Historia larga Los Viajeros V: Regresión

Tema en 'Novelas Terminadas' iniciado por Manuvalk, 8 Octubre 2020.

Cargando...
  1. Threadmarks: Frentes abiertos
     
    Manuvalk

    Manuvalk el ahora es efímero

    Sagitario
    Miembro desde:
    14 Diciembre 2013
    Mensajes:
    688
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Los Viajeros V: Regresión
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    17
     
    Palabras:
    5280
    Saludos. Ha llegado el momento de publicar el último capítulo del año (que no de la parte XD). Tras las vacaciones de Navidad y Año Nuevo, se retomará la publicación el día 7 de Enero (jueves, día en el que suelo publicar). Este capítulo sienta las bases para el clímax del conflicto, el cuál veréis explotar en el próximo.

    No tengo mucho más que decir, salvo desearos a todos una feliz Navidad :D y un próspero año 2021 (esperemos que mejor que este 2020 :v). Reydelaperdicion gracias por seguir siempre ahí. ¡Disfrutad y hasta pronto!




    Frentes abiertos







    Día dos: Ciudad Anixis

    Los Anixis se pasaron dos días preparando cinco naves con capacidad para mil soldados cada una. La nave en la que viajarían el Emperador Deon Xom y la líder de la Resistencia Sun Brume saldría del planeta Paraíso, concretamente de Ciudad Anixis, mientras que las cuatro restantes lo harían una de cada base instalada en el cinturón de asteroides; la base Caronte, la base Titán, la base Ío y la base Oberón. Las cuatro bases contaban con nombres de algunos satélites naturales de los planetas del Sistema Solar, en un claro homenaje promovido por Gar con el fin de que la gente no olvidara de donde provenía.

    Deon observaba con seriedad cómo los cientos de soldados que se subirían a bordo de la nave se encargaban de cargar con los suministros necesarios para el viaje. Soplaba un aire frío que hacía presagiar que Paraíso estaba entrando en la estación de otoño e invierno. A su lado se hallaba Sun, de brazos cruzados y observando cómo se ultimaban los preparativos para despegar en dirección a Neonia. Mientras miraba el trabajo de los soldados, la asiática recordó lo ocurrido hacía dos noches atrás.

    — Tú y yo tenemos propósitos distintos pero quiero que sepas que solo los podremos llevar a cabo si confiamos el uno en el otro, así que si quieres aprovecharte de mí de cualquier manera, aquí tienes tu oportunidad de hacerlo.

    La líder de la Resistencia observaba el frasco de somnífero líquido que el Emperador Xom tenía en su mano, sustancia con la que durmió a la mujer para forzarla sexualmente. Aquella proposición pilló desprevenida a Sun, quién no supo cómo reaccionar hasta pasado un minuto.

    — No sabía que fueras tan justo — Murmuró Brume, tomando el frasco de la mano del hombre sin pensárselo dos veces.

    — Lo soy con quiénes son mis socios — Respondió Deon, que acto seguido sonrió — Además, me gustas bastante.

    — Bonita forma de decirlo — Dijo la asiática, haciendo referencia a la violación sufrida mientras colocaba la sustancia en un vaso de agua y se lo entregaba a su socio — Bébetelo.

    — Podrías decirme que vas a hacerme una vez esté dormido, ¿no? — La curiosidad hizo que Deon preguntara mientras se bebía el agua.

    — ¿Me dijiste tú lo que ibas a hacerme, capullo? — La mujer se molestó con el comentario pero al verle beberse el agua, sonrió por dentro — Aún no lo he pensado.

    — Vaya, qué decepción — Musitó el Emperador, tumbándose por voluntad propia al lado de Sun en la cama.

    — ¿Lo has hecho muchas veces? — Preguntó de pronto la líder de la Resistencia, intrigada — Forzar sexualmente a alguien, digo.

    — Contigo ha sido la tercera vez — Contestó Deon, rememorando — La primera fue en la AFE, tenía una compañera que me volvía loco y... la segunda vez fue con Bárbara, era mi ex pareja pero no iba a perderme su cuerpo, así que...

    — Eres un maldito psicópata retorcido, ¿lo sabías? — Sun sentía repugnancia de él.

    — Sí, probablemente — Musitó Deon — ¿Sabes? Creo que deb... deberí... de...

    Poco a poco, el cuerpo de Deon Xom comenzó a dormirse fruto del efecto somnífero del líquido ante la atenta mirada de la asiática, qué una vez supo que estaba completamente dormido, fue corriendo al baño donde se almacenaban distintos medicamentos. Sun comenzó a buscar unos en específico, encontrándolos, para realizar una mezcla de varios componentes que ella conocía que surtían efecto en lo que tenía planeado para el hombre. Machacó pastillas de diferentes medicamentos que identificó y creó una especie de líquido parecido al agua sucia, momento en el que tomó una jeringuilla y suministró dicho líquido en ella.

    El nuevo Emperador de los Anixis yacía en la cama en la que ella había estado inconsciente mientras él se aprovechaba de ello. Brume llegó con la jeringuilla, la cuál tenía una aguja delante, y le bajó los pantalones al tipo hasta descubrir sus partes íntimas. Sun aproximó la jeringuilla al escroto de Deon y le inyectó al completo dicha sustancia que había creado con varios fármacos, una mezcla que al parecer ella ya conocía.

    — Conmigo habrá sido la última vez que hagas algo así — Murmuró Sun en voz alta, sin importarle si el tipo la escuchaba o no — Se acabó el sexo para ti.


    La líder de la Resistencia estaba tan sumida en dicho recuerdo y en lo que había hecho con Deon, que apenas se enteró de que este le estaba avisando que era el momento de zarpar del planeta. Cuando al despertar en aquel momento, el Emperador le preguntó qué le había hecho debido a que no notaba nada extraño en su cuerpo, la asiática le mintió, diciéndole que al final optó por no hacerle nada porque ella no era así. Sin embargo, lo que había hecho era lo correcto: castración química.

    En el interior de su celda, la ya ex general Bárbara Mason escuchaba el movimiento en el exterior que auguraba era el momento en el que iban a irse los soldados a atacar Neonia. Había pasado varios días encerrada por culpa de su ex pareja y flamante nuevo Emperador, perdiendo con cada día que pasaba, algo de esperanza para salir de allí. Sin embargo, sus plegarias silenciosas en medio de las noches parecían haberse cumplido cuando esa mañana, la mujer escuchó un repentino forcejeo seguido de la caída del guardia por las escaleras hasta la zona baja donde se encontraban las celdas. Segundos después, una cara conocida apareció tras los barrotes con la intención de abrir la celda de Bárbara.

    — Tenemos que aprovechar ahora que el ejército está ocupado con la marcha a Neonia — Murmuró el ingeniero Regan, forzando la cerradura electrónica de la celda para finalmente abrirla — ¡Vamos!

    — ¡¿Dónde se supone que vamos a ir, Sith?! — Pese a que se alegraba de verle y de que la sacara de la celda, el irse les convertiría en fugitivos y Deon no hacía prisioneros dos veces — ¡En cuanto vean que no estamos, nos buscarán!

    — Para ese entonces, estaremos fuera del perímetro explorado — Indicó Sith, decidido a marcharse de Ciudad Anixis — No pienso quedarme aquí con Deon al mando, nos va a mandar a una guerra que el pueblo no quiere luchar, les ha envenenado el cerebro. ´

    — Creo que amañó las elecciones también para salir él cómo ganador — Teorizaba Bar, pues desconocía eso.

    — Seguramente — Sith se asomó por la salida de la prisión para asegurarse de que nadie les veía — No tengo vehículo, tendremos que ir por los callejones hasta salir del rango de vigilancia de la ciudad.

    — ¿Tienes al menos una idea de donde permanecer una vez salgamos de la ciudad? — Bárbara sentía que sin un plan más elaborado, la huida sería difícil.

    — Si te soy sincero, no — Respondió el ingeniero, el cuál cargaba con una mochila en su espalda — Pero tengo todo lo que necesitamos para aguantar ahí fuera.

    Sith aprovechó que no había soldados en la calle y le indicó a Bárbara que salieran de forma disimulada y calmada de la prisión, cosa que hicieron con el fin de pasar inadvertidos y estar un paso más cerca de salir del radar de Ciudad Anixis. Mientras ambos se daban a la fuga, gran parte de la población se agolpaba contra la base militar del ejército Anixis, los cuáles estaban a escasos minutos de partir rumbo al planeta neoniano para iniciar un nuevo combate entre ambos bandos. Lina y su hija Iris caminaban entre la gente mientras escuchaban todo tipo de pensamientos por parte de los ciudadanos.

    — ¡No queremos guerras!

    — ¡No te votamos por esto, Emperador!

    — ¡Vais a provocar que muera gente inocente!

    La ex secretaria del fallecido representante de Ceres, Jim Baker, permanecía entre la gente con un único objetivo: conocer de primera mano el pensamiento y las intenciones del pueblo. Iris estaba con su madre porque ésta no quería dejarla sola en casa durante mucho tiempo, principalmente porque la situación en Ciudad Anixis estaba más tensa que nunca. La señorita Burns tenía claro que toda la información que recopilara, sería para Lio una vez éste regresase a Paraíso si es que lo hacía.

    Tras la victoria —amañada— de Deon Xom en las elecciones a Emperador tras la muerte de su padre, el ejército tomó mayor influencia en el día a día de la población, cosa que a no le gustó en absoluto a la gente, quién no comprendía ese movimiento de su nuevo líder y mucho menos entendían, una vez el rumor se descubrió, que iban a enfrentar a parte de la humanidad en Neonia, entre otros cómo neonianos e incluso sylerianos. Mientras el ejército Anixis apoyaba a su Emperador en la causa de enfrentar a la Alianza, su pueblo hacía lo contrario, optando por manifestarse frente a las puertas de la base militar para mostrar su desacuerdo con la situación.

    [...]

    Día cuatro: Valkshire

    Los evacuados en la Valkshire y otras naves de menor tamaño habían sido llevados a una de las regiones del norte del planeta, protegidos por un grupo de casi doscientos neonianos que vivían en una base próxima al lugar en el que se habían asentado los recién llegados desde Promesa. Tras haber despertado a Erie Tovam en aquella base y haber usado la Valkshire para descubrir las cien bases secretas neonianas, Yak les contó todo lo sucedido durante su criogenización y desde ese momento, el contacto entre las distintas zonas pobladas por neonianos era constante, por lo que gracias a eso uno de los grupos que no entrarían al combate contra los Anixis decidió acoger a los más vulnerables de la guerra.

    Entre toda esa gente se encontraban Cinthia, West, Arva y Snow junto a su hija Regina. La doctora Marlow era la médico más reputada de los humanos y conocía también cómo usar remedios médicos tanto en neonianos cómo en sylerianos tras haber estudiado a ambas especies, por lo que era de gran importancia mantenerla a salvo. El ingeniero Finn era el mejor en su campo y por ello el comandante Crane decidió que debía permanecer en una zona segura, pues requerirían de su destreza para reparar naves y demás. La piloto Tidder, pese a inicialmente querer ayudar en la batalla y disponerse a pilotar la Arcadia, fue finalmente convencida por su amiga Snow para que fuera evacuada. La gobernadora Carver también optó por quedarse con su hija y no formar parte de la batalla, además de que ya sabía que tenía un segundo hijo en camino y no quería ponerse en peligro.

    Gobernadora y piloto se encontraban en una de las habitaciones de la nave más grande de todas, la Valkshire. Gina se hallaba realizando un dibujo en el que aparecían neonianos y sylerianos, mientras las dos futuras madres conversaban respecto a la última novedad en la vida de una de ellas. A la mujer nacida en la Luna ya comenzaba a notársele cierto crecimiento en la barriga, por leve que fuese, cosa que emocionó y mucho a su amiga y compañera de aventuras.

    — A veces noto cómo se mueven — Murmuró Arva, sonriendo — Son igual de nerviosos que su padre.

    — Si son igual de nobles que Axlor, serán dos niños ejemplares — Snow valoraba y mucho la forma de ser de su antiguo compañero — Arva, quiero que sepas que no vas a estar sola en esto, Lill y yo somos tu familia, ¿lo sabes, verdad?

    — Lo sé y lo agradezco mucho, Snow — La mujer vio como la sonrisa de su rostro se apagaba — No sé que les diré a mis hijos cuando me pregunten por su padre.

    — La verdad — Dijo Carver sin pensarlo — Que murió arriesgando su vida para salvarte. Que era una persona maravillosa y que esté dónde esté, cuidará de ellos y de ti.

    Arva no pudo evitar emocionarse y las lágrimas comenzaron a recorrer sus mejillas, cosa que hizo que Snow se acercara a ella y la abrazara como señal de apoyo.

    Ambas estaban sentadas la una al lado de la otra con Gina justo delante, dibujando en el suelo. Durante unos instantes, las dos mujeres permanecieron mirando a la niña, la cuál estaba sumida completamente en su mundo.

    — ¿Por qué no se lo contaste a Lill? — Preguntó de pronto la piloto Tidder.

    — ¿Para distraerle en un momento tan peligroso cómo éste? No, mejor no — Respondió la gobernadora Carver, suponiendo que estaba haciendo lo correcto — Se lo diré una vez acabe todo este asunto, no quiero desconcentrarle y que eso le lleve a morir cómo le pasó a Axlor...

    Arva se volteó para mirar fijamente a Snow y en su rostro se podía apreciar que no le había gustado en absoluto ese comentario. La mujer nacida en la Luna permaneció inmóvil durante unos segundos y acto seguido comenzó a asentir con la cabeza para después levantarse de su silla y marcharse en completo silencio, mientras Snow la seguía con la mirada, consciente de que había hablado de más.

    Mientras tanto, en una de las tantas tiendas de acampada que había fuera de la Valkshire y el resto de naves, donde los civiles vulnerables vivían a salvo, la doctora Marlow se encargaba de recibir a algunas personas con heridas o alguna enfermedad que requiriese de cierto tratamiento. Tras atender a un paciente de avanzada edad, al mismo tiempo que éste salió de la tienda entró el siguiente, quién era para sorpresa de la mujer, el ingeniero Finn. Su ex pareja entró y se sentó frente a ella para ser atendido, mostrando una contusión en uno de los dedos de su mano derecha.

    — Me lo he hecho yo solo, ¿sabes? — West no la miraba al hablar — Estaba descargando cajas de la Valkshire, material de todo tipo para el campamento y por no estar atento al dejar una de las cajas sobre otra, me quedó el dedo atrapado entre ambas, con el peso de la que tenía encima destrozándome el puto dedo.

    — Menos mal que has venido, si hubieses tardado unos días más, tendría que amputar — Cinthia comprobaba el estado y la gravedad de la herida — La sangre se ha coagulado al permanecer mucho tiempo atrapada en la misma zona del dedo, pero hemos llegado a tiempo, bastará con una pomada de alivio y un reposo absoluto de ese dedo.

    — Está bien, puedo ser ingeniero con una sola mano — Dijo Westley con aires de grandeza, incorporándose de la silla mientras recibía la pomada de la mujer.

    — Coloca un poco por encima, tres veces al día — Indicó la médico a su paciente — Si en tres días la contusión no remite, vuelve a venir.

    — Entendido, gracias — El hombre se dispuso a irse pero al último momento, antes de salir, se volteó — Cinthia, ¿te puedo preguntar algo?

    — Claro, ¿qué es?

    — ¿Estuviste estos cinco últimos años conmigo para no sentirte sola?

    — ¿Por qué me preguntas esto ahora?

    — Necesito saberlo, Cinthia, eso es todo.

    Ambos se miraban a los ojos, encontrándose a tres escasos metros de distancia entre los dos. La médico tragó saliva y miró para un lado justo antes de responder.

    — Así es — Musitó, siendo completamente sincera con su ex pareja — La destrucción del Sistema Solar me hizo sentir más sola aún que antes y tú... Tú estuviste ahí para apoyarme y entendí que te sentías igual que yo...

    — Tranquila, ya he oído suficiente — West se sentía cómo si le hubiesen golpeado repetidas veces el abdomen — Y no, yo no me sentía cómo tú. Simplemente me enamoré de ti cómo un idiota.

    Tras estas palabras, el ingeniero salió de la tienda de campaña realmente abatido por una respuesta que llevaba buscando durante semanas tras haber acabado su relación. Mientras, la doctora se sentía horriblemente mal por él y especialmente por lo egoísta que ella había sido, aprovechándose del amor real del hombre para fingir que era mutuo y no estar sola en ningún momento.

    [...]

    Día seis: Promesa

    — Ojalá estuviera aquí — Murmuró Lill, sumido en el recuerdo de una persona especial para él — Parece que hace toda una vida que murió, pero solo han pasado cinco años.

    — Yo también le echo de menos — Ashley respiró profundamente — ¿Sabes? Él siempre me solía tranquilizar, me hacía reír, me decía que todo iba a salir bien... Era además de mi hermano, mi mejor amigo.

    — También el mío — Dijo el comandante Crane, quién apenas había tenido tiempo para sentarse y recordar a su mejor amigo — Como bien sabes, yo era hijo único y Alexander fue como un hermano para mi.

    — Los tres nos pasábamos todo el día juntos después de acabar las clases en la AFE — Recordaba, nostálgica, la soldado Ripley — Si él hubiese estado aquí después de Colapso, creo que algunas cosas habrían sido distintas para mi.

    Hacía meses que Ashley y Lill no compartían un momento a solas para ponerse al día y hablar de sus cosas. Pese a haber sido amigos de la infancia cercanos, ambos se distanciaron considerablemente tras la muerte de Alexander y todo a lo que llevó la guerra Rhajik, después Colapso y finalmente la guerra civil con la Resistencia. Fue por eso que el comandante Crane quiso reunirse con la hermana de su mejor amigo fallecido para volver a estar presente en su vida y ella en la de él.

    — ¿Qué habría cambiado para ti? — Preguntó Lill, intrigado con esto.

    — La Resistencia — Respondió Ash, seriamente — Me uní por su muerte y por todo lo que los Rhajik representaban, básicamente los neonianos.

    — Lo sé — Musitó el hombre, asintiendo — Debí haberte buscado e intentar persuadirte de ello en su momento, me olvidé por completo de que más que amigos, somos familia, y a la familia no se le abandona ni se le divide.

    — No sé si podrías haberlo evitado — La mujer era sincera — Siento enormemente todo lo ocurrido, todo lo que he causado... A veces pienso que estaría mejor muerta.

    — No pienses así, Ash — El comandante Crane la tomó de las manos — Son errores del pasado y ahora debemos centrarnos en éste presente. Tienes a una magnífica persona a tu lado cómo es Eron y me tienes a mí para lo que necesites, eres lo más parecido a una hermana que tengo y debí decírtelo mucho antes, pero lo hago ahora.

    Las palabras de Lill brotaron de su más sincero sentimiento y llegaron al corazón de Ashley, quién no pudo evitar emocionarse con ello. La mujer se limpió las lágrimas con los dedos y abrazó a su antiguo amigo con fuerza, decidida a mantener el contacto con él, pues prácticamente era ya su única familia cercana por así decirlo, sin contar a su actual pareja Eron Tanner.

    Ender Xom se encontraba sentado en una pequeña plaza en los exteriores de la colonia humana, recostado en un árbol y con los ojos cerrados para disfrutar del cálido Sol del sistema Neon. El hombre disfrutaba ya su libertad tras haber demostrado al comandante Crane y a la gobernadora Carver que podían confiar en él, arriesgando su vida en la reunión con el Emperador Xom por sus nuevos compañeros. Totalmente relajado, el menor de los Xom vio su paz perturbada cuando la sombra de alguien cubrió la luz solar por completo.

    — No eres humano — Murmuró Ender sin siquiera abrir los ojos.

    — ¿Cómo lo sabes?

    — Tu sombra es fina y alargada — Contestó el hombre, abriendo los ojos — Que agradable sorpresa, Om Paokt.

    — Vaya, sabes cómo me llamo — El syleriano se sentó al lado del humano — No hemos tenido el placer de conocernos más personalmente.

    — Y por eso estás aquí — Musitó el que fue parte de los Anixis — ¿Quieres saber algo en específico?

    — Esto no es ningún interrogatorio, Ender — Paokt quería dejar claro que no iba con otras intenciones — Tan solo quiero conocerte más a fondo, has estado con los Anixis y eres un ser interesante...

    — Claro, lo entiendo — Xom asintió, decidido a aclarar cualquier duda del syleriano — ¿Qué te gustaría saber?

    — ¿Hay más gente que piense cómo tú en Paraíso? — Fue lo primero que Om quiso preguntar.

    — Con total seguridad, sí — Respondió el humano, seguro de sus palabras — Creo que es un error esperar a que nos ataquen, deberíamos hacerlo nosotros primero.

    — ¿Te refieres a ir allí y pelear allí?

    — Así es, pero solo con el factor sorpresa y conocedores de la ruta segura que hay entre el cinturón de asteroides hasta Paraíso — Explicó Ender — Sin ambas cosas, lo tendríamos muy difícil. Tienen mejor tecnología y una posición estratégica envidiable.

    — Eso parece.

    — Es así, Om — Musitó el humano, serio — Por desgracia, una vez lleguen a atacarnos aquí y por lo que sea logremos repelerlos, serán conscientes de que iremos a por ellos. Y en ese entonces, necesitaremos un buen plan si queremos terminar con esto.

    El otro syleriano, Uriow Emmon, se hallaba en uno de los hangares de Promesa realizando reparaciones en una lanzadera de origen syleriano, la cuál había sufrido una sobrecarga en sus circuitos al entrar muy rápido a la atmósfera de Neonia. Mientras continuaba con la reparación, el subcomandante Tanner entró al hangar con la intención de ayudar a su compañero de la Seven en su tarea.

    — ¿Cómo va? — Preguntó Eron, viendo al syleriano trabajar duro en la reparación de la lanzadera.

    — El sistema está frito — Respondió Uriow con resignación — Aún es pronto para decirlo, pero quizá haya que cambiar todo el cableado e instalar un mayor escudo para cruzar atmósferas planetarias.

    — Es comprensible, los sylerianos lleváis años sin usar las naves para salir del planeta ni viajar a otros, probablemente se hayan quedado un poco anticuados algunos sistemas — Supuso el humano, quién traía una serie de herramientas en su mano — No sé mucho de ingeniería y mucho menos de ingeniería syleriana, pero dime si puedo ayudarte en algo.

    — Dame conversación, me vendrá bien tener a alguien con quién hablar — Indicó el syleriano Emmon.

    — Muy bien — El subcomandante del ejército humano tomó asiento cerca de su compañero — ¿Tienes familia con vida?

    — Mis padres y mis siete hermanos en Syleria — Murmuró Uriow sin dejar de reparar el daño en la lanzadera — Hablo de vez en cuando con mis padres, pero con mis hermanos apenas lo hago.

    — ¿A qué se debe eso?

    — Los sylerianos somos seres muy independientes — Explicaba Uriow con normalidad — El concepto que la humanidad tiene de familia, nosotros lo tenemos distinto. Entendemos que cada uno tiene su vida y su libertad, y preferimos cierta soledad a estar rodeados de mucha gente durante mucho tiempo.

    — Lo comprendo — Eron estaba realmente sorprendido con algunos aspectos sylerianos — Siempre sienta bien un poco de soledad para reflexionar.

    — Sin embargo, desde que hemos entablado contacto con la humanidad y de nuevo con los neonianos, ese sentimiento de familia se ha disparado entre mi gente — Contaba el syleriano — Quizá es por temor y protección, quizá simplemente el hecho de ver a dos especies tan unidas y formando una gran familia tras haber sobrevivido a cosas horribles... Sea lo que sea, lo veo algo positivo para los sylerianos.

    — Me alegra que así sea, Uriow — Tanner asintió, estando de acuerdo con las palabras del alienigena — Yo también pienso que esta alianza será muy positiva para todos.

    La líder neoniana se encontraba en la que era su vivienda habituada en Promesa para ella, tomándose un momento de tranquilidad tras estar al frente de todos los problemas cotidianos de su gente, cuando unos golpes a la puerta interrumpieron su rato de calma y descanso. Erie se incorporó de su sofá y camino hasta la puerta, abriéndola y encontrándose con la neoniana Reeda.

    — ¿Puedo pasar? — Klamp sonaba realmente seria — Debemos hablar.

    — Claro, adelante.

    Tovam dejó entrar a una de sus soldados y cerró la puerta tras ella. El hecho de ver allí a Reeda le hacía suponer que se trataba de algo serio para su especie o de un problema que debía ser solucionado por la líder de estos, sin embargo, su expresión indicaba todo lo contrario.

    — Sé lo que intentas con Yak — La joven neoniana estaba siendo tajante — Y te advierto de que no continúes por ese camino.

    — ¿Perdona, Reeda? — Erie apenas estaba procesando lo que acababa de oír — ¿Qué se supone que intento con Yak?

    — ¡No me tomes por fulaash! — Fulaash significaba tonta o inútil en el idioma neoniano — He visto cómo le miras, cómo lo quieres cerca tuya y me mandas lejos a mí para aprovechar mi ausencia... ¡si hasta lo tienes cómo tu segundo al mando!

    — Lo tengo como mí segundo porque es de confianza, firme y decidido cómo debe ser — Explicó Erie, molesta por esta repentina irrupción en su casa — Vanth le enseñó realmente bien.

    — Y eso es otra cosa — Reeda se aproximó a su líder con seriedad — ¿Quién te ha elegido líder tras la muerte de Vanth? Viniste cómo líder de una base y te autoproclamaste líder de nuestra especie...

    — En esos momentos y ahora, soy la persona más capacitada para el puesto — Dijo Erie, confiada — Si has venido a restregarme tus celos y a criticar mí posición, ya te puedes ir yendo de mi casa.

    — Está muy claro lo que pretendes, Erie Tovam — Murmuró la joven neoniana con cierta ira recorriéndole el cuerpo — No dejaré que estropees lo mío con Yak.

    — Quetaryan es libre de decidir qué quiere — La líder neoniana desveló finalmente sus intenciones — Si quiere a una neoniana posesiva, controladora e insegura cómo tú, o a una neoniana responsable, de mente abierta y decidida cómo yo.

    Los Super Rhajik se encontraban listos para la acción desde que se daba por supuesto que los Anixis irían a Neonia, por lo que todos estaban en claro nivel de alerta, vigilantes ante lo que pudiese ocurrir. Con su líder unos días fuera de juego hasta ser reparado, ahora Zyon regresaba a sus tareas de liderazgo. Tras ordenar a las máquinas que estuvieran atentas a cualquier nave que aterrizase en la superficie por si eran el enemigo, éste se dirigió al interior de Promesa, encontrándose con el joven neoniano discípulo del fallecido Vanth, el cuál se hallaba en la sala de ingeniería comprobando el Winlock que habían logrado recuperar del polo sur de Vulkano tras la reunión con el Emperador Gar Xom.

    — He de admitir que ese fusil tiene un gran poder — Dijo Zyon, sorprendiendo al neoniano con el arma en sus manos — Podría haber destruido mi unidad mental.

    — Tiene una potencia asombrosa, es cierto — Murmuró Yak mientras observaba el arma de arriba a abajo — Estoy pensando en usarlo, en colocarme en una posición estratégica de altura e ir abatiendo Anixis cuando lleguen.

    — No sabemos por que lado vendrán — La máquina estaba siendo lógica — Podrías tener una ventaja o una desventaja según cómo iniciara el combate.

    — Ya, bueno, ¿los Super Rhajik pensáis en eso? — Quetaryan tenía intriga por saberlo — Estrategia, ventajas...

    — Somos máquinas de obra reconvertidas en máquinas de guerra — Dijo el Super Rhajik — Evidentemente.

    — He visto a muchos Rhajik pelear y he visto muchas veces cómo iban al ataque sin pensar en las consecuencias, cómo una marea de odio que se abalanzaba contra el enemigo — El neoniano recordaba incluso la guerra Rhajik en la que participaron activamente los humanos — No sé si pensáis en estrategias ahora mismo, pero esa táctica de la que hablo, créeme, intimida al enemigo. Esa es la ventaja con la que contáis los Super Rhajik y con la que no contamos el resto de seres: la brutalidad del primer golpe.

    — Supongo que eso es así porque somos máquinas y no sentimos dolor ni tenemos sentimientos — Dijo Zyon con su ya clásico tono indiferente de robot — Por eso estamos siempre en primera línea.

    — Dime Zyon, ¿por qué lo hacéis? — Yak sentía curiosidad — ¿Por qué los Rhajik os ponéis en primera línea para defender al resto? Quiero decir, nadie os obliga a ser el escudo inicial que defienda al resto.

    — Fuimos creados con el propósito de mejorar las vidas de los neonianos mediante quitarles trabajo pesado, pero el Supremo corrompió a la gran mayoría de Rhajik y los convirtió en máquinas de matar — Explicaba Zyon — Ahora que los Rhajik que existimos estamos liberados del yugo del Supremo, nos debemos a nuestros creadores, los neonianos, y a nuestros salvadores, los humanos. Ahora también los sylerianos, porque las cuatro especies formamos una alianza y los Rhajik creemos en ella. Conocemos nuestras capacidades y funciones, no tenemos problema en no ser más que los demás, pero nos alegra que nuestra función sea mejorar vidas orgánicas para que juntos, prosperemos y nos beneficiemos. Nos toca estar en el frente, Quetaryan, pero no podemos estar en todos los frentes abiertos a la vez. Y confiamos en los humanos, neonianos y sylerianos para que lo hagan por nosotros y el resto.

    [...]

    Día ocho: llegada al sistema Neon

    La flota Anixis conformada con cinco naves para mil soldados cada una, ya se encontraba en el sistema neoniano tras una semana de viaje por el espacio. En una de esas naves viajaban los líderes Deon Xom y Sun Brume, los cuáles se hallaban juntos en el puente de mando mientras el radar les indicaba que estaban a unas horas de Neonia, además el sensor detectaba presencia de naves en sus proximidades, lo que quería decir que la Alianza pelearía por evitar que los Anixis aterrizasen en Neonia sin problemas.

    Emperador Xom, ¿órdenes?

    — Pilotos, subid a los cazas de combate — Indicó Deon con seriedad, por la radio que conectaba con las cinco naves de la flota — Haremos contacto con el enemigo en breve y quiero una línea de defensa alrededor de la flota.

    Entendido, señor.

    La líder de la Resistencia observaba desde el puente de mando como los cazas salían tanto de la propia nave en la que se encontraba como de las restantes, habiendo un total de unos treinta cazas de combate que serían la punta de la lanza. El mayor de los Xom se aproximó a la mujer y comenzó a acariciarle el rostro, haciendo que ésta se volteara y recibiera un beso por parte de éste.

    — ¿Estás lista, preciosa? — Deon parecía ser otra persona cuando hablaba con ella — Avisa a tus amigos de la Resistencia para que se preparen.

    Sun asintió, aún impactada por lo que acababa de suceder, y tomó una radio de menor rango de proximidad para colocar una frecuencia específica. Tras unos minutos, el intento de comunicación dio sus frutos.

    ¿Sun? ¿Eres tú?

    — Soy yo — Musitó la asiática — Estamos a unas pocas horas de alcanzar Neonia, muy pronto comenzará el combate entre las naves en órbita, quiero que os preparéis para intervenir una vez logremos aterrizar en la superficie.

    Entendido, estaremos listos — El tipo al otro lado de la radio resultaba ser Jacob 'Shadow' Klein, el segundo al mando de la Resistencia — Golpearemos a la Alianza por detrás, justo cuando menos lo espere.

    — Permanece en esta frecuencia de radio para comunicarnos, a mí orden, atacaréis — Indicó Brume con seriedad y determinación absoluta.

    Eso está hecho, amiga.

    Sun cortó la comunicación por el momento y se volteó para ver al Emperador de los Anixis, mirándola y sonriente. En ese preciso instante, los primeros sonidos de disparos entre naves y alguna explosión inundaban el silencio del espacio, incluido el del interior de la nave, mientras la flota Anixis avanzaba directa hacia el planeta neoniano para atacar primero y con suerte, para ganar definitivamente una guerra que ya duraba unas semanas que parecían años.
     
    • Adorable Adorable x 1
  2.  
    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

    Piscis
    Miembro desde:
    28 Agosto 2012
    Mensajes:
    4,806
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Saludos amigo, es hora de comentar el capítulo final del año. Lo bueno es que no me espera demasiado tiempo antes de retomar la historia, y solamente tengo que aguantar durante unas tres semanas más para ver la continuación. Qué bueno, porque si no me iba a morir de la ansiedad XD.

    Tengo que decir que este capítulo junto con los dos anteriores ha vuelto a ese ritmo tan tranquilo con el que empezó la parte. Es bueno. Sentía algo de preocupación de que la parte cambiara de ritmo otra vez, pero no ha sido así. De hecho, este capítulo fue incluso mejor que los cinco primeros en lo relacionado a mantener un buen ritmo, ya que este tuvo varios puntos de vista de todos los personajes, mientras los primeros cinco solo abarcaban una parte. Por eso, en el aspecto de llevar un buen ritmo, este capítulo ha sido el mejor de la parte V hasta el momento.

    La guerra que tanto se anticipaba va a llegar, y está claro que va a ser un conflicto mejor llevado que el que aconteció con los Rhajik y la Resistencia. En esos casos, la guerra inició muy pronto. No digo que los conflictos estuvieron mal desarrollados, porque para nada fue así. Esos dos conflictos han estado bien, pero este se ha horneado mejor, y, además, nos has mostrado los puntos de vista de ambos bandos, cuando antes solamente veíamos el de los Viajeros. Por eso tengo fe en que este conflicto será el mejor.

    Este capítulo ha servido mucho para marcar el cierre de la tranquilidad antes del estallido. Así que, voy a eso.

    La primera escena entre Deon y Sun me ha demostrado que Sun, pese a odiar a Deon, debe desear con muchas ansias ser la gobernadora de la humanidad. Está claro por sus diálogos en el capítulo anterior que ella le guarda algo de resentimiento a Snow, y que luego de ver que ni humanos, neonianos o sylerianos la quieren, su última oportunidad es deshacerse de ella (como lo ha deseado en el final de la parte III, la muy zorra) con ese conflicto. Está claro que una vez ella esté fuera de su camino, irá por Deon, eso es seguro, pero imagino que ella irá paso a paso. Tengo que decir que, con algo de suerte, ella ha sabido jugar para ponerse en una posición ventajosa. Incluso aunque ella se haya vengado de Deon de cierta forma (y que forma XD) sigo deseando que muera, y lo seguiré haciendo. Pero al menos ese idiota ya no podrá lastimar más mujeres. Me sorprende que Deon admitiera que había hecho eso con una compañera en la academia, ya que yo creía que él se había vuelto un enfermo por todo lo sucedido en Colapso. Ahora veo que siempre fue así, y eso me hace quererlo muerto todavía más.

    Sith ha liberado a Barbara, y tengo interés por saber cuál es el plan. Aunque, juzgando por las palabras de ambos, parece que ellos dos únicamente se dedicarán a la huida para estar a salvo. Me pregunto a dónde terminarán huyendo si lo ideal es estar a salvo de Deon, ya que dudo que puedan tomar naves sin ser descubiertos. Mientras tanto, parece que la gente se está revelando en contra de las acciones de Deon, y que los militares lo tendrán muy difícil para cuando llegue el momento de lidiar con ellos, ya que las tropas acudirán a Neonia y no habrá mucha gente para controlar a la población. Veo que Lina está muy comprometida con ayudar a la alianza, ya que incluso parece que se arriesgará por ellos. Es genial, dado a que además de contar con Ender y Cia, también tendrán su ayuda para cuando necesiten información.

    La escena entre Arva y Snow ha sido muy bonita. Ambas son madres y el hecho de que sean amigas hará que sus bebés crezcan como amigos. Ha sido muy conmovedor ver a Snow diciéndole a Arva que ella y Lill son su familia, y que no estará sola cuando sea el momento de que nazcan los mellizos de la piloto. Sigo sufriendo por la partida de Axlor, pero supongo que en esta vida no siempre se tiene lo que se quiere. Y me dolió mucho ver que Snow haya decidido no compartir una noticia de felicidad con Lill para no distraerlo de la guerra que se avecina. Sus motivos los entiendo, pero de verdad, me dolió… :anicry:

    La conversación entre West y Cinthia fue bastante esclarecedora para el ingeniero. Si bien, no me gustó la forma en que trataba mal a todos luego de que él se diera cuenta de la verdad, se lo entiende. Estuvo cinco años amando a una persona que no lo amaba, y que solamente lo usó. Lo peor de todo es que esos cinco años debieron ser los más difíciles para cualquier ser humano, y él habrá visto a Cinthia como una luz de esperanza. Por estas cosas Cinthia no me vuelve a caer bien. Se aprovechó de alguien para no estar sola, y cuando tuvo la oportunidad, se fijó (y no solo eso) en otro hombre, hombre que estaba casado con una amiga de la propia Cinthia, y que tenía una hija. No la odio, pero ella está en un punto neutral, y creo que permanecerá allí.

    La charla entre Lill y Ashley ha sido la mejor y más emotiva del capítulo (para mí, al menos). Ha sido bonito ver a dos amigos de la infancia hablar nuevamente, y también compartir el dolor por la muerte de alguien querido para ellos. En su momento, la muerte de Alexander los afectó a ambos, pero no estuvieron para ayudarse. Lill acompañó a Snow a cazar a Jim y Ashley partió a la guerra en Xhander. Si no hice mal las cuentas, ellos dos no han interactuado directamente desde la parte II, lo cual es bastante considerando todo el tiempo que pasó. Fue triste ver a Ashley admitir que las cosas pudieran haber sido diferentes, y también fue muy duro ver a Lill pedir perdón por no estar con alguien a quien consideraba su familia. Pese a que ambos me agraden, tienen razón en lo que dicen, y ver que reconocen y aceptan sus errores fue muy bonito. Ojalá ver más charlas entre ellos dos en el futuro.

    La charla entre Ender con Om y la de Eron con Uriow han sido bastante buenas también, igual que todas las demás. Ha sido bueno ver interactuar a Ender y Om, porque ambos, a mi punto de vista, fueron los personajes más interesantes introducidos en la parte IV. Om es alguien que suele actuar con discreción, y Ender claramente tiene un ideal de paz que contrasta con el de su padre y su hermano. Creo que los dos son compatibles para ser buenos amigos, aunque para eso tendré que esperar. La charla de Eron con Uriow ha servido para profundizar más en la personalidad del syleriano del que habíamos visto muy poco, y de también la mentalidad de toda su especie, la cual va cambiando luego de conocer a los humanos y neonianos. Con el retiro de Arva fuera de la acción, creo que ella estará a salvo de ser herida, por lo que sumo a Uriow a la lista de posibles muertes que hice en el capítulo anterior.

    La charla entre Reeda con Erie no ha dejado bien parada a la hija del general neoniano. Debo darle la razón a Erie, y Reeda está algo paranoica por las cosas que suceden. Ella solamente la ha enviado a una misión de reconocimiento, pero luego de eso, Reeda no ha recibido órdenes de alejarse de su pareja. Reeda está siendo una niña celosa e insegura, tal y como Erie se lo dice, y tiene razón. Sin embargo, ella debería hablar con Yak al respecto de todo eso, en lugar de simplemente acercarse a que la dejen en ridículo XD.

    La charla entre Yak y Zyon me da a entender que Zyon efectivamente va a morir. No solo ha perdido capacidad de combate, sino que también ha recibido mucho más desarrollo que en partes anteriores. Fue bueno ver a un robot con cierto toque humano, sobre todo ver que ellos tienen voz y una opinión, la cual fue la razón para que el Supremo los desterrara en su momento. Yak y él han compartido una buena escena, y está claro que ellos serán importantes en la guerra, al menos en el inicio.

    Creí que la guerra daría inicio en el siguiente, pero se implica que su inicio fue al final de este capítulo. Los Anixis han iniciado el ataque y la Resistencia hará lo propio muy pronto. Muero de ganas por ver qué tal inicia, ya que es el clímax de la parte V. Te dejo mis predicciones.

    Snow, Cinthia, Arva y West: ellos están lejos del peligro, así que sobrevivirán.

    Lina, Iris, Sith, Bar: lo mismo que dije para los cuatro anteriores. Pero creo que Bar estará en peligro cuando la lucha sea llevada a Paraíso.

    Sun: honestamente, no la veo muriendo en la guerra. Ella o escapa y queda fugitiva, o bien la encierran. Ojalá equivocarme y que la terminen matando, que lo vengo deseando casi desde el final de la parte III. Pero tristemente (para mí XD) no veo que ella fuera a morir.

    Deon: este va a morir, lo sé porque se ha ganado muchos enemigos. Alguien entre Sun, Bar, Ender, Yak o Lio va a darle el golpe de gracia. Si no muere en el enfrentamiento de Neonia, morirá cuando regrese a Paraíso.

    Lill: él sobrevivirá. Por tu bien, más te vale que así sea XD.

    Ashley: la veo con probabilidades de morir, pero son bajas. Para mí, alguien entre ella o Eron no la cuenta.

    Eron: mismo caso que con Ashley, pero él tiene más probabilidades de morir. Lo veo un 80-20 en favor (o debería decir, en contra) a Eron.

    Ender: no lo veo muriendo en esta guerra. Para mí tiene probabilidades, pero son bajas, me atrevo a decir 1%.

    Uriow: viendo que ha empezado a desarrollarse hace poco y que él está alejado de su familia, lo veo como un candidato a morir aquí.

    Om: es un personaje muy interesante, y estoy seguro de que su relación con Hylda podría explorarse aún más. No lo veo muriendo.

    Hylda: mismo caso para Om. Después de todo, ella será parte de los refuerzos, así que no la veo perdiendo la vida.

    Lio: él podría ser la muerte heroica que se de en el capítulo final. Luego de ver su resolución y todo su progreso, temo por su muerte. Por eso lo veo como una muerte segura que ocurrirá en esta parte. Ojalá no.

    Cia: creo que ella podría dar su vida en el conflicto, agradecida por haber sido guiada al camino correcto por Lio. Diría que tiene más del 75% de probabilidades de morir.

    Erie: con la muerte de Narisha (parte III) y Vanth (parte IV) no creo que los neonianos se vuelvan a quedar sin líder. Y el hecho de que ella sea la nueva piloto y un personaje interesante, me hacen pensar que ella no morirá aquí.

    Zyon: él es una muerte fija. Luego de su pérdida en capacidades de combate y el desarrollo que tuvo, le doy un 110% de probabilidades de que muera aquí XD.

    Reeda: ella y Yak están en el mismo camino que Eron y Ashley. Veo a uno de los dos muriendo. Pese a su actitud en este capítulo, la veo a ella con más probabilidades de sobrevivir.

    Yak: viendo que él se ha convertido en un ícono para los suyos por haberlos liberado, y sus deseos de matar a Deon por venganza y de tomar el rifle anixis para la lucha, lo veo a él muriendo con más probabilidades que a la misma Reeda. Las cosas para él y Reeda son como lo de Eron y Ashley, pero en este caso, lo veo a él con un 90% de probabilidades de morir.

    Jacob: no lo veo como un personaje crucial, y solo está para cumplir dos funciones que son liderar a la Resistencia en ausencia de Sun y recabar información. Creo que él morirá en esta parte, y si apuesto más, sería de los primeros en caer.

    Creo que no me dejé a ningún personaje al cual apostarle por su futuro, así que esas son mis apuestas. Ya veremos si alguna se cumple o no. No tengo que confiarme contigo. Ya que las muertes de Hillary, Axlor y Vanth fueron inesperadas, ya que yo los imaginaba llegando más lejos :(

    No encontré errores en el capítulo, así que no será necesario detenerme en eso.

    Bueno, aquí acaba mi comentario al capítulo de hoy, pero no me despediré aún. Voy a darte un pequeño extra.

    De todas las historias que se encuentran en este foro, esta es la que más disfruto de leer. Y es por eso por lo que quiero darte un pequeño regalo en este comentario. Dado a que la paso tan bien leyendo esta historia, he decidido que voy a dejarte la lista de los capítulos que más me han gustado de toda la saga. Desde sus inicios hasta el capítulo reciente. Tendrás el nombre del capítulo, la parte a la que pertenece y la razón por la que está entre mis favoritos. La lista irá ordenada según la fecha en que los capítulos han ido saliendo. Aquí la dejo para ti.

    Pesadilla (Parte I): Aunque no las haya comentado todas, tú sabes que yo siempre he leído cada una de tus historias en este foro. He dicho que LV es mi favorita de todas las historias que has creado, pero esto (lógicamente) no fue así desde el principio. Al iniciar, esta historia me gustaba más que las demás por los personajes tan interesantes que ofrecías, pero en términos de narración y trama, la veía al mismo nivel que otras como Instinto. Este capítulo fue el que cambió eso. Luego de que publicaras este capítulo, LV dio el paso del gigante, alejándose años luz de todas las otras historias de tu autoría. Y hablo en serio. Este capítulo tuvo acción impecable, sucesos que sacudieron la trama como la muerte de Alexander, la infiltración de Axlor y Arva en una nave Rhajik, y la huida de Jim a la Luna. Mostró a los Rhajik como una amenaza muy seria y terminó con un mensaje los mismos para los personajes. Este fue el primer capítulo en el que vimos el punto de vista de todos los personajes, y fue por eso mismo que me encantó. Podrías considerar este capítulo como el que hizo ascender a LV.

