano y la empujó en dirección al vehículo mientras acto seguido corría hacia Sun para ayudarla. No obstante, una gran ola se aproximaba y la línea de la playa ahora era más alta, por lo que era cuestión de tiempo antes de que la lanzadera fuese a ser engullida por el mar.

    — ¡Cógeme de la mano Sun, rápido! — Santos no quiso acercarse mucho más.

    — ¡Vete, yo llegaré! — Brume no quería que nadie se pusiese en peligro por ella.

    Ash corrió al interior de la lanzadera, la cuál ya estaba encendiendo Eniar para alejarse de la zona, mientras Iris observaba a su padrastro y a su compañera correr hacia su posición. Sin embargo, la gran ola estaba al caer y la joven Hennessey vio que era imposible que fuesen a llegar, por lo que cerró la compuerta ante el asombro de Ash y Eniar, no sin antes darles un consejo a Lio y Sun por la radio de los trajes.

    ¡Poneos los cascos y activad el oxígeno, solo así tendréis una oportunidad de sobrevivir!

    [...]

    Para sorpresa y alivio del grupo, la siguiente sala en la que se encontraban parecía ser el puente de mando de aquella gran arca varada en mitad del océano.

    Tras el temblor sucedido previamente, la sensación de que debían darse prisa era acuciante y eso solo hizo que la exploración se acelerase más de lo previsto. Cada uno de ellos se puso manos a la obra y trató abarcar el máximo espacio posible de investigación.

    La sala tenía un tamaño más grande que las anteriores y un gran ventanal con una vistas al horizonte lejano, en el que solo se podía ver océano. Ashant se componía por un gran continente rodeado de únicamente agua y tormentas que de vez en cuando arrasaban con la superficie terrestre del planeta. El comandante miró unos segundos a la distancia, con un Striker en mano y la mente llena de pensamientos respecto a la situación.

    Un amplio y extenso tablero con comandos se revelaba ante sus ojos, mostrándose en un estado bastante deteriorado debido al tiempo que debía hacer que aquella arca estaba allí. Mientras el subcomandante Fallon, Cia, Eron, Uriow y Norman buscaban algo que pudiese tener valor o ser revelador para la misión, el comandante Crane se percató de que uno de los comandos del tablero emitía un parpadeo casi imperceptible a simple vista, lo que indicaba que había algo activo.

    — ¡Equipo! — Lill hizo un gesto para atraer a sus compañeros, quiénes le rodearon — Fijaos en esto.

    — Resulta extraño que siga funcionando después de... ¿unos cuatrocientos años? — Norman supuso sin conocer los datos exactos — Quizá más.

    — Puede que haya algún tipo de generador de reserva de larga duración, o que se recargue de alguna manera natural — La única mujer en el grupo, Cia, también supuso alguna opción.

    — Son todo suposiciones, ninguna respuesta concluyente — El subcomandante de la expedición tomó la palabra — Estamos aquí para obtener información sobre los Anixis, así que pulsemos ese botón.

    — ¿Y jugárnosla a que sea un mecanismo de autodestrucción para intrusos, por ejemplo? — Eron negaba con la cabeza mientras se alejaba del tablero con comandos — Lo siento pero no creo que sea una gran idea.

    — Hemos venido hasta aquí, yo creo que eso ya es jugárnosla a muchas cosas — El ex alcaide syleriano sorprendió a todos con su respuesta.

    — Arriesgarnos es nuestra única opción aquí — Lill se preparó para apretar dicho botón parpadeante — Estad atentos a cualquier cosa.

    El comandante pulsó con firmeza y decisión el comando indicado, que al ser apretado, reveló una pantalla holográfica delante de todo el grupo.

    Una especie de mapa cartografiado mostraba diversos puntos, siendo uno el más resaltado. Lill tocó ese punto en la pantalla y esta hizo un acercamiento hasta revelar la ubicación de otro planeta, próximo a Ashant en distancia pero no en tiempo. Fallon, que conocía algo sobre el idioma Anixis, pudo leer el nombre del mundo que estaban viendo holográficamente.

    — Ahí dice que ese planeta se llama Bildsh — El thuniano no creía equivocarse al respecto — Quizá era el destino final de esta arca.

    — Pues está claro que no llegó a su destino — Murmuró Jenner, observando la pantalla.

    — Hay algo más.

    Emmon se percató de algo en la pantalla holográfica, pulsándolo. Acto seguido, se abrió una pestaña diferente al mapa cartografiado donde se mostraban lo que parecían ser varios archivos escritos. Nuevamente, Fallon identificó aquello como un cuaderno de bitácora del arca, como un diario que el capitán de la gran nave usaba para apuntar todo lo que sucedía y sus pensamientos al respecto, además del curso del viaje en sí.

    El comandante Crane apretó el primero de tres que había, revelándose un texto en idioma Anixis que deberían traducir en la Nolartis con la ayuda de Oda. No obstante, el soldado thuniano que estaba presente pudo extraer ciertas palabras e información de ese primer texto que eran bastante reveladores. El resto esperaba a que Fallon leyese aquel texto para que dijera lo que sí había logrado entender de todo aquello.

    — El registro data de hace casi mil años — Cuando Fallon dijo eso, todos se sorprendieron notablemente — Y menciona algo acerca de una persecución, de que les queda poco tiempo.

    — Eso tiene relación con el archivo que extrajimos de Virm — Eron lo interpretó a la perfección — Sabemos que el arca fue perseguida por esos Veerham, quiénes parecen ser una especie que les atacó.

    — Fallon, continúa con el segundo registro.

    Tras la orden de su comandante, el soldado thuniano tocó la pantalla holográfica hasta mostrar el texto del segundo registro de tres que había disponibles. Necesitó de varios minutos para leerlo y probablemente releerlo una segunda vez para decir lo que había extraído de ese mensaje.

    — Ahí pone que tras la caída en Ashant y con los Veerham tras ellos, evacuaron hacia Bildsh.

    — Tiene sentido, por eso el mapa cartografiado nos muestra la ubicación de ese mundo — El joven Williams se mostró algo entusiasmado — Quieren que vayamos allí.

    — Eh, amigo, no quieren que vayamos — Tanner quiso que su compañero no se hiciera ilusiones o se imaginara cosas — Eso está pensado para Anixis, no lo dejaron atrás para nosotros. Piensa un poco.

    — Todo es posible, Eron — Cuando Fallon le respondió aquello, el humano hizo una mueca de desaprobación.

    Sin perder más tiempo, el thuniano comenzó a leer el tercer y último registro que se podía ver en la pantalla. Los demás solo podían esperar a que el soldado dijese algo sobre el tema.

    — Ahora sabemos porqué no hay cuerpos aquí dentro — Fallon se volteó hacia sus compañeros — Los Veerham irrumpieron en el arca y se llevaron a los Anixis que no escaparon a tiempo.

    — ¿Cómo? — Cia se impactó con esa revelación.

    — ¿En serio? — Norman tampoco podía creérselo.

    — ¿De verdad pone eso ahí, Fallon? — Lill quiso asegurarse de ello — Porque de ser cierto, esto parece confirmar que esos Veerham son una especie hostil.

    — Me sé palabras sueltas pero creo relacionar bastante bien unas con otras — El thuniano se sintió un poco contrariado por su comandante — Yo diría que sí, ahí pone eso mismo.

    — Ese registro podría haberse hecho al mismo tiempo que los Veerham entraban aquí y los Anixis peleaban — Uriow soltó su teoría, la cuál creía acertada — Como una especie de advertencia para el futuro.

    — Joder, ya tenemos a otro que piensa que los Anixis sabían que vendríamos — Eron no estaba de acuerdo con esa suposición sobre la misión — Parece que queremos creer que los Anixis son dioses o videntes.

    — Lo que creáis cada uno sobre los Anixis es lo de menos para mi — El comandante quiso ser tajante respecto al tema — Centrémonos en lo importante, que es esto. Los Veerham son una amenaza real.

    — Deberíamos regresar a la Nolartis, creo que ya tenemos lo que necesitamos — El soldado Tanner estaba decidido a salir de allí — Vam...

    Repentinamente, el arca sufrió un nuevo temblor que hizo que todos cayeran al suelo mientras la plataforma vibraba de una manera preocupante. Uriow fue el primero en incorporarse, asomándose por el ventanal del puente de mando para confirmar sus sospechas, las cuáles estaban acertadas para desgracia de él y el resto.

    Una serie de olas con gran tamaño se dirigían hacia la infraestructura Anixis en la que se encontraban. El oleaje se había intensificado al mismo tiempo que una lluvia torrencial daba comienzo, precipitándose desde un cielo cada vez más oscuro.

    El syleriano comprendió porqué tras el primer temblor submarino y el sonido lejano de los truenos, no volvió a pasar ni una cosa ni la otra.

    — Estábamos en el ojo de la tormenta, compañeros — Indicó Uriow al voltearse hacia los demás con una expresión seria en su rostro.

    [...]

    — Ya están aquí.

    La compuerta de acceso a la Nolartis fue abierta por Oda al reconocer que se trataba de la lanzadera de Ash y su grupo.

    Todos aquellos que estaban en la nave o habían llegado a ella no hacía mucho, se encontraban en el hangar donde el todoterreno y una de las lanzaderas recién llegadas ya estaban. De esta salieron Ashley, Iris y Eniar, notando el resto la ausencia de Lio y Sun con ellas.

    Yak, Brad, Dhejam, Tyra y Lynx las recibieron, mientras que Maya se hallaba en la enfermería con West y tanto Halisha como Caelum seguían en el laboratorio para analizar las muestras planetarias obtenidas recientemente. Sin el comandante o el subcomandante en la nave, los líderes eran Quetaryan y Ripley.

    El neoniano se aproximó a su compañera con el rostro serio.

    — ¿Dónde están Lio y Sun?

    La soldado humana se giró para mirar a la joven Hennessey y acto seguido centrarse en Yak, al que tenía enfrente.

    — Tuvimos que irnos. No pudimos... — Ash estaba cabizbaja, algo que hizo temer lo peor al resto — El mar se nos echó encima y ellos no llegaron a tiempo a la lanzadera.

    — Están... ¿muertos? — La piloto Maxwell no se podía imaginar el haber perdido a dos compañeros de un golpe.

    — Desaparecidos — Indicó Eniar, queriendo evitar que Ashley llevase el peso de la explicación — Probablemente sus comunicadores habrán sido destruidos, pero no hay manera de saber si están vivos o muertos.

    — ¿Habéis probado a contactarles? — Lynx quiso saber que opciones tenían.

    — Obviamente, pero no hay respuesta — La thuniana fue honesta — Es poco probable que hayan sobrevivido.

    Realmente afectada por la situación, Iris se marchó del hangar con lágrimas en los ojos ante la mirada de sus compañeros de expedición. Consciente de que estaba mal, el joven Herswood se fue tras ella mientras el resto emprendía el rumbo hacia el puente de mando, donde analizar qué hacer con toda la situación general.

    No solo Lio y Sun estaban desaparecidos, sino que el grupo de Lill no podía ser contactado tampoco por culpa de la gran tormenta que se estaba desarrollando sobre ellos. Hennessey se arrodilló en mitad de un pasillo y su llanto guio a Herswood hasta su posición.

    El joven se aproximó por detrás de ella y la abrazó, reconfortándola.

    — Yo los abandoné... fui yo... — La chica estaba completamente desolada — Pero debí hacerlo...

    — Tranquila, seguro que hiciste lo correcto — Lynx la abrazaba con fuerza — No lo pienses, Iris.

    — ¡No le volveré a ver! ¡No! — Iris no dejaba de llorar, sintiéndose la culpable de lo sucedido.

    — Eso no lo sabes — El joven Herswood la soltó para tomarla de las manos y ponerse frente a ella — Eres una buena chica, valiente y carismática. Y eso te hace lo suficientemente fuerte como para tomar decisiones difíciles.

    — Si he dejado atrás a Lio, dejaré atrás a cualquiera — La joven tenía la mirada perdida en los ojos de su compañero — Incluso a ti.

    — Si dejarme atrás implica salvar al resto, lo harás — El chico era consciente de los sacrificios que podía implicar la misión — Quizá el estúpido seré yo, porque no podría dejarte atrás.

    Ambos se miraron fijamente durante unos segundos de silencio hasta que ella se abrazó con fuerza a él, mientras volvía a llorar de nuevo, esta vez sobre su regazo. Lynx le acariciaba el cabello con suavidad mientras sus ojos también se inundaban de lágrimas por motivos mucho más diferentes a los de su compañera.

    En el puente de mando, el resto de la tripulación a bordo de la nave se encontraba debatiendo el siguiente paso a dar. Ante la ausencia de los principales líderes de la expedición, el poder de decisión recaía sobre Yak y Ashley. Los dos líderes de equipo meditaban todas las posibilidades al encontrarse en una delicada situación.

    — Nada, la tormenta interfiere en los sistemas — Tyra estaba apoyada sobre el tablero de controles — Oda, ¿hay alguna opción?

    Es improbable que la haya. La tormenta es de tal magnitud y carga que ni siquiera amplificando la señal podríamos lograr contacto — Todos escuchaban bastante desanimados a la IA de la nave — Ahora mismo, estar en Ashant es como estar en una burbuja. Ni dentro ni fuera del planeta habría posibilidad alguna conocida de establecer una comunicación.

    — Genial, estamos con el agua al cuello — El joven Sanders observó como la fuerte lluvia golpeaba el ventanal principal del puente — Nunca mejor dicho.

    — No tenemos alternativa — La soldado Ripley decidió proponer su arriesgada idea — Algunos de nosotros deberíamos salir ahí fuera con el vehículo terrestre para buscar a los desaparecidos y los que estén aquí deben seguir intentando contactar con el comandante Crane. Quizá la tempestad afloje y haya alguna posibilidad.

    — ¿Y si no logramos contactar con el comandante? — Dhejam sopesaba todas las opciones — Sugiero que cambiemos de objetivos en esta misión de rescate.

    — ¿A qué te refieres, Dhejam? — Yak quería oírlo.

    — Sería más sensato ir en busca del comandante Crane y su grupo primero — El thuniano estaba siendo lógico — A diferencia de los dos desaparecidos, sabemos donde están el comandante y los suyos.

    — Tiene razón, es lo más sensato — Eniar estaba de acuerdo con su homónimo — Después, una vez saquemos al equipo del comandante de esa arca, buscaremos a Lio y Sun.

    — Está bien, estoy de acuerdo — Ripley no quiso andarse con rodeos y se mostró voluntaria para la misión de rescate — Usaremos la lanzadera, buceando podríamos evitar atraer los rayos.

    — Iré contigo — Quetaryan sabía que era su deber como uno de los líderes — Aunque preferiría quedarme.

    — Y lo harás — La mujer nacida en la Tierra pensó con lógica — Yo iré, aquí necesitarán un líder en caso de que la misión deba seguir y debáis iros de Ashant.

    El neoniano no protestó. La idea de quedarse en la Nolartis, más seguro y sabiendo que su pareja estaba a bordo le convencía más que tener que arriesgar su vida ahí fuera. Sin embargo, los dos thunianos y el joven humano restantes estaban decididos a ayudar a Ripley.

    — En marcha.

    Y así, la líder Ripley tomaría la lanzadera que hacía un rato le había traído de regreso a la nave para ir a la gran arca Anixis en busca del equipo del comandante Crane.

    Con ella irían Dhejam, Eniar y el joven soldado Sanders. De la comodidad y cierta protección que daba quedarse en la Nolartis, a salir al diluvio más intenso jamás visto por nadie. Quetaryan les vio y marchar y supo que, si nadie regresaba, quedaría al mando. Su decisión estaba tomada.

    — Si nadie vuelve, regresaremos a casa — Pensó para sí mismo, decidido a no seguir la misión si solo quedaban los pocos que había a bordo.

    [...]

    El hombre de Ceres abrió los ojos y vio que el cristal resistente del frente de su casco estaba agrietado tras haber recibido un golpe contra un árbol.

    La gran ola que les había alcanzado a él y a Sun los arrastró durante varios kilómetros, perdiendo de vista la lanzadera de sus compañeras y el sentido de la orientación. Su traje había logrado salvarle de una muerte por ahogamiento más que segura e incluso de una contusión letal en la cabeza.

    Sin embargo, cuando intentó incorporarse, comprobó que no podía. Algo oprimía su pecho y cuando se percató, vio que se trataba de una gran rama rota. Parte de un árbol había sido partido en dos y una de esas partes yacía sobre él. La presión que ejercía sobre el torso de Santos era más que evidente al tratarse de un gran tronco pesado. Lio trató de hacer el esfuerzo por liberarse de ese peso, sin éxito, pues la fuerza de sus brazos no le era suficiente para quitárselo de encima.

    Cuando su vista se centró en su alrededor, pudo comprobar que la ex líder de la Resistencia se encontraba allí. Sun yacía en el suelo en un estado de inconsciencia que era fruto de las vueltas que le hizo dar el fuerte oleaje, como si hubiesen estado dentro de una lavadora. Ambos se encontraban en lo que parecía la nueva orilla, tras el mar comerse la principal con ese drástico cambio en el nivel del mar por culpa de la tormenta.

    La mujer pronto comenzó a mostrar signos de estar despertándose.

    — ¡Sun! ¡Levanta! — El ingeniero de lanzaderas necesitaba a su compañera para liberarse — ¡Necesito ayuda! ¡Vamos!

    Brume se incorporaba lentamente y visiblemente aturdida, buscando con la cabeza a su compañero hasta que lo ubicó atrapado. Con pasos tranquilos y tambaleantes se fue aproximando a Santos, cuando de repente, se giró para mirar algo en la distancia. Su expresión, la cuál era algo abatida, se reavivó como si un chute de adrenalina le hubiese recorrido el cuerpo.

    Sus ojos estaban como platos mientras veían como, nuevamente, se alzaba una gran ola que se dirigía a su posición.

    — Oh, mierda — Musitó la asiática, frenando en seco sus intenciones — Lo siento Lio, de verdad.

    — ¡¿Qué pasa?! ¡¿Qué significa eso?! — Exclamaba el hombre de Ceres, nervioso y desesperado — ¡No me dejes aquí, Sun! ¡No me jodas así, perra!

    Brume hizo el amago de irse corriendo a toda prisa, pero de pronto se detuvo.

    Los gritos de su compañero, quién estaba en serios apuros, la hicieron voltearse. La gran ola estaba a pocos kilómetros pero a la velocidad que iba, les alcanzaría en menos de un minuto. La asiática se debatía entre salvar a Lio o abandonarle y asegurar su propia salvación. El tiempo apremiaba y la decisión que tomase podría ser definitiva en lo que se refiere a su relación con el resto de miembros de la expedición.

    — ¡Joder! — Gritó, reprochándose a sí misma ese acto humanitario — ¡Aguanta, te sacaré de ahí!

    — ¡Vamos, rápido!

    Tanto el propio Lio como Sun comenzaron a hacer fuerza para liberar al primero. Poco a poco, ese gran trozo de árbol fue apartado del hombre hasta que ambos lo dejaron caer a un lado. La lluvia no cesaba y las gotas impactaban en el cristal frontal de sus cascos hasta empañarlo por completo, debiendo ellos quitarse ese montón de agua para tener cierta visibilidad.

    — ¡Levanta! — La mujer le tendió la mano y éste la tomó, incorporándose — ¡¿Puedes correr?!

    — Creo que sí — Murmuró Lio, pese a encontrarse magullado — ¡Larguémonos de aquí, ahora!

    — ¡Me parece una gran idea!

    — ¡Aquí viene!

    — ¡CORRE!

    La ex líder de la Resistencia y el que un día fuese parte de esta, corrieron con todo su ímpetu tierra adentro mientras una ola de al menos siete metros de altura se aproximaba a ellos y devoraba los restos de bosque a su paso. Cuando la ola impactó contra los árboles que aún seguían en pie, se escuchó como estos se resquebrajaban ante ella.

    Lio y Sun corrían y sorteaban los obstáculos naturales del bosque conscientes de que la vida les iba en ello. Lastimosamente no pudieron evitar ser engullidos nuevamente por dicha ola, aunque la distancia que le sacaron en carrera sirvió para que el impacto no fuese tan severo como el primero.

    Sus cuerpos se vieron propulsados hacia delante como si una fuerza sobrenatural los empujara, sucumbiendo ante el peligro de impactar contra otros árboles aún en pie.

    [...]

    Uriow corría a toda velocidad por uno de los tantos pasillos de la gran arca Anixis en la que se encontraba junto al resto de su grupo, quiénes le seguían desesperadamente en dirección a la lanzadera que les esperaba en uno de los muelles de atraque que encontraron accesible. Las olas golpeaban con fuerza la infraestructura que, con cada impacto, se tambaleaba con verdadero frenesí.

    El sonido del viento filtrándose por rendijas y ventanales rotos solo hacía que estremecer al equipo liderado por el comandante Crane, quién veía la situación límite en la que se encontraban. Tenían la información justa pero necesaria para seguir al siguiente planeta de la ruta Anixis, no obstante, salir de allí iba a ser toda una odisea.

    Ashant empezaba a demostrar lo poco hospitalario que era en comparación a su predecesor, Verilia.

    En la retaguardia se encontraba Fallon, asegurándose de que nadie se quedase atrás. Ver a sus compañeros correr a toda velocidad le hizo recordar nuevamente aquel instante en el que huía de una aldea furiosa con su amigo Sharik tras profanar unas ruinas Anixis. Aquel momento fue igual de angustioso que el actual, pues en ambos estaba huyendo por salvar su vida.

    Siguiendo al syleriano y a su comandante, el joven Williams luchaba por correr y mantener el equilibrio al mismo tiempo debido a los zarandeos que daba la infraestructura, atrapada en el fondo marino pero solo por cuestión de tiempo. Norman se preguntaba cuántos cientos de años había permanecido el arca Anixis en ese estado y en esa posición, consciente de que podría ser hoy el día en el que terminase por hundirse.

    Justo delante de Fallon, quién era el último en la fila, estaba el soldado Tanner. El hombre solo podía seguir corriendo y pensar en su pareja, Ashley, a quién deseaba que las cosas le estuviesen yendo mejor que a él. Tras perder el contacto con ella y su grupo, Eron estaba decidido a buscarla pero Lill le paró los pies. Pensó, para sí mismo, que el comandante no tenía derecho alguno para evitar que él fuese tras su amada.

    En el centro del grupo se hallaba la ex comisaria de Ciudad Anixis. Cia no dejaba de suspirar mientras avanzaba sin pausa, no ya pensando en su supervivencia sino en su querido Ender y su ahijado Kendall, a quiénes deseaba ver con todas sus fuerzas una vez acabase la misión. Pero antes debían escapar del arca Anixis, algo que parecía que podría conseguir hasta que un nuevo zarandeo la hizo salir disparada contra un ventanal.

    — ¡Cia! — Eron, que era quién estaba tras ella, la vio en una situación muy comprometida — ¡Aguanta!

    Jenner se encontraba sobre la cristalera de un extenso ventanal en una de las varias salas que habían visitado antes y por la cuál regresaban hacia la lanzadera. El cristal evitó que se cayera del arca, pero el impacto hizo que este se fuese resquebrajando poco a poco. Los demás observaban muy nerviosos a su compañera, teniendo que actuar rápido y a la desesperada.

    — ¡Eron! — El comandante vio que su soldado se dispuso a ayudarla, tal y como hizo con Khael en Verilia — ¡Espérate, debemos pensar algo! ¡Ese cristal está muy frágil!

    — ¡Lill tiene razón, no vengas! — Cia miraba horrorizada como el cristal a su alrededor se agrietaba lenta pero inexorablemente — ¡Más peso romperá el cristal y nos caeremos los dos!

    — ¡Cerrad la boca! — Exclamó un muy nervioso Tanner, avanzando lentamente por el ventanal — ¡No te dejaré caer, Cia!

    Eron iba aproximándose hacia Cia suavemente para evitar romper el cristal que, en ese momento, les separaba de una caída al fondo marino. Sin embargo, el arca comenzó a tambalearse nuevamente tras el golpe de otra ola y repentinamente, el cristal se rompió. La mujer soltó un grito agudo al mismo tiempo que el ventanal se partía en miles de diminutos cristales, precipitándose al vacío.

    Los demás solo pudieron observar, atónitos y sin poder hacer nada, como Jenner caía desde una altura considerable. El impacto con la superficie del mar la mataría debido a la velocidad y la distancia de la caída. Tanner, milagrosamente, si pudo agarrarse a tiempo a un borde del ventanal. El hombre colgaba mientras Crane, con decisión, arriesgaba su vida tendiéndole la mano.

    — ¡Cógeme la mano, hermano! — Lill estaba siendo ayudado por Uriow para así poder alcanzar a Eron con su mano — ¡Cógela!

    Eron no se lo pensó ni un segundo y tomó la mano de su líder para así ser rescatado. No obstante, esta vez su deseo por ayudar había terminado con la muerte de la persona a la que quería salvar. La decisión en este caso específico había sido errónea por su parte y él lo sabía. Tanner estaba paralizado y tuvo que ser Fallon el que lo tomara del brazo para animarle a seguir corriendo.

    — ¡Muévete! — Le gritó el thuniano, consciente de que el humano sabía que se había equivocado.

    Cuando todo parecía cada vez más difícil, el grupo logró llegar al muelle de atraque donde dejó la lanzadera.

    Sin perder ni un segundo más y con la muerte de Cia retumbando en sus conciencias, el grupo subió a bordo del vehículo aéreo. Norman tomó los controles y los activó rápidamente, propulsando la lanzadera bien lejos del arca Anixis, la cuál terminaba por sucumbir ante la tormenta y caía de costado para finalmente hundirse poco a poco.

    [...]

    Tras la impactante caída en el mar, Cia sintió como todos sus huesos se fracturaron al mismo tiempo. El alocado oleaje la zarandeaba con violencia de un lado a otro mientras el agua entraba en el interior de su traje sin que ella pudiese evitarlo, ahogándose lentamente mientras era enterrada bajo millones de litros de agua.

    Sus ojos se movían de un lado a otro, observando la oscura profundidad marina de Ashant. Parte de la estructura del arca se apreciaba, pero lo que Jenner pudo observar antes de que sus pulmones se llenasen de agua y terminase por morir ahogada, fue algo aterrador.

    Una montaña de cadáveres apilados uno encima del otro se reveló ante sus ojos gracias a un fugaz rayo de luz que emitió el cielo tormentoso. Cuerpos sin vida de los Anixis que iban en el arca, la cuál cayó en Ashant por culpa de sus perseguidores los Veerham. Ahora ella sería un ser muerto más en el fondo marino del planeta atormentado.


    [...]
    El agua arrastraba árboles, partes de estos y tierra ante los ojos de Lio.

    El hombre se incorporó tras una nueva embestida por parte de las grandes olas que se iban comiendo terreno a cada paso. A escasos metros de su posición, Sun también se levantaba. La mujer se volteó para comprobar que su compañero seguía ahí. Ambos buscaron con la mirada otear el horizonte, difícilmente visible por la cortina de agua que formaba la lluvia.

    — ¿Estás bien? — Santos se aproximó a su compañera para comprobar su estado.

    — Sí, lo estoy, gracias — Brume asintió, confirmando sus palabras — ¿Tú?

    — Aguantando — Al hombre de Ceres le costaba un poco respirar, quizá por la opresión del árbol que estaba caído sobre él anteriormente — Debemos alejarnos de aquí lo más rápido posible.

    — Estoy de acuerdo, no quiero volver a ser engullida por el agua — La asiática se giró para asegurarse de que ninguna nueva gran ola se dirigía a ellos — La Nolartis no debe estar lejos de nuestra posición.

    — Espero que no, porque no se ve nada a más de cincuenta metros — Visiblemente cansado, Lio inició la caminata al frente, en busca de la nave — Probaré las comunicaciones.

    El hombre de Ceres realizó una serie de comandos en una pequeña pantalla que tenía ubicada en el antebrazo izquierdo, con la que se podía hacer ciertas cosas que permitía realizar el traje espacial Anixis. Eso le hizo recordar que aún no habían visto el momento para usar los propulsores con los que el traje contaba, los cuáles fueron adheridos al último prototipo del traje hacía un par de años por parte de los ingenieros de la Alianza.

    — Tengo una idea — Murmuró, buscando con la mirada un árbol aún en pie.

    — ¿Qué es? — Sun vio que su compañero se iba hacia un lado — ¿Dónde vas?

    — Usaré la altura que nos proporcionan los árboles para buscar la Nolartis en el horizonte y de paso, intentar comunicarme.

    Santos se acercó al primer árbol cercano que aún estuviese en pie para dar un gran salto con los propulsores, lo que le hizo subir a la copa sin mayores complicaciones. Aliviado por ver que pese a lo sucedido aún le respondía su traje, el hombre subió lo más alto que pudo en el árbol para observar en la distancia.

    Sus ojos lograron divisar a la Nolartis no muy lejos de su posición.

    — ¡Veo la nave! — Le indicó Lio a la asiática — ¡Solo tenemos que seguir hacia delante!

    — ¿Y las comunicaciones funcionan?

    El hombre se dispuso a probarlas en ese momento, comprobando que, lastimosamente, seguían inoperativas. La gran tormenta que se encontraba sobre ellos impedía a los aparatos electrónicos maniobrar con claridad, lo que dificultaba notablemente la comunicación con otros. Lio negó con la cabeza a Sun, que ya tuvo su respuesta.

    El tipo saltó de nuevo hacia abajo con la ayuda de los propulsores para frenarle en el descenso y acto seguido, emprendieron el camino hacia la Nolartis.

    — Oye — Lio captó la atención de Sun, que estaba sumida en sus pensamientos — Quiero agradecerte lo de antes.

    — ¿El qué?

    — El haberme salvado.

    — Iba a dejarte, Lio — La asiática fue sincera — Lo iba a hacer para salvarme.

    — Lo sé, pero no lo hiciste.

    — No tienes nada que agradecerme, me alegra que hayamos salido los dos con vida.

    — Sun... — El hombre de Ceres se apoyó en uno de sus hombros, mostrándole apoyo — ...sigue así.

    Santos siguió caminando con la mirada al frente mientras que Brume le observó detenidamente durante unos largos segundos. La ex líder de la Resistencia sonrió internamente, emocionándose por ver que su viejo amigo aún tenía fe en ella.

    Sus huellas se disipaban en la tierra con el choque de la lluvia en el suelo, sus trajes se iban limpiando de suciedad conforme avanzaban y en el horizonte aguardaba la Nolartis, aguantando el vendaval.
     
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    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

    Piscis
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    Saludos, amigo. Paso a comentar el primer capítulo del año 2023 de esta gran historia :)

    Tengo que decir que ha estado genial. Me gustó mucho la manera en la que se narraron los sucesos que transcurrieron aquí. Iré paso a paso y grupo por grupo.

    Empezaré por el grupo de la Nolartis, quienes ya se han enterado que West está enfermo de cáncer. Imagino que esa noticia no caerá nada bien en el resto del equipo que todavía no lo sabía, pero se veía venir que tarde o temprano acabaría descubriéndose. Ahora bien, West puede empezar a confesar sus deseos para participar en la expedición y falsificar el informe médico para poder subir a bordo. Imagino que por eso le darán alguna clase de castigo, pero no creo que sea demasiado grave a su punto de vista porque poco a poco se acerca a la hora de su muerte.

    Cuando el grupo científico llega, vemos que los científicos van a la suya y no se ponen a discutir demasiado sobre la situación actual. Aunque menos mal, porque conociendo a Caellum, habría tirado un comentario muy borde XD. No tuvieron muchas preocupaciones, y Dhejam todavía no se ha mandado esa cagada que yo creo que cometerá. Quizá sea para el futuro.

    En el grupo de Ashley, todo se complica más. Vemos que al ver sus comunicaciones fallidas con la tormenta cerca de ellos, optaron por abandonar el sitio. La líder del grupo logró escapar con Iris y Eniar mientras que Lio y Sun se quedaron atrás en un movimiento causado por la propia Iris. Ella pensó por la seguridad de todo el grupo por encima de la de dos personas de la tripulación, estando su padrastro entre una de ellas. Al regresar a la nave, esa decisión pesa sobre ella, pero comprendo que lo hizo para que no todos acabaran mal, puesto a que se sabe que siempre que una lanzadera se accidenta, alguien la acaba pasando fatal, tal es el caso de Om en la parte V :(
    Al llegar a la nave, ella rompe en llanto y es entonces cuando Lynx decide ir a darle consuelo. Y punto a parte para las cosas que este eligió decirle a la chica. Me imagino que cuando fue a la tienda de caras, se agotó el stock y se fue de allí sin regresar más, porque lo que hizo fue algo muy descarado. Entiendo que Iris le guste, y que no tiene mucho para charlar con ella, pero decirle esa clase de cosas en el plan casanova siendo que ella está afligida por haber dejado atrás a su padrastro fue mucho. Al final, ni Norman ni Lynx parecen ser una buena opción para la chica. El primero se enreda y se acuesta con su amiga tras emborracharse, y el otro tira comentarios en el peor momento. A ver qué es lo que elige la chica XD.

    Lio y Sun terminaron siendo arrastrados por la ola, tal y como se esperaba de un poder natural tan magnífico como el del mar. Ver como han terminado me hizo asustarme un poco por Lio, quien terminó abajo de un tronco. Cuando una nueva ola se estaba formando, Sun estaba dispuesta a irse por su cuenta y dejarlo atrás, pero recapacitó en el último segundo y corrió a ayudarlo. Eso seguro le salvó la vida a Lio, puesto a que si se hubiera quedado bajo el árbol caído al golpear la ola, se habría terminado ahogando o muriendo por ser arrancado bruscamente de su sitio por la fuerza del mar. Me alegra ver que Sun, después de proponerselo, está empezando a demostrar sus cambios. Sabes bien que a mí no me gustaba mucho esa actitud de Sun de pasársela diciendo "pero he matado a Deon y me pudrí una década en la cárcel, ya cambié" pero comportándose igual que la que fue líder de la Resistencia. Hoy en ella se vio un cambio real, y ha demostrado que si se quiere, se puede. Me alegro. Ya no me cae tan mal como antes, y espero que siga en esta línea, ya que es bueno ver a una Sun amable y colaborativa para variar. Cuando comprueban su estado, ven que la Nolartis está a la vista. Solo deben resistir y esperar a que les rescaten.

    Y el grupo del comandante Crane se lleva la parte más intensa de todas. Hubo una pequeña pelea entre Eron y Lill (ay, dios, acababan de reconciliarse :'( ) y luego de eso llegan a una sala en donde se ve que hay máquinas con información operativa. De allí extraen archivos que necesitarán ser transmitidos a Oda para que ella los traduzca, pero Fallon ha hecho de políglota y les ha dado el resumen corto ante el mucho texto. Y descubrimos cosas clave: que el nuevo punto de la ruta es Bildsh, que los Veerham han causado una masacre contra los Anixis y que incluso se han llevado a varios cuerpos allí. Muy turbio, ojalá estos malditos se hayan extinto, que no quiero ni pensar en que le pongan la mano encima a mis bebés :aniscream:

    Todavía queda mucho por aprender de los archivos y seguramente del próximo mundo, en donde los Anixis han elegido evacuar. Ya vemos que todo lo que hacen ha sido en pos de escapar de sus perseguidores. Ahora bien, una cosa por la que te felicito es porque nos das muchas respuestas pero no todas al voleo, sino que de forma progresiva. Se dice que los Anixis estaban escapando y los Veerham los perseguían. Pero lo que no se dice nunca es por qué unos persiguen a otros. Cosa que es lógica, ya que los Anixis no se pondrían como los villanos de la historia en sus propios archivos, y tampoco revelarían lo que estaban haciendo a cualquiera que los encuentre. Y esto hace que me pregunte, ¿si tan desesperados estaban, por qué nunca usaron Regresión contra los Veerham? En fin, muchas preguntas y las respuestas vienen de a poquitín, tal y como me gusta a mí :)

    En la huida, una sacudida del arca Anixis termina precipitando a Cia hacia un cristal, y cuando Eron la quiere ir a ayudar, este se rompe. Él se salva de milagro, pero terminó provocando que Cia cayera a lo que sería su muerte. Imagino que eso quedará en la conciencia del soldado por mucho tiempo, y tal vez recapacite para no actuar tan apresurado, ya que se le aconsejó que no se moviera. Me da lástima la muerte de Cia, no solo porque fue dolorosa, que lo fue, sino también por el hecho de que Ender y Kendall la han perdido. Ella significa mucho para los dos, y ahora no está. Imagino que no será plato de buen gusto para ninguno. Pero ahora el grupo debe afrontar rescates, a un paciente con cáncer, una perdida más en el equipo y el siguiente destino que les espera.

    Lo que voy a decir es más una preferencia mía, no es algo ni bueno ni malo. En el primer planeta en el que estuvieron, ha muerto Ñjar, y en el segundo ha muerto Cia. Entiendo que quedan varios planetas en la ruta, y me gustaría que hubiera variedad. Es decir que no sea una sola muerte en cada planeta, puesto a que si se sigue esa ruta, se caería en la rutina de que se puede esperar una única muerte. Claramente, todavía no han escapado de Ashant, y puede pasar de todo. Pero no creo que se nos vaya otro personaje en el siguiente. Me puedo equivocar, pero esto que digo lo digo desde ya para que quede registrado.

    Otro buen detalle que has tenido fue el relatar que como cuando Cia muere, ve la montaña de cadáveres Anixis en el mar. Se dice que son Anixis pero no se nos da una descripción física de los mismos. Por lo que cuando aparezca un nuevo alien, no sabremos si es un Anixis, un Veerham o ninguno de los dos, cosa que mantendrá viva la intriga para cuando aparezca una nueva especie pronto. Y puntos extra para lo turbio de la escena, ya que ver cadáveres bajo el agua, evidenciando una masacre por parte de los Veerham hacia los creadores de Paraíso, los deja ver como tipos peligrosos. Como dije, que no le toquen un pelo a mis bebés :v

    En fin, hasta aquí me despido por ahora. Gran regreso a las lecturas en simultáneo, algo que extrañaba mucho. Será hasta la semana siguiente, esperando por otro genial capítulo de LV. Un abrazo y cuídate mucho :cynda:
     
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    Manuvalk

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    Los Viajeros VIII: Más allá
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    Ya estamos aquí con el siguiente capítulo de Los Viajeros, el cuál seguirá los acontecimientos del anterior capítulo. Si os preguntáis cuando veremos a los personajes que están en casa (por así decirlo XD), eso será no en el próximo, sino el siguiente a ese. Quería dejarlo claro, por si hubiese dudas. Antes que nada, agradecer as always a mi querido amigo Reydelaperdicion por estar al tanto de la actualidad de esta historia mía. Me halaga conocer que le gusta mucho y que se emociona con lo que está por venir. Dicho esto, os dejaré con la lectura.




    Otro vacío







    — Se aproxima un objeto hacia nosotros — Eniar, que era la encargada de pilotar la lanzadera, señaló el punto en el radar mientras salía de la profundidad marina.

    — Podría ser un fallo eléctrico, ¿no? — Sentado al fondo, el joven Sanders pensó con lógica — Con esta tormenta cualquier sabe.

    — Quizá lo sea, como también podría ser la lanzadera de Lill... — Ashley miraba detenidamente el radar — O cualquier otra cosa.

    — ¿Qué hacemos? — El soldado thuniano miraba a la líder esperando una decisión.

    La soldado Ripley se quedó pensativa durante unos segundos, cuando la thuniana al mando de los controles de la lanzadera realizó una abrupta maniobra que hizo que los demás hubiesen perdido el equilibrio de no ser porque estaban sentados y con el cinturón puesto.

    Fue entonces que Eniar señaló, pero esta vez a lo que se veía enfrente de ellos por el ventanal. La infraestructura que conformaba el arca Anixis estaba cayéndose ante los ojos de los presentes, que se estremecieron al ver que esta caía en su dirección.

    — ¡Maniobra evasiva, otra vez! — Gritó la thuniana al comprobar que esa estructura se les echaba encima.

    Casi al mismo tiempo, la lanzadera que pilotaba Norman con el grupo del comandante Crane salía disparada del arca Anixis mientras esta parecía precipitarse sobre ellos.

    El tamaño colosal de la infraestructura alcanzaba un ancho sorprendente y daba la sensación de que lo aplastaría todo. Aterrados algunos más que otros, vieron como el joven Williams ponía la lanzadera al límite de sus capacidades, observándose más de cerca la caída del arca Anixis.

    — ¡¡¡Sácanos de aquí, Norman!!! — Le ordenó el comandante con toda la desesperación.

    — ¡Eso intento pero la lanzadera no da más de sí!

    Justo en ese momento el radar emitió un pitido para alertar de la cercanía de otro objeto aéreo, el cuál pudieron ver virar justo delante de ellos. No les hizo falta suponer nada, porque dada la cercanía de ambos vehículos en ese momento, se reconocieron al instante.

    Ambas lanzaderas activaron la máxima propulsión posible para salir de la zona de impacto rápidamente.

    — ¡Debe ser el grupo de Ash! — Indicó Eron, aliviado al suponer que eran ellos.

    — ¡Habrán venido a buscarnos al ver que las comunicaciones fallaban! — Pensó en alto el propio comandante de la expedición.

    Ambas lanzaderas se posicionaron una al lado de la otra en pleno vuelo, mientras la infraestructura Anixis se cernía sobre ellos.

    Por momentos parecía que iban a ser impactados, pero para alivio de todos, salieron a tiempo de la zona. La gran arca Anixis colapsó tras ellos con una ferocidad imponente y la colisión con el agua hizo que esta saltase por los aires con violencia. Tras esto, el choque vino precedido por una serie de oleaje absolutamente descontrolado y con una altura del triple que las grandes olas iniciales.

    Ambas lanzaderas llegaron velozmente a la posición de la nave, introduciéndose en ella y cerrándose la compuerta tras de sí. Con toda la desesperación que daba la situación, ambos grupos salieron de sus lanzaderas ya aterrizadas en el hangar y corrieron al puente de mando, encontrándose con casi todos los tripulantes. La ausencia de West era lógica, pero que Lio y Sun no estuviesen allí implicaba que algo serio había ocurrido.

    El comandante se aventuró a saber lo ocurrido al aproximarse a Yak.

    — ¡¿Sabes que ha pasado con Lio y Sun?!

    — Están ahí fuera, en algún lugar — Fue la respuesta del neoniano, que señaló con la vista a Ashley — Ella te podrá dar los detalles.

    — Lill, ellos dos... tuvimos que irnos cuando el nivel del mar creció y las olas... — Ripley tomó la responsabilidad pese a que le correspondía a la joven Hennessey — La tormenta nos pilló por sorpresa a todos y debimos actuar.

    — ¡Mierda! — Exclamó el comandante, dirigiéndose de nuevo al hangar — ¡Volveremos a por ellos, hay que peinar la zona!

    Negativo, comandante Crane. No será posible abandonar la Nolartis con esta situación — Las palabras de Oda sorprendieron a toda la tripulación presente — Se aproximan unas olas superiores a setecientos metros de altura. Evacuar el planeta es la principal prioridad.

    La tripulación se miró entre sí, preguntándose que era lo que debían hacer.

    El radar pitaba de forma continuada, advirtiendo de la proximidad del gran tsunami que estaba por llegar al lugar donde se hallaba la Nolartis. Algunos comprendían lo que el comandante quería hacer, demostrando querer ir tras los dos desaparecidos para enmendar lo que ocurrió en Verilia con Khael y Eron, sin embargo, las palabras de Oda no eran equivocadas y el protocolo dictaba la evacuación inmediata al encontrarse toda la misión en peligro.

    — Tyra... — Lill supo que debía hacer lo correcto y ello era abandonar Ashant — Salgamos de aquí.

    — Entendido, comandante.

    La piloto Maxwell obedeció a su superior sin rechistar y consciente de que era no solo lo correcto, sino lo que había que hacer.

    La inteligencia artificial de la Nolartis estaba para esos casos extremos donde las decisiones se tornaban emocionales, para aplicar la lógica entre la tripulación y hacerles ver lo que era necesario. Lill solo pudo resignarse a aceptar la situación, ordenando la inmediata evacuación del planeta. Tyra puso en marcha el núcleo de la Nolartis y sus propulsores, cuando de pronto las compuertas externas se abrieron.

    Todos los presentes en el puente de mando comenzaron a escuchar pasos acelerados al mismo tiempo que la compuerta se cerraba para evitar que entrase mucha lluvia al hangar. Los tripulantes se quedaron en silencio mientras seguían oyendo pasos y murmullos, los cuáles se iban intensificando hasta que para grata sorpresa de todos, sus compañeros hacían acto de escena. Lio y Sun se encontraban con sus trajes mojados ante el resto, quiénes se alegraron de ver que todos parecían a salvo.

    Visiblemente emocionada, la joven Hennessey se lanzó a los brazos de su padre adoptivo, quién la rodeó con fuerza ante la mirada del resto. La asiática observó la escena con ternura y alivio, momento en el que se puso a buscar a su compañera de habitación y persona en la expedición que más la apoyaba. Sus ojos se entrelazaron con los de todos en la búsqueda por encontrarse con los de Cia, sin embargo, al percatarse de su ausencia, la ex líder de la Resistencia se centró en su comandante.

    — ¿Dónde está Cia?

    La pregunta de Sun rompió drásticamente el momento emotivo que se estaba dando con Lio e Iris.

    Lill se aproximó a la mujer con resignación y apoyó sus manos sobre los hombros de la asiática, que supo inmediatamente lo que eso significaba. Sun comenzó a sollozar y cayó en los brazos del comandante, que la tuvo que sujetar mientras ésta empezaba en llanto. Absolutamente dolida por la muerte de la madrastra de su hijo, Brume se abrazó a Crane en un gesto que ninguno de los dos ni nadie hubiese imaginado años atrás.

    Los propulsores de la Nolartis comenzaron a encenderse a máxima potencia mientras la nave se elevaba de la superficie, la cuál estaba siendo engullida por el gran océano que rodeaba el super continente de Ashant. Con el dolor entre todos los tripulantes por la pérdida de Cia Jenner y por ver como otro vacío más se instalaba en ellos tras la segunda misión en otro planeta, la piloto realizó los comandos pertinentes para poner a la Nolartis en órbita, alejándose del mundo acuático y tormentoso.

    [...]

    Lill Crane


    El comandante Crane quiso dar el resto de la jornada libre para así poder calmarse todos tras la intensa misión vivida en Ashant.

    Al día siguiente se celebraría una reunión para conversar acerca de la información recabada en el arca Anixis, poner rumbo a las coordenadas del siguiente mundo a visitar y finalmente entrar en criogenia para el viaje. Pero ahora lo necesario era limpiarse, comer algo y pasar tiempo libre, aunque para muchos ese tiempo sería empleado en pensar demasiado.

    El propio Lill se encontraba en la pequeña sala de comunicaciones para, mediante enlace cuántico, tener una videoconferencia con la representante Mason, que ahora mismo junto a la representante Tovam, eran las únicas al mando de una Alianza que aún sufría la ausencia de un líder claro en Syleria y del proceso de aceptación por el que pasaban Cyprus y los thunianos.

    Oda preparó las comunicaciones, que apenas tardaron dos minutos en darse. La imagen mediante holograma de Bárbara apareció ante el líder de la expedición.

    Veo que sigues al mando, comandante Crane.

    — Así es, ese tema ya está solucionado — Lill quiso centrarse en lo verdaderamente importante — Te contacto para informarte de que nos acercamos al final de la ruta Anixis. Solo nos quedan dos planetas de cinco.

    Me alegra oír eso, aunque por tu expresión, deduzco que ha ocurrido una tragedia hace poco — Bárbara podía ver que Lill estaba afectado por algo — ¿Qué ha pasado?

    — Varios hemos estado cerca de morir en la última misión planetaria — Crane lanzó un suspiro de agotamiento — No sé si decir que es un alivio o una lástima, pero solo ha muerto uno de nosotros. Cia Jenner.

    Al oír aquello, la representante humana se quedó petrificada durante unos segundos que parecían cumplir el minuto.

    Bar era una buena amiga de Cia, especialmente tras los últimos diez años en los que tuvieron que trabajar codo con codo, al ser Jenner la comisaria de policía de Ciudad Anixis. La noticia de su muerte le cayó como una losa de cemento pesado, encontrándose incluso mal físicamente.

