Historia larga Los Viajeros V: Regresión

Tema en 'Novelas Terminadas' iniciado por Manuvalk, 8 Octubre 2020.

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  1. Threadmarks: La nueva humanidad
     
    Manuvalk

    Manuvalk el ahora es efímero

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    Los Viajeros V: Regresión
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    Saludos a todos los que visiten ésta quinta parte de una historia que estoy haciendo llamada Los Viajeros, la cuál ando publicando desde hace tres años (hoy cumple esos tres años) y por ello publico hoy cómo tributo al comienzo de éste universo ficticio. Los links de las anteriores partes y capítulos/historias especiales están en mi blog, por si queréis poneros al día y comenzar bien, de cero. Quiero hacer una mención especial a Reydelaperdicion por estar ahí desde el principio, leyendo y apoyando la historia, para agradecerle por eso. También agradezco a aquellos que habéis estado leyendo o aquellos que os vais a unir. Sin más, os dejó leer.



    Sinopsis: La intromisión de unos seres superiores en la guerra civil entre el gobierno humano y la Resistencia propició un descubrimiento que lo cambiaría todo: los Anixis son humanos, los supervivientes del arca número cuatro de La Unión, de quiénes nunca se supo su existencia. Apoderados de una tecnología alienigena avanzada y liderados por un dictador, los humanizados Anixis se preparan para dar fin a la antigua humanidad... y forjar el comienzo de una nueva.





    La nueva humanidad


    — Aquí Deon Xom, solicitamos permiso para atracar en la base Caronte.

    — Permiso concedido.


    La nave superviviente de la cruda batalla en la superficie de Neonia ya había llegado a su sistema, nombrado Faro de la Esperanza en honor a su sol, poniendo rumbo a una de las diversas bases que había instaladas sobre distintos asteroides del cinturón que rodeaba Paraíso. Antes de aterrizar en el planeta, la nave Anixis atracó en la base Caronte para reparar algunos sistemas dañados del combate aéreo que se sucedió sobre el Sector 0. El lugar se presentaba cómo una base de gran dimensión, anclada a la superficie de un meteorito en órbita, con un muelle de atraque extenso para varias naves de tamaño considerable.

    Una vez la nave aterrizó sin problema en el lugar indicado, la general Bárbara Mason y Deon Xom se dirigieron al interior de la base para tomarse un descanso el tiempo que fuesen a durar las breves reparaciones que necesitaba el transporte, antes de regresar a Paraíso y presentarse ante el Emperador Xom.

    Mientras ambos líderes se alejaban de la nave, los más de dos mil soldados Anixis permanecían en el interior de esta a la espera de ser llevados de vuelta a casa. Entre ellos se encontraba Lio, que sabía que no podía irse de la base Caronte sin algo de información, por lo que se aproximó a uno de los ingenieros que analizaba una grieta en el exterior de la nave para preguntarle algo.

    — Perdona, ¿cuánto tiempo va a tomar realizar las reparaciones pertinentes?

    — Entre cuarenta y cinco minutos y una hora — Respondió el ingeniero con naturalidad mientras se centraba en su trabajo.

    — Muchas gracias, muy amable.

    El hombre de Ceres, que iba vestido con el traje completo de soldado Anixis, se aseguró de que nadie le prestaba atención con el fin de adentrarse en el interior de la base, que se hallaba a menos de doscientos metros del muelle de atraque cruzando un puente móvil. Lio se percató de que estaba andando con normalidad sobre la superficie de un asteroide, sorprendido de no salir flotando al espacio. Esto era posible debido a una serie de palos similares a farolas que el infiltrado vio; estos acababan en círculo y enlazados por conexión cuántica creaban un campo de gravedad en cuerpos celestes con su superficie expuesta a la radiación del espacio exterior.

    Santos estaba realmente impresionado con la tecnología Anixis, que al parecer, podía hacer que un asteroide tuviera gravedad artificial propia, siendo perfectamente habitado. Leonardo cruzó el puente que separaba el muelle de la base, observando que bajo el se apreciaba una hendidura en el cuerpo celeste, quizá producto de un choque con otro asteroide más pequeño que le provocara ese profundo cráter. Sus pasos le llevaron hasta la entrada de la base, protegida por varios soldados que al parecer eran la seguridad de ese puesto.

    Consciente de que no le dejarían entrar como si nada, Lio comenzó a pensar en un plan para entrar en el interior de esa base. El hombre de Ceres miró a su alrededor en busca de alguna idea, descubriendo que por uno de los lados de dicha base se abría paso un sendero marcado por luces instaladas en el suelo. La curiosidad le hizo avanzar por ahí en vez de intentar irrumpir a la fuerza en la base cuando de esta salió un trabajador con una caja metálica en brazos que al ver a Lio se dirigió a él a toda prisa.

    — ¡Oye, tú! ¡Espera! — El tipo llegó corriendo a la posición de Lio — Vas a la mina, ¿verdad?

    — Yo, bueno, sí...

    — Pues toma — Santos vio cómo aquel hombre le colocaba la caja metálica en sus brazos — Llévala, la necesitan allí.

    — ¿Qué se supone que es esto? — Preguntó Lio, totalmente extrañado.

    — ¿Eres idiota o algo? — El tipo observó al hombre de Ceres, cubierto completamente por el traje, con una mirada molesta — Es carga explosiva, la necesitan para abrirse paso en el interior de la cueva. Te sugiero que vayas por el sendero marcado, si te pierdes podrías acabar saliendo del campo gravitacional y la carga explotaría en contacto con la radiación espacial.

    Lio asintió mientras el tipo se marchaba de vuelta a la base. El infiltrado observó acto seguido la caja metálica que contenía carga explosiva en su interior, pero en su cabeza permanecía la información recabada en ese instante: estaban perforando el asteroide en busca de algo. Intrigado y aprovechando la excusa de la caja, Santos se dirigió al lugar indicado siguiendo estrictamente el sendero marcado.

    No le tomó más de diez minutos llegar a la entrada de una cueva que por su tamaño parecía ser grande y profunda. Fuera se hallaban algunos trabajadores con los trajes repletos de polvo y sacando del interior lo que parecía ser chatarra de tecnología extraña.

    — Al fin — La voz de un hombre llamó la atención de Lio, que se volteó para ver cómo un trabajador se aproximaba — Te están esperando al final del túnel, amigo.

    — Ya voy.

    El hombre de Ceres prosiguió su andadura hacia el interior de la mina, que estaba iluminada por una hilera de luces que se extendía hasta el final. Por el camino, el hombre se encontraba con algunos trabajadores visiblemente agotados y exhaustos mientras el túnel se abría paso por ambos lados. Finalmente, Santos llegó al fondo del túnel principal, dónde un grupo de cinco trabajadores —dos mujeres y tres hombres— realizaban perforaciones en zonas muy concretas para evitar el derrumbe y colapso de la cueva.

    — Supongo que la carga explosiva es para vosotros — Lio dejó la caja a un costado mientras una mujer se aproximaba a él — Aquí la dejo.

    — ¿Por qué los de vuestro rango no bajáis aquí a taladrar piedra y detonar agujeros? — La mujer sonaba enfadada y parecía no ser la primera vez que provocaba a alguien, pues tenía un pómulo morado y varios cortes superficiales en el rostro — ¿Qué pasa? Si sois buenos para ir por ahí con esos trajes de alienigenas, librando cruzadas sin sentido, pero no sois para trabajar cómo todo el mundo, ¿eh?

    — Cia, déjale, por favor — Una mujer rubia con el pelo recogido y la sudor recorriéndole el rostro trató de calmar a su compañera mientras miraba a Lio — Disculpe, está agotada de permanecer aquí. No se lo tome cómo algo personal.

    — No lo haré.

    Dicha mujer de cabello rubio esbozó media sonrisa mientras se llevaba a su compañera, de nombre Cia, de vuelta al trabajo. Santos permaneció allí inmóvil porque había algo en esa mujer que le resultaba familiar. Su aspecto y su voz se le hacían conocidos al hombre de Ceres, que comenzó a pensar de dónde le provenía esa sensación del pasado hasta finalmente recordar el preciso momento donde esa mujer y él coincidieron tiempo atrás.

    Tras cruzar toda esa calle, Lio llegó a la entrada de la vivienda de su jefe. Allí tenía a cuatro hombres con armas, que al conocer a Lio, no le dijeron nada y le dejaron entrar. La casa de Jim era muy extravagante, grande y muy iluminada. Tenía escaleras que iban a todos lados y habitaciones en cualquier esquina.

    Allí se encontró con su secretaria, que pese a que no sabía su nombre, si la conocía por las veces que había ido a ver a Jim. Era como el apellido de Jim, Lio nunca lo había escuchado en esos tres años y en Ceres nadie solía dar su apellido porque no era necesario.

    — Bienvenido, el representante Jim te espera en su despacho — Dijo la chica con total normalidad, sentada tras un escritorio en la puerta principal.

    — Gracias — Musitó Lio, que decidió pararse ante ella — ¿Me puedes decir cómo te llamas? Llevo tres años aquí y nunca lo he sabido.

    — Me llamo Lina — Dijo la secretaria rubia, sonriendo — ¿Y usted?

    — Lio — Respondió éste, que no quería perder más tiempo — Bueno, voy a ver que quiere nuestro adorado representante. Un placer, Lina.

    — El placer es mío, Lio.

    El hombre sonrió al voltearse, pues había notado en Lina cierta atracción física. Sin embargo, no era momento de ligar ni de pensar en esos temas, por lo que se acercó al despacho de Jim y tocó a la puerta.


    La mujer de cabello rubio comenzó a colocar las cargas explosivas en los puntos marcados mientras Cia y los tres hombres que les ayudaban se encargaban de apartar todo el material para que no saliera dañado en la explosión. Lio no dejaba de mirar a Lina, sorprendiéndose totalmente de encontrarse en aquel lugar con alguien a quién hacia tiempo que no veía y que provenía del mismo sitio que él.

    — Listo — Musitó Lina, indicando a todos que había que salir de la cueva — Detonaré desde fuera.

    Tanto los trabajadores como el propio Lio obedecieron a la mujer y salieron de la mina para no arriesgar su integridad física. La última en salir fue ella, con el detonador en su mano derecha. De no ser porque Lio llevaba el casco del traje, Lina se habría sentido intimidada por la constante mirada del hombre latino.

    Tras comprobarse que nadie se había quedado dentro, Lina apretó el botón y la explosión se sucedió, expulsando por la entrada de la cueva un polvo arenoso que obligó a los trabajadores a cubrirse los rostros para evitar que esto les entrara por los ojos.

    — Habrá que esperar un rato a que se disipe el polvo en el aire si no queremos ahogarnos — Dijo Lina, mirando a su compañera de nombre Cia.

    — Perdona, ¿tienes un momento? — Lio quería hablar personalmente con la mujer.

    — ¿Ocurre algo, señor?

    — Nada en absoluto, simplemente quiero hablarte de algo.

    — Está bien, sígame.

    Lina invitó a Lio a que la siguiera para alejarse un poco de la aglomeración de trabajadores y poder hablar tranquilamente. La mujer mostraba un evidente desconcierto y preocupación, pues para los trabajadores de la mina, cuando un soldado aparecía en ella era mala señal. Algunos de sus compañeros de profesión se quedaron mirando desde una breve distancia a la mujer y al hombre, temiendo que éste pudiese hacerle algo a ella.

    — ¿Me puedes decir tu nombre? — Preguntó Santos, queriendo oír de la voz de esa mujer cuál era su identidad.

    — No... no entiendo qué significa esto... — Lina estaba realmente nerviosa — Sea lo que sea que haya hecho, pido disculpas, ha sido sin querer...

    — No, no, no... tranquila, no estoy aquí para reprocharte nada — La voz calmada del hombre de Ceres hizo que la mujer se relajara un poco — Tengo la certeza de que nos conocemos y quería saber tu nombre para confirmar mis sospechas.

    — Lina Burns, ese es mi nombre — La mujer se cruzó de brazos mientras observaba al hombre con intriga — ¿De qué me conoces?

    Lio sentía el deseo de contarle quién era y lo que hacía allí, pero sabía que ello podría hacer peligrar su tapadera de infiltrado. Antes de que pudiese decidirse respecto a qué contar y qué no, el hombre de Ceres se percató de que la general Bar y el hijo del Emperador Xom salían de la base para regresar a la nave y emprender el camino de vuelta a su casa, el planeta llamado Paraíso.

    — No tengo tiempo para explicártelo, debo irme — Murmuró Lio, sin perder de vista a los líderes — Cuando nos volvamos a ver, te contaré quién soy.

    — Oye — Lina frenó la intención de Lio de marcharse apresuradamente — Al menos dime cómo te llamas.

    — Logan Smith — Musitó el hombre de Ceres, mintiendo respecto a su identidad — Nos volveremos a ver, Lina.

    Lio se marchó rápidamente de regreso a la nave ya reparada mientras Lina observaba cómo éste se iba. La mujer recordaba vagamente a un tal Logan Smith de la colonia de Ceres cuando aún existía el Sistema Solar, pero su intuición le decía que el soldado no había sido del todo sincero con ella. No obstante, la próxima vez que lo viera, no le dejaría marchar hasta conocer verdaderamente su identidad.

    Lio se apresuró en llegar a la nave antes de que esta zarpara del muelle de atraque, encontrándose con Bárbara y Deon justo en la rampa de subida. Al ver a uno de sus soldados que no había obedecido la orden de permanecer en la nave, el hijo del Emperador Xom bajó los escalones para colocarse frente a él con actitud desafiante.

    — ¿Tienes problemas auditivos? — Deon, que no portaba el casco, mostraba su cara más amarga — Dije que todos los soldados debían permanecer en el interior de la nave hasta nuestro regreso.

    — Lo sé, disculpe, necesitaba salir — Lio soltó una excusa que esperaba que funcionara — Estoy cansado de ver las mismas paredes en esa nave.

    — Todos tenemos ganas de volver a casa — Dijo la general Mason, tranquilizando el asunto — Déjale, Deon, tampoco habrá visto mucha cosa.

    Deon se mantuvo frente a Lio durante unos segundos más hasta que obedeció a su superior y subió tras ella por la escalera que daba acceso al interior de la nave, a la que también entró el propio infiltrado. Con las averías ya arregladas y la nave en óptimas condiciones, esta puso rumbo de regreso a Paraíso, dónde les esperaba el Emperador Gar Xom para evaluar la situación acontecida en el planeta neoniano.

    [...]

    Al encontrarse cerca la base Caronte —ubicada en el cinturón de asteroides— del planeta con el nombre de Paraíso, el trayecto fue bastante corto. La nave entró en la atmosfera y puso rumbo a Ciudad Anixis, donde se encontraba la principal base de la milicia y se hallaba una plataforma de aterrizaje. Cuando la nave llegó y descendió hasta apagar sus motores, Lio sabía que ya se encontraban en la superficie planetaria. Los miles de soldados Anixis salieron y se colocaron en varias filas para presentarse ante el Emperador Gar Xom tras la misión en Neonia.

    El hombre de Ceres estaba distraído, apreciando la belleza de Paraíso. Su similitud con la Tierra y con Neonia lo hacía acogedor, casi como si estuviese en casa. Lio se colocó en una de las filas sin saber que iba a ocurrir a continuación cuando se percató de que se encontraban sobre una plataforma que se precipitaba sobre el vacío de un acantilado, cosa que le sorprendió un poco. Bar y Deon se encontraban en la cabeza de los soldados formados por filas mientras el Emperador hacía acto de presencia.

    — Descansen, soldados — Musitó Gar, provocando que las filas se deshicieran al instante mientras él se centraba en su hijo y la general — Hablemos en privado.

    Santos vio que los líderes se dirigían al interior de la base para hablar con privacidad, por lo que decidió seguirles de forma indirecta al ver que había soldados que también entraban al complejo. El trío de líderes avanzó por un pasillo con salas a cada lado para después continuar recto hasta un ascensor que les llevaría a la amplia sala en la que vivía el Emperador Xom. El hombre de Ceres se lamentó de que estos entraran en el ascensor, pues era consciente de que no podía seguirles hasta ahí porque su tapadera estaría comprometida.

    Decidido a recaudar toda la información posible sobre Ciudad Anixis, Lio se marchó del lugar con la intención de recorrer las calles de dicha ciudad, pues creía que además de ver cómo vivían esos humanos, podía escuchar algún detalle importante en conversaciones ajenas.

    Mientras tanto, el Emperador Xom guió a la general Bar y a su hijo Deon hasta su vivienda particular, que básicamente se trataba de la base militar. El Emperador tenía la última planta del complejo exclusivamente para él, su lugar de residencia. Una vez el ascensor se abrió para darles acceso a dicha planta, el líder de los Anixis les llevó hasta la gran sala en la que pasaba la mayor parte del tiempo.

    En esta había una mesa redonda con varias sillas de metal, estanterías con algunos libros, un armario con ropa y armas, una cocina abierta con todo lo necesario, una cama en la esquina que más luz solar recibía y un ventanal que rodeaba toda la planta, dando visibilidad desde el exterior pero también la comodidad de observar desde el interior todo lo que ocurría en la principal calle que tenía delante.

    El Emperador se dirigió a la cocina, concretamente a una máquina de café, y mientras se hacía un poco para él, Bárbara y Deon tomaban asiento en la mesa redonda. Tras unos minutos de silencio incómodo, el líder Anixis se sentó junto a ellos con una taza caliente de café en las manos y una expresión seria que denotaba el enfado interno que tenía por el fracaso de la misión en Neonia.

    El rostro de su hijo, Deon Xom, mostraba preocupación y resignación al ser consciente de que había fallado a su padre y líder al mismo tiempo. La general y científica, Bárbara Mason, tenía las manos cruzadas sobre la mesa y la mirada perdida en algún punto de la sala, esperando que el Emperador tomara la palabra.

    — Quiero una explicación — Musitó Gar con absoluta contundencia y seriedad.

    Bárbara y Deon se miraron brevemente hasta que fue el hijo del Emperador el que tomó la iniciativa de explicar lo sucedido en el planeta neoniano.

    — Pensábamos que teníamos el control de la situación pero antes de que lográramos inutilizar sus naves, una de ellas escapó — Dijo Deon con la cabeza gacha — La perseguimos pero perdimos su pista en Xhander, el agujero negro... no sé cómo lo hicieron, pero salieron de allí y regresaron. Algunos debieron infiltrarse en la nave que teníamos cómo base en órbita y usaron las cargas explosivas que teníamos para detonarla, provocando el caos en la colonia y una huida en estampida. Haal, qué murió más adelante en combate, afirmó haber visto a otra especie con ellos.

    — ¿Tenéis alguna información de esos seres? — El Emperador le dio varios sorbos seguidos al café, mostrando su nerviosismo.

    — Cuando atacamos el lugar dónde se instalaron tras huir de la colonia, los vimos — Continuó explicando Deon — Pude escuchar que se trataba de sylerianos.

    El Emperador Xom dejó con fuerza la taza sobre la mesa, provocando que se derramara un poco de café. Acto seguido miró a su hijo con una expresión de sorpresa, quizá porque no se esperaba en absoluto oír hablar de esos seres.

    — ¿Sylerianos? — Gar se reclinó sobre la silla — ¿Esos seres que tuvieron una guerra con los neonianos y se extinguieron?

    — Esos mismos, señor — Musitó la general Mason, interviniendo en la conversación — Eran unos miles y junto otros miles neonianos y la inmensa población humana, todo se complicó demasiado.

    — Se complicó... — Murmuró el Emperador con evidente enfado — No puedo creerme que os expulsaran del planeta simplemente por ser más que vosotros.

    — Padre...

    — ¡Cállate de una puta vez! — Exclamó Gar, levantándose de la silla y golpeando la mesa tras oír a su hijo — ¡Somos más avanzados que ellos tecnológicamente! ¡Sí, somos menos que ellos, pero nuestra tecnología lo compensa e incluso lo supera! ¡La misión era retenerlos hasta que os enviara el arca reparada, dónde los traeríamos aquí en varios viajes! ¡Trabajarían aquí, en las minas de los asteroides... serían útiles por una vez en sus patéticas vidas! ¡Lo teníais todo para cumplir con el propósito y habéis fracasado!

    — Padre, podemos volver y hacerlo — Dijo su hijo, convencido — No es necesario que enviemos a miles, yo y unos pocos podr...

    — ¡Deja de pretender que eres capaz de hacer algo siquiera! — Le gritó su padre con ira — ¡No has podido cumplir con tu cometido en Neonia, ni siquiera has podido mantener a salvo a tu hermano!

    Gar miraba fijamente y de manera desafiante a su propio hijo mientras éste optaba por no mirarle, sintiéndose muy mal por todo lo que estaba oyendo de parte de su padre. Los sentimientos de Deon hacia él cada vez eran menos recíprocos pero tras lo que estaba escuchando, el soldado tenía claro que con su padre al mando de los Anixis y con la intención de esclavizar al resto de la humanidad y a cualquier especie inteligente que se encontrara, estaban destinados a fracasar. Deon se sentía mal por pensarlo, pero al igual que su padre estaba perdiendo la confianza en él, también era él mismo quién creía que lo mejor era relegarle de su puesto, aunque sería en su momento.

    El Emperador trató de calmarse tras expulsar todo lo que tenía en su interior y tras unos breves instantes, el líder Anixis se volvió a sentar, colocando sus manos sobre la mesa y dirigiéndose a la general Mason.

    — Ve a hablar con Sith y dile que quiero para mañana un satélite, listo para usar — Dijo Gar, indicándole a la mujer que se podía marchar — Lo enviaremos al sistema Neon para vigilarles y obtener información hasta que decida que hacer con ellos.

    Bárbara asintió tras la orden del Emperador y se fue para realizar el recado, dejando a solas a los dos miembros restantes de la familia Xom. Gar se incorporó y dejó a su hijo solo en la mesa para dirigirse al ventanal, observando desde la comodidad de su hogar a los transeúntes en las calles, viendo pasar la vida normal y sintiendo nostalgia por la misma imagen pero en la Tierra.

    — Voy a organizar una serie de pruebas entre los soldados para encontrar a alguien que pueda asumir el liderazgo de algún pelotón — Dijo de pronto el Emperador Xom — Bárbara no puede con una flota entera a su mando y tú has demostrado un sorprendente declive en tus capacidades.

    — Padre, déjame demostrarte que te equivocas — Deon se levantó de su silla y se aproximó al Emperador — Participaré en esas pruebas y comprobarás que sigo siendo el mejor.

    — No dudo de tus habilidades, hijo, sino de tu liderazgo y tu actitud — Explicó Gar, volteándose para mirar a su hijo — Creo que necesitas un descanso de todo esto, así que no vas a participar ni en esas pruebas ni en ninguna misión hasta nueva orden, ¿entendido?

    — ¡Eso es ridículo! — Deon desaprobaba completamente todo aquello.

    — ¡Es lo que necesitas! — Exclamó Gar, decidido a no continuar con una discusión — ¡Te guste o no, vas a obedecer!

    — ¿Me lo dices cómo padre o cómo Emperador?

    — Cómo padre te digo que necesitas ese descanso, ese que yo no puedo tomarme — Murmuró el Emperador Xom, deprimido al recordar que su segundo hijo estaba muerto — Aún debemos llorar a tu hermano, que ahora está reunido con tu madre.

    — No necesito llorarle, solo quiero vengarle — Dijo Deon tratando de mantener las apariencias mientras recordaba el combate que tuvieron ambos hasta terminar con su vida.

    — Cómo Emperador te digo que no estás en condiciones de servir a los Anixis, así que te relego de tu cargo hasta nueva orden — Tras decir esto, Gar Xom se dirigió al ascensor para irse de la sala — Vas a acabar muerto cómo tu hermano si no cambias de actitud... y te quiero conmigo cuando se forme la nueva humanidad.

    [...]


    Sith se encontraba en una de las habitaciones de la base militar de Ciudad Anixis, realizando reparaciones y construcciones de diversos aparatos que tenía esparcidos por toda la mesa, junto a herramientas y un holograma que mostraba el estado avanzado de la reconstrucción del arca número cuatro del ya desaparecido gobierno interplanetario humano al que llamaban La Unión. Mientras el ingeniero estaba distraído con sus aparatos, la general y científica Mason irrumpió por sorpresa en la habitación con el fin de darle la orden indicada por el Emperador Gar Xom.

    — Sith, tienes trabajo — Bárbara se cruzó de brazos mientras observaba todo el desorden que había en la habitación.

    — ¿Cómo lo has sabido? — El ingeniero ni se giró, continuando con sus arreglos — ¿Es por la cantidad de chatarra que tengo a mí alrededor?

    — Sí, y porque el Emperador va a añadirte más — Respondió la mujer, haciendo referencia al trabajo — Quiere un satélite listo para ser lanzado mañana al espacio, ¿puedes hacerlo?

    — Hace unos días estaba trabajando en eso, pero me dijo que no corría prisa — Sith cesó con sus cosas y se volteó para hablar de tú a tú con Bárbara — ¿Por qué lo quiere para mañana?

    — No es mí problema saberlo, hazlo — Dijo la general Mason, que acto seguido se marchó de la habitación.

    — ¡Vale, joder, claro que sí! — El ingeniero Regan se mostró molesto con la prisa que se le metía para realizar encargos — Cómo si fuera el único maldito ingeniero en la ciudad...

    Mientras Sith dejaba a un lado sus tareas personales para centrarse en terminar de construir el satélite que el Emperador le había ordenado hacer para el día próximo, Lio sonreía, apoyado a un lado de la puerta de la habitación del ingeniero Regan.

    El hombre de Ceres tenía una idea en mente y necesitaría de la ayuda de un ingeniero cualificado, por lo que su sonrisa se debía a que lo había encontrado.
     
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    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

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    Saludos amigo, es bueno ver que LV ha regresado. Pensar que hace 3 años estaba leyendo el primer capítulo de la parte I y ahora estoy leyendo el primero de la parte V me llena de alegría (aunque también miedo por ver que avanza rápido :'o ). Pasaré a comentar el capítulo.

    Ha estado bien para ser una introducción. Nada espectacular, pero no por eso fue aburrido. No creí que empezaríamos con el punto de vista de los Anixis, pero así ha sido. Tengo que decir que, para que se puedan emparejar un poco con los demás personajes (a los que llevo 4 partes siguiendo) les hará muy bien el poder tener capítulos para ellos, ya que los 3 del spin off que publicaste hace meses no los consideraba suficientes.

    Me sorprende que estén explorando minas en asteroides. Es una táctica bastante interesante y original. Me pregunto qué demonios están buscando, o que encontraron, porque no creo que gasten recursos a lo loco y está claro que han obtenido algo y están extrayendo más. También me pregunto si lo que sea que se haya descubierto allí habrá sido por mérito suyo o si encontraron archivos de los anixis originales que les dijeron que debían ir allí.

    Gar aparentemente no está contento con Deon, y está en su derecho, yo tampoco lo estaría XD. Ha fracasado una misión que, con el arsenal que tenían, pintaba ser muy sencilla. Está claro que a Gar le queda muy poco, porque Deon no está en sus cabales y va a intentar quitarlo del poder muy pronto. Me pregunto qué tanto tiempo durará el emperador en el poder. También me pregunto qué tipo de planes tendrá cuando logre obtener más información de Neonia, si es que la consigue.

    Lio es bastante inteligente, pero creo que fue algo imprudente al acercarse a Lina de esa forma sin haber pensado mejor en si convenía hacerlo o no. Igualmente, no ha dado su nombre real ni ha mostrado su rostro, por lo que en parte está seguro. Temo porque puedan descubrirlo, pero parece que no será el caso de momento. Me pregunto si Lina se uniría a él cuando revele quien es y cuando le cuente la verdad. Estoy seguro de que Lio será clave en todo esto, y ciertamente, tengo miedo de que sea su última parte. Ojalá me equivoque, porque es de mis favoritos.

    Vemos que al igual que Lina, hay más gente disconforme con Gar, como fue el caso de Cia o de Sith. Espero que Lio logre aprovechar eso para ganarse aliados internos para la batalla que se avecina, porque está claro que no habrá tranquilidad aquí entre dos humanidades completamente diferentes. Errores no creo haber visto, así que me despido hasta la próxima.

    Solo digo que estoy ansioso por ver a los demás personajes de Neonia, y también por una reconciliación entre dos personajes, ya sabes a quienes me refiero XD. Hasta otra.
     
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    Manuvalk

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    Ya está aquí el segundo capítulo de esta quinta parte. Quiero avisar de que salvo contratiempo inesperado, cada jueves habrá capítulo, por lo que aquellos que estéis pendientes de la historia ya podéis saber con exactitud cuando encontrar un hueco en ese día para la lectura XD. Reydelaperdicion te agradezco como siempre la visita y decirte que estos primeros capítulos irán alternando entre los personajes de Neonia y los de Paraíso. Esta parte comienza bastante pausada pero no os desaniméis, la tensión irá poco a poco en aumento y lo iréis viendo. Dicho esto, disfrutad del capítulo.





    El siguiente paso



    El cielo blanquecino y azulado se expandía en el horizonte a través de los ojos de Ender Xom, que desde el interior de su celda, disfrutaba del paisaje que Neonia ofrecía la mayor parte del tiempo. Habían pasado ocho días desde la última batalla contra los Anixis en el Sector 0, los mismos ocho en los que había permanecido encerrado en una de las celdas de la prisión de Promesa sin apenas salir. El hombre no entendía porqué los líderes mantenían su desconfianza en él cuando había demostrado estar de su lado, ayudando en el combate y revelando toda la información que tenía en su poder.

    El que fuera miembro de los humanizados Anixis ya no sabía que hacer para ganarse la confianza de la alianza formada por humanos, neonianos y sylerianos. Quería dejar claro que ya no tenía nada que ver con los Anixis, sobretodo después de que su hermano Deon intentara matarle por no pensar cómo él lo hacía. Considerando que su padre, el Emperador Xom, pretendía esclavizar a las tres especies que formaban la alianza y además siempre mostró predilección por su primer hijo, estas se convirtieron en razones de peso para que el propio Ender decidiera abandonarles tras lo sucedido.

    Rápidamente esos pensamientos se esfumaron de su mente cuando escuchó que le abrían la celda. El hombre, apoyado en la pequeña cristalera mientras veía el paisaje, se volteó para ver a quién era la gobernadora Carver. La mujer abrió la celda mediante un código en su puerta y sorprendió al retenido, pues no iba armada ni acompañada de soldados que vigilaran los movimientos de éste. Snow le indicó con un gesto que saliera de la celda y Ender le sonrió, agradecido de ello pese a no saber si se trataría de dar una vuelta, de una reunión con los líderes o si simplemente estaba siendo liberado.

    — ¿Dónde vamos? — Preguntó el ex soldado de los Anixis, intrigado.

    — Tiene que darte la luz del sol — Respondió la mujer con seriedad para después hablar con más suavidad — Creí que querrías dar un paseo y no estar todo el día encerrado.

    — Creíste bien — Musitó Ender, siguiendo a la gobernadora — Hoy es el octavo día que llevo encerrado en esa celda y es la primera vez que salgo desde que me metisteis tras la última reunión de líderes... ¿por qué ahora?

    — Eso da igual, Ender — Dijo Snow, saliendo de la prisión y apareciendo junto al retenido en la famosa avenida de Promesa — Saldremos fuera.

    El hombre permanecía observando todo lo que le rodeaba: los puestos ambulantes, las tiendas abiertas, cafeterías y restaurantes, lugares de ocio... la gente moviéndose de un lado a otro con la normalidad con la que lo hacían en las calles de la Tierra. Lo único que contrastaba completamente con ese recuerdo eran las parejas de soldados que patrullaban el interior y el exterior de la colonia humana, pareciéndose más a un régimen militar que a una ciudad pacífica y bulliciosa.

    La gobernadora llevó al preso hasta la entrada y salida de Promesa para que pudiese aprovechar de buena manera la luz solar del día tan esplendido que hacía. Cuando Ender notó el sol en su rostro, cerró los ojos y sonrió, disfrutando de un placer que la gente cotidiana siempre había ignorado. Snow le miraba pensativa, mirada que el hombre no tardó en notar, abriendo sus ojos de color marrón claro y fijándolos en los ojos verdes de la mujer.

    — La Unión hizo bien en instalar una colonia en este planeta — Murmuró Ender con una sonrisa en su rostro — Hasta la calidez del sol de Neonia recuerda a la Tierra.

    — Siempre preferiré nuestro mundo de origen por encima del resto — Dijo Snow, nostálgica al recordar su planeta natal — Pero sí, Neonia es lo más parecido a casa.

    — Los Anixis... — Ender se frenó a sí mismo para rectificar — Los humanos con los que convivía, consideran a Paraíso cómo el mundo más parecido a la Tierra y sinceramente, ahora tengo mis dudas.

    — No puedo opinar hasta que no vea Paraíso — Snow se cruzó de brazos mientras miraba al frente.

    — Si habláis con el Emperador Xom, quizá evitemos un conflicto mayor al que ha habido — Ender seguía con la misma idea inicial que propuso cuando habló con Lill — Solo en ese entonces, podrías ver Paraíso sin problema.

    La gobernadora Carver lanzó un suspiro mientras agachaba la cabeza, mirando acto seguido a Ender.

    — Yo estoy dispuesta a hacer un pacto con ese Emperador Xom... pero el resto de líderes no — Explicó la mujer, resignada — Cuando supe que erais humanos, lo tuve claro; debemos unir fuerzas en vez de pelear. Sin embargo, los demás no piensan así.

    — ¿Cómo te llamas? — Preguntó el hombre, interrumpiendo de forma repentina el tema de la conversación.

    — Snow Carver.

    — Pues convéncelos a todos, Snow — Ender se alegraba de conocer a alguien que pensara cómo él — Porque si no lo haces, morirá gente.

    Ender y Snow se miraban fijamente el uno al otro cuando fueron interrumpidos por un grito cercano que les llamó la atención.

    — ¡Eh! — El comandante Crane se aproximó a su mujer y al preso con gran seriedad — ¿Qué se supone que haces, Snow?

    — Hacer que salga un rato de ese habitáculo en el que le tenemos encerrado todos los días — Respondió la gobernadora con tono de reproche — Es un preso pero tiene sus derechos.

    — Está encerrado por un motivo — Lill fue tajante — Es el enemigo.

    — ¡No lo soy! — Intervino Ender, molesto con su situación — ¡Me presenté delante de vosotros, sólo y vulnerable! ¡Disparé contra los que fueron mí gente! ¡Os he dado toda la información que tengo! ¡¿Qué más se supone que debo hacer para demostrar que estoy con vosotros?!

    — ¡No hay nada que puedas hacer para que confiemos en ti! — Exclamó el comandante Crane, encarándose con el que fuera miembro de los Anixis — ¡Soldados! ¡Llevadlo de vuelta a su celda!

    Los soldados más próximos, aquellos que custodiaban la entrada a Promesa, se aproximaron al recibir la orden del comandante y tomaron de los brazos a Ender, que no opuso resistencia alguna más allá de una mirada de desprecio hacia Lill que incluso Snow notó. Mientras se llevaban al preso, la gobernadora y el comandante se miraron entre sí durante unos segundos de tensión hasta que fue ella quién tomó la palabra.

    — No sé porqué te comportas de esa manera — Snow estaba molesta con la actitud de su marido — Ese hombre ya ha demostrado que es de fiar y merece un voto de confianza, ¿no crees?

    — La próxima vez que le saques de su celda, asegúrate de ir armada y acompañada por una escolta, ¿entendido?

    La mujer no respondió al igual que el hombre no contestó a lo que ella le preguntó. Lill se marchó de la entrada de Promesa, dejando a Snow preocupada por su actitud más de lo que ya lo estaba. Desde aquella reunión con los líderes hacía ya ocho días, el comandante Crane se había mostrado muy reacio a buscar una forma de frenar el conflicto, mostrando una sed de guerra que acompañada de la de los neonianos que clamaban venganza por la muerte de Vanth, convertían la situación en una bomba de relojería.

    [...]

    — ¡Vamos! ¡Quiero ver determinación! ¡No paréis!

    A dos kilómetros de Promesa, un grupo de cientos de personas realizaba flexiones sin parar bajo la mirada del subcomandante Tanner. Se trataba de nuevos reclutas para el ejército humano, ciudadanos de todas las edades adultas que habían decidido formarse cómo soldados ante la amenaza de los Anixis.

    Considerando que la población humana era superior a la de los neonianos y sylerianos juntas, su aportación en un futuro combate sería mayor que la de sus aliados. Además, el hecho de que los Anixis resultaron ser humanos, provocó que tanto los sylerianos cómo los neonianos consideraran que se trataba de un conflicto interno en la humanidad, tal y cómo lo fue la guerra civil contra la Resistencia aunque los neonianos fueran el detonante de ésta.

    — ¡El comandante Crane! — Exclamó uno de los jóvenes soldados que avistaron a su líder llegar a la zona.

    Tras estas palabras, todos los nuevos reclutas allí presentes se incorporaron drásticamente y se cuadraron ante el comandante con el saludo militar. Eron sonrió mientras se cruzaba de brazos y Lill respondió con el mismo saludo para acto seguido indicar que continuaran con los ejercicios mientras se dirigía hacia su amigo.

    — ¿Cómo lo llevas? — Le preguntó Lill a su subcomandante mientras observaba a los reclutas realizar ejercicios físicos.

    — Bien, no dejan de sumarse más al grupo — Eron parecía sorprendido — Hay que ver cómo ha evolucionado la humanidad en todo este tiempo. Ha pasado de sentirse protegida a amenazada, de ahí que ahora quieran pelear prácticamente todos.

    — Genial, cuantos más seamos para defendernos, mejor — Indicó el comandante Crane, que no estaba ahí para hablar de eso — Escucha, he hablado con Hylda y Erie sobre la información que nos dio Ender respecto a la ubicación de los Anixis y hemos decidido que enviaremos a dos personas en una nave pequeña para que no sea detectada y confirme la veracidad de las palabras de ese tipo.

    — Y has pensado en mi, ¿cierto? — Eron suspiró, mostrando no estar muy de acuerdo.

    — Cada líder aportará a alguien de confianza y tú eres la persona en la que más confío ahora mismo — Lill mostraba su sinceridad — Necesito que lo hagas, Eron, por favor.

    — A sus ordenes, comandante — Respondió el subcomandante Tanner de forma sarcástica y entre risas.

    — Gracias, hermano.

    Lill y Eron se dieron un abrazo y acto seguido el comandante se marchó de la zona mientras su amigo y mano derecha continuaba con el entrenamiento a los nuevos reclutas. Apenas habían pasado diez minutos cuando el subcomandante Tanner vio llegar Ashley, quién vestía con el uniforme gris y verdoso que caracterizaba a los soldados del ejército humano. Eron se quedó perplejo, deleitándose con la belleza de la mujer, a la que le quedaba algo apretado el traje.

    Ripley se aproximó al hombre y le dio un beso para que después él la abrazara, confirmando lo que todo el mundo intuía: ambos habían iniciado una relación que se encontraba en su fase más temprana, pues no hacía ni dos semanas que comenzaron a verse con más frecuencia.

    — ¿Estás bien? — Preguntó Eron, siendo considerado.

    — Lo estoy, aquí contigo — Respondió Ashley con una sonrisa — ¿Y tú?

    — Mucho mejor desde que estás aquí — El hombre le devolvió la sonrisa, que al momento se apagó — Debo contarte algo.

    — ¿Qué ocurre? — La mujer se soltó de los brazos del subcomandante, preocupándose.

    — Lill, Hylda y Erie se han reunido para preparar una pequeña expedición a las coordenadas que Ender nos dio sobre la ubicación de los Anixis — Explicaba Tanner con una mezcla de seriedad y resignación — Me han pedido que forme parte.

    — Entonces iré contigo — Musitó Ashley, sorprendentemente decidida.

    — Va un miembro por especie — Indicó Eron, que además tampoco quería que la mujer se arriesgara — Supongo que yo iré por parte de la humanidad y está por ver quién va por los neonianos y sylerianos.

    Ashley asintió un tanto apenada, cosa que notó el hombre, aprovechando para abrazarla y recostarla sobre su pecho. La mujer correspondió el gesto, rodeando el torso de Eron con sus brazos mientras perdía la mirada en los constantes ejercicios físicos que estaban realizando los nuevos reclutas del ejército humano.

    — ¡Bien, ya es suficiente por hoy, muchachos! — Exclamó el subcomandante, dando por terminado el entrenamiento — ¡Mañana a la misma hora!

    — ¡Entendido, subcomandante Tanner! — Dijeron algunos al unísono.

    Las pocas cientos de personas que se hallaban allí fueron dirigiéndose de regreso a Promesa ante la mirada del hombre y la mujer. Ambos permanecieron a solas durante unos largos minutos, abrazados sin decirse nada pero mostrando su aprecio el uno por el otro. Ambos se querían realmente, pero de sus cabezas aún no se habían ido los recuerdos de Deanne y Axlor respectivamente, aunque muy probablemente nunca lo harían por lo mucho que significaron para sus vidas. No obstante, ahora se sentían felices de poder compartir sus momentos con otra persona y dejar de sentirse solos tras tanto tiempo de esa forma.

    — ¿Qué te parece si volvemos? — Preguntó el hombre, quién ya llevaba varias horas en el lugar — No me importaría seguir abrazados en casa.

    — Me parece un buen plan — Respondió Ashley, besando al subcomandante del ejército humano — Podríamos permanecer así todo el día si quieres.

    — Por mi, como si es toda la vida, Ash — Murmuró Eron con total sinceridad y cariño — Me gusta esto y me gustas tú. Creo que son razones más que suficientes.

    — Entonces no nos hagamos esperar — La mujer se liberó de los brazos de Eron e inició el camino de vuelta a Promesa, volteándose para mirar a su chico — No me hagas esperar.

    Tanner sonrió y comenzó a caminar tras ella hasta enlazar su mano con la de Ripley, la cuál estaba estirada hacia él. El hombre rodeó con su brazo derecho el cuello de la mujer y ambos prosiguieron su andadura en dirección a la colonia humana de nombre Promesa.

    [...]

    Om observaba desde cierta distancia cómo humanos, neonianos, sylerianos e incluso Super Rhajik trabajaban juntos en algo. Aquel momento parecía memorable todos los días pese a que era el octavo en el que se veía el trabajo común de estas especies. Se encontraban reconstruyendo la colonia neoniana de nombre Isharay, que fue destruida por la Resistencia durante su ataque en el que Narisha Taaliv y Axlor Vaalot perdieron su vida. Paokt estaba tan enfrascado en la escena que no se percató hasta más tarde que otro syleriano se sentó a su lado, sobre un tronco de árbol caído a escasos metros de la obra.

    — Hylda ya me ha informado acerca de mi misión — Dijo aquel syleriano — Aún falta que los líderes se pongan de acuerdo en el día.

    — Eres fiable, Uriow, lo harás bien — Murmuró Om, posando su mano derecha en el hombro izquierdo de su compañero — Es una misión de reconocimiento, será corraborar los datos que nos proporcionó el humano Anixis y regresar.

    — Lo sé, no estoy preocupado por el devenir de la misión — El syleriano de nombre Uriow Emmon se mostraba confiado — Lo que me preocupa es lo que pueda venir después.

    — ¿A qué te refieres? — Paokt le miró fijamente.

    — Hace relativamente poco que somos aliados de los humanos y los neonianos, y siento que todo va tan deprisa que ya estamos peleando por ellos — Decía Uriow, expresando sus pensamientos.

    — Comprendo lo que dices, pero para un momento y mira a tu alrededor — Om trataba de mostrarle la situación — Estamos trabajando juntos, todos, por un futuro. Ya hemos comenzado a reconstruir y ni siquiera sabemos que va a pasar mañana, ese es el siguiente paso... eso es la esperanza que nos da esta alianza. Y la oportunidad de salir de Syleria y poder respirar aire puro de verdad.

    Uriow hizo caso a su compañero y comenzó a observar cómo distintas especies colaboraban en armonía en la reconstrucción de una aldea que pretendían hacer más grande, pues todos los neonianos que se encontraban en otras bases del mundo estaban decididos a convivir juntos en un mismo lugar una vez el conflicto con los Anixis terminase. Los sylerianos, por otra parte, construirían más adelante su colonia permanente en Neonia al margen de la ciudad de Sovaam en su planeta natal, que unida a las colonias de Promesa y la propia Isharay, consolidarían una alianza que apenas acababa de comenzar.

    Yak se encontraba apartando los escombros que rodeaban en árbol milenario que se hallaba en el centro de Isharay, lugar donde echaron las cenizas de los neonianos caídos en el último combate contra los Anixis en el Sector 0, entre los que se encontraba Vanth Dheer. El que fuera su discípulo tardaría en asumir la muerte de su maestro y mentor, al igual que le costó digerir la de Narisha en su momento. Quetaryan se arrodilló ante el árbol quemado para venerar a los caídos de su especie cuando escuchó que alguien se colocó a su lado en la misma postura. Al alzar la vista, vio a la que ahora era la líder de los neonianos por cuestión de rango, Erie Tovam, mirándole con una media sonrisa. El neoniano agradeció su compañía devolviéndole la sonrisa y la neoniana tomó por sorpresa la mano de Yak, apretándola con la suya. Mientras ambos se miraban fijamente durante unos instantes, Reeda observaba desde la distancia y con seriedad la escena entre ambos neonianos.

    Al igual que otros Super Rhajik, su líder Zyon también se encontraba ayudando en la reconstrucción de la colonia neoniana acompañado de su amigo e ingeniero Westley Finn, quién se encargaba de reparar los aparatos eléctricos que quedaron dañados pero no inservibles, centrándose principalmente en la base de datos que se ubicaba en el interior de la casa más grande de Isharay, lugar en el que vivía la representante Taaliv. Mientras todos los trabajadores, fueran de la especie que fueran —exceptuando a las máquinas— continuaban con sus reparaciones, Arva Tidder se encargaba junto a Cinthia Marlow de proporcionar agua a todo aquel que lo necesitara, pues estar trabajando de forma constante bajo el sol se hacía agotador y requería de hidratarse.

    — ¿Quieres agua? — Le pregunto la médico al ingeniero cuando llegó a su zona.

    — Claro, gracias.

    West recibió una pequeña botella y la abrió para darle un sorbo. Cinthia tenía la esperanza de que el que fuera su pareja no le guardara rencor pero ese pensamiento era equivocado, pues el ingeniero continuó con su trabajo sin ni siquiera mirar a la mujer. Algo apenada por ello, Cinthia prosiguió con su repartición de agua al igual que hacía Arva, que con un mes de embarazo aproximado apenas se le notaba. Una vez terminó de dar botellitas de agua a todos los trabajadores, la piloto Tidder se salió de la zona de reconstrucción y se dirigió a un lugar concreto que se hallaba a las afueras de la colonia neoniana.