    Las consecuencias de sus actos (Parte I): un capítulo épico y genial para finalizar la parte I. No puedo decir nada que no dijera antes. Acción épica y el enfrentamiento final entre los Rhajik y los Viajeros. Una trama que se desarrolló en una parte completa, acabó de una forma muy épica. La acción estuvo presente, y la pelea terminó en victoria para los Viajeros, pero con consecuencias (como dice el título del capítulo) que les cambiaron la vida. Los Viajeros jamás supieron del paradero de Naylon, Jefferson y Kyllian se sacrificaron por la victoria, los Rhajik hostiles quedaron eliminados, el Supremo quedó atrapado en Xander, Jim estaba prófugo, Axlor quedó muy afectado por haber abandonado de nuevo a su superior, y los Viajeros se dividieron. Fue un final abrupto, pero creo que eso mismo lo que le dio ese toque tan increíble al capítulo. Se cerraba un arco argumental de la historia, pero se sabía que la historia iba a continuar, y así lo hizo.

    Un nuevo comienzo (Parte III): yo tenía una teoría para el capítulo final de la parte III y era que la Resistencia lograría expulsar del planeta de Neonia al gobierno humano y a los neonianos también. Veía que los nueve capítulos anteriores estaban desarrollando las cosas de forma que creí que ese sería el resultado. Al final, no fue así… fue incluso mejor. La pelea entre el gobierno y la Resistencia fue épica, y antes de que terminara, el planeta sufre una invasión que frena los conflictos. No fue una invasión convencional de naves que descienden a la atmósfera, sino que fueron lanzadas cápsulas somníferas al planeta para dormir a la población. Luego de eso, la Arcadia parte mientras los que quedaron en el planeta, se ven atrapados a la merced de los invasores que han frenado la guerra civil. Aquí te felicito. Lograste darle a la historia un giro impredecible pero que tuvo toda la lógica del mundo, cosa que es muy difícil de lograr.

    Resistencia (Especial): este capítulo fue bastante bueno, a la vez que triste. Vemos algo que siempre tuve curiosidad de ver y fue el impacto de la pérdida del Sistema Solar en los habitantes de la humanidad. Este capítulo muestras las cosas desde un punto de vista excelente. La gente ve a los neonianos como culpables por la pérdida de su hogar, y viendo que están solos en un planeta donde una dictadura fue creada para controlarlos, nace la Resistencia. La trama de gobierno vs rebeldes está muy vista, y yo tenía mis dudas cuando vi para donde iba a tomar rumbo la historia. Pero fuiste capaz de despejarlas por completo en la parte III, y este capítulo que muestra una humanidad golpeada, y el origen del grupo criminal fue perfecto. No solo nos contó el origen de su grupo, sino que también hemos visto facetas de personajes como Axlor, Sun y Lio. El cierre de este capítulo con Snow convirtiéndose en gobernadora, con la Resistencia pasando al terreno ilegal, y con Axlor desertando fue un cierre hermoso y doloroso a la vez luego de ver lo que ocurrió en la parte III.

    Punto de partida (Parte IV): la continuación del final de la parte III, que me dejó tan ansioso y que cumplió su objetivo. Creo que todo en este capítulo fue oro. Ver como la Arcadia huía de una amenaza desconocida, como Snow, Lio, Sun, Dyrian y Yak se quedaban en el planeta mientras los drones de los invasores los buscaban, y luego ver los sueños de Ashley, Eron y Vanth pasar de felicidad a tristeza, hizo un primer capítulo muy bueno. El no haber mostrado a los invasores aquí, dejando ese toque de misterio para el capítulo siguiente fue una jugada que no está al alcance de cualquiera. Todo lo que dije arriba contribuyó a que este fuera un capítulo bastante oscuro. En términos generales, este fue el capítulo más sombrío de LV hasta la fecha, sintiéndose casi como si estuviera leyendo una historia de terror. Y supiste como hacerlo sin la necesidad de meter muerte, destrucción o sangre. Solo tomando a tus personajes y poniéndolos ante una situación adversa que los superó por completo, logrando dar la sensación de que todo estaba perdido. Pocos pueden lograr algo así, por lo que toca felicitarte por eso.

    Los visitantes (Parte IV): quizá el capítulo menos impactante de la lista, pero es un favorito mío y lo tengo que poner. Como sabes, a mí me gustan los capítulos cuando el grupo está separado, pero cuando están unidos, me gustan todavía más, porque vemos siempre las opiniones de cada uno de ellos sin dejar afuera a ninguno. En este capítulo, el grupo se reunió nuevamente tras varios capítulos, dado a que no estaban completos desde la parte II. No solo eso, sino que la humanidad que estaba prisionera de los Anixis pudo escapar. Sumado a todo lo ya mencionado, se escucha una llamada de auxilio de Reeda y Etyah que plantea más misterios, y el final, con los Anixis sintiéndose confiados pese a ser tomados por sorpresa y ver destruidas una de sus naves me hizo saber que esa victoria que parecía ser grande para la humanidad era más bien un pequeño raspón para los Anixis. Aunque lo que más hermoso del capítulo fue la reunión de Lill y Snow (perdona a mi lado fangirl XD) que estaban separados desde hacía unos 17 capítulos.

    Tiempo para pensar (Parte V): un capítulo de transición bastante tranquilo, pero no por eso aburrido. De hecho, este capítulo pese a no tener avances super importantes en la trama, está en esta lista por lo que muestra en el mismo. Se ve como el grupo de Eron, Reeda y Uriow parte a Paraíso, con el miedo lógico de que algo malo les pase y con sus amigos despidiéndolos. Se ve una conversación interesante entre Ashley y Arva que en la parte IV no se dio, y fue un momento muy duro. Se ve a West teniendo esperanzas de que Lio esté vivo, pero lo más importante es algo que ya te imaginas XD. Lill y Snow, la pareja de oro de esta historia, tuvo un conflicto que puso en peligro su relación. Lo mejor es que su conflicto fue de lo más lógico del mundo, puesto a que sus posturas divididas se hicieron insostenibles para ellos. Luego de matarme con esa escena inicial, me devuelves la vida con una reconciliación muy bonita. Por todo eso, este capítulo se ganó un lugar en la lista.

    Juego sucio (Parte V): de los capítulos mejores narrados de la historia. No solo eso, sino que todo lo que sucedió aumentó el interés que tenía por esta historia mucho más. Ver como Sun se les infiltró era una clara señal de que habría problemas, y su conversación con Eron fue disfrutable. Pero lo mejor se lo llevó Lio. Sus charlas con Sith, Iris y Lina, sobre todo con esta última que es donde la idea de su misión cambia al enterarse la verdad en la que habitan los humanizados Anixis, fue un buen giro para el personaje y sus objetivos sin alterar su desarrollo en la parte IV, sino todo lo contrario, dándole más significado a la misión que él se propuso cumplir. Y qué decir de su charla con Deon para luego terminar enfrentándose a él, rompiéndole las costillas en el acto. La pelea narrada increíble y Deon mordiendo el polvo (algo que disfruté) fueron la cereza del capítulo que terminó tan bien como empezó. Hablando objetivamente, el capítulo 5 es el mejor de la parte V. Subjetivamente, mi favorito es el 4 (ya imaginarás el motivo XD), pero no se puede negar que ese capítulo con Lio de protagonista fue el mejor hasta ahora.

    Y ahí lo tienes. Desde que inició esta historia en el tan lejano 2017 hasta el capítulo de esta semana, estos son los capítulos que más me han gustado. Ya luego veremos si se agregan más capítulos a esta lista. Como bien sabes, a mí me han gustado todos los capítulos de esta historia, y con cada uno, me sigo emocionando igual que desde el primer día; pero los que salen en mi lista son a los que más estima les tengo, y creo que merecían ser destacados.

    Y con eso, me despido entusiasmado hasta el próximo año. Muero por ver el conflicto entre las dos humanidades, y ver quiénes serán los personajes que vivirán, los que morirán (las fichas están puestas) y los que marcarán la diferencia en el conflicto. Felices fiestas y buen comienzo de año, amigo. Un abrazo.
     
    • Adorable Adorable x 1
  3. Threadmarks: La guerra de las dos humanidades (Parte 1)
     
    Manuvalk

    Manuvalk el ahora es efímero

    Sagitario
    Miembro desde:
    14 Diciembre 2013
    Mensajes:
    688
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Los Viajeros V: Regresión
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    17
     
    Palabras:
    6786
    Saludos y bienvenidos al duodécimo capítulo de la parte V de Los Viajeros. Aquí comienza el clímax de esta parte de la historia, que sinceramente, hará que de aquí al final de esta parte, la tensión sea máxima. Habrá algún capítulo que rebaje esa tensión, pero de aquí en adelante, la situación será fuerte. Se vienen para mí una tanda de capítulos sencillamente espectaculares, y espero que también lo sean para vosotros. Reydelaperdicion te agradezco como siempre tu presencia en los comentarios y el seguimiento de la lectura tan puntual. Te mando un abrazo a ti y a todos los lectores que lleguen. Feliz año nuevo. Disfruten.




    La guerra de las dos humanidades (Parte 1)







    — Detectamos movimiento proveniente de los satélites ubicados en las proximidades de Vulkano. Superficie, confirmen que las lecturas son correctas, por favor.

    — Lecturas confirmadas, señora. Cinco objetos de gran tamaño se aproximan al perímetro establecido, posibles naves enemigas en formación.

    — Solicitamos órdenes inminentes, avistada una flota Anixis de cinco naves de gran dimensión.

    — Permanezcan a la espera y actúen en defensa propia hasta confirmación de orden.

    — ¡Hemos entrado en combate! ¡Docenas de cazas de ataque!

    — Aquí el comandante Lill Crane del ejército humano, en representación de los líderes que conforman la Alianza y con la máxima autoridad posible: luchen hasta el último aliento, estamos oficialmente en guerra.

    Las naves ubicadas en órbita con Neonia para actuar como primera defensa y evitar en la medida de lo posible el descenso de las naves Anixis, ya habían entrado en combate directo contra estos. Los cazas de combate enemigos fueron los primeros en aparecer, provocando la rápida reacción de las naves de la Alianza para contraatacar. La nave más avanzada de origen humano era la Arcadia, que fue remodelada y mejorada durante los cinco años que pasaron tras Colapso por petición expresa de la gobernadora Carver, siendo ahora una nave que además de ser de exploración, también lo era de combate.

    Con la ausencia de la piloto Arva Tidder por su embarazo, era Reeda Klamp quién se hallaba al mando de la famosa nave de los Viajeros. Tenía una breve experiencia manejando lanzaderas y debido a que su líder, la neoniana Erie Tovam, permanecería en tierra para defenderla, le tocó a la hija del comandante fallecido Turak Klamp coger el mando de la Arcadia. Con varios trabajadores humanos encargándose del resto de necesidades de la nave, la neoniana solo tenía que asegurarse de mantenerla en el aire y evitar que fuera alcanzada por los disparos láser y plasma que cruzaban el pequeño espacio entre la flota Anixis y las tropas de la Alianza.

    — ¡Activando escudo defensivo! — Exclamó uno de los tripulantes a bordo de la Arcadia, pendiente de los controles defensivos de la nave.

    — ¡Muy bien! — Reeda aprobó la maniobra de su compañero — ¡Preparad los misiles teledirigidos, vamos a ayudar a los nuestros!

    — ¡Hecho!

    De los laterales de la Arcadia se abrieron varios compartimentos señalando al exterior, los cuáles establecían un rumbo entre el caos de la batalla para dirigirse específicamente a las grandes naves Anixis que conformaban la flota.

    — ¡Ahora! — Ordenó la neoniana Klamp.

    Una primera tanda de misiles teledirigidos que constituían doce en total salieron disparados al espacio en dirección a la flota comandada por el Emperador Deon Xom. Estos misiles sortearon a las naves más diminutas para alcanzar a las grandes naves enemigas. Desde el radar de la nave en la que se hallaban Deon y Sun, se pudo ver como una docena de misiles se dirigían a su flota de cinco naves Anixis.

    — ¡Activad los escudos de plasma, ahora! — Ordenó el Emperador Xom por un canal de radio abierto que compartía con el resto de capitanes de las otras naves.

    Aunque la orden fue dada a tiempo, la activación de estos escudos no lo fue en algunos casos. Los misiles se dividieron en tres para cada nave, quedando una única sin ser golpeada que logró cubrirse con el escudo a tiempo. La nave en la que estaban el Emperador de los Anixis y la líder de la Resistencia fue golpeada con tres de esos misiles enviados por la Arcadia antes de que su escudo se cerrase completamente, provocando un tambaleo en la nave que hizo que las luces parpadearan brevemente por el golpe.

    — ¡¿Daños?! — Deon quería conocer el estado de su propia nave y de las que habían sido alcanzadas.

    — ¡Brecha en el sector izquierdo de la nave, Emperador! — Fue la respuesta que obtuvo el líder Anixis — ¡El escudo de plasma puede funcionar cómo barrera contra el espacio!

    — ¡Pues haga eso, maldita sea! — Ordenó Deon con su particular ira mientras señalaba a su piloto — Aproxímate a la superficie de Neonia para que podamos desplegar a nuestros soldados.

    — A sus órdenes, Emperador Xom.

    El piloto se dispuso a iniciar la maniobra de aproximación al planeta neoniano mientras alrededor de la gran nave se podía observar la intensa batalla que se estaba llevando a cabo entre naves de ambos bandos. Mientras los cazas se perseguían, las naves de mayor tamaño efectuaban sus ataques mediante disparos láser, de energía, de metralla o de plasma, provocando serios daños en las cubiertas exteriores de estas.

    Una explosión cercana en la nave que llevaba a Deon y Sun al planeta provocó que la vista en el frente se bloqueara de escombros, trozos metálicos de la nave que acababa de haber sido destruida. Estos comenzaron a chocar contra el escudo plasma de la nave, por lo que no dañaban la cubierta de esta. De pronto, cuando la proximidad a Neonia era evidente, la Arcadia se interpuso en su camino. El tamaño de la nave humana con el de la nave Anixis era realmente menor y parecía que podría ser incluso engullida por la de mayor tamaño.

    — ¡¿Qué mierda hace?! — Deon miraba furioso cómo la Arcadia yacía frente a ellos.

    — Sugiero que tomemos las lanzaderas ahora — Indicó Sun, quién conocía a la perfección cómo se les gastaban en Neonia.

    — ¡No es el momento! — El Emperador se dirigió acto seguido al encargado de disparar las armas de la nave — ¡Aparta esa basura de nuestro camino!

    — Activando cañones de plasma.

    — No — Musitó la asiática, interrumpiendo la orden de Deon — Usad las minas adhesivas.

    — Muy bien, señora.

    Reeda observaba desde su puesto de piloto en el puente de mando de la Arcadia. La neoniana quiso esperar pacientemente a que la nave Anixis desplegara sus armas para disparar sus misiles a los compartimentos de estas, provocando que las armas de su enemigo quedaran inutilizadas antes de si quiera haberlas utilizado. No obstante, la hija del fallecido comandante Klamp no supo lo que preparaba su enemigo. Cuando pudo darse cuenta, varios compartimentos exteriores de la nave Anixis soltaron una especie de platos metálicos que quedaron en suspensión en el espacio que había entre ambas naves.

    — Maldición... — Susurró Reeda, preparando una maniobra de evasión al temer que esas cosas fueran cómo minas — ¡Propulsores al máximo!

    — ¡Activando propulsores al máximo!

    La Arcadia dio media vuelta y puso rumbo a la lejanía de Vulkano, momento en el que esas minas dejaron de permanecer en suspensión para salir disparadas tras la nave. Klamp observaba el radar para comprobar la distancia a la cuál se encontraban estos objetos de la nave, comprobando con terror cómo varias de esas minas ya se habían acoplado a la nave de origen humano.

    — ¡No, no, no! — Exclamaba la neoniana, consciente de que estaba en grave peligro — ¡A las cápsulas de salvamento, ya!

    El resto de la tripulación obedeció a la neoniana y corrió a las cápsulas para salvarse del desastre que se avecinaba. La Arcadia había establecido un rumbo automático a Vulkano mientras Reeda se disponía a llegar a una de las cápsulas cuando la primera salió eyectada hacia Neonia con la mayor parte de los tripulantes.

    — ¡Rápido, Reeda! — Le indicó uno de los humanos que ya se encontraba junto a otros en la única cápsula que quedaba.

    La joven neoniana se dispuso a entrar cuando una explosión en la parte trasera de la Arcadia la desestabilizó por completo, cayendo hacia atrás mientras la propia nave parecía haberse partido por la cola. Reeda se vio de pronto, flotando a gravedad cero al abrirse una brecha en la nave que hizo que el vacío del espacio acabara con el oxígeno artificial de la nave humana. Los tripulantes de la cápsula optaron por huir cuanto antes pero justo en ese instante ocurrió una segunda explosión, esta en la mitad de la nave, provocando que la Arcadia se partiera literalmente en dos trozos que flotaban por el espacio con rumbo a Vulkano.

    Reeda intentó llegar a la radio del puente de mando para avisar a la superficie de Neonia de lo sucedido mientras al mismo tiempo se quedaba sin aire. La cápsula del resto de la tripulación no logró salir tras la explosión y la neoniana no logró alcanzar la radio, perdiendo la vida por la falta de aire. Su cuerpo y el del resto de compañeros que no huyeron a tiempo, quedaron atrapados en el interior de una partida Arcadia mientras sus restos viajaban lenta pero inexorablemente a la órbita del planeta volcánico.

    [...]

    La batalla en la órbita de Neonia estaba siendo muy pareja pero los Anixis habían logrado abrir una brecha en las defensas que provocó en su prematuro descenso a la superficie planetaria. Los soldados que esperaban en tierra no tardaron en ver como docenas de lanzaderas enemigas descendían concretamente en la colonia humana de Promesa, con la mayor concentración de gente. Sin embargo, cuando todos miraban al cielo y los Anixis aún no habían tocado suelo, los disparos vinieron por detrás.

    — ¡La Resistencia! — Exclamó uno de los soldados al ver cómo un grupo de miles de humanos se abalanzaba contra ellos.

    Ashley se encontraba en la retaguardia junto a Eron y se vieron sorprendidos por el ataque no tan sorpresa y repentino de la Resistencia, la cuál estaba liderada por Jacob 'Shadow' Klein. El hombre de piel oscura y habilidades innatas para pasar desapercibido, optó por mostrarse tal cuál y con Striker en mano para ayudar a los Anixis en la batalla.

    — Hijos de puta... — Musitó el subcomandante Tanner, cubierto tras lo que era un mural honorífico de muertos en la batalla del Sector 0, la primera gran batalla contra los Anixis — ¡Tomad esto, fracasados!

    Eron lanzó una granada de fragmentación a uno de los grupos de la Resistencia que ya estaba iniciando el combate en Tierra. La explosión de ésta provocó que algunos salieran disparados por el aire y otros directamente cayeran abatidos al suelo. Entre la humareda que dicha granada había levantado, Ashley vio un rostro conocido para ella: el de Jacob. Cuando ella lideraba la Resistencia, el tipo formaba parte de los últimos en haberse apuntado a la causa. Apenas había tenido trato con él, por lo que lo conocía muy poco.

    — ¡Jacob! — Le gritó Ripley mientras corría hacia él.

    La mujer placó al hombre y lo derribó al suelo, momento en el que le puso el Striker apuntando al corazón. Aún estando vendido a la muerte, Shadow sonrió con astucia. En una serie de rápidos y esporádicos movimientos, el tipo desarmó a la ex líder de la Resistencia y se la sacó de encima mediante un codazo dirigido al cuello. El golpe en la yugular fue fuerte que provocó que Ashley sintiera la falta de sangre en el cerebro durante unos segundos, instante que Jacob aprovechó para tomar el arma de la mujer y disponerse a acabar con ella. Sin embargo, el tipo vio que Eron le apuntaba desde una posición protegida y no tuvo más remedio que dar una voltereta en el aire para retroceder y esquivar los disparos del subcomandante, quién pese a no haber dañado al tipo, había evitado que su pareja muriese en sus manos.

    Eron corrió para comprobar el estado de su novia cuando se vio sorprendido por el propio Jacob, quién saltó sobre él y lo derribó. Shadow no era nada fan de las armas de fuego, por lo que prefería acabar con sus víctimas mediante el combate físico y puro, dónde era un rival difícil de eliminar. Tanner le dio un codazo en el abdomen y acto seguido otro en el rostro, quitándoselo de encima. El segundo al mando de la Resistencia se apartó aturdido durante unos segundos pero rápidamente adoptó una postura defensiva ante la mirada del hombre y la mujer, quién ya se estaba recuperando del golpe en la yugular.

    — Voy a acabar contigo, cobarde — Murmuró el subcomandante, quién tenía un especial odio por la Resistencia desde la última vez que los enfrentó.

    Jacob Klein era un hombre de muy pocas palabras, por lo que no le dijo nada verbal y se limitó a lo gestual, indicándole con las manos a Eron que se aproximara a él. El hombre frunció el ceño y se dispuso a atacarle, cuando su pareja frenó la intención.

    — Lo haremos juntos — Dijo Ashley, decidida a pelear codo con codo con su novio.

    Eron asintió y ambos se lanzaron al ataque. El hombre fue por la izquierda y preparó un puñetazo con el mismo brazo mientras que Ashley hizo lo propio por la derecha. Totalmente tranquilo pese a estar en una pequeña desventaja numérica, Shadow bloqueó los dos puñetazos con sus propias manos y con el apoyo de su pierna izquierda, pateó al dúo con su derecha, desplazándolos unos metros. Ahora el tipo de la Resistencia tomó la iniciativa y se abalanzó primero contra Eron, saltando sobre él y realizando una técnica de judo la cuál consistía en rodear su cabeza con las piernas y derribarlo al suelo. No obstante, cuando se dispuso a atacar a Ashley, ésta le apuntaba con un Buster que había encontrado en el suelo, probablemente de alguien que había muerto llevándolo.

    — Se acabó el juego, idiota.

    Ripley se dispuso a disparar en la cabeza a Jacob, pero éste sacó una granada de humo y la activó justo delante, logrando huir del combate y evitando un disparo cercano y certero que hubiese acabado con su vida. La soldado se dirigió a su pareja y la arrastró fuera del alcance del humo para que pudiera respirar. Los disparos y los soldados corriendo de un lado a otro en los exteriores de Promesa eran el único sonido y lo único que se podía ver en el lugar. La mujer y el hombre se apoyaron en un árbol tras haber perdido de vista a Shadow con la intención de retomar brevemente el aliento y regresar al combate, pues la pelea había sido breve pero intensa.

    — ¿Lill? — Ashley había tomado su radio para comunicarse con el comandante — ¡La Resistencia está en los exteriores de Promesa y los Anixis están aterrizando en lanzaderas!

    ¡Lo sé! — Respondió el comandante Crane, que parecía estar ya ocupado — ¡Tengo Anixis entrando por las cristaleras del techo de las arcas!

    — ¡Lill! — Eron tomó su radio tras haber recuperado el aliento — ¡Aguanta, vamos a ayudarte!

    ¡Tengo a Om conmigo y a otros soldados más, nos defendemos! — Indicó Lill — ¡Nos dirigimos a la sala de comunicaciones, necesitamos a Hylda y los sylerianos si no queremos fracasar hoy!

    — ¡Intentaremos llegar nosotros también! ¡Corto! — Dijo Ashley, decidida a contribuir todo lo que fuese necesario — ¿Estás bien?

    — Estoy deseando cruzarme con ese capullo otra vez — Respondió el subcomandante Tanner mientras se incorporaba y se aseguraba de que a su alrededor no hubiese enemigos que les avistaran — Es una jodida rata escurridiza.

    — Es muy hábil, hay que ir con cuidado — La soldado Ripley estaba siendo más cauta — Venga, vayamos a la sala de comunicaciones y reunámonos con Lill.

    [...]

    Una de las tantas lanzaderas de los Anixis aterrizó a tan solo un kilómetro de Promesa, saliendo de ella una docena de soldados que protegían al Emperador Xom y a la líder de la Resistencia, quiénes también estaban en dicha lanzadera. Los soldados fueron los primeros en salir, formando un perímetro de seguridad alrededor de su líder y de la socia de éste. Desde su ubicación se podían escuchar los disparos e inclusive alguna explosión además de apreciarse la cruda batalla que se estaba dando cerca de la única colonia humana que quedaba en pie. Al momento de haber descendido al planeta, un hombre de color se aproximó al escuadrón Anixis y su Emperador, saliendo de detrás de un árbol. Ese tipo era Jacob 'Shadow' Klein, la mano derecha de la asiática en la Resistencia.

    — Es de los nuestros — Dijo Sun a los soldados para evitar que abrieran fuego, mientras sonreía — Veo que recibiste nuestro mensaje a tiempo.

    — Todo ha salido cómo estaba planeado — Jacob se aproximó a su líder y miró de reojo al Emperador Xom — ¿Él es ese Emperador Gar Xom?

    — Ese era mi padre, en paz descanse — Respondió Deon con cierta ironía mientras tendía su mano al miembro de la Resistencia — Deon Xom, el Emperador Anixis.

    — Jacob Klein, o como me llaman la mayoría, Shadow — Se introdujo el tipo a sí mismo, estrechando la mano del líder Anixis — ¿Hay trato entonces?

    — Así es, la Resistencia tiene un hogar en Paraíso con los Anixis — Deon reafirmó su pacto con la líder de la Resistencia — A partir de ahora, respondes ante mí.

    — Yo solo respondo ante Sun, dile a ella lo que debo hacer y lo haré — Las palabras de Jacob sonaban serias y molestaron al Emperador.

    — Escúchame, Shadow, tú y tus camaradas de la Resistencia ahora formáis parte del ejército Anixis y quién está al mando de dicho ejército soy yo — Deon se encaró con el tipo, queriendo mostrar su autoridad — Se acabó responder ante Sun, ella es la segunda al mando en esto, yo soy el tipo que decide cuando y cómo te mueves, ¿entendido?

    Jacob tenía una gran confianza exclusiva con Sun y no le gustaba ser mandado por otra persona, especialmente una que desprendía cierta aura de superioridad que no le agradaba en absoluto. Sus ojos pasaron de centrarse en el Emperador a hacerlo en los de la asiática, quién lo miró detenidamente mientras asentía, dándole a entender que le había cedido en parte el control y liderazgo de la Resistencia a quién gobernaba en Paraíso, su futuro hogar.

    — Entendido — Musitó Shadow, tragándose su orgullo.

    — Perfecto — Dijo Deon, mostrando una vez más sus aires de superioridad con una sonrisa falsa — ¿Situación?

    — Hemos descubierto que intentan entrar en la sala de comunicaciones de Promesa para contactar con los sylerianos — Explicaba Jacob — Al parecer estos salieron de Syleria tras haber sido atacados por tus soldados, de los cuáles no parece quedar nadie con vida.

    — Lo sé, es una pena — El Emperador fue sarcástico, cosa que no le agradó a Shadow — ¿Qué más?

    — Descubrí días atrás que están de camino aquí, por lo que su aparición es inminente — Klein estaba siendo lógico en sus palabras — De momento partimos con cierta ventaja, pero si llegan los sylerianos, tendremos problemas.

    — Para cuando lleguen, Neonia será nuestra y sus amigos habrán sido abatidos — Murmuró Deon con gran optimismo — Tú y Sun iréis a Promesa a evitar que contacten con los sylerianos.

    — Muy bien — La líder de la Resistencia parecía resignada a obedecer al Emperador — Vamos, Jacob.

    Los dos miembros de la Resistencia marcharon a pie a Promesa, que estaba relativamente cerca, mientras los soldados Anixis mantenían su cordón de protección al Emperador Xom. Con todas las órdenes claras, Deon tenía decidido mantenerse al margen hasta que fuera necesario, consciente de que tenía a sus soldados y a la Resistencia para que le hicieran el trabajo sucio. No pasaron más de diez minutos cuando de pronto, el perímetro establecido por los Anixis se deshizo. Una granada llegó de la nada y estalló, abatiendo a cuatro de doce hombres. El resto, incluido el propio Deon, se sobresaltaron por ello pues ni siquiera vieron llegar la granada cuando un tipo que vestía con el mismo traje que ellos salió de entre unos arbustos y tomó rehén a uno de los ocho soldados restantes.

    El hombre tomó del cuello a su rehén y con un Buster en su otra mano comenzó a disparar a los siete soldados restantes, de los cuáles tres no pudieron reaccionar y recibieron los potentes disparos en el torso, dañando su armadura y perforándola hasta matarles. Quedaban cuatro soldados, el rehén y Deon, quién se metió rápidamente en la lanzadera para salir de allí. Los cuatro soldados Anixis dispararon contra el enemigo pero éste se cubrió tras su rehén, quién fue el que recibió los disparos plasma de los Flasher de los soldados. Cuando los disparos cesaron, el enemigo rodó hacía ellos y con un rápido movimiento clavó su daga de energía en el cuello de un soldado, momento en el que un segundo soldado se lanzó sobre él y recibió un potente disparo del Buster. El tipo desconocido lanzó su daga al cuello de otro soldado más, lugar que estos tenían desprotegido pues esa parte no tenía armadura sino más bien una malla oscura.

    La lanzadera puso sus propulsores en marcha para huir mientras el único soldado restante disparaba contra el enemigo, quién se cubrió con el soldado que atravesó con la daga para después lanzarle el cuerpo a éste y aprovechar dicha distracción para disparar dos veces su Buster, acabando con la vida del soldado y finalmente de todos ellos. La lanzadera que pilotaba Deon comenzó a alzarse poco a poco, por lo que aquel formidable enemigo tomó una granada de un soldado abatido por él mismo y la lanzó con buena puntería, entrando en el interior de la lanzadera, la cuál tenía las compuertas a medio cerrarse mientras se ponía en marcha.

    — ¡Mierda! — Gritó el Emperador Xom, quién tenía la lanzadera a dos metros de altura y se vio obligado a saltar de ella.

    La lanzadera explotó a muy poca distancia de Deon y del desconocido rival que había sembrado el caos en un instante, provocando que ambos se cubrieran en el suelo para evitar ser alcanzados en puntos críticos del cuerpo por los restos de la pequeña nave de transporte. Cuando el líder Anixis levantó la cabeza, vio a su rival enfrente, incorporándose. Sus ojos comenzaron a rabiar al ver que ese enemigo que había matado a doce soldados Anixis con una habilidad increíble de movimiento, reflejos y destreza, se quitaba el casco que cubría su rostro, mostrando a Ender Xom.

    — Tú... — Deon frunció el ceño y apretó los dientes mientras se incorporaba — ¿Cómo sabías dónde estaba?

    — Aún conservo mi traje Anixis, hermano, es fácil oír las conversaciones en onda corta de tu triste ejército — Ender sujetaba el Buster en sus manos — No creí que fueras tan cobarde, dejando que otros libren tu batalla... pero aquí estás, confirmando lo que era una sospecha.

    — ¿Para qué hacer tú algo si hay otros que están dispuestos a hacerlo por ti? — El mayor de los Xom se puso en posición de combate cuerpo a cuerpo frente a su hermano menor — Venga, Ender, tira el arma y enséñame que lo que acabas de hacer no es lo único que sabes hacer.

    — Si quieres que algo salga bien... — El menor de los Xom tiró el Buster a varios metros, colocándose en posición para pelear cuerpo a cuerpo — ...hazlo tú mismo.

    El hermano menor fue el primero en atacar, corriendo hacia el hermano mayor y dándole una serie de patadas rápidas en el torso que hicieron retroceder y caer de espaldas a éste último. El nuevo Emperador Anixis volvió a incorporarse de un salto tras haber caído y justo cuando el menor de los Xom lanzaba un puñetazo directo al rostro, Deon lo esquivó con agilidad y le asestó un potente golpe en las costillas, que de no tener la protección del traje, probablemente habrían sufrido alguna rotura. Ender retrocedió ante esto pero no se arrugó, contraatacando con una patada fuerte hacia arriba que dio de lleno en la barbilla de su hermano, haciendo que éste retrocediera por el golpe.

    — ¡Maldito...! — Deon comprobó que la patada de su hermano menor le hizo un corte en el labio del cuál estaba saliendo algo de sangre, cosa que durante sus combates de entrenamiento o de discusión, muy pocas veces había pasado a favor de Ender — ¡Acabas de cometer un grave error, hermanito!

    Deon inició una rápida combinación de puñetazos que Ender solo podía frenar colocando sus brazos en forma de equis, cosa que quería el Emperador pues evitaba que su enemigo pudiera usar los brazos. El mayor de los Xom aprovechó esto y se dispuso a golpear con su rodilla derecha el abdomen del menor de los Xom, quién vio el movimiento y lo paró con su rodilla izquierda, chocando ambos el hueso. Los dos sufrieron el dolor de ese golpe mutuo, mientras acto seguido Ender sacrificaba su equilibrio mediante una patada con la única pierna que le hacía mantenerse en pie.

    El golpe fue en un costado del torso del Emperador Anixis, quién retrocedió tras recibir el daño. Ender se hallaba en el suelo y aprovechó esos segundos de dolor que tenía su hermano mayor para teclearlo desde su posición, derribándolo. El Emperador Xom estaba realmente frustrado porque su hermano había adquirido una destreza en combate que nunca tuvo y estaba perdiendo la pelea. El menor de los Xom se incorporó y se aproximó a su hermano, quién se veía casi abatido, en el suelo.

    — Siempre fuiste un estorbo — Murmuró Ender en una clara referencia a lo que dijo su hermano mayor la última vez que pelearon, dispuesto a asestarle un golpe definitivo — Debiste matarme aquella vez.

    Justo cuando Ender iba a aplastar el cráneo de su propio hermano, una lluvia de balas le obligaron a resguardarse tras los restos de la lanzadera destruida, los cuáles aún ardían. Un escuadrón Anixis de al menos quince soldados corrían en dirección a los hermanos Xom, logrando evitar de forma casi milagrosa, la muerte de su actual líder. Realmente frustrado por no haber logrado su cometido, el menor de los Xom no tuvo más remedio que salir corriendo del área por entre los árboles, para dificultar que los disparos de sus enemigos le alcanzaran. La huida de Ender propició la salvación de Deon, quién se incorporaba dolorido por el reciente combate contra su hermano menor.

    — ¿Está bien, Emperador Xom? — Preguntó uno de los soldados del escuadrón, preocupado por su líder.

    — Ese canalla nos pilló por sorpresa y acabó con todos — Respondió Deon, bastante furioso en su interior y sin querer desvelar la verdadera identidad del asesino que casi termina con su vida — Han llegado justo a tiempo, cómo Emperador, les recompensaré por esto.

    — Es nuestro trabajo, señor — Murmuró otro soldado, contento con su labor — ¿Órdenes?

    — Quiero que algunos encontréis otro transporte y lo protejáis mientras el resto venís conmigo a Promesa — Indicó el Emperador Xom con seriedad — Vamos a sacar a los RECO, quiero que lo destruyan todo, comenzando por las tres arcas que conforman esa puta colonia.

    [...]

    La primera oleada Anixis en la superficie del planeta neoniano se topó con un primer frente defendido por los Super Rhajik, los cuáles eran liderados por Zyon. Las máquinas lograron frenar las embestidas de sus enemigos pero esto no duró mucho tiempo, pues los Anixis sacaron su as de la manga: los conocidos drones. Los RECO —drones de Reconocimiento y Combate— no se volvieron a ver por Neonia desde la batalla en el Sector 0 pero quedó demostrado que eran un aliado potencial para sus dueños los Anixis, pues su capacidad de sobrevolar las áreas enemigas y atacar era algo muy valioso en un guerra.

    Los drones fueron enviados desde las naves Anixis que se hallaban librando su propia batalla en la órbita contra las naves de la Alianza, llegando en tromba y atacando a los Super Rhajik desde el cielo. Las máquinas se vieron sorprendidas por el ataque de esas otras máquinas, las cuáles comenzaron a disparar desde sus mini torretas con la intención de ametrallar a los Rhajik. Zyon no tenía las mismas habilidades de reflejos y capacidades que sí tenía con su anterior cuerpo robot, cosa que le lastraba en combate. Rápidamente aparecieron sus creadores, los neonianos, para ofrecer su apoyo y a la vez una estampa única en la historia de ambas especies, la orgánica y la sintética, pues tiempo atrás eran árduos enemigos y ahora defendían el mismo hogar que compartían.

    — ¡Flanco izquierdo! ¡Flanco derecho! ¡Derribad esos drones! — Gritó el joven neoniano Quetaryan entre el ruido y los estruendos de la batalla.

    Al que fuera discípulo del fallecido Vanth Dheer, le acompañaba la actual líder de los neonianos Erie Tovam junto a un ejército de los suyos, venidos de todas las bases que habitaban Neonia. Entonces el frente defendido por los Super Rhajik comenzó a equilibrar la balanza en contra de los Anixis, quiénes no pudieron avanzar más al ver cómo la llegada de los neonianos ofrecía una resistencia abrumadora. Los neonianos eran un pueblo guerrero y habían aprendido muchísimo durante el paso del tiempo. Erie salió de su cobertura y disparó su Rypper repetidas veces hasta matar a un soldado Anixis que asomaba la cabeza desde su posición.

    La neoniana alzó la vista al cielo y vio cómo algunos drones comenzaban a caer fruto de los disparos láser de algunos Super Rhajik y de los disparos de las armas estándar neonianas. Tovam no pudo evitar sonreír al ver el trabajo en equipo que probablemente sus antepasados nunca se hubiesen atrevido a predecir, cuando dicho pensamiento se esfumó de su mente al captar su atención un objeto que caía del cielo, alejado del combate. Yak también lo apreció y su pensamiento nada tenía que ver con el de su líder, pues era consciente de que su pareja se jugaba la vida en órbita con el planeta, manejando la Arcadia en combate. El instinto, algo muy desarrollado en los neonianos, le dijo a Quetaryan que había ocurrido algo. El presagio le llevó a salir corriendo en mitad del fuego cruzado entre ambos bandos con la intención de llegar al lugar dónde la cápsula de salvamento que acababa de observar, se estrellaba.

    — ¡Yak! — Gritó Erie, al ver cómo su mano derecha e interés amoroso salía corriendo de la lucha.

    El neoniano no hizo caso, concentrado en lo que su instinto le había advertido. Quetaryan corrió a gran velocidad, cruzando parte de la extensión del bosque hasta observar en primera instancia cómo una bola de fuego impactaba a menos de medio kilómetro de su ubicación exacta. Esta vez las piernas alargadas del alienigena no le dieron para correr igual de veloz que antes, pero alcanzó el lugar de impacto en poco más de dos minutos. El fuego ardía incesantemente alrededor de la cápsula cuando su compuerta se abrió para dar salida a sus ocupantes, los cuáles lo hicieron rápida y estrepitosamente para evitar ser alcanzados por las llamas.

    El segundo al mando de la especie neoniana comenzó a observar con tensión y preocupación cómo las personas que salían de dicha cápsula eran solo humanas, sin encontrarse Reeda Klamp entre ellos. Salieron un total de siete seres humanos, visiblemente atemorizados y conscientes de que habían sobrevivido a un duro final por muy poco. Quetaryan apretó los dientes en un acto involuntario de terror por no ver a su pareja entre ellos y se aproximó al primer tipo que tuvo cerca, tomándolo de los hombros y zarandeándolo sin parar.

    — ¡¿Dónde está Reeda?! ¡¿Dónde está?!

    El hombre no dijo nada, ni siquiera se molestó con la actitud del neoniano. Yak se dio cuenta a los diez segundos que, por la mirada gacha del humano, sus peores presagios se habían cumplido. El neoniano soltó al tipo y permaneció cabizbajo, con la mirada perdida en la tierra de su planeta.

    — ¿Cómo ha ocurrido? — Yak ni siquiera levantó la cabeza para hablarle al tipo.

    — Una especie de minas adhesivas — Explicó el hombre con resignación — Partieron la Arcadia en dos trozos, nosotros fuimos los únicos en salir a tiempo. Siento mucho que...

    Yak se dio la vuelta e inició una carrera de regreso al lugar de batalla, dejando a los supervivientes de la destrucción de la Arcadia justo donde los había encontrado. Mientras corría por el bosque, esquivando los árboles y saltando por encima de pequeñas fosas, el neoniano veía cómo sus lágrimas apenas duraban unos segundos en su rostro, antes de que el aire se las quitara a la fuerza. Recordó el último momento en el que estuvo con su pareja, la hija del comandante Turak Klamp, sintiéndose muy mal de que la última conversación que tuvieran no hubiese sido una para el recuerdo.

    — ¿Estás bien? — El neoniano llevaba días notando algo extraña a su pareja.

    — Preparándome mentalmente para lo que viene — Contestó la neoniana, intentando meditar.

    — No tienes porqué hacerlo tú — Dijo de pronto Quetaryan, logrando sin esa intención, que su pareja dejara la meditación — Aunque a última hora la piloto Tidder haya decidido irse al campamento de refugiados, no tienes porqué ser tú quién pilote la Arcadia.

    — ¿Quién sino? — Reeda trataba de justificarse — Lill no confía en ninguno de sus pilotos para tomar la Arcadia salvo en Arva y en mí. Erie podría hacerlo, pero ella debe quedarse en el planeta para liderar a los nuestros.

    — Intentaré convencerla — Musitó Yak, decidido — Tú y yo lideraremos a los nuestros en tierra.

    — Yak, no me importa hacerlo a mi — Indicó la neoniana Klamp, tratando de tranquilizar a su pareja — Puedo hacerlo.

    — Es peligroso.

    — Va a ser peligroso hagamos lo que hagamos y estemos dónde estemos.

    — Reeda...

    — No voy a cambiar de idea, Yak — Murmuró la neoniana con seriedad — Erie te quiere a su lado en la batalla y ambos sabemos cuáles son sus verdaderas intenciones, pero las cosas no se dejan aparte y ya. Tendrás que decidir.

    — Reeda, nos debemos a nuestro líder, sea quién sea — Trató de justificarse el neoniano — Nunca desobedecimos a Narisha y mucho menos a Vanth... aunque no estemos de acuerdo en algunas cosas, Erie está al mando y debemos respetar eso. No me importa ella, pero sí lo hacen el resto y no puedo abandonarles a ellos.


    Cuando el recuerdo de su memoria se difuminó ante sus ojos, estos se abrieron a la realidad y la realidad era que ya había llegado de nuevo a la zona del conflicto. Había máquinas destruidas y algunos cadáveres neonianos que se abrían paso ante todo lo que su mirada abarcaba. Yak se sintió desconsolado y roto cómo no se sentía desde la muerte de Vanth, y esas ganas de venganza que tenía por la muerte de su maestro solo hicieron más que crecer tras la muerte de Reeda y la espantosa imagen que tenía ante sí.

    [...]

    El interior de Promesa era otro de los epicentros de la batalla. Los Anixis se cebaron con la colonia humana y esta ya tenía un aspecto demoledor tras haber recibido incontables explosiones tanto a su alrededor como en su interior. Intentando llegar a la sala de comunicaciones que estaba bloqueada por barricadas hechas por los Anixis además de sus soldados, el comandante Crane y los sylerianos Paokt y Emmon luchaban por alcanzar el lugar, con el fin de avisar a la flota liderada por Hylda que se les necesitaba cuanto antes. La mayor parte de sylerianos se concentraban en la colonia humana, tratando desesperadamente de evitar la irrupción de más enemigos Anixis o de la Resistencia.

    Uriow se cubrió tras un pilar y apuntó con su Rhage —el arco con flechas de origen syleriano— a una mujer que parecía ser de la Resistencia y que les estaba disparando. La precisión del syleriano fue tal, que cuando ésta asomó el cuerpo para disparar, la flecha impactó en su hombro izquierdo, atravesando la carne y abriéndose en su interior cómo un paraguas, imposibilitando su extracción si no se quería sufrir la rotura definitiva de nervios y tendones. Por otro lado estaba Om, quién sujetaba su particular arma antigua y neoniana, la Rhajaal, para disparar su potente láser azulado mediante breves disparos concentrados en enemigos específicos, los cuáles eran aquellos que permanecían escondidos y salían a disparar cuando veían a alguien vulnerable. Finalmente estaba Lill, quién disparaba de forma interminente pero precisa su Rhajead, esta con el particular disparo rojizo de los Rhajik, siendo prácticamente un arma hermana de la Rhajaal.

    El comandante humano decidió darse prisa en abrir un hueco en la barricada Anixis que le separaba de llegar a la sala de comunicaciones. Lill tomó su granada de fragmentación y la lanzó contra sus enemigos y la protección improvisada que estos habían puesto, provocando una explosión descontrolada que llevó a varios soldados enemigos a salir envueltos en llamas tras haber sido alcanzados por el fuego de la propia granada.

    — ¡Ahora! — Exclamó Crane, corriendo el primero en dirección al hueco que acababa de crear la explosión de su granada.