    Lill pudo notar que su superior había recibido la noticia como un golpe en el centro del estómago.

    — Era de las mejores exploradoras que tenía aquí y una persona muy profesional — Crane asintió mientras decía lo que pensaba de su compañera fallecida — Nunca se quejó, nunca recriminó... siempre pensaba en el bien del grupo.

    Cia era así — Mason todavía trataba de asimilar su muerte — ¿Pudisteis recuperar el cuerpo?

    El comandante recordó que con Ñjar no pudieron llevarlo consigo debido a la constante lluvia volcánica que se sucedía en Verilia, mientras que ahora en Ashant no se pudo porque Cia simplemente cayó al océano desde una altura que solo podía llevarle a la muerte y no había tiempo para buscarla dada la situación.

    El hombre negó con la cabeza a su líder, que vio como sus lágrimas comenzaban a recorrer sus mejillas.

    Merecía un entierro digno — Musitó Bárbara, dolida por no poder dárselo — Tiene un ahijado y un marido que tendrán que saberlo... pero no ahora.

    — ¿Eso que significa? — Lill no comprendía porqué no les daba la noticia cuanto antes a sus seres queridos.

    Significa que ahora no es el mejor momento — La representante humana y una de las líderes del Consejo de la Alianza fue firme en sus palabras — Tengo a Ender investigando el asesinato de la Elegida Admir y no... no puedo darle esta noticia ahora.

    — Creo que lo entiendo — Pese a que podía no ser lo moralmente correcto, era lo necesario, una vez más — Me gustaría preguntarte algo antes de cerrar la transmisión.

    Dime, ¿de qué se trata?

    — Es sobre mi mujer y mis hijos — Al hombre se le iluminaron los ojos cuando los mencionó — ¿Sabes cómo están? ¿Qué tal se encuentran?

    Hace semanas que no hablo con Snow, pero lo último que sé es que están bien — Bárbara quiso tranquilizar al comandante de la expedición — No te preocupes, me aseguraré de que tengan todo lo que necesitan durante el tiempo que dure la expedición.

    — Te lo agradezco Bar, aunque quiero una cosa más — Lill necesitaba hacerles ver que se acordaba de ellos — ¿Les dirás de mi parte lo mucho que los quiero y lo que los echo de menos?

    Descuida, lo haré con mucho gusto — La representante Mason asintió, asegurándole eso — ¿Algo más, comandante?

    — Eso es todo.

    No dudes en volver a contactar si es necesario. Bárbara, corto y fuera.

    Con la comunicación cortada por parte de la representante de la humanidad, el comandante de la expedición decidió que lo mejor sería irse a descansar a su habitación. La tensión acumulada durante la misión le había desgastado físicamente y sentía que necesitaba dormir un rato para reponer fuerzas.

    Hasta el día de mañana no hablaría con el resto de la tripulación sobre el siguiente paso a dar, por lo que podría aprovechar lo que quedaba de día para recostarse unas horas.

    [...]

    West, Lynx, Lio, Sun e Iris


    El ingeniero seguía dormido en una de las camillas de la enfermería tras lo que le sucedió en el puente de mando ante Tyra, Lynx y Maya.

    Un aparato monitorizaba sus constantes vitales y demás controles necesarios, e incluso Oda estaba precavida para advertir a la doctora Vega en caso de que ocurriese algo con West. La médico no se encontraba en la enfermería, pero si estaba el aprendiz a ingeniero de Finn, el joven Herswood.

    Lynx llevaba las últimas semanas trabajando con West en sus proyectos, como aquel de las gafas especiales para Khael, con la intención de aprender el arte de la ingeniería y ocupar funciones destinadas a ello. Sin embargo, no logró comprender la motivación de su profesor por enseñarle hasta ese momento.

    Tras lo sucedido, el chico supo qué quería hacer exactamente el ingeniero jefe con él, algo que cobró sentido inmediatamente.

    — Sé que todo este tiempo solo has pretendido querer enseñarme ingeniería con la excusa de que necesitabas un ayudante — Lynx, de pie frente a la camilla del ingeniero Finn, se mostraba entristecido con el estado de éste — Cuando en realidad lo hacías porque te estabas muriendo. Me estabas preparando para ser tu sustituto.

    Tratando de contener las lágrimas, Herswood se apoyó en el borde de la camilla con la reflexión que dijo en alto aún en su mente. No le dolía el hecho de que West quisiese convertirlo en su sustituto, sino que con todo el tiempo que fueron pasando juntos, no decidiese revelárselo. Aunque aquello no quería decir que estuviese enfadado con él, si que se sentía un poco utilizado.

    Sus pensamientos en ese momento eran muy dispares pues no sabía cómo tomárselo. La suposición era prácticamente cierta aunque eso no quería decir que estuviese en lo correcto, pero el joven estaba convencido casi al cien por cien de que así era. No obstante, darle vueltas a eso solo sería torturarse, por lo que lo mejor que podía hacer era esperar a tener una conversación con West una vez éste despertase y recuperase las energías.

    De pronto, el sonido de unos pasos aproximándose a la enfermería le sacaron de ese pozo de diferentes pensamientos. Lynx se giró hacia la compuerta de entrada para ver como esta se abría y daba paso a tres de sus compañeros de expedición. Lio, Iris y Sun entraron ya hablando sobre algún tema entre ellos que el joven Herswood logró identificar tras haber consolado a la joven tras lo ocurrido en Ashant.

    — ...y no tienes porqué lamentarte — Brume se mostró comprensiva con la chica — Entiendo porqué lo hiciste y fue una dura pero correcta decisión.

    — Gracias, Sun — Iris asintió, visiblemente aliviada al oír esas palabras de su compañera — Significa mucho para mí que te tomes de esa manera lo que hice.

    — Era lo necesario, peque — El hombre de Ceres acarició el cabello de su ahijada — Sin rencores.

    La joven Hennessey sonrió como muestra de agradecimiento y aprecio, momento en el que tanto ella como Sun y Lio se percataron de la presencia de Lynx en la enfermería.

    Los tres recién llegados iban allí con el propósito de visitar al ingeniero Finn, especialmente su viejo amigo Santos, quién le tenía una alta estima. Que Herswood estuviese allí no impedía que no pudiesen verlo, pero el joven no quiso ser una molestia, por lo que se dispuso a abandonar la sala.

    — Hola... Os dejaré a solas con él.

    Lynx emprendió el camino de salida pero se vio sorprendido por Iris, quién frenó sus intenciones.

    Mientras su padrastro y su otra compañera se acercaban a la camilla de West, la chica quiso tener una conversación privada con quién consideraba un amigo de pleno derecho. Él se sorprendió por el gesto, aunque fue una sorpresa bastante grata. Sus sentimientos por ella habían ido creciendo con el tiempo desde que se conocieron e incluso su actitud jovial y despreocupada cambió desde el principio de la misión gracias al trato con la chica.

    — Quería darte las gracias por estar ahí para mí cuando lo necesitaba — La chica sonrió dulcemente — Cuando te conocí no parecías tener un lado tan amable y cercano.

    — Vaya, yo... — Lynx se sonrojó un poco, algo que no pasó inadvertido para Iris — No fue nada. Me preocupo por las personas que me importan y tú eres una compañera de equipo, así que...

    — ¿Eso que significa? — Iris no supo interpretar a qué se refería con eso — ¿Te importo por ser tu compañera de equipo o simplemente tus compañeros de equipo te importan y yo solo soy una más?

    — ¡¿Qué?! ¡No, claro que no! — Herswood no podía sentirse más avergonzado — ¡No es eso, me has malinterpretado!

    — Más bien no te has explicado con claridad, Lynx — Hennessey no pudo evitar soltar unas carcajadas.

    — L-lo siento, Iris, perdona — El chico no sabía por donde salir — No quiero que te ofendas. Tan solo quería decir que me importas, en serio. Y no simplemente porque seas mi compañera de equipo.

    Las palabras del joven Herswood iluminaron los ojos de la joven Hennessey, que no quería teorizar nada al respecto sin extraer conclusiones claras de esa afirmación.

    Iris tomó de la mano a Lynx, quién se sonrojó notablemente pese a no ser alguien tímido en absoluto. Ambos entrelazaron los dedos, revelándose mutuamente y de alguna forma, que se gustaban y querían conocerse en profundidad. Fue entonces cuando la chica le propuso algo bastante curioso.

    — ¿Qué te parece si mañana, cuando todos entren en criogenia, nosotros no lo hagamos? — La picardía y el atrevimiento de Iris eran evidentes — Tendremos toda la nave para nosotros y tiempo suficiente para conocernos...

    — Me encantaría hacerlo, Iris — El joven sonrió al escuchar la idea — Aunque supongo que sabrás que estarás a solas con un criminal...

    — He sido criada por criminales — La chica recordó a su madre Lina, su padre David y su padrastro Lio — Se podría considerar que tengo habilidades para ello.

    — Eso es más que evidente — Lynx asintió — Entonces, eso haremos.

    — Así es.

    Iris optó por no prolongar más aquella escena, de la cuál podrían percatarse su padre adoptivo y su compañera, por lo que soltó la mano de Lynx y se apartó para dejarle salir de la enfermería. Ambos se despidieron con una mirada de complicidad, quedándose ella y yéndose él.

    Durante la conversación de los jóvenes, la asiática y el hombre de Ceres observaron al dormido ingeniero al mismo tiempo que siguieron hablando.

    — Aún no te he dicho que siento mucho lo de Cia — Santos se giró para mirar a su compañera — A mi también me duele, ella y yo nos conocimos durante la Guerra de las Dos Humanidades.

    — Al principio desconfiaba de mí, lo sé, pero fue la primera persona en darme un voto de confianza, aparte de Ender — Brume se emocionó solo con recordar todo aquello — Cuando él se entere... y mi hijo...

    — Será duro, eso es inevitable — Lio quiso consolarla — Pero ahora tenéis que ser fuertes, los tres sois una familia.

    — No he tenido una desde que formamos la Resistencia — La asiática recordó los momentos previos a la expansión de la banda — Cuando solo éramos... nosotros, ya sabes.

    — Eh, lo seguimos siendo — El hombre estaba decidido a perdonarle todo lo ocurrido en el pasado — Ahí fuera he descubierto que has cambiado. Pudiste dejarme y seguir siendo esa mujer que eras, pero me has demostrado lo contrario.

    — Mi conciencia prevaleció sobre mi instinto — Sun asentía mientras decía eso — Y te juro por mi hijo Kendall que salvaré a quién lo necesite, pase lo que pase. Si muero, quiero que estos valores sean los que hagan de Ken un hombre ejemplar. Que sea otra imagen diferente a la que fue su maldito padre o a la que fui yo.

    — Si de verdad crees eso, te felicito — El hombre de Ceres apoyó su mano izquierda en el hombro derecho de ella — Porque habrás educado bien a tu niño. Y habrás cambiado lo que eras.

    De pronto, un extraño murmullo captó la atención de ambos, incluso de Iris, quién se aproximó a la camilla. Los tres se quedaron mirando al ingeniero Finn, que comenzó a abrir los ojos tras varias horas sedado y dormido.

    Lio le tomó de la mano y asintió con satisfacción, mientras Iris se marchaba a buscar a Maya para informarle al respecto.

    — Sigo aquí... — Murmuró West, sonriendo levemente.

    — Sigues aquí, amigo mío.

    [...]

    Ashley, Eron y Fallon


    La expresión facial de Eron evidenciaba un sentimiento de culpabilidad considerable.

    El hombre parecía estar mordiéndose las uñas de su mano derecha, sentado en un lado de la cama, en su habitación compartida con Ashley. La mujer se hallaba observando por su ventanal la panorámica que tenía ante ella, apreciándose la curvatura de Ashant y su océano, viéndose apenas la parte de superficie terrestre que tiene.

    Tras un par de minutos en silencio, la soldado se volteó hacia su pareja.

    — No fue culpa tuya, ni de nadie.

    Ripley se aproximó al ex subcomandante del ejército humano y se sentó a su lado, pasándole su brazo derecho por encima en una clara muestra de apoyo. Tanner seguía mordiéndose las uñas y tenía la mirada perdida en algún punto de la pared de enfrente.

    Estaba claramente afectado por la muerte de su compañera Cia, al interpretar que su intento por salvarla fue lo que la condenó a morir.

    — Si yo no me hubiese acercado a ella caminando sobre el cristal agrietado, no se habría caído — Los pensamientos del hombre eran de todo menos buenos — Podría haber muerto con ella, de no ser por Lill.

    — Eron... Estamos en una misión peligrosa, visitando mundos hostiles y con la certeza de que a quiénes perseguimos, fueron atacados por otros que quizá nos encontremos — Ella no quería verle así — Creo que todos los que estamos en la expedición sabemos los riesgos que entraña y la posibilidad de que no todos regresemos con vida al territorio conocido. Seguro que Cia lo sabía.

    — Eso no importa — El soldado se incorporó bruscamente, lanzando un suspiro al aire — Lo que importa es que cometí un error que me ha costado la vida de una compañera.

    — Si vas por ese camino, corres el riesgo de repetirlo y volverte loco — Ashley se acercó a su marido y le tomó de las manos con cariño — Y no quiero que tú mismo te condiciones; tú salvas vidas, al menos lo intentas.

    — A veces es mejor no hacer nada — Él la miró con total seriedad y apatía — Ahora entiendo a Lill y Sun cuando quisieron irse dejándonos a mí y Khael atrás.

    — ¿Quieres decir que arriesgar la vida por los demás es inútil? — La mujer no podía creer lo que escuchaba.

    — No, lo malinterpretas — Con los ojos humedecidos, Eron se giró hacia su mujer — Solo digo que a veces no merece la pena arriesgarse.

    Sin lugar a dudas, el oír a Eron decir esa afirmación la hizo sentir a Ashley realmente mal. Uno de los aspectos que más le gustaba de su hombre era que siempre defendía la idea de proteger y ayudar a los demás, algo que parecía estar perdiendo tras lo sucedido. La soldado se quedó impasible de puertas para afuera, pero en su interior sentía que su pareja había perdido en Ashant una parte importante de sus ideales.

    Sus pensamientos al respecto se vieron interrumpidos al oír unos golpes en la puerta del camarote.

    — ¿Quién es?

    — Fallon — Tras la identificación, hubo una breve pausa — ¿Puedo entrar?

    — Claro — Ash se aproximó a la puerta corredera para desactivar el cierre de seguridad — Adelante.

    El héroe thuniano entró con el permiso de Ripley, cerrándose la puerta tras él.

    El soldado pudo ver que Tanner se encontraba deprimido y dolido por la muerte de Jenner, algo que entendía al haber visto lo que pasó. No obstante, el humano quiso centrarse en la visita que tenía en la habitación, por lo que pareció volver en sí. La pareja se sentó en el borde de la cama mientras el thuniano hacía lo propio en uno de los sillones cercanos.

    — ¿Ocurre algo? — Ashley fue la primera en hablar, al suponer que podía haber algún problema.

    — Nada que yo sepa — Contestó Fallon con absoluta normalidad — He venido para hablaros del comandante Crane.

    — ¿Qué pasa con él? — Eron se mostró algo molesto al saber que ese sería el tema de la conversación — ¿Te ha mandado él?

    — No, he venido por mi propia voluntad — El thuniano quiso hablar con tranquilidad — Sé que los tres erais viejos amigos y no logro comprender porqué a día de hoy os habéis distanciado.

    — Quizá porque estuvo dispuesto a dejar a mi marido, su amigo, en el infierno de Verilia — La mujer contestó con un tono seco y contundente — ¿Qué te parece ese motivo?

    — Me parece comprensible, pero, ¿no le ha salvado esta vez en Ashant? — Fallon miró fijamente a Eron, queriendo hacerle ver eso — Yo estuve ahí y vi a Lill tenderle la mano para evitar que su destino siguiese al de Cia.

    — ¿Y eso cambia las cosas? — Ripley se enfureció más con eso — Debería ser él el que viniese a disculparse, solo así consideraré que ha enmendado su error.

    — Yo creo que deberíais ser vosotros los que vayáis a hablar con él — Las palabras del héroe thuniano sorprendieron al dúo humano — El comandante está aquí prácticamente solo, sin familia... vosotros os tenéis el uno al otro. Entiendo que él no quiera venir a hablar, porque se sentirá en inferioridad y siempre es difícil discutir con dos en vez de con uno.

    — Fallon, ve de una vez al maldito punto — Cansado de oírle, el hombre interrumpió la conversación — ¿Sugieres entonces que vayamos a hablar con él y arreglemos nuestras diferencias? ¿Es eso?

    — Exactamente, querido amigo.

    — Lo pensaré.

    Tanner no quiso seguir hablando sobre ese tema, por lo que se levantó del borde de la cama y se dirigió a la puerta para indicarle la salida a su compañero y subcomandante. Aceptando que estaba siendo echado del camarote, el thuniano se incorporó del sillón en el que estaba y se marchó por la puerta, ante la mirada seria y dubitativa de la pareja.

    Ambos se miraron entre sí durante unos segundos, momento en el que el hombre comenzó a desvestirse con lentitud, lanzando la ropa al sillón que ocupó un momento atrás el thuniano.

    — Voy a acostarme un rato — La expresión en el rostro de Eron denotaba agotamiento físico y mental — Estoy cansado de todo esto.

    [...]

    Uriow y Maya


    — ¿Ves? Así podrás apuntar mejor — El syleriano estaba enseñando a la médico a disparar, tal y como le prometió junto a Norman — Hay que sujetar el arma con firmeza y soltar el aire por la boca antes de disparar.

    — Creo que le voy cogiendo el tranquillo — La doctora Vega sonrió al verse capacitada — Un par de clases más y podré acompañaros en las misiones.

    — No sé que significa eso de 'tranquillo' — De brazos cruzados y sonriente, Uriow comenzó a negar con la cabeza — Y nada de eso, la práctica hace al maestro con el tiempo, no en un par de clases.

    — A sus órdenes, soldado Emmon.

    Maya se rió durante medio minuto al igual que el propio Uriow, momento en el cuál él tomó el arma de ella y la colocó en su sitio, un armario donde se alojaban la gran parte de armas de fuego para los exploradores. Había acabado la práctica de tiro para la humana tras una hora y media siendo guiada por los consejos del syleriano.

    Ambos se quedaron mirándose fijamente durante unos segundos, comprobando que estaban formando un vínculo especial entre ambos. No solo había sido esa clase, sino las breves charlas y cruces que habían tenido por la nave entre misión y misión. La médico consideraba al soldado alguien muy especial. Admiraba a los sylerianos en general, pero con Uriow era un aprecio total.

    No obstante, ese instante íntimo y complaciente para ambos con ese cruce de miradas se vio interrumpido por la acelerada llegada de la joven Hennessey a la armería. Uriow no comprendía qué hacía Iris allí pero Maya se lo imaginó al momento. No hicieron falta palabras para que la doctora supiese de qué se trataba su aparición apresurada allí.

    — Gracias por la enseñanza de hoy, Uriow — La doctora Vega le indicó a Iris que fuese delante.

    — Ha sido un placer, Maya.

    Emmon la vio marchar con cierta pena, no por haber terminado de estar con ella sino porque se daba cuenta de que había algo especial de por medio y le asustaba el hecho de que fuese humana. El syleriano siempre había mostrado su devoción por la humanidad e incluso trabajaba para Bárbara como alcaide en la prisión de la base Ío del cinturón de asteroides que rodea a Paraíso.

    Ahora no solo admiraba a la humanidad sino que tenía sentimientos, jamás vividos, por una humana.

    [...]

    Tyra, Norman y Brad


    El joven Williams se encontraba en el gimnasio de la nave, realizando una de sus rutinas de ejercicio diarias.

    Con la muerte de su compañera Cia aún rondándole por la mente, entre muchas otras cosas, el hombre seguía con su ejercicio específico de pecho. Ya llevaba varias series y repeticiones con la barra de treinta kilos cuando al terminar, vio la llegada de un compañero de expedición.

    — Hola — Al ver a Norman allí, Brad quiso saludarle y se aproximó — Pensé que no habría nadie a estas horas.

    — Yo vine por eso mismo.

    Norman contestó con cordialidad, pese a que ambos apenas se conocían, siendo únicamente por el combate clandestino que tuvieron en uno de los hangares de la base militar de Ciudad Anixis por el cuál sabían de la existencia del uno y el otro. Brad acomodó sus cosas en una de las máquinas próximas a su compañero, iniciando un calentamiento previo antes de ponerse a ello.

    — Debió ser duro ver a Cia morir — El joven Sanders quiso entablar conversación, aunque fuese con un tema tan delicado — Apenas llevo un breve tiempo aquí y ya se siente la presión.

    — Bueno, tú estás aquí por voluntad propia hasta donde yo sé — El joven Williams terminó su ejercicio y se secó la sudor de la frente con una pequeña toalla — Yo y otros hemos venido obligados por una causa mayor.

    — Lo sé, he leído los expedientes de todos — Brad proseguía con su calentamiento — Bueno, al margen de la causa por la que todos estén aquí, esta misión es más importante de lo que parece.

    — ¿Tú crees?

    — Oh sí, lo creo.

    — ¿Y qué te hace pensar eso?

    — Tío, solo tienes que ver los recursos que se han destinado a esto — El chico recién llegado señalaba a su alrededor, como si estuviese repleto de todo lo que necesitaban y más — El tema de los Anixis les interesa y mucho a los jefes.

    — Eso parece — Norman terminó con su ejercicio de pecho, por lo que se apartó de la máquina — Bueno Brad, ha sido un placer charlar contigo.

    — ¿Ya te vas?

    — He terminado mi rutina, amigo.

    — Entiendo, en ese caso, hasta luego Norman.

    — Hasta pronto.

    — Por cierto — Brad se volteó hacia su compañero con una media sonrisa, una vez finalizado su calentamiento — Quiero la revancha de nuestro combate.

    Norman sonrió al oír aquello. Sin dar una respuesta con palabras a Brad, el hombre simplemente asintió, marchándose del gimnasio de la nave.

    Tras haber terminado su rutina deportiva, el joven Williams se dirigió a su camarote para darse una merecida ducha con la intención de asearse y sobre todo quitarse la sudor de encima, no obstante, cuando vio pasar a la piloto Maxwell por un pasillo próximo, aceleró su paso hasta colocarse junto a ella.

    Tyra miró a su compañero con una expresión indiferente y extrañada.

    — Hueles un poco mal, Norman — La primera interacción de Tyra con su amigo no fue precisamente positiva.

    — Ya... vengo del gym — El tipo contestó con una obviedad — Tyra, ¿tienes un minuto?

    — Depende de para qué — La chica parecía estar distante con él.

    Cuando parecía que sería imposible mantener la conversación al mismo tiempo que avanzaban por el pasillo, el joven Williams tomó de una mano a la piloto Maxwell y con ese gesto la hizo detenerse en seco. La chica se quedó quieta y mirando fijamente al joven, cruzándose de brazos y revelando una expresión seria en su rostro.

    — Quería decirte que... siento lo último que ocurrió entre nosotros — Norman se mostraba realmente arrepentido — No debí actuar ni hablar como lo hice, sé que te hice sentir como un objeto.

    — Así mismo me hiciste sentir, idiota — Tyra mantuvo su expresión facial previa — Sé que fui yo la que te buscó, todo este tiempo ha sido así, pero tu trato hacia mi desde que te saqué de esas peleas clandestinas ha sido una auténtica basura.

    — Y por todo eso te pido perdón, de verdad — Williams sorprendió a la chica al tomarla de ambas manos — Te prometo que eso va a cambiar.

    — Norm, ¿qué quieres con todo esto? — La piloto no entendía porqué él hacía todo aquello.

    — Verás, Tyra, ya sé lo que te dije y quiero ser sincero contigo — En mitad de aquel pasillo, Norman quiso revelarle algo a la joven — Te dije que no podíamos hacerlo más porque me gusta Iris.

    — Lo sabía — Visiblemente afectada por recibir esa noticia, Tyra siguió andando — No debes disculparte, pero no te vuelvas a acercar a mí.

    — ¡Tyra!

    — ¡Déjame en paz!

    Sin querer dejar las cosas en ese estado, el joven Williams volvió a acelerar el paso nuevamente hasta posicionarse otra vez al lado de la piloto, quién tenía los ojos humedecidos al procesar esa revelación de su amigo y compañero. Aquello fue la confirmación para Norman de que Tyra tenía sentimientos más profundos por él de lo que parecía en un principio.

    — Me dijiste que seguiríamos siendo amigos tras eso, no sabía que tú... — El hombre se mostró cabizbajo — Lo siento, Tyra, de verdad.

    — No quiero hablar más de este tema — Maxwell se secó la primera lágrima en salirle — Como comprenderás, necesitaré tiempo para aceptar esto.

    — ¿Por qué nunca me dijiste nada? — Norman se refería a los sentimientos que ella tenía hacia él — La realidad es que tú a mi también me has hecho sentir genial, pero en aquel entonces pensaba que tú y Lynx...

    — ¡Yo y ese tonto nunca tuvimos nada! — Exclamó la chica con cierto enfado — Lynx es como un hermano para mí, ya sabes que él me dio un propósito cuando yo no tenía nada... Nos seguíamos el juego siempre, pero nunca tuve sentimientos reales por él.

    — A mí me parecía otra cosa, probablemente malinterpreté la situación.

    — Como siempre haces, Norm, como siempre.

    — Tyra, yo...

    — No quiero seguir hablando sobre nosotros, solo déjame decirte algo y es que creo que llegas tarde.

    — ¿Qué significa eso?

    — Parece que Iris y Lynx sienten algo más que un vínculo amistoso entre ellos — Con algo de rencor en su tono de voz, la joven Maxwell quiso sembrar la semilla de la duda en la mente de Williams — Les vi abrazarse hace poco tras la llegada de ella a bordo. Y él ya no se muestra como el arrogante y mal hablado que siempre ha sido.

    — ¿Cómo...? — Norman estaba impactado al oír eso de boca de su amiga.

    Tyra se volteó por última vez hacia su compañero de equipo, decidida a seguir su camino.

    — No sé que le veis a esa chica, pero espero que no seáis lo suficientemente estúpidos como para pelear por ella.

    [...]

    Caelum, Halisha, Yak, Eniar y Dhejam


    — Es realmente fascinante.

    El ingeniero y científico Pallow señalaba unas gráficas en una pantalla holográfica ante la vista de Quetaryan, Eniar y Dhejam.

    Su compañera de laboratorio, la científica Landom, se encontraba justo a su lado. Ambos fueron preguntados al respecto sobre las muestras y pruebas que recogieron de la superficie de Ashant, por lo que los dos especialistas decidieron dar explicaciones.

    — Como podéis ver, la comparativa entre muestras es concluyente — Halisha parecía dirigirse a un público mayor pese a ser unos pocos — Ashant, a diferencia de Verilia, sí era igual en su pasado.

    — Entonces, ¿ese clima tan tormentoso forma parte de su ciclo vital? — Sorprendido por ello, Dhejam se planteaba sus preguntas — ¿Es un mundo caótico por naturaleza?

    — Se podría afirmar que sí, amigo thuniano — Caelum contestó a las preguntas con la particular forma de hablar que solía caracterizarle — Hay muchos extraños ahí fuera, pero no todos fueron corrompidos. A veces, los planetas son simplemente así de peligrosos.

    — Bueno, al menos con esto se descarta la teoría de que los Anixis se dedicasen también a manipular planetas, entre otras cosas — Yak era uno de los pocos en la tripulación que no endiosaba a los Anixis — Suficiente hicieron con Xhander y Paraíso.

    — Y con Virm — Eniar entró en escena pese a estar callada durante toda la exposición científica — Mantener una colonia con oxígeno fabricado en un planeta gaseoso no es algo que pueda hacer ninguna de las especies.

    — Pese a todas esas espectaculares obras de la ingeniería y la ciencia, las cuáles desafían prácticamente toda lógica... — El syleriano rodeó la mesa en la que estaban apoyados sus compañeros — Lo único que encontramos nosotros son archivos y registros en planetas cuanto menos raros.

    — ¿Encontrar un arca de grandes dimensiones varada en mitad de un océano te parece poca cosa? — El neoniano le contestó con una pregunta — Parece que tu curiosidad es cada vez más inquieta, compañero.

    Los cinco presentes en el laboratorio de la Nolartis decidieron abandonar la sala tras una interesante exposición por parte de los dos científicos sobre lo que fueron las condiciones de Ashant en el pasado y su naturaleza como planeta. Los primeros en irse fueron Eniar y Dhejam, para después ver como Caelum hacía lo propio y se quedaba a solas la pareja neoniana.

    Ambos se fundieron en un apasionado beso que fue rápidamente cortado por la propia Halisha, que indicó con la mirada que debía terminar de recoger. Yak asintió, viendo que efectivamente, las mesas debían ser ordenadas tras los experimentos y pruebas realizados.

    Mientras limpiaban y organizaban el lugar, los dos compañeros y amantes decidieron conversar para hacer más ameno ese rato.

    — Veo que Caelum sigue pensando que es el jefe — Al neoniano no le hacía gracia que el syleriano se hubiese marchado sin recoger — ¿Tampoco se quedaba a recoger en el OCVD?

    — En absoluto, nunca ha sido un tipo dispuesto a ayudar — La científica contestó con resignación — Es así en esto y en muchas cosas más, diría que es un insoportable, pero es probablemente el tripulante más inteligente de esta nave.

    — No, yo diría que Oda le supera — Quetaryan alzó la vista al techo, consciente de que la IA contestaría — ¿Verdad, Oda?

    Al ser una IA de avanzada tecnología, mis conocimientos no dejan de expandirse a una velocidad muy superior a la de un ser orgánico.

    — ¿Ves, querida Hal? — Yak se giró hacia su mujer, sonriente — Eso es un sí, claramente.

    Landom esbozó una sonrisa pícara mientras terminaba de recoger una de las mesas, al mismo tiempo que Quetaryan soltaba varias carcajadas al respecto. La pareja neoniana llevaba ya años consolidada y ambos se nutrían de todo lo que necesitaban, logrando así añorar cada vez menos la felicidad pasada.

    Pese a la muerte de su compañera Cia, sabían que debían seguir con sus vidas. Su forma de recordarla era hacerle ver que pese a lo malo, seguirían riendo.

    [...]

    Oda


    La jornada de descanso que el comandante Crane dio al resto de la tripulación tras la misión de Ashant terminó.

    La hora fijada para la reunión que determinaría el conocer su próximo destino llegó y con ella la explicación detallada de la inteligencia artificial de la nave. Una vez toda la tripulación estaba presente —exceptuando a West, quién se recuperaba de sus dolencias en la enfermería, algo de lo que ya todos eran conscientes— en la sala de reuniones, Oda tomó la palabra.

    Su voz un tanto femenina y verdaderamente robótica comenzó a proyectarse por los megáfonos instalados en las esquinas altas de la sala.

    Tercer planeta: Bildsh. Sistema: desconocido. Rotación a su sol: 52 días de 12 horas, ubicado en la zona habitable. Condiciones climáticas: temperatura tropical de entre 18 y 32 grados célsius, formación de selvas frondosas y extensas; posible vida vegetal y animal. Es el cuarto mundo marcado en la ruta Anixis y los datos sustraídos de la arca Anixis varada en Ashant han revelado que podrían haber Anixis vivos en el planeta. Se recomiendan medidas extremas de seguridad en la superficie; posibilidad de encuentro hostil con fauna salvaje, los Veerham o contacto con Anixis. Duración estimada del viaje: dos meses. Se recomienda a la tripulación inducirse a la criogenia.
     
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    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

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    Saludos, amigo. Paso a comentar el capítulo de esta semana. Ha sido más relajado que el de la semana anterior, pero no por eso ha disminuido la tensión.

    Cuando el arca Anixis o lo que quedaba de ella, se precipitaba contra el suelo, las lanzaderas han entrado y se han puesto a salvo, y minutos después, Lio y Sun lograron hacer lo mismo, poniéndose a salvo y dejando en Ashant y en Verilia un saldo de un solo tripulante muerto. Viendo la descripción del final de Bildsh, tengo el presentimiento de que en el próximo mundo vamos a tener más de una baja, hora de rezar para que no sea uno de mis favoritos :(

    Paso a comentar los puntos de vista diferentes que vemos en el capítulo.

    Por parte de Lill, se le nota el cansancio en las misiones, pero al menos en esa oportunidad, se ha podido dar la chance de salvarle la vida a uno de sus compañeros. Aunque la muerte de Cia lo ha afectado tanto a él como a Bar al momento de que ella recibió la noticia. Imagino que para la líder humana, saber que una de las personas en quien más confiaba, y a quien convenció de ir a la misión, perdió la vida, fue un golpe duro. Y más lo sería para Ender y Kendall, quienes podrían quedar muy abatidos por la noticia de que una de las mujeres presentes en su vida ya no está.

    En la enfermería, Lynx tuvo su ligero desquite con West por sentirse engañado al pensar que el ingeniero lo quería como aprendiz pero en realidad era un simple sustituto. Entiendo que West podría haber desconfiado de él, puesto a que él en su momento era un criminal que buscaba dedicarse a robar información, pero algún pequeño indicio podría haberle dejado. Se entiende levemente su enfado para con él. Cuando el chico quiere abandonar la sala tras la llegada de Lio, Sun y la chica que lo tiene flechado, es Iris quien lo detiene, y ahí se ve que los dos están teniendo una atracción sin igual. Increíble para Lynx que la chica lo encuentre interesante, apuesto y que no viera intenciones aprovechadas de él en su aproximación al ir a consolarla cuando Lio estaba desparecido. La chica le propone que no se metan en criogenia para así poder conocerse mejor, y él lo acepta. Tengo muchos deseos de ver que resulta de ahí XD.
    Y sobre la charla de Lio y Sun, creo que al fin estoy en condiciones de admitir que Sun está yendo por el buen camino. Ya en la parte VII, cuando vi que ella quería ayudar a detener el escape de las presas, le vi interés en ir por el buen camino, pero es ahora que ha mantenido una verdadera concordancia entre sus palabras y sus acciones, y parece que Lio está convencido de que ha cambiado. Imagino que tras ver que ella se fue para unirse a Deon en su momento, lo de ahora es una prueba de peso para él de que ella quiere cambiar. Me alegro de ver eso, porque con la ausencia de Cia, Ender y Kendall necesitarán ayuda. Ya veremos si ella se une a los dos al finalizar la misión, si es que está presente entre los tripulantes que se salvan.

    Y cuando vemos a Ashley hablar con Eron, se ve que lo que siente el ex subcomandante, es el efecto totalmente opuesto. Al principio de la misión, Eron se dedicó a salvar a Khael mientras que Sun huyó, y ahora mismo, Sun está decidida a ayudar a todo el mundo mientras que Eron ya no lo tiene tan claro. Me parece muy interesante el contraste entre ambos, pero yo creo que no hay que irse tanto a los extremos. Que todo debería tener un punto medio. Salvar a todo aquel que se pueda salvar, y dejar atrás a quien ya no tenga oportunidad. Pero claro, yo lo digo desde la comodidad de mi silla y mi teclado XD. Hay que estar ahí. Me gusta que Fallon, quien es el que mejor se lleva con ellos dos, les haya dicho que Lill posiblemente se atormente por lo que hizo y por no tener a su familia con él. Pero ellos se tienen el uno al otro. Siento que ellos deberían de intentar hacer las pases de manera definitiva con él, para tratar de enmendar las cosas entre ellos, que fueron hermanos en algún momento. Me preocupa el hecho de que la relación de Ashley y Eron pueda peligrar, puesto a que todo parece indicar que ella lo está empezando a ver diferente.

    Cuando se da la charla entre Uriow y Maya, vemos que ella y él están teniendo una afinidad que está yendo más allá de lo profesional y que el propio syleriano siente dudas de que esté sintiendo lo correcto por alguien de otra especie. Sin dudas, un momento Mass Effect, aunque admito que me da un poco de incomodidad el habermelos imaginado juntos XD.

    Norman y Brad, pese a que solo interactuaron una vez (o dos, pero la segunda fue pequeña) y que esa vez fue una pelea, parece que no tienen rencores del pasado. El ex campeón le pide a su compañero una revancha, e imagino que se preparará para tener una pelea con él. Me da gusto ver que se traten como rivales pero en el aspecto sano, y que no es una obsesión insana o tóxica para poder demostrar su hombría o compensar su orgullo caído. Cuando Norman sale de entrenar, se encuentra con Tyra, que ha demostrado que incluso en el futuro o en rincones lejanos del universo, Shakira sigue estando presente XDDDDD. Fuera de bromas, la chica realmente le ha pegado donde más le duele. Le dijo que aunque puedan ser amigos, no lo quiere ver más cerca de ella, y hasta incluso ha dicho que Norman parece ir a ritmo lento puesto que Iris y Lynx parecen haberse enrollado y llevarse bien. Creo que Brad estaba en el sitio equivocado, si quería derrotar a Norman, tendría que haber escuchado a Tyra dándole su "Tyradera" XDDD. Okno, chiste malo :v

    Por último, vemos que los científicos logran demostrar que Ashant se ha mantenido como lo que era, un planeta donde las tormentas están a la orden del día, y las olas gigantes lo vuelven un escenario más peligroso. Por más que este planeta se haya abandonado, yo creo que todavía no hemos descubierto todo lo relevante del mismo. Me pregunto por qué los Anixis querrían evacuar a los suyos a ese mundo para escapar de los Veerham. ¿Acaso tenían algo para sobrevivir a tormentas mortales y esperaban usarlo a su favor contra los enemigos? Otra pregunta más, que espero tenga respuesta. Tras haber dejado las cosas, Caellum se marcha de la sala como si la puta nave fuera suya, y aunque Yak me caiga mal, tengo que darle la razón cuando dice que ese tipo es insoportable. Que pena que no le haya caído un rayo a él cuando estaban en Ashant. Lo peor es que no quiero que se muera, solo que cambie su actitud tan hdp. Como quisiera que se hubiera animado a irse al torneo y que lo pusieran en su lugar :pikaface:

    Y en lo último del capítulo, se nos tira la información de que Bildsh parece ser un planeta donde hay altas posibilidades de que aparezcan seres vivos, ya que todo parece indicar que o bien Anixis o Veerham (o por qué no ambos :osha: ) puedan estar allí para recibirlos. Bueno, si alguna de las dos especies están ahí y resultan ser hostiles, que alguien les diga que Caellum insultó a sus madres XD.

    Y eso es todo por esta semana. Me está encantando esta parte. Dos mundos llenos de peligro y una muerte en cada uno, y todo parece indicar que en el siguiente, podríamos estar cara a cara con un sitio peligroso donde eso podría cambiar. Espero con ansias la semana que viene para ver como siguen las aventurillas del grupo de la Nolartis. Y que empiecen a llevarse mejor. Creo que el aspecto de la criogenia ayuda a que no se vean afectados por el paso del tiempo, pero también puede contribuir a que solo interactuen en misiones y eso tense mucho las relaciones. Quizá deberían tomar una página del libro de Iris y Lynx y probar no criogenizarse tras salir de Bildsh.

    Eso será todo por hoy. Ha sido una fantástica lectura en simultáneo por Discord, una más a la colección. Será hasta la semana siguiente. Un abrazo y cuídate mucho :cynda:
     
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    Manuvalk

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    Decimocuarto capítulo de esta octava parte de Los Viajeros ya disponible. Publico un día antes de lo previsto porque el día de mañana quiero hacer otras cosas XD. Tan solo diré que tras este y el próximo capítulo, las cosas se van a poner muy pero que muy interesantes. El capítulo de hoy será exclusivo de unos pocos personajes y el siguiente a este tratará sobre aquellos que están en casa, a los que hace tiempo que no vemos. Ahí lo dejó. Agradecer como siempre a mi gran amigo Reydelaperdicion por su cariño hacia la historia y por esas tan apreciadas leídas en simultáneo que hacemos por Discord, pues son grandes tardes. Sin más que añadir, disfrutad.




    El tercero en discordia







    Tripulante: Iris Hennessey Burns
    Edad: 19 años
    Función: explorador
    Estado: durmiente (restan 57 días para el despertar programado)

    ¿Desea despertar a éste miembro de la expedición?
    Sí / No


    Cuando Lynx accedió a ello, la cápsula criogénica en la que se encontraba la chica comenzó a moverse, sobresaliendo brevemente de la pared donde estaba anclada.

    El ruido que hacían los engranajes era mínimo pero aunque fuese lo contrario no importaba, pues el único que estaba despierto en aquel momento era el propio Herswood. Tal y como habían acordado ambos, se quedarían despiertos una vez toda la tripulación se fuese a dormir durante dos meses de trayecto, pudiendo ellos disfrutar de la soledad de la nave para conocerse mejor.

    El informático decidió esperar a dormirse el último de todos, programando su despertar para el día siguiente. Así, llevaba tres días despierto y completamente en soledad, explorando todos los entresijos de la Nolartis e intercambiando pensamientos con Oda, quién se encargaba del manejo y seguridad de la nave durante el letargo de los miembros de la expedición.

    Una vez se sintió preparado, el chico decidió despertar a Iris, quién ya abría sus ojos y lo primero que veía era al joven.

    — Hola — Lynx sonrió al verla despertar poco a poco — ¿Qué tal has dormido?

    — Como siempre que entramos en una de estas cápsulas, supongo — La joven Hennessey acostumbraba sus ojos a la luz artificial — ¿Cuántos días han...?

    — Tres días — Contestó él con normalidad — Quería hacer unas cosas antes de despertarte.

    — ¿Qué cosas?

    — Ya lo verás.

    Ayudada por el joven Herswood, la chica se fue incorporando una vez fuera de la cápsula, la cuál volvió a su sitio tras cerrarse. Los dos miembros más pequeños de la expedición se dirigieron al comedor de la nave, donde a ella ya le esperaba una comida recién hecha y un ambiente acogedor con unas velas aromáticas.

    — Wow, huele muy bien aquí — Iris se sorprendió cuando sus fosas nasales detectaron un plácido olor a vainilla, proveniente de las velas — ¿Lo has hecho tú?

    — ¿A ti qué te parece? — Lynx la invitó a sentarse delante del plato de comida — Y también he cocinado eso.

    — ¿Qué es?

    — Pruébalo.

    Hennessey clavó su tenedor en lo que parecían ser unos tallarines hechos con otro tipo de pasta, lo que confundió inicialmente a la chica.

    Sin embargo, al probarlo, pudo comprobar que se trataba de algo muy bueno. Su sabor y textura se podía percibir perfectamente en el paladar, algo que estaba deleitando a Iris, aunque el hambre tras salir del despertar tuviese parte de la culpa.

    — Realmente no es ningún misterio, es pasta con especias y una salsa de crema de champiñón. Una receta clásica de mi madre — El joven quiso dar una explicación — Aunque tiene mi toque personal: la pasta es neoniana. Descubrí que es mucho más exquisita que nuestra pasta.

    La ahijada de Lio apenas escuchaba a su compañero e interés amoroso debido a que estaba disfrutando bastante la comida.

    En cinco minutos no quedó ni rastro de la pasta en el plato, momento en el que Lynx le indicó a Iris que le siguiera. Ambos se tomaron de la mano y él la guiaba a ella por uno de los pasillos, el cuál tenía varios pétalos de rosa artificial mostrando el camino a seguir como si de migas de pan se tratase.

    Iris no podía estar más asombrada y encantada con el trato que estaba recibiendo por parte de Lynx, quién quería demostrarle a la chica, con todo eso, que sus sentimientos eran verdaderos. El camino de rosas llevó al dúo hasta el puente de mando, el cuál tenía el ventanal más grande y amplio de toda la nave.

    En medio de la sala se encontraban dos cómodas hamacas con una pequeña mesita en el centro que contenía una vela y dos copas.

    — Lynx, ¿de dónde has sacado todo esto?

    — Te sorprendería las cosas tan cotidianas que hay en los almacenes de suministros.

    El tipo le indicó a la chica que se tumbara en una de las hamacas mientras él hacia lo propio en la otra. Ambos tenían la vista perfecta de un cielo estrellado y el silencio que otorgaba estar en mitad del espacio exterior.

    Herswood tomó su copa, la cuál ya estaba llena, y la alzó a modo de brindis. Hennessey hizo lo propio con una sonrisa de oreja a oreja.

    — Por conocernos mejor aquí, en mitad de la nada y rodeados de estrellas que nunca volverán a ser las mismas.

    — Por eso.

    Los dos jóvenes hicieron el brindis con sus copas, que contenían un licor suave que el informático había tomado del almacén de suministros no esenciales. Para Iris, el momento no había hecho más que comenzar, especialmente cuando sin decir nada, Oda puso música.

    La melodía de la canción era suave, sensual e íntima y daba un toque más a la situación, convirtiéndola en algo más que una simple cita para conocerse.

    "I'll keep you safe in this arms of mine..."

    — ¿En serio? — La joven Hennessey comenzó a reírse, visiblemente avergonzada y nerviosa — Estás increíblemente loco, Lynx Herswood.

    — ¿Te gusta? Espero que sí — Lynx se mostraba muy contento al verla reír — Nunca te he visto reír así desde que nos conocemos.

    "...hold on to me, pretty baby, and you'll see"

    — Me encanta, sin duda, aunque no me esperaba nada de esto — Iris le dio un gran sorbo a su copa — ¿Has convencido a Oda para esto?

    — Desde luego que sí, es mi cómplice — El joven Herswood sonrió y alzó la cabeza — ¿Verdad que si, querida Oda?

    Así es, Lynx — La IA de la Nolartis confirmó el presentimiento de Iris y la revelación de Lynx — Todo sea por contribuir al bienestar de la tripulación.

    "I can be all you need"

    Ambos se miraron fijamente con las copas en la mano y solo un metro de distancia entre ambos. Sus dos manos libres se entrelazaron y sin dejar de mirarse, se aproximaron el uno al otro hasta fundir sus labios en un beso lento y lleno de un amor que florecía cada vez más.

    Toda esa escena estaba siendo vista con seriedad por Norman desde la entrada al puente de mando, quién se despertó incluso mucho antes de que lo hiciera Lynx, escondiéndose de él para pasar tiempo a solas y sin saber el porqué estos habían hecho lo mismo, hasta ese preciso instante.

    [...]

    El joven Williams fue el último en entrar en criogenia, percatándose de que un momento antes, su compañero Herswood había reprogramado su cápsula. No le hizo falta pensarlo mucho y terminó por deducir que se había cambiado la fecha del despertar, por lo que intrigado al respecto, el hombre hizo lo propio. Norman reorganizó sus datos para despertar el primero y lo más pronto posible, algo que así sucedió.

    La Nolartis estaba completamente vacía, silenciosa y con las luces apagadas para ahorrar energía. Oda se encargaba de que todos los sistemas se mantuviesen en orden y de que la nave siguiese el rumbo indicado hasta Bildsh, el próximo mundo que visitarían. Frente uno de los amplios ventanales laterales que tenía la nave, el joven Williams quedó absorto en sus pensamientos al mismo tiempo que observaba el firmamento.

    Toda la conversación mantenida con Tyra sobre sus sentimientos por ella pero también su atracción por Iris, la propia misión en sí y los traumas del pasado que comenzaban a aflorar cada cierto tiempo, tenían al hombre en un estado de desasosiego en aquel instante; el recuerdo de los días en los que la Tierra se preparaba para la inminente invasión Rhajik al sistema solar y la AFE estaba evaluando al joven Norman para ser explorador.

    — ¿Qué te han dicho?

    Lynx se encontraba frente a Norman, sentados en la terraza de una cafetería y ambos con una taza de café en sus manos.

    La gran plaza previa al edificio de La Unión se encontraba justo delante y el tránsito de la gente era debido no solo a la zona en sí, sino también a una gran estatua del primer comandante y explorador espacial, en ese entonces representante de Marte, el señor Jefferson Stagger.

    El monumento convertía el lugar en un atractivo turístico y de ahí la afluencia de personas.

    — Que mis pruebas físicas son excelentes, pero psicológicamente muestro tendencia a actuar de manera emocional debido a un trauma infantil.

    Williams dio un sorbo a su taza de café y la dejó sobre la mesa con fuerza, salpicando un poco. Su amigo vio ese gesto y supo que el disgusto por la noticia seguía vigente en él, por lo que trató de animarle y ayudarle a encontrar una solución.