    Arva llegó al lugar exacto en el que su pareja Axlor Vaalot murió a causa de un disparo láser de un Super Rhajik durante el asalto de la Resistencia a Isharay. Ella no conocía el sitio exacto en el que quedó el cuerpo del hombre hasta que Lio se lo contó, y desde la última batalla contra los Anixis en la que estos terminaron abandonando el planeta, la mujer se dirigía allí cada día para regar una pequeña flor que había comenzado a brotar justo en el centro del charco de sangre apenas ya visible del marciano.

    — Sé que esa flor eres tú — Musitó Arva, emocionada mientras la regaba delicadamente — Para cuando nazcan tus hijos, los traeré aquí y les diré que nunca te has ido.

    La mujer acarició dulcemente los pequeños pétalos de la flor y acto seguido se marchó en dirección a Promesa con la esperanza de que esa flor creciese poco a poco y día tras día.

    [...]

    Escoltada por dos soldados sylerianos, la Elegida de nombre Hylda Admir caminaba por entre la multitud de Promesa que había en su avenida principal. El hecho de ver no solo a humanos sino a neonianos y sylerianos le hacía sonreír casi sin darse cuenta. La syleriana soñaba con que la visión de esos momentos fuera a más y mejor en el futuro, no solo viéndose en Promesa, sino en Sovaam y en otros nuevos mundos que colonizar de forma pacífica.

    La líder de los sylerianos también vio una fila de niños y niñas humanos de unos cuatro años aproximadamente, dirigida por sus profesores de la escuela. Al parecer, estaban en una especie de excursión, observando la colonia que habitaban. Hylda reconoció a una niña entre tantas que había, siendo la hija del comandante Crane y la gobernadora Carver. Regina tenía el pelo ondulado a la altura de sus pequeños hombros y de un color marrón tan claro que casi parecía rubia, además de los ojos verdes de su madre pero la sonrisa de su padre. En ese instante, Hylda recordó una vez en la que su padre le llevó a conocer la nieve azul de Syleria, su mundo de origen.

    — ¿Lo ves, Hylda? — Mirko era el nombre de su padre, quién le estaba enseñando el color azulado de un trozo de nieve que contenía en sus manos — Esto se deshará mañana, cuando el sol salga.

    — ¿Por qué, papá? — La niña syleriana se mostraba totalmente inocente.

    — Bueno, querida, se trata de la temperatura, el frío y el calor — Explicó su padre — Verás, todo en esta vida tiene contrastes. El frío y el calor, el agua y el fuego, el hielo y la lava... pero eso no significa que algo sea mejor o peor que lo otro.

    — ¿Y cuál es el contraste del amor que os tenéis tú y mamá?

    Mirko Admir no pudo evitar sonreír tras escuchar la pregunta de su hija. El padre se aproximó a ella hasta arrodillarse, con el fin de colocarse a la misma altura que la niña syleriana.

    — Lo contrario al amor es el odio, Hylda — Murmuró el que era líder syleriano en aquel tiempo de guerra contra los neonianos — En este caso, si hay una cosa peor que la otra. El odio es peligroso y muy malo.

    — Los neonianos... ¿nos tienen odio? — Pese a que los adultos trataban de encubrir lo que ocurría, los niños se enteraban de ciertas cosas que era inevitable que pasaran inadvertidas.

    Mirko permaneció cabizbajo mientras pensaba qué responderle a su hija para preocuparla la menos posible. Sin embargo, antes de que pudiera hacerlo, un soldado syleriano se aproximó a la zona dónde se hallaba su líder para prevenirle.

    — Elegido Admir, señor... y pequeña Hylda — El soldado también saludó a la niña — Señor, tenemos que hablar, es urgente.

    — Está bien — Mirko asintió al soldado mientras se dirigía a su hija — Espera un momento y te acompañaré a casa con tu madre, ¿vale?

    — Vale, papá.

    El líder syleriano se acercó a su soldado para que éste le dijera en voz baja lo que estaba ocurriendo mientras Hylda permanecía atenta a los movimientos de ambos. Sin que ambos militares lo supieran, la niña syleriana pudo oír la breve conversación que estaban teniendo.

    — ¿Qué está pasando, Paokt? Indrah me había dicho que habías sido capturado — Le preguntó Mirko a su soldado con preocupación en el rostro — ¿No se supone que estabas en Neonia?

    — Y así era, señor, pero... — Paokt, quién era uno de los hombres de confianza del Elegido Admir, preparó una mentira elaborada — Pudimos escapar en una nave, nos hallábamos en una de sus bases militares...

    — ¿Y cómo habéis...? ¡Mierda, da igual! ¡Os habrán seguido! — Mirko estaba notablemente tenso — ¡Avisa a todo el ejército, da la orden de resguardar a los civiles y que preparen las defensas! ¡Debemos acabar con ellos antes de que ellos acaben con nosotros! ¡Vendrás conmigo en la Bataller!

    — A sus órdenes, Elegido Admir.

    Mientras Paokt se marchaba corriendo para dar la orden de su líder, éste se acercó a su hija y la tomó rápidamente en brazos, comenzando a correr en dirección a su hogar para ponerla en brazos de su madre, teniendo que ir después a una misión tan importante como peligrosa.


    La actual líder syleriana volvió en sí tras unos segundos en aquel recuerdo, siendo poco después consciente de que esa fue una de las últimas veces que vio a su padre. Después de ello, el ejército syleriano se dispuso a salir de Syleria en dirección a Neonia para terminar con la guerra, pero los neonianos se adelantaron a sus movimientos de forma sorprendente —contaban con la ayuda de Paokt, el padre de Om, quién hizo un pacto con ellos para evitar más muertes, no obstante, le engañaron— y atacaron Syleria desde su órbita, lanzando bombas termodinámicas que intoxicaron la superficie del planeta, su aire y todo lo demás, provocando que gran parte de la especie syleriana se extinguiera, quedando unos pocos bajo la superficie y conviviendo ahí durante generaciones hasta muchos años después mientras los neonianos les creían a todos extinguidos.

    Volver a todos esos recuerdos de su pasado infantil provocaron en Hylda Admir una profunda sensación de malestar y tristeza, por lo que dejó de pasear con su escolta y se dirigió a la vivienda temporal que le habían asignado en Promesa, para que estuviese cómoda durante su presencia allí. Mientras la líder syleriana ponía rumbo a su habitáculo, la asiática Sun Brume la observaba desde la distancia, acompañada de varios matones de la Resistencia. La organización estaba bastante desperdigada al no tener una base concreta a la que acudir, pero permanecían en constante contacto bajo las órdenes de la mujer, quién tenía decidido sí o sí, participar de cualquier forma en el conflicto que estaba por venir.
     
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    Agus estresado

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    Saludos amigo, voy a comentar el capítulo.

    Tengo que decir que ha estado bien. Es tranquilo. Está claro que no se puede esperar que todos los capítulos tengan acción, pero no por eso los capítulos de tranquilidad se me hacen aburridos. Lo que sí tengo que decir es que creo que a este capítulo le faltaron más escenas para los otros personajes. En Neonia ahora mismo tienes a muchos personajes, y es obvio que no puedes mostrarlos a todos juntos. Sin embargo, creería que este capítulo por ser el primero de la parte en mostrar lo ocurrido en el planeta debería ser el que mostrara equitativamente a todos los personajes y luego a lo largo de la parte, los otros capítulos sí pudieran centrarse en unos sí y en otros no. Es una opinión mía nada más.

    Ahora comentaré el capítulo y lo que me pareció.

    Tengo que decir que me sorprende mucho que Snow sea la única de las líderes que esté en contra del ataque a los Anixis. Me hubiera gustado ver más de Om y de Hylda en este capítulo para entender bien como es que ellos finalmente se decantaron por atacarlos como mejor opción, ya que, si no recuerdo mal, ambos estaban en contra de ese plan, o al menos no tan entusiasmados. Y tengo que admitir que es algo raro que Snow quiera una paz propiamente dicha. Ella terminó siendo confinada por los Anixis, perdió su autoridad ante ellos, y encima la separaron de su familia y la encerraron cuando ella intentó ir a buscarlos. Me resulta difícil de creer que ella quiera la paz con seres que en su mayoría son de igual caracter que Deon. Claro que Ender ha dicho que no todos son como su hermano, pero eso no debería bastar para que ella deseara la paz con ellos, al menos no para mí. Recuerdo que ella misma quiso ir a cazar a los criminales que iban con Jim cuando este asesinó a su padre sin haberse puesto a pensar que podría haber alguien que estuviera no tan a favor de él (como Dyrian) cuando se trataba de una sola persona, y ahora quiera mostrarse compasiva. Es decir, en el pasado por los males de Jim (obviando que sus acompañantes eran criminales, pero ella solamente se interesó en él por asesinar a su padre y no por ser criminal en sí) quería cazar a todos sus acompañantes. Pero ahora, por las buenas acciones de uno solo, quiere mostrarse compasiva cuando vio y experimentó de primera lo violentos y opresores que podrían ser todos ellos. Digo, Lill sabe que el líder de los Anixis es alguien que se hace llamar "emperador" y que bajo sus órdenes, la humanidad de Neonia estaba encerrada. Creo que Snow está obviando ese detalle y está centrándose demasiado en el hecho de que los anixis son humanos.

    Me duele mucho ver a Lill y a Snow llevándose tan mal. Son mi pareja favorita, y la única que me queda desde el inicio de la historia. La pareja de Axlor y Ashley jamás llegó a ser, incluso destruiste la pareja de Axlor y Arva. De igual manera, la de Hillary y Lio también fue destrozada. Solamente me queda una pareja en pie y las escenas que me pones son escenas desgarradoras. Desde el capítulo final de la parte III que estuvieron separados, estuve hasta el noveno capítulo de la parte IV esperando a que se reunieran, y tan pronto se reúnen, tú los haces pelear. No digo que no hagas que las parejas tengan dificultades, pero no me jodas, has eso con otra pareja y no con la de oro :v XD. Okno, hablando en serio, esa escena fue la que más me dolió del capítulo. Sé que tarde o temprano se reconciliarán, porque no se odian, solamente tienen ideas distintas, pero pronto Deon matará a su padre y sacará la naturaleza violenta y rencorosa de los Anixis a flote y allí ambos se alinearán bajo la misma idea de que hay que pelear, y sé que allí se reunirán otra vez. Sé que eso ocurrirá, lo sé. Y tú también lo sabes XD.

    Me intriga bastante el hecho de que enviarán una nave con un representante de las especies a explorar Paraíso para comprobar que las cosas marchen bien. Vimos que Eron es el elegido de los humanos y que un nuevo personaje, un syleriano nuevo, es el elegido de los suyos. Quedo a la espera de saber quien será el elegido de los neonianos, y a la espera de ver que clase de cosas ocurrirán en la misión. Creo que quien más papeletas tiene para ser elegido en el grupo de neonianos es Yak.

    Veo que la relación de Eron y de Ashley está avanzando bien. Ambos se quieren, pero no por eso olvidan a quienes fueron sus primeras personas importantes en sus vidas. Claro que de parte de Eron solamente conocemos a su esposa por un flashback y de parte de Ashley, a Axlor lo conocimos muy bien. No digo que esta relación me desagrade, pero tampoco me agrada tanto. Se consolidaron muy rápido. Es decir, Ashley y Eron apenas hablaron una o dos veces en la parte III y en la IV habrá sido durante unos tres capítulos. Me parece bien que sigan adelante, pero lo que más me frena de esto es que Ashley no ha mostrado arrepentimiento. Arva perdió a Axlor por un capricho suyo. Los neonianos perdieron a su líder por su plan (que al final quien lo ejecutó fue otro, pero Ashley fue quien ideó el plan), Lill perdió su mano y a raíz de eso casi pierde la vida por culpa de ella; y después de todo lo que pasó, ella no se ha disculpado con nadie. Siento que quienes más merecen un perdón de su parte son Arva, Lill, Yak, Reeda y Snow, pero no lo ha hecho, y hasta donde puedo saber, ella no se muestra arrepentida de lo que hizo. No es que Ashley me caiga mal, porque ella encontró el camino correcto al final (aunque eso no lo tengo confirmado del todo, ya que no la he visto aceptando la convivencia con los neonianos), pero ella no ha pedido perdón ni la veo esforzarse con el correr de los capítulos. No digo que eso me haga odiar a Ashley, pero ella está obligada a pedir y a ganarse el perdón de esa gente, pero si siguen transcurriendo los capítulos y ella se mantiene igual, creo que empezaré a dejar de considerarla un personaje de mi agrado. Espero que ella pida perdón, porque no quiero odiar a alguien que formó parte del grupo original y que demostró tener potencial. También espero que ella sea relevante. En las partes I, II, III y IV ella ha estado presente pero sin hacer un aporte significativo a la historia. Ni como soldado de la Unión, ni como comandante de la Unión, ni como líder de la Resistencia la hemos visto brillar. Por regla general, los personajes que no aporten gran cosa a la trama tienen dos caminos posibles: empezar a aportar a la trama o morir y ser retirados de la misma. Pero Ashley lleva un largo tiempo estancada. Más allá de que me guste (obviando el hecho de que no me es agradable su falta de esfuerzo por ganarse el perdón) espero que ella empiece a aportar o sea quitada del medio. Como dije, no la odio (aún) pero ya es tiempo de ver que ella haga algo relevante. Hasta Eron y Etyah que debutaron en la parte III pudieron tener un momento para ellos.

    La parte de Yak en la que Erie se sienta a su lado y luego toma de su mano mientras Reeda observa todo se me hizo algo muy aleatorio. Quiero decir, sé que Yak fue quien la despertó, pero más allá de eso y de que él y Erie quisieran una guerra para acabar con los anixis, no veo ningún motivo por el cual Erie quisiera acercarse "sentimentalmente" si se lo puede llamar así al joven aprendiz de Vanth. Mucho menos veo motivo para que Yak acepte ese gesto de esa forma si él y Reeda no estaban (ni estuvieron nunca) en malos términos al finalizar la parte IV. Más allá de eso, el que no tuvieran diálogo alguno y solamente se narrara (de forma que no pudiéramos conocer sus pensamientos o sentimientos) no ayudó mucho en eso. Como dije, para mí fue un evento muy aleatorio. Vanth ha sido asesinado, poniendo a Erie como líder. Así que asumo que ella como Yak y Reeda serán los representantes de la especie de Neonia que veremos aquí. Espero ver mucho más de ellos que simplemente un triángulo amoroso que salió de la nada. Ojo, no me molestaría un triángulo amoroso siempre que esté bien llevado, pero su comienzo (suponiendo que se extienda) fue muy random. Vanth era un personaje muy gris. Tenía cosas que me agradaban y cosas que no, y eso en mi opinión lo hacía una gran carta en el juego. La opinión de su muerte ya la comenté en el capítulo final de la parte IV, pero quiero aprovechar esta ocasión para expresar mi deseo de que su muerte ayude a que los 3 neonianos con relevancia que han quedado sean catapultados como personajes, y no que nos deje con solo un triángulo amoroso y ya. Creo que fue algo apresurado juzgar el futuro de 3 personajes en base a un párrafo de una escena, pero así es como me hizo sentir ese fragmento.

    Zyon es un personaje que también me gustaría mucho ver más. Es una inteligencia artificial que logró escapar al control del Supremo. En la parte II él estuvo muy relegado. En la parte III él no hizo casi nada hasta el capítulo final y la parte IV fue lo mejor que vimos de él con las cosas que ha hecho con el grupo tales como salvar la vida de Lill, entrenar con el grupo y también sus comentarios cómicos que tanta gracia me hicieron. Pero creo que Zyon es un personaje con un gran poder destructivo como para ser solo un robot de apoyo y un alivio cómico. West, por su parte está cumpliendo su deber. Me resulta raro lo de Cinthia. Ella se puso a coquetear con Lill en frente de West. Es obvio que West aceleró sus conclusiones, pero motivos para estar molesto con ella y no querer verla los tiene. La escena de Arva con la flor fue de las cosas que más me gustaron. Fue una escena bonita y a la vez triste, lo cual sigue estirando la brecha entre esta historia y todas las demás que has hecho. Ha sido un pequeño pero simbólico detalle, y espero por el momento en el que los mellizos de la mujer nazcan y ella pueda llevarlos a ver la flor que nació en el lugar donde Axlor ha muerto.

    La escena de Hylda y los recuerdos de su padre quien fuera alguna vez el líder (o Elegido) de los suyos fue bastante buena. Ver como este le explica la diferencia entre los contrastes ha estado muy bien, y más aún sabiendo que ella puede ver sus recuerdos a causa de su ADN. Estoy seguro de que conoceremos más y a mayor profundidad al Elegido de los sylerianos, pese a que está muerto, de una manera bastante original y poco vista, y que será bueno ver el contraste que hay entre Hylda y su padre. Estaré esperando por ver más de la líder syleriana en el futuro.

    Por último, el capítulo cierra con Sun. Sigo sin creer que ella siga suelta después de las cosas que hizo. Ocasionó una guerra civil y quiso asesinar a nadie más que la propia gobernadora. Que nadie la haya encarcelado ni a ella ni a la Resistencia habla de lo desesperados que deben estar en todo este conflicto. Me pregunto si el plan de Lill es que los miembros de la Resistencia se maten entre sí con los Anixis para que se debiliten y así luego lidiar de forma más sencilla con los remanentes que queden con vida, en lugar de simplemente encarcelar a Sun y ocasionar un conflicto innecesario con la Resistencia, cuyos números desconocen en gran parte, cuando tienen otro conflicto más grande a sus puertas. Pienso que eso es lógico, pero no tengo pruebas de que sea cierto. Espero que sea cual sea el caso, estén preparados para lidiar con ellos cuando todo termine. Iniciar una guerra civil no puede quedar impune sin castigar ni que sea a uno de los líderes. Pero ya veremos como termina.

    Bueno, este comentario ha sido larguísimo, y eso que el capítulo no era de una longitud tan grande. Para que veas lo buena que es tu historia y todo el tema de conversación que se puede sacar de aquí XD. Me pregunto si el siguiente capítulo nos dejará en Neonia o si nos llevará de regreso a Paraíso, o incluso si estaremos en ambos lugares al mismo tiempo. Sea como sea, esperaré paciente al jueves próximo para leer. Y otra cosa que también espero es que Lill y Snow se reconcilien pronto. Aunque sé que pasará, la espera me mata XD.

    Hasta la próxima.
     
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    Manuvalk

    Manuvalk el ahora es efímero

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    Los Viajeros V: Regresión
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    Ya está aquí el tercer capítulo de ésta parte V de Los Viajeros. Éste tratará exclusivamente sobre los personajes de Paraíso (el anterior fue de los de Neonia y el primero de los de Paraíso) y el próximo tratará de los de Neonia, para después, el que será el quinto capítulo, ya deje dicha dinámica. Simplemente quería avisar de esto. Reydelaperdicion gracias por seguir aquí, no distraeré más, les dejo con la lectura.




    Haciendo amigos







    Sith proseguía con su trabajo, que esta vez era el de terminar de construir un pequeño satélite que sería enviado al sistema de Neon para espiar a la alianza formada por humanos, neonianos y sylerianos. Mientras el ingeniero se entretenía con el aparato y sus herramientas, la puerta de la sala se cerró detrás de él.

    — Ya te he dicho que sí, Bárbara, estoy en ello — Dijo Regan con resignación sin siquiera voltearse.

    — Te confundes de persona.

    Sith se giró rápidamente y sobresaltado, observando ante él a un soldado cualquiera que tenía el casco quitado y le miraba con una seriedad que intimidaba.

    — ¿Qui... quién eres? — Preguntó el ingeniero, asustado.

    — Logan Smith, un soldado más al servicio de nuestro adorable Emperador... — Lio se aproximó al ingeniero hasta colocarse frente a él — Sith, ¿verdad? ¿Ese es tu nombre?

    — Así es... — El hombre se sentía completamente intimidado — Oye, amigo, no sé qué es lo que quieres pero plantarte aquí delante mía con ese aspecto robótico no es muy cómodo que se diga...

    — Tranquilo, Sith — El hombre de Ceres cesó su postura intimidatoria y se sentó a escasos metros del tipo — No vengo a asustarte ni nada por el estilo, simplemente quiero pedirte un favor.

    — U... un, ¿favor?

    — Exactamente — Santos se cruzó de brazos mientras se hallaba sentado sobre un taburete — Necesito que cuando acabes con ese satélite, me construyas una baliza de datos para enviarla al mismo destino que tu anterior proyecto, ¿me explico?

    Sith permaneció en silencio durante casi un minuto, completamente sorprendido y extrañado de que un soldado Anixis cualquiera le pidiera hacer algo que solo el Emperador Gar Xom podía ordenar. Lio tenía paciencia pero se le agotaba conforme el silencio se hacía más largo y la respuesta del ingeniero no llegaba.

    — ¿Es una orden del Emperador Xom?

    El hombre de Ceres se levantó rápidamente de su taburete y se abalanzó sobre el ingeniero Regan, colocando su antebrazo derecho sobre el cuello del hombre y sujetando con la mano izquierda un destornillador con la punta en la zona del riñón. Sith soltó un breve alarido que fue interrumpido cuando el movimiento del soldado cesó.

    — Es una orden mía, capullo — Musitó Lio, cansado de aparentar.

    Sith comenzó a asentir repetidas veces, aterrado y tembloroso, mientras Santos se iba apartando de él lentamente, dejando el destornillador sobre la mesa. Acto seguido, el soldado infiltrado cogió el casco de su traje y se dirigió a la salida, no sin antes despedirse.

    — Si me delatas, si no me obedeces, si intentas cualquier cosa contra mí — Lio miraba al ingeniero de forma desafiante — Ese satélite será lo último que construyas, porque te romperé las dos manos.

    El hombre de Ceres se marchó tras decir esas últimas palabras, dejando al ingeniero Regan apoyado sobre la mesa repleta de chatarra con un escalofrío recorriéndole la columna vertebral y varias gotas de sudor cayendo por los costados de su frente.

    [...]

    Habían pasado ocho días desde aquella conversación que un infiltrado Lio mantuvo con el ingeniero Sith Regan en la base militar de Ciudad Anixis. Santos se instaló en una de las tantas viviendas vacías que había en la ciudad y que nadie reclamaría, sin embargo, su preocupación constante era el hecho de que no había registros ni informes suyos en la base de datos del arca número cuatro y por ende tampoco en Paraíso, por lo que de querer conocer su identidad los soldados, estaría en serios problemas. No obstante, durante esos ocho días nadie le había preguntado nada, por lo que supuso que de momento estaba todo bien.

    La casa de Leonardo Santos en Paraíso no estaba nada mal. Pese a ser la casa estándar de la mayoría de ciudadanos, esta tenía un baño, una cocina, dos habitaciones y un salón, todo de tamaño normal y haciendo de dicho hogar, un lugar acogedor para cualquiera. Nadie se quejaba de cuanto espacio pudiese tener o cuanto le faltara, pues lo principal era la comodidad en tu propia casa. El hombre de Ceres se encontraba recostado en la cama de una de las habitaciones con la mirada perdida en el techo cuando comenzó a escuchar repetidos golpes en la pared de esta, que daba al exterior de la vivienda con una anexa a la suya.

    El hombre permaneció tranquilo durante unos minutos pero debido a que los golpes eran constantes, se levantó rápidamente y con el torso desnudo pero con un pantalón corto y salió de la vivienda para ver que estaba provocando dichos ruidos. Cuando dobló la esquina de su casa, Lio vio a una niña rubia de corta edad sentada en el suelo, lanzando una pelota de mano contra la pared que daba a la habitación donde Santos estaba tranquilamente. El hombre de Ceres se aproximó a la niña y cuando esta lanzó la pelota por enésima vez, Lio la cazó al vuelo, antes de que golpeara la pared de su casa.

    — ¿Por qué no lanzas la pelota contra la pared de tu casa, pequeña? — Lio comenzó a pasarse la pelota de una mano a la otra.

    — Mi madre está durmiendo — Musitó la niña con seriedad — Ahora dame la pelota.

    — ¿Tu madre no te ha enseñado modales? — Preguntó Lio al ver cómo le hablaba la joven, sin devolverle la pelota — Se pide por favor.

    — Mi madre me ha enseñado a no hablar con extraños — Respondió la pequeña, que se incorporó tras estar sentada todo el rato.

    — Vaya, pues creo que no estás cumpliendo con eso ahora mismo — Santos veía cómo la niña le miraba con mala cara — Si me dices cómo te llamas quizá te entregue la pelota.

    La niña se cruzó de brazos y apretó los labios en señal de frustración ante la sonrisa que Lio no pudo evitar mostrarle al ver su reacción.

    — Me llamo Iris — Tras decirlo, Lio le entregó la pelota — ¿Y tú?

    El hombre de Ceres no sabía cuál nombre decirle, pero tratándose de una niña no quería mentirle, contar su verdadero nombre era un riesgo que estaba dispuesto a asumir.

    — Soy Lio — Dijo el hombre tendiéndole la mano y colocándose a su misma altura — Es un placer conocerte, Iris.

    — Igualmente, Lio.

    La pequeña Iris se dispuso a regresar al interior de su casa, que era la que se hallaba al lado de la del hombre, cuando Santos le llamó la atención antes de que se marchara al indicarle con el dedo índice de su mano derecha que regresara a dónde él se encontraba, cosa que obedeció la niña.

    — Mi nombre es un secreto, no puedes contárselo a nadie — Murmuró Lio — ¿Entendido?

    — Vale — Musitó Iris, que mostró una expresión de sorpresa en su rostro al conocer que se trataba de un secreto — ¡Adiós, Lio!

    El hombre de Ceres se despidió de la niña con la mano y acto seguido se dispuso a regresar a su vivienda cuando se encontró con un soldado en la puerta, a punto de tocar. Al ver a Lio delante suya, el soldado se aproximó a él y le entregó una carta, cosa que sorprendió al hombre.

    — El Emperador requiere tu presencia en las pruebas — Murmuró el soldado con seriedad, entregando la invitación en mano.

    — Un momento, ¿qué pruebas? — Lio no entendía a qué se refería.

    — El Emperador Xom ha convocado unas pruebas que van a probar las habilidades de los que se apunten, que se irán eliminando hasta quedar solo uno — Explicó el hombre con total tranquilidad — No es la primera vez que las hace, anteriormente las ganaba su hijo Deon pero en esta no participará y quién gane obtendrá un rango superior.

    — Entiendo, pero yo no he pedido esta prueba.

    — También la repartimos entre los ciudadanos, es su oportunidad de ser soldados si quieren serlo — El hombre se mostraba comprensible — Tranquilo, es solo una invitación, no estás obligado.

    Una vez explicado, el soldado Anixis se marchó de la entrada a la vivienda de Lio, quién observaba la carta muy extrañado. En ese momento, no se percató de que una mujer rubia salió de la casa de al lado y se aproximaba a él de manera decidida. Antes de que pudiese reaccionar, el hombre de Ceres ya la tenía delante suya.

    — No sabía que tenía un vecino nuevo — Dijo la mujer mientras sonreía y tendía su mano — Soy Lina Burns, tu vecina.

    — Logan Smith, un placer — Lio usó su tapadera a diferencia de con la niña pequeña llamada Iris — ¿Me recuerdas?

    — ¿Tú eras ese soldado que me preguntó por mí nombre en la base de Caronte? — Lina se mostró muy sorprendida — Tu voz me sonaba pero cómo no te quitaste el casco...

    Lio comprobó que la mujer no se acordaba de él, pues estuvieron en la misma colonia de Ceres durante algunos años. Ella era la secretaria del representante Jim Baker y él era su recadero básicamente, por lo que ambos cruzaron sus caminos varias pero breves veces. Santos no pudo evitar sentirse aliviado de que no le reconociera cómo tal, pues temía que la mujer pudiese delatarle.

    — Bueno, ahora no tengo el casco puesto — Lio sonrió — Bueno, ahora debo irme. Mucho gusto en volver a verte, Lina.

    — Lo mismo digo, Logan.

    Lina le devolvió la sonrisa y se marchó de regreso a su casa. Lio la observó de arriba a abajo, viendo que aquella muchacha que conoció de vista en Ceres había madurado en todos los aspectos, especialmente físicamente. Su pelo largo y rubio le cubría toda la espalda cuando no lo tenía recogido y su complexión era normal, sin embargo, era un poco más bajita en altura que el hombre de Ceres.

    Santos entró en su vivienda, se vistió con el traje de soldado que robó en la nave con la que llegó a Paraíso y puso rumbo a la base militar de Ciudad Anixis. Mientras paseaba por las calles, el hombre apreciaba una similitud notable con las calles de la Tierra, sintiéndose por unos instantes un tanto nostálgico. Aquello le hizo pensar que una vez terminaran todos los conflictos y fuese dónde fuese, volvería a montar un taller de reparación de lanzaderas civiles, tal y cómo tenía en la Tierra junto a su hermano Fabián.

    El trayecto a la base militar no le tomó demasiado tiempo y se presentó en su entrada con la invitación en la mano, no obstante, Lio no contaba con el único detalle que no tenía controlado en su infiltración.

    — Identificación, por favor — Le requirió uno de los soldados que se encontraba en la puerta.

    Lio sabía que se encontraba en una situación precaria y que tendría que sacarse una buena excusa para que no se descubriera su tapadera.

    — Vaya, es que resulta que no tengo — Dijo el hombre de Ceres con un falso disgusto encima — Nadie me la ha pedido nunca.

    — ¿Estuvo a bordo del arca? — Preguntó el soldado, tratando de sacar conclusiones.

    — Lo estuve, pero como polizón — Respondió Lio con una farsa — Verá, no tenía dinero para pagar el pasaje y... bueno, me escabullí para entrar.

    — ¿Ni siquiera viajó con identificación encima?

    — La dejé en la Tierra, no la creí necesaria — Murmuró Lio — Quería un nuevo comienzo y con ello una nueva identidad. No quise volver a ser el hombre que fui en el pasado.

    — Está bien, le incluiré en la base de datos — El soldado no quería más pérdida de tiempo — ¿Cuál es su nombre?

    — Logan Smith.

    El soldado tecleó un par de cosas en lo que parecía ser un ordenador por el que comprobaba identidades y tras dos minutos, dio el visto bueno para que Lio entrara en la base. El hombre de Ceres avanzó durante un rato hasta llegar al lugar específico indicado por varios soldados, donde personas en una fila esperaban su turno para ser oficialmente partícipes de las pruebas, una vez se les colocaba un sello impregnado en la piel. Poco a poco la fila fue acortándose hasta que llegó Lio a un pequeño mostrador donde se encontraba la general Bárbara Mason, quién no lo reconoció al no verle la cara por el casco.

    — Su nombre, por favor.

    — Logan Smith.

    Bárbara le colocó el sello en la palma de su mano derecha e indicó que se aproximara el siguiente. Tras ella se encontraba Deon Xom, quién escoltaba a varios hasta el lugar dónde comenzarían las pruebas mientras explicaba en qué consistían y demás.

    — ...comenzareis corriendo durante diez kilómetros seguidos, pasando por las ruinas Anixis a las afueras de la ciudad para después realizar a nado cuatro kilómetros en el lago que os encontrareis delante. Recordad que hay límite de tiempo y quién no lo supere se queda fuera de la siguiente parte de la prueba. Bien, tras esto, encontrareis una torre que tendréis que escalar hasta su cima para después saltar sobre una nave en movimiento que solo pasará cinco veces, eliminando a aquellos que no hayan llegado antes. Finalmente, dicha nave os dejará en un lugar edificado que hemos preparado para un combate contra drones. Tendréis que encontrar armas de fuego que estarán escondidas y repartidas por el edificio, vuestro objetivo será subir a la terraza y ese será el ganador. Tened en cuenta que los drones no dispararán a matar, pero sí pueden dejaros malheridos y si hay sangre estáis eliminados. Si os disparáis entre sí o si matáis a un compañero obtendréis el mismo destino... para que quede claro, debe haber competitividad pero no ambición — Terminó de explicar el primer hijo del Emperador — ¡Muy bien, esperad la señal!

    Mientras Deon explicaba las pruebas y sus detalles, el grupo que le tocaba dejar en la línea de salida había cruzado un pasillo por el interior de la base militar para después salirse por la parte trasera y encontrarse en un sendero arenoso por el que iniciarían las pruebas. Al llegar, se encontraron con más grupos mientras esperaban al resto, haciendo finalmente un total de ciento noventa y tres personas que optaban por un único rango de general en las tropas Anixis mientras los finalistas serían oficialmente soldados —si es que no lo eran ya— y el resto debería esperar a la siguiente vez que el Emperador organizara unas nuevas pruebas.

    Lio era consciente de que obtener un rango superior le haría obtener más información de los movimientos de los humanizados Anixis y junto a la baliza de datos que Sith le estaba construyendo, podría enviar información al comandante Crane y el resto de amigos que tenía en Neonia, quiénes le creían muerto o desaparecido en el combate del Sector 0. El Emperador Gar Xom apareció detrás de toda la multitud que participaba, concretamente en la primera planta de la base militar y con un Flasher en la mano que apuntaba al cielo. El hombre de Ceres esperaba la señal y esta llegó en forma de disparo, por lo que todos comenzaron a correr.

    Rápidamente se demostró que la mayoría iba a jugar sucio, pues algunos comenzaban a empujarse entre sí para que se fueran quedando atrás y así ganar metros de cara al frente. Santos vio cómo un hombre de más altura y una barba que le cubría la mitad del rostro se disponía a cogerle del brazo para frenarle, por lo que Lio tomó del brazo a un tipo que tenía a su lado y lo lanzó contra el barbudo, provocando un choque entre estos que a su vez hicieron que varios chocaran también y se formara una especie de dominó donde las fichas iban cayendo una a una.

    Muy pronto, Leonardo se colocó junto a otros al frente del grupo que corría en dirección al lago. Eventualmente terminó viendo las ruinas Anixis de las que habló Deon durante su explicación de las pruebas y el hombre de Ceres las observó intrigado, pues le daba la sensación de que ahí podría haber algo interesante, sin embargo, no era el momento de inspeccionarlo. Para algunos, las piernas comenzaban a pesar y no todos tenían la misma energía una vez cumplidos los diez kilómetros de carrera. La llegada al lago hizo que Lio se lanzara de cabeza al agua y comenzara a nadar velozmente, alcanzando rápidamente la primera posición de las ciento noventa y tres personas que iban detrás suya.

    El Emperador Xom, su hijo Deon y la general Bar tenían un seguimiento total de todo lo que estaba ocurriendo mediante drones que sobrevolaban a los participantes y emitían la señal en directo para sus líderes. Vieron que Lio demostraba una perspicacia y una astucia sorprendentes además de una musculatura desarrollada cómo para colocarse casi sin sudar en la primera posición. Deon, quién había ganado todas las ediciones de pruebas hechas hasta la fecha, se arrepentía de no haber participado debido a su padre. Por su parte, Gar tenía esa emoción y curiosidad de quién ganaría por primera vez en mucho tiempo, pues las anteriores ocasiones solo servían para confirmar la facilidad con la que Deon mostraba su sobresaliente. Bárbara sentía curiosidad por saber quién era el hombre que estaba demostrando habilidades interesantes y que no parecía estar cansado en lo absoluto.

    El hombre de Ceres fue el primero en salir del agua y a doscientos metros se hallaba una torre de piedra que parecía encontrarse en un estado de avanzado deterioro. Consciente de que si ponía una extremidad en falso podría caerse, Lio comenzó a agarrarse a las partes que sobresalían de la estructura y que se veían más resistentes, alcanzando la cima de los doce metros que tenía la torre en menos de tres minutos. Mientras subían varias personas y otras se caían, Lio comprobó que una de las personas que estaba subiendo era la mujer que conoció en el interior de la mina en la base de Caronte, justo antes de reconocer a Lina. Recordó que dicha mujer se llamaba Cia, tal y cómo Lina la llamó, sorprendiéndose de verla allí.

    Cia llegó a la cima junto a otros más justo cuando el primer viaje de la nave llegaba. Los presentes en la pequeña pero cada vez más amontonada cima de la torre tuvieron que saltar hacia la nave, provocando que algunos no llegaran y cayeran al suelo, partiéndose las piernas o sufriendo otros severos daños. Santos observaba desde el interior de la nave y con horror cómo algunos caían; mientras unos yacían en el suelo gritando de dolor, otros simplemente habían caído tan mal que morían en el acto. La pequeña nave que realizaría más viajes para traer a unos pocos más dejó al primer grupo en una zona de edificios derrumbados, para que permaneciera a la espera del resto hasta poder empezar la siguiente prueba. Lio quiso aprovechar la breve pausa para conocer a Cia, quién le había sorprendido gratamente tras haberla visto en la mina quejarse de todo y ahora mostrando sus capacidades.

    — Cia, ¿verdad? — El hombre de Ceres quiso presentarse — Logan Smith.

    — ¿Cómo sabes mí nombre? — La mujer tenía el pelo corto por el cuello, unos ojos grandes y unos labios pronunciados que no pasaban desapercibidos para nadie — ¿Nos conocemos, Logan Smith?

    — Así es, en las minas de la base de Caronte — Respondió Lio con sinceridad — Yo llevé la carga explosiva y tú te quejabas.

    — No me quejaba, simplemente expresaba lo que muchos otros más piensan — Dijo Cia, molesta por el comentario del hombre — Recuerda éste nombre: Cia Jenner.

    — ¿Por qué debería recordarlo? — Santos se hacía el interesante.

    — Porque es el nombre de quién va a ganar ese rango de general en el ejército — Tras eso, Cia Jenner le dio la espalda al hombre con una sonrisa pícara.

    Finalmente se cumplieron los cinco viajes que la nave realizaría para dejar cinco grupos de diez personas cada uno en un edificio en ruinas que estaba plagado de drones. Dicha fase de la prueba consistía en encontrar alguna arma de fuego para abrirse paso entre las máquinas con el objetivo de alcanzar la cima del edificio, convirtiéndose en el ganador de las pruebas y por ende en la persona que obtendría el rango de general del ejército Anixis, junto a la única en ese puesto hasta el momento, Bárbara Mason.

    Las cincuenta personas de un total de ciento noventa y tres corrieron al interior del edificio para buscar un arma con la que defenderse. Estaba prohibido dispararse entre sí, por lo que cada uno debía centrarse en llegar lo antes posible a la terraza. Algunos decidieron evadir el combate contra los drones y comenzaron a escalar por la parte exterior del edificio, pero los drones no eran tontos y pese a que tenían en su programación para las pruebas el no matar, sí podían herir levemente a los participantes. Aquellos que estaban tratando de alcanzar la cima sin sujetar un arma recibieron varios disparos de metralla por parte de las torretas incorporadas en los drones, provocando que cayeran cómo moscas al suelo.

    Lio irrumpió en el edificio, encontrándose en un largo pasillo vacío excepto por un pequeño mueble con dos cajones. Tanto él cómo otro tipo lo vieron, por lo que ambos se abalanzaron para buscar ahí un arma. El hombre se adelantó a Lio y abrió los cajones rápidamente, encontrando un Flasher en el segundo cajón. Sin embargo, antes de que su mano tocara el arma, el hombre de Ceres apartó al tipo de un empujón, tomando el arma y ganando tiempo. Furioso por lo ocurrido, el mismo hombre persiguió a Santos por detrás y trató de arrebatarle el arma, recibiendo un culatazo por parte del hombre de Ceres, que le dejó tirado en el suelo y aturdido.

    Leonardo se volteó solo para encontrarse de cara con un dron que estaba a punto de disparar, momento en el que el hombre se lanzó sobre una ventana para salir de la línea de tiro de la máquina, la cuál hirió al hombre que Lio había dejado aturdido. Acto seguido el dron comenzó a recibir varios disparos de plasma que provenían de la Flasher del hombre de Ceres, acabando con el robot. Santos observó que Cia ya se encontraba en la segunda planta junto a otros, disparando unidos a varios drones, por lo que aceleró y comenzó a subir las escaleras rápidamente hasta encontrarse junto a otros participantes más que enfrentaban al enemigo común.

    Aprovechando que estaban todos ocupados con los drones, Lio fue buscando coberturas mientras corría en medio del fuego cruzado, con el riesgo de recibir disparos por dos lados y morir sin quererlo. Sus reflejos era dignos de admirar, tanto, que desde la comodidad de la lejanía, el Emperador Xom se deleitaba con sus habilidades ante la mirada asombrada de Bárbara y la seriedad de Deon. Santos se cubrió tras un pilar y acto seguido rodó por el suelo hasta cubrirse tras un pequeño muro partido, momento que aprovechó para salir de su cobertura y disparar a los drones que se interponían en el camino entre él y las escaleras que llevaban hacia arriba.

    Cia se percató de la jugada de Lio y no dudó en hacerla, desmarcándose del combate para seguirle. El edificio tenía seis plantas y el hombre de Ceres fue subiendo escaleras hasta llegar a la quinta mientras los drones de las plantas bajas le seguían. Aquello provocó que cuando Jenner iba tras él, se encontrara de cara con todos esos drones, impidiéndole avanzar. Santos sonreía mientras veía funcionar su jugada maestra, encontrándose a solo subir unos escalones más y llegar a la cima que le coronaría cómo ganador de las pruebas.

    Pero de pronto se volteó al oír los disparos de una solitaria Cia contra una docena de drones. Yendo contra las pruebas, el hombre de Ceres volvió a bajar hasta la cuarta planta. La mujer se hallaba tras una pared de piedra mientras la docena de drones que perseguían a Lio hasta encontrarla subiendo a ella le disparaban incesantemente. El hombre se asomó por las escaleras y comenzó a disparar decidido a ayudarla, dándole así un margen para escapar.

    — ¡Rápido! — Exclamó Lio, llamando la atención de la mujer — ¡Corre hacia las escaleras, ahora!

    Cia obedeció las indicaciones del hombre y corrió hacia las escaleras dónde él mismo se hallaba, escapando así de esa docena de drones que no se quedaría ahí. Ni siquiera tuvieron tiempo para mirarse pues los drones iniciaron la persecución esta vez contra los dos para evitar que alcanzaran la cima del edificio. Ambos corrieron velozmente por las escaleras hasta llegar a la última planta y cuando solo les quedaban escasos escalones, Jenner le hizo la zancadilla al hombre, provocando que éste cayera tras ella. Sin embargo, Lio fue rápido y la tomó de la pierna, provocando que ella también cayera.

    Los drones subían rápidamente y era cuestión de segundos que les alcanzaran, por lo que el hombre de Ceres apuntó con su Flasher y comenzó a disparar a los drones que iban a apareciendo uno a uno, aniquilando a toda esa docena de máquinas. Rápidamente se volteó, solo para comprobar que Cia había aprovechado aquello para llegar a la terraza del edificio y obtener la victoria. Resignado por haber tenido el premio en sus manos, el hombre de Ceres se trató de incorporar en aquellos escalones mientras una mano se tendía delante suya.

    — Lo importante es participar, Smith — Murmuró la mujer, con una sonrisa burlona en su rostro mientras mantenía su mano tendida — En serio, bien jugado.

    — Sé lo que es ganarme la vida haciendo trampas, así que no voy a echártelo en cara — Lio se ayudó de la mano de la mujer para levantarse — Enhorabuena, Jenner.

    Cia sonrió agradecida mientras zarandeaba la mano de Lio cómo muestra de respeto, no obstante, el ruido de una nave sobre el edificio llamó la atención de ambos, que subieron definitivamente a la terraza para encontrarse bajando de dicha nave al Emperador Gar Xom acompañado de su hijo Deon y de la general Bar. El trío de líderes se aproximaron a la ganadora y al hombre que lo tuvo tan cerca para felicitarles.

    — Excelente vuestro desarrollo en estas pruebas — El Emperador sonreía satisfecho con lo visto — ¿Cuál es tu nombre, mujer?

    — Cia Jenner, señor — Musitó, visiblemente alegre.

    El Emperador Xom le indicó a Bárbara que ésta le entregara algo a la ganadora, resultando ser una insignia que la acreditaba cómo nueva miembro del ejército Anixis con el rango más alto: el de general.

    — Muchas gracias, esto significa mucho para mí — Se sinceró Cia, tomando su premio.

    La mujer, que Lio se encontró trabajando en las minas de la base de Caronte, sentía un alivio inconmensurable. Cia siempre había estado realizando trabajos forzosos en las minas y en otros lugares, sufriendo por obtener comida y un techo bajo el que dormir. Sin embargo, entrenó muy duro consciente de que si entraba en el ejército del Emperador Gar Xom, su vida cambiaría por completo. Dejaría atrás una vida de esclava que vivían muchos de los ciudadanos que no podían permitirse pagar los impuestos requeridos por el Emperador y que pasaban unos días en Paraíso junto a sus familias para después dirigirse a trabajar a otras bases del cinturón de asteroides, tal y cómo le ocurría a Lina y a la propia Cia, quién ya no tendría de qué preocuparse por eso.

    — Y tú, ¿cómo te llamas? — El Emperador se aproximó a Lio con intriga.

    — Logan Smith.

    — Ha sido increíble, Logan, ¿dónde ha estado todo este tiempo un hombre con tus habilidades?

    — Sobreviviendo — Respondió Santos, con la mirada de todos los presentes sobre él.

    — No has logrado el puesto de general por muy poco, pero quiero que sepas que serás el segundo al mando en el escuadrón de la general Bar — Las palabras de Gar Xom dejaron perplejos tanto a su hijo Deon cómo a la propia general — De hecho, mañana tienes tu primera misión bajo su mando.

    Deon miró a su padre con cierta sorpresa mientras Bárbara miraba de arriba a abajo a Lio. Cia sabía que su momento de liderar al escuadrón que le asignasen tendría que esperar, pero estaba muy sorprendida con lo que le acababan de comunicar al hombre que apenas conocía.

    — Será un honor, Emperador Xom — Dijo Leonardo, manteniendo su farsa de manera impecable.

    — Antes de regresar a la base militar... — Bárbara se aproximó al que era oficialmente su mano derecha — ¿Por qué bajaste a ayudarla cuando tenías la victoria en tu mano? Eras consciente de que los drones no iban a mataros, entonces, ¿por qué?

    El Emperador alzó el mentón, interesado en conocer la respuesta de Lio. Deon lo miraba con mucha seriedad, cómo aquel quién mira a un potencial rival, mientras que Cia se volteó para mirarle fijamente a los ojos, también intrigada en saber el porqué se paró a ayudarla con los drones. El hombre de Ceres miró a Cia, después a Bárbara y sonrió.