    El comandante humano cruzó el agujero que había formado en la barricada enemiga, encontrándose con tres soldados que le oponían resistencia. Antes de que estos pudiesen apuntar con sus Flasher al líder del ejército humano, éste levantó su mano ortopédica Rhajik y disparó tres veces, una vez por soldado. Estos se vieron sorprendidos por el movimiento de Lill y recibieron los disparos de energía láser en el torso, provocando su caída de espaldas e hiriéndolos. Om y Uriow, quiénes iban detrás del hombre, se encargaron de asestar el disparo definitivo a esos soldados.

    El dúo syleriano siguió al humano hasta una sala que tenía la compuerta cerrada de forma electrónica, la cuál se había bloqueado durante el ataque. Lill usó su inteligencia de las arcas humanas para desbloquearla manualmente mediante un código que muy pocos conocían. Ambos sylerianos observaban a cada lado para no ser pillados por sorpresa cuando la puerta se abrió gracias al comandante Crane. En ese instante, una explosión repentina del interior de la sala hizo que tanto el humano cómo los dos sylerianos salieran disparados contra la pared de enfrente.

    Cuando Lill, Om y Uriow levantaron la vista estando doloridos, vieron salir de un conducto amplio de ventilación que estaba anclado al techo, al segundo al mando de la Resistencia y ahora recadero del Emperador Xom de los Anixis. La explosión había resultado ser una pequeña bomba de detonación que acababa de destruir el sistema de comunicaciones con el que Lill pretendía advertir a Hylda de que ya estaban bajo ataque y requerían su apoyo. Shadow sonrió brevemente mientras se llevaba la mano derecha a un pequeño aparato de radio que portaba en su oído del mismo lado.

    — Deon, Sun; está hecho — Murmuró Jacob, haciendo referencia a la destrucción del sistema de comunicaciones — Tengo conmigo a dos sylerianos y al flamante comandante Crane.

    Acaba con los sylerianos y deja con vida al comandante en lo que llego a tu posición — La voz era la del Emperador Xom.

    — Entendido — Musitó Klein, apuntando a Om y Uriow con un Striker modificado a pistola en la mano izquierda — No es nada personal contra los sylerianos... bueno, realmente sí, hicisteis esa puta bomba de energía que destruyó el Sistema Solar y creasteis al desgraciado del Supremo.

    — Ojalá solo hubieras muerto tú en esa explosión en tu sistema, parásito — Le dijo el syleriano Emmon con rabia.

    — Enhorabuena, eres el primero en morir — Dijo Shadow, decidido a dispararle.

    Justo antes de que el segundo al mando de la Resistencia apretara el gatillo de su Striker modificado, el comandante Crane usó su mano Rhajik para dispararle su potente láser, pero al no haber apuntado y haber realizado el movimiento de forma rápida e impulsiva, el disparo rozó el cuello de Jacob, del que comenzó a salir sangre en pequeña cantidad. El humano se echó la mano al cuello mientras retrocedía hasta el interior de la sala que acababa de explotar, consciente de que había estado realmente cerca de morir.

    Cuando Om se dignó a disparar desde su posición a Shadow para terminar con él, una lluvia de disparos de plasma provocaron que el trío tuviera que separarse y cubrirse en diferentes posiciones del pasillo, mientras varios soldados Anixis entre los que estaba el propio Deon, aparecían para evitar la muerte de un miembro muy valioso para Sun.

    — ¡¿Por qué los sylerianos os metisteis en esto?! — Exclamaba el Emperador Xom con cierta frustración — ¡Esto era una guerra entre dos humanidades! ¡Sylerianos y neonianos no me importáis!

    — ¡¿Por qué quieres acabar con el resto de tu especie?! — El comandante Crane tomó la palabra desde su cobertura — ¡No sé si es personal, Deon, pero ahora no es una guerra de dos humanidades! ¡Es una guerra de todos!

    — ¡Te equivocas, Lill! — Deon Xom sujetaba un Flasher en sus manos mientras avanzaba lentamente y rodeado de sus soldados — ¡Voy a destruir vuestra patética Alianza y la humanidad... mí humanidad... será la única que permanezca! ¡Esto será recordado cómo la guerra de las dos humanidades!
     
    • Fangirl Fangirl x 1
  4.  
    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

    Piscis
    Miembro desde:
    28 Agosto 2012
    Mensajes:
    4,806
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Saludos amigo. Me da mucho gusto haber sobrevivido al 2020 y estar aquí para poder leer la continuación de esta historia. Créeme que estas 3 semanas se sintieron eternas XD.

    No mentías cuando hablaste al inicio, el clímax ya dio inicio y ni lento ni perezoso, empezó con todo. Lo primero que vemos es como la Arcadia, la nave más emblemática para los Viajeros y para la historia misma, terminó siendo partida en dos por las minas adhesivas de los Anixis. Claramente, la tecnología de esa especie es bastante alarmante, y me sigo preguntando por qué demonios sus creadores desaparecieron sin dejar un maldito rastro. Literalmente, le dejaron armas capaces de librar una batalla a la primera especie que la encontrara. Imagina que los Rhajik hubieran explorado el universo y se hubieran topado con esa tecnología y desentrañado sus secretos. Habría sido el fin para todo ser orgánico. Me alegra que Arva no hubiera acudido a esa pelea. El solo pensar que ella estuvo a punto de perder la vida y la de sus dos niños de haber estado allí me da escalofríos. Que bueno que ella recapacitó, porque verla morir de esa forma habría sido muy doloroso.

    Al final, Reeda ha terminado cayendo en combate. No puedo decir que su muerte me deprima demasiado. Me agradaba, pero hasta ahí nomás. Jamás llegué a empatizar con ella al punto de llegar a quererla demasiado. Pero bueno, así han sido las cosas. Yak ha perdido a quien era su pareja, y los neonianos han perdido a la única hija de el último general conocido en participar en la guerra Rhajik. Una lástima para la especie, pero supongo que ahora solo les queda mirar al frente y ver que ocurre. Supongo que el triángulo amoroso entre ella, Yak y Erie (del cual no se pudo ver mucho, y creo que está bien así) acaba aquí. Aunque hay que ver si alguno de los otros dos sigue de pie al finalizar esto.

    Sorprende bastante la agilidad de Jacob. Tengo que decir que no cualquiera le resistiría un combate en desventaja numérica contra el subcomandante y la ex líder de la Resistencia. Sigo creyendo que fuera una lástima que Ashley no fuera tan mostrada en ese puesto, ya que eso habría hecho que su combate contra Jacob tuviera más peso narrativo para ella, pero supongo que no está mal. Al final, la pareja de soldados logró vencerlo y ahora se dirigen a apoyar a Lill. Está bastante claro que Jacob no va a ser cien por ciento leal a Deon. Con tan solo verlo se puede notar que a él no le gusta que Sun sea desautorizada en frente de él. Supongo que estamos ante el nacimiento de un posible segundo Guy :v . Pero por el momento, le tocará obedecer.

    Deon es detestable en todos los sentidos. Odia tanto a la humanidad de Neonia pero es un puto cobarde como para pelear por su cuenta. Al final, todo lo que hizo para tener el mando y luego se esconde usando a los otros como escudos humanos. Me sorprende que nadie notara ese comportamiento y se dieran cuenta de que más que pelear por "el bien de la nueva humanidad del emperador Xom" están peleando por un capricho. Pero supongo que, dado el caso, son todos iguales de cerrados que él. La aparición de Ender fue genial, y su pelea también. Está claro que el hermano menor se cansó de ser un saco de boxeo y se puso a entrenar para darle más pelea. Fue genial ver esa pelea y notar como casi estuvo a punto de eliminarlo. Supongo que eso da a entender mejor por qué Deon se esconde, dado a que no sirve para pelear en un combate cuerpo a cuerpo. Sé que no se han dicho su última palabra, y que tendrán otra pelea. La primera fue de Deon, la segunda de Ender... queda por verse el desempate.

    Imagino que Yak está cegado por la ira contra los Anixis. Ya de por sí él odiaba a la Resistencia por lo sucedido con Narisha, pero los Anixis le arrebataron a su mentor y a su pareja. Está claro que él no va a caer aún. Incluso si llega a perder la vida al final de la guerra, sigo creyendo que él seguirá vivo por algo más de tiempo y se llevará por delante a varios Anixis más. Al que veo mal es a Zyon. Está claro que él no es tan ágil como antes, y que le va a pasar factura continuar con el enfrentamiento de esa forma.

    Al final, la lucha entre Lill y los dos sylerianos no fue de gran utilidad porque justo al llegar, la sala fue destruida. Espero que Hylda y Lio se encuentren cerca de Neonia, y listos para resguardar al resto de los suyos, porque se ve que la tienen muy difícil. Seguro que los sylerianos harán la diferencia en la pelea cuando sea el momento de llegar, ojalá lo hagan pronto. Jacob estuvo a punto de tener una baja, pero al final, por hablador se fue herido. No creo que le quede mucho tiempo con vida si sigue peleando, y salvo que se esconda, lo veo con las probabilidades de ser el primero en morir de su bando. Aunque viendo que ese bando solo lo conforman él, Sun y Deon y que los otros dos están en caracter de líderes, lo veo a él llevándose una muerte pronta.

    Deon y los suyos han llegado al lugar de la pelea y parece tener la superioridad numérica contra Lill, Om y Uriow. Aunque supongo que Ender, Eron y Ashley estarán cerca del lugar, listos para prestar una mano. No veo a Deon muriendo a manos de alguien que no sea Yak o Ender. Por lo que no sé cómo se desarrollará la pelea entre él y Lill, pero se que él no muere allí (y más te vale que Lill tampoco >:( )

    A ver como se dan las cosas en el resto de la batalla. Dado a que la guerra entre las dos humanidades apenas empezó, y le quedan unos cinco capítulos a esta parte, hora de actualizar mis apuestas. Pero iré capítulo a capítulo. Supongo que en el siguiente veremos la llegada de Hylda o de Lio, o al menos, los veremos aproximarse a la superficie.

    En el siguiente capítulo viven:
    Sun, Deon, Lill, Ashley, Ender, Om, Lio, Hylda, Erie, Yak

    En el siguiente mueren:
    Jacob, Uriow, Zyon

    Pueden morir pero lo veo menos probable:
    Eron, Cia

    Elegí omitir a los de Paraíso y también a los refugiados de Neonia, que no están ni participando en la pelea.

    Y bueno, aquí es cuando me despido de ti, amigo. Ha sido un gran capítulo para retomar la historia y para empezar el año. Muero por ver como se sigue desarrollando la guerra entre las dos humanidades. No solo eso, sino que también quiero saber qué es lo que sucederá después con esta historia. Está claro que una vez el conflicto entre humanos de dos mundos diferentes esté terminado, algo más vendrá. Pero mejor no nos apresuremos y vayamos paso por paso, disfrutando esta parte de la historia que ha sido genial. Sin duda alguna, apenas ha empezado el clímax y ya siento un conflicto mejor manejado que el de la guerra contra los Rhajik y la Resistencia.

    Será hasta la siguiente semana si todo marcha bien. Cuídate, amigo ♥♥♥
     
    • Adorable Adorable x 1
  5. Threadmarks: La guerra de las dos humanidades (Parte 2)
     
    Manuvalk

    Manuvalk el ahora es efímero

    Sagitario
    Miembro desde:
    14 Diciembre 2013
    Mensajes:
    688
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Los Viajeros V: Regresión
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    17
     
    Palabras:
    5316
    Saludos y gracias por seguir aquí. Un poco tarde, pero ya está aquí la continuación. De hecho, continúa directamente el final del capítulo anterior XD. Espero que lo disfruten. Reydelaperdicion me alegra tenerte un día más aquí.







    La guerra de las dos humanidades (Parte 2)



    — ¡¿Por qué los sylerianos os metisteis en esto?! — Exclamaba el Emperador Xom con cierta frustración — ¡Esto era una guerra entre dos humanidades! ¡Sylerianos y neonianos no me importáis!

    — ¡¿Por qué quieres acabar con el resto de tu especie?! — El comandante Crane tomó la palabra desde su cobertura — ¡No sé si es personal, Deon, pero ahora no es una guerra de dos humanidades! ¡Es una guerra de todos!

    — ¡Te equivocas, Lill! — Deon Xom sujetaba un Flasher en sus manos mientras avanzaba lentamente y rodeado de sus soldados — ¡Voy a destruir vuestra patética Alianza y la humanidad... mí humanidad... será la única que permanezca! ¡Esto será recordado cómo la guerra de las dos humanidades!

    El líder Anixis apuntó hacia la cobertura donde se hallaba el enemigo más cercano, resultando ser Om, qué era consciente de que si asomaba siquiera una parte de su cuerpo, sufriría daños. El Emperador Xom disparaba frenéticamente su Flasher contra la cobertura del protector syleriano mientras el resto de sus soldados disparaban a las coberturas en la que estaban Lill y Uriow. El comandante se protegía tras la pared cuando desde su posición vio que Jacob estaba preparándose de nuevo para entrar en el combate. La ligera brecha que tenía en el cuello era insuficiente cómo para poder desangrarse, por lo que no estaba en graves problemas cómo inicialmente parecía.

    El comandante Crane aprovechó una breve pausa en los disparos de sus enemigos para salir de la cobertura a toda velocidad, apuntando con su mano a los soldados Anixis y disparando repetidas veces la energía láser que proyectaba desde la palma de su mano. Mientras lo hacía, corrió desde su posición hasta el interior de la sala de comunicaciones, dónde Shadow se hallaba. Cuando salió del alcance de los disparos Anixis, el hombre se lanzó contra el segundo al mando de la Resistencia, haciéndole un placaje que le derribó. Con Lill sobre Jacob, el primero posó su mano ortopédica en el rostro del segundo, dispuesto a fundirle el cráneo con el láser para terminar con la vida de éste.

    Sin embargo, cuando la mano Rhajik ya desprendía el calor previo al disparo y se iluminaba de color rojo, el espía Klein realizó un rápido movimiento con su mano izquierda que apartó la mano de Lill, provocando que justo antes de que saliera, el disparo no acertara en el blanco. Acto seguido, el hombre de color golpeó en el rostro al comandante humano y se lo quitó de encima con un empujón. Lill cayó de espaldas pero se incorporó rápidamente, dispuesto a pelear cuerpo a cuerpo con el miembro de la Resistencia.

    — Prepárate, capullo — Musitó Lill, decidido a imponer su poderío sobre el enemigo.

    — Ya lo he hecho, capullo — Dijo de pronto Deon, sujetando al comandante Crane por la espalda.

    En ese instante, Shadow corrió los pocos metros que le separaban de su rival y Deon se apartó justo a tiempo para que la doble patada en el torso a Lill no se lo llevara a él también. El comandante salió por los aires de la sala de comunicaciones, cayendo en el pasillo y quedando expuesto ante los soldados Anixis. Estos se dispusieron a dispararle pero los dos sylerianos aprovecharon que el asedio contra ellos había cesado para salir con sus armas y usarlas, acabando con varios enemigos durante el proceso.

    Los soldados Anixis restantes que se hallaban en el pasillo se vieron sorprendidos cuando por detrás, el subcomandante Tanner y la soldado Ripley los acribillaban a disparos, matándolos rápidamente. Lill corrió furioso de nuevo al interior de la sala de comunicaciones, encontrándose para su sorpresa, que tanto Deon cómo Jacob ya no estaban. Om y Uriow suspiraron aliviados de que la batalla hubiese terminado por el momento, pues habían estado muy cerca de morir.

    Eron y Ash se aproximaron a sus compañeros y estos entraron a la sala dónde se hallaba Lill, visiblemente cabreado al ver cómo la máquina de comunicaciones estaba destruida.

    — ¡Hijos de puta! — Gritó el comandante Crane con ira — ¡Nos han jodido!

    — ¿Dónde están? — Om estaba sorprendido de que se hubieran esfumado Deon y Jacob — Estaban aquí dentro hace solo un momento.

    — Conductos de ventilación — Dijo Uriow, señalando el compartimento abierto — Han huido.

    — Malditas ratas de mierda — Murmuró Eron, quién se aproximó a su amigo y comandante — ¿Estás bien?

    — Lo estoy — Lill se veía frustrado por no haber podido siquiera tener la oportunidad de acabar con el actual Emperador Xom — Un poco agotado, eso es todo.

    — ¿Has usado la mano Rhajik? — Le preguntó Ashley, consciente de que probablemente sería ese el motivo del cansancio de su comandante.

    — Sí, es mi último recurso — Respondió Lill, también jodido por el hecho de que los disparos que efectuaba con su mano ortopédica le gastaban energía física — Vámonos de aquí, ahora el combate está ahí fuera.

    [...]

    — No hay respuesta — Lio se volteó para ver en el rostro de Hylda una preocupación evidente — Deben estar bajo ataque.

    — Espero que estén aguantando — Murmuró la Elegida, nerviosa por la falta de detalles de la situación — Estamos a menos de una hora de llegada, le diré al piloto que use la propulsión total, cogiendo la fuerza gravitacional del tercer planeta del sistema Neon. Eso y nuestros motores nos harán llegar en breve.

    — Entendido — Musitó Santos, quién después de unos largos días infiltrado entre los Anixis, iba a regresar a su casa — Iré a prepararme para el descenso.

    El hombre de Ceres salió del puente de mando en el que se encontraba con la Elegida Admir, el piloto de la nave y varios soldados más. Tras comprobar que las comunicaciones con Neonia no funcionaban por parte de estos y que el tiempo estimado de llegada al conflicto sería corto, Santos se dirigió a la habitación que tenía asignada para prepararse. Mientras pasaba por uno de los pasillos, el extenso ventanal lateral de la nave tenía unas vistas estelares increíbles, además de imponentes, pues las tres naves restantes de la flota syleriana estaban al lado y se veían avanzar todas juntas.

    Diez mil soldados sylerianos se dirigían a Neonia en esas cuatro naves que conformaban una flota bajo las órdenes de la Elegida Hylda Admir. Los únicos que no eran sylerianos en esas naves, eran el propio Lio y la hasta hace poco, general Jenner. El hombre llegó a su habitación, pero antes de entrar, decidió dirigirse a la contigua, en la que estaba la mujer. El cierre estaba puesto, por lo que Santos tocó la puerta para que ésta le dejara entrar.

    — ¿Cia? ¿Puedo pasar?

    — Adelante — Escuchó el hombre de Ceres, justo antes de que el cierre de seguridad se desactivara — ¿Qué ocurre?

    — Estamos cerca de Neonia, debemos prepararnos — Lio entró en la habitación mientras la puerta se cerraba tras él, cuando vio que Cia solo llevaba puesta la ropa interior y se estaba vistiendo enfrente suya como si nada — Perdona, no sabía que te estabas vistiendo.

    — Te he dejado pasar, Logan, tranquilo — Murmuró Cia, sonriendo — Quiero decir... Lio. Todavía no me acostumbro a que ahora te llamas por otro nombre.

    — No pasa nada — Santos decidió sentarse en el borde de la cama mientras esperaba a que su compañera se vistiera — ¿Estás segura de esto?

    — ¿A qué te refieres? — Cia ya se había colocado el pantalón del traje y estaba con la parte de arriba.

    — Vamos a enfrentar a tu gente y entendería que no quisieras intervenir en el conflicto...

    — Nos iban a dejar morir en Syleria, fuimos enviados cómo conejitos de indias... Voy a pelear a tu lado — Dijo Jenner, decidida — Y si estás con esa Alianza, yo también lo estoy desde ahora.

    Cia ya se había vestido completamente y estaba lista para dirigirse junto a Lio, quién aún debía vestirse con el traje flexible de combate, a su habitación. La mujer tomó el Flasher que portaba encima desde la misión en Sovaam y salió del camarote junto a Santos. Ambos caminaron pocos pasos hasta entrar en el dormitorio del hombre de Ceres, quién se sintió algo incómodo por tener a Cia en su habitación mientras él comenzaba a vestirse. Una vez lo hizo y tomó su Flasher también, el dúo que hacía diez días peleaba con los Anixis —él por estar infiltrado y ella por necesidad de mejorar su vida— se dirigió al puente de mando de la nave, dónde permanecían Hylda, el piloto y unos pocos soldados sylerianos. Durante el trayecto, ambos mantuvieron una breve conversación.

    — Cuando te vi por primera vez, estabas trabajando en una mina con una chica rubia...

    — Sí, Lina Burns — Cia sabía a quién se refería su compañero — ¿La conoces?

    — Así es, ella era la secretaria del representante de Ceres, Jim Baker — Dijo Lio, quién cada vez que recordaba a Jim, se alegraba de que estuviese muerto — Ese tipo era un asco, si estuviese vivo hoy en día, seguro que sería el líder de la Resistencia o de los idiotas que se creen Anixis...

    — ¿Estuviste en la colonia criminal de Ceres? — La ex general Jenner se sorprendió realmente con ello — Eso explica tus habilidades tan brutas y el hecho de que te infiltraras entre los Anixis.

    — Eso lo aprendí desde mucho antes de acabar en Ceres — Respondió Lio, queriendo dejar claro que sus habilidades no nacieron en la colonia carcelaria del Sistema Solar — ¿Y tú? ¿Dónde aprendiste a manejarte, con armas y cuerpo a cuerpo?

    — Yo nací en la Luna y viví allí la mayor parte de mi vida, hasta que tomé el arca cuatro en dirección a Neonia y bueno, el resto ya lo sabes — Explicó Cia, recordando con nostalgia su pasado — Era guardia de seguridad de la base lunar, así fue cómo aprendí a manejarme.

    — Tiene sentido — Musitó el hombre de Ceres — Bueno, volviendo a Lina, no me agrada que ella y su hija sigan en Paraíso. Ella piensa cómo nosotros, no está de acuerdo con el método de nuestros hermanos Anixis.

    — ¿Y qué sugieres que hagamos? — La mujer no entendía a dónde quería llegar el tipo — Una vez aterricemos en Neonia y entremos en combate, el cartel de traidores se nos colgará por el cuello.

    — Me importa una mierda — Dijo Santos, tajante — Volveré a colarme en una de sus naves y regresaré a Paraíso para asegurarme de que Lina y su hija estén a salvo. Intentaré convencer a Bárbara de que se una a la Alianza.

    — Te infiltras para ayudar a tus amigos en Neonia, vuelves para ayudarles en el ataque que reciben y quieres regresar a Paraíso pese a que es muy probable que te reconozcan ahí abajo, simplemente para ayudar a una antigua conocida, a su hija y a la otra general del ejército Anixis que por lo que parece, habéis tenido algo entre vosotros... — Cia miraba a Lio con sorpresa pero también con asombro — ¿Qué es lo que has hecho en el pasado que tan desesperado estás por enmendarlo?

    El hombre de Ceres no respondió, y tampoco tuvo que hacerlo. Cia había logrado lo que pocos habían hecho con Lio: saber por sus acciones, que había cometido errores en el pasado. La mujer no quiso insistir, consciente de que era un tema personal y que tampoco era el momento de hablarlo, pero en un futuro querría conocer un poco más profundamente a su compañero. Al acabar la conversación, el dúo ya había llegado al puente de mando donde la líder syleriana y sus soldados les esperaban.

    — ¿Listos? — Preguntó Hylda con seriedad, también preparada para entrar en combate — La batalla está muy cerca.

    [...]

    En el espacio estelar más cercano a Neonia, continuaba la dura batalla entre naves de ambos bandos. La flota de cinco naves Anixis se protegía con sus escudos de plasma, pero ello no impedía que los cazas más escurridizos de la Alianza penetraran su defensa y golpearan. Por parte de la unión entre humanos y neonianos, al no contar con naves del tamaño de las de sus enemigos, veían cómo las suyas propias eran destruidas por las armas de las más grandes. Esto condicionaba y mucho el combate, pues la flota Anixis demostraba una superioridad que poco a poco iba creciendo conforme disminuía el número de naves enemigas.

    No obstante, esa ventaja no les duró el tiempo suficiente para lograr la victoria en la órbita del planeta neoniano. De pronto, la aparición de cuatro naves de un tamaño algo menor que la flota Anixis pero con una capacidad armamentística algo similar, hizo acto de presencia. Humanos y neonianos reconocieron en ellas el sello de los sylerianos, quiénes se entrometieron en medio del conflicto y desplegaron sus cazas más pequeños mientras varias lanzaderas salían disparadas a Neonia para la batalla en su superficie.

    En una de esas lanzaderas de origen syleriano, se hallaban los soldados Lio y Cia acompañados de la Elegida Admir y varios soldados que la protegían. La pequeña nave entró en la atmósfera del planeta neoniano y aterrizó en las proximidades de Promesa, un poco alejados del foco del conflicto para evitar ser derribados en pleno vuelo. Los primeros en salir fueron los soldados sylerianos, cargando armas de todo tipo —pues al unirse a humanos y neonianos, estos compartieron sus armas de fuego con sus nuevos aliados, faltos de ellas— mientras formaban un perímetro de seguridad alrededor de la lanzadera, asegurándose de que el lugar era seguro para que Hylda saliese.

    — Todo en orden, Elegida — Musitó uno de los soldados por radio — Es seguro salir.

    De la lanzadera salió la líder syleriana, acompañada del hombre de Ceres y de la ex soldado Anixis. Los tres tenían claro que la misión era encontrarse con los líderes humanos y neonianos para conocer el estado de la batalla mientras el resto de lanzaderas sylerianas que habían pisado Neonia se encargarían de dirigirse a las ubicaciones donde se concentraba la batalla entre la Alianza y los Anixis para ofrecer apoyo. Hylda solo tuvo que realizar un gesto con la cabeza para indicar a sus soldados que avanzaran en el frente, para avistar posibles amenazas.

    El grupo de sylerianos y los dos humanos andaron sigilosamente y prestando atención a su alrededor, el cuál estaba repleto de árboles, pues las cercanías a la colonia humana eran todo bosque. Cómo casi siempre en Neonia, soplaba una brisa fresca que ésta vez llevaba consigo el olor del fuego, fruto de las explosiones del combate que provocaron que algunas zonas estuvieran incendiadas en ese momento. El silencio entre los integrantes de dicho grupo era total, cuando el sonido de movimiento cerca de su posición puso a los soldados sylerianos en alerta absoluta.

    Lio, Cia y Hylda apuntaban seriamente hacia la posición en la que se habían escuchado los ruidos, igual que los soldados alienigenas. En ese instante, de detrás de una buena cobertura la cuál ofrecía un árbol de gran tamaño, salió un tipo vestido cómo un soldado enemigo, pero con el rostro descubierto. Llevaba las manos en alto y un Flasher colgado en la espalda del traje. La líder syleriana y los dos humanos le reconocieron al instante, indicando al resto de sylerianos que bajaran las armas.

    — Ender... — Cia sonrió al verle — Te creía muerto en combate.

    — ¿Eso dijo mi hermano? — El hermano menor de Deon no mostró sorpresa alguna — Claro, cómo no.

    — ¿Qué hacías ahí escondido? — Preguntó Lio, quién no sabía de su compromiso con el grupo y por ende desconfiaba de él.

    — Vi vuestra lanzadera y supe que los sylerianos habían llegado — Explicó Ender — Me alegra ver que estáis aquí.

    — ¿Sabes dónde están la gobernadora Carver, el comandante Crane o la neoniana Tovam? — La Elegida Admir sabía que debía reunirse con ellos.

    — Promesa, seguramente — Musitó el ex Anixis, visiblemente contento de ver más aliados — Os llevaré hasta la colonia sin ser detectados.

    — ¿Cómo? — Santos no se fiaba en absoluto del tipo.

    — Llevo puesto su traje, me confunden con uno de ellos — Dijo Xom, consciente de la ventaja que poseía — Así es cómo me muevo en la batalla y cómo he llegado hasta vosotros.

    — Irás delante, entonces — Le ordenó Hylda con seriedad.

    Tal y como la líder syleriana ordenó, el que fue antaño un miembro importante de los Anixis y ahora un aliado más de la Alianza entre humanos, neonianos y sylerianos, tomó la delantera del numeroso grupo. Tras el reencuentro, el silencio volvió a ser la tónica del grupo con el fin de evitar ser detectados fácilmente.

    Anduvieron cruzando parte del extenso bosque hasta vislumbrar a menos de doscientos metros, la enorme colonia humana de Promesa. Sin embargo, la vista se centró en una situación que se sucedía justo enfrente, donde cuatro Anixis habían rodeado a un neoniano completamente indefenso.

    — ¿Ahora qué, pedazo de mierda? — Uno de los soldados Anixis se aproximaba lentamente al desarmado alienigena.

    — ¿Unas últimas palabras, neoniano? — Dijo otro de los cuatro soldados, apuntando firmemente su arma contra el enemigo.

    Justo cuando éste último iba a ejecutar directamente al soldado neoniano, el cuál asumió su destino, una voz tras el grupo de cuatro Anixis les hizo desistir de ello.

    — ¡Esperad, compañeros! — Gritó Ender, apareciendo en solitario frente al cuarteto con el casco puesto para evitar ser reconocido — Quiero hacerlo yo, los neonianos son causantes de la muerte de mi familia en el Sistema Solar.

    — Tienes todo el derecho — Musitó otro de los soldados, dejándole paso al menor de los Xom.

    — Hazle sufrir si es necesario, merece eso y más — Dijo el soldado que quedaba por hablar, mostrando su predisposición a torturar al neoniano.

    Lio, Cia, Hylda y los ocho soldados sylerianos que les acompañaban, permanecían escondidos entre la maleza y los árboles por petición de Ender, quién les había dicho que se encargaba de los cuatro soldados Anixis. El grupo miraba con atención la situación y el desarrollo de ésta. Ender se colocó frente al neoniano y apuntó con su Flasher a la cabeza mientras éste, arrodillado, le miraba de forma desafiante sin saber lo que estaba a punto de suceder.

    — Que la paz guíe vuestros caminos.

    Seguido de las palabras que recitó el propio Ender, éste se volteó velozmente y disparó a quemarropa a uno de los soldados, matándolo instantáneamente. Antes de que los otros tres reaccionasen a ello, el menor de los Xom echó el cuerpo a tierra y disparó dos veces a las rodillas de otro de ellos, provocando que quedara lisiado. Cuando fue a por el siguiente, Ender se vio sorprendido por la aparición en escena de otro neoniano, quién saltó contra uno de los dos Anixis restantes y le rompió el cuello en medio del salto, derribándolo. Acto seguido y antes de tocar suelo, dicho neoniano disparó su Rypper de manera repetida contra el soldado enemigo restante, acabando con el último.

    — Vaya, menuda manera de...

    De pronto, Ender se vio sorprendido por el propio neoniano que había acabado con dos soldados, el cuál se abalanzó sobre él y colocó el Rypper sobre su cabeza.

    Sin entender que ocurría pero sin permanecer quieto, el menor de los Xom golpeó el mentón del neoniano y acto seguido se lo quitó de encima, logrando incorporarse. Dicha situación hizo que Lio, Cia, Hylda y sus sylerianos salieran de sus posiciones para defender a Ender del neoniano desatado, el cuál parecía estar cegado por una ira descontrolada.

    — ¡El arma al suelo, soldado! — Exclamó la líder syleriana, sujetando una Rhajead en sus manos — ¡Somos aliados!

    Cuando Ender, Lio y la propia Hylda se percataron, descubrieron que dicho neoniano era Yak Quetaryan, quién se veía visiblemente furioso. Más allá de tirar su arma, el neoniano apuntó al grupo de sylerianos y de humanos, sorprendiéndoles.

    — ¡Atrás! — Gritó Yak, totalmente fuera de sí — ¡Un paso más y mato a éste Anixis!

    Ender se quitó el casco rápidamente para que Quetaryan le reconociera, pero aquello no pareció ser suficiente. El otro neoniano que había estado a pocos segundos de morir, se levantó tras haber estado todo el rato arrodillado y viendo la escena, dirigiéndose a su símil y posando su mano sobre el hombro de éste.

    — Dalish yegoum kaalaz, fydelsh — Murmuró el soldado neoniano, diciendo algo en su idioma que solo Yak entendió.

    Todos observaban de forma tensa la escena que estaba sucediendo ante sus ojos, especialmente Ender, quién se encontraba en serios apuros sin motivo aparente.

    Sin embargo, Quetaryan pareció darse cuenta de lo que estaba haciendo, por lo que bajó su Rypper y agachó la cabeza en señal de vergüenza personal por lo sucedido.

    — Siento lo sucedido, amigos — Murmuró Yak, cabizbajo — La ira se ha apoderado de mí.

    — Está bien, compañero, no pasa nada — Lio sabía que algo le ocurría al neoniano, por lo que se aproximó a él con cautela — ¿Qué ha ocurrido, Yak?

    — Estás vivo — Musitó Quetaryan, evadiendo la pregunta del hombre de Ceres y reconociendo su sorpresa de verle tras su desaparición en el Sector 0 — Te creíamos muerto o desaparecido, ahora veo que eso no es así.

    — Me infiltré en una nave Anixis y estuve en su planeta todo este tiempo — Explicó Lio, quién luego volvió a la anterior pregunta — ¿Qué te ha pasado? Jamás te he visto actuar de esta manera.

    Los ojos pequeños de Yak se humedecieron ante la mirada preocupada de Lio, quién comprendió que había pasado algo muy grave cómo para que el joven neoniano se desatara de la forma en la que lo había hecho. Ender agachó la cabeza mientras la Elegida Admir miraba con cierta lástima al neoniano, por otro lado, la ex general Jenner no se sentía muy cómoda viendo al neoniano sufrir de esa manera. El hombre de Ceres posó sus manos sobre los hombros de Quetaryan para que éste le prestara atención.

    — Haremos que lo lamenten — Murmuró Santos con una seriedad absoluta y la mirada fija en los ojos del alienigena — Pero te necesitamos con la cabeza más fría que nunca.

    Yak asintió tras oír a su compañero humano, con el que comenzó a vivir la ocupación Anixis en Neonia hacía tan solo poco más de un mes de eso. Hylda esperó unos segundos y se aproximó al segundo al mando de los neonianos, ahora más calmado, para saber de la situación de la guerra que estaba sucediendo tanto en órbita cómo en tierra.

    — Vuestra llegada ha sido vital — Respondió Yak, centrándose en el presente inmediato — Aquí en Neonia estamos aguantando y en órbita igual, pero con el apoyo de los sylerianos, lograremos hacer que se retiren.

    — Entonces hagámoslo — La Elegida Admir tomó su radio para notificar a su ejército de diez mil sylerianos — ¡Soldados, presionad al enemigo! ¡Forcemos su derrota y con ello su marcha del hogar de nuestros aliados!

    Yak sonrió a la líder syleriana tras oírle decir esas palabras, mientras Lio y Ender se miraban visiblemente entusiasmados con la idea de hacer huir a los Anixis. Cia se hallaba junto al resto de soldados sylerianos, descubriendo mediante ese momento en el que sería su nuevo hogar, que su vida podría haber sido muy diferente de haber llegado el arca número cuatro de La Unión al destino previsto. No obstante, aún podía tener esa vida diferente si ayudaba a la Alianza a someter a los humanizados Anixis.

    [...]

    Sun Brume se hallaba en el interior de Promesa, lugar que había recorrido muchas veces durante su estancia y durante la guerra civil. La líder de la Resistencia y ahora apoyo del Emperador Xom se escabullía del combate que ocurría en la gran avenida de la colonia humana con el fin de permanecer a salvo. Tras contactar con Deon y Jacob, estos le indicaron su ubicación para que la mujer se uniera a ellos. No tardó más de quince minutos en encontrarles, escondidos entre los pequeños callejones estrechos de Promesa.

    — ¿Qué se supone que hacéis aquí? — La asiática no comprendía que el líder Anixis y su mano derecha estuvieran simplemente escondidos.

    — ¡Estábamos muy cerca de matar al comandante Crane y dos sylerianos cuando otros soldados de mierda aparecieron! — Exclamó Deon con rabia por haber perdido la oportunidad de acabar con uno de los líderes humanos y los alienigenas — ¡Apenas pudimos huir por los conductos!

    — Supuse que querías que lo mantuviera a salvo — Murmuró Jacob, más calmado que el Emperador Xom.

    — Así es, pero tampoco os quiero escondidos como cobardes — Les recriminó Sun, quién iba a contarles algo — Acaban de llegar los sylerianos, he visto sus lanzaderas descender y a sus soldados pelear contra los nuestros.

    — ¡Mierda! — Gritó Deon, consciente de que la llegada de estos les complicaba la cosa a los suyos por ventaja numérica — ¡Debemos retirarnos, si antes ya éramos pocos, ahora somos muchos menos!

    — Pienso lo mismo — Indicó la asiática, consciente de que no pudieron provocar más daño al enemigo y la llegada de los sylerianos terminaba de complicar el trabajo aún más — Necesitamos una lanzadera de extracción ahora.

    — ¿Y el resto de los nuestros? — El soldado Klein temía que ambos líderes fueran a abandonar a su gente.

    — Enviaré la orden a mis soldados de que debemos partir y regresar a Paraíso — Dijo el mayor de los Xom, tomando la radio rápidamente — ¡Aquí el Emperador Xom a todos los efectivos Anixis! ¡Retirada inmediata! ¡Dejad que los RECO os cubran la huida!

    — Muy bien, yo les indicaré lo mismo a los míos — Dijo Sun, tomando también su radio — ¡Sun Brume a todos los miembros de la Resistencia en ésta frecuencia! ¡El Emperador Xom ha ordenado la retirada y nos vamos con los Anixis! ¡Hora de irse de este planeta de mierda!

    — Me parece un poco abrupta la decisión de evacuar el planeta — Opinó Jacob, firme y serio — Podría quedarme con algunos aquí en Neonia y recabar inform...

    — Os necesito a todos en Paraíso, amigo — Deon se mostró realmente molesto con las palabras del segundo al mando de la Resistencia — ¿Crees que nuestros enemigos van a dejarnos en paz tras irnos? Piensa un poco, vendrán a por nosotros y será ahí cuando golpeemos definitivamente. En nuestro planeta, son nuestras normas... no podrán acercarse siquiera. Será su fin.

    [...]

    Lill, Om, Uriow, Eron y Ashley estaban fuera de Promesa, enfrentando a los Anixis. Los cinco miembros de la Alianza defendían sus flancos con destreza y experiencia, aguantando de forma holgada las embestidas enemigas. Sin embargo, un pelotón de doce soldados Anixis se interpusieron en su camino con la intención de acabar con ellos. Cuando el comandante se dispuso a usar de nuevo su mano Rhajik, los dos sylerianos iban a disparar y la pareja iba a hacer lo propio que estos últimos, unos potentes disparos láser por detrás de dicho pelotón enemigo provocaron que estos cayeran pulverizados al suelo. Entre tanto polvo que se levantó debido a los disparos, aparecieron Erie, Zyon y un grupo de varios Super Rhajik, neonianos y sylerianos juntos.

    — Justo a tiempo — Musitó el comandante Crane, aproximándose a la líder neoniana y al líder Rhajik — ¿Cómo os ha ido?

    — Estábamos en serios problemas, pero han llegado los sylerianos — Respondió Erie con visible alegría en su rostro — Justo a tiempo.

    — ¿Dónde está Hylda? — Preguntó Om a los suyos, preocupado por su líder.

    — Se encuentra con un pelotón de seguridad y dos humanos que estaban en Syleria — Explicó uno de los varios soldados sylerianos presentes.

    — ¿Dos humanos? — Eron se extrañó con eso — ¿Son Anixis?

    El subcomandante no necesitó de una respuesta por parte de sus aliados sylerianos. A cierta distancia, un grupo en el que se hallaban Ender, Yak, Lio, Cia y la Elegida Admir entre varios soldados suyos, se aproximaba al resto con visible alegría en sus rostros por reencontrarse con algunos de sus compañeros. Om fue corriendo hacia Hylda hasta abrazarla con fuerza, seguido de Uriow, mientras Erie miraba de forma preocupada a su segundo al mando Quetaryan, quién se veía algo deprimido. Ender y Cia se hallaban un poco al margen pues apenas se habían unido recientemente al grupo, especialmente ésta última, mientras Lill, Ash y Eron, principalmente los dos primeros, sonreían al ver a su antiguo compañero de equipo, Lio Santos.

    — No puede ser — El comandante se aproximó al hombre de Ceres con una sonrisa en su rostro — ¿Cómo has...?

    — Hice lo que Axlor cuando los Rhajik atacaron Marte — Respondió Santos, contento de ver a algunos de sus antiguos compañeros — Me infiltré en una de sus naves y estuve en Paraíso, tratando de obtener información y ganándome su confianza... allí tenemos más aliados de los que pensamos, Lill.

    El comandante sonrió tras oír las palabras del hombre de Ceres mientras la soldado Ripley abrazaba cariñosamente a su amigo. Eron estrechó su mano con simpatía y el grupo parecía querer ponerse al día pese a que no era el momento y no iban a hacerlo, por lo que se dispusieron a entrar en Promesa cuando repentinamente una granada de fragmentación cayó justo en el centro del numeroso grupo. Algunos no la vieron y otros si lo hicieron, alertando a sus compañeros y provocando una huida en estampida a todos lados por parte del grupo.

    Sin embargo y para sorpresa de muchos, Zyon, quién no había dicho ni una palabra durante el reencuentro, se lanzó contra la granada y se la cubrió con su cuerpo, encogiéndose para minimizar la onda expansiva de la explosión y la posible muerte de muchos de sus compañeros. Cuando la granada explotó, ésta sonó cómo cuando el eco de un fuerte ruido retumba en varias paredes a la vez, provocando que la mayoría de los presentes quedara durante unos instantes con un fuerte pitido en sus oídos. Lill, Ender y Ashley fueron los primeros en levantar la cabeza del suelo, realmente aturdidos por el sonido.

    El comandante se volteó para ver que había sucedido, comprobando para su terrorífica sorpresa, que Zyon había sido destruido literalmente por la explosión de la granada, al haberse concentrado dicha explosión en su torso. Solo quedaban trozos ardiendo del metal del Super Rhajik mientras el humo complicaba la visión de todos. Ashley alzó la vista y vio a la líder de la Resistencia, Sun Brume, con otra granada en sus manos para lanzar. Junto a ella se hallaban el Emperador Deon Xom y Jacob 'Shadow' Klein. La asiática lanzó una segunda granada al grupo mientras una lanzadera Anixis descendía a escasos metros del trío enemigo, con la intención de evacuarlos.

    — ¡Otra granada! — Alertó la soldado Ripley, provocando la rápida reacción de sus compañeros para rehuir.

    Ender, quién se encontraba fuera del alcance de esa segunda granada y vio a su hermano junto a los dos líderes de la Resistencia, se levantó rápidamente y corrió tras ellos mientras estos subían a la lanzadera que los iba a evacuar del planeta, por orden del Emperador Xom para la retirada.

    — ¡Ender, no lo hagas! — Gritó el comandante Crane, quién vio al hombre correr en dirección a dicha lanzadera.

    El menor de los Xom hizo caso omiso a la petición de Lill y no dejó de correr. Deon, Sun y Jacob miraban desde el interior de la lanzadera cómo el soldado se dirigía hacia ellos mientras la compuerta se cerraba y la pequeña nave se alzaba en el aire. Su hermano mayor sonrió al verle ir hacia él sin posibilidad alguna de alcanzarles, momento en el que se cerraba la lanzadera y se disponía a propulsarse definitivamente al espacio exterior.

    Consciente de que no podría entrar pero con una idea clara en mente, Ender Xom saltó lo suficiente cómo para agarrarse al borde de la lanzadera y terminar de sujetarse gracias al propulsor de energía que portaba su traje anclado en la espalda.

    Finalmente, la lanzadera desapareció en la lejanía del cielo de Neonia junto a muchas otras de origen Anixis mientras Lill observaba aterrado lo que Ender había hecho, sin quitarse de la cabeza lo que acababa de ocurrir de forma repentina con la destrucción total de Zyon, quién había sacrificado su existencia para salvar literalmente a todos los presentes.
     
    • Impaktado Impaktado x 1
  6.  
    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

    Piscis
    Miembro desde:
    28 Agosto 2012
    Mensajes:
    4,806
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Saludos amigo, paso a comentar el capítulo. En mi opinión, la intensidad de este ha bajado un tanto en relación al anterior, pero pese a todo ha estado genial. Comentaré paso a paso.

    Primero, quiero decir que me ha sorprendido que la pelea se haya llevado a cabo de la misma forma en que fue llevada a cabo la historia. La historia empezó con humanos y neonianos, luego se sumaron los Rhajik, y por último, los sylerianos. La batalla la empiezan en el espacio los humanos y los neonianos. Cuando llegan a tierra firme, se les suman los Rhajik, y por último, en este capítulo, se integran los sylerianos. Las razas fueron entrando a la batalla a medida que fueron ingresando a la historia, y creo que eso, pese a ser algo pequeño, le da un pequeño plus a la pelea. Si lo planeaste, entonces es digno de remarcar.

    La verdad es que Deon y Jacob son unos malditos cobardes. Sobre todo el emperador. Solamente se envalentona cuando tiene gente a sus disposición para sacrificar. Cuando se le mueren los soldados, se acobarda y se retira como la rata cobarde que él. Me da risa que él diga que su nueva humanidad será la única que esté en pie. Pff, huyendo no va a lograr nada XD. Lástima que Lill no llegó a quemarle el cráneo a Jacob, habría sido bien que esa maldita rata se fuera al demonio, pero bueno, supongo que su mano perdió velocidad al ir este quedándose sin energía. Al final, nadie entre Om o Uriow murió, lo que me alegra.