    Herswood presuponía que lo del "trauma infantil" hacía referencia a lo que significó para Norman irse de casa de sus padres porque estos no le entendían.

    — ¿Sabes? Siempre hay una alternativa — Lynx dio un suave sorbo de su taza y la dejó con calma, a diferencia de su amigo.

    — No quiero hacer trampas, Lynx.

    — Pero sabes que no te dejaré tirado — El joven Herswood lo miraba detenidamente — Nunca lo haré.

    — Lo sé, hermano — Norman asintió, mostrando una tímida sonrisa — Y por mi parte es igual.

    — ¿Entonces?

    — Me han denegado graduarme en la AFE, ya está — Williams quiso darle otro sorbo a su café, pero se percató de que ya estaba vacío — Además, después de saberlo, lo he dejado.

    — ¡¿Por qué?!

    — No quiero saber nada más del tema.

    — ¡Oh, vamos Norman! — Herswood se incorporó de su silla, haciendo aspamientos con los brazos — ¡No puedes rendirte sin más!

    — No me he rendido, he fracasado.

    — Tu expediente no dirá lo mismo cuando lo vuelvan a leer los psicólogos de la AFE — Volviéndose a sentar y con una sonrisa en su rostro, Lynx se acercó a su amigo — Verán que ha sido un error técnico y admitirán tu expediente al verlo apto.

    Ambos se percataron de la presencia de tropas del ejército de La Unión en la zona, desplegadas para mantener el orden y a la espera de más información, mientras varias naves salían de la pista de su base y se alzaban en el cielo, proyectándose al espacio hasta desaparecer, lo que presagiaba que los Rhajik ya habían sido detectados en el sistema.

    Los dos amigos volvieron a la conversación que estaban manteniendo.

    — Te he dicho que no quiero hacer trampas.

    — Y yo te he dicho que no te dejaré tirado nunca.


    [...]

    — ¿Norman? — Sorprendido, el joven informático se quedó mirando a la entrada del puente de mando, donde se hallaba su compañero — ¿Qué haces despierto?

    — Podría preguntaros lo mismo — La respuesta de Williams fue dicha en un tono realmente serio, mientras se aproximaba al dúo — Esto no está bien.

    — No estamos haciendo daño a nadie — Iris contestó a la defensiva — Y tú no eres quién para decir nada, no te ofendas.

    Norman frunció el ceño al oír hablar así a Iris, aunque no quiso reprochárselo.

    Ahora, la situación se había tornado algo incómoda y el silencio tan solo era roto por la música que se reproducía por los altavoces de la sala. Iris y Lynx se incorporaron de sus hamacas, mostrándose auténticamente molestos con la actitud tan vacilante de su compañero de expedición, quién se mantenía ante ellos.

    — ¿Quieres algo? — Herswood no se andó con rodeos, confrontándolo.

    — No, solo he venido por el ruido y he descubierto lo que tenéis entre vosotros — Visiblemente afectado, Williams negaba con la cabeza — Yo pensé que...

    — ¿Qué? — La chica quería oírlo.

    — Estoy hecho un lío — Norman se sinceró con sus dos compañeros — Me siento atraído por Iris, pero también tengo sentimientos hacia Tyra.

    Tanto el joven Herswood como la joven Hennessey intercambiaron miradas muy expresivas, antes de volver a centrarse en el joven Williams. Nuevamente, el silencio incómodo volvió hasta que uno de los tres lo deshizo.

    — ¿Y a qué viene ese dato? — Lynx estaba cada vez más molesto y contrariado — Si tenías dudas al respecto, creo que esto ya debe habértelas aclarado, ¿no crees?

    — Sí, claro — Norman no quiso enturbiar más la situación — Iris te ha elegido a ti y Tyra me desprecia.

    El hombre comenzó a retroceder al mismo tiempo que recordaba la conversación que mantuvo con la piloto Maxwell el día anterior a entrar en criogenia. Conforme se alejaba de Lynx e Iris, una mezcla de sentimientos le provocaban un nudo en la garganta. La rabia de que nada le saliese bien y de que otros fuesen felices a su costa no hacía más que alimentar su odio.

    — Me dijiste que seguiríamos siendo amigos tras eso, no sabía que tú... — El hombre se mostró cabizbajo — Lo siento, Tyra, de verdad.

    — No quiero hablar más de este tema — Maxwell se secó la primera lágrima en salirle — Como comprenderás, necesitaré tiempo para aceptar esto.

    — ¿Por qué nunca me dijiste nada? — Norman se refería a los sentimientos que ella tenía hacia él — La realidad es que tú a mi tambíén me has hecho sentir genial, pero en aquel entonces pensaba que tú y Lynx...

    — ¡Yo y ese tonto nunca tuvimos nada! — Exclamó la chica con cierto enfado — Lynx es como un hermano para mí, ya sabes que él me dio un propósito cuando yo no tenía nada... Nos seguíamos el juego siempre, pero nunca tuve sentimientos reales por él.

    — A mí me parecía otra cosa, probablemente malinterpreté la situación.

    — Como siempre haces, Norm, como siempre.

    — Tyra, yo...

    — No quiero seguir hablando sobre nosotros, solo déjame decirte algo y es que creo que llegas tarde.

    — ¿Qué significa eso?

    — Parece que Iris y Lynx sienten algo más que un vínculo amistoso entre ellos — Con algo de rencor en su tono de voz, la joven Maxwell quiso sembrar la semilla de la duda en la mente de Williams — Les vi abrazarse hace poco tras la llegada de ella a bordo. Y él ya no se muestra como el arrogante y mal hablado que siempre ha sido.

    — ¿Cómo...? — Norman estaba impactado al oír eso de boca de su amiga.

    — No sé que le veis a esa chica, pero espero que no seáis lo suficientemente estúpidos como para pelear por ella.


    Conforme el recuerdo de dicha conversación le sobrevino a la cabeza, el joven Williams dio media vuelta y, corrompido por la frustración, atacó a Herswood.

    La chica solo pudo observar como Norman le propinaba un puñetazo en el rostro a Lynx, lo que hizo que éste cayese de espaldas sobre la hamaca y se rompiese. Las copas medio llenas de licor se precipitaron de la mesa al suelo, desparramando el líquido por el puente de mando.

    — ¡¿Pero qué diablos haces?! — Hennessey se encaró con su agresivo compañero, empujándolo — ¡¿Qué mierda te pasa?!

    — Lo que siempre le ha pasado — Incorporándose mientras se quitaba la sangre del labio, Lynx lanzó un dardo verbal a su antiguo amigo — Es un desequilibrado.

    — ¡Cierra la jodida boca!

    Furioso al escuchar aquel hiriente comentario del informático, Norman se lanzó nuevamente a golpearle. Sin embargo, esta vez su rival estaba prevenido y esquivó la embestida de su agresor para rápidamente usar sus habilidades de pelea y asestar un golpe seco en la nuca.

    Williams se vio sorprendido por ese impacto, el cuál fue directo a una zona vulnerable que terminó por dejar al hombre inconsciente. La pelea había terminado apenas comenzaba.

    — ¿Se pondrá bien? — Viendo que Norman yacía tirado en el suelo sin mostrar signos de estar despierto, Iris se preocupó un poco.

    — Sí, le he golpeado donde debía para neutralizarle — Lynx lanzó un suspiro de resignación mientras le tomaba por las piernas — Ayúdame a meterlo de nuevo en su cápsula criogénica.

    Sin pensárselo, la joven Hennessey tomó de los brazos a Norman y junto al joven Herswood lo arrastraron desde el puente de mando hasta la sala de criogenia, donde lo metieron en su cápsula y programaron su despertar para el mismo día que el resto de la tripulación.

    Ambos se quedaron viendo como la cápsula de Williams se introducía en la pared para mayor seguridad, al igual que con las demás.

    — ¿A qué te referías con que es un desequilibrado?

    La pregunta de Iris, quién se encontraba cruzada de brazos, generó en Lynx un recuerdo que compartía con el propio Norman y que demostraba que sus palabras no eran inventadas pese a ser malintencionadas.

    [...]

    — Tranquila Tyra, todo habrá terminado pronto.

    — ¿Cómo puedes estar tan seguro?

    — No lo sé, simplemente lo estoy.

    — Debes tener alguna razón.

    — No la tengo, es pura intuición.

    Lynx se encontraba sentado frente a su computador, ubicado en un escritorio el cual estaba repleto de papeles, una pequeña impresora y varias latas de refresco terminadas.

    Su habitación era realmente pequeña, teniendo el espacio justo para dicho escritorio, una cama y un armario. El joven Herswood compartía piso con el joven Williams y con otros cuatro que apenas podían subsistir con sus ganancias.

    — Pues espero que tu intuición esté acertada — La joven Maxwell contestó a través de la videollamada que estaba teniendo por el ordenador con su amigo — Los reportes informan de que los Rhajik han atacado la base científica de Plutón y se aproximan a Marte, Ceres y la Luna.

    — Tu transporte llegará pronto — El chico quiso tranquilizarla al respecto — No llegarás a verlos.

    — Si atacan la Tierra, los veremos.

    — No lo lograrán, estoy seguro de que no han enviado un auténtico ejército. Esto debe ser una avanzadilla para testear nuestra capacidad de respuesta.

    — Si tú lo dices... — Tyra se tomó una pausa — Me voy a ir a dormir, tu lanzadera llegará en unas horas.

    — Hazlo, descansa — Lynx le guiñó un ojo — Buenas noches, Tyra.

    — Buenas noches, Lynx.

    La videollamada se cerró en la pantalla del portátil de Herswood y esto reveló una pestaña abierta tras la llamada.

    El chico prosiguió donde lo dejó, resultando ser aquello el expediente académico de Norman y las notas psicológicas respecto a su graduación denegada para formar parte del ejército de La Unión. Conforme leía, el informático entendía todo.

    "...el alumno de exploración, Norman Williams, posee unas cualidades excepcionales para el reconocimiento del terreno y de la situación en la que se encuentre, sin embargo..."

    "...no podemos obsequiarle con la graduación en la AFE debido a sus altos índices de conducta agresiva entre sus compañeros y con él mismo. Norman ha demostrado tener un carácter templado hasta el punto en el que nada sale como él quiere, en ese momento..."

    "...tiene un físico apto para el desempeño laboral en el ejército de La Unión pero mentalmente es inestable y las normas son claras al respecto..."

    "No podemos darle un arma y reposar nuestra seguridad sobre alguien así de inestable. Es por ello que denegamos la graduación del joven Norman Williams y le instamos a que realice terapia psicológica para postularse al puesto en el futuro si así lo desea..."

    — Joder, amigo mío... — Lynx leía todo el informe con la boca abierta — Ya sabía que eras un tipo difícil desde que nos conocimos, pero esto es complejo.

    Una vez terminado de leer el expediente académico de su compañero y amigo Norman, el informático decidió apagar el ordenador y tumbarse en la cama, con la mirada perdida en el oscuro techo.

    La luz de la calle se filtraba por la cortina y dibujaba siluetas en la pared que mantenían pensativo a Lynx, quién estaba dispuesto a editar el contenido de ese informe, pero que no lo haría tras la petición de su amigo y la gravedad del caso.


    [...]

    — Es un buen tipo, es solo que además de lo que me hizo... — Lynx hacía referencia a la supuesta traición de Norman tanto a él como a Tyra, la cual no era cierta pese a él creer que sí — Cuando la situación es muy estresante y nada sale según lo planeado para él, se vuelve alguien irascible.

    — Lynx, ¿tú crees que Norman pueda ser un peligro para alguno de nosotros o para la misión? — Al oír aquello, Iris pensó en lo peor.

    — Lo dudo mucho, él no es un psicópata — El informático comenzó a andar en dirección a la salida de la sala de criogenia junto a la chica — Pero en algún momento podría decidir por su cuenta y actuar conforme él crea sin importar los demás o la misión en sí.

    — Entonces es nuestro deber mantenerlo vigilado — Iris tomó de la mano al joven, haciendo que éste la mirase a los ojos — Lo sabes, ¿verdad?

    — Lo sé y lo haremos — Lynx asintió, aproximándose a los labios de ella — Mientras tanto, aprovechemos el tiempo que tenemos antes de que despierten.

    Los dos jóvenes enamoradizos se abrazaron mientras se daban un apasionado beso, encontrándose en una Nolartis solitaria y silenciosa, la cual surcaba un espacio vacío mientras seguía su rumbo hacia las coordenadas del planeta llamado Bildsh.

    [...]

    — ¡Chicos, por favor, parad!

    Norman le lanzó una silla a Lynx, quién tuvo que echarse al suelo para esquivarla. Sin embargo, antes de poder incorporarse, el corpulento Williams corrió hacia él y le pateó en un costado, haciéndole retorcerse de dolor.

    Queriendo evitar que aquella disputa fuese a mayores, la joven Maxwell se interpuso entre un malherido Herswood y un furioso Williams, que parecía desatado.

    — ¡Apártate! ¡Él falsificó mi expediente y me hizo ver como un loco, estoy seguro!

    — ¡Norman, eso no es así! ¡Mírate!

    — ¡¿Cómo lo defiendes?! ¡¿Acaso estáis juntos?!

    — ¡¿Qué dices, Norm?! ¡Estás paranoico!

    Las palabras de Tyra hicieron que el hombre se mirase en un espejo que estaba puesto en la pared al lado suya, comprobando que tenía la camisa desgarrada, magulladuras en el rostro y las manos llenas de sangre.

    Lynx se incorporó con ayuda de la chica, revelándose que su cara estaba llena de sangre al haber recibido una brutal paliza por parte de quién era su amigo.

    — Yo no he falsificado tu expediente — Tras escupir sangre al suelo, Herswood miró fijamente a su atacante — Tú mismo te has arruinado la vida, yo solo te enseñé a sobrevivir en la calle.

    — Y-yo... — Casi como si estuviese volviendo en sí, Williams comenzó a mostrar arrepentimiento — No quería...

    — Necesitas ayuda psicológica — Lynx fue directo y tajante con Norman — De lo contrario, enloquecerás y yo me defenderé la próxima vez.

    Desde aquel día, el informático se decidió a aprender un arte marcial con la intención de poder defenderse de cualquier atacante y además, de potenciar su inteligencia ante la ausencia de fuerza física. Tyra se encargó de encontrar un terapeuta para Norman que lograse centrarlo y que pudiese dominar esos impulsos agresivos cuando nada le salía bien.

    No obstante, lo que nunca pudo superar el joven Williams fue esa sensación de ser el tercero en discordia en todo lo que hacía. Su amigo Herswood le enseñó un nuevo mundo cuando abandonó la casa de sus padres tras los incidentes con otros niños callejeros, pero no sabía que aquel suceso le cambiaría la vida de muchas formas y para siempre.


    [...]

    Dos meses después


    El primero en salir de la criogenia tras los dos meses de viaje hacia el planeta llamado Bildsh, era como siempre, el comandante Crane.

    Tal y como había sido programado por Oda, el líder de la expedición despertaba diez minutos antes que el resto de la tripulación, quiénes lo hacían al mismo tiempo. Sin embargo, lo que no se esperaba el propio Lill era que al despertar, dos de sus miembros del equipo estuviesen de pie frente a él, mientras se encontraba arrodillado en el suelo y recuperando la compostura tras dos meses en letargo.

    La reacción del comandante no se hizo esperar una vez éste inhaló y exhaló repetidas veces hasta sentirse mejor. Lill vio ante sí mismo a los jóvenes Lynx e Iris, quiénes le miraban con una mezcla de alegría y preocupación por las consecuencias que pudiese tener el hecho de que no obedecieran la orden de entrar en criogenia. Un silencio incómodo se formó entre los tres conforme el líder de la expedición se incorporaba, con una expresión de seriedad notable en su rostro.

    Consciente de que debía dar una explicación a su superior, el informático tomó la palabra.

    — Comandante Crane, sé que se preguntará...

    — Fue idea mía — Iris cortó al que ya era considerado su novio, ante la mirada seria de Lill — Decidimos no entrar en criogenia al ser solo dos meses de viaje, con el objetivo de conocernos mejor y descubrir más sobre nosotros mismos.

    — Vaya, eso son palabras mayores... y bonitas — Los dos jóvenes se sorprendieron al oír a Crane decir eso — ¿Oda accedió a esto?

    — Así es — Lynx fue sincero con su líder — Se lo pedí amablemente y para mi sorpresa, accedió.

    El tripulante Lynx Herswood está en lo cierto, le permití no estar en letargo estos dos meses — La inteligencia artificial de la Nolartis habló a través de uno de sus megáfonos repartidos por toda la nave — Fue por una causa a la que vosotros, los seres orgánicos, llamáis amor.

    Automáticamente al escuchar aquello por parte de Oda, el comandante Crane miró fijamente a ambos jóvenes.

    En sus expresiones se podía apreciar que estaban temerosos de lo que pudiese suponer haber hecho lo que hicieron, no obstante, también se podía ver por un detalle minimalista que estaban juntos en eso y en todos los sentidos. Lynx e Iris se tomaban de la mano sin esconderlo ante su superior, lo que hizo que éste asintiese con una sonrisa carismática que tranquilizó a ambos tripulantes.

    — Me recordáis mucho a mí y a Snow cuando nos conocimos a bordo de la Arcadia — El hombre se veía realmente emocionado, identificando en los jóvenes la misma sensación que él tuvo con Snow — Jamás me veréis prohibir u oponerme a relaciones afectivas entre la tripulación, porque la mía se forjó justamente así.

    — Entonces, ¿no seremos castigados por desobedecer tus órdenes? — El joven Herswood esperaba poder librarse de posibles consecuencias.

    — Oh no, me habéis desobedecido y por ello deberéis pagar un precio — Cuando el comandante se puso serio, ambos tripulantes se estremecieron — Vais a ser los encargados de limpiar las letrinas durante el tiempo que estemos con la misión de Bildsh.

    — Gracias, Lill — La joven Hennessey se dirigió a su superior en calidad de amiga, aliviada — Lio siempre me dijo que eras un gran hombre y ahora lo veo.

    — Te lo agradecemos los dos, comandante, de verdad — El chico le tendió la mano a su líder — Quiero que sepas que es un honor servir bajo tus órdenes, jefecito.

    — Solo intento que todos estéis bien y ser lo mejor persona posible para vosotros. Lo único que espero es lo mismo a cambio — Lill vio que pronto despertaría el resto de la tripulación, por lo que se preparó para recibirles — Ahora, ¿os importaría ir preparando algo de comer para el resto de vuestros compañeros? Yo os cubriré en esto.

    — Por supuesto, nos ponemos a ello — Lynx asintió sin oponerse, dirigiéndose junto a su chica al comedor.

    Crane se limitó a observarles mientras se alejaban por uno de los pasillos próximos hacia la cocina, rememorando esos días en los que coincidió con su actual mujer en los primeros días de la Expedición II de La Unión.

    Un suceso que cambió el devenir de sus vidas por siempre, habiendo formado una amplia familia y consolidándose como dos exponentes de la exploración espacial humana.

    — Ojalá lleguéis a convertiros en lo que yo y Snow hemos llegado a ser — El hombre, ya pendiente de como las cápsulas de criogenia se abrían, se dijo ese pensamiento a sí mismo — Porque esto marcará un antes y un después en vuestras vidas.
     
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    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

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    Saludos, amigo. Paso a comentar el capítulo de hoy.

    Ha sido algo más corto que el anterior, pero tengo que decir que me ha gustado mucho. Hemos podido conocer mucho, y no solo del presente, sino también del pasado de algunos miembros de la exploración, principalmente de los personajes más nuevos del grupo, lo cual se agradece bastante, ya que hace falta para saber de sus motivaciones para estar aquí.

    Arrancamos el capítulo con lo que ya fue anticipado en el anterior, con una cita entre Iris y Lynx, la cual habían pactado los dos jóvenes en su momento. Me sorprende que se haya dado de esa forma, no porque Lynx le preparase algo a su chica, sino porque tuviera los insumos para ello. Me imagino a Bárbara diciendole a los encargados de armar los suministros que pusieran licor, copas, velas aromáticas, y pétalos de rosa artificial en caso de que a alguien le pintara lo romántico y se quisiera mostrar afectuoso con un compañero XD. Pero bueno, seguro debe haber muchas más cosas a bordo de la nave, algo estilo una Play 5 o porqué mejor una consola Anixis :v

    Ya me suponía que algo iba a pasar con el título, pero no me esperaba ver a Norman tan pronto en el capítulo. Está claro que a ese chico no muchas cosas le salen bien, pero pese a todo, no tiene excusa para hacer lo que hace. Lo comprendo en parte, pero en otra no. A mí no me ha pasado nunca, pero debe ser feo ver como a la chica que te gustaba se va con tu mejor amigo. Eso debe doler, y lo compadezco, pero ponerse a agredir a Lynx como si él tuviera la culpa por lo que pasa con Iris y Tyra es claramente una señal de que un trauma lo persigue. Y ahí tiene nada o incluso menos que nada de razón. Norman se sentía atraído por Tyra pero nunca quiso nada porque creía que ella y Lynx podrían tener algo. Pero nunca se atrevió a preguntar ni siquiera para sacarse la duda. Luego al ver a Iris se siente atraído por ella también, y a diferencia de lo que Lynx hizo, él no le manifestó su interés. Luego se acuesta con Tyra siendo que no quería hacerlo, y por esa misma conducta, termina ganándose el odio de su amiga (justificado, debo decir). Sí que debe estar jodido, porque incluso yo, aunque desapruebe las malas acciones de Sun al fundar la Resistencia, entiendo sus motivos para querer hacerlo. Para lo que ha hecho Norman no hay como defenderlo, y cae en la misma lista de gente que Guy, Marlo o incluso el propio Deon; lo cual no es muy alentador. Al fin y al cabo, Lynx nunca le dijo a Norman que se guardara sus sentimientos hasta que terminara así. El ataque hacia alguien que es su amigo y le enseñó a estar en las calles fue algo excesivo, y claramente demuestra que sus problemas no están ni cerca de acabar.

    Seguido a eso, vamos a escenas donde se nos muestra que el sueño de Norman era ser explorador de la AFE y quizá llegar un día a formar parte de Los Viajeros. Podríamos decir que lo logró sin venderse a sus principios. Puesto a que no quería que Lynx hiciera trampa por él falsificando datos psicológicos, y al fin y al cabo, él no lo hizo. Consiguió meterse en la Expedición Anixis por sus propias maneras (no legales, pero bueno, algo es algo) y sin tener que falsificar nada. Lo que sí es que es bastante aterrador que Norman se haya pasado de violencia con Lynx en el pasado y ahora también lo haya hecho. Sin duda alguna, el chico hizo bien en tomar clases de defensa personal. Parece ser que cuando a Norman le explotan los sentimientos, su acción primordial es desquitarse con quien se hizo amigo suyo en las calles.

    Me dio gusto ver que Lynx haya podido controlar a Norman sin tener que hacerle demasiado daño, y sin lastimarse a él ni arriesgarse a Iris. Ya se ha visto lo que pasa cuando un loco anda suelto. Lo vimos con Deon, con Guy y con Marlo. Y ya tuvimos bastante con esos tipos. Me sabe mal compararlo con ellos, porque esos tres son malvados que ya están locos; mientras que Norman es un chico bueno que simplemente tiene ataques de ira atados a un trauma. Pero no por eso me quedo tranquilo. Lynx me cae bien, ha demostrado que además de simp tiene un corazón noble, y no me gusta la idea de que sea el blanco de ataque de un tipo que no se puede controlar. Ojalá él y la ahijada de Lio no fallen en la misión de mantenerlo vigilado.

    Mi única queja del capítulo vendría al hecho de que creo que habría sido bonito ver más escenas entre Lynx e Iris en la Nolartis a solas, sobre todo considerando el comentario que les dijo Lill al despertar. Pero el título del capítulo hace referencia a Norman, por lo que este capítulo debía ser para él. Todavía hay tiempo para ver más sobre ellos dos.

    Cuando Lill despierta, la pareja de chicos le pide que no los castigue, y este acepta puesto a que se ve reflejado en él y Snow cuando se conocieron y se hicieron pareja en la Arcadia (que recuerdos tan bellos :') ). Me gusta hacerme la idea de que Lynx e Iris, al ser los más jóvenes, puedan volverse los nuevos Lill y Snow en un futuro de esta historia. De hecho, sería el mismo inicio. Lill y Snow empezaron siendo dos tripulantes más, y luego terminaron conduciendo a la humanidad. Me gustaría, ahora que se plantea la posibilidad, que a ellos les tocara algo similar. Eso sí, a Lill y Snow tú los has maltratado mucho (de hecho, mucho es poco :piplup: ) y no me gustaría ver lo mismo para los pobres Lynx e Iris.

    Pero en fin, ahora están en Bildsh, y eso significa que ahora tienen otro mundo para explorar. Muy ansioso de ver qué deparará en ese planeta, además de que espero ansioso ese capítulo destinado a los personajes que están en casa :) . Me pregunto cómo reaccionarán Norman (bueno, ya lo vi en este cap, pero me entiendes XD), Tyra y Lio cuando vean que Lynx e Iris se han convertido en pareja.

    Y eso será todo por esta semana, amigo. Un gran capítulo, como de costumbre. Ha sido otra tarde fantástica por Discord. Ojalá la siguiente sea mejor e igual de memorable. Un abrazo y cuídate mucho :cynda:
     
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  9. Threadmarks: Un vínculo para siempre
     
    Manuvalk

    Manuvalk el ahora es efímero

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    Bienvenidos al siguiente capítulo, el cuál dejará a un lado a los personajes de la expedición para centrarse en aquellos que se quedaron atrás, en el territorio conocido. Hay asuntos pendientes que tratar ajenos a la misión sobre los Anixis y a partir de este momento, las cosas se pondrán más que interesantes. Sin contar éste, quedan cinco capítulos, cada cuál más frenético. No diré más, pero no me iré sin mencionar antes a mi gran amigo Reydelaperdicion y agradecerle su cariño por esta fantástica historia, la cuál no podría haber llegado hasta este punto sin su apoyo. Ahora sí, podéis leer XD.







    Un vínculo para siempre




    Una videollamada se estaba llevando a cabo entre Snow, Arva y Cinthia.

    La ex gobernadora de la humanidad se encontraba en Paraíso, mientras que la ex piloto en Neonia y la aún médico en el Observatorio Científico Vanth Dheer. Las tres viejas amigas mantenían el contacto cada cierto tiempo, decididas a no perderlo tras varios años incomunicadas tras lo ocurrido con Regresión.

    Durante una hora, las mujeres estuvieron poniéndose al día sobre sus respectivas situaciones actuales. Tidder seguía ayudando en las funciones de la líder Erie Tovam además de ocuparse de sus dos hijos y de Omnius, mientras que Carver hacía lo propio con sus dos hijos y Kendall. La doctora Marlow abandonó Syleria tras lo sucedido con la Elegida Admir y fue solicitada para llevar el OCVD ante la ausencia prolongada de Caelum.

    Sin embargo, las pocas noticias que recibían de la expedición Anixis mantenían en vilo a las tres chicas, que aunque eran conscientes de la importancia de la misión, se sentían algo apartadas por parte de los líderes del Consejo de la Alianza Interestelar de Especies. Por ello, querían concretar un día para verse, hablar sobre ese tema y muchos otros más.

    — ¿Qué os parece si nos vemos en Puerto Arcadia? — La promotora de la quedada, Snow, propuso el lugar — Está a tres días de Paraíso y de Neonia, y tú Cinthia, ya estás en Vulkano.

    — Me parece una gran idea, es un buen sitio — Contenta con la idea de verse, Arva propuso algo más — ¿Qué os parece si nos quedamos allí unos días y llevamos a los niños?

    — Yo me encargaré de reservarnos varias habitaciones en el hotel de la zona — Cinthia quiso aportar su granito de arena — Y pediré unos días libres, creo que me los merezco.

    — Yo también, espero que Erie me deje libre — La mujer nacida en la Luna no estaba del todo convencida — Con la llegada de los thunianos a Neonia, hay muchas gestiones por hacer... Espero que pueda apañárselas sola durante un par de días.

    — ¿Khael no ha vuelto de la expedición? — Snow creía haber oído sobre eso — Podría ayudarla él durante esas mini vacaciones que tengas.

    — Es una opción, pero creo que no será posible. Khael ya no trabaja para Erie ni para el ejército de la AIE.

    — Es por lo que le pasó en la vista, ¿verdad? — Cinthia estaba al corriente, pues al final, las noticias volaban por el territorio conocido.

    — Así es, probablemente sea por eso.

    — Bueno, podrá encontrar a alguien que la ayude si es necesario — La hija del fallecido Eduard Carver quiso ser optimista al respecto — Seguro que puede prescindir de ti durante unos días, Arva.

    — Confío en ello.

    — ¿Quedamos así entonces? — Marlow tenía que acabar la conversación — Debo irme, el trabajo me llama.

    — ¡Claro! En tres días estaremos allí — Arva quiso confiar en que podría estar — Ante cualquier cambio, os enviaré un mensaje.

    — Perfecto, ya nos cuentas — Snow también iba a cerrar la videollamada — ¿Tú reservas en el hotel, Cinthia?

    — Dos habitaciones familiares y una pequeña para mí.

    — Entendido — Arva y Snow hablaron al unísono.

    — Cuidaos, chicas — La médico se dispuso a colgar la videollamada — ¡Os quiero!

    — ¡Hasta pronto, familia! — La mujer nacida en la Luna se veía alegre por ver a sus amigas eventualmente.

    — Adiós, se os quiere — Snow fue la última en cerrar la conexión, formándosele una sonrisa al saber que pronto las vería en persona tras varios meses.

    [...]

    En otra videoconferencia que se estaba dando al mismo tiempo, la cual era de los principales líderes del Consejo de la AIE, se estaban tratando los principales temas de la actualidad.

    Desde las noticias provenientes de la expedición de la Nolartis a la situación actual en Sovaam y a la información sobre el caso del asesinato de Hylda. Tras diez años de absoluta paz y tranquilidad, el frágil equilibrio obtenido tras el derrocamiento del Emperador Xom y sus humanizados Anixis comenzaba a verse comprometido por los distintos sucesos ocurridos.

    Conectando con Neonia y Syleria, por favor, espere...

    A ojos del sabio Cyprus, quién estaba en la misma sala de comunicaciones que la líder de la humanidad, la gobernadora Mason se veía inquieta y preocupada. El estrés era palpable en ella por su forma de gesticular, el nerviosismo que emanaba y una característica evidente en los humanos, la cual era morderse las uñas. El anciano thuniano no quiso decirle nada al respecto, pues estaba convencido de que ella misma era consciente de su estado. Tras un minuto de espera, las distintas imágenes de los miembros del Consejo aparecieron en pantalla.

    La líder Tovam era la única representante de Neonia en la conversación, tras la retirada del ex comandante Yannick del ejército y de su posición de segundo al mando de los neonianos, ahora en posesión de una Arva que no podía presentarse por estar gestionando la integración thuniana en las colonias. El ingeniero Regan aún mantenía el puesto provisional de líder en Syleria ante la ausencia de un Om que se había ido a investigar junto a Ender la posibilidad de que hubiese más de un implicado en el asesinato de su pareja y líder. En Sovaam tampoco había nadie que representase a un segundo al mando.

    El poder de la humanidad en la Alianza parecía haber adquirido una considerable subida durante este tiempo. La expedición de la Nolartis estaba principalmente financiada por la humanidad y además, varios miembros del Consejo ahora eran humanos, cuando inicialmente habían solo dos miembros por especie. La llegada de los thunianos y el hecho de que Cyprus era el único representante de su especie, hacia que estos no tuviesen un segundo al mando. Por tanto, la estructura de mando estaba realmente afectada por lo ocurrido hasta ahora.

    — Gracias por acudir al llamado — La gobernadora Mason se mostró agradecida, pues fue ella la que organizó la conferencia — He recibido noticias de la expedición de la Nolartis, las cuáles os daré ahora. Después podremos tratar otros temas que consideréis oportunos.

    Adelante Bárbara, te escuchamos — Erie se hallaba de brazos cruzados, sentada en su despacho de Isharay.

    — El comandante Crane me ha informado de que siguen una nueva pista, hacia la cuál se están dirigiendo — Comenzó explicando la líder humana — Tras la pérdida de Ñjar en la misión de Verilia, Cia Jenner ha fallecido también, ahora en la misión de Ashant.

    Maldición... — Sith, que conocía a la mencionada, negaba con la cabeza — ¿Lo sabe Ender?

    — No lo sabe y no debe saberlo aún.

    ¿Qué? — El ingeniero y líder temporal en Syleria no entendía esa decisión — ¿Por qué?

    — Ahora mismo no puede saberlo, le afectaría en su trabajo de investigación — Bárbara tenía ese motivo — Y le necesito concentrado para averiguar quién mató a la Elegida Admir y porqué lo hizo.

    Tiene sentido — Tovam sorprendió a Regan con su respuesta — Será mejor no decirle nada hasta que se termine la investigación.

    No hizo falta que Sith dijese nada, pues su expresión lo evidenciaba todo.

    El ingeniero no estaba para nada de acuerdo en esconderle semejante mala noticia al policía, además de porque era su amigo, porque consideraba también que era inmoral. No obstante, no era su decisión y debía acatar la orden sin más. Cyprus no quiso hablar por el momento, pero escuchaba muy atentamente la conversación que se llevaba a cabo.

    — Lo más importante del último descubrimiento de la expedición es que han hallado pruebas que pese a no ser aún concluyentes, parecen afirmar que los Anixis fueron atacados por otra especie inteligente, los Veerham.

    Ante esa información por parte de la gobernadora humana, los demás presentes se estremecieron considerablemente. Aquello, pese a no ser aún nada confirmado por ninguna pista, de ser cierto significaba que todo el territorio conocido podía estar en peligro debido a la presencia, en algún lugar, de esos seres.

    Eso no es nada bueno — Sith habló al respecto — Si se confirma esa información, deberíamos pedir a la expedición que regrese inmediatamente y nos preparemos para un futuro ataque.

    Estoy de acuerdo con Sith, todo el territorio conocido está en peligro de confirmarse esa noticia — Erie apoyaba al ingeniero.

    — No hace falta que la noticia se confirme, camaradas de liderazgo — Todos se sorprendieron al oír hablar a Cyprus por primera vez, augurando algo malo — En mis visiones, he visto una guerra que traerá destrucción y caos al territorio conocido que compartimos. Es una cuestión de tiempo más que de confirmación.

    ¿Insinúas que debemos confiar en unas visiones sin prueba concluyente alguna? — Erie se mostraba muy escéptica al respecto — Con todo el respeto, sabio Cyprus, pero no podemos alarmar a la ciudadanía por unas visiones que respaldan una teoría no demostrada aún.

    — Entiendo lo que quiere decir, líder Tovam, pero la expedición se acerca poco a poco hacia la veracidad de esa información y una vez la tenga, puede ser ya demasiado tarde para preparar una defensa contra esos alienígenas llamados Veerham.

    Cyprus, simplemente no podemos volvernos locos — El ingeniero Regan no se mostraba reacio pero tampoco quería apostarlo todo a unas visiones — Hasta no tener una confirmación evidente, no podemos actuar sin alertar a todos y provocar el pánico.

    El thuniano asintió, comprendiendo esos motivos, pero pensando para sí mismo que era un error no prepararse ante la posibilidad y esperar a que sucediese algo que confirmara la existencia de los Veerham.

    Bárbara tampoco lo tenía claro y las dudas le invadían la mente, por lo que decidió aparcar el tema y saber como andaban las cosas por Syleria, bajo el mando de Sith.

    — ¿Cómo está la situación en Sovaam, Sith?

    Hay menos protestas que hace unas semanas, pero la ciudadanía sigue clamando por información y apenas tenemos datos aún — Regan se veía realmente cansado de estar allí — Ender y Om siguen algunas pistas pero todavía no se han reportado sobre ninguna.

    — Entiendo, en ese caso, mantennos informados sobre cualquier información — Bárbara optó por terminar la conversación ahí, tras tratar el tema principal — Hasta nuevo aviso.

    Hasta pronto — La neoniana fue la primera en cortar la llamada, rápidamente.

    Adiós.

    Sith cerró la transmisión, dejando a Bárbara y Cyprus a solas. Una vez cerrada toda la videoconferencia, la líder de la humanidad y el líder de los thunianos se miraron entre sí, como dubitativos. La mujer tenía dudas y quiso ver si el sabio podía aclarárselas.

    — ¿De verdad crees que esas visiones que tienes son acertadas? — La preocupación invadió nuevamente el rostro de la humana.

    — Ya se lo hice saber al comandante Crane en su momento — El sabio thuniano contestó con la tranquilidad y el mismo tono de siempre, aunque la revelación fuese contundente o aterradora — Se avecina una guerra, es inevitable e inminente.

    [...]

    Ender se deleitaba con un sorbo del refresco neoniano que estaba tomándose.

    El hombre apellidado Xom se encontraba sentado frente una barra, en lo que era uno de los pubs más frecuentados de la colonia humana de Promesa. Tanto él como Om, en su investigación del asesinato de Hylda, descubrieron que éste salió de Syleria, pero desconocían su destino. Fue por eso que ambos decidieron contactar con el ex comandante del ejército de la AIE, dispuestos a pedirle ayuda.

    La llegada de Khael no tardó en producirse. De entre toda la multitud que disfrutaba los cócteles en aquel marchoso bar, el imponente neoniano apareció para sentarse al lado de Ender, no sin antes darse un apretón de manos. El soldado portaba unas aparatosas gafas tecnológicas, las cuáles le fabricaron West, Eniar y Lynx antes de su retirada de la expedición. Gracias a ese aparato, podía ver, aunque no era una visión total sino parcial.

    El barman se percató del neoniano y se aproximó para tomarle el pedido.

    — Lo mismo que mi compañero humano.

    Asintiendo y poniéndose en ello, el camarero tras la barra dejó nuevamente a solas al dúo autoritario. Uno siendo policía y el otro habiendo sido soldado, conocían los entresijos de la investigación que estaba llevando a cabo el primero de ellos y por el que el segundo estaba allí. La ausencia de Om en ese momento no pasó desapercibida para Khael, que se animó a preguntarlo mientras esperaba pacientemente que su bebida fuese servida.

    — ¿Dónde está Om? — Yannick se acomodaba en el taburete alargado que servía como asiento — Esperaba veros a los dos juntos.

    — Antes ha tenido que ir a ver a su hijo, aprovechando la visita a Neonia — Xom fue directo — No creo que tarde mucho en aparecer.

    El ex comandante neoniano asintió, comprendiendo la situación, al mismo tiempo que se le servía la bebida demandada por él mismo. Khael realizó un gran trago ante la mirada de Ender, quién hizo lo propio.

    — Descubrimos en Syleria que el asesino de Hylda se marchó del planeta el mismo día que la mató — El policía no se quiso andar con rodeos — Y no lo hizo solo.

    — Trabaja con alguien — Khael lo dio por sentado — Es comprensible, nadie podría haber hecho eso completamente solo.

    — No con alguien, sino con varios — Xom dejó su bebida en la barra mientras veía el flujo de gente ir y venir por el local, con ese clásico ruido de fondo — También faltan miembros de la seguridad de la Elegida.

    Casi como si esas palabras fuesen definitorias, Yannick posó su bebida sobre la barra y centró la mirada en la muchedumbre. Algunos bailaban bajo los focos discotequeros del local y su música mientras otros simplemente disfrutaban de su bebida sentados en las mesas y con conversaciones de lo más dispares.

    — Su círculo de confianza...

    — Así es.

    — ¿Y sabéis donde han ido?

    — No hemos podido rastrearlos más allá de la zona de despegues de Sovaam — El humano se acababa de beber su refresco, por lo que lo dejó definitivamente sobre la barra — Por eso te necesitamos, Khael.

    — Erie me ha retirado a la fuerza de mi cargo anterior de comandante del ejército — El neoniano mostró una expresión de enfado y resignación en su rostro — No sé cómo podría ayudaros.

    — Tienes contactos en el ejército, ¿verdad?

    — Claro, gente dispuesta a hacerme favores.

    — Es justo lo que necesitamos.

    — Vale, pero necesitaré unos días.

    — No hay problema.

    El neoniano asintió, consciente de que su ayuda podría ser importante para el devenir en la investigación por el asesinato de Hylda Admir.

    El silencio que acababa de crearse en la conversación se vio interrumpido por la llegada de la persona que faltaba por estar ahí. Om se aproximó a ambos conocidos —y también amigos— suyos para sentarse junto a ellos, frente a la barra. Nuevamente y con la misma indiferencia con la que fueron tratados Ender y Khael, el barman se dirigió ahora al syleriano.

    — ¿Qué desea tomar?

    — ¿Qué están tomando mis amigos?

    — Un cóctel Dalashov con sabor a fresa humana.

    Paokt le indicó con un gesto que le pusiera eso, a lo que el camarero asintió sin mayor entusiasmo.

    Si aquello fuera una inspección de calidad en la trata a los clientes, sin duda aquel barman recibiría una crítica negativa por sus nulas expresiones y su parsimonia a la hora de atender a aquellos que requerían de sus servicios. Al margen de ello, el syleriano vio que Yannick portaba las gafas tecnológicas que le fabricaron en la Nolartis, algo que consideró de manera positiva.

    — Me alegra que las lleves puestas, sinceramente, no creí que estuvieses dispuesto a ir así por la calle — Om lo decía haciendo referencia a lo aparatoso que se veían dichas gafas en el rostro del neoniano.

    — Si no las llevara no vería prácticamente nada — El ex comandante habló en un claro tono resignado — No tengo alternativa.

    — Om, ¿cómo está tu hijo? — Ender quería cambiar de tema, dado que Khael no se veía entusiasmado para hablar sobre sus gafas.

    — Está muy bien en casa de Arva Tidder y sus niños — El antiguo protector de la Elegida se mostraba alegre al saber que su hijo estaba en buenas manos — Veo que él y Jackon comparten mucho tiempo juntos. De hecho, he estado hablando con ellos dos un rato y Omnius me ha dado esto...

    Paokt puso sobre la barra un extraño aparato, pareciéndose a un pen drive, que su hijo le había cedido al verlo allí en Neonia. A priori, para el humano y el neoniano no significaba nada relevante, hasta que el propio Om desveló el trasfondo de ese aparato informático.

    — Mi hijo lo recogió del suelo cuando su madre... — El syleriano se tomó una pausa — ...cuando Hylda fue asesinada. Al parecer, se le cayó al maldito que la mató.

    — ¡¿En serio?! — Xom se levantó tan apresuradamente de su taburete que el barman se le quedó mirando con cara de pocos amigos — Joder Om, eso puede contener muchos datos importantes.

    — Lo sé — Paokt volvió a guardárselo en uno de sus bolsillos — He probado en el ordenador portátil de Arva, pero es como si fuese indetectable.

    — Debe tener varias claves de seguridad cifradas — Conocedor del tema, Yannick dejó caer lo que creía que podría descifrar ese pen drive — Como le he dicho antes a Ender, tengo contactos en el ejército que me deben algún que otro favor. Y obviamente conozco a un gran especialista en informática que podría extraer toda la información de esa cosa.

    — ¿A qué estamos esperando entonces? — El que fuera protector syleriano no quiso perder el tiempo — Camarero, cóbrate lo mío y lo de mis amigos a cuenta mía.

    — Entendido.

    Mientras el barman sacaba la cuenta de las tres bebidas tomadas por el trío, estos se incorporaban de sus asientos para irse del pub. Una vez el pago fue realizado satisfactoriamente, el neoniano les indicó a sus dos acompañantes que le siguieran, pues se dirigirían en ese momento hacia otro lugar, para contactar así con dicho experto informático del ejército de la AIE.

    [...]

    Habían pasado esos tres días tras la conversación telemática mantenida por las antiguas compañeras de expedición y el momento de la quedada ya era un hecho. Puerto Arcadia seguía manteniendo su particular afluencia de ciudadanos del resto de mundos, siendo el sitio turístico perfecto para muchos dado que tenía un resort hotelero y muchas otras más actividades. Todo esto cortesía del creador y dueño del lugar, Adam Brant, pues Puerto Arcadia era suyo y él su fundador.

    Un magnate multimillonario humano que consiguió su fortuna durante los eventos de Regresión y posteriormente, donde ya se convirtió en alguien de renombre. Sin embargo, su fama estaba un tanto encubierta por sus contadas apariciones en público, por lo que la gente no le buscaba ni se informaba sobre él. No obstante, cuando Cinthia esperaba a sus amigas en el muelle de atraque de lanzaderas visitantes, lo vio.

    El misterioso y rico señor Brant se bajó de una de las lanzaderas que acababa de llegar a Puerto Arcadia, protegido por hasta cuatro guardaespaldas que vestían impecablemente de negro. Él, eso sí, era el único que iba trajeado. Adam se aseguró de que la multitud en el lugar no lo viese, algo que sí logró la médico y que él pudo apreciar. Casi como un saludo atrevido, el multimillonario se volteó hacia ella desde la distancia y le guiñó un ojo, justo antes de desaparecer por detrás de uno de los edificios.

    La doctora Marlow permaneció sorprendida durante unos minutos, el tiempo suficiente como para no percatarse de la llegada de la primera de sus amigas. La ex gobernadora Carver salió de una de las lanzaderas taxi, acompañada de sus dos hijos, de Kendall y dos invitados que la médico no esperaba allí. La thuniana Shajila y su hijo Vraco también estaban con ellos. Snow se aproximó a su ex compañera de viaje con una maleta en sus manos, la cuál dejó caer al suelo, algo que hizo que Cinthia se percatase de su presencia allí.

    — ¡Snow! — La doctora Marlow no dudó ni un instante en abrazar a su amiga, algo que fue recíproco — ¡Oh, cuántas ganas tenía de verte!

    — ¡Y yo, Cinthia! — Tras darse el abrazo, Snow le introdujo a su amiga thuniana — Sé que no fue lo que hablamos pero ha surgido a última hora y no te preocupes, dormirán en mi habitación. Ella es Shajila y el pequeño es su hijo Vraco.

    — No te preocupes Snow, si es amiga tuya, también lo es mía — Cinthia saludó cordialmente a la mujer thuniana y con ternura al niño — Encantada de conoceros a los dos.

    — Lo mismo digo — Shajila sonrió, visiblemente agradecida, mientras se dirigía a su hijo — ¿Saludas, Vraco?

    — Hola... — El joven thuniano era bastante tímido con quiénes acababa de conocer, aunque con el tiempo solía soltarse más.

    — ¡Tía Cinthia!

    — Vaya, pero si son los jovencitos Crane Carver... — Cinthia se aproximó a ambos, quiénes la abrazaron con cariño al conocerla de muchos años atrás — ¡Mis dos angelitos!

    Kendall fue el último en aproximarse, al ver las indicaciones de Snow de que no se quedase apartado.

    El hijo de Sun Brume y Deon Xom se sentía un poco fuera de lugar al estar allí en dicha reunión, pese a llevarse bien con la familia Crane Carver. La médico ahora líder en el OCVD no tuvo reparos en acercarse al joven y saludarle con ternura, para mostrarle que no lo consideraba un extraño.

    — El pequeño Kendall, ¿verdad? — Cinthia le acarició el pelo en un acto de cariño — Bienvenido a Puerto Arcadia, ¿has estado antes?

    — La verdad es que no, señora — El joven Xom negó dos veces con la cabeza, mostrándose algo nervioso y sin acordarse de que sí lo estuvo en la celebración anual de la fundación de la Alianza, junto a su tío Ender y su madrastra Cia.

    — Estoy segura de que te gustará.

    Tras saludar uno por uno a los recién llegados, la doctora Marlow y sus invitados ya presentes esperaron unos minutos a quiénes faltaban por llegar.

    Apenas habían pasado diez minutos cuando otra lanzadera taxi traía consigo a la familia Vaalot Tidder y al joven Omnius con ellos. Rápidamente y como si hiciese años que no se hubiesen visto, la ex piloto de la Arcadia —curiosamente expuesta en el museo del lugar— corrió a abrazarse tanto con Snow como con la propia Cinthia.

    Acto seguido saludó cordialmente a Shajila, quién en un principio se sentía al margen pero que poco a poco veía que las tres humanas compartían un vínculo para siempre. Vraco y Kendall se mantuvieron en su timidez mientras que Gina y Owen se abrazaron efusivamente también con quién llamaron 'tía Arva'. Jackon y Karla hicieron lo propio con Snow y Cinthia, aunque el primero de los mellizos siempre demostraba ser demasiado serio para su temprana edad.