    — Tan solo estoy haciendo amigos.
     
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    Agus estresado

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    Saludos amigo, paso a comentar este capítulo.

    Tengo que decir que me ha encantado XD. Mucho más agradable de leer y más dinámico que los dos capítulos anteriores. Pero pasaré a comentar. Me agrada el hecho de que haya un capítulo para una locación y luego otro para la siguiente. Y más me agrada el hecho de que pronto las dos tramas tendrán capítulos combinados (o compartidos). Imagino que serán más largos cuando eso suceda, pero está por verse. Pasaré a comentar el capítulo.

    Me sorprende la crueldad con la que Lio se le acercó a Sith. Y debo decir que, de no ser por el hecho de que Sith sea un cobarde (al menos esa es la sensación que me da) Lio podría estar ya bajo tierra con su tapadera descubierta. Se ve que él la tuvo muy fácil para poder pasar la vida tranquila en Paraíso, demostrando una vez más que los seres superiores de superiores tenían muy poco. Aunque sí es cierto que esta infiltración fue mucho más difícil para Lio que las veces en que Lill y Eron se infiltraron y destruyeron las naves de los anixis XD.

    Lio ha conocido a Iris, y también ha vuelto a hablar con Lina. Lo malo es que a cada una le dio un nombre diferente, y al no tener idea de que Lina es madre de la niña, podría haber cometido un grave error. O tal vez no, recordando que Lina odia el imperio de Gar, quizá cuando descubra la verdad quiera aprovechar eso para realizar una especie de escape de Paraíso. Solo espero que eso, y las acciones tan crueles que tuvo contra Sith no tengan repercusiones. Creo que Lio debería haber intentado pasar más desapercibido, pero no hay duda de que a él se le da bien infiltrarse. Ya se infiltró antes en los Viajeros a favor de Jim y ahora se infiltra entre los Anixis a favor de Lill y los demás. Eso me da cierto miedo. Lio es de mis personajes favoritos, y su personaje ha dado una vuelta de 360° en lo que a trama se refiere. Empezó como infiltrado y ahora, 5 partes después, volvió a lo mismo. Claro que las circunstancias son diferentes, ya que antes era por los intereses de un criminal y ahora es por los intereses de sus amigos. Lo que me da miedo es también eso. La primera vez que se infiltró, no lo descubrieron y quien lo estaba siguiendo, Kiat creo que era, lo terminaron asesinando. Ahora temo que no cuente con esa suerte y que sí logren descubrirlo. En fin, se me hace que esta parte es la despedida de Lio para esta historia, lo cual sería un golpe doloroso, puesto a que su personaje me agrada :anicry:

    Las pruebas tengo que decir que fueron bastante severas. Lo que me sorprende es que se menciona que Deon fue quien superó las pruebas casi siempre, pero luego, cuando se trata de combate, no es nada muy especial. Etyah, que era un cadete en la academia de Eron, le dio una pelea muy pareja. Sí, ya sé que al final Deon lo mató y que venía cansado de pelear con Ender, pero Etyah le dio muchos problemas. Cuesta creer que Deon haya logrado pasar las pruebas tan duras antes, pero eso me llena de alivio, ya que indica que los soldados de Neonia tendrían más chances de ganarles en batalla a los anixis. Digo, si un cadete pudo manejarse bien con el más potente, entonces soldados como Lill, Eron, Ashley, Yak, Reeda, Om, Zyon, incluso tal vez la propia Snow, podrían darles batalla. Ojalá no equivocarme.

    Al final, quien ha ganado la competencia ha sido Cia, a quien quiero ver más a fondo en próximos capítulos, ya que ella no salió en el spin off anterior. También tengo muchos deseos de ver si Lio aprovecha que ha empezado bien pie su relación con ella, y que al ser asignado bajo las órdenes de Bárbara, que pueda obtener más información. Ojalá el proyecto de Sith le dé resultado, ya que lo que más quiero es que la alianza de Neonia haga pedazos a los Anixis para que finalmente la amenaza de este pseudo imperio (curioso que se llamen así cuando no tienen ni su planeta entero explorado, pero es comprensible que en 5 años no conozcan del todo Paraíso cuando nosotros mismos tras miles de años aún no conocemos del todo la Tierra).

    Si no recuerdo mal, Lio se ha fijado en las ruinas de Paraíso, y me pregunto si él irá a echar un vistazo y si podrá encontrar algo útil o interesante para él o para sus amigos. Así que supongo que habrá que esperar hasta el capítulo 5 para continuar las aventuras de LS (recién ahora me doy cuenta de que Lio Santos y Logan Smith comparten iniciales XD, igualmente su nombre solo tomó relevancia aquí así que no es que lo tuviera tan presente) en Paraíso.

    Me emociona pensar en que el siguiente capítulo veremos al grupo de Neonia, ya que quiero ver que tal es la misión de reconocimiento en Paraíso. Eron, un syleriano cuyo nombre no recuerdo XD, y alguien de los neonianos aún no confirmado, la van a tener difícil y quiero ver como se preparan. Y lo más importante, que digo importante, primordial, es que quiero ver la reconciliación de dos personajes que adoro. Ya sabes a lo que me refiero. Eso es lo que más espero del próximo capítulo, y más te vale que me lo des XD........ fuera de broma, por tu bien, espero que lo hagas.

    Será hasta la semana siguiente si la universidad me lo permite. Bye.
     
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    Manuvalk

    Manuvalk el ahora es efímero

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    Los Viajeros V: Regresión
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    Este capítulo se centra, tras el anterior en Paraíso, de nuevo en Neonia y sus personajes. Si no me equivoco, a partir del siguiente a éste, se mezclarán diferentes tramas en un mismo capítulo. Sin nada más que añadir, les dejó con la lectura. Gracias, cómo siempre, a Reydelaperdicion por estar siempre ahí.



    Tiempo para pensar







    Gina dormía plácidamente en su cama ante la mirada de su madre, quién la tapó correctamente para evitar que cogiera frío. Tan solo unas pocas lámparas estaban encendidas en toda la casa con una luz tenue y débil que no molestaba en absoluto. Snow sonreía al ver a su pequeña hija descansar y acto seguido se dirigió al salón para encontrarse allí sentado, en el sofá, a su marido y comandante Lill Crane. Éste se veía pensativo y cabizbajo mientras observaba cartas de viajes espaciales, algunas de ellas cartografiadas por él mismo durante su etapa de cartógrafo a bordo de la Arcadia. La gobernadora Carver lo vio y se sentó a su lado, acariciando la espalda del hombre, que apenas levantó la vista de las cartas de navegación espacial.

    — ¿Qué es lo que te preocupa? — La mujer lo conocía lo suficiente cómo para saber que le ocurría algo.

    — Lo que nos preocupa a todos — Respondió Lill, serio — Que los conflictos se acaben de una maldita vez.

    Snow asintió, recordando la conversación que había tenido con Ender esa misma mañana. La mujer le quitó las cartas espaciales a su marido y las dejó en la mesa para tomar sus manos y hacer que éste le mirara a los ojos.

    — Quizá es inevitable que no hayan conflictos, pero sí podemos evitar el actual contra los Anixis — La gobernadora Carver trataba de convencer al hombre — Ender puede concertar una videoconferencia con su padre, el Emperador, quizá incluso una reunión...

    — ¡Basta! — Exclamó el comandante Crane, quitando sus manos de las de su mujer — ¡Me da igual que sean humanos! ¡Ellos han querido esto! ¡El conflicto acabará cuando estén muertos!

    — Baja la maldita voz, Lill Crane, no te lo volveré a repetir — Snow se molestó bastante — Nuestra hija está durmiendo.

    — No sé que habrás estado hablando con Ender ni qué ideas te habrá metido en la cabeza, pero un trato con los Anixis no es ni siquiera una opción planteable — Dijo Lill, cansado de oír sobre la misma propuesta.

    — ¿Por qué actúas así? ¿Qué mierda pasa contigo? — Snow no comprendía en lo absoluto a su pareja desde hacía más de una semana — Te comportas cómo un militar que solo quiere apretar el gatillo. ¿Eso es lo que quieres enseñarle a tu hija?

    — No metas a Gina en esto — El comandante se sintió chantajeado — Ella no tiene nada que ver en el hecho de que pensemos diferente respecto a esta situación.

    — Ella lo tiene todo que ver, Lill, es el futuro — Snow trataba de hacerle entrar en razón — Dependiendo de nuestras decisiones, le dejaremos un mundo completamente distinto a los niños de ahora, y no comparto en lo absoluto que ese mundo sea un lugar en el que cuando algo te molesta simplemente debas erradicarlo. Existen otras formas de hacer las cosas, no todo se resume a promover guerras absurdas. Los Anixis son humanos, te guste o no, y eso les convierte en nuestra gente. Creo que al menos debemos intentarlo por la vía pacífica, ¿no crees?

    — Ellos también vinieron con una supuesta ley pacifista y escondidos tras unos trajes para hacernos creer que eran alienigenas — Le reprochó Lill — ¿Por qué no se mostraron cómo eran y trataron ellos de hacer un trato con nosotros? La respuesta es evidente: no quieren ningún trato. No sé porqué será, pero nos quieren muertos o para otra cosa.

    — Nosotros no somos cómo ellos, quizá si ven eso, se decidan a colaborar — La gobernadora trataba a la desesperada de convencer a su marido.

    — Basta, Snow, no vas a hacerme cambiar de idea — Sentenció el comandante Crane, serio — Deja de creer que todo va a ser así de fácil.

    Snow asintió visiblemente molesta con la actitud de su pareja, incorporándose del sofá de forma abrupta ante la mirada de éste. La mujer se dispuso a irse pero al último instante se frenó y volvió al salón para colocarse frente al comandante con evidente enfado.

    — Será mejor que recojas tus cosas y te vayas a otro sitio — Las palabras de Snow sonaban hirientes — No voy a permitir que tu actitud me incomode ni a mí ni a Regina. Si quieres liderar una puta batalla, allá tú, pero yo soy la gobernadora de la humanidad y haré lo que crea conveniente. Tú eres el comandante, estás bajo mí mando. Y cómo marido, me estás defraudando no por tus ideas sino por tu repentino cambio en la forma de ser. Ahora mismo, no eres ni de lejos el Lill Crane del que me enamoré. No sé si la muerte de Vanth te ha provocado ese cambio, pero dudo mucho que él quisiera verte así. Tú eras un hombre de bien, de paz, de agotar las opciones que tenías antes de iniciar un conflicto... pero parece que eso ha cambiado. Creo que necesitamos tomarnos un tiempo el uno del otro.

    Lill permaneció inmóvil sin saber qué decir mientras Snow se marchaba a su cama, que esa noche no compartiría con su marido sino que sería solo para ella. El comandante jamás hubiese pensando que su propia mujer se cansaría de él y se lo diría de esa manera. Todo lo ocurrido con Vanth y previamente habían hecho en Lill un hombre quizá demasiado duro e insensible, cosa que él mismo había notado. La mujer se recostó en su cama y apretó la almohada contra su rostro mientras las lágrimas le recorrían las mejillas, pues se sentía horrible al haber echado de su vivienda a su pareja, pero tenía claro que o cambiaba su actitud extremista o corría el riesgo de que ella decidiera que sus caminos se debían separar.

    [...]

    A la mañana siguiente, los tres elegidos para embarcarse en la misión de reconocimiento de la ubicación de los Anixis en Paraíso se encontraban en los alrededores de Promesa junto a una pequeña nave que les llevaría. La duración del viaje sería algo similar a la que se tomaba el ir de Neonia a Syleria, unos diez días aproximadamente. Eron, Reeda y Uriow serían los encargados que evaluar el sistema dónde vivían los humanizados Anixis para así sacar alguna ventaja de cara a un posible ataque sobre su planeta.

    Mientras algunos soldados se encargaban de proveer la nave de suministros de todo tipo para esos diez días en el espacio, los líderes de las tres especies que conformaban la alianza se encontraban allí junto a sus elegidos, además de algún ser querido para ellos, con el fin de despedirse apropiadamente antes de comenzar el viaje. Eron y Ashley se estaban besando apasionadamente hasta la llegada del comandante Crane, que también quiso despedirse de su amigo y subcomandante.

    — Perdón si interrumpo — Musitó Lill, apareciendo en el lugar — Solo quería desearte un buen viaje, hermano.

    — No interrumpes Lill, tranquilo — Asintió Ashley, dejando a ambos hombres a solas.

    — He de decirte que no me apetece mucho realizar esta misión — Comenzó diciendo Eron, sincerándose — Pero entiendo que todos debemos aportar en esta situación.

    — Te agradezco el esfuerzo, Eron, de verdad — El comandante se acercó a abrazar a su amigo — Regresad sanos y salvos.

    — Eso siempre — Murmuró Eron, que notó una mirada triste en el rostro de su amigo — Escucha Lill, ¿estás bien?

    — Sí, tranquilo — El comandante decidió no preocuparle — Cuídate.

    Mientras el comandante Lill Crane y la soldado Ashley Ripley se despedían del subcomandante Eron Tanner, en el caso de los neonianos no era muy diferente. Reeda, que sería la que viajaría en esa nave, se despedía de su pareja Yak bajo la atenta mirada de su líder Erie.

    — No os arriesguéis, ¿entendido? — Yak quería asegurarse de que no cometerían ninguna estupidez — Confirmad lo dicho por Ender y regresad.

    — Eso haremos — Musitó la neoniana, que acto seguido cambió de tema — Por cierto, dile a nuestra flamante líder que ahora que hemos encontrado más neonianos, se busque a otro chico, porque tú eres mío.

    — Vaya, ¿estás celosa? — Quetaryan no pudo evitar sonreír — Solo nos llevamos bien, soy su segundo al mando, eso es todo.

    — Eso espero, Yak — Dijo Klamp en un tono serio — No me gustaría tener que daros una lección a ambos.

    Tras sus últimas palabras, la neoniana se subió al interior de la nave ante la mirada desconcertada de Yak. El neoniano no quiso preocuparla pero realmente estaba hecho un lio respecto a sus sentimientos, pues Erie se estaba interesando por él de forma sutil y Quetaryan la encontraba realmente atractiva. Además el hecho de que estos últimos pasaron tiempo juntos mientras Reeda estaba perdida junto al fallecido Etyah provocaron cierta conexión entre la líder neoniana y el joven discípulo de Vanth.

    Por otro lado y en último lugar, se encontraba Uriow Emmon junto a los sylerianos Om Paokt y la Elegida Hylda Admir, quién se marcharía en unos días de regreso a Syleria para retomar el liderazgo en su principal y única colonia. Uriow viajaría en la nave junto a Eron y Reeda con el fin de confirmar los datos del Anixis que tenían retenido. La syleriana ya se había despedido de él y era el turno de su amigo y compañero Om, quién chocó la cabeza con éste, mostrando por primera vez el saludo syleriano que consistía en mantener pegadas ambas frentes.

    — Si tenéis problemas, activad la señal de emergencia e iremos a por vosotros, tardemos lo que tardemos y nos cueste lo que nos cueste — Dijo Paokt con seriedad.

    — No tengas dudas de eso, amigo mío — Murmuró Uriow con una leve sonrisa — Cuida de los nuestros aquí.

    — Siempre — Añadió el protector de la Elegida — Buen viaje, Uriow.

    Una vez los tres elegidos ya lo tenían todo preparado para la misión, subieron a bordo de la nave. Sus líderes y amigos observaban algunos con seriedad y otros con preocupación cómo la nave se alzaba de la superficie para tomar impulso y finalmente desaparecer en la lejanía del cielo azulado de Neonia. Eron, Reeda y Uriow confirmarían que los datos proporcionados por Ender Xom fueran reales, además de reconocer la zona alrededor de Paraíso.

    [...]

    Ashley Ripley se hallaba sentada en uno de los tantos bancos que había en la avenida principal de Promesa. Una línea recta con establecimientos de todo tipo a cada lado, plantas y bancos para que la calle más transitada de la colonia humana fuera una zona común y diversa. Arva Tidder paseaba por la avenida cómo solía hacer los últimos días, justo después de desayunar y antes de ayudar en la reconstrucción de Isharay aunque solo fuera para repartir agua. El no pilotar la Arcadia no era algo que la mantuviera tensa cómo al típico fumador que sin su caja de cigarros diaria sufre de abstinencia, aunque tampoco la sorprendía, pues estuvo cinco años sin pilotar ninguna nave hasta hacía relativamente poco tiempo.

    La mujer nacida en la Luna disfrutaba cada vez más al ver jugar a los niños por la avenida, dónde había zonas de recreo para estos e incluso algún parque con columpios para que se entretuvieran. Pese a que no era lo mismo que un parque arenoso en la Tierra, era mejor que nada, por lo que sus hijos podrían divertirse por su cuenta al menos. Esos simples pensamientos se difuminaron de su mente cuando vio a la ex líder de la Resistencia sentada en uno de los bancos, con la mirada perdida en algún punto del local de enfrente. Arva apenas tenía relación con ella desde lo ocurrido con Axlor, con parte de culpa para Ashley, no obstante su expresión de preocupación era tal que la mujer embarazada no pudo evitar sentarse al lado de su antigua compañera y amiga.

    — ¿Estás bien? — Preguntó la ex piloto, intrigada.

    — Sí, lo estoy — Musitó Ashley, sin mirarla — ¿Y tú?

    — También — Dijo Arva, sonriendo — Debo aprovechar a estarlo antes de que estos dos empiecen a darme pataditas.

    Ripley se giró para mirarla y acto seguido a la barriga de ésta, mostrando una tímida sonrisa que se apagó rápidamente.

    — Lo siento mucho, Arva — La ex líder de la Resistencia contenía el nudo en la garganta que la haría llorar — Fui egoísta, me cegó el odio a los neonianos y Axlor lo pagó caro. Soy un monstruo.

    Tidder permaneció mirando fijamente a Ashley durante unos segundos, volviendo la mirada al frente poco después. Su expresión no variaba y se mantenía en la seriedad.

    — Dudo que quisieras su muerte, sé que estabas enamorada de él desde el principio y no te culpo, Axlor era un chico increíble — La mujer de la Luna miraba jugar a varios niños a escasos metros de ellas — Sé que nunca seremos amigas, Ash, pero creo que podré perdonarte con el tiempo. Aunque ello no significa que vaya a olvidar lo sucedido.

    La ex líder de la Resistencia y ex comandante de La Unión asintió, comprendiendo las palabras de su antigua compañera de expedición. Saber que al menos podría perdonarla era algo que la aliviaba, no obstante, sabía perfectamente que ambas nunca tendrían una relación estrecha de amistad, o al menos, sería difícil.

    — Lo sé y lo comprendo — Murmuró Ripley, resignada — Gracias, Arva.

    — No las des — Musitó la ex piloto — ¿Ahora me vas a decir que es lo que te ocurre?

    Ashley suspiró cabizbaja mientras veía a la gente pasar de un lado a otro con absoluta normalidad, que era lo que más necesitaba la población tras tantos problemas acontecidos.

    — Estoy preocupada por Eron — Dijo la mujer — Él se acaba de ir con Reeda y Uriow a la misión de reconocimiento que los líderes han pactado para corraborar la información que les dio Ender y temo que tengan problemas.

    — El subcomandante Tanner es un hombre fuerte y astuto, además va con Reeda, que es una auténtica guerrera neoniana — Arva trataba de restarle preocupación a su compañera — No conozco a ese tal Uriow, pero en definitiva, dudo que se arriesguen. Volverán sanos y salvos.

    — Espero que tengas razón — Ripley miraba a la embarazada — ¿Sabes? Yo siempre he querido un amor cómo el que tú y Axlor teníais... con Eron, estoy empezando a vivir lo que siempre he querido y temo... temo que me pase cómo a ti.

    Ambas se miraron fijamente durante unos instantes y pese a que Ashley no quería ofenderla, Arva si se sintió un poco atacada.

    — ¿Qué significa acabar cómo yo? ¿Viuda y con dos hijos en camino? ¿Es eso? — Arva decidió incorporarse para irse — Tienes razón, deberías temer que te pase eso. De no ser por los niños que voy a tener, quizá ya me habría suicidado.

    La chica nacida en la Luna se marchó hasta adentrarse entre tanta gente mientras la ex líder de la Resistencia agachaba la cabeza con un gesto de lástima. Ashley no tenía intención de ofenderla pues solo estaba intentando ser sincera respecto a sus sentimientos, pero sin darse cuenta, acababa de empezar con mal pie para obtener el perdón de Arva.

    [...]

    El Sector 0 era un paisaje desolado, salpicado por la muerte y la destrucción ocurrida hacía poco más de una semana. Parte de la estructura del edificio había sido derruida y los restos de las naves de ambos bandos aún expulsaban humo blanco fruto de haber estado ardiendo durante días. Los cadáveres fueron recogidos y apilados según sus especies. Los humanos caídos en combate por un lado, los neonianos —entre los que se encontraba Vanth— fueron incinerados tal y cómo estos suelen hacer con sus fallecidos, algunos sylerianos que dieron su vida por la alianza y finalmente los enemigos conocidos cómo Anixis. Todos los cuerpos fueron quemados y sus cenizas repartidas entre sus familiares a excepción de los Anixis, de quiénes sus cenizas fueron enviadas al espacio en dirección al Sol del sistema Neon con el fin de desintegrarlas para siempre.

    Armado por precaución con una Rhajead y acompañado de su escudero el Super Rhajik de nombre Zyon, el ingeniero Westley Finn se encontraba en la zona de guerra última que enfrentó a la alianza de humanos, neonianos y sylerianos con los humanizados Anixis. Ambos se hallaban buscando entre los restos de chatarra con un objetivo claro: encontrar el cuerpo desaparecido de Leonardo Santos o al menos una pista que indicara que le podría haber ocurrido. Zyon levantaba trozos de piedra del complejo llamado Sector 0 en busca del cuerpo mientras West inspeccionaba los restos de las naves que yacían esparcidos por el lugar, pues recordó que su amigo pilotaba una pequeña nave de ataque durante el combate con sus enemigos.

    — ¿Encuentras algo, Zyon? — El ingeniero comprobaba cada trozo de nave.

    — Nada que indique el paradero de Lio Santos — Respondió la máquina, que también usaba su visión de infrarrojos para detectar calor corporal entre la chatarra — Creo que no se halla en este lugar.

    — ¿Y dónde se supone que iría, eh? — West estaba desanimado — ¡Lio! ¡¿Dónde estás?!

    — Un momento, West — El Super Rhajik parecía haber encontrado algo — Ven aquí.

    El ingeniero Finn se aproximó a la máquina y ésta le mostró un trozo de una nave cualquiera que parecía parte de una compuerta. El humano no comprendía a qué se refería Zyon, pues él solo veía chatarra sin significado alguno.

    — Mí escáner muestra que Lio ha tocado esta parte de una nave — Indicó el Super Rhajik — Sin embargo, esto fue hace ocho días exactos.

    — El día de la batalla — Musitó West — Entonces... ¿cuál es tu teoría, Zyon?

    — Tengo dos teorías — Dijo la máquina, que se dispuso a contarlas — La primera, que sus huellas en este trozo de metal dan a entender que murió al ser destruida su nave. La segunda, que al no encontrar ninguna parte de su cuerpo siquiera, augura que podría haber sido capturado por los Anixis o en su defecto, él mismo podría haberse ido con ellos.

    — No tendría sentido que hiciera eso, ¿por qu...? — El ingeniero apenas lo pensó, esbozó una sonrisa en su rostro — Quizá se infiltrara en una de sus naves, ¿no?

    — Las probabilidades de que eso sea así son de un diecisiete por ciento respecto al cien por cien — Las cifras de Zyon no eran muy alentadoras.

    — Si hay probabilidades, hay esperanza, amigo mío — Murmuró Westley, decidido a creer en ese diecisiete por ciento — Volvamos a casa, Isharay no se construirá sola.

    [...]

    La gobernadora Carver esperaba fuera de la zona de celdas a que saliera la doctora Marlow, quién examinaba cada varios días al retenido Ender Xom. Una vez el chequeo fue realizado, Cinthia salió de la prisión con su característico maletín médico, acercándose a la líder del pueblo humano para ponerla al corriente del estado del humano Anixis.

    — Está sano, le he sacado una muestra de sangre y le he comprobado la tensión entre otras cosas — La doctora Marlow siempre era muy profesional respecto a su trabajo — Y ha preguntado por ti, por cierto.

    — Gracias por la información, Cinthia — Respondió Snow, satisfecha — Mantenme informada de los resultados del análisis de sangre.

    — Lo haré — Musitó la médico, marchándose de la zona mientras llegaba el comandante Crane acto seguido.

    — ¿Te preocupa la salud de Ender? — Le preguntó Snow a su pareja, sorprendida de verle allí.

    — Realmente no, pero he venido aquí por la conversación que tuvimos anoche — Lill se veía arrepentido — Verás, Snow, yo... ¿sabes? tienes razón acerca de todo lo que me dijiste. No estoy siendo yo, el odio contra los Anixis me nubla el juicio... les odio por lo que le hicieron a Etyah y a Vanth, a todos los que hemos perdido hace más de una semana. Por sus mentiras, por venir a Neonia para manipularnos a su antojo...

    — Lo comprendo, Lill, de verdad — La mujer se aproximó a él para acariciarle un lado del rostro — Pero tú deberías saber mejor que nadie que esas situaciones te corroen por dentro, te hacen dejar de ser quién eras para convertirte en alguien sin alma ni corazón.

    — Lo sé, por eso cuando me dijiste que ya no veías al Lill del que te enamoraste... supe que podía perderte en ese instante, a ti y a Gina y... — El comandante Crane cerró los ojos para contener las lágrimas — No permitiré que mí egoísmo os dañe, ni a vosotras ni a nadie. He tenido tiempo para pensar, a lo largo del día, y entiendo lo que quieres hacer. Por eso he venido, para que lo supieras y para hacer lo correcto.

    Snow sonrió al oír a su pareja y la abrazó muy fuerte, recostando su cabeza sobre el pecho del hombre y sintiendo sus latidos agitados del corazón. La mujer alzó la vista para mirarle y en la expresión del rostro del comandante se veía felicidad inmensa por haber solucionado las diferencias entre ambos.

    — El corazón te late igual de rápido que la primera vez que nos abrazamos en la Arcadia — Murmuró Snow, con una felicidad inmensa al ver que Lill había recapacitado respecto a su deseo de guerra con los Anixis — Vayamos a ver a Ender para que nos diga cómo contactar con ese Emperad...

    — No quiero una videoconferencia — Dijo el comandante Crane de forma tajante, sorprendiendo a su mujer — Le pediremos a Ender que contacte con él para reunirnos en un territorio neutral, en persona. Un pacto para evitar más batallas.

    — Lo entiendo — Snow accedió a ello, aunque algo sorprendida por la petición de su marido — Hablemos con Ender.

    La pareja entró a la prisión de Promesa y se dirigió a la celda dónde se hallaba el hombre retenido. Ender Xom realizaba ejercicios para mantenerse en forma, realizando en ese momento una serie de puñetazos al aire para mejorar su velocidad y fuerza de los golpes cuerpo a cuerpo. Al ver a la gobernadora y al comandante frente a su celda, el tipo cesó sus entrenamientos y esperó a que estos le dijeran que querían de él.

    — Ender, ¿aún sigue en pie la oferta que nos propusiste? — Preguntó Crane con seriedad.

    — Así es, puedo organizar una videoconferencia con mi padre, el Emperador Xom, para que habléis.

    — No queremos eso ahora — Intervino Carver, de brazos cruzados — Queremos un encuentro en persona.

    — ¿En persona? — El menor de los Xom se mostró sorprendido — Bueno, creo que podría contactarlo. Solo necesito mi traje Anixis, tiene una radio incorporada a la que si amplificamos la señal, podría llegar a Paraíso.

    — Perfecto, te lo entregaremos y serás ayudado por West, nuestro ingeniero jefe — Indicó Lill, satisfecho y dispuesto a irse junto a su mujer.

    — ¡Esperad! — El preso frenó la marcha de estos — Dudo que mi padre me crea vivo, cuando mi hermano se enfrentó a mí me creyó muerto y seguro que se habrá inventado una farsa para hacerle creer que me matasteis, así que si usáis mi traje para contactarle, es muy probable que crea que sois mis asesinos.

    — ¿Qué estás sugiriendo? — Snow tenía curiosidad por conocer lo que planeaba el ex miembro de los Anixis.

    — Hablar yo con él en vuestra presencia — Dijo Ender, decidido — Yo abogaré por vosotros, le aseguraré que sois buena gente y que queréis un pacto para evitar una nueva batalla. Mi padre suele ser bastante drástico pero piensa más las cosas que el extremista psicópata de mi hermano. Por suerte para vosotros, no lidera Deon.

    — Está bien, así lo haremos — Musitó Lill — Te sacaremos de ahí cuando preparemos el traje.

    — Gracias por tu colaboración — Snow hizo que Ender sonriera sin dejar de mirarla.

    — Es un auténtico placer.

    Mientras los dos líderes humanos acordaban con el preso Anixis la forma en la que se comunicarían con el Emperador Gar Xom, los sylerianos se dirigían unos pocos kilómetros a las afueras de la colonia humana de Promesa, dónde la mayoría de los miles que llegaron para ayudar a la alianza durante la batalla contra los Anixis regresarían de nuevo a Syleria. Entre ellos se encontraba la Elegida Hylda Admir, quién iba a acompañada del protector Paokt. Algunos de estos seres ya habían subido a bordo y se preparaban para el regreso a su planeta, con el fin de no estar tan separados especialmente con el enemigo cerca.

    — Debería ir contigo — Musitó Om, serio — Soy tu protector.

    — Te necesito en Neonia, con los humanos y los neonianos — Indicó la líder syleriana, colocando su mano izquierda sobre el pecho del syleriano — Cuidando de los nuestros que se quedan y ayudando a nuestros aliados.

    — No me gusta que nos separemos Hylda, lo sabes.

    — A mí tampoco, ya sabes lo cerca que te quiero de mí.

    La líder syleriana se aproximó con sus labios a los de su protector, sin la menor intención de besarle pero con la clara intención de dejarle con las ganas. Ambos luchaban contra sus sentimientos desde hacía años, pues no era bien visto que el Elegido o la Elegida estuvieran en una relación con su protector o protectora. Sin embargo, aquello no evitaba que se quisieran sin apenas tocarse. De ser por Hylda, la relación sería un hecho pero Om no quería romper la tradición, por lo que la syleriana siempre buscaba tentarle para hacerle cambiar de opinión.

    — Nos vemos pronto, Om — Susurró la Elegida a escasos centímetros de su protector.

    Hylda Admir sonrió brevemente y tomó rumbo en dirección a una de las dos naves que llegaron a Neonia junto a la Arcadia para ayudar contra los Anixis. Vinieron un total de tres mil sylerianos para ayudar, marchándose ahora unos dos mil y dejando a mil sylerianos en Neonia, conviviendo junto a sus aliados en Promesa y en Isharay cuando ésta fuera reconstruida completamente. Paokt vio marchar a su líder y se volteó para volver a la colonia humana mientras las dos naves de los suyos comenzaban a alzarse para dirigirse a Syleria en un trayecto de diez días aproximados.
     
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    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

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    Saludos amigo. Voy a comentar este capítulo que me ha sacado tantas sensaciones....................... *inhales* bueno, aquí voy.

    Empecemos por el principio, es decir, la primera escena..... joder, vaya escena. Hacía mucho tiempo que no sentía un nudo en el estómago como este mientras leía algo, y creo que la última vez que me pasó estaba leyendo un pdf para la universidad y no una obra de ficción XD. Haber visto esa escena me revolvió el estómago por completo. Fue un golpe muy duro. Creo que si mandabas a Mike Tyson a que me diera una paliza me habría dolido menos. Tú ya sabes perfectamente cual es mi opinión tanto sobre Lill como sobre Snow. Ellos son mis favoritos, tanto individualmente como en pareja, y haber visto esa escena casi me mata.

    Quiero decir, solo piensa en todo lo que han pasado juntos... desde que se vieron por primera vez sintieron atracción uno por el otro. Cuando Snow creía que no tenía lugar en la Arcadia entre los soldados, Lill le dijo que ella tenía el papel más importante para que no se sintiera mal. Cuando Snow quiso ir al planeta de Neonia por sus compañeros, Lill la detuvo y terminó herido. Luego del incidente, los dos se vuelven pareja y empiezan a asistir juntos a la academia militar, para posteriormente pasar por misiones juntos. Snow estuvo para Lill cuando Alexander, quien era casi un hermano para él, perdió la vida. Y lo mismo hizo Lill cuando Eduard murió, dejando a Snow sin su padre. Es más, él la acompañó a cazar a Jim para que no estuviera sola. Es en ese momento donde Lill casi pierde la vida. Luego de eso, sucede la mayor crisis de la historia de la humanidad, y ellos la superaron juntos. Snow se hizo gobernadora y Lill tomó el rol de comandante para poder hacerle compañía. Es más, en la parte III, cuando se presenta a Gina se dice que ella representaba la esperanza que ninguno de los dos había perdido. En la parte IV, hace relativamente poco, hubo un capítulo donde Snow hizo lo posible para ir a buscarlo, y también vimos de primera mano la forma en la que Lill luchó para poder volver con ella... Luego de todo este recorrido, no hay dudas de que ellos son objetivamente la mejor pareja que tiene esta historia. Y haber visto esa primera escena me desgarró. Fue muy doloroso ver a Lill dejándose llevar por la ira (aquí aprovecho para decir que lo he sentido muy fuera de personaje, ya que él no es así, y es otro de los factores por los que creo que la muerte de Vanth en la parte IV debió haber sido más detallada), así como fue muy difícil ver a Snow echando a Lill, para luego llorar porque ella solamente quería al hombre del que se enamoró.

    La segunda escena fue normal, en lo que se puede decir. Vemos que Ashley siente algo muy fuerte por Eron, y que lo ha despedido de una manera muy tierna. Reeda le dijo a Yak que ha notado todo lo que acontece entre él y Erie, y le ha dejado claras las cosas. La verdad, entiendo que Yak pueda verse atraído por alguien más de su especie, pero Reeda y él han sido pareja durante muchos años. Cuesta creer que por pasar un tiempo junto a Erie siendo su segundo al mando ya esté entrando en dudas entre su pareja oficial y alguien más. Y habría sido de mucha utilidad ver más escenas entre ella y él en la parte IV para poder comprender un poco más al neoniano. Uriow por su parte, pues no puedo decir mucho, ya que aún no ha comenzado a mostrar personalidad. Se sabe que es un gran amigo de Om, y poco más, aunque sé que a futuro iremos conociendo más a fondo sobre él.

    La tercera escena empieza justo como quería que fuera una situación con Ashley. Me alegra que ella haya empezado a reconocer sus errores y que haya hecho el esfuerzo de pedir perdón por lo que causó. Es una lástima que las palabras que eligiera para eso fueran bastante desafortunadas, porque la verdad es que fue bastante insensible respecto a Arva. Ha sido duro escuchar que ella se habría suicidado de no ser por sus hijos, incluso ella necesitó ser convencida por Lío para salir de la prisión de la Resistencia, pero es totalmente comprensible. El mundo para ella era Axlor, y el mismo día que le dio la noticia de que iban a ser padres, terminaron secuestrándola, solamente dejaron que Axlor y ella hablara por cinco minutos y luego recibió la noticia de que había sido asesinado. Me siento muy mal por Arva, y estoy empezando a sentir algo de repulsión hacia Ashley. Porque, pese a que se disculpó, ha sido algo insensible al hablar de esa forma, además de que ella fue encontrada por Arva, pero no fue ella quien la buscó para pedir perdón. En resumen, Arva quiso ser gentil, y ella respondió mal. Espero que ella recapacite y vuelva a intentarlo, y que también pida perdón a Lill, Reeda (cuando esta regrese si lo hace), Yak, y Snow, ya que creo que aún lo debe.

    Zyon y West, por su parte, han explorado el sector 0 y West, tras las cosas que la máquina le ha dicho, han llegado a una conclusión y es que Lio estará de infiltrado entre los anixis. Me pregunto si el ingeniero compartirá esa noticia, y también cómo reaccionarán los líderes al enterarse de todo eso. Seguro que podrán aprovecharlo para evaluar mejor la situación que están por atravesar.

    La última escena del capítulo es algo que agradezco poder ver. Si la primera me desgarró, esa escena me devolvió la vida XD. Y lo digo en serio. Te juro que cuando leí el título del capítulo, lo primero que vino a mi mente fue que la reconciliación de Lill y Snow (la cual sabes que esperaba con locura) no llegaría aquí mismo. Leer la primera escena no hizo nada más que empeorar las cosas para mí, y te digo la verdad, de haber terminado el capítulo sin la última escena, me tendrías odiándote y comiéndome las uñas, carne y hueso de los dedos hasta la siguiente semana, o hasta la posterior, si resultara que el capítulo terminara siendo para Paraíso. Afortunadamente, no fue así. Me alegra ver que Lill ha podido recapacitar y darse cuenta de que no estaba siendo él mismo (lo cual fortalece mi opinión de que él estaba actuando fuera de personaje) y que supo que lo más importante en su vida eran Snow y su hija. Haber visto como confiesa sus sentimientos y como admite su error ante Snow fue bastante bonito. Pero lo que me devolvió la vida fue cuando ellos se abrazaron y se reconciliaron.

    A ver, yo entiendo que Lill debía tener el estrés muy alto. Fue a ayudar a su amigo Axlor, terminó capturado y le cortaron la mano. Al despertar se encuentra con que Isharay fue asaltado por la Resistencia, que Axlor fue asesinado y que se desató una guerra civil en donde se encontraba Snow. Pidió que le implantaran la mano Rhajik para poder ir a ayudarla, pero luego terminaron huyendo por la invasión de los anixis. Por lo tanto, él estuvo un momento muy largo sin verla. Luego, aterrizan en Vulkano donde Ender le pide que regresen, pero estos se niegan. Al final, se entera de la muerte de Etyah, y luego descubre que los Anixis que llegaron con mentiras eran humanos. Para colmo, luego tuvo su enfrentamiento con ellos y allí terminó perdiendo a su amigo Vanth. Está claro que pasar todo eso en tan poco tiempo debe haber causado mucho estrés, más que nada cuando el trato que hizo con los sylerianos dependía de él, y que él sería responsable por lo que ellos quisieran hacer si algo llegase a salir mal. Obvio que él solamente quer+ia acabar con el conflicto, y eso a sus ojos era eliminar a los Anixis.

    Sin embargo, tuvo la cabeza y el valor suficiente para notar que estaba dirigiéndose a un camino del que no podría volver, y logró recuperar su compostura. En fin, me alegro mucho de que así haya sido. Por el gran contraste entre Lill y Snow entre la primera escena y la última, este capítulo ya ha sido el mejor de la parte V para mí, aunque sé que pronto irá a mejor.

    Ahora que mi pareja favorita está reconciliada te pido que por favor, ya no vuelvas a asustarme así XD. Y hablo en serio. En la parte II, Lill casi pierde la vida en una pelea contra Jim y los presos. En la parte III, Snow estuvo en peligro de ser asesinada por Sun. En la parte IV estuvieron un largo tiempo separados, y al poco tiempo de reunirse, se pelean, y ya no creo que tenga que repetir lo que acabo de decir en este comentario y en el que di en el capítulo 2. Así que, en conclusión, ya te ensañaste demasiado con ellos dos (sobre todo con Lill). Así que quiero pedirte con todo respeto y cortesía que ya no lo hagas más, o al menos que dejes pasar una parte antes de volver a hacerme sentir así. Ya son 4 partes seguidas que vengo sufriendo por ellos dos, así que dame como mínimo una para disfrutar de ambos juntos XDD......... no es broma >:(

    Sobre Ender, qué más está decir que no me agrada absolutamente nada los indicios que vi en este capítulo. Que Cinthia le dijera a Snow que él preguntó por ella y que luego se haya quedado mirándola y sonriendo... te juro que le desearé la muerte (y a ti también) si se vuelve a repetir. Otra vez, esto no es broma >:( .

    Para finalizar, vemos que Om está algo "confundido" respecto a Hylda. Ya que él siente algo por ella, y quiere mantenerse a su lado, pero por otro lado, no quiere romper la tradición. Honestamente, creo que él está siendo muy recto. Quiero decir, ¿de qué vale seguir una tradición si no puede ser feliz con la persona a la que quiere? Él y ella se desean, y si mueren, o si continúan sus vidas con alguien más, van a lamentar no haber estado juntos por el resto de sus vidas. Ojalá él aproveche que ella ya no está para pensar mejor en sus sentimientos y le diga la verdad cuando esta regrese.

    Bueno, aquí se termina mi comentario. Lamento la muralla de texto, pero bueno, es lo que tienes por hacer un capítulo que me mató para al poco tiempo devolverme la vida. Errores no creo haber encontrado, así que será hasta la próxima ocasión. Y recuerda, no vuelvas a hacerme pasar un disgusto como el que me acabas de hacer pasar hoy XDD.

    Saludos.
     
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    Manuvalk

    Manuvalk el ahora es efímero

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    Los Viajeros V: Regresión
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    Bienvenidos al quinto capítulo de esta quinta parte de Los Viajeros. Cómo bien sabéis, sobretodo Reydelaperdicion, suelo publicar los jueves de cada semana desde que inició la publicación de ésta parte. Sin embargo, el jueves debía prepararme para un examen de inglés para el viernes y me ocupó gran parte del día estudiar, por lo que decidí posponerlo. Como el viernes fue el examen, luego desconecté, por lo que decidí publicar hoy sábado. Salvo sorpresa, esto no se repetirá la semana próxima.

    Al margen de esto último, quiero añadir que desde ahora (si no recuerdo mal, ya que escribí esta parte en Abril y Mayo) los capítulos dejarán de ser específicos para Paraíso o Neonia y sus personajes, sino que ahora van a haber tramas conjuntas en un mismo capítulo. No digo que vayan a ser todos los capítulos restantes así, pero se vienen varios de la forma ya mencionada. Y éste capítulo es, a mi juicio, magnífico. Les dejo con la lectura.



    Juego sucio







    La Seven, nave que llevaba a bordo a tres tripulantes, avanzaba por el espacio profundo en dirección a las coordenadas marcadas por Ender Xom, quién explicó que el trayecto a Paraíso no tomaba más de cinco días para las naves Anixis pero que en el caso de las naves humanas, neonianas o sylerianas, debido a su tecnología inferior les tomaría el doble. Diez días para llegar al sistema Faro de la Esperanza dónde vivían los humanizados Anixis, el mismo tiempo que tomaba viajar de Neonia a Syleria y viceversa.

    La neoniana y el syleriano se turnaban en el puente de mando de la pequeña nave, pues eran los únicos que tenían conocimientos de pilotaje, mientras que el humano se encargaba de echar un ojo al radar y al resto de partes de la nave por si había algo que arreglar. La Seven se componía de un poco accesible puente de mando, cuatro habitaciones con el espacio justo para una cama y un baño, una cocina con suministros para un mes, una cápsula de salvamento para los cuatro tripulantes y finalmente una bodega de carga dónde almacenar distintas cosas.

    Llevaban tres días de viaje pero para Eron, Reeda y Uriow, el tiempo en el espacio parecía y se les hacía eterno. El no tener una sala de gimnasio, una galería de tiro o algo así para poder distraerles y entrenar les hacía aburrirse mucho. Se turnaban para permanecer en la soledad del puente de mando, dónde solo cabía una persona, con el fin de vigilar el sensor y que el rumbo no hubiese variado. También solían reunirse, aunque apretados, en una misma habitación para hablar entre ellos sobre cualquier cosa, aunque lo hacían de forma breve, pues no querían dejar sin vigilancia el control de la Seven.

    No obstante, tras los tres primeros días, las tertulias entre los tres y las vigilancias en el puente de mando fueron lo de menos cuando descubrieron que las raciones que almacenaban en la cocina estaban desapareciendo. No era gran cosa, pero les preocupaba el hecho de que siendo víveres para tres personas, hubiese una cuarta a bordo comiéndose las raciones que no tenía, dejando al resto con menos. Cómo la Seven era una nave bastante pequeña, no les tomó mucho tiempo descubrir que tenían un intruso a bordo, a quién encontraron en la bodega de carga la noche anterior.

    — No lo entiendo — El syleriano se extrañaba — Recorrimos la nave y no vimos nada ni a nadie.

    — Debe haber un compartimento secreto — Supuso Reeda, bastante seria — Pero me da igual, sea quién sea, se está comiendo nuestras raciones y debe parar.

    — He mirado en las demás habitaciones y en el puente de mando — El subcomandante Tanner llegaba al camarote dónde se solían reunir — Ni rastro de un compartimento secreto.

    — Queda la bodega — Musitó Uriow, decidido — Vayamos a ver.

    — Coged un arma antes — Indicó la neoniana — No sabemos quién es ni qué pretende.

    — Reeda, ¿en serio? — Eron se mostró más flexible — Debe ser uno de los nuestros, que se ha colado en la nave por algún motivo.

    — Tú lo has dicho, por algún motivo — La hija del comandante Klamp desconfiaba totalmente — Y no sabemos cuál.

    — Eron — El syleriano le llamó la atención — Ella tiene razón. Tomemos un arma.

    El humano accedió con resignación y los tres tomaron su respectiva arma, ubicada en su respectiva habitación. Mientras que Reeda llevó consigo el arma estándar neoniana, el Rypper, Uriow llevó consigo el arma estándar syleriana, el Rhage, y Eron tomó el arma estándar humana, el Striker. Una vez armados, el trío se dirigió en fila — porque apenas cabían juntos en el corto pasillo— hacia la bodega de carga, el único sitio en el que aún no se había inspeccionado de nuevo.

    La Seven daba por momentos una sensación claustrofóbica que se hacía irritante especialmente cuando los tripulantes coincidían en un mismo lugar. Cada miembro de distinta especie comenzó a observar que hubiese alguna trampilla en la bodega. Efectivamente, la había. Detrás de varias cajas de equipo —trajes y demás por si la nave caía dañada en algún planeta— se hallaba una pequeña trampilla cerrada. Los tres se miraron, dubitativos respecto a quién le tocaría abrirla, para que finalmente ésta se abriera de forma repentina, sobresaltando al trío y desvelando la identidad del polizón.

    — Vale, me habéis pillado — Murmuró Sun mientras salía de ese agujero — Os ha tomado casi tres días, ¿eh? Creo que eso es más logro mío que vuestro.