    La escena en la nave syleriana previa al conflicto ha estado bastante bien. Está claro que Hylda está totalmente comprometida con la alianza, y es más que claro por qué. Una victoria sobre los Anixis les asegura una colonia en Neonia para vivir prósperamente en un mundo sin contaminación. Honestamente, ver a los humanos, sylerianos y neonianos conviviendo juntos luego de la triste historia que comparten estas tres razas será interesante, aunque creo que no veré eso en esta parte, y habrá que ver su final para ver si en la siguiente se ve algo de ello.

    La charla de Lio con Cia eleva al hombre de Ceres mucho más que antes. Cualquiera se daría cuenta de que es tu personaje favorito, y de los que más te gusta trabajar. Ver todo lo que él tiene planeado para enmendar los errores de su pasado llena de emoción a cualquiera. Lio quiere asegurar las vidas de inocentes como Lina y su hija, además de que seguro Bar y Sith, que son buena gente y le han prestado algo de ayuda, también estarán allí. Está claro que en él todavía pesan las muertes de Narisha y Axlor, las que él mismo ocasionó, y que tratará de enmendar su error. Esto me da malos presentimientos. Si antes él tenía posibilidades de morir, ahora suben todavía más. Ojalá que no muera, su muerte causaría mucho daño. Tengo que admitir que Lio fue un personaje que en varios momentos me caía mal. Cuando él secuestró a Arva que era su amiga y estaba embarazada (él no lo sabía, pero igual) y luego le hizo frente a Lill y Axlor, sentía ganas de que muriera, honestamente. Pero su camino de redención ha sido muy bueno. Creo que no le quedan más pecados por expiar, aunque parece que él sigue pensando que sí. Bueno, ahora mismo deseo que no se muera con cada fibra de mi cuerpo XD. Eso indica lo buen personaje que es él. Una parte de mí me dice que lo vas a matar para cerrar su arco luego de que él logre salvar a Lina y su hija, pero otra parte de mí me dice que siendo un personaje tan bueno, te lo quedarás con vida para seguirlo trabajando. Ojalá sea la última opción, porque no lo quiero ver morir.

    Las palabras que Cia le dedicó a Lio en esa última pregunta me dolieron un poco. Está claro que ella detectó que él tiene un pasado doloroso y que lo persigue. Ojalá Lio lo pueda dejar atrás.

    La llegada de los sylerianos sin duda alguna cambió la batalla para bien, dado a que los Anixis se dieron cuenta de que la tenían super jugada haciendo frente a cuatro especies diferentes. Sinceramente, tanto Deon como Sun han sido demasiado cobardes aquí. Solamente fueron a sacrificar soldados y apenas les han causado daño a la alianza. Excepto por las muertes de Reeda y Zyon, no se han llevado puestos a varios personajes principales. Las comunicaciones fueron dañadas, pero como los sylerianos ya están allí, no les hacen demasiada falta. El peor daño que causaron fue la destrucción de la Arcadia, y eso no requirió que descendieran al planeta. Te soy sincero, habría sido más útil un ataque aéreo para mermar fuerzas y luego retirarse, para lo que terminaron haciendo.

    Te digo la verdad que después de ver eso, si yo fuera miembro o de la Resistencia o de los Anixis, por más odio que le tuviera a los neonianos y al gobierno, los abandonaría. Lo que los líderes de ambos bandos están haciendo no es una venganza, es solamente una búsqueda de poder. Se aprovechan del deseo de venganza de varias personas para solamente lanzarse en una encrucijada de poder. Porque eso es justo lo que están haciendo. La gente que se unió a ellos los culpa (con motivos válidos) de la destrucción del sistema solar, pero Deon y Sun no pelean por venganza, solo pelean por ellos mismos. Son dos basuras, y la verdad es que se merecen mutuamente, y todo lo que les pasó también. Sun merecía ser violada (y más) y Deon se merecía ser castrado (y mucho más). Ojalá les den su merecido.

    Ver a Yak en modo furia ha sido sorprendente. El neoniano está loco como nunca, y razones no le faltan. La Resistencia mató a Narisha y los Anixis mataron a Vanth y a Reeda. Después de esto, creo que él no va a morir, de lo contrario, todas esas muertes no servirían de nada tras el peso que tuvieron en él. Aunque algo me dice que esto lo afectará de una manera en que él se volverá una persona diferente y que la líder Erie perderá su atracción hacia él, dejando a ambos en caminos separados. Quedo a la espera de eso.

    Fue bueno que Ashley y Lill pudieran encontrarse con Lio. Si la memoria no me falla, son los únicos miembros de Los Viajeros que quedan y que están en batalla, ya que Cinthia se queda para ser médica y Snow y Arva no pueden participar por sus embarazos. Es triste pensar que de los Viajeros ya solo queden seis miembros oficiales cuando antes eran un equipo numeroso. Ojalá tras esta guerra sigan permaneciendo todos con vida pero sé que me vas a quitar a alguien más. Cof cof, Lio, cof cof.

    La pelea termina en Neonia y ahora los dos extremistas se han retirado a Paraíso. La alianza tiene muchas oportunidades de ganar, pero no quiero dar nada por sentado. Pero la ventaja la tienen. Son cuatro especies, tienen en sus filas a gente que exploró Paraíso por fuera (Eron y Uriow) y por dentro (Lio y Cia). Además de que tienen apoyo en ese mismo lugar, como Lina y otros civiles más. Pero contigo no quiero dar por sentado nada porque luego vas y me los matas a todos :v

    La muerte de Zyon no me ha sorprendido ni me ha dolido. Creo que de haber muerto en la parte IV, donde él empezaba a ser una máquina con pensamientos más cómicos y autónomos, habría podido causar más impacto. Sin embargo, luego de que fue derribado y posteriormente convertido a un Rhajik inferior con su nuevo cuerpo, veía que su muerte se acercaba y así ha sido. Me pregunto como reaccionarán Cinthia y West al enterarse, dado a que estos convivieron con la máquina por un tiempo bastante considerable y era un amigo de ambos.

    Debo decir que la idea de Ender ha sido de un completo suicida. Irse solo a estar rodeado de enemigos no ayuda, pero imagino que allí tendrá su oportunidad de hacer algo en beneficio de la alianza, y ojalá no pierda la vida con ello. En el principio, cuando apareció, me parecía alguien muy blando. Con buenos ideales pero sin fuerza de voluntad para llevarlos a cabo. Pero con el paso del tiempo fue creciendo para ganarse más confianza. A ver que le depara a él.

    Tengo que decir que sigo muy intrigado con el título de esta parte. Quiero decir, con las otras, el significado del título pudo ser intuido con facilidad. "La Guerra Rhajik" fue muy obvio a que referenciaba, y tan pronto como aparecieron, ya se sabía que la parte iba de pelear con ellos. "Cara a cara" tenía varios sentidos, ya que hablaba de Lio y Snow enfrentando a Jim, de Axlor encontrándose con Naylon, de Vanth estando frente al Supremo, y quizá algún otro encuentro más que se me haya dejado. "Secuelas de una catástrofe" lo intuí con facilidad cuando Vanth menciónó a la Resistencia en el primer capítulo. Y "Seres superiores" se supo que era para referirse a los Anixis y a la teoría de Jefferson.

    Pero en este caso, luego de 13 capítulos (la parte II tuvo 9, la parte III tuvo 10 y la parte IV 14) sigo sin saber a qué se puede referir esa "Regresión". No creas que esto es una crítica ni nada, es solamente algo que me causa mucha intriga. Sigo a la expectativa de ver cual es la Regresión a la que se hace referencia en el título, dado a que todavía no la he detectado. Creo que es la parte en la que más me he tardado en comprender el significado detrás del título, y créeme que me muero por que llegue el momento en el que lo descubra. Nuevamente, esto no es una crítica para ti, de hecho, no es ni siquiera algo relacionado a la historia en sí misma, es más relacionado a mí como lector de Los Viajeros XD.

    Bueno, me extendí bastante. No dejaré una lista de apuestas de quien podría morir o no en el siguiente porque creo que, tras estos dos capítulos de acción y la retirada de Anixis y al Resistencia, en el próximo capítulo no habrá muertes por tratarse de uno de transición. Me sorprendería si efectivamente sucede, pero yo no lo creo. Para mí te guardarás las muertes para más adelante y aprovecharás el siguiente para darle un descanso a los personajes.

    Con todo esto, me despido de ti hasta la siguiente semana. Créeme que me muero por ver como continúa. Ya con estos dos capítulos, este conflicto le sacó una cabeza de ventaja a los que se vieron en las partes I y III (que curioso que las guerras sucedan en partes impares, eso me da algo de miedo para la parte VII, XDDDDD) Veamos cuanta ventaja le termina quitando cuando haya terminado.

    Estaré ansioso por el próximo y todos los capítulos que queden. Eso será todo por hoy, amigo, un saludo ♥♥♥
     
    • Adorable Adorable x 1
  7. Threadmarks: Punto de no retorno
     
    Manuvalk

    Manuvalk el ahora es efímero

    Sagitario
    Miembro desde:
    14 Diciembre 2013
    Mensajes:
    688
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Los Viajeros V: Regresión
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    17
     
    Palabras:
    4583
    Saludos y gracias por estar aquí. Tras venir del clímax, este capítulo será algo más calmado (pero no por ello menos tenso, pronto entenderéis porqué). Especial agradecimiento a Reydelaperdicion como siempre. Sin más que añadir, les dejo con la lectura.







    Punto de no retorno



    El humo aún era espeso ante los ojos del comandante Crane, quién acababa de ver cómo Ender había hecho algo de lo que difícilmente podría salir con vida. La lanzadera Anixis que llevaba a Deon, Sun y Jacob se marchó de la superficie de Neonia, acompañada de muchas más, en lo que significaba la retirada del enemigo y la victoria parcial de la Alianza entre humanos, neonianos, sylerianos y Super Rhajik. Detrás de Lill, los restos ardientes de Zyon demostraban que la máquina había desarrollado una habilidad que ninguna más tenía: empatía. Se había sacrificado por el bien del resto de sus compañeros, consciente de que su vida no era una vida cómo tal, sino un conjunto de eventos que le llevaron a ser.

    Ashley se incorporaba conforme podía mientras hacían lo propio el resto. Cuando se aseguró de que estaba físicamente bien, se volteó desesperadamente a buscar a Eron, quién se apoyaba en una de sus rodillas para levantarse. La mujer corrió hacia su pareja, abrazándola en el mismo suelo, consciente de que habían tenido suerte de sobrevivir a la repentina situación. Om ayudaba a Hylda a incorporarse, provocando que ambos se miraran fijamente durante unos instantes, denotando un evidente y fuerte sentimiento amoroso entre ambos.

    Uriow ofrecía su ayuda a Yak y Erie mientras ambos neonianos la aceptaban para levantase, al igual que Lio y Cia, quiénes todavía sentían ese leve pitido de las dos explosiones. Por último estaban algunos soldados tanto neonianos, cómo sylerianos y Super Rhajik que estaban también presentes. Las máquinas podrían haber reaccionado y haber atacado la lanzadera de los líderes enemigos de no ser por lo abrupto de lo ocurrido.

    — ¡¿Estáis todos bien?! — Lill trataba de vislumbrar a todos sus compañeros mientras apartaba en vano el humo enfrente de sus ojos.

    — ¡Vivos! — Gritó el syleriano Emmon, confirmando que todos estaban a salvo — ¡Todos bien!

    — Todos no — Musitó el comandante Crane, observando los restos de Zyon con verdadera tristeza.

    Mientras el grupo se recuperaba de lo sucedido, la lanzadera en la que estaban el Emperador Xom y los dos líderes de la Resistencia, cruzaba el campo de batalla de la órbita del planeta neoniano en dirección a una de las naves de la flota Anixis. Los cazas que quedaban ya se habían agrupado en sus respectivas naves de la flota y solo quedaban naves de la Alianza que trataban de destruir las lanzaderas Anixis que huían de Neonia. En el exterior de ésta, sujetándose a varios anclajes externos para no salir disparado al espacio profundo, estaba Ender Xom. El segundo hijo del fallecido Gar Xom estaba sobreviviendo en el espacio debido al traje que portaba, pues los Anixis contaban con la ventaja de tener trajes con material y reserva de oxígeno en caso de hallarse fuera de algún planeta debido al motivo que fuese.

    La velocidad de la lanzadera era máxima y Ender luchaba por sujetarse para evitar salir disparado, consciente de que una vez la pequeña nave entrase en la de la flota, tendría poco tiempo para escabullirse sin ser detectado. Y no solo eso, pues debería permanecer escondido en el plazo de cinco días mínimo, la duración del viaje hasta Paraíso. Mientras la nave avanzaba a gran velocidad, el menor de los Xom solo veía restos de naves destruidas y a la deriva que muy probablemente caerían en Neonia debido a su atracción gravitatoria.

    El hombre solo tuvo que aguantar un poco hasta que la lanzadera entró por una de varias compuertas de la nave de la flota Anixis, cerrándose tras la entrada e instaurando una gravedad artificial que le permitió saltar de dicha lanzadera y esconderse tras varias cajas de material que se hallaba en el hangar donde había aterrizado. La compuerta de la pequeña nave se abrió, dando paso a Deon quién era seguido por Sun y Jacob, encontrándose al paso con varios soldados Anixis que se veían preocupados por su líder y por la orden de retirada que había dado.

    — ¡Emperador Xom! — Uno de los soldados se aproximó de manera apresurada a su líder — ¡Todas las lanzaderas que han recibido el mensaje ya se encuentran a bordo de las naves de la flota! ¡Nos reagruparemos y nos largaremos!

    — Muy bien, que ninguna de las cinco naves de la flota desactive aún el escudo de plasma, es muy probable que nuestros enemigos nos ataquen y nos persigan durante un tiempo — Dijo Deon con seriedad, mientras se volteaba hacia las dos personas que lideraban la Resistencia — Os asignaré un camarote para que os acomodéis y después hablaremos de lo próximo que nos toca hacer.

    — Entendido — Musitó Sun, mientras Jacob solo observaba de manera seria a su nuevo líder.

    El trío de líderes y los soldados abandonaron el hangar mientras Ender había escuchado atentamente la breve conversación que acababa de suceder. El pequeño de los Xom era consciente de que, infiltrado en dicha nave, debería mantenerse escondido si no quería morir. Si sobrevivía el tiempo que durase el trayecto, volvería a ver Paraíso después de mucho tiempo.

    [...]

    La noche había caído sobre Neonia y habían pasado varias horas desde la retirada abrupta de los Anixis. Miles de cuerpos, tanto del enemigo cómo de soldados de la Alianza, yacían esparcidos por todo el territorio conocido. Promesa ardía en llamas, Isharay había sufrido varios destrozos pese a su arreglo y el Sector 0 llevaba abandonado desde la batalla que sucedió allí. Sin una base en la que descansar, todos los numerosos supervivientes de la batalla se dirigieron al campamento instalado para las personas que no lucharían, ya fuese por su avanzada edad, por tener menores a cargo o por enfermedad. Poco a poco, soldados de distinta especie y de todos lados fueron llegando al campamento, ubicado cerca de una de las tantas bases de neonianos que se repartían por el planeta y con varias naves que se hallaban allí, entre ellas la Valkshire.

    De entre toda la multitud que había permanecido ajena al combate y que solo habían visto o escuchado las explosiones lejanas, destacaba la figura de la gobernadora Carver. Acompañada por su amiga Arva, quién aún estaba algo resentida por la última conversación que tuvieron, esperaron con preocupación a ver los rostros de sus seres queridos y conocidos. Así pues, tras una larga espera y con la noche ya predominando en el cielo neoniano, ambas mujeres vislumbraron la llegada del comandante Crane, acompañado del resto. Snow corrió hacia él nada más verle y lo abrazó fuertemente, acto que fue correspondido por su pareja, quién apretó con fuerza a su amada. Arva observaba la escena con una mezcla de ternura y tristeza al recordar al fallecido Axlor, sin embargo, su rostro quedó completamente paralizado cuando vio de entre todos, al hombre de Ceres.

    — Nos reuniremos en la Valkshire para más privacidad, dentro de una hora — Informó Erie a Lill, quién se hallaba abrazando a su mujer — Ya se lo he notificado a Hylda.

    — Está bien, ahí nos veremos — Contestó el comandante humano, visiblemente apenado por la destrucción de Zyon y las muertes de tantos aliados.

    Yak acompañaba a Erie en dirección a la Valkshire, donde se lavarían y relajarían tras la tensión de la batalla. Hylda y Om decidieron ir a lavarse y descansar esa hora que tenían de tiempo hasta la reunión en la Valkshire con los líderes, ordenando a Uriow que reagrupara a los sylerianos y que después se tomara la noche libre para descansar. Eron y Ashley caminaban juntos y cogidos de los hombros en dirección al centro del campamento, con el fin de comer algo y reponer fuerzas tras el esfuerzo exhausto que habían tenido. Finalmente, Lio y Cia avanzaban en paralelo cuando el primero vio a la piloto Tidder parada a escasos metros, mirándolo realmente sorprendida.

    — Tengo que hacer algo — Murmuró Santos a su compañera, la ex general Jenner — Ve a comer algo, luego te busco, ¿vale?

    — Claro — Musitó la mujer, dejando a su único amigo en el grupo para ir a reponer fuerzas.

    Mientras Cia continuaba su andadura junto al resto, el hombre de Ceres se aproximó a la mujer nacida en la Luna hasta colocarse frente a ella. La expresión en el rostro del hombre era de resignación, tristeza y verdadera sumisión hacia la mujer, la cuál tan solo miraba fijamente a su antiguo compañero de equipo.

    — Pensé que habías muerto — Dijo Arva de forma tajante — ¿Dónde has estado?

    — Me infiltré en una nave Anixis y he estado en su planeta todo este tiempo — Lio apenas miraba a los ojos de la mujer, mostrándose esquivo a hacerlo — ¿Estás bien?

    — Lo estoy, gracias — Musitó la piloto, para después abrazarle — Me alegra que estés vivo, Lio.

    Santos no supo cómo reaccionar al gesto cariñoso de Tidder, pues desde lo ocurrido con Vaalot, la relación entre ambos había sido muy distante, algo fría e incluso inexistente por momentos. El hombre de Ceres era muy consciente de su parte de culpa en la muerte del que fuera su amigo marciano y por ello se sentía en deuda con la mujer, decidido a protegerla a cualquier precio tanto a ella cómo a sus futuros hijos. Sentía que era lo menos que podía hacer en honor al fallecido Vaalot.

    Por parte de Arva, sabía que Lio sufría en silencio su parte de culpa y a diferencia de Ashley, la cuál no parecía expresarlo, sí veía en el rostro del hombre ese dolor que difícilmente desaparecería de su vida. Por ello, la mujer nacida en el satélite natural de la Tierra, decidió asumir que por mucha culpa que sus ex compañeros de equipo tuviesen, debía pasar página. Al menos ella pensaba, eso era lo que Axlor querría.

    — Ven conmigo — Murmuró Arva ante la sorpresa de Lio — Vayamos a comer algo.

    Después de un largo abrazo, Snow tomó la mano de su pareja y lo llevó hasta una de las tiendas de acampar en la que la gobernadora se hallaba. Al entrar al interior de ésta, el hombre vio a su pequeña hija de tres años, la cuál estaba durmiendo plácidamente. Con una luz tenue para impedir que Regina se despertara, Snow le indicó a su marido que se sentara y quitara la ropa de combate, cosa que el hombre no se pensó dos veces. La gobernadora Carver se sentó detrás de él y comenzó a acariciarle la espalda en lo que era una especie de masaje para relajar la musculatura.

    Ninguno de los dos dijo nada, guardando silencio por el descanso de su hija y sobre todo porque no había nada que decir. Mientras Snow pensaba en el riesgo que corría su pareja cada vez que se iba a combatir y en cómo y cuando decirle que iban a tener un segundo hijo, Lill pensaba en las miles de muertes que había habido ese día. Una batalla que había durado menos de veinticuatro horas pero que se convertía en un record desde la destrucción del Sistema Solar a la que la humanidad llamaba Colapso. Como responsable militar de los humanos, el comandante Crane se sentía responsable de tantas muertes sin apreciar realmente la pequeña victoria que habían conseguido.

    Mientras la mujer le acariciaba y masajeaba la espalda en un intento de hacerle sentir cómodo, en el rostro del hombre comenzaba a formarse una expresión de rabia acumulada que hizo que su mano Rhajik comenzara a brillar en una luz roja tenue, cosa de la que el propio Lill se percató. El comandante humano miró fijamente su mano robótica y comenzó a pensar en lo que le sucedió, culpa de la Resistencia, y lo que estaba sucediendo y que aún no había acabado, la guerra contra los humanos supervivientes del arca número cuatro de La Unión que se hacían llamar Anixis. Lill apretó su mano ortopédica con ira mientras llegaba a una conclusión más que evidente.

    La humanidad comete sus errores y paga con consecuencias — Se decía a sí mismo en su mente — Después de esto, la humanidad será solo una, o no será.

    En una de varias naves de origen syleriano, se hallaba la Elegida Admir con su protector Paokt, descansando esa hora que tenían hasta la reunión de líderes en la Valkshire. Tras haberse aseado y acomodado, ambos seres no podían evitar pensar en todo lo que estaba sucediendo y había acontecido, preguntándose si cuando la guerra contra los Anixis acabara, aún quedaría algo a lo que llamar hogar.

    — Siento no haber estado contigo en Syleria cuando la atacaron — Murmuró Om, disculpándose por no haber cumplido cómo protector de la Elegida — Debí permanecer siempre contigo, es mi función.

    — Era cuestión de tiempo que lo hicieran — La líder syleriana quiso despreocupar a su segundo al mando — No te tortures, Om, te pedí que te quedaras aquí. Ahora no solo somos los sylerianos, somos la Alianza.

    — Supongo que tienes razón — Paokt parecía estar reflexionando con algo — Pero me he dado cuenta durante estos días de tu ausencia, que no quiero volver a separarme de ti.

    Hylda permaneció inmóvil ante Om, mirándolo fijamente y realmente extrañada. El protector de la Elegida se aproximó lentamente hasta su líder y la tomó de las manos, ante la sorpresa de la syleriana, quién recibió un beso por parte Paokt que tras unos segundos, correspondió felizmente. Ambos se conocían desde su niñez y desde la famosa guerra contra los neonianos, teniendo historias distintas y padres con propósitos también distintos, pero que de alguna manera entrelazaron un futuro para ellos.

    Ambos se querían pero consideraban que no sería bien aceptado en la sociedad syleriana el hecho de que una Elegida y su protector, el cuál tenía la única función de servir y proteger a su líder, mantuvieran una relación sentimental. Tras el largo beso, Om y Hylda permanecieron unos instantes mirándose a los ojos.

    — Creí que jamás ocurriría esto entre nosotros, Om — La líder syleriana se mostraba realmente sorprendida con lo que acababa de suceder.

    — Jamás, es demasiado tiempo — Musitó el soldado syleriano, sonriente — Y no puedo ni quiero esperar más.

    Una gran cantidad de soldados de todas las especies se encontraba amontonada y rodeando una gran fogata mientras recibían pequeñas porciones de comida debido a la escasez de ésta y al racionamiento ordenado por los líderes desde la llegada Anixis a sus vidas y por consecuencia la falta de cultivo. Entre la muchedumbre, en la que se encontraba un sonriente Uriow y una apartada Cia, la pareja formada por Eron y Ashley observaba la escena.

    Al margen de los Super Rhajik, quiénes no entablaban conversación a menos que se la propusieran, veían a neonianos y sylerianos hablando, a humanos y sylerianos, a neonianos y humanos... se podía apreciar un sentimiento de unión entre las especies que pese a tener sus diferencias, colaboraban por un objetivo común, el cuál era derrotar a los humanizados Anixis, además de comprometerse a unir fuerzas en lo que era ya —a expensas de un anuncio oficial por parte de los líderes— una alianza entre especies.

    — ¿Estás bien? — Le preguntó el subcomandante de la humanidad a la soldado, la cuál parecía estar nostálgica.

    — Sí, tranquilo — Murmuró Ashley, sonriendo a su pareja mientras le acariciaba el rostro — Simplemente pensaba en mi hermano, Alexander. Le gustaría estar aquí y ahora, a pesar de todo.

    — Él está aquí — Eron señaló con su dedo índice el lugar donde estaba el corazón de la mujer — Lo llevas contigo, al igual que yo llevo a Deanne y al hijo que nunca vi nacer, conmigo.

    — Gracias, Eron — La mujer se emocionó con ese comentario — Tienes toda la razón.

    Ripley abrazó a modo de consolación a su hombre mientras éste recordaba a su fallecida mujer y al hijo que ésta portaba en el vientre, el cuál nunca nació.

    Además de eso, no pudo evitar recordar también a Etyah, un chico joven al que veía potencial y al cuál consideraba su discípulo. Tras conocer su muerte, Tanner no lo lloró y nunca lo hizo por el simple hecho de que no le nació hacerlo, sin embargo, le dolía su muerte cómo al que más de todos los que le conocieron. Ashley recordaba a su hermano Alexander, al cuál veía cierto parecido en su actual noviazgo, no obstante, también recorrió su mente la idea de ser madre en un futuro, pese al temor que le infundó el hecho de conocer que la anterior pareja de Eron había muerto a manos de los Rhajik en Marte, con el feto aún gestándose en su interior.

    A poco más de veinte minutos para que se cumpliera la hora de descanso para los líderes, Erie y Yak se hallaban ya en el interior de la Valkshire, nave de su especie y en la que se reunirían más cómoda y discretamente con el resto de líderes de las especies de la Alianza. Tras haberse aseado y cambiado de ropa, ambos representantes neonianos esperaban el momento en el que comenzaría dicha reunión. La líder neoniana observaba a su mano derecha con cierta lástima, pues fue notificada de la muerte de Reeda en la Arcadia a manos de los Anixis. Erie temía preguntarle cómo se encontraba respecto a ese tema, pues no quería que su compañero y además interés amoroso, se enfadara por la falta de tacto de ésta, por lo que se sentó a su lado y se limitó a sacar otro tema de conversación.

    — Después de que acabe la guerra que tenemos presente contra esos humanos Anixis, propondré a nuestro pueblo unas elecciones democráticas para que elijan con libertad a un líder y representante neoniano — Dijo la neoniana Tovam, quién no causó ninguna reacción importante en el neoniano — Yo ocupé el puesto de Vanth cuando cayó en combate sin haber sido elegida, creo que sería lo más justo, ¿qué piensas?

    — Haces bien — Musitó Yak, serio e indiferente respecto a las palabras de su compañera — Es lo correcto.

    — Lo sé — La actual líder neoniana no había acabado de decir lo que pensaba — Creo que el neoniano indicado para el puesto, serías tú.

    Aquellas palabras lograron que Quetaryan girara su cabeza para mirar fija y seriamente a Erie, quién creía firmemente en las cualidades de su actual mano derecha para el puesto de líder de todo el pueblo neoniano. Yak se incorporó de forma abrupta, mostrando una evidente disconformidad y enfado ante tal afirmación.

    — ¡No digas tonterías! — Exclamó el neoniano, molesto — ¡Vanth no me enseñó lo suficiente!

    — Yo diría que estás bien enseñado — Erie fue tajante respecto a lo que pensaba.

    — ¡No es cierto! — Quetaryan estaba cada vez más enfadado — ¡No pude ni proteger a Reeda, mucho menos a todo el pueblo neoniano!

    — ¡Yak...! — La líder neoniano trató de calmarle, incorporándose también.

    — ¡Cállate, Erie! — Gritó Quetaryan, visiblemente furioso y con la clara intención de irse de la sala de reuniones de la Valkshire a falta de quince minutos del encuentro con los líderes — ¡Mi plan no es liderar a los neonianos, mi plan es matar hasta el último de esos humanos que se hacen llamar Anixis!

    Totalmente enfadado, Yak Quetaryan abandonó la sala de reuniones de la nave neoniana ante la mirada preocupada y seria de la actual líder de su especie, Erie Tovam. La carga que estaba soportando el joven neoniano primero con la muerte de su maestro Vanth Dheer y después con la muerte de su pareja Reeda Klamp, ambas a manos de los Anixis, no dejaba de aumentar exponencialmente conforme pasaba el tiempo y la guerra no terminaba. El deseo de venganza del neoniano desde que comenzó el conflicto, no hacía más que subir, provocando ciertos momentos de ira que preocupaban a Erie y a otros que lo viesen, pues podría actuar con imprudencia e impulso y terminar siendo uno más en la lista de neonianos muertos en combate.

    El comandante Crane había salido de su tienda de campaña acompañado de la gobernadora Carver con rumbo hacia la Valkshire para reunirse con los líderes neonianos y sylerianos respecto al siguiente movimiento tras la retirada Anixis de Neonia. No obstante, sus pensamientos se difuminaron al instante cuando el ingeniero Finn y la doctora Marlow les interceptaron el paso a los dos líderes humanos.

    — ¡Lill! — Exclamó West, visiblemente cansado tras haber corrido hacía la posición de éste — ¡¿Es cierto?! ¡¿Zyon ha sido destruido?!

    Lill y Snow se miraron durante un instante y el comandante asintió, visiblemente apenado por lo sucedido con el líder de los Super Rhajik, al cuál se le tenía un gran aprecio. Westley se echó las manos a la cabeza mientras los ojos se le humedecían y Cinthia se colocó las manos en el rostro mientras las lágrimas brotaban inmediatamente. La ex pareja tenía un vínculo especial con la máquina y estaban realmente afectados respecto a su destrucción, cosa que Lill y Snow comprendían, sintiéndose también mal por sus amigos además de por la falta de Zyon, un activo valioso del grupo.

    — Quizá quedó su unidad intacta, iré ahora mismo a comprobar sus restos — Dijo West, decidido — Dame la ubicación, Lill.

    — West, solo quedan trozos de metal — Contestó el comandante humano, siendo sincero y queriendo ahorrarle más dolor a su compañero — Créeme, no hay nada que puedas rescatar.

    — ¡¿Qué mierda sabrás tú de lo que puedo rescatar o no, Lill?! — El ingeniero mezcló la tristeza de la destrucción de Zyon con la ira de que lo hubiesen destruido, siendo una mala combinación emocional — ¡Te implanté una puta mano Rhajik, fabriqué la Rhajead, mejoré la Arcadia...! ¡Puedo traerlo de vuelta! ¡Dame la maldita ubicación!

    — Westley... — La médico trató de consolar a su ex pareja, apoyando su mano en el hombro de éste.

    — ¡Suéltame! — Gritó el hombre e ingeniero, muy tenso y furioso — ¡¿Cómo puedes aceptar su destrucción?! ¡Es una máquina, nunca muere!

    — Estás montando un espectáculo, West — Le recriminó Snow — Lill te acaba de decir lo que ha ocurrido.

    — Te digo la verdad — Musitó Lill, manteniendo la compostura mientras varias personas miraban la escena con intriga — Ahora es de noche y no es el mejor momento, mañana iré personalmente contigo y te mostraré el lugar si es lo que quieres ver.

    West comenzó a sollozar mientras Cinthia le miraba con mucha lástima, cosa que contrastaba con la seriedad de Snow pues la mujer no estaba contenta con la actitud de reproche hacia su pareja y comandante humano. Lill se aproximó al ingeniero y posó su mano izquierda sobre el hombro izquierdo de éste, en señal de apoyo emocional mientras agachaba la cabeza. Tras el gesto, el comandante del ejército humano continuó su camino a la Valkshire para la reunión, acompañado de su mujer, mientras la doctora Marlow sentía pena por el ingeniero Finn y se marchaba, dejando al hombre a solas con sus pensamientos.

    [...]

    Jacob Klein, conocido entre los miembros de la Resistencia cómo Shadow, caminaba por un largo pasillo de la nave Anixis en la que se hallaba tras haber huido de Neonia junto a Sun Brume y Deon Xom. Una vez se había duchado, cambiado de ropa y recuperado fuerzas tras un breve descanso, el que fuera segundo al mando de la asiática y ahora relegado a ser un recadero también del Emperador, se dirigió a la sala establecida por éste último para la reunión que iban a tener los tres respecto a cuál era el siguiente movimiento en el tablero de esta guerra.

    Las luces del pasillo eran potentes y mostraban brillante el color grisaceo de las paredes y el suelo metálico, el cuál resonaba a cada paso que el hombre con rasgos afroamericanos daba durante su avance. Tras dos minutos de un paseo calmado, Shadow llegó a la sala de reuniones dónde para su sorpresa, aún no estaban los líderes de la Resistencia y los Anixis. Dicho lugar era amplio y tenía más aspecto de almacén —había una gran cantidad de cajas apiladas a un lado— que de sala de reuniones, además una mesa circular en el centro y estanterías con objetos tecnológicos que Klein apenas supo identificar.

    — Puntual cómo un reloj — Una voz masculina hizo que el miembro de la Resistencia se volteara — Me gusta, Jacob.

    Quién dijo eso había sido Deon, el cuál entraba acompañado de Sun justo antes de que la puerta se cerrara tras ellos para más privacidad. El líder de los humanizados Anixis sonrió brevemente tras notar en Jacob una evidente desconfianza hacia él, cosa que el tipo de la Resistencia no escondía en absoluto. Sun era consciente de que su mano derecha no estaba cómodo con acatar órdenes del Emperador Xom y ella tampoco es que estuviera de acuerdo con su forma de ser, pero estar junto a Deon le garantizaba a la Resistencia un lugar en el que vivir sin compartirlo con los neonianos u otra especie alienigena, además de que eran su única salida si no querían ser detenidos por el gobierno humano de la Alianza.

    — Esta sala es la única que no tiene cámara de seguridad, aquí no guardamos nada importante ni interesante — Explicó Deon a sus socios — Tenemos una gran privacidad.

    Escondido tras todo el montón de cajas apiladas a un lado de la sala, Ender observaba y escuchaba atentamente todo lo que se decía en dicho lugar. Él conocía el funcionamiento de las naves Anixis y era consciente de que las naves más avanzadas contenían cámaras y sensores en algunas zonas, pero se reservaban siempre una habitación para otras cosas que no tuvieran que saberse. Desde que se infiltró en la nave, el menor de los Xom estuvo manteniéndose fuera de la vigilancia instalada y era consciente de que el lugar dónde se hallaba era el perfecto para aguantar el tiempo de trayecto hasta Paraíso, aunque tuviese que arriesgarse a buscar comida para mantenerse con energía.

    — ¿Entonces cuál es el plan? — Preguntó Sun, queriendo entrar al asunto directa y rápidamente — Vendrán tras nosotros eventualmente, desconozco lo que piensen los líderes sylerianos y neonianos, pero estoy segura de que Snow Carver y Lill Crane querrán contraatacar y lo harán.

    — Bueno, lo intentarán — Deon sonreía al suponer que tenía la sartén por el mango en la situación — Tú llegaste en una pequeña nave de exploración para que confirmaran nuestra ubicación y demás, ¿verdad?

    — Así es — Confirmó la asiática.

    — Lo saben todo acerca de Paraíso y vuestro sistema — Intervino Jacob, quién estuvo infiltrado en la reunión de los líderes con los tripulantes de la Seven.

    — Entonces sabrán que un cinturón de asteroides rodea el planeta cómo una muralla rodea una aldea — El mayor de los Xom era consciente de que atacar Paraíso no era sencillo de hacer y eso le entusiasmaba — Para cuando lleguen, tendrán que enfrentar nuestras defensas y al cinturón... no dejaremos que pongan un pie en el planeta y si lo hacen, sabremos dónde y cómo, para neutralizarlos con nuestros cañones antiaéreos. La cosa es, que cuando vengan a por nosotros, no podrán retroceder y tampoco avanzar.

    Ender escuchaba con atención las palabras de su hermano mayor y sabía que cuando la Alianza llegara a Paraíso, sería una misión suicida el aterrizaje en el planeta Anixis. Sin embargo, sabía que con él cómo infiltrado, podría desactivar esos cañones antiaéreos ubicados en Ciudad Anixis y con ello, que las pequeñas naves enemigas lograran aterrizar sin problemas en la superficie planetaria para el combate en tierra. Lo que quedaba claro desde ese día, era que el conflicto había alcanzado el punto de no retorno.
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  8.  
    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

    Piscis
    Miembro desde:
    28 Agosto 2012
    Mensajes:
    4,806
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Saludos, amigo, paso a comentar el capítulo.

    Tengo que admitir que se me hizo bastante corto. Realmente, perdí la noción del tiempo con el capítulo. Admito que comparado a los anteriores no fue tan largo, pero se me pasó muy rápido la lectura aquí. Paso a comentar el capítulo.

    Tal y como pensé, este capítulo fue para que los personajes asumieran las consecuencias del primer asalto en la guerra. Tengo que decir que me lo estaba esperando, y que para nada me decepcionó. Se ha visto todo muy real. Cansancio, intriga, suciedad por el combate, furia entre los que perdieron a alguien, alegría entre los que vuelven a ver a sus compañeros... creo que este es el aftermath más realista que se ha visto en la historia desde que ha comenzado. Ha sido muy bien logrado. En mi opinión, creo que faltaron algunos diálogos de más personajes como Uriow, Cia, Lio y Arva, pero no sacaré conclusiones tan apresuradas porque todavía queda el siguiente capítulo que obviamente seguirá la línea de este.

    Tal parece que los líderes de ambos bandos tienen que reorganizarse y planear bien sus siguientes movimientos. Jacob está bastante disconforme con Deon, lo he podido notar tanto aquí como en varios otros capítulos. Estoy empezando a pensar que él pasará a un ataque en su contra en el futuro, y creo que si Sun le dice lo que aconteció entre los dos en el tiempo que estuvo allí, podría ocurrir. Aunque eso es adelantarse demasiado. Cierto es que los Anixis son superiores a ellos en número, y dudo que ambos quieran arriesgarse a ir contra un nuevo gobernador cuando ya están en Resistencia contra otros.

    Ender ha tenido una suerte enorme al no haber sido detectado por nadie, pero como dije antes, me alegra que esté peleando por la causa que él considera justa. Con Lio y Cia fuera de Paraíso, él es la única fuente de información que tiene la alianza en su contra, mientras que la Resistencia y los Anixis no tienen a nadie en Neonia para informarles sobre los movimientos de los mismos. En cierta forma, con Ender, si se las puede arreglar para enviar información tal y como hizo Lio en el momento, entonces la Alianza tendrá ventaja sobre los Anixis para la guerra que se avecina. Y por lo que parece, la van a necesitar. Tal y como se vio en el capítulo 6, Paraíso está cubierto por un cinturón de asteroides que harán casi imposible un ataque sobre ese lugar. Si es así, entonces el rol de Ender será clave en la guerra. Muero por ver qué hará. El haber visto su resolución y que está haciendo algo para cumplir sus objetivos le marcan una diferencia entre el Ender de la parte IV que era muy pasivo. Por eso ahora está entre mis favoritos.

    La charla del campamento entre todos los sobrevivientes a la pelea ha estado fenomenal y me ha revelado que Neonia ya no podrá ser un campo de guerra nuevamente. Con todo lo que pasó entre la Resistencia y los Anixis, lugares como Isharay, el Sector 0, Cuna, Unión y Promesa han ardido. Todavía quedan las bases donde los neonianos se refugiaban, pero el lugar no creo que logre soportar más guerras si se siguen prolongando. Syleria es sin dudas un lugar inhabitable por la contaminación, y Neonia es lo último que les queda. Si el planeta se ve afectado, cosa que parece que lo está siendo, tendrán que buscarse otro sitio para vivir. Está claro que luego de que este conflicto esté finalizado, tendrán mucho que reconstruir.

    Ha sido tierno ver a Lill y a Snow juntos. Tú sabes que me encantan, y a veces creo que te aprovechas de eso XD. Pero ha sido bueno que les hayas dado un momento tierno para ambos tras el primer enfrentamiento. Ojalá me des más escenas así en el siguiente capítulo, porque tengo el presentimiento de que Lill se marcha a Paraíso para el asalto final (no puede faltar siendo el comandante) y Snow se queda atrás. Es tan triste ver que Snow no le puede decir a Lill que esperan un segundo hijo, y espero que Lill pueda ganar la guerra sano y enterarse pronto.

    Me hubiera gustado mucho ver una charla entre Arva y Lio, y espero mucho poder ver eso en el próximo capítulo. Tal y como se dice, Lio fue crucial para sacarla de la prisión luego de la muerte de Axlor en su momento. Pero han pasado un largo tiempo ausentes. Cuando Lio fue a pelear contra la Resistencia, se separaron y como la Arcadia tuvo que despegar, ellos no se volvieron a ver hasta la parte IV. Ya en ese mismo capítulo donde se reunieron y casi no pudieron hablar, se separaron porque Arva regresó a Syleria y Lio quedó en Neonia. Y luego pasó lo que pasó. Está claro que Arva ya ha perdonado a Lio, y él claramente ha tenido que recorrer un largo camino para ganarse su perdón. Me alegra saber que él lo está por lograr, y me pregunto que clase de rol tomará Lio cuando nazcan los hijos de Arva si él sigue con vida.

    La charla entre Eron y Ashley ha estado genial, pero esto me ha hecho pensar que uno de los dos no lo va a lograr. Ambos cargan con el perder a un interés amoroso en el pasado, aunque el de Eron es un caso más triste, porque su esposa y su hijo no nacido perdieron la vida. Se me hace que él no volverá a pasar algo como eso, y que será a él a quien le toque decir adiós entre todos ellos.

    Yak ciertamente está bastante furioso. Se ve que Erie claramente lo quiere, pero respeta su proceso de duelo por la muerte de Reeda. Sorprende que ella lo vea como alguien apto para el mando neoniano. Luego de la forma en que actuó en la guerra, no lo veo siendo un líder, tal y como él se cree. Yo pienso que él, en lugar de tomar el rol de Vanth o de Narisha, debería tomar el rol de Turak y convertirse en general del ejército. Parece que Reeda convocará elecciones democráticas para elegir nuevo líder. Veremos si el puesto cae entre alguien de ellos dos o si se elige a otro más entre el pueblo neoniano.

    Y hablando de elegidos, parece que Om finalmente, tras pasar cientos años de su vida, se tomó el valor suficiente para admitir sus sentimientos y mostrarlos. Sigo sin entender por qué se come tanto la cabeza con lo que ocurre. Él quiere a Hylda y es su deber protegerla, ¿qué mejor manera de hacerlo que dormir con ella siempre? XD. Hablando en serio, él es muy querido por los suyos. Cuando se marchó con la Arcadia en la parte IV, lo despidieron como un héroe, y al regresar lo recibieron como tal. Está más que claro que si él y Hylda inician una relación, su gente lo aceptará. Y si tanto la quiere pero le molesta el qué dirán por una tradición, entonces que renuncie a su puesto y se lo de a Uriow, así podrá ser libre para todo lo que desee con ella.

    La actitud de West ha sido comprensible. Él ha tenido que pasar por mucho. Su pareja lo despreció frente a él (ver como quien fue tu pareja 5 años le coquetea a otro frente tuyo no es algo normal, y tenía motivos de enojarse allí). Luego descubre que él era solo alguien usado para que ella no se sintiera sola. La ausencia de Lio seguro lo habrá lastimado un poco (hasta donde sé, él aún no sabe que vive) y también tuvo que lidiar con la noticia de la muerte de Dyrian que fue su amiga. Zyon era como alguien a quien verdaderamente quería, y tener que aceptar que ya no está no habrá sido agradable. Entiendo su enfado, y fue muy lógico todo lo que dijo. Me pregunto como reaccionará cuando llegue al lugar y vea todo lo que ha quedado de Zyon. Aunque viendo su comportamiento, creo que me veo venir su reacción.

    Quedo a la espera de ver charlas como la de Arva y Lio, y la de los líderes en la Valkshire. Y creo que es en ese capítulo donde tendremos la marcha del grupo a Paraíso para el ataque final. Me pregunto quienes se quedan y quienes se van. Así que, hasta que no sepa quienes toman ese rol, no haré más apuestas entre los personajes que pueden vivir o morir.

    Errores no creo haber encontrado. Si no me equivoco, a esta parte le quedan 3 capítulos. Seguro el siguiente será calmado y luego los últimos dos serán de infarto. Me lo veo venir. Solo no me quites a mis personajes favoritos y estaré bien :v okno :v

    Bueno, me despido por esta semana. Será hasta la semana siguiente si todo sale bien. Sayonara ♥♥♥
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  9. Threadmarks: Alianza Interestelar de Especies
     
    Manuvalk

    Manuvalk el ahora es efímero

    Sagitario
    Miembro desde:
    14 Diciembre 2013
    Mensajes:
    688
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Los Viajeros V: Regresión
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    17
     
    Palabras:
    5323
    Hola a todos los lectores de Los Viajeros, con mención especial (como siempre XD) a mi gran amigo Reydelaperdicion que no se pierde ningún capítulo. Éste será el antepenúltimo de la quinta parte de este universo, siendo a mi gusto un buen capítulo que contiene algo importante, además de ser previo a un final de parte espectacular. En fin, no os robaré más tiempo, espero que os guste.