    — Que alegría estar aquí, lo digo de corazón — Arva se sentía pletórica — Parecemos una gran familia, ¿no creéis?

    — Lo creo — Shajila quiso hablar para no sentirse apartada, algo que las otras mujeres se tomaron muy bien — Y veo que tenéis una conexión muy especial.

    — Así es, nos conocemos de hace mucho tiempo, como te he ido contando conforme veníamos aquí — La ex gobernadora humana se aproximó a su amiga thuniana y la tomó de las manos para hacerla sentir cómoda — Me alegra que hayas accedido a venir, estoy segura de que Arva y Cinthia te encantarán.

    — Te agradezco que pensaras en mí y en mi hijo para venir, una salida así nos viene genial para desconectar — La thuniana notó como sus ojos se humedecían de la emoción de tener una persona como Snow que se acordaba de ella — Hace tan solo unos meses que perdí a mi marido Ñjar, pero el destino ha querido que tras ese suceso conociese a una humana que se ha convertido en mi amiga.

    — No solo me tendrás a mi, ya verás como mis amigas también se convertirán en las tuyas — Consciente de que la thuniana estaba afectada por lo que sucedió con su amado, la humana quiso que se sintiera lo más cómoda y libre posible — Has pasado por mucho y esto te vendrá muy bien para sanar. Debes disfrutar y reír.

    — Así lo haré, Snow — Shajila asintió, emocionada — Gracias por todo esto, a ti y a tus amigas.

    [...]

    El cuartel general del ejército de la Alianza Interestelar de Especies se encontraba ubicado en el antiguo Sector 0, en Neonia.

    Un lugar que en el pasado fue testigo de una cruda batalla contra los humanizados Anixis, donde se descubrió que estos eran humanos y donde desafortunadamente perdió la vida Vanth Dheer. Tras aquel suceso, el sitio fue abandonado hasta estos últimos diez años, donde todo se reconstruyó y el Sector 0 no fue menos.

    Rodeado por una infranqueable muralla protegida por los famosos drones RECO —siglas de 'Reconocimiento y Combate'— y cámaras de vigilancia en los alrededores, convertían al Sector 0 en uno de los lugares más seguros y salvaguardados del territorio conocido. Dichos drones de origen tecnológico Anixis sobrevivieron a Regresión en su momento, pero su escasez de efectivos y su difícil construcción para los ingenieros terminaron por defenestrar un arma de su potencial.

    Gracias a que Khael aún portaba consigo su identificación como comandante del ejército —cargo que ya no ejercía y estaba vacante por el momento— se le dejó pasar junto a Om y Ender, especialmente cuando explicaron al puesto de avanzada próximo al Sector 0 que estaban en plena investigación por el asesinato de la Elegida Admir. Así, su lanzadera tuvo acceso al interior del amplio recinto amurallado, donde aterrizaron para dirigirse a su edificio central de tres pisos.

    Ubicado en la parte baja a un lado de la recepción, un extenso taller se mostraba ante los ojos del trío. Lanzaderas normales, cazas de combate y vehículos terrestres se encontraban allí junto a docenas de trabajadores, algunos realizando reparaciones manuales y otros reparando electrónica de los aparatos. Uno de esos trabajadores e ingenieros se hallaba en un computador de varios que había repartidos en aquella gran sala de mecánica.

    Acompañado del syleriano y el humano, Yannick se aproximó al tipo por la espalda, sorprendiéndole.

    — Siempre te veo en el mismo sitio, Wadrak.

    Al oír a Khael, el ingeniero que también era neoniano se volteó, sorprendido. Las presencias de Ender y Om le extrañaron notablemente, pero conocía a su ya ex jefe lo suficiente como para saber que si estaban con él, eran de confianza.

    — Khael, ¿cómo tú por aquí? — El neoniano estaba extrañado, pero le dio un abrazo — Y con compañía.

    — Este es Ender Xom, policía de Paraíso. Y el otro es Om Paokt, el actual líder de Syleria.

    — Entiendo — Wadrak suponía porqué estaban allí tanto el humano como sobre todo el syleriano — ¿Estáis aquí por el asesinato a la Elegida?

    — Estás en lo correcto — El protector no quiso andarse con rodeos — Necesitamos de tus servicios.

    — ¿De mis...? — El ingeniero e informático neoniano miró a su alrededor, como intentando que nadie viese que se estaba dando aquella conversación — Khael, amigo mío, sabes que no me involucro en temas de política. No está bien visto en el ejército, aquí todos somos uno.

    — Lo sé, pero esto es importante — Queriendo contribuir en encontrar al asesino de Hylda, el ex comandante apretó a su viejo amigo — Este pen drive podría contener información sensible sobre el crimen.

    — ¿Y por qué yo? ¿Acaso no hay más informáticos en el territorio conocido?

    — Escucha, Wadrak — Cansado de la situación, Xom intervino para convencer al neoniano — Esto podría ser la clave para encontrar al culpable y cerrar la investigación, piensa que podrías cerrar una gran herida en la sociedad syleriana y podrías ser reconocido por ello.

    — ¿Reconocido? — Wadrak parecía imaginarse siendo admirado — Vaya, es tentador...

    — Amigo mío, tendrías un billete directo para la alta esfera y dejarías de trabajar en este taller del ejército para convertirte en alguien importante — Khael quiso endulzarle el caramelo al soldado e ingeniero — Podrías obtener un puesto en el OCVD, incluso en la base Horizonte Conocido; contribuir a las últimas mejoras para esta sociedad, sus aliados y obviamente para ti.

    — Me aseguraría personalmente de que mi gente reconociese tu valor por ayudar a encontrar al asesino de su líder, mí mujer — Om parecía tratar de convencerlo con palabras, pero Khael y Ender se sorprendieron cuando le vieron empuñar una versión del Striker en pistola, la cuál llevaba escondida bajo su ropaje — Aunque la realidad es que no tienes alternativa. O me ayudas o dejaré que mi ira tome el control.

    — ¡Om, guarda eso, joder! — Viendo que la situación podía salirse de control, Ender intentó hacer recapacitar al syleriano — ¡Tú no eres así!

    — Han matado a mi mujer y estoy cansado de jugar limpio — Impasible ante los ojos del resto, Om mantenía su mirada en Wadrak — El asesino de Hylda no jugó limpio y yo ya no pienso seguir haciéndolo.

    — Paokt, te comprendo de verdad, pero esto solo complicará las cosas — Khael también intentaba calmar al actual líder syleriano — Esconde eso antes de que nos vean y nos encarcelen.

    — Sí, haz caso a Khael — Wadrak se mostró serio y molesto con aquel acto — No ayudaré en nada si me apuntas con un arma en la cara.

    — Entonces dame una maldita respuesta.

    — Claro, syleriano, os ayudaré.

    Aquello fue suficiente para que Om volviese a guardar la pistola Striker en el lugar de donde la sacó. Tanto Ender como Khael se centraron ahora en Wadrak, quién negaba con la cabeza en un claro gesto de desaprobación. El informático neoniano colocó el pen drive en el computador y comenzó a realizar varios comandos ante la mirada del trío, cuando antes de seguir, se volteó hacia ellos.

    — Más os vale cumplir con vuestra palabra, en todo lo que habéis dicho. Mi ayuda no es gratuita. Si descubren que uso material del ejército de la Alianza en una investigación que no tiene nada que ver, podría pasar un tiempo en una de esas cárceles del cinturón de asteroides de Paraíso. Y he oído que allí no son bien recibidos los criminales del ejército, ya sabemos lo que ocurrió la última vez que fuimos.

    — Ender y Khael no pueden prometerte nada porque no están en posiciones de poder como para hacerlo — Aquella respuesta no sentó muy bien ni al humano ni al neoniano, pese a tener razón — Pero yo te puedo asegurar el puesto que quieras en tu campo de trabajo o en su defecto, suficientes alianzas como para que te retires del ejército. Soy el líder de los sylerianos.
     
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    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

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    Saludos, amigo. Paso a comentar el capítulo de esta semana, el cual ha sido un poco más tranquilo que los anteriores, pero no por eso me ha parecido malo.

    Vemos que Snow, Cinthia y Arva deciden reunirse luego de mucho tiempo y llevar a los niños a que se conozcan. Tengo que decir que me pone muy feliz que hayan pactado eso, ya que así los pequeños angelitos irán reforzando su amistad :)

    En la siguiente escena vemos que Barbara, Cyprus, Erie y Sith están discutiendo las cosas que ha vivido la expedición. Las paradas en Verilia, la muerte de Cia, así como también discuten cosas territoriales como el asesinato de Hylda. Cyprus, en un momento de la conversación, habla sobre sus visiones de una guerra por venir en el futuro, y nadie decide darle la razón (cosa que veo lógica, pues una visión no es garantía de nada), pero yo sé que ese presagio se cumplirá. Una guerra de seguro llegará al territorio conocido, y temo porque los agarre mal parados a todos los personajes que me gustan. Aunque todavía nos queda saber si la guerra es contra los Anixis o contra los propios Veerham, puesto a que todavía no sabemos si están vivos o no.

    En Syleria, se descubre gracias a la charla de Ender y de Khael que los asesinos de Hylda se fueron del planeta tan pronto como asesinaron a la líder syleriana. No sé a donde habrán ido, pero espero que no se les ocurra acercarse a mis bebés. Ojalá la nave a la que se hayan subido después de cometer ese crimen se haya desviado irremediablemente de su objetivo original y hayan terminado en Ashant :shani:, sería un sueño hecho realidad. Cuando Om aparece, vemos que este revela un dispositivo que el asesino de Hylda "dejó caer" y yo no me creo que eso sea tal cual lo dicen. Se me hace que todo eso tiene un propósito siniestro detrás. Solo espero que no esté repleto de virus y que no estalle nada en las computadoras cuando lo pongan XD. Con esa pista en mano, deciden irse a cobrarse favores que Khael asegura que le deben.

    Ya en Puerto Arcadia, se nos presenta a un nuevo personaje, un multimillonario llamado Adam Brandt, el cual no se deja ver en público demasiadas ocasiones. La verdad es que yo sospecho de un tipo así, pero porque en muchas historias, a los multimillonarios que amasaron fortunas en tiempos de guerra (o Regresión en este caso) se los suele pintar como tipos perversos para la historia. Solo espero que ese tipo no esté planeando usar su dinero para financiar una guerra contra la AIE, y que la razón por la que Davon y sus hombres mataron a Hylda fue por una buena paga. Me imagino que un tipo así podría contratar mercenarios en cualquier sitio que quisiera, y seguro a Davon le habrá prometido elegir a una nueva Elegida y ser su Protector, o por qué no, acabar él mismo con Om y ser el próximo líder de los suyos. Espero no haga nada de ese estilo, porque si lo hace, nunca se lo perdonaré :ewww:

    Cuando se da la reunión entre las mujeres y los niños, me dio mucho gusto ver que estaban reunidos todos por fin. Aunque sí me dolió que no interactuaran demasiado. Me imagino que estás dejando esas escenas para un próximo capítulo, y espero que no tarde en llegar. Yo moría por ver interactuando a los angelitos, y su único momento casi que ha sido en un capítulo solo de la parte VII y en uno de la parte VIII. Necesito más escenas de ellos juntos siendo chiquitos y disfrutando de sus infancias como amigos. Pero bueno, la semilla ya está plantada. Seguro va a ser muy bonito cuando los vea charlar. Punto extra para la inclusión de Shajila y su hijo Vraco. Cuando Snow y las demás pactaron una reunión, me puse un poco mal porque ella no tuviera con quienes ir, pero Snow demuestra una vez más que es la mejor mujer del universo y la invita. Por lo que en la reunión están los angelitos humanos, un angelito syleriano y uno thuniano. Nos está faltando el neoniano, y solo pido a todo el universo que no sea de Yak, por favor XDDDDD.

    En el final del capítulo, vemos que Khael decide pedirle a Wadrak, un antiguo amigo suyo e ingeniero del ejército, una colaboración con el asesinato de Hylda. Muy hilarante la escena donde Ender y Khael le prometen cosas buenas y Om le muestra el arma y lo amenaza XD. Él siempre se ha mostrado como un tipo calmado, pero me imagino que estar tiempo sin poder ver a tu hijo y sin tener al asesino de tu pareja tras las rejas, debe de ser difícil. Así que entre los tres le hacen promesas y extorsiones para obligarlo a colaborar con todo lo que está sucediendo al respecto. Ya veremos qué es lo que el nuevo neoniano logra descifrar en el futuro sobre el pen drive que le cayó al asesino, y cómo eso puede ayudar a resolver (o no, si se tratase de una trampa) la investigación por el asesinato de Hylda.

    Eso será todo por el momento, amigo. Me despido tras otra grandiosa semana de risas y buenos momentos por Discord al leer en simultáneo esta grandiosa historia. Es un placer estar aquí, ya lo sabes. Ahora tengo muchos deseos por saber qué tal lo lleva la exploración en la misión, así como también qué se hace en el territorio conocido mientras los personajes elegidos para viajar no se encuentran. Viendo que solo faltan cinco capítulos, no puedo esperar para leerlos y emocionarme a montones. Será hasta la semana que viene si todo va bien. Un abrazo y cuídate mucho :cynda:
     
    Última edición: 4 Febrero 2023
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    Manuvalk

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    Saludos, ya estamos aquí con el decimosexto capítulo de esta octava parte de Los Viajeros. Nos vamos acercando al desenlace de esta parte, con todo lo que ello conlleva... Así que no me explayaré mucho más en hablar, pero no me iré sin antes mencionar a mi gran amigo Reydelaperdicion por estar siempre al corriente de esta historia, disfrutándola con verdadera pasión, algo que me alegra y motiva mucho. Espero que tanto él como los demás que lleguen hasta aquí para leer, disfruten de este capítulo.







    Bildsh: un mundo vivo




    Ashley tomaba del armario con arsenal un reconocido Striker reglamentario de origen humano.

    La soldado comprobó que el cargador de cuarenta balas —la munición era de un metal conocido por los Anixis que era bastante más resistente y letal que las balas humanas convencionales— encajaba perfectamente en su compartimento, accionando una diminuta palanca para que esta evitase la caída del cargador, enganchándolo al cuerpo del arma.

    Sentado en un banquito a su lado se encontraba Eron, quién realizaba las maniobras pertinentes en su arma, también un Striker humano. El hombre estaba bastante serio mientras veía como varios de sus compañeros se movían de un lado al otro de la armería para tomar sus respectivas armas de libre elección y reunirse en el hangar de salida de la Nolartis.

    La nave ya se encontraba en órbita con Bildsh y esta vez el comandante Crane decidió no hacerla descender sino más bien quedarse fuera del planeta, queriendo evitar riesgos como los que conllevó aterrizar en Ashant. Por suerte para todos, las condiciones climáticas del mundo que estaban por visitar eran bastante cómodas y no suponía un peligro el superar su atmósfera con las lanzaderas, algo que ayudaba en la misión.

    — Oye, todo irá bien ahí fuera — El neoniano Quetaryan trataba de tranquilizar a su pareja, visiblemente nerviosa — Encontraremos lo necesario que nos guíe al último planeta y después regresaremos a casa con la respuesta de qué les sucedió a los Anixis.

    — Eso espero, Yak — Halisha no podía estar más incómoda y tensa tras los acontecimientos previos a la actual misión — Empiezo a pensar que venir aquí fue una mala idea.

    — Yo pensaba lo mismo antes de que empezara todo, pero no podía dejarte ir sin más — Yak acarició el rostro de la científica para finalmente darle un beso — Esta es la investigación de tu vida y yo salgo ahí fuera para garantizar tu seguridad y la del resto. Estoy feliz con eso.

    El ingeniero Finn se encontraba en la entrada a la armería, viendo a la tripulación formada como exploradores el prepararse para su salida.

    Lynx ya estaba listo para partir pese a no ser explorador y West estaba contrariado con la idea de que su aprendiz saliese ahí fuera, exponiéndose a posibles peligros. Cuando el joven Herswood estaba por salir de la armería, el ingeniero jefe le paró los pies al colocar su mano sobre el pecho del chico, que supuso el porqué su superior le increpó.

    — Tú no tienes porqué salir ahí fuera, hijo — Hablándole en un tono paterno, el ingeniero Finn quería hacer saber al joven que lo mejor era quedarse a bordo — Eres más útil aquí, en la nave.

    — También puedo ser útil ahí fuera, señor — Las palabras de Lynx denotaban cierta incomodidad — No quiero sermones de padre, ¿entendido?

    — No venía a darte ninguno, solo a decirte que te lo pienses antes de bajar ahí.

    — No hay nada que pensar — El informático e ingeniero observó detenidamente a Iris, quién estaba acabando de prepararse para la misión — Si ella va, yo también.

    Westley no pudo evitar lanzar un suspiro de resignación mientras dejaba a Lynx seguir su camino.

    El principal ingeniero de la expedición no estaba de acuerdo con que el joven Herswood formase parte del equipo que bajaría a Bildsh, pero tampoco podía impedírselo. Además, parecía estar muy seguro de ir junto a Iris, quién también había intentado ser disuadida por su padrastro Lio.

    El hombre de Ceres se encontraba colocándose el casco de su traje mientras veía a Maya y Uriow tomarse de las manos, algo que le confundió bastante. Humana y syleriano mantenían una emotiva conversación que hacía suponer que entre ambos había un aprecio especial.

    — Cuando vuelva, seguiremos con las lecciones — Emmon hacía referencia a las clases de tiro que le estaba dando a la médico — Quizá en la próxima misión puedas incluso venir con nosotros.

    — No te preocupes, lo único que te pido es que vuelvas sano y salvo — Maya tenía los ojos humedecidos — Eres un ser maravilloso y no me gustaría perderte.

    — No lo harás — El syleriano sonaba fuertemente convencido de sí mismo — No me perdería el volver a ver esa mirada que pones ahora.

    — ¿Acaso te gusta verme pasarlo mal?

    — Me gusta sentirme querido.

    También a escasos metros del syleriano y la humana, se encontraba Sun.

    La asiática terminaba de coger sus cosas, viéndose ya equipada para la misión, mientras acababa de escuchar la conversación de esos dos. El hecho de ver como había personas preocupándose las unas por las otras la hizo sentir muy al margen, pues pese a haber arreglado las cosas con Lio, su amistad no era lo suficientemente profunda como para que existiese una clara preocupación o temor de que alguno muriese.

    Dirigiéndose al hangar donde esperaban sus superiores, los dos soldados y exploradores Dhejam y Brad avanzaban por uno de los pasillos que le llevarían a su destino. Completamente equipados con sus trajes, sus armas y diversos suministros tales como una granada, un pequeño kit médico, una daga de energía convertible y demás, el dúo conversaba acerca de la actual misión mientras estrechaban lazos al mismo tiempo.

    — No debes pensar en los peligros que nos podamos encontrar ni en revelaciones trascendentales sobre los Anixis — Dhejam se disponía a aconsejar al joven humano que le acompañaba — Compórtate como lo que eres: un soldado. Céntrate en que la misión sea un éxito, protege al grupo y ayuda a que todos regresemos a casa lo más pronto posible.

    — Entendido, señor — Brad parecía haber adoptado al soldado thuniano como una especie de mentor — Aunque temo que nos encontremos con esos Veerham.

    — Si nos encontramos con los Veerham o cualquier amenaza, la detendremos.

    El joven Sanders se sorprendía con la seguridad con la que Dhejam afirmaba todo lo que decía y además, la seguridad que desprendía hacia los demás. El humano se sentía confiado y capaz a su lado, motivos por los que se mantenía cerca del thuniano. Y cerca de ambos exploradores se encontraba el puente de mando, por el cual cruzaron y en el que había varios de sus compañeros que no descenderían a Bildsh.

    Manteniendo a la Nolartis en órbita con el planeta, la piloto Maxwell se estaba encargando de otros comandos a realizar en el amplio mostrador de pantallas que había ante ella.

    Eniar y Caelum estaban preparando un pequeño maletín para que los exploradores recogiesen muestras del mundo que iban a pisar, ya que Lill ordenó que estos no bajaran de la nave al considerarse al planeta como un potencial candidato a albergar vida salvaje y sobre todo, tras los acontecimientos en Ashant. No podrían tener su misión en solitario y solo podían confiar en que alguno de los exploradores pensase en su investigación.

    Tyra se intentaba mantener ocupada la mayor parte del tiempo porque no tenía intenciones de querer hablar con nadie y mucho menos con un Norman que aprovechó el minuto que le quedaba antes de irse a la superficie planetaria para aproximarse a ella y pedirle disculpas por todo lo sucedido entre ambos. Tras lo que pasó con Lynx e Iris, el joven Williams se sentía realmente mal por haberse comportado tan mal con ellos y con la piloto, aunque también tuviese algo de culpa su trastorno.

    — ¿Tienes un momento? — El hombre estaba justo detrás de la mujer, que apenas se volteó para verlo y seguir con su trabajo — Quería disculparme contigo por todo lo que ha sucedido últimamente entre nosotros y como se han dado las cosas.

    — No hay nada de lo que disculparse, fuiste claro con tus sentimientos — Tyra ni siquiera le dirigió una mirada más, mientras tecleaba una serie de órdenes en una pantalla — Ahora, si me perdonas, tengo mucho trabajo.

    A Norman le dolía aquella situación, especialmente porque sabía que las cosas entre ella y él nunca volverían a ser igual que antes. Lo mismo ocurría con Lynx, siendo que los tres se conocían de tantos años atrás. Con Iris era diferente pues no se conocían de mucho tiempo y al verla con su viejo amigo ya no le importaba lo que realmente pensase de él.

    Realmente abatido por ese breve intercambio de palabras con la piloto, el soldado tomó rumbo hacia el hangar, siendo de los últimos en llegar.

    Comandante y subcomandante fueron los primeros en equiparse, teniendo que esperar al resto del numeroso grupo en el hangar. Humano y thuniano habían mantenido una conversación sobre los pasos a seguir en Bildsh y como actuar en cualquier situación que se encontrasen. Siendo los actuales líderes de la expedición, debían pensar en todo y así lo hicieron.

    Con la llegada del joven Williams al hangar, ya se encontraba todo el grupo de exploración listo para aventurarse al exterior.

    [...]

    Lanzadera dos, ¿cuál es vuestro estado?

    Comunicándose mediante la propia radio del vehículo aéreo el cual pilotaba, el hombre de Ceres esperó una respuesta que no se demoró más de cinco segundos.

    Aquí lanzadera uno, todo en orden — El encargado de pilotar dicha lanzadera era Norman — Aterrizaje exitoso y a la espera.

    Nos vemos ahí en breve, Williams.

    Oído, Santos.

    Tal y como habían previsto, el grupo de exploración conformado por trece de los integrantes de la expedición —dividido entre las dos lanzaderas disponibles— se reunirían en la superficie de Bildsh tras haber salido del hangar de la Nolartis, la cual se quedó en órbita con los tripulantes restantes.

    La lanzadera número uno contaba con el comandante Crane como su líder, de segundo estaba el neoniano Quetaryan y después el piloto Santos, quedando finalmente la asiática Brume, el joven Sanders y el thuniano Dhejam.

    El equipo de la lanzadera dos tenía como líder al subcomandante Fallon, su segunda Ripley y el piloto Williams, acompañados de los soldados Tanner, Emmon y Hennessey, restando únicamente el ingeniero e informático Herswood.

    La presencia de éste último era una incógnita para la mayoría del grupo, que no comprendían como un ingeniero e informático —que no por ello no sabía pelear— podía servirles sobre el terreno. No obstante, era una posibilidad la de encontrarse con algún asentamiento Anixis que contuviese archivos encriptados, por lo que Lynx podría contribuir a extraerlos más rápidamente de lo que cualquier otro podría.

    Una vez ambas lanzaderas tocaron tierra firme, los dos equipos salieron de estas para volver a verse nuevamente, esta vez en un ambiente diferente al de la Nolartis.

    Cada uno de ellos portaba consigo un arma, una granada, bengalas de emergencia y demás suministros necesarios para la exploración. Además contaban con el apoyo de Oda, quién desde la nave podía monitorizar el clima del planeta y advertir de posibles problemas, aunque principalmente realizaba un seguimiento de la misión.

    — Todos conocemos el plan, ¿verdad? — Los soldados de ambos grupos asintieron a las palabras de su comandante — El radar detecta dos puntos de tecnología Anixis a quince kilómetros de esta posición, pero dado que las lanzaderas no pueden ir más allá, a partir de aquí iremos a pie.

    — Mantened los ojos bien abiertos y estad alerta — El subcomandante quiso añadir algo al mensaje de su superior en la cadena de mando — Como podéis ver, este mundo parece mucho más vivo que los anteriores.

    Bildsh se caracterizaba, a diferencia de los plantes anteriormente visitados, por una biodiversidad exagerada. El planeta se excedía en cuanto a mundo habitable con sus selvas tan frondosas como extensas por el globo, algunas plantas se movían como si tuviesen voluntad propia y parecían enfocar sus flores hacia la tripulación de la Nolartis, que observaba absorta e intrigada este y muchos otros más detalles llamativos.

    Era un hecho ya confirmado el que había vida animal en Bildsh, pues bandadas de pájaros surcaban los cielos y una especie de insectos muy parecidos a las mariposas revoloteaban alrededor de ambos grupos. La sensación era la de estar en un mundo de fantasía donde todo era posible. Una brisa mecía las hojas de los grandes árboles y de las flores más diminutas, sus pétalos se abrían para recibir la luz solar y la tierra yacía húmeda, como si la noche anterior hubiese sido bañada por el rocío.

    — Debo admitir que este mundo es precioso — Iris rompió el silencio que tenía lugar debido al asombro del ecosistema que les rodeaba.

    — Es más bonito que los anteriores, sin lugar a duda — El único syleriano presente no pudo evitar añadir ese comentario al de la humana.

    Durante dos minutos, el grupo de exploración al completo permaneció quieto en la zona, observando todo a su alrededor y preguntándose como funcionaba ese planeta como para ser un mundo tan vivo a diferencia de Ashant, otro planeta que tenía bosques y una forma de vida acuática.

    Bildsh era curioso porque no tenía océanos, estaba cubierto totalmente por una superficie rocosa, pero los sensores de la nave detectaron que había lagos subterráneos que proporcionaban lo necesario para que sobre ellos se formase la vida.

    — Pongámonos en marcha, compañeros — El principal soldado thuniano tuvo que llamar la atención al resto, absortos en sí mismos durante un buen momento — Tenemos una pista que seguir.

    [...]
    Equipo Lanzadera Uno: Lill, Yak, Lio, Dhejam, Sun, Brad


    Aquí Oda, abriendo comunicación desde la Nolartis hacia el comandante Crane.

    — Te recibo — Lill avanzaba entre varios de sus compañeros por una pequeña senda — ¿Todo en orden?

    Lio se encargaba de abrir paso para el grupo mediante la tala de arbustos y hojas espesas que dificultaban el camino hacia uno de los puntos que marcaban tecnología Anixis en el planeta. Usando su daga de energía reconvertida a un machete en cuanto a tamaño, el hombre de Ceres guiaba al equipo en el frente.

    Todo en orden, comandante. Tal solo quería conocer el estado de tu equipo. Comprobación rutinaria.

    — Me gusta ver que el complemento del que hablamos está en marcha — El líder de la expedición sonaba satisfecho — Es importante que realicemos estas comprobaciones rutinarias en las misiones, así ante cualquier peligro podemos reaccionar mucho más rápido.

    Exactamente, comandante. Así podremos dar una respuesta contundente a cualquier problema.

    — Eso es — Lill caminaba con Lio y Sun al frente, quedando Yak, Dhejam y Brad detrás de él — El equipo está bien, seguimos avanzando por la selva hacia uno de los puntos que nos marcaste en el mapa. ¿Has contactado ya con el otro equipo?

    Lo he hecho justo antes de comunicarme contigo, comandante Crane. Siguen su curso hacia el destino indicado y desde aquí seguimos vuestra posición en tiempo real. Por el momento, todo marcha según lo planeado.

    — Bueno saberlo. Seguimos en contacto, Oda.

    El que fuera cartógrafo en su primera expedición, cortó la transmisión con la IA de la nave.

    Hacía ya poco más de una hora que llevaban andando, tras haber aterrizado en la zona designada junto al segundo grupo. Ya separados en dos equipos de manera definitiva, al menos en la misión planetaria, todo seguía el orden planeado y previsto.

    Aprovechando el trayecto y la calma que había, Yak se aproximó a su superior para conversar con él acerca de algo que quería decirle.

    — ¿Todo bien en la Nolartis?

    — Así es, todo bien — Lill se extrañó un poco al ver a Yak caminar junto a su lado — ¿Tú te encuentras bien?

    — Sí, estoy perfectamente — El neoniano sabía que la situación era incómoda entre ellos, por lo que fue directo al grano — Quería tener un momento para que habláramos, pero en la nave no podía ser, principalmente porque pasamos el tiempo justo despiertos entre viaje y viaje.

    — Lo sé y lo entiendo — El comandante comprendía a qué se refería su compañero — Este es tan buen momento como cualquier otro, si quieres hablar.

    — Quería disculparme personalmente por todo el sufrimiento que te he hecho padecer durante este tiempo e incluso más atrás — Por primera vez durante mucho tiempo, el neoniano sonaba extremadamente sincero en sus palabras — Debes saber que aunque haya cosas que no me gustan de ti, hay otras que sí. Y tienes mi reconocimiento en ellas.

    — Lo mismo te digo, Yak — Crane estaba contento de recibir semejantes disculpas — Hemos tenido diferencias durante estos últimos años, han pasado cosas... pero me alegra que quieras mirar hacia delante, porque yo también quiero.

    — Me alivia saber que estamos en la misma sintonía, Lill — Quetaryan asintió, visiblemente emocionado — Con esto tan solo quería asegurarte de que no tendrás más problemas conmigo, estoy totalmente comprometido contigo y con el éxito de la expedición.

    — Es bueno conocer que piensas eso y que crees en la misión, pero también necesito que me digan cuando no están de acuerdo conmigo — El humano le tendió la mano, como señal de paz en todos sus conflictos personales — Comencemos de cero, Yak. Hemos vivido muchas cosas juntos y creo que nos podemos considerar viejos amigos como para mantener rencillas pasadas sin sentido. Hemos sufrido, los dos, pero ahora podemos sanar, juntos.

    Quetaryan asintió varias veces sin decir palabra mientras aceptaba la mano de Crane y la estrechaba con la convicción de que las cosas entre ambos se habían arreglado. Cuando se dio cuenta, el saludo humano se había convertido en algo habitual en él, gesto que le hizo sonreír para sí mismo.

    No le importaba saludar como un alienígena, pues ya no lo eran bajo el paraguas de unión de la Alianza Interestelar de Especies que sellaron en Neonia hacía ya más de diez años.

    Detrás de ellos dos, el dúo formado por Dhejam y Brad vigilaban la retaguardia mientras mantenían una conversación rápida sobre como se veía Bildsh ante sus ojos.

    El thuniano rememoraba las imágenes que había podido ver de su mundo natal antes de que fuera destruido, apenado al nunca haberlo pisado, pues su destrucción ocurrió durante generaciones pasadas a la suya. Por parte del humano, él sí recordaba a la extinta Tierra y la nostalgia le invadía por completo cuando la comparaba con el planeta en el que estaban, viéndose muy parecidos en algunos aspectos.

    — Me entristece el haber perdido mi mundo de origen de forma natural, no me imagino lo que pensó la humanidad viendo como su planeta era destruido por algo artificial y creación de otros — Dhejam aplaudía a los humanos por sobreponerse a aquella situación — Ver que aquello fue por causa de los neonianos y de los sylerianos, y sin embargo, unirse a ellos en la desgracia por un futuro en común próspero y esperanzador. Es admirable y demuestra que sois una especie muy digna.

    — Cuando aquello ocurrió, yo era prácticamente un niño y mis padres quisieron hacerme ver que nadie tenía la culpa de manera directa — Brad se dispuso a explicar lo que recordaba de aquel suceso, bautizado como Colapso entre la humanidad — Yo estaba furioso en ese momento, tenía unos dieciséis años y quería destruir tanto a neonianos como sylerianos... odiaba a los alienígenas. Mis padres me hicieron ver que ese odio solo me traería sufrimiento, pero yo estaba incluso dispuesto a unirme a la Resistencia en aquel entonces.

    — ¿La Resistencia? ¿Ese grupo rebelde que dirigía la mujer llamada Sun? — El soldado thuniano, como muchos otros, había leído todo lo referente a la historia de las especies — Tuvimos un grupo así en Thundia, al menos eso me contó mi segundo padre.

    — ¿Segundo padre?

    — Sí, el padre de mi padre.

    — Los humanos les llamamos abuelos.

    — ¿Abuelos?

    — Es como decir ancianos. Son el padre de tu padre o la madre de tu madre.

    — Oh, comprendo. Entonces, mi abuelo. Él me contó muchas historias sobre lo que ocurrió en Thundia, estando aún a bordo del arca que nos llevó a Virm.

    — Interesante... Por cierto, ¿qué fue de esa arca?

    — Fue despiezada para fabricar todo tipo de utensilios tecnológicos.

    — Vaya.

    Mientras la conversación entre el soldado thuniano y el soldado humano se tornaba de lo más peculiar, en el frente se estaba dando otra conversación.

    El hombre de Ceres seguía abriendo el paso a su equipo mientras la asiática le seguía, ayudándole en algunos momentos en los que la maleza dificultaba el paso de manera considerable. Mientras avanzaban y veían el mapa holográfico a tiempo real que proyectaba el antebrazo derecho de sus trajes, el dúo se hablaba.

    — ¿No te recuerda a algo, esto que estamos haciendo?

    — ¿Te refieres a cuando nos enredamos entre la maleza que cubría esa ciudad neoniana abandonada? — Lio se río brevemente mientras seguía cortando hojas — ¿Cómo olvidarlo?

    — Dyrian terminó pidiéndote ayuda, diciendo que las ramas estaban vivas y la retenían — Sun también soltó alguna carcajada.

    — ¿Dyrian? Creo que eso lo dijo Guy — El hombre de Ceres recordaba a varios de sus compañeros en la Resistencia — Pobre bastardo loco.

    — ¿Fue él? Joder, ya casi no recuerdo sus voces — Brume no pudo evitar entristecerse al recordarles a ellos, entre otros compañeros más — Estos días me he estado preguntando si, de haber actuado de forma diferente, amigos como Dyrian, Guy, Marlo, Axlor... hubiesen sobrevivido. Quizá yo les quité el haber estado aquí.

    — ¿Sabes? Yo también me torturaba con esos pensamientos no hace mucho tiempo — Santos dejó de cortar maleza, viendo que el resto se estaban quedando atrás al ir ellos dos tan rápido y aprovechando para tomar algo de aire — Te recomiendo que no lo pienses mucho, es algo que pasó y no puedes retroceder. Fin de la historia.

    — Lo sé, Lio, lo sé...

    — Hazme caso, Sun. Yo a veces me pregunto que hubiese sido de mí si mis compañeros de expedición me hubiese rechazado al haber estado en la Resistencia — El hombre no pudo evitar agachar la mirada al rememorar aquellos tiempos — ¿Y sabes qué? Probablemente estaría muerto ahora mismo.

    La ex líder de la Resistencia se sintió apenada al oír a su compañero decir eso, mientras veía como el resto del equipo se aproximaba a su posición. Sin darse cuenta, talando plantas se habían adelantado de manera considerable, por lo que ahora convenía esperar y reunirse todos para seguir más cerca los unos de los otros.

    Cuando se volteó, la mujer se percató de que en la distancia se apreciaba lo que parecía ser una estructura con altura.

    — Lio, mira eso.

    El hombre de Ceres hizo caso a su compañera y se giró, descubriendo que estaban muy cerca de lo que parecía ser un edificio hecho con un extraño metal reflectante, y lo que veían era la punta más alta del recinto, que sobresalía por encima de los árboles de la selva.

    Muy pronto, el comandante Crane y el resto del equipo se percataron de ello, quedándose durante unos instantes en silencio y contemplando su arquitectura.

    — Es Anixis, sin duda — Lill lo tenía claro conforme más lo veía.

    — ¿Creéis que pueda haber seres vivos ahí dentro? — Brad parecía hablar con más temor que otra cosa.

    — Si los hay, esperemos que sean amigables — Sun no quería tener que empezar un conflicto contra seres desconocidos.

    — Eso solo lo sabremos si nos acercamos sin hacer ruido — Dhejam usó la lógica, siendo una idea que aprobaban los demás.

    — Preparémonos para cualquier cosa — Yak no lo dudó y desenfundó su Flasher, el arma de origen Anixis que portaba consigo.

    — ¿El equipo de Fallon lo habrá visto? — Se preguntaba Lio, sabiendo que no se llevaban una excesiva distancia entre un punto y otro.

    [...]

    Equipo Lanzadera Dos: Fallon, Ashley, Norman, Eron, Lynx, Iris, Uriow


    El subcomandante de la expedición observaba desde una distancia alejada como sobresalía algo parecido a un edificio por encima de los árboles de la selva.

    Aquel lugar que acababan de otear los miembros del primer equipo de exploración era el mismo que veían los del segundo equipo. Sin embargo, el punto Anixis al que debían dirigirse era otro, por lo que apenas permanecieron unos segundos viendo dicho edificio en la lejanía. El grupo prosiguió su andadura mientras conversaba entre sí, divididos en pequeñas agrupaciones.

    Al igual que ocurría con el primer equipo, uno de los miembros del segundo se encargaba de abrir paso entre la frondosa maleza, la cual dificultaba el paso constantemente.

    El encargado de esta función era Uriow, quién aislado de los demás, reflexionaba sobre su situación sentimental. Era un hecho que se sentía atraído por la doctora Vega, pero no era algo físico sino más bien profundo, que nacía de dentro. Verla preocuparse por él justo antes de abandonar la Nolartis le hizo sentir pleno y triste al mismo tiempo, pues no recibía ese afecto tan sincero desde la última vez que vio a su madre con vida.

    El syleriano sabía que, pese a haber algunas relaciones entre alienígenas comprobadas en la sociedad, estas eran muy escasas e incluso mal vistas por algunos. Le daba lástima que esto fuese así, no obstante, no le importaba en absoluto lo que pudiesen pensar y tampoco había nada oficial entre él y la humana. Aunque no le importaría en absoluto si lo hubiese, es más, le encantaría, pensó.

    Mientras el soldado Emmon se mantenía ausente en sus pensamientos y en su trabajo, el resto le seguían a una corta distancia para evitar perder su rumbo.

    Tras el syleriano, iban los tres humanos jóvenes del grupo. Lynx, Iris y el propio Norman caminaban juntos desde hacia poco rato, pues éste último quiso acercarse a ambos para hablarles sobre lo que sucedió en la nave hacía ya dos meses atrás. Cuando lo vieron aproximarse, la pareja supo inmediatamente a lo que venía, pero quisieron mantenerse tranquilos y escucharle.

    El joven Williams no tardó en iniciar la conversación que él creía que debían tener cuanto antes.

    — Hola, chicos — Musitó el hombre, llamando la atención del dúo — ¿Interrumpo algo?

    — En absoluto — Iris contestó con calma para hacerle ver que todo estaba bien — ¿Estás bien?

    — No, no lo estoy — Norman se sinceró con sus compañeros — Me siento fatal por lo que ocurrió.

    — Tranquilo tío, no hay rencores — El informático e ingeniero tranquilizó a su viejo amigo — No te voy a mentir, será difícil que las cosas entre nosotros vuelvan a ser como antes, pero no me verás negándote ayuda. Te lo garantizo.

    — Os lo agradezco de verdad, a los dos — El piloto de la lanzadera asintió, visiblemente emocionado — Me gustaría pediros algo.

    — ¿De qué se trata? — La joven Hennessey sentía curiosidad.

    — Tú dirás — Añadió Herswood.

    — Vosotros y Tyra sois los únicos que conocéis sobre mi trastorno y... agradecería mucho que no lo mencionarais ni que lo dijeseis por ahí.

    Tanto Lynx como Iris se miraron entre sí, al no esperarse esa petición por parte de Norman. Sin embargo, en parte lo comprendían ya que el resto de la tripulación podría considerarlo inestable o pensar que estaba loco, algo que para nada ayudaría en el desarrollo de la misión.

    Casi diez segundos después, la pareja asintió, accediendo a lo que el joven Williams demandaba misericordiosamente.

    — Muchísimas gracias, chicos — El tipo respiró muy aliviado al ver esos gestos — Os juro que no volveré a enloquecer, voy a aceptar que estáis juntos.

    — Más te vale — Lynx contestó con cierta frialdad, cansado de hablar de ese tema.

    En la retaguardia del equipo número dos se encontraban sus dos líderes y un soldado.

    Fallon, Ash y Eron vigilaban sus espaldas al mismo tiempo que mantenían una charla sobre el estado de la misión y sobre lo que habían recopilado en cuanto a información hasta la fecha. Todo llevaba mucho rato en calma cuando de pronto, una serie de extraños sonidos alertó al trío que estaba más atrás.

    Lo que parecían ser varias respiraciones entrecortadas se escuchaban alrededor de ellos al mismo tiempo que las plantas se mecían inexplicablemente.

    — ¿Pero qué...? — Eron apuntaba hacia uno de los arbustos, del cual poco se podía ver tras el.

    — ¡Todos atentos, aquí hay algo! — Fallon alertó al resto, que frenaron en seco sus pasos y desenfundaron sus armas — Ashley, ten cuidado.

    La soldado Ripley asintió, siendo la primera en tomar la iniciativa y dirigirse lentamente hacia ese grupo de arbustos que se movía en extrañas circunstancias.

    Había brisa, pero no lo suficientemente fuerte como para que las plantas y las hojas de los árboles se meciesen bruscamente durante varios segundos. Esas respiraciones agitadas ya no se escuchaban, pero el arbusto seguía moviéndose apresuradamente hasta que Ash se aproximó justo ante el y vio que era lo que había detrás.

    — Oh, vaya — La mujer no pudo evitar reírse, algo que confundió al resto.

    — ¿Qué es? — Aún en tensión, Eron apuntaba a los arbustos.

    — Una preciosidad más de este planeta.

    De entre los arbustos salieron cuatro animales de pequeña estatura, similares a cachorros de perro. Estos tenían una respiración bastante tosca que infundía temor, probablemente para otros animales que intentasen atacarles, sin embargo, su tamaño contrastaba notablemente con ese miedo que infundían antes de ser vistos. Estos animalitos no parecían tener ojos y el grupo supuso que se guiaban por el sonido, pues quizá por ello se aproximaron al grupo.

    Pese a llevar el traje, Ashley decidió acariciarlos y pudo comprobar que tenían una piel dura. Estos animales alienígenas eran de un color grisáceo con tonalidades rosadas, dándoles un aspecto muy exótico. Los demás miembros del equipo sonrieron con ternura al ver aquello, aliviados de que por primera vez no hubiese un planeta en el que prácticamente todo fuese hostil con ellos.

    Lynx se aproximó a estos seres y también los acarició.

    — Esto es historia, compañeros — El informático se veía realmente emocionado — ¡Es el descubrimiento de un nuevo animal alienígena!

    — Se ven preciosos, ojalá pudiésemos llevarlos con nosotros — Iris se derretía de ternura al verlos.

    — No creo que sea una buena idea, deben tener unos padres por ahí buscándoles — El único syleriano presente optó por usar la lógica.

    — Espero que no sean igual de agresivos que los Ikorfs de Neonia — Tanner recordaba a los famosos animales salvajes del planeta neoniano.

    — Tienes razón, Uriow — El subcomandante pensaba igual que su soldado — Eso me hace pensar que podrían estar buscándolos, así que no nos entretengamos más y sigamos nuestro camino.

    — ¡Espera, subcomandante! — Herswood se dispuso a sacar de su mochila una serie de artilugios científicos — Halisha y Caelum de seguro querrán una muestra de ADN de estos preciosos animalitos.

    Lynx sacó unas pinzas y una especie de jeringuilla con aguja, usando esta última para extraer un tubo de sangre de uno de los animales mientras que con las pinzas se dispuso a arrancarle un poco del pelaje corto que poseía el ser alienígena. Sin embargo, cuando utilizó las pinzas en otro de ellos, éste lanzó un grito de dolor muy agudo que por un momento ensordeció a todos los presentes.

    Acto seguido, los cuatro animalitos salvajes salieron corriendo del lugar ante la mirada de los visitantes en su mundo.

    — ¡Joder, no pretendía hacerles daño! — Lynx se incorporó tras obtener las muestras indicadas, sintiéndose un tanto mal por haber hecho daño a aquel animal — Mierda... espero que esté bien. Seguro que los he asustado bastante.

    — Es evidente que sí, amigo — Eron le contestó con seriedad, echándole en cara aquel suceso.

    — Bueno, ya está hecho. Ahora sigamos.

    La orden de Fallon bastó para que el grupo número dos de la expedición en Bildsh se pusiese en marcha para llegar lo más pronto posible a su punto tecnológico Anixis, cuando de repente, el silencio que se hizo tras el alarido de aquel animalito se transformó en una serie de ruidos mucho más fuertes.

    Era como si la respiración de algo muy grande se encontrase sobre ellos, algo que les hizo mirar hacia arriba, en la copa de los árboles. No obstante, no se veía nada vivo.

    — ¡¿Qué mierda es ese puto sonido?! — Realmente aterrado, el joven Williams apuntaba a todos lados — ¡Nos rodean! ¡Están sobre nosotros!

    — ¡¿Qué?! ¡¿Qué hablas?! — Viendo así a su compañero hizo que Iris se sintiese igual de nerviosa.

    — ¡Cierra la jodida boca, Norman! ¡No hay nada cerca, no vemos nada! — Eron confrontó con palabras a su compañero — ¡Cállate y así localizaremos la posición de esa cosa!

    — ¡Son los Veerham, seguro! ¡Son los Veerham! — Fruto de todo el estrés y lo sucedido anteriormente, Norman se encontraba en un estado de paranoia evidente, sumado al propio trastorno que tenía y que se manifestaba en momentos como ese — ¡Ahí están! ¡Veo a uno!

    Convencido de que veía a uno de esos supuestos alienígenas, el joven Williams apuntó con su Striker y comenzó a disparar furiosamente contra unos arbustos.

    El ruido de los disparos podía ser peligroso porque podía alertar a cualquier cosa que estuviese cerca de ellos, amigable o no. Decidido a frenarle, el líder thuniano se aproximó a el humano para sujetarle y evitar que siguiese disparando a la nada sin control, cuando repentinamente el propio Norman salió lanzado hacia un árbol cercano, chocándose contra su tronco y cayendo inerte.

    — ¡¿Cómo ha...?!

    — ¡Mirad eso! ¡¿Cómo es posible...?!

    — ¡Qué diablos es esa cosa!

    Justo ante sus ojos y en medio de todos ellos, aquello que había lanzado a Norman contra un árbol se manifestó.

    De la invisibilidad absoluta al ojo humano, syleriano y thuniano, surgió una forma aterradora. Poco a poco fue tomando forma, color y aspecto, hasta comprobarse que se trataba de los mismos animales salvajes con los que se acababan de encontrar, pero infinitamente más grandes. Sin lugar a dudas superaban los tres metros de altura y además de eso, su boca era enorme con unos dientes super afilados y unas garras en sus cuatro patas que fácilmente podían ser guadañas.

    Aquel ser alienígena, lo que parecía ser un animal salvaje con cierta inteligencia debido a la emboscada que acababa de tender al grupo, liberó un gruñido que salía desde el interior de su faringe y que llegaba hasta los oídos de los presentes, siendo tremendamente estremecedor.

    Aterrados casi al instante de ver a esa cosa ante ellos, el grupo no tuvo porqué esperar a la orden de Fallon para huir estrepitosamente de esa zona.

    — ¡¡¡CORRED!!! — Gritó inmediatamente el thuniano — ¡Hacia el punto Anixis! ¡Vamos!

    Sabiendo que la vida les iba en ello, todos comenzaron a correr en la dirección planteada por su superior mientras el cadáver sin vida del joven Williams yacía ahí, muerto debido a que el impacto contra el árbol, a esa velocidad y fuerza, le rompió el frontal del casco y le desfiguró la cara, con miles de cristales clavados en su rostro y una cantidad ingente de sangre brotando de él.