    — ¿Sun? — Eron la miraba completamente sorprendido — ¿Qué mierda haces aquí?

    — Estaría más cómoda si os veo con las armas bajadas — La asiática veía cómo los cañones de estas la apuntaban — Vamos, chicos. ¡Soy una de los vuestros!

    — Tú nunca serás una de nosotros — Respondió Reeda, tajante.

    — Bueno, a menos que vayamos a dispararle, creo que lo mejor será que bajemos las armas — Intervino Uriow, mostrando el siempre carácter pacifísta de su especie — El misterio ya ha sido resuelto.

    — Gracias, syleriano — Musitó Brume, sonriente — Gracias, a todos, por bajarlas.

    Uriow respondió a la asiática con una mirada fulminante durante unos instantes mientras Eron bajaba su arma y Reeda lo hacía a regañadientes, consciente de que la mujer no era una de ellos por el simple hecho de su irrevocable odio hacia la especie neoniana y muy probablemente a la syleriana también.

    — Bien, ahora habla — El subcomandante Tanner no se iba a andar con rodeos — ¿Qué haces aquí, Sun?

    — Quiero contribuir, Eron, eso es todo — Dijo la asiática con demasiada espontaneidad — Veréis, el comandante Crane no quiere la ayuda que yo y la Resistencia le ofrecemos a vuestra alianza de especies, pero nadie me prohíbe no ayudar a los míos. Además, quiero ver ese planeta al que los Anixis llaman Paraíso.

    — ¿Esperas que simplemente te creamos y compartamos unas risas contigo? — La pregunta de la neoniana no parecía querer una respuesta — Te equivocas, Brume. Vamos a dar la vuelta y te dejaremos en Neonia.

    — Eso sería un retraso considerable de tres días yendo más tres regresando — Dijo Uriow, molesto porque el viaje no fuese a servir — ¡Seis días malgastados!

    — Estoy con Uriow, no volveremos — Indicó Eron — La misión se mantiene.

    — ¿Y tenemos que lidiar con ella? — Reeda no podía creérselo — ¡Venga ya!

    — No os daré ningún problema, lo juro — La asiática trataba de convencerles — Quiero contribuir, me creáis o no.

    — Hay una habitación más, te quedarás en ella — Murmuró Tanner, que entendía que no había otra manera — Y ahora todos a dormir, quizá en el espacio no exista el tiempo, pero nosotros funcionamos con reloj.


    Los siguientes cinco días que pasaron tras encontrarse a Sun escondida en la nave fueron bastante movidos debido a las discrepancias entre ésta y la neoniana, quiénes no se llevaban muy bien. Uriow y Eron tenían que intervenir en las discusiones para poner paz, especialmente para ellos dos mismos, cansados de oír siempre lo mismo. Tuvieron también que racionar sus raciones y convertir los suministros de un mes para tres personas en víveres para cuatro. El subcomandante Tanner era quién más vigilancia ponía sobre la líder de la Resistencia, quién en una de esas noches pasó por la habitación del hombre, con la puerta abierta, para observar la palabra 'RESISTENCIA' en la piel de la espalda de Eron a modo de cicatrices unidas.

    — ¿Te hicieron eso durante el secuestro al comandante Crane, Lio y el otro tipo muerto? — Preguntó Sun, sorprendiendo al hombre al quitarse la camisa para estar más cómodo.

    — ¿Las ratas que tienes cómo miembros te lo contaron? — Eron había recuperado tono muscular tras haber salido de las cápsulas Anixis cuando estos durmieron a prácticamente toda la población — Sí, fue durante ese secuestro.

    — Entonces sabrás que no fue idea mía — La mujer se aproximó al hombre — La líder en aquel momento era Ashley.

    — Te equivocas, porque ella estuvo encerrada conmigo — Dijo Eron, contraatacando con las palabras — Fueron esos psicópatas que luego te liberaron de tu celda en Promesa... Guy Lingard y Marlo Brendt. Ellos lideraban tu panda de idiotas en ese momento.

    — Estaban un poco locos, lo he de reconocer — Sun se aproximaba cada vez más a Eron hasta el punto de acariciarle el torso de forma sensual — Esto es una locura también, pero una mujer tiene sus necesidades en tierra y en el espacio.

    — No juegues conmigo, sabes que estoy con Ashley — Eron tomó el brazo de la mujer con fuerza y lo apartó despectivamente — Solo sacio sus necesidades, no las de otras y menos las de una déspota que lidera un grupo extremista y criminal.

    Brume se quedó por unos segundos con el asombro de a quién se cree deseada y es rechazada, pero muy pronto cesó esa expresión en su rostro para aparecer la siempre característica sonrisa de la asiática, cómo si supiera algo que los demás no supieran.

    — Ashley no sabría hacerte ni la mitad de cosas que te puedo hacer yo — Dijo Sun con aires de superioridad — Espero que cuando la conozcas de verdad, te haga comprender el verdadero significado de esa palabra.

    — Ese significado no se aplica a vuestra causa — Respondió el subcomandante Tanner, molesto por ver cómo Ashley era metida en la conversación.

    Sun no respondió a eso y se dispuso a salir de la habitación de Eron mientras éste se dirigía a cerrar la puerta tras ella, cuando antes de salir, la mujer se volteó con su sonrisa y una expresión sarcástica mientras señalaba la espalda del tipo.

    — Bonito tatuaje — Añadió Brume para acto seguido marcharse a su habitación, haciendo referencia a la vez en la que Eron trató de interrogarla a ella en su celda y comenzó diciéndole lo mismo.

    Tanner miró a la asiática irse con cierto rencor guardado en su interior para después tumbarse en la cama e intentar dormir. Al grupo que viajaba a bordo de la Seven le quedaban dos días exactos para llegar a la ubicación del sistema Faro de la Esperanza, dónde se encontraba el planeta de nombre Paraíso que habitaban los Anixis. Una vez allí y a una distancia prudente para evitar ser detectados, el escáner les indicaría cómo era la zona con el fin de corraborar los datos del retenido Ender y regresar a casa.

    [...]

    — Entra.

    El ingeniero Regan accedió a entrar en la vivienda particular del infiltrado Lio, alias Logan Smith. Había pasado más de una semana desde que sucedieran las pruebas que dieron cómo ganadora a Cia Jenner, quién ahora sería la general Jenner. Con Deon, el hijo del Emperador Xom, fuera de su puesto para liderar, los únicos generales del ejército Anixis eran la mencionada y Bárbara Mason. El hombre de Ceres fue colocado cómo segundo al mando por debajo de la general Bar y respondería ante ella cuando tuvieran alguna misión, sin embargo y mientras tanto, la calma reinaba en Ciudad Anixis.

    — Me he asegurado de que nadie me haya seguido — Murmuró un nervioso Sith, de pie en el pequeño salón de la casa.

    — Me alegra que seas precavido, Sith — Respondió Lio, indicándole con un gesto que tomara asiento mientras él hacia lo propio — Ya sabes lo que te pasará si hablas de más.

    — Lo sé y no será necesario — Musitó el ingeniero, temeroso pero decidido — Nunca lo hablé con nadie porque el Emperador Xom tiene cierta fama entre la ciudadanía y especialmente los soldados, pero jamás he estado de acuerdo con sus métodos.

    — Parece que nos entendemos — Santos sonrió al oír aquello — Centrémonos en lo que importa. ¿Alguna novedad respecto a la baliza que te pedí construir?

    — Al igual que tú, debo mantener mí tapadera de fiel servidor al Emperador, por lo que el satélite que me pidió para espiar a tu gente ha tenido prioridad — Explicó Regan con normalidad — No obstante, he estado trabajando en la baliza durante mis ratos libres y me falta poco para tenerla lista.

    — Lo comprendo, tranquilo — Lio era consciente del riesgo que corría el ingeniero — Poco, ¿cuánto tiempo es?

    — Un día, quizá dos — Indicó Sith — Aunque no es eso lo que debería preocuparte, Logan.

    — ¿Qué es entonces?

    — Una vez la tenga lista, ¿cómo pretendes lanzar la baliza al espacio?

    — Depende, ¿cuándo planeas lanzar el satélite que te pidió Bárbara por orden del Emperador?

    — Será esta noche — Sith tragó saliva al suponer lo que planeaba Lio mientras su expresión se estremecía de preocupación — Espero que no me pidas que deje el satélite inutilizado, me pillarían segu...

    — No, no, no, tranquilo — Musitó Santos con calma — Digamos que debes darte prisa con la baliza para que salga al espacio esta misma noche.

    — ¿Pretendes que la implante en el satélite y así lancemos ambas cosas al sistema Neon? — El ingeniero Regan se quedó dubitativo durante unos segundos pero pronto se hizo una sonrisa en el rostro mientras señalaba al hombre de Ceres con el dedo — Ingenioso... es un buen plan. Me pondré con ello.

    Ambos hombres se incorporaron de sus asientos y se estrecharon las manos en señal de despedida.

    — Sal por la puerta de atrás — Le indicó Santos para así tener más precaución.

    Sith asintió y obedeció, saliendo por la puerta de atrás para evitar llamar la atención a los soldados que patrullaban las calles. Sin embargo, justo cuando el ingeniero se marchó, la niña y vecina que Lio tenía aprovechó un breve espacio de tiempo para evitar que la puerta se cerrase, entrando en el domicilio del hombre de Ceres. Tras la marcha del ingeniero, Lio se dirigió a su cocina y sacó de la nevera una cerveza hecha en Paraíso, pues allí había lúpulo para hacer. El hombre de Ceres le dio un largo sorbo bajo la atenta mirada de Iris Hennessey, quién le observaba desde la esquina de la habitación cercana.

    — Echaré siempre de menos la cerveza de la Tierra — Murmuró el hombre, demostrando que el sabor de dicha cerveza hecha en Paraíso no era tan bueno cómo los que tenía su planeta natal.

    Santos se llevó consigo la cerveza y se dirigió a su dormitorio cuando vio que la puerta trasera estaba abierta. Pensando que Sith simplemente se la había dejado abierta o que no se había ido de la casa por algún motivo, provocó en el hombre de Ceres una reacción de alarma que le hizo dejar la lata de cerveza y coger la daga de energía que siempre llevaba encima, colocada en la parte de atrás de su pantalón o traje, dependiendo de la situación.

    — ¿Sith? ¿Estás ahí? — Leonardo lanzó las preguntas al aire.

    El hombre fue avanzando lentamente por el pequeño pasillo que seguía a la cocina y que desembocaba en dos habitaciones más, metiéndose en la que tenía a su izquierda. Sus ojos miraban en todas direcciones en busca de pistas u indicios de que había alguien allí, cosa que confirmó cuando vio una pierna de niña por debajo de la cama. Lio volvió a guardar su daga en la parte trasera de sus bermudas y se cruzó de brazos sin dejar de mirar bajo la cama.

    — Vamos, sal de ahí.

    No lo tuvo que repetir, pues la joven Iris salió de debajo de la cama con la expresión en su rostro de quién nunca había roto un plato. La niña vestía con unos zapatos blancos, pantalones vaqueros muy cortos y una camiseta de tirantes veraniega, además de tener el pelo rubio y rizado recogido en una única coleta. El parecido con su madre, Lina Burns, era evidente para cualquiera que las conociera o las hubiera visto a ambas, pero lo que diferenciaba a Iris de su madre, además de ciertos rasgos que serían del padre, era que su pelo no era liso sino rizado, un contraste total respecto a Lina.

    — ¿Y bien? — Santos seguía de brazos cruzados y con la mirada seria — ¿Me vas a decir que haces en mí casa?

    — He visto salir a un hombre de aquí — Murmuró Iris mientras apretaba los labios en señal de inocencia — Pensé que te había hecho algo.

    — ¿Ah, sí? — El hombre de Ceres se sorprendió con la respuesta de la pequeña pero no se la creía del todo — Venías a salvarme entonces, ¿verdad?

    — Sí — La niña asintió repetidas veces.

    — Vaya, eso es muy valiente — Lio se inclinó delante de ella — ¿Y qué ibas a hacer si había un hombre atacándome?

    — Impedirlo — Musitó la niña, cabizbaja al parecer recordar algo — A mí padre lo mataron y yo no estuve para defenderle.

    Tras esas palabras, varias lágrimas comenzaron a recorrer las mejillas de la niña hasta golpear el suelo, por lo que Lio la tomó de las manos con ternura y le secó las lágrimas con el pulgar.

    — Eras una niña me imagino, y lo sigues siendo, no podrías haber hecho nada ni en ese momento ni en éste — Lio trataba de hacer ver a Iris que hay cosas que escapan de su control — Pero eres valiente y eso es bueno, así que te voy a prometer algo.

    — ¿El qué? — Iris dejó de sollozar para permanecer atenta a lo que Santos fuese a decirle.

    — Cuando te hagas más mayor, te prometo que te enseñaré todo lo que necesitas saber para pelear — El hombre de Ceres era muy sincero respecto a esa promesa — Así, si algún día tu madre está en peligro o yo lo estoy, podrás salvarnos en cualquier situación. ¿Qué me dices?

    Para grata sorpresa de Lio, la niña no respondió con palabras sino que se lanzó a darle un abrazo, rodeando con sus pequeños brazos el cuello del hombre, quién sonreía al sentirse apreciado por una niña a la que apenas conocía pero que en tan poco tiempo había logrado establecer una fuerte conexión con él. Sin embargo, ese abrazo se vio interrumpido cuando ambos escucharon los gritos de su madre, quién la estaba llamando al no verla jugar cerca de casa.

    — Mí madre me busca — Musitó la joven, limpiándose con el antebrazo las lágrimas.

    — Vayamos a verla.

    El hombre de Ceres le ofreció con una sonrisa su mano izquierda a la niña, la cuál ella tomó. Los dos salieron y cruzaron el salón hasta abrir la puerta y salir de la vivienda, que era contigua a la de Lina y su hija Iris. La mujer se encontraba mirando alrededor de la calle cuando vio que Lio salía con su hija de la mano. Muy seria, la señorita Burns se aproximó a su vecino e hija, arrodillándose ante ella y apartándola drásticamente de la mano de éste mientras se dirigía primero a ella.

    — ¡Te digo siempre que no desaparezcas de mí vista! — Lina zarandeó brevemente de los hombros a su hija — ¡¿Me entiendes?!

    — ¡Estaba con Lio! ¡Es mí amigo! — Exclamó Iris en llanto, para después soltarse de las manos de su madre e irse corriendo al interior de su casa.

    Lina vio marcharse a su hija, permaneciendo de rodillas con la mirada impasible en la nada mientras Lio seguía allí frente a ella. La mujer de cabello rubio tardó al menos un minuto en centrar su mirada en el hombre al mismo tiempo que se incorporaba para colocarse a su misma altura. Santos la miraba seriamente mientras por su cabeza se iba mentalizando de inmovilizar a la mujer si ésta tuviera intención de revelar su identidad. Sin embargo y para su sorpresa, ésta no se escandalizo ni hizo amago de delatarle.

    — Tu aspecto me era conocido, tu voz... tenía la sensación de que te conocía de antes — La mujer le miraba impactada — Tú estabas en Ceres, trabajabas para Jim Baker...

    — Así es — Musitó Lio, mirando a su alrededor por si había alguien que pudiese oír todo aquello — ¿Te importa si lo hablamos en mí casa?

    — Primero me vas a decir que hacía mí hija en tu casa — Lina sonaba realmente amenazante — Y te juro por ella que si le has hecho alg...

    — No soy un puto pederasta si es eso lo que estás pensando — Contestó el hombre de Ceres de forma tajante — Tú hija entró por mi puerta trasera.

    Tras esas palabras, Leonardo le indicó con un gesto a la mujer que entraran dentro, a lo que ella finalmente accedió. Antes de cerrar, el hombre se aseguró de que nadie les había estado observando aunque fuera desde cierta distancia, pero no se percató de que sí había alguien que lo había hecho. Una vez en el interior de la vivienda, Santos le indicó a su invitada que tomara asiento mientras se dirigía a la cocina y sacaba de la nevera dos cervezas.

    — Gracias — Lina tomó una de las cervezas sin dudarlo — Muy bien, Lio. Tú no ibas a bordo del arca número cuatro, ¿verdad?

    — Verdad — Musitó el hombre, dándole un sorbo a su segunda cerveza del día — Yo fui con las otras arcas a Neonia y allí llevo viviendo los últimos cinco años, junto a los últimos seiscientos mil miembros de la especie humana.

    — Aquí también somos humanos — Le replicó Lina, seria.

    — Pretendéis ser otra cosa — Respondió Lio, dejando su cerveza en una pequeña mesa cuadrada entre él y ella — Queréis ser... Anixis, ¿no? Además de adueñaros de tecnología alienigena, también queréis robarles el nombre.

    — Tuvimos suerte de llegar aquí, hemos podido comenzar de cero — La mujer pareció entristecerse al recordar las dificultades por las que los supervivientes del arca número cuatro de La Unión habían pasado hasta llegar a Paraíso — No sé qué pasó en el Sistema Solar, pero algo nos propulsó al espacio profundo, dejándonos a la deriva sin control de la nave... la mitad no sobrevivió.

    — Te refieres a Colapso, eso pasó — Indicó Lio, también apenado por recordar todo lo que sucedió después de aquello hasta el día de hoy — ¿Recuerdas a los Rhajik y el Supremo? En resumen, ese ser no murió, regresó con la forma de un compañero y usó una nave alienigena caída en Neonia que contenía una bomba de energía solar para lanzarla al Sistema Solar y boom, miles de millones de muertos.

    — Entonces... somos los últimos de la especie — Lina se puso las manos en la boca mientras una expresión de terror se hacía cada vez más visible en su rostro — El Emperador nos contó que estabais en Neonia pero que no queríais ayudarnos, y que los envíos de soldados eran para controlar la situación allí, que había una guerra...

    — Eso último sí que es cierto — Dijo Lio con seriedad — El resto es una farsa.

    — ¿Qué haces aquí, Lio? — Preguntó Lina, deseosa de conocer la respuesta.

    — Lo mismo que me pidió Jim Baker al sacarme de Ceres: infiltrarme para obtener información.

    — ¿Vais a atacarnos?

    — No lo decido yo.

    — ¿Entonces?

    — En estos últimos cinco años y más, he cometido muchos errores y por ello he perdido amigos, gente a la que apreciaba y que no me di cuenta de eso hasta perderlos — Explicaba el hombre de Ceres, quién parecía dar a entender que estaba en una especie de redención personal — Hago esto por ellos, por mis amigos y por el resto que están en Neonia. No sé si atacaremos éste sitio, solo sé que voy a cubrirnos la espaldas y eso solo se consigue obteniendo información del enemigo.

    — Lio, no somos enemigos — La mujer no quería en absoluto una guerra — Aquí en Paraíso y allí en Neonia... somos humanos.

    — Vuestro Emperador no parece pensar lo mismo.

    — No todos piensan cómo el Emperador.

    — ¿A qué te refieres?

    — ¿Acaso la persona que esté al mando en Neonia va a querer matar a personas inocentes? — Lina se aproximó a Lio — Aquí somos cien mil humanos, el ejército son unos treinta mil aproximadamente y el resto somos personas normales, familias... Si ellos supieran de la existencia de humanos en Neonia, no dudarían en querer unir fuerzas.

    — ¿Entonces me estás diciendo que derrocando al Emperador y quizá a parte de su ejército... se terminaría?

    — Exactamente.

    Lio se quedó pensativo durante unos instantes, acariciándose el mentón. Tras esto, se terminó de un largo sorbo la cerveza y dejó la lata vacía en la mesa, frente la atenta mirada de Lina.

    — Le mataré — Musitó Lio, decidido — Cuando vea el momento.

    — ¿Qué quiere decir eso?

    — Que de momento esta conversación no la hemos tenido, me llamo Logan Smith y no tienes ni puta idea sobre mí, ¿entendido?

    — Por supuesto.

    Lina tuvo la intención de marcharse cuando el hombre de Ceres la tomó del antebrazo izquierdo con fuerza, evitándolo.

    — Y Lina... — Lio la miraba fijamente — Si me delatas o cuentas algo de esto, por muy atractiva que seas, aunque tengas una hija y por mucho tiempo que haga desde que nos conocemos... no verás la luz del sol de Faro de la Esperanza nunca más. No quiero llegar a ese extremo pero mí prioridad es la gente de Neonia, mí gente, y no permitiré que nadie me joda el plan.

    Lina se apartó bruscamente de la mano de Lio que la tenía agarrada y tras eso, mostró una media sonrisa pícara que la hacía inevitablemente más atractiva.

    — Tranquilo, tú secreto está a salvo conmigo... si confiaste en mí hija, confía en su madre — La mujer se dirigió hacia la puerta para salir mientras las luces de la calle entraban por las ventanas y comenzaban a alumbrar ante la penumbra ocasionada por la marcha del Sol, quién dejaba paso a la noche — Espero formar parte de tu gente muy pronto, Lio.

    La mujer abrió la puerta y salió, cerrando tras ella. El hombre de Ceres permaneció serio y pensativo, preguntándose si Lina Burns, quién fue secretaria de un tipo tan falso cómo Jim Baker, sería alguien en quién confiar. No obstante, apenas tuvo tiempo de teorizar respecto a su suerte con Lina pues se sucedieron varios golpes en la puerta de su casa que le hicieron levantarse de su sofá y abrir la puerta.

    — ¿Ocupado, Logan? — Preguntó el hijo mayor del Emperador Xom, apareciendo en la puerta — Os he visto antes hablar y después habéis entrado y... bueno, digamos que he querido esperarme un rato para no intervenir en pleno acto, ya sabes.

    Por las palabras de Deon, éste parecía creer que Lio y Lina habían mantenido relaciones sexuales, cosa que alivió al hombre de Ceres, pues era señal de que no había descubierto nada sobre él. Santos comenzó a reírse, gesto que fue imitado por el hijo del Emperador Gar Xom.

    — Sí, bueno... ¿qué haces aquí, Deon?

    — Las últimas veces que realizamos las pruebas, yo gané las ediciones, pero en ésta mí padre no me dejó participar y quería pelear contra el que quedara ganador — Se explicaba Deon — Sé que ganó Cia, pero no me gusta pelear contra mujeres. Ellas son buenas con el sexo, pero con los puños... — El tipo apretó los dientes, dando a entender que en lo segundo no eran tan buenas — Así que viendo que quedaste en segunda posición y que eres el apoyo de la general Bar en futuras misiones, me preguntaba si estarías dispuesto a una pelea cuerpo a cuerpo entre tú y yo. Puro entrenamiento, no quiero atrofiarme los músculos.

    — Me apunto, ¿debo llevar algo conmigo?

    — No es necesario, todo lo que debemos usar lo tenemos en la sala de entrenamiento de la base militar — Deon sonrió mientras golpeaba con su puño derecho la mano abierta izquierda — Vamos.

    Lio cerró la puerta de su vivienda, la cuál se abría y cerraba mediante un código. Cada dueño de cada casa tenía uno para abrir y cerrar, instalado en una tarjeta que servía cómo llave. Los dos hombres cruzaron la calle de lado a lado y acortaron camino hacia la base militar al pasar por un extenso parque que separaba la zona de viviendas de la base en la que vivía el Emperador junto a prácticamente la mayoría del ejército. Mientras caminaban por el parque, repleto de árboles idénticos a los de la Tierra y con hierba bajo sus pies, el hombre de Ceres rompió el silencio que había entre ambos.

    — ¿Echas de menos a tu hermano? — La pregunta fue recibida sorpresivamente por el hijo mayor del Emperador, que miró a su compañero durante unos instantes realmente impactado — Perdona, no debería haber preguntado.

    — Tranquilo, está bien — Murmuró Deon, mirando al frente con seriedad mientras continuaban avanzando — Sí, le echo de menos. Murió cómo un héroe.

    Santos le observaba con repudia al conocer la verdad sobre Ender. Sabía perfectamente que Deon le habría contado algún bulo a su padre para hacerle creer que su hijo menor murió en combate en Neonia, cuando realmente ambos hermanos tuvieron una pelea de la que Deon salió ganando y creyendo haber matado a su hermano. Sin embargo, no era así, cosa que ni el propio Deon sabía.

    — De hecho, si estuviera aquí con nosotros, el combate de entrenamiento lo tendría con él — Continuó el mayor de los Xom — Solíamos hacerlo de vez en cuando, hace ya mucho tiempo. Prácticamente crecimos entrenando juntos.

    — Yo también tenía un hermano — Lio no pudo evitar acordarse de Fabián, su fallecido hermano a manos de Fred Baker — Nosotros no crecimos entrenando juntos, pero sí lo hicimos trabajando juntos.

    — ¿En qué trabajabais?

    — Teníamos un taller de reparación de lanzaderas civiles en la Tierra.

    — ¿Subiste con él al arca número cuatro?

    — No, le asesinaron mucho antes — Santos todavía sentía la ira que le recorría el cuerpo en aquellos tiempos — Por eso subí al arca, quería un nuevo comienzo.

    — Y lo has tenido — Respondió Deon, tragándose la mentira del hombre de Ceres — Bien, ya hemos llegado.

    Tras cruzar todo el parque, los dos hombres llegaron a la entrada de la base militar Anixis. Deon tomó la iniciativa y mostró las credenciales que les acreditaban cómo miembros del ejército, a lo que uno de los varios soldados que custodiaban la entrada les dio el visto bueno. El dúo entró en la base y el mayor de los Xom llevó a Lio hasta lo que parecía ser un antiguo hangar de naves, convertido ahora en un amplio gimnasio con máquinas y zonas de todo tipo. Al fondo se encontraba el lugar del combate, un cuadrado de gran tamaño que ocupaba un cuarto del hangar reformado. Ambos se dirigieron hasta allí, comprobando que a esas horas apenas habían unos cuantos soldados ejercitándose.

    — Nos colocaremos los trajes para estar más cómodos — Indicó Deon, refiriéndose a unos trajes similares a los que usan los submarinistas, dando elasticidad y libre movimiento al cuerpo.

    Leonardo tomó uno de los trajes del armario que tenía su talla y primero se desvistió de su ropa normal para colocarse el traje. Mientras ambos soldados lo hacían, varios permanecían pendientes, especialmente porque muy pocos peleaban contra Deon y aquellos que lo hacían siempre salían perdiendo. Uno de los soldados que miraba la escena con curiosidad era la general Bar, quién se hallaba realizando ejercicios para las piernas y no fue vista por su ex pareja. Una vez los dos soldados estaban vestidos y listos, se colocaron en posición.

    — ¿Tienes alguna predilección por las normas? — Preguntó Deon antes de comenzar el combate — ¿Quieres que pongamos alguna?

    — ¿Peleas con normas? — Lio le respondió con otra pregunta, cosa que hizo sonreír al mayor de los Xom.

    — Normalmente no, solo lo hago con mí hermano.

    — Ya, claro — Sonrió Lio de forma sarcástica, entendiendo que eso no fue así en la última pelea que los hermanos Xom tuvieron — Cuando quieras, amigo.

    Las últimas palabras del hombre de Ceres dieron inicio al combate, iniciando el mayor de los Xom el ataque. Deon corrió hacía Lio con la intención de noquearle en el primer golpe quizá acostumbrado a hacerlo con la mayoría, pero antes de que proyectara el puño, Lio saltó con el codo derecho por delante, convirtiéndose casi en una lanza que iba directa al torso del hijo del Emperador. Deon se vio sorprendido por esto y recibió el potente golpe en el centro del pecho, provocando su caída en la lona mientras jadeaba por la falta de respiración producida por el golpe.

    La general Bar y el resto de soldados presentes en el lugar se quedaron atónitos al ver aquello, pues Deon era uno de los mejores peleadores de los Anixis sino el mejor, y acababa de recibir el primer golpe al inicio de la pelea. Santos observaba con seriedad y en posición al mayor de los Xom, que iba recuperando el aliento e incorporándose dolido del pecho mientras miraba a Lio con incredulidad.

    — No hemos puesto ninguna norma, ¿por qué te detienes? — El hijo del Emperador Gar Xom se veía frustrado — ¡Ataca, maldito idiota!

    — Yo solo ataco cuando estoy enfadado — Dijo Lio, teniendo recuerdos fugaces de su dura pelea contra Marlo Brendt en la orilla de la playa de Cuna — Si mantienes la posición, ves en todas direcciones. Ves los golpes venir y puedes anticiparte a ellos.

    — ¡No intentes darme una lección de pelea, Logan! — Exclamó Deon, dejando patente su inestabilidad mental — ¡Te voy a destrozar a mí manera!

    Deon volvió a retomar la iniciativa en el ataque y corrió de nuevo en dirección a Lio. Cuando se encontró a escasos metros de él, el hijo del Emperador se tiró en plancha hacia las piernas del hombre de Ceres en un intento de desequilibrarle. Santos lo vio y saltó rápidamente para evitarlo, pero entonces cayó en la trampa. Deon levantó ambas piernas en el momento justo para darle una doble patada a Lio en su espalda, haciendo que cayera de la misma forma al suelo. El golpe contra la lona lo salvó de ser más doloroso, pues sino, los riñones habrían recibido un daño severo.

    Lio se retorcía de dolor en el suelo y Deon no fue como él, por lo que no quiso esperar y volvió a la carga. Xom volvió a tirarse en plancha contra el cuerpo de Santos, pero éste se impulsó de brazos y piernas para volver a saltarle por encima. Ésta vez, la táctica de Deon de darle esa doble patada no iba a funcionar, por lo que el hijo del Emperador se apoyó en sus brazos para frenar el deslizamiento por la lona y se impulsó hacia su rival. Santos apenas pudo hacer nada pues la velocidad con la que se propulsó Deon hacía él parecía sobrehumana, placándole y derribándole rápidamente. Ahora el hombre de Ceres lo tenía sobre él y su rival comenzó a propinarle puñetazos en el rostro y en el torso a los que Lio se defendía conforme podía.

    — ¡¿Ahora los ves venir, eh?! ¡¿Los ves?! — Gritaba Deon, haciendo referencia a los golpes y a las palabras de antes.

    La realidad era que Lio no estaba sufriendo un daño excesivo y que lograba contener las embestidas de los puños de Deon, los cuáles eran incesantes pero duros. Bárbara y el resto de soldados presentes, a los que se les sumaron más tras ser avisados —entre ellos estaba Cia— disfrutaban de la pelea cómo hacía tiempo que no hacían. El hombre de Ceres esperaba encontrar la oportunidad de cambiar las tornas de la pelea o a que el cansancio en Deon le hiciera mella, sin embargo, esto último no parecía que fuera a suceder pronto. Fue entonces cuando Lio vio el instante y contuvo en su mano izquierda el puño derecho de Deon, y cuando su puño izquierdo se cernía sobre el rostro de Lio, éste lo desvió con su antebrazo derecho y le propinó un fuerte golpe en la nariz, quitándose a su enemigo de encima.

    El hijo del Emperador rodó hacia atrás para escapar del rango de proximidad de Lio y se levantó aturdido mientras comprobaba que la sangre era suya, la cuál brotaba de sus orificios nasales. En Lio se podían apreciar algunas contusiones en los antebrazos y en el rostro, pero nada comparable a la sangre de Deon, quién tras comprobar eso, miró a su rival con absoluta rabia mientras apretaba dientes y puños. Mientras la general Bárbara Mason permanecía atónita y con la boca abierta, la general Cia Jenner sonreía, pues no parecía sorprenderle la brutalidad de Santos en sus golpes. Decenas de golpes de Deon apenas provocaron magulladuras en el hombre de Ceres mientras que los golpes de éste eran muy pocos pero muy dañinos.

    — ¿Te has cansado de pelear, Deon? — Lio buscaba cabrear a su rival para que éste actuara con impulsividad — ¿O es que tu hermano te susurra al oído que pares?

    — ¡Cierra la boca, maldito hijo de puta!

    Completamente desatado tras las palabras de Lio, el hijo mayor del Emperador Xom se abalanzó hacia éste con toda la potencia que le quedaba en el cuerpo. El hombre de Ceres esperó paciente a que lo tuviera encima para realizar su golpe definitivo. Deon saltó sobre Santos con las rodillas por delante y ambas manos arriba y unidas en lo que iba a ser un contundente golpe parecido a cuando un hacha parte un tronco, dejando el torso expuesto.

    No obstante, antes de que el mayor de los Xom lo lograra, el hombre de Ceres se inclinó y acto seguido se impulsó con sus dos piernas juntas y rectas por delante, las cuáles frenaron a Deon por el abdomen a modo de muro. La doble patada fue tan fuerte debido al impulso de Lio, que cuando el hijo del Emperador cayó a la lona, además de escuchar cómo alguna costilla se quebraba, no pudo dejar de gritar y encogerse mientras sus brazos rodeaban el abdomen, dando a entender un dolor insoportable.

    — ¡Rápido, avisad a un médico! — Gritó uno de los varios soldados que fueron a socorrer al malherido Deon.

    Cia sonreía desde su lugar mientras Bárbara se aproximaba a Lio con una expresión en el rostro de satisfacción y alegría. El hombre de Ceres no había vuelto a hablar con su superior desde la finalización de las pruebas, por lo que verla ir hacía él de esa forma le extrañó bastante. La mujer se aproximó hasta colocarse directamente a su lado, acercando sus labios al oído.

    — Parece que lo tuyo es el juego sucio.

    — ¿Qué hay de sucio en mí forma de pelear?

    — Le has provocado hablando de su hermano, es ingenioso. Eres implacable.

    — Si usted lo dice, general Bar...

    — Sígueme, soldado — Musitó Bárbara Mason en un tono bastante atrevido.

    La mujer salió de aquel hangar seguida por su segundo al mando mientras varios soldados atendían a un herido Deon Xom y la general Jenner miraba al dúo marcharse con cierta intriga.
     
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    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

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    Saludos amigo. Supuse que algo había ocurrido para que no publicaras el día jueves. Me alegra que realmente no haya ocurrido nada malo y solamente hayas sido absorbido por las responsabilidades. A mí me pasa XD. Pero bueno, comentaré el capítulo.

    Me gustó mucho. A opiniones personales mías, el capítulo anterior me sigue pareciendo mucho mejor, pero ya sabes a qué se debe esto XD. Sin embargo, este ha estado muy bien. Vemos el avance del grupo que parte hacia Paraíso para el reconocimiento. Tengo que decir que no esperaba verlos de inmediato, creí que simplemente pasarían uno o dos capítulos antes de que se viera un poco de ellos, pero no ha sido una mala sorpresa. La que sí ha sido una mala sorpresa es ver a la perra de Sun a bordo de la nave. Entiendo que ella quiere ayudar, y me alegra que lo haga aunque sea solo una alianza temporal, pero hay otras formas. Prepararon provisiones para solamente 3 personas, y el haberse infiltrado sin avisar cambia los planes de forma considerable. Aunque viendo que las provisiones estaban preparadas para un mes, no sea algo tan malo.

    Honestamente, no entiendo como ella espera que le sonrían y la traten amistosamente tras todo lo que pasó. Instigó el odio hacia los neonianos, promovió una guerra civil, estuvo en una cruzada para asesinar a la gobernadora, abandonó a sus amigos cuando estos quisieron hacer algo en pos de beneficiar a la humanidad... ella está llena de malas acciones a corregir. Debería saber que hay motivos por los cuales la gente en Neonia, y sobre todo Reeda, quien va a bordo de la nave con ella, le tengan odio. Lo peor de todo es que ella no se conforma solamente con meterse al grupo, también quiere generar discordia. Meterse con Eron sabiendo que él está con Ashley, quien en el pasado fue aliada suya, e incluso la responsable de que obtuviera la libertad, es bajo. La odio mucho más después de este capítulo. Solamente espero que el tiempo en el espacio exterior no cause confusiones en Eron, pero espero que no. Eso sería dejar a Ashley destrozada. Y si bien ella merece muchas cosas (sigo y seguiré esperando que se disculpe con Yak, Lill, Snow, Arva [de forma apropiada y no de la forma que hizo en el anterior capítulo] y Reeda) no creo que merezca que una persona que la quiere le haga eso. Confío en Eron lo suficiente para mantener la compostura. En caso de no hacerlo, supongo que él se irá del top de personajes favoritos. Quiero decir, serle infiel a la persona que te ama con alguien que es tu enemigo es muy bajo. Esperaré para ver qué es lo que ocurre.

    Aprovecho para decirte que me hubiera gustado que esas conversaciones entre Sun y Reeda, siendo que Sun inició el movimiento que acabó con la vida de Narisha y con la colonia neoniana. Sería interesante ver conversaciones entre ellas dos, además de que dices que Eron y Uriow actuaron para frenarlas. Aprovechar ese momento para conocer algo más de la personalidad del syleriano que acaba de ingresar al grupo habría sido genial. Sabes que en la parte IV yo he dicho que había potencial para superar a la I, pero que la falta de ciertas conversaciones no lo hizo posible. Bueno, espero que el resto de la parte V vaya por un camino diferente al de aquí, ya que yo quiero ver más conversaciones XD.

    Por otro lado, parece que Lio y Sith tienen las cosas preparadas (o casi) para poder ayudar a la gente de Neonia. Me pregunto como reaccionarán los líderes cuando West tire la posibilidad de que Lio esté infiltrado y luego de que este haga la revelación. Créeme que muero por ver eso. También se ve que lo que dice Ender es verdad. La gente no está de acuerdo con Gar y el imperio, pero viven en eso porque es la única opción posible. Eso quiere decir que las cosas probablemente cambien cuando la población entera de Paraíso conozca la verdad sobre lo de los Rhajik, el Supremo y el Sistema Solar. Me intriga el hecho de que Lio quiere matar a Gar para ayudarlos a todos. Dado a que Ender parece tener en mente a su padre en los planes de paz. Sin embargo, no creo que Deon lo permita.

    Tal y como lo pensé, Lio fue imprudente al revelar su nombre real a Iris, y eso le reveló su tapadera. Debería estar agradecido de que Lina es conocida suya y de que odia a Gar, porque de lo contrario, habría sido expuesto. Me pregunto si, tal y como Lina lo hizo, otras personas cambiarán de bando. Digo, Lina sin conocer quien está al mando de Neonia dijo a Lio que espera formar parte de "su gente", lo que quiere decir que tan pronto como se presente una alternativa mejor, la gente estará desesperada por irse a Neonia. Me han gustado ver las escenas de Lio hablando con Iris, y me entristece pensar que Hillary ya no está para que pueda formar una familia con ella. Ya que se ve que eso es algo que él, muy en el fondo, quería.

    La pelea entre Deon y Lio fue genial. Realmente le sacó una gran ventaja con su juego sucio, y me encantó ver a Deon caer así. Más me va a agradar cuando esté muerto y enterrado, pero festejo esto. Temo porque Lio sufra represalias de Deon, ya que este es un enfermo mental y también es un ególatra al venir de presumido diciendo que siempre ha ganado las competiciones y que no merece la pena pelear contra Cia solo porque es mujer. Es una persona que está mejor muerta, y espero que todos en Neonia se den cuenta de que, sin importar que deba ocurrir con Gar, Deon tiene que ser eliminado.

    Al final, Lio ha ganado y se ha ganado las miradas de Cia y Barbara, las dos generales. Debo decir que parece que Lio es un galán, ya que van siendo 3 mujeres que se interesan en él. Me imagino que Barbara querrá aprovechar eso para buscar una forma de vengarse de Deon por todo lo que le hizo.

    Quedo a la espera de lo que sucederá en el siguiente capítulo. Será hasta la próxima.
     
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    Manuvalk

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    Saludos a todos. Como he repetido con anterioridad, con cada capítulo que avance, las cosas se pondrán más tensas. Los que busquéis más acción, eventualmente la tendréis. A mi juicio, se vienen unos capítulos muy interesantes. Reydelaperdicion gracias como siempre por tus comentarios y por el interés en la historia, creo de verdad que te gustará lo que se aproxima.

    PD: El capítulo comienza fuerte, espero me disculpen los puritanos XD.




    Agente doble








    Las breves ráfagas de viento que recorrían Paraíso en la noche, mecían levemente las cortinas de la ventana. Ubicada justo debajo de ésta se encontraba una cama que estaba siendo testigo de cómo un hombre y una mujer mantenían relaciones sexuales sin apenas conocerse. Lio acariciaba y apretaba con fuerza los muslos de la mujer mientras ésta se cogía de sus hombros para aguantar las embestidas del hombre. Una fina sábana les cubría de la cintura para abajo mientras iba lentamente apartándose para dar paso a ambos cuerpos desnudos. Bar gemía con cada penetración del hombre y éste también lo hacía mientras notaba los pezones de la mujer refrotarse contra su torso.

    Ambos se pasaron así gran parte de la noche. Cuando acababan, apenas bastaban unas palabras para volver a hacerlo, y así sucesivamente. La general Bar llevaba cinco años sin mantener relaciones sexuales, al principio porque le costaba mostrarse a otros hombres tras la violación de Deon, de la que nunca habló con nadie y todavía seguía preguntándose porqué. Después, porque ningún hombre le había llamado suficientemente la atención cómo sí lo hizo Lio tras darle una paliza al hijo del Emperador, aquel que la forzó en una tienda de acampada al poco de llegar al planeta mientras ésta estaba inconsciente por un golpe de él.

    Ver cómo el hombre al que más odiaba en la profundidad de su existencia era derrotado por otro hombre que parecía todo lo contrario a él, bastó para que ella sintiera deseos de rozarse con éste último. Mason sufría cada vez que mantenía la falsa apariencia junto al Emperador o al propio Deon, quién creía que la mujer no recordaba nada de esa noche. Si ella no lo dijo, fue por miedo a que el Emperador no la creyera y la despojara de su rango e incluso que la desterrara de Ciudad Anixis. Sin embargo, ese tipo de cosas eventualmente te hacen explotar y salen a la luz, siendo así la noche en la que intimó con su nuevo segundo al mando.

    — Me golpeó por detrás y me violó mientras estaba inconsciente — Murmuró Bárbara, quién ya no tenía lágrimas para romper a llorar por ese suceso — Me tomó un tiempo dejar de sentirme vulnerable.

    — ¿Por qué no lo contaste en todo ese tiempo? — Lio se hallaba apoyado sobre la ventana, sentado en la cama con la chica.

    — Es el hijo del Emperador Xom — Respondió ella con cierta rabia — Habría sido mi ruina.

    — Os vi besaros en la nave en la que regresábamos de Neonia mientras él te decía que su padre no estaría mucho tiempo al mando — Recordó Santos — ¿Qué explicación tiene eso? ¿Y qué mierda pretende Deon?

    — Lo que pretende Deon lo lleva pensando desde hace tiempo, y es quitar a su padre del poder para colocarse él — Explicaba Bárbara con seriedad — Gar quiere que traigamos a todos los de Neonia aquí para que nos ayuden a reconstruir, pero serían esclavos. Con Deon sería peor, él quiere el exterminio para que seamos los únicos humanos.

    — Ya me he dado cuenta de que está loco.

    — Respecto al beso, es pura interpretación — Murmuró Mason, cruzada de piernas en la cama y desnuda al igual que el hombre — Él cree que puede conseguir que volvamos a ser pareja y yo simplemente actúo frente a lo que haga. Porque si me muestro con él tal y cómo soy... estaría muerto y yo acabaría igual tras eso.

    — ¿Y qué se supone que es esto? — El hombre de Ceres no era alguien a quién le preocupara mantener relaciones sexuales siempre y cuando ambos quisieran, pero no comprendía que hubiera pasado de repente.

    — Has hecho con Deon lo que yo hubiese querido hacer desde hace mucho tiempo y esto ha sido la recompensa — Bárbara se aproximó a los labios de Lio hasta besarlos — Además eres mi segundo al mando y quiero que tengamos confianza mutua desde el principio.

    — ¿Ah sí? ¿Y haces esto con todos los que son tus segundos al mando? — Lio comenzó a reírse.

    — No, solo con los que de verdad captan mi atención.

    La general Bar, tras sus palabras, se recostó en la cama mientras se cubría la mitad del cuerpo con la sábana deshecha. Santos permaneció pensativo hasta que su mente le trajo el recuerdo de Hillary Murphy a la cabeza. Llevaba cinco años sin poder superar su amor por ella y era el mismo tiempo que llevaba muerta, por lo que pese a que nunca la olvidaría por lo mucho que significó para él, Lio comenzaba a meditar la idea de abrirse a otras mujeres más allá del sexo. De pronto, sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando la radio que portaba Bárbara siempre consigo emitió un mensaje.

    General Bar, soy el ingeniero Regan. El satélite ha sido lanzado al sistema Neon con éxito.

    Mason apenas hizo caso del mensaje, tratando de dormirse tras gran parte de la noche bastante intensa con su invitado, mientras éste sonreía al saber que con ese satélite también iba la baliza que Sith le preparó y que serviría para enviar datos a la Alianza en Neonia por parte de Lio, quién se sentía realmente cómo un auténtico agente doble en esos instantes.

    [...]

    Dos días después

    La Seven ya se encontraba en el sistema Faro de la Esperanza con el fin de confirmar la información que Ender dio a los líderes de la Alianza. No podía acercarse demasiado al cinturón de asteroides que rodeaba el único planeta en el lugar para no ser detectado, por lo que la nave permaneció en los límites del sistema.

    Desde allí, sus tripulantes monitoreaban las señales incesantes que recibían de comunicaciones Anixis que circulaban por todo el sistema y mientras tanto el radar confirmaba la existencia de Paraíso y de todo lo explicado por Ender en su día.

    — Si quisiéramos atacar Paraíso, con ese cinturón de asteroides rodeándolo sería una misión suicida — Decía el subcomandante humano Tanner mientras observaba el radar de larga distancia — Es cómo un maldito muro.

    — Y además cuenta con varias bases instaladas en algunos asteroides — Añadió Uriow, preocupado — No pondríamos un pie en la superficie de ese planeta sin recibir resistencia por parte de esas bases de avanzada.

    — Resistencia contra resistencia — Murmuró Sun con sarcasmo.

    — No quiero escucharte — Reeda se encaró con la asiática — Será mejor que te largues a tu habitación.

    Brume permaneció unos segundos mirando fijamente a la neoniana con evidente desafío, para después observar a Eron y Uriow, quiénes la miraban seriamente. La asiática lanzó un suspiro infantil de resignación y se dio la vuelta para marcharse.

    — Sí, mamá — Musitó en referencia a las palabras de Klamp.

    — No sé cómo la hemos soportado diez días — Murmuró Reeda mientras veía marchar a la líder de la Resistencia.