    Alianza Interestelar de Especies



    Cuando el comandante Crane y la gobernadora Carver entraron en la Valkshire, ya se encontraban la Elegida Admir y el protector Paokt, además de la líder Tovam. Únicamente faltaba su segundo al mando, Quetaryan, el cuál estaba afectado por la muerte de su pareja Reeda Klamp y por ende no había aparecido para la reunión, al margen de su pequeña discusión con Erie. Ésta última fue quién se aproximó a ambos líderes humanos al verlos entrar en la nave de origen neoniano.

    — Bienvenidos a la Valkshire — Dijo la líder neoniana con cordialidad — Creo que nunca habéis entrado aquí.

    — Realmente no, esta es la primera vez — Snow estaba realmente sorprendida con la nave neoniana — Es más grande que la Arcadia.

    — Tiene más capacidad de tripulación — Respondió Erie, invitando a los humanos a que la siguieran hasta la sala dónde se reunirían — Siento la destrucción de vuestra nave.

    — Con ella ha muerto Reeda, según nos han contado — Murmuró Lill, realmente apenado — ¿Sabes algo de Yak?

    — Está muy sensible en todos los aspectos, no creo que aparezca por aquí — Se sinceró la piloto e ingeniera neoniana.

    Los dos humanos y la neoniana no tardaron en hacer acto de presencia en dicha sala, donde esperaban pacientemente la líder syleriana y su segundo al mando.

    Hylda estaba sentada y Om se hallaba de pie, apoyado sobre una mesa larga y cuadrada. Cuando Lill y Snow entraron acompañados de Erie, el protector syleriano se aproximó a ellos para recibirles.

    — Comandante, gobernadora — Les saludó el syleriano — ¿Procedemos?

    — Por supuesto — Lill tomó la iniciativa, posicionándose en un lado de la mesa.

    Hylda se incorporó de su asiento y se colocó en posición junto a Om, mientras Erie y Snow hacían lo propio. A falta de Yak, la representación neoniana en esa reunión sería exclusivamente de su líder principal. Con todos colocados, la reunión de la Alianza iba a dar comienzo.

    — Sabemos que los Anixis se retiraron de forma abrupta en medio del combate — Comenzó diciendo el comandante Crane — Sin lugar a dudas, la llegada de la flota syleriana fue determinante para que sucediese eso. Sin embargo, hemos perdido miles de personas, soldados y amigos durante el día de hoy. Nos hemos quedado sin un lugar establecido, pues Promesa ha sufrido daños severos y tanto Isharay cómo el Sector 0 se encuentran en mal estado. Nos han dado un fuerte golpe pero no nos han derrotado, por eso mismo, propongo un ataque definitivo contra los Anixis en su sistema. Atacaremos Paraíso.

    — No lo sé, yo tengo mis dudas — Expuso la líder neoniana — Nosotros nos defendimos bien porque conocíamos el lugar de combate y porque les hemos esperado, preparados para enfrentarles... Ellos harán lo mismo en su hogar y los datos que nos proporcionaron Eron, Reeda y Uriow sobre Paraíso no son realmente alentadores para un ataque directo.

    — Cierto, pero contamos con que somos superiores en número ante ellos y con que parte de su población no está de acuerdo con esto — Intervino Snow, quién era junto a los sylerianos, la más predispuesta a evitar una matanza — Si ponemos a esa gente de nuestro lado, la balanza se inclinará por sí sola.

    — ¿Cómo haríamos eso? — Om sabía que era importante conocer la forma de actuar en según qué casos — No hay manera de contactar con esa gente y decirle que se una a nuestra causa sin más.

    — Hay una manera — Dijo Lill, consciente de algo que podrían aprovechar — Si no pasa nada, Ender está de camino a Paraíso.

    — Subió a una lanzadera por su parte exterior — Hylda tenía sus dudas — Parece improbable que haya sobrevivido al vuelo de la lanzadera y si fuese el caso, es difícil que alguien infiltrado pueda mantenerse protegido durante los días que dura el trayecto hacia allí.

    — West trató su traje Anixis y estoy seguro de que podría conseguir una comunicación mediante enlace cuántico — Explicó el comandante humano con convicción — Es tecnología Anixis, mejora a la nuestra pero no es difícil de entender.

    — Bien, entonces probemos eso — La Elegida Admir dio luz verde a la idea.

    — Vale, ahora viene lo importante — Murmuró Erie, siendo alguien difícil de convencer — ¿Quiénes serán los elegidos para ese viaje a Paraíso?

    — Podemos contar con los Super Rhajik que quedan para que nos acompañen — Indicó la gobernadora Carver — Querrán vengarse por la destrucción de Zyon.

    — Mi propuesta es que humanos, neonianos y sylerianos enviemos una flota conjunta con al menos diez mil soldados cada especie — Proponía Lill con determinación — Treinta mil soldados contra treinta mil Anixis y parte de su pueblo a favor... no podemos perder en absoluto.

    — Cuentan con la ventaja de que ellos defienden, están en su casa — Dijo la neoniana Tovam, dubitativa.

    — ¿Ventaja? — El comandante Crane mostró cierto aire de superioridad que de alguna manera, sorprendió al resto de líderes — ¿Cuentas cómo ventaja al hecho de que sean asediados en su propia casa y por su propia gente?

    — Hay que decir que ellos nos han hecho lo mismo y hasta que nuestra flota no apareció, la situación estaba complicada — Om no quiso dejar de lado la realidad de lo ocurrido hacía escasas horas.

    — La realidad ahora es que son menos que nosotros, su gente está dividida y nosotros queremos acabar con esto — Murmuró Lill mientras apoyaba sus manos en la fría mesa cuadrada — Será la batalla definitiva, cueste lo que cueste.

    [...]

    Al día siguiente por la mañana, tal y cómo Lill dijo, acompañaba a West hacia Promesa con tal de que el ingeniero recogiese los pedazos que quedaban de Zyon por si se podía rescatar algo de su destrucción. Tras la reunión de líderes la noche anterior sucedida después de la batalla encarnizada contra los Anixis, se decidió que partirían rápidamente en dirección a Paraíso con el fin de sentenciar una guerra que ya llevaba aproximadamente un mes, la cuál venía precedida por una guerra civil contra la Resistencia, siendo así un total de más de dos meses donde muchos amigos, seres queridos y compañeros habían perecido en el conflicto.

    Mientras en el campamento improvisado se realizaban los preparativos en las diversas naves que serían enviadas, Lio y Cia acompañaban al comandante y el ingeniero en su pequeña misión personal. Ambos antiguos soldados del ejército Anixis caminaban detrás de los primeros, manteniendo una conversación.

    — ¿Qué tal te encuentras? — Le preguntó el hombre de Ceres a la ex general Jenner, consciente de que cambiar de bando no era algo sencillo.

    — Me siento extraña al estar aquí, en Neonia — Murmuró la mujer, quién sujetaba en sus brazos el Flasher que siempre había llevado encima — Todos me miran de forma extraña y solo me siento cómoda cuando estás conmigo.

    — Tranquila, conocerás a más gente — Lio trató de quitarle presión a su compañera — Empezando con West y Lill.

    — Parecen buenas personas — Musitó Cia, mirándolos caminar al frente — He escuchado algunas historias de vuestras relaciones, de cuando erais los Viajeros y todo eso...

    — ¿En serio? ¿Tan pronto? — Santos se sorprendió de aquello — Solo llevas una noche aquí y ya has oído hablar de nosotros.

    — Aunque no lo parezca, mucha gente os admira — Cia sonrió al decir aquello — No sé cómo se siente eso, pero debe ser bonito.

    — Admiran al comandante Crane, a la gobernadora Carver, a la piloto Tidder, a la doctora Marlow... — Indicó el hombre con seriedad — A mi, a Ashley... no somos héroes, dejamos de serlo en el momento en el que nos unimos a la Resistencia e hicimos mucho daño a gente querida.

    — Parece que poco a poco voy descubriendo aquello que te atormenta desde el pasado... — Jenner estaba muy intrigada con eso, pero no por ello iba a molestar a su único amigo en el lugar — Suena a que erais como una familia.

    — Lo fuimos — Musitó Santos, sintiendo cómo la nostalgia le invadía por completo — Las acciones de algunos hicimos que se rompiera.

    Al frente del pequeño grupo se hallaban el ingeniero Finn y el comandante Crane. Ambos habían tenido un momento de tensión la noche anterior por la destrucción de Zyon, algo que tenía afectados a los dos pero más especialmente a Westley. El tipo sujetaba consigo una Rhajead, arma que él mismo fabricó en Marte tras la guerra Rhajik y que era una de las mejores armas de la humanidad actualmente. El dúo inició la andadura hasta Promesa en completo silencio pero pronto iniciaron una conversación para rebajar la crispación que se notaba entre ambos.

    — Siento lo sucedido anoche, Lill — Dijo de pronto West, visiblemente apenado — Estaba fuera de sí, Zyon era... era alguien importante para mí.

    — No tienes que disculparte, West, lo entiendo — Murmuró Lill, siendo considerado — Zyon nos salvó a todos en ese preciso instante, de no ser por él, habrían muerto varios... y yo podría ser uno de ellos. Jamás se lo podremos agradecer.

    — Lo haremos — Musitó el ingeniero, tajante — Acabaremos esta absurda guerra de una maldita vez, por él y por todos los que han caído.

    El comandante Crane asintió tras las palabras de su compañero y le mostró su apoyo con unas palmadas en la espalda. El gesto fue visto por Lio, quién se adelantó para colocarse al mismo nivel que sus otros dos compañeros, quedándose Cia al margen por un breve momento.

    — ¿Crees que podrás hacer algo con lo que quede de Zyon? — Preguntó el hombre de Ceres con la intención de mantener una conversación.

    — No lo sé, según lo que quede de él — Respondió West con sinceridad — Sé que llegaste ayer y no fui a buscarte para darte de nuevo la bienvenida, lo siento, Lio.

    — No lo sientas, no era tu mejor momento — Lio fue comprensivo con su antiguo amigo — Me alegra verte bien dentro de las circunstancias.

    — Te busqué junto a Zyon en los restos de la batalla en el Sector 0, creí que estabas muerto o desaparecido — West le hizo saber a su amigo que no se olvidó de él — Eres una auténtica cucaracha, Lio Santos, siempre sobrevives a todo. Es una alegría que estés de vuelta.

    Acto seguido, el ingeniero se paró para darle un abrazo a su compañero, el cuál lo correspondió con gran aprecio. Cia sonrió al ver aquello al igual que Lill, quién se fijó en la mujer y decidió acercarse a ella para que no se sintiera al margen del grupo, principalmente porque era nueva. Esta vez, West y Lio continuaron en el frente por el bosque mientras el comandante Crane y la ex general Jenner iban en la retaguardia.

    — Sé que has venido con Lio y que formabas parte del ejército Anixis, pero desconozco tu nombre — El hombre no dudó en presentarse — Soy Lill Crane, comandante del ejército humano.

    — Cia Jenner, es un placer conocerle, comandante — Murmuró la mujer, contenta de que comenzara a internarse en su nuevo grupo.

    — El placer es mío — Musitó Lill, sonriente y deseando conocer más a su nueva compañera — ¿Cuál era tu función en el ejército Anixis?

    — Inicialmente no formaba parte de su ejército, servía cómo una maldita esclava en minas del cinturón de asteroides — Cia recordaba aquella vida con verdadera rabia — Después, el Emperador Gar Xom realizó unas pruebas para elegir un nuevo general a sus órdenes y las gané a costa de Lio. Desde ese momento, serví cómo general.

    — Entonces te desenvuelves bien en combate — Supuso con verdadera curiosidad el comandante humano — Nos vendrá bien alguien cómo tú, especialmente en la batalla que habrá pronto en Paraíso. ¿Crees que estés preparada para ello, Cia?

    — Absolutamente — Musitó Jenner, decidida — Quiero que la humanidad vuelva a ser una especie unida, lucharé para que así sea.

    — Me alegra oír eso — Lill estaba contento con la nueva adquisición al grupo de soldados cercanos, la cuál demostraba verdadera determinación y habilidad.

    Entre tanta conversación, el grupo de cuatro llegó relativamente rápido a la colonia humana de Promesa, donde yacían cadáveres de ambos bandos y ardían algunas zonas. El comandante Crane tomó la iniciativa e indicó a sus compañeros, que iban armados por precaución, que le siguieran hasta el lugar exacto de la destrucción de Zyon. Efectivamente, a pocos metros de la entrada a la colonia de tres arcas, se hallaba un pequeño agujero en el suelo con diversos trozos de chatarra, básicamente lo que quedó del Super Rhajik tras su bloqueo a la granada lanzada por Sun.

    West se aproximó lentamente y con una expresión de tristeza notable en su rostro, arrodillándose frente al hueco que había en la tierra y recogiendo los pedazos que quedaban de la máquina. Nada de lo que quedaba allí podía ser de utilidad y mucho menos podría lograr que Zyon regresara a la vida, cosa que desanimó principalmente al ingeniero. Realmente abatido frente al lugar dónde ocurrió todo, Westley suspiró mientras Lio le tendía la mano en señal de apoyo y para ayudarle a levantarse del suelo. No se dijeron nada, las miradas de ambos lo decían todo.

    El grupo no se quedó más tiempo del necesario en el lugar y con mucha tristeza por ver que yacían muchos cuerpos sin vida y sin poder ser enterrados o incinerados por el momento, pusieron rumbo de regreso al campamento. Esta vez, West tomó la delantera y Cia decidió ir con él, tratando de conocerle un poco más y con intención de mostrarle su apoyo. Lill y Lio, viejos amigos y conocidos, iban detrás para iniciar una conversación holgada que hacía tiempo que no tenían.

    — Siento lo de tu amigo — Musitó Cia, refiriéndose a Zyon — Me sorprende que un Rhajik pudiera ser tan heroico, nunca he visto algo así.

    — Zyon era especial, un Rhajik diferente al resto — West se lamentaba muchísimo por su destrucción — No habrá otro cómo él.

    La ex general Jenner no supo que más responder al ingeniero, por lo que decidió cambiar de tema para no hacer que su nuevo compañero se enfocase en la reciente pérdida que acababa de sufrir.

    — He oído que eres ingeniero — Dijo Cia de pronto — Yo tengo cierta experiencia en el sector, pero nada importante. Me gustaría aprender más, si es posible.

    — ¿Lo dices por que quieres que te enseñe? — Preguntó Finn, quién no era muy de cazar indirectas.

    — Estaría bien, siempre y cuando puedas y quieras — Respondió la mujer, quién tampoco quería ser pesada.

    — De hecho, te agradecería la ayuda — Murmuró Westley, sonriendo brevemente por primera vez desde lo que sucedió con el Super Rhajik — Anoche recibí la orden de intentar comunicarme con el traje Anixis que porta Ender, quién no sabemos si sigue vivo o muerto, así que podría usar tu traje Anixis para acortar trabajo y no tener que fabricar un comunicador de enlace cuántico, algo muy difícil de hacer.

    — Si a cambio de mi traje, me aceptas cómo compañera de trabajo, entonces de acuerdo — Cia quería sentirse útil en varios aspectos y esa era su oportunidad, también para demostrar que de verdad había cambiado de bando.

    — Tenemos un trato — Contestó el ingeniero, sonriente tras la conversación con la ex general Anixis.

    Mientras West y Cia proseguían con su conversación en el regreso al campamento, cruzando una corta extensión de bosque, dos de los antiguos Viajeros quiénes eran el comandante Crane y el hombre de Ceres, mantenían una conversación que tenían pendiente desde hacía mucho tiempo atrás.

    — No lo hice en su momento, porque estábamos muy centrados en defendernos de los Anixis, pero... — Santos permaneció unos segundos en silencio — Siento lo que te hizo Marlo. Si te sirve de consuelo, me ocupé de ese hijo de perra.

    — Un poco tarde, pero acepto las disculpas y me alegra que lo mataras, ese tipo era un peligro para todos — Murmuró Lill, quién observaba su flamante prótesis Rhajik — ¿Sabes? No puedo quejarme de la prótesis, es cómo llevar un arma siempre lista para usar.

    — Ten por seguro que no tendré problemas contigo — Dijo Lio en un tono bromista.

    — Y si los tienes, te haré un agujero — Contestó el comandante Crane, medio en broma y medio en serio.

    El trayecto hasta el campamento no duró más de una hora andando sin parar y finalmente el grupo formado por cuatro personas llegó al lugar, dispuesto a descansar un par de horas hasta que iniciara el viaje hacia Paraíso con la intención de ser un viaje definitivo para acabar con la guerra. Pese a que no todos irían al sistema Faro de la Esperanza, la gente estaba volcada en ayudar en los preparativos y cargar las naves con todo lo necesario para la batalla, además de despedirse de familiares que partirían con el pasar de las horas previas, conscientes de que quizá no habría viaje de vuelta para algunos soldados.

    [...]

    Soldados, ciudadanos y trabajadores de todas las especies de la Alianza se movían de arriba a abajo, cargando con suministros y otras cosas para dejarlas en la flota de naves diversa que muy pronto iba a partir. En medio del tráfico de personas en el campamento, la gobernadora Carver y la piloto Tidder caminaban tranquilamente en dirección a una explanada anexa al campamento improvisado en el que estaban, justo al lado de una de las tantas bases secretas de los neonianos que estaban repartidas por el planeta.

    Snow y Arva llegaron al lugar, que era básicamente cómo un mirador, un precipicio que caía muchos metros hasta una explanada que se expandía por el horizonte, con el mar de Neonia acariciando su orilla. Con miles de árboles que se extendían a cada lado de la explanada, en esta se hallaban hasta nueve naves de un tamaño considerable en las que partirían soldados humanos, neonianos, sylerianos y los más de trescientos Super Rhajik que quedaban operativos, con el fin de asaltar Paraíso y doblegar a los humanizados Anixis para terminar definitivamente con un conflicto más humano que nunca.

    — ¿Todavía no se lo has dicho? — Tras un rato en silencio, la pregunta de Arva vino de forma repentina.

    — No, ni lo haré — Contestó Snow, seriamente y observando las preciosas vistas — No hasta que termine esta guerra.

    La mujer de la Luna asintió sin más, pues comprendía el porqué su amiga no quería contarle a su pareja que esperaba un segundo hijo de él, aunque también sabía que no contárselo pronto terminaría siendo un error que podría perjudicar la relación a la larga. Ambas mujeres disfrutaban del espléndido paisaje que incluso con las naves presentes, tenía su encanto, cuando una voz detrás de ellas les hizo voltearse.

    — Bonitas vistas — Murmuró Cinthia, aproximándose a sus dos amigas y compañeras desde el inicio.

    — Lo son — Respondió Arva, sonriente — Neonia es tan bonita cómo la Tierra o incluso más.

    — Yo no puedo compararlas — Musitó Snow, dando su opinión — Echo de menos pasear por las calles de las ciudades de la Tierra...

    — Eso suena a que viajaste mucho en tu vida previa a la misión que nos reunió — Supuso la doctora Marlow, intrigada — Yo apenas me moví del pueblo donde nací, hasta llegar a Oslo para la academia de formación de La Unión.

    — Mi vida se resume en estar en la Luna hasta la mayoría de edad, donde mi hermana Juice y yo decidimos entrar en la academia — Contó la piloto Tidder, recordando — Estábamos deseando salir del satélite, queríamos ver otros mundos, hacer descubrimientos...

    — ¿Qué esperabais? — La gobernadora Carver se mostró extrañada — Mi padre era político desde muy joven, nos movíamos de un sitio a otro, visitábamos muchas ciudades del mundo... hasta que decidí entrar en la academia, cómo vosotras.

    — Y pensar que esa decisión nos ha llevado hasta aquí, a conocernos y vivir todo tipo de situaciones... — La médico se sentía realmente nostálgica y emocionada por recordar el pasado.

    — No puedo decir que esté feliz del camino recorrido; he perdido a mi hermana, a mis padres, a Axlor... — Arva estaba demostrando, pese a rememorar a la gente que había perdido, una fortaleza emocional cada vez más grande — Pero estoy contenta de haberos conocido, de eso estoy segura.

    — Yo también — Murmuró la gobernadora de la humanidad, sonriendo tras oír las palabras de sus amigas — Ninguna lo ha tenido relativamente fácil desde que aceptamos la misión de rescatar a la Expedición I, pero nos ha llevado hasta aquí. Ahora somos lo que queda de la humanidad y tenemos la oportunidad de comenzar de cero, mejor que antes. Y con amigas cómo vosotras, estoy segura de que lo conseguiremos.

    Tras las palabras de la hija del fallecido Eduard Carver, tanto ella cómo la mujer nacida en la Luna y la médico, se fundieron en un triple abrazo que demostraba el cariño y aprecio que se tenían desde el principio, pese a las discrepancias y demás ocasiones en las que quedaron patentes sus diferencias. En medio de ese acto tan emotivo, otra mujer se aproximó al trío lentamente, con la mirada fija en lo que estaba sucediendo y sintiéndose fuera de lugar.

    — Perdón por interrumpir — Ashley portaba un Striker en sus manos, señal de que algunos soldados ya estaban listos para subir a las naves de la flota de la Alianza — Tan solo venía para avisaros de que el abordaje ya está sucediendo, por si tenéis que despediros de alguien.

    La soldado Ripley asintió con una media sonrisa forzada y se volteó dispuesta a irse junto a la multitud de soldados de todas las especies que ya avanzaban ladera abajo hacia la explanada donde se hallaba la flota de naves. Snow, Arva y Cinthia se miraron durante un instante y fue la primera quién tomó la palabra.

    — ¡Ashley, espera! — Gritó la gobernadora humana, llamando la atención de la soldado — ¿Vas a viajar a Paraíso?

    — Así es — Musitó la mujer, asintiendo — Ayudaré a terminar con esto.

    — No tienes porqué, ya van muchos otros soldados — Las palabras de Cinthia sorprendiendo a Ashley — Quédate con nosotras, cómo en los viejos tiempos.

    — Juntas protegeremos este lugar mientras los demás se van a defenderlo — Arva también intervino, provocando en Ashley una sensación de desahogo inmensa al ver cómo la piloto parecía estar cada vez más predispuesta a retomar la relación de compañerismo que tenían al principio.

    En el rostro de la soldado Ripley solo se podía apreciar la alegría que iba brotando de su interior hasta dibujarle una sonrisa. La mujer parecía estar dispuesta a quedarse con sus antiguas amigas, cuando la voz de su pareja desde cierta distancia la hizo volver a voltearse.

    — ¡Ash! — Exclamó Eron, el cuál iba acompañado de Yak y Uriow — ¡¿Vas a venir?!

    Ashley miró a su novio y luego miró a sus tres amigas, decidiéndose finalmente por estas últimas.

    — ¡No! — Respondió la soldado, sonriendo — ¡No viajaré a Paraíso, me quedo a proteger Neonia!

    Ashley se volvió para reunirse con Snow, Cinthia y Arva ante la mirada sorprendida de Eron, quién no esperaba que esa fuese a ser la decisión de su actual pareja.

    Totalmente extrañado pero no por ello molesto, el subcomandante Tanner se quedó pensativo durante unos instantes hasta que finalmente optó por ceder su arma, una Rhajead, al syleriano Emmon, quién quedó sorprendido por éste gesto.

    — Me quedaré en Neonia, ayudaré a reconstruir aquí mientras termináis con los Anixis — El subcomandante humano parecía haber tomado una decisión — Mucha suerte, compañeros.

    — Llevaremos la guerra y volveremos con la paz — Uriow comprendió enseguida el porqué de la decisión del humano mientras miraba desde la distancia a Ashley — Cuídate, amigo mío.

    Yak sentía indiferencia respecto a la decisión que Eron optase por tomar pero el gesto del humano con su pareja, clara muestra de amor, le hizo tener aún más presente la reciente pérdida de Reeda. El neoniano tuvo que mantenerse firme para no emocionarse allí mismo y mostrar su compostura seria cómo segundo al mando del ejército neoniano que viajaría al sistema de los Anixis. Emmon continuó con el camino que muchos otros soldados seguían, mientras Quetaryan asintió hacia Tanner en señal de despedida mientras andaba detrás del syleriano. El humano se volteó y observó a su novia, la cuál estaba riendo junto a sus tres reconocidas amigas, descubriendo que a veces, quedarse atrás era la mejor decisión que se podía tomar.

    [...]

    Antes de entrar en las naves de la flota que pondría rumbo a Paraíso en breve, los treinta mil soldados que irían a la batalla fueron dejados fuera de las naves por petición de los líderes, quiénes dijeron que tenían un anuncio importante que hacer. Incluida toda la ciudadanía de las tres especies presentes en el campamento y en Neonia, toda la muchedumbre esperaba agolpada en las naves de la explanada o desde el campamento y su extenso mirador cómo el comandante Crane, el protector Paokt y el joven Quetaryan, en representación de sus líderes, iban a confirmar algo que aún no había sido oficial.

    — La realidad ahora es que son menos que nosotros, su gente está dividida y nosotros queremos acabar con esto — Murmuró Lill mientras apoyaba sus manos en la fría mesa cuadrada — Será la batalla definitiva, cueste lo que cueste.

    Snow se mostró decidida y apoyaba totalmente a su pareja, al igual que la Elegida Admir y el protector Paokt, quiénes estaban de acuerdo en lanzar la ofensiva final con todo lo que conllevase si con ello se terminaba el conflicto. Erie no parecía estar muy conforme con la idea, viéndola arriesgada, pero sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando Yak entró a la reunión de forma repentina.

    — Estoy con Lill — Dijo el neoniano con firmeza mientras se aproximaba a la mesa donde se hallaban los líderes — Saldremos hoy mismo hacia Paraíso.

    El comandante Crane asintió tras oír al joven Quetaryan mientras que la neoniana Tovam le miraba realmente sorprendida y preocupada por su evidente deseo de venganza hacia los Anixis. Sin embargo, ahora con los seis líderes presentes en la sala de la Valkshire —dos representantes por especie exceptuando a los Super Rhajik— el tema pasó a ser otro completamente diferente y que hacía tiempo que se quería tratar por todas las partes.

    — Tenemos el plan claro — Indicó Om, pasando a otra cosa — Ahora, me gustaría proponeros algo que deberíamos haber hecho al principio.

    Humanos y neonianos miraban extrañados e intrigados a los líderes sylerianos, siendo Hylda quién iba a tomar la palabra ésta vez.

    — Lo estuve hablando con Om antes de mi partida de Neonia hacia Syleria, cuando ibais a reuniros con ese tal Emperador Xom en Vulkano — Comenzó diciendo la Elegida — Se nos llama Alianza a la unión de nuestras especies, lo he oído entre la multitud e incluso a alguno de vosotros, y he llegado a la conclusión de que deberíamos adoptarlo cómo algo oficial, ¿no creéis?

    Primeramente, Lill y Snow se miraron gratamente sorprendidos con la propuesta de Hylda y los neonianos Erie y Yak también parecían dispuestos a ello, mostrándose realmente interesados.

    — Cuenta con el sí de la humanidad — La gobernadora asintió, alegre de formalizar la unión entre las especies.

    — También el sí de los neonianos — Erie se mostró sonriente tras sus palabras.

    — Muy bien, nos alegra escuchar eso — Paokt estaba entusiasmado — Me tomé la libertad de escribir una especie de tratado que nos involucra a todos y que nos compromete a convertirnos en una única sociedad; humanos, neonianos y sylerianos con las mismas leyes.

    El protector syleriano sacó un aparato holográfico y lo colocó en la mesa, momento en el que éste abrió una imagen en tres dimensiones con el tratado del que había hablado, en el cuál se veía explícitamente cada ley, cada mandato y demás que el propio Om se había dignado a escribir.

    — Por supuesto, está abierto a que puedan sumarse más especies que podamos conocer en el futuro — Añadió Hylda rápidamente.

    — Siempre y cuando no sean hostiles, me parece bien — Indicó Lill con seriedad, mientras leía por encima el tratado.

    — Has hecho un trabajo asombroso, Om — Le reconoció Tovam.

    — Gracias, Erie — Musitó el syleriano, contento de que se le reconociera el esfuerzo en la idea — Solo queda dejar constancia de esto mediante la firma digital de las principales líderes de las especies. Por favor; Snow, Erie, Hylda...

    Las líderes de las especies humana, neoniana y sylerianas, las tres mujeres, asintieron y se aproximaron una a una hacia una pequeña pantalla que Paokt portaba consigo y en la que se debía firmar para que ésta apareciese en el holograma en tres dimensiones del tratado, oficializando la unión de las especies.

    Primero la gobernadora Carver, después la neoniana Tovam y finalmente la Elegida Admir, implementaron su aprobación a la formación de la que a partir de ese momento pasaría a llamarse Alianza Interestelar de Especies (AIE).


    Desde respectivos lugares, tanto Snow como Erie y Hylda, quiénes no viajarían a la batalla final contra los Anixis, observaban la escena que estaba a punto de suceder frente a miles y miles de personas de las tres especies. Soplaba un viento suave que mezclado a la calidez del Sol del sistema Neon, daban una sensación de paz y tranquilidad que sosegaba a más de uno. Lill, Om y Yak, quiénes liderarían a los suyos en el ataque a Paraíso, subieron a la parte alta de una de las naves para que todos los pudiesen ver. Los tres hombres que eran los segundos al mando de sus líderes, juntaron sus manos y alzaron los brazos, unidos y con el puño en alto, ante la ciudadanía.

    — ¡Desde hoy...! — Comenzó diciendo el syleriano Paokt, quién tomó la iniciativa debido a que fue el precursor de la idea — ¡...la unión entre humanos, neonianos y sylerianos es oficial! ¡Somos la Alianza Interestelar de Especies!

    La respuesta de la población fue inmediata, provocando que se alzaran sus puños al aire y se celebrara con un grito unánime de todos. Se podían ver a humanos, neonianos y sylerianos abrazarse entre sí cómo nunca antes se había visto, quedando demostrado que las tres especies, al margen de unos pocos detractores, estaban muy unidas. La gente parecía aguardar tras esto, esperando a ver que más decían los líderes justo después del anuncio oficial de que las tres especies se convertían en una sociedad conjunta. En ese momento, el propio Om continuó con la palabra.

    — Ahora nos vamos a dirigir a una batalla cruel, dura y difícil contra humanos que no creen en la comunión entre especies y que se hacen llamar cómo otra a la cuál desconocen... — Decía el syleriano con seriedad — Estos Anixis nos han demostrado que su idea de paz es muy diferente a la nuestra, pero también nos han enseñado que juntos somos más fuertes.

    — Se aprovecharon de su avanzada tecnología para mantenernos recluidos cómo simples especímenes y a saber que pretendían hacer con nosotros antes de que se decantaran por nuestra destrucción — Esta vez, la palabra la tomó el joven Quetaryan — Humanos y neonianos llevamos unidos un tiempo y la llegada de los sylerianos podría haber sido problemática de no ser porque nuestras especies han aparcado el pasado tormentoso que forjaron nuestros antepasados...

    — Humanos, neonianos y sylerianos se caracterizan por algo: somos especies que hemos sobrevivido a cosas horribles. Nos unen desgracias acontecidas en el pasado y la amenaza que tenemos en el presente y nosotros seguimos firmes con la idea de crear un futuro mejor para todos — El comandante Crane alzó su puño, acto que fue correspondido por todos — Nuestros enemigos no son Anixis por mucho que lo deseen, son humanos... y sabemos que no todos allí están de acuerdo con el conflicto. Los traeremos a casa, de nuestro lado. Aquellos que se hacen llamar Anixis porque se creen seres superiores... Aquellos que vinieron con un supuesto código de paz universal... Aquellos que solo buscan la destrucción de nuestra Alianza... ¡No podrán pararnos! ¡No podrán parar el nuevo orden! ¡No podrán con el futuro! — Lill estaba eufórico y estaba contagiándolo a todos — ¡VIVA LA ALIANZA INTERESTELAR DE ESPECIES!

    — ¡¡¡VIVA!!!
     
    • Ganador Ganador x 1
  10.  
    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

    Piscis
    Miembro desde:
    28 Agosto 2012
    Mensajes:
    4,806
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Saludos, amigo. Paso a comentar el capítulo de hoy.

    Honestamente, tengo que decir que este ha sido el capítulo de esta parte que más me ha gustado de todos. Ha superado por completo a los capítulos 4 (y mira que ese era difícil de superar y sabes el motivo :v ) y al 5, que ha sido fantástico también y muy bien narrado. Pero este capítulo ha arrasado con todos. Muero por ver que tienes preparados para los dos últimos capítulos de la historia, porque si este fue fenomenal, no me imagino el resto, pero mejor empiezo a decirte los motivos por los que este capítulo se convirtió en el top 1 de la parte.

    La primera escena con los líderes reunidos, ante la ausencia de Yak, fue lo único que no me convenció del capítulo. Lo vi muy abrupto y como que estaba cortado en el medio. Al final, en la última parte del capítulo se muestra completa, y eso fue fantástico. Creo que ha sido una decisión acertada dividir dicha escena de reunión en dos partes, y poner la segunda parte al final. Pero no me desviaré más.

    La segunda escena donde Lill, West, Lio y Cia caminan hacia Promesa para buscar los restos de Zyon ha sido increíble. Tengo que admitir que los diálogos que tiene esta historia son fantásticos. De hecho, lo que a la parte IV le faltó fueron escenas donde los personajes pudieran hablar y descubrir sus personalidades y opiniones. Salvo por aquella excepción con los capítulos 6, 7 y 8, esta parte no está pecando de eso. Cada diálogo que se muestra aquí es increíble. La charla de West y Lill, y de Lio con Cia ha sido fantástica. Luego, a medida que avanza, se van haciendo cambios entre uno y otro, al punto en el que los cuatro personajes interactúan entre sí. Al final, West ha podido encontrar los restos de Zyon y se ha dado cuenta de que no le queda nada por salvar. Supongo que es una afirmación de lo que ya se sabía: Zyon se ha ido para siempre. Está claro que para él este es el golpe más duro que ha recibido en todo el tiempo que ha pasado desde que su relación con Cinthia llegó a su fin.

    Me ha dado mucha lástima las cosas que Lio ha mencionado, sintiéndose culpable de haber sido él quien haya causado tantas rupturas en el grupo y haber destruido a su familia. Pero su arco de redención ha ido genial, sin flanqueos en algún momento. Lio con esto se ha coronado como el mejor personaje que te he visto escribir de todas las historias que he leído. Pensar que él estuvo en el bando equivocado en dos ocasiones (aunque la primera fue obligada, más que por gusto) y a pesar de todo eso, me agrada y simpatizo mucho con él. Eso es talento de verdad, y se tiene que reconocer. Tengo el presentimiento de que tú lo vas a matar, y si lo haces, me vas a provocar un enorme trauma que me va a costar superar XD. Hablo en serio :v

    La siguiente escena ha sido la mejor para mí. Ha sido una mezcla de emociones entre felicidad y miedo, y eso es bastante complicado de lograr. Arva y Snow hablan y la gobernadora de la humanidad revela que ella no le ha dicho a Lill que está embarazada. Me da mucha pena que el pobre comandante tenga que marchar a pelear mientras su esposa se quede atrás con su hija y su próximo bebé. Me parece muy raro que él no haya cedido su puesto, aunque claro está que él no sabe del embarazo. Ojalá Snow le hubiera dicho, porque si Lill llegase a morir, Snow quedaría sola con una hija pequeña y otro hijo en camino.

    Pero pese a todo eso, tiene a sus amigas. La aparición de Cinthia que se sumó al grupo y luego dio la conversación entre el pasado y el presente entre las tres ha sido conmovedor. Fue una escena muy sentimental y me agradó bastante. Luego, se les suma Ashley. Ha sido muy apropiado que ella sintiera que no encaja en el grupo, dado a que ella, además de haber formado parte de la Resistencia siendo la única mujer del grupo en hacerlo, no estuvo con ellas desde el principio. Ella forma parte de Los Viajeros, pero ella integró a la Expedición I, mientras las otras tres mujeres integraron la Expedición II. Creí que Ashley se despediría de ellas y se marcharía a pelear, y me sorprendí mucho cuando ella elige no participar en el asalto final.

    Luego, Eron me sorprende aún más cuando elige no formar parte tampoco. Aunque supongo que Neonia también necesita protección. Quiero decir, los Anixis (los falsos :v ) llegaron de improvisto, y establecieron un dominio en el planeta. Eso podría repetirse con otra especie que dominara el viaje espacial, así que veo lógico que necesiten defensores y gente que se quede a reconstruir.

    Luego de eso viene la segunda mejor escena del capítulo, que es cuando, antes de la despedida, se da una reunión entre ambos. Fue bueno ver como los sylerianos, quienes han sido los últimos en integrarse, propusieran oficializar el título de alianza entre ellos. Ha sido un paso para mejor para todas las especies. Luego de la destrucción del Sistema Solar, la Unión ha sido disuelta al quedarse sin representantes, y se formó un gobierno humano que trabajaba "en conjunto" con Narisha y Vanth. Pero ahora son tres especies que se han unido de nuevo. Luego de la Unión ha llegado la Alianza, y eso me da esperanzas para el futuro.

    Mientras que las tres líderes de las especies se quedan en el planeta, son sus segundos al mando los que dirigirán la misión de la pelea. Ha sido genial el discurso entre los tres, y ver como los miembros de todas las especies aceptan la hermandad. Deseo con toda mi alma que la Alianza triunfe en Paraíso y logren unificar a todos bajo el nuevo orden que propone Lill. Muero por ver que tal ocurre.

    No sé si en el siguiente capítulo empezará el conflicto o no, pero por si acaso, me arriesgo con mis apuestas.

    Snow, Arva, Cinthia, Ashley, Eron, Erie, Hylda, West: ellos se quedan en Neonia, así que está más que claro que vivirán.

    Lill: por tu bien, él vivirá. Mátalo bajo tu propio riesgo.

    Yak: sé que dije que solo alguien entre él y Reeda moriría, pero viendo que él parece no estar del todo recuperado (y razones tiene) lo veo con probabilidades de morir.

    Uriow: dado su nivel de protagonismo, no creo que él la llegue a contar. Creo que él dirá adiós en este conflicto.

    Om: no lo veo a él muriendo junto con Uriow. Por lo tanto, creo que él sobrevive. Pero todavía puedes dar la sorpresa y terminar acabando con su vida XD.

    Lio: luego de este capítulo y de todos los demás tengo el horrible presentimiento de que lo vas a matar. Solo espero que estés preparado para una catarata de hate luego de eso. Okno. Es broma :v ....... O tal vez no es broma XD.

    Ender: él también me agrada, pero en su condición de infiltrado, creo que la podría terminar pasando muy mal. Lo veo con chances de morir.

    Jacob: como dije, lo veía de los primeros en morir en la guerra, y se ha salvado en dos ocasiones. No creo que esta rata viva más tiempo. A él lo matan.

    Sun: no la veo muriendo en esta parte. Creo que ella podría sobrevivir y seguir con vida (y jodiendo) una parte más.

    Deon: creo que aplica lo mismo para Sun. Está claro que él no sale de este conflicto vivo. Lina, Ender, Lio, Barbara, Yak, Lill... incluso Sun que es su aliada no está en buenos términos con él. Aunque no lo veo muriendo en esta parte.

    Sith: no ha sido muy importante, y ha mostrado un gran atrevimiento cuando sacó a Barbara de prisión. Lo veo cayendo en el ataque.

    Barbara: no se muy bien con ella. Tiene razones por las que podría salir a pelear y morir, pero también es astuta y podría vivir. No me atrevo a arriesgar aquí. Si sobrevive al siguiente, te lo diré.

    Lina: no sé porqué, pero tengo el presentimiento sombrío de que ella morirá y su pequeña quedará huérfana completamente.

    Iris: no te veo matando a una niña en esta guerra. Eres desalmado, pero no tanto :v Ella vive.

    Cia: quizá ella encuentre una forma de redimirse y convertirse en una heroína al sacrificarse por alguien más, probablemente Lio o Lina. Por sus interacciones, parece que ella quiere ganarse un puesto de fama tras escuchar que sus compañeros (Lio y Lill) integraron los Viajeros. Probablemente ella se sacrifique por alguien de ellos dos.

    Y bien, aquí se termina mi comentario. Qué más puedo decir que no haya dicho ya. Este capítulo ha sido fantástico. La narración ha mejorado muchísimo, y los diálogos que has puesto la han descocido toda. Recuerdo cuando en la parte II había capítulos donde uno de los dos iba bien pero el otro fallaba, siendo pocos casos donde ambos estaban en buen equilibrio. Pero desde la parte III, los diálogos se han afianzado para bien. Y a partir de la parte IV, es que la narración mejoró muchísimo. En esta parte las dos se consolidaron en una sola perfectamente equilibrada.

    Muero por ver esos dos capítulos finales. Ojalá no me muera de verdad antes de poder leerlos XD.

    En fin, me despido hasta la semana siguiente, amigo. Cuídate y sigue haciendo un trabajo tan bueno como lo has estado haciendo hasta ahora. Bye bye ♥♥♥
     
    • Fangirl Fangirl x 1
  11. Threadmarks: Territorio inexplorado
     
    Manuvalk

    Manuvalk el ahora es efímero

    Sagitario
    Miembro desde:
    14 Diciembre 2013
    Mensajes:
    688
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Los Viajeros V: Regresión
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    17
     
    Palabras:
    7729
    Saludos a todos. El capítulo de esta semana es el penúltimo de esta quinta parte, un capítulo increíble (para mí lo fue escribirlo) que cambiará por completo toda la situación. Un giro que de seguro os dejará con la boca abierta. Espero que Reydelaperdicion no sufra ningún ataque XD. Es broma amigo, espero que te guste a ti y a aquellos que se pasen a leer. ¡Hasta la próxima semana!







    Territorio inexplorado



    Ciudad Anixis: la partida a Neonia

    Las tropas con varios miles de soldados partieron de Paraíso en la flota liderada por el Emperador Deon Xom, quién iba acompañado de la líder de la Resistencia, Sun Brume. Cinco mil soldados del ejército Anixis —eran treinta mil en su totalidad— salieron del planeta con rumbo a Neonia para iniciar una nueva batalla que si todo salía bien, sería la última. Todo esto, con parte de la población de setenta mil humanos volcada contra la base militar de Ciudad Anixis, protestando por ver cómo aquellos que se suponía que les protegían, se iban a librar una guerra contra el resto de la humanidad.

    Sith y Bar estuvieron todo el día escondiéndose en los callejones de la ciudad alienigena, hacía ya más de cinco años tomada por los supervivientes del arca cuatro de La Unión, con la intención de burlar su seguridad. La extensión de la ciudad y la clara necesidad de evitar ser vistos, provocaron que el dúo viera cómo pasaban las horas del día hasta caer la noche sin siquiera haber salido del perímetro establecido. A esas alturas, los soldados que tenían instaurado un régimen militar durante la ausencia de su Emperador, ya sabían que la ex general Mason no estaba en su celda.

    Ambos se hallaban ahora en una calle contigua a un muro de cinco metros de alto y de acero, el cuál rodeaba Ciudad Anixis del exterior con la clara función de proteger el asentamiento humano de los peligros desconocidos que podían acechar ahí fuera. La visibilidad reducida que ofrecía la noche era una ventaja que el ingeniero Regan no quería desaprovechar, por lo que se quitó la mochila de su espalda y la abrió ante los ojos de su compañera de huida.

    — Es una de las cosas que supuse que necesitaríamos ahí fuera... — Sith sacó de la mochila un arma, concretamente un Flasher — ...y también aquí dentro, para salir.

    El hombre se la cedió a la mujer, la cuál era militar y contaba con la experiencia necesaria para usarla. Regan era muy inteligente y su campo era la tecnología, pero el desarrollo en combate no era lo suyo. Es por eso que Bárbara sería la encargada de usar el Flasher si llegaba a ser necesario.

    — Hasta cuatro soldados y varios RECO patrullan la salida al exterior — Señaló la ex general Mason, fijándose en la puerta que daba acceso al bosque de fuera — Otros tantos a lo largo del muro... Esto no va a ser fácil.

    — Creo que es mejor correr el riesgo a que nos capturen por traición y Deon nos mate cuando regrese de Neonia — Sith tenía decidido no continuar con su servidumbre al nuevo Emperador.

    — Claramente — Bar pensaba igual que su compañero — Si no queremos que pase eso, deberíamos pensar en un plan.

    — Espera un segundo — Indicó Sith, quién se puso a buscar en la mochila hasta sacar algo parecido a un ordenador portátil en un tamaño muy reducido — Hackearé uno de los drones para que cause una distracción y destruya la puerta, en medio del caos, saldremos corriendo.

    — Mejor indícale al dron que acabe con los soldados de la puerta y sus amiguitos — Murmuró Bárbara, adaptando el plan a su modo — Sin guardias en la entrada, salir será sencillo. Pero destruir la puerta implicaría dejarla abierta para aquello que haya ahí fuera, cosa que no sabemos qué es ni si simplemente hay algo.

    — Lo comprendo, tienes razón — El ingeniero decidió poner en práctica el plan modificado de su compañera — Necesitaré unos minutos.

    — Vigilaré la retaguardia.