    Aquella bestia comenzó a seguir a los demás con una velocidad endiablada mientras sus cuatro criaturitas regresaban para despedazar y saciarse con la carne de Norman.

    [...]

    Equipo Nolartis: Tyra, Caelum, West, Halisha, Maya, Eniar


    El equipo Lanzadera Uno ha llegado a su punto Anixis — Notificó Oda al resto de la tripulación en la nave, tras haber conversado nuevamente con Lill — El equipo Lanzadera Dos no responde a mis intentos de comunicación, pero una de sus radios está transmitiendo en estos momentos.

    — ¿Qué dice? — La piloto Maxwell esperaba una respuesta de la inteligencia artificial.

    — ¿Y de quién es esa radio? — Preguntó la doctora Vega, consciente de que en el equipo dos estaba Uriow.

    La radio es del explorador Norman Williams y lo que dice es ininteligible.

    — Ponlo igualmente, queremos oírlo — El ingeniero y científico Pallow quería escucharlo — Quizá nosotros saquemos nuestras propias conclusiones.

    — Exacto, aunque no se entienda lo que dice, conviene oírlo — Westley estaba de acuerdo con su compañero syleriano.

    — ¿Y las cámaras de los trajes? — Eniar quiso saber si se podía extraer alguna imagen que diese motivos a la tripulación para alarmarse o no — ¿Has probado a decodificar la señal, Oda?

    No es posible extraer ninguna grabación en directo de ninguno de los miembros del equipo dos. No obstante, sí que he podido recopilar una serie de imágenes.

    Todos los miembros de la expedición que se quedaron a bordo de la nave, en órbita con Bildsh, se encontraban en ese momento juntos en el puente de mando.

    En los rostros de todos ellos se podía apreciar algo de preocupación al conocer que el equipo dos no respondía a los llamados de Oda. Ninguno de sus integrantes contestaba a la comunicación con la IA, algo que no auguraba nada bueno.

    Cuando Oda reprodujo el sonido de una de las radios de algún miembro del equipo dos, no hubo ninguno de ellos que no se estremeciese de terror al oír lo que sonaba como una respiración agitada, entrecortada y tosca. Más aún cuando se escuchaba el ruido que se hace al masticar comida, lo que hizo que algunos miembros de la tripulación se quedasen helados e imaginándose muchas situaciones que se podrían estar dando.

    Especialmente cuando la grabación de sonido era acompañada con varias imágenes donde se podía apreciar a un extraño y aterrador animal salvaje de gran estatura ante sus compañeros de expedición. Las fotos tomadas por Oda gracias a la señal que llegaba de los trajes del equipo terminaron por confirmar que se encontraban ante un auténtico depredador animal en Bildsh, algo que conocían que era probable dado el nivel de habitabilidad del planeta.

    La única señal en directo que no he podido recuperar del equipo Lanzadera Dos, es la de Norman Williams — Las palabras de Oda terminaron por caer en el grupo como una losa de cemento, pues confirmaban lo que ya suponían; que alguien había perdido la vida a manos de esa aterradora bestia — Sus constantes vitales se han apagado. Probablemente acaba de morir ahora mismo.
     
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    Saludos, amigo. Paso a comentar el capítulo de esta semana.

    Venía diciendo semana tras semana que cada nuevo capítulo era menos tenso que el anterior, pues bien, este capítulo ha roto la cadena y ha sentado unas bases para que se aproxime un cierre más tenso de la parte VIII.

    El capítulo abre con el grupo llegando al planeta Bildsh y preparándose para el descenso en dos grupos. Hacen bien en dejar a los ingenieros y científicos en la nave, puesto a que si el mundo alberga vida, tener más gente a la qué proteger, sobre todo si se trata de amenazas desconocidas, es una desventaja. Se dividen en dos y luego ambos se van cada uno por su lado.

    Antes de que se de la partida al mundo de la ruta, vemos que Norman intenta hablar con Tyra y esta lo rechaza. Yo tengo que decir que ella, más allá de las bromas que yo hago, tiene razón al estar enfadada con él, pero tampoco es para tratar a alguien que es su amigo como si fuera basura, al solamente darle la espalda y ya. Y viendo el final del capítulo, muero por ver su reacción en el siguiente. Pero ya llegaré a eso.

    El primer grupo es el de Lill como líder y Yak de sub líder. Allí vemos que humano y neoniano hacen las paces, y ya era hora. Tras la decisión tomada por Lill en Regresión, estos dos no se llevaban para nada bien, y ya 10 años después era hora de pasar página. Me alegra que Yak haya dado el primer paso para reconciliarse, y que Lill, pese a que Yak quería sacárselo de encima y organizó un torneo para darle gusto (torneo donde también pelearon) le haya aceptado las disculpas. Luego de eso tenemos una escena donde Dhejam y Brad (los dos recién ingresados a la expedición) discuten sobre sus mundos y sus pasados, abriéndose más e incluso compartiendo info sobre sus familias. Es una buena escena, aunque no se me viene a la mente un momento en el que los dos hayan vivido algo que los hiciera acercarse tanto, quizá el compartir equipo en Ashant los haya hecho formar esa clase de relación. La última conversación es de Lio y Sun, donde comparten recuerdos sobre el pasado que tuvieron en la Resistencia. Y creo que está bien que Sun reflexione sobre las cosas que ocasionaron su Resistencia, y que admita que fueron un error. Eso indica que al menos tiene la madurez para aceptar sus errores. Durante su camino, vemos que a lo lejos ven una estructura anixis esperándoles a lo lejos, y eso me intriga. Porque un edificio alto es señal de una base o de una ciudad, pero que se tomaron el tiempo en realizar por algún motivo.

    Pasando al siguiente grupo de Fallon líder y Ashley sub líder, abrimos el camino con Uriow pensando en Maya. Eso es algo muy curioso para mí. Si bien se menciona que han habido algunas relaciones inter especie en el universo, no se nos ha mostrado eso y son precisamente ellos dos los que dan el puntapié inicial a la situación. Claramente, una relación entre syleriano y humana no creo que sea compatible en el tema sexual, pero tal vez en lo sentimental sí se pueda llevar a cabo. De igual manera, no me opondría a ver qué pasa entre ellos dos, porque Uriow, al fin y al cabo, la quiere, y eso importa. En el lado de Lynx e Iris, estos se encuentran con Norman quien va por una disculpa y un pedido para que no les revelen a la tripulación sobre su estado. Ambos, pese a lo ocurrido con él, deciden aceptarle las dos cosas y le piden perdón, ofreciéndole ayuda y dándole la seguridad de que no le revelarán nada. Luego de esto, es Ashley quien se encuentra con unos cachorros, o seres parecidos. Debo decir que seguro al resto del grupo les habrá dado ternura verlos, y mi reacción quizá habría sido tomar fotos en vez de acariciarlos siendo que son extraterrestres. Tras Lynx tomar la decisión de llevarse una muestra de adn, estos empiezan a chillar y es ahí cuando aparece una nueva bestia frente al grupo. Norman enloquece, imagino que agravado por su condición psicológica y empieza a disparar, siendo el blanco perfecto de una bestia gigante de tres metros que de un solo golpe lo mata instantáneamente. Realmente debe ser aterrador si mide tres metros, hace un ruido ensordecedor y además tiene uñas cual si fueran guadañas. No sorprende que haya sido capaz de matar de un golpe, y si el propio Fallon que mide dos metros y es pura musculatura piensa que la mejor opción es correr, deben estar ante una bestia sacada del mismísimo infierno.

    Me imagino estas reacciones para ellos
    La tripulación viendo a los cachorritos: :kuku:
    La tripulación viendo al predador: :aniscream:

    Una pena que Norman haya sido asesinado de esa manera. Lo presentía tan pronto como Tyra le lanzó su despedida de forma tan seca, pero aun así, me apena. Si bien estaba un poco desquiciado, y reacciona de forma indebida, tampoco era todo culpa suya. Pero él, a diferencia de otros psicópatas en la historia, se disculpó, quiso hacer las cosas bien y estaba dispuesto a que le tendieran una mano. Una lástima que haya muerto de un golpe y sin la chance de escapar o defenderse.

    Cuando en la Nolartis se dan cuenta de que algo malo va en el segundo grupo, Oda les lanza el comentario donde les anuncia que Norman ya no tiene vitales, y que es probable que haya muerto. Me pregunto, como dije antes, cómo reaccionará Tyra cuando se entere de su muerte. Quizá se arrepienta por lo que ha hecho, pero ya lo veremos.

    Aquí tiene pinta de que toda la situación va a cambiar. En Verilia y Ashant solamente tuvieron una baja en cada planeta y fue por causas de la naturaleza. Sé que un animal salvaje es parte de la naturaleza, pero Norman no ha muerto por accidente de lanzadera o por la precipitación de un cristal, sino que fue asesinado de un golpe por una bestia enemiga. Eso me dice que este mundo no tendrá tan solo una muerte y seguro que o la criatura o quizá algún otro ser sea responsable de aumentar las bajas en el equipo.

    Quiero felicitarte por la gran y bella descripción de Bildsh al principio. Mostrando las plantas, las flores, los pájaros y los insectos moviéndose y reaccionando a la llegada de la tripulación, realmente se lo puede considerar un mundo vivo, como dice el título del capítulo. Es una forma de variar a lo visto en los mundos previos.

    Bueno, amigo, hasta aquí llega mi comentario. Ha sido un fantástico capítulo. Nos acercamos al cierre de parte y se nota, y no me puedo esperar para ver qué otras cosas nos depara esta trayectoria final. A ver qué otros monstruos y secretos nos oculta el planeta Bildsh. Quizá por fin podamos ver a los Anixis o a los Veerham. Pero eso habrá que esperarlo. Me despido, amigo. Una vez más, una jornada para recordar por Discord. Con ansias esperando al sábado siguiente. Un abrazo y cuídate mucho :cynda:
     
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    Manuvalk

    Manuvalk el ahora es efímero

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    Los Viajeros VIII: Más allá
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    Como cada fin de semana, ya está aquí un nuevo capítulo de Los Viajeros. Tras este, solo quedan tres capítulos para terminar con esta octava parte de la historia, los cuáles os garantizo que prometen ser épicos (aunque eso lo juzgaréis vosotros, los lectores). Considerando que el capítulo de esta semana es algo largo, me limitaré a agradecer a mi querido amigo Reydelaperdicion su presencia cada sábado (siempre que puede) para que leamos en simultáneo y comentemos los capítulos por Discord, quedada que siempre disfruto, algo que espero que él también haga. Sin más, ¡disfrutad la lectura y hasta la próxima!

    Nota: la guía de personajes ha sido actualizada tras este capítulo.




    Entre nosotros







    Equipo lanzadera 2: Fallon, Ashley, Eron, Lynx, Iris, Uriow


    Los pasos apresurados del equipo Lanzadera Dos dejaban un rastro reconocible, pero más lo hacían las grandes pisadas del animal que les perseguía.

    Conforme avanzaban, la tierra selvática se convertía en una masa húmeda y pastosa que dificultaba al grupo mantener el ritmo de velocidad a la que corrían. Pronto se vieron envueltos en un laberinto de plantas y árboles, con los pies sumergidos en la superficie pantanosa de la selva, mientras sus mapas holográficos indicaban que una edificación Anixis se hallaba cerca.

    — ¡No podemos parar! — El subcomandante de la expedición y principal autoridad de dicho grupo no contemplaba frenarse — ¡Seguid!

    Sin embargo, el grupo estaba rodeado de respiraciones agitadas, ruidos extraños y ramas de plantas moviéndose de manera inquieta hasta que todo se calló y apareció el silencio. Apenas se oían los cantos de las especies de aves que revoloteaban la zona, mientras el grupo permanecía quieto a la espera de percibir algún estímulo que confirmarse la presencia de esos seres, lo cuál no tardó en suceder.

    Estas bestias demostraban una inteligencia sorprendente para ser animales salvajes, pero sobre todo, demostraban una evolución letal al poder hacerse invisibles al ojo ajeno. Nadie del grupo podía decir donde estaba alguna de esas bestias, que estaba claro que ya no era solo una, sino varias las que rodeaban al equipo dos. Solo Fallon pudo percatarse de que estaban delante suya cuando vio como se formaban unas profundas y agrandadas pisadas en el barro pantanoso en el que se encontraban.

    El soldado y líder thuniano, quién empuñaba un Flasher de plasma, comenzó a levantarlo lentamente hacia la posición en la que estaba una de esas bestias, la cual se aproximaba lentamente y sin hacer ningún tipo de ruido. El resto del grupo permaneció impasible, observando a su superior y preparados para disparar una vez lo hiciese él. No obstante, cuando Fallon estuvo a punto de apretar el gatillo de su arma, una especie de sonido irritante —el cual provenía de la edificación Anixis próxima al grupo— comenzó a emitirse a una frecuencia baja pero muy molesta que hizo que dichos seres saliesen huyendo.

    Todos vieron como las pisadas de esas bestias —ya que a ellas no se les podía ver— se formaban en la dirección contraria mientras sus respiraciones bruscas y agitadas resonaban cada vez menos en su alrededor. Dicho sonido, que parecía actuar como un mecanismo de defensa de dicha edificación alienígena, permaneció presente durante dos minutos más en los que el grupo se fue aproximando al lugar, hasta que dejó de sonar.

    Ante ellos, se mostraba una gran puerta que daba acceso al misterioso lugar Anixis.

    — Parece que este sitio sigue operativo — Supuso la soldado Ripley tras lo sucedido.

    — Busquemos la forma de entrar — Fallon dio una orden clara a su equipo — No quiero estar más tiempo aquí fuera.

    Todo el grupo se puso manos a la obra, buscando la forma de entrar a aquel lugar antes de que esas extrañas bestias regresasen.

    Mientras Fallon y Ashley patrullaban el alrededor, el resto se dedicaba a encontrar cualquier mecanismo que les abriese la puerta, sin embargo, no se veía nada que pudiese servir. Fue entonces cuando el joven Herswood se percató de que podían saltar el muro por una zona despejada de arbustos.

    — Mirad, por ahí podríamos subir y entrar — Lynx supo que aquella era la única opción — Porque abrir este portón parece imposible.

    — Buena idea, yo os ayudaré a entrar y me abrís desde dentro.

    El subcomandante optó por usar su asombrosa fuerza para levantar con facilidad a sus compañeros de equipo y que estos saltasen el muro.

    Uno a uno, quedándose fuera únicamente el propio Fallon, fueron entrando todos. Desde el interior, una serie de engranajes mantenían la puerta maciza cerrada, por lo que a Uriow se le ocurrió una forma rápida de destruirlos y que la puerta pudiese abrirse.

    — Tardaremos menos si destruimos los engranajes — El syleriano no quería malgastar tiempo, consciente de que había peligro fuera y podía haberlo dentro del recinto.

    El ex alcaide de la prisión de la base Ío empuñó su arma con determinación y apuntó, uno a uno, a todos los engranajes centrales que impedían que la puerta se pudiese abrir manualmente. Disparo tras disparo, dichos engranajes iban cayendo hasta que una vez todos rotos, la joven Hennessey y el soldado Tanner lograron abrir la puerta para que su superior pudiese entrar.

    Con el thuniano en el interior del recinto, el grupo se aseguró de cerrar la puerta, aunque esta ya no podía ser sellada.

    — Esos disparos pueden haber alertado a esos seres — Dijo Fallon en un tono de reproche — ¿No había otra forma de abrir la puerta?

    — Decidí que no había que perder más tiempo, ha sido mi idea — Uriow se responsabilizó al cien por cien de su plan, algo que alivió al resto — Lo siento, subcomandante.

    — No vuelvas a precipitarte, Emmon — El héroe thuniano no estaba contento con ese acto.

    El equipo Lanzadera Dos se tomó unos segundos para observar su alrededor, en el cuál se veía una vegetación absorbente recorrer las paredes y el muro de aquel recinto de origen Anixis. Aquello solo podía significar que ese lugar estuvo operativo hacía muchos años, sin embargo y por algún motivo, el sistema de alarma de proximidad para intrusos seguía activo.

    Ante los ojos de los seis miembros del grupo, una puerta de menor tamaño que la principal les separaba de entrar, definitivamente, dentro del edificio Anixis. No obstante, esta si contaba con una especie de cerradura en la que Lynx se puso manos a la obra. Al joven informático e ingeniero aprendiz no le tomó más de dos minutos el abrirla, pues dicha cerradura coincidía con las conocidas puertas del territorio conocido.

    Una vez dentro, se percataron de que el lugar era inmenso y estaba en la penumbra; no obstante, seguía siendo hermoso. La vegetación selvática de Bildsh había irrumpido en el interior del recinto y le daba un aspecto abandonado pero a su vez encantador. Además, descubrieron que el aire en su interior se sentía más pesado y frío, probablemente porque la luz del sol apenas podía penetrar por los altos ventanales comidos por las plantas trepadoras.

    — Este sitio es enorme — Eron estaba asombrado con la extensión y altura del lugar — ¿Qué diablos harían aquí los Anixis?

    — Parece una especie de laboratorio, ¿no creéis? — Ágil en su observación, la joven Iris teorizó de buena manera lo que aquel lugar había sido en el pasado.

    — Lo parece, sin duda — Ash compartía la teoría de su compañera — Escondido en mitad de una selva, en un planeta sobre desarrollado y un sistema muy apartado de otros... encaja perfectamente.

    — Armas en alto, linternas encendidas y radio conectada — Fallon no se andaba con rodeos — Lynx e Iris conmigo, el resto por el otro lado. Exploremos éste lugar de arriba a abajo.

    [...]

    Equipo lanzadera 1: Lill, Lio, Sun, Dhejam, Brad, Yak


    A diferencia del equipo Lanzadera Dos, el equipo Lanzadera Uno llevaba un buen rato explorando el edificio que se marcaba en sus radares portátiles como uno de los dos puntos Anixis en el planeta. En el interior de dicho lugar, la sensación térmica era baja, algo que incluso con los trajes de protección podían apreciar.

    Tras investigar una serie de habitaciones contiguas y extensas, el grupo se encontró con una sala repleta de mesas, donde material científico parecía estar afrontando el paso del tiempo al encontrarse sumergidos en una capa de polvo.

    — Esto confirma lo que sospechábamos — El neoniano bajó el arma una vez se aseguraron de que la sala estaba despejada — Estamos en un viejo laboratorio Anixis.

    — Así es, ya no puede ser más obvio — Dhejam compartía las palabras de su compañero.

    — Eso también explicaría el porqué hace frío aquí dentro — El comandante Crane tomó en sus manos una especie de probeta polvorienta — Aquí se puede estar conservando material orgánico, o algo que requiere de cierta temperatura baja para no estropearse.

    — Lill, mira.

    De pronto, el hombre de Ceres captó no solo la atención de su superior, sino también la de los demás.

    Lio señaló hacia unas ventanas anexas a otra sala posterior, en la que se apreciaban luces en movimiento, lo que parecían ser linternas y por ende seres inteligentes. Buscando pasar desapercibidos y mantenerse alerta, el comandante ordenó a su grupo que buscase una cobertura y se mantuviese a la espera, mientras evaluaba qué hacer.

    Las luces se aproximaban cada vez más a la sala en la que se encontraban, por lo que era cuestión de tiempo un encontronazo entre el equipo Lanzadera Uno y los intrusos o residentes de ese recinto alienígena. Lill mantenía su postura de permanecer a la espera, pues no quería iniciar un conflicto sin antes saber de quiénes se trataba. Los pasos de esos seres comenzaron a oírse cada vez más cerca, haciendo que los exploradores preparasen sus respectivas armas para una posible confrontación.

    Sin embargo, aquello no iba a terminar sucediendo. Conforme se escuchaba a esos seres acercarse con sus linternas, también se oía la conversación que mantenían, lo que hizo que el equipo liderado por Lill saliese de sus posiciones de cobertura con cierta tranquilidad.

    Las voces de aquellos que estaban al otro lado eran totalmente reconocibles para el equipo, por lo que no tenía sentido mantenerse escondidos ante un posible encuentro hostil.

    — ...cualquiera diría que este sitio es perfecto para montar una fiesta — La voz era del joven Herswood, que parecía estar pasándoselo bien — ¡Pero mira cuánto espacio hay!

    — Lynx, a la próxima recuérdame porqué has venido a la exploración planetaria — Fallon, el líder del segundo equipo y quién estaba con el humano e Iris, dejó claros sus pensamientos con lo que dijo.

    — Permanece alerta, luego podremos bromear todo lo que quieras sobre este sitio — La joven Hennessey se mostró muy disciplinada.

    — Vaya, que aguafiestas sois...

    El héroe thuniano iba al frente con su Flasher en alto, por lo que fue el primero en sorprenderse al ver al equipo Lanzadera Uno frente a sus ojos.

    Otro en su posición se habría sobresaltado rápidamente, pero Fallon demostraba tener una frialdad pasmosa a la hora de actuar según con lo que se encontrase. Su respuesta calmada hizo que los dos jóvenes exploradores humanos que le acompañaban no se asustaran al ver a sus otros compañeros allí.

    — Subcomandante Fallon — Lill sonrió al verlos — Parece que hemos terminado en el mismo lugar.

    — ¿Dos ubicaciones conectadas? — El thuniano lo supuso al momento — Tiene sentido.

    — Exacto, parece que son dos edificios aislados que se conectan bajo tierra — El comandante también lo creía, dada la distancia que había entre ambos puntos Anixis — ¿Dónde están los demás?

    — Eron, Ash y Uriow siguen explorando el lugar — Iris fue la encargada de dar la mala noticia — Norman ha muerto.

    — ¡¿Cómo?! — Brad fue el primero en sentir la impactante noticia — ¡¿Qué mierda ha pasado?!

    — ¿No os habéis cruzado con ellos? — Lynx intervino en la conversación.

    — ¿De quiénes hablas? — Preguntó una callada Sun.

    — Se trata de unos animales salvajes, probablemente — Fallon recuperó su iniciativa en la conversación — Unas bestias devoradoras de carne y que se hacen invisibles a nuestros ojos.

    — ¿Invisibles? — Quetaryan estaba muy sorprendido, tanto, que incluso se sentó en lo que parecía ser un taburete metálico anclado al suelo — Justo lo que nos faltaba... ¿esas cosas han asesinado a Norman?

    — Así es — Iris recibía ahora un abrazo de su padrastro, sintiéndose mal al recordar lo sucedido — De no haber llegado aquí, podríamos haber muerto.

    — Un sistema de defensa a modo de alarma logró ahuyentar a esas cosas — Herswood sabía que eso significaba que parte del lugar seguía operativo — Este sitio debe mantenerse con alguna fuente de energía y por algún motivo.

    — Parece que aún nos queda por explorar — Lio supo que debían encontrar el motivo por el que ese sitio mantenía ciertas funciones en marcha.

    — En ese caso, juntos estaremos más seguros — El líder de la expedición optó por no separarse más, en lo que quedase de misión — Vayamos a...

    ¿Fallon?

    La voz era de la soldado Ripley y provenía de la radio del subcomandante, quién no tardó en responder.

    — Ashley, te escuchamos. Estamos con el resto del grupo.

    ¿El equipo de Lill está con vosotros? — Ahora la voz era de Eron, quién tomó su radio — Perfecto, porque tenéis que venir a ver esto.

    [...]

    Eron acababa de contestar a la radio equipada en su traje, centrando la vista en la pared que tenía justo delante suya.

    Junto a Ashley e Uriow, acababa de descubrir una sala más de ese misterioso laboratorio —cada vez era más evidente que lo era— en la que destacaban varias máquinas aún operativas, las cuales emitían todo tipo de luces coloradas según el comando. Sin embargo, eso no era lo más llamativo para el trío que acababa de hacer un sorprendente descubrimiento, sino lo que se hallaba incrustado en la pared del fondo.

    Ante los ojos de los dos humanos y el syleriano, se encontraban cinco cápsulas de criogenia ancladas en la propia pared, en las cuales se podía apreciar su contenido. Fue dicho interior de las cápsulas lo que alertó y preocupó al trío, haciendo que la propia Ripley contactara por radio con su superior.

    Tras haber tenido la suerte y la coincidencia de que ambos edificios Anixis que debían explorar estaban unidos por el subsuelo, el equipo de exploradores al completo se reunió finalmente en dicha sala, ante el llamado de Eron.

    — ¿Qué mierda...? — Nada más entrar a la sala acompañado de los demás, Lill se quedó atónito.

    — No puede ser — El subcomandante de la expedición tampoco podía creerse lo que veía.

    — Esto era lo que nos daba caza — Señaló Eron con absoluta seriedad.

    En las cinco cápsulas se encontraban cinco de esos animales salvajes que hacía muy poco habían atacado al equipo Lanzadera Dos, liderado por Fallon, del cual asesinaron al joven Williams. Una nueva baja para la expedición que por encontrarse en plena misión, no podían lamentar hasta estar en la nave. Aunque el dilema ahora estaba ante sus ojos, y era el cómo entender que hacían cinco de esos animales alienígenas encerrados en cápsulas criogénicas como las que se tienen en la Nolartis.

    Especialmente, el porqué esas cápsulas seguían manteniéndose operativas.

    — ¿Los Anixis experimentaban con esos monstruos? — La pregunta fue lanzada por Sun, pero muchos también la tenían en su cabeza.

    — No lo sabremos hasta que veamos que podemos extraer de esos aparatos — Ashley fue directa en lo que se debía hacer, pese a que no era la indicada para dar la orden — ¿Comandante?

    — Efectivamente, es lo que se debe hacer. Aquí podríamos tener las pistas necesarias para seguir reconstruyendo la ruta Anixis y saber donde están.

    — Lynx, ponte a ello — Consciente de que el joven Herswood era un experto en informática, el subcomandante lo mandó a trabajar — Iris y Sun, ya que tenéis cierta idea sobre el tema, asistiréis a vuestro compañero en lo que os pida.

    — Entendido — Asintió obediente la joven Hennessey.

    Mientras los tres mencionados se ponían manos a la obra en lo referente a la informática, piratería y extracción de datos, el resto del grupo no tenía un trabajo establecido. Fue por eso que ambos líderes de la expedición decidieron no dejar a nadie sin una ocupación, en lo que se sucedía la descarga de información Anixis.

    — Ashley y Yak — El comandante Crane llamó la atención a sus dos líderes de equipo — Coged dos exploradores para cada uno y realizad un perímetro en la zona circundante a esta sala. Quiero vigilancia total; podríamos no estar solos si esta cosa sigue operativa.

    — Entendido, Lill — Quetaryan asintió a su superior, dirigiéndose a Uriow y Brad.

    — Hecho — Fue la contestación de Ripley, quién se adjudicó consigo a Lio y Eron.

    — Eron, tú te quedas con nosotros — Las palabras de Fallon sorprendieron a Ashley principalmente, pero al resto en general — Dhejam irá en tu equipo, Ash.

    — No hay problema — Tanner quiso calmar a su pareja, quién se extrañó ante esa orden — Dhejam, ¿te hace falta algo?

    — En absoluto. Estoy listo — El thuniano no tenía problema en quedarse o irse.

    — En marcha, entonces.

    La soldado americana salió de la sala junto a sus compañeros Santos y Dhejam, yéndose a patrullar por la izquierda, por lo que el soldado neoniano se fue por la derecha junto a Emmon y Sanders. Ambos tríos deberían establecer una serie de patrullas por las salas próximas a la que acababan de dejar para evitar que cualquier sorpresa pudiese emboscarles, ya fuesen seres inteligentes o animales salvajes que se hubiesen colado en el recinto abandonado Anixis.

    Mientras lo hacían, comandante y subcomandante de la expedición mantenían una charla con su explorador restante, en lo que el experto en informática y sus ayudantes realizaban el trabajo de ordenadores.

    — ¿Por qué me queréis aquí? — Eron no entendía que motivo podía darse para esa circunstancia.

    — No es por nada, tranquilo — Lill quiso calmar a su compañero y amigo — Has sido tú quién ha encontrado esta sala, ¿no?

    — Bueno, técnicamente hemos sido los tres a la vez. ¿Por qué lo preguntas, Lill?

    — Eron, eres de los mejores soldados que tenemos a bordo en la expedición — Las palabras de Fallon hicieron al humano sentirse halagado — Tanto Lill como yo conocemos de tu perspicacia y sensatez a la hora de evaluar una situación. ¿Qué piensas sobre esto?

    — ¿Sobre lo que ha debido pasar aquí?

    — Sí, aunque quiero una opinión general — Lill fue directo — Se te da genial la evaluación del terreno, lo sé.

    — Bueno, en mi opinión, es bastante evidente — El soldado de apellido Tanner no tenía problema en decir lo que pensaba — Los Anixis se encontraron con los Veerham en algún momento. Se inició un conflicto a gran escala y los Veerham iban ganando, por lo que los Anixis se vieron obligados a replegarse en diferentes mundos. En Verilia no pudieron quedarse, por lo que pusieron rumbo a Ashant mientras advertían a los trabajadores de Virm, que no pudieron irse. Parece que sus enemigos limpiaron la base cilíndrica y siguieron al arca que iba a Ashant, la atacaron y derribaron en el planeta, la limpiaron también y vinieron aquí. Los Anixis buscaban formas de defenderse, por lo que al conocer a la fauna de este mundo, dedujeron que quizá podrían usar a esas bestias a su favor para pelear. Creo que planeaban obtener su control, como una colmena de abejas, y por ello trajeron alguna para experimentar.

    — Interesante suposición de los hechos — Fallon aplaudió la teoría del humano — Sinceramente, la veo muy factible.

    — Pienso lo mismo — Lill asintió al oír aquello.

    — Perfecto, pero, ¿para eso me queríais aquí? — Eron seguía sin verle sentido — ¿Para que os contara lo que pienso que pasó con los Anixis?

    — ¿Acaso es algo malo conocer tu opinión? — El comandante soltó una breve risa — También te queremos aquí para que nos ayudes a mantener a salvo la sala, en caso de que seamos atacados. Lynx, Iris y Sun están trabajando en la extracción de datos, tampoco podemos prescindir de ayuda.

    — Solo usas la cabeza para según que cosas — El héroe thuniano le lanzó una indirecta a Tanner, tras haberle halagado anteriormente.

    [...]

    Nolartis: Tyra, West, Maya, Halisha, Caelum, Eniar, Oda


    La impactante noticia sobre la muerte de Norman había dejado a sus compañeros a bordo de la nave en un estado de shock considerable.

    Poco después, Oda logró corraborar que el resto de los exploradores estaban bien, e incluso contactó con Lill y Fallon para tener una breve confirmación de que se habían encontrado con una especie de animal salvaje invisible y con un laboratorio Anixis del que iban a extraer toda la información posible.

    Sin embargo, pese a estar todos al tanto de la situación, en sus cabezas solo podían pensar en que uno de sus compañeros, nuevamente tras Ñjar y Cia, había perecido en la larga y peligrosa misión de la que formaban parte. De los más afectados eran la piloto Maxwell y la doctora Vega; la primera por todos esos años que hacía que lo conocía y la segunda porque estaba aprendiendo a disparar armas junto a él y otros compañeros.

    El silencio en el puente de mando se consagró como protagonista mientras el grupo presente en la Nolartis esperaba más información sobre el desarrollo de la misión, la cuál vendría por parte de la IA de la nave. Mientras tanto, poco podían hacer que no fuese esperar al resto de la tripulación y pedirle al universo que ninguno más perdiese la vida en el planeta llamado Bildsh.

    El joven Herswood se encontraba ultimando su trabajo de extraer la información de aquella sala, la cual parecía esconder ciertos datos de importancia para los Anixis. La transferencia de dichos datos se hacía directa hacia la Nolartis, por lo que solo había que esperar hasta que Oda confirmase que dicha información había llegado a la nave y así los exploradores harían el camino de regreso, mientras la IA descifraba el contenido adquirido.

    Tyra, me vendría bien tu ayuda para acelerar el proceso de desciframiento.

    Todos los presentes en el puente de mando habían escuchado la petición de Oda, incluida la propia Tyra. Sin embargo, la piloto aún se encontraba atónita por la muerte de su viejo amigo en la superficie del planeta, algo que no podía dejar a un lado así por así.

    La única thuniana a bordo se aproximó a la humana y posó sus manos sobre los hombros de ella, en un gesto de apoyo que los demás pudieron observar.

    — Vamos, Tyra — Eniar comprendía su situación, pero en plena misión, requerían de sus capacidades — Te necesitamos, esto aún no ha acabado.

    Asintiendo lentamente a las palabras dichas por su compañera alienígena, la piloto se incorporó de su asiento y se dirigió a su puesto, comenzando con la descarga de archivos enviada por Lynx. Mientras ella y la IA de la nave se ponían manos a la obra, el resto realizaba trabajos de mantenimiento para optimizar la Nolartis.

    Halisha y Caelum, que tendrían que esperar a que los exploradores le trajesen muestras de Bildsh para analizar en el laboratorio, intercambiaron palabras mientras contribuían.

    — Parece que en cada planeta tiene que morir alguien — El syleriano lo decía como si fuese una profecía — Es como si el universo nos dijese que nos alejemos de los Anixis.

    — ¿A qué te refieres, Caelum? — La neoniana se puso seria al oír a su compañero.

    — Piénsalo, Halisha — El científico e ingeniero quiso explicarse — Cuanto más nos acercamos a las respuestas sobre los Anixis, más peligroso se torna todo. Lo veo como una señal del universo, o quizá de los propios Anixis, de que regresemos a casa y dejemos esta persecución de respuestas innecesaria.

    — ¿Crees que es innecesario saber qué les ocurrió a aquellos que nos han legado su tecnología? — La científica Landom no compartía la idea del syleriano — Te recuerdo dos cosas: la primera, tú estabas de acuerdo en hacer esta misión. Y la segunda, sin la tecnología Anixis, probablemente estaríamos todos extintos a día de hoy.

    — ¿Acaso crees que no lo sé? — Pallow se sintió ofendido — Tú lo has dicho, estaba de acuerdo. Pero ya no lo estoy, ahora preferiría que diésemos media vuelta y regresásemos a territorio conocido.

    Quedaba demostrado que para Caelum, el volver a casa sería la opción idónea a seguir a partir de ese momento, algo que contrastaba con la idea de Halisha, la cuál era seguir hacia delante llegados a ese punto. Mientras tanto, Eniar se encargaba de una serie de problemas técnicos derivados de las rocas volcánicas que cayeron sobre la nave en Verilia, lo cual aún no se había solucionado del todo.

    West la ayudaba en dicha tarea cuando de pronto, comenzó a sentir un malestar físico evidente, por lo que se dirigió a Maya, quién estaba sentada en una mesa del puente de mando reorganizando algunas medicinas para después llevarlas a la enfermería.

    Cuando vio al ingeniero jefe aproximarse a ella lentamente, supo al instante que éste no se encontraba en un buen estado.

    — ¿Quieres...?

    — Sí...

    El ingeniero Finn asintió, sabiendo a qué se refería la doctora Vega.

    La médico no dudó en ayudarle a llegar hasta la enfermería, donde el hombre pedía tumbarse y recibir algo de morfina para el dolor in crescendo que empezaba a sufrir. Una situación que empezaba a ser insostenible, o al menos eso pensaba la propia Maya.

    De pronto, mientras cada uno de ellos estaba en lo suyo, las comunicaciones directas con los dos grupos de exploración comenzaron a recibir todo tipo de mensajes provenientes del comandante y del subcomandante.

    ¡Esas bestias nos han encontrado! ¡Estamos bajo ataque! — La voz era claramente la de Crane.

    — ¡¿Comandante?! ¡¿Qué ocurre?! — Maxwell corrió a contestar las comunicaciones, mientras Oda seguía descifrando la información recabada.

    ¡Estamos de regreso donde dejamos las lanzaderas, pero esas bestias nos estaban esperando! ¡Estamos rodeados!

    — ¡Bajo ahora mismo con la Nolartis y os recojo!

    ¡Tyra, no!

    — ¡¿Cómo que no?!

    ¡No podemos poner en pelig...!

    — ¡¿Lill?! — Mientras Tyra hablaba, el resto a bordo de la Nolartis exceptuando a West en la enfermería, escuchaba la intensa conversación.

    ¡Aquí Fallon! ¡Proteged la espalda del comandante, flanquead a esos monstruos! ¡Están entre nosotros!

    — ¡¿Qué diablos está ocurriendo, subcomandante?!

    Tyra, no desciendas la nave aquí bajo ningún concepto — El subcomandante thuniano sonaba muy serio y decidido — Si no recibes respuesta de ninguno de nosotros en dos horas, seguid la misión o regresad a casa. ¡No bajéis!

    Las palabras del actual subcomandante de la expedición dejaron a la tripulación presente en el puente de mando totalmente anonadada.

    La orden era no descender a Bildsh bajo ningún concepto ya que los exploradores estaban bajo un ataque de esos animales salvajes que habían matado al joven Norman Williams. Eniar y Maya estaban cabizbajas, Halisha con las manos en la boca en un claro signo de temor y Caelum negaba con la cabeza repetidas veces.

    — Vámonos — Indicó Caelum de manera repentina, sorprendiendo a sus compañeros — Piloto, pon rumbo a casa. Esto se acaba aquí.

    — ¡¿Pero qué mierda dices tú ahora?! — Tyra, muy molesta por la forma de pensar del syleriano, se levantó y lo confrontó — ¡Tú no das órdenes aquí!

    — ¡Claro que las doy, soy miembro del Consej...!

    Antes de que Pallow pudiese terminar su frase, un contundente puñetazo proveniente de Maxwell le hizo caer de espaldas al suelo, dejándolo aturdido. Todas las miradas se centraron en la propia piloto, que tras sacudir su mano repetidas veces, regresó a su asiento de piloto.

    — Voy a descender con la nave y vamos a rescatarlos a todos — Tyra estaba absolutamente decidida — ¿Alguien tiene alguna objeción que hacer?

    — Sí — Indicó la doctora Vega con seriedad — Cojamos todos un arma para cuando aterricemos.

    — Estoy de acuerdo — Asintió Eniar, con una media sonrisa.

    — Contad conmigo — Halisha se unió a la lucha.

    — Estúpidas... — Masculló un dolorido Caelum desde el suelo metálico del puente de mando.

    — Oda, sigue descifrando el contenido que nos han enviado. Yo aterrizaré esta nave.

    Recibido, piloto Maxwell. Confiámos en ti.

    [...]

    Cuando ambos grupos de exploradores llegaron al lugar en el que aterrizaron las lanzaderas, tras haber obtenido toda la información posible del laboratorio Anixis, se encontraron con el mismo escenario que dejaron atrás hacia ya un par de horas. La misión en Bildsh ya estaba completada, por lo que solo quedaba regresar a bordo de la Nolartis y una vez los datos fuesen descifrados, poner rumbo al siguiente mundo que los Anixis visitaron.

    Sin embargo, cuando todos estaban por subir a sus vehículos aéreos y dar por finalizada la experiencia en dicho mundo, el ruido de las ya reconocibles respiraciones agitadas regresó para atormentarles.

    Repentinamente se hizo el silencio, por parte de dicho ruido y por parte del equipo de exploradores en conjunto, en el que se podía apreciar al subcomandante Fallon realizar un claro gesto de que mantuvieran la boca cerrada. No obstante, ese breve momento de calma se iba a convertir en el preludio de una encarnizada batalla por la supervivencia, cuando varias de esas bestias saltaban al mismo tiempo hacia la posición del grupo al completo.

    No hizo falta gritar una orden a los suyos por parte de los líderes, puesto que la reacción fue automática.

    — ¡Cuidado! — Le gritó Lio a Iris al ver como enfrente suya se posicionaba uno de esos animales salvajes.

    — ¡Nos atacan! — Exclamó Eron al mismo tiempo que apretaba el gatillo de su Striker.

    — ¡Son demasiadas! — Dhejam pudo corraborar ese dato al tener ante sus ojos a cinco de esos monstruos.

    — ¡Esas bestias nos han encontrado! ¡Estamos bajo ataque! — Lo primero que hizo el comandante fue tomar la radio para advertir de lo que ocurría.

    — ¡Rápido, entrad a las lanzaderas! — Viendo que era inviable confrontar a esos animales salvajes, Sun optó por encerrarse en los vehículos.

    La bestia que la joven Hennessey tenía delante suya no dudó ni un segundo en abalanzarse sobre ella, pero la mujer no demostró estar atemorizada ni mucho menos, pues apuntó con decisión a ese ser y le ametralló el abdomen, provocando su muerte instantánea antes de tocar suelo. El hombre de Ceres no tardó nada en tomarla de la mano y meterse en una de las lanzaderas, tal y como la asiática había indicado a sus compañeros que hicieran.

    Ashley, Brad y Yak peleaban en equipo, espalda con espalda, para tener ojos en todo el alrededor de la zona. Sin embargo, viéndose apabulladas por la balacera, las bestias utilizaron su camuflaje natural para contraatacar. De pronto, la mujer nacida en la extinta Tierra sintió como la hierba del suelo era aplastada y como una brisa maloliente se hacía cada vez más fuerte a su lado, por lo que supo inmediatamente que uno de esos monstruos iba a atacar al trío en el que estaba junto al joven Sanders y el neoniano Quetaryan, quiénes también lo notaron.

    — ¡Al suelo!

    Ripley lanzó un grito desgarrador al mismo tiempo que se echaba al suelo, gesto que imitaron sus dos compañeros, los cuáles se salvaron de sufrir un ataque espantoso por parte de uno de esos animales. Pero Ash no pudo evitar que la garra de esa cosa rasgara con fuerza el traje de protección que llevaba puesto, traspasando la fría y metálica armadura hasta el punto de tocar carne.

    Cuando la mujer tocó suelo y algo de sangre pareció quedar en suspensión en el aire por unos segundos, Eron se temió lo peor.

    — ¡¡¡ASHLEY!!!

    En ese preciso instante, el joven Herswood y el resto sintieron como una fuerte racha de aire les impedía mantenerse en pie, momento en el que la Nolartis se posicionaba sobre sus cabezas y se habría la compuerta externa al mismo tiempo que tocaba tierra. Un aterrizaje muy forzoso e inesperado que les daba a todos ellos una oportunidad de salir de esa situación.

    En la rampa de entrada y salida de la nave se encontraban Tyra, Maya, Eniar y Halisha, las cuatro empuñando un arma distinta cada una, decididas a salvar a sus compañeros.

    — ¡Todos a bordo, rápido! — Ordenó la piloto Maxwell, quién había dejado a Oda con el control — ¡Tomad las lanzaderas y metedlas!

    Por suerte, Sun se encontraba en una de esas lanzaderas junto a Lio e Iris, por lo que tan solo tuvieron que encenderla y pilotarla hasta el interior del hangar. La otra lanzadera fue tomada por Dhejam, Lynx y Brad. Quedaban en tierra firme el comandante y subcomandante, el líder Quetaryan, el soldado Emmon, el soldado Tanner y la soldado Ripley, malherida.

    Eron corrió rápidamente hacia su amada, quién se encontraba inconsciente debido a la pérdida de sangre, y la tomó en sus brazos mientras el resto de sus compañeros le cubrían.

    Con ambas lanzaderas a bordo de la nave y esta manteniéndose en suspensión a escasos metros del suelo, solo quedaba que los exploradores restantes subiesen para huir de esa zona, la cuál comenzaba a llenarse de dichos animales salvajes de Bildsh.

    Tyra, Halisha, Eniar y Maya no dejaban de disparar hacia los arbustos, ya que estos seres se hacían invisibles y era prácticamente imposible detectar por donde se movían.

    — ¡Corred, todos dentro! — Ordenó Lill a los suyos, viendo que solo quedaban Fallon, Yak y Uriow en la superficie de aquel planeta vivo — ¡Vamos, rápido!

    Quetaryan fue el primero en subir, disparando incluso desde la plataforma para dar oportunidad a sus dos compañeros restantes, sin embargo, cuando el syleriano estaba por ser el siguiente en subir, se frenó. Yak fue corriendo y lo tomó de los brazos para meterlo dentro, pero fue entonces cuando vio su rostro y en el se podía apreciar el dolor.

    De manera espeluznante y ante la vista de la mayoría, la figura de una bestia atravesándole con una de sus garras comenzó a tomar forma, perdiendo así su invisibilidad.

    Fallon, que ya se encontraba sobre la plataforma, se aproximó a dicha bestia por detrás y activó una de sus granadas de fragmentación, metiéndosela en la boca a dicho animal y empujándolo fuera de la plataforma. Aquel ser cayó de nuevo a la superficie de su planeta natal, con una garra llena de sangre syleriana, para terminar explotando y lanzando sus entrañas por toda la zona, llevándose incluso a varios de los suyos con la explosión.

    — ¡Uriow! — La médico de a bordo tiró su Striker a un lado y corrió a ayudar a Yak, que sujetaba al syleriano gravemente herido — ¡Llevémosle a la enfermería, rápido!

    — ¡Despejad el camino, vamos! ¡Uriow está herido! — Indicó el subcomandante, visiblemente preocupado.

    Con Eron que ya se había llevado a Ashley junto a Lill a la enfermería y Maya junto a Yak llevando a Uriow, era el momento de cerrar la compuerta e irse.

    Tyra dejó el arma que portaba a un lado y corrió hacia el puente de mando, pese a gritar a Oda que propulsara la nave al exterior de aquel peligroso mundo. Todos corrieron a sus respectivas posiciones o al puente de mando, mientras la compuerta se iba cerrando lenta pero inexorablemente, terminando con una situación trepidante y aterradora para muchos de los miembros de la expedición.

    [...]

    Seis horas después


    Por primera vez en todo el tiempo transcurrido desde que inició la expedición de la Nolartis, había tres miembros de la tripulación en la enfermería.

    Una situación para nada agradable y más después de haber vivido semejante lucha por la supervivencia de todo el equipo, algo que el propio comandante sabía. Lill se encontraba en la puerta de acceso a la sala médica, donde al margen de los tres malheridos —West, Ash y Uriow— se encontraban Eron y Maya.

    Al ver en la entrada de la enfermería a su superior y amigo, Tanner se dirigió hacia él, enfundándose ambos en un cálido y reconfortante abrazo.

    — ¿Cómo está? — Preguntó instantáneamente el líder de la expedición, refiriéndose a su amiga Ashley.

    — Doc dice que se pondrá bien, la garra de esa cosa no profundizó en exceso la piel y no ha tocado ningún órgano vital — Al decirlo, Eron respiró aliviado — Le ha dado antibióticos en caso de que haya infección, aunque la muestra de sangre no ha detectado ningún tipo de veneno.

    — Me alegra muchísimo oír eso, hermano — Lill se apoyó en el hombro izquierdo de su amigo — Se le quedará una cicatriz imponente, de eso seguro.

    — Sí, así es — Musitó Eron, quién soltó una leve carcajada.

    — ¿Y se sabe algo de Uriow? — Crane observaba a la médico, sentada a un lado de la camilla donde estaba el syleriano tendido y con los ojos cerrados, mientras ella se veía realmente afligida — ¿Cuál es su estado?

    — Está muy mal, Lill — Tanner se volteó para observarle, mostrándose muy apenado — La doctora no me ha dicho nada al respecto, únicamente que es grave.

    — Entiendo, iré a hablar con ella.

    El comandante se despidió de su amigo y entró en la enfermería, donde el ingeniero Finn se encontraba despierto pero visiblemente entristecido. Lill se aproximó hasta él, ya que éste parecía querer decirle algo.

    — ¿Qué tal te encuentras, West?

    — Aliviado, comandante — El ingeniero se volteó hacia el syleriano — Pero muy triste también.

    Crane asintió, entendiendo a lo que se refería su ingeniero más reputado. Lill vio a Ashley durmiendo y le sonrió, sintiéndose realmente bien por conocer que saldría de esa situación sin ningún problema, más allá de la cicatriz que le quedaría en la espalda.

    Finalmente, se sentó junto a la doctora Vega y el soldado Emmon, quién parecía dormido de lejos pero que resultaba estar con los ojos entre abiertos.

    — Comandante... — El syleriano le recibió inmediatamente.

    — Descansa, Uriow — Lill le tomó de la mano unos instantes, mostrándole su afecto — ¿Me permites que te robe a la doctora un momento?

    — E-en absoluto...