    — Aún nos quedarán otros diez para regresar, así que te pido paciencia — Eron trataba de que la tensión se rebajase mientras se volvía a centrar en el sensor — Parece que no hemos sido detectados, estamos en una buena posición.

    — El sensor indica que hay movimiento en cuatro asteroides del cinturón — Decía el syleriano, pendiente de los datos que emanaba el sensor — Se supone que son cuatro bases, entonces.

    — Bien, creo que los datos que tenemos son más que suficientes para contentar a nuestros líderes y para que confirmen la veracidad de la información de Ender — El humano quería emprender el viaje de regreso cuanto más pronto mejor — Cambiamos rumbo, pongo las coordenadas de Neonia.

    — Perfecto — Indicó Uriow, sentándose en el asiento de piloto.

    — Entendido — Musitó Reeda, dirigiéndose a su habitación.

    De repente, la Seven pareció tambalearse durante unos segundos, cómo cuando alguien tiene un escalofrío o breves temblores. Reeda, quién estaba a medio camino entre el puente de mando y su camarote, regresó junto a sus compañeros con la incertidumbre de qué habían sido esos ruidos. Uriow tampoco comprendía nada y Eron se preguntaba que pudo haber sido, cuando la nave emitió un pitido acompañado de un aviso.

    Cápsula de salvamento eyectada.

    Los tres tripulantes se miraron completamente impactados al oír aquello. Apenas tuvieron que esperar unos instantes para ver cómo la única cápsula que contenía la Seven —con el aforo para las cuatro personas que conformaran la tripulación— salía eyectada rumbo a Paraíso. El humano, la neoniana y el syleriano lo supieron entonces: la líder de la Resistencia, Sun Brume, acababa de traicionarles.

    [...]

    Mientras la cápsula de salvamento se dirigía a la superficie del único planeta del sistema a toda velocidad, sujetada por un arnés y varios cinturones en su asiento, Sun veía cómo su plan había funcionado. La asiática se infiltró en la Seven con un propósito: llegar a Paraíso y soltarse. Ese fue el motivo por el que subió verdaderamente a la nave. En casa, su gente ya fue advertida de los planes de Brume.

    — ¿Estás segura? — Preguntó uno de los miembros de la Resistencia presentes en la reunión.

    — Totalmente — Contestó la líder, sonriente — La Alianza, especialmente el comandante Crane, nos ha dado la espalda pese a ofrecerles nuestro apoyo en la batalla que se aproxima. He tenido tiempo para meditar y he llegado a la conclusión de que nunca seremos bien recibidos entre los nuestros y mucho menos entre los neonianos, aunque ofreciera mi ayuda, no lo hice por ellos. Además, los sylerianos ya están descubriendo lo que hicimos antes de la llegada de los Anixis y es cuestión de tiempo que obtengamos también su veto. Por eso, he decidido que nos uniremos al caballo ganador. Los humanizados Anixis.

    — ¿Cómo planeas hacerlo, Sun? — Una de las miembros tenía cierta intriga y dudas respecto al desarrollo de esa unión con los enemigos.

    — Me infiltraré en la nave que sale en pocos días hacia Paraíso y una vez me descubran, me inventaré la farsa de que quiero ayudar. Serán diez días actuando pero eso es algo que se me da fenomenal, así que... — Sun soltó varias carcajadas que fueron acompañadas por las de otros miembros — Una vez lleguemos a nuestro destino, utilizaré la cápsula de salvamento de la nave para lanzarme hacia el hogar de nuestros hermanos descarrilados. Probablemente me retengan pero cuando les diga todo lo que quieren oír, terminarán accediendo. Pediré hablar con su líder, ese tal Emperador Xom, para proponerle un pacto entre los Anixis y la Resistencia. Nosotros les ayudaremos a ganar esta guerra y ellos nos recibirán con los brazos abiertos en su planeta.

    — ¿Y qué se supone que debemos hacer nosotros, Sun? — Un hombre joven y de color se aproximó a la líder con seriedad — En cuanto regresen los de la nave, contarán lo que has hecho y todos los miembros de la Resistencia seremos objetivos de la Alianza.

    — Tranquilízate, Jacob — Murmuró la asiática, posando sus manos sobre los hombros del tipo — Para cuando ellos regresen, ningún miembro de la Resistencia estará en Promesa. Quiero que durante mi partida, poco a poco y disimuladamente, os vayáis de la colonia.

    — ¿A dónde se supone que debemos ir?

    — Es probable que os busquen en la Bataller o en el Sector 0, así que permaneced escondidos en las ruinas de Unión — Indicó Sun, quién lo tenía todo pensado — Jacob se quedará al mando hasta mi regreso, que espero que sea acompañada de nuestros nuevos amigos.

    El joven llamado Jacob y el resto de miembros asintieron tras las palabras de su líder. Con toda la Resistencia al corriente del plan de su carismática líder, solo quedaba esperar que ésta lograra su cometido y convenciera al Emperador Gar Xom de unir fuerzas.


    Sun se agarraba con fuerza a todo lo que la mantenía fija en su asiento. Mientras cerraba sus ojos y apretaba los dientes, la cápsula se encontraba con su rumbo totalmente bloqueado por los miles de asteroides que conformaban el cinturón que rodeaba Paraíso, haciéndolo prácticamente impenetrable. Debido a ello, la cápsula se estrelló con una violencia desmesurada en la superficie de uno de los tantos asteroides del lugar, con la fortuna de que dicho cuerpo celeste estaba habitado por una de las cuatro bases de los Anixis.

    El choque fue tan fortuito que el cráter en el asteroide provocó un breve pero fuerte temblor en toda la base, y por ello y el estruendo, los soldados presentes en el lugar salieron en tropel hacia la zona del impacto, del que un espeso humo dificultaba la visión. La asiática se encontraba bien pese a la velocidad con la que había impactado, con tan solo algunas magulladuras por el cuerpo. Se desabrochó el arnés y los cinturones para acto seguido abrir la compuerta. Por si el aire fuera no era respirable, la mujer vestía uno de los trajes que llevaban consigo una botella de oxígeno, robado de la Seven. Apenas puso un pie fuera de la abollada cápsula de salvamento, un círculo de soldados la rodeaba con los Flasher apuntando a su cabeza.

    — ¡Atención, tenemos una intrusa en la base Titán! — Exclamaba uno de los soldados, comunicándose por radio con alguien al mando — ¡Solicitamos instrucciones!

    ¿Es uno de los trabajadores? — Preguntó la voz proveniente de la radio.

    — ¡Negativo, señor! ¡No parece una trabajadora! — Respondió el soldado — ¡Ha llegado hasta aquí en una cápsula de salvamento!

    — ¡Vengo de Neonia! — Exclamó Sun con las manos en alto — ¡Quiero hablar con el Emperador!

    Los soldados se miraron entre sí bastante sorprendidos pero sin dejar de apuntar a la intrusa, la cuál permanecía al lado de la estrellada cápsula de salvamento de la Seven. El soldado que se comunicaba por radio tardó varios segundos en reaccionar a las palabras de la mujer, retomando la conexión con el otro lado para contarle lo que ésta acababa de decir.

    ¿En una cápsula de salvamento?

    — Así es, señor — Musitó el soldado que acto seguido iba a dar la noticia — Dice que proviene de Neonia y que quiere hablar con el Emperador Xom.

    El silencio se hizo. Mientras una docena de soldados rodeaba el cráter y mantenían sus Flasher en alto, la otra persona en la radio no respondió. Tuvieron que pasar dos minutos eternos para los presentes hasta que el soldado obtuvo una respuesta a sus palabras.

    Traedla a Paraíso, el Emperador ha accedido a hablar con ella. Es una orden.

    — Entendido — El soldado le indicó a otros que se acercaran a la asiática — Llevadla hasta el hangar y después al planeta.

    Dos de los doce soldados tomaron a Sun, uno por cada brazo, y la llevaron al hangar que se encontraba anexo a la base de nombre Titán. Mientras era llevada de forma forzada al transporte que la llevaría a un encuentro con el Emperador, la líder de la Resistencia observaba su alrededor con curiosidad. Pudo ver que aparte de soldados también habían personas normales allí, aunque estas parecían estar recolectando chatarra, pues arrastraban trozos metálicos de tamaño considerable hasta un lugar en concreto mientras se iba formando una montaña de chatarra.

    El trayecto hasta el hangar fue breve y de varias naves de diferentes tamaños que había, ambos soldados la subieron a lo que parecía básicamente una lanzadera. Mientras uno de los soldados tomaba el control de la nave, el otro se sentaba enfrente de Brume sin quitarle la vista de encima, escondida tras los característicos cascos que estos portaban. Ni Sun dijo algo ni los soldados dijeron nada, por lo que el silencio fue permanente en el viaje hacia Paraíso. Una vez entraron en su atmósfera, se dirigieron a Ciudad Anixis para aterrizar en la base militar dónde se hallaba el Emperador Gar Xom.

    — Ya hemos llegado — Indicó el soldado que pilotó la lanzadera tras haberla aterrizado.

    — Muévete, humana — Le dijo el otro soldado que se sentó frente a ella en el viaje, con una voz femenina.

    — Ya sabemos que sois humanos, dejad la tontería de creeros alienigenas — Le recriminó Sun con indiferencia mientras salía de la lanzadera.

    La asiática sonrió al ver el aspecto de la ciudad en la que vivían los humanizados Anixis. Los pocos pero altos edificios, la estructura de la base militar y su amplitud... el lugar le agradaba realmente. Allí si vio que la gente no llevaba los cascos, mostrando su aspecto humano tal y cómo lo era. Ambos soldados que la escoltaban le indicaron el camino que debía de tomar mientras la seguían por detrás para abatirla en el primer movimiento sospechoso que hiciera.

    Como el Emperador fue notificado, también lo fueron algunos soldados, que permanecían vigilantes ante el paso de Sun. La mujer fue llevada hasta el interior del complejo para pasar por un largo pasillo que en el final tenía un ascensor que la llevaría a la vivienda del Emperador. Los dos soldados que la acompañaban lo dejaron de hacer una vez llegaron al ascensor, pulsando el botón que la subiría y avisando al Emperador por radio de la llegada de la repentina intrusa.

    La líder de la Resistencia esperó a que el ascensor indicara que ya se encontraba en la planta deseada para abrirse y cuando este lo hizo, la mujer se encontró con cinco soldados apuntándola nada más abrirse las puertas del ascensor. Brume salió con las manos en alto mientras era cacheada por una soldado para confirmar que no tenía armas escondidas ni nada que pudiese provocar problemas.

    Tras esto, la llevaron hasta la gran sala en la que Gar Xom se reunía con la gente, que era básicamente la sala de estar de su propia vivienda. Allí se encontraba él, de espaldas, con aspecto algo envejecido y canoso pero con evidente fortaleza física aún. Los soldados se apartaron de Sun sin perderla de vista y el Emperador se volteó, indicándole con una mano que tomara asiento mientras con la otra tomaba un té.

    — Soldados, pueden retirarse — Ordenó el líder de los Anixis, cosa que sorprendió a la invitada.

    Estos asintieron ante la decisión del Emperador y se marcharon de la vivienda de éste, dejándolo a solas con la mujer recién llegada de Neonia. Sun se preguntaba porqué el tipo se había quedado a solas con ella, sin querer tener a sus soldados cerca por si le ocurría algo. Gar permaneció de pie frente a la mujer, dio un sorbo a su té y la miró.

    — Has sido muy valiente al aventurarte hasta aquí, sola — Dijo de pronto el hombre, muy intrigado — Me gustaría que me contaras cómo sabías de nuestra ubicación y qué quieres de mí en específico, pero antes, quiero que te presentes.

    — Me llamo Sun Brume, soy la líder de la Resistencia — Murmuró la asiática con seriedad.

    — Emperador Gar Xom de los Anixis — Respondió el tipo, dándole un segundo sorbo al té — Líder de la Resistencia... ¿a qué os resistís?

    — La Resistencia somos aquellos que consideramos a los neonianos culpables de los males que le han sucedido a la humanidad desde la guerra Rhajik — Explicó Sun, sentada frente a él — Yo soy la fundadora y líder del grupo.

    — Interesante, desconocía vuestra causa aunque sí escuché algo de una guerra civil antes de nuestra llegada a Neonia. Ahora supongo que tú Resistencia estaba involucrada, ¿cierto?

    — Así es, peleábamos contra el gobierno humano y los neonianos hasta vuestra interrupción.

    — Bueno, ahora quiero que me cuentes cómo se supone que sabías de éste sitio y de dónde estábamos — El Emperador le dio un tercer sorbo a su té y lo dejó en la mesa, apoyándose en ella con sus dos manos y la mirada seria.

    — Nos lo dijo uno de los vuestros que fue abandonado por un tal Deon Xom — Dijo Brume, que acto seguido sonrió — Ahora que lo veo, compartís apellido, así que sois familia, ¿no?

    — Nosotros no abandonamos a nadie — Replicó Gar, molesto e intrigado a la vez — ¿Cómo se llama el tipo que os dio la información acerca de éste sitio?

    — Ender Xom — Musitó la asiática, sin dejar de sonreír — Joder, ahora que recuerdo, ese chico también tiene tú apellido y el del otro tipo. ¿Sois hermanos o algo? ¿Eres su padre? — La líder de la Resistencia vio en el rostro del Emperador una expresión de impacto total — ¡Oh, vaya! ¡Eres su maldito padre!

    Gar apenas estaba escuchando a la asiática, pues se encontraba en shock. No sabía que pensar ni cómo reaccionar, principalmente porque su hijo Deon le informó de que Ender había muerto y ahora Sun le estaba contando que fue él quién reveló su ubicación. El hecho de que eso fuese así, implicaba que Deon le había mentido y por ello tendría serias consecuencias. Sin embargo, el Emperador sabía que debía centrarse en el presente y ese presente era la líder de la Resistencia ante él.

    — ¡Cierra la boca si no quieres que te mande en una cápsula directa al Sol de éste sistema! — Exclamó el Emperador Xom, inicialmente muy tenso pero calmándose poco a poco a sí mismo — Ahora dime, Sun Brume, ¿por qué has venido y cómo lo has hecho?

    — Vine con tres amigos más que venían a confirmar que los datos de tu hijo Ender eran ciertos y supongo que tras comprobar que les he traicionado, se habrán ido antes de que os pusierais a buscarlos — La líder de la Resistencia no tenía reparos en contar toda la verdad y lo que pensaba — Respecto a porqué he venido, la respuesta es fácil: puedo ayudaros.

    El Emperador Xom se sentó al lado de la asiática sin dejar de mirarla y visiblemente intrigado respecto a lo que ésta le decía.

    — ¿Ayudarnos? ¿Para qué?

    — No sé que pretendéis hacer con los que estamos en Neonia, pero conmigo y la Resistencia a vuestro lado, podemos inclinar la balanza de este conflicto a vuestro favor.

    — ¿Y qué queréis a cambio?

    — Sitio aquí para los míos — Dijo Sun, decidida — Que la Resistencia forme parte de los Anixis a todos efectos.

    — ¿Tú y tu grupo me ayudaríais a acabar con esto de una vez por todas?

    — Así es, mataremos a todos si es necesario para que haya una nueva humanidad.

    — ¡Soldados! — El Emperador sorprendió a Sun al llamar a sus hombres, los cuáles aparecieron rápidamente — Encerrad a esta mujer en una de las celdas hasta que decida que hacer con ella.

    — ¡¿Pero qué...?! — Sun estaba furiosa por no haber sido considerada su propuesta mientras se la llevaban a rastras — ¡¿Qué se supone que quiere, Emperador?! ¡¿Qué mierda hace?!

    — ¡Desde luego no quiero una maldita guerra y menos tener a traidores potenciales a mí lado! — Gritó Gar mientras veía marchar a la asiática para después sumirse en sus pensamientos — Los tuyos, todos, tendréis un propósito aquí. Con los que sois, tardaremos infinitamente menos tiempo en recuperar la tecnología Anixis desperdigada por el cinturón de asteroides y por el propio planeta.

    Mientras el Emperador Xom permanecía pensativo, su hijo Deon, algo magullado por la pelea de entrenamiento que tuvo contra Lio, lo había escuchado todo desde una habitación contigua a la sala. El mayor de los Xom se encontraba sentado en el borde de su cama, con la mirada perdida por la ventana y una sonrisa ventajista.

    [...]

    — Hagámoslo.

    El traje Anixis que portó Ender Xom en su día se encontraba tendido sobre una mesa repleta de cableado y herramientas mientras el ingeniero Finn acababa de ultimar los retoques para confirmar que la radio de dicho traje tenía ahora su señal amplificada y apuntando a Paraíso. Rodeando la mesa se encontraban además de West, la gobernadora Carver, el comandante Crane, el retenido Ender, el protector Paokt y la líder neoniana Erie Tovam. Con Hylda en dirección a Syleria, el syleriano Om era el líder de los suyos en Neonia.

    Westley, ayudado por el propio Ender, ya habían preparado el contacto con el Emperador Xom, quién hablaría con la gobernadora Carver. La señal era aceptable, por lo que era cuestión de tiempo que lograra llegar a alguna radio de Paraíso. Tras unos minutos de éxito fallido, la radio del traje logró interceptar una conversación de radio ubicada en el planeta de los Anixis.

    — ...uimos adelante, peinad todo el sistema, esos cabrones podrían estar cerca aún.

    — Entendido, nos pondremos con ello.

    — ¡Aquí la general Jenner, escuadrón uno conmigo!

    — La nave espera, general.


    Todos los presentes se miraban intrigados con lo que estaban escuchando pero contentos de que la idea de la radio del traje funcionase por el momento. Ender, quién hablaría primero hasta ceder el testigo a Snow, activó la radio para hablar.

    — Aquí Ender Xom transmitiendo desde Neonia, solicito contacto directo con el Emperador Xom. ¿Me recibís?

    El menor de los Xom tuvo que repetirlo varias veces hasta que la radio de algún soldado se hizo eco del mensaje.

    ¡Mierda! ¡¿Eres tú, Ender?! — El soldado que recibió el mensaje se veía alegre y sorprendido — ¡Qué alegría escucharte! ¡Tú hermano nos dijo que te mataron!

    — No fue así — Musitó Ender, serio — Por favor, ponme con mí padre.

    Eso está hecho.

    West, Lill, Snow, Om y Erie se miraron visiblemente nerviosos mientras la esperaba se alargaba más de un minuto, hasta que la voz del Emperador Gar Xom sonó por la radio del traje de su segundo hijo.

    Ender... — Gar parecía algo emocionado — No sabes lo mucho que significa saber que estás vivo. Tú hermano pagará por mentir, créeme...

    — Eso no es lo que me preocupa, padre — Intervino Ender, decidido — Me encuentro con los líderes humanos, neoniano y syleriano. Quieren proponerte algo.

    Ender le pasó el testigo a Snow, quién había sido elegida para representar a todos los líderes en dicha conversación.

    — ¿Emperador Xom? Aquí la gobernadora humana Snow Carver en representación de los líderes de la Alianza.

    La escucho, gobernadora.

    — Tenemos una propuesta para usted.

    Parece que ustedes son mucho de proponer.

    — ¿Disculpe?

    ¿Qué es lo que quieren proponer? — Gar decidió no contarles que Sun estaba allí, pues aún estaba pensando que hacer con ella y al fin y al cabo, su propuesta era una opción que no desecharía a la ligera.

    — Queremos reunirnos en persona con usted para negociar un pacto o una tregua, con el fin de sentenciar el conflicto que tenemos entre ambos bandos — Murmuró Snow con la más absoluta sinceridad — Hablaríamos de los términos y detalles en persona.

    ¿Cómo sé que no se trata de una trampa, gobernadora Carver?

    — No hay forma de garantizarle que no lo será, por mucho que le diga que no pretendemos hacer nada.

    ¿Dónde sería esa reunión?

    — El polo sur de Vulkano — Indicó la mujer — El sistema Boor'dehm se encuentra más o menos a mitad de camino entre Paraíso y Neonia, es territorio neutral.

    No sé si llamar territorio neutral a un planeta que solo vosotros visitáis es lo correcto, pero está bien.

    — ¿Accede entonces, Emperador Xom?

    Así es, nos vemos allí en dos días. Corto y cierro.

    El Emperador Gar Xom cerró la conexión con el traje de su hijo Ender mientras éste sonreía al ver que habían logrado convencer a su padre de negociar un trato para la paz de ambos bandos, los Anixis y la Alianza. Mientras los líderes debatían el cómo prepararse por si se sucedía un combate en el polo sur prácticamente inexplorado de Vulkano, en Paraíso, la líder de la Resistencia permanecía en una celda con resignación tras haber intentado proponerle un trato al Emperador, el cuál había rechazado rápidamente.

    — Solo hago que visitar celdas, joder... — Murmuró Sun, cabizbaja y molesta porque su plan no había funcionado.

    De pronto, el guardia que la vigilaba pese a estar encerrada tras unos barrotes fue llamado por un tipo que bajó a las celdas —la prisión en Ciudad Anixis estaba instalada bajo la base militar— y al que apenas la mujer pudo identificar. Soldado y desconocido hablaron durante unos segundos hasta que el primero se marchó del lugar, dejando al misterioso tipo a solas con Sun. El hombre se aproximó a la celda en la que estaba retenida la líder de la Resistencia, mostrando su rostro a la mujer.

    — ¿Quién mierda eres? — Le preguntó Brume con cierto enfado.

    — Soy Deon Xom, el hijo del Emperador — Se presentó el hombre — ¿Qué tal ha ido la entrevista con mí padre?

    — ¿No me ves? — La asiática levantó los hombros — Pensaba que tu padre quería acabar con la Alianza que tienen formada los humanos, neonianos y sylerianos, pero parece que no es el caso.

    — Él solo os quiere cómo mano de obra, está tan obsesionado con la tecnología Anixis que no piensa con claridad — Dijo Deon, apoyado en el lado de los barrotes en el que estaba la libertad — He oído tu propuesta y he de decir que me interesa.

    — Manda tu padre, no tú — Respondió Sun con recelo — Me interesaba un pacto con él, no contigo.

    — ¿Crees que hacer el trato conmigo es firmar sobre papel mojado? Porque si piensas eso, debo decirte chinita, que estás equivocada — Murmuró el hombre, sonriente — Al Emperador no le queda mucho tiempo en el cargo y planeo ser su sustituto, ¿me entiendes?

    — ¿Qué diablos pretendes, capullo?

    — Hacer lo que se debe hacer — Deon ahora cambió su expresión, siendo ésta muy seria — Tus amigos han contactado con mí padre y han quedado para dentro de dos días en el polo sur de Vulkano para pactar algo que pare el conflicto. No sé en qué está pensando mí padre, pero ese pacto no va a suceder si yo tomo el mando.

    — ¿Y qué se supone que saco yo de todo eso?

    — En tu maldita casa ya te deben estar considerando una puta traidora, ¿no crees? — El mayor de los Xom quería unir fuerzas con la asiática — Yo te ofrezco sitio para ti y tu Resistencia, aquí en Paraíso, si trabajáis bajo mis órdenes.

    — Vale, supongamos que accedo — Sun parecía estar interesada — ¿Cómo haríamos eso?

    — Haré que esa reunión en Vulkano sea un fracaso, me encargaré de mí padre y una vez esté al mando de los Anixis, organizaré un ataque directo a Neonia para acabar con todos los que están allí — Deon sonaba realmente decidido y convencido de su idea — Si tú y los tuyos os unís a mí, sería perfecto para que sembréis el caos cuando mis soldados llegasen a Neonia. Serían un apoyo idóneo. De lo contrario, tendría que matarlos y con el trato que te ofrezco, eso a lo que llamas Resistencia no tendría porqué morir. ¿Qué me dices? ¿Te apetece ser cómo un agente doble para mí?

    Deon se encontraba apoyado en los barrotes de la celda de Sun con una expresión maquiavélica que daba a entender que el tipo estaba obsesionado con liderar a los humanizados Anixis. La asiática también sabía lo que era tener sed de poder sobre su gente, pues intentó ser gobernadora de la humanidad en unas elecciones que perdió contra la actual, Snow Carver, e intentó apoderarse del gobierno a la fuerza con una organización rebelde a la que llamó Resistencia.

    — Cuenta conmigo, Deon Xom — Sonrió la mujer, apoyándose sobre los barrotes a escasos centímetros del rostro del hijo del Emperador — Si quieres, podría ser algo más que tu agente doble...

    El mayor de los Xom sonrió de forma perversa ante la propuesta sutil de la asiática, pero no le dio tiempo a responderla, pues el guardia al que antes había mandado fuera para tener privacidad con la detenida, había vuelto.

    — Disculpe, señor Xom — El guardia se mostró realmente cortés y atemorizado — El Emperador requiere su presencia en su hogar.

    — Avisa de que estoy en camino — Murmuró el hombre, volviéndose hacia la líder de la Resistencia — Un placer conocerte, Sun Brume.

    El hijo del Emperador salió de la cárcel subterránea de Ciudad Anixis, ubicada bajo la propia base militar, y tomó un ascensor que le llevaba directo a la planta del edifico que era la casa de su padre. Una vez dentro, se sorprendió de no verlo allí, por lo que decidió tomar asiento en el gran salón. Aún con magulladuras tras el intenso combate contra Lio aka Logan Smith, el primer hijo del Emperador Xom se encontraba sentado frente a una mesa alargada y redonda que ocupaba el centro del espacio. Había sido llamado por su propio padre para que le esperara allí, pues quería hablar con él.

    Apenas estuvo esperando diez minutos debido a las ocupaciones diarias del Emperador, cuando éste salió del ascensor que daba entrada directa a su vivienda. Gar caminó hasta aproximarse a la mesa donde estaba su hijo mayor para sentarse frente a él con una expresión de seriedad que hacía presagiar a Deon cuál iba a ser el tema de la conversación que iban a tener en breve.

    — ¿Por qué, Deon? — Fueron las primeras palabras que salieron de la boca de Gar — Dime porqué has mentido respecto a tu hermano Ender.

    — Él no era partidario de reclutar a la población de Neonia, simplemente pretendía que todos fuéramos amigos eventualmente — Contestó Deon, mirando fijamente a su padre — Y ese no era el plan.

    — ¡El plan tampoco era que lo abandonaras y nos dijeras a todos que había muerto, inútil! — Explotó el Emperador Xom, golpeando repetidas veces la mesa fruto de la ira contenida hacia su hijo — ¡Has mentido a tu padre y al Emperador de los Anixis!

    — ¡Ender es un maldito traidor! ¡No cree en nuestra causa! ¡¿Qué más da que viva o muera?!

    — ¡Es tu maldito hermano, pedazo de escoria humana!

    — Él dejó de ser mi hermano en el momento en el que salimos de la Tierra con el arca cuatro — Murmuró Deon, dejando claro que para él, su hermano menor no significaba nada — Y no soy humano, padre, soy un Anixis.

    Deon se incorporó de su silla con la intención de marcharse de allí, pero Gar se levantó también y se interpuso en su camino, evitando que éste se fuera. Padre e hijo se miraban fijamente a escasos centímetros el uno del otro, con rencor acumulado por parte de ambos.

    — Cuéntame que pasó entre los dos — Musitó el Emperador Xom, queriendo oír de boca de su hijo lo que provocó que ambos se separaran.

    — No hay nada que contar — Respondió Deon con frialdad — Peleamos y le derroté. Lo creí muerto... es lo que quería, pero parece que no le di lo suficientemente fuerte cómo para acabar con su triste vida.

    Deon Xom miró durante unos instantes a su padre con aspecto desafiante para después pasar por su lado y dirigirse al ascensor que le sacaría de allí. El Emperador Gar Xom apenas lograba comprender y asimilar el hecho de que sus hijos peleaban por ideologías distintas sin sobreponer por encima de todo eso el hecho de que eran familia. Antes de que Deon entrara en el ascensor, Gar se volteó para decirle algo.

    — En dos días nos reuniremos con los humanos y neonianos para negociar un trato — Dijo el Emperador con seriedad — Tú no vas a venir.

    — Te equivocas, padre — Musitó Deon, apretando el botón del ascensor que le llevaría a la base militar de los Anixis — Yo estaré allí porque me necesitas.
     
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    Saludos amigo. Cuando leí este capítulo al mediodía no pude comentar, así que lo hago ahora.

    Tengo que decir que la primera escena fue un tanto... extraña. Ver a Lio mantener relaciones con Barbara cuando estos a duras penas han interactuado se sintió un poco raro. Me parece un poco apresurado por parte de la soldado, y de Lio, bueno, considerando todo lo que ha pasado, asumo que él no ve las relaciones sexuales como algo especial, ni siquiera como un buen momento, dado a que pese a seguir estando enamorado de la chica que murió hace años, no se niega a una noche de pasión. Es difícil entender a Lio, pero su vida ha sido difícil también. Lo que me intriga es saber qué es lo que hará Lio con la información que Bar le ha dado sobre Deon. Está claro que Lio no querrá a un salvaje violento como Deon suelto en el futuro. No después de lo que Ender y Bar le contaron, por lo que asumo que su objetivo será eliminarlo. Habrá que ver qué tan bien o no lo hace.

    Sun me ha sorprendido para bien... en serio XD. Yo ya sabía que esa perra maldita iba a traicionar a los demás, pero me esperaba que ocasionara un accidente en la nave y que eso lastimara a Eron y al resto de tripulantes. Ver que escapó sin hacer nada, ni siquiera un intento de sabotaje, me sorprendió realmente. Pero bueno, el grupo se lo buscó por haber permitido que se quedara, y también por no mantener vigilancia sobre ella. Una lástima, porque todos sus planes estarán comprometidos. Esto es una prueba de que debieron haber lidiado con la Resistencia. Entiendo que sus motivos para no hacerlo luego de que liberaron a todos los humanos fueran que necesitaban fuerza de soldados para poder enfrentarlos, y que la Resistencia misma pensaba que los Anixis eran aliens. Pero luego de ver que estos compartían sus ideales, estaba claro que no se iban a quedar quietos. Una lástima que en la semana que ha transcurrido entre el final de la guerra (y más tiempo en realidad) no hicieran nada respecto a ello. Hubo tranquilidad, y con los sylerianos, podían permitirse solucionar ese conflicto. Ahora mismo, pues salvo que tengan a varios Super Rhajik de reserva, estarán jodidos. Vemos que la Resistencia tiene un segundo al mando para tomar el lugar de Sun hasta que ella regrese, me pregunto qué clase de aporte tendrá ese tal Jacob a la historia. Espero que Eron, Reeda y Uriow logren informar en casa sobre lo que ha pasado.

    Me ha dado mucha gracia la forma en la que Gar la hizo arrestar tan pronto como supo lo que ella quería. Seguramente, Sun imaginaba ser recibida como una especie de salvadora por los Anixis, y fue todo lo contrario XD. Pero bueno, es un gusto que me voy a dar.

    Una escena que me ha decepcionado un poco es la de la charla con Gar y Snow. El tipo descubrió por Sun que Ender, su propio hijo, seguía vivo, y no ha dado muchas palabras con él. Pero luego, la charla para pactar una reunión para negociar la paz, fue muy breve. Siendo que Gar era alguien que los quería tener de esclavos para poder extraer toda la tecnología Anixis, imaginé que él sería más difícil de convencer para acceder a una charla de ese estilo. Pero en la realidad, Snow y él apenas intercambiaron unas pocas frases (unas 14 en total, las conté XD) y ya acordaron reunirse. Entiendo que eso no es la tregua, pero imaginé que Gar sería más difícil de convencer. Después de todo, él los quería a ellos como esclavos y nada más tiene una charla breve con la gobernadora, ya accede a negociar una paz. Realmente, esperaba más de esto. Ha sido demasiado fácil. Podría tener algo de lógica si viéramos que Gar se mostraba más apegado a Ender que a Deon, pero en la parte IV, una charla entre Ender y su padre reveló que Gar tiene preferencia a su hijo mayor. Incluso a Ender le dijo que él "no entiende las cosas". Si hubiera sido al revés, la noticia de que Ender estuviera vivo y junto a sus captores, estando sano y salvo, harían que el emperador pudiera considerar la oferta de la negociación; pero eso no ocurrió, y sin embargo, convencerlo de ir a negociar fue muy fácil. Pero aún fue el hecho de que ni Om ni Erie hablaron. No esperaba que West hablara, y de Lill entiendo que él no es un gobernador, sino un segundo al mando/comandante, pero esperé que los líderes syleriano y neoniana dijeran algo al respecto. Creo que la escena sufrió por eso. Ojo, no digo que eso haya arruinado la parte V para mí, ya que es algo que se puede arreglar en capítulos futuros, pero quiero hacerte saber mi opinión.

    Al final, la reunión será en el polo sur de Vulkano donde los Rhajik que seguían al Supremo tenían una base, e incluso atacaron a Etyah y a Reeda. Es algo raro que la neoniana no haya reportado eso. De Etyah lo entiendo, porque él no duró mucho tiempo con vida, pero Reeda tuvo tiempo para poder avisarles que había Rhajik activos en Vulkano. Digo, si tuvieran que hacer otra evacuación de emergencia e irse a Vulkano, el grupo sería sorprendido por los Rhajik allí. Creo que fue imprudente de la chica el no haber dicho eso. Espero que eso no joda las conversaciones, pero conociéndote, está claro de que así será.

    Deon y Sun se han conocido, y la verdad es que, como dirían varios, es una receta para el desastre. Dos extremistas que quieren deshacerse de sus gobernantes. Deon de su padre y Sun de Snow. La verdad es que, en su locura, son tal para cual. El mismo objetivo, la misma actitud de escoria... ellos dos estaban destinados a conocerse y enamorarse entre sí XD. Les deseo lo peor del mundo a ellos dos, pero sé que antes de caer, van a llevarse por delante a varios personajes, y realmente temo mucho por mis favoritos. Queda a ver si Sun desenmascara a Lio, aunque tengo entendido que así será. Pero bueno, Lio tiene amigos en Paraíso (Bar, Cia, Sith, Lina) y no es la primera vez que él se esconde entre gente que lo quiere muerto. Veremos que tal le va esta vez.

    Al final, tengo que decir que Gar es muy similar a Snow, y que ambos son similares a la Unión. ¿Qué demonios pasa con los criminales en este universo? Ya parece la justicia de Argentina donde todo aquel que comete crímenes sale impune XD. Jim era un criminal y le dieron una colonia. Sun formó un grupo rebelde, instigó una guerra civil y trató de matar a la gobernadora. Deon fue descubierto por su padre en su intento de asesinar a su hermano. Lo atacó, lo creyó muerto y luego mintió sobre las circunstancias para instigar conflictos. Me parece muy raro que Gar no lo haya enviado a detener, mucho menos lo quitara del poder. Aquí, la escoria comete crímenes y no paga por ellos, y la verdad es que es algo frustrante ver que tipos inteligentes como Jefferson, Eduard, Snow, Lill y Gar lo permitan. Todo lo que Jim, Deon, Sun han hecho (y lo que los dos últimos puedan llegar a hacer) ha sido porque se los permitieron. Al final, Eduard pagó los platos rotos y muchos soldados también. Solamente espero que Lill y Snow no lo paguen por haber dejado tranquila a Sun. Gar no es alguien que me importe mucho, ya que es un tipo muy blando como para castigar a su hijo, y demasiado ingenuo para no quitarlo del mando. Entre que no me agrada y toda la incompetencia que está mostrando, no me molestará lo más mínimo que muera.

    En fin, habrá que ver que tal avanza todo. Déjame decirte que este conflicto lo veo mucho mejor llevado que el de la Resistencia y el de los Rhajik. En ambos, casi no hemos visto nada de las dos facciones enemigas. El Supremo apareció en la recta final de la parte I, y casi no participó haciendo esquemas o decidiendo cosas. Y la Resistencia tuvo a Guy y a Marlo haciendo planes, pero a duras penas fueron un par de capítulos. Aquí, además del hecho de que tuvimos tres capítulos para ver a los personajes de Paraíso, tenemos un conflicto mejor llevado ya que vemos lo que pasa en ambos bandos. Y eso creo que le da el potencial a esta parte de superar a las partes III, IV y a la I.

    No sé cuándo se hará la reunión, pero espero que no sea en el próximo capítulo. Como dije, la charla entre Gar y Snow no me ha dejado satisfecho para lo breve que fue, con lo fácil que Gar fue convencido y con la nula participación de Lill, Erie y Om en la escena. Espero que el siguiente capítulo sea para mostrar a los líderes de Neonia antes de dicha charla. Me gustaría ver a Erie hablando con Yak sobre el pacto, dado a que el joven neoniano querrá guerra por la muerte de Vanth. Om, supongo que hablará con Lill porque es el único con quien apenas ha tenido interacción en la historia, además de que Hylda y Uriow están lejos. Quisiera ver como ellos reaccionan ante la noticia, ya que no se ha mostrado en este capítulo. De parte de Snow tampoco se ha visto eso. Ella fue quien quería la paz, y tras haber conseguido el sí para una reunión con el enemigo, no se ha visto como ella reaccionaba ante poder conseguir lo que quería. Por lo tanto, considerando eso, y también el hecho de que Lill tenía pensado solamente una guerra y luego llegó a la conclusión de que la paz era la mejor opción, estando de acuerdo con Snow, me gustaría una charla entre ambos para ver qué opinan sobre el sí del emperador. Y de hecho, ya que estoy, también quiero que me des algún momento tierno entre Lill y Snow. Tú sabes que me lo debes luego del susto de hace dos semanas XDDD.... no es broma :v

    Estaré esperando para ver cómo se desarrolla todo. Y la verdad es que me está gustando como se va hilando esta parte. Por el texto del principio, parece que estuvieras disculpándote por no incluir acción, y la verdad es que no lo veo necesario. Estos capítulos con calma son igual o incluso más buenos que los capítulos donde hay acción, así que no pienses demasiado en eso. La acción se hace esperar, pero eventualmente llegará, y sé que no decepcionará.

    Creo que eso es todo por ahora. Habrá que esperar para ver cómo se van desarrollando las cosas. Hasta la semana siguiente si dios quiere.
     
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  13. Threadmarks: Un pacto con el diablo
     
    Manuvalk

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    Los Viajeros V: Regresión
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    Bienvenidos al séptimo capítulo de esta quinta parte de Los Viajeros. No tengo nada que decir, salvo agradecer cómo siempre el interés de Reydelaperdicion en la historia. Tras esto, os dejo con la lectura.







    Un pacto con el diablo




    Lio se mantenía en forma al ejercitarse en aquel hangar reconvertido en gimnasio, lugar en el que peleó contra Deon e hizo gala de unas habilidades importantes además de dar espectáculo al resto de soldados. Desde aquel momento, la presencia del hombre de Ceres en el gimnasio era habitual cada día, viéndolo levantar pesas, con mancuerdas, flexiones y manejo de otras máquinas para potenciar el físico y la agilidad. Esta vez, Santos golpeaba un saco de boxeo para coger más fuerza en sus brazos. Por cada golpe, por la mente del hombre pasaban todos los malos momentos de su vida y situaciones de dificultad que había superado, provocando que el siguiente golpe al anterior fuera más contundente contra el saco.

    — ¿Tienes algún problema con el saco de boxeo, Smith?

    El hombre de Ceres le propinó un potente y último golpe al saco, volteándose acto seguido para ver a la general Cia Jenner vestida con ropa deportiva y recién llegada al gimnasio para ejercitarse. La mujer le cedió una toalla a Santos, que la tomó para quitarse la sudor del rostro.

    — ¿Todo bien? — Le preguntó Cia, notando en el hombre cierto estrés acumulado.

    — Perfectamente — Musitó Lio, sonriendo — ¿Y tú? ¿Vas a ejercitarte un poco?

    — Así es, mañana tenemos una misión — Murmuró la general Jenner — Y tú vas a estar bajo mi mando.

    — Se supone que estoy bajo el mando de la general Bar — El hombre de Ceres no entendía a qué se refería la mujer.

    — Ella tiene otra misión, debe acompañar al Emperador Xom a una reunión con la gente de Neonia para buscar un acuerdo de paz, por así decirlo — Explicó Cia, llamando la atención del infiltrado — Así que tú vendrás conmigo.

    — ¿Dónde?

    — Vamos a visitar a esos alienigenas que algunos de nuestros soldados vieron en Neonia, acompañando a humanos y neonianos — Indicó la mujer — ¿Sylerianos, no? Bueno, el caso es que uno de nuestros satélites, colocado en el sistema Boor'dehm, ha detectado movimiento de una nave y le siguió el rastro hasta cruzar Xhander. Sin darse cuenta, nos han revelado su ubicación planetaria.

    — ¿Qué tipo de visita planeamos hacer, Cia? — Lio quería saber lo máximo posible, pues con su baliza de datos implantada en el satélite enviado al sistema Neon, podría intentar alertar a sus compañeros de que los sylerianos en Syleria tendrían problemas.

    — El Emperador dice que los estudiaremos hasta nueva orden, así que quizá estemos unas semanas fuera de Paraíso.

    — Entiendo — Lio asintió mientras se disponía a poner rumbo a las duchas — Pues ya me avisarás cuando vayamos a partir.

    — Mañana por la mañana — Cia se preparó para ocupar el lugar del hombre y darle unos golpes al saco de boxeo — Serás notificado.

    El hombre de Ceres se dio la vuelta y puso rumbo a las duchas del gimnasio con absoluta seriedad. Pese a que en un principio iban a estudiar a los sylerianos, el Emperador podría dar la orden de atacar si las cosas en la negociación que iba a tener a cabo con sus amigos no acababan bien, por lo que debía apresurarse para mandar esa información a través de la baliza de datos que el ingeniero Regan le fabricó e instaló secretamente en el satélite Anixis enviado a Neonia.

    [...]

    Dos días después

    Un grupo de doce personas avanzaba entre escombros y ruinas de lo que antes era una pequeña colonia humana, próspera y diversa, llamada Unión. Antes de la guerra civil contra la Resistencia, Unión acogía a setenta mil personas, en su mayoría humanos y a unos pocos neonianos que se mudaron de Isharay con la intención de establecer vínculos con sus aliados. Ahora, la colonia era un yermo de piedras y edificios pequeños derruidos o que apenas lograban mantenerse en pie, todo rodeado del frondoso bosque neoniano que convertía el lugar en un resquicio de civilización.

    — ¿Dónde se esconden los demás? — Preguntó una mujer con un bebé en brazos y visiblemente fatigada.

    — En el edificio principal — Señaló Jacob, el hombre que lideraba a ese pequeño grupo — Fue construido sobre un búnker neoniano, ellos estarán ahí.

    — Venga, vamos — Indicó otro tipo, asegurándose de que estaban todos mientras se volteaba hacia el hombre de color que lideraba al grupo — Con este grupo ya estarían todos.

    — ¿Estás seguro?

    — Lo estoy, los tres mil miembros de la Resistencia que quedamos después de todo, estamos aquí.

    Jacob Klein, apodado por los suyos cómo Shadow debido a su color de piel y a la dificultad que entraña el detectarlo en sus misiones de sigilo debido a sus especiales habilidades, las cuáles obtuvo realizando una asignatura especial en la AFE a la que solo accedían unos pocos por petición de La Unión, levantó la cabeza y observó a su alrededor. En el búnker antiguo neoniano parecían resguardarse los miembros de la Resistencia más frágiles o debilitados, pues en los edificios contiguos se veían a los soldados bien posicionados por si la Alianza de humanos, neonianos y sylerianos detectaban antes de tiempo que habían vuelto a traicionarles y decidían atacar.

    Podían pasar semanas hasta que su líder, Sun Brume, llegara con la caballería Anixis a Neonia, por lo que la Resistencia se pegó al plan establecido y bajo el mando temporal de Shadow, permanecerían en la destruida colonia de Unión hasta nueva orden. Durante los diez días que la Seven realizó en su viaje de ida a Paraíso, los miembros de la Resistencia fueron yéndose poco a poco de Promesa para evitar alertar a las autoridades, las cuáles no dejarían que tanta gente se fuera sin explicación alguna y menos en una situación cómo en la que se encontraban, al borde de una guerra contra los Anixis. Jacob fue de los últimos en salir de la colonia humana y sería el único miembro de la Resistencia que estaría por allí para recabar información.

    — Mantened el sigilo en todo momento, una vez se descubra que Sun ha traicionado a la Alianza y ha pactado con los Anixis, seremos un objetivo — Jacob fue incisivo en esto último — Estaré en contacto permanente con vosotros, me mantendré vigilante en Promesa por si descubro algo que nos involucre.

    — Está bien, mucha suerte, Shadow.

    — Cuidaos todos, volveré pronto.

    El joven de veinticinco años nacido en el ya inexistente satélite natural de la Tierra, la Luna, se despidió de su compañero y de todos los soldados que le observaban mediante un gesto de dos dedos en la frente que luego lanzaba al aire. Tras esto, Shadow emprendió el rumbo de vuelta a la colonia de Promesa tras haber puesto definitivamente a resguardo a los tres mil humanos que eran miembros de la Resistencia liderada por Sun Brume, y que pronto esperaban formar parte del mundo de los Anixis.

    [...]

    La Arcadia comenzaba a aterrizar en Vulkano tras estar varios días de trayecto en el espacio, desde Neonia hasta el planeta dónde habían quedado con el Emperador Xom. La nave de origen humano descendió hasta la superficie del planeta volcánico, concretamente en su polo sur, un lugar que nunca habían explorado. El lugar no tenía diferencias con el polo norte repleto de plantas y color verde, pues era idéntico, exceptuando una pequeña estructura que la piloto de la nave, quién esta vez fue la neoniana Erie Tovam, reconoció cómo un laboratorio antiguo de los neonianos.

    Acompañando a la líder neoniana a bordo de la Arcadia, también se encontraban la gobernadora Carver, el comandante Crane, el joven neoniano Quetaryan, la soldado Ripley, el Super Rhajik Zyon, la doctora Marlow y el único que conocía a los humanizados Anixis como el que más, el menor de los Xom. El grupo había llegado varias horas antes a la prevista, pues habían quedado en un territorio neutral para ambos pero apenas reconocido —humanos y neonianos solo visitaban el polo norte de Vulkano hasta entonces— por aquellos que lo propusieron. Decididos a evaluar la zona en busca de posibles peligros, el comandante Crane ordenó que la tripulación se dividiera en dos grupos.

    — Conmigo vendréis Snow, Cinthia y Zyon — Ordenó Lill con determinación — Erie liderará al otro grupo.

    La líder neoniana se quedó con Ashley, Ender y Yak. Cada grupo se fue por un lado del pequeño edificio para poder explorar la zona correctamente. El grupo de cuatro que comandaba Lill se dirigió a la parte trasera del antiguo laboratorio de origen neoniano mientras que el grupo liderado por Erie se quedó frente a la entrada del lugar.