    Bárbara portaba el Flasher en sus manos y observaba la espalda del dúo para evitar posibles sorpresas o sobresaltos. Sith tecleaba sin parar en el aparato, intentando hackear uno de los RECO para usarlo a su antojo. Los drones estaban conectados a una red artificial por la cuál recibían las órdenes de los humanizados Anixis, por lo que Regan solo tuvo que acceder a dicha red con su identificación de ingeniero y apoderarse del control tecnológico de uno de ellos.

    — ¡Lo tengo! — Dijo el hombre, confirmando que había hackeado a un RECO — Tenemos dos minutos, cuando descubran que he usado mi identificación en la red, sabrán dónde estamos.

    — ¡Pues hazlo rápido, Sith!

    Ocho drones patrullaban la parte exterior del muro, dónde se abría paso un frondoso bosque repleto de diversas plantas de todos los colores, algo que en Neonia no había. Los cuatro soldados Anixis que se movían por la parte de arriba de dicho muro, vigilaban tanto el interior cómo el exterior de la Ciudad Anixis, armados y protegidos. Ninguno de ellos se percató de que uno de esos ocho drones RECO se desvió de su curso y abrió fuego mediante su torreta implantada, contra sus homónimos.

    En un momento, cuatro drones cayeron abatidos sin esperarse lo sucedido, provocando que los tres restantes dispararan contra el RECO controlado por Sith. El ingeniero logró esquivar los disparos y ésta vez apuntó a los cuatro soldados de arriba del muro, los cuáles comenzaron a disparar el plasma de sus Flasher de manera inmediata. Regan ordenó al dron que controlaba que acabara con esos cuatro soldados Anixis antes de que pidieran refuerzos llegado el caso, pese a que el ruido de los disparos era más que suficiente para llamar la atención.

    Dicho dron abatió a dos de los soldados pero los dos restantes acabaron con la vida útil de la máquina, terminando con el arriesgado plan de Sith y Bar. Aquello no fue todo, pues la alarma en toda la Ciudad Anixis fue el indicativo de que habían descubierto de forma terminante, que el ingeniero Regan y la ex general Mason estaban huyendo y por ende, en busca y captura. Con el tipo totalmente bloqueado por el miedo, la mujer decidió tomar las riendas del escape.

    — ¡Sígueme, Sith! — Exclamó, saliendo de la oscuridad del callejón dónde se encontraban y disparando contra los dos soldados y tres RECO restantes.

    Regan salió tras ella y los soldados reaccionaron rápido con sus disparos, provocando que el dúo tuviera que cubrirse tras una pared. Conscientes de que tenían muy poco tiempo, ambos se prepararon para salir corriendo nuevamente y disparar contra los guardias, cuando el sobrevuelo de una lanzadera por encima de sus cabezas les sorprendió. Dicha lanzadera comenzó a ser disparada por los soldados y los drones, lo que indicaba que no se trataba de más soldados. Bárbara contraatacó desde su posición, disparando el plasma de su Flasher contra los enemigos para distraerles de la lanzadera.

    En ese preciso instante, tanto ella cómo el propio Sith, fueron testigos de cómo dicha lanzadera se lanzó sobre los drones y los soldados que disparaban desde la altura del muro, provocando que los soldados cayeran desde cinco metros de altura y los drones quedaran aturdidos. Bar y Sith aprovecharon esto y corrieron hacia la puerta, abriéndola, mientras un destacamento de soldados llegaba rápidamente en un vehículo todoterreno por la calle en dirección a la salida del muro. Mientras el ingeniero Regan cerraba la puerta con la ayuda de la ex general Mason, la lanzadera que les había ayudado descendía en el exterior de la ciudad. De ella salieron una mujer y una niña, las cuáles ayudaron a cerrar la puerta desde fuera para evitar ser seguidos.

    — ¡¿Quién eres?! — Preguntó Bárbara, que al ver a la mujer y a la niña, vio que no las conocía.

    — ¡Amiga de quiénes no apoyan al Emperador! — Exclamó Lina, indicando a su hija que corriera de regreso a la lanzadera — ¡Debemos irn...!

    De pronto, varios soldados se agolparon en la parte de arriba del muro y comenzaron a abrir fuego contra el grupo. Iris fue la primera en entrar en la lanzadera, logrando evitar ser alcanzada, mientras Sith llegaba segundo y Bar cubría a Lina para que entrara. No obstante, antes de que pudiera hacerlo, la mujer rubia recibió un disparo plasma en la espalda, derribándola ante los ojos de Bar, Sith y su hija Iris.

    — ¡¡¡Mamá!!! — Gritó la niña, completamente desatada.

    Sith la sujetó con fuerza para evitar que la pequeña saliera en ayuda de su madre y Bárbara veía aterrada cómo el plasma le quemaba la piel de la espalda y se expandía poco a poco. Lina se arrastraba hacia la lanzadera pero los soldados recién llegados abrieron la puerta y corrieron hacia el grupo.

    — Lle... llevadla... con vosotr... — Intentaba hablar la mujer, apellidada Burns.

    — Lo siento... — Murmuró Bar, cerrando la compuerta de la lanzadera y tomando el mando de ésta para salir rápidamente propulsados de la zona, ante los gritos de suplica de Iris por no querer abandonar a su malherida madre.


    [...]

    Doce días después

    La llegada de la flota Anixis al sistema Faro de la Esperanza fue cómo un desahogo para los militares que gobernaban la ciudad ante la ausencia del Emperador Xom. Concretamente, la nave en la que éste viajaba acompañado de la líder de la Resistencia y su segundo al mando, aterrizó en la base militar de Ciudad Anixis.

    Seis días de ida a Neonia y seis de vuelta habían convertido esos doce días en Paraíso en un polvorín a punto de estallar. La población, furiosa por la falta de respuestas y por no tenérsele en cuenta a la hora de tomar decisiones tan drásticas cómo lo era enfrentarse a la Alianza, estaba muy revuelta.

    Deon, Sun y Jacob fueron llevados por varios soldados al interior del complejo de la base una vez aterrizaron con la nave, mientras a su alrededor, cómo cada día desde hacía casi dos semanas, se volcaban las personas pidiendo explicaciones al ejército. No fue hasta entrar al interior del lugar que el Emperador Xom recibió varias noticias ocurridas durante su ausencia.

    — Hace doce días que Bárbara Mason escapó de su celda — Mientras el soldado se lo contaba a Deon, éste le miraba con una mezcla de sorpresa y furia — Tuvo que ser ayudada, no podría haberlo hecho sola. Creemos que fue Sith, porque ha desaparecido.

    — ¡¿Cómo ha podido suceder eso?! — El Emperador sacó toda la rabia contenida, primero de lo que le estaban contando y después al recordar que las cosas en Neonia no salieron cómo planeó — ¡¿Me voy de la ciudad y perdéis el control?!

    — Lo siento, señor... — El tipo que estaba explicando lo sucedido se mostró apenado.

    — ¡¿Alguna noticia de mierda más?!

    — Las cámaras del perímetro de seguridad en el muro grabaron a una mujer y un hombre escapando tras un tiroteo, ayudados por una tercera persona en una lanzadera — El joven soldado lo contaba con detalle.

    — ¿Han huido al exterior? — El mayor de los Xom se sorprendió y mucho al oír aquello, mientras Sun y Jacob se limitaban a escuchar la conversación — Quiénes lo han hecho, no han vuelto... Es una locura.

    — Por suerte, esa tercera persona que les ayudó a huir, fue capturada — Al oír estas palabras, Deon esbozó una sonrisa — Su nombre es Lina Burns.

    — Llévame con ella — Ordenó el Emperador sin pensarlo mientras acto seguido se dirigía a los líderes de la Resistencia — Vosotros reuníos con vuestra gente, pronto os asignaremos viviendas.

    La asiática y el afroamericano se miraron y asintieron a las palabras de su teórico superior. Los miembros de la Resistencia que sobrevivieron al combate en Neonia habían sido transportados en las naves a Paraíso, tal y cómo Sun y Deon pactaron. Mientras el líder Anixis era llevado por su soldado hasta el lugar donde tenían encerrada a Lina, Brume y Klein regresaron de nuevo fuera de la base para rejuntar a su gente. Los miembros de la Resistencia no dejaban de observar su alrededor, comprobando que Ciudad Anixis era una ciudad alienigena con un toque humano. Mientras sus líderes se aproximaban a ellos para reorganizarse a la espera de obtener un lugar en el que descansar, el infiltrado Ender Xom se escabullía con su traje Anixis al interior del complejo.

    El menor de los Xom había pasado seis días escondido en la nave, comiendo muy poco y asegurándose de que las cámaras no le detectaban. Casi una semana de angustia y tensión que por fin había terminado, encontrándose finalmente de regreso en su hogar, lugar que no pisaba desde la llegada de los Anixis a Neonia para parar la guerra civil entre gobierno humano, neonianos y Resistencia. No tenía un plan respecto a dónde ir una vez se encontraba en el interior de la base militar, pero muy pronto supo cuál debía ser su objetivo cuando la radio de su traje sonó.

    El Emperador se encuentra en las celdas subterráneas, interrogando a la fugitiva. Ha pedido intimidad, así que nadie bajará ahí hasta nueva orden.

    Ender no se lo pensó y se dirigió a la prisión de Ciudad Anixis, ubicada en una planta subterránea de la propia base militar. Apenas tuvo que mantener la compostura frente al resto de soldados, que al ir todos con el casco y el famoso traje, desconocían su identidad. Fue así cómo sin llamar la atención, el hermano pequeño del actual Emperador bajó las escaleras que llevaban a la cárcel descrita.

    — ¡Oye, tú! — El hombre frenó justo en la mitad de las escaleras cuando escuchó una voz tras él — ¡¿No has oído el mensaje por radio?! ¡El Emperador Xom ha pedido que se le deje a solas con la retenida!

    — Tienes razón, disculpa — Musitó Ender, volviendo tras sus pasos y subiendo las escaleras hasta encontrarse cara a cara con el tipo.

    — No entiendo cómo puede haber idiotas cómo tú sirviendo en el ejército — Le recriminó el soldado con evidente enfado.

    — Yo tampoco lo entiendo.

    Ender reaccionó rápidamente y golpeó con su codo la garganta del enemigo, provocando que éste se echara las manos ahí tras sentir cómo su nuez sufría las consecuencias. Apenas comenzó a jadear por falta de aire y por el dolor, el menor de los Xom tomó su cabeza, le quitó el casco al soldado y la estampó contra su rodilla, provocando una rotura del tabique nasal en el tipo y un brote de sangre importante. El soldado cayó por las escaleras hasta chocar contra la puerta, llamando la atención de Deon, el cuál estaba en el interior de la cárcel interrogando a Lina, cuando el ruido le sobresaltó.

    El segundo hijo de Gar Xom tomó al soldado al que había dejado inconsciente y lo arrastró rápidamente escaleras arriba, momento en el que el Emperador abrió la puerta. No vio nada, hasta que identificó varias gotas de sangre en los escalones. Consciente de que ocurría algo muy extraño, Deon fue subiendo sigilosamente escalón por escalón, siguiendo el camino de las gotas de sangre hasta llevarle a una esquina, dónde un soldado yacía apoyado de espalda en la pared y sentado en el suelo. Con el casco puesto era irreconocible, por lo que Deon se aproximó a él.

    Mientras esto sucedía, Ender lograba irrumpir en la cárcel de manera sigilosa mientras veía a su hermano salir de ella. Consciente de que tenía muy poco tiempo y de que atacar a su hermano sería un error, pues él quería sacar de allí a la mujer que tenían retenida para obtener información respecto a lo sucedido hacía muchos días, el menor de los Xom bajó sigilosa pero rápidamente las escaleras hasta encontrarse en la prisión. Varias celdas a cada lado se abrían paso ante sus ojos, encontrándose en el centro de la amplia sala, con una mujer rubia atada de pies y manos en una silla.

    Ender se aproximó rápidamente a ella y le levantó el rostro, descubriendo que se trataba de Lina, a quién ya conocía desde que inició el trayecto de la arca número cuatro. La cara de la mujer estaba realmente golpeada, con sangre seca, ojos morados e incluso el labio cortado. El hombre se dispuso a desatarla desesperadamente para liberarla de allí y sacarla aunque fuese a la fuerza, aunque tuviese que pelear con Deon de nuevo y con cualquiera que se interpusiera en su camino. No obstante, cuando el tipo se disponía a desabrochar la atadura de las cadenas de sus pies, la mujer frenó sus intenciones.

    — No... — Musitó conforme pudo, mostrando una evidente dificultad para articular las palabras debido al sufrimiento prolongado y el estado exhausto en el que se hallaba — Ender...

    — Tranquila Lina, te voy a sacar de aquí — Murmuró el hombre, decidido a quitarle las cadenas — ¿Qué mierda te han hecho? ¿Qué ha pasado?

    — La gent... quiere... — Burns hacía un esfuerzo enorme por hablar — ...paz con humanos... Neonia...

    — Lo sé, así será, te lo prometo — Dijo Xom, desabrochando las cadenas de los pies y dirigiéndose a la de las manos, atadas por detrás — Y tú estarás ahí para verlo, con Iris.

    — Sith... Bar... ellos están fuera... — La mujer de cabello rubio estaba gravemente herida — Iris... con ellos...

    — ¿Dónde? — Preguntó Ender, peleando por liberarle las manos — Iremos con ellos.

    — Fuera... ciudad... — Susurró Lina, totalmente debilitada.

    — ¡Eh, eh, eh! — Ender trataba de que no se durmiera — Iris te necesita, no puedes rendirte ahora.

    — Cuida de...

    Ender logró desabrochar la cadena que la maniataba solo para ver cómo Lina caía completamente muerta al suelo. Debido a las golpizas recibidas, muy probablemente a la ausencia de comida y por última instancia a la brutalidad de Deon a la hora de interrogarla, la mujer de pelo rubio no aguantó más y su cuerpo dijo basta, cayendo sin vida. El hombre la miró realmente dolido y con los ojos humedecidos en lágrimas, cuando Deon bajó rápidamente las escaleras, encontrándose de nuevo los hermanos Xom.

    — ¡¿Cómo mierda has llegado hasta aquí?! — Deon no comprendía la presencia de su hermano menor allí — ¡¿Te subiste a la puta lanzadera?! ¡Estás loco, Ender!

    — La has matado... — Ender miraba a su hermano mayor con furia — Maldito psicópata de mierda...

    — Técnicamente no fui yo, cuando he venido a interrogarla ya estaba en mal estado — Se justificaba el actual Emperador Anixis — Parece que no ha soportado más golpes.

    — ¡Voy a destrozarte, Deon! — Ender estaba realmente deseoso de pelear a muerte con su hermano, pero era también consciente de que no era el mejor lugar ni el mejor momento para entretenerse — ¡Tienes los días contados!

    — ¿Estás seguro, hermano? — Deon sabía que en el lugar en el que se encontraban, Ciudad Anixis, él tenía la ventaja — Es cuestión de tiempo que vengan mis soldados, llevo la puta radio encendida y están oyendo esto.

    Ender corrió hacia su hermano y le pateó en el torso, provocando que Deon retrocediera varios pasos hasta chocar de espalda contra una de las celdas, abriéndose la puerta y cayendo el Emperador dentro. Rápidamente y aprovechando esa suerte, el menor de los Xom encerró al mayor para que no pudiera perseguirle.

    — ¡Maldito bastardo! — Exclamó Deon, apretando con fuerza los barrotes de la celda mientras hablaba por su radio — ¡Ender Xom es un traidor que estaba intentando liberar a la retenida! ¡Está escapando de la prisión! ¡Lo quiero muerto!

    Ender aprovechó ese instante y salió corriendo del lugar, subiendo por las escaleras y pasando por varios pasillos hasta encontrar la salida. Desarmado, el menor de los Xom necesitaba desaparecer del radar rápidamente antes de que le persiguieran más soldados. El hijo menor de Gar no bajó de velocidad mientras corría por toda la base militar hasta la entrada de ésta, donde se agolpaba la gente. Los soldados que custodiaban la entrada le vieron llegar y comenzaron a dispararle, provocando que Ender tuviera que cubrirse tras un vehículo todoterreno. Al ser consciente de ello, el hombre subió al vehículo y pisó rápidamente el acelerador, dirigiéndose a la salida de la base.

    Los soldados Anixis disparaban contra el que fue uno de sus líderes antaño y éste aceleró fuertemente hacia la puerta, mientras la gente agolpada en el exterior veía la escena y se apartaba desesperadamente para evitar ser atropellada. Ender rompió la puerta de entrada a la base mientras se abría un camino entre la gente, la cuál le gritaba y festejaba por lo que acababa de hacer. Mientras el menor de los Xom huía de la base militar, los manifestantes irrumpían en el complejo, provocando un quebradero de cabeza mayor al ejército liderado por Deon.

    El hombre se dirigía así a la salida del muro para abandonar Ciudad Anixis mientras atrás el ejército se centraba en la ciudadanía que invadía la base. Lágrimas recorrían las mejillas de Ender mientras sujetaba el volante con firmeza, con la mirada al frente y dejando atrás a una madre que había muerto por su hija y por la causa de reunir de nuevo a lo que quedaba de la humanidad.

    [...]

    Flota de la AIE: día seis de trayecto

    Cinco naves sylerianas, tres naves humanas y la Valkshire cómo única nave de origen neoniano, conformaban la flota de la Alianza Interestelar de Especies.

    Nueve naves que se dirigían al planeta de los supervivientes del arca número cuatro de La Unión con el fin de terminar un conflicto que se había llevado consigo a miles de vidas. Treinta mil soldados de distintas especies se habían unido con el objetivo de labrar un futuro común, comenzando con erradicar a aquellos humanos que se creían Anixis, los cuáles estaban decididos a acabar con la Alianza por orden del Emperador Deon Xom.

    Cuando la flota partió desde Neonia tras el triple y breve discurso que Lill, Om y Yak ofrecieron, una nave más diminuta se desvió del camino para confirmar lo que era un secreto a voces: la muerte de Reeda Klamp. Efectivamente, la pequeña expedición enviada a confirmar el fallecimiento de la neoniana, encontró la Arcadia partida en varias partes y a la hija de Turak en su interior, ya cadáver. Esto fue notificado a Neonia para que recogieran el cuerpo y la incineraran en su planeta natal mientras la flota seguía su curso hacia la batalla definitiva. Yak no quiso ir en dicha expedición por no querer ver muerta a su pareja, cosa que era comprensible, mientras trataba de focalizarse en el objetivo, el cuál era liderar a sus soldados en el combate.

    A falta de cuatro días para la llegada a Paraíso, el ambiente que se respiraba en las nueve naves de la flota era de mucha tensión pero también concentración. Con los nervios a flor de piel, los soldados se preparaban cada día en varias fases de entrenamiento para estar lo más ágiles y atentos posible mientras compartían sus momentos de descanso con camaradas de otras especies, conscientes de que una vez llegaran al sistema Faro de la Esperanza, podrían haber pasado sus últimos momentos con amigos y compañeros. Sin embargo, los más nerviosos y concentrados de toda la flota de la Alianza eran los que la lideraban.

    Cómo cada día desde que salieron del planeta neoniano, tanto el comandante Crane cómo el protector Paokt y el discípulo Quetaryan mantenían una conversación con sus seres queridos o con alguien que quisiera hablar con ellos, todo esto por la radio de larga distancia. Pese a no poder ver los rostros de aquellos que querían, los tres líderes sentían el apoyo de aquellos que se habían quedado en casa por distintos motivos, deseosos de regresar a ellos con la noticia de que los Anixis ya no serían una amenaza. Yak fue el primero en usar el comunicador de radio con larga distancia de la Valkshire, nave en la que convivían los tres líderes y un destacamento especial de soldados de distintas especies.

    ¿Cómo te encuentras? — La voz del otro lado era la de Erie Tovam, quién se hallaba en Neonia para mantener el orden y la calma de su pueblo.

    — Estoy bien, concentrado en lo que nos espera — Respondió el joven neoniano con frialdad.

    Supongo que sí... — La líder neoniana sonaba un poco apenada por su segundo al mando — Por cierto, supongo que querrás saberlo... Hemos incinerado a Reeda en un homenaje al que han acudido muchas personas. Ahora descansa en paz en Neonia.

    — Gracias — Musitó Quetaryan, al borde de las lágrimas — ¿Algo más?

    Me preocupas, Yak — Dijo Erie, queriendo mostrar su cariño al neoniano — No quiero que el odio te ciegue el buen juicio.

    — ¿Para eso me has llamado, Erie? — El líder del ejército neoniano parecía estar algo molesto e irritado.

    Eres importante para mí y...

    — Basta, por favor — Yak estaba al borde de un ataque de estrés — Lo siento.

    Quetaryan cortó la transmisión sin pensárselo dos veces mientras hiperventilaba en exceso. Tuvieron que pasar más de tres minutos para que el neoniano comenzara a retomar el control de sus emociones, notándose cada vez más aliviado. Fue después de un rato que dio paso al protector Paokt, quién tenía una conversación pendiente con la Elegida Admir.

    Nuestra gente os manda fuerza, me han insistido en que te lo dijera — Comentaba Hylda tras un rato de conversación — Y yo ya te estoy echando de menos...

    — Agradece a los nuestros de mi parte, diles que volveremos con la victoria — Respondió Om, sonriente mientras hablaba — Yo te llevo echando de menos desde que partimos de Neonia...

    Te quiero, Om. No podría haber pedido mejor protector y mejor acompañante para mi vida — La líder syleriana sonaba realmente contenta de que ambos estuviesen, después de tanto tiempo conociéndose, en una relación amorosa — Diles a nuestros soldados que pase lo que pase, los sylerianos estamos orgullosos de que se jueguen la vida por una alianza entre especies.

    — Yo también te quiero, Hylda. No quiero separarme más de ti, éste será el último viaje que haga si no estás a mi lado — Paokt estaba siendo muy sincero en sus palabras — Les haré llegar tus palabras a los nuestros, tenlo por seguro.

    Gracias, Om. Por favor, cuídate y sé astuto — La Elegida se estaba despidiendo — Acabad con la tiranía Anixis.

    — No las des, estoy para lo que necesite, Elegida — Murmuró el syleriano en un tono sarcástico para luego echarse a reír y finalmente ponerse serio — Lo haremos. Acabaremos con aquellos que nos quieren ver caer. Hablamos pronto.

    Om cortó la transmisión a Neonia y se marchó de la sala de comunicaciones de la Valkshire sin poder evitar el sonreír. Protector y Elegida se querían desde hacía muchos años pero no había sido hasta hacía unos días que finalmente se expresaron su amor mutuamente. Tras la conversación del neoniano y del syleriano, ahora era el turno del humano.

    West me ha informado de que ha intentado contactar con Ender mediante el traje Anixis de esa chica nueva, Cia Jenner — Explicaba Snow tras un rato de conversación — Al parecer, la conexión funciona pero Ender no contesta.

    — Quizá haya muerto — Lill no podía pensar otra cosa — Se arriesgó demasiado al anclarse a esa lanzadera en pleno vuelo.

    Puede haber sobrevivido con su traje en el espacio — La gobernadora Carver parecía tener algo más de esperanza que su pareja — Naylon sobrevivió a la destrucción de la Heaven I en la órbita de Neonia y sobrevivió a la caída en el planeta... Cualquier hipótesis puede ser cierta.

    — Supongo que tienes razón, cómo la mayoría de las veces — Murmuró el comandante Crane, sin poder evitar sonreír — Ojalá esté vivo, ha demostrado ser de confianza y ha sido una de las piezas claves de ésta guerra.

    Ciertamente, ha sido valioso en este tiempo — Confirmó la mujer del comandante humano — Bueno amor mío, debo acostar a Regina. No para de preguntar por ti.

    — Cuando esto acabe, viviremos en una casita con jardín y no me despegaré de vosotras dos nunca más — Lill estaba cansado de tener que irse a otros lugares sin su familia — Buenas noches a ambas, os quiero.

    Y nosotras a ti, comandante Crane — Murmuró Snow, que cuando parecía que iba a cortar la transmisión, regresó rápidamente — Lill...

    — Aquí sigo.

    ...

    — ¿Snow?

    ...nada, perdona. Hablamos en unos días, cariño — La gobernadora Carver había decidido a último momento no contarle a su marido que estaba embarazada, pese a haber tenido la tentación de hacerlo.

    — Descansa, cielo.

    Lill cortó la transmisión y permaneció pensativo durante unos instantes, preguntándose qué sería lo que Snow había estado cerca de decirle. No obstante, ahora había asuntos más serios de los que ocuparse, por lo que decidió salir de la sala de comunicaciones de la Valkshire y dirigirse a su camarote para descansar a falta de cuatro días para la llegada a Paraíso.

    [...]

    Las ruinas Anixis

    Iris Hennessey Burns dormía en el interior de uno de los dos sacos de dormir que el ingeniero Regan portaba consigo cuando ayudó a escapar a la ex general Mason de la prisión de Ciudad Anixis. Había pasado una semana exacta desde esa fatídica huida, que comenzó con la ayuda inesperada de Lina y terminó con su captura por parte de los soldados del Emperador Xom. Una semana en la que los dos adultos y la niña habían tenido que alejarse cada vez más del perímetro exterior de la ciudad, pues los soldados rastreaban los alrededores pero no se atrevían a aventurarse más allá.

    Cuando los supervivientes del arca número cuatro de La Unión llegaron a Paraíso e instalaron un campamento dónde aterrizaron, apenas pasaron unos meses hasta encontrar la Ciudad Anixis, vacía y abandonada pero sin un ápice de polvo. Era evidente que los verdaderos Anixis ya no se hallaban en aquel planeta o al menos no en aquella zona, pues después de cinco años, habrían aparecido a reclamar lo que era suyo. Tras instalarse la totalidad de cien mil humanos en dicha ciudad y rodearla con un muro defensivo por petición de Gar Xom, varios exploradores enviados por éste mismo se aventuraron al exterior en busca de más información acerca de los Anixis, pero más allá de unas ruinas cercanas dónde se realizaban 'las pruebas' para ser general del ejército, no se supo nada más, especialmente porque ningún explorador volvió de regreso a casa.

    Un aura de misterio y terror comenzó a rodear entonces la ciudad, de la que nadie se atrevía a salir. El exterior pasó a ser, además de territorio inexplorado, territorio hostil. Nadie vio ni escuchó nada que pudiese considerarse una amenaza, pero el hecho de que los exploradores desaparecieran sin dejar rastro, no era nada alentador. Por ello, las puertas de los muros de Ciudad Anixis muy pocas veces se han abierto. Así fue cómo esa semana huyendo de los soldados del Emperador y alejándose cada vez más, el trío encontró una curiosa vivienda al margen de la ciudad.

    Una casa vacía en todos los aspectos pero que resultaba estar extrañamente ubicada, pues la ciudad estaba a una semana andando de allí. Bar, Sith e Iris se asentaron allí para tomarse un respiro del hecho de estar huyendo sin parar. Tras una semana durmiendo en el bosque y atemorizados, por fin podían dormir de nuevo entre paredes y bajo un techo. Regan encontró ramas secas antes de que cayera la noche y comenzara a llover fuertemente, por lo que en el centro del salón, el ingeniero ideó una fogata para mantenerse calientes.

    No había plan y eso era algo que a Bar le disgustaba y mucho. Tuvieron que huir de Ciudad Anixis y fueron ayudados de manera desconsiderada por una civil que tenía una hija de nueve años de la que ahora ambos adultos debían hacerse cargo. Lo único positivo era que los soldados parecían no atreverse a seguirles más allá del perímetro establecido y con su Emperador Deon Xom fuera, optaron por esperar su regreso y sus órdenes. La ex general observaba cómo la ventana de la vivienda estaba siendo golpeada por las gotas incesantes de lluvia mientras ella se hallaba sentada frente a Sith y con la pequeña Iris durmiendo a su lado en uno de los sacos.

    Ninguno de los dos hablaba, limitándose a estar sumidos en sus pensamientos. De repente, un ligero zumbido proveniente del exterior, llamó la atención del trío rápidamente. Sith alzó la cabeza, Bar tomó inmediatamente su Flasher y la niña se levantó bruscamente y sobresaltada. En su rostro se podía ver el temor, añadido al hecho de que llevaba una semana con dos personas completamente desconocidas para ella y sin saber que había sido de su madre.

    — Eh, tranquila — Bárbara trató de calmar a Iris mientras se incorporaba con el arma en la mano — Sith, quédate con ella.

    — No tenía pensado salir ahí fuera — Respondió el ingeniero, visiblemente atemorizado.

    La ex general Mason caminó lentamente hasta la puerta de la entrada y la abrió, encontrándose con una lluvia torrencial en medio de la noche y rodeada de plantas, árboles y demás maleza del bosque. La mujer avanzó lentamente con el Flasher en alto mientras dicho zumbido se volvía a repetir, ahora cada vez más cerca de ella. Bar trató de identificar con el oído, el origen del bajo sonido, sin éxito. De pronto, un movimiento violento de varias plantas hizo que la reacción de Bárbara fuera rápida y tratara de disparar el plasma de su arma hacía ahí. Su sorpresa fue que el Flasher no funcionaba, sin ningún problema aparente.

    — Mierda... — Susurró Bárbara, temiendo que los soldados hubiesen rodeado la casa y estuviesen usando un aparato de pulso electromagnético contra ellos, tal y cómo hicieron cuando estos llegaron a Neonia e inutilizaron a los Super Rhajik y las naves — ¡Sith, Iris, recoged! ¡Nos vamos!

    — ¡¿Qué ocurre?! — Gritó el ingeniero desde el interior de la vivienda.

    Bar corrió al interior de la casa y cerró la puerta tras ella cuando de pronto volvió a sonar ese zumbido. Sith se paró de pie frente a la mujer y la miró con sorpresa.

    — ¿Qué pasa? — La ex general no comprendía que el ingeniero la mirara tan sorprendido.

    — El... el Flasher... — Sith señaló el arma que portaba la mujer — Parece que está sufriendo una especie de interferencias en ésta zona.

    — Ahí fuera me ha parecido ver algo y no he podido disparar — Explicó Bar, seria, mientras Iris se colocaba junto al ingeniero — Debemos irnos cuanto antes.

    — No, espera — Musitó Regan, quitándole repentinamente el arma a la ex general.

    — ¡¿Qué carajo haces, Sith?!

    El ingeniero salió de la casa con el Flasher en la mano sin ninguna intención de oponer resistencia a la posible amenaza que existiese fuera, mientras Bar se colocaba a Iris detrás de ella, estando ambas en la puerta. Regan se percató por el arma de que ese zumbido se hacía más frecuente a medida que se acercaba a unos arbustos. El Flasher funcionaba cómo una especie de detector de frecuencias y Sith avanzó hasta meterse entre la maleza, provocando que Bárbara y la niña le perdieran de vista.

    — ¡Sith! — Exclamaban las dos, realmente asustadas.

    Mujer y niña miraban al lugar por el que el hombre había desaparecido con auténtico terror, cuando de pronto el propio ingeniero apareció de regreso a la vivienda con un objeto en la mano. Sith se aproximó a ellas y les mostró lo que acababa de encontrar.

    — Es un amplificador de pulso electromagnético — Indicó el ingeniero, bajo la lluvia — Capta una señal potente de algún lugar cercano y la amplifica en ésta zona, aunque un tanto débil... por eso el Flasher no funciona.

    — El ejército cuenta con aparatos de pulso electromagnético — Bar no entendía que había de diferente — Con ellos invadieron Neonia y tomaron a humanos y neonianos por sorpresa.

    — Lo sé, los fabriqué yo mismo — Murmuró Sith — Combiné tecnología Anixis con tecnología humana, pero éste es diferente, nunca lo había visto...

    — ¿Qué quieres decir con eso? — Intervino Iris, sorprendiendo a los adultos.

    — Que hay una señal electromagnética muy fuerte en algún lugar a cierta distancia de aquí — Dijo el ingeniero Regan, visiblemente entusiasmado — Algo desconocido... y muy probablemente, Anixis de verdad.

    — ¿Y queremos ir en su busca? — Bar tenía dudas acerca de eso, pero tampoco tenía mejores cosas que hacer.

    — Si es lo que yo pienso que es... podría ser la clave para parar a Deon y el ejército que le apoya — El hombre tenía claro que ese hallazgo tenía mucho potencial — Descansemos la noche aquí y mañana saldremos a buscar ese enorme pulso.


    [...]

    Actualidad

    Ender acababa de cruzar la puerta del muro que separaba el interior de la Ciudad Anixis del exterior inexplorado, tras haber acabado con unos pocos soldados que patrullaban el muro. Manejando un vehículo todoterreno, el hombre salió disparado a toda velocidad por el bosque, donde inicialmente se veía un sendero perfectamente marcado pero que poco a poco desaparecía de la vista al ser consumido por la vegetación. Fue así cómo tras conducir por unas largas horas, el menor de los Xom alcanzó la cabaña en la que Sith, Bar e Iris habían estado hacía cinco días exactos. Tras explorarla tanto por dentro cómo por sus alrededores, el hombre regresó de nuevo al coche y continuó camino por el sendero marcado pese a que cada vez era más difícil de identificar debido al crecimiento de la maleza.

    Mientras Ender iba en la búsqueda de la pequeña Hennessey, ella, Bar y Sith caminaban por quinto día consecutivo por el bosque. El ingeniero veía que cuanto más cerca, más presente estaba ese zumbido que escucharon días atrás en la vivienda donde estuvieron. Finalmente, tras cinco días deambulando por el bosque y durmiendo en el, el trío vio algo que no encajaba en la definición de bosque. Ante sus ojos, cubierto por ramas y árboles que parecían querer impedir que se viera, había una especie de compuerta anclada al cuerpo de la montaña.

    — Asombroso... — Murmuró Sith nada más verlo — La entrada a un lugar verdaderamente alienigena.

    — No toques la puerta, Sith, no sabemos que puede pasarnos — Bar prefería mantener las distancias.

    — El amplificador se ha vuelto loco — Regan veía cómo éste emitía el zumbido repetitivamente — Definitivamente es aquí dentro.

    Sith se aproximó a la compuerta y comenzó a analizarla sin ponerle la mano encima. Tuvo que arrancar ramificaciones de los árboles más próximos para observar con mejor detalle, cosa que le hizo ver algo que a simple vista se habría pasado por alto. Justo en el centro de la puerta, visiblemente de metal oscuro, lo que parecía ser un hueco daba a entender que se necesitaba una especie de llave para entrar al lugar. Mientras Bar e Iris vigilaban los alrededores por precaución, el ingeniero colocaba el amplificador en ese hueco, logrando que coincidiera y la compuerta se abriera.

    — Quizá no son tan diferentes a nosotros después de todo — Murmuró el hombre, volteándose hacia las chicas — Venga, entremos.

    Iris miró a Bárbara con cierto miedo y la mujer tomó a la niña de la mano, logrando hacerla sentir más cómoda. Ambas entraron al interior del complejo detrás de Sith, quién iba al frente. Un pasillo muy amplio y poco iluminado se abría paso ante la vista de los tres, que a medida que avanzaban, veían cómo se iba iluminando el frente. Sin embargo, no podía ser tan fácil, pues una nueva compuerta impedía el paso al trío y ésta vez no había hueco dónde colocar un amplificador.

    — Esto debe ser la entrada a un complejo con muchas cosas o quizá... quizá esconden algo muy potente aquí — Teorizaba Sith mientras buscaba la forma de abrir la puerta.

    Mientras el ingeniero buscaba desesperadamente algún método con el que abrir la puerta, Iris se aproximó a ésta para observarla. Dado su pequeño tamaño en comparación a la compuerta, la niña pudo ver algo que Regan no vio. La hija de la fallecida Lina Burns se arrodilló ante la entrada y apretó una pantalla que inicialmente parecía estar apagada pero que tras eso, se encendió. Sith se aproximó rápidamente mientras Bar vigilaba la retaguardia por si acaso.

    — ¡¿Cómo no he podido verlo?! — El hombre estaba fascinado con lo que estaba viendo de tecnología Anixis — ¡Solo se puede acceder por código de acceso!

    Sith desenfundó de su mochila el pequeño portátil que llevaba consigo para intentar buscar combinaciones con el fin de escribir una en esa pantalla de la entrada.

    Mientras el ingeniero peleaba por encender su aparato, ahora inoperativo por encontrarse en un lugar de altas frecuencias electromagnéticas, la pequeña niña decidió probar fortuna. Ni Bar ni Sith se percataron cuando de pronto, la compuerta se abrió de manera repentina. El hombre y la mujer miraron a la niña con asombro y seriedad, pues no debía hacer algo así y más sin conocer que hay del otro lado.

    — ¡¿Cómo lo has hecho, Iris?! — Exclamó Regan, totalmente sorprendido.

    — Solo he escrito la palabra Anixis en la pantalla — Musitó Iris, siendo sincera.

    — Claro... quizá Anixis no sea el nombre de la especie que habitaba éste planeta, sino que quizá es una palabra clave para referirse a algo o para usarse cómo contraseña... — Sith podía quedarse horas suponiendo — Tengo mucho que estudiar, esto es increíble.

    — No tan increíble cómo eso — Señalaba Bárbara hacia delante, con la compuerta ya abierta.

    Una sala ni muy grande ni muy pequeña la cuál estaba rodeada de pilares uniformes e inacabados, se mostraba ante sus ojos. Luces azules que parecían led eran las que se encargaban de iluminar el lugar mientras en el centro, un aparato con forma cilíndrica y alargado parecía ser el objeto que Sith andaba buscando. Éste se aproximó y se percató al verlo de cerca, que dicho aparato tenía letras extrañas además de una fuerza electromagnética considerable, pues se notaba en el ambiente. Iris alzó la vista arriba y vio que no estaban cubiertos, pues había una salida arriba del todo de la montaña.

    Cuando los supervivientes del arca número cuatro de La Unión llegaron a Paraíso, apenas encontraron cosas escritas e inteligibles y una de ellas fue 'Anixis', la palabra que más se repetía. Pese a tener cierta comprensión de la misteriosa y totalmente desconocida lengua del planeta, Sith tenía la teoría de que ese aparato era un emitidor de pulso electromagnético a gran escala. Allí dentro, la tecnología que portaban no funcionaba en absoluto, cosa que corraboraba mínimamente la teoría del ingeniero. No obstante, antes de que pudiese detenerse a pensar, el hombre escuchó el ruido de un vehículo en el exterior del lugar.

    — Escondeos — Indicó Bar, que pese a portar el Flasher, no podría usarlo.

    El ruido del motor del vehículo cesó al completo y acto seguido se escuchó el cerrar de una de las puertas. Después, pasos que confirmaban que la persona que hubiese salido de dicho vehículo, se aproximaba a ellos velozmente. Fue así cómo Bárbara aprovechó el factor sorpresa y saltó de su cobertura contra el intruso, provocando que ambos cayeran rodando al suelo y ella terminase sobre él. Cuando la mujer vio quién era, se quedó perpleja.

    — Ender... — La ex general se quedó unos segundos mirándole fijamente — ¿Tú no estabas en Neonia...?

    — Lo estaba — Musitó Ender, mirando a Sith y especialmente a Iris — Oye, pequeña, ¿me recuerdas?

    — Sí, me acuerdo de ti — Murmuró la niña, algo tímida.

    Ender sabía que tarde o temprano tendría que contarle respecto a la muerte de su madre Lina, pero aquel no era el mejor momento para ello. Sith se aproximó al menor de los Xom con seriedad, decidido a que no se interpusiera en sus planes.

    — ¿Cómo sabemos que no estás compinchado con el psicópata de tu hermano? — El ingeniero no le apartaba la vista de encima.

    — Me intentó matar en Neonia, Sith — Musitó Ender, extrañado de que el ingeniero le preguntara algo así — Estoy aquí porque... bueno, no es el sitio adecuado para hablarlo. ¿Qué se supone que es éste lugar?

    — Creo que tecnología Anixis muy avanzada — Respondió Regan, centrándose de nuevo en el aparato descubierto — Si mi teoría no es incorrecta, éste aparato es un emitidor de pulso electromagnético a gran escala.

    — ¿Gran escala? — Ender no lo comprendía — ¿Hasta qué punto?

    — Tenemos en nuestro poder pequeños aparatos de pulso electromagnético y sabemos que dejan inoperativa tecnología que no sea Anixis, pero ésta cosa... — Sith miraba el aparato con el deseo irrefrenable de descubrir su potencial — Deja inoperativa también nuestra tecnología actual, la Anixis. Si tuviera que arriesgarme con una teoría, diría que éste aparato puede emitir un pulso electromagnético que se expandiría por el espacio y afectaría a cualquier tecnología inferior e igual a su potencial.

    — Eso es una locura, si esa cosa de verdad hace lo que dices, es una arma muy peligrosa — Ender no daba crédito a lo que escuchaba — Una flota de la Alianza se aproxima hacia aquí y llegará en días, lo sé porque están intentando comunicarse conmigo. Si esa arma cae en manos de Deon, la usará contra ellos y entonces nadie podrá frenar su locura ni a aquellos que la siguen.

    — Tengo el presentimiento de que esto es un arma y que podré ponerla en práctica si la estudio un poco más — Murmuró Sith, decidido a descubrir su función exacta.

    — No sé si sea adecuado usarla, de ser cómo dices, no solo dejaría a Paraíso sin tecnología útil, sino que dejaría a todos sin tecnología — Bárbara no veía cómo mejor opción el usar ese aparato del que solo se estaba teorizando por el momento — Sería retroceder varios cientos de años por no decir más... Sería una completa locura.

    — Bueno, Sith solo está suponiendo algo que no sabe — Ender trataba de calmar la situación — Tenemos unos días para estudiarla, creo que nos sobr...

    De pronto, Ender fue interrumpido por el sonido de lo que parecían ser varias lanzaderas, las cuáles sonaban cómo si estuviesen aterrizando justo en la entrada al lugar. Sith se volteó visiblemente nervioso mientras que Iris se puso detrás de Bárbara, la cuál miraba a Ender con seriedad.

    — Te han seguido — Musitó la ex general Mason.

    — El todoterreno... — Se lamentó el menor de los Xom, suponiendo que el vehículo tenía un chip de localización.

    — ¡No podemos permitir que se lleven esto! — Exclamó el ingeniero, consciente de que ello significaría perder una posible baza importante para la batalla que se aproximaba.

    Los pasos de los soldados corriendo por el amplio y largo pasillo se hacían cada vez más frecuentes y sonoros. Bar y Ender se miraron y asintieron, decididos a oponer resistencia a los tipos que querían capturarles, o quizá incluso, matarles.
     
    • Impaktado Impaktado x 1
  12.  
    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

    Piscis
    Miembro desde:
    28 Agosto 2012
    Mensajes:
    4,806
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Saludos amigo, ha sido un gran capítulo para funcionar como preludio a lo que se aproxima. Debo decir que el capítulo anterior me ha gustado más, pero este no ha sido nada malo en absoluto.

    Tenía curiosidad por saber que había sucedido con Bar y con Sith cuando escaparon, y eso fue lo primero que se mostró. No creí que Lina e Iris se interpondrían para ayudarlos en su escape, dado a que se me hace muy difícil que la mujer haya decidido arriesgarse tanto teniendo a su hija con ella. Al final, casi lo logran, pero ella fue herida. Tengo que decir que ha sido una sorpresa cuando le dispararon con un arma que parecía ser tan poderosa y no murió al instante, sino que ella en su lugar solamente quedó agonizante hasta que Deon regresó.

    Me sorprendió que no se mostrara una charla de Sun y Jacob con su grupo, más que nada porque estoy seguro de que a quienes conforman la Resistencia no les gustaría nada saber que su líder fue violada de tal forma por su nuevo emperador. Supongo que Sun realmente quiere poder tener un cargo importante en Paraíso, y no dice nada porque sabe que los suyos se podrían ir en contra de Deon si termina revelando ese detalle. Lo que si no creo es que lo deje todo tal y como está. Me sorprendería si lo hiciera, dado a que no creo que se conforme con su castración como la única venganza sobre él. A saber qué harán.

    Tengo que decir que Ender es un completo loco al meterse de forma tan desesperada a rescatar a Lina. Creo que su plan de no atacar a Deon no era el mejor. Para mí, habría sido mejor haberlo sorprendido por detrás diciéndole que había una emergencia, y luego acabar con su vida. Una pena que él se haya acobardado, pero bueno, supongo que él priorizó su vida para buscar ayudar a la alianza antes que matar a su hermano y luego ser asesinado dejando a los suyos sin más protección que la que él les puede dar. Al final, Lina llegó a su final. No puedo decir que esté muy triste, dado a que ella no me cayó demasiado bien en todo los capítulos que transcurrieron. Solamente me apena un poco por Lio quien no ha podido despedirse de ella (otra vez le ocasionarás daño al pobre) y de su hija, que ahora tendrá que crecer sin su madre.

    Al final, Bar y Sith han podido arreglarselas muy bien entre ellos dos para poder pasar por territorio inexplorado llegando hacia el centro de lo que eran las ruinas más allá de Ciudad Anixis. Sin dudas, me intrigué bastante cuando se hizo mención a las ruinas inexploradas en el capítulo 3, y supe que tardo temprano alguien tendría que ir a dar un vistazo. Al final, terminaron encontrándose con una pieza de equipo muy potente.