    La médico se incorporó de su asiento, gesto imitado por el propio Crane, para dirigirse a un lado más apartado de la enfermería, donde nadie pudiese oírles. Tanto ella como él sabían de que trataría la conversación que estaban por tener.

    — ¿Saldrá de esta? — La pregunta del comandante fue directa porque no quería andarse con rodeos — Sé sincera, Maya.

    — No le queda mucho tiempo — Visiblemente afectada, la doctora Vega luchaba por no llorar delante del propio syleriano y de su comandante — Ese monstruo le atravesó parte de la columna, varios sistemas nerviosos centrales y los pulmones.

    Automáticamente al escuchar aquello, Crane se echó las manos a la cabeza por un corto espacio de tiempo, evidenciando cierto impacto por la noticia. Vega simplemente se contenía para no ser un mar de lágrimas frente a todos los presentes allí.

    — Asegúrate de que esté cómodo hasta que exhale su último aliento — Lill quería que al menos su compañero y amigo se fuese con alivio — ¿Él lo sabe?

    — No quería decírselo, pero sí, lo sabe.

    — Gracias, doctora.

    Tras esa conversación entre el comandante de la expedición y la doctora de a bordo, el soldado Emmon tardó una hora más en fallecer.

    Cuando se hizo oficial, la noticia fue dada para todos a través de la megafonía, por orden del propio Lill, quién decidió que se aprovecharía que el cuerpo de Uriow estaba en la nave para realizarle su pertinente homenaje, algo que no se pudo hacer ni con Cia, ni con Ñjar y mucho menos con Norman.

    Así, envuelto en una bolsa para muertos, el cadáver del soldado syleriano Uriow Emmon fue lanzado por una de las salidas al exterior en dirección al sol más próximo, tal y como los de su especie solían hacer con los muertos desde hacía cientos de años.

    [...]

    Al día siguiente


    Tras la muerte de Uriow y su posterior homenaje —así llamaban los sylerianos al enviar el cuerpo sin vida de uno de ellos hacia el sol— se decidió dar el resto del día para descansar, sin aún entrar en criogenia ni conocer cuál era la información Anixis que Oda ya había descifrado, pero que hasta nueva orden no revelaría. Por la mañana siguiente, comandante y subcomandante se reunieron temprano para reportarse ante los líderes de la Alianza Interestelar de Especies, para notificarles lo sucedido.

    La llamada holográfica fue atendida, como siempre, por la representante humana.

    Comandante Crane y subcomandante Fallon — Bárbara ya conocía de ese cambio en el organigrama de liderazgo, pues tras el torneo, se le fue notificado — Es un placer recibir noticias de la expedición, aunque pocas veces signifiquen algo positivo.

    — El progreso en la misión es positivo, no hay retrasos y en cuanto sepamos la información que tenemos, avanzaremos hacia el último mundo de esa ruta Anixis — El héroe thuniano contestó con seriedad, sintiéndose un poco contrariado por la última frase de la líder humana.

    Perfecto, parece que esto está llegando a su final — Murmuró la representante Mason, decidiendo ir al grano del asunto — ¿Qué tenéis para notificar?

    — Bildsh debe ser marcado en los mapas de cartografía estelar como planeta hostil — Indicó Lill, sorprendiendo a su homónima — Hay una especie de animal salvaje inteligente que nos atacó durante la misión de extracción de información Anixis. Ashley resultó herida y tanto Uriow como Norman han fallecido.

    Las palabras del comandante impactaron y mucho a la representante humana, que se quedó callada durante casi un minuto, ante la seriedad del humano y el thuniano. Una vez recuperó la compostura, mostrándose apenada, Bárbara decidió cuál sería el siguiente paso a dar.

    Siento muchísimo oír eso, lo notificaré a las personas oportunas — Mason zanjó ese tema para ir a otro — Comandante Crane, subcomandante Fallon; sugiero que aceleréis más aún los tiempos. Con esto quiero decir que acabéis con la misión cuanto antes, no quiero oír hablar de más muertos.

    — Los viajes entre un mundo y otro duran varios meses — Fallon se excusó con lógica — Vamos lo más rápido que podemos, representante Mason. Nosotros también queremos regresar a casa.

    Lo sé, no quería sonar mal — Se sinceró la mujer — Ya estáis en la recta final, solo me queda desearos lo mejor y garantizaros que seréis muy bien recompensados.

    — Una cosa más, Bárbara — Crane no quería irse de la llamada sin hablar de algo más.

    ¿Qué es?

    — ¿Por qué se accedió a incluir a Westley Finn en la expedición, estando en un estado avanzado de cáncer de pulmón?

    El comandante no tenía nada en contra del ingeniero, pero consideraba una grave imprudencia el haberle dejado unirse a la expedición en semejante condición. La representante humana no sabía nada de eso, por lo que se quedó asombrada al oír aquello.

    ¿De qué diablos hablas, Lill? — Bárbara no entendía nada — Todos los que estáis a bordo hicisteis un examen médico que os calificó como aptos para la expedición.

    — Pues el examen médico de West ha sido falsificado, y viendo que tú pareces no tener ni idea, creo que ha habido algo raro ahí.

    Los exámenes médicos corrieron a cargo de la doctora Cinthia Marlow... — La líder de la humanidad frunció el ceño — Sé que es amiga tuya, pero esto tendrá consecuencias para ella.

    — Es amiga mía, pero me ha enviado a un ingeniero excepcional que se va a morir pronto, a una misión de la que dependemos al máximo entre nosotros mismos — Lill no se sentía mal por conocer que Cinthia podría recibir un castigo al respecto — Y estando donde estamos a día de hoy, no puedo pedir más reclutas.

    Comandante, lo único que puedo decirte es que trates de arreglártelas conforme puedas — Bárbara fue honesta — Por mi parte, como he dicho, habrá consecuencias para la doctora Marlow. ¿Hay algo más de lo que informarme?

    — Nada más, representante Mason — Musitó Fallon, seriamente — Hasta la próxima comunicación.

    Hasta la próxima... y tened cuidado. Estamos con vosotros.
     
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    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

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    Saludos, amigo, paso a comentar el capítulo.

    Tengo que decir que ha sido fantástico, diría que hasta el momento ha sido el más tenso de todos por todo lo que se ha mostrado aquí. En primer lugar vemos que, a medida que el grupo llega a la instalación anixis, suena una alarma que ahuyenta a las bestias, impidiéndoles así atacarles y haciéndolas marcharse por donde vinieron. Eso es bueno, pero a la vez un poco aterrador, porque significa que los Anixis los tenían bien estudiados.

    Al entrar a ese recinto, los dos grupos se encuentran y se reúnen en lo que parece ser un laboratorio subterráneo que conecta los dos puntos Anixis. Una estrategia lógica, dado a que si los llegasen a atacar desde un lugar, pueden esconderse y evacuar por el otro. El enemigo debería de saber que las dos instalaciones están conectadas si es que planeaban exterminar a todos, cosa que quizá no sea muy fácil de deducir, lo que demuestra que los Anixis estaban preparados.

    En el interior de ese laboratorio se encuentran con experimentos con las propias bestias que los han atacado. Y casi que eso puede hacer que uno piense si la habilidad de hacerse invisible (algo un poco fantasioso) la ganaron por evolución natural o si los Anixis, en su desesperación por querer defenderse de los Veerham, se pusieron a experimentar con ellos y les dieron esa característica. Me imagino que es una idea inteligente, ya que así pueden atacar al enemigo sin que se lo vea venir, pero es bastante tétrico, y da un poco de miedo pensar en eso. No solo eso, sino que las cápsulas donde descansan algunas de esas bestias seguían operativas, lo que significa que todavía tienen recursos (y posiblemente también un motivo) para poder tenerlas allí. Bastante aterrador todo. Eron teoriza que todo se trató de un plan de los Anixis tras no haber podido consolidarse en los planetas de Verilia y Ashant, y la verdad es que me lo creo. Al menos con esas bestias, más ventaja suelen tener.

    Mientras el grupo recaba información, en la Nolartis se vive un clima de tensión por la noticia de la muerte de Norman y también por el hecho de que West está grave y a punto de morir por su enfermedad. En el momento en que los comandantes se comunican con ellos, les dicen que están bajo ataque y que no se les ocurra bajar con la nave por el peligro que representan las bestias. Les dan el ultimatum de dos horas, y pasado ese tiempo, dan autorización para que se vayan del planeta. Caellum, el verdadero hijo de su puta madre syleriana (referencia :V ) decide pasarse esa orden por el arco del triunfo y pide a la piloto que los saque de allí. Le doy por válido que tema a los Anixis, y que no quiera seguir en la expedición para no seguir tentando a la suerte (motivos tiene) pero él no es ni el primero ni el cuarto al mando, y decidir eso no es tarea suya. Tyra hizo algo que yo venía deseando que hiciera y le mete un buen golpe al bastardo, que lo deja tirado en el suelo. Espero que eso le enseñe humildad, y que él no es la autoridad máxima de la misión. Con ayuda de Maya, Eniar y Halisha (girl power :D ) ellas hacen descender la nave para ayudar a sus compañeros en el rescate.

    Eso se les complica bastante. Tengo que admitir que me dio mucho miedo cuando una de esas criaturas llegó a lastimar a Ashley :aniscream: . Cuando las cosas pintaban mal, la tripulación de la nave llega para ayudarlos en la retirada. Eron y Lill llevan a su malherida amiga a la enfermería, mientras que Yak contempla con horror como Uriow es atravesado por la garra de uno de esos animales. Junto a Fallon logran retirar a Uriow de ese sitio, y tras deshacerse de las bestias, la compuerta de la nave se cierra. Y no puedo evitar manifestar miedo de tan solo pensar que quizá alguna de las bestias se haya colado dentro de la nave. Digo, si son invisibles, imagino que el sistema de cámaras no podrá dar detectar la intrusión. Ahora sí que estoy completamente aterrado. Ojalá esas bestias no puedan usar su sentido del olfato dentro de la nave, porque sino, los tripulantes que todavía siguen con vida van a ponerse a jugar al Among Us en la vida real :astronauta:

    Tras conocerse el estado de Ashley y de Uriow, siendo que la primera se salvará pero al segundo le queda poco tiempo de vida, se ve que West también está en las últimas. Imagino que ya no puede seguir resistiendo más tiempo, puesto a que en Ashant y en Bildsh la ha tenido dificil nada más despertar. Imagino que, en un acto de misericordia por parte de la tripulación, recibirá una clase de eutanasia. Porque seguir con él es tener a alguien en la enfermería realizando monitoreos constantes sobre él, además de que se gastan medicinas que podrían ser usadas en otra persona.

    Uriow muere un día después de la herida, y ahí se cumple el deseo de que no se mantuviera la misma cantidad de muertos en todos los planetas. Bildsh rompe el record y se corona como el planeta de la misión en donde más tripulantes han muerto. Le ha tocado a Norman y al único syleriano en el equipo esta vez. Son muertes que afectan, pero no por eso entristecen demasiado. A mí no, al menos.

    En la escena final, Lill y Fallon se comunican con Bárbara, y aquí descubrimos que solamente falta que nos digan cual será la información que podrán recolectar de Bildsh. Y luego de eso, parten al siguiente y aparentemente último punto de la ruta. Claramente, las muertes no están cayendo bien en la gente, y seguro más de uno querrá que la misión se termine más pronto que tarde. Es cuando Lill confronta a Bar por la decisión de meter a West en la tripulación siendo que tenía cáncer terminal, y entonces la mujer descubre que Cinthia falsificó el reporte médico del ingeniero. Imagino que ahora llegará un castigo para ella, tal y como corresponde. Pero bueno, tal vez sea lo mejor. Creo que quizá el grupo decida no darle a West la oportunidad de que entre en criogenia, y que simplemente su tiempo de vida se termine al día siguiente. Quedará por verse, puesto a que ahora tendrán que esperar a ver qué es lo que se descubre de los archivos encriptados Anixis.

    Y bueno, amigo, con eso me despido. Ha sido una gran jornada para leer en simultáneo, y no puedo esperar para la próxima, a pesar de saber que falta poco para que lo repitamos. Me despido hasta el lunes/martes para la nueva ocasión que nos toque reunirnos otra vez por Discord. Eso sí, que no falte el saludo final. Un abrazo y cuídate mucho :cynda:
     
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  15. Threadmarks: Regreso a la luz
     
    Manuvalk

    Manuvalk el ahora es efímero

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    Los Viajeros VIII: Más allá
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    Saludos a aquellos que habéis llegado a este punto de la historia, los lectores a los que llegue esto y en especial a mi gran amigo Reydelaperdicion por estar siempre tan entusiasmado con las actualizaciones de esta historia. Me halaga recibir sus siempre comentarios positivos, críticas constructivas y deseos sobre el futuro de este universo, el cuál todavía tiene recorrido. Aunque el capítulo de hoy es el antepenúltimo de esta octava parte, Los Viajeros continuará por mucho tiempo. Pero toca centrarse en el ahora; capítulo especial para los de casa, donde las cosas van a explotar (en el sentido más literal de la palabra XD) y donde seguro os vais a sorprender. Como siempre (aunque a veces no lo mencione) actualizo la guía de personajes, la cronología (una vez finalice la parte) y la información sobre este universo, por lo que todo esto lo encontraréis en el blog de mi perfil. Sin explayarme más, os dejo con lo importante.




    Regreso a la luz







    — Eso no puede ser posible.

    Los ojos de Om se quedaron clavados en la pantalla del ordenador que el militar informático neoniano, de nombre Wadrak, estaba manipulando.

    Con aquel misterioso pen drive que su hijo Omnius encontró en la escena del crimen de su mujer, había unos planos detallados y muy explicativos de como construir una pequeña bomba de energía. El objetivo de Davon Phenom no era otro que fabricarla con la ayuda de los científicos e ingenieros del Observatorio Científico Vanth Dheer, ubicado en el polo sur habitable del planeta Vulkano.

    — Sea lo que sea eso, daos prisa — El policía humano se encargaba de vigilar que ningún otro militar en la zona se acercase a ver que estaban haciendo — No podemos estar aquí plantados mucho tiempo.

    — Eso son planos pero, ¿qué pone en la letra pequeña? — El ex comandante del ejército de la AIE no podía verlo bien debido a su condición.

    — Es un mensaje que parece dirigirse a otras personas — Wadrak, ya envuelto en la trama, indicó lo que estaba escrito en letra muy diminuta — Dice que deben reunirse en Puerto Arcadia para la puesta en marcha del plan.

    — ¿Qué mierda planeará ese Davon y sus secuaces? — Ender se aproximó brevemente al grupo, al estar oyendo a sus compañeros de investigación.

    — Nada bueno, podría ser cualquier cosa — Visiblemente nervioso, Paokt apretaba con fuerza sus puños — Quizá planee usar esa bomba de energía para atacar algún planeta, para obtener poder y reconocimiento o tal vez para amenazar al gobierno de la AIE.

    — Camaradas, a mi esto me viene grande — El informático neoniano estaba algo asustado con la situación — Me imagino que pondréis rumbo a Puerto Arcadia, pero ya que no me necesitaréis allí y sinceramente, no quiero ir, me quedaré aquí y estaremos en contacto por si necesitáis ayuda de cualquier tipo.

    — Maldito Ikorf escurridizo... — Khael se mostró decepcionado con su homónimo.

    — Sugiero que nos vayamos cuanto antes — El único humano presente no quería seguir tentando a la suerte — ¿Qué me decís?

    — Wadrak, estaremos en contacto — El actual líder syleriano fue directo con el informático, para acto seguido dirigirse a sus dos compañeros de equipo — Tomemos la primera lanzadera que salga de Promesa en dirección a Puerto Arcadia.

    — Son unos tres días de viaje — Recordó Yannick a los demás — Deberíamos aprovisionarnos antes de armas y suministros, pero sobre todo, avisar a las autoridades del lugar.

    — ¡¿Y qué Davon se escape?! ¡Ni loco! — Om estaba furioso y decidido a tomarse la justicia por su mano — ¡Iremos hoy mismo a Puerto Arcadia, no diremos nada a nadie y detendremos a ese asesino, esté acompañado o solo!

    Ender y Khael solo pudieron observar como Om hacía camino en dirección a la salida del Sector 0, en un evidente estado de ira contenida. Wadrak le tendió la mano a estos dos y se alejó del lugar, quedándose humano y neoniano mirándose entre sí con los rostros serios.

    Aunque no estuviesen de acuerdo con el líder syleriano, estaban decididos a seguirle en su cruzada.

    [...]

    Las cuatro mujeres que acordaron reunirse en Puerto Arcadia y disfrutar de unos días de desconexión, ya se encontraban haciéndolo.

    Mientras sus niños se encontraban en la sala de recreativos del resort —donde había monitores vigilándolos para que no hubiera problemas— ellas lo hacían en varias tumbonas y una mesa con cócteles, a pie de una gran piscina que solo los clientes del hotel podían disfrutar.

    Uno de los tantos camareros que había en el lugar se aproximó a la mesa de las chicas para retirar las copas vacías y traer nuevas si así lo requerían ellas.

    — ¿Necesitan algo más? ¿Tal vez otros cócteles?

    — Por mi parte, sí — Cinthia fue la primera en acceder a una segunda ronda, disfrutando del cálido sol de Vulkano en un colorido bikini.

    — Claro, ¿por qué no? — Arva se unió a su amiga con una sonrisa, mientras pillaba al camarero fijándose en su físico.

    — Yo de momento no, en un rato iré a la barra a ver que otras bebidas tenéis — Snow ya lo tenía bien por el momento, algo que en principio aguó la fiesta a sus amigas — Tranquilas, no os dejaré solas con la segunda ronda.

    — Yo nada por el momento — Shajila no quería abusar de la hospitalidad de sus nuevas amigas, ya que apenas tenía dinero para permitirse estar ahí.

    — Si así lo desean...

    El camarero asintió, cruzando miradas con la ex piloto de la Arcadia, quién también le miró indirectamente.

    Una vez éste se marchó, la doctora Marlow zarandeó a Tidder en un claro gesto de que había notado ese coqueteo. Todas empezaron a reír casi al unísono, sintiéndose muy bien al estar juntas y encontrarse en un sitio tan cómodo como lo era Puerto Arcadia, especialmente para la gente con dinero.

    Apenas pasaron diez minutos cuando la ex gobernadora Carver decidió ir a la barra del chiringuito próximo a la piscina para coger algo para beber.

    — Chicas, voy a ver que tienen para tomar — La señorita Carver se dirigió entonces a la thuniana — Shajila, ¿quieres algo?

    — No, gracias — La madre de Vraco no quería que la estuviesen invitando siempre — No debéis estar pagándomelo todo.

    — Para nosotras no es problema, tenemos la fortuna de que somos reconocidas y obtuvimos ganancias gracias a nuestros trabajos — Explicó Snow, decidida a comprarle una bebida a su nueva amiga — Te traeré algo, me digas lo que me digas.

    — Si bueno, trabajos... ¡qué trabajo! — Exclamó Marlow, recordando el cuando formó parte de la expedición de la Arcadia y todas sus experiencias posteriores — Por haber sobrevivido a todo eso deberían pagarnos hasta nuestro último día.

    — Amén a eso, amiga — Murmuró Tidder, lanzando un suspiro previo a beber de su copa.

    De pronto, el móvil plegable de la médico comenzó a sonar, extrañándose ésta pues lo tenía en silencio para desconectar del trabajo y todo lo demás. Sin embargo, rápidamente comprendió el porqué sonaba; se trataba de una llamada de la mismísima gobernadora de la humanidad, por lo que las llamadas importantes no se podían silenciar.

    Cinthia lanzó un suspiro de resignación al mismo tiempo que señalaba el teléfono, haciendo ver a sus amigas que debía cogerlo.

    Mientras la doctora Marlow se iba a un margen para atender la llamada, la ex gobernadora Carver llegaba a la barra del bar para pedirse una nueva bebida. Curiosamente, mientras esperaba ser atendida, un hombre de aspecto maduro, bien cuidado y vestido, se aproximó a ella hasta posicionarse a su lado. El tipo se sentó en uno de los diversos taburetes que había en caso de que el cliente quisiese tomarse algo en la propia barra.

    Snow no le hizo caso inicialmente, pero fue él quién optó por comenzar una conversación.

    — ¿Te gusta el resort?

    Carver se volteó con una expresión de extrañeza en su rostro, algo que notó el misterioso hombre.

    — Oh, disculpa, debería presentarme. Me llamo Adam Brant, quizá sepa quién soy.

    — Mucho gusto Adam, pero no, no sé quién eres — Para evitar ser una borde, la mujer decidió presentarse — Mi nombre es...

    — Snow Carver — Dijo el tipo llamado Adam, mostrando una sonrisa implacable — Lo sé, fuiste gobernadora de nuestra magnífica especie humana.

    — Vaya, la gente aún me recuerda... — Murmuró Snow, que no sabía si tomárselo bien o mal.

    — Las personas olvidan lo más importante y recuerdan lo más obvio.

    Brant guiñó un ojo, mostrándose como un auténtico casanova, algo que nunca había llamado la atención de una mujer como Snow.

    — Ajá, supongo que sí.

    — Entonces, ¿te gusta el resort, Snow?

    — Así es, muy disfrutable.

    — Pues es mío — Dijo Adam con cierta soberbia y picardía — Soy el dueño de Puerto Arcadia... me sorprende que no hayas oído hablar de mí.

    — Bueno, he oído hablar de ti, pero nunca de tu nombre.

    — Ahora tienes el privilegio de conocerme.

    — Ja, claro.

    — ¿Te puedo invitar a una copa, Snow?

    — ¿A dónde quieres llegar con esto, Adam?

    — Me gustaría conocerte.

    — Pues lo siento, pero no estoy interesada en conocer a nadie, soy feliz con mi marido.

    — ¿El flamante comandante Lill Crane? ¿Ese que se ha marchado a una misión sin sentido de la gobernadora Mason?

    — ¿Disculpa?

    — Camarero, cargue el cóctel de la mujer a mi cuenta.

    Adam notó que Snow estaba molesta con ese comentario, por lo que decidió marcharse, no sin antes volverle a guiñar un ojo.

    La mujer no perdió de vista al multimillonario Brant hasta que se perdió entre la multitud con su esmoquin blanco, pero no porque le gustara, sino todo lo contrario. No obstante, estaba segura de que volvería a encontrarse a ese tipo, ya que estaba en su propiedad y era inevitable.

    Todo esto estaba sucediendo mientras la doctora Marlow atendía la llamada de la gobernadora Mason, quién fue directa con sus motivos.

    Cinthia, te llamo porque debo informarte de algo — La voz de Bárbara sonaba muy seria — Tu ex pareja, el ingeniero Westley Finn, tiene cáncer de pulmón muy avanzado. El comandante Crane me lo ha notificado.

    Como si de pronto todo su bienestar se hubiese diluido como el azúcar en el café, Cinthia se sintió abatida al oír aquello. No porque no supiese la situación de West, ya que obviamente la conocía, sino porque eso significaba que estaba cerca de su fin y sobre todo, que ella misma estaba por recibir algún castigo severo.

    — Lo sé, yo... — La médico más famosa del territorio conocido no supo como responder.

    Tú falsificaste su informe médico para que pudiese estar a bordo de la expedición, ¿verdad?

    — Lo hice — Cinthia sabía que no tenía sentido mentir a esas alturas, ya que era muy evidente — Él me pidió entrar en la expedición, terminar su vida visitando otros mundos y surcando el espacio...

    Verás, Cinthia, lo entiendo. Pero ahora la expedición está por perder a su mejor ingeniero, al margen de las varias bajas que ya ha habido — Bárbara no se iba a andar con rodeos, aunque le supiese mal — Lo que hiciste es ilegal y está penado con la cárcel.

    — ¡¿Cómo?! ¡No, no, no! — Los gritos de Marlow alarmaron a los más cercanos a ella en el resort, que se quedaron mirándola — ¡No puedes hacerme eso, Bar, tengo una reputación y un trabajo importante!

    Lo sé, pero no puedo hacer nada más que cumplir la ley.

    — ¡Te llevaste a varios criminales a esa expedición, en vez de hacer cumplir la ley! ¡No me vengas con excusas!

    Eso es muy diferente, ellos son conscientes de que podrían no regresar y morir ahí fuera. Tú, en cambio, no morirás ahí fuera, simplemente estarás un tiempo en la cárcel más tranquila del cinturón.

    — Eso no me reconforta una mierda, Bárbara — Cinthia estaba entre furiosa y dolida.

    Tampoco les reconforta a tus viejos amigos en la expedición que su mejor ingeniero se vaya a morir en breves, pudiendo haber ido Sith u otro en su lugar — La gobernadora humana quiso hacerle ver la situación que había provocado indirectamente — Lo que hiciste es algo bondadoso, pero peligroso. De alguna manera, has puesto en peligro las vidas que están en la Nolartis. Imagina que se destruye algo importante de la nave y los ingenieros nóveles que quedan a bordo no saben como arreglarlo y por eso, no pueden regresar aquí. Todo por tu decisión de complacer a tu ex novio.

    La doctora Marlow sintió como comenzaba a temblar el móvil en sus manos, fruto de los nervios. En su interior, sabía que la gobernadora estaba en lo correcto y que poco podía decir para justificarse, por lo que poco a poco comenzó a sentirse más y más deprimida.

    Viendo que no respondía, Bárbara decidió cerrar la conversación.

    No será inmediato, pero en cuestión de días se te pedirá que acudas a la comisaría de Ciudad Anixis, para el juicio rápido y el traslado a una penitenciaria del cinturón de asteroides. Mientras tanto, reflexiona. Hasta pronto, doctora Marlow.

    Una vez la llamada se colgó, la médico comenzó a sentir como las lágrimas recorrían sus mejillas, dejando incluso caer el móvil al suelo.

    Snow, Arva y Shajila se encontraban esperándola y la propia Cinthia no sabía como decirles que la diversión se había acabado, al menos para ella misma.

    [...]

    El magnífico resort de Puerto Arcadia contaba con muchas actividades, las cuáles iban desde nadar en la piscina hasta una sala de recreativos.

    Precisamente en dicho lugar, los niños de Snow, Arva y Shajila disfrutaban de varias máquinas arcade, que para algunos serían nostálgicas al rememorar tiempos lejanos en la Tierra. Se podía jugar al tetris, a golpear al topo que sale de su madriguera, conducción al volante de un coche y demás juegos que entretenían a jóvenes y adultos.

    Jackon, Omnius y Vraco se encontraban juntos en una de las tantas máquinas arcade, con un juego que consistía en encestar todos los balones posibles en una canasta de baloncesto. El humano y el syleriano, ya convertidos en buenos amigos, enseñaban al thuniano como jugar, además de brindarle su amistad reciente.

    El joven Vaalot sentía curiosidad por los thunianos mientras que el joven Paokt siempre estaba dispuesto a hacer más amigos.

    — ¿De dónde es este juego? — El pequeño thuniano jamás había visto algo así.

    — Es humano, según tengo entendido — El hijo de la ex piloto Tidder había oído hablar del baloncesto, pero en días recientes apenas se practicaba dicho deporte — ¿Qué pasa? ¿No te gusta?

    — Es divertido, tan solo tenía curiosidad — Vraco se mostraba un tanto introvertido, pues de no tener apenas amigos en Virm, había pasado a estar con un grupo entero de niños alienígenas — Perdón...

    — Tranquilo Vraco, no tienes porqué disculparte — Omnius se aproximó al thuniano y le dio un abrazo, sorprendiéndole — Ahora somos amigos.

    El joven thuniano aceptó el abrazo con mucho gusto, algo que alegró tanto a Omnius como a Jackon, quién no era muy cariñoso en ese sentido y se limitó a verlos abrazados desde escasos metros. Mientras el trío mencionado se entretenía con las máquinas arcade, el resto se encontraban sentados en una pequeña sala anexa que servía para que los jóvenes pudiesen descansar y hablar entre ellos.

    Ahí estaban Owen, Karla, Kendall y Gina.

    — Entonces, ¿quieres ser científica? — El pequeño Crane miraba a la joven Vaalot con curiosidad — Mi madre lo era, hace mucho tiempo.

    — Lo sé, tu madre es muy conocida por lo que hizo con nuestros padres en la Arcadia — Karla asintió — Me gustaría ser científica cuando sea mayor, así es.

    — ¿Estás estudiando para ello? — Gina, la más mayor de todos, se encontraba sentada y de brazos cruzados.

    — Sí, en la escuela de Promesa — La melliza Vaalot Tidder se tomó una pausa para luego lanzar una pregunta al grupo, momento en el que regresaban con ellos Jackon, Omnius y Vraco — ¿Vosotros qué queréis ser de adultos?

    Los recién llegados tomaron asiento tras haberse aburrido de estar jugando en la sala de recreativos, pero llegaron a tiempo para oír la pregunta de la chica. Durante unos segundos, todos se miraron entre sí sin saber qué decir o quién sería el primero en decirlo.

    — A mi me gustaría ser como mi papá — Sintiéndose verdaderamente orgulloso de ello, Owen contestó el primero con una sonrisa en su rostro — Él sabe cultivar en el invernadero, sabe cartografiar el espacio y además sabe proteger a la gente. Yo quiero hacer eso.

    — Owen, papá se ha ido y nos ha dejado aquí porque consideraba más importante marcharse en esa ridícula misión que quedarse con su familia — La contundente respuesta de Gina dejó en silencio al resto — ¿De verdad quieres ser cómo él? Porque yo quiero ser todo lo contrario. Quiero quedarme y hacer de este lugar algo aún mejor para el futuro, como mamá hizo siendo gobernadora en Neonia.

    — Yo... yo no sé que quiero hacer de mayor — Murmuró Kendall, sintiéndose diferente por no tener una meta — Supongo que me decidiré entre policía como mi tío o soldado como mi madre.

    — ¿A qué madre te refieres? — Omnius lanzó la pregunta sin ánimo de ofender — Quiero decir, tienes dos. Yo ya no tengo ninguna.

    — Me refiero a Cia, que ha sido soldado y policía — El joven Xom quiso explicarse con naturalidad — Así que supongo que terminaré haciendo alguna de esas cosas, ya que quiero hacerles orgullosos.

    — Omnius, ¿y tú? — Karla se dirigió al syleriano, quién acababa de hablar pero no había dicho nada al respecto.

    — No quisiera ser el líder de los sylerianos, como han sido mis padres — La respuesta del joven Paokt sorprendió y mucho a sus amigos — Me gustaría entablar relaciones con nuevas especies, ser una especie de representante de mi gente... de toda la Alianza.

    — Eso es algo muy bonito — La mayor de los Crane Carver aplaudió el deseo del syleriano.

    — Yo tampoco sé seguro lo que quiero hacer cuando sea un adulto — Vraco se encontraba en la misma línea que su nuevo amigo Kendall — Mi padre me dijo que nunca fuese un soldado, que no escogiera esa vida porque era peligrosa... y no lo haré.

    — Pero, ¿no hay ninguna profesión que te guste al menos un poco? — La pregunta provino de Jackon, que había estado callado todo este tiempo.

    — Me gustan las naves, cuando vi la Nolartis en Virm me sorprendió mucho — Se sinceró el joven thuniano — Podría aprender ingeniería y pilotaje, para así tener los conocimientos necesarios para manejar una nave así.

    — Es una idea interesante, Vraco — El joven Paokt le animó a ello.

    — Pues a mi me gustaría ser un explorador, un soldado como lo fue mi padre — Jackon nunca había conocido a su figura paterna, pero las historias que le contó su madre le hicieron tenerlo como un símbolo al que aferrarse — Y así proteger a mi hermana, a mi madre y a la gente que quiero.

    — Mi hermano está estudiando eso en Promesa — Indicó Karla, añadiendo más información — Y es muy bueno peleando.

    — Oh sí, lo recordamos — Musitó Omnius, provocando las risas mientras recordaban aquella vez en Puerto Arcadia en la que Jackon defendió a Owen de un acosador — Es muy buen protector.

    El grupo de jóvenes estuvo intercambiando más palabras durante un corto periodo de tiempo hasta que, repentinamente, la figura de otro niño captó su atención.

    Se trataba de un joven muy arreglado, vestido con pulcritud y acompañado por hasta cinco niños más, todos ellos también muy cuidados. En la sala solo estaban ambos grupos, por lo que los recién llegados se aproximaron a la mesa donde estaban desde hacía rato los hijos de Snow, Arva y Shajila.

    — Esta mesa es mía — Musitó repentinamente uno de ellos, concretamente el que iba al frente — Mi padre es el dueño de todo Puerto Arcadia.

    — ¿Y qué nos importa? — Jackon, que era de mecha corta a la hora de ser provocado, se incorporó al sentirse increpado por ese chico — Aquí hay muchas más mesas para ti y tus amigos.

    — Sí, pero queremos la que tenéis.

    — ¿Quién te crees que eres? — Ahora fue Gina, la más adulta de su grupo, la que confrontó al joven adinerado — Nuestros padres han pagado por este sitio, por ello, podemos usarlo y estar donde queramos.

    — Y lo entiendo, niña repelente, pero cuando yo digo que quiero algo, me lo dan — El joven miró a la Crane Carver de arriba a abajo — Me llamo Tales Brant, guapa. Si os largáis de mi mesa, te lo compensaré.

    Gina tuvo que contenerse para no golpear a ese chico allí mismo, el cuál era evidente que tenía un poco más de edad que ella, sin dejar de ser un adolescente.

    El joven autoproclamado dueño de todo e hijo del multimillonario Adam Brant, les indicó a todos con un gesto que se apartaran de la mesa, algo que solo hicieron Vraco, Omnius, Karla y Owen, los menos problemáticos del grupo.

    Esto que hizo que el conjunto de jóvenes adinerados centraran sus miradas en Jackon, Gina y Kendall, quiénes no se movieron de sus asientos.

    — ¿Estáis sordos o qué os pasa? — Tales estaba perdiendo la paciencia — ¡He dicho que largo de mi mesa!

    — Dime algo, Tales — Para sorpresa de todos, Kendall se levantó hasta colocarse ante él — ¿Tú sabes quién soy yo?

    El joven Brant lo miró de arriba a abajo tal y como hizo con Gina, solamente que con él, su expresión facial fue de rechazo y desprecio absoluto. Kendall lo observó fijamente a los ojos en un claro intento de intimidación, lo que dejó perplejos a sus amigos, pues nunca lo habían visto comportándose de esa manera tan atrevida.

    — Claro que lo sé. Eres el hijo de dos inútiles que seguro trabajan recogiendo la basura de este lugar.

    — Ken, Jackon; vámonos — La joven Vaalot no quería ver el inicio de un conflicto, por lo que llamó a su amigo y su hermano — Dejadles la mesa a ellos.

    — Soy el hijo de la líder de la Resistencia y del Emperador Anixis — El joven Xom, que renegaba bastante del pasado de sus padres, decidió usarlo esta vez en su favor — Seguro que tu padre apretaba el culo cuando escuchaba hablar de ellos.

    Algunos de los niños que iban con Tales se murmuraban algo entre sí, mostrándose impactados, mientras que otros se reían de la frase que acababa de decirle al hijo del magnate de Puerto Arcadia. Visiblemente molesto, el joven Brant intentó golpear a Xom, pero antes de que pudiese hacerlo, su brazo fue detenido por Jackon, el cuál realizó una técnica que hizo que Tales mordiese el polvo del suelo.

    Los niños ricos, que se creían más fuertes de lo que en realidad eran, se asustaron al ver la forma en la que Tales cayó, por lo que salieron huyendo.

    Mientras el joven Brant se dolía en el suelo, Jackon pudo ver que Gina asintió en señal de aprobación, mientras que Kendall se veía contento de haber sido defendido. El resto, que estaban en la puerta de salida, vieron como el propio Tales salía despavorido de la sala con lágrimas en los ojos, lo que hizo que no pudieran evitar reírse.

    El grupo al completo decidió irse de la sala de descanso en la que habían estado hablando para salir a tomar un poco el aire, momento en el que Kendall se aproximó al joven Vaalot, con todos juntos a su alrededor.

    — Gracias por defenderme, porque yo no sé pelear — El joven Xom fue honesto y agradecido — Ahora sé que quiero ser soldado como tú, para proteger a los demás.

    — No me lo agradezcas, me alegra haberte ayudado y que ahora quieras ser un soldado más — Jackon se sintió orgulloso, pues parecía ser un ejemplo para sus propios amigos y familia — Al fin y al cabo, somos amigos.

    [...]

    Tres días después


    Como cada día en Puerto Arcadia, la afluencia de personas y lanzaderas era constante.

    Los viajes que se sucedían de las distintas colonias hasta el paradisiaco resort hotelero del multimillonario humano Adam Brant no cesaban prácticamente nunca, motivo por el que el hombre se hacía más y más rico, además de que el lugar adquirió definitivamente la etiqueta de turístico. Tanto era así, que incluso ya había thunianos apareciendo en el complejo, disfrutando de sus comodidades y llenándose de la cultura diversa que reinaba en la zona.

    No obstante, una de las tantas lanzaderas que acababan de llegar al lugar no contenía en su interior a nadie que viniese de vacaciones, sino más bien todo lo contrario. Cuando el vehículo aéreo aterrizó definitivamente, de este salieron Om, Ender y Khael, que tras haber descubierto los planes del asesino de Hylda, iban dispuestos a detenerlo de una vez por todas. No contarían con la ayuda de las autoridades, ya que el líder syleriano optó por no llamar la atención y encargarse personalmente del asunto.

    En otras circunstancias, encontrar a Davon Phenom iba a ser toda una odisea entre tanta gente y en un lugar extremadamente público. Sin embargo, la llegada del actual líder de la sociedad syleriana, el ex comandante del ejército de la Alianza y un policía de Ciudad Anixis que había estado en Syleria hacía muchos días atrás, era imposible que no fuese vista.

    Un syleriano de aspecto serio y que vestía como un turista más, dio la voz de alarma a los suyos mediante un auricular casi imperceptible para la vista de todos, metido en su oído.

    — Om Paokt, Khael Yannick y Ender Xom están aquí.

    El trío estaba provisto de armas, munición y demás suministros básicos para un claro enfrentamiento armado, pero todo esto estaba escondido en sus grandes mochilas, las cuáles portaban en sus espaldas. Desafortunadamente para ellos, no podían acceder al resort sin antes pasar por un control de metales y objetos peligrosos, por lo que entrar por delante sería algo inviable.

    Sin embargo, el plan ya había sido hablado y estaba en marcha.

    Liderados por el que fuera protector de la Elegida, los tres investigadores pusieron rumbo hacia una zona menos concurrida de la entrada a Puerto Arcadia, donde el propio Om conocía unos túneles de alcantarillado que servirían para salir al exterior justo detrás del complejo hotelero, sin prácticamente nadie a la vista. Tras lo sucedido con Tyra, Lynx y Norman en Puerto Arcadia, esos túneles se dotaron de una tecnología de detección que avisaba inmediatamente a las autoridades si alguien accedía por ellos, algo de lo que Ender fue advertido, por lo que pudo desactivar el sistema.

    Aunque cuando se iba a disponer a ello, se percató de que dicho sistema ya estaba desactivado.

    — ¿Pero cómo...? — El policía humano se giró hacia sus compañeros, extrañado — Está desactivado.

    — ¿Qué dices? — Om se preocupó en exceso al conocer ese dato — ¿Habrán entrado ellos por aquí?

    — Yo diría que sí, seguro que vinieron armados como nosotros — El ex comandante neoniano estaba casi seguro de lo que decía — Sigamos...

    — Os acompañamos, amigos.

    Una voz tosca se escuchó tras el trío, que levantó las manos casi por inercia, conscientes de que probablemente estaban siendo apuntados por armas. Efectivamente, el sonido de varios seguros accionándose para que las armas estuviesen listas para disparar, les hizo confirmar sus sospechas.

    — No os giréis, seguid hacia delante por los túneles — La orden de esa voz fue clara y concisa — Davon quiere veros en persona.

    — Que considerado — Murmuró Ender, recibiendo un golpe de la culata de un arma por ese comentario — ¡Joder!

    — Cállate y camina, humano.

    — ¿A dónde nos lleváis? — Om quiso contener su tono de ira usando uno más apacible.

    — Ya lo verás, protector Paokt.

    — De protector no tiene nada, yo diría que ha fracasado en su trabajo — Dijo repentinamente otro tipo, buscando provocar al syleriano — Es lo que tiene irse en una expedición sin sentido y dejando a tus seres queridos creyendo que están seguros... Despierta, Om. Nadie está seguro ni siquiera en esta sociedad pacífica.

    — Me encantaría verte la cara, malnacido — La rabia contenida de Om era cada vez más difícil de contener.

    — Lo harás, cuando lleguemos ante Davon.

    El trío, ahora capturado por sus enemigos, avanzó por los túneles de alcantarillado hasta que una vez fuera de ellos, siguieron hasta el sótano del hotel, donde una sala de control amplia con cámaras, armas y utensilios para defender Puerto Arcadia se encontraba bajo el poder de los renegados miembros de la seguridad de la Elegida, con el asesino Davon Phenom a la cabeza.

    Varios de los trabajadores de dicha sala, en su mayoría humanos y neonianos, yacían muertos en el suelo. Hasta diez sylerianos armados se encontraban en el lugar.

    — De rodillas — Dijo uno de sus soldados al trío, forzándolos a estar en esa posición.

    — Vaya, ¿pero a quién tenemos aquí? — Uno de esos sylerianos, que se diferenciaba del resto por portar como una capa negra con capucha, se aproximó al trío arrodillado — Om Paokt, Ender Xom, Khael Yannick... ¡la AIE ha traído a los reservas!

    — ¿De qué basura hablas? — El ex comandante del ejército de la Alianza confrontó al asesino.

    — Es obvio, ¿no crees? — El syleriano encapuchado que pese a no presentarse oficialmente, era Davon, lanzó de un lado al otro de la sala — La caballería está ahí fuera, buscando respuestas sobre los supuestos Anixis a los que todos veneran ahora. Parece que es más importante lo de ahí fuera que lo de aquí dentro, otra vez.

    — Escúchame, Davon, parece que tienes muchos motivos para hacer lo que estás haciendo, pero te puedo asegurar que intentar obtener el poder por la fuerza no te saldrá como deseas — El policía hizo referencia, sin mencionarlo directamente, a lo que intentó hacer su hermano Deon en el pasado — Has matado a la Elegida Admir, tienes a la mayoría de tu gente en contra y a toda la AIE buscándote. Sabemos que planeas tomar el OCVD para fabricar una bomba de energía y meter el miedo en las cabezas de todos, para así tú gobernar. Sabemos que mataste a Hylda para sembrar el caos y para hacer daño a Om, porque os conocéis del pasado... sí, estamos aquí, pero nos hagas lo que nos hagas, te encontrarán.

    — ¿Ah, sí? ¿Cómo estás tan seguro, escoria humana?

    — Porque soy policía y no salgo de casa sin un buen localizador.

    Davon frunció el ceño rápidamente mientras apuntó con un Striker a la cabeza de Ender, mostrándose muy furioso al conocer que en esos momentos, se estaba revelando la posición exacta en donde estaban. Sin embargo, lo que no sabía era que Xom estaba engañándole descaradamente puesto que en realidad no tenía ningún localizador, pues Om no quería avisar a las autoridades ni nada parecido.

    — Es irónico que te vaya a matar con un arma hecha por tu propia especie — Phenom sonrió bajo su capucha, revelando únicamente la parte baja de su rostro — Piensa en aquellos a los que quieres, porque ya no vas a volver a verlos.

    Instintivamente y sin poder reprimir sus sentimientos, Ender comenzó a soltar varias lágrimas con los ojos cerrados, consciente de que estaba a punto de ser ejecutado. En sus pensamientos aparecían Cia y Kendall, principalmente, pero también otras personas a las que había conocido y apreciado en algún punto de su vida.

    Om estaba viendo la escena con los dientes apretados y la rabia a flor de piel, consciente de que no podría evitar la muerte de su amigo y de que Davon tenía la sartén por el mango. En esos momentos, estaba a merced del asesino de su mujer y la impotencia le carcomía por dentro.

    De pronto y sin que ninguno de los presentes se lo esperase, Khael se lanzó contra Davon, pero éste logró zafarse de su agarre y le dio un fuerte rodillazo en el abdomen, volviendo a arrodillarlo por inercia.

    Muy molesto por lo que el neoniano acababa de hacer, el asesino de la Elegida le apuntó a él con el Striker, ante la mirada de sus dos compañeros, visiblemente nerviosos.

    — ¡Khael! — Gritó Ender, que no quería que éste diese su vida por él.

    — ¡Davon, ni se te ocurra, bastardo! — Om estaba a punto de echar espuma por la boca, como si de un perro rabioso se tratase.

    — Tranquilos, amigos míos — Para sorpresa de todos, el ex comandante Yannick esbozaba una gran sonrisa pese a estar mirando al suelo, con un cañón de arma en su cabeza — Un soldado sabe cuando retirarse a tiempo... y un soldado como yo sabe cuando su momento ha llegado.

    — Nos ha salido poeta el ingrato neoniano — Davon soltó varias carcajadas, ya decidido a matarle — Tranquilo, te voy a librar de la miseria de no ver en lo que convertiré el territorio conocido. Para empezar, Neonia será de los sylerianos y...

    — ¡Toda tuya! — Exclamó Khael, sorprendiendo a todo el mundo al activar una granada de fragmentación y enganchársela en el pecho a Davon.

    — ¡Puto neoniano invidente! — Gritó el asesino de Hylda, disparando varias veces a Khael en el torso.

    El neoniano cayó abatido al suelo y los sylerianos comenzaron a correr despavoridos, mientras el propio Phenom lograba quitarse de encima la granada mientras todos salían huyendo de la sala, dejándola caer allí mismo y despreocupándose de que los otros retenidos huyesen. Davon escapó junto a varios de sus secuaces por la puerta trasera de la sala de control ubicada en el sótano del hotel, mientras que Ender y Om, sin poder ayudar a su amigo neoniano, huían por donde habían entrado.

    La granada de fragmentación rebotó varias veces en el suelo mientras el ex comandante Yannick la veía a su lado, consciente de que no le daba tiempo a escapar y de que sus heridas de bala eran fatales. Apenas tuvo unos segundos para pensar en su hermano menor, fallecido en la guerra contra los sylerianos, y en Erie, quién le había demostrado un afecto que hacía mucho tiempo él no sentía.

    No había llegado a amarla como ella sí lo amaba a él, pero estaba agradecido de su cariño y de la preocupación que le demostraba tener.

    — Hasta que nos volvamos a ver, amigos — Musitó Khael, mientras la sangre también brotaba de su boca — Estoy de regreso a la luz...

    La gente disfrutaba de la plácida tranquilidad y comodidad en Puerto Arcadia, en una tarde en la que el sol de Vulkano, el cuál terminaría engulléndolo en miles de años, bajaba poco a poco y cambiaba las tonalidades del hermoso cielo que había.

    Un paisaje digno de la belleza del universo que se vio contrastado por una fuerte explosión y un breve temblor que sacudió el área. Todos los vacacionistas y trabajadores del lugar se voltearon hacia el hotel, viendo como éste aún se mantenía milagrosamente en pie, pero en llamas.

    El fuego comenzaba a consumir el edificio desde abajo, lugar del infortunio y comienzo de una nueva batalla.
     
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  16.  
    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

    Piscis
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    Saludos, amigo, paso a comentar el capítulo de hoy.

    Debo decir que ha sido toda una experiencia poder aprovechar el feriado de mi cumple para leer LV, historia que me encanta y de la cual me declaro el fan número 1, claro que sí. Doble regalo entre el feriado y el capítulo, y ha sido muy entretenido de ver y de leer. Cuando vi que se trataría de un capítulo en casa, supuse que la intensidad bajaría un poco, pero no ha sido así, al menos no en su totalidad.

    El capítulo abre cuando Wadrak los ayuda a ver que en el pen drive que soltó el asesino de Hylda están los planos para construir una nueva bomba solar. Algo que de verdad da mucho miedo. Los sylerianos deberían saber que esa clase de armas son peligrosas, y no deberían volver a intentar utilizarlas una vez más. Realmente es una bajeza que Davon y los suyos quieran tomar el poder de esa manera. Ojalá lo cuelguen en una plaza pública y lleven su cuerpo planeta por planeta para que la gente lo vea y así desistan de seguir intentando esas cosillas :ewww: . Con una reunión en Puerto Arcadia, el trio de humano, neoniano y syleriano se van al sitio para confrontar a los enemigos.