    — ¿Cuál era tu nombre? — La líder neoniana en sustitución del fallecido Vanth se dirigió al que fue un Anixis.

    — Ender Xom.

    — Tú entras primero, Ender — Le ordenó Erie al humano — Te cubrimos.

    El hombre era consciente de que debía ganarse la confianza de sus nuevos aliados pese a haberles proporcionado información esencial sobre los humanizados Anixis. Con sus músculos en tensión y decidido, el menor de los Xom se asomó por la puerta del complejo neoniano. La puerta que daba acceso estaba destruida, por lo que no tuvieron mucha complicación para irrumpir en el lugar. Ender, el cuál obtuvo un voto de confianza por parte del comandante Crane al haberle armado, entró con un Striker en alto seguido de la neoniana, la ex líder de la Resistencia y el joven discípulo de Vanth Dheer.

    Mientras tanto, por la entrada trasera la cuál sí tenía puerta, Zyon se encargó de echarla abajo mediante una patada. Pese al sonoro estruendo que esto provocó, nada se movió en el interior del edificio. La máquina se ofreció para ir en cabeza mientras era seguido por Lill, Cinthia y finalmente Snow. Anduvieron por lo que parecía ser un almacén con estanterías derribadas y en completa oscuridad, cuando la caída de un objeto hizo que todas sus linternas equipadas en sus trajes enfocaran al mismo lugar.

    — ¿Qué ha sido eso? — Snow comenzó a mirar a su alrededor, sintiéndose de alguna manera, observada.

    — Parece algo metálico, espera... — Murmuró Lill, aproximándose al objeto que acababa de caer hasta verlo bien — Mierda.

    En las manos del comandante se hallaba un casco de soldado Anixis pero lo más preocupante de todo era que también dentro tenía la cabeza de su dueño. Cinthia notó cómo su Striker le temblaba en las manos mientras Zyon comenzaba a usar su escáner para detectar al enemigo. Efectivamente, no tardó en encontrarlo.

    — Todos al suelo.

    Tras las palabras del Super Rhajik, una docena de puntos rojos comenzaron a iluminar en plena oscuridad, haciéndose cada vez más grandes para dar paso a varios disparos láser hacia la posición del grupo. Aquellos disparos fueron oídos por el grupo liderado por Erie, que se encontraba en el interior del laboratorio sin haberse enfrentado aún a nada.

    — ¿Qué está ocurriendo, comandante Crane? — Preguntó la líder neoniana por radio.

    — ¡Ataque Rhajik! — Exclamó Lill cómo respuesta.

    Ashley, Yak y Ender se miraron preocupados y se dispusieron a ir en apoyo de sus compañeros, cuando varias de esas máquinas les interceptaron en lo que parecía ser una sala de espera. Erie y Yak se lanzaron a un lado mientras Ash y Ender hicieron lo propio al otro. Los disparos láser de las máquinas comenzaban a hacer volar papeles repletos de polvo y objetos mientras humanos y neonianos se cubrían.

    — ¡Nos han atrapado! — Gritó Ender a su compañera para que se le pudiera oír por encima de los disparos láser — ¡Dame tu granada y dispárales para llamar su atención!

    — ¡¿Qué mierda planeas?! — La mujer no entendía al tipo, por lo que no le entregó la granada.

    — ¡Tú les distraes y yo lanzó la granada! ¡Para cuando la vean, no tendrán tiempo de moverse!

    — ¡Vale, está bien! — Ash le dio su granada de fragmentación — ¡Cuando tú digas!

    Ender esperó unos segundos y asomó lo suficiente la cabeza para ver que se trataba de cuatro Rhajik comunes, juntos en el acceso a un pasillo que había tras ellos. Consciente de que podría acabar con ellos de una vez, el ex policía de La Unión dio la señal a su compañera y ésta comenzó a disparar sin cesar. Xom aprovechó que las máquinas se centraron en el fuego que les provenía del lugar en el que estaba Ashley para él salir de su cobertura y lanzar la granada mientras saltaba hacia la cobertura en la que estaban los neonianos.

    La granada de fragmentación cayó a los pies de los cuatro Rhajik, que cuando la vieron, se dispusieron a apartarse sin tiempo para ello, pues la explosión logró alcanzar a los cuatro. Mientras una de las máquinas había sido abatida, otras dos se encontraban sin patas y la restante logró evitar el impacto de la metralla del arma de mano. Las dos sin patas y la que seguía bien no cesaron en seguir disparando, pero el gesto de Ender fue valiente y atrevido.

    Mientras el grupo de Erie continuaba lidiando con sus enemigos, el grupo de Lill hacía lo propio en aquel almacén a oscuras. Zyon salió de su cobertura y aprovechó su envergadura para subirse a una parte alta del almacén, desde donde comenzó a disparar mejor a la docena de Rhajik presentes. Lill sacó su mano de tecnología idéntica y disparó repetidas veces el láser en forma de ráfagas, las cuáles golpearon en una de las máquinas y la agujerearon hasta terminar con ella.

    Snow usaba su Buster contra los Rhajik más cercanos, pues el rango de disparo de la escopeta humana no era para distancias largas. La gobernadora acabó con tres de ellos en un movimiento mientras Cinthia, atenazada por el miedo, apenas salía de su cobertura para disparar contra el primer punto rojo que viese. Lill optó por usar entonces una granada de energía, de origen neoniano, para desactivar a las máquinas. El hombre la lanzó justo al centro del almacén y cuando ésta explotó, alcanzó un radio de cinco metros a su alrededor, acabando con la gran mayoría de máquinas.

    Solo tres seguían en pie tras no haber sido alcanzadas por la granada de energía. Desde su posición de altura, Zyon se lanzó sobre una de las máquinas, derribándola y arrancándole los cables de su nuca rápidamente. Cinthia vio que los otros Rhajik se distrajeron con ello, por lo que se asomó por su cobertura y apretó el gatillo contra uno de los enemigos, asestándole una lluvia de balas unidas a su grito de guerra que terminó con la vida artificial del robot. Finalmente quedaba una y ésta se vio superada, sin saber en qué dirección disparar. No obstante, antes de que alguno de los presentes acabaran con ella, una ráfaga de disparos por detrás lo derribaron hasta su fin. El comandante y el resto de su grupo vieron a Ashley con el arma en alto junto a Ender, Yak y Erie.

    — ¿Todos bien? — Preguntó Ashley, bajando su arma tras haber abatido al último Rhajik.

    — Sí, gracias por aparecer — Respondió Snow, la cuál iba recuperando poco a poco la confianza hacia la ex líder de la Resistencia.

    — Creo recordar que Reeda mencionó acerca de éste sitio durante su captura tras la explosión de la base en órbita de los Anixis — Contó el joven Quetaryan — Ella y Etyah pelearon aquí contra ellos y contra los Rhajik.

    — No hemos visto ningún cuerpo — Añadió Ender, sorprendido de no ver siquiera una baja a favor de las máquinas.

    — Te equivocas — Musitó Cinthia — Lill encontró el casco de uno de los Anixis... con la cabeza dentro.

    — Joder, ¿decapitado? — La soldado Ripley no pudo evitar mostrar una expresión de repugnancia al oír aquello.

    — Así es — Intervino Zyon.

    — Parece que ya no quedan más — Indicó la líder neoniana, Erie — Lo mejor será que esperemos la llegada del Emperador Xom cerca de nuestra nave.

    — Aún así debemos asegurarnos — Dijo el comandante Crane, desconfiando de la situación — Continuaremos divididos y nos reuniremos fuera del lugar una vez nos hayamos asegurado de que no quedan más Rhajik.

    [...]

    La nave Anixis que transportaba al Emperador Gar Xom, su hijo Deon y la general Bar entre otros, se encontraba a escasos minutos de llegar al polo sur de Vulkano, lugar en el que habían quedado con los miembros de la Alianza formada por humanos, neonianos y sylerianos para negociar una tregua en su peculiar conflicto. Mientras el piloto realizaba las maniobras pertinentes para el descenso a la superficie planetaria, el Emperador se reunió en una sala con sus dos personas de más confianza en la nave: Deon y Bárbara. Aunque con el primero apenas tenía ya esa confianza de antaño tras descubrir la mentira respecto a la muerte de Ender entre otras cosas más, no pudo evitar que subiera a bordo de la nave que les llevaría a Vulkano.

    — Bárbara, quiero que tú y varios soldados rodeéis la zona del encuentro y apuntéis con los Winlock a todos — Ordenó Gar a su general — Si algo sale mal, dispara. Te haré una señal llegado el caso.

    El arma de la que hablaba el Emperador era un fusil de francotirador Anixis que disparaba plasma comprimido, el cuál sustraía de un cargador autosostenible que debía ser recargado con la propia materia. Era un arma letal en las distancias largas y un disparo certero en cualquier parte crítica del cuerpo era mortal. Su nombre hacía honor a su poderío, llamándolo 'victoria cerrada'.

    — A sus órdenes, Emperador — Musitó la mujer, dispuesta a marcharse a reclutar a sus soldados.

    — El resto de soldados vendrán conmigo y estarán a pie de campo por si las cosas se tuercen — Dijo Gar, que acto seguido se dirigió a su hijo — A ti te quiero cerca, para evitar que la cagues.

    — ¿Seguro que es por eso, padre? — Deon mostró su actitud más prepotente — ¿O es para que te salve el culo de esa gente cuando se ponga a disparar?

    Gar no pudo tolerarlo más y golpeó a su propio hijo, propinándole un puñetazo en el rostro que pilló absolutamente desprevenido a Deon, el cuál retrocedió varios metros para luego tocarse la zona del golpe y comprobar que simplemente había enrojecido. Su mirada de odio fue total y el Emperador no rehuyó de ella, sino más bien plantó cara con una mirada desafiante que provocó, tras unos tensos segundos, la risa en Deon Xom.

    El hijo del Emperador se fue de la sala sin dejar de tocarse el pómulo, la parte del rostro que había recibido el golpe. Su padre vio cómo éste se marchaba y después lanzó un suspiro de resignación y tristeza, preguntándose cómo había llegado su familia a esa situación. Por su mente pasaban miles de recuerdos y en todos ellos aparecía su fallecida mujer, Nadia Armstrong, la madre de sus hijos Deon y Ender. Tras lo ocurrido con el arca número cuatro de La Unión, la cuál él capitaneaba, apenas volvió a pensar en ella hasta cuando fue notificado de la muerte de Ender, algo que realmente nunca ocurrió y descubrió hacía poco.

    Sin embargo, en ese momento, su imagen volvió a la cabeza del Emperador Xom, quién se encontraba un tanto abatido por la situación que atravesaba con sus hijos. No le estresaba el conflicto que hubo con humanos y neonianos en Neonia ni una posible guerra entre ambos bandos, ni el hecho de que los sylerianos apareciesen en escena, sino el no poder mantener a sus hijos junto a él y principalmente el no poder recuperar sus antiguas versiones, cuando ambos aún se querían cómo verdaderos hermanos.

    — Tu sabrías lidiar con ellos, Nadia — Pensaba Gar, quién después de tantos años, se percató de que aún la echaba de menos — Te quiero, cariño.

    El Emperador Xom salió de la sala en la que se encontraba y se dirigió a la compuerta de salida, al haberse preparado mucho antes y no tener que hacerlo al último momento. Allí estaban los diez soldados que habían ido junto a él además del piloto, la general Bárbara Mason y su hijo Deon. El piloto de la nave ya sabía que debía hacer y era el dejar al grupo de Bar a una distancia considerable para después aterrizar en el lugar del encuentro. Así, mientras ella y sus soldados se aproximaban al lugar y tomaban posiciones estratégicas por si se sucedía un enfrentamiento, el Emperador junto a su hijo y el resto de soldados harían acto de presencia.

    Unos pocos minutos después, la nave Anixis abrió sus compuertas para que el escuadrón de la general Bar pudiera salir y posicionarse. En circunstancias normales, Gar hubiese puesto a su hijo a liderar a ese grupo pues confiaría en que él le protegiera la espalda, no obstante, no era el caso y por ende esa tarea recayó en la mujer, que tenía mucha más confianza por parte del Emperador que su propio hijo. Cinco soldados y Bárbara saltaron hacia la superficie del polo sur de Vulkano mientras la nave retomaba altura y se dirigía unos pocos kilómetros más adelante, dónde se encontraba el laboratorio antiguo neoniano y la Arcadia, siendo el lugar de encuentro para la reunión entre Anixis y Alianza.

    El comandante Crane, acompañado en su mayoría de gente de confianza, vieron cómo la nave del enemigo se acercaba hasta comenzar un leve y suave descenso, ubicándose cerca de la Arcadia. Tras haber registrado todo el laboratorio abandonado y haberse asegurado de que no había más Rhajik ni otras amenazas, el grupo liderado por Lill esperaba impaciente la salida del Emperador Gar Xom. Tuvieron que esperar unos largos minutos hasta el aterrizaje completo de la nave y la apertura de sus compuertas para verlo. El propio Emperador en persona salió acompañado de su hijo Deon y de cinco soldados que les seguían. Ambos líderes dieron varios pasos al frente para saludarse en solitario con un estrechamiento de manos.

    — Comandante Lill Crane — Dijo Gar mientras observaba al tipo de arriba a abajo — Es realmente un placer el conocer a uno de los miembros de los Viajeros.

    Lill se sorprendió mucho de que el líder de los Anixis lo hubiese reconocido, aunque realmente no era raro, debido a que ambos trabajaron para La Unión, además de que el que fuera cartógrafo y sus compañeros de la Arcadia se hicieron conocidos entre la población humana tras su desarrollo en la guerra Rhajik.

    — No sé si pueda decir lo mismo, Emperador Xom — Murmuró Lill, que portaba su Rhajead en la espalda — Dependerá de si estoy haciendo un pacto con el diablo o no.

    — Quizá para nosotros sea usted el diablo, ¿no ha pensado en eso? — El Emperador esbozó una media sonrisa tras sus palabras — Dígame, comandante Crane, ¿dónde podremos tener una conversación seria entre dos líderes de verdad?

    — Hemos preparado una sala en el interior de ese laboratorio abandonado — Señaló Lill con normalidad — Pero no será conmigo con quién mantenga esa conversación, sino con la gobernadora de la humanidad.

    — Perfecto, me parece correcto — Indicó Gar, quién hizo un gesto a sus cinco soldados — Si no les importa, me gustaría que mis hombres comprobaran la seguridad de ese lugar antes de entrar por mi cuenta.

    — Está en su derecho — Musitó Snow, aproximándose al Emperador y ofreciéndole la mano — Gobernadora Carver.

    — Mucho gusto, gobernadora. Espero que podamos llegar a un acuerdo.

    — Eso espero.

    Mientras el Emperador y la gobernadora se daban la mano, el otro grupo formado por cinco soldados y liderados por la general Bar se colocaban en posición, concretamente en unas llanuras pronunciadas que se encontraban a cierta distancia del lugar de la reunión. La mujer preparó su Winlock y apuntó mientras notificaba su situación al propio Gar Xom, el cuál tenía un pequeño implante en el oído por el que recibía las palabras de Mason.

    Todos en posición, Emperador Xom — Confirmó Bárbara mientras tenía en su mira a la gobernadora de la humanidad — Estaremos vigilantes y a la espera de su señal. Corto.

    Gar sonrió tras oír a su general por el implante mientras el comandante Crane y la gobernadora Carver no eran conscientes de nada. Sin embargo, esa sonrisa se difuminó cuando el Emperador puso los ojos en su segundo hijo, el cuál estaba allí presente, en el bando contrario. Ender miraba seriamente pero no lo hacía con su padre sino con su hermano mayor, un poco más alejado y el cuál no le quitó la vista de encima en ningún momento desde que llegó.

    — Todo en orden, Emperador Xom — Dijo uno de sus soldados al salir de inspeccionar el laboratorio abandonado donde se sucedería la reunión.

    — Perfecto — Musitó éste, cediéndole la delantera a la gobernadora — La sigo, señorita Carver.

    Snow miró a Lill y le asintió, tratando de hacerle ver que estaba todo bien. La mujer tomó la delantera y se dirigió al interior del complejo seguida por el líder Anixis mientras las personas de ambos bandos les miraban marcharse. El comandante Crane regresó junto a los suyos y se colocó al lado de Zyon con la intención de decirle algo.

    — Quiero que escanees los alrededores de forma discreta — Ordenó Lill a la máquina — Dudo mucho que vayan a jugar limpio.

    — Entendido, comandante Crane.

    El Super Rhajik se puso manos a la obra de forma discreta mientras Ashley, Yak y Cinthia se encontraban con Ender y la líder neoniana Erie se aproximaba al comandante.

    — No me gusta que esté ella sola con él — Murmuró Erie seriamente — Hiciste bien en proponer la idea de colocar cámaras en el interior.

    — Yo soy el primero al que no le gusta que mí mujer esté sola con ese tipo — Respondió Lill, de brazos cruzados e incómodo — Tú eres nuestra piloto y la líder de los neonianos, si las cosas salen mal, te necesito a salvo. Así que permanece en la Arcadia y vigila a Snow por las cámaras. Si ese Emperador hace algo sospechoso, me avisas por radio y entraré ahí.

    — Buena idea, entendido.

    Mientras la neoniana Tovam se llevaba todas las miradas de los soldados Anixis por meterse en el interior de su nave, el hijo del Emperador seguía centrado en su hermano. Tras la paliza que le dio en el combate entre ambos ocurrido en Neonia, lo creyó muerto, pero estaba claro que no fue así. Ahora, el verlo en el lado de los enemigos, le irritaba de tal manera que de no ser porque debía mantener la disciplina, se lanzaría contra él para matarle definitivamente.

    — Ese maldito ser mató a Etyah y provocó con su ejército la muerte de Vanth — Murmuró Yak con cierto rencor en su interior — Ojalá el Emperador y Snow no lleguen a un acuerdo, porque quiero matar ese tipo.

    — Que lleguen a un acuerdo no significa que no puedas hacerlo — Intervino Ender, sorprendiendo al neoniano y a las dos chicas que estaban con ellos.

    — ¿Lo dices en serio? — Cinthia se sorprendió de oír aquello — Es tu hermano.

    — Ya no lo es — Musitó el menor de los Xom, sin apartar la mirada de su hermano mayor — Intentó matarme porque yo intenté hacerle entrar en razón.

    — A mí me golpeó cuando intentábamos escapar yo, Snow y Eron de Promesa — Ashley se añadió a la conversación — Recuerdo que dijo que la humanidad estaba mejor encerrada en jaulas que los animales... y luego resulta que él y sus amigos son también humanos. Hipócrita.

    — Solo son unos pocos los que tienen complejo de creerse Anixis — Ender estaba siendo sincero — La mayoría de la población de Paraíso se considera parte de la humanidad y estoy seguro de que si supieran de esta reunión, desearían que llegara a buen puerto.

    — ¿Insinúas que no saben de esta reunión? — Preguntó Cinthia, sin poder creérselo — ¿Por qué tu padre no lo contaría?

    — Por si no termina bien o si realmente él no quiere hacer un trato — Respondió Ender, que conocía bastante bien a su padre — Creedme, muy pocos en Paraíso sabrán acerca de este encuentro.

    Mientras el silencio en el exterior iba aumentando en tensión, en el interior del laboratorio antiguo neoniano las cosas habían comenzado algo más calmadas. La tripulación de la Arcadia había acomodado una pequeña sala para la reunión de los líderes, que se hallaban sentados frente a frente y separados por una mesa. En señal de buena fe, tanto Gar cómo Snow dejaron sus respectivas armas sobre la mesa para mostrar que no iban con malas intenciones, aunque solo fuese pura fachada.

    — ¿Y cuál es ese trato que me queréis proponer, entonces? — Fue lo primero que preguntó el Emperador tras tomar asiento.

    — Me gustaría saber antes que nada, si de verdad estás dispuesto a realizar un pacto — La gobernadora quería garantías de que el hombre estaba predispuesto — Por ello, me gustaría conocer tus exigencias para llevar a término el acuerdo entre ambos.

    — Habéis sido vosotros los que habéis contactado conmigo para esto — Gar acercó la silla a la mesa — Tú primera.

    Snow frunció el ceño pero accedió a mostrar primero su propuesta de pacto entre la Alianza y los Anixis.

    — Quiero que unamos fuerzas — La mujer fue directa con sus palabras, algo que agradecía el Emperador pero que le sorprendió de igual manera — No sois Anixis, sois humanos. La situación ocurrida en el Sistema Solar fue un duro golpe pero estamos logrando reponernos tanto en Neonia cómo en Paraíso por lo que veo. Juntos seremos más fuertes, Emperador Xom.

    — ¿Para esto me has hecho venir, gobernadora? — Gar se levantó de la mesa de forma abrupta, mostrando su evidente desacuerdo con la propuesta — Jamás uniré fuerzas con aquellos que nos abandonaron a nuestra suerte.

    — Ender me ha contado vuestra historia — Snow se mostró pausible y calmada, cosa que contrarió al hombre — ¿De verdad piensas que La Unión os abandonó a vuestra suerte?

    — ¿No es evidente?

    — ¡Lo que es evidente, es el hecho de que La Unión murió con la destrucción del Sistema Solar! — Exclamó la mujer, sacando su carácter y con razón — ¡En Neonia también sufrimos! ¡Y de haber sabido de vuestra existencia, habríamos enviado naves para recogeros y llevaros de regreso!

    — ¡¿Para cometer el mismo error?! — El Emperador se aproximó a la mujer con un visible enfado encima — ¡La Unión no supo manejar la guerra Rhajik y mira lo que pasó! ¡Tú y tus amigos sois lo que queda de ellos, eventualmente provocaréis otra catástrofe similar!

    Realmente enfadado, Gar se dispuso a abandonar la sala y dar por terminada la reunión con las implicaciones que eso tendría, cuando fue frenado con Snow, quién le tomó del brazo para evitar su marcha. Furioso por ese gesto, el Emperador Xom usó su otra mano y golpeó a la mujer para quitársela de encima, provocando su caída al suelo.

    — ¡¿Cómo osas tocar al Emperador Anixis?!

    Desde el puente de mando de la Arcadia, en el que la piloto y líder neoniana observaba lo que ocurría en el interior de la sala del laboratorio debido a las cámaras que pusieron, Erie vio lo sucedido. Consciente de que la situación estaba a punto de complicarse, Tovam habló por radio con el comandante Crane.

    — El Emperador se dispone a salir del laboratorio, ha golpeado a Snow por intentar frenarle.

    — ¡Maldito...!

    Lill comenzó a correr en dirección al laboratorio para esperar a Gar en la salida mientras los soldados del Emperador le apuntaban con sus armas al igual que la general Bar y sus hombres desde cierta distancia. Esto provocó que los compañeros del comandante Crane también levantaran sus armas y apuntaran a los Anixis, entre los que se encontraba Deon, el cuál corrió detrás del líder del ejército humano. Mientras todo esto ocurría, Zyon había terminado su escaneo de los alrededores, descubriendo al resto de soldados y a Bárbara escondidos en la distancia para disparar sus fusiles de francotirador. El Emperador salió del laboratorio con un gran enfado y se encontró con el comandante Crane desenfundando el arma.

    Emperador Xom, tengo al comandante Crane a tiro — Le dijo Mason desde la distancia, la cuál lo estaba viendo todo.

    — Espera — Dijo Gar, que vio a Lill apuntándole muy enfadado — ¿Qué mierda le pasa, comandante? ¿Es que no sabe aceptar un no por respuesta?

    — No consentiré que le ponga la mano encima a mí mujer — Contestó Lill con absoluto desprecio — Igual en Paraíso será el Emperador, pero aquí no eres nadie, solo un tipo con complejo de emperador romano que cómo todos ellos terminará fracasando.

    Deon apuntaba con su Flasher a la cabeza del comandante Crane pero muy pronto se vio siendo apuntado por el joven neoniano Quetaryan, el cuál estaba deseando poder apretar el gatillo. Así, los soldados de ambos bandos se estaban apuntando entre sí mientras Snow salía del laboratorio con parte del rostro enrojecido y Erie salía de la Arcadia para apoyar a sus compañeros.

    — Cuida tus palabras, imbécil — Le recriminó Deon a Lill sin que éste le hiciera caso.

    — Aprieta el gatillo, amigo — Le incitó Yak al hijo del Emperador — Estoy deseando poder perforarte el cráneo.

    — Yo hice eso con la cabeza de tu amigo humano — Respondió Deon, recordando que aplastó la cabeza de Etyah con sus botas y tratando de provocar al neoniano — Creo que aún me quedan restos de sus sesos en la suela de mi puta bota.

    Quetaryan no logró controlarse y se dispuso a apretar el gatillo, movimiento que Deon esperaba que ocurriese. El mayor de los Xom vio una oportunidad única de que ocurriese lo que quería para sus intereses, por lo que se lanzó sobre el arma del neoniano y ambos forcejearon bruscamente hasta que el arma apuntó a la dirección que el humano quería y ésta se disparó. Cuando todos miraron hacia el lugar en el que fue disparada el arma, vieron al Emperador Gar Xom caer de rodillas mientras comenzaba a brotar sangre de su abdomen y él mismo luchaba por evitarlo.

    Aquello provocó un tiroteo entre todos, que al encontrarse tan cerca los unos de los otros, lo convertía en una auténtica ruleta rusa. Zyon quiso avisar de los otros soldados que se encontraban a distancia pero al no poder hacerlo, se limitó a apuntar a la llanura y disparar su láser, provocando que la general Bar y sus hombres vieran una humareda de polvo levantándose y complicando gravemente su visión de tiro.

    — ¡Maldita máquina Rhajik! — Gritó Bárbara, consciente de que su factor sorpresa ya no existía — ¡Han disparado al Emperador, debemos realizar una extracción inmediata de los nuestros y atenderle en la nave!

    Tras el disparo fortuito al Emperador Xom más por acierto de Deon que por error de Yak, los soldados de ambos bandos comenzaron a dispararse entre sí a escasos metros mientras trataban desesperadamente de encontrar una cobertura. Snow fue la primera en hacerlo, volviendo al interior del laboratorio para protegerse mientras Deon disparaba a su hermano Ender, el cuál fue alcanzado en el hombro izquierdo. Yak se abalanzó sobre Deon y lo derribó, comenzando a propinarle varios puñetazos en el rostro que debido a la furia con la que iban eran muy difíciles de frenar para el mayor de los Xom. No obstante, uno de los soldados Anixis apartó a Quetaryan del hijo del Emperador y cuando estaba a punto de ejecutarlo, recibió un disparo en la cabeza que salió del arma de Erie Tovam.

    El comandante Crane se echó al suelo en un principio y usó su mano hecha con tecnología Rhajik para disparar su láser contra varios soldados a la vez, acabando con ellos. Cinthia se arrodilló al lado del menor de los Xom para ver la gravedad del disparo que había recibido mientras Ashley se aproximaba a Erie y Yak, ambos neonianos arrinconando a Deon Xom mientras su padre se desangraba en el suelo. Sin embargo, justo cuando Deon se veía realmente jodido, llegaron Bárbara y sus cinco soldados para evitar su muerte, los cuáles comenzaron a disparar e hicieron que sus enemigos se dispersaran para cubrirse. Zyon trató de acabar con todos con un disparo láser seguido pero la general Bar actuó rápido y rodó por el suelo para apuntar de forma certera y disparar a la cabeza del Super Rhajik, el cuál cayó desactivado cómo si fuera un peso muerto.

    El resto de soldados comenzaron a usar sus Winlock para intentar acabar con el resto mientras ayudaban a Deon a levantarse y comenzaban a cargar a su malherido Emperador en dirección al interior de su nave. Snow salió de su cobertura y comenzó a dispararles con su Striker mientras la compuerta de la nave Anixis se iba cerrando. De forma totalmente eficiente y rápida, los Anixis habían logrado huir de la encerrona en la que habían estado. Mientras la nave se levantaba en el cielo para regresar en dirección a Paraíso, Cinthia y Ashley atendían a un malherido Ender mientras Lill y Yak comprobaban el estado de Zyon.

    — ¡Llevad a Ender al interior de la nave! — Ordenó el comandante Crane a la soldado Ripley y a la doctora Marlow — ¡Erie, prepara la Arcadia para irnos de aquí! ¡Yak, Snow, ayudadme a cargar con Zyon!

    Tal y cómo Lill ordenó, cada uno se puso con lo que le tocaba. Conforme pudieron se subieron a la Arcadia y pusieron rumbo de regreso a Neonia, dejando atrás un posible pacto entre ambos bandos para ver que más adelante tendrían la continuación a ese conflicto.

    [...]

    Aquí Lio Santos retransmitiendo desde Paraíso, ¿me recibís? Bueno, sea cómo sea, os lo diré. Me infiltré en una de las naves Anixis durante su ataque al Sector 0. Estoy logrando mantener mi tapadera y recibiendo ayuda de otros que no están de acuerdo con el pensar del Emperador Xom, así que de momento no regresaré. Quiero ayudar a terminar con esto. No sé cómo habrá ido la reunión y no creo que lo sepa hasta dentro de unas horas... Estoy en una nave rumbo a Syleria. Los Anixis han detectado movimiento en Xhander y han logrado descubrir la ubicación del planeta syleriano. Vamos hacía allí. Si recibís este mensaje en Neonia, avisad a los sylerianos. Porque si el Emperador da la orden, Sovaam será un campo de batalla. Espero que os llegue mi mensaje y que estéis bien, amigos míos. Cada día que pasa es un día menos para reencontrarnos con la paz y entre nosotros. Haré lo que esté a mi alcance para evitar más muertes. Corto y cierro.
     
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    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

    Piscis
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    Saludos amigo, leí el capítulo esta tarde, pero por tener que entrar en breve tiempo a clases, no pude comentar, así que lo hago ahora.

    Empezaré con algo de polémica sobre el escenario y diré algo que he empezado a notar desde el capítulo anterior. Siento que esta parte está empezando a acelerarse. Los primeros 5 capítulos se sentía que la trama avanzaba de forma muy relajada, pero con el 6 y ahora con este, estoy sintiendo que se está acelerando de golpe. No estoy diciendo que los capítulos me parecen acelerados, de hecho, el capítulo 6 tuvo una sola escena que no me gustó (ya la conoces) y en este, cada una de sus escenas me gustó. Lo que siento que está siendo acelerada es la trama de la parte y no los capítulos. ¿A qué me refiero? Bueno, en el capítulo 2, Snow le dice a Ender que es la única que ha considerado la posibilidad de una paz con los Anixis. En el capítulo 4, Snow logra convencer a Lill y solamente a él de acudir a una paz. Y luego, en el capítulo 6, ya se está dando una reunión, sin que viéramos a Lill y Snow persuadir a Om y Erie para estar presentes en la propuesta a Gar. En 4 capítulos, apenas una persona fue convencida, y luego en dos capítulos después, ya estaban todos alineados a la idea de Snow. Y ahora, tan solo un capítulo después, ya se dio la reunión entre ambas partes.

    Había comentado que la escena del capítulo 6 podría ser rescatada con más desarrollo en capítulos posteriores, pero como la reunión ya se dio, ya no se puede. Eso será algo que pesará cuando tenga que hacer la valoración sobre la parte V, ya que yo esperaba que se nos mostraran las opiniones de todos allí. Quiero decir, Ender quería paz con su padre. Snow quería terminar el conflicto. Lill, Erie y Yak querían guerra. Ashley y Cinthia no dieron opinión del tema y Zyon prácticamente no han dado opinión de nada. Y sin embargo, en este capítulo, al único al que conocemos la opinión sobre la reunión es a Yak, que expresaba que quería que fracasara para así poder cazar a Deon. Eso fue algo que no me ha gustado del capítulo, pese a que considere que sus escenas estuvieron bien.

    Espero que se note la diferencia. En los capítulos 1-5, la parte se movía despacio y a buen ritmo, manteniendo intrigas, pero avanzando igualmente. Y en los últimos dos capítulos siento que se avanzó el triple que en los anteriores 5. No digo que sea malo, ya que sé que a esta parte le quedan 10 capítulos y aún no hemos llegado a la mitad (aunque para la mitad quede un capítulo y medio). Pero sí es algo chocante que dos capítulos seguidos hayan acelerado demasiado una parte que parecía ir sin prisa pero sin pausa. Siento que pasamos de 20 kilómetros en la ciudad a 180 kilómetros en ruta; y eso es chocante. Como dije, los capítulos aún me parece que están bien desarrollados, y para nada considero que son malos; pero el subidón de velocidad de los hechos se nota y viniendo de capítulos tranquilos, me choca un poco.

    Aclarado eso, paso al capítulo en sí. Como dije, me ha gustado. Si bien, creo que le faltaron escenas para conocer más de la opinión del grupo, las escenas que se mostraron aquí estuvieron bien. Al final, Reeda sí avisó sobre los Rhajik en este planeta, y me sorprende que hayan entrado de forma tan descuidada al laboratorio sabiendo eso. Finalmente, han logrado eliminar a esos Rhajik rebeldes que quedaron en pie tras la caída del Supremo (increíble como mantiene su presencia en la parte V habiéndose muerto en la II, eso tengo que reconocer que es bueno) y entonces, preparan el escenario para la reunión.

    Luego, llega Gar y su gente. Tengo que decir que Gar me parece un líder terrible, y absolutamente, imposible de seguir. Tengo la intriga de saber por qué la gente lo sigue a él. En las naves del Arca IV hubo disturbios y muertes por mucho tiempo, y que yo recuerde, él no paró los conflictos, sino que los revoltosos se fueron apaciguando solos. Eso no le da mérito por nada, pero supongo que por haber tomado la decisión de desembarcar en Paraíso, ganará algunos puntos. Ahora bien, es insostenible lo que hace. Él sabe que Deon es un tipo violento, le contaron que Ender estaba vivo, y hasta su propio hijo reveló la verdad. Pero Deon sigue ahí, cuando debería estar preso. Sin mencionar que al llegar a Neonia, él desobedeció sus órdenes y estaba dispuesto a dejar que la Resistencia y el gobierno se mataran entre sí. Y luego Gar dice "Deon lo entiende, y Ender no". Este tipo es un idiota completo y se gana el odio a pulso. Obviando todo lo que pasó, ha cometido la estupidez de llevarse a Deon con él cuando en el capítulo anterior le dijo que él no iría. Al final, no puede cumplir su palabra ni con él mismo.

    Tengo que decir que haces un buen trabajo haciendo que ese imbécil se gane mi odio. Viene a insultar a Lill diciéndole que él puede ser el mismísimo diablo cuando él se hace llamar emperador, y quiere esclavizar a tres especies. Que cara más rota XD. Y lo peor de todo es la actitud que tuvo con Snow. Fue un completo bastardo. Él se la pasó llorando porque la Unión los abandonó, y luego de que Snow le dijo que si hubieran sabido de su existencia, los habrían llevado a Neonia; y entonces este tipo le dice que era una pésima idea. Pero entonces, ¿qué mierda quiere ese viejo pvt*? XD No es capaz ni de organizar sus ideas. Tal y como dice, él debería estar muerto y su esposa viva. Ya sumando todas las cosas que hizo en los capítulos que salió y su incompetencia, me era imposible empatizar con él. Pero haber golpeado a Snow fue el límite. Sé que ese tipo no iba a buscar la paz, pero haber atacado a alguien que hizo una propuesta fue muy bajo. No te das una idea de como sonreí cuando recibió el tiro. Me sabe mal solamente porque Deon va a aprovecharse de eso y él quiere muertos a todos en lugar de tenerlos de esclavo, pero el maldito hijo de perra de Gar se merece eso y más. Ojalá pase sus últimas horas en agonía, sabiendo que el hijo psicópata va a quedarse con los frutos de sus esfuerzos mientras el hijo más razonable está con el enemigo. Él es solamente por detrás de Jim, quien más merece sufrir.

    Bueno, las armas de los Anixis han demostrado ser potentes, ya que han derribado a Zyon, y espero que tenga arreglo, porque no quiero que el robot comediante nos deje así XD. No es que vaya a llorar por la muerte de un robot sin opinión propia y que solamente está para aportar comedia y algo de seguridad, pero sería una lástima que un arma tan valiosa terminara cayendo así.

    Ambos bandos se retiran, y seguro las cosas van a complicarse. Espero poder ver unas escenas del grupo en la Arcadia regresando al planeta de Neonia. Necesito ver csus opiniones post reunión, ya que no hemos visto las opiniones previas. Yak y Erie claramente reafirmarán sus deseos de pelear. Entre que Gar rechazó la paz, la muerte de Etyah y Vanth sumado a todo lo que hicieron, ellos dos ya no deben querer ver la paz como una opción. Ashley ha dicho un buen diálogo cuando recordó el golpe que Deon le dio, y ya que parece que no veremos una escena de ella disculpándose otra vez con Arva o con Lill (si ya no la vimos, dudo que vaya a suceder) me gustaría ver qué es lo que ella podrá aportar al grupo ahora que se ha ganado la confianza de Snow y ha visto lo mal que están las cosas. Cinthia, bueno, a ella la llevaron para ser médica, así que no espero nada de ella más allá de atender a Ender. A quienes sí necesito leer en el capítulo siguiente son a los otros tres humanos. Ender quiso intentarlo por la vía pacífica, y las cosas salieron mal. Su padre no escuchó propuestas, y lastimó a la persona a la que Ender probablemente más estimaba. Quiero (y necesito) ver como afronta su error, y como se pone las pilas para lo que va a seguir. Y una escena que vengo necesitando es una en donde pueda ver a Lill y a Snow a solas. ¿Cuántas veces debo suplicar por esto? XD. Pero hablando seriamente, quedaría muy bien. Snow accedió a promover la paz, y no solo falló en su propuesta, sino que sabe que el conflicto se desatará, y además fue agredida. Estoy seguro de que eso la desanimará un poco, y que Lill estará ahí para ella (como siempre ha estado) para animarla y hacerle saber que la culpa de que la reunión haya fracasado no está en ella sino en el emperador, y que él no está molesto por haberlo intentado al menos.

    Espero que esto que he comentado sí forme parte del capítulo siguiente. No haber visto las opiniones del grupo antes de la reunión fue una cosa, pero no verlas después de esto, hará que la historia se lleve menos puntos de calificación cuando esté completa, y eso afectará cuando sea el tiempo de armar el ranking entre todas las partes de la historia, el cual tiene a la parte I a la cabeza por ahora.

    También deseo ver qué es lo que opina Deon de todo esto. Él ha comentado que el tiempo de Gar al mando era escaso, y ahora tiene la oportunidad de matarlo y poner a todo Paraíso en contra de Neonia. Claramente, no desaprovechará la oportunidad. Mientras tanto, Bar podrá hacer lo que siempre deseó. Sin Gar para castigarla, ella podría engañar a Deon para matarlo y vengarse de todo lo que le hizo. No habría represalias de parte de nadie, y espero que no sea tonta o cobarde y lo haga. Caso contrario, terminará igual que Amina en la parte III al haber desaprovechado su oportunidad de exponer a Guy.

    Vemos que Lio partirá con Cia hacia el cúmulo de Syleria, y estoy seguro de que él aprovechará para ponerla a su favor. Quiero decir, ya se vio que Cia está molesta con el emperador, y no creo que sea difícil convencerla. Lo que sí, Lio tendrá que tener cuidado de no soltar demasiado la lengua. Pero es la oportunidad perfecta. Salvaría a los aliados en Syleria de que algo malo les ocurriera, al mismo tiempo que gana adeptos a la causa de luchar por Neonia.

    Por último, aunque fue de las primeras escenas del capítulo, vemos a Jacob, o Shadow, como lo apodan los miembros de la Resistencia, guiando a los suyos. Debo decir que él parece ser alguien habilidoso. El Lathan de LV XDDD. Él hará de ángel guardián para los suyos mientras espera la siguiente orden de Sun y noticias sobre el trato de ella con los Anixis. Habrá que ver si el poder no se le sube a la cabeza como a Guy y Marlo, pero eso queda para el futuro.

    Y para acabar, la información de Lio va camino a Neonia. Espero que West o alguien en casa pueda interceptarla, y les de una alegría de saber que su amigo está vivo y que les cubre las espaldas en el territorio del enemigo. El grupo necesita una alegría luego de todo lo malo que está pasando actualmente, y las palabras de Lio seguro podrían ser esa misma alegría.

    Bueno amigo, me despido ahora. Sé que algunas cosas podrían hacer parecer que me estoy quejando, pero realmente, el capítulo me gustó. Los primeros 5 capítulos me siguen pareciendo mejores y las razones están dichas, pero no por eso creo que el 6 y el 7 hayan sido malos. Estaré esperando para ver cómo se sigue desarrollando la parte V, ya que creo que, con la reunión fallida, las cosas no tardarán en explotar. Yo espero que se tarden un poco, y que se pueda ver algo de calma antes de que todo estalle.

    Será hasta la semana siguiente. Cuídate mucho ♥♥♥
     
    Última edición: 21 Noviembre 2020
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    Manuvalk

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    Saludos a todos los lectores. Sé que estos dos últimos capítulos dieron un acelerón, pero como expliqué personalmente a Reydelaperdicion tras su comentario anterior, eso no va a continuar así (al menos, no tan rápido). Los próximos capítulos en venir son más breves que los últimos publicados, pero la importancia de lo que ocurre en ellos desembocará en el clímax de esta parte V de Los Viajeros. Sin más que añadir, les dejaré con el capítulo.



    Desequilibrio natural







    Habían pasado tres días desde los sucesos en el polo sur de Vulkano. Un escuadrón Anixis avanzaba muy atentamente por un bosque espeso, repleto de una niebla verdosa que dificultaba y mucho la visión. Eran un total de cincuenta soldados, hombres y mujeres, liderados por la nueva general Jenner. Lio también se encontraba con ellos, actuando como segundo al mando. Se hallaban en Syleria, cerca de la ciudad de Sovaam, tras haber viajado durante cuatro días largos sin tener noticias de lo ocurrido en la reunión entre el Emperador Xom y la gobernadora Carver. Mientras esperaban las órdenes de su líder, el grupo salió del bosque y se encontró al filo de un acantilado en el que se mostraba en el horizonte la ciudad syleriana a la que se dirigían.

    Cia indicó a sus soldados que bajaran por el sendero mientras estos obedecían, quedándose a solas con el hombre de Ceres en la retaguardia. La mujer estaba algo nerviosa debido a que era su primera gran misión, y había pasado de picar en una mina de la base Caronte a ser una general del ejército Anixis. Por otro lado, Lio estaba preocupado debido a que el hecho de que los Anixis hubiesen descubierto Syleria, metía de lleno a los sylerianos en una posible guerra además de que en ese momento tenían la ventaja al no haber sido detectados en la órbita, por lo que si se daba la orden, atacarían Sovaam de alguna manera. El hombre esperaba que el mensaje que transmitió desde la nave en la que se encontraba hasta la baliza que Sith puso en un satélite del sistema Neon, llegara justo a tiempo a sus amigos en Neonia con el fin de alertar rápidamente a los sylerianos.

    Preparados y protegidos de cierta forma con sus armaduras y cascos, los cincuenta soldados Anixis descendieron por el acantilado hasta encontrarse a menos de un kilómetro de la ciudad syleriana, la cuál estaba rodeada por una cúpula impenetrable y que mantenía el aire limpio en su interior. Esto lo desconocían los Anixis, por lo que una vez contactaran con su superior, le harían saber de la dificultad que entrañaba atacar Sovaam. El camino hasta aproximarse a la ciudad fue silencioso y rápido, provocando que estos se encontraran ante las puertas de entrada, lugar por el que deberían pasar una descontaminación hasta estar definitivamente en el interior. Armada con un Flasher, la general Jenner llamó la atención de sus soldados y tomó la palabra.

    — Nos dividiremos en dos grupos de veinticinco soldados — Explicó Cia, creyendo en su idea — Unos iréis conmigo y otros estaréis al mando de Logan.

    El propio Lio, al igual que el resto de soldados, se sorprendieron de que éste hubiese sido designado cómo hombre al mando del otro grupo, pues había soldados mucho más experimentados que él. Santos sujetaba un Winlock en sus brazos mientras asentía a la decisión de su general.

    — Estaremos en contacto permanente por radio — Continuó explicando la mujer — Según qué orden nos dé el Emperador, actuaremos en consecuencia, ¿entendido?

    Los soldados asintieron a las palabras de Cia y se dividieron tal y cómo ella pidió. Veinticuatro soldados irían con ella y otros veinticuatro irían con Lio, un grupo por cada lado de la ciudad para investigar la cúpula y una posible brecha u entrada por la que pudiesen irrumpir en ella.

    — ¡Vamos, conmigo! — Exclamó el hombre de Ceres, llamando la atención a sus soldados designados.

    Ambos grupos se dirigieron por los lados exteriores de Sovaam para explorar la zona y esperar alguna orden desde Paraíso, la cuál no llegaba. Al inicio de inspeccionar la cúpula, un soldado experto en tecnología comenzó a barajar hipótesis de cómo destruirla.

    — Está hecha de energía y parece que funciona con unos generadores de alta potencia — Explicaba el soldado experto mientras observaba hasta el más mínimo detalle — Que nadie la toque o morirá frito.

    — ¿Incluso con los trajes? — Preguntó otro soldado, extrañado.

    — Incluso con los trajes.

    — ¿Y cómo la desactivamos, por así decirlo? — La pregunta fue de Lio, quién quería ver si había posibilidad de que pudieran hacerlo.

    — Solo se me ocurre una forma — Respondió el experto — Sobrecargarla.

    — ¿Cómo? — Insistió el hombre de Ceres con el fin de conocer a ciencia cierta la dificultad de ello.

    — Necesitaríamos dañar un punto en específico hasta que el daño fuera crítico y la cúpula se desactivara por su cuenta, o quizá encontrando uno de los generadores y desactivándolo.

    — Bien, pues pongámonos en ello — Ordenó Lio para mantener su tapadera, pese a preocuparle la posibilidad de que lograran quitarse la cúpula de en medio.

    Apenas pasaron unos minutos de inspección cuando la radio llamó la atención de los soldados del grupo de la general Jenner. La mujer se preparó para cualquier orden mientras sus hombres la miraban con incertidumbre.

    Aquí el Emperador Xom, atacad a los sylerianos.

    [...]

    Seis horas antes...

    — ¡Rápido, a la sala médica!

    — ¡Apartad, joder!

    — ¡Quiero a un cirujano en esa sala dentro de dos minutos!