    Por fin, luego de que la duda me carcomiera la cabeza durante varios capítulos, pude descubrir el motivo por el cual la parte recibe su nombre. Me sorprende bastante como es que pueda haber un arma capaz de neutralizar por siempre la tecnología al completo del planeta, o quizá del universo completo, ya que si los sylerianos construyeron una bomba de energía capaz de erradicar el sistema solar, quizá los Anixis hayan podido fabricarse algo al mismo nivel o mayor. Espero que de ser el caso, no afecte a las naves de la Alianza, de lo contrario, les será muy difícil poder regresar si tienen que volver a empezar desde el inicio.

    Que pena que hayan descubierto a Ender. Espero que quienes lo hayan hecho sean aliados de ellos y no del emperador Xom, de lo contrario, el emperador tendrá a su disposición un arma de anulación tecnológica muy potente. Pero bueno, si resultan ser sirvientes del emperador, no tocará otra opción más que pelear. Lo bueno es que tal vez Ender y Bar puedan manejarlos, dado a que nadie tiene armas de fuego utilizables allí. Será una pelea a la antigua XD. A ver que bando obtiene la victoria.

    Ha sido triste ver a Yak hablar con Erie de esa manera. No parece encontrarse en su mejor momento, y tengo el presentimiento de que no la va a contar. Om, bueno, creo que su charla con Hylda lo ha sentenciado. Esa clase de charlas se tienen antes de la muerte. Es decir, cuando un personaje dice esas cosas, es que no sobrevivirá para cumplir eso. Ver que Hylda y Om han estado deseándose en secreto y luego de tantos años han dado el sí, me hacen pensar que Om no la cuenta. Ojalá no sea así.

    Más triste me ha parecido lo de Snow, guardándose el secreto de su embarazo. Creo que habría sido mejor habérselo dicho cuando estaba en Neonia, y que Lill dejara su puesto a alguien confiable, tal es el caso de Lio, que creo que él podría con algo así. Pero bueno, las cosas (por dolorosas que sean) han resultado como han resultado, y no se puede hacer nada para cambiarlo. Estoy seguro de que Lill se retirará cuando descubra que Snow está embarazada. Seguro él dirá basta al hecho de ser comandante del ejército, dado a que no podrá estar a cargo de la defensa de la Alianza mientras tiene a dos hijos que cuidar. No creo que él deje la milicia, y podría seguir funcionando como un consejero militar, pero no lo veo siendo comandante de la humanidad con dos hijos a su cargo.

    Bueno, dejaría nuevamente mis apuestas para la guerra, pero tengo el presentimiento de que esta podría no llevarse a cabo si se termina utilizando aquella arma tan extraña. Claramente, ahora tengo muchas más preguntas. ¿Quienes son los Anixis? ¿Por qué se fueron del planeta dejando tecnología a mano para que cualquiera la descubra? ¿Por qué dejaron algo capaz de anular toda esa tecnología? ¿No temían el hecho de que pudiera ser usada en su contra en el futuro? En fin, creo que esta parte no las responderá todas, pero supongo que eso lo hace más emocionante para cuando llegue el futuro.

    Espero que si el arma se activa no ocasione daños como cuando el Supremo disparó el arma de la Bataller. Pero conociéndote, me puedo esperar lo peor de ti XD.

    Eso será todo por el momento. Será hasta la semana siguiente si todo sale bien. Nos vemos, amigo. Cuídate ♥♥♥
     
    • Adorable Adorable x 1
  13. Threadmarks: Paraíso: el final del trayecto
     
    Manuvalk

    Manuvalk el ahora es efímero

    Sagitario
    Miembro desde:
    14 Diciembre 2013
    Mensajes:
    688
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Los Viajeros V: Regresión
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    17
     
    Palabras:
    11128
    Saludos y bienvenidos al último capítulo de esta (a mi juicio) grandiosa parte V de Los Viajeros. Probablemente junto a la parte I del universo ficticio que he creado, esta es la parte que más he disfrutado hacer (¿quizá por eso se nota mejoría? XD) y este capítulo final es simplemente increíble. Simplemente espero que lo disfrutéis tanto como yo lo hice escribiendo. Reydelaperdicion gracias por haber estado ahí a lo largo de las publicaciones y espero que de verdad te encante el cierre de esta parte y toda en general. Un abrazo a todos y hasta la próxima.







    Paraíso: el final del trayecto





    Dos días para la batalla final

    — Te han seguido — Musitó la ex general Mason.

    — El todoterreno... — Se lamentó el menor de los Xom, suponiendo que el vehículo tenía un chip de localización.

    — ¡No podemos permitir que se lleven esto! — Exclamó el ingeniero, consciente de que ello significaría perder una posible baza importante para la batalla que se aproximaba.

    Los pasos de los soldados corriendo por el amplio y largo pasillo se hacían cada vez más frecuentes y sonoros. Bar y Ender se miraron y asintieron, decididos a oponer resistencia a los tipos que querían capturarles, o quizá incluso, matarles. Sith era completamente inútil tanto con armas de fuego cómo en un combate cuerpo a cuerpo, por lo que se escondió tras uno de los varios pilares que se extendían hasta arriba de la sala. Iris fue con él, pues una niña de nueve años poco podía hacer en esa situación.

    — ¡Ahí está el traidor de Ender! — Gritó uno de los doce soldados que hacía acto de presencia — ¡Y la general Bar está con él!

    — ¡El Emperador Xom los quiere con vida, pero si oponen mucha resistencia, tenemos derecho a matarles! — Indicó otro soldado, apuntando con su Flasher en alto — ¡Rendíos ahora si no queréis morir!

    Bar y Ender se miraron durante unos instantes, momento en el que la mujer soltó su Flasher al suelo. Los soldados Anixis interpretaron el gesto cómo una rendición, pero el menor de los Xom, quién no entendía porqué la ex general Mason había hecho eso, plantó cara.

    — Quizá ella se rinda, pero a mi vais a tener que matarme si queréis llevarme hasta Deon — Murmuró el hombre con auténtica rabia pese a estar en evidente desventaja.

    — Tú lo has querido, Ender — Musitó con seriedad el soldado al mando del pelotón, apuntando firmemente al segundo hijo del fallecido Gar Xom — Le llevaré tu cadáver al Emperador.

    Ender corrió a por el Flasher que Bárbara había dejado caer al suelo mientras el soldado se disponía a dispararle. El menor de los Xom alcanzó el arma y trató de disparar desde el suelo al mismo tiempo que dicho soldado apretaba el gatillo, sorprendiéndose ambos cuando ninguno de los dos Flasher había funcionado. La confusión entre el pelotón Anixis era evidente, hasta el punto de que su líder tomó la iniciativa y trató de disparar al traidor sin éxito alguno.

    — ¡¿Qué diablos está ocurriendo?! — El Anixis al mando estaba realmente extrañado — ¡¿Por qué no funcionan las armas?!

    — Sorpresa, amigos — Murmuró Bar, mostrando las palmas de las manos con los brazos en alto — Parece que tendremos que solucionar esto a la antigua usanza.

    Mason fue la primera en actuar, corriendo hacia el líder enemigo y tacleándole para evitar su reacción de ataque. El movimiento de la mujer propició de manera automática que el resto de soldados se lanzaran sobre el dúo. Tres soldados corrieron hacia Ender, el cuál tuvo que bloquear con su antebrazo izquierdo una patada dirigida a ese mismo costado, viendo rápidamente como un puñetazo iba dirigido a su rostro y el tercer soldado iba a patearle por la derecha.

    En un movimiento ágil y audaz, el menor de los Xom se agachó para evitar el puñetazo y respondió con un golpe directo a la caja torácica del enemigo para acto seguido poner el antebrazo derecho con el fin de bloquear la patada que le provenía por el mismo lado. Mientras uno de los soldados se dolía del abdomen, los otros dos veían cómo sus patadas eran bloqueadas para después ver cómo Ender les cogía de las piernas y tiraba de ellas hacia él, provocando que ambos cayeran al suelo. Al hombre solo le bastó con usar sus codos para hundirlos en el cuello de los dos enemigos, que a pesar de usar trajes, sufrieron un duro golpe debido a que esa zona del cuerpo no estaba muy protegida.

    La ex general estaba frente a cuatro soldados, de los cuáles dos la tomaron de los brazos y uno del cuello, mientras el restante iniciaba una serie de golpes directos al abdomen y sus costados, provocando que Bárbara estuviese sufriendo una fuerte paliza. En ese instante, la mujer levantó su pierna derecha y le pateó la cara al soldado que le estaba pegando, para acto seguido zafarse con su brazo derecho y usar el codo de éste para quitarse al tipo que la estaba sujetando. Después y con un rápido movimiento, Bar tomó del cuello al tipo que la sujetaba por el mismo lugar y con todas sus fuerzas lo derribó al suelo mientras con su pierna izquierda hacía que el soldado que la sujetaba del brazo del mismo lado, cayera perdiendo el equilibrio.

    — ¡Sith, coge esa maldita cosa y larguémonos! — Exclamó Mason, consciente de que no podrían derrotar a esa docena de soldados.

    El ingeniero Regan tomó el extraño aparato Anixis con una mano y con la otra tomó a Iris, corriendo ambos a la salida de aquel misterioso lugar mientras Bar y Ender se ocupaban de los soldados enviados por Deon. El hermano menor de éste estaba siendo acorralado por cinco soldados de los cuáles dos se abalanzaron sobre él. Xom dio un saltó en el aire con las dos piernas al vuelo y les golpeó en el torso, haciéndoles retroceder. Acto seguido y desde el suelo, Ender rodó en círculo usando sus piernas con la intención de hacer perder el equilibrio de los tres restantes, quiénes cayeron al suelo. Aprovechando ese breve periodo de tiempo para huir, el hombre salió corriendo al igual que Bárbara acababa de hacer tras librarse de los cuatro que la tenían sujeta.

    — ¡Qué no escapen! — Gritó el líder del escuadrón Anixis mientras algunos de ellos se dolían en el suelo y otros comenzaban a correr detrás de los traidores.

    Iris y Sith fueron los primeros en salir, comprobando que había dos lanzaderas —en las cuáles habían venido los doce soldados enemigos— y un vehículo todoterreno —con el que Ender había llegado al lugar— para escoger. Sin saber cuál tomar, el ingeniero optó finalmente por una de las lanzaderas, indicando a la pequeña Hennessey que se subiera mientras él subía a la otra lanzadera.

    — ¡¿Qué se supone que haces, Sith?! — Le gritó Bárbara mientras corría hasta la salida.

    — ¡Evitar que nos puedan seguir! — Respondió el ingeniero, al parecer, intentando bloquear los controles de la otra lanzadera para evitar una persecución de los soldados.

    Iris, que pese a ser una niña ya tenía ciertos conocimientos, puso en marcha la lanzadera en la que se hallaba. La ex general fue la primera en subirse mientras Ender veía cómo varios soldados le pisaban los talones. Regan salió de la segunda lanzadera tras haber logrado bloquear su manejo y se subió a la que iban a tomar, faltando el menor de los Xom.

    — ¡Rápido, Ender! — Exclamó Sith, viendo que estaban al límite.

    Ender corría con todas sus fuerzas mientras su lanzadera ya comenzaba a elevarse en el aire. Con hasta cinco soldados corriendo detrás suya y a escasos metros, debería darse prisa si no quería perder su transporte de salida. Uno de los enemigos se lanzó a la desesperada para intentar cogerle del pie, pero no le alcanzó, cayéndose y provocando que dos de sus compañeros se tropezaran y cayeran con él también. Ahora solo dos soldados perseguían al hombre mientras Iris, Bar y Sith veían cómo las posibilidades de que su amigo se subiera a la lanzadera, se reducían drásticamente. Xom aceleró lo máximo que pudo y se impulsó con todas sus fuerzas, logrando cogerse del borde de la lanzadera mientras ésta se elevaba en el cielo ante la frustración de los dos soldados que a punto habían estado de capturar a Ender.

    [...]

    Un día para la batalla final

    Los miembros de la Resistencia que habían sobrevivido al breve pero intenso combate en Neonia ya habían sido alojados de forma temporal en uno de los hangares de la base militar de Ciudad Anixis. Había pasado un día desde su llegada y aunque no sabían que la flota de la Alianza estaba a otro día más de llegar al sistema Faro de la Esperanza, el descanso les estaba viniendo realmente bien. La Resistencia eran miles de personas pero entre aquellas que murieron desde sus inicios y las que se perdieron a lo largo del tiempo desde su formación, solo quedaban unas novecientas. Hasta que la guerra entre humanizados Anixis y la Alianza no terminase, estas personas no podrían comenzar a vivir en Paraíso con la normalidad con la que lo hacía el resto de la población.

    El ejército que lideraba Deon había logrado hacer retroceder a los manifestantes que se colaron en la base militar tras la huida de Ender con un vehículo, por lo que la zona volvía a ser segura. Con el amplio hangar habilitado para la Resistencia, ahora solo faltaba reorganizarse en poco tiempo y esperar la llegada inminente de la flota de la Alianza, pues eran conscientes de que tras la retirada en Neonia, la unión formada por humanos, neonianos, sylerianos y los pocos Super Rhajik restantes, regresarían para intentar terminar con el conflicto.

    Sun se aproximó de buena mañana al hangar donde estaban descansando los suyos y donde Jacob había decidido quedarse también, pese a que se le ofrecía una habitación privada al igual que a la líder de la Resistencia. Shadow estaba en la entrada al hangar, de brazos cruzados y mirada seria a la zona donde mucha gente protestaba al Emperador Xom y sus soldados por la absurda guerra que estaban librando contra la Alianza.

    — Son un incordio — Musitó Brume, llegando a la ubicación de su segundo al mando — No deberían quejarse, la humanidad estará mejor sin aquellos que conforman la Alianza. Su futuro es utópico y ficticio, las civilizaciones diferentes están condenadas a la guerra hasta que una se sobreponga.

    — No parece que humanos, neonianos y sylerianos vayan a matarse entre sí — Contestó Klein, mostrándose escéptico a las palabras de su líder — Aquí, con Deon al mando, es cuestión de tiempo que haya una nueva guerra civil.

    — ¿Qué se supone que te pasa con Deon? — La asiática llevaba ya tiempo notando en su compañero una actitud desconfiada hacia su nuevo socio — Es un idiota, pero por el momento está portándose bien con la Resistencia.

    — ¿Hasta cuando, Sun? — Preguntó el afroamericano de forma retórica — Sabes tan bien cómo yo que ese tipo es un polvorín a punto de estallar... si es que no lo ha hecho ya.

    — Basta, Jacob, nosotros queríamos esto — Dijo la líder de la Resistencia con cierto enfado — ¿Acaso ahora prefieres ser perseguido por el gobierno humano y sus amigos alienigenas? Aquí en Paraíso podemos ser lo que queremos, libres; libres de alienigenas.

    — Sigo queriendo bien lejos a los neonianos y también a los sylerianos, pero lo que no quiero es tener al mando a un ególatra que gobierna haciéndose llamar Emperador — El hombre apodado Shadow expresó su pensamiento finalmente — Paraíso puede ser un verdadero comienzo, pero no con ese tipo liderando a lo que quede de la humanidad.

    — Eso es muy fácil de hacer, amigo mío — Murmuró Sun con una sonrisa pícara — La Alianza va a venir a terminar con la guerra, si nosotros la ganamos con el apoyo de Deon y su pueblo lo ve, daremos un golpe de estado. Si ésta gente quiere al Emperador fuera de la ecuación, yo les daré eso. Y les dejaré llamarme Emperatriz Brume, ¿por qué no?

    [...]

    El comienzo de la batalla final

    La flota de la Alianza Interestelar de Especies avanzaba en dirección al sistema Faro de la Esperanza en un viaje de diez días que había llegado a su fin. Nueve naves de diferentes tamaños y orígenes se aproximaban a lo que sería una batalla final en un conflicto que una vez más, abarcaba protagonismo especial en la especie humana. Treinta mil soldados humanos, neonianos, sylerianos y Super Rhajik se preparaban para poner fin al caos que llevaban sufriendo desde hacía muchos años, dónde apenas habían podido reconstruir una verdadera civilización desde cero. La Alianza soñaba con un futuro próspero y unido en el que las especies que la conformaban se apoyaban entre sí y crecían en cuanto a conocimientos y expansión colonial, siempre con la paz por bandera.

    Lill se encontraba en su camarote privado, en una de las nueve naves que formaban la flota de la Alianza, con la mirada clavada en una foto donde aparecían su mujer y su hija, sonrientes y abrazadas. Snow se había quedado en Neonia para quedarse con Gina —y también por el embarazo del que Lill no sabía nada— y él, cómo comandante humano y líder de su ejército, tenía la obligación moral de acudir a la batalla final de Paraíso. Ya portaba su clásico traje de combate en color granate, tonalidad que indicaba que era el comandante humano. El Striker estaba sujeto a su espalda, listo para ser desenfundado. Sumido en el recuerdo de la foto que sujetaba en sus manos, el hombre no fue consciente de que tocaron a la puerta varias veces hasta que unos nuevos golpes lo trajeron de vuelta al presente.

    — Adelante — Indicó Crane, guardando la foto en un bolsillo interno de su traje.

    — ¿Todo bien, Lill? — Lio entraba en la habitación, también ya vestido con un traje de combate de color grisáceo y una Rhajead en la espalda — Diez minutos para la llegada al sistema Faro de la Esperanza, aunque supongo que ya lo sabías.

    — Así es — Musitó el comandante humano, saliendo de su camarote seguido de su compañero — ¿Situación?

    — El plan está en marcha, una vez lleguemos, los cazas saldrán primero como avanzadilla — Explicaba el hombre de Ceres mientras avanzaba por un pasillo junto al comandante Crane — Los demás nos esperan en el puente de mando.

    — Entonces no les hagamos esperar demasiado.

    Lill y Lio se dirigían al puente de mando de la nave en la que se hallaban, la Valkshire, mientras soldados y operarios de la propia nave se movían por el pasillo de un lado a otro. Todos se apresuraban para poner el plan de la Alianza en marcha antes de que los humanizados Anixis se percataran de la presencia de estos en su sistema, cosa que no tardaría en ocurrir. Nadie estaba parado y cada uno tenía su función, por lo que el tráfico de personas en cada nave era constante de un lado para otro. Tras varios minutos de camino, el dúo se presentó en el puente de mando de la nave neoniana ante el resto del grupo. El protector Paokt, el neoniano Quetaryan, la ex general Jenner y el syleriano Emmon ya estaban allí, siendo junto al comandante Crane y el hombre de Ceres, el grupo que tenía su propia misión personal.

    — Lill, Lio, al fin llegáis — Musitó Yak con seriedad — ¿Estáis listos?

    — Lo estamos — Indicó Lill, decidido.

    — Ya conocéis el plan — Dijo Om, queriendo repasarlo una vez más — Muy pronto se darán cuenta de que estamos aquí, los cazas irán delante y nos abrirán paso, nuestras lanzaderas aterrizarán en Paraíso y allí ya sabéis lo que debemos hacer: obtener el control de Ciudad Anixis.

    — Contamos con la gente que vive allí, se pondrán de nuestro lado — Murmuró Cia, convencida de ello.

    — Más nos vale — Musitó Santos.

    — Esperemos que la mayoría de cazas puedan aterrizar en el planeta, recordemos que hay un cinturón de asteroides que esquivar — Intervino Uriow con un detalle que cabía recordar.

    — Lo sé, el combate principal será entre las naves en espacio abierto — Dijo Lill — Nosotros tomaremos el control de la ciudad y destruiremos las defensas aéreas que puedan tener. Tenemos que lograr que la mayor cantidad de nuestros soldados desciendan a la superficie. Nos ocuparemos de Deon y Sun si los vemos, quizá también nos encontremos con Ender.

    — Conozco a varias personas de confianza, se llaman Bar, Sith y Lina — Añadió Lio — Si les encontramos, vendrán con nosotros.

    — Muy bien, toda ayuda es bien recibida — El comandante Crane tomó la última palabra — Pero centraos en el objetivo: controlar Ciudad Anixis. En marcha.

    Los seis miembros que conformaban el grupo salieron del puente de mando de la Valkshire en dirección al pequeño hangar de la nave donde tres lanzaderas estaban listas para ser usadas. El grupo, que se reuniría en la superficie de Paraíso, se dividió en tres parejas de dos con la intención de tener más opciones de alcanzar el planeta, pues existía la posibilidad de que alguna lanzadera pudiera ser abatida en pleno vuelo y perder a los líderes de un golpe sería un choque importante para las aspiraciones del ejército de la Alianza. Om y Uriow tomaron una de las lanzaderas mientras que Lio y Cia cogieron otra, quedando Lill y Yak en la restante. En la lanzadera del dúo syleriano sería Emmon el encargado de pilotarla mientras que en la de los ex soldados Anixis sería Santos quién lo haría, al igual que Quetaryan en la suya.

    Aquí el coronel Michaels. Comandante Crane, protector Paokt, líder Quetaryan; cazas listos para el despegue — Se escuchó por las radios de las lanzaderas — Esperando órdenes.

    — Despegue inmediato — Ordenó Lill con firmeza, ya sentado en su asiento de la lanzadera.

    Las nueve naves de la flota de la Alianza abrieron sus compuertas y de estas comenzaron a salir docenas de cazas en dirección a Paraíso. La compuerta del hangar de la Valkshire se abrió acto seguido y dio paso a que salieran las tres lanzaderas en las que iban los seis miembros del grupo. Mientras esto sucedía en la frontera del sistema Faro de la Esperanza, en el planeta Anixis ya habían detectado las naves y de las bases Caronte, Ío, Titán y Oberón del cinturón de asteroides ya comenzaban a salir naves de diversos tamaños para defenderse de la ofensiva de la Alianza. En la Ciudad Anixis, el Emperador Xom observaba desde la comodidad de su vivienda como su ejército se preparaba para repeler a aquellas naves que lograran superar el cinturón de asteroides y las armas defensivas, instaladas en la órbita planetaria.

    — Esto se termina hoy, falsa Alianza — Murmuró Deon con la ira que tanto le caracterizaba.

    La distancia que separaba Paraíso de la flota de la Alianza era considerable y cuando los cazas se aproximaban al cinturón de asteroides seguidos de las lanzaderas, los cañones defensivos instalados en los meteoritos comenzaron a disparar plasma, destruyendo algunos de los cazas en el proceso. De las bases posicionadas en el propio cinturón de asteroides comenzaron a salir naves de un tamaño similar o superior a la flota de la Alianza, con el fin de entablar combate con estas.

    Un cañonazo de plasma golpeó de lleno en un caza cercano a la lanzadera del hombre de Ceres y la ex general Jenner, provocando una explosión de la pequeña nave que hizo que la lanzadera se sacudiera durante unos instantes y metiera el miedo en el cuerpo al dúo humano. La lanzadera del comandante Crane y el neoniano Quetaryan era la más adelantada y ya se hallaba maniobrando entre los asteroides del cinturón cuando la aparición de los cazas enemigos comenzó a dificultar dichas maniobras, provocando que Yak casi perdiera el control de la nave por un momento.

    Detrás andaba la de los dos sylerianos, quiénes veían cómo tras ellos ya iniciaba el combate espacial entre la flota Anixis y la de la Alianza. Uriow no se percató de que un cañón le disparó plasma hasta que este golpeó la parte trasera de su lanzadera y la pequeña nave perdió el eje, comenzando a rodar sin control absoluto.

    — ¡Maldición, he perdido el control! — Exclamó Uriow visiblemente aterrorizado.

    — ¡Pues recupéralo o moriremos! — Gritó Om, sujetándose a su asiento.

    El syleriano Emmon a los mandos de la lanzadera trató de tomar el control de ésta, lográndolo poco a poco. Sin embargo, se acercaba peligrosamente a uno de tantos asteroides del cinturón, provocando que el tiempo de maniobra se fuera reduciendo drásticamente.

    — ¡Obra tu magia, querido universo! — Dijo Uriow mientras hacía todo lo posible por terminar de controlar el eje de la nave.

    El vehículo cada vez estaba más cerca de la roca espacial y cuando parecía que no sería posible retomar el mando, Uriow lo logró. La lanzadera recuperó su estabilidad y el syleriano cambió la trayectoria rápidamente, evitando una colisión frontal contra el asteroide y con ello la muerte segura del soldado y el protector syleriano. Todo aquello con una batalla extrema de por medio entre los cazas de ambos bandos, naves pilotadas por soldados que dependían de su capacidad de maniobrabilidad para sobrevivir en el combate.

    La lanzadera pilotada por Yak y en la que se hallaba Lill ya había superado el cinturón de asteroides y se dirigía sin mayor oposición a Paraíso. El neoniano puso los propulsores de la pequeña nave a toda velocidad para alcanzar rápidamente la entrada a la atmósfera y evitar ser alcanzados por un disparo de las defensas en órbita. El comandante humano observaba sentado en su asiento como la lanzadera avanzaba velozmente y Paraíso se veía cada vez más grande ante sus ojos, con dirección exacta a Ciudad Anixis gracias a los datos proporcionados inicialmente por Ender y finalmente por Cia y Lio.

    Cuando parecía que humano y neoniano iban a ser los primeros en irrumpir en el planeta de forma controlada, los satélites de seguridad que rodeaban el mundo Anixis iniciaron una serie de disparos contra la nave enemiga, propiciando que uno de esos disparos impactara en uno de los propulsores, haciendo perder velocidad a la lanzadera. No obstante, un segundo disparo plasma golpeó de lleno en un costado, provocando una brecha que coincidía con la entrada del vehículo en la atmósfera planetaria. Entre la fuerza atmosférica de Paraíso y la velocidad a la que iba lanzada la nave, ésta se partió en dos trozos en pleno vuelo, provocando que el comandante Crane, el cuál estaba sentado más atrás de Quetaryan, se separara del neoniano al permanecer anclado en la parte trasera.

    — ¡¡¡Lill!!! — Exclamó Yak mientras veía cómo la caída al planeta era inminente y la falta de oxígeno se comenzaba a notar — ¡No... no... no...!

    En la lanzadera pilotada por Santos las cosas no iban a mejor. Tres cazas enemigos entraron en persecución con ella tras haber superado el cinturón de asteroides de forma majestuosa. Cia se hallaba con los ojos cerrados y abrochada a su asiento mientras Lio maniobraba a cada rato para evitar ser golpeado por el plasma disparado tanto de dichos cazas como de los satélites de seguridad del planeta. Al no contar las lanzaderas con armas se dificultaba más si cabía la huida del enemigo, pero la astucia del hombre de Ceres logró que la nave entrara ilesa en Paraíso tras haber dado un rodeo bajo en la órbita planetaria, perdiendo de vista a sus perseguidores.

    [...]

    En un lugar remoto de Paraíso se hallaba el grupo formado por Bárbara, Sith, Iris y Ender, quiénes llevaban dos días descifrando el misterio del aparato tecnológico Anixis que habían encontrado en un lugar oculto a simple vista. Con una lanzadera en su poder y una posible arma que inclinaría la balanza de la guerra hacia ningún lado más que el de frenar el conflicto, el grupo se había mantenido escondido esos dos días sin saber que en ese preciso instante había comenzado la batalla final entre Anixis y Alianza. El ingeniero Regan estaba totalmente centrado en el aparato recientemente encontrado mientras que la pequeña Iris dormía en el interior de la lanzadera, quedando la ex general Mason y el menor de los Xom, quiénes estaban sentados en lo que quedaba de la hoguera que hicieron la noche anterior.

    — ¿Estás bien? — Le preguntó la mujer al hermano del actual Emperador — Estás muy callado.

    — Anoche le dije a una niña que su madre había muerto a manos de un psicópata y que no la volvería a ver jamás — Respondió el hombre, visiblemente afectado — El último recuerdo que tiene de ella es el del día en el que huisteis de la ciudad, siendo disparada por los soldados y abandonada a su suerte.

    — Ender... — Murmuró Bar, consciente de que el tipo se sentía realmente mal — No tienes que torturarte por eso, tarde o temprano descubriría que su madre había muerto.

    — ¿La abandonasteis? — La voz de Xom se resquebrajaba a cada palabra que salía de su boca — ¿Os marchasteis sin ella, sin más?

    — Un disparo plasma la alcanzó y la derribó, me dio a entender que nos fuéramos mientras se arrastraba por el suelo... — Recordarlo no lo hacía más fácil de explicar para Bárbara — Si no nos íbamos, habríamos sido capturados todos y no habríamos encontrado esa cosa que mantiene ocupado a Sith.

    — Si ese aparato de mierda no sirve para nada, yo mismo lo destrozaré — Varias lágrimas de rabia y tristeza ya recorrían el rostro de Ender.

    La mujer y el hombre permanecieron en silencio tras la breve conversación, con la mirada perdida y pensativos respecto a la situación. Sin embargo, no pasó mucho tiempo hasta que el ingeniero les llamara la atención, realizando aspamientos con los brazos para indicarles que se acercaran a él, quién estaba a cierta distancia de la lanzadera. Bar y Ender se aproximaron rápidamente a Sith, quién sujetaba el aparato en sus manos. Dicho aparato tenía una forma cilíndrica en la que destacaban unas letras en idioma desconocido y una serie de botones que parecían responder a ciertos comandos.

    — ¿Has descubierto algo interesante? — Mason no estaba realmente entusiasmada con la idea de que así fuera, pues no se fiaba en absoluto de ese aparato.

    — Así es, mi teoría era correcta — Contestó Regan con una sonrisa en su rostro, consciente de que su inteligencia estaba cada vez más y mejor probada — Esto es un arma de origen alienigena, posiblemente de los que fueran Anixis y estuviesen aquí mucho antes que nosotros.

    — Muy bien, ¿sabes cómo funciona? — Ender tenía curiosidad por conocer el potencial de dicha arma.

    — Sé cuál es su función, pero no cómo ponerla en marcha — Explicó Sith, señalando el aparato — Esto concentra una gran cantidad de energía electromagnética que de ponerse en práctica, inutilizaría toda la tecnología, mínimo la de éste planeta.

    — ¿Mínimo? ¿Qué significa eso? — Preguntó el menor de los Xom.

    — Que puede actuar a gran escala, si mis cálculos no fallan — Murmuró Sith, sonriendo — Este simple aparato podría expandir un pulso electromagnético por toda la galaxia, concentrando la mayoría de la energía aquí.

    — ¿Estás diciendo que afectaría a toda la maldita galaxia? — Bárbara no daba crédito a lo que había oído.

    — El pulso perdería fuerza conforme se propagase, dudo mucho que afectara considerablemente la tecnología de otras especies más allá del territorio que desconocemos — Dijo Sith, confiado en sus palabras.

    — Eso sería cómo gritar a toda la galaxia que estamos aquí — Supuso Ender — Podría ser muy peligroso.

    — Sí y no — Musitó el ingeniero — Sabrían que se trata de tecnología avanzada y por ende de que la ha usado una especie inteligente, pero rastrear el origen del pulso podría tomarles décadas, quizá más. La galaxia es enorme.

    — ¿Cómo mierda sabes todo eso, Sith? — La ex general no comprendía de donde sacaba esas ideas el ingeniero.

    — Realmente son suposiciones, me baso en lo que sé y en las leyes físicas y astronómicas — Respondió Regan con indiferencia — Sé que pronto daré con la clave para activar esto y...

    De repente, un estruendo en el cielo llamó la atención del trío que estaba hablando, quiénes alzaron la vista para ver cómo un objeto en llamas caía a pocos kilómetros de su ubicación. En ese instante, Iris salió de la lanzadera, visiblemente asustada por el ruido que acababa de sucederse mientras los tres adultos corrían hacia el vehículo.

    — ¡Debemos ir al lugar dónde ha caído eso! — Exclamó Sith, siendo el primero en llegar a la lanzadera.

    — ¡Estoy de acuerdo, tomaré el mando! — Indicó Bárbara, quién pilotaría la nave.

    — Tranquila Iris, no dejaré que te pase nada — Murmuró Ender a la niña, de rodillas ante ella — Vamos a ver que ha caído del cielo, ¿vale?

    Iris asintió con preocupación y el grupo se metió en la lanzadera, cerrándose la compuerta de ésta y elevándose en el aire hasta propulsarse en la dirección en la que había caído dicho objeto desde el cielo.

    [...]

    El fuego incandescente levantaba una humareda negra que delataba a kilómetros la posición en la que parte de la lanzadera que pilotaba Yak y en la que Lill estaba a bordo, había caído en el bosque. Quién estaba entre los restos era el propio comandante Crane, quién comenzaba a despertar tras perder brevemente el conocimiento por la falta de oxígeno durante la precipitación hacia Paraíso. Sus ojos comenzaron a acostumbrarse a la luz del día del planeta Anixis y poco a poco fue comprobando la movilidad de su cuerpo, que para su suerte, estaba intacta.

    Rápidamente, se tocó piernas y brazos en busca de alguna herida que por fortuna no tenía, salvo las magulladuras del choque en la superficie. El traje estaba rasgado en algunas partes donde su piel había quedado al descubierto y salvo algún corte no había nada de lo que preocuparse. Lill se incorporó poco a poco de su asiento, el cuál le había salvado de morir destrozado en la caída de no ser porque estaba con el cinturón abrochado. Cuando el hombre se levantó, apenas tuvo tiempo de reponerse de lo sucedido, pues una lanzadera apareció en la distancia, aproximándose a su posición.

    Decidido a esconderse y evitar ser descubierto, el humano se camufló entre la maleza y los árboles cercanos a la zona del impacto, la cuál estaba ardiendo incesantemente. Al momento, dicha lanzadera llegó a la zona y descendió rápidamente a un lado, para finalmente abrir la compuerta. De ella salieron primero Sith y Bárbara, la cuál iba armada. El comandante Crane no los conocía, por lo que preparó su Striker y apuntó desde la distancia para disparar por sorpresa si fuese necesario. Justo cuando estaba con el dedo en el gatillo, salió una niña de la lanzadera, la cuál iba acompañada de Ender. Primero ver a una niña allí le descolocó y después ver al menor de los Xom le hizo tranquilizarse, pues significaba que el hombre había sobrevivido al viaje en la nave Anixis.

    — Son los restos de una lanzadera y no es de las nuestras — Bárbara observaba el destrozo que había.

    — No tiene sentido — Musitó Sith, extrañado.

    — Sí lo tiene — Murmuró Ender, observando el escenario — La flota de la Alianza ya ha llegado, está sucediendo el combate fuera del planeta.

    — Exactamente — Dijo Lill, saliendo de su escondite y sorprendiendo al grupo — Me alegra verte con vida, Ender.

    — Lill Crane, yo sí que me alegro de verte con vida — Contestó Ender, sonriendo al verle — ¿Cómo has sobrevivido a esto?

    — Sinceramente, no lo sé — El comandante humano se aproximó a su compañero y al resto — Yak iba conmigo, no sé que ha sido de él.

    — Le buscaremos, no te preocupes — Xom tranquilizó al comandante y se volteó hacia sus compañeros — Lill, te presento a Bárbara Mason, ex general del ejército Anixis. Sith Regan, ingeniero. Y a la pequeña Iris Hennessey. Son aliados.

    — ¿Lo sois? — Preguntó Crane, dubitativo — Solo me fío de la niña.

    — No inicialmente, pero ahora sí — Respondió Bar, recordando que ella sí estuvo en la batalla del Sector 0 en Neonia — Digamos que tenemos objetivos comunes y eso nos convierte en amigos.

    — Con tal de que Deon sea apartado del poder y la humanidad se una como debería haber pasado, sí, somos aliados entonces — Indicó Sith, portando el aparato Anixis en su mano.

    El comandante Crane asintió tras oír las palabras de Bárbara y Sith pese a que eso no significaba que confiara en ellos, al menos por el momento. Iris no le quitaba la vista de encima a Lill y tras un silencio incómodo, Ender tuvo que tomar la palabra.

    — Hemos encontrado esto, Lill — Xom señaló el aparato que Sith portaba en brazos — Es un arma Anixis... de los verdaderos Anixis.

    — ¿Un arma? ¿Y qué hace? — El comandante del ejército humano se aproximó para verla de cerca.

    — Podría parar este conflicto de forma definitiva — Dijo Sith con total seriedad en su rostro.

    [...]

    — Podría ser de los nuestros, deberíamos echar un vistazo.

    Santos había logrado escabullirse de las defensas enemigas que orbitaban el planeta y ya se hallaba próximo a su superficie. Inicialmente, el plan era aterrizar lo más cerca posible de Ciudad Anixis con el fin de destruir sus defensas planetarias para así conseguir que tantas naves de la Alianza cómo pudiesen, descendiesen a Paraíso. Sin embargo, el hombre de Ceres, el cuál pilotaba la lanzadera con la ex general Jenner también en ella, se percató de que en una zona habían caído los restos de una lanzadera que seguramente sería de la Alianza. Decidido, optó por poner rumbo a los restos en llamas de una nave aliada, dejando la irrupción en la ciudad para luego.

    Lio se aproximó lo máximo que pudo al lugar del impacto, descendiendo y aterrizando definitivamente a una distancia realmente corta. Cia sería la encargada de salir primero para asegurar el área, por lo que la mujer abrió la compuerta y salió con su Flasher en alto, apuntando a todos lados y asegurándose tras varios segundos de que el dúo estaba solo en la zona. El hombre corrió rápidamente hacia los restos de la lanzadera abatida en el aire, encontrándose para su sorpresa, con el neoniano Quetaryan inconsciente.

    — ¡Yak! — Gritó Lio al ver a su compañero neoniano, el cuál estaba sujeto a su asiento de piloto pero sin moverse — ¡Yak, despierta!

    Santos lo zarandeó varias veces sin éxito y después comenzó a buscar entre los restos por si había sobrevivido el botiquín a la caída. Jenner mantenía la vigilancia en la zona para evitar sorpresas. El hombre de Ceres logró encontrar dicho botiquín y lo abrió, sacando una especie de jeringuilla la cuál contenía un líquido espeso y blanquecino. La mujer observaba desde una corta distancia cómo Lio se aproximaba al neoniano y clavaba dicha jeringuilla en el pecho de éste, logrando un chute de adrenalina —básicamente el contenido de ésta era eso— que despertó repentinamente a Yak. El alienigena abrió los ojos y se incorporó rápidamente cómo si nada le hubiera pasado.

    — ¿Estás bien, Yak? — Le preguntó el hombre de Ceres, viendo que la inyección había surtido efecto.

    — ¡¿Qué...?! ¡¿Qué ha pasado?! — Quetaryan parecía no recordar nada de lo sucedido.

    — Estabas inconsciente, has tenido un accidente con la lanzadera — Contestó Lio, que acto seguido se percató de la ausencia del otro compañero — ¿Dónde está Lill?

    — No... no lo sé, solo recuerdo que la lanzadera se partió en dos trozos y... — Pese al esfuerzo por recordar más, el neoniano no podía — No lo sé. Lo siento.

    — No tienes que disculparte — Musitó Santos, quién mientras ayudaba a Yak a levantarse, se volteaba hacia la mujer — ¡Cia, ayúdale a subir a nuestra lanzadera!

    — Voy.

    Jenner se aproximó y ayudó al neoniano a avanzar pausadamente hacia la lanzadera operativa mientras Lio se disponía a usar la radio de comunicación del traje.

    — Aquí Lio Santos intentando contactar con el comandante Lill Crane, ¿me recibes? — La estática se hizo presente, cosa que no gustó al hombre — Vamos, amigo, contesta...

    Comandante Lill Crane al habla... me alegra oírte, Santos.

    — Lo mismo digo, Crane — Musitó Lio, respirando aliviado — Yo y Cia hemos aterrizado sin sufrir daños de las defensas enemigas, acabamos de encontrar a Yak...

    ¿Está bien? ¿Ha sobrevivido?

    — Así es, está magullado pero se recuperará — El hombre de Ceres observaba cómo Jenner ayudaba a Quetaryan a sentarse en un asiento de la lanzadera — ¿Dónde estás tú? Podemos recogerte y poner rumbo a Ciudad Anixis.

    Te daré mi localización, aunque no estoy solo. Me he encontrado con Ender y más gente.

    — Genial, acabo de recibir vuestra localización. Nos vemos en un momento.

    Lio cortó la transmisión y subió a bordo de su lanzadera, en la cuál ya se habían colocado Cia y Yak. El hombre encendió propulsores, el aparato comenzó a alcanzar altura y finalmente salió disparado hacia la ubicación de Lill, que no estaba muy lejos de los restos de la otra mitad de su lanzadera. Mientras llegaba a la posición, en ésta esperaban Lill, Ender, Bar, Iris y Sith. La espera fue relativamente breve, pues una lanzadera se aproximaba a ellos y aterrizó bastante cerca. La compuerta de ésta se abrió y de ella salió Cia seguida de Lio, mientras Yak permanecía dentro por su dificultad para moverse tras el accidente.

    El reencuentro tuvo muchas cosas. Cia y Bárbara se saludaron cordialmente al igual que Sith con ella, para acto seguido Lio estrechar la mano del ingeniero y después recibir un sorprendente abrazo de la ex general Mason, cosa que el hombre de Ceres no se esperaba. Lill fue directamente al interior de la lanzadera para conocer de primera mano el estado de salud de Yak mientras que Ender fue el último en saludar a Cia, también cordialmente.

    No obstante, el reencuentro más sorprendente fue el de Lio con Iris. La niña corrió hacia él en última instancia y le abrazó por la cintura, rodeándole con los brazos y comenzando a llorar desconsoladamente. Santos se alegraba de verla pero era consciente de que ese llanto no era de felicidad sino de tristeza, momento en el que se volteó hacia el resto y Ender asintió en señal de negación, indicándole sin palabras lo ocurrido con la madre de la pequeña. Mientras el hombre de Ceres consolaba a Iris, el comandante Crane salía de la lanzadera con el rostro serio y preocupado.

    — Debemos darnos prisa en llegar a Ciudad Anixis y desactivar los controles de esos satélites de defensa planetaria — Dijo Lill, cortando de forma abrupta el ya de por sí breve reencuentro entre varios — La flota no aguantará mucho más, los Anixis tienen más poderío tecnológico.

    Las palabras de Lill presagiaban que no había recibido buenas noticias por parte de las personas al mando de la flota de la Alianza. Al parecer, las naves Anixis se estaban defendiendo bastante bien, siendo más en número y contando con la principal ventaja de que su tecnología era más avanzada que la que poseían humanos, neonianos y sylerianos. Estos últimos, al igual que los neonianos, perdieron mucho durante su pasado, en el que eran realmente avanzados tecnológicamente, terminando debilitados por sus conflictos internos y externos. El grupo no permaneció más tiempo del esperado en la zona y pese a ser un grupo numeroso, cabían en la lanzadera que Lio pilotaría en dirección a Ciudad Anixis con el fin de dar una oportunidad a su flota de poder aterrizar en el planeta.

    [...]

    En el rostro de Deon Xom se apreciaba una sonrisa plácida, la de quién sabe que está ganando una batalla crucial y quizá definitiva para sus aspiraciones. Los reportes que llegaban de aquellos soldados que lideraban la flota de decenas de naves Anixis más allá del cinturón de asteroides eran muy alentadores, en detrimento de la flota de la Alianza. Solo dos lanzaderas habían logrado superar el cinturón de asteroides y después los varios satélites defensivos que orbitaban Paraíso cómo último recurso para frenar las internadas de naves o cazas de la Alianza. El Emperador Xom recibió el mensaje de que una de esas lanzaderas había sido abatida en pleno vuelo, pero que la otra había desaparecido de los radares.

    Tras él se hallaban Sun Brume y Jacob 'Shadow' Klein con absoluta seriedad. Los dos miembros y líderes de lo que quedaba de la Resistencia, observaban una extensa pantalla con diversos controles que estaba ubicada en el propio salón de la lujosa vivienda del Emperador, donde se podía apreciar una red general de informes constantes por parte de los soldados Anixis. Inquieto por enterarse de que una lanzadera había logrado burlar la seguridad de sus defensas, Deon se giró hacia sus socios de guerra y les llevó al amplio y alargado ventanal que rodeaba la vivienda, lugar desde donde se veía gran parte de la ciudad.

    El trío contemplaba en silencio como una muchedumbre de la población era controlada en la entrada a la base militar mientras protestaba efusivamente por el conflicto que se estaba librando sin que ellos apenas fueran conscientes de lo que estaba sucediendo en el espacio exterior. En la lejanía, más allá del muro que rodeaba Ciudad Anixis, dos focos de humo negro señalaban la caída de los restos de la lanzadera que había sido abatida. El Emperador Anixis señaló primero a su gente, protestando y enrabietada con el régimen militar instaurado por él mismo, y después señaló la lejanía, donde se apreciaba como el humo negro y carbonizado subía levemente al cielo de Paraíso.

    — Creen que estoy loco, pero les estoy protegiendo de la locura que hay ahí fuera — Murmuró el mayor de los Xom con absoluta tranquilidad — Esa absurda Alianza es un completo disparate y un convenio entre especies abocadas a la extinción. Solo nosotros, los Anixis y verdadera nueva humanidad, prevaleceremos.

    Jacob miró de reojo a Sun con un evidente gesto de disconformidad y extraña comprensión de las palabras que acababa de decir el Emperador Xom. La asiática tenía la mirada gacha y pese a ver el gesto de su segundo al mando, decidió no hacerle demasiado caso.