    Mientras tanto, quienes están allí, gozan de unas divertidas vacaciones mientras lo pasan bien tomando tragos en un hotel. Cinthia, Arva, Snow y Shajila se divierten mientras sus hijos juegan juntos. Las cuatro mujeres lo están pasando bien, e incluso parece que Arva tiene un admirador entre los camareros del hotel. Parece que la piloto se mantiene en forma si se ha ganado esas miradas atentas, pero bueno, ya se verá que ocurre. Snow se levanta para ir a buscar un trago para ella y su amiga cuando el multimillonario Adam, dueño del hotel, se le aparece para coquetearle. Honestamente, por cada palabra que salía de su boca, tenía ganas de entrar en la historia a partirle la cara. Se nota que tiene mucha plata y poco cerebro, y me alegra que Snow le haya cortado el rostro de esa manera tan eficaz, espero que con eso se deje de joder ese maldito :gio: .

    Me siento un poco mal por Cinthia, puesto a que ella estaba festejando por haber recibido hace poco un puesto en el OCVD, y ahora, tras haber sido descubierta en su engaño para ayudar a West, Barbara la hará ir a prisión. No debe ser agradable estar en vacaciones y que te digan que serás arrestado, pero cierto es que ella se lo buscó, y que West no le puso una pistola en la cabeza. Ella lo hizo como un favor, y ahora le toca asumir las consecuencias de sus actos.

    Luego de eso, pasamos a ver a los niños. Se ve que Jackon y Om jr están intentando que su nuevo amigo Vraco se integre para jugar con ellos y se hagan amigos. Algo que me encanta, dado a que demuestra que los angelitos son amistosos y muy bien educados con la gente como ellos :bulbi:. En una de las mesas, Karla, Gina, Owen y Kendall hablan sobre lo que quieren en el futuro. Justo cuando llegan los otros tres. Allí es donde se ven muchas cosas. Y tengo que decir que fue una buena charla, ya que los angelitos tienen objetivos muy diversos y cada uno iría por su lado. Owen quiere ser un cartógrafo igual que su papá :cynda:. Gina ansía quedarse para tratar de mejorar sus mundos tal y como hizo su madre. Vraco quiere ser ingeniero, Jackon soldado como su padre :piplup:. Karla busca irse por un rol científico y el pequeño Om quiere ser un representante de su especie ante otros seres. Me gustan todas estas ideas, y así, los angelitos harían un gran tributo a los padres que han tenido, y que tanto han luchado para darles una buena vida.

    Y justo ahí llega el momento donde se demuestra que de padres idiotas vienen hijos todavía más idiotas. El pendejo de Tales es un pesado igual que su padre Adam. Parece ser que ambos se ponen de acuerdo. Se ve que vieron que en el resort se registraban Snow y su hija e hicieron alguna especie de pacto para ir a ser unos imbéciles con ellas. Me da mucha felicidad que Jackon le haya dado una paliza, bien merecida. Cuando el sitio está lleno de mesas, que vayan y hagan berrinche por ocupar una es más que obvio que les falta humildad. Bien por Jackon que le dio para llevar. Ahora solo falta que se la den así a su padre y yo seré feliz :shani:

    Por último, vemos que Om, Ender y Khael llegan hasta el resort listos para poner en marcha su plan, pero tan pronto como llegan, son capturados por los enemigos. Estos los llevan con Davon, y este demuestra que simplemente es un idiota que tiene ganas de tomar el poder mediante el miedo fabricando una bomba solar, aprovechándose de que los mejores de la AIE están fuera en una expedición, dejando a los mejores soldados fuera del territorio conocido. Pero bueno, justo cuando todo parecía que estaba por terminar mal, Khael hace gala de sus habilidades de soldado. Aunque le falte visión, él peleó en la guerra contra los Rhajik y luego tuvo tiempo para ser director del ejército neoniano. Fijo que la experiencia de un tipo como él vale mucho en momentos así, y lo ha demostrado al brindarle la oportunidad a Ender y a Om para que escapen de la muerte, mientras él se queda a recibir su destino cruel tras ser baleado y recibir la explosión de la granada. Aunque ahora, con una explosión sucediendo en el hotel, todo se está prendiendo fuego. Imagino que el caos podría facilitar el escape de Davon y su gente, pero también es posible que ahora que a Adam le hicieron explotar una bomba en uno de sus complejos, elija reforzar la seguridad y así puedan arrestar al maldito.

    Y bueno, amigo, eso será otro. Gracias por una nueva jornada de lecturas tan agradables, en un feriado y en mi cumpleaños. No puedo reprochar nada en este día ;) . No puedo esperar a que pasen estas dos semanas en las que estaré ausente para regresar de mis vacaciones y seguir leyendo en simultáneo, porque tengo deseos por saber que acontecerá ahora en casa y en la expedición. Será hasta pronto. Un abrazo, y cuídate mucho :cynda:
     
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  17. Threadmarks: Una pesadilla interminable (Parte 1)
     
    Manuvalk

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    Los Viajeros VIII: Más allá
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    Ciencia Ficción
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    Bienvenidos al penúltimo capítulo de esta octava parte de Los Viajeros, donde veremos las dos principales tramas que nos acontecen. Estos dos capítulos finales serán increíbles, siendo la antesala de lo que veremos en la próxima novena parte de este universo ficticio que creé hace más de cinco años. Antes de dejaros con la lectura a todos los presentes, quiero mencionar a mi gran amigo Reydelaperdicion y agradecerle que siga aquí después de tanto tiempo. Él es fan de mi historia y sin duda aprecio muchísimo sus comentarios, las charlas en Discord que mantenemos y demás. Es un proyecto que, de alguna manera, tiene una parte de él. Por ello, le estaré siempre agradecido. Sin más que añadir, disfrutad.




    Una pesadilla interminable (Parte 1)







    Acto uno: Puerto Arcadia


    La explosión ocurrida en el hotel aterrorizó a sus residentes, que veían como nuevamente y casi un año después, sucedía un nuevo atentado en Puerto Arcadia.

    Mientras el fuego consumía incesantemente el gran edificio y la humareda se expandía en el horizonte próximo, los pocos clientes próximos al área afectada salieron corriendo del lugar; solo unos pocos no lo hicieron.

    Om y Ender se levantaban del suelo tras haber sido lanzados por la onda expansiva de la granada que Khael había activado, falleciendo poco después. Ni siquiera se podía pensar el rescatar su cuerpo o considerar la posibilidad de que hubiese sobrevivido, pues recibió varios disparos provenientes del Striker de Davon. Aquello solo hacía que mezclarse con el dolor físico que ambos sufrían tras la explosión, aunque no podían detenerse a pensar en que habían perdido a un amigo.

    A escasos metros de ellos se encontraban los pocos miembros de la seguridad de la Elegida Admir que estaban con su asesino y que lograron salir a tiempo de la sala de control ubicada en el sótano del hotel, epicentro de la explosión. La mayoría se incorporaba lentamente, exceptuando a dos de ellos, que no se movían. Los charcos de sangre alrededor de su cabeza evidenciaban que el golpe contra el suelo había sido fatal.

    El líder syleriano alzó la cabeza y pudo observar a su objetivo, Phenom, corriendo hacia lo que parecía ser una lanzadera próxima a su posición.

    A su lado, se encontraba el policía humano, con dificultades para levantarse. En otras circunstancias, Om dejaría escapar al asesino para ayudar a su amigo y evitar que le pudiesen hacer daño, pero el odio que tenía dentro le controlaba y por nada en el universo dejaría escapar a la escoria que mató a Hylda.

    — N-no... Om... — Ender veía como su compañero de investigación y amigo decidía perseguir a Davon.

    La lanzadera de éste estaba vacía, por lo que no dudó ni un instante en subir a bordo e iniciar las maniobas de ascenso. El protector syleriano vio lo que pretendía y corrió como un poseso hacia su ubicación, alcanzando la lanzadera mucho antes de que esta iniciase su ascenso al cielo de Vulkano.

    — ¡Maldición! — Exclamó Phenom al comprobar que no tenía prácticamente idea sobre pilotar vehículos aéreos, hasta que vio a Om irrumpir en la lanzadera — Tú, otra vez...

    — Vas a morir aquí, Davon — Con la voz rota, Paokt cerró la compuerta de salida manualmente.

    [...]

    — ¡Lleváos a los niños a un sitio seguro! ¡Nosotras iremos a ver que ocurre!

    — ¡Mamá, no!

    — ¡Quédate!

    Tanto Arva como Snow se aproximaron a sus hijos para darles un abrazo rápido y una tierna mirada con la intención de tranquilizarlos.

    Encontrándose en la zona de la piscina y la sala de recreativos, la explosión en el hotel no les había afectado de cerca, pero ambas ex miembros de la expedición de la famosa Arcadia estaban decididas a aproximarse al sitio y ver que sucedía, para ayudar en todo lo posible. Cinthia, que siendo médico se sentía en la obligación de ayudar, decidió cambiarse por la piloto Tidder, que no parecía estar dispuesta en un principio.

    — Tus hijos solo te tienen a ti — Dijo la doctora Marlow, haciendo alusión a la ausencia de su padre — Los de Snow tienen a su padre aún vivo, en algún lugar.

    La mujer nacida en la extinta Luna no tuvo más remedio que asentir y dar la razón a su amiga, pues si le ocurría algo, sus hijos quedarían huérfanos y eso sería un golpe extremadamente duro para ellos. Shajila sabía cuál era su rol; mantener a salvo a todos los niños, incluido su hijo. Algunos estaban más asustados que otros, pero ese no era lugar igualmente para niños en general, tras lo ocurrido.

    Arva se quedaría finalmente con la thuniana al cargo de los siete jovencitos.

    — Tened muchísimo cuidado, no sabemos que puede haber ocasionado esa explosión — Tidder abrazó tanto a Cinthia como a Snow, que serían las que se aproximasen al lugar para comprobar la situación — Nos alejaremos de la zona.

    De pronto, una lanzadera sobrevoló por encima de ellas, alejándose del resort a toda velocidad y a una baja altura. Su dirección parecía ser la del OCVD, el polo sur del planeta. Las mujeres se lamentaron de que las personas que estuviesen dentro no fuesen lo suficientemente solidarias como para recogerlas a ellas y los niños, pero no había tiempo para suposiciones.

    La realidad era que en el interior de dicha lanzadera estaba el dueño de Puerto Arcadia, huyendo de su propiedad para evitar sufrir daños colaterales.

    Junto a él estaba su hijo y un piloto expresamente suyo que le llevaba de un sitio a otro y no se despegaba de su vehículo aéreo. Los Brant no estaban dispuestos a poner en peligro su seguridad por la de otros, por lo que se alejaron del lugar del conflicto sin el más mínimo remordimiento.

    [...]

    Acto uno: la Nolartis


    El comandante Crane y el subcomandante Fallon avanzaban juntos por uno de los pasillos de la Nolartis, tras haber mantenido una conversación holográfica con la representante de la humanidad y principal artífice de la expedición, Bárbara Mason.

    El ruido de sus pisadas en el suelo metálico de la nave llegó hasta el resto de la tripulación, ya reunida en la sala especificada para ello. El día anterior había sido especialmente duro por las muertes de Norman Williams y Uriow Emmon, durante y posterior a la misión acontecida en Bildsh.

    Las únicas ausencias en la sala de reuniones eran las de West, Ashley, Eron y Maya, que se encontraban en la enfermería desde el día anterior. Ellos tenían permiso por parte de los líderes de la expedición para no estar presentes en la reunión informativa, pero el resto del equipo debía hacer acto de presencia, tal y como sucedió. Lill y Fallon llegaron apenas unos minutos después de haber convocado la reunión por mensaje de Oda, encontrándose con los demás miembros de la expedición.

    Una vez todos allí, la IA de la nave comenzó a revelar la información obtenida en Bildsh.

    Esto que estoy a punto de contar es el extracto de un mensaje cifrado que fue enviado a las coordenadas a las que debemos ir próximamente — Oda explicó esto a la tripulación, para ponerla en situación — "Nos han encontrado. Era cuestión de tiempo tras escapar de ellos en Ashant, pero parecen conocer todos nuestros movimientos, todos nuestros lugares escondidos y todo lo que pensamos... El escuadrón enviado por el Gran General nos ha dicho que los contendrá aquí en Bildsh, pero que nosotros, los científicos del laboratorio, debemos evacuar con todos los datos posibles. Yo, científico jefe, he dado la orden de evacuación a los míos. Pero me niego a llevarme todos los datos, por lo que dejaré un rastro digital para que si algún día esto es encontrado por otros y nuestra extinción es oficial, sepan a lo que se enfrentan. Por ende, nos retiramos hacia la Casa Madre, hacia el mundo que nos vio nacer y partir. Anyxa es el último bastión de la civilización Anixis. Será matar o morir."

    En cuanto Oda terminó de relatar de los archivos de información extraídos del laboratorio Anixis en Bildsh, la tripulación comenzó a murmurar entre sí, debatiendo sobre lo escuchado.

    Sin duda alguna, ese mensaje hacía una clara alusión a los Veerham y a que estos habían logrado encontrar a los supervivientes del arca caída en Ashant, quiénes huyeron en cápsulas de salvamento hacia Bildsh. Allí, su laboratorio secreto se vio atacado y tuvieron que replegarse en su planeta natal, llamado Anyxa. La confirmación de todo esto solo hacía presagiar que los Anixis habían sido exterminados por los Veerham, o que quizá estaban viviendo una situación similar a la de los neonianos en Neonia durante la guerra Rhajik.

    Ruego silencio, tripulación, pues hay más datos narrativos que revelar. Esto que viene ahora, es un archivo escrito que revela el propósito de los Anixis con esas criaturas que logran hacerse invisibles — Ante la palabra de Oda, todos mantuvieron silencio — "Sol número 533 en Bildsh, laboratorio privado. Las muestras de estos extraños animales con los que llevamos conviviendo unos pocos años, demuestran que tienen potencial para el desarrollo cognitivo y general, lo que sugiere que en varios miles de años podrían evolucionar a un tipo de seres conscientes e inteligentes, pero primitivos. Sin embargo, lo que verdaderamente nos interesa es conocer su genoma, pues su camuflaje natural de invisibilidad podría ser una gran baza en la guerra que estamos librando contra los Veerham. De poder adaptarlo a nuestro ADN, podríamos atacar sin ser vistos y podríamos recuperar todos nuestros mundos, nuestras colonias y en definitiva el territorio perdido. El Gran General así lo ha pedido y nosotros así lo intentaremos."

    Nuevamente, los miembros de la expedición presentes comenzaron a hablar sobre el tema, pero esta vez fue el comandante Crane quién pidió silencio, pues había una cosa más que Oda debía revelar, antes de hacerlo con la información del siguiente y último planeta que deberían visitar de la famosa ruta Anixis.

    La IA de la Nolartis esperó pacientemente a que el silencio regresase a la sala, para así retomar el relato del último registro extraído.

    Esto es lo último. Aquí se mencionan los resultados que han dado esos experimentos con los animales salvajes de Bildsh en el intento por adaptar su invisibilidad a los propios Anixis — Indicó Oda, retomando la palabra rápidamente — "...sido un completo fracaso, nada más lejos de la realidad. Los sujetos de prueba han sufrido hemorragias internas al momento de haber sido inoculado el genoma de la invisibilidad, por lo que queda demostrado que es inviable para nuestra genética. Solo me queda agradecer a los valientes voluntarios que se han sacrificado por intentar dar una ventaja a su gente. Tiempos desesperados requieren de medidas desesperadas. Siento defraudar a mi especie."

    [...]

    Acto dos: Puerto Arcadia


    — N-no... Om... — Ender veía como su compañero de investigación y amigo decidía perseguir a Davon.

    El humano vio como su compañero salía corriendo en dirección a la lanzadera en la que el asesino de Hylda se había metido —en un claro intento por escapar— dejándole solo y rodeado por varios miembros corruptos de la seguridad de la Elegida. Conforme estos se iban incorporando y recogiendo sus armas, Ender veía más claro que su vida corría peligro.

    Consciente de que poco más podía hacer que huir, el policía se levantó repentinamente y salió corriendo en dirección al resort, ya vacío de personas.

    Le dolía el costado izquierdo debido a la caída tras la onda expansiva y para colmo, los soldados sylerianos lo estaban viendo irse, por lo que comenzaron a dispararle para intentar abatirlo. Xom solo debía saltar un muro para salir de su línea de tiro, algo que se dispuso a hacer, pero antes de lograr su cometido recibió un disparo en la pierna derecha que lo derribó y le imposibilitó escapar.

    — ¡Le he dado!

    — ¡Lo tenemos!

    — ¡Cogedle y sacadle de su miseria!

    Muy dolorido y con un orificio en el muslo de su pierna derecha que no dejaba de sangrar, Ender comenzó a arrastrarse a la desesperada en dirección al museo de Puerto Arcadia, muy próximo al hotel afectado. Sin embargo, no iba a llegar mucho antes de que los soldados de Davon lo acorralasen, lo cuál sucedió.

    Estos lo rodearon sin dejar de apuntarle, mientras el humano solo podía observar hasta seis cañones de Striker mirándolo fijamente.

    — ¡No me matéis! — Gritó Ender, totalmente desesperado — ¡Vuestro jefe se quiere largar sin vosotros! ¡¿Acaso no os dais cuenta?!

    — ¿Qué mierda dices?

    — Davon nunca nos dejaría atrás.

    — Ingenuo, ha ido a por una lanzadera para todos, no para irse él solo.

    — ¿Estáis seguros?

    El policía humano señaló tras ellos, viéndose que la lanzadera en la que Davon y Om se encontraban había comenzado a volar y estaba pasando justamente sobre ellos, maniobrando de forma un tanto extraña. Esto generó en los soldados sylerianos la semilla de la incertidumbre y el temor a que su líder los estuviese abandonando, convirtiéndose en un traidor.

    — ¡¿Davon?! ¡Maldita sea, contesta! — Decía uno de ellos, intentando comunicarse con su jefe.

    — ¿El humano tiene razón? ¿Davon nos está dejando aquí tirados?

    — Si nos detiene la AIE, estamos condenados.

    — ¡Deberíamos irnos! ¡Esta claro que el plan ha fracasado!

    — ¡Yo estoy al mando ante la ausencia de Davon y digo que matemos a este inútil y salgamos de aquí!

    — ¡No, esperad! ¡Por favor! — Exclamaba Ender, viendo que nuevamente y tras ser capturado, podrían ser sus últimos momentos con vida.

    Aquel que se autoproclamó líder de los soldados sylerianos que quedaban, apuntó fríamente a la cabeza de Ender y se dispuso a ejecutarle allí mismo, sin embargo, una voz femenina tras ellos logró frenar en seco sus intenciones. Dos mujeres humanas se aproximaban al grupo de sylerianos con las armas de sus compañeros caídos apuntándoles.

    — Bajad todos las armas y os dejaremos marchar — La que hablaba era Snow, sujetando tras muchos años, un Striker en sus manos — No diremos nada de hacia donde os fuisteis.

    — Solo sois dos humanas y nosotros seis soldados sylerianos — Dijo uno de ellos, sintiéndose con una obvia ventaja — ¿Qué tal si tiráis vosotras las armas y os vais?

    — Nos iremos de aquí con nuestro amigo — Volvió a insistir Snow — Si eso no es posible, tendremos que dispararnos hasta matarnos. No sé vosotros, pero yo diría que no tiene porqué morir nadie más.

    Los ex miembros de la seguridad de la Elegida se quedaron en silencio, mirándose entre sí. Pese a que tenían la clara ventaja en contra de Cinthia y Snow, era evidente que de sucederse un tiroteo, alguno de ellos moriría. Y viendo la situación, nadie parecía estar dispuesto a formar parte de las defunciones de ese día.

    El tipo que dijo ser ahora el líder, decidió voltearse hacia las mujeres con el arma apuntándolas.

    — Tienes razón, no tiene porqué morir nadie más — Murmuró el syleriano, que parecía ser el único dispuesto a echar la tregua por la borda — Pero esto no func...

    Al syleriano comenzó a faltarle el aire y luego se vio que se estaba ahogando en su propia sangre, debido a que tras él, Ender le había clavado un trozo de cristal en la nuca, atravesándole el cuello. Los demás sylerianos miraban horrorizados la escena, al mismo tiempo que apuntaban al policía decididos a matarle. No obstante, el humano tomó el arma del syleriano al que había matado y disparó a tres de ellos a bocajarro, quedando tan solo dos de ellos que fueron rápidamente abatidos por las dos mujeres.

    De haber sido soldados del ejército, personas muy entrenadas, los tres humanos hubieran tenido las de perder en esa situación. Pero eran simplemente la seguridad de un líder, los cuáles en la mayoría de su tiempo apenas usaban un arma y mucho menos enfrentaban situaciones conflictivas. Pasar de eso a creerse soldados les hizo subir el listón, pero no esperaban ver escenas tan desgarradoras como la que acababan de vivir y el shock los había bloqueado.

    — Nadie más tenía porqué morir hoy — Snow confrontó a Ender por lo que acababa de hacer — Podrían haberte matado y podríamos haber muerto nosotras.

    — Pero no ha sido así — Ender jadeaba considerablemente, debido al dolor y la pérdida de sangre — Creo que... creo que...

    Antes de que se desmayara, la doctora Marlow lo sujetó para evitar que cayese al suelo, mirando fijamente a su amiga con una mueca en el rostro. La ex gobernadora Carver se dignó a ayudarla a cargar con el policía, para llevarlo a un lugar más cómodo y poderle tratar mínimamente la herida de bala, hasta que pudiese ser trasladado a un hospital.

    — Ha faltado poco — Musitó Cinthia, un tanto aliviada — ¿Habrá más de esos sylerianos por aquí?

    — Espero que no — Contestó Snow, que no quería verse envuelta en un conflicto — No me gustaría tener que usar el arma de nuevo.

    [...]

    Acto dos: la Nolartis


    La información obtenida en Bildsh había dejado a toda la tripulación realmente preocupada.

    Poco a poco se iba esclareciendo lo que había pasado con los Anixis y era evidente que ahí fuera estaban los Veerham, por lo que en cualquier momento podrían encontrarse con ellos. La incertidumbre y el temor comenzaban a crecer en el equipo conforme se acercaban al evidente final de la misión, con sus consecuencias.

    No obstante, lo primero era conocer el último planeta que quedaba por visitar de la ruta Anixis que se encontró en Paraíso y por lo que comenzó esta expedición.

    — Entiendo lo que estáis pensando, compañeros, creedme — El subcomandante Fallon decidió tomar la palabra, al ver algo revuelta a la tripulación — Pero recordad que somos cuatro especies aliadas, unidas podremos vencer cualquier adversidad, sean los Veerham o los Anixis.

    — Es muy bonito eso que has dicho, amigo thuniano, pero la mejor opción es volverse a casa y prepararse — Caelum, que era el primero en querer regresar al territorio conocido tras conocer la información, lo recalcó — No quiero que los Veerham nos tengan como siguiente objetivo tras haber masacrado a los Anixis.

    — Estaría bien que respetaras a la gente, syleriano engreído — Eniar salió en defensa de su homónimo.

    — Yo solo diré que estoy de acuerdo con el syleriano gruñón, aunque acataré cualquier decisión que se tome — Para asombro de muchos, Sun demostró estar implicada.

    — Yo también quiero regresar — Se sinceró Halisha — He visto morir suficientes personas.

    — Me es indiferente lo que hagamos, considero que ya estamos en peligro — Las palabras de Yak no sonaron nada alentadoras — Aceptaré cualquier decisión.

    — ¡Parad de decir tonterías! — Exclamó Lynx, un tanto molesto — ¡Hemos llegado hasta aquí, no podemos simplemente rendirnos!

    — Yo no lo haré — Iris apoyaba a quién era oficialmente su novio — Debemos ir hasta el final.

    — Estoy con ellos — Lio se unió a los dos jóvenes, principalmente porque no iba a dejar sola a Iris en la misión.

    — Yo soy un soldado y no abandonaré la misión hasta que sea completada, vivamos o muramos — Dhejam sonó muy tajante al respecto.

    — Estoy con Dhejam — Brad había creado cierto vínculo amistoso con el thuniano — No abandonaré la misión; es el sueño de mi vida.

    — Y una mierda que vamos a abandonar — Tyra, de brazos cruzados, estaba decidida a seguir hasta el final — No pienso pilotar de vuelta a casa, las muertes de Ñjar, Cia, Norman y Uriow no habrían servido para nada.

    — Siento decepcionaros a aquellos que preferís regresar al territorio conocido, pero eso no va a pasar — El comandante Lill Crane usó un tono menos amenazante para concienciar a su tripulación — Tyra tiene razón, las muertes que ha habido serían en vano. Ya hemos llegado hasta aquí, no tiene sentido sacar a la palestra el mismo debate siempre que ocurre algo — Algunos miembros de la expedición parecían meditar sus decisiones — Oda, dinos la información del próximo mundo al que iremos, así entraremos todos en criogenia a la máxima brevedad posible.

    Entendido, comandante Crane — La inteligencia artificial de la nave se dispuso a dar a conocer los datos recopilados del último planeta a visitar — Quinto planeta de la ruta: Anyxa. Sistema: desconocido. Rotación a su sol: 279 días de 18 horas, ubicado en la zona habitable. Condiciones climáticas: temperatura estable de 20 grados célsius, clíma templado y condiciones perfectas para la formación de vida orgánica y vegetal. Es el último mundo marcado en la ruta Anixis y los archivos encontrados en Bildsh han revelado que podría mantener a lo que queda de la sociedad Anixis, en guerra interestelar con los Veerham. Se recomiendan medidas extremas de seguridad durante la proximidad al planeta y en la superficie; posibilidad de encuentro hostil con los Veerham o contacto con Anixis. Duración estimada del viaje: cinco meses. Se recomienda a la tripulación inducirse a la criogenia.

    Con la información del último planeta a visitar, el cuál era el mundo de origen de los Anixis, la tripulación recibió la orden de inducirse a la criogenia, pues serían cinco meses de trayecto. Los que estaban en la enfermería, quiénes eran Maya, West, Ash y Eron —que quería quedarse con su pareja— tenían permiso para entrar en letargo unos días o semanas después, dependiendo de la recuperación de los pacientes. Así, el resto se dirigieron a la sala de cápsulas criogénicas.

    Uno por uno, fueron induciéndose el estado de letargo. El subcomandante se encargaría de quedarse el último, asegurándose de que el resto empezaban a dormir a partir de ese momento hasta poder despertar tras cinco meses de trayecto, el cuál ya había sido marcado automáticamente por Oda. Una vez la mayor parte de la tripulación estaba en sus respectivas cápsulas criogénicas, Fallon se dirigió a la enfermería para despedirse y recordarles que debían hacer lo propio eventualmente.

    Cuando el thuniano llegó a la enfermería, comprobó que el ingeniero Finn ya se estaba sintiendo mejor, aunque en su estado, ese hecho era algo puntual. La soldado Ripley ya comenzaba a recuperarse de su herida en la espalda, acompañada siempre por su amado Tanner, mientras que la doctora Vega se aseguraba de que sus dos pacientes volvían a ser aptos para la misión, una vez recuperados.

    La aparición del subcomandante allí les extrañó un poco.

    — Pensé que ya estaríais todos en criogenia — Eron se aproximó a su amigo y superior con las manos en los bolsillos de su traje — ¿Qué te trae por aquí, Fallon?

    — Los demás lo están, solo faltamos nosotros — Especificó el thuniano — Simplemente venía a recordaros que no debéis dejar pasar mucho tiempo antes de entrar en criogenia también, ¿entendido?

    — Descuida amigo, no lo haremos.

    Ashley contestó a su subcomandante desde la camilla, sonriéndole y demostrando que ya estaba recuperándose.

    La médico de a bordo asintió a la orden de su superior y el ingeniero jefe levantó el pulgar en señal de aprobación, ya sentado en la camilla. Fallon asintió, decidido entonces a entrar él mismo en su cápsula de criogenia, cuando repentinamente comenzaron a sonar las alarmas en toda la nave.

    Esto puso en alerta a los cinco tripulantes que quedaban por irse a dormir durante cinco meses, que no entendían lo que ocurría en ese momento.

    — ¡Oda! ¡Estado de la nave! — Ordenó el actual subcomandante en funciones, al oír las alarmas.

    Sistemas dañados en la planta baja, diversas brechas en los conductos eléctricos y... — Casi como si hubiese interferencias o como si estuviesen fallando, Oda parecía perder potencia y señal — Sist... echas en lo... y detectad... presencias hostil... a bord... Núcl... dañ...

    — ¡Oda! ¡Oda, repite eso último! — Fallon comenzó a ponerse tenso al ver que la IA no le respondía y las alarmas seguían sonando — ¡¿Qué se supone que está ocurriendo, maldición?!

    — ¿No ha dicho algo de presencias hostiles a bordo? — Maya se abalanzó hacia su superior, mostrándose aterrada — ¡¿Nos atacan?!

    — ¡No lo sé! — Exclamó Fallon, decidido a averigüar lo que fuese que estaba ocurriendo — Eron, te vienes conmigo a ver que sucede. Los demás os quedáis aquí y cerráis manualmente la compuerta hasta que regresemos, ¿entendido?

    — ¡Ni en broma os dejaré ir solos! — La soldado Ripley se incorporó bruscamente de su camilla, pero se veía aún dolorida — ¡Voy con vosotros!

    — ¡Negativo, soldado! — Fallon la confrontó con la seriedad que le caracterizaba en momentos así — ¡Es una maldita orden y vas a obedecerla!

    — Ash, quédate aquí, por favor — Tanner se aproximó a su chica y le acarició el rostro — Estaréis a salvo y será solo hasta que sepamos que ocurre, después volveremos.

    — No... no quiero que...

    — Amor, no me hagas caso si no quieres, la última vez me salvaste al buscarme — El hombre sonrió tiernamente mientras la tomaba de las manos — Pero hazle caso a él.

    Eron señaló a Fallon, quién estaba deseoso de salir de la enfermería para dirigirse a la planta de abajo y ver que estaba ocurriendo como para que Oda perdiese la conexión. Ashley no tuvo más remedio que asentir y, tras despedirse con un beso, verlos marchar.

    Antes de salir por la puerta, el humano quiso proponerle algo a su subcomandante.

    — Deberíamos ir a la armería, para abastecernos.

    — Me has leído la mente, Eron — El thuniano abrió la puerta y observó a ambos lados del pasillo, asegurándose de que no había nada ni nadie esperándolos — Vamos, rápido.

    [...]

    Acto final: Puerto Arcadia


    — ¡Maldición! — Exclamó Phenom al comprobar que no tenía prácticamente idea sobre pilotar vehículos aéreos, hasta que vio a Om irrumpir en la lanzadera — Tú, otra vez...

    — Vas a morir aquí, Davon — Con la voz rota, Paokt cerró la compuerta de salida manualmente.

    Rápidamente, el asesino syleriano tomó su Striker e intentó disparar a quemarropa a su enemigo, quién logró echarse al suelo y esquivar la balacera, que perforó la propia lanzadera. Acto seguido y antes de que volviese a intentarlo, Om se levantó y le pateó en la mano para quitarle el arma. Davon reaccionó lanzándose en plancha hacia él, rodando ambos por el centro de la lanzadera.

    Los dos forcejeaban por someter al otro con sus manos, ya que el arma de Om estaba tirada en algún lugar y la de Davon estaba por el frente del vehículo. El actual líder syleriano se colocó sobre el asesino de su mujer y comenzó a golpearle repetidas veces en el rostro, desatando su ira contra él.

    Nunca un pacifista como Om había estado tan desatado como en aquel momento.

    — ¡Muere! ¡Muere! ¡Muere! — Gritaba Paokt, furioso.

    Sin embargo, Phenom no había dicho su última palabra.

    Recibiendo constantes golpes de su oponente, el asesino aprovechó su oportunidad para frenar esa lluvia de golpes y darle un cabezazo a Om, haciéndole caer hacia atrás y librándose así de esa paliza. Ambos se incorporaron, decididos a seguir peleando. Davon se abalanzó sobre Om pero éste se apartó y le hizo la zancadilla, provocando que cayera sobre los controles de la lanzadera y activara el ascenso al aire.

    Viendo que el vehículo aéreo comenzó a tomar altura, los dos se enzarzaron nuevamente en la pelea cuerpo a cuerpo que estaban teniendo. El protector le hundió su rodilla derecha en el abdomen al miembro de seguridad, pero éste último le tomó de la pierna y le hizo dar un giro en el aire hasta caer de espaldas. La lanzadera se tambaleó un poco mientras sonaba una alerta al detectar que no había un piloto a los mandos.

    Davon tomó su arma, caída al lado de uno de los asientos, para acabar así con la vida de su enemigo.

    — Tú... tú llegaste a protector de la Elegida — Le dijo Phenom a Paokt, quién se encontraba en el suelo cara a él — Pero yo, yo lideraré a nuestra especie hacia un futuro prometedor. Seré lo que el destino me reservó pero la familia Admir me quitó; seré el Elegido.

    Davon se dispuso a ejecutar a Om, quién poco podía hacer ante un arma. Sin embargo, antes de que el asesino de la líder syleriana apretara el gatillo del Striker, la lanzadera se zarandeó tras rozar la boca de un volcán. Por el paisaje que se veía de fondo, era obvio que ya habían salido volando del polo norte de Vulkano y se encontraban en territorio de volcanes en erupción.

    Phenom vio como el arma casi se le escapaba de las manos, pero aquello le dio tiempo suficiente a Paokt para abrir manualmente la compuerta de la lanzadera.

    Antes de que su oponente pudiese dispararle, el actual líder syleriano tomó al asesino de la capa negra que le cubría y lo colocó al borde de caer fuera del vehículo. Davon soltó rápidamente el arma y comenzó a suplicar por su vida, al ver que podía ser lanzado al fondo de un volcán activo.

    — ¡Espera, Om, no lo hagas! ¡Somos seres pacifistas! ¡No somos sanguinarios y sé que tú mucho menos! ¡Piénsalo, la Alianza me querrá con vida y retenido! ¡Así es la sociedad en la que estamos ahora!

    — Ahora mismo estamos en tierra de nadie, donde no hay jurisdicción ni ley — Contestó Om, sonriendo pícaramente y deseoso de hacer lo que quería hacer — ¡Arde junto a tus deseos, Davon Phenom! ¡¡¡Muere, asesino!!!

    Om no se esperó más y soltó a Davon de su ropaje, provocando que éste se precipitase hacia atrás.

    Pese a intentar tomar a su enemigo del brazo para arrastrarlo consigo a la caída, el líder syleriano logró apartarse lo suficiente como para que el asesino de la Elegida Admir solo pudiese ver como se precipitaba hacia el vacío volcánico, con la lanzadera siguiendo su camino en la lejanía mientras él se consumía como un papel en el fuego. Desde su privilegiada altura en el interior del vehículo aéreo, Paokt observó al asesino de su mujer gritar cada vez menos y menos hasta ser engullido por la lava hirviendo en el cono del volcán.

    — Descansa en paz, amor mío.

    [...]

    Acto final: la Nolartis


    Las luces de emergencia se activaron en la Nolartis al no haber nadie que desactivase las alarmas, ya que Oda estaba desconectada debido a algunos fallos en los sistemas y en el núcleo, donde estaba su base de datos; su 'cerebro'. Siguiendo el plan improvisado que tenían, Fallon y Eron pusieron rumbo desde la enfermería hasta la armería, donde proveerse de armamento para hacer frente a esas posibles presencias hostiles que la IA mencionó.

    Nada más llegar al arsenal, el humano se lanzó a coger un Striker y un Buster como secundaria, además de cargar munición en una mochila de tamaño mediano. El thuniano, por su parte, tomó un Flasher como arma principal y se colgó una daga de energía en la espalda, reconvertida en espada. Con las armas ya equipadas, Tanner se dispuso a colocarse un traje espacial para que le otorgara más seguridad, pero Fallon le detuvo.

    — No hay tiempo — Le dijo, tomándolo del hombro.

    Eron accedió a no ponérselo, pues era una obviedad que el tiempo iba contrarreloj.

    Si los sistemas no se reestablecían y no se aseguraba la nave de esas presencias hostiles, la misión y las vidas de todos corrían grave peligro. El dúo formado por el humano y el thuniano, que ya se conocían suficientemente bien tras estar varios años juntos en Virm, emprendió el camino hacia la planta baja por las escaleras, ya que en esos casos el ascensor quedaba bloqueado por seguridad.

    Ambos bajaron rápida pero concienzudamente y con sus principales armas en alto, encontrándose en el hangar donde las dos lanzaderas y el vehículo terrestre se almacenaban. Sigilosamente y teniendo que hacer un esfuerzo por poder ver entre tanta luz roja de alarma, el dúo pasó del hangar hasta el núcleo, encontrándose la sala de criogenia al final. Cuando llegaron al núcleo central de la nave, donde se almacenaban todos los datos, Oda y demás funciones esenciales, vieron algo que confirmó sus peores sospechas.

    Los conductos eléctricos que llevaban hasta el núcleo estaban desgarrados, como si unas uñas muy grandes y afiladas los hubiesen rasgado intencionadamente. Debido a eso, las alarmas seguían sonando y sus luces parpadeantes no cesaban, además de que la IA de la nave no podía ayudar ni asistir en ningún aspecto. Esto les llevó a inspeccionar la sala de criogenia, donde tan solo diez minutos atrás había estado el propio Fallon.

    Lo que no se esperaban al llegar era a cuatro bestias de Bildsh intentando forzar las cápsulas de criogenia mediante constantes golpes, en un claro deseo de obtener comida en lata. Sin embargo, al detectar mediante el olor la presencia de Eron y Fallon, estos animales se giraron rápidamente y comenzaron a aproximarse hacia ellos mientras intensificaban sus ya reconocibles gruñidos y sonidos respiratorios.

    El subcomandante y el soldado retrocedían lentamente ante los cuatro monstruos, pero sin dejar de sujetar sus respectivas armas, los principales utensilios que podrían mantenerlos con vida en ese preciso momento. Poco a poco y como si estuviesen difuminándose entre las luces rojas parpadeantes de las alarmas de la Nolartis, los cazadores de Bildsh comenzaron a utilizar su camuflaje instintivo, o lo que era lo mismo, su invisibilidad.

    Humano y thuniano estaban a merced de unos seres que ya se habían convertido en una pesadilla interminable.
     
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    Saludos, amigo, paso a comentar el capítulo.

    Primero que nada, declarar que estoy feliz por el regreso de nuestras charlas en Discord :char: Ha sido una espera algo larga (oh bueno, no tanto solo unas dos semanas, pero me entiendes :v) . Ha sido una tarde genial, casi perfecta de no ser por el calor, pero bueno, paso a comentar el capítulo.

    Comienza el capítulo con un enorme escándalo en el resort de Puerto Arcadia, donde Davon consigue escapar en una lanzadera y Om se sube a bordo, dejando tirado a Ender junto con los demás miembros del cuerpo de seguridad que servían a él. Mientras todo eso ocurre, en la parte de afuera, Snow y Arva están dispuestas a entrar en acción y tratar de auxiliar a la gente cuando Cinthia decide tomar el lugar de Arva y dejar que ella se quede para cuidar a sus dos angelitos. Gran actitud por parte de ella, ya que pocas veces se la ha visto cuidando de otros de sus compañeros sin estar exclusivamente en la sala médica. Shajila y Arva se quedan para cuidar a los angelitos mientras que los triple hijos de puta de Adam y Tales escapan con la cola entre las patas, demostrando que ni siquiera una propiedad como la suya les importa. Ojalá esa lanzadera se estrelle y nos ahorremos a esos dos en el futuro :shani:

    Ender, intentando escapar de los captores, recibe un tiro en la pierna por parte de los asesinos de Hilda y estos lo capturan dispuestos a asesinarlo. Cuando Snow y Cinthia llegan al lugar, estas dos eligen hacer un trato con los asesinos. Aprovechándose de la situación y cuando Ender les dice que su líder ha escapado, estos empiezan a dudar, y es así cuando Ender consigue apuñalar a uno por la espalda para robarle el arma, acabando con él siendo auxiliado por Snow y Cinthia. Y eso demuestra lo débiles y mal preparados que estaban los sylerianos, siendo que fueron asesinados por dos ex soldados y un policía herido, siendo que tenían la ventaja. Eso demuestra que su ambición era más grande que su preparación, siendo que no aguantaron un pequeño escuadrón. Ahora que el tema con los asesinos de Hylda está resuelto, Barbara podrá decirle a Ender sobre lo ocurrido con Cia, y tengo curiosidad por ver cómo reaccionará al enterarse de eso.

    Mientras tanto, Om y Davon tienen su última batalla a bordo de la lanzadera, donde el protector de la Elegida logra ingeniárselas con lo que tiene para poder ganar una pelea pese a estar en desventaja, logrando tirarlo de la lanzadera y mandarlo al volcán cual ejecución en el Among Us, propiciando a Davon a la muerte. Finalmente, tras un misterio largo, Om consigue vengar la muerte de su esposa y acabar con el séquito de rebeldes de Davon. Mejor, un problema en casa menos. Ahora solo queda ver cómo concluye esta trama con las consecuencias del atentado en puerto Arcadia.

    Luego de eso, podemos ver lo que acontece en la Nolartis, y ahí descubrimos lo que ha ocurrido con los Anixis. Los Veerham los han seguido de planeta en planeta y los han acorralado por todo el universo. Eso es misterioso, ya que alguien menciona que los enemigos podían ser capaces de interceptar sus movimientos. Eso quiere decir que posiblemente había algún traidor entre ellos, y eso me intriga demasiado. ¿Cómo es posible que los hayan interceptado entre mundos tan distantes? Eso es algo que quiero ver. Lo bueno es que se nos da respuesta de lo que hacían los Anixis en Bildsh, y eso era tratar de acoplar el sistema de camuflaje de las bestias para sí mismos en un intento de obtener la ventaja sobre los mismos, pero no ha dado resultado para lo que buscaban, por lo que les queda únicamente replegarse en su mundo, Anyxa, para defenderlo y pelear con todo lo que tienen.

    Tras debatirse entre si quedarse o irse, la decisión está clara. La ruta está casi completa, y necesitan saber que hay en el último planeta, para saber si los Anixis o los Veerham (o ambos, ¿por qué no?) están vivos y si son hostiles y una amenaza para el futuro que están construyendo. Aunque hay algunos que quieren abandonar, la mayoría, entre ellos los líderes, la tienen clara y no se van a marchar hasta que la misión no haya llegado a su fin, poniéndose allí en la criogenia. Quedando solamente West, Maya, Ashley, Eron y Fallon a bordo de la nave, los sistemas internos activan alarmas y Oda se apaga. Y ahí se da lo que me temía en capítulos anteriores. Los monstruos de Bildsh se les han infiltrado. Por seguridad, West, Maya y Ashley se quedan en la sala médica mientras que Eron y Fallon están dispuestos a averiguar qué ocurre. Y es allí cuando llegan a la sección de cápsulas criogénicas y vemos que es un total de 4 monstruos, no uno solo como yo me esperaba.

    El final del capítulo es épico y digno de película de terror. Ante las luces rojas de alarma, las bestias de Bildsh se camuflan y se vuelven invisibles, quedando cuatro monstruos invisibles contra solamente dos soldados. Todo parece indicar que está yendo mal para Eron y Fallon, que la van a tener muy compleja para salir de allí con vida. Pero en fin, la conclusión del capítulo en ese punto, dejando pactada una amenaza para el siguiente y final de parte, estando toda la tripulación en peligro, y con solo dos soldados para hacerles frente, puesto a que de reserva solo están Ashley (soldado herida), Maya (soldado en formación) y West (paciente con una enfermedad). No tiene buena pinta, de hecho, estoy totalmente aterrado de cara al siguiente :aniscream:

    En fin, amigo, ha sido una tarde genial por Discord, como suelen ser todas. Me he divertido, y me alegra que hayamos vuelto a las andadas. Ojalá las siguientes dos que nos quedan sean igual de gratificantes que esta, puesto a que no puedo esperar para el sábado de la semana siguiente para que nos juntemos y sigamos explorando estas historias. Aquí me despido. Será hasta la semana que viene. Un abrazo y cuídate mucho :cynda:
     
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  19. Threadmarks: Una pesadilla interminable (Parte 2)
     
    Manuvalk

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    Los Viajeros VIII: Más allá
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    Bienvenidos al último capítulo de esta octava parte de Los Viajeros. Ya está aquí el desenlace de esta misteriosa e intensa trama que confío en que os ha gustado, y os invito a que estéis expectantes antes la próxima parte nueve. Antes de nada, agradecer a mi querido amigo Reydelaperdicion por estar siempre ahí, hypeado con esta historia y entusiasmado con lo que está por venir. De no ser por él, no habríamos llegado a este punto del universo ficticio que creé allá por el 2017. En fin, no me explayaré más; disfrutad del gran capítulo.







    Una pesadilla interminable (Parte 2)




    Acto uno: la Nolartis


    Fallon y Eron corrían desesperadamente por los diversos pasillos de la planta baja de la Nolartis, buscando despistar y separar a los cuatro monstruos de Bildsh que se encontraban a bordo. A cada paso que daban, el sonido de las respiraciones de dichas bestias seguía oyéndose, unido al ruido de sus pisadas en el suelo metálico de la nave. El subcomandante fue el primero en voltearse con su Flasher en alto, disparando una ráfaga de plasma que pareció dar de lleno en uno de los animales, el cuál liberó un gruñido de dolor.

    Por su parte, Tanner buscaba un sitio en el que poder resguardarse, ya que enfrentar a cuatro de esas bestias siendo únicamente ellos dos era algo prácticamente suicida. Fue entonces cuando el humano se percató de algo que podría darles una oportunidad de huida; los extintores. La nave contaba con una buena cantidad de estos, distribuidos por cada sala y planta, pero era uno próximo a su posición el que captó la atención de Eron, quién tenía una clara idea.

    — ¡Dispararé a ese extintor y la neblina nos dará margen para escapar! — Exclamó el soldado, avisando a su compañero y superior.

    — ¡Hazlo! — Le ordenó el thuniano, conteniendo a los cuatro animales salvajes con sus disparos plasma.

    Dicho y hecho, Eron disparó varias balas contra el extintor más próximo a ellos, lo que propició en una exagerada nube por la cuál cruzaron corriendo ambos. Esto descolocó a las bestias, haciendo que se separaran para encontrar a sus presas.

    No obstante, una de ellas sí que logró seguirles atravesando la neblina del extintor al mismo tiempo que se impregnaba de ella, haciendo que pese a usar la invisibilidad instintiva que poseía, su forma pudiese ser visible para otros.

    [...]

    — ¡¿Qué ha sido eso?! — La médico de la expedición se estremeció de miedo al oír varios ruidos lejanos.

    — Han sido disparos — Contestó Ashley, consciente de que su pareja y su subcomandante estaban enfrentando a algún tipo de enemigo — Debo ir a ayudarles.

    — Suerte que esa puerta está cerrada — Murmuró el ingeniero, visiblemente nervioso — Ashley, ellos te dijeron que...

    — ¡Podrían estar en peligro! ¡¿Qué más da lo que me dijeran?! — La soldado no quería sentarse a esperar sin hacer nada por contribuir — Aquí no estaremos a salvo eternamente, sea lo que sea que haya entrado en la nave, terminará encontrándonos.

    — ¿Qué sugieres que hagamos? — Maya no estaba muy dispuesta a arriesgar su vida, pero también entendía que tenía pocas opciones — Si salimos ahí fuera sin armas, estamos muertos.

    — Visitaremos la armería, pero hasta llegar a ella, podemos tomar lo que tengamos aquí — Ripley comenzó a saquear algunos armarios de la enfermería, sacando bisturíes, tijeras y otros utensilios punzantes — Coged algo cada uno y preparaos.

    — No me convence esta idea... — El hombre negaba con la cabeza mientras tomaba unas tijeras como arma.

    — Si quieres quedarte y esperar a que venga aquí lo que sea que haya irrumpido en la nave, eres bienvenido — La única soldado presente estaba decidida a prepararse para luchar y a encontrar a sus dos compañeros — ¿Estáis listos?

    Ingeniero y doctora asintieron al mismo tiempo, aunque en sus expresiones faciales se podía notar el miedo que sentían.

    Una vez estaban predispuestos, la soldado abrió lentamente la puerta de la enfermería, asomando la cabeza y asegurándose de que ambos lados del pasillo estaban despejados. Con un gesto, les indicó a sus dos compañeros de expedición que la siguieran en dirección al arsenal de armas y suministros de exploración.

    Lentamente pero sin detenerse, el trío pasó por el laboratorio de Caelum y Halisha tras haber salido de la enfermería, hasta llegar finalmente a la armería. Una vez allí, los tres pudieron apreciar que tanto Fallon como Eron se habían abastecido de armamento, pues faltaban algunas armas y varias cajas de munición.

    Mostrándose inflexible y determinante, la soldado Ripley tomó un Striker y su correspondiente munición, incitando a la médico y al ingeniero a que tomaran un arma cada uno.

    — Aunque no sepáis usarlas os harán sentir más seguros — Ash le cedió un Flasher a Maya y un Buster a West — Creedme, mejor ir armados.

    — Yo sé usarlas, de hecho el descatalogado Rhajead fue obra mía, ¿recuerdas? — El ingeniero observó el Buster, preparándolo para ser disparado en cualquier momento.

    — A mí me enseñaron Uriow, Norman y Cia... — Al decir sus nombres, la médico sintió un nudo en la garganta — No soy una experta, pero no dejaré que se nos acerque nada ni nadie.

    — Eso es lo que quería oír — La soldado y una de las líderes de la expedición asintió con satisfacción a las palabras de ambos — Ahora necesitamos un plan, no podemos ir dando vueltas sin saber a qué nos enfrentamos.

    — ¡Las cámaras del puente de mando! — Exclamó repentinamente West, consciente de que a través de ellas podrían ver quién era el intruso — A menos que el sistema se haya caído entero, las cámaras o algunas de ellas deberían funcionar.

    — Buena idea, ahí podríamos ver a quiénes nos enfrentamos — Ashley aprobó el plan del ingeniero — No perdamos tiempo y vayamos al puente de mando.

    Por suerte para ellos, el puente de mando tan solo estaba saliendo de la armería y pasando la sala de reuniones, por lo que estaban bastante cerca.

    El llegar de un lugar a otro no les tomó ni dos minutos, ya que la zona estaba despejada e intacta. Con Ashley en cabeza, el trío comprobó que estaban solos en el puente y se aproximaron rápidamente hacia los comandos centrales, momento en el que el ingeniero Finn hizo su trabajo para que las cámaras de toda la Nolartis saliesen en pantalla.

    No todas estaban operativas, pero algunas de ellas sí, lo que significaba que no todos los sistemas de la nave estaban caídos. Esto ya de por sí era una gran noticia, ya que de estar todos los sistemas perdidos, repararlos supondría mucho esfuerzo y tiempo, además de que significaría quedarse varados en la nada y un sinfín de problemas más, tales como la falta de oxígeno y demás.

    West fue pasando una por una las cámaras a pantalla completa, hasta que Maya vio algo que ninguno de ellos logró ver.

    — ¿Qué diablos es eso?

    La médico señalaba una cámara en específico, haciendo que el ingeniero la colocara en pantalla completa para más detalle. La imagen mostraba uno de los pasillos de la planta baja, el cuál conectaba el hangar con el núcleo central de la Nolartis, viéndose una extraña figura a cuatro patas y cubierta por una especie de polvo blanco.

    Aquello fue suficiente para que el trío supiese a lo que se enfrentaban, pues no hacía falta más pistas para conocer que se trataba de uno de los animales salvajes de Bildsh.

    — Mierda, se colaron en la nave durante la extracción — Confirmó West, lamentándose — Es lo único que se me ocurre para entender porqué están a bordo.

    — ¿Esos malditos monstruos que casi me matan, han entrado en la nave? — La soldado estaba algo preocupada, especialmente porque apenas había pasado más de un día desde que las enfrentó y salió herida — Esto no es bueno, en absoluto.

    — ¿Y cómo se han jodido los sistemas? — Maya no lograba comprender que relación tenían esas bestias con el hecho de que la nave fuese un desastre en esos momentos — ¿Acaso son... inteligentes?

    — Créeme, no a nuestro nivel, pero sí — Ripley confirmó las sospechas de la médico — Esas bestias saben como jugar sucio.

    — ¡Esperad, los veo! — Indicó el ingeniero, señalando a otra de las cámaras — ¡Ahí están el subcomandante y Eron!

    El dúo que se aventuró primero para descubrir que estaba ocurriendo en la nave, se encontraba escondido en uno de los pequeños almacenes que había por la planta baja.

    Ambos parecían algo cansados por sus posturas, pero lo más llamativo es que no dejaban de mirar y apuntar a la puerta, dando a entender que una de esas cosas estaba intentando entrar. Mientras ellos dos estaban en busca de alguna idea para salir de allí, el trío hacía lo propio en el puente de mando.

    Era obvio que enfrentar a esos seres cuerpo a cuerpo era inviable y hacerlo con las armas no garantizaba salir airoso del enfrentamiento, ya que le tomó un buen rato a prácticamente toda la expedición entera para frenar una oleada de esas cosas y aún así algunas lograron entrar gracias a su invisibilidad.

    Por suerte, había una mente inquieta e inteligente que no se encontraba en criogenia, siendo el mismísimo ingeniero Finn quién propuso un plan algo extremista pero muy eficaz.

    — Podríamos atraer a esas cosas hacia el hangar y que alguien desde aquí abriese las compuertas de salida — West explicó su propuesta, un tanto alocada — Esos monstruos acabarían en el espacio exterior.

    — Sí, junto a nuestros vehículos del hangar y junto a la persona que estuviese allí atrayéndolos — Ashley no parecía muy dispuesta a desprenderse sin más de algo tan básico para la misión como lo eran las lanzaderas y el todoterreno, sin contar con la persona — Debe haber otra manera.

    — West, ¿qué me dices de la sala de despresurización? — Maya aportó algo a la idea — Meterlos ahí también los enviaría fuera de la nave y no prescindiríamos de ningún suministro esencial.

    — Alguien debería ponerse el traje espacial y abrir hacia el espacio exterior desde dentro, pero también sería posible, así es — El ingeniero aplaudió el aporte de la médico — Yo lo haré.

    — No, tú no estás en condiciones de...

    — Maya, he dicho que lo haré.

    — West, ¿estás seguro? — Ashley tenía dudas — Deberás tener mucho cuidado si no quieres sufrir el mismo destino que esas bestias.

    — Estoy convencido de que puedo hacerlo — Westley estaba decidido y nada le haría cambiar de idea — No me neguéis la oportunidad de contribuir a esta misión pudiendo salvaros a todos de esos monstruos.

    La soldado Ripley y la doctora Vega no pusieron ninguna objeción a la decisión del ingeniero Finn, quién confiaba en aportar en gran medida a la expedición mediante un riesgo que estaba dispuesto a asumir. Así pues, Ashley regresó sigilosamente hacia la armería para coger tres trajes espaciales —básicamente el traje estándar que usaban en sus salidas a nuevos mundos— con el objetivo de que los tres estuviesen en contacto por la radio que portaban dichas armaduras de origen Anixis.

    Además, la soldado ordenó que Maya se quedase en el puente de mando de la nave con las cámaras, a fin de mantenerles informados sobre los movimientos de las bestias y de sus otros dos compañeros atrapados en el almacén, a por quiénes iría la propia Ashley mientras West se dirigía a la sala de despresurización para abrir la compuerta externa desde dentro y a partir de ahí esperar que los soldados se encargasen de llevar a los animales salvajes de Bildsh hasta esa trampa.

    [...]

    Acto dos: la Nolartis


    Como navegando en una penumbra siniestra y digna de una mismísima pesadilla, la soldado Ripley avanzaba cuidadosamente por las escaleras que daban acceso a la planta baja de la nave, donde se hallaban el subcomandante y su pareja, pero también cuatro monstruos que casi la matan en la misión planetaria. Con el Striker en alto y el pulso muy bien controlado para que la puntería fuese óptima, la mujer fue paso a paso observando el hangar, lugar al que llevaban dichas escaleras.

    El silencio en la sala era sepulcral, hasta tal punto que podía escucharse el vacío del espacio, la nada que yacía a tan solo cinco metros de pared gruesa y metálica que separaban la atmósfera artificial de la nave del exterior frío y oscuro de fuera. Ashley era una de las mejores soldados que podía haber a bordo en la Nolartis, pero eso no la hacía exenta de sentir el miedo más absoluto y primitivo que podía sentirse en una situación como esa.

    Sus ojos apuntaban en todas direcciones, moviéndose constantemente de un lado hacia otro para detectar el más mínimo movimiento. Sus oídos se agudizaban al máximo para percibir cualquier sonido delatante o extraño, mientras que su olfato buscaba cualquier indicio de que alguno de esos animales anduviese cerca. Sus manos contenían la sudor, fruto del nerviosismo y el estrés que padecía en esos instantes, para que el agarre de su arma no resbalase. Su boca estaba seca tras haberse tragado hasta la más mínima gota de saliva que le quedase, pues la tensión era máxima.

    — Hangar despejado... — Se dijo a sí misma, intentando que la mente no le jugase malas pasadas — ...muy bien.

    Con una zona ya cubierta, quedaban por reconocer la sala del núcleo de la nave —centro neurálgico de Oda— y la sala de criogenia, donde la mayor parte de la tripulación yacía dormida en sus cápsulas sin saber que la nave se encontraba en una grave crisis. Despertarlos a todos podría parecer lo más sensato, pero no lo era, ya que sería añadir carne de cañón a una carnicería.

    Esa opción era inviable y Ash lo sabía, por lo que entró suavemente en el núcleo de la nave, percatándose de que también estaba vacío.

    — Vamos Ash, una sala más y el almacén — En su subconsciente, la mujer estaba segura de que más pronto que tarde se encontraría con una de esas bestias.

    De pronto y como si sus pensamientos se hubiesen hecho realidad, una serie de disparos provenientes del almacén —el cuál estaba ubicado a un lado, entre la sala del núcleo y la de criogenia— la puso en alerta máxima. Sus sentidos se agudizaron al máximo posible y sus pulsaciones comenzaron a acelerarse, sintiendo como su corazón palpitaba y bombeaba sangre con extremada potencia.

    Sus pasos emprendieron el rumbo hacia el almacén, decidida a ayudar tanto a su hombre como a su amigo thuniano.

    — ¡...acaba con esa cosa!

    — ¡Cúbreme, maldita sea!

    La soldado se asomó al almacén rápidamente, encontrándose con una de esas bestias abalanzándose contra el subcomandante, quién logró esquivarla ágilmente por muy poco.

    Eron, por su parte, trataba de dispararle en cuanto la tuviese a tiro, pero en un espacio tan reducido y con la rapidez del animal, era muy complicado. Sin embargo, al ver a Ashley, el dúo corrió hacia la puerta en un intento por encerrar a la bestia allí dentro, aunque eso implicase que destrozase parte de los suministros que había en dicho almacén.

    — ¡Mierda, ha faltado poco! — Tanner estaba respirando muy agitadamente — ¿Qué diablos haces aquí, Ash?

    — ¡Hablad luego, ahora debemos irnos antes de que lleguen sus malditas amigas! — Exclamó Fallon, visiblemente alterado.

    — ¡Espera, tenemos un plan en marcha! — Quiso explicar Ashley con la máxima brevedad posible — ¡Maya está en el puente con las cámaras y West en la sala de despresurización! ¡La idea es guiar a esas cosas hasta la sala donde está West y así saldrán eyectadas al espacio!

    — ¡Gran idea, pero aquí solo tenemos a una de esas bestias! — El subcomandante veía que los números no cuadraban — ¡Son cuatro, que sepamos!

    ¡Ash, Ash! — La radio del traje de la soldado recibió una clara advertencia de la médico — ¡Dos de esos monstruos van hacia tu posición, estaban en la sala de criogenia pero os han oído!

    — ¡Ya vienen! ¡Debemos actuar ahora! — Indicó Eron, dispuesto a ejecutar el plan.

    Dos de esos animales salvajes se aproximaban a la posición de los tres soldados por la sala de criogenia, mientras que otra estaba encerrada en el almacén y a la restante se le desconocía su paradero. Con poco margen de maniobra, el trío de experimentados militares decidió correr una vez esas bestias aparecieron en el pasillo, con lo cuál empezaron a seguir al grupo.
    Ashley iba a la cabeza, seguido por sus dos compañeros mientras subían velozmente las escaleras y al mismo tiempo, la bestia atrapada en el almacén conseguía romper la puerta y entrar en la persecución.

    Tan solo era cuestión de tiempo antes de que se encontraran con la bestia que faltaba, quién apareció justo delante en ellos en el pasillo de la planta superior, cubierta por esa espuma blanca del famoso extintor que Eron disparó.

    — ¡Nos cierra el paso! — Ashley se asustó mucho al ver que de pronto, tres bestias iban por detrás y una bloqueaba el camino por delante.

    Ash, aquí West, estoy listo.

    — ¡No lo permitiré! — Exclamó el héroe thuniano, realizando un acto acorde a su estatus — ¡No bajo mi mando!

    Contra todo pronóstico y ante los ojos de la pareja de humanos, el subcomandante se lanzó al ataque contra dicha bestia que bloqueaba el camino.

    Ambos corrieron el uno contra el otro, pero el ser más inteligente contaba con algo con lo que el otro animal no contaba: la espada de energía. Conforme se acercaba a ellos, el monstruo abría su gran mandíbula y mostraba sus afilados y sucios dientes, momento en el que Fallon desenfundó la espada de su espalda y dio un pequeño salto con el arma de doble filo por delante.

    Antes de que la bestia pudiese tocar al thuniano, la espada de energía le entró por la boca y le atravesó de lleno por dentro, hasta el punto que los brazos de Fallon se encontraban en la mandíbula de ese ser, el cuál cayó abatido al acto. La daga de energía reconvertida en espada le había atravesado todo por dentro, perforándole órganos vitales y acabando al acto con su vida.

    Una acción, la de Fallon, que significaba la oportunidad de deshacerse de las otras tres bestias sin tener que emplearse a ese nivel de peligrosidad.

    — ¡¡¡Vamos, rápido!!! — Gritó el thuniano, con la adrenalina por las nubes.

    Sin perder ni un segundo y con los otros tres monstruos pisándoles los talones, el trío de soldados corrió por el pasillo que conectaba con el laboratorio, la enfermería y la armería para después desviarse a la derecha y encontrarse con la compuerta cerrada de la sala de despresurización. West, vestido con su traje, aguardaba dentro de la sala a la espera de recibir la orden de Ashley, la cuál llegó inmediatamente.

    La compuerta externa ya estaba abierta, por lo que solo quedaba la interna.

    — ¡Abre, rápido!

    Sujetaos a lo que podáis, porque en cuanto abra esa compuerta, todo lo que no esté sujeto saldrá disparado al espacio exterior.

    — ¡Espera! ¡¿Y tú?! — Eron no entendía como su compañero podría salir de esa situación — ¡¿Cómo vas a sujetarte ahí dentro?!

    — ¡Eso! ¡¿Cómo vas a sujetarte ahí, West?! — El ingeniero solo pudo escuchar hablar a Ashley, debido a que portaban la radio de los trajes, por lo que no oyó al hombre.

    No voy a hacerlo — Sentenció el ingeniero, decidido a sacrificarse — Me queda poco tiempo de vida y no quiero pasarlo tumbado en la camilla de la enfermería, gastando medicamentos que otros podréis necesitar y siendo una carga para la misión.

    — No hagas esto, West, por favor te lo pido — La doctora Vega, ubicada en el puente de mando, escuchaba la conversación por la radio de su traje.

    — ¡¿Por qué, West?! ¡¿Por qué así?! — Pese a que la soldado Ripley no lo conocía muy personalmente a diferencia de otros, le dolía mucho ver el sacrificio de alguien y más en esa situación — ¡Debe haber otra manera! ¡No eres una carga, eres nuestro mejor ingeniero!

    Muchos de mis conocimientos los he dejado por escrito o se los he enseñado a Lynx, a Eniar... Voy a purgar la nave, arrastraré a esos seres al espacio exterior y moriré rodeado de estrellas, tal y como quería — El ingeniero Finn sentía como las lágrimas recorrían su rostro, sabiendo que ese era su fin — Sujetaos y cuando haga esto, apretad el botón de al lado de la compuerta y se cerrará, porque de lo contrario, la nave podría sufrir daños graves. Despedidme del comandante Crane, de mi amigo Lio y de toda la tripulación.

    Los tres animales salvajes de Bildsh que quedaban a bordo llegaron al lugar, momento en el que el trío de soldados se sujetó con fuerza a lo que pudieron y la compuerta de la sala de despresurización se abrió, arrastrando consigo a las tres bestias y un sinfín de objetos que salieron disparados al espacio, incluido el reputado ingeniero Westley Finn, quién acababa de realizar un acto heroico con su enorme sacrificio.

    — ¡WEST, NO! — Gritó la mujer, viendo que ya no recibía respuesta por la radio — ¡Contéstame West, dime algo!

    Eron se dispuso a cerrar la compuerta interna, logrando así que la succión del espacio terminase. Sin embargo, nada más hacerlo, la Nolartis comenzó a tambalearse y una voz autómata idéntica a la de Oda comenzó a emitir un claro mensaje por toda la nave. Un mensaje absolutamente aterrador para los pocos tripulantes que estaban despiertos en ese momento.

    ESTADO CRÍTICO DE LA NAVE: DAÑOS PROLONGADOS EN LOS SISTEMAS BÁSICOS. EVACUACIÓN INMEDIATA AL PLANETA HABITABLE MÁS PRÓXIMO. REPITO: EVACUACIÓN INMEDIATA. SE RUEGA A TODO EL PERSONAL LA EVACUACIÓN INMEDIATA DE LA NAVE. TODOS LOS SISTEMAS ESTÁN PERDIDOS. REPITO: ESTADO CRÍTICO DE LA...

    Mientras recuperaban el aire tanto el subcomandante como el soldado, ya que estos no portaban trajes espaciales y habían estado sin respirar durante la breve despresurización de la nave, la mujer se aproximó a ellos y les ayudó a incorporarse del suelo. Mientras se levantaban, la médico de la expedición llegaba al lugar con su propio traje y una expresión de terror en su rostro.

    — ¡Debemos evacuar! ¡Rápido, a las cápsulas de emergencia! ¡Allí hay trajes de repuesto y un kit de suministros básicos!

    — ¡¿Qué hay de los demás?! — Ashley no quería simplemente abandonarlos a todos sin más — ¡¿Qué pasa con los que están en criogenia?!

    — No pod... podemos hacer nada, Ashley — Fallon fue el encargado de dar la mala noticia, recuperando la compostura — Con suerte, sobrevivirán a la deriva hasta que la nave caiga en el primer planeta al que atraiga con su órbita.

    — Ash, yo tampoco quiero dejarles atrás — Eron tuvo que toser varias veces antes de retomar la palabra — Pero quedándonos vamos a morir y evacuando tendremos una oportunidad.

    No había tiempo que perder y menos en ese preciso momento, por lo que la soldado asintió con mucha impotencia mientras seguía a la doctora Vega hacia el lado izquierdo de la nave, donde se encontraban las primeras cápsulas de salvamento. El cuarteto logró meterse en una de las cápsulas, momento que aprovecharon Eron y Fallon para ponerse un traje cada uno y estar listos para lo que estuviese por venir.

    En los rostros de todos los presentes se podía apreciar la impotencia, la frustración y el temor a lo que estaba ocurriendo, pero sobre todo a lo que estaba por ocurrir. Ninguno de ellos cruzaba miradas con otro; todos la tenían perdida en algún punto fijo de la cápsula.

    Con la inutilización parcial de la Nolartis, la misión se podía dar por concluida. Solo quedaba buscar la forma de regresar a casa.

    Eyección en curso. Abróchense los cinturones.

    [...]

    Acto único: territorio de la Alianza


    Ender se encontraba en una de las habitaciones del principal hospital de Ciudad Anixis, ubicado en la propia base militar donde residía la representante humana y el representante thuniano. Una vez las autoridades se hicieron cargo de lo ocurrido en Puerto Arcadia, el policía fue tratado y posteriormente trasladado a Paraíso. De no haber contado con la ayuda de Cinthia y Snow, el hombre era consciente de que podría haber muerto, pero ahora el disparo recibido en una de sus piernas mejoraba sin complicaciones.

    La ex gobernadora Carver decidió hacerle una visita, acompañada de Kendall, momento en el que se cruzó con Om saliendo de la habitación de éste. Syleriano y humana se saludaron cordialmente, pero el ahora líder de Syleria no tenía tiempo para detenerse a hablar, pues le esperaban su hijo y los problemas de su sociedad, en shock tras revelarse lo que Davon Phenom y algunos miembros de la seguridad de la Elegida pretendían. No obstante y como solía ocurrir, la ciudadanía no conocía todos los detalles.

    También salió de la habitación la thuniana Shajila, quién portaba un uniforme de médico de la Alianza, ya que poseía conocimientos al respecto y la propia Snow la recomendó para el puesto, algo que finalmente había logrado. Al encontrarse, ambas se fundieron en un cariñoso abrazo, pero la thuniana tenía trabajo que atender, pacientes a los que visitar y estaba aprendiendo todo lo relacionado sobre las enfermedades en otras especies, por lo que debía seguir trabajando.

    Habiéndose encontrado con Om y Shajila, Snow ya se encontraba frente a la entrada de la habitación. Golpeó suavemente a la puerta, recibiendo la aprobación del herido para poder entrar. Nada más abrir la puerta, el joven Xom corrió hacia su tío para abrazarlo mientras éste yacía tumbado en la camilla, cubierto con una sábana hasta la cintura pero con la pierna afectada al descubierto. La mujer decidió sentarse en una de las sillas que había a un lado del cuarto, sonriendo al ver esa bonita escena entre tío y sobrino.

    — Tenía miedo de que te hubiese pasado algo, tío Ender — Era de las primeras veces que Kendall ya no lo llamaba papá — ¿Aún te duele?

    — Un poquito, pero es soportable — El hombre asintió con una tierna sonrisa — Deberías darle las gracias a la tía Snow y a la tía Cinthia... ¿dónde está ella?

    — Es una larga historia y yo no la sé completa — Snow se sinceró ante su amigo — Estoy seguro de que Bárbara podrá darte más información, según tengo entendido, vendrá a verte en breve.

    — Así me lo han notificado, sí — Musitó Xom, mostrándose extrañado — En fin, Snow, os estoy muy agradecido tanto a ti como a Cinthia, por haber aparecido en aquel momento. De no haberlo hecho...

    — No sabíamos que estabas en peligro, la verdad es que fue pura coincidencia encontrarnos en ese caos — La ex gobernadora humana sujetaba su bolso entre las piernas, donde guardaba sus cosas personales — Pero me alegra que lo hiciéramos.

    — Y a mí — Ender acarició el cabello de Ken, quién estaba de pie a su lado — También te agradezco por cuidar de Kendall todos estos días y algunos más.

    — Hasta que estés totalmente recuperado, no te preocupes — Snow se incorporó, decidiendo que ya era la hora de irse — Él se porta estupendamente con los demás niños, es un gran amigo de Owen.

    — ¡Sí, también de Jackon, de Karla, de Gina, de Vraco y de Omnius! — Exclamó el niño, mencionando a los que ya consideraba sus amigos — ¡Son los mejores!

    Ender y Snow se rieron dulcemente ante las palabras del joven Xom, pues la forma en la que lo dijo era muy tierna. Tras ese breve momento de felicidad, la mujer se aproximó al hombre y se inclinó para abrazarle, gesto correspondido por él.

    — No podemos quedarnos más, la lanzadera taxi nos está esperando para ir a casa — La señorita Carver quiso dar explicaciones — Pero vendremos pronto a visitarte, además tampoco creo que estés muchos días aquí.

    — Descuida, seré yo quién vaya a haceros una visita en cuanto me den el alta médica — Sonrió el policía, viéndose realmente contento — Nos vemos, familia.

    — ¡Hasta pronto, tío! — Ken se despidió alzando la mano — ¡Recupérate bien!

    — Lo haré, angelito. ¡Sigue portándote bien con Snow y tus amigos!

    — ¡Lo haré!

    El hombre vio salir de la habitación a la mujer y a su ahijado, pero no tardó más de cinco minutos en ver entrar a alguien.

    La representante de la humanidad decidió cerrar la puerta del cuarto para tener más privacidad a la hora de hablar, pues quería contarle un suceso que tiempo antes no había querido decirle para que no influyera en la investigación que estaba llevando a cabo. En el rostro de la mujer se podía apreciar que había algo importante de lo que hablar, pero él se anticipó en la conversación, dándole inicio.

    — Snow me ha dicho que tú sabrías que ha pasado con Cinthia — Dijo de manera repentina, sorprendiendo un poco a Bárbara — Tengo curiosidad, ¿qué ha pasado?

    — La doctora Marlow ha sido condenada a cinco años de prisión por falsificar documentación oficial o a pagar una multa de más de tres millones de Alianzas para su libertad — La respuesta de la líder humana dejó boquiabierto al hombre en camilla — Falsificó el informe médico de West para que éste accediese a la expedición y resulta que el comandante Crane me notificó en nuestra última conversación que el ingeniero padecía cáncer de pulmón en un estado muy avanzado, por lo que probablemente morirá en la misión.

    — Joder... eso es... — Ender necesitó un minuto entero para procesar esa noticia — No sabía que Cinthia había hecho eso, quiero decir, lo entiendo pero...

    — Me lo terminó confesando, me guste o no, ha infringido las normas y ha enviado a un enfermo a una misión en la que necesitamos a sus tripulantes en plenas facultades mentales y físicas — Bárbara se encontraba de pie y de brazos cruzados, dando la explicación — Si te interesa, en cuanto se tramite su traslado podré decirte en que prisión del cinturón de asteroides se aloja.

    — Claro, me parece bien — Dijo Ender, decidido a recalcar un hecho — Ella y Snow me salvaron la vida en Puerto Arcadia, que menos que pasarme a visitarla.

    — Lo sé y siento que estuvieses al borde de la muerte — La representante Mason cambió drásticamente su expresión de seriedad y se mostró cabizbaja — Hemos perdido a Khael y Om decidió tomarse la justicia por su mano...

    — Yo hubiese hecho lo mismo — El hombre fue tajante — Si alguien hubiese matado a Cia, iría a por él sin importarme las consecuencias.

    Bárbara tragó saliva en ese instante.

    La mujer sabía que debía contarle que la soldado Jenner había muerto durante la misión de Ashant, hacía ya varios meses atrás, pero en ese preciso momento algo la detuvo. Supo que de darle la mala noticia en ese momento desembocaría en una situación muy tensa para ambos, además de que los planes de la representante humana con el policía no habían acabado, puesto que le tenía otra propuesta.

    — Ahora quiero que te recuperes bien, porque en ausencia de Cia, he pensado que podrías ser tú el encargado de la comisaria de Ciudad Anixis — La proposición de Mason fue tan inesperada como sorprendente — No veo a otra persona en el cargo, sinceramente.

    — No te voy a mentir, volver al trabajo ha sido una montaña rusa — Ender parecía mostrar dudas en un comienzo, pero estas se le despejaron pronto — Pero quiero contribuir a la sociedad de alguna manera, así que cuenta conmigo. Seré el comisario de Ciudad Anixis.

    — No sabes cuánto me alegra oírte decir eso, Ender — La representante de la humanidad esbozó una sonrisa que por detrás escondía un gran secreto; el de no revelarle que su mujer estaba muerta desde hacía meses.

    [...]

    La líder Tovam no dejaba de llorar desconsoladamente a hombros de la ex piloto Tidder, quién tras ejercer de segunda al mando en ausencia del fallecido Khael, debería permanecer en el puesto de forma indefinida. La última conversación que mantuvo Erie con el neoniano fue la de negarle ser el comandante del ejército de la Alianza, lo que convirtió la charla en algo parecido a una discusión.

    El hecho de que esa fuese la última vez que hablaran entre ellos era lo que más le dolía a la líder neoniana, que sentía un vacío similar al que tuvo cuando desapareció su padre durante la estancia Rhajik en Neonia.

    En Paraíso, la llegada del famoso ingeniero Regan tras haber sido el líder provisional en Syleria fue un alivio enorme para el propio humano, temeroso de que pudiese sufrir algún tipo de atentado en el planeta syleriano. Su periplo allí había terminado y con ello también la investigación por el asesinato de Hylda, lo que hacía que el ingeniero pudiese retomar sus funciones de segundo al mando de la humanidad.

    El representante thuniano, Cyprus, fue el encargado de recibirle con los brazos abiertos. Humano y thuniano se saludaron cordialmente mientras éste último le invitaba a acomodarse en la base.

    [...]

    En la base Oberón —nombre que hacía referencia a una de las lunas del extinto planeta Urano—, ubicada en uno de los diversos asteroides habitados del cinturón que rodeaba a Paraíso, se encontraba la prisión más grande, acomodada y segura de todas. Lugar de delincuentes con crímenes realmente absurdos, indirectos o diplomáticos, era un sitio en el que la violencia era muy poco frecuente ya que no había presos con la condición de peligrosos.

    Una cárcel idónea para gente que no era violenta y cuyos delitos eran incomparables al asesinato o la violación.

    La médico más famosa y reputada del territorio conocido, Cinthia Marlow, se encontraba en su celda, el que sería su nuevo hogar durante los próximos cinco años. Apenas llevaba un par de días allí y la humana ya estaba desesperada por salir, pues consideraba que aquel no era lugar para alguien como ella. Tal era su desesperación que comenzaba a tirarse del pelo debido al estrés y la ansiedad que sufría estando en esa celda, la cuál para nada era pequeña. No obstante, se sentía claustrofóbica allí dentro.

    Sin embargo, ese mismo día recibió la visita de alguien inesperado. El guardia le abrió la celda a la doctora y la indicó que le siguiera, algo que ella hizo sin rechistar ni preguntar hacia donde iban. El guardia fue cruzando pasillos y salas de control hasta que abrió las puertas que daban acceso al extenso hangar donde aterrizaban naves constantemente, trayendo o llevándose a presos.

    Cinthia no comprendía a donde estaba siendo llevaba y el miedo comenzó a invadirla poco a poco, temiendo que aquello se tratase de algún tipo de secuestro o ejecución encubierta.

    Pero para su sorpresa, ninguna de esas ideas que le invadieron la cabeza era la correcta, pues el guardia la guio hasta una lanzadera ya descendida, abierta y con un hombre vestido con esmoquin que tenía hasta cuatro guardaespaldas consigo. Aquella escena impactó un poco en la doctora Marlow, que no entendía nada de lo que estaba ocurriendo, mientras el hombre arreglado se aproximaba a ella con los brazos extendidos y una sonrisa de oreja a oreja que indicaba a gritos que iba a proponerle algo.

    Una vez frente a ella, el tipo la tomó de las manos y les dio un tierno beso para después mirarla a los ojos.

    — Es un privilegio volver a verla, doctora Marlow — Indicó el hombre, del cuál era evidente que era adinerado — Coincidimos en Puerto Arcadia antes del terrible suceso con esos sylerianos adoctrinados, pero no tuvimos la oportunidad de charlar, tú y yo. Sí lo hice con tu amiga Snow, pero bueno, no sabe valorar una oportunidad ante sus ojos...

    La mujer no podía estar más confusa, puesto que no lograba reconocer al hombre y ni siquiera recordaba haberlo visto de lejos aquel día en Puerto Arcadia. Sin embargo, el como la estaba haciendo sentir de bien la hizo mostrarle una cálida sonrisa que el tipo no pasó desapercibida.

    — Mi nombre es Adam Brant, señorita Marlow — Se presentó el hombre — Y yo soy el dueño de Puerto Arcadia.

    — Discúlpeme, señor Brant, pero no lo he reconocido porque nunca le he visto en persona — Cinthia fue sincera con lo que dijo — La verdad es que estoy algo confundida, no entiendo que es nada de esto...

    — Tranquila, pronto lo entenderás — El multimillonario le hizo un gesto a uno de sus seguratas, quién se introdujo en la lanzadera para segundos después salir de ella con un maletín abierto, el cuál revelaba una indecente cantidad de dinero en Alianzas — En este maletín está tu fianza, doctora Marlow.

    La mujer se quedó varios segundos en silencio, procesando lo que acababa de suceder y sin quitar la vista de encima de ese maletín. Adam sonrió pícaramente, consciente de que la mujer podría estar más predispuesta que nunca a aceptar la propuesta que estaba por hacerle.

    — Verás, Cinthia, si me permites que hablemos de tú a tú... — Musitó Brant, decidido a proseguir con su propuesta a la médico — Te quiero proponer un trato, considéralo una oferta de trabajo irrechazable. Ya que el puesto de jefa en el OCVD no es tuyo, estoy seguro de que no rechazarás esto.

    — ¿De qué trata? — La doctora Marlow estaba muy interesada en oír dicha propuesta.

    — Estoy planeando algo ambicioso, un proyecto global en el que necesito de las mejores mentes para que tenga éxito — El hombre parecía ser un visionario, hablando de tal forma que parecía estar relatándote un sueño — No puedo revelar nada más por el momento, porque es algo en una fase muy temprana, pero te necesito a bordo de este proyecto. Tus conocimientos sobre la fisionomía de todas las especies de la Alianza son esenciales para lo que planeo.

    — Suena muy interesante, pero, ¿todo esto es legal? — Cinthia tenía miedo de estar engrandeciendo su lista de delitos fraudulentos — No quiero tener que regresar a la cárcel con más años añadidos a mi condena.

    — Es legal, desde luego, aunque también será ilegal en ciertos aspectos — Adam sonrió al decir eso — ¿No te das cuenta, Cinthia? Te estoy pagando la libertad a cambio de que te unas a mí. Sin preguntas, sin cuestiones morales... quiero lo que sabes. Es importante para el proyecto.

    — Vale, sí — La respuesta de la médico hizo que el multimillonario gesticulase en señal de aprobación desmedida — Sea lo que sea, cuenta conmigo. No quiero pasar aquí ni un minuto más.

    — En ese caso... — Brant le señaló sutilmente el camino al interior de la lanzadera — ...bienvenida a bordo.

    [...]

    Tras los acontecimientos en Puerto Arcadia, el que fuera protector de la Elegida y ahora actual líder de los sylerianos, regresó a la que era su casa.

    El ambiente en la ciudad de Sovaam ya no era el de antaño debido al asesinato de Hylda, pero con ese caso resuelto, los ciudadanos retomaron sus vidas con el deseo de que nada así se volviese a repetir en sus tierras. Se construyó una estatua de la Elegida Admir en el lugar donde murió para que aquellos que quisieran, la pudiesen venerar.

    Sin embargo, el cuerpo sin vida de la anterior líder syleriana se encontraba aún en las dependencias de las autoridades correspondientes, por petición de Om. Ahora que éste ya estaba en el planeta y en la ciudad, dio luz verde a ver partir a su mujer hacia el sol que alumbraba los días en Syleria.

    De pie frente a un ventanal, en una de las varias bases satelitales que monitoreaban el mundo de origen syleriano y sus alrededores, el líder Paokt y su único hijo observaban como una cápsula era eyectada en dirección al sol, la cuál contenía a Hylda en su interior.

    El pequeño syleriano no pudo evitar emocionarse, momento en el que su padre lo reclinó hacia sí mismo mientras lo abrazaba, con la mirada al frente y viendo como la cápsula de Hylda se iba alejando cada vez más hasta perderse en la combustión solar. El actual líder syleriano ya había llorado demasiado, lo suficiente como para que no le quedasen lágrimas que derramar.

    Mientras acariciaba la cabeza de su hijo, el viejo protector miró a su propio bolsillo derecho, recordando una conversación que no hacía mucho tiempo que había tenido.

    — Ender, necesito que me hagas un favor.

    — ¿De qué se trata, Om?

    — ¿Recuerdas toda la información que logramos recopilar sobre los planes de Davon a largo plazo?

    — Claro que me acuerdo, ¿por qué lo dices?

    — Los planos de la bomba de energía — Paokt tenía una expresión muy seria en su rostro — Quiero que no digas nada al respecto.

    — Om, ¿qué pretendes?

    — No te preocupes, no pretendo hacer nada en específico.

    — ¿Y por qué esconder ese dato, entonces?

    — Porque quiero, Ender. ¿Me podrías hacer ese favor?

    — Claro, cuenta conmigo.


    [...]

    Acto final: en algún lugar del territorio Anixis...


    La cápsula de salvamento que llevaba en su interior a Fallon, Eron, Ashley y Maya había terminado por caer en un planeta que los sensores habían considerado el más apto para la supervivencia. El choque contra su superficie fue fuerte, pero gracias a los frenos de descenso, no fue en exceso catastrófico.

    La cápsula redonda terminó incrustada en el agujero que formó al impactar, en un árido, arenoso y rocoso suelo. El cuarteto se miró entre sí una vez el descenso había sido completado y ya nada daba vueltas a su alrededor.

    Fallon fue el primero en salir, rompiendo la compuerta de una poderosa patada, mientras los tres humanos tomaban todos los suministros de emergencia que había en la ya inutilizable cápsula de salvamento. El thuniano observó todo lo que había a su alrededor: un paisaje desértico, un cielo rojizo y montañas en la lejanía. Parecían haber caído en mitad de la nada, sin algo próximo que pudiesen reconocer o que les pudiese servir para cobijarse hasta pensar un nuevo plan. Sin embargo, sus ojos alzaron la vista al cielo cuando vieron un fuerte destello.

    Los cuatro miembros de la expedición ya fuera de la cápsula, fueron testigos de como la Nolartis, aún de una pieza, se precipitaba contra el mismo planeta que ellos, pero a una distancia considerable. Esto hizo que nuevamente se volviesen a mirar entre ellos, especialmente los tres humanos, con cierta esperanza de que sus compañeros de misión a bordo en las cápsulas de criogenia pudiesen sobrevivir a la caída.

    No obstante, el subcomandante thuniano no lo veía nada claro.

    — Han caído muy lejos, probablemente nos tome varios días llegar hasta allí — Explicó Fallon, queriendo dar la versión más realista posible — Y no sabemos cuánto tiempo dura un día aquí, ni si estamos solos en esta roca.

    — Y los suministros son para una semana a lo sumo, racionando — La doctora Vega se veía muy preocupada — Tenemos que saber si aquí hay algo que nos podamos comer.

    — Llegar a la Nolartis debería ser nuestra prioridad — Indicó Eron, creyendo que era la opción más factible y sensata — Tenemos suerte de que haya caído aquí, igual que nosotros. En la nave tenemos todo lo que necesitamos y a los demás.

    — Hasta ahí estoy contigo, amor — Ashley compartía la idea de su pareja, pero había un pero — ¿Pero después qué? Reparar la nave, que habrá que reparar cosas seguro, nos podría tomar muchísimo tiempo.

    — Creo que es mejor tener la oportunidad que saber que vamos a quedarnos aquí varados para siempre — El hombre no quería ser pesimista pese a que la situación invitase a serlo — Estoy convencido de que podemos, y además, podríamos aguantar el tiempo suficiente hasta que llegase otra expedición a por nosotros.

    — ¿De verdad crees que la Alianza mandaría otra nave en nuestra busca? — Fallon dudaba de ello — No lo hizo por vosotros dos cuando acabasteis en Virm.

    — Porque nadie supo ni que íbamos a Paraíso ni que veníamos de Neonia, esto es diferente — Eron comenzó a caminar en dirección a la nave — Llamadme loco, pero estoy convencido de que saldremos de aquí ya sea dentro de unas semanas o dentro de unos años.

    — ¿Unos años? — Maya sintió un nudo en el estómago al oírle decir eso.

    — ¡Vamos! ¿Acaso os vais a quedar ahí?

    Fallon y Ashley se miraron, mientras Maya comenzaba a caminar. La humana y el thuniano no pudieron evitar sonreír al ver que Eron hacía lo propio, demostrando un optimismo vital para que la moral no decayese en semejante situación tan comprometida.

    Parecía una pesadilla interminable, pero la realidad es que todo tiene un principio y un final. Y este, desde luego, no era el fin.





    PRÓXIMAMENTE... LOS VIAJEROS IX: EL IMPERIO ANIXIS
     
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    Saludos, amigo. Paso a comentar el capítulo de esta semana y final de parte VIII.

    Fue fantástico, como diría yo, el ver cómo se han ido aconteciendo los hechos. Pero iremos poco a poco.

    Cuando Eron y Fallon se ven en problemas, la idea del ex subcomandante humano fue muy eficaz y consiguen despistar a los perseguidores al mismo tiempo que vuelven totalmente visible a una de las bestias, quitándole una ventaja que podría haber sido mortal para los enemigos. Desde la sala médica, Ashley, Maya y West deciden abastecerse de munición y luego ir a la armería, para tras eso darse un paseo a las cámaras para tener un mejor panorama de la situación, y es allí donde Ashley decide ir como refuerzo de sus dos amigos, mientras que West se prepara en la cubierta presurizada para realizar una maniobra suicida para poder lanzarlas al espacio exterior. Y tengo que admitir que tan pronto como pasó eso, supuse que West tomó la decisión de hacer el sacrificio independientemente de la situación, pero que no quiso confesar nada debido a que solo conllevaría a una discusión que les haría perder el tiempo innecesariamente.

    La escena donde Ashley, herida y con su arma en mano va recorriendo las salas de la nave una por una con cuidado de no toparse con bestias fue muy bien narrada. Diría que fue de las mejores escenas del capítulo, ya que te pone en la piel de la chica y se siente el miedo que siente, puesto a que ella estuvo en peligro a raíz de la aparición de esas bestias. Verla enfrentarse a sus miedos para ir ayudar a su amigo y mentor junto con su pareja fue una gran escena, y un momento de los que sentía que le faltaban. Cuando tres bestias aparecen por detrás y persiguen al grupo, otra aparece por delante, pero visible gracias a la maniobra utilizada por Eron, cosa que permite a Fallon usar una espada de energía (tremenda arma, la verdad) y enterrarle la espada en la boca para matarlo. Una kill propiciada por los dos compañeros y un gran trabajo en equipo.

    Llegan a la cámara presurizadora, donde West elige que morirá en su ley llevándose a las tres bestias restantes con él al espacio. Me hubiera gustado ver un diálogo final donde West abraza su destino con felicidad de que no morirá postrado en una cama, y que al hacerlo, salvó a sus amigos asegurándose de dejarles el conocimiento heredado a Eniar y a Lynx. Pero poco tiempo hay para festejar, puesto a que las bestias han ocasionado un daño tremendo en la nave y esta parece que va a desplomarse desde el espacio exterior. Fallon, Ashley, Eron y Maya suben a bordo a una cápsula de salvamento y ellos logran escapar de la nave, dejando a todos los demás a bordo a merced del azar. Por favor, si se muere alguien, que sea el hdp de Caellum. Si al empezar la parte IX vemos que solo se ha muerto él, lo festejo por todo lo alto :shani:

    Pero bueno, en un nuevo planeta cuyo nombre no conocemos, ellos cuatro han sobrevivido y ven como la Nolartis cae a tierra firme. Ahora no tienen nave y hasta que no lleguen hasta las cápsulas criogénicas, no tendrán tripulación. Pero lo cierto es que están algo jodidos, puesto a que no parece que tengan un medio para salir de allí por lo pronto. No me quiero imaginar la cara de la tripulación cuando los despierten y se den cuenta que se les jodió la nave y que están en un planeta que posiblemente no estaba en la ruta original a seguir. Y mucho menos cuando les digan que estuvieron en peligro de muerte. Fijo la reacción de los demás será algo como: :._.:angrysnake

    Pero en fin, quedará para la parte IX descubrir en qué planeta han aterrizado y cómo se las ingeniarán para salir de allí tras procesar lo que ha pasado.

    Me centraré ahora en el territorio conocido, y vemos que el intento de toma de poder de Davon ha finalizado y ya todo está volviendo a la normalidad. Ender se reúne con Snow y con Kendall en donde vemos una escena tierna entre tío y sobrino muy emotiva. Llevábamos mucho tiempo sin ver interacción entre Ender y Kendall, y las últimas que hemos visto han sido un poco devastadoras puesto al enfado de Kendall. El ver que entre ellos dos se llevan bien me ha dado un aire de esperanza de que las cosas entre ellos vayan a mejor en el futuro, y me alegra. Odiaba ver a Ender y Kendall estando peleados :kuku:

    Vemos también que Snow le ha conseguido a Shajila un trabajo, dado a que ella tiene un puesto nuevo que le permitirá llevar dinero a la casa para alimentar a su hijo. Cuando Snow y Kendall se van, Barbara llega con Ender para hablarle sobre el destino de Cia, pero tras conocer la opinión del hombre de que mataría a alguien que le hubiera hecho daño a Cia, Bar decide ocultarle la verdad más tiempo. Grave error seguro. Ender estaba en un momento delicado, pero no tendría que haber esperado para decirle que su esposa ha fallecido. El pobre hombre está ilusionado con su regreso, y cuando se entere de verdad lo que ocurrió, seguro explotará. Pero tras negarse a decirle eso, Barbara le ofrece un puesto de comisario para tener a alguien capaz al frente. Espero que nadie lastime a Ender, puesto a que si lo lastiman, Kendall quedará solo hasta que Sun regrese :piplup:

    Vemos que en Neonia, Erie llora con ayuda de Arva la muerte de Khael, que parece ser una pérdida difícil de superar en lo sentimental. Y es que ella la lleva mal en el amor. Yak nunca le correspondió, y la partida de Khael en esas condiciones le ha pegado fuerte. Imagino que veremos más de una charla entre Arva y Erie en la parte IX por venir, puesto a que ahora, Arva deberá quedarse en su puesto indefinidamente.

    Cinthia, cumpliendo su condena en la carcel, es visitada por el millonario Adam Brant, quien viene a ofrecerle la libertad a cambio de que ella forme parte de un proyecto secreto que es legal pero a la vez es ilegal. Está claro que a Cinthia no le sienta cómoda la vida en prisión, pero no sé si me sienta cómodo sabiendo que su libertad fue comprada por Adam. Pese a las cosas que Cinthia hizo en el pasado, no tengo nada contra ella, como sí lo tengo contra el hijo de puta de Adam. Solo espero que no quiera aprovecharse de que le pagó la fianza para convertirla en algo más que una simple participante del proyecto y busque tenerla en otro sitio :ewww:. A saber qué clase de proyecto será, y cómo será que lo llevarán a cabo, además de qué clase de otras personas podrían tener un rol importante allí.

    Por último, cuando Om padre y Omnius despiden en paz finalmente el cuerpo de la Elegida, el nuevo al mando de la especie syleriana, optó por guardar el secreto de que tiene planos para una nueva bomba de energía. Un poco siniestro, considerando que la última vez que ocurrió lo de una bomba de energía, se terminó con el Sistema Solar yéndose a la mierda, causando muchas muertes (como la de Hillary) y luego se desencadenó una nueva guerra civil junto a la llegada de los humanizados Anixis de Gar y Deon. Espero que Om, sea cual sea su plan, sepa exactamente lo que está haciendo.

    Y aquí acaba mi comentario como así también mi travesía por esa fantástica octava parte. Qué puedo decir, amigo, esta historia, pese al paso del tiempo, considero que no pierde su calidad, y siempre, sin importar como sea, consigue que me interes mucho más y más en lo que le sucederá a los personajes, junto con los conflictos que van a atravesar, los mundos por descubrir y el resto de información que iremos descubriendo sobre los Anixis reales, puesto a que todavía queda el planeta Anyxa por explorar y conocer. Eso es todo un éxito para una historia de ciencia ficción. :\*u*/:

    Será tiempo de dar unos meses hasta que la parte IX esté lista para salir del horno y poder hypearme una vez más. A la espera por saber más cómo seguirán las aventuras de la Expedición de la Nolartis que ha perdido a la Nolartis, por lo que ahora serán solo Expedición :v . Esperaré con paciencia y un poquito de ansiedad hasta que sea el momento de juntarnos a leer nuevos capítulos sobre este universo. Ojalá el estudio me lo permita, porque no me lo quiero perder.

    Y eso será todo por hoy y por un tiempo. Otra fantástica y divertida jornada por Discord, amigo. Te mando un gran abrazo y cuídate mucho :kuku::cynda:
     
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