    La nave Anixis que viajó a Vulkano ya había regresado, y con ella una situación de alerta que rápidamente se propagó por toda la base militar y poco después entre la población de Ciudad Anixis. Tras un trayecto de cuatro días de regreso en el que el Emperador Xom estaba grave en la clínica de la nave y con lo justo para mantenerse con vida, su estado era débil. El disparo del Rypper del joven neoniano Quetaryan durante su forcejeo con Deon, atravesó parte del estómago de Gar y pese a tener orificio de salida, la hemorragia interna parecía fatal. Por una parte era positivo que no se tratara de una bala sino de energía, la cuál no podía quedarse incrustada en el interior, no obstante, dicha materia era más dañina que una bala que perfora, por lo que la herida revestía de mayor gravedad que un balazo.

    Los soldados, principalmente, se impactaron los primeros tras ver cómo una vez descendida la nave, salían de esta a toda velocidad varios soldados con el Emperador en una camilla y en dirección a la sala médica de la base militar. El líder de los humanizados Anixis necesitaba una intervención de urgencia para sobrevivir. La noticia se expandió cómo un rumor en el exterior de la base militar del ejército, sorprendiendo a algunos, alegrando a otros y entristeciendo a unos pocos. Deon no fingió estar preocupado, no se mostró aterrado de poder perder a su padre, sino que simplemente caminó desde la nave hasta el interior del complejo bajo la mirada de todos los soldados y especialmente la de Bárbara, quién tenía la sensación de que el mayor de los Xom había aprovechado su oportunidad de quitarse de en medio al Emperador para tomar el control.

    En el interior de la sala médica de la base, los médicos y cirujanos hicieron todo lo posible para frenar la hemorragia y cerrar la herida, pero su abdomen había sido desgarrado hasta el punto de que su estómago jamás podría funcionar de nuevo. El oxígeno era lo único que podía mantener al Emperador Xom con vida durante unas horas cómo mucho, por lo que los médicos pidieron que su hijo Deon decidiera que hacer con los últimos momentos de un inconsciente Gar. Su primer hijo llegó a la sala y pidió quedarse a solas con su padre, algo que los médicos aceptaron. Una vez los doctores fuera, Deon sonrió aliviado de quitarse una carga cómo lo era su padre desde hacía ya tiempo, desde el momento en el que se ablandó con el cargo. El mayor de los Xom se aproximó al aparato que mostraba los índices de oxígeno en sangre y lo desactivó, acabando con la vida de su padre.

    — Descansa en paz, padre — Musitó, justo antes de que los médicos entraran alertados por el pitido que emitía el aparato.

    — ¡¿Qué ha hecho?! — Exclamó uno de los doctores, sorprendido de la frialdad que mostraba el hijo del Emperador.

    — Tomar una decisión — Contestó Deon mientras salía de la sala médica, dejando atónitos a los médicos.

    Xom comenzó a avanzar por los pasillos con seriedad para mantener su apariencia de hijo frustrado por no haber salvado a su padre, cuando se encontró de cara con su ex pareja. Mason supo en ese instante lo que significaba ver a Deon, por lo que se interpuso en su camino.

    — ¿Está muerto?

    — Eso parece.

    — ¿Dónde vas?

    — Voy a convocar una asamblea general para asumir el mando de nuestra sociedad — Deon iba a ocupar el puesto de su padre, tal y cómo siempre quiso — Y después prepararé un destacamento para atacar Neonia y hacerla arder.

    — Estás loco y no te voy a permitir que tomes el control sin unas elecciones justas — Bar frenó sus intenciones de marcharse — No estaba de acuerdo en todas las decisiones que tomaba tu padre, pero ahora que ha muerto, veo una oportunidad de comenzar de verdad.

    — ¿Te refieres a lo nuestro? — Deon tomó a la mujer de la cintura e intentó besarla, fracasando en el intento.

    — Eso nunca va a pasar, Deon — Murmuró la general, sonriente — Al igual que verte a ti gobernar.

    — Eso ya lo veremos, zorra — Dijo Deon con desprecio mientras la empujaba — Apártate de mi camino.

    Deon quiso proseguir con su andadura para convocar dicha asamblea general con el pueblo cuando un sonido le llamó la atención. El hombre se volteó lentamente y con las manos en alto mientras Bárbara le apuntaba con su Winlock a escasos metros de distancia entre ambos.

    — Elecciones — Musitó Bar, conteniendo su deseo de ejecutar al hijo del recién fallecido Emperador Xom.

    — Muy bien Bar, tú ganas — Respondió Deon con un tono sarcástico y sin bajar las manos — Habrá elecciones.

    [...]

    La llegada de la Arcadia a Neonia no fue tan traumática pero si tensa para algunos. Una vez Erie aterrizó la nave de origen humano, Cinthia y Ashley cargaron con un malherido Ender para llevarlo a la enfermería y tratarlo allí del disparo recibido en un hombro. Yak y Lill portaban a la máquina Super Rhajik, desactivada completamente y temiendo que fuera para siempre. Apenas entraron en Promesa, el ingeniero Finn ya fue notificado de lo ocurrido con Zyon, por lo que éste no dudó ni un segundo en dirigirse a la sala de ingeniería donde usaron el traje Anixis del menor de los Xom para contactar con el Emperador, y trabajar allí con lo que le había pasado al líder de los Super Rhajik.

    — ¿Puedes recuperarlo? — Lill sabía que de perder a Zyon, perderían un activo muy valioso.

    — Su unidad de memoria y base de datos no ha sufrido daños, sí lo ha hecho el engranaje que activaba su cuerpo — West evaluaba los daños producidos por el disparo del Winlock de la general Bar — Sí, podré traerle de vuelta.

    — Perfecto, ponte a ello — Le ordenó el comandante Crane mientras salía de la sala de ingeniería acompañado de Yak Quetaryan.

    De pronto en Promesa parecía haber mucho más movimiento que antes, cuando el comandante Crane el cuál iba acompañado del joven neoniano se reunió con la gobernadora Carver y la líder neoniana Tovam, además del syleriano Paokt que estaba al mando de los suyos presentes en Neonia. Con Hylda de regreso a Syleria si no estaba ya allí, ellos cinco eran los líderes que debían tomar alguna decisión.

    — ¿Y bien? — Om estaba intrigado por saber cuál iba ser el movimiento de la Alianza.

    — Habrá represalias, estoy seguro — Lill estaba realmente preocupado — Su Emperador ha sido herido y no sé si le salvarán la vida o no, pero lo que sí sé es que si muere, atacarán. Y si vive, él será quién ordene ese ataque.

    — Ese maldito llamado Deon... estuve muy cerca de matarlo... — Yak se lamentaba de haber perdido su oportunidad.

    — Siento que esto es en parte culpa mía — Se sinceró Snow, visiblemente triste — Ender está herido y Zyon ha pagado el precio, podría haber muerto alguien...

    Lill no dejó a su mujer terminar la frase y la abrazó fuertemente mientras ella sollozaba en su hombro. La mujer sentía que era su culpa debido a que desde el principio fue ella misma quién quiso promover un encuentro entre ambos bandos con el fin de pactar algún acuerdo que frenara el conflicto, e incluso por intentar convencer a Gar Xom de que unieran fuerzas.

    — Tu no tienes la culpa, cariño — Le susurró el comandante Crane en el oído — Lo has intentado, es más que suficiente.

    — Sugiero que doblemos la seguridad en órbita — Propuso Erie, decidida a defenderse — Si los vemos venir, al menos que los satélites de defensa y nuestras naves puedan frenarles un poco.

    — Tiene sentido — Indicó Om, compartiendo la decisión de la líder neoniana — Lo positivo es que si planean atacar, les veremos llegar en cualquier dirección.

    — Haremos todo lo posible por evitar que pisen la superficie de Neonia — Sentenció Lill, visiblemente serio.

    Mientras los líderes continuaban debatiendo qué estrategia tomar ante un posible e inminente ataque de los Anixis, en una de las enfermerías de tantas que había repartidas en Promesa, la ex líder de la Resistencia dejaba a solas a la doctora Marlow y al soldado Xom tras recibir un aviso por radio de que la Seven se aproximaba a Neonia e iba aterrizar de forma inminente. Tras un viaje de veinte días, Ashley tenía unas ganas increíbles de reencontrarse con su actual pareja, el subcomandante Tanner. Así pues, mientras la mujer se iba a recibirle, Cinthia cosía el agujero que hizo el disparo de un Flasher en el hombro del tipo. Ambos se miraban durante unos instantes y cuando Ender sonreía, la chica hacía lo propio, hasta que no pudo evitarlo y le preguntó porqué sonreía tan descaradamente.

    — ¿Por qué haces eso? — Preguntó la médico, sin poder evitar mostrar su bella sonrisa y sin perder de vista la concentración en su trabajo.

    — Sonrío porque estoy vivo — Respondió Ender, que esperó unos segundos para continuar hablando — Y porque una doctora muy atractiva está cosiéndome la herida.

    — ¿Atractiva? — El comentario del hombre provocó la risa en la mujer mientras se señalaba a sí misma — ¿Me has mirado bien?

    Cinthia iba vestida con el traje de combate y con el pelo recogido en una coleta larga. Era muy extraño ver a la doctora Marlow sin su clásica bata de médico y sin unas gafas de visión que le ayudaban y mucho en la precisión a la hora de realizar cualquier maniobra médica que requiriese de una vista muy buena. Al que fuera un Anixis le sorprendía la facilidad que la doctora tenía para coser un disparo sin sus gafas y sin encontrarse cómoda, por lo que no pudo evitar sentir cierta atracción por ella.

    — Estás guapísima cómo médico y cómo soldado — Contestó Xom en un tono sosegado — Lo mejor de cuando estaba en la celda era tu visita médica, créeme.

    — ¿Te gusta que te hagan constantes analíticas de sangre? — Marlow estaba por terminar con la herida en el hombro del chico — Ahora te colocaré una venda y te quedará en unos días una bonita cicatriz.

    — No es que pueda decir que sea un buen recuerdo, pero bueno — Murmuró Ender, incorporándose para que la mujer le pusiera la venda.

    — Espero que tu padre no muera, Ender — Cinthia se mostró sincera y empática — Aunque sea el enemigo de mi gente, sigue siendo tu familia.

    — Un padre que te hace llamarle Emperador Xom en la mayoría de ocasiones no merece que su hijo lamente lo que le pase — En las palabras de Ender se podía intuir el rencor que éste le tenía a su progenitor — No es su posible muerte lo que me preocupa.

    — ¿Qué es entonces? — Cinthia terminó de colocar la venda y se quedó en silencio mirando al hombre.

    — Su sucesor en el cargo — Respondió Ender mientras pensaba en su hermano liderando a los Anixis.

    [...]

    En un tiempo récord de aproximadamente tres horas, la población de Ciudad Anixis fue notificada respecto a la muerte del Emperador Gar Xom, y fue convocada a votar dándose a conocer que se ofrecían cómo sucesores el hijo del líder fallecido, Deon Xom, y la general y científica Bárbara Mason, la cuál tendría que abandonar su posición actual para convertirse en la Emperatriz o simplemente en la líder escogida por sus conciudadanos. El ejército puso a disposición de los civiles el lugar y las computadoras por las que cada persona debía escanear su identificación para acto seguido elegir a su mandatario.

    La general Bar se hallaba en su vivienda aguardando expectante los resultados de las elecciones mientras los militares de la base, la cuál habían abierto para el pueblo, realizaban un entierro y homenaje al que primero fue su capitán de arca y después su Emperador, acompañados de su hijo. Deon simplemente hizo acto de presencia allí para aparentar, mostrar que estaba dolido por la pérdida de su padre cuando en realidad no sufría en lo más mínimo, más pendiente del resultado en las votaciones que de la sepultura del Emperador Xom.

    Los soldados Anixis y algunos ciudadanos, tras el final de una melodía fúnebre que la banda sonora había realizado, se acercaron al féretro del líder muerto y mostraron su respeto de distintas maneras, justo antes de que Gar Xom fuera sepultado bajo tierra para siempre. El cementerio en Ciudad Anixis al que llevarían el cuerpo, estaba justo enfrente de la base militar y tenía dos partes: una para los soldados caídos en combate o que simplemente formaban parte del ejército, y otra parte para los civiles. Tras el acto y un momento antes de llevar el féretro al cementerio, Deon quiso hacer un discurso en honor a su padre y principalmente para que los ciudadanos supieran que le había sucedido —pues el Emperador no notificó al pueblo de que iba a reunirse con el enemigo para intentar un pacto—.

    Mientras el mayor de los Xom se preparaba para comenzar su discurso, la líder de la Resistencia que estaba retenida en la prisión bajo la base militar, permanecía atenta para escuchar lo que ocurriese.

    Sé que muchos os preguntaréis que ha pasado con mi padre, porqué todo ha sido tan rápido...

    Sith Regan, quién no había acudido al entierro del Emperador Xom, escuchaba desde su sala de ingeniería el discurso del posible futuro líder Anixis mientras continuaba trabajando.

    ...tuvimos una reunión con aquellos que nos abandonaron y que ahora viven cómodos y felices en Neonia. Nuestro gran Emperador Xom estaba dispuesto a ofrecerles una unión, a juntarnos todos en éste planeta y convertirlo de nuevo en el hogar de toda la humanidad, dejarles a los neonianos su planeta pero manteniendo una alianza, estrechar lazos con los recién aparecidos sylerianos...

    Bárbara oía el discurso de su ex pareja desde su casa y apenas podía imaginarse cómo el tipo cambiaba su rostro para parecer un hombre humilde, simple y dolido ante la gente.

    ¡...no aceptaron! ¡Nos consideraron otros seres y nos acusaron de invadirles, cuando nosotros solo queríamos frenar una guerra civil que estaban teniendo! ¡Un maldito neoniano disparó a mi padre y ahora está muerto!

    Con la pequeña Iris durmiendo en su casa, su madre Lina Burns fue al entierro del Emperador Xom para ver cómo se desenvolvía todo, no por amor al que fuera su líder sino con el fin de contarle a Lio todo lo que había pasado una vez éste regresara a Paraíso de su misión.

    ...hoy honramos a Gar Xom por todo lo que nos ha dado, despidiéndole cómo merece. Y conociendo a mi padre, estoy seguro de que él no querrá que dejemos esto pasar en vano. Puede que debamos dejar atrás nuestra comodidad y enfrentar la amenaza que se nos echa encima. Por eso, por el Emperador... ¡atacaremos Neonia antes de que ellos nos ataquen!

    ¡Emperador! ¡Emperador! ¡Emperador!

    Sun comenzó a sonreír en su celda tras escuchar las palabras del hijo del fallecido Gar Xom mientras la gente —en su inmensa mayoría, soldados— no dejaba de gritar y clamar tanto al fallecido Emperador cómo a su posible sucesor. Frente a toda la muchedumbre, Deon alzó el puño clamando venganza y comprobó que el ejército estaba al cien por cien con él mientras que los civiles no pensaban lo mismo. En ese instante, un tipo subió al estrado y se aproximó al mayor de los Xom para contarle algo al oído.

    — Señor, como usted me pidió, le muestro los resultados antes que a la general Bar...

    Deon tomó el sobre y lo abrió rápidamente mientras la multitud observaba expectante. La expresión del hijo del fallecido Emperador fue la de una sonrisa de oreja a oreja mientras levantaba de nuevo el puño para acto seguido devolverle el papel al tipo que se lo entregó.

    — Me importa un carajo que haya ganado Bárbara — Susurró en el oído del mensajero — Ordena que la detengan y la encierren en una celda.

    — Pero señor, ¿está...?

    — ¿Quieres que te lo deletree, idiota? — Deon comenzaba a perder la paciencia con el tipo — Haz lo que te dice tu nuevo Emperador Xom y si abres la boca respecto a los resultados, te mataré lenta y dolorosamente. Ahora, largo.

    Aquel tipo se marchó corriendo tras haber recibido la orden del flamante nuevo Emperador de los Anixis mientras el discurso de Deon daba paso a la recogida y trayecto hacia el cementerio con el cuerpo de Gar. En diez minutos la base militar vio cómo la gente se dispersó hasta quedarse únicamente los miembros del ejército, los cuáles se aproximaron a su nuevo líder.

    — Es un honor estar bajo sus órdenes, Emperador Xom — Le dijo una mujer soldado, haciendo el saludo militar junto a otros más.

    — El honor es mío, soldados — Musitó Deon, conteniendo la sonrisa de quién había manipulado el resultado de las elecciones — Pueden retirarse a descansar, pronto habrá mucho trabajo que hacer.

    Mientras el nuevo Emperador se dirigía a la que antes era la vivienda de su padre y que ahora le pertenecía, la general y científica Mason estaba siendo llevada a la fuerza por cuatro soldados hasta la prisión de Ciudad Anixis, ubicada bajo la propia base militar. Brume se hallaba sentada en una silla que tenía su celda cuando comenzó a oír movimiento por las escaleras, viendo finalmente a Bárbara ser arrastrada hasta una celda anexa a la suya.

    — ¡¿Por qué mierda hacéis esto?! — La mujer se hallaba furiosa y dolida por lo que le estaba ocurriendo — ¡Hijo de puta, Deon, muéstrame los resultados! ¡Maldito bastardo, te enterraré junto a tu padre en cuanto salga de aquí!

    — Vaya, al fin un poco de compañía — Murmuró la asiática, llamando la atención de la ex general.

    — ¿Y tú quién mierda eres? — Preguntó Bárbara mientras se cogía a los barrotes con ira.

    — Probablemente tu sustituta en el cargo — La respuesta de Sun, acompañada de una sonrisa sarcástica, no sentó nada bien a la recién retenida.

    — ¿De qué maldita cosa estás hablando? — Bárbara contenía la rabia que le recorría las entrañas.

    — De que tu amigo Deon es bastante inteligente y sabe cómo conseguir las cosas que quiere — Murmuró Brume mientras se cruzaba de brazos y miraba a la celda de Mason — Cuando un líder cae, su gente clama venganza... es un desequilibrio natural y muy humano. La siguiente batalla es inminente e inevitable, y si tú no estás ahí, es porque Deon no confía en tus capacidades... y si que lo hará en las mías.

    El nuevo Emperador Xom ya se hallaba en la vivienda de su padre, momento en el que se dirigió a su comunicador que le mantenía al tanto de las misiones fuera de Paraíso y envió un mensaje claro y contundente a la general Jenner, la cuál estaba en Syleria junto a cincuenta soldados Anixis.

    — Aquí el Emperador Xom — Dijo con una sonrisa que no podía borrar de su rostro — Atacad a los sylerianos.

    [...]

    La Seven ya había aterrizado a un lado de Promesa y de ella estaban saliendo sus tripulantes tras veinte días de viaje por el espacio. Eron Tanner, Reeda Klamp y Uriow Emmon estaban aliviados al fin de volver a la superficie de un planeta y reencontrarse con los suyos. Om fue a recibir a su compañero con un caluroso abrazo, al no estar Hylda para recibirle cómo Elegida de los sylerianos.

    — Me alegra tu vuelta, amigo — Murmuró Paokt, sonriente — Hylda ha regresado a Syleria, pero si quieres podrás notificar tu regreso sano y salvo al resto de los nuestros.

    — Lo haré, gracias compañero — Contestó Uriow, visiblemente contento pero cambiando la expresión de su rostro hasta la seriedad — Pero antes debemos reunirnos con los líderes.

    — ¿Por qué? ¿Qué ha ocurrido?

    Quetaryan se aproximó a su pareja y sin decirse nada, ambos se fundieron en un abrazo que vino seguido de un apasionado beso entre los dos neonianos. No obstante, Reeda se mostraba preocupada y molesta con algo, cosa que notó Yak inmediatamente.

    — ¿Estás bien? — El joven neoniano no dejaba de mirarla a los ojos — ¿Ha pasado algo ahí fuera?

    — Debemos buscar a Erie y al resto de líderes — El tono de la voz de Klamp era muy preocupante — Hay un problema.

    Ashley corrió y saltó sobre Eron, el cuál se vio sorprendido y gratamente por aquel recibimiento de su novia. La mujer, sujetada por el hombre para no caer, comenzó a besarle con ternura hasta que el subcomandante Tanner sonrió tras el beso. Ripley también sonrió, pero entonces el hombre la bajó de encima suya y tomó sus manos mientras se ponía serio, situación que preocupó y mucho a la chica.

    — Busquemos a Lill y Snow — Dijo Eron con seriedad — Tengo algo que contarles que no es nada bueno.

    — ¿Qué ha pasado? — Preguntó Ashley, temiendo algo grave — ¿Os detectaron?

    — No — Contestó el hombre, mirándola fijamente — Sun nos ha traicionado.

    Mientras el recibimiento a los tripulantes de la Seven daba paso a la búsqueda de sus líderes por parte de estos, en el despacho de la gobernadora Carver donde no había nadie, se encontraba el receptor de mensajes cifrados, el cuál tenía una única frecuencia para comunicarse con aquellos que la conocieran. El aparato comenzó a grabar un mensaje recibido en forma de audio que tras completarse el envío, hizo que éste estuviera listo para su reproducción.

    Dicho mensaje correspondía a Lio Santos, a quién sus compañeros habían dado por muerto o desaparecido desde la batalla contra los Anixis en el Sector 0. Por desgracia, su mensaje tendría que esperar.
     
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    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

    Piscis
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    Saludos, amigo, paso a comentar este nuevo capítulo. Tengo que decir que me ha gustado. Aún me sigue dando la sensación de que la trama está algo acelerada, ya luego me explayaré más sobre esto, pero este capítulo se ha sentido una trama más calmada que en los dos anteriores.

    Vemos que el grupo de Cia y Lio ha llegado Syleria, y están preparados para lanzar un ataque. Es una lástima que Lio haya tenido que viajar con un soldado tan observador, como para obtener el punto débil de la cúpula, dado a que, de no ser por él, podría posponer más tiempo el ataque. Tristemente, las cosas no han resultado así, y el emperador ha dado la orden del ataque. Ahora queda por ver qué clase de defensas ocupan los sylerianos para defender su planeta de los invasores. Pero sé que pase lo que pase, Lio hará algo para intervenir y ayudar a sus aliados. Espero que Hylda no muera, no porque ella me caiga bien, dado a que para mí ella es un personaje que tengo en un punto neutral, sino porque Om no merece pasar un disgusto como ese. Pero que sea la única con importancia en ese lugar me hace pensar lo peor.

    Era sabido que Deon iba a matar a su padre, pese a que este no tenía salvación, ha sido él quien lo ha matado. Al final, las cosas han resultado justo como él las ha querido, y todo resultó así por culpa de la ineptitud de Gar. ¿Qué puedo decir que no haya dicho ya sobre ese viejo inútil? Está el dicho “él cavó su propia tumba”, pero no aplica para él. Se puede decir que, en su caso, cavó su tumba, se metió dentro y luego le arrojó un arma a su asesino. Estaba claro que él sabía que Deon iba a mandarse una cagada en la reunión, y que por eso mismo no quería llevárselo. Al final, se lo terminó llevando y fue él quién causó que Yak lo matara. Seguro él no lo sabe, pero Yak tenía el pleito con Deon y no con el emperador. Pero bueno, al final, las cosas son como son.

    Me sorprendió bastante que Barbara no aprovechara para matar a Deon. Tenía la oportunidad ahí mismo. La gente iba a comprenderlo bien si ella les daba las explicaciones pertinentes, e incluso Deon fue “relegado” por así decirlo del ejército. Ella estaba en mejor posición ante todos ellos. Además, con el apoyo de los civiles (que vemos que fue bastante) podría haber resistido represalias. Fue muy tonta al no haber pulsado el gatillo. Tuvo suerte de que Deon simplemente la quiere presa y no muerta, porque estuvo a punto de convertirse en otro caso como el de Amina. Me pregunto si Barbara morirá por eso. La verdad, no puedo decir que ella me agrade mucho, ya que no es un personaje tan espectacular como lo son otras mujeres, y no tiene cosas que me agraden. Pero si Barbara fuera a morir, sería una lástima porque ella misma lo habría provocado.

    La escena de los líderes al llegar a Neonia ha estado bien. Me hubiera gustado ver más de ellos, y bien lo sabes, pero no me quejo del resultado. Vemos que Snow se siente culpable de lo sucedido al tratarse de su plan, y vemos que Lill la ha consolado como siempre lo ha hecho. Ahora, el grupo sabe que deberá pelear. Lo que no saben, pero que pronto sabrán, es que la pelea podría empezar pronto. Por lo tanto, tienen enemigos ya en el planeta (la Resistencia) como en el camino. Quiero decir, seguramente harán algo cuando se enteren que los sylerianos están bajo ataque; pero cuando sepan que la Resistencia está en su contra y que los Anixis seguramente irán hacia ellos, no van a poder prescindir de muchos soldados. Si no me fallan las cuentas, tendrán peleas en tres frentes distintos, Syleria, el exterior y luego el interior de Neonia. Están bastante jodidos, y todo por no lidiar a tiempo con la Resistencia. Pero bueno, tienen a Lio para ayudarlos a apaciguar las cosas en el planeta de sus aliados. Ojalá todo salga bien.

    Cuando me refería a que la trama aún me parecía algo acelerada fue por el hecho de que las elecciones se hicieron y terminaron muy rápido. Quiero decir, se convocaron, se llevaron a cabo y ya se supo el resultado de las mismas en el mismo capítulo, sin ver una especie de campaña de parte de Deon y de Barbara. Diría que esto ha sido el único suceso del capítulo que me ha hecho sentir que la trama está acelerada, y es una mejoría en comparación a lo sucedido en los capítulos 6 y 7. Al final, Deon ha hecho trampa en las elecciones, y está claro que Ender y Lina han dicho la verdad. Solamente los militares estaban a favor del emperador, ya que los civiles han votado por alguien que no era su hijo. Esto me intriga, ya que creo que los civiles podrían llegar a hacer algo para perjudicar a Deon, por más pequeño que pueda ser su aporte a todo esto. Tristemente, Deon ha manejado las cosas de forma sucia y ahora tiene a la milicia de Paraíso lista para usarla a su disposición. Barbara ha sido encerrada, y espero que, si logra salir con vida, tenga ganas de asesinar a Deon. Sun está muy confiada de que saldrá, y te digo la verdad, ojalá Deon la saque y la use a su antojo.

    Odio a Deon por lo hijo de puta que es, pero Sun es una puta traidora para los suyos. Sin mencionar que instigó una guerra civil y trató de matar a Snow. Estoy seguro de que ella piensa que Deon y ella serán el emperador y la emperatriz, como también estoy seguro de que Deon no piensa compartir el poder (está tan loco que, si lo hace, me sorprendería hasta a mí mismo XD) y que usará a Sun como un objeto para satisfacer sus deseos sexuales. Y la verdad, por más que no esté moralmente bien decir estas cosas, la perra de Sun lo merece. Ojalá Deon la trate mal y ella se de cuenta (tarde) de todo el daño que causó y de cómo lo pagará caro. Me gustó mucho cuando ella dice que, si un líder cae, su gente querrá venganza. Quizá Deon llegue a matar a Sun cuando esta no le sirva o le haga un reclamo, y la Resistencia se ponga en su contra. Sería irónico que sucediera. Pero bueno, quedo a la espera de ver que pasará.

    Uriow, Reeda y Eron han llegado a salvo, y me alegra. Si bien, Reeda me cae bien hasta ahí nomás y Uriow es un personaje sin importancia para mí, el que Eron y ellos hayan llegado a salvo me alegra. Ahora van a revelar a los líderes sobre la situación, y estos, finalmente, van a tener que lidiar con la Resistencia. Sé que no sería idóneo que se prepararan para enfrentar a los suyos cuando se les puede venir una invasión, pero si no lidian con ellos rápido, tendrán más enemigos cuando la invasión llegue.

    Espero que antes de que inicien los conflictos, West pueda poner operativo a Zyon para que sea un arma de peso a usar en el arsenal para la guerra. Sería una baja importante. Por el lado de Ender y Cinthia, pues, que puedo decir, me parece adecuado. Cinthia se vio atraída por Lill en un momento, y Ender se vio atraído por Snow. El destino (tú, en este caso) los llevó a encontrarse y parece que a gustarse también XD. Aunque aún no son nada oficial, vemos que pronto podría llegar a suceder algo. Pues, pese a que no me agraden del todo (en realidad me caen bien, y no les tengo ningún rencor, pero hay muchos personajes que me caen mejor que ellos) no son malas personas y merecen ser felices. Si es juntos, mejor entonces.

    Bueno, mi único deseo para el próximo capítulo es ver qué es lo que deciden los líderes. Por un lado, Snow, Lill, Reeda, Yak y Om van a recibir la información de que la Resistencia está en su contra, y viendo el fracaso de la reunión, me gustaría ver una charla de ellos tomando decisiones al respecto. Van a afrontar una situación muy crítica, y ver como planean sobreponerse a la misma será una escena que le provocará un gran incremento de puntos a esta parte. Ver de primera mano como los personajes lidian con un conflicto difícil, con discusiones, lógica e ideas sobre la mesa le añadirá bastante interés al capítulo, e incluso hará que los 5 líderes que están en Neonia crezcan mucho más como personajes. Espero poder ver algo de ellos en el siguiente capítulo. Va lo mismo para Deon en Paraíso. Me gustaría ver como es que él maneja las cosas ahora que es el emperador. Ver como maneja la información de lo que suceda en Syleria y ver que usos le dará a Sun y a sus conocimientos por haber vivido 5 años en Neonia.

    Aunque creo que el capítulo siguiente se centrará en el conflicto en Syleria, por lo que no tendré problema de esperar algún capítulo más para ver qué ocurre con esto. Pero sí sería algo que me gustaría ver.

    En fin, creo que no me dejé nada importante. Al final, la información de Lio sí llegó, pero no hubo nadie para escucharla. Bueno, mejor eso a que la reciba el infiltrado de la Resistencia. No creo haber encontrado errores, así que será hasta la siguiente semana. Nos vemos ♥♥♥
     
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  17. Threadmarks: Situación de emergencia
     
    Manuvalk

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    Saludos. El capítulo de esta semana es, para mí, uno de los más interesantes y buenos pese a su "corta" duración. Gracias a Reydelaperdicion por su constancia en la lectura y por el apoyo. Disfrutadlo.




    Situación de emergencia







    Las luces de una calle de la ciudad de Sovaam alumbraban la penumbra mientras uno de sus ciudadanos caminaba de regreso a su casa. El syleriano alzó la vista al cielo, en el cuál no se podían apreciar las estrellas del firmamento debido a la toxicidad en el ambiente del planeta, pero sí se podía ver que era de noche. Al bajar la vista al frente, el syleriano recibió un disparo de plasma justo en el centro de su cabeza, provocando que el alienigena cayera fulminado al suelo. Su asesino se aproximó al cadáver, que yacía en medio de la calle, mientras detrás suya se podía apreciar un círculo abierto en la cúpula que protegía la ciudad del aire tóxico de Sylera. Por ese hueco, el cuál había sido hecho con detonadores silenciosos, comenzaron a entrar los Anixis.

    La general Jenner, quién había sido la asesina de aquel civil syleriano que volvía a casa de su trabajo, observaba al alienigena con una mezcla de resignación y tristeza, mientras su segundo al mando se aproximaba a ella por detrás y posaba su mano izquierda en el hombro derecho de la mujer, sin dejar de mirar el cuerpo sin vida. Cia se volteó y vio a Lio junto a ella, el cuál estaba viendo cómo se sentía la nueva general del ejército Anixis tras haber matado a su primer alienigena. El resto de soldados fueron entrando al interior de la ciudad syleriana por el hueco que habían creado en la cúpula, momento en el que comenzó a sonar una alarma en toda Sovaam que alertó a la población que se hallaba en sus casas y al ejército disperso que estaba por la ciudad.

    — Se acabó el factor sorpresa — Musitó el hombre de Ceres, quién en el fondo, agradecía que los Anixis fueran a encontrarse dificultades — Deberíamos dividirnos de nuevo.

    — Así es — Coincidió Cia, volviéndose hacia sus cincuenta soldados — ¡Nos dividiremos cómo antes! ¡Ya conocéis las órdenes del Emperador Xom!

    Los soldados asintieron a las palabras de su general y Santos tomó el mando de uno de los grupos mientras Jenner hacía lo propio con el otro grupo. Los Anixis se dividieron así para provocar el mayor daño posible a los casi doscientos mil sylerianos que habitaban la colonia, pese a ser infinitamente menos en número.

    Algunos soldados consideraban la orden del Emperador cómo un suicidio para ellos, pero eran lo suficientemente fieles a éste cómo para sacrificar su vida por el bien mayor. Aquella misión de reconocimiento y vigilancia sobre los sylerianos se había convertido en una matanza y una forma de demostrar que los Anixis clamaban guerra contra cualquier especie inteligente que formara parte de la antigua humanidad.

    Los soldados sylerianos salieron en tropel de sus casas y mientras se trataba de llevar a la población civil a la ciudad subterránea para evitar que muriesen por la toxicidad en el aire que irrumpía por el agujero hecho en la cápsula, estos salían a defender su hogar y a proteger a los técnicos ingenieros que se encargarían de cerrar la herida en la cúpula de Sovaam. El grupo liderado por Lio que estaba conformado por veinticinco soldados Anixis, se vieron sorprendidos en una de las calles cercanas al lugar por el que habían entrado, por soldados sylerianos que se mostraban ágiles y furiosos en el combate a fuego al sentir que habían profanado su tranquila y rutinaria vida.

    Lio se cubrió tras la entrada a una vivienda mientras pensaba en cómo evitar más muertes de los sylerianos, los cuáles no habían sufrido una invasión a sus hogares desde la guerra de los neonianos, aunque estos no tuvieron que descender al planeta pues solo les bastó con bombardearlo. El hombre de Ceres era consciente de que debía acabar con los Anixis sin desvelar su infiltración, cosa que era extremadamente difícil pero irremediable de hacer. Así pues, Santos se asomó en su cobertura y comenzó a disparar su Flasher contra sus propios soldados más cercanos, los cuáles requerían de varios disparos para que estos traspasaran la armadura y los mataran definitivamente.

    La situación fue caótica para esos veinticinco soldados que fueron junto a Logan Smith, pues de pronto se vieron en un fuego cruzado y por ambos lados; por delante una veintena de soldados sylerianos y por detrás un traidor que se desenvolvía de forma magistral en la batalla. Lio mató a cinco de los suyos mientras los sylerianos acabaron con ocho, siendo un total de trece bajas Anixis por cinco soldados sylerianos. Quedaban doce soldados Anixis por batir frente a quince soldados del ejército syleriano y el propio Lio. El hombre apenas tuvo tiempo y reflejos para evitar que la explosión de una granada lanzada por los sylerianos le alcanzara, cayendo al suelo y aturdido por la cercanía de la explosión. Mientras sus oídos le pitaban incesantemente, el hombre de Ceres comenzó a escuchar un mensaje por radio que le llegaba de la general Jenner.

    ¿...tuación, Smith? ¡Nosotros estamos en serios problemas! ¡Solic...! ¡Necesitamos vuestro apoy...!

    Conforme pudo, Santos agarró su radio y se la puso en la boca con la intención de responder, mientras la humareda alzaba polvo y el sonido aún era escandaloso y difícil de descifrar entre gritos, disparos y demás. Doliéndose de todo el cuerpo pero vivo, el hombre de Ceres respondió al mensaje de su compañera y general, Cia Jenner.

    — Nos están masacrando, pero llegaré a tu posición en breve. Corto. — Respondió el hombre al mensaje de la general.

    Cuando Lio alzó la cabeza, vio que quedaban cinco soldados Anixis frente a tres soldados sylerianos que trataban de defenderse de los disparos del enemigo y de la toxicidad que ya se apreciaba en el interior de Sovaam. Al parecer, los sylerianos no portaban máscaras de oxígeno y la brecha ocasionada en la cúpula había provocado la irrupción de la toxicidad en la ciudad, por lo que les afectaba a sus habitantes pero no a los Anixis debido a que estos siempre llevaban un casco que filtraba cualquier partícula en el aire.

    El hombre de Ceres se incorporó conforme pudo, tomó un Flasher cualquiera que era el más cercano a él y comenzó a disparar plasma contra uno de sus soldados, el cuál fue alcanzado repetidas veces en la espalda y el plasma atravesó la coraza de la armadura, quemándola, hasta llegar a la piel del individuo y matarle. Dos de los Anixis se percataron de la traición de Lio aka Logan Smith y comenzaron a disparar contra él mientras los otros dos restantes atacaban a los tres sylerianos. Santos se cubrió rápidamente mientras sus oídos comenzaban a recuperar el sonido de forma nítida.

    — ¡Smith es un puto traidor, ocupaos de esos sylerianos y matemos a ese cabrón! — Dijo uno de los soldados, descubriendo la traición del infiltrado entre ellos.

    Lio comprobó que el cadáver de uno de sus soldados portaba una granada de fragmentación, por lo que corrió hacia el cuerpo hasta posicionarse en su lugar y tomar la granada, sin embargo, los disparos del enemigo provocaron que Santos tuviera que tirarse al suelo y cubrirse tras el propio cadáver de uno de sus soldados, el cuál de pronto estaba vivo y jadeando mientras recibía los disparos en la espalda de sus compañeros.

    — Lo siento, amigo, sé lo que duele el plasma — Dijo Lio en referencia a cuando recibió un disparo de un francotirador durante el intento de infiltración a una nave de la tropa Anixis que llegó a Neonia.

    El hombre le quitó la granada al tipo que estaba por morir, la activó y la lanzó contra los dos soldados que disparaban desde la misma posición. Ambos salieron de su cobertura a toda velocidad, siendo uno de ellos alcanzado por la explosión que provocó que saliera proyectado hacia la ventana de una vivienda, cayendo dentro, mientras el otro fue alcanzado por una flecha de un Rhage, el arco y arma convencional de los sylerianos —que tras su alianza con humanos y neonianos, también obtuvieron armamento de estos y con ello mejor defensa—.

    Ahora eran dos soldados Anixis contra tres soldados sylerianos y Leonardo Santos, quién salió de la cobertura que le daba el cadáver de un soldado y se posicionó tras una pared. Nuevamente, una flecha lanzada por el Rhage de uno de los sylerianos alcanzó el hombro de un soldado Anixis, quién retorciéndose de dolor, no pudo evitar salir brevemente de su cobertura, siendo sentenciado por varios disparos Flasher en la cabeza por parte de Lio. El soldado que quedaba se sumió en la desesperación al perder a su último compañero y salió de su cobertura de un modo kamikaze, disparando frenéticamente su Flasher contra el trío de sylerianos y matando así a uno de ellos que se vio sorprendido por la maniobra repentina del tipo.

    — ¡Voy a acabar con todos vosotros, malditos alienigenas! — Gritaba enloquecido aquel soldado.

    Santos aprovechó que éste le dio la espalda y corrió hacia él, tomándolo por detrás y quitándole el casco para que respirara la toxicidad en el aire. El soldado apenas se dio cuenta, comenzó a sentirse afectado por la toxicidad, la cuál provocó en el humano una pérdida de la capacidad de movimiento corporal que hizo que el tipo cayera de rodillas mientras parecía perder la vida por cada vez que exhalaba aire por la boca, hasta finalmente caer muerto al suelo. Con el último Anixis muerto, los dos soldados sylerianos que sobrevivieron al encuentro se aproximaron a Lio sin dejar de apuntarle, uno con un Rhage y el otro con un Striker.

    El hombre de Ceres levantó las manos en señal de no ser una amenaza y aunque los sylerianos vieron que éste les había ayudado, no dejaban de desconfiar de sus intenciones.

    — ¿Quién eres y por qué has traicionado a los tuyos? — Le preguntó el syleriano que portaba el Striker, arma de origen humano.

    — Porque no son los míos — Respondió Lio, el cuál en circunstancias normales mostraría su rostro para dar a entender que iba en serio — Me infiltré en una de sus naves cuando atacaron Neonia la última vez y me hice pasar por uno de sus soldados.

    — ¿Cómo podemos saber que eso es cierto? — Preguntó el otro syleriano, que portaba un Rhage.

    — Contactad con Neonia y preguntad por Lio Santos, veréis que os dicen — Murmuró el hombre, aún con las manos en alto — Debo irme a acabar con el resto de Anixis, ¿puedo?

    Ambos sylerianos se miraron entre sí, dubitativos de si dejar marchar o no a un tipo que decía ser un infiltrado y que había demostrado su ayuda, pero no dejaba de ser extraño para ellos. Finalmente, ambos soldados alienigenas le dejaron ir, cosa que agradeció el hombre de Ceres, marchándose corriendo hacia la ubicación del otro grupo que comandaba Cia Jenner con cuidado de no ser confundido y asesinado por soldados sylerianos en el camino.

    La Elegida ya se encontraba a salvo junto a gran parte de la población syleriana bajo la superficie de la ciudad de Sovaam. Hylda no comprendía porqué los Anixis les habían atacado de forma abrupta y con una desventaja numérica de asombro, además de una falta de estrategia y planificación más que evidente. La líder syleriana estaba muy frustrada con el hecho de que la cúpula hubiese sido abierta por una parte y de que no hubiesen detectado ni a los soldados Anixis ni la nave que los llevó hasta Syleria, muchos menos entendía cómo estos les habían encontrado. Temiendo que hubiese ocurrido algo en Neonia, la Elegida Admir trató de contactar con estos mediante el comunicador de enlace cuántico que con la misma frecuencia podía hablar con otro a larga distancia.

    — Soy la Elegida Hylda Admir, comunicándome con Neonia, Promesa, desde la ciudad subterránea de Sovaam — La syleriana esperaba que el mensaje fuera respondido en breve — Estamos siendo atacados por los Anixis, aunque han ido de forma descoordinada y sin estrategia, son pocos pero han hecho una brecha en la cúpula y la toxicidad de Syleria ha irrumpido en la ciudad. Una vez el problema esté solucionado, viajaré a Neonia con un gran destacamento de soldados para acabar con estos prototipos de Anixis que ni siquiera pueden ser considerados humanos. Espero que os llegue mi notificación, Hylda, corto.

    Lio avanzaba por las calles desiertas de Sovaam en la que la mayoría de cadáveres eran de sylerianos intoxicados que no llegaron a tiempo a meterse en la parte subterránea de la ciudad. De pronto, vio un escuadrón de soldados sylerianos ya con máscaras de oxígeno que cruzaba la calle, por lo que se escondió en un pequeño callejón oscuro para evitar ser detectado. Una vez dicho grupo de sylerianos pasó de largo, el hombre de Ceres corrió por callejones hasta la ubicación de la general Jenner, lugar donde a medida que te acercabas, podías oír con más fuerza la intensidad de los disparos.

    Muy pronto, Santos se encontró con un combate feroz entre los soldados Anixis y los soldados sylerianos. Quedaban nueve de los primeros y quince de los segundos, viéndose que los sylerianos tenían la sartén por el mango. Uno de los sylerianos alcanzó con los disparos de su Rhajead a un Anixis, hiréndolo en el brazo pero no matándolo, mientras que otro de los soldados Anixis disparó su Flasher contra un syleriano expuesto, el cuál recibió la ráfaga de disparos en la parte trasera del hombro. Lio aprovechó que se hallaba detrás de los Anixis y sacó una granada que tomó de otro cuerpo anteriormente para así lanzarla contra el grupo de nueve en el que estaba la general Jenner. Cuando dicha granada cayó ante ellos y estos se dieron cuenta, todos saltaron a diferentes lados mientras la onda expansiva lanzaba a algunos varios metros más lejos.

    Con los quince soldados sylerianos totalmente confundidos, cuatro soldados Anixis se levantaban dolidos del suelo mientras los otros cinco apenas se movían o directamente no lo hacían, confirmándose su muerte. Para asegurarse de que Cia estuviese en uno de esos cuatro que no había sufrido la explosión de la granada, Lio trató de contactarla por radio.

    — Aquí Smith, estoy llegando a vuestra posición, ¿me recibes, Cia?

    Lo mejor será que salgas de aquí, Logan — Murmuró la general Jenner, consciente de que su muerte era inminente — Coge la nave, intenta ponerla operativa y regresa a Paraíso. Esto es peor que un suicidio.

    — No pienso dejarte Cia, quizá el Emperador esté loco pero no por ello debemos morir hoy — Respondió Santos, observando a la soldado que tenía la radio en la mano y reconociéndola cómo Cia — Voy a por ti, aguanta.

    La general Jenner se quedó paralizada en su cobertura mientras los tres soldados restantes que sobrevivieron a la granada continuaban disparando sin nada mejor que hacer. En ese instante, una lluvia de disparos de un Flasher cayó sobre estos tres soldados Anixis, que se vieron sorprendidos y cayeron sin tiempo para reaccionar. Los quince soldados sylerianos que estaban en el lugar se aproximaron corriendo hacia la general Jenner, la cuál estaba atónita al ver llegar a Lio, que acababa de matar a sus compañeros.

    — ¡Tranquilos, nosotros somos amigos de la Alianza! — Exclamó Santos para evitar que la quincena de sylerianos les acribillaran allí mismo, mientras se arrodillaba ante Cia — ¿Estás bien, general Jenner?

    — Les has matado, Smith... les has... — La mujer parecía estar en shock — ¿Por... por qué...?

    — Porque no soy Smith ni soy un puto Anixis — El hombre finalmente se mostró ante la mujer mientras los sylerianos escuchaban — Me llamo Lio Santos y me infiltré en una de las naves que salieron de Neonia en su última batalla. Cuando te conocí en la base Caronte, acababa de llegar. Y participé en las pruebas para ganar el puesto de general y así usar el rango para obtener información con el fin de enviarla a mis amigos en Neonia. Siento haberte mentido todo este tiempo, Cia, pero ahora solo tienes dos salidas: aceptarlo y venir conmigo o negarte y morir.

    — ¿Me matarás si me niego a irme contigo? — No se podía apreciar la mirada de Cia debajo del casco, pero se intuía que era desafiante.

    — Yo no, ellos sí — Lio miró a los sylerianos y después a la mujer — Te he visto sentirte mal tras matar a aquel syleriano cuando hemos irrumpido en la ciudad y sabes perfectamente que la orden del Emperador Xom era un suicido para nosotros, no le importa nadie excepto él. ¿Para eso quiere nuevos generales y soldados? ¿Para tener más carne de cañón que mandar a batallas que ni siquiera comienzan y ya tenemos perdidas? No te conozco mucho, Cia, pero tampoco pareces estúpida, así que te ofrezco cambiar de bando y vivir, hacer las cosas bien.

    La mujer permaneció en silencio durante unos instantes hasta que finalmente se incorporó mientras Lio le ofrecía la mano para que se levantara del suelo. Los soldados sylerianos les indicaron a ambos que pondrían rumbo a la entrada de la zona subterránea de Sovaam para que estos se vieran ante la Elegida, quién de seguro descubriría si la historia de Lio era cierta o no. La general Jenner y Santos acompañaron a los quince sylerianos hasta una calle que descendía en dirección a una compuerta presurizada y que parecía un auténtico búnker. Una vez posicionados delante de la compuerta, una cámara comprobó de quiénes se trataba y acto seguido la compuerta se abrió para darles paso.

    Lio y Cia comprobaron de primera mano que el interior del búnker no era cualquier cosa. Ante sus ojos se expandía lo que a todos los efectos era una ciudad subterránea. Los quince sylerianos fueron entrando al interior del lugar mientras la mujer y el hombre hacían lo propio, observando completamente atónitos la construcción de la Sovaam subterránea, que se expandía en la lejanía con numerosas calles. El tráfico de los ciudadanos andando de un lugar a otro le daba un aspecto mucho más acogedor del que tenía en un principio, pues la ciudad subterránea llamaba especialmente la atención por su color blanco fuerte.

    Los soldados sylerianos llevaron a la general Jenner y a Santos hasta la supuesta casa de la Elegida Hylda Admir. Al tratarse de un búnker y no poder haber edificios altos, la vivienda de la líder syleriana era exactamente idéntica que el resto de viviendas del lugar. Uno de los soldados se aproximó a la Elegida y le dijo algo al oído para después marcharse, mientras Lio y Cia eran invitados a pasar al interior del hogar. Hasta cuatro soldados permanecieron allí, vigilantes y con la intención de matar tanto al hombre cómo a la mujer si estos atacaban a Hylda, pues desconfiaban de manera evidente.

    La líder syleriana se veía realmente seria y no era para menos con todo lo que acababa de ocurrir. Mientras algunos ingenieros con máscaras de oxígeno salían a reparar el hueco provocado por los Anixis en la cúpula de la ciudad exterior, la población y la Elegida permanecían a resguardo en la ciudad interior. Hylda se aproximó a ambos invitados hasta posicionarse a pocos metros de ellos, momento en el que los cuatro soldados sylerianos alzaron sus armas y apuntaron al dúo por si realizaban cualquier movimiento sospechoso. Lio se quitó el casco para ver si la syleriana le reconocía de haberle visto en Neonia, además de que estando bajo la superficie de Syleria, no había problemas de sufrir la intoxicación del aire.

    — Mi nombre es Leonardo Santos y aunque mi aspecto dice lo contrario, no soy de los Anixis — Trató de justificarse el hombre de Ceres — Me infiltré en una de sus naves durante la batalla en el Sector 0, en Neonia.

    — Siento no conocerte de antes, Leonardo — Murmuró Hylda, pensativa y sin dejar de mirarle — Podré saber que tu historia es cierta una vez respondan los líderes de Neonia a mi mensaje.

    — Entendido, entonces esperaré.

    — ¿Y tú? — La Elegida se dirigió ahora a la general Jenner — ¿Cuál es tu historia? ¿También estás infiltrada en los Anixis?

    — No, yo soy una de ellos — Respondió Cia con sinceridad mientras también se quitaba el casco, mostrando un pelo corto a la altura del cuello y unos ojos grandes y pronunciados que miraban a los de la syleriana — Hasta que Lio me ha hecho entrar en razón.

    — Vaya, has recapacitado — Musitó Hylda de forma sarcástica — ¿Cambias mucho de bando, humana?

    — Cuando no tengo más opción, sí — Contestó la mujer con absoluta sinceridad — Hasta hace poco, los Anixis me trataban como una esclava. A mí y a muchas personas más, nos hacen trabajar en minas instaladas en asteroides que rodean el planeta en busca de tecnología Anixis. En condiciones nefastas y llevando una vida dura, una vida que no volveré a escoger y una vida que se me entregará de nuevo si regreso sola sabiendo lo que sé. Antes que vivir de nuevo esa vida, prefiero la muerte.

    Hylda permaneció inmóvil ante Cia mientras Lio se impacientaba al ver que la líder syleriana no reaccionaba, temiendo que pudiese suponer que lo mejor sería eliminar a la mujer. Sin embargo, tras casi un minuto de silencio con tensión en el ambiente que parecía que iba a continuar, el comunicador de enlace cuántico recibió un mensaje de parte de Neonia. La Elegida corrió a reproducirlo.

    Aquí el comandante Crane desde la colonia Promesa de Neonia — Hylda, Lio y Cia escuchaban el mensaje con atención — Siento el ataque a Sovaam, pero creemos que tiene una explicación. Nos reunimos con el Emperador Xom hace tres días en el polo sur de Vulkano y no llegamos a un acuerdo para parar la guerra, sino todo lo contrario. El Emperador recibió un disparo por error y eso ocasionó un combate del que por poco no salimos vivos. No pudimos avisaros a tiempo, pero ese ataque debe ser fruto de lo que ha ocurrido con el Emperador. No sabemos si sigue vivo o muerto, pero de cualquier manera, va a vengarse, Hylda. Lo ocurrido en Sovaam solo será el principio, aquí nos estamos preparando para un posible e inminente ataque, así que agradeceríamos vuestra llegada para ayudar. Estamos en una situación de emergencia. Espero que estéis todos bien y haya habido las menos pérdidas posibles, te doy mi pésame. Ojalá podamos terminar con esto cuando antes. Lill, corto.

    Tras haber escuchado abiertamente el mensaje de Lill, muchas cosas se esclarecían tanto para la propia Hylda, cómo para Lio y Cia, quiénes no sabían que había pasado en aquella reunión hasta ahora. Comprendiendo ahora la orden del Emperador Xom de atacar Sovaam, la general Jenner se sintió utilizada para convertirse en un daño colateral en esta guerra junto al resto de soldados que habían perdido la vida en Syleria. Lio, por su parte, era consciente de que sería difícil volver a Paraíso sin una buena justificación que no hiciera al resto desconfiar de él, por lo que de momento iría a Neonia junto a la líder syleriana. Hylda tenía decidido formar parte del conflicto de forma total, no cómo anteriormente que sirvió cómo apoyo para humanos y neonianos.

    Con todo dicho y la situación que se presentaba para todos los frentes protagonistas de esta guerra, la Elegida Admir dio la orden de que diez mil soldados sylerianos subieran a bordo de cuatro naves en las que irían también Lio y Cia en dirección a Neonia, con el fin de repeler el posible ataque Anixis al planeta neoniano. Después de eso, se decidiría cómo acabar definitivamente con la sociedad humana que se hacía llamar Anixis. Las naves sylerianas salieron de debajo de la superficie planetaria, a varios kilómetros de la ciudad de Sovaam, donde unas compuertas enterradas en el suelo se abrieron para dar paso a un extenso hangar con naves pequeñas y naves que podían albergar a miles de personas, tal y como iba a ser en esos momentos. Con Hylda, Lio y Cia en una de esas cuatro naves y el resto de la población syleriana a salvo en la ciudad subterránea, se iniciaba así un viaje de ida de unos diez días aproximadamente para alcanzar Neonia, esperando que el ataque Anixis no ocurriera antes de ese tiempo.
     
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    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

    Piscis
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    Saludos, amigo. El estudio me alejó del foro (algo que ya es normal en estas fechas) y no he podido comentar, pese a haberme tomado un rato para leer el jueves. That's unimportant. Im here now.

    Empezaré con el comentario. Tengo que decir que me ha gustado mucho. Ciertamente, este capítulo ha mejorado a los anteriores. Creo que haberlo centrado en un único punto de vista sirvió para reducir el ritmo que sentía que estaba acelerándose con los 3 capítulos anteriores. Pese a ser un capítulo de acción, el ritmo fue más tranquilo, de la misma forma en que fueron los primeros 5 capítulos, y eso me alegra muchísimo. Igualmente, ya en el capítulo anterior se vio que el ritmo empezaba a frenar su carrera tan acelerada, por lo cual, es algo bueno XD.

    Tengo que decir que tenía muchas ganas de saber algo más de los sylerianos. Hylda es su líder, y una persona muy importante. Básicamente, gracias a ellos la alianza tuvo más aliados para la pelea inicial. El haber visto que los anixis ataquen da una idea de qué tan fuertes pueden llegar a ser, y también muestra mejor a los sylerianos ante un ataque. Creo que eran cosas que venían faltando, y este capítulo lo supo entregar. Hylda y Om fueron partidarios con Snow de establecer la paz con los anixis, de hecho, hasta donde recuerdo, fue Hylda la primera en proponer la paz. Ver que han sido atacados y que la misma elegida quiere luchar porque sabe que con el enemigo no se puede negociar, cosa que el otro grupo ya ha descubierto de primeras, me emociona. Ya no habrá posturas divididas, y todos saben que se les viene un enfrentamiento. Como dije antes, si la trama en los capítulos 6 y 7 se hubiera desarrollado en más capítulos y de forma más pausada mostrando más cosas, esta parte tendría muchísimos más puntos, y este capítulo donde se desata un conflicto habría sido mejor. Pero no me quejo, ha sido genial.

    Los anixis han caído, y no era de esperar. Deon no sabía nada de ellos y los mandó al ataque contra seres desconocidos. Se ve que no le interesan los soldados, ni tampoco como armar un buen plan. Los sylerianos han sabido defenderse, habiéndose defendido casi impecablemente de un ataque sorpresa. Imagino que los anixis no se han llevado las cápsulas somníferas, pero de haberlo hecho, dudo que hubieran durado mucho porque Lio estaba aquí.

    Ahora quiero hablar de él. Y déjame decirte que tengo mucho miedo de que él muera en el futuro. Él está siendo la estrella de esta parte, al punto de que ha tomado la iniciativa en la parte anterior y la está siguiendo hasta cumplir su objetivo. Ya ha estado infiltrado un tiempo en Paraíso, ha descubierto puntos fuertes y débiles, información sensible que puede ayudar, ha enviado una baza con un mensaje, y también ha frenado lo que pudo haber sido una batalla más sangrienta para los sylerianos, y varios de ellos llegarán a salvo a Neonia para la batalla. Como he dicho, es la estrella de la parte, y tengo mucho miedo de que lo mates, porque las estrellas se apagan. Ahora él parte a Neonia, y eso me alivia, porque tenía mucho miedo de que Sun descubriera su verdadera identidad en Paraíso. Me agrada saber que esa perra no podrá joderlo XD.

    Cia parece que ha reflexionado sobre lo dicho por su compañero. Ahora podríamos decir que ella está del lado del bien. En términos generales, eso pone la balanza pareja para todos. Sun conoce Neonia y su información le vendrá útil a la alianza, mientras que Cia y Ender conocen bien Paraíso y eso será información que será útil. Por eso creo que este conflicto tiene potencial para ser el mejor. Ha habido cambios de bando en ambos lados, y eso asegura que la guerra no será solo una lucha de estrategia y tecnología, sino también de administración de recursos y de manejo de información. Con eso, podrá dejar atrás a la guerra Rhajik y la guerra contra la Resistencia. Sin mencionar otra cosa. Los civiles en Paraíso no están contentos con Deon, mientras que la Resistencia en Neonia no está conforme con Snow, Lill, y los otros líderes. Más condimento para lo que puede ser un conflicto exquisito. Muero por ver que tipo de aporte tendrá Cia ahora que está del lado de los buenos.

    Me habías dicho que la guerra explotaba por el capítulo 12, así que creo que los dos capítulos que siguen deberán ser para ver a los líderes en ambos bandos tomar las decisiones de los preparativos finales antes del estallido. Eso es lo que más me entusiasma ver, y lo deseo como no te das una idea. Si esos dos capítulos hacen un buen trabajo, ten por seguro que esta parte ocupará como mínimo el segundo puesto en el podio.

    No tengo más que decir. Ha sido un buen capítulo, y Lio ha sido el mvp del mismo. Ya luego veré a dónde lo lleva su camino en esta parte. Honestamente, espero que él sobreviva. Él siempre ha estado luchando por causas equivocadas, en la parte I apoyando a Jim, y en la III a la Resistencia. Sin embargo, la primera fue por extorsión y la segunda por un error del que ya se retractó. Ahora está peleando por una causa justa, y le deseo lo mejor XD.

    Calculo que la semana siguiente estaré más alivianado de tareas, así que tal vez lea el mismo día que publiques. Por mi parte, me despido hasta la siguiente semana si dios quiere. Cuídate.
     
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  19. Threadmarks: Propósitos distintos
     
    Manuvalk

    Manuvalk el ahora es efímero

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    Los Viajeros V: Regresión
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    Saludos. Este capítulo será el penúltimo del año 2020, siendo el siguiente a éste quién cierre la parte V hasta 2021, donde regresaré a la publicación la misma primera semana de Enero. Dar las gracias una vez más a Reydelaperdicion por su constancia en la lectura, espero que lo disfruten.



    Propósitos distintos







    Al día siguiente de la proclamación fraudulenta de Deon como nuevo Emperador de los humanizados Anixis, éste bajó a la prisión a primera hora de la mañana.

    El guardia que custodiaba la entrada le dejó pasar sin problema y el nuevo Emperador Xom descendió por las escaleras que llevaban a la zona de celdas de dicha cárcel subterránea, donde una vez estuvo, se dirigió a la celda de la líder de la Resistencia y la abrió con un código mientras la mujer se despertaba sobresaltada tras estar durmiendo anteriormente.

    — Levanta, Sun — Le ordenó el hombre con seriedad, entrando en la celda — Tenemos que hablar.

    La asiática se incorporó con pereza y obedeció a la petición del Emperador, que comenzó a caminar acompañado de Sun hasta el exterior de la prisión. Bárbara se despertó al oír que alguien había bajado, por lo que permaneció mirando en todo momento a Deon y Sun con una gran ira y recelo en sus ojos mientras estos abandonaban la cárcel. El Emperador guió a la líder de la Resistencia hasta el interior de la base militar, pasando por varios lugares hasta tomar el ascensor en dirección a la tercera planta del edificio militar, el cuál era ahora su vivienda tras haberla sido de su padre.

    El ascensor abrió sus puertas al hogar del Emperador, en el que Brume ya había estado anteriormente proponiendo un trato a Gar, antes de que éste no accediera y la encerrara en una celda mientras se iba a negociar una tregua que finalmente no se produjo. El mayor de los Xom le indicó mediante un gesto que tomara asiento en la mesa, siendo correspondido por ella. Sun observó de arriba a abajo a Deon, pensando que su físico era realmente atractivo y sus aspiraciones podían ser compatibles con las suyas, lo que le convertía en un partido perfecto para la asiática.

    — ¿Quieres tomar algo? — Preguntó Deon a la mujer, mientras se preparaba un café en la máquina — Invita mi padre.

    — Te lo agradezco — Respondió Sun, accediendo a la invitación.

    — Aquí tienes — El hombre se aproximó a la mesa y le cedió una taza de café a su invitada, sentándose él enfrente de ella con otra taza en sus manos — Siento que hayas tenido que pasar unos días en la celda, por suerte para ti, eso ya es historia.

    — Estoy acostumbrada a terminar en celdas — La asiática le dio un sorbo a su café y se relamió los labios ante la mirada del Emperador Xom — En Promesa estuve muchos meses en una, por orden de la flamante gobernadora Carver.

    — Vaya, tuve el placer de conocerla en la reunión que tuvo con mi padre en Vulkano — Deon bebió de su café y lo dejó sobre la mesa — No parece el tipo de líder que encierra gente en celdas.

    — Es una manera de quitarse la competencia de encima sin ensuciarte las manos — La respuesta de Sun hizo referencia tanto a su historia con Snow cómo a lo ocurrido entre Bárbara y Deon — ¿No crees?

    — Ciertamente, así es — El mayor de los Xom retomó su café hasta terminárselo y dejarlo definitivamente sobre la mesa — ¿Te has enterado de lo ocurrido?

    — ¿La muerte de tu padre y el fracaso de esa reunión? — Brume aún tenía la taza de café por la mitad, pero no quiso seguir bebiendo — Sí, se escucha todo desde ahí abajo.

    — Tal y cómo te dije, ahora estoy al mando y ya sabes que es lo que eso significa — Murmuró Deon con seriedad, mientras se percataba de que la mujer no bebía más del café — Por favor, termínate el café, muestra respeto a la invitación de mi padre.

    — Está bien, lo haré porque siento la muerte de tu padre aunque sé que te da igual — Sun se bebió toda la taza de golpe, sorprendiendo al hombre — Sé lo que significa que estés al mando, Deon. Ahora quiero saber si eso implica que nuestro acuerdo se haga realidad.

    — Por supuesto que sí — Deon asintió, dando a entender que accedía a la propuesta de la asiática que hablaron con anterioridad — Tu Resistencia será bienvenida a venir a Paraíso, los recogeremos una vez vayamos a Neonia a impartir justicia en honor al gran Emperador Gar Xom.

    — Me alegra oír eso, ¿cuándo marcharemos?

    — Necesito unos días para prepararlo todo, además el grupo de la general Jenner que ordené que atacaran Syleria todavía no se ha pronunciado, creo que están muertos y sería una pena acudir a Neonia sin ellos.

    — Claro, claro... entiendo... — Brume comenzó a sentirse mareada — Perdona, no sé que diablos me pasa...

    — Tranquila, las plantas del planeta tienen un componente exquisito a la par que somnífero — Explicó Deon, dando a entender que el café de la líder de la Resistencia estaba manipulado — De ellas extraemos el componente que inoculamos a la neblina de las cápsulas, casualmente.

    — Maldito capullo... ¿por... por qué haces eso...? — Sun luchaba por mantenerse despierta pero cada vez le costaba más — ¿Qué... qué pretendes...?

    — Nunca he tenido relaciones sexuales con una asiática y he de admitir que me pones muy caliente, es cómo tener sexo con un personaje de manga — La sinceridad de Deon era tan extrema que casi le convertía en un auténtico psicópata — No te preocupes, luego seguiremos siendo amigos.

    — Podías simplemente... habérmelo pedido y no... no drogarme...

    — ¿Me estás queriendo decir que tendrías sexo conmigo sin que te drogara? — El Emperador Xom se puso las manos en la cabeza — ¡No me jodas, habérmelo dicho antes!

    Brume ya no respondió a las últimas palabras del líder Anixis, pues cayó redonda sobre la mesa tras hacer efecto de forma completa la planta somnífera que crecía en Paraíso y la cuál Deon suministró en el café de la mujer. El hombre era un verdadero especialista en realizar éste tipo de cosas, ya fuera sutilmente o a la fuerza, tal y cómo hizo con Bárbara hacía ya más de cinco años. Deon se incorporó de su silla y se dirigió hacia Sun para arrastrarla hasta el dormitorio.

    Una vez la mujer se hallaba tendida sobre la cama, el hombre la desvistió tranquilamente hasta desnudarla y una vez él también desnudo, inició la penetración. Deon era un violador en su máximo esplendor y cuando una mujer le interesaba, no dudaba en realizar su clásica maniobra para tener el completo control de su cuerpo y de la situación.

    [...]

    Los tripulantes de la Seven se reunieron inmediatamente con los líderes de la Alianza, pues debían contarles lo sucedido durante su misión de exploración. El humano y subcomandante Eron Tanner, la joven neoniana Reeda Klamp y el soldado syleriano Uriow Emmon se dirigieron a una sala contigua al despacho de la gobernadora Carver, un espacio para reuniones cómo las que el gobierno humano mantenía antes de la invasión Anixis. Allí les esperaban los principales líderes de la Alianza: la gobernadora Snow Carver y el comandante Lill Crane cómo líderes humanos, el joven neoniano Yak Quetaryan y la líder neoniana Erie Tovam y finalmente el protector syleriano Om Paokt, el cuál representaba los intereses de su pueblo en ausencia de la Elegida Hylda Admir.

    Los miembros que partieron en la Seven con rumbo hacia el sistema de los Anixis —el cuál se llamaba Faro de la Esperanza— entraron por la puerta una vez los soldados les escoltaron hasta la sala, tras su llegada y recibimiento hacía menos de una hora. Al igual que ellos pretendían contar lo ocurrido respecto a la líder de la Resistencia, los líderes de la Alianza también querían informar a su gente de lo sucedido en la reunión con el Emperador Xom. Una vez todos estaban en el interior de esa sala, la reunión comenzó.

    — ¿Qué es eso tan importante que debéis contarnos? — Preguntó la líder neoniana, quién esperaba que fuese algo de cierta importancia.

    — Seré breve y directo — Respondió el subcomandante Tanner con seriedad — La líder de la Resistencia, Sun Brume, se infiltró en la Seven y nos utilizó.

    — Nos hizo creer que quería ayudarnos y participar en la misión — Dijo el syleriano Emmon, algo molesto.

    — Todo fue una farsa, cuando llegamos a Paraíso, ella tomó la cápsula de salvamento y se lanzó contra el cinturón de asteroides que rodea el planeta — Explicó Reeda, recordando lo sucedido con rabia — Seguro que la recogieron, especialmente si cayó en una de las bases que Ender dice que hay por el cinturón.

    Los líderes se miraron entre sí, sorprendidos. Especialmente Lill y Snow, quiénes se sentían avergonzados de que fuera una humana la que traicionara a la Alianza que las tres especies acababan de formar.

    — No tiene mucho sentido — Indicó la gobernadora Carver, extrañada — ¿Por qué irse por su cuenta? ¿Y qué hay del resto de idiotas que conforman su Resistencia?

    — Dudo mucho que les haya abandonado sin más — Intervino Yak, quién después de ver a la asiática obtener cierta redención, no le sorprendía su repentino nuevo cambio de bando — Probablemente todo forma parte de un plan que tienen.

    — Lo que menos necesitamos ahora es a la Resistencia interviniendo en nuestro conflicto con los Anixis — Dijo Lill, consciente de que eso generaba un problema.

    — ¿Hay alguna forma de identificar a esos humanos que forman parte de esa Resistencia? — Preguntó Om, el cuál cómo syleriano, desconocía por mucho los intereses que la Resistencia pudiese tener con lo que había en juego.

    — No llevan nada encima que les caracterice — Contestó Eron, realmente frustrado — Sería cómo buscar una aguja en un pajar.

    — Exactamente, no hay forma de saber quiénes están afiliados en la Resistencia — Lill se mostraba pensativo — Lo que sí es un hecho es que están entre la población humana, por suerte no en los que conforman el ejército...

    — Eso que sepamos — Reeda no quiso descartar nada — Un soldado humano podría ser perfectamente un miembro de la Resistencia.

    — Mis soldados están comprometidos con la Alianza — El comandante Crane respondió con seriedad al no gustarle el comentario de la neoniana — Ninguno forma parte de la Resistencia.

    — Bueno, al margen de eso, debemos ser conscientes de que si los Anixis atacan, en algún momento podríamos tener enemigos entre nosotros... — Uriow estaba siendo lógico — Quizá la Resistencia ataque cuando los Anixis nos ataquen e intenten acabar con nosotros desde todas direcciones, dificultando nuestras maniobras estratégicas y demás.

    — Definitivamente debemos contar con eso — Erie lo tenía claro — ¿Alguna sugerencia?

    — No hay nada que podamos hacer, simplemente asegurarnos de no morir — Las palabras de Snow sonaron de cierta manera, contundentes — Llegado el momento, lidiaremos con todo. Si alguien detecta cualquier indicio de la Resistencia en alguien, que no dude en matarle.

    Lill observó a su mujer con el rostro desencajado. Si inicialmente fue él quién se movía por la ira y el deseo de venganza, era Snow ahora la que sonaba cómo tal. Tras ver que su intento de pacto con el enemigo fracasó, la gobernadora tenía claro que no cometería más errores. A los neonianos les parecía correcto lo que oían pues odiaban a la Resistencia y a quiénes la conformaran, mientras que los sylerianos se sorprendieron con la dureza que la humana acababa de demostrar.

    Tras el tenso debate respecto a la traición de Sun Brume, los líderes explicaron también a Eron, Reeda y Uriow lo ocurrido en Vulkano con los Anixis. Mientras todo esto sucedía, un hombre que se hallaba en el interior de un conducto que pasaba por encima de la sala, escuchaba con claridad todo lo que se decía en ella.

    Dentro del techo de la habitación, el miembro de la Resistencia llamado Jacob 'Shadow' Klein recababa toda la información que los líderes y los tripulantes de la Seven estaban repartiéndose entre sí, descubriendo que el plan de su líder había salido exitoso al menos en su primera fase y que ahora cualquier indicio de ser miembro de la Resistencia sería peligro de muerte.


    [...]

    Ante la inminencia del ataque Anixis hacia Neonia, los líderes de la Alianza decidieron actuar con rapidez. La gente vulnerable de la población sería alejada del foco del combate desde el principio, con el fin de evitar más muertes. La Valkshire y otras naves cómo la Arcadia no dejaron de trabajar en el transporte de ciudadanos tanto humanos cómo neonianos y sylerianos hacia un punto alejado de Promesa, donde serían protegidos por los miembros neonianos de una base secreta cercana. La gobernadora Carver observaba cómo la gente subía a la Valkshire por grupos para salir de la colonia humana y más que probable epicentro de la futura batalla, cuando se percató de que una mujer no subía a la nave. Snow se aproximó a ella, sorprendiéndose de que ésta fuera la ex piloto Arva Tidder.

    — ¿Arva? — La gobernadora se alegró de verla — Hacía días que no te veía, ¿va todo bien?

    — No quiero subirme a esa nave — Contestó la mujer nacida en la Luna, observando la Valkshire a doscientos metros.

    — Estás embarazada, creo que deberías ir — Snow intentó convencerla — No quiero que te arriesgues a nada.

    — No puedo alejarme de esto sin más, Snow — Arva estaba frustrada — Sé que estoy embarazada y sé que debo cuidarme, pero también debo cuidar de los demás. Porque eso es lo que hacemos, ¿no?

    Snow asintió a las palabras de su amiga y ambas se fundieron en un caluroso abrazo mientras de fondo se veía subir a los ciudadanos de las tres especies de la Alianza a la nave de origen neoniano.

    — Comprendo lo que quieres decir, Arva, pero ahora somos todos los que debemos cuidar de ti — La mujer del comandante trató de ser convincente — ¿Lo entiendes?

    — Tú tienes una hija, ¿por qué no te pones a salvo también?

    — Es distinto, mi hija ya ha nacido y...

    — ¿Y qué, Snow? — Arva se mostró algo seria — Sus padres van a quedarse a pelear, conscientes de que pueden morir y dejarla huérfana, pero no pasa nada. Yo, quiero contribuir pese a estar embarazada pero precisamente eso es lo que ocupa mayor importancia, sin pensar en lo que yo quiero. ¿Verdad? ¿Es eso? ¿Debo irme yo por estar embarazada y tú o Lill no debéis aún teniendo una hija pequeña?

    La gobernadora Carver se cruzó de brazos, mostrando su evidente disconformidad pese a que la mujer de la Luna tenía mucha razón en sus palabras y su comparación.

    — No estoy pidiendo que me den un arma y me pongan en primera línea — Dijo Arva, casi suplicando — Solo pido contribuir en acabar con todo esto.

    — ¿Contribuir de qué forma?

    — Déjame pilotar la Arcadia — La mujer embarazada lo tenía clarísimo — Sabes que soy la mejor en ello, ayudaré a derribar sus naves de ataque.

    Snow permaneció mirando a su amiga de manera pensativa durante unos instantes mientras la Valkshire se preparaba para despegar hasta el punto indicado en el que debía dejar a los civiles vulnerables. Tras unos segundos dubitativos, la gobernadora Carver asintió, accediendo a la petición de su amiga de pilotar la Arcadia durante el combate contra los Anixis, que podría suceder en cualquier momento.

    — Gracias, Snow — Musitó la ahora de nuevo, piloto Tidder, abrazando a su compañera y amiga — No te arrepentirás.

    Arva volvió al interior de Promesa con una sonrisa de oreja a oreja mientras Snow la veía marcharse, deseando con todas sus fuerzas que de verdad no se arrepintiera de la decisión que acababa de tomar. En ese momento, la mujer sintió que le entraban nauseas y ganas de vomitar sin motivo aparente, por lo que se fue corriendo a un lugar apartado. Mientras Snow padecía las nauseas apoyada en un árbol, un hombre se aproximó a ella por detrás, sorprendiéndola.

    — Te he visto venir aquí — El hombre era Eron, quién se había percatado de que a la mujer de su mejor amigo le ocurría algo — ¿Te encuentras bien? ¿Necesitas algo?

    — Eron... — La mujer sonrió al ver a su amigo — No, tranquilo, solo han sido unas nauseas. Creo que algo no me ha sentado bien...

    De pronto, la gobernadora Carver continuó haciendo el amago de vomitar, cosa que el subcomandante Tanner identificó de forma rápida y sorprendente.

    — Esas nauseas no son por haber comido algo en mal estado — Eron no pudo evitar sonreír mientras Snow le miraba con ojos muy abiertos — Creo que estás embarazada.

    — No digas tonterías, Eron — La gobernadora se molestó un poco con el comentario del subcomandante y se dispuso a marcharse hacia Promesa.

    — Mi mujer, Deanne, también tuvo nauseas antes de saber que estaba embarazada — Las palabras del hombre hicieron que la mujer se frenara y se diera la vuelta — El médico dijo que era normal una vez habían pasado unas semanas desde... bueno, ya sabes. El caso es que dijo que eso era un síntoma claro de que se estaba gestando un bebé.

    — No, no puede ser — Murmuró Snow, más para sí misma que para su compañero — Ahora mismo no puedo quedarme embarazada, eso sería...

    — ¿Sería qué? ¿Malo? ¿Peligroso? — Eron trató de quitarle hierro al asunto — En cualquier momento podemos morir, Snow, el peligro está en todos lados y en cualquier detalle. Si te has quedado embarazada de nuevo, es por algún motivo.

    — ¿Qué motivo? — Snow no era una gran creyente del destino ni de las casualidades.

    — Quizá el universo te está diciendo que de entre todo el odio, la guerra, el dolor... siempre se abre camino el amor — El subcomandante Tanner se aproximó a su gobernadora con una sonrisa de felicidad en su rostro — Quizá simplemente quiere que Gina no sea la única Crane Carver del universo, quién sabe. De todas formas, enhorabuena.

    — Antes debo asegurarme, esto no es seguro.

    — Vale, ve y asegúrate — El tipo comenzó a alejarse — Tranquila, no diré una palabra. Una noticia así es cosa tuya.

    Snow no lo dudó y corrió en dirección a Promesa con el fin de comprobar mediante un test si de verdad estaba embarazada. Se dirigió a una de las varias clínicas médicas de la colonia humana, concretamente en la que estaban Cinthia y un Ender malherido en recuperación. Al entrar a la consulta, se percató de que ambos estaban hablando en una esquina y no se dieron cuenta de su llegada, por lo que se escabulló conforme pudo y robó un test de embarazo. La gobernadora salió sigilosamente y fue directa a la vivienda que compartía con el comandante Lill Crane, consciente de que él no estaría en esos momentos. Una vez a resguardo y en su intimidad, la mujer usó el test y tras dos minutos de incertidumbre y temor por su parte, lo comprobó para conocer el resultado.

    — Parece que Eron sabe identificar a embarazadas recientes... — Murmuró Snow, mirando con resignación el positivo que marcaba el test de embarazo.

    [...]

    Algunas naves se posicionaron en órbita con Neonia para ser la primera defensa en la llegada de los Anixis. Algunas de las naves portaban tripulación y de estas se desplegarían unos pocos cazas de combate llegado el caso. Con todo preparado para defenderse de primeras, la noche había llegado al planeta y la mayoría de la población se encontraba a resguardo en otro punto del mundo. En Promesa, el ingeniero Finn se encargaba de rescatar del limbo a la unidad de Zyon, básicamente su sistema central de datos que lo hacía ser él. A otro lado tenía el cuerpo de un Super Rhajik que accedió a sacrificar su unidad por la de su líder, mostrando que las máquinas tenían una especial devoción por el conocido Zyon.

    Le tomó muchas horas pero por fin, West creía tenerlo todo en orden. Introdujo la unidad de Zyon en el cuerpo de un Super Rhajik, conectándolo mediante cables internos y asegurándose de que todo estaba correcto. Lo que más le dolía de lo que le sucedió a Zyon era que con el cambio de cuerpo perdería todos los avances que él le implantó, volviendo a ser simplemente, una máquina cómo todas pero con la memoria y la identidad conservadas. Con todo colocado, el ingeniero activó al Super Rhajik, el cuál se despertó de forma calmada mientras la luz azulada que caracterizaba a Zyon comenzaba a brillar con más intensidad conforme iba despertando.

    — ¿Zyon? — El ingeniero se hallaba sentado al lado — ¿Estás ahí?

    — Gracias, West — Musitó Zyon con el clásico tono robótico de los Rhajik — Me has salvado.

    — Tienes suerte de no ser una persona — Dijo West en un tono preocupado — Habrías muerto en ese caso.

    — No vi ese disparo — La máquina comenzó a probar sus articulaciones y el resto del cuerpo para asegurarse de que respondían bien — Deberías haberme añadido unas lentes de visión detrás de la cabeza.

    — Me alegra ver que los parámetros del humor que te puse, permanecen intactos — Sonrió el ingeniero, mientras organizaba sus cosas en una mesa cercana — Debes saber que tu anterior cuerpo quedó completamente inutilizado, de ahí que haya tenido que pasar tu unidad a otro.

    — Sé lo que eso significa, Westley — Zyon era consciente de que no tenía las mismas habilidades que poseía su anterior maquinaria.

    — Supongo que habrá que volver a empezar con eso — El humano tenía claro que iba a volver a implementar en Zyon todas esas habilidades que había perdido — Pero no hoy ni mañana, será una vez acabe todo esto de los Anixis. Por hoy, he hecho suficiente. Buenas noches, Zyon.

    — Que descanses bien, West.

    El hombre salió de la sala de ingeniería para dirigirse a su vivienda en Promesa y poder descansar tras una larga e intensiva jornada con el Super Rhajik. Ya era bien entrada la noche en Neonia y al día siguiente podría ser el ataque de los Anixis tras lo ocurrido en Vulkano y Syleria, por lo que debería estar bien despierto si ese momento llegaba el día de mañana. Sin embargo, para todos no significaba que por ser de noche tuviesen que dejar de trabajar. Humanos, neonianos y sylerianos preparaban un plan de contingencia en la órbita planetaria, colocando vigilancia como satélites de seguridad y naves de ataque patrullando las proximidades a Neonia con la intención clara de avistar la llegada del enemigo con tiempo para prepararse en la superficie del planeta y con la seguridad de que para los Anixis sería una misión complicada aterrizar para el combate en tierra.

    [...]

    Sun comenzó a abrir los ojos y su cabeza le daba vueltas. La planta somnífera que crecía en Paraíso era potente y había dejado dormida a la asiática por un día entero. Los días en el planeta de los Anixis duraban tres horas menos que en la Tierra —siendo veintiún horas diarias— y cuatro menos que en Neonia, dónde eran veinticinco horas diarias. La líder de la Resistencia alzó la cabeza y se vio tendida sobre una cama, pero para su sorpresa, vestida. La mujer no entendía ni sentía nada y no sabía que significaba eso, pero apenas tuvo tiempo para darle vueltas pues el actual Emperador de los Anixis hizo acto de presencia en la habitación.

    — Al fin despiertas — Murmuró Deon, entrando en el cuarto con algo de comida en una bandeja — Pensé que me había pasado con la dosis.

    — ¿Cuánto tiempo llevo dormida? — Fue lo primero que preguntó Brume, con la noción del tiempo perdida durante unos minutos.

    — Un día, más o menos — Respondió el mayor de los Xom, mostrándole la cena en la bandeja — Deberías comer para reponer fuerzas.

    — Aparta esa mierda de mi — Sun golpeó la bandeja, provocando que la comida cayera al suelo ante la mirada seria del hombre — Me drogas, me violas y luego me ofreces comida cómo si no hubiese pasado nada, maldito sádico hijo de puta.

    — Tan solo quería ser amable — El tipo comenzó a recoger la comida del suelo, mostrándose cabizbajo.

    — ¡¿Amable?! — La asiática estaba enfurecida — ¡Me has violado, malnacido! ¡¿También has puesto planta somnífera en esa puta cena para penetrarme de nuevo esta noche?!

    — ¡No! — Exclamó Deon, golpeando el suelo y mirando a la mujer con evidente enfado — Sun, yo... sé que lo que he hecho no está bien, es algo que...

    Deon parecía haberse ido a otro plano astral por un momento, quedando su mirada perdida en algún punto de la habitación mientras la líder de la Resistencia esperaba a que éste dijera algo.

    — Da igual — Dijo el Emperador Xom cuando volvió en sí — Voy a prepararte algo nuevo para cenar, debes estar hambrienta y te necesito enérgica estos días para cuando viajemos a Neonia.

    — Ahora tengo dudas respecto a eso — Sun mostró que el pacto que había hecho con Deon estaba tambaleándose tras lo que éste le había hecho.

    — Te despejaré las dudas de la mente, créeme — Dijo el hombre, el cuál sacó de su bolsillo un frasco con la sustancia de la planta somnífera que utilizó para dormir a la asiática, ofreciéndosela — Tú y yo tenemos propósitos distintos pero quiero que sepas que solo los podremos llevar a cabo si confiamos el uno en el otro, así que si quieres aprovecharte de mí de cualquier manera, aquí tienes tu oportunidad de hacerlo.
     
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    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

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    Saludos, amigo. Como cada semana, paso a comentar el capítulo.

    Debo decir que estaba interesado nada más arrancó. Ver a Deon sacando de prisión a Sun y llevándola a la oficina desencadenó en diálogos bastante interesantes, los cuales me gustaron mucho. Creo que la conversación estuvo muy bien llevada entre ambos líderes. Esperaba que Sun fuera tratada como se merece (como una zorra XD) y no ha tardado en suceder. Sé que no está muy bien de mi parte decir algo así, pero es bueno ver que finalmente alguien malvado recibe lo que merece. Igualmente, ella merece más que simplemente lo que Deon le hizo, y espero que pronto se termine dando algo peor para ella. Lo que me intriga es saber qué clase de postura tendrá. Porque está claro que ella tiene que reconocer que nadie, ni los neonianos que más la odiaban le hicieron algo como lo que Deon acaba de hacerle. Pero bueno, ella tiene lo que merece. Creía que sería la emperatriz y solamente es una muñeca para el emperador y nada más. Si ella recapacita... la verdad no lo sé. Ha hecho cosas muy malas, incluso al estar del lado del bien en la parte IV ha ocasionado muertes, por lo que no me veo perdonándola salvo que tenga un rol crucial en la guerra.

    Debo decir que me decepcionó un poco la discusión de los líderes respecto al tema de la Resistencia. Era un tema del cual tenían que haberse encargado a su debido tiempo, y no lo hicieron. Ahora, que realmente tienen que hacer las cosas para solucionarlas, deciden simplemente dejar las cosas así como están y simplemente dedicarse a buscar a gente con actitud sospechosa. No me decepciona porque creo que esté mal implementado, me decepciona porque los personajes que están en esa sala son inteligentes, y sin embargo, no han lidiado con la amenaza a su debido tiempo. Pero bueno, ahora tienen enemigos tanto fuera como dentro, y el que está dentro está mucho más cerca de lo que creen. Ha sido impactante que Shadow sea tan hábil para infiltrarse de esa forma, pero está claro que si es el segundo al mando de Sun, debe tener sus facultades. Creo que él y Lio serán los más relevantes cuando se trate del pasaje de información a los del bando rival cuando llegue el momento. Estoy esperando por ver el estallido del conflicto, aunque por lo que dijiste al inicio, sé que habrá un capítulo más antes de que esto estalle.

    Punto aparte, me sorprende ver mucho la reacción de Snow cuando dijo que debían eliminar a los de la Resistencia, y sí, es sorprendente porque hace 6 capítulos atrás ella ha dicho que Lill estaba muy ansioso por matar a los que tenía en contra, pero ahora ella cae en lo mismo. Lo comprendo, en realidad, pero se me sigue haciendo impactante. Claramente, la agresión que ella sufrió de parte del emperador Gar cuando ella solo quiso un alto al conflicto y luego recibir la noticia de que la gente de su planeta los estaban por traicionar, habrán tenido peso en su cambio. Me alegra, ya que eso quiere decir que Lill y Snow están alineados bajo la misma idea, pero como dije, no deja de impactarme.

    La escena de Arva pidiéndole a Snow para que la deje participar en el conflicto, más que nada, piloteando la Arcadia, se me hizo algo contradictoria. Ella misma dijo esto en la parte IV.

    Pasar de eso a esto

    Realmente ha sido mucho más chocante, sobre todo porque proviene de la misma Arva. Igualmente, yo entiendo que con el embarazo las mujeres se ponen más testarudas, lo he vivido cuando mi madre llevaba a mi hermano XD. Pero Arva hasta hace poco dijo que no quería estresarse, y ahora mismo ella quiere ir al mismo lugar del que ella pidió apartarse en la parte anterior. Quizá con algo más de justificación esto pudo ser mejor, porque no es que la Alianza le estuviera pidiendo a Arva que pilotara porque ella es la mejor y la necesitan, o que ella misma se sintiera amenazada por la guerra y quisiera estar en la Arcadia porque confía más en sus amigos, incluso habría sido mejor que simplemente ella hubiera tenido cualquier otro motivo como el querer estar cerca de sus compañeros. Pero la verdad es que el deseo de ella para contribuir que surgió de la nada lo veo algo forzado, mucho más cuando ella fue la que eligió separarse de la Arcadia en primer lugar. Sin mencionar que ella podría simplemente pilotear una de las naves de emergencia por si tuvieran que escapar, y también el hecho de que ella ya aportó siempre al grupo como para desear hacerlo en ese momento.

    Espero que esto no sea para perjudicarla haciendo que algo malo le suceda en la Arcadia, porque honestamente, sí que lo sentiría algo forzado. Habrá que ver en qué deriva esto.

    Luego pasamos a ver que Snow tiene algo de nauseas y Eron se da cuenta de lo que sucede. Al final, ese tipo es un profeta, porque adivinó de inmediato que ella tendría un bebé por solamente ver que tenía nauseas. Vamos, que yo pensé lo mismo, pero distinto es cuando ves a un personaje de una obra tenerla y luego diferente es cuando lo ves en la realidad. Parece que Eron está bastante feliz al ver que Snow y Lill podrían tener un niño en este mundo, y lo entiendo, porque ellos son amigos muy queridos para él. Está claro que él también debe querer tener un hijo algún día, y más que nada ahora que las cosas con Ashley están muy bien para él. Pero aún temo porque él no pueda tenerlo. Yo espero que Lill reciba pronto la noticia de Snow, ya que eso es algo que ella no debería esconderle a alguien a quien ama. Y me da algo de tristeza que el bebé de Snow haya sido anunciado en una época de guerra, pero si todo sale bien, cuando nazca, ya no habrá ninguna.

    Luego de eso, pasamos a la escena donde West logra reestabilizar a Zyon, como resucitándolo de entre los muertos cibernéticos XD. Sin embargo, sus grandes mejoras se han perdido por el daño que recibió en la batalla, y ahora no es el Super Rhajik que vimos al principio que tenía una fuerza colosal. En la parte III recuerdo que él solo eliminó a varios miembros de la Resistencia, y ahora, no creo que cuente con el mismo calibre.

    Voy a decir algo atrevido, una apuesta importante, pero creo que Arva, Eron y Zyon la van a pasar super mal, o incluso podrían decir adiós en esta parte. Arva decidiendo que quiere contribuir cuando estuvo alejada de la acción por un tiempo. Eron alegrándose por ver a Snow "posiblemente embarazada", siendo que él no pudo tener un niño. Y Zyon sufriendo un retroceso en su cuerpo. Sé que tú sueles darme muchas sorpresas en esta historia (la muerte de Axlor aún sigue en mi mente XD) así que no creo que los 3 vayan a morir, porque sería muy predecible y no eres así. Pero sí tengo el presentimiento de que a ellos tres les pasará algo serio. Quizá no grave, pero sí serio. Esa es mi apuesta.

    Ah, y como le hagas algo a Snow ahora que está embarazada, o a Lill que viene sufriendo una calamidad en cada parte, te ahorco XD.

    Luego pasamos a la escena final, donde Sun se da cuenta de la clase de persona que es Deon. Y la verdad es que ella ha sido muy tibia. Viendo lo explosiva que ella resultó ser en partes anteriores, hubiera estado bien que le diera algo de castigo a Deon. Aunque creo que el miedo por tener al emperador al frente la habrá detenido, así que es comprensible. Ahora está claro que ella duda de la alianza que pactó, lo mismo ha admitido ella, y parece ser que ya no ve con buenos ojos el plan de ataque. Y con razón. Ella creía que sería la emperatriz y terminó siendo lastimada por Deon, cuando los "enemigos" de Neonia no le han hecho ni la mitad del daño que merecía. Ciertamente, creo que esto puede marcar el inicio de un punto de inflexión para Sun, y habrá que ver hasta donde llega.

    Como dije, no la veo entre mis personajes favoritos por lo bastarda que es, pero si quiere ayudar y logra salvar vidas de la alianza, bienvenido sea.

    Quedo a la espera del siguiente, que creo que será el capítulo donde Deon y Sun eligen partir hacia Neonia para el ataque. Tengo intriga por saber si Lio y Hylda llegarán a tiempo para el inicio de la pelea, o si ellos llegarán cuando el conflicto esté en curso. Sea como sea, la presencia de Lio y Cia podría ser de utilidad para la alianza en la guerra. Y me sorprende que nadie haya captado el mensaje de Lio. Quizá se haya perdido, lo cual es una lástima, porque en medio de tanta tensión, habría sido bueno ver que ellos sonrieran aliviados al saber que su amigo, que desapareció sin dejar rastro, estaba con vida.

    Habrá que ver como se desarrolla el siguiente, y qué tal avanzan las cosas cuando la guerra estalle. Seguro será un caos. Y eso me tendrá en filo al borde del asiento, como ha ocurrido muchas veces.

    Para finalizar, creo que este capítulo ha estado muy bien, ya que siento que esta parte está recuperando el ritmo calmado de los primeros 5 capítulos. En el capítulo anterior se sintió más porque fue de un grupo solo, pero este ha mostrado varios puntos de vista y se ha mantenido así, lo cual es una alegría para mí.

    Con eso me despido hasta la próxima semana, que será el día donde sale el último capítulo del año. Lo bueno es que no habrá mucha espera XD.

    Cuídate, y nos vemos.
     
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