    — Nosotros no somos Anixis — Musitó Jacob ante la sorpresa de su líder y del propio Emperador — No finjamos ser algo que no somos, Deon.

    — Comprendo lo que quieres decir, Jacob, pero si digo que somos Anixis y no humanos, es porque estos últimos solo promueven la destrucción — Contestó Deon con una sorprendente tranquilidad — Y después de que hoy ganemos éste conflicto, seremos como los Anixis que vivieron aquí; seres pacíficos. Tan solo tienes que ver cómo dejaron el planeta.

    — ¿Se sabe algo de los verdaderos Anixis? ¿Por qué desaparecieron o por qué se fueron? — Sun decidió cambiar de tema para evitar confrontaciones.

    — Sinceramente no, no sabemos nada respecto a eso — El Emperador volvió sobre sus pasos para colocarse de nuevo frente a las pantallas — Lo siguiente una vez terminemos con la Alianza, será explorar Paraíso completamente.

    Deon se hallaba de espaldas al dúo de la Resistencia, el cuál no olvidaba lo hablado el día anterior entre ambos. Jacob y Sun se miraron y el primero asintió a la segunda, quién desenfundó de su cintura una daga de energía. La asiática se aproximó lentamente al Emperador Xom con la clara intención de asesinarle por la espalda para así ocupar su puesto, pues según los informes que aparecían en dichas pantallas, las naves Anixis estaban ganando la batalla a las naves de la Alianza en el espacio exterior. Justo cuando Brume iba a realizar su jugada, un mensaje de voz llegó a la consola, reproduciéndose automáticamente para el trío.

    ¡Emperador Xom, una lanzadera de la Alianza acaba de sobrevolar el muro de la ciudad! — El soldado que envió el audio sonaba muy alterado — ¡Están dentro y se dirigen a la base militar!

    Jacob y Sun se miraron impactados mientras Xom se volteaba hacia ellos con el rostro ofuscado. El líder de los humanizados Anixis no dudó y respondió a dicho mensaje con uno el cuál llegaría a todos los soldados conectados a la red.

    — ¡Aquí el Emperador Xom! ¡Quiero ver a esa lanzadera morder el suelo!

    Con todas las naves de combate Anixis ocupadas en la batalla contra la flota de la Alianza exceptuando algunas lanzaderas, los soldados liderados por el Emperador solo podían tratar de derribarla con disparos de los Flasher y Winlock que portaran. Fue así como cada hombre o mujer del ejército Anixis comenzó a disparar en contra de dicha lanzadera, la cuál sobrevolaba Ciudad Anixis con la intención de aterrizar en una zona más o menos segura y dejar a varios miembros del grupo ahí. Lio vio el sitio perfecto, un aterrizaje rápido entre dos viviendas de varios pisos que ofrecían la cobertura necesaria y temporal para que la pequeña nave no sufriera daño alguno.

    — ¡Vamos, rápido! — Gritó Santos, quién cedió el control de la lanzadera a Bárbara — ¡Nosotros intentaremos poner en marcha esa cosa! ¡Vosotros neutralizad sus defensas!

    — ¡Lo haremos! — Respondió el comandante Crane, mientras veía bajar de la nave a Iris, Yak, Cia, Sith y finalmente Lio — ¡Evitad que os encuentren! ¡Estamos en contacto!

    Mientras los ya mencionados salían de la lanzadera y entraban en una de las varias viviendas que había a escasos metros, el trío formado por Lill, Ender y Bárbara retomó el rumbo en dirección a la base militar, donde estaban los controles de los satélites externos que protegían Paraíso en su órbita e impedían el aterrizaje de más naves de la Alianza. Todos los soldados que se hallaban en distintas calles no cesaron en su intento por derribar la pequeña nave pilotada por la ex general Mason, sin ser conscientes de que hasta cinco miembros del grupo habían salido de ésta.

    Lill y Ender estaban sujetos a sus asientos mientras Bar pilotaba y maniobraba ante los disparos plasma de los Flasher o de los Winlock, rifle francotirador muy preciso. Fue precisamente un soldado con esa arma, ubicado en el tejado de una de las tantas casas de la ciudad, quién disparó de pleno a uno de los propulsores, provocando un daño importante en la velocidad y maniobrabilidad del vehículo. La mujer fue notificada por la propia lanzadera de que un propulsor había sido dejado inoperativo, quedando tres propulsores más.

    No obstante, el segundo disparo fue directo a la piloto, que tuvo suerte de que el plasma le rozara la cabeza justo después de destruir el cristal delantero. Mason comprobó que el disparo había formado una línea recta a un lado de su rostro que le había quemado hasta parte del pelo de la zona, además de hacerle sangrar dicha brecha. Debido al susto que se acababa de llevar tras haber estado cerca de morir, la ex general perdió brevemente el control de la lanzadera, provocando que ésta perdiera altura y chocara precisamente con el edificio principal de la base militar de los Anixis, llegando a su destino de forma repentina.

    La lanzadera se estrelló en el tercer piso de aquel edificio, siendo la planta en la que vivía el Emperador Xom. El choque fue fuerte, provocando que la pequeña nave irrumpiera de lleno en el interior de la vivienda y parte del techo se derrumbara sobre ella. Las luces del aparato se apagaron debido a la colisión y solo una luz de emergencia alumbraba al trío que se hallaba en el interior. Fuera, los dos miembros de la Resistencia que más cerca estaban de la ventana apenas se salvaron de la entrada sorpresa de la lanzadera, saltando cada uno a un lado. Al margen de Sun y Jacob estaba Deon, quién sí la vio venir al estar de cara al ventanal en el momento en el que la lanzadera se precipitaba contra el edificio.

    Ender fue el primero en abrir los ojos, encontrándose con un panorama preocupante. Lill yacía desplomado en su asiento y Bárbara igual, ambos sin reaccionar. El menor de los Xom se dispuso a andar pero comprobó rápidamente que su pierna tenía un corte importante en el muslo, teniendo que colocarse rápidamente la mano ahí para evitar una pérdida frenética de sangre. El hombre se dirigió primero al comandante humano, zarandeándolo durante varios segundos hasta que éste comenzó a despertar, viendo que en menos de una hora había sobrevivido a dos accidentes de lanzadera, cada cuál diferente y peor al otro.

    — Bárbara, despierta, vamos... — Susurraba Ender a la mujer, mientras trataba de reanimarla.

    Aún algo aturdido por el choque, Lill abrió la compuerta de la lanzadera, la cuál se abrió hasta la mitad pues se atascaba debido a alguna deformación fruto de la colisión. El comandante humano salió de ésta y lo primero que se encontró es a Shadow, el cuál estaba inconsciente en el suelo. Justo cuando iba a asegurarse de que el tipo estaba muerto, los disparos de un Flasher le hicieron retroceder desesperadamente para evitar ser alcanzado, volviendo a introducirse de nuevo en la lanzadera.

    — ¡Comandante Crane, que extraño verle por aquí! — Exclamó Deon en un tono sarcástico y autor de los disparos del Flasher.

    — ¡Tienes una puntería de mierda, Deon! — Respondió Lill, buscando provocar al Emperador.

    — ¡¿Por qué no asomas la cabeza y volvemos a comprobar esa mala puntería?! — El mayor de los Xom apuntaba con su arma y estaba listo para usarla.

    Mientras Ender lograba que Bar despertara en el interior de la lanzadera, Lill sacó rápidamente su mano Rhajik y disparó repetidas veces el láser, haciendo que Deon tuviese que cubrirse y logrando salir de la lanzadera para buscar una nueva cobertura. El comandante se cubrió detrás de una pared y a escasos metros del caído Jacob, observando desde su posición las diversas pantallas y controles que el Emperador tenía montados.

    Consciente de que debía llegar hasta ellos para anular las órdenes de los satélites de defensa de Paraíso y así lograr que las naves de la Alianza pudiesen alcanzar sin problema la superficie del planeta, Crane comenzó a moverse por su cobertura, buscando una nueva que le acercara a dichos controles.

    Sin embargo, cuando volvió a asomarse, el cuerpo de Klein ya no estaba en su lugar. Lill se volteó rápidamente pero no pudo evitar recibir una patada en la cabeza que lo noqueó considerablemente. Mientras el comandante humano se veía realmente aturdido, el segundo al mando de la Resistencia se colocaba sobre él y comenzaba a apretarle el cuello con la evidente intención de ahogarle.

    — Tú me disparaste con esa mano de mierda en el cuello y casi me matas — Murmuró Shadow en referencia al encuentro que tuvieron ambos en la sala de comunicaciones de Promesa — Yo usaré mis dos manos para acabar contigo.

    Entre estar aturdido y dolorido, Lill apenas podía reaccionar con sus fuerzas al estrangulamiento que estaba recibiendo por parte de Jacob. No obstante, cuando parecía que el tipo de la Resistencia iba a matar al comandante del ejército humano, Ender salió de la lanzadera corriendo y se lanzó en plancha hacia el rostro del enemigo, golpeándole con una doble patada que lo lanzó varios metros hacia atrás, salvando a Lill de una muerte cercana.

    El golpe fue tan fuerte por parte del menor de los Xom, que Klein retrocedió hasta caer por el ventanal del tercer piso, quedando fuera de juego. Bárbara salió de la lanzadera y vio a Ender ayudando a Lill a recuperar el aliento cuando los disparos del Flasher de Deon la hicieron retroceder en sus pasos y entrar de nuevo a la lanzadera.

    — ¡Bárbara, escapaste una vez pero no lo harás dos veces! — Exclamó el Emperador Xom, muy convencido de sus palabras.

    La ex general Mason sabía que si asomaba la cabeza sería disparada y quizá alcanzada. Consciente de que la suerte no sonreía muchas veces en un mismo día, ni siquiera en una vida, la mujer comenzó a pensar en un plan para contraatacar a un bien posicionado Deon. Calentándose la cabeza esos segundos le bastó para realizar una maniobra audaz que sorprendería a su enemigo. Bar activó los propulsores que quedaban operativos en la lanzadera y salió rápidamente de ella, provocando que ésta se propulsara recto hacia la cobertura del mayor de los Xom, quién vio lo que iba a pasarle y corrió para posicionarse en otro lado. La lanzadera salió disparada de la tercera planta del edificio, provocando más derrumbe, para finalmente caer en medio de la propia base militar.

    Muchos soldados trataban de llegar a la vivienda de su Emperador para ofrecer apoyo a éste, pero la estabilidad del edificio estaba muy en entredicho. Además, los manifestantes de la población se aproximaron a la zona y comenzaron a festejar que estuviese sucediéndose una pelea en contra de su actual Emperador, mientras el resto de la ciudadanía salió de sus casas para observar, intrigada, lo que estaba sucediendo en la base militar Anixis. Sun se hallaba escondida en el interior de una de las habitaciones, la cuál no había sufrido daños. Con solo la daga de energía para defenderse, la asiática decidió permanecer ahí hasta encontrar su oportunidad.

    Ender aprovechó el momento de pausa para asomarse al abismo de ese tercer piso con la intención de ver el cadáver de Jacob en el suelo, encontrándose para su sorpresa, con que no estaba. Impactado por ver que el tipo que había echado abajo del edificio no yacía muerto a una altura de al menos quince metros, hizo que el menor de los Xom no fuera consciente al momento de que su hermano se hallaba detrás suya, apuntándole con el Flasher en la cabeza. Ender notó su presencia a los pocos segundos y se volteó rápidamente en el suelo, usando sus piernas para lanzar abajo a Deon, sin embargo, éste reaccionó ágilmente y saltó hacia atrás para evitar ser propulsado fuera por las piernas de su hermano menor.

    Bárbara apareció por detrás del Emperador y le tomó por la espalda, quitándole el Flasher el cuál cayó varios metros a un lado, mientras Ender se incorporaba. Deon sonrió y usó sus codos para realizar un combo de repetidos golpes en el abdomen de la mujer, quitándosela de encima y dirigiéndose hacia Ender. El menor de los Xom estaba malherido de una pierna por lo que no podía pelear en condiciones, sin embargo, fue rápidamente ayudado por un Lill ya recuperado que saltó sobre el actual líder Anixis, intentando asfixiarle con los brazos. No obstante, cuando parecía que iba a matarle, una lanzadera apareció ante ellos a la altura de esa tercera planta.

    Dicha lanzadera estaba siendo pilotada por Jacob, quién se veía con el rostro ensangrentado de la caída que Ender le provocó. No iba solo, pues seis soldados de la Resistencia se hallaban también en la lanzadera, abriendo la compuerta y apuntando con sus armas al grupo. El comandante Crane soltó rápidamente al Emperador Xom y se lanzó a un lado desesperadamente al igual que hicieron sus compañeros Ender y Bar, evitando así una lluvia de disparos plasma por parte de esos soldados. Deon se incorporó rápidamente y corrió hacia la lanzadera para subirse a ella, suponiendo que habían ido para rescatarle a él.

    Sin embargo, se llevó una gran sorpresa cuando los seis miembros de la Resistencia comenzaron a dispararle, alcanzándole en el torso repetidas veces y provocando su caída a escasos metros del salto que le separaba de la lanzadera.

    — ¡Vámonos ya, Sun! — Gritó Jacob a los mandos del aparato.

    La asiática salió de su posición, desconocida por todos, y corrió rápidamente en dirección a la lanzadera. Una vez la líder de la Resistencia saltó a bordo de la lanzadera, ésta se propulsó en la lejanía ante la mirada estupefacta del trío formado por Lill, Ender y Bárbara. Su sorpresa fue mayor cuando escucharon jadear a Deon, el cuál había recibido varios disparos de Flasher en el pecho e intentaba respirar mientras el plasma le quemaba la piel.

    — Sigue vivo — Musitó la ex general Mason, sorprendida.

    — No por mucho tiempo — Murmuró Ender, decidido a sentenciar a su hermano mayor.

    — Ender, no lo hagas — Intervino el comandante Crane, sorprendiendo a ambos compañeros — La Resistencia le ha traicionado, su pueblo no le quiere... Está acabado.

    — ¡No lo está! — Gritó Ender con furia mientras veía al comandante humano dirigirse a los controles y las pantallas para desactivar las defensas planetarias de los Anixis — ¡Merece morir, Lill!

    — No lo niego, pero la Alianza Interestelar de Especies es una coalición de especies inteligentes que va a intentar restaurar la civilización de nuevo y en esa sociedad aboga la paz, no la venganza — Las palabras de Lill caían cómo un muro de hormigón en Ender y dejaban impactada a Bárbara, mientras el propio comandante terminaba de desactivar las defensas enemigas y tomaba su radio — Aquí el comandante Lill Crane desde Ciudad Anixis... defensas planetarias neutralizadas, solicito el aterrizaje de toda la flota de la Alianza en el planeta.

    Aquí el protector Paokt junto al soldado Emmon; nosotros seguimos fuera del planeta y nuestra flota está en serios problemas, Lill. Aterrizar en Paraíso solo hará que el combate se lleve ahí, pero los Anixis tienen un potencial armamentístico superior. Hemos perdido varias nav...

    En el espacio exterior, las naves Anixis y las de la Alianza, quiénes estaban librando una batalla colosal a favor de las primeras, recibieron la noticia de lo que estaba sucediendo en Ciudad Anixis. Tanto el ejército enemigo cómo el ejército de aliados, optaron por aterrizar en Paraíso, unos para defenderlo en la ya ocupación enemiga y los otros para confirmar su control sobre la ciudad. Bárbara se asomó por el destruido ventanal de la vivienda y vio cómo docenas de naves descendían hacia la ubicación de Ciudad Anixis.

    El combate entre naves se estaba dando ahora en la órbita del planeta, pues las naves Anixis tenían decidido evitar que las naves de la Alianza irrumpieran en su hogar. Lill tenía decidido usar la red general de comunicaciones del Emperador Xom para que los soldados Anixis también escucharan sus palabras, con la intención de decir que el Emperador Deon Xom acababa de ser derrocado. No obstante, antes de dar el anuncio oficial de ello, su radio personal recibió un mensaje por parte del ingeniero Regan.

    ¡¿Comandante Crane?! ¡¿Me recibe?!

    — Lo hago, ¿quién eres?

    ¡Soy Sith! — El ingeniero sonaba muy entusiasmado — ¡Ya lo tengo! ¡Sé poner en marcha Regresión!

    — ¿Regresión? ¿Qué diablos es eso? — Ender y Bárbara también se extrañaron al escuchar aquello.

    Lill, soy Lio — El hombre de Ceres entró en la conversación — Sith ha descifrado las letras que están inscritas en el arma, es una especie de código binario que traducido en letras da el nombre de Regresión en nuestro idioma, por así decirlo.

    — Entiendo, ¿y cómo es eso de que sabe ponerlo en marcha? — Lill estaba preocupado de lo que desencadenaría el arma, pues Deon había sido derrocado y quizá revelando esto al ejército Anixis haría que parasen de pelear, sin embargo, estos estaban diezmando a la flota de la Alianza, quién sufría severos ataques — Aquí hemos logrado neutralizar las defensas Anixis y el Emperador ha caído, voy a decirlo a sus soldados, quizá se rindan y no sea necesario usar el arma Regresión.

    Sith cree conocer la combinación de botones para activar el poder de Regresión — Explicó Lio, quién luego comprendía lo que quería intentar Lill — Entendido, permanecemos a la espera entonces.

    El comandante Crane se dirigió de nuevo a la pantalla y sus controles para enviar el mensaje que tenía en mente a los soldados Anixis. Ender y Bárbara estaban tras él, observando los informes y todo lo que se veía en la consola.

    — No sé si cesarán sus ataques, Lill... — Murmuró Ender, quién no era muy optimista respecto a eso — Quizá los enfurezcas.

    — Haces bien en intentarlo, comandante — Bar apoyó al hombre que mandaba — No perdemos nada en probar suerte.

    Lill asintió ante la opinión de ambos y comenzó a reproducir su mensaje en la red general de comunicaciones Anixis, activando también la megafonía que se expandía por toda la ciudad, con el fin de que todos supieran lo ocurrido.

    — ¡Soy el comandante Lill Crane del ejército humano y hablo en representación de la Alianza! ¡Os informo a todos de que el Emperador Deon Xom ha sido derrocado! — Exclamó el líder humano con seriedad — ¡Ahora yo soy la máxima autoridad en Paraíso y ordeno a los soldados Anixis que cesen sus ataques contra la Alianza! ¡Uníos a nosotros y el conflicto terminará ahora! ¡Se os perdonará todo y comenzaremos de cero!

    Se hizo la estática presente tras el mensaje del comandante Crane y los informes de soldados Anixis dejaron de llegar a las pantallas que se hallaban ante el trío.

    Todo se hizo silencio durante un minuto cuando de pronto comenzaron a sucederse explosiones en el cielo. Lill, Ender y Bárbara se asomaron para observar cómo las grandes naves Anixis destruían a las grandes naves de la Alianza que estaban entrando en Paraíso. Las explosiones y la destrucción de diversas naves provocaron la caída de restos que se precipitaban sobre Ciudad Anixis y sus alrededores, tal y cómo ya sucedió previamente en el Sector 0, convirtiendo la zona en un campo de batalla también con la población enfrentando al ejército terrestre Anixis.

    Aquello fue considerado cómo una negativa para Lill Crane, quién tomó su radio personal ésta vez.

    — ¿Lio? ¿Sith? ¿Estáis ahí?

    Estamos todos, así es — La voz era de Leonardo Santos.

    — Dile a tu amigo que ponga Regresión en marcha — Sentenció Lill ante la sorpresa de Ender, Bar y de sus compañeros al otro lado de la radio — Los Anixis no van a ceder.

    ¡¿Estás loco, Lill?! — La voz era ahora de Yak, quién sonaba muy enfadado — ¡¿Eres consciente de lo que vas a provocar?!

    — Lo siento Yak, si no lo hacemos, morirá mucha más gente... incluidos los de Neonia — Lill comprendía que si no frenaba a los Anixis, quiénes estaban ganando, estos podrían regresar a Neonia y acabar con los que se quedaron allí.

    ¡Vas a matar a mucha gente, Lill! ¡Caerán sus naves pero también las nuestras! — Quetaryan parecía estar desatado — ¡Estás cometiendo un error intachable! ¡No deberías decidir esto tú solo!

    — ¡Activad el arma Regresión de una jodida vez! — Exclamó el comandante humano con un grito a su radio.

    En el interior de la vivienda donde se escondían, el hombre de Ceres sujetaba al líder neoniano para evitar que éste se interpusiese en la activación de Regresión, mientras la ex general Jenner abrazaba a la pequeña Iris Hennessey y el ingeniero Regan realizaba las combinaciones en dichos botones del arma con forma cilíndrica para activarla.

    — Creo que ya está — Musitó Sith, observando el arma en sus manos — Debería...

    De pronto, Regresión comenzó a emitir un pitido tan potente que Sith lanzó el aparato por la ventana, cayendo en medio de la calle. Todos los que se hallaban en Ciudad Anixis tuvieron que echarse las manos a los oídos mientras el arma Anixis desprendía una onda expansiva totalmente invisible al ojo humano que se expandía por el globo terráqueo de Paraíso y que acto seguido, comenzaba a expandirse en forma circular por el sistema Faro de la Esperanza, saliendo de éste y expandiéndose más allá. El aparato de tecnología alienigena, tras esto, terminó explotando en varios trozos, confirmando que el arma Regresión era de un solo uso.

    Lill se percató de que Regresión había funcionado cuando comprobó que su mano Rhajik ya no respondía a las órdenes que el cerebro del comandante le enviaba para articular, quedando completamente inútil. Acto seguido, el hombre se asomó por el ventanal roto y observó al cielo solo para ver una lluvia de naves precipitarse sobre Paraíso. Decenas de naves tanto Anixis cómo de la Alianza caían cómo si hubiesen sido fulminadas por un rayo, colisionando contra la superficie del planeta y provocando varios estruendos, explosiones y temblores en la Ciudad Anixis. Los gritos se sucedían en las calles al ver semejante espectáculo terrorífico sobre ellos mientras el comandante humano solo podía observar los efectos de una decisión que le perseguiría para siempre.

    [...]

    Cuatro días después de la batalla final

    La Seven surcaba el espacio profundo tras haber salido de Neonia rumbo hacia Paraíso. Habían pasado cuatro días desde que la gente que se quedó en el planeta neoniano perdiese el contacto con la flota de la Alianza, preocupándose y enviando por ello una nave de reconocimiento para descubrir que había sucedido en el sistema Faro de la Esperanza. A bordo de la nave iban únicamente la pareja formada por el subcomandante Tanner y la ex líder de la Resistencia y ex comandante Ripley, decididos a encargarse de la misión debido al peligro que entrañaba, pues en Neonia se temía que los Anixis hubiesen ganado la batalla y estuviesen preparándose para regresar al planeta neoniano a terminar con el resto.

    Igual de preocupados estaban en Syleria, donde la falta de sus dos líderes y la desconexión repentina con Neonia les habían hecho suponer que los Anixis habían superado a la flota enviada por la Alianza, con todo lo que ello significaba. Eron tenía puesto el piloto automático pero estaba sentado en el puente de mando, observando la inmensidad del espacio y sus más o menos brillantes estrellas. En sus pensamientos estaba el deseo de que al llegar a Paraíso, se encontrase con un dominio por parte de los suyos en detrimento de los humanizados Anixis. Esto fue apartado de su mente cuando Ashley lo abrazó por detrás del asiento de piloto, acariciando su torso suavemente y relajándole.

    — ¿Te preocupa que los Anixis hayan derrotado a nuestra flota? — Preguntó de repente la soldado Ripley, quién sabía que su novio estaba pensando en algo así.

    — ¿A ti no? — Tanner respondió con otra pregunta, para después lanzar un suspiro de agotamiento — Nos quedan seis días de trayecto por delante, se nos harán largos.

    — Claro que sí, pero si los días se nos van a hacer muy largos... entonces aprovechémoslos bien — Murmuró la mujer en el oído del hombre para acto seguido darle besos en el cuello.

    Eron aceptó los besos con mucho gusto y se los devolvió a su chica, quién se sentó sobre sus piernas y continuó besándole apasionadamente. Sin embargo, ese momento íntimo y amoroso no duró mucho tiempo, pues una sacudida repentina en la nave provocó un apagón literal de todo lo eléctrico en ésta, lo que significaba que nada funcionaba.

    Esto sobresaltó a la pareja, momento en el que el subcomandante Tanner se incorporó para tratar de recuperar los controles de la nave, sin éxito alguno. Ashley mientras tanto se dirigió a la radio con la intención de comunicarse con Neonia para pedir apoyo lo antes posible, no obstante, ella tampoco logró nada.

    Ambos se miraron a los ojos con una evidente expresión de preocupación en sus rostros, mientras la nave al completo estaba a oscuras e inoperativa sin ninguna explicación.

    — Estamos incomunicados — Murmuró Ashley, completamente preocupada.

    — Y a la deriva... — Musitó Eron, consciente de que se hallaban en una verdadera situación crítica.

    CONTINUARÁ
     
    • Ganador Ganador x 1
  14.  
    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

    Piscis
    Miembro desde:
    28 Agosto 2012
    Mensajes:
    4,806
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Saludos, amigo. Supongo que finalmente ha llegado el turno de que otra parte de LV termine, y este final ha sido excelente. Pasaré a comentar parte por parte y luego te daré un pequeño extra.

    En primer lugar, tengo que decir que ha sido sorprendente la forma en la que Bar y Ender lograron oponer resistencia a los enemigos para poder llevarse dicho artefacto. Supongo que al final, su esfuerzo valió la pena, pero ya llegaré a eso más tarde.

    Tengo que decir que esperaba que la batalla fuera complicada para la Alianza, más que nada por las bases instaladas en el cinturón de asteroides, pero no me esperé que fuera a ser tan dificil. Los Anixis estuvieron a casi nada de masacrarlos, por lo que hemos visto en el capítulo, y quizá podrían haber ganado si la batalla terminaba. Me llevé un susto cuando la lanzadera donde iban Yak y Lill se partió. Se nota que sabes que es de mis favoritos y que planeas hacerme infartar con cada capítulo que vaya a tener esta historia XD.

    Tan pronto como las cosas dan comienzo, se descubre que Jacob, efectivamente no estaba contento con Deon. Claro está que su gente tampoco, pero me sorprende mucho lo sumisa que se ha mostrado Sun. Sé que ella al final lo terminó traicionando, pero parecía muy interesada en llevarle la contraria a su compañero en defensa del emperador. Se ve que para ella era realmente importante utilizarlo para poder ganar terreno hasta que llegara el momento, porque incluso para los estándares de Sun, se la veía muy complaciente.

    Al final, Lio ha podido regresar a Paraíso a ver de nuevo a sus aliados. Tristemente, la vida (es decir, tú XD) lo ha separado de alguien preciado para él. Aunque Lina y Lio no hayan llegado tan lejos como para que Lio sufriera la muerte de la mujer como pudo sentir la de Hillary, Axlor o Dyrian, cierto es que él se lamentará por su muerte, y más que nada, por el hecho de que su hija haya quedado huérfana, dado a que tanto su padre como su madre han muerto, y todo en un plazo de 5 años. Debe ser duro para la pequeña, y veremos quien se encarga de cuidarla. Parece ser que Ender, Bar y Lio tienen interés en lo que le pase a la niña. Ojalá, en medio de todo eso, pueda conseguir ayuda.

    Al final, la pelea se ha trasladado directamente al apartamento del emperador, cortesía de uno de sus soldados. De esa forma, tres miembros importantes de un bando se encuentran con tres del otro. Jacob es una puta rata escurridiza, y tengo que decirlo. El tipo parece que no se muere con nada. ¿Qué acaso está hecho de piedra o qué? ¿Qué es lo que se necesita para que muera? XD. Aposté que él sería de los primeros en morir, y aquí lo vemos, sobreviviendo a cosas impensables.

    Sin embargo, eso fue lo que terminó condenando la vida del emperador. Estaba claro que iban a traicionarlo, pero sorprendió que lo hicieran tan pronto. Quiero decir, si la batalla aún no estaba ganada, ¿por qué esperaron tanto? Digo, si lo iban a traicionar de todos modos tan pronto, pudieron simplemente hacerlo tan pronto como el conflicto inició. Pero bueno, no discuto los resultados XD. Deon fue disparado por la Resistencia. Increíble que diga esto, pero al fin esos malditos bastardos han hecho una buena. Increíble que haya sobrevivido, y que Lill lo quiera dejar con vida sabiendo lo enfermo que puede ser, llegando a ser incluso peor que su padre. Supongo que Ender, que ha vivido con él toda su vida, no dejará las cosas así y lo matará al primer momento. Si no es él, entonces supongo que sería Yak o Bar quien lo hiciera.

    Debo admitir que Sith es un genio. Quisiera saber cómo es que no lo mandaron en las primeras arcas. Es un tipo con un iq altísimo. ¿En qué clase de universidad estudió? pOr que el tipo fue capaz de desentrañar los secretos de un arma muy poderosa de unos seres muy inteligentes, y yo aquí casi que sin saber como es que funciona mi computadora por completo XD.

    Pero bueno, creo que Lill ha hecho lo que era correcto al pedir terminar la guerra con los Anixis una vez este hubiera sido derrocado. Los tipos estaba claro que no iban a seguirlos, dado a que por eso votaron por él, y eso llevó a tomar una drástica decisión. Con todo lo que ha sucedido, creo que Lill se ha convertido en el ser humano más influyente de la historia en el universo. Él formó el pacto con los sylerianos y dio la orden para desactivar por completo la tecnología activando la Regresión. Yak estaba claro que le guardará rencor por eso, y seguro habrá gente que también piense igual. Espero que eso no destruya a la Alianza, dado a que acaban de surgir, y si dos de los segundos al mando entran en conflicto, las cosas podrían peligrar bastante.

    Al final, Regresión fue activado y las naves y tecnología han quedado inhabilitadas. Tengo que decir que los Anixis son muy superiores, tal y como los sylerianos. Ambos hicieron armas a gran escala y con un gran poder destructivo, que se puede extender por toda una galaxia. Ahora, mis deseos por saber a donde demonios se han ido los Anixis originales está en aumento, porque dudo mucho que hayan dejado su planeta desprotegido para que una especie pudiera tomarlo. Los humanos que iban a bordo del Arca IV llegaron primero, pero allí mismo pudo llegar una especie hostil. Incluso podría ser posible que los Rhajik bajo el mando del Supremo hicieran un poco de exploración y dieran con ese lugar. Me pregunto en qué pensaban al fabricar armas así y simplemente dejarlas para que el primero se las quedase. Sin dudas, son preguntas que quisiera que fueran respondidas, pero eso sé que no sucederá en la siguiente parte.

    Ahora queda por saber qué es lo que sucederá después de que la guerra "con armas" hubiera terminado. Claramente, los Anixis militares no estarán contentos, pero su población civil sí. Y podría suceder lo mismo para los miembros de la Alianza. Todavía quedan cabos sueltos, como Sun y Jacob (ojalá su nave se desplome en el aire XD) y a la espera de ver qué ocurrirá con Deon, dado a que no sé si la gente lo querrá vivo tras todo lo que hizo.

    Otra cosa que intriga es saber qué ocurrió con Om y Uriow, dado a que estaban bajo asedio y su comunicación se cortó. Si su nave fue destruida o no alcanzaron a aterrizar antes de Regresión, supongo que el viaje para ambos ha terminado. Ojalá que no. De lo contrario, la Alianza se verá en un estado mucho más frágil.

    Para terminar, Eron y Ashley han corrido un riesgo muy alto al irse solos, pero debo decir que me siento bien de que así haya sido. Si hubieran llevado más soldados, habrían terminado aislados con pocas provisiones, y eso formaría conflictos. Seguro ellos podrán sobrevivir el tiempo suficiente hasta que sean rescatados. Ahora bien, mi duda para la parte siguiente es, ¿cuánto tiempo pasará hasta que las cosas sean reactivadas? ¿La tecnología ha muerto para siempre? ¿Se quedarán todos allí hasta que los representantes de Neonia elijan enviar más gente a revisar? Muchas preguntas para que la parte siguiente las responda.

    Al final, con el hecho de que Deon ha quedado al borde de la muerte, nadie de los principales ha muerto, salvo que se confirme el fallecimiento de Om o Uriow en el próximo capítulo. Pero eso sería del siguiente, y no de este, así que quedo a la espera.

    La batalla ha estado genial, y mi momento favorito fue cuando Ender, Lill y Bar quedan a solas contra Deon, Sun y Jacob.

    Así que, aquí acaba mi comentario de este capítulo. Ahora, pasaré al extra, como aquel que te di para el final del año 2020.

    Me has dicho que tenías planeadas 12 partes, pero luego has reducido el número a 10, igual que yo XD. Eso quiere decir que, en lo que refiera a las partes, y no al número de capítulos, la historia ha llegado a la mitad. Por eso, he decidido regalarte una reseña de cada una de las partes anteriores, incluyendo también el spin off de viajeros del espacio profundo. A los capítulos especiales no los puedo reseñar porque eso es un capítulo, y juzgarlo con el mismo criterio que el de una parte sería injusto. Así que, aquí te van mis reseñas, con nota incluida.

    Los Viajeros I La guerra Rhajik: esta parte ha sido genial para ser la primera. Tiene de todo. Personajes super interesantes, una trama con varios misterios que sirven para atrapar al lector, acción bien llevada a cabo y buen desarrollo de personajes. Tan pronto como empieza, se nos muestra a un grupo de personajes ser atacados por una raza desconocida mientras exploran un planeta; todo para que luego envíen a otro grupo a rescatarlos. En todos los capítulos que dura esta parte vemos como los personajes que se presentaron se van adueñando de la historia poco a poco, y como a medida que los misterios iniciales se van descubriendo, otros nuevos surgen. Los interrogantes como el origen de la rebelión de los Rhajik, los secretos que esconden los neonianos, quién es el líder de las máquinas, qué es lo que busca Jim al moverse en las sombras, sumado al buen desarrollo de personajes como Naylon, Axlor y Lio (la sagrada trinidad de esta parte XD) mezclado con una trama digna de una historia de ciencia ficción como es la exploración espacial, le dan a esta parte los puntos que merece. Puntos negativos tiene muy pocos, y son casi eclipsados por los puntos positivos. La acción a momentos es muy rápida, y sucesos que parece que van a durar para más, se terminan muy pronto. Además, sabes que hay personajes principales a los que les costó despegar (Lill, Snow, Ashley, Cinthia) y sentí que faltó ver algo más de colonias tales como Ceres o Plutón. Pero esta historia en líneas generales es excelente, y no se puede negar que es un enganche fantástico para la saga. NOTA: 9.

    Los Viajeros II Cara a cara: esta parte me da opiniones divididas, porque los primeros capítulos han estado muy bien, pero los últimos tres, sobre todo el capítulo final que fue el más importante, fue demasiado acelerado. Creo que esta parte más que ser una parte en sí, es como un puente entre las partes I y III. Digo, la parte I tenía como trama la guerra con los Rhajik, y la III tenía como trama la guerra con la Resistencia. La parte II, cuando la analizo, siento que no tiene trama. Los únicos personajes que tenían un objetivo eran Lill, Snow y Lio que se enfrentaban a Jim y a su banda de criminales. El resto de los personajes o bien no se metió en la trama, o solo fueron transitorios. No creo que el envío de arcas a Neonia para la colonización fuera la trama de la parte II, porque eso es algo que casi ni se vio, y la cruzada de El Supremo tampoco lo fue porque él no tuvo que hacer muchos esfuerzos para preparar su plan, puesto que nadie lo descubrió. No quiero ser malo con esta historia, porque los primeros seis capítulos son excelentes, pero en los últimos tres se acelera demasiado. El capítulo final de esta parte es un punto de quiebre para toda la historia, y cambia para siempre la vida de los personajes. Pero como dije, todo fue tan rápido y sin freno que no se siente como si realmente los hubiera afectado. NOTA: 7.

    Los Viajeros III Secuelas de una catástrofe: Una parte con solo un capítulo más que la anterior, pero que la ha mejorado por mucho. El escenario que plantea es muy interesante, y el desarrollo de este es muy bien llevado. Cuando vi que trataría de un conflicto entre el gobierno y la Resistencia, pensé que sería una trama cliché y simplona como lo suelen ser ese tipo de tramas donde todo se resume en “gobierno malo, rebeldes buenos” y ya. Pero esta parte no fue así. La Resistencia tiene motivos justificables para odiar a los neonianos (no para ser tan extremistas, pero sí para odiarlos) y el gobierno solo quiere seguir mirando al frente. La sociedad humana es muy frágil, y tener que convivir con los causantes de la pérdida del hogar de la humanidad fue algo que no se pudo superar, lo que le da un gran sentido a la gente para revelarse. La acción en esta parte también es genial, y los diálogos que se ven entre los personajes son una maravilla. El final que tuvo es un final totalmente impredecible, pero eso no lo hizo para nada inconsistente, dejando un gran punto de partida para la siguiente parte. Aunque hay cosas que se pudieron mejorar. Creo que la historia necesitaba más capítulos para mostrar el liderazgo de Ashley, y ver qué tan diferente era el de ella a comparación con el de Sun, para que se pudiera entender el porqué de Guy para querer derrocarla. Eso no existió, por lo que solo se puede asumir que eran liderazgos muy diferentes y ya. También debió haber un capítulo más dedicado enteramente a la Resistencia, tal y como ha ocurrido con el gobierno humano, así el enfrentamiento sería más neutral para los lectores, sobre todo porque al final, una gran cantidad de miembros de la Resistencia se pasan al lado de los buenos quedando Guy que no tuvo un gran desarrollo y Marlo y Sun que debutaron en esta misma parte. Por último, el capítulo del asalto a Isharay, donde se da el punto de quiebre con las muertes de Narisha y Axlor, se desarrolló muy rápido. Tuvo una buena construcción previa, dado a que los capítulos anteriores estuvieron excelentemente escritos, pero cuando se llega, pasa todo muy rápido. Pese a todo, esta parte fue muy buena para mí. NOTA: 8.

    Los Viajeros IV Seres superiores: Una parte donde el elemento de la ciencia ficción vuelve a la historia. En la parte III, la historia dejó de lado el componente de ciencia ficción y exploración espacial para centrarse en acción y política. Lo cual no fue malo, pero no es la esencia de LV. Esta parte sí lo fue, y ya en los primeros capítulos tenemos a la Arcadia viajando a Vulkano y posteriormente a Syleria, descubriendo que la raza extinta de los sylerianos sigue con vida. Mientras se da eso, en Neonia los Anixis toman el control de la población, trayendo a la mesa cientos y cientos de misterios como los Rhajik en la parte I se encargaron de hacer. Y eso no fue todo, ya que en Neonia se descubría que la población neoniana no estaba tan al borde de la extinción como se creía. La aparición de nuevos neonianos, sylerianos y la llegada de los Anixis cambió el panorama que se mantenía igual desde la parte I: los neonianos no están al borde de la extinción, los sylerianos siguen vivos y hay seres superiores en el universo. La forma en que se dan las alianzas entre humanos, neonianos y sylerianos fue excelente. La acción en esta parte fue breve, pero buena, pero lo que verdaderamente la hizo buenísima fueron los diálogos. Lill con Om, Ashley con Eron, Deon y Ender, Lio con todo el mundo (en esta parte, cada diálogo dicho por Lio fue una genialidad). Aunque, como bien he dicho antes, faltaron muchos más diálogos que pudieron haber sido interesantes. También siento que esta parte debió haber sido más larga, no solo para incluir más interacciones entre personajes sino también para mostrar la dictadura impuesta por los Anixis, y, además, crearles una figura más amenazante. Como en el capítulo 1 no aparecen, su yugo solo lo conformaron los capítulos 2 y 6, dado a que en el resto de los capítulos no se los ve dominando a la población. Eso fue muy poco y en el capítulo 9, la humanidad prisionera de ellos ya era libre, dejándolos un poco mal parados. Además, considero que los dos últimos capítulos fueron algo acelerados. No al nivel de la parte II, dado a que las revelaciones y batallas tuvieron más tiempo para que tanto el lector como los mismos personajes las procesaran, pero sí se dieron algo pronto. Pese a todo, esta parte marca el regreso de los misterios y los componentes de la ciencia ficción a la saga, que desde la parte II estaban ausentes. NOTA: 8,5.

    Viajeros del espacio profundo: tengo que decir que esta parte no ha sido mi favorita. Sin embargo, es lógico dado a que solo contiene 3 capítulos. Sin embargo, yo creo que tenías jugo para uno o dos capítulos más. El primer capítulo muestra a los tripulantes del Arca IV y se ve que antes de convertirse en los Anixis, eran personas normales. En el capítulo 2 ocurren dos hechos clave que son en primer lugar la revuelta de la población, en donde vemos que Deon se vuelve en un completo monstruo y Gar casi que también cambia mucho su amabilidad, y luego está la llegada a Paraíso. Luego de eso, el último capítulo muestra a los dos hermanos partiendo con Haal y su grupo hacia Neonia para controlar a la población. Pese a no ser tan buen capítulo como el primero, ha estado muy bien, ya que nos deja en claro todavía más las diferencias entre Ender y Deon. Creo que el capítulo 2 debió haber sido dividido en dos, para mostrar una parte de la revuelta en la nave en uno de ellos, y la llegada a Paraíso en otro. También creo que se debió haber explorado un poco más el planeta al cual ellos llegaron. Pero eso sería juzgar una historia por como la hubiera hecho yo y no una reseña. Lo cierto es que esta pequeña parte no ha hecho tan bien el hacerme empatizar con ciertos personajes tales como Bar, Sith, o incluso Lina. Los únicos con los que realmente empaticé fueron Ender (que ya venía de la parte IV) y la pequeña Iris, que es una niña, con los que es fácil empatizar. Claramente jamás iba a empatizar con Deon o con Gar, pero esa historia me los dio a conocer mejor y los pude llegar a odiar más. En fin, creo que darle una nota a una historia de tres capítulos es muy injusto considerando que la más corta entre las demás tiene el triple de capítulos que esta. Pero eso no impide que la pueda clasificar. NOTA: 6.

    Los Viajeros V Regresión: y aquí me saco el sombrero para la mejor parte de esta saga hasta la fecha. Me ha encantado amigo. Con el misterio de los Anixis revelado, podemos ver el conflicto y la guerra que se avecina en ambos lados de la balanza. Con los Rhajik casi nunca hemos visto al Supremo haciendo planes. Y con la Resistencia, el único capítulo donde hicieron planes fue en el previo al ataque a Isharay, donde casi no planearon nada. Aquí se ve a los líderes de ambos bandos tomando posturas (Gar realizando pruebas para buscar un general y la Alianza enviando a gente a confirmar los datos de Ender) y también se ve a los personajes tomando acción (Lio es el que más destaca aquí). La acción de las batallas está descrita en una forma que supera a la que se vio en las partes I y III. Los diálogos toman un peso mucho mayor en la historia, y la narración (que ya venía mejorando desde la parte IV) sube mucho más. Aquí, todos los personajes que reciben tiempo en pantalla se desarrollan, aunque sea un poco. Creo que no hay ninguno que haya estado bajo los reflectores y que no haya sorprendido con sus diálogos. Aunque está claro que hubo personajes que tuvieron más importancia que otros, como sucede siempre. Sin embargo, esta parte es magistral. Un conflicto lógico, con dos posturas muy diferentes y con personajes moviendo la trama de forma genial. Sin dudas, las partes siguientes la tendrán difícil para superar esta genialidad, pero conociéndote, sé que alguna lo podrá conseguir. Lo único negativo que encuentro aquí es cuando la trama dio un acelerón durante tres capítulos seguidos (6, 7 y 8) por todas las cosas que han sucedido allí. Como dije antes, no creía que los capítulos fueran acelerados, porque el ritmo estaba bien, pero en la trama pasaban miles de cosas al mismo tiempo cuando la introducción fue muy tranquila. Tenía miedo de que el resto de la historia se volviera de esa manera, pero por suerte, la velocidad de esta recobró su ritmo normal con los siguientes, lo cual fue excelente dado a que se armó una gran guerra entre Anixis y la Alianza. Además, al finalizar, cuando creía que esta parte no tendría más misterios, te sacaste de la galera el concepto de Regresión, que le da sentido al título al mismo tiempo que deja dudas y también intriga para la parte siguiente. Sin dudas, la mejor de todas las partes hasta el momento. NOTA: 9,5.

    Y bueno, con eso me tengo que despedir, amigo. Será hasta el día que la parte VI de LV haga acto de presencia. Sin embargo, antes de que eso pase, tú tendrás la parte V de LGC, por lo que nos estaremos leyendo muy pronto. En menos de un mes para ser precisos.

    Me despido, amigo. Cuídate mucho. Un abrazo ♥♥♥
     
    • Ganador Ganador x 1
Cargando...
Cargando...
Similar Threads - Viajeros Regresión
  1. Manuvalk
    Respuestas:
    45
    Vistas:
    2,513
  2. Manuvalk
    Respuestas:
    39
    Vistas:
    1,718
  3. Manuvalk
    Respuestas:
    39
    Vistas:
    1,874
  4. Manuvalk
    Respuestas:
    7
    Vistas:
    522
  5. Manuvalk
    Respuestas:
    18
    Vistas:
    726

